Feminismo e islam
Las luchas de las mujeres
musulmanas contra el patriarcado
Compilacion: Zahra Ali
Traduccion: Andrea Romero
Clave intelectualEntrevista a Hanane al-Laham: Derechos de la mujer,
renovacin del pensamientoisldmico y movimiento
pacifista en Siria
Conclusién: Descolonizar y renovar el feminismo.
Zahra Ali
185
199
INTRODUCCION
Zahra Ali*
La asociaci6n de los términos «feminismo» e «islamy suele plan-
tearse s6lo en forma de pregunta: «tal cosa existe’», «ital cosa
s posible’». Sin embargo, seria mas plansible comenzar toda
interrogacién que asocie los términos «mujer», «feminismo»
¢ «islam» deconstruyendo la evidencia acerca de tal tema, De
hecho, tratar la cuestidn de «la muyer en el islam, interrogarse
hoy dia sobre la «condicién» de la mujer musulmana y la po-
sible adecuacién entre el islam y la igualdad de género es pro-
ducto de una elaboracién historica. No nos preguntamos con
tanta frecuencia por «las mujeres en el judaismo», ni tampoco
se plantea por doquier la cuestion de «la mujer en el cristia-
nismo». Ahora bien, no cabe duda de que ello no se debe a la
* Sociology mltane feminist, protesora de sociologia ena Universal Rutgers en Estados
Unidos. Sus inestgaconesexploan lax dindmicae vinculadas las tnujere el genera
os movimientos sociales y politicos en relacin con clos as, Meo Orie ls con
textos de eta y conflict sabe todo en el rk coatemporines. En Women and Gender
Iraq: betwen Notion Building and Fragmentation (Cambridge Univers Pres, 2018) ren
‘un ands socoloico de actmsmo socal y poco dels mujeres de os feminlsmesen
Ina, a través de una etnografa dela organizaciones de defens de os derecho da mee
‘yn detallada historia socal, ecanémicay politica de las mujeres dade le ormacin de
‘tak contemporineo, También ha coeditada, nto con Sola Dajan-Herzbrun, un mero
especial dela revista Tunes: «Phariversalcme Déclonial+ (Kind 2017) Ete volumen
shords as tories decoloiales mediante un lexi bsada el epstemolog, etc,
el pensemiento politico ye activismo no earocéntrco,
lnRoDUCciN [31naturaleza de los textos sagrados judios y cristianos, y menos
aun a las condiciones de vida de las mujeres cristianas y judias,
que varian considerablemente de Norte a Sur. Por lo tanto, re-
sulta evidente que sdlo las musulmanas son designadas por su
religién: se imputa al islam una influencia fundamental en sus
condiciones de vida. De modo més general, se denomina con el
término «mundo musulman» a un conjunto de paises, lenguas y
culturas muy diferentes, que abarca varios continentes, Hablar de
«mundo musulmén» y de «la mujer en el islam» parece tratarse
de una evidencia y ser un eco de los prejuicios e ideas preconce-
bidas sobre el islam y los musulmanes. Al ignorar la diversidad y
la complejidad sociolégica de las sociedades de mayoria musul-
mana, asi como los factores socioecondmicos, politicos e histé-
ticos, muchos consideran que el islam es la principal causa del
«subdesarrollo», el «arcaismo» y el «retraso» del «mundo musul-
mano, La prueba més contundente seria la «condicion» desigual
de la mujer musulmana ~en singular, por supuesto, porque todas
Jas musulmanas se parecen entre si-, que retleja el oscurantismo
reinante en estas sociedades.
Esta obra rompe con el orientalismo y el racismo que carac-
terizan hoy en dia los debates y controversias sobre las mujeres
y el islam. Se trata de poner fin a los enfoques de oposicién
inaria y mostrar la complejidad de una cuestién mediante su
deconstruccién y afirmando al mismo tiempo la importancia
de una toma de posicién fundamental: la necesidad de desco-
lonizar y desencializar toda lectura del feminismo y del islam
Asi pues, la idea no es responder a las preguntas impuestas por
el feminismo hegeménico, sino mas bien penetrar en el interior
del universo de las feministas musulmanas y observar de qué
manera plantean la cuestién de la igualdad, segtin modalida-
des, términos y problemiticas que les son propios. Del mismo
modo, tampoco se trata de establecer cémo el pensamiento reli-
gioso musulman y Ixs musulmanxs se posicionan ante las cues-
tiones que plantea o impone el feminismo hegeménico, sino de
21 2aHRA ALL
‘mostrar como se piensa, aticula y desarrolla una reflexin y un
compromiso respecto de las cuestiones de igualdad de género
dentro del marco religioso musulmén y en contextos en los que
lam es un referente principal.
Este libro es una recopilacién de articulos y entrevistas
con intelectuales, investigadoras y militantes comprometidas
actualmente en dinamicas feministas musulmanas. En este
sentido, la obra puede considerarse una introduccién a los fe-
minismos musulmanes, asi como una propuesta de apertura
hacia nuevas perspectivas respecto de la manera de plantear el
vvinculo entre mujeres, feminismos ¢ islam(s). Mientras que en
lengua inglesa existe una bibliografia relativamente abundante
sobre el tema, todavia son muy pocas las producciones en otras
lenguas; el campo académico también se muestra reticente a
reflexionar acerca del feminismo hegeménico, cuyas nociones
sobre la cuestién no suelen superar las del sentido comin, Los
feminismos que toman como marco de referencia la religion
son motivo de polémica y despiertan cuestionamientos, por
un lado, por aquelixs feministas que consideran la religién, y
sobre todo el islam, como contradictoria al proyecto de eman-
cipaci6n de las mujeres. Todas las religiones, y ante todo la mu-
sulmana, serian patriarcales. Por ende, la lucha por la igualdad
de género implicaria necesariamente un distanciamiento de lo
religioso. Por otro lado, varixs musulmanxs consideran que se
trataria de una occidentalizaci6n del islam; entienden el pen-
samiento musulmén contemporneo como un marco limitado,
hostil a toda dinémica de renovacién y relectura, Esto quiere
decir que los feminismos musulmanes se enfrentan a un irre-
flexivo esencialismo: aquel que define al islam como una rea-
lidad estatica, dogmética en esencia e intrinsecamente sexista,
yal feminismo como un modelo inico, un espejo de una mo-
dernidad occidental normativa,
Este trabajo se propone abordar a fondo estas cuestiones, ofre-
ciendo lecturas alternativas tanto a los feminismos hegeménicos,
ItRoDUCCION | 19que rechazan cualquier posibilidad de articulacién de las lu-
chas por la igualdad de género con lo religioso, como al con-
servadurismo musulman, que obstaculiza la reapropiacién del
saber y la autoridad religiosa por parte de las mujeres. Todas
Jas investigadoras-militantes a quienes les dimos la palabra en
este libro comparten un rasgo comin: articular su adhesién al
islam, a sus tradiciones espirituales, culturales y cultuales con
su lucha por la igualdad de género. Desde esta postura, rede-
finen, reinventan y se reapropian del feminismo, empezando
por su descolonizacién.
Este libro se inscribe en el cruce de la tradicién feminista cri-
tica, interseccional ~impulsada principalmente por el feminismo
poscolonial y decolonial y el Black Feminism y del pensamien-
to reformista musulman contemporéneo. No se dirige tnica-
‘mente a investigadorxs sino que esta pensado para un puiblico
amplio. Tiene por objeto constituir un instrumento de reflexion
para todxs aquellxs que deseen elaborar reflexiones y anilisis
que rompan con el etnocentrismo, el esencialismo y el conser-
vadurismo que caracterizan hoy en dia la manera de abordar el
vinculo entre mujer, feminismo e islam.
Enel cruce entre feminismos e islam(s)
Sin limitar el sentido de los feminismos iskimicos a sus ex-
presiones académicas recientes como las que han surgido en
estos iiltimos 25 anos, podemos considerar que las reivin-
dicaciones de cardcter feminista, es decir, de rechazo de la
dominacién masculina y del patriarcado en un marco mu-
sulman, existen desde hace mucho tiempo. Segdn las femi-
1 ELBlck Feminism o feminism negro surgi en Extados Unido ete ls ats 1960 y 1970.
“Manisa el pun de vite pectce de as sere negras dentro dl movimiento feminist
en Estas Unidos y busca ariculr tas hchs conn texto y el racisma
141 ZAHRA AL
nistas musulmanas, las protestas y los cuestionamientos de
las mujeres respecto de su rol y lugar en la naciente sociedad
musulmana se remontan a la época de la revelacién cordnica.
Uno de los ejemplos mas elocuentes ha sido la pregunta de
Umm Salama, la esposa del profeta Mahoma, de por qué el
Corn se dirigia a los hombres, asi como su pedido de que la
revelacién se dirija también directamente a las mujeres, sobre
todo en lo que respecta a la recompensa y reconocimiento de
sus obras piadosas. La respuesta a los cuestionamientos de
‘Umm Salama qued6 expresada en dos versiculos coranicos.?
