You are on page 1of 15
WINIFRED GERIN EMILY BRONTE TRADUCCION ANA BECCIU eRe ATALANTA 2008 En pinr de cae: io de Emily rot. Colecin pire inpice En cuata de cubra: Resto de Emily Bronte por Brawl Broaté ‘© National Port Galler, London. “dos los derechos eseevados, Una nifia preciosa Cuuiefrma de profes, dab, comin pcre anformiin a ewstobra slop reid coo anc dear lar av xpi evita por I ley Die 2 caDRO (Cano Egat de Doecon Repropine, Exploradores "rewndrg sl rein ecpir ener aig rage Je Ob = La materia de Gondal “ Estudios irregulaces 6 No quetis ir al colegio a El pecador estimulante 89 Law Hill 109 Dizeci y discs Joabo Sires “Tn original Emily Brom A Biography La fuerza tonaz ‘© Oxford University Press, 1971 130 ‘© Dela tadeci’ Ans Bess @ EDICIONES ATALANTA, SL ‘Mas Pou, Vilar 1743. Girona. Espaia Tldonmars79 8s Pasar 84 tialenteweb.com BBN apEteay6sies Bruselas Depo Leal Mo. 2008 a El sargento mayor 156 En esa oportunidad, mientras paesban juntas por los pérsmos, predjo en el elo un epentina cambio deur. «Mirae dijo Chars lowe yas eutro muchachas aaron la visa yviton con to cl dad tes soles que brillaun. Prmaneieron un rato contempando el hermoso parhelio; Charlotte, zu amigh y Anne junta, y Ely wn poco mis arriba, en uns loma eubera de brezo. «ois rosotase, i afin Ele, evosotras soit ls tres soles» «jCallam, gid Charl, fndigoads ame I perspexz conte de su amiga. Pero etsndo Ellen, «ue por la violencia de Chaloue vo cnfimadst ss sospechas, bie los ojos mir un instante a Emily. Eatbs prada en la loma, sevens, satisfech,y vio queen sus labios se dibujaa una sonrsa muy dee yl" La apaticion de parhelios en el cielo de Haworth lo largo de fos siglos constaba en los antiguas registros de Ia iglesia, algo que las Bron sin duda eonocian.” Bien porque ls Bronte creyeran, como supuso Ellen Nussey, que el fendmeno eta un sgurio de ls fama, 0 porque la bllezay el misterio de la esce- ta hicieran sonreir a Emily, lo cierto es que en aquel momento Js fortuna giraba en un sentido favorable pata ells con acivia febri de Cheon par trmiar Jane Ere et ly Loe de agosto El vei ele eavesponteni eI sande de fale 1B: aloe ceginros de yy puede esque vl di de febrero de ete so, or felines spaces Gor sle sme ado dell edaro ew Fiona qe sumabe res sole Fue vos eels ees once porlos campesinos congrepaie ele a fet de gana de Cog teas fl condo plano de Lanahite"Aprincpin de roy, enter ‘or de Haworth, el revereodo TW. Sry, consign sama nose eco ‘iznpoioveral on feimen sini, con sdemiaan orleans Se So gues daa puns del eles EW, Sry Noten ty Olt Havant Choc Reitern 2st cAPfTULO xv ‘CUMBRES BORRASCOSAS La fim de Thomas Couey Newby, studs en Is cle Mortimer 172, Cavendish Square, eientemeat crud, buset- thtulenosdesconoides. Cando la madre de Talloe ln ex- tot svelte rane Tle lw fees om toate nzad sin esperanza de eat, el primer manusrito de su jo artes eduores (elle dj ue bla quella no cla fue drovers a inligncanecnra para ci as de abe fouls dng a Newby Sucedi6 el mismo ao en qe los Bell Ie caison s Newby sus mansion, Ee muy signifi la reac de Newby tts as dos oferas, A eat el fama de Ie setorsTrllope, sept pub Ho dl joven Tolope sobre lnbase den pata del sens gananca, peo Shlig «los Bell woes dsconoidon, parcpa en Tos gatos rods, oe elctn de pa bo Be dba nea ince bras pot leantad, qu se com romeart ons ua rer reson so Supls 5 [Becodos fueron stenscament lento una ee aga ‘oslo telat de lo Belles los autores a goleadas 7 te agost de 1847 devo la producca, Las reeradat ct 1 Tillope,Auobingaph, Works Chip. 29 que le enviaron no tuvieron respuesta. Jane Eyre, que atin no estaba terminada cuando seordaron con Newby la publicacion de Cumbres Borraseosas y Agnes Gre, viola luz el 16 de oeru- bre de 1847 y se estaba vendienda bien antes de que Newby decidierssetomar la impresin del volumen. Para entonces ya se habia percatado de que podia ganar algo con el nombre de los Bell. Ademés, fue mezquino con los autores en cuaato a la edicidn: no introdujo ninguna de las correcciones que ellos Ihabian hecho en las galeradas, Lo descubrieron muy apenadas ‘cuando al fin recibieron sus cjemplares de corvesis a mediados de diciembre. Los libros estaban encuadernados en tna tela rugosa de color rojo muy oscure, profusamenteestampada con aguardas defecruosasy los wtulosestaban impresos en earacte- res doredos en el lomo. Cumbres Borrascoses ocupaba los dos primeros volimenes y Agnes Grey el terceo. En la carta que escribis el 14 de diciembre a sus excelenes edtores, Charlotte deploré la mala suerte de sus hermanas: «Los libros no estin bien hechos, tienen muchos errores de imprenta, Siento mucho {gue Elis y Acton no hayan recibido de Newby el mismo tra: famiento