de la fe de un pueblo que sabe esperar y acoger las promesas. Al acabar el adviento recordando el nacimiento del Hijo de Dios entre nosotros, avivamos el deseo de proseguir el camino que nuestra esperanza de liberación nos marca. Intentemos, asimismo, contagiar este ánimo a nuestros hermanos. I ORACIÓN. Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que, quienes hemos conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de Cristo, tu Hijo, lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. Primera lectura. Dios es quien toma la iniciativa en nuestra salvación. Como ocurrió en tiempo del rey Acaz, el nacimiento de Jesús es señal que lo confirma «Isaías 7,10-14: El Señor habló a Acaz y le dijo: «Pide un un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esp como era signo al Señor tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto justo y no quería difamarla, dei repudiarla en privado. del cielo». Respondió Acaz: «No la pido, no quiero tentar al Pero, apenas había tomado resolución se le apareció en Señor». Entonces dijo Isaías: «Escucha, casa de - David: ¿no sueños un ángel del S que le dijo: «José, hijo de David, no os basta cansar a los hombres que cansáis incluso a mi temas acog María, tu mujer, porque la criatura que hay en Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y t pondrás por la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pone por nombre nombre Jesús, porque él salvará ¡ pueblo de sus pe Enmanuel». eados».Todo esto sucedió para se cumpliese lo que había dicho el Señor por medi< profeta: «Mirad: la Virgen ® Salmo Va a entrar el Señor; Él es el Rey de la gloría. concebirá y dar a luz un y le pondrá por nombre Segunda lectura. En palabras de san Pablo, Enmanuel, que significa “C con-nosotros”». Cuando José nosotros somos -corno cristianos no judíos- -los se despertó, hizo lo 1< había mandado el ángel del Señor gentiles que deben responder a la fe». y acogió ; mujer. • Romanos 1,1-7: Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en Sas Escrituras Santas, se refiere a su Hijo, nacido, según lo humano, de la María en lo secreto de su corazón, pronunci el estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de nombre del niño que lleva en ella, David, con pleno poder por su resurrección de la muerte: El mundo necesita amor, ¡Jesús! Jesucristo nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y El mundo espera el perdón, ¡Jesús! esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, ¡El mundo espera la paz! llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Esperar a Jesucristo es pronunciar su nombre Dios ama y ha llamado a formar parte de su pueblo santo, os con gozo, es decir su nombre con confianza, deseo la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Al encender estas cuatro velas, en el último domii Evangelio. Jesús es el nombre que se dará al pensamos en ella, la Virgen, tu madre y nuestra niño cuando nazca, significando que Dios está de madre. nuestra parte- y se hace carne para mover la historia Nadie te esperó con más ansia, en favor del hombre. con más ternura, con más amor. - MATEO 1,18-24: La generación de Jesucristo fue de esta Nadie te recibió con más alegría. manera: María, su madre, estab?. desposada con José y, Te sembraste en ella antes de vivir juntos, resultó'que ella esperaba como el grano de trigo se siembra en el surco. En sus brazos encontraste la cuna más hermosa. También nosotros queremos prepararnos así: en la fe, en el amor y en el trabajó de cada día. ¡Ven pronto, Señor. Ven a salvarnos! Dios es la esencia de todo cuanto existe. Señor, elegiste a María para Dios, en otras palabras, está en todas partes; está tan realmente en esas cosas en ser la madre de Jesús, y los las que estamos seguros de que Dios no confiaste a los dos a José. está, como en esas cosas de las que estamos seguros de que son signos Como María y José yo infalibles de la presencia de Dios. La presencia de Dios no depende de un te digo SI porque acto de la voluntad de Dios, sino también yo soy simplemente de que comprendamos que allí donde estoy yo, allí está Dios. El desafío tu hijo amado. consiste en llegar al punto en que allí donde esté Dios, allí esté yo también. Quiero tomar parte en En cualquier lugar. En cualquier momento. No se tu proyecto y crecer en trata de que Dios esté presente a mí, sino de que yo esté présente a Dios. El signo seguro de la el amor y la estar viviendo en presencia de Dios es nuestro modo de ver y responder al resto del mundo. esperanza. Quienes han cultivado la presencia de Dios, ven Señor, estoy preparado el mundo tal como Dios lo ve. Y responden en consecuencia.(joan Chittister) lleno de esperanza. “LA NIÑA CIEGA “¡Qué ciego es el mundo, madre! ¡Ven, te espero! ¡Qué ciegos los hombres son! NUNCA TE OLVIDA Piensan, madre, que no existe más luz Dios te quiere, Dios cuida de ti, te llama que la luz del sol... por tu nombre. No veo lo que ellos ven ni ellos lo que veo yo. Te ve y te comprende tal y como te hizo. Ellos ven la luz del mundo, yo veo la LUZ Sabe lo que hay en ti, DE DIOS. todos tus sentimientos y pensamientos Y siempre que ellos murmuran ¡pobre propios, tus inclinaciones y preferencias, ciega!. Digo yo: tu fortaleza y debilidad. ¡pobres ciegos, que no ven más que la Te ve en tu hora de alegría luz del sol!” yen la horade tu infortunio. Conoce tus esperanzas y se compadece de tus tentaciones. Se interesa por todas tus ansiedades y recuerdos, por todos los momentos de tu espíritu. Te envuelve y te sostiene con sus brazos. Nunca te olvida, tanto cuando ríes como cuando lloras. Cuida de ti con amor. Escucha tu voz , tu respiración, Los latidos de tu corazón LEER Te quiere mas de lo que tú te RELEER ORAR quieres a ti mismo Henry Newman Y DIFUNDIR