Del mismo modo, las feministas musulmanas demuestran,
por ejemplo, que la sociedad medinesa [de Medina] era mu-
cho menos patriarcal que la sociedad mecana [de La Meca],
de la que deriva la primera comunidad musulmana;! nume-
rosos hadices relatan que durante el establecimiento de los
musulmanes en Medina, el profeta Mahoma aprobé y apoy6
el cambio de costumbres y mentalidad sobre las mujeres que
distingufa a la gente de al-Ansar de la tribu al-Quraich en La
Meca. Mas tarde, tras la muerte del profeta, muchas mujeres
‘cuestionaron las tradiciones sexistas y denunciaron la voluntad
2 Relatado en os raps (comentarios al Carin) dea Tabaiy Ton Kathir ee verselo 195
de a sure 3 (Alan) «Su Sehor ha ecuchado ee ucgos yo jams hala perder a nadie
te ustedes, hombre o mujer el fruto de sus abeas. 280 proeden unos de otros A gule-
es Sean exptriados hayan sido expulsdos de ss ogres, quienes san por Mi Casa,
‘wieneshayan combstidoo moert mi servicios ey perdonae koa sus falta los retire
«jars balados de arroyulos, en recompensa desu Sei, pues Dios es quien concede
las mores recompensa': yd wersclo 38 dele sur 23 (AF Aza los muclnanes
vals musulmana, aos creyeotes ya la creyentes, alos obedient alas obedient, los
races yas veraces alos pacientes yaa pacientes, aos humilis yas humid lox
‘qe dan con sincera yas que daa con sncerida, «los que ayunan ye les que yuna,
‘os que guersan us prtesfatias yas que las gustan yas que ecueedansmcho &
‘Dios ya las que o recuerdan: Dis ls ha preparad un perdi yuna enorme ecompen
teaducci de lor versicule tomadec de Mohammed Chiadnk, Le Noble Coan. Nowele
traduction frangaise dy sens des vests, Thi, 2007
3 Vlas, ett otros, Lella Ahmed, Women and Gender Ila, Historical roots of 8 maser
debe, Yale Univezty Press, 19,
inte DUCCION | 5de los hombres de imponer sus interpretaciones masculinas
del Coran y de la tradicién profética (Sunna).*
En lo que respecta a su formulacion moderna, se pue-
de considerar que ha habido feminismos endogenos en las
sociedades musulmanas: primero, como movimientos inte-
lectuales reformistas que surgieron a fines del siglo XIX y,
nego, bajo la forma de movimientos sociales en el marco de
las tuchas nacionalistas y anticoloniales de principios del si-
glo XX. La cuestion de los «derechos de la mujer en el islam»
ha sido planteada por los pensadores reformistas musulma-
nes, entre los que se destaca Muhammed ‘Abduh, discipulo
de Jamal al-din al-Afghani. Los reformistas musulmanes han
introducido una reflexion fundamental sobre la aprehensién
dinamica del corpus religioso, en especial a través del uso del
instrumento juridico del ijtihad, que permitié (re)pensar el
islam en funcién de la evolucién de los contextos culturales,
sociales, econémicos y politicos. Este Nahda ~Renacimiento-
musulman desarrollé un nuevo discurso que proponia volver
a las fuentes escriturarias (Corén y Sunna) y que implicaba
una denuncia de la sacralizacién de las opiniones de los anti-
‘guos ulemas.* El objetivo era llamar a Ixs musulmanxs a dirigirse
directamente a los textos religiosos en busca de las ensenianzas
esenciales de la religién musulmana, distinguiendo entte el figh
~jurisprudencia islamica-, elaborado a lo largo de la historia,
y la sharia, literalmente «el camino», los principios superiores
de la religién que constituyen la busqueda constante y sin fin de
los seres humanos. Esta postura ha permitido la lectura criti-
a, la historizacidn y la contextualizacién de la jurisprudencia
musulmana y del tafsir ~comentarios y exegesis del Corén-,
4 Sobre ext ema, vase a bra de Mulmined Akram al-Nadw, A-Mauhaddia The Women
Solas iam, ierface Piations, 2007.
5. Expeilsts en clencias reigosas
16) ZAHRA AL
Jo que abrid el camino a la critica de la impregnaci6n patriarcal
que poseen una serie de opiniones juridicas y comentarios
corénicos, asi como a una aprehensién dinémica de Ia juris-
prudencia musulmana,
Por ende, el feminismo tal como se expresé en las socieda-
des de mayoria musulmana no ha sido posterior, y menos aun
ha seguido, al feminismo europeo, sino que surgié al mismo
tiempo que este ultimo y se manifesté a través de una postura
anticolonial y nacionalista.* En este sentido, el caso de Egipto
es bien conocido,’ los trabajos de Margot Badran, por ejem-
plo, han puesto de relieve la porosidad de las fronteras entre
millitancia laica y religiosa en un contexto en el que lo religio-
so es un importante referente cultural y politico dentro de la
sociedad.’ Ademds, varias figuras nacionalistas y feministas,
a menudo identificadas como «laicas», han otorgado mucha
importancia al referente religioso en su defensa de los dere-
chos de la mujer, Ya en esta época, las feministas arabes na-
clonalistas, que hacfan uso de la reflexion desarrollada por los
reformistas musulmanes, defendian la idea de que el islam no
es una religiOn patriarcal sino que, por el contrario, promueve
la igualdad de género.
Mis tarde, durante los aftos 70, en las sociedades de mayo-
ria musulmana, comenzaron a surgir nuevas figuras femeninas,
6 Al tespecto,vése la obra pionera de Kumari Jayawardena, Feminisnt and Nationalism
in the Third World. publica por primers ver en India en 1985 por Is edtria Kali or
‘Women y lego por Ze Boks Sons Dayan: Herbrun, ees paige au Moyer Orlent,
[EHarmatia, 2005. Para una problematizacin de este asuto relacionada con laces
{el feminizme actual de Medio Oriente, axel importante obra drigide por Lils Abs.
Lughod, Remaking Women. Henini and Modernay inthe dae-as, Princeton Unversity
Press 2005,
‘ease. entte ots, Lela Ahmed, Women and Gender n Iam, Historica roots moderne
Alebate. Yale University Pres, 1982: Marg Badran, Feminist, Iam, and Nation: Gender
nd he Maing of Modern Egypt, Pioceton Universy Pres, 199; Beth Baron, Egypt as a
Woman. National, Gender and Politics, Univesity of California Press, 205,
15 Mangot Baden, op cit
ItmoDUCCION |17a menudo cercanas a la militancia islamista, que desarrollaron
nuevas practicas y un discurso sobre las mujeres, poniendo el
referente religioso en el primer plano de su compromiso social
y politico.”A medida que el discurso del islam politico ganaba
impulso, aparecieron discursos que buscaban promover una
«modernidad musulmanay que inclufa una serie de reivindi-
caciones de cardcter feminista en determinadas mujeres isla-
mistas. Dos fenémenos marcaron asf la evolucién del discurso
sobre las mujeres en el islam y las practicas militantes de las
sociedades de mayoria musulmana: por un lado, el aumento
del nivel educativo de las mujeres, ya que cada vez mas mujeres
comenzaron a acceder a la universidad; por otro lado, la natura-
leza del discurso islamista en su cuestionamiento del islam del
poder, su capacidad de democratizar el discurso religioso y legiti-
‘mar un saber alternativo desarrollado por pensadores cuyo perfil
diferia de la trayectoria dlasica de las escuelas religiosas. Como
dice acertadamente Zainah Anwar,“las musulmanas educadas,
graduadas de las universidades, ya nu sc conteutan con el dis~
curso religioso tradicional y empiezan pues a cuestionar a las
autoridades religiosas." La divulgacién del saber religioso, y su
expresién en términos diferentes a los de las escuelas islamicas
tradicionales, a través del discurso de los islamistas, ha hecho
posible, en numerosos contextos, una forma de reapropiacién
del saber religioso por parte de las mujeres.
9 En a abe A Quit Revsuion, The Vile Reurge from the Middle Eat t Ameria (Yale
‘Universty Pres 201), Lela Aled moestra como i utc dl referent lig
rear del so dl vo as daa de le cera yl ochentaen Epo pac igi
sna revindicacin de tcl socal yal mama etn de esa del mal cen.
1 Vines en la segunda pars de elie, «Ngocit lot derechos de le sje Bj I ey
religions en Mala»
1. Abdewemad Dialny, nu abe minis amie soufene (Publi, 1997), be demos:
trado que slamismo como movimiento socal ha planteado nuevas cuestonesdenzo de
Inrtodosa musulansy qe el importante rompeomie de a jes ha contriido-s
sestionarlostérmins Ios que tat las cucsones de gener.
Enlassociedades de mayoria musulmana, esto seacentuéain
ms en los afios 1980 y 1990. En Turquia, por ejemplo, los traba-
jos de Niliifer Géle revelaron el surgimiento de lo que la autora
lama modern mahram: figuras musulmanas que combinan la
prictica ortodoxa del islam con una manifiesta modernidad.!*A
medida que las mujeres se educan mas y se apropian del saber
religioso, y que los discursos alternativos se democratizan, los
feminismos islimicos se desarrollan como discursos intelec-
tuales y bajo la forma de pricticas militantes entre las muje-
res re(islamizadas). De este modo, en el Magreb, comienzan a
surgir nuevas dinémicas feministas, sobre todo en Marruecos,!?
Egipto,"*Siria,'* Arabia Saudita,'* Turquia,”” Iran (en particular
a través de la revista Zanan, a la que se le atribuye el origen det
concepto de «feminismo islémico»),"* asi como en Malasia,”?
12 Nile Ge, Masulanes et Moderne Vote citation en Tart La Découret 1983.
12 Danio dal masini amis sie ot Spruit uri y Kept) perso
lo sobre todo por medio def gurade Nadia Yassin, pero tambien de Asma Lamrabet,
una referent de feminismoislinico, de quien pulicamos un articalo en la primera parte
Secta cs.