justo que yo recibf de Smith & Elders" Contenta desde el principio con la , como lo habjan sido alos Gondal y también asus inversiones en los ferrocariles,«pesae de las advertencas, En caso de Newby fueron ella las equivacadst y Charlotte quien tenia razén. Pero prefrieron afirmar su independencia antes que seguir un consejo. Ls peligeos que vefa Charlotte se confirmaron mas de una vez durante 1848, a medida que que- daban al descubierto los métodos de Newby, pero nada podia convencer a Emily pars que cambiara de editor. Con su equi- vvocads lesltad a Newby, era la primera vez que su caricter revelaba una intratabilidad crecente, la cual no tardaria mucho cen invadir todos los aspectos desu vida, Ss adou ery x00 La publicacign de Jane Byre el 26 de ocrubr, seguida, a me- diados de diciembre, por Cumbres Borvascoses y Agnes Grey, tuvo ls desafortunada consecuencia de despertar en ls eriticos ris cariosidad por Ia identidad de los sutores que por sus obras, A este cespecto,« Jane Eyre le fue mejor que alos dos libros que le siguieron. Cuando aparecié Cumbres Borrascoses, site periddicos londinenses y siete de provincias ya ha~ resefado Jene Eyre. El Athenaeum oping que «merecia clogiosy un lector especial». Tanto por los comentarios logio- 03 de"Thackeray, qu enviaron a Charlote sus editores, como por lacritica «muy indulgente» de G. H. Lewes en Fraser's Ma [ezine (diciembre de 1847), Currer Bell tena motivos para ale- srarse: colocaban su libro en Ia senda del extrxordinario éxito + Gon a publican de mis novelas de los Bel fos deslizaron en sus comentarios una nota de sospecha. El Athe- sum, al reehar Cumbres Borratcosas y Agnes Grey el 25 de diciembre de 1847, en su cibrica «Nuestra mesa lterarian, sefalé: Como se recordar, Jane Eyre fue edit pore stor Currer Bell ‘Tenemor aqui dos historias relacionadas con a primers en cuanto 2 Demanding ue depen mu cn er que as ues Sibien la primers entrega sigue sendo la mejor, po pesteacaci a mina mano A paar de a gan fuer itcligencia Y desu verona en canto a a vda en los sincones remotae de intra, Cambrer Borrescoses et uoa historia desaradabe. Tal patece que lo Bell prefieren las casos doorososy excepcionales; as fechoris ola apres dea iran ls excenericidade de a efantasia femeninae. No se privan de hacer hineapié en lor actor ficor de cruldad ~cuya cantemplacign el buen gusto rechaza- ys los Bell individual 9 colectivamente, etin pensando en seguir expresindose fen el fara en el terreno de Is Ficién, eperemas que nos ahorea interiors tan tenebrosos como el aqui elaborsdo con tan ligubre minacisidad, A cate respect, Agnes Grey nos parce més acepable, sunque menos podeross. sot ‘Como puede comprobatse, las novelas de los Bell fueron juzgedas compardadolas entre sf y no por sus méritosindivi- ‘duales. La sospecha de un fraude pergedado por un bromista bajo tres nombres diferentes siguié ocupando lz mented los critics y también de lor letores. Fue wna saspecha habilmen- te difundida por el asturo Newby. Los ediores de Charlot le informaron acerca de los rumores que circulaban en los sm- Dientesliteraros, Me ha hecho mach geaca Io que me cuenta de las divers cosje- suse acerca de identidad de los hermanos Bell (les exrbis el 10 de noviembre si se resolver el eng, probablemente se desubrita 4 a0 vals moleaurse en aclaraslo, peo lo deja ax nos convene sande silencio, yen relidad no pervdicamos a nati, El xtico que ‘ese el libri de poems en Dublin Magazine cones que loa res soi-dsanpersonsjes en ela era uno solo... Fue wa ide ingenio= s del erico, muy orginal ysorprendente, pero inexact Somos tres, La confusin con respecto a la identidad de los Bell empe- 26 como un simple rumor, pero a finales de aio, cuando apare- cierom ea la prensa acusaciones de esupercheriy «arimalan, aleanzé grandes proporciones. Charlote escribié a sus editores tl 32 de diciembre: [No deberiaavergonaarme de ser considerdo el autor de Coombe Borascosas y Agnes Gre, pero como no merezco realmente et ho nor, preiero gue 20 me lo arbuyan, privando ae ror vedaderos sutore: desu jsta recompenss... Todavia no comprendo 4 qué s¢ refiren con los cargos de supercheria yartimaa,Esebir uaa histo- ‘inno es ua artimala i es uns supercheria por parted los sefores Smith & Elder publcads, Déade esl supercera el ard? Newby conoeta la respuesta, Cuando vio ss ventas vertgi- ross de Jane Eyre y se enteré de que se experaba la publica. cién de una segunda edicién, no dudé en difundir el ramos, e- SSLE Lm. tando a decir que las tres novelas de los Bell eran obra de st 20- tor Ellis Bell. La irvtaciSn de Charlotte nos permite adivinar la reacei6n de Emily ante semiejante procedimiento: «El seor Newby, segin parece eree