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Sinopsis v2 Sinopsis Quisiera ralentizar el tiempo y ver qué me habia perdido en aquella amistad que mantuve con el chico de los ojos verdes. El mismo que llego a mi vida doce afios después y me pidié que me convirtiera en su esposay fingir ser el amor de su vida. Con la boca caida al suelo, lo mMiré y volvi a esos dias que no dejaba de reir con éla la salidas de clase y las escapadas tontas que tuvimos aquellas mafianas donde solo hubo amistad. iQuién me diria que mi vida daria un cambio de ciento ochenta grados con su aparicién! El se habia convertido én policia y su belleza dejaba mi cuerpo sin sangre, porqué’€ada vez que lo vefa aunque me pinchara no saldria ni una gota de esta. Era su amiga y asi me miré desde el principio, pero yo no lo miraba como antes, ahora lo hacia con deseo y sabia que ibaa sufrir. Y yo, la misma de siempre con la sonrisa en el rostro y Que no me.pudesnegar'a hacerle ese favor a cambio de nada... No, a cambio de algo... que era? Con el tiempo lo descubri. Un policia desesperado. Una amistad especial. Y un amor inesperado. Obra completamente mia, esta prohibido su copia o adaptacion de ningtin tipo. Todos los personajes de esta historia son ficticios, cualquier parecido con una persona es pura coincidencia. Obra registrada en SAFE CREATIVE. Sinopsis 2/2 Todos los derechos reservados. © us « Las mujeres fuertes sonrien con el corazén roto.» Nunca dejé que nadie me dijera lo que tenia que hacer o dejar de hacer, nunca, hasta que conoci aquel sentimiento que me destruyé y me sané a partes iguales, Nunca crei que me encontraria con mi verdadero yo hasta que el pasado volvié a mi, él entré en mi vida y lo hizo como mi esposo/ —{Ti?— dijo el agente que me pidio el pasaporte después de bajar del avién. Ese «tii hizo que mi corazén latiera de una manera tan singular qué ni yo misma lo reconoci. Ese sonido era un tambor, no, es mi corazon. Mi cuerpo reacciona y me golpes un destello de calor desde la base de mi craneo hasta el final de mi columna. vertebral Esa mirada verde y esa perfecta sonrisa rodeada de una perfecta barba oscura me desencajaron. Peré en sus ojos me encontré, porque lo habia reconocido. Era él, mi amigo del instituto, el mismo chico con el que reia y pasaba horas hablando de todo y de nada. —Adri Me sonrié y asintié. Estaba vestido de policia y su cuerpo ya no era el mismo de hace doce aiios, ahora estaba leno de misculos y su altura me intimidaba. Con'la boca aun abierta comenté—. ;Que cambio! No dijo nada en ese instante solo asintié mientras me miraba la documentacién. Jaméds pensé que después de unas largas vacaciones en Alaska, al regresar a Espafia, me iba a encontrar con él, 5 jpero que hacfa ahi? Bueno, al parecer es policia por el uniforme, pero no iba solo, sino con sus compaiieros y eso quiere decir que estaba de servicio. —Sigues siendo la misma chica de diecisiete afios, esa mirada y esa sonrisa no cambian— comentd devolviéndome el pasaporte. Me sonrojé, me era raro, no estaba frente al chico de la escuela, sino a un hombre atractivo, alto y sumamente bueno de los pies a la cabeza. —jEso quiere decir que sigo siendo la misma enana de la que te burlabas en ocasiones y me hacias enojar? Sonrié y antes de contestarsu compafiero (digo que lo es porque también vestia como él) se acercé a nosotros. —efe, la tenemos, asiento 16F Miré a ambos hombres que tenia.a milado y Adrian asintié mirandome con Sus preciosos ojos. Nos volvimos a quedar a solas y respondié lo que habia dejado en el aire. —Sigues siendo la misma enana que me hacia las mafianas mis dulces, atin recuerdo las escapadas que nos pegabamos entre clase y clase, y las veces que suspirabas cuando te llamaba oliva o pequefia aceitunita— dejo caer esas palabras mirando al lado y luego volvié a mi, cierto es que siempre que me llamaba con esos apelativos me molestaba a tal punto que me tiraba toda la mafiana suspirando. —Me llamo Olivia y no oliva— recordé mentalmente aquellos aftos y sonrei. —Me hubiera gustado encontrarte en otra ocasién y no en medio de una detencién, pequefia aceitunita. Entendi que estaba apurado, pero eso no le quitaba portancia en la forma que me acababa de llamar, pero no dije nada al respecto. 