1M. Pormadiadewna ere de personae tants ntacle come Onin Abow- aks
quien presentamos un arcu ea a segunda pate de est libra
15 Venu, moo de empl Is entrevita cone pensedor y tant siris Hanan al Lahars
cela tere piri de esta ors «Derechos de a mir renovacin del pesamientoilamico
movimiento pacfisa en Siri,
16. Un buen ejemplo es Manal l-Sharif quien hs lanzado una campana por el derecho a
Ja candcta de le mujeres. Vint trim Amille Le Renard «Droit de a femme
veloppemen personel: les appropriations da eyes pres feinesen Ae Seoudien,
(Critique internationale, N46, eneto-marzo de 2010, pp 67-86
17 Ladlfunta Konce Kuri, una figura feminista musulmana ture, fu asesinade en 1999,
tras aber sido seevestradaytrtrada, nt Burak Keskin-Konat, «Entangled in Seni
‘Nationali, Feminism and sane. The ie of Koon Kui, Cal Dynami, Vl.
15, N°2, pp. 188-211, 2003 y Niler Geo.
18 Arespeci, vase ha gran aba de Zita Mi-Hossen, lao nd Gender, THe eli Debate
in Contemporary ira, Princeton Univesity Press, 1999, x como Valentine Mogha
‘Tne eminem and he Discontent: Towards a Reralation of the Debstn, Sig our
9f Women im Cur and Society, VoL 27,84 2002, pp. 1126-171
19 Véaeelartele de Zainal Anwar cal segunda pate de xe Her +Negosir oe derechos
ea mujer bao ley relgiosa en Malian,
lnrRoDuccioN 39Pakistan India". En Europa,” Estados Unidos” y Amé-
rica Latina,” se observa entre las mujeres reislamizadas, a
menudo comprometidas en dinamicas musulmanas, el sur-
gimiento de una conciencia feminista islamica, en un con-
texto en el que el islam esté fuertemente estigmatizado y
racializado.
Mas reclentemente, algunos analistas han considerado
que las revueltas drabes que comenzaron en 2011 no solo
impulsaron un cuestionamiento hacia el autoritarismo sino
también hacia el islam del poder y las autoridades religiosas
tradicionales.™ La presencia masiva de mujeres en las filas
de manifestantes y el peso de su implicacién en los procesos
revolucionarios colocaron a las cuestiones de género en el
centro de los movimientos sociales y populares. Habra que
hacer un seguimiento de las repercursiones reales del acti-
vismo y compromiso masivo de las mujeres en las revueltas
arabes, ya sea en el plano de las mentalidades, del pensa-
micutu icligivso v en el ambito legislative. Por el nnvmento,
20 Nadia Chretina Schnee, same feminism and Musi wosmen rights activism in Indi
fiom transnational dscourse to loeal movement - or vce versa Journal of eration
Womens Studies, Vl 11,1, novembre de 2008, pp. $5.71
21. Respecto de Europa, vase el artical de Malika Hamid «El feminismo musilmén en
"Earops‘etivern ex’ compeomiso trancnaclonals on fs spin parte de et
to, Para Francia, vase la enevista con una inte musulmana fiance, Sida Kad,
‘ena erera parte de la presente obra: vAntiracsmoy anisexsmo: el recorido de una
tilate mueuleane en Francia, ati como Zaha Ali Tersgni sFeminism and
Jalan: post-colonial and tramsnaconal reading», en Claude filly Francoise Ori
(dirs), Eechangs and Cormspondece: The Contraction of Fesiniom, Cambridge Scholes
Publishing, 200 Zahra Al séminiane et nam atetenarex Zahra Aline Paine
‘Debenest,Vinceat Gay y Gabriel Girard (coords), Fminsme au lure, Sylepe, cl
(Cahier deTEmancipation, 2010; y Zahra Al Abuslanans e Flot UEmergence
, los movimientos feministas musulmanes han
centrado su trabajo en la reforma de los estatutos personales (0
cédigos de familia) que representan un corpus legislativo que re-
line el conjunto de las derechos juridicos de las mujeres (matri-
monio, divorcio, herencia, etc.) y que, en varios paises de mayoria
‘musulmana, se basa en la jurisprudencia religiosa. Este compro-
miso adopté la forma de un trabajo de reflexin sobre los textos
religiosos combinado con una campana de informacion para las
mujeres musulmanas sobre sus derechos: esto es lo que hizo,
por ejemplo, la organizacién malaya Sisters in Islam y la red
Femmes Sous Lois Musulmanes.” La organizacién Musawah,
creada en 2009, ha elaborado un importante corpus sobre el
tema y trabaja en una reforma de las leyes de estatuto personal
en varios paises. En las sociedades en las que los musulmanes
son minoria, como en Europa, Estados Unidos 0 América La-
tina, el compromiso consiste en una militancia musulmana in-
volucrada en la defensa de las mujeres musulmanas contra la
discriminaci6n de la que son victimas y en un trabajo de infor-
macién y formacién sobre los derechos de las mujeres en el is-
Jam, tal como hace la organizacién Karamah ~Muslim Women
Lawyers for Human Rights-, en Estados Unidos.*
36. Respecto de campo islamic, podemos cla de manera general, los tabies de Khaled
‘Abou Bl dl en particular su obra Speating ia Gads Name: Iamic Lave. Authority and
Women, Onewerld,Osfrd, 200, de Muhammad Iashim Kamal, Sources, Nir, ad
‘Objects of Shariah, amc Quarter, Val 33, N+, 1989,¥ de Lrahim Moosay Fatt
Rahman, Revive and Reform dan As Sty of LlamisFumdamentalcm, Orwrl 1955,
437 Women Living Under Muslim Laws, [Mujeres Viviendo Bajo Lees Imi
38 Abogadas Musulmanas pot las Derechos Humans,
INTRODUCGION [25Durante estos tiltimos afios, el activismo de las feministas
musulmanas se desarrolla en torno a la mezquita como lugar
simbélico ~en donde se pone en juego la autoridad religiosa~
y como lugar fisico -en donde se materializa el patriarcado-
‘Asi pues, han puesto en marcha iniciativas de mezquitas alter-
nativas, denunciando el hecho de que el imamato ~direccisn
de las mezquitas y las oraciones colectivas-, asi como el lide-
razgo en las comunidades musulmanas siguen estando reser-
vados a los hombres, Estas feministas musulmanas defienden
cl imamato femenino y promueven su rol como lideres de las
comunidades y grupos a los que pertenecen. Asi fue como
surgié la iniciativa de las « mezquitas inclusivas», que promue-
ven la igualdad de género y la igualdad entre sexualidades. Por
ejemplo, la organizacién Inclusive Mosque Initiative, creada
en Londres en 2012, considera la mezquita como un espacio
de acogida y refugio para toda persona minorizada y margi-
nada por su género, clase, raza, comunidad o sexualidad.
‘Aunque las producciones académicas escritas estan atin
reservadas 4 un publico restringido, el pensamiento feminista
musulmén se democratizé ampliamente y muchas dindmicas
‘musulmanas y grupos de mujeres se apropiaron de sus ideas. El
término «feminista» es cada vez menos rechazado en las esferas
‘musulmanas y cada vez més redefinido y resignificado. Los fe-
‘minismos musulmanes han demostrado también una porosidad
de las fronteras entre la militancia laica y religiosa, en la medida
‘en que sus herramientas intelectuales y el compromiso de sus
militantes son diversos e hibridos y, a menudo, imposibles de
definir como «religioso» o «laico». Podria decirse que estos mo-
-vimientos ponen en marcha una dindmica nueva que vincula la
reflexién y los escritos producidos dentro del campo iskimico
con los trabajos elaborados fuera de este campo, introducien-
do asi una tercera via que reine reflexiones, actores y actrices
sociales que antes se ignoraban o criticaban de manera radical.
Critica del feminismo hegeménico
Fl feminismo musulmén cuestiona el feminismo hegeménico
reivindicando el reconocimiento de la pluralidad de las moda-
lidades de emancipacién femenina. Este argumento se inscribe
en la linea de los feminismos criticos e interseccionales que arti-
culan antirracismo y antisexismo, como el Black Feminism,” el
feminismo poscolonial y decolonial. La critica feminista posco-
Jonial, guiada por el vinculo conceptual racismo-imperialismo-
colonialismo, ha criticado severamente la pretensién del femi-
njsmo hegeménico de los paises del Norte de determinar para
Jas mujeres del Sur las modalidades de su emancipacién. La fi-
‘gura mas destacada de esta critica feminista, Chandra Mohanty,
ha cuestionado la supuesta universalidad de la categoria «mu-
jer», caracterizada por una conciencia comin, més allé de las
condiciones sociales, econdmicas y politicas reales.” A partir
de esta critica, pone en tela de juicio las modalidades de lucha
sugetidas por los feminisiney duminantes del Norte € lusiste
en el hecho de que las prioridades que este fija no son extra-
polables a todas las luchas de las mujeres. Del mismo modo,
para las feministas negras como bell hooks" o Audre Lorde* el
sisterhood (la sororidad o solidaridad entre mujeres) se detiene
alli donde el mismo movimiento feminista se vuelve racista y
donde las diferentes condiciones de vida de las mujeres imponen
reivindicaciones divergentes.