oportuno hacer su publicidad favo~ reciendo un malentendido. Si el sedor Newby oviera sagaci- dad suficients, veria que Ellis Belles lo bastante fuerte como pra no necsiar apoyaree en Currer Bell, quien desde lo mis ‘mo que Ellis Bell desdeda por encima de todo: las atimalias» ‘No habia método que fuers més detestable pare la intrensi~ gente Emily, y a pesar de ello su libro salié auspicisdo por Newby. Hay que tener esto presente cuando se trate de exami- nat lae razones que llevaron a Emily = dejar de escribir ‘Los eriticos no censuraron Cumbres Borrascosas, aunque tampoce a ignoraron; simplemente no la entendieron. El riti= co del Athenaenrnjuzgé la historia desagradable, os interiores “tenebrososs, sus detalles «higubres>, Nadie aplies oxeo crite- ro para juzgarla hasta después de la muerte del autor, en 1856, cuando Sydney Dobell reconocié su calidad. Sin embargo, i= {guid atribuyendo Ia autoria s Currer Bell. Afirmaba que certs péginas de Cumbres Borrescorar eran ls obra maestra de un poster y que no estaba seguro de «encontrar en Ia prosa mo- derma... tal riquesa y economia, tal aparente fecildad, tal ace inetintivon' pero la consideraba una obra inmadura de Currer ‘Bll escrta mucho antes de Jane Eyre ‘A sus primeros criticos, Cumbres Borrasosas les pareci6 ‘una historia , aunque edmiva que habia ‘ejemplos en cada capitulo de una fueraavigorosae. «No cono- ‘cemos en toda nuests literatura de ficci6n nada que represen te de manera mis chocante las peores formas de humanided.» Compararon, desfavorablemente, Cumbres Borrascosas con otros libros igualmente pesimistas hoy olvidados. La historia, sdeshilvanada>, en opinién del extico, se sostenia solamente 4: Ba WSN 22 de neo de 14h SLL 88. 4: Symey Doel, =Car Bell he Plein eptiemre de ss BST 585 traci ala ssingularmalignidad del genio malvado que gobier- nav. «No hay eh los dvamats personae un solo personsje que no seaabsolutamente detestable o completamente depreciable Siuno no detest ala persona lo desprecia a ly evando nolo despreia, lo deesta con toda el alma» La nia recomenda- que hizo el eric « los desorientadoslectores fue que recordaran ue las escenasy caraceres gue ls ivitaba leer ‘no estaban situados en una mansin de Londres, sino lejos de Jos lygares que fecuenta os hombres cvlicadoer“Eletco de Britannia comparta es opniém:suponia qve los persona. jes esabansacados de lo mas bajo dea vidas que son los habi- tants de un diswito asada eiaiviizado, o qu estén somei- dos una ifluencia demontace. En conjunt, su veredita Fue ‘que “para ser novelist, el autor tiene que aprender fs prin Cipios fundamentals de su artes! El reseRador del Dosglas Jerrold Weekly se sini en la obligacion de confer que Gumbres Borrascose ra un libro aque desconcerts 3a erfea sccoa> i bien admits su fuere,pensaba que dca fuerza no tenia objeto. Adverta que aciertos detalles de eruedadinhu- rmanided, odio y venganea son susceptible de excandalizar a lector, dsgustarlo y hacerlo eaferma, pero secomendabs el Fibro sa los que aman la novedad.. pues podemos ssegurales gue nunca anes ban lida nada paesidon! 1a fala de ates er otro de los repraches que lo erisos hacian a Elis Bell. Brita xe qua de que los personajes poste la angulosidad de los que crecen deformes, y en ee Sent contasan de modo sorprendente con las formas regu- Jares que estamos acostumbrados « encontrar en a owes ingles..son tn nuevos tan grotesco, tn absolutamente des- provists de arte que da I impresén de slic de una mente on una experiencia imitada> 'No sabems con certeza si Enily hal mis satisacion en 6 Vise E. Weis «Continpoary Reviews of she Fics Brom Novel, ase, 1 Broa aid 304 los escasos comentarios elogiosos dela ertcas (muchos dije- ron que el libeo teafa fuerza y originalidad; Atlas y Britannia compararon su «grandeza salvaje- con el estilo del pintor Salvator Rosa) que en sus ijurias. Lo principal les habis pasa- do desapercbido. El Examiner fue un caso apare por su buena voluntad al manifesta su «confianzs en un autor que se ateve ‘internatse por sus hézoes en Ia desolacign de los pramos»." Cuando Cuonbres Borrascoseseruz6 el Atlético, la opin de los erticos ya habs crstalizado;el autor de la resefa para Ia North American Review estgmatizé al héroe dela novela imndolo «demonio brutos, y a su sutor, «obstinedo, brutal y smoroson, « pessr de considersrlo «un hombre de inusitado talento>. La seiora Gaskell, que obmavo la informacin directamente de Charlotte, habl6 de los suftimientos de Emily = causa de ls incompreasién de los criticos. En septiembre de 1853 visi 3 Charlotte en Haworth y desde all exerbi6 « una amiga: «Para Emily ~pobre Emily era terible u decepcin eada vez que salla una resehia de Cumbres