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Desarrollo Económico: Desafíos y Oportunidades en Honduras.: Grupo C
Desarrollo Económico: Desafíos y Oportunidades en Honduras.: Grupo C
Honduras.
Grupo C
Pablo Javier Granadales Perdomo
Daniela Alejandra Pérez Sagastume
Yanderi Pamela López Guevara
Cesia Nohemí Caballero Rivera
Problema: Honduras es uno de los países que actualmente goza de bajos niveles de
desarrollo, pobreza y desigualdad, es necesario saber cuáles son las razones de ese bajo
nivel de desarrollo y que oportunidades tiene nuestro país para alcanzar el desarrollo.
Objetivo: conocer los desafíos y oportunidades para obtener un desarrollo económico que
permita mejorar significativamente las condiciones de vida de la gran mayoría de la
población.
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Introducción
Teoría de la modernización
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La teoría de la modernización sostiene que el desarrollo es un proceso sistemático,
evolutivo, progresivo, transformador, homogeneizador y de “americanización” inminente.
La teoría de la modernización sostiene que el desarrollo social y político de los pueblos
ocurre en el cambio de racionalidad de una sociedad basada en los afectos a una sociedad
basada en los logros individuales. Esta teoría identificó etapas evolutivas de desarrollo de
los pueblos.
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necesario gobiernos que centralizaran el poder para llevar a cabo los procesos de
modernización. (Huntington, 1997)
Teoría de la dependencia
Las bases de la teoría de la dependencia surgieron en 1950 como resultado, entre otros, de
las investigaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Uno de los autores más representativos fue Raúl Prebish. El punto principal del modelo
Prebisch es que para crear condicionesde desarrollo dentro de un país es necesario:
1. Controlar la tasa de cambio monetario, poniendo mayor énfasis en políticas fiscales que
en políticas monetarias.
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5. Promover una demanda interna más efectiva en término de mercados internos como base
para consolidar el esfuerzo de industrialización en Latinoamérica en particular y en
naciones en desarrollo en general;
6. Generar una mayor demanda interna incrementando los sueldos y salarios de los
trabajadores;
7. Desarrollar un sistema seguro social más eficiente por parte del gobierno, especialmente
para sectores pobres a fin de generar condiciones para que estos sectores puedan llegar a ser
más competitivos;
[5]
Teoría de los Sistemas Mundiales
Asia oriental (Japón, Taiwán, Corea del Sur, Hong Kong, y Singapur) continuaron
experimentando una alta tasa de crecimiento económico. Se hizo cada vez más difícil de
caracterizar este milagro económico como un “imperialismo manufacturero”. (LEÓN)
Hubo una crisis muy difundida dentro de los estados socialistas que incluyó la división
chino-soviética, el fracaso de la Revolución Cultural, estancamiento económico de los
estados socialistas, y la apertura gradual de los estados socialistas a las inversiones
capitalistas. Esta crisis fue un signo que marcaría un proceso de caída de muchos puntos de
la agenda del marxismo revolucionario. (LEÓN)
En la teoría del sistema mundo capitalista se analiza “la formación y la evolución del modo
capitalista de producción como un sistema de relaciones económico sociales, políticas y
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culturales, que nace a fines de la edad media europea y que evoluciona hasta convertirse en
un sistema planetario” de acuerdo a Dos Santos (Santos, Madrid), y en cuyo enfoque “se
distingue la existencia de un centro, una periferia y una semiperiferia, además de distinguir
entre economías centrales, una economía hegemónica que articula al conjunto del sistema”
Aquí, tiene poco sentido hablar de desarrollo nacional si la entidad que realmente se
desarrolla es la economía mundial capitalista. El enfoque de la atención permanece
firmemente dirigida a otras variables, tales como los flujos comerciales entre las naciones,
sus ventajas geopolíticas relativas y sus fortalezas militares e ideológicas. El intercambio de
mercancías y los flujos de capital en los mercados internacionales integrados vincula a las
naciones con articulaciones de los diferentes modos de producción en formaciones sociales
que forman un sistema mundial.
Teoría de la Globalización
La teoría de la globalización surge del mecanismo global que presenta una mayor
integración con énfasis particular en la esfera de las transacciones económicas. En este
sentido esta perspectiva es parecida al enfoque de los sistemas mundiales. Sin embargo, una
de las características fundamentales de la teoría de la globalización es que se centra y
enfatiza aspectos culturales y económicos asi como de comunicación a escala mundial. Esta
escuela argumenta que los principales elementos modernos para interpretar los procesos de
desarrollo son los vínculos culturales entre los países, además de los vínculos económicos,
financieros y políticos. En esta comunicación cultural, uno de los factores más importantes
es la creciente flexibilidad de la tecnología para conectar a la gente alrededor del mundo.
Como una teoría del desarrollo, uno de sus postulados esenciales es que un mayor nivel de
integración está teniendo lugar entre las diferentes regiones del mundo, y que ese nivel de
integración está afectando las condiciones sociales y económicas de los países. Los niveles
de mayor integración que son mencionados por la globalización tienen mayor evidencia en
las relaciones comerciales, de flujos financieros, de turismo y de comunicaciones. En este
sentido, la aproximación teórica de la globalización toma elementos abordados por las
teorías de los sistemas mundiales. No obstante, una de las características particulares de la
globalización, es su énfasis en los elementos de comunicación y aspectos culturales.