3/5 —Ha sido un placer verte de igual manera, ya sea aqui o en otro lugar, Adrian. Su forma de mirarme hacia qué dejara de estar anclada a la realidad. —No quiero perderte la pista. Veamonos en otro momento. Me guiiié el ojo y mi corazén se volvié mas blando que una gominola de osito. Esto fue el principio de mi historia, de la nuestra, porque desde aquel dia, significard lo que significase, habia aceptado la mayor locura de mi vida. Me llamo Olivia y tengo veintinueve afios, hace seis meses decidi pasar una temporada en Alaska, no se, necesitaba ese cambio después de perderla a ella. Este tiempo me sirvio para afrontarla soledad en la que me habia dejado mi madre, afrontaF’una realidad que escocia a ratos y llenabaymis ojos de lagrimas. Ella fue mi mayor tesoro y ya no est& porque un imbécil decidid coger el coche borracho y acabar con la vida de alguien que no merecia morir por culpa de irresponsables al volante. A todo esto, solo puedo concluir que el encuentro que tuve hace nada con el chico con el que pasé la mejor etapa de mi vida, fue la coincidencia mas bonita que tuve en mucho tiempo. Después de terminar el instituto dejamos de tener contacto, fulmos creciendo y nos hicimos adultos. Y al parecer la vida nos quiso unir de nuevo, porque esta misma noche él me propuso una cena la cual no quise ni pude rechazar. —Abh, bienvenida, hermanita— mi hermano mayor me recibe en el parking del aeropuerto y yo sonriendo atin como tonta por lo sucedido con Adrian, abracé a Bruno—. No sabes lo que te hemos echado de menos 45 papa y yo— me dio un beso en la frente y contesté. —Yo también os extrafié. Mientras el ponia las maletas en el maletero de su coche, tomé asiento de copiloto y esperé a que me llevara a casa. Extrafiaba mi hogar, pero también sabia que se me iba a ser dificil ver el vacio que dejé ella. —Oli, quiero que sepas que ella no le gustaria verte llorar mas, merece que la recordemos por quien fuey no lamentarnos mi . Ser felices por ella. Asenti con el corazén en la garganta. —Tienes razon— eso.fue lo Unico que pude decir. La tarde la pasamés riendo yen familia. Mi amiga se unid ajhosotros y recordamos entre sonrisas y mucha emocién a mi madre. —En serio necesito ver a ese tio qle-seguin tu es lo ms bello que existe. —Algiin dia, quizis= sonref mientras me daba el iltimo retoque al labial rosado que usé para la cena. —Estas preciosa, Olivia. Los abrazos de mi amiga son reconfortantes, desde luego a ella también la extraiié y mucho. Aparqué mi auto frente al restaurante donde habia quedado con él y me llené los pulmones de aire para contener la respiracion, porque nada mas verlo ahi parado en la entrada mi cuerpo dejé de cumplir su funcién y me estaba muriendo. iPor que estaba actuando asi? Solo es Adrian. —Buenas noches— dije dejando salir el aire. —Buenas noches, pequefia aceitunita. —Deja de llamarme asi, nunca me gusté y no lo hard ahora. Por primera vez y después de afios escuché su carcajada, una diferente a la de antes, ahora era mas 5/5 intensa su voz, mas ronca y varonil. Se hizo el silencio y un pequefio revoloteo de ansiedad comenzo desde mi diafragma al ver como sus ojos me mostraban las galaxias. Con total confianza, pasé su brazo sobre mis hombros y nos adentramos dentro del lugar. Quise aparentar indiferencia a su tacto, e intenté de todas formas que no se me notara que su cercania me afectaba, solo espero que no se haya dado cuenta. —Te voy a ser sincero y sabes que siempre lo soy — jo después de degustar el primer plato. —Lo se, nunca dejes de seflo, es lo que te caracteriza —me lleve la copa a los labios. —No se si es casualidad, destino o esa esperanza que necesit® mantener viva en mi, pero apareciste en mi vida en el momento mas eomplicado. Arrugué la frente allver lo serio que se habia puesto, —Ollivia, necesito pedirte un favor, uno muy grande.