Borrascosas. La seforta B. dijo ‘que no recordaba ningin iastance de placer o alegrisrelaciona- ddo con Jane Eyre; no podia sentir nada de eso viendo laentere- 2a de Emily y sabiendo lo que ene fondo ella sentian” A pesar de precocidad de ls Bron cand ern fej el lugar eminente que ocupé la eevuraen sus vides, nici cidn ala literatura contemporénea fue absolutamente parcial Si bien es cierto que la biblioteca de su padce contaba con las obras de los poctas més importantes, y que eonocian a Byron dde memoria en una época en que los demi nifioe recitaban a Cowper y Wordsworth, su conocimiento de ls lterarura en prosa contemporénea se limitaba los escrtores que colsbors- bban en los peribdicosrory, Blackwood’, Fraser las publica- ciones anuales del momento. Ast pues, uvieron ocssin de leer Th BAST 6 1 Gk Lene. 3s las novelas rosas de ls sefora Norton, pero no a Jane Austen, como lo revel la iltima cortespondencia de Charlotte con G. HL Lewes. Es evidente que Blackwood'sinfluyé en su preferen- cia por lo escocés en sus lecturs, incluso en los primeroe dichos y anéedotas de Emily que se eonocen: eusndo le pre- iguntaran qué hombres eminentes deseaba que habtaren en su isla de ensue (la isla de Arran), eligié a Sir Walter Scott, el, sefor Lockhart y «Johnny Lockhart. La poesia, la historia y las novelas de Scot (en exe orden) fueron, como hemos visto, las principales influencias de Emily en su juventad. A diferen- cia de Charlotte, que desputs se puso al dia con Jane Austen y Dickens, Emily probablemente no los leyé aunca. No pudo Inaber enido tiempo de leer a Thackeray, quien se dio 2 cono- eral mismo tiempo que ella con su novela Vanity Fir, publi- cada en 1847, un afo antes de ls muerte de Emily. No accedis al género de la fiesidn através de su corsiente principal, el rea. lismo vitoriano (incluso Bulwer Lytton, que Emily si ley6, estaba dentro de la tradicin comntica). Es improbable que en cl periodo impresionable de su adolescencis hubiera leido otras novelas ademis de las de Scot y las que aparecfan en Black ‘wood's por entregas estas sltimas,«juzger por las referencias 4 nimeros antiguos, eran marcedamente «gcse» "Aunque Joseph, Zillah, Ellen y el doctor Kenneth deben so existencia a una observacin inteligente de los tipos rurales, Enily sabia sin duda, por comparacin con los persongjes de Scott que esos seres no eran quimeras de la imaginacd,ise- conocibles para sus semejantes; 20 eran el moastruo de Frankenstein compuesto de piezas sin vida. Scot le proporcio- 1 la vara para medir la vereidad de sue ereaciones. El mode- lo establecido por él para la ficciéntoc6 una fbra receptiva en ella incluso cuando, inconscientemente, puso al descubierto sus falacas en la nica novela que esexbié, Sélo entonces se ppuede compeender que, « pesar de las semejanzas, la mente de Scotty lade Emily eran polos opuestos. Pere aque los pisajes fran esencales en las historias de Seo el papel de ls naturale 2 en sus manos fue casi siempre pintoresco. Ningéa piator jista rave ua ojo mis fine para sitar un eatllo en ruins, 306 la ladera escarpada de una colins o un grupo de érboles. Emily, en cambio, no se servis de estos detalles como foado, sino que eran parte inegranve del drama humano, Tenlan un significado una relacin estrecha con los actores dela obra, como en Wordsworth. Podriamos decir que si Scott fue inconsciente- mente sv modelo como novelists, Emily sigui6 siendo funds- rmentalmente una poets, con el ojo subjetivo del poeta que da sentido a lo que ve Scott no era un mistco, pero seatia una gran compasin por todo lo que era humano y cents un auténcico sentido de la his toria, como el de un anticuaro, lo eal le permitia entrar, dra- _néicamente, en lavisi6n del mitico y, de ser necesario, hablar con su Ieaguaje. A la hora de su juicio, corura y muerte, el pobre predicador cameroniano de Scott, el Efrain de Macbrize en Old Morzaliry, desafa asus jueces con estas palabras: . En conside- raci6n a ello al requerimiento del hermano agonizante, el padre cede y consiente en que se casen. Toda la comarca asiste 2 la celebraciones. El novio y la novia se deseriben como «una pareja elegida por la naruralezs pars ser memorablen; es mo- reno y weefudos, tiene un bello resto atezado y ojos relam- pagueanteny ella es rubia, con wn cabello dorado claro, meji- Iss sin color, una siluets tenue, como de hads que danza al claro de luna». Un mendigo al que le falta un brazo, llamado “Tom Bush, le cuenta ls historias un ivitado mientras cabalgan rambo a la festa de la boda en Barna. Durante la ceremonia, aque se celebra en el interior de la casa estalla una tormenta de extraordinaria violencia. En el momento de mayor regocjo, ‘cuando