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Además de las relaciones tecnológicas, financieras y políticas, los académicos de la
globalización argumentan que importantes y elementos nunca antes vistos de comunicación
económica están teniendo lugar entre naciones. Esto se pone de manifiesto preferentemente
mediante novedosos procesos tecnológicos que permiten la interacción de instituciones,
gobiernos, entidades y personas alrededor del mundo. (Reyes, TEORÍA DE LA
GLOBALIZACIÓN: BASES FUNDAMENTALES, 2001)
En las últimas dos décadas ha predominado una tendencia en América Latina: las fases de
mayor crecimiento económico están fuertemente asociadas con mayor desigualdad en la
posesión de la riqueza. Las condiciones iniciales de inequidad significan que una creciente
y gran cantidad de personas queda excluida de los beneficios del desarrollo. Ello se critica
desde posiciones éticas, morales y de derechos humanos que consideran el bienestar social
como un fin en sí mismo, garantizado por marcos institucionales y pactos internacionales;
al tiempo que se acepta cada vez más la importancia de desarrollar el capital social y
humano, superar la pobreza y mejorar la distribución social de la riqueza como requisito
para potenciar el crecimiento económico desde el enfoque del desarrollo sustentable.
América Latina, de acuerdo con la tendencia mundial, se consolidó como la región más
desigual en el planeta; la pobreza aumentó de manera sostenida en términos absolutos,
aunque se llegue a estabilizar en términos relativos. A su vez, el crecimiento económico ha
sido irregular y débil. Si bien debería producir una reducción relativa en la pobreza, en
fases recesivas ésta crece 1.8% por cada punto en que disminuye el PIB por habitante,
mientras que en fases de crecimiento sólo declina 0.6% (Ocampo, 2001)
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La desigualdad y la pobreza han formado parte de políticas y programas en el discurso
oficial. Sin embargo, sus fracasos o limitantes se hacen evidentes con los resultados netos.
En la búsqueda de un consenso alternativo, esos fenómenos se explican con varias
argumentaciones que han evolucionado en el tiempo, entre las cuales se mencionan dos.
Latinoamérica continúa siendo, junto al África Subsahariana, una de las dos regiones con
mayor inequidad en la distribución de la riqueza, en un mundo ya de por sí muy desigual
(Gráfico 3). Reducir las brechas de inequidad es una tarea que requiere una comprensión
global sobre cómo opera la acumulación de riqueza en el sistema capitalista. Tal como lo
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explica Piketty (2014), desde los años ochenta el sistema económico dominante recobró su
inercia y fundamento: maximizar las ganancias del capital y reducir la participación de los
salarios en el conjunto de la riqueza. Este fenómeno de orden global repercute por
consiguiente en la región latinoamericana y, como puede deducirse, las inversiones
intensivas en capital, la especulación financiera, la baja tributación sobre el capital, la
flexibilidad laboral el empleo precario y el desempleo no son meras externalidades, son
consecuencias de una intención deliberada de aumentar la concentración del capital.
Fuente: CEPAL, sobre la base del Banco de Datos de Encuestas de Hogares (BADEHOG).
[10]
Fuente: CEPAL, sobre la base del Banco de Datos de Encuestas de Hogares (BADEHOG).
Para permitir el paso del análisis económico o del análisis sociológico-tradicionales a una interpretación
global del desarrollo es necesario estudiar desde la partida las conexiones entre el sistema económico y la
organización social y política de las sociedades subdesarrolladas no sólo entre sí, sino también en relación con
los países desarrollados, pues la especificidad histórica de la situación de subdesarrollo nace precisamente de
la relación entre sociedades "periféricas" y "centrales". Es preciso, pues, redefinir la "situación de
subdesarrollo" tomando en consideración su significado histórico-particular y rechazar los enfoques que la
presentan como un posible "modelo" de ordenación de variables económica o sociales. En ese sentido, hay
que distinguir, en función del proceso histórico real, la situación de los países subdesarrollados con respecto a
otros tipos de no-desarrollo, y diferenciar luego los diversos modos de subdesarrollo según las particulares
relaciones que tales países presentan respecto a los centros económica y políticamente hegemónicos.
En cuanto al subdesarrollo, hay una distinción básica desde el punto de vista del proceso histórico de
formación del sistema productivo mundial: en ciertas situaciones, la vinculación de las economías periféricas
al mercado mundial se verifica en términos "coloniales", mientras que en otras los marcos de la economía
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periférica están involucrados en "sociedades nacionales". En cuanto a estas últimas, cabría añadir que en
ciertos casos se ha verificado la formación de vínculos entre los centros dominantes más desarrollados y los
países periféricos cuando ya existía en ellos una sociedad nacional, al paso que en otros algunas colonias se
han transformado en naciones manteniéndose en su situación de subdesarrollo. En todo caso, históricamente
la situación de subdesarrollo se produjo cuando la expansión del capitalismo comercial y luego del
capitalismo industrial vinculó a un mismo mercado economías que, además de presentar grados distintos de
diferenciación del sistema productivo, pasaron a ocupar posiciones distintas en la estructura global del sistema
capitalista.
De ahí que entre las economías desarrolladas y las subdesarrolladas no sólo exista una mera diferencia de
etapa o de estadio del sistema productivo, sino también de función o posición dentro de una misma estructura
económica internacional de producción y distribución. Ello supone, por otro lado, una estructura definida de
relaciones de dominación. Sin embargo, el concepto de subdesarrollo, tal como es normalmente empleado, se
refiere más bien a la estructura del sistema económico, con predominio del sector primario, fuerte
concentración de la renta, poca diferenciación del sistema productivo y, sobre todo, supremacía del mercado
externo sobre el interno. El reconocimiento de la historicidad de la situación de subdesarrollo requiere algo
más que señalar las características estructurales de las economías subdesarrolladas.
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Referencias
CEPAL. (2002). El neoliberalismo y la sociología del desarrollo: tendencias emergentes y efectos
inesperados. Copublicaciones.
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