29. EL Dlack Feminism o feminlsmo negto surgi en Fstados Unidos entre los stioe 1960 y
1970. Manifest el punto de via especico de as mujeres negas dentro del movimiento
Feminism Etados Unidos ybusos article li chas contr lecimo yl raiamo
‘Chandra Talpade Mohanty Fmvnism Without Borders: Declonzing Theory Practicing
Solidarity, Dake University Prec, 203, ye artculopionero Under Wester Eyes eminiet,
Scholarship and Colonial Discourses, Fema Revew, 30, ot0n0de 1988
41 Bell hooks, Fenn i for everybody: pasonate pal, Soh End Press 2000 Site
ood: oil Solidarity between Womens, Feminist Review N° 23, pp. 212-238, 1985
“2 Audse Lose, Sister Ouse. says an pees, Te Speed Press, 1964
ItoDuCcON [27‘A su critica politica del feminismo dominante, muchas fe-
ministas musulmanas agregan un cuestionamiento de la presu-
posicién segitn la cual toda iniciativa de liberacién y emancipa~
cin de las mujeres supondiria un distanciamiento de lo religioso.
Estas mujeres reivindican un compromiso que toma su origen en
la espiritualidad musulmana. Baséndose sobre todo en el con-
cepto fundamental del Tawhid (unicidad divina), las feministas
musulmanas, como Amina Wadud, afirman la igualdad de to-
das y todos frente al Creador e insisten en la gravedad de la do-
minacién como apropiacién de una autoridad y un poder que
solo pertenece a Dios. De este modo, si en varios contextos
la lucha por la emancipacidn de las mujeres se ha caracteriza-
do por la secularizaci6n, las feministas musulmanas proponen
vincular piedad, espiritualidad y emancipacién.
‘Todas las mujeres que han participado en este libro, ya sea
a través de sus escritos y producciones académicas, ya sea a tra-
vés de su compromiso en organizaciones y redes nacionales y
transnacionales de mujeres musulmanas (GIERFI, Sisters int Is
lam, Musawah, WISE, etc.) han colaborado en la reflexién y en
Ja accién feminista musulmanas.
El libro esta compuesto de tres partes. La primera presenta
‘cuatro articulos que han contribuido a conceptualizar y demo-
cratizar el concepto de «feminismo iskimico». Cada uno de es-
tos textos propone una definicién de dicho concepto y define
sus desafios. La segunda parte est consagrada a la contextuali-
zacién de este pensamiento en diferentes espacios geogréficos,
culturales y politicos. Finalmente, la tiltima parte de la obra in-
luye dos entrevistas que reconstruyen el recorrido personal,
intelectual y militante de dos mujeres musulmanas con trayec-
torias y compromisos diferentes.
2a) ZAHRA AL
Primera parte
Lecturas alternativasEl islam mas alla del patriarcado: una lectura
de género e inclusiva del Coran
Amina Wadud*
Para considerar al islam mas alld del patriarcado, conviene cen-
tar nuestra atencidn en las dos principales fuentes del pensa-
iento y de las précticasislamicas: el Coran y el profeta Mahoma,
Comenzaré por citar unas I{neas del Corn que comentaré para
observar cémo alcanzar nuestro objetivo principal de garan-
tizar la igualdad y la justicia en las practicas y leyes familiares
‘musulmanas.
El Corn y la Sunna son consideradas las principales fuen-
tes para comprender la sharia y desarrollar la jurisprudencia
isldmica (figh), Los eruditos musulmanes que eran agentes
morales elaboraron el figh como un amplio campo de estudio
que contribuyé a fortalecer la justicia y la igualdad en las socie-
dades musulmanas. Del mismo modo y dadas nuestras nuevas
experiencias y realidades actuales (al-waagiyyah), es nuestro
deber continuar participando en el proceso de establecimiento
de sociedades justas ¢ igualitarias, Ello comprende nuevas ideas
sobre justicia y sobre la redefinicién del papel de las mujeres
Amina Wadd esa figura mis destacda del feminisno rmsuldn. Es profesora de est
dis ilimioos en la Uiversdad de a Manconsanided de Virginia, en Estados Uniden Bs
autora dos obras pioneres Quin ad Woman: Reading the Sacred Texts from a Wana
erpctve (Oxford Unvwity Pres, 1998) «nid the Gender kad Woman Refi i an
(Oneworld 2006).
ELISLAM MAS ALLA DEL PATRIARCADO. [33como individuos, miembros de la familia y agentes piblicos de
las sociedades civiles musulmanas contemporaneas. Y lo mas
importante: la conviccién de que el islam es un modo de vida
justo e igualitario (din).
Alsser un producto del razonamiento humano, el figh se basa
ademas en fuentes complementarias complejas como el qiyas y
el ima, Aunque es importante aclarar su significado y alcance,
me centraré menos en la formaciGn del derecho positive y mas
en los matices éticos del razonamiento juridico, sobre todo en
Jo que respecta ala reforma, Existe un vinculo estrecho y funda-
‘mental entre la ética, el proceso de reforma y los textos sagrados
(al-nusus), Mi andlisis se enfoca en la teoria ética en relacién
con la praxis y en ideas sobre la relacion que cada persona tiene
con Ald, asi como las relaciones dentro de las comunidades mu-
sulmanas. Doy por sentado en mi argumentacién que el Corn
es la palabra de Alé revelada al profeta Mahoma.
Ltgualdad en ta creation, el més allé y la vida
enel mundo visible
Segin revela el Corin, existen tres etapas significativas del de-
sarrollo humano: la creacién, el més allé (al-akhirah) y la vida
entre esas dos etapas: la vida en el mundo visible. A la hora de
considerar una reforma, lo que més nos interesa es observar
‘como se vive en el mundo visible (‘aalam al-shahadah), Sin em-
bargo, conviene establecer un marco basado en los otros dos
Ambitos o faalam al-ghayb, dado que el Corin hace explicita re-
ferencia a la relacién entre estas dos esferas (‘aalamatayn). Lo
que se espera de los seres humanos en este dunya (este mundo)
esté vinculado con lo que creemos acerca de la naturaleza de
Ali, Su creacién y el resultado final de nuestras acciones en el
al-akhirah (la vida después de la muerte), asi como con lo que
consideramos como la naturaleza humana.
2] annua waoUD
1) Lacreacién
{Hombres! Teman a su Seor que los cred a partir de un solo
ser, creando de él a su pareja y generando a partir de ambos
muchos hombres y mujeres (sura 4: An Nisa, versiculo 1),
Este versiculo demuestra que la pluralidad forma parte de la
visidn cordnica o de la concepcién divina, ya que parte de naf-
sin wahidah (eun solo ser») y zawjaha («su esposa») y termina
finalmente en la humanidad entera: rijaalan kathiran wa nisaa
(«auchos hombres y mujeres»). En este momento de la historia
humana, debido a las interconexiones creadas por la tecnologfa
y las ciencias, la noci6n de pluralidad cobra més importancia
(que nunca, Una vida humana afecta, sin lugar a dudas, a otras
vidas humanas. Por este motivo, nuestro pensamiento y nues-
tras acciones deben mostrar que somos onscientes de la inte-
rrelacién que existe entre la vida humana y la creacién en su
conjunto. Las decisiones tomadas respecto de, por ejemplo, el
armamento nuclear o las reservas petroliferas, la manera-en que
concebimos y mantenemos las relaciones familiares, o incluso
nuestra concepcién del ser humano y la excelencia humana,
tienen un efecto en los demas, sean hombres o mujeres, musul-
manes o no musulmanes. La base de la nocién de pluralismo
forma parte de la visién cordnica del mundo. El texto quese cita
acontinuacién ya preveia la forma en la que, a través del Corda,
participamos y transformamos las sociedades, leyes y culturas
musulmanas frente a una realidad mundial més compleja:
Oh, seres humanos! Los he creado a partir de un hombre y de
uuna mujer, y los congregué en pueblos y tribus para que se re~
conozcan los unos a los otros. El mejor de ustedes ante Dios es
el de mas piedad (sura 49: Al-Hujurat, versiculo 13),
2Cémo un mundo tan interconectado logra mantener la ex-
celencia de su naturaleza en lugar de ser reducido alo més bajo
ELISLAM MAS ALLA DEL PATRIARCADO.. 33de lo bajo (sura 95: At-tin, versiculo 4-5)? Tal como se describe
en el versiculo 13 de la sura 49, la taqwa es un término clave del
Cordn que designa la integridad moral. Este versiculo empieza
por sefialar de manera explicita la parte masculina y femenina
de la creacibn divina. Asi es como Ald nos ha creado: «min kulli
shay’in khlagnaa zawjayn» («hemos creado dos parejas de cada
cosa»); eal-dhakr wa al-'untha» («el macho y la hembra») (sura
51: Ad-Dariat, versiculo 49; sura 53: An-Naym, versiculo 45;
sura 75: Al-Qiama, versiculo 39). Esta cosmologia de Ia crea-
cién por pares tiene un importante corolario en todos los as-
pectos de las relaciones humanas y sociales, Es necesario, pues,
encontrar un equilibrio en todos los niveles de la sociedad, des-
de la esfera privada (la familia) hasta la publica (el gobierno y
las politicas piblicas), Tanto los hombres como las mujeres de-
ben ser considerados responsables de la elaboracién de leyes y
politicas, y beneficiarse en partes iguales de la justicia inherente
a dichas eyes y politicas, Por ultimo, en este versiculo, la nocién
de pluralidad se retoma con las palabras «pueblos y tribuso,
cuyo objetivo es «reconocerse>. El verbo, aqui utilizado en la
forma reciproca (talarafu), introduce la nocién de muawadhah,
o reciprocidad entre uno mismo y los demis, un término sobre
elque volveré mas adelante con detenimiento. El iltimo criterio
para cmitir juicios entre los seres humanos se basa en la taqwa,
‘una especie de integridad moral de los seres humanos adultos.