todos estin bailando y divieiéndose, Tom Bush prota- ‘goniza una rfaintencionada y Hugh Lawlor lo echa de la casa. Jura vengarse, anda cuatro millasen medio de la tormenta par buscar a un magistrado, el mayor Walker (cuya confortable re- sidencia vista desde el exterior es una reminiscencia de Thrush- cross Grange), y le informa de que Lawlor es ua hombre bus ado por un aatiguo erimen politico. La vietima de Lawlor hnabis sido un pretendiente de Bllen. El mayor parte de inme- 0 8 Barna, « pesar de la tormenta, para arretar a Lawlor ‘Mientras a novia y el novia extin bailando la danza Sir Roger de Coverey, ierampen los guardias de infanteray los polis, pero, prevenide por una adivina Nance, que siempre ha favo. recido alos jévenes~ Lawlor huye ls montafas. Teas perma- necer oculto durante meses, regresa una noche de septiembre, cuando el padre de Ellen esti suseate, y consigue acceder al dormitorio de Ellen. Los enamorados se reencuentran como Heathlif y Catherine Earnshaw, pues Ellen también esté al borde dela muerte. Nance se dsfraza de Lawlor para rchazar| 4 le polcfa mientras Lawlor huye una vez mis. Pero el dolor deserora a Ellen y muere, Es sepultada en el terreno de una aba- 3 dia Iejana,adonde, res dias después del funeral, llega Lawlor para desenterrarla, Mientras lla ertrecha entre rus Brazos, los poliias, advertidos por Bush, legan para detenerlo, Antes de awe leden muerte, logra matar de un tro Bush. Lawlor es en- terrado en Ia tumba de Ellen porque sus familiares no se ae- ‘ven «a separar en la muerte a Is desventurada pareja que no ppudo unirseen vide" Es comprensible que una lecrara semejante dejara cietas conse grabadas en la mente de Emily La profanacién de sepulto- tas figura en The Bridegroom of Barna y en las Memories prow das 9 confesiones de Hogg. En Cumbres Borrascoses la profana~ ‘6a cortesponde perfectamente al personsje de Heathcliff. El misterio de los origents de Heathcliff, nunca desvelado en It novela, se juss 2 la tradici6n Iiteraia de ese tipo de personajes. Byron habia iniiado In mods con Lara y el Gizour; Hog, lo explots en las Memoriasprivadary confesiones. Nelly Dean se- tla preguntindose en el ltimo capitulo de Cumbres Borrar- fone «.. De dénde vino ls negra eviaturta, recogida por un buen hombre, para su propia ruins? la espasa de Heathcliff, tras dos afioe de matrimonio, pregunta: «Fl sefor Heathelift sun hombee? Silo es,zesti loco? Y sino, zes un demonio?».” El rago esencial de este género de novelas era ls naturaleza inhumana del héroe/villano. (Siguiendo el modelo de la muy txitosa Melmoth el errabundo, de Chaeles Maturin, inundaban tl mereado de la época, pero nada indies que Emily las eono- ciera) Est idea 0 convencin tenia que atruerforzosamente 2 Enily, quien I adapts a su propia tama. No pierde ocasi6n en subrayar el caricter animal y sobrenatural de Hleathlif Isabella desribe sus dientes de seanibal, sus cojos de basiis- con lo llama «duende en carne humanae, y concluye: «No «5 ‘un ser humano y no tiene derecho a mi caridads.” «Urn tigre 0 1p, acacod’s Megsine noviembre de 10. 36 Combe Brau, apa 27 Tidy cope 3 3 iid apa 1. ps tb a3 ‘una serpiente venenoss no podrian inspirarme tanto terror ‘come él," y habla del «demonia qve fulgura en sus ojos.» Hasta Nelly Dean, que e¢ una persona razonable, admite que a0 me seatf como si estviera en compafia de un ser huma- nosy" lo describe con los dietes rechinando y echando espu- marajos por la boca «como un perro rabioso»." Al amanccer, después de la muerte de Catherine, Nelly ve a Heathcliff, que sn levantando los ojos, ragié, no como un hombre, sno como uns fier..." Dicha comparacién, en la pluma de Emily Bronté,revela més compasién que condens, y hay que conside- rarla en el contexto de un poema que habia escrito unos afos 20 me sit dal lobo que ala la muere porque e fac y eepleste™™ Fs fundamental para la concepsin de Heathliff que su cre- ‘dora Io vera con mis compasin que odio. A este prop6sito, el maltrato que sufié de nifo es le circunstancia atenuante del hombre eruel que fue después, Consciente de que pocos com- partrfan su compasin (su propia hermana Charlotte no lo Inacia), Ia autora de Cumbres Borrascosas,expresindose por boca de una campesina sensata, Nelly Dean, conocedora de las supersticones locales, hace suya la tadicin romntica popu- lar de sus modelos ala hora de juzgar a Heatheliff Cuando és se encuentra més ceres de su Cielo y ere ver «la dicha de su slma>, Nelly da con él apoysdo en el marco de la ventans abiere,repara en Ia luz que iluminaba su rostro se sobresal ta por lo que ve: jAquellor negros y profundos ojo! Aquella sonrisa y palider espectral! No me parccié el sefior Heathcliff sing un mal espritu. «¢Y si fuera un vampiro?s,pienss Nelly, Tbk, apt Tid apa 17. 