¥ se que vas a pensar que estoy loco, pero créeme que no es locura, sino desesperacion, Me empecé a preocupar. —Me estas asustando. —No lo hagas, solo abre tu mente y mirame, no dejes de-hacerlo. Asenti y me cogié de la mano. —Necesito hacerte mi mujer. Legalmente mi mujer. V4 Quizas se me habia ido la chota por completo porque no era posible que estuviera escuchando lo que acababa de escupir de esos preciosos y perfilados labios carnosos. —No entiendo— pude decir al fin después de segundos largos en silencio mientras no dejaba de Sostenerme la mano. —Casate conmigo, se.mi.mujer por un tiempo. —Sigo sin entender— esta Vez me solté de su masculina mano y la mia me la llevé/al pecho. —Se que.te parece una locura y créeme que para mi también lo es— hace una pausa, es un hombre hermoso y daba igual la forma o gesto’ que hacia, sé'veia sexi a rabiar —,no imaginé encontrapia la chica que compartia pupitre: en el instituto y que le pidiera que fuera mi mujer,no...,no pensé en esta posibilidad hasta que te vi. —Adrian, entiendo el punto de que te quierascasar conmigo, pero {por qué?, ja qué se debe tu proposicién? —Se debe a que mi madre es la mujer que mas amo y su insistencia de que me case se hace mas pesada cada dia. Y...sabes lo mal que se la hice pasar en mi adolescencia. Conoces mucho de mi... —No, Adrian, yo conocia al chico de diecisiete afios, y no al hombre del que te has convertido— Io interrumpi. Asintiéo—Tienes razén, pero necesito tu ayuda. Le prometi a ella que en seis meses si no le presento a alguien aceptaria casarme con la chica que ella me escogid. —Pero... no entiendo, jpor qué? —Porque mi padre dejé una gran fortuna a nombre 24 de ella y para que pudiera heredarla, tenia que estar casado. Soy su tinico hijo y no fui el que merecia. Cierto es que Adrian fue muy rebelde, siempre causaba problemas e incluso por poco se mato en un accidente por manejar sin permiso de conducir. Recuerdo el disgusto de la sefiora Ramirez. —Adrian yo... siento la muerte de tu padre. —Yo también siento la muerte de tu madre—se me helé la sangre. {Como lo sabia? —jComo...! —Soy inspector jefe, buscarte fue lo primero que hice al volver a comisaria. —Yo...— se me atascaron las palabras en la garganta. —Lo siento mucho, pequefa— no-queria llorar pero mis ojo no lo soportaron mas y derramé el agua que se acumulé en las esquinas de estas. Seguia.sin superarlo. —Me fui a Alaska para superar si! muerte— dije intentando retirar la humedad de mis mejillas— y al regresar a casa ella seguia sin estar, Pensé que solo fue un suefio y que podia engajfiar a mi mente y al corazon: Pero no pude. Me volvié a coger de la mano y senti como eso me calentaba el cuerpo. El silencio fue lo que hablo en aquel momento y lo necesité para serenarme. El me necesitaba y sabia que estaba metiendo las manos en el fuego y pronto me arderan, pero vi la desesperacion en su mirada verde donde encuentro galaxias de efecto. —{Tienes un plan?— dije al fin y éste me sonrid. —Tengo un plan desde que te vi, y solamente tu puedes interpretar a la perfeccién el papel que quiero que ocupes en este. —Vale, soy toda oidos. 3/4 Empezé a contarme la idea que tuvo en el momento que me vio bajar de ese avion y yo estaba mas ausente que presente. Porque me perdi en su forma de hablar, en como movia los labios y su mirada como bajaba cada tanto tiempo hacia mi boca, como sus ojos me pedian ayuda, ese favor que como dijo él, era uno muy grande y cambiaria mi