‘Como seres humanos responsables y adultos somos capaces
de decidir qué es bueno y justo y qué es malo ¢ injusto (zulm)
Esto forma parte del libre albedrio de los seres humanos. Po-
demos ejercer este libre albedrio como queramos, De todos
modos, aunque seamos completamente libres de ejercer esta
voluntad tal como la entendemos, no nos compete a nosotros
juzgar la eleccién de nuestros actos sino a Ald. Ald es el juez
supremo. Ali ve y sabe todo lo que hacemos, tanto en Ia esfe-
ra piblica como en la privada, por ejemplo, en el hogar. Por
lo tanto, estos dos ambitos de interaccién humana no exigen
sayamanawaouo
comportamientos diferentes. Adoptar una conducta justa e
igualitaria en el espacio publico es tan importante como adop-
tar una conducta justa e igualitaria en el hogar.
Por ende, resulta evidente que la elaboracién de leyes justas
¢ igualitarias exija un equilibrio armonioso entre lo puiblico lo
privado, entre mujeres y hombres, al igual que entre responsa-
bilidades y beneficios. Un ejemplo de desequilibrio o injusticia
comiin hoy en dia es el papel dicot6mico que tienen las muje-
res musulmanas frente a la ley: si bien son consideradas sujetos
de derecho moralmente responsables, no pueden participar del
proceso legislativo, En el Corén, la tagwa se considera el crite-
rio supremo que permite juzgar el valor humano, Sin embargo,
la sociedad suele condicionar a las mujeres para que den prueba
de tagwa mediante la sumisién y el silencio, en tanto que incen-
tiva alos hombres a hacerlo a través de contribuciones intelec-
tuales, legislativas 0 sociales. Una de las maneras mas simples
para reformar la ley conforme a la ética del Corn podria con-
sistir en fomentar la participacion activa e igualivaria de hom
bres y mujeres en la vida publica y, sobre todo, en la reforma de
leyes y politicas, para que todos puedan expresar su tagwa en
pie de igualdad.
Haré una observacién més sobre el Corn y la creacién hu-
mana, Cuando el Coran dice: «Ini Jaa'ilun fi-l“ard khalifah»
(«Voy a poner en la Tierra a un representante mio») (sura 2:
Al-Bacara, versiculo 30), se entiende que la humanidad debe
cumplir su destino en la Tierra, fi-ard’ (sura 38: Sad, versiculo
26), Es entonces a través de la accién moral, Kilafah, que cum-
plimos nuestro destino, Los seres humanos han sido creados
para ser agentes morales. Este mandato divino no distingue en-
tre hombres y mujeres. Por consiguiente, cada uno de nosotros es
responsable de sus actos durante toda su vida. ¥, mas importante
ain, como khalifah (agentes morales), somos representantes de
Ald y depositarios de Su voluntad en la Tierra, La decisién de ha-
cer el bien y respetar la justicia forma parte de nuestro khilafah.
ELISLAM MAS ALLA DEL PATRIARCADO. 135Es mejor realizarlo con taqwa o siendo conscientes de que
aunque seamos libres de elegir cmo comportarnos, tende-
remos a decidir seguir la voluntad de Alé, ya que es la me-
jor eleccidn. Esta cleccién permite a la humanidad cumplir
su destino como khalifak. Para demostrar nuestra taqwa y
cumplir nuestra accién, debemos rendir justicia en la Tierra
Y rendir justicia en la Tierra significa establecer relaciones
humanas igualitarias.
2)Elmas all
Respecto del més alla, solo mencionaré dos versiculos, ya que el
Corin se reficre de manera sistematica al hombre y a la mujer
como seres moralmente responsables, y promete recompensas
‘0 castigos a ambos conforme a su fe, actos e intenciones, actien
solos o en familia, en la comunidad o en el vasto mundo, Por
ejemplo:
Quien haya obrado bien, sea varén o hembra, y sea creyente, e0s
entrariin en el Jardin [..] (sura 40: Gafin, versiculo 40).
Teman el dia en el que a nadie le valdré lo que otro haya hecko,
nui se aceptaré que nadie interceda por nadie, ni habra posibilidad
de pagar ningiin rescate, ni habré ayuda (sura 2: Al-Bagarah,
versiculo 48).
Estos versiculos del Coran ponen de relieve la responsabili-
dad moral y la certeza de la recompensa o el castigo tanto para
el hombre como para la mujer. Ningin alma (nafs) podra ob-
tener beneficios o perder virtudes por causa de otra alma. El
juicio se basa en la fe de la persona y sus acciones en la Tierra
(que derivan de dicha fe) para con los demas y para con la hu-
manidad en su conjunto.
|. Desafiar al patriarcado con reciprocidad
El patriarcado es més antiguo que la historia del islam y la vida
del profeta Mahoma. Al igual que otras religiones, el islam abor-
6 y dio por sentado las normas patriarcales vigentes en aquella
época. Sin embargo, el Coran introdujo lo que conviene presen-
tar como una trayectoria para llevar al creyente, como persona
y miembro de un orden social justo, més alla del patriarcado,
Podemos preguntarnos entonces si efectivamente se ha seguido
esta trayectoria. Luego de la revelaci6n al profeta Mahome,
jen qué medida los pensadores musulmanes y los miembros
de las sociedades musulmanas han dado un paso adelante para
superar este patriarcado en el plano histérico e intelectual, asi
como en las précticas comunitarias y culturales? ;Alcanzaron
Jos musulmanes una justicia de género acorde con la trayectoria
establecida en el Cordn?
Hoy en dia, tenemos una obligacién doble, Desde el interior,
debernos enfrentar la persistente inferiuridad de Ia condieién
de la mujer en las leyes y en las culturas, comunidades y paises
musulmanes. Al mismo tiempo, tenemos que hacer frente alas
ideas importadas de las culturas no musulmanas, segiin las cua-
Ies el islam no es capaz de participar del pluralismo global y del
universalismo, ni cumplir con los requisitos de la democracia y
los derechos humanos. No es que no somios capaces: somos mnds
que capaces y abordamos estas cuestiones dentro de un mar-
co isldmico, De esta manera, podemos superar el patriarcado y
avanzar para integrar nociones y practicas mas igualitarias en
la sociedad civil musulmana, tanto en los Estados-nacién de
mayoria musulmana como en las minorias musulmanas dela
diaspora en América del Norte y Europa.
Fritjof Capra, en su obra The Web of Life: A New Scientific
Understanding of Life Systems, describe un cambio de paradigma
que ha comenzado hace casi un siglo y que desempeiié un papel
importante en la superacidn de ideas patriarcales profundamente
ELISLAM MAS ALLA DEL PATRIARCADO. 137arraigadas sobre la desigualdad de las mujeres. «Este cambio
de paradigma consiste en una serie de ideas y valores conso-
lidados, entre ellos, la creencia de que una sociedad en la que
las mujeres estén subordinadas a los hombres es aquella que
obedece a las leyes de la naturaleza».' En respuesta al antiguo
paradigma patriarcal, surge una nueva nocién que reemplaza
Jadominacién por la colaboracién, La colaboracién es una idea
que no existia en cl patriarcado tal y como lo practicaban los
‘musulmanes y los no musulmanes.
El patriarcado es una nocién doble: abarca tanto las ideas
como las pricticas de una hegemonia manifiesta en las esferas
puiblicas y privadas. El patriarcado no se trata solo de hombres,
se trata de privilegiar constantemente una forma de hacer las
‘cosas, una forma de ser y una forma de conocer. Esta manera
de conocer provienc de concepciones sobre el funcionamiento
del espacio pablico basadas, casi por completo, en la manera en
‘que los hombres han actuado en dicho espacio y en la impresion
general de que cl espacio piblico tiene mayor importancia que
el espacio privado. Sin embargo, segtin las consideraciones antes
expuestas, los requisitos de la tagwa, o excelencia moral, son
Jos mismos en la esfera piblica y privada. No existe un criterio
diferenciado que excluye a las mujeres de una participacion
igualitaria en la vida pablica o que exija una participacion
identica a la de los hombres. Del mismo modo, los hombres
no estan exchuidos de una participacién igualitaria en la vida
privada; sin embargo, ellos, por estas contribuciones, reciben
Jas mismas recompensas que las mujeres. La respuesta al pa-
triarcado no es ni que las mujeres gobiernen sobre los hom-
bres ni que las mujeres hagan lo que los hombres han hecho
histéricamente; se trata, en cambio, de pasar dela dominaci6n
1 ej Capea The We fife A New Sclentbe Understanding of Lifesystems, Anchor Books
Neva York 1996, 6
sa] arama wa0u0
ala colaboracién. Por consiguiente, la respuesta al patriarcado se
comprende mejor con el término mulawadhah la reciprocidad.
La reciprocidad es un valor moral fundamental que esta pre-
sente en varias religiones, culturas y filosofias, y que se refleja
mediante la «regla de oro de la reciprocidad».? Es un princi-
pio ético universal que establece el derecho al trato justo y la
responsabilidad de ser justo con los demés. Las enseftanzas del
islam ofrecen muchas fuentes y ejemplos sobre la ética de la
reciprocidad o muiawadhah.’