3 Ibid apa 35 Tid expel 3. Ih eo 3s Hild 5, a recordando que «habia leido sobre exos horcibles demonios en forms humana», una maners de admitir su familiridad con la novela gétic, er decir, lade Emily. En su prefacio s I edicin pstuma de 1850 de Cumbres Borratcoss, Charlotte no dudé en afirmar: «Heathelif ao tie ne redencidn». Mis adelante confirm su lilacién con la tradi «in gétca: «cDeberfamos decir que no era una eriatura de Las- car ni un gitano, sino la forma de un hombre animada por la vide de un demonio, un gu, un efits ‘A pesar de que las semejanzas en euanto a sucesos y per sonajes entre Cumbres Borracosasy las novelas de los prede- cssores inmediatos de Emily y de sos contemporsneos son fenémenos sslados, el caricter general dea libro ex bien dife- rence, Para comprender Cumbres Borrascozas hay que conside- sar el conocimiento que ella tenfa de la vida, por limitado que fuera. Y como ya hemos dicho al eferirnos ala époes del cole- gio en Law Hill" le historia del constructor de la casa Jack. Sharp, guarda cierto paraleliemo con el cuenta de Emily del seuco> de Heathcliff. Tienen aspectos demasiado parecidos como para ser mera casualidad, ‘Ambas historias tratan acerca de propiedades, de casa anti- gas de ls época tudor: Cumbres Bortascosss y la mansién Walterclough. Los amos de esas casss, el sefior Walker y el sefior Earnshaw, adoptan a un chico movides por un senti- miento de bondad, El chico se vuelve «muy arroganter, como dijo Caroline Walker, y suplanta alos herederes legitimos. Con la muerce del seBior Walker y del sedor Earnshaw, regres el heredero a su hogar. Como Hindley Earnshaw, llega con #u novia en una cass, directamente de le eelebracin de su boda ‘en Thirsk John Walker, de caricter may pacifico y mis pas ddo a Edgar Linton que a Hindley Earnshaw, tata de suavizar la relacin con su primo, pera ls aueva sefora Walker exige #8 desalojoy la restituida de los derechos de su esposo sin demo- 12. A partir de ese momento, Jack Sharp se comporta como un imalvado: acosa a su primo ya sv esposa de todas las formas wy 36 ne ug imaginable, los obliga incluso a vivir un tiempo en casa de parientes mientras construye su nueva morada, a escaisima Gistancin de Walterclough. Cuando por fn los Walker entran fen posesién de ss propia casa, descubren que no esté xen con- diciones de ser habitadan, que Sharp ha destrozado «todas las instalaciones y reliquias de familia, despojando la casa y sus Aependenciae de todo lo que pudo levarren, que no quedaba sis que «uns infima cantidad dela plateria familiar» y eno se podia entrar en las rbitaciones»." Esto nos recuerda la ruina fen que coavirtié Hesteliff Is esa confortable de wn eaballero. Jack Sharp se venga de le familia de sus benefctoresarrui= anindolos econémicamente. Uno de los métodos que emplea et jugar alos nipes por mucho dinero. Caroline Walker record- bbe que sus padres nunea tenfan sufiiente dinero = eausa de lo siucho que perdia el sefor Walker jugindo con Jack Sharp y los préstamos que estaba obligado a pedirle. Cuando Sharp descu- brié que ys no podia sucarle més dinero su primo, se propuso degrada sistemsticamente a Sam Stead, como Heathcliff degrs- da g Hareton Earnshaw; y cuando Sharp se arruin6 en los nego= clos, el chico abandoné Walterclough y se refugié en casa de los ‘Walker. Les pagé la bondad que recibié de ellos maltratando a Jos sirvientes y ensefando a los nios a deciepalabrotas ‘Pero «la historia contada por Caroline Walker le fataba un slemento: el romance. La historia de la familia Walker, pica del distrco de la 6poca, tenga que ver con propiedades, nego- cios y herenciss, pero no eon el amor. A a trama -como Shs- krespesre, que complet transformé historias antiguas pars escribir sus obras-, Emily le iad los nifios, los amantes y el paissje,y le dio un toque méico a un argumento que ers de por sf prostico, La ereacin de los nifos fue un golpe maestro. Catherine y Hathliff umes nos habrian conmovido si los hubiéramos conocido como adultes, llenos de defectos eindiferentes ante tl desaste que supusieron pars la vida de los dems. Las semi- las de su pasién se sembraron en los nifios cuando ain eran 7. inion de Wale 36 _gensros0s,inocentes y sumisos. Su amor proporciona el moti~ ‘Yo que no tiene la historia orginal y del que emanan todas las ‘consecuencas, La avacci, la ingrativad y Ia venganza son ras- ‘gos humanos.perfectamente reconocibles, pero no bastan, pprecia creer Emily, para llevar la trama a su prevsible final y ‘aptar nuestro interés. Para que los protagonistas pueden car- tat con el peso abrumador que les impone Emily, es preciso ‘Que sean