You are on page 1of 6
NUEVA NARRATIVA HISPANICA AMPARO DAVILA Arboles petvificados JOAQUIN MORTIZ * MBXICO EL ULTIMO VERANO Llevaba un vestido de gasa con volantes en el cue Ho y en las mangas; el pelo eastaio oscuro, recogido hhacia atris con un mofo de terciopelo negro, de- juba despejado un rost1o joven de armoniosas fac Ciones en el cual resaltaban los ojos sombreados por laxgas pestafias. No s6lo irradiaba juventud y fies: ‘cura aquella muchacha, sino una gran paz y felici- dad, Pero aquella muchacha hermosa, porque en verdad Jo era, y tan bien arreglada y respiranéo tranquilidad por todos los poros, estaba dentro de tun marco, eolocado sobre el tocador, cerea del e pejo. Asi era a los diez y ocho atios, antes de case se. Pepe habia querido que le diera un retrato como regalo de cumpleafos. Habis salido may realmente, y experimenté un inmenso do- lor al comparar a In joven de la fotografia con la ‘imagen que se reflejaba en el espejo, su propia ima ‘gen: la de una mujer madura, gruess, con un rostro fatigado, marchito, donde empezaban a notarse las arrugas y el poco culdado o mis bien el descuito de toda su persona: el pelo opaco, canoso, calzala ‘con zapater de tacin bajo y un vestido gastado y pando de moda, Nadie pensaria que esa que esa- ‘ba mirindola detrés del vidrio del portarretratos Ihabia sido ella, si, ella, cuando estaba tan Mena de ilusiones y de proyectos, en cambio, ahora... 58 “gQué te pasa mamd?” —le pregunté Ricardo, por- que se habia quedado con la cara escondida entre Jas manos, sentada alli, frente al cocador, a donde hhabia ido a arreglarse un poco para salir. Con gran desaliento se cambid de ropa y se arreglé, “claro que no es posible sentrse contenta y anisosa cuan- ddo de sobra se sabe que una no es ya una mujer sino wna sombra, una sombra que se iri desvane- ciendo lentamente, lentamente...."" Ahora tuvo que taparie la boca con el pafiuelo para abogar un so- oro. Porque aquel ikimo tiempo se habia sentido demasiado sensible y deprimida, y Woraba ficil- Fue @ prineipios del verano, de ese verano seco y asfixiante, que habia empemdo a sentirse mal; a vyeces era una intensa niusea al despertar y unas ‘como oleadas de calor que le subian hasta la cabe- 122, 0 fuertes marcos, como si el cuarto y los mue- bles se movieran; mareos que en algunas ocisiones ppersistian durante odo el dia; también habia per- ‘ido el apetit, no se Je antojaba nada y todo le aba asco, y de su cuenta se habrin pasado los dias sin comer, s6lo con un café o un jugo. Una in- ‘mensa fatiga se iba apoderando de ella y Ia impo- sibilitaba para el cumplimiento de las tarcas dia. rias, ella que siempre habla trabajado de la maiia- ‘na a la noche, como una negra. Todo lo que hacia ahora era con un gran esfuerzo, un esfuerzo que ada dia iba siendo mayor. “Ha de ser ta edad.” Esa edad que la mayoria de las mujeres teme tanto 89 y que ella en especial veia llegar como el final ee todo: esterilidad, envejecimiento, serenidad, muer- te... Los dias pasaban y el malestar aumentaba a fal punto que decidié ir a ver al médico, Tal vee Te diera algo con que hacer menos pesada esx di- ficil etapa, Después de examinarla detenidamente, el doctor Je dio una palmada carifiosa en el hombro y la fe licité. Seria madre de nuevo, No podia creer lo {que estaba escuchando. “Nunca lo hubiera ereido, pero a mis afios, yo pensaba que era... ex deci, que ya serian los sintomas de... pera, zc6mo es posible, doctor?” Y tuvo que preguntarle vari veces si estaba realmente seguro de su diagnéstico, ies era _muy Taro que eso sucediera a su edad, “Eso es, hija, y nada mds, sigue mis indicaciones pero dentro de un mes." Le receté algunas medi- ‘cinas que deberfa tomar. Y ella que durante diss ¥y dias, y todavia unas horas antes, habia lorado de s6lo pensar que ya habia legado a esa terrible ‘edad en la que Ia maternidad, la lozanfa y el vigor terminan, ahora, al recibir la noticia, no experi- ‘menté ninguna alegria, por el contratio una graa ‘onfusién y una gran fatiga. Porque, claro, era biea pesado después de siete afiot volver a tener ott niffo, cuando ya se han tenido seis mas y una yx no tiene veinte afi, y no cuenta con quien le ayt- de para nada y tiene que hacerlo todo en la casa y oo cla con poco diner, y co tod sbiendo Fee Ate pecs nel aot oa anu cam, tnd pes Intl ue le pe on ts como a ade, como els na mu ya no. erin voler a cmpesar, ora et Botan canter hora, lavar pals todo } ls depladas, nnd el yn queria sind rir dort, dormir nck wo, no podla fo bola fuera jocenc para car fo, yuera basante con lid’ co chy 008 Hye, an sco, tan indleene, "noes pedo para fs ip ence lr dae vid, no ee 3 raclnes yo nico que bar er Hamar de hi fo a oo hijo md no aia lms nin esr por butane cro taba y ana mde eo, gh le importa ue ella Hier lagen fon cl pau, o que ve mute de figs Tha the fe io nici, Lowy hae bn acundo yell staban en i cin vende alvin como code ls dla dexputs de eat Pepe psd un to robe lov hemos Te Toss fa jl eon un beso. “Cada hijo tne coma su testo, no te preps, sldremos ane ono nm sido aenpre” el te quedo mi endo aque panals de vlevistn donde slg 9 Jrovlasn setio, lent en st interiors ma fio de pencmientneyenttentor we ape, Poa ey lng ncaa veg cen fear segnacibn ni eer. 1 gp somentab eon tov ty won gran debi la Chiba a re o ‘ostarse, en ocasiones, varias veces durante el di ‘Ast transcurria el verano, Por las noches y un poco entre suefios Pepe ht ‘ola Horar o ta sentia estremecerse, pero él apems se daba cuenta de que ella no dorm Era natu: ral que Pepe descansara a pierna suelta, jlaol, dl no tendria que dar a luz un hijo més, ni que cui

You might also like