‘Mulwadhah proviene de la raiz waw, ‘ain, dhad. Iwaadhad es
un término juridico que hace referencia a las responsabilidades re-
ciprocas 0 a una substitucién (este es el origen del término, segin
el Modern Arabic Dictionary, el diccionario arabe-inglés de Hans
‘Weht)-El término muiawadhak ha sido utilizado en contextos mu-
‘sulmanes para referirse a transacciones financieras islamicas,
«tg tinny meses te
Cia Te org ch Nn a ae cane 0g
tnpteanmersessetnnaa 8 (in na 9
cited) Cafe pie somal re de de ota
‘Seine s congue mrs Co ee ct
fl concepio de een yl ela de oro se expandieron en I ampla ona que se encanta
i elu ee As cd nn eC Sag
So aloge ae ogi ontie on eine ee eb aati
scape HRs to ial a se
fhe ele Ben ts cnr ogo or ater
See ns De a ene See
Sieonon opinecaage eee
doe posses raurhe ini ates ce eer
‘on i nnn eo ak
(sure 83: Al-Mutaffifin, versiculo 1. in —_—
ELISLAM MS ALLADELPATRIARCADO. [37En este articulo, defino mufawadhah como una relacién de
reciprocidad entre individuos. Esta comprende dos elemen-
tos: 1) un conocimiento mutuo entre individuos (lo que el
Cordn denomina talzrafu, en la sura 49 Al-Hujurat, versiculo
13) y 2) un apoyo mutuo entre individuos, miembros de la
familia y miembros de la comunidad en su conjunto, La co-
‘munidad no se limita tinicamente a las colectividades locales
sino que abarca toda la Oumma (comunidad) musulmana y
la Tierra (al-ard). Asi pues, somos responsables de las conse-
cuencias de nuestras acciones tanto para con los musulmanes
como para con los no musulmanes. Esta nocién de pluralismo
establece la responsabilidad moral de todas nuestras acciones
ante la humanidad, En la sharitah, esto corresponde al térm
no mulamalat, que designa las relaciones sociales 0 las accio-
nes que reflejan justicia social. En el plano de la introspeccién
personal (muhasabah), esto también supone tomar en cuenta
las consecuencias de nuestras acciones sobre los demas. Esto
se debe a que el patriarcado es un tipo de shirk (pecado supre-
‘mo contra la unidad divina), que proviene de la noci6n saté-
nica de istikbar (sentimiento de superioridad respecto de los
demés), como lo demuestra el siguiente relato corénico sobre
la creacién de los seres humanos.
La sura Al-Araf cuenta que Iblis (Satin) se nego a postrarse
con los angeles ante el primer ser humano (Adin). Iblis dijo:
«Ana Khayran minhu, Khalgatani min naar wa khalaqatahu
min Tin» («Soy mejor que él, puesto que a mi me creaste de
fuego mientras que a él lo has creado de barro», sura 7: Al Araf,
versiculo 12). Esta actitud se concibe como istikbar: conside-
rarse mejor que los dems en lugar de obedecer la voluntad de
‘Ald y reconocer la indispensable relacién que existe entre to-
das las personas. El istikbar da lugar a practicas y sistemas de
opresién, incluida la visi6n histérica del patriarcado. Las préc-
ticas del istikbar estn basadas en la idea de que cualquier cosa
que hagan los hombres es mejor que lo que hacen las mujeres.
40) MINA WADUD
‘Como corolario de esta légica patriarcal, los hombres son siempre
mejores que las mujeres en determinados émbitos y las mujeres
son siempre mejores que los hombres en otros Ambitos, pero
estos son distintos o «complementarios» y no estan interrela-
cionados. La idea de que los hombres son superiores reduce a
las mujeres a una condicién de subordinacién,
‘Muchas personas -tanto hombres como mujeres~ han sido
aculturadas para aceptar esta idea falsa sobre Ia superioridad
masculina y, por ende, para ignorar la igualdad en lugar de con-
siderarla como un componente esencial de su creacién, de la
akhira y, por tanto, de toda Ia vida en el mundo visible. Por
este motivo, existe un largo historial de practicas musulmanas
basadas en un doble criterio de comportamiento: un criterio
se aplica a los hombres, mientras que otro, que considera a las
mujeres como inferiores, se aplica a las mujeres.
Para superar estas actitudes y estructuras desiguales, tene-
‘mos que emprender reformas que reconozcan la igualdad de
importancia de la creacion de las mujeres y de su manera de
pensar y ser, asi como la igualdad de responsabilidades en el
juicio, Esto puede lograrse mediante la creacién de un sistema
de justicia social que aplique la muawadhah, es decir, que es-
tablezca relaciones de reciprocidad e igualdad entre mujeres
y hombres. Este sistema reconoceria que mujeres y hombres
contribuyen con igual capacidad en las esferas de la actividad
publica y privada. ‘Tal sistema incitaria a mujeres y hombres a
destacarse en todo lo que hacen y no los limitaria a una esfera u
otra. Alentaria a las personas a creer y a hacer el bien en todos
los ambitos en lugar de imponerse limitaciones injustificadas,
basadas en sus roles de género. De esta manera, las miiltiples
competencias de las personas que realizan estas buenas accio-
nes pueden prevalecer por encima de su género. La base de di-
cha reciprocidad ocupa un lugar central en el islam mediante el
principio del tawhid,
ELISLAM MAS ALLA DEL PATRARCADO., [41Ill, Mas alld del patriarcado y hacia una reforma
a favor de la igualdad de género
Existen dos eaminos que nos permitirian superar el patriarca-
do; el faqwa en el plano individual y el tawhid en el plano de la
praxis social y de los cédigos juridicos (figh). También en este
aso, la inspiracién para tal movimiento puede extraerse del
“thos del Cordn, uno de los grandes pilares de las declaraciones
del profeta Mahoma, Los textos (al-nusus), especialmente los
pasajes en los que mujeres y hombres son reconocidos como
jguales, jusifican el concepto de igualdad y su importancia pri
mordial en las relaciones y leyes familiares musulmanas, Estos
on los fundamentos en los que se basan la necesidad y la post-
bilidad de reformat el derecho de familia desde una perspecti-
vyaislimica y teniendo en cuenta los principios de los derechos
sumanos y la realidad vivida por las mujeres.
Es verdad que a los musulmanes y a Jas musulmanas, a los
creyentes ya las creyentes, alos obedientes y alas obedientes, &
los veraces y a las veraces, a los pacientes y a las pacientes, alos
hhumildes y a las humildes, a los que dan con sinceridad y a las
que dan con sinceridad, a los que ayunan y alas que ayunan, a
tos que guardan sus pares intimas y a ls que las guardan y 2
Jos que recuerdan mucho a Alé y las lo que recuerdan; Ald les
ha preparado un perdén y una enorme recompensa (sura 33:
‘Al-Ahzab, versiculo 35).
Este versiculo establece en el Corin el indiscutible marco de
definiciGn de relaciones y responsabilidades morales igualitarias
y reciprocas para mujeres y hombres. La vida entre In creacinyel
‘ms alla implica responsabilidades y deberes mutuos, asi como la
‘mawadhah (reciprocidad) en el pensamiento y la practica tanto
de mujeres como de hombres. Como texto histérico, el Coran
fue revelado en el siglo VII, en un contexto arabe caracterizado
por el patriarcado y la anarquia. En sus esfuerzos por reformar
4a asina waouD
Ia sociedad, el Coran les hacia frente a los desequilibrios so-
ciales, politicos, econémicos y morales, ofreciendo un modelo
basado en una mayor reciprocidad y declaraciones explicitas
sobre las reformas en la realidad de las mujeres. Si se hubie-
se respetado esta linea explicita del Corn a lo largo de los
liltimos catorce siglos, la situacién de las mujeres mustilma-
nas en la mayoria de los paises del mundo seria mucho mejor
que en Ia actualidad. La idea fundamental de la igualdad de
género deriva, por lo tanto, de la visién coranica del mun-
do. En consecuencia, todos los debates sobre la igualdad de
derechos para la mujer encuentran su justificacion en dicha
visién coranica del mundo,
Qala rasulu-Lah (saw) Inna li-rabbi ka ‘alayka haggan wa li-
ahlika ‘alaka haqgan wa ti-nafsika alaka haggan, fiti kulla dhi
‘haqgan haggahu (E1 profeta Mahoma (vio) dijo: «De hecho, tu
Seftor tiene ciertos derechos sobre ti, y tu familia tiene clertos
derechos sobre ti, y tu cuerpo tiene ciertos derechos sobre ti;
garantizale a cada uno su derecho como corresponde») (Sahih
Bukhari, libro 3, hadiz. 189),
Este hadiz es importante porque recomienda que, para cum-
plir con los derechos que Ala (rabbika) tiene sobre nosotros,
como seres humanos, hay que cumplir con los otros dos dere-
chos mencionados. El primer derecho corresponde a nuestra
relacién con los dems. La palabra «ahl» puede referirse, de un
‘modo limitado, a nuestros familiares directos 0, de un modo
més general, a la familia de la humanidad. Esto quiere decir
que deberiamos trabajar de consuno con los dems. El segundo
trata sobre los derechos que deberfamos realizar en beneficio
de nuestra propia alma.