infinitamente més grandes que los actores un tanto rmezquinos de los darios de Walker, Tienen que mostrar deses- pperacin y valor, entrega y locura, peado y muerte, como los héroes y las heroinas de Gondal que habla concebido en el pasado, No existfa an modelo pars ellos en toda la lterarura contempordnes (salvo en Ia obra de Chatezubriand, en parte autobiogrfiea y en parte fiecién, Memorias de wlerarumba). Para hallar personajes equivalentes, los lectores dean recur al teatro elisica y shakespeariano y a los poetas épicos; de 2h la perplejidad de los primeros eriticos del libro, que no sabia con qué eriterio juzgaelo. ‘Para encontrar nifios y smantes como los de Cumbres Borraicosas, los eicos tenfan que haber buscado en lo mis reeGndito fatimo de Elli Bell, sus poemss de Gondal, ain ineditos: alli ae figura de loe aioe frigilesninas de eabello “brillante como el sol» y «nifos melancélicos, spredestinados, ‘ser como el Infierno en corazdn y despracia»—dominan la es- cena. La vulnerabilided dels infanciay la piedad que ésta de pera la evanescencia de cus alegria, la pérdids de sus vsiones fran temas constantes y recurrentes en las series de Gondal Emily, sin dada en el fondo de sf misma, senta todo esto de ‘manera muy intensa como una amensza ala felicidad prometi- ddan la adolescenciay la madurez; los wea atentes en Ia cxia- tra que ibaa erecar como una fuerza palpable del mal. En julio de 1837 excrbié ‘evi, ito mio, un di de verano dejar de epent de juga ler “Tendida sobre lier, sre, tus wits euros ecoché. a ‘Yo sabia cul eral deseo que avvaba ers qua, yo sabia de qué fueate manzban exe lgrimae tia que el ado retire el velo gue ensombrecia tar aoe venieros.." Salidos naturalmente de lor estrechor vinculos y amores centre nifios (ls series del nif y la aia en los primeros frag smeatos de Gondal,” ls figuras del hombre predestinado y de [i mujer infel que se laments son introdcidas en Ia sltimas series. Sobre ellos ha ead el destino que vaticinan los prime- ros poemas: el «querido entusasta, nino bendito» ha sufrido las sleyes implacables que no admiten / a virrad verdadersy I ‘verdadera alegria aqul abajo» y se , sensible « toda la belleza dl mundo y al amor desu hogar, se ha eperdi- do pars Is bellea toda». Es inmune al remordimiento; en rea- lidad, es incapsz de experimentar semejance sentimiento. En vvano su antigua compariera espera que el cielo «hendiga el alma sredimida por amore; una sols mirsda le dice que él e eredimi- bile. Para Emily Bronte, wel nifo que erece» no estaba amena- 2ado nicamente por la «sombrasde la caea-prision» ola pér- ida de la alegria, sino por la pérdida de la bondad. 10h, Inocencis, no poeder vivir ‘con ea angustia que oprine el corn! Querida Inocencia nfs perdéname, tee hecho da!” Consideraba que el cambio que se produciaen las personas como consecuencia desu detarollo no tra contigo nada bue- no. Esta idea es la que subyace en un misterioso poema escrito cen octubre de #8591 sf Heil Jp Vee Ha 9p sso {Vee Hal 992964, 86 fe al. 8 Viejosseninientoe me hostgan ‘como butter rodesndo ss pes. ‘Antes fueron teros y queridos, hora son fio y wise; (gern que sus sombrasobtindaspereieen Cuando de i frente haya id wf. ‘Como el anciano que smal Indsleurs de un aito, ssi mi alms endured, alterna, fe plea astifacer sus locas fasts." Entre el «hombre de hierro» de los poemas de Gondsly el desventurado privado de la sonrisa de su Hlacedors, y Heath olf el parecido es evident, aunque es posible que para cuan- flo empend a excrbir Cumbres Borrascoses, en 1845-1846, ya hhubiese modificado eu primera concepcién del personae, con- vencida de que podia redimirlo por smor. Podemos suponee Ggue el hecho de que Emily se involuerara cada vez mas en la tragedia de Branwell el peso de la vida real que a diario se gra- baba en su mente, afect6 al final su juiio sobre el arte y la vida. En sa visiéa de la redencin ocupaba un lugar central, como lo demuestran sus poemas de Gondal el pecador que se vuelea a amar la tera, la beleza y el mundo glorioso que lo circunda, El menssje, aunque parecido, no es idéatico al del «Viejo Ma- rio»; no era el simple amor «de todas las cosas grandes y pe- ‘qwefas> lo que podia regenerar al hombre malvado, Para Enily, el amor eapaz de abrir el corazn ms aprisionado bro: tabs de una comonign total con la naturaleza, El grado de mal- dad en el chombre de hicrrow es eatsevisto por su antigua com- pairs de juegos coando se percata de cu impermeable se ha ‘ructo a atoda la belleza que ests abt afuera». Emily Bronté vio el vinculo entre inoeeneia y naturales Hi, 0, Hated 9p 39 ‘como una condicién dela infancia para la mayor de las per~ sons, y Ia pérdida de ese vinculo como Is maldicién