Por otro lado, este hadiz nos recuerda la necesidad de man-
tener el equilibrio entre la realizacion de los derechos de los de-
mas miembros de la familia 0 la comunidad, los derechos sobre
ELISLAM MAS ALLADEL PATRIARCADO. [43nosotros mismos y los derechos de nuestro Seftor. Esto desafia
Ja opinién generalizada de que el tinico rol familiar de la mujer
‘musulmana es la abnegaci6n y la atencién de las necesidades de
los demés, sin importar cudn grande sea el sacrificio. El patriar-
cado tiende a beneficiar la explotacién de las tarcas que realizan
las mujeres por el amor y cuidado de la familia, como si su tra-
bajo derivase de algtin tipo de predisposicién bioldgica por ser
‘mujer y no de Ia expresi6n de una intensa voluntad. Para algu-
nas mujeres, esta tendencia puede convertir la esfera privada en
tuna especie de prisién, de la que no pueden escapar por miedo
a perder su imagen de mujer plena 0 ideal. Otras, se encuentran
‘entre la espada y la pared: no solo deben encargarse dela mayor
parte de las tareas domeésticas sino que también deben competir
en la esfera piblica por su salario. Ademés, tal esfera pablica
suele definirse a partir de las actividades de los hombres, y estos
hombres a menudo confian a las mujeres el cuidado del hogar
familiar Fl hadiz antes citado exige un equilibrio que permita a
mujeres y hombres ponerse al servicio de si mismos, al servicio
de los demas miembros de la familia y la comunidad, y al ser-
vicio del Senor.
Finalmente, respecto precisamente de las relaciones familia-
res intimas entre mujeres y hombres, el Cordn dice:
Y entre Sus signos est que ha creado para ustedes, de uste-
‘des mismos, compafieras para que encuentren sosiego en ellas
y puso entre ustedes amor (muwaddatan) y misericordias real-
mente en eso hay signos para gente que reflexiona (sura 30: Ar-
Rum, versiculo 21).
La relacién matrimonial aqui descrita es sumamente dulce.
‘Muwaddatan, traducido por «amor», también significa amor
mutuo e intimidad, En esta relacién no existe ninguna rivali-
dad, violencia, disputa o jerarquia. Una familia no puede man-
tener relaciones de reciprocidad si estas no existen en primer
42) ana WADUD
lugar en la relacidn principal entre cényuges. La dominacién da
paso a la colaboracién. La competencia da paso a la coopera-
cidn, Todos estos son aspectos de la mulawadhah, que el Corin
presenta aqui en términos aun més intimos con las palabras
‘muwaddatan bayna al-rajul wa-l-marah («amor reciproco entre
el hombre y la mujer»).
El modelo tradicional de la familia que esté arraigado en la
doctrina juridica islémica se basa en una relacién de domina-
cién en la que siempre tinicamente el hombre es considerado
qawamun: responsable y, segiin determinadas interpretacio-
nes, superior. En consecuencia, la mujer solo puede, y siempre
debe, someterse, ser inferior y, por ende, dependiente del hom-
bre. Si bien estas practicas se parecen a las vigentes en la época
de la Revelacidn, en la situacién actual este modelo patriarcal
¢s incompatible con la accién e integridad de las mujeres, Las
‘mujeres han hecho y siguen haciendo valiosas contribuciones
en todos los Ambitos, publicos y privados, y esta realidad debe
reflejarse en la reforma de las leyes y politicas para que se reco-
nozcan sus aportes y su accionar humano. El unico modelo que
refleja esta integridad es aquel que se basa en el amor reciproco
yel respeto mutuo, y que se implementa con absoluta igualdad.
IV.El paradigma del tawhid y la reforma
Hoy en dia, lo que marca la diferencia con el pasado respecto de
Ja reflevién de las leyes musulmanas de estatuto personal y de
familia es que las mujeres se involuran como actores y agentes
tanto en asuntos interpretativos (tafsir) como jurisprudencia-
les (figh). En este pardgrafo me propongo describir la legitimi-
dad de este rol activo de las mujeres a partir de un anilisis del
Coran. Mas especificamente, el objetivo consiste en arrojar luz
sobre la necesidad de que hombres y mujeres se asocien y co-
laboren activamente en nombre del islam y de la justicia en el
Ambito juridico, politico y familiar.
ELISLAM MAS ALLA DEL PATRIAREADO. (45‘La inspiracién principal para abordar este rol de cooperacién
proviene del concepto de tawhid, al como se implementa en la
praxis social y las relaciones humanas, En su nivel més basico,
el tawhid refiere ala unicidad de Ald. Alé es uno y tinico. La pa-
labra tawhid procede de la segunda forma del verbo, wahhada:
ge trata de un término dindmico que subraya el poder divino de
engendrar unidad y armonta en todo. Ya me he referido a esta
armonia bajo el término mulawadhah o reciprocidad mutua,
cooperacién ¢ interdependencia El tltime punto que quisiera
considerar en este paragrafo es su relacién con el tawhid.
Una idea fundamental del iskam es que Ald es el més grande.
Allah akbar. Sumado a esto, el Corin establece con claridad que,
‘cuando dos personas estén juntas, Ald es el tercero, cuando tres
personas estin juntas, Ald es el cuarto, y asi sucesivamente (sura
58; Al-Mujadalah, versiculo 7). Teniendo en cuenta que Ali
siempre esta presente, la relacién de mu‘awadhah puede des-
crihirse como una reciprocidad horizontal y representarse de la
siguiente manera:
Ala
Yo Los demas
Por ende, segiin el fawihid, en la medida en que Alé es el mas
grande y tnico, entre dos personas solo puede existir una rela-
‘cién de reciprocidad horizontal. El plano horizontal correspon-
de a una cooperacién mutua, ya que los roles de uno y otro son
intercambiables, sin perder su integridad.
En el marco patriarcal, el hombre es superior a la mujer; tal
relacidn puede representarse mediante un plano vertical:
as| asain wAoUD
Hombre
Mujer
Esta es la raz6n por la cual el patriarcado es un tipo de shirk:
ia a hombres y mujeres en una relacién que exchuye toda reci-
procidad, ya que siempre una persona es «superior» a la otra. Sin
embargo, de acuerdo con el principio del tawhid, esta relacién
¢e inconcebible, dado que la presencia de Ald debe ser el punto
central mas elevado, Puesto que un nuevo eje se establece cuan-
do Als est presente, y Ald siempre est presente, nadie puede
‘ocupar el nivel superior sin violar el tawhid.
V.Conelusion
‘A nivel practico, el desafio consiste en integrar la experiencia
de las mujeres musulmanas en el discurso. La idea es, pues,
potenciar las voces de las mujeres, sus experiencias y sus ma-
neras de conocer, y reconocerlas como contribuciones de igual
importancia que las de los hombres en las realidades vividas
del islam, La experiencia de las mujeres ha pasado a ocupar
hoy un lugar central en la elaboracién de todas las politicas y
practicas que les conciernen, En el islam, la intervencién tanto
de mujeres como de hombres es esencial; la mujer no puede
quedar relegada a una condicién subordinada. Las mujeres
tienen la capacidad de contribuir de forma significativa en la
elaboracién de leyes que rigen la vida personal, profesional
¥ espiritual de todos los ciudadanos, en los Bstados-nacién
musulmanes modernos y en el complejo 4mbito del actual
pluralismo global y de las exigencias de la democracia y los
derechos humanos,
{LISLAM MAS ALLA DEL PATRIANCADO.. 47Los paises musulmanes y el escenario internacional en ge-
neral estan siendo testigos de ripidos cambios, interconexio-
nes y discursos diversos sobre los derechos humanos, los de-
rechos de la mujer, los derechos iskimicos y el pluralismo. Es
importante que las musulmanas y los musulmanes desempenten
uun papel principal en la evaluacién de las implicaciones de este
fendmeno en nuestras culturas, nuestros paises y nuestro din,
al-Islam. También es importante que consideremos estos nue-
vos vinculos con las fuentes tradicionales como un medio para
transformar y reforzar los elementos fundamentales conforme
a los valores y principios inmutables. De lo contrario. seremos
vvietimas de un respeto (taglid) ciego de las tradiciones. Tam-
bién tenemos que examinar cuidadosamente las consecuencias
de nuestros actos con el fin de preservar aquello que est bien
y prohibir aquello que est’ mal (‘amr bi-l ma'ruf wa nahyi ‘an
al-munkar): maruf es el término clave para nombrar Io «uni-
versal», lo que es evidente y bueno. En cuanto a las leyes de
familia, se necesitan nuevas politicas que tomen en cuerita las
verdaderas experiencias y potencialidades de las mujeres como
parte integrante de Ia humanidad para cumplir la voluntad de
‘Ald ala luz del tawhid y lograr una mayor cooperaci6n entre los
miembros de la comunidad.
4} nana waouD
Feminismo istamico: ¢qué significa?*
Margot Badran*
2Qué hay en una palabra? Qué hay detrds de una palabra? ;Qué
sel feminismo islimico? Permitanme proponer una breve defl-
nicién; se trata de un discurso y una préctica feminista articula-
da dentro de un paradigma islmico. El feminismo islamico, que
deriva su comprensién y mandato del Corn, busca derechos y
justicia para mujeres y hombres cu la tulalidad de su eaistencla.
Al respecto, circulan muchos malentendidos, representaciones
erréneas y afirmaciones absurdas. Este nuevo feminismo, al 1e-
‘yelar tanto esperanzas como temores, es cuestionado firmemente
por unos y apoyado con fervor por otros. Analizemos quién lo
produce, dinde, por qué y con qué fin.
* cg vat iia dy we iin Cn i a
‘en el Prince Alwaleed bin Talal Centre for Muslim-Christian Understanding. en Wa re
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ligeramente modhficaca, 7
FenaIst40ILAMICO: QUE SIGNIFICA [69Feminismo
Como ya se ha sefialado con precision, las palabras y los conceptos
tienen una historia al igual que las pricticas con las que se relacio-
nan y vinculan. El témino «feminismo» nacié en Francia, hacia
Jos afios 1880, dela mano de Hubertine Auclert, quien lo utiizé en
su diario La Citoyerine para criticar la predominancia (ya domi-
nacién) masculina y reclamar los derechos y la emancipacion que
prometia la Revolucién Francesa. Karen Offen, historiadore
del feminismo, demostré que, desde su primera aparicion, el
término ha recibido miltiples significados y definiciones.