funda- ‘mental dels madurez del hombre. FFucra cual fuese su experiencia o inexperiencia en la natu raleza del amor, comprendia que para ser excluida de la unida con el objeto amado -como la nia-fantasma es apartada de su antiguo hogar en Cumbres Borrascosa y gime del otro lado de la ventana rogando que [a dejen entrar; 0 como Hesthelf, ‘excluido del amor de Catherine-habis que conocer Ia desespe raci6n, El alarido que lanza Heathlif « Catherine, «;Quédate siempre conmigo, pues, toma cualquier formala," en Iugar de Agjarlo en el abismo donde no puede hallarla, ex la skims cexpresisn de la agonia del amor nagado. Y 2 ea edad Emily ya ppodia comprender eso sin necesidad de haber vivido una expe- Los lectores que se preguntan cémo, ea tle circunstancias, fue capaz de describir los tormentos y los celos de un eriingu lo amoroso como el que existe entre Catherine, Hesthelift y Edgar Linton, podeian enconter Ia clave en ciertos fragientos dde Gondal que describen una situacién similar entre Augusta, Lord Alfred (parecido al amable Edgar) y Fernando. Los amantes de Augusta eran aumerosos y sus eaacteristicas inter~ ‘ambiables; los atributos de Heathelffno se limitaban a Fer~ znando, tambin se aplicaban a Douglas. En noviembre de 183, cuando estaba escribiendo «ilhumina tu moradal»." ya habia imaginado un estado de desesperaciéa en un smante capaz de transformar su amor en odio. Antes de expira, Fernando mal- dice # Augusta con estas palabras: (Oh, si supers que el mismo sufimiento e partis el alma, podeia soporar exe destino, podria tolecar est angustia, Palabras y sentimientos estos equivalentes «los de Heath- sliff cuando le dicen que Catherine ha muert: «Ojai despier- + Combes Boman po 45. Hated, 8s, : ja te stormentada...Yo no 1820 mds que una oracin y Ia repeti~ ré hasta que mi lengue se entumezca: (Catherine Earnshaw, Dios haga que no descanses mientras yo vivals.* ‘Puede argumentarse que sin I novela gatia la figura de wn amante-demonio como Heathelif no se podria haber concebi- do nunca, pero también podemos afirmar que fue necesario tuna Emily Bronté para transformar el tipo byroniano en un sudo campesino del norte. En un andlisi skimo de los logros dde Emily en Cumbres Borrascoras, tal vez sea In cercanin al ‘undo de ls novela gétca su mayor contribuciéa al génera. Mary Shelley situé sus seres demontacos en Italia (como la sefiora Radcliffe antes que ella), y a esencia de los personajes éticos era su exorismo. Emily Bronté los trajo de vuelta a su patra. Cumbres Borrazcosas no es simplemente una historia de Yorkshiee, es inglesa de cabo a rabo. Es el clima, las casas belins, Is naturaleza sin restrcciones de los personajes, mis que el inglés parco de su estilo, lo que resulta intraducible a btros idiomés, como pudieron constatar todos los traductores del libro, Emily eres el drama y contempla so representacin fen un radio de dos milla alrededor de su hogar. Conocta tan bien esos lugares que nunea se molest en deseribirlos para sus lectores, élo hizo alguna que otra alusién de pasada, En la alquesia Top Withine de la época Tudor habia visto «los pocos abetos achaparrados al final de la casa, elas magres espinos {que tienden sus miembros todos a un mismo lado, como pi- diendo limosna al sol». Fue el a0 «foi», grabado sobre la puerta principal de Ponden House, el que marcé para ell sf tha del climax del drama. Y el interior de Ponden, que tantas veces habia vsitado en su adolescencia, con sus alas chimene- sey sus vigas de robe, paré 2 convertire en el de las eaat de los Linton y los Earnshaw. Sin conocer Is distancia exacta de Ponden a Withins, las cuatro millas que separan Thrushcross Grange de Cumbres Borrascosas no hubieran sido un deualle topogrifico tan esencialen las vidas de as dos familias. Sia el agujero en la roca que domina el valle de Ponden, con su paso 16 Cumbres Boras, 6. san por debsjo y las leyendas locales, no hubieran existido en (Cumbres Borrascotat Ia «euews encantada bajo el Risco de Pe- nistone> 0 las «brojas que emputan piedras para here a los novillos». No bubo libra més arragado a su errs natal, mis , como los nifios ham- brientos que no conocian mis que el evse(gudlicoirlandés). EEnily dejé asus lecrore invencionadamente con la duds acer- ca de sus origenes; podia se el sheredero del emperador de lz China» 0, como penssba Charlotte, «un gul, un efrtm. Pero quia dice que su cuerpo y sw persona no procedian en primer lugar de lor relatos de Branwel acerca de los nifios inmigran- tes que reorsian hambriencos las calles de Liverpool? Branwell visité Liverpool en agosto de 1845; Cumbres Borrascosas se cseribié entre el orofi y el invierno de ese mismo ao. a

You might also like