Este término ha sido utilizado con diversas acepciones ¢ ins-
pirado a muchos movimientos. La palabra apareci6 en lengua
inglesa durante la primera década del siglo XX, primero en Gran
Bretafa y luego en Estados Unidos, en los anos 1910. A comien-
10s de la década del veinte, ya circulaba en Egipto, tanto en fran-
‘cés como en drabe, bajo la forma nisa‘iyya, Aunque el término
iene de Occidente, concretamente de Francla, nu pur cllo
es occidental. El feminismo estadounidense no es el ferninismo
francés (tal como proclaman las estadounidenses y las francesas).
El feminismo egipcio no es ni francés ni occidental. Es egipcio.
Sus fundadoras asi lo demuestran y la historia es clara al respecto.
Los feminismos nacen en situaciones geogrificas particu-
lares y se expresan siempre en términos locales. La historia
dc las mujeres -campo de investigacin que se constituyé en los,
aiios sesenta y que cobré impulso en la década de los setenta y
Jos ochenta~ analiza la multiplicidad de feminismos que emer-
gieron en diversos lugares del mundo. La obra fundadora de
Ta académica esrilanquesa Kumari Jayawardena, Feminism and
Nationalism in the Third World? (Feminismo ynacionalismo en.
2 Publicado poe primera ver en Indien eo Kal for Women, y Inco en I tori
Zed Books
S01 MARGOTBADRAN
el Tercer Mundo], de 1986, describe los movimientos feminis-
tas que surgieron en distintos paises de Asia y Medio Oriente
Se trataba de feminismos que formaban parte de las luchas por
Ja liberacién nacional y los movimientos religiosos reformistas,
incluidos los islamicos. Como se sabe, Egipto fue uno de los
primeros paises en desarrollar un pensamiento feminista y en
organizar, de manera colectiva, un activismo feminista.
‘A pesar de la abundante literatura que circula sobre este
tema, en diferentes lenguas y en todas partes del mundo, la idea
de que el feminismo es occidental aiin contintia propagindose
por personas que desconocen la historia o que utilizan esta idea
desde una dptica de deslegitimacién. La manera esencialista
monolitica y estatica en que algunas personas hablan de wfe-
minismo occidental» refleja una percepcién occidentalista y es
portadora de un proyecto politico que apunta a sabotear el fe-
minismo. El feminismo, por el contrario, es una planta que solo
crece en su propia tierra (lo que no quiere decir que las ideas
ylos movimientos feministas estén hermeticamente cerrados)
Feminismo islémico
La expresién «feminismo islimico» comenz6 a aparecer en dis-
tintas regiones del mundo a lo largo de los aftos 90. Por mi par-
te, la descubri leyendo escritos de mujeres musulmanas. Segin
Afsanch Najmabadeh y Ziba Mir-Hosseini, académicas iranies,
este concepto fue popularizado por las redactoras de la revis-
ta femenina Zanan de Teheran, fundada en 1992 por Shahla
Sherkat. A su vez, Mai Yamani, investigadora saudi, utili26 esta
expresién en su libro Feminism and Islam, publicado en 1996.
En Turquia, en la década de los noventa, el término «feminismo
3 Maia Fein on th oe ty pci as Le
‘obra esl res ‘une serie de conferencias sobre el ferinismo yla ley islémic
tadas por Mai Yaman entre octubre de 1993 y junio de 1994. ee
FEMINISMO ISLAMICO: QUE SicNFICa 52{skimico» fue utilizado en los articulos de las académicas Yesim
Arat y Feride Acar, asi como en Ja obra de Niliifer Géle, The
Forbidden Modern (publicada en turco en 1991 y en inglés en
1996)," para deseribir el nuevo paradigma feminista que estaba
surgiendo en su pais. En la misma época, la militante sudafrica-
na Shamina Shaikh, al igual que sus hermanos y hermanas ac-
Livistas, empled este concepto en sus discursos y articulos. Esto
demuestra claramente que, desde mediados de los noventa, el
término «feminismo islimico» ya circulaba por todas partes de
la umma (comunidad) mundial,
‘Ahora bien, es importante hacer una distincién entre el fe~
minismo islamico como proyecto explicito -concepto analiti-
co- y el feminismo isldmico como término identitario, Como
hemos sefialado anteriormente, algunas mujeres musulmanas
laman «feminismo islimico» a su proyecto de articulacion y
promocién de la préctica de la igualdad de género y justicia so-
Gial que establece el Cordn, Otras mujeres no lo llaman asi y
prefieren describirlo como un proyecto islamico de relectura
del Coran y otros textos religiosos desde wna perspectiva femi-
nista, una relectura a cargo de «académicas y activistas», para
retomar la expresin utilizada en Windows of Faith, publicado
en 2001° bajo la direccidn de Gisela Webb.
Entre las mujeres que producen, articulan y utilizan el discurso
feminista islimico, algunas se adjudican la etiqueta de «feminista
iskimica» y otras la rechazan. Entre las protagonistas del femi-
nismo islmico, es posible encontrar religious Muslims (musul-
manas religiosas, expresién que, por lo general, hace referencia
| ite Gale The Forbidden Modern, Unversity of Michigan Pres, 198, B1 198310 el
fornl La Découerte pull una veri france de esta obra con tla Misuimanes ct
Moderne. Volt ciation en Trg,
‘5 Gisela Webb (ed), Windows of Fuh. Dua Women Scolar Activists in North Americ.
Syracuse University Pres, 2001 La obra es una recopilcin de textos de feminists ms:
rmanasetadounidenss
a las practicantes), secular Muslims (musulmanas laicas, cuya
manifestacién religiosa no es tan visible en publica) y no mu-
sulmanas. Muchxs musulmanxs utilizan los adjetivos «eligi
so» y «laico» (religious y secular) para definirse a si mismxs, en
tanto que otrxs se sienten mds incémodxs con estos términos.
En este punto, conviene historizar 0 contextualizar el uso de
estas palabras porque su significado varia segun el espacio y el
tiempo. Asimismo, es importante senalar que los términos «re-
ligioso» y «laico» no son expresiones herméticamente cerradas,
sino que estan ~y siempre han estado interrelacionadas.
Entre las mujeres que participan en la articulacidn teOrica y
la puesta en prictica del feminismo islamico, algunas reivindi-
can de entrada una identidad «feminista iskimicay. Es el caso,
por ejemplo, de las colaboradoras de la revista irani Zanan, de
exégetas y activistas sudafricanas o incluso de las mujeres que
forman parte del grupo Sisters in Islam {Hermanas en el Islam],
en Malasia.* Otras mujeres ~entre las que se encuentran mu-
chas de las principales figuras del feminismo islamico 0 de esta
nueva interpretacion cordnica sensible a las cuestiones de gé-
nero- se muestran més reacias a identificarse como feministas
islamicas. Por ejemplo, Fatima Mernissi, autora de Women and
Islam: An Historical and Theological Enquiry (publicado por
primera vez en inglés en 1991 y luego con el titulo Le Harem
politique en 1987), uno de los textos fundadores del feminismo
isldmico, se considera a si misma como una feminista laica y no
como una feminista musulmana,
Sin embargo, en los tltimos atos, algunas de ellas han cam-
biado de postura. Aftos atrés, a tedloga musulmana y afroame-
ricana Amina Wadud, autora del importante libro Qurian and
Woman: Rereading the Sacred Text from a Womans Perspective
{6 Como li gure de este propo, Zain Anmear. Vanes artic sobre Malai cr asada
pare de est lio,
‘FeMuisiao sLANeco, QUE SIGNIFICA? 53[El Corén y la mujer: una relectura del texto sagrado desde una
perspectiva femeninal,’ se negaba categéricamente a definirse
como feminista islimica. Hoy en dia, es menos estricta al res-
pecto y considera, por el contrario, que lo més importante es
‘que su trabajo se entienda, Sin embargo, Wadud reacciona con
severidad cuando la etiquetan de «feminista occidental», En el
prefacio ala edicién de 1999 de su libro, critica el uso peyorativo
de los términos «occidental y «feministay. Como musulmana
devota, se pregunta: ;qué hay de malo en ser «occidental»? (no
nos olvidemos de que hay un niimero considerable y cada ver
mayor de musulmanas occidentales o de musulmanas en Occi-
dente, entre ellas la propia Wadud). En cuanto al descrédito que
golpea al femninismo,Wadud sefiala: «Nunca se hace referencia
al feminismo como una nocién radical que, ante todo, consi-
dra a las mujeres como seres humanos». Al igual que Wadud,
Riffat Hassan ~tedloga de origen pakistani, radicada en Esta~
dos Unidos- piensa que lo més importante es que su trabajo se
entienda y por eso también terminé aceptando la etiqueta de
«feminista islamica».
Fenémeno mundial
El feminismo islamico es un fenémeno mundial. No es un pro-
ducto exclusivo de Oriente u Occidente, sino que trasciende las
fronteras de estas dos entidades. Como ya se ha sefialado, al
surgir en diferentes éreas geogrificas del mundo, el feminismo
iskimico es el resultado del trabajo que realizan las mujeres en
‘sus propios contextos nacionales, ya sea en paises de mayoria
‘musulmana 0 en paises donde antiguamente se establecieron
1 Amina Waded, Quran and Woman Reading he Sacred Tet fram a Womans Perspective
te libro se publics por primera ver en Malasia,en 199, jeg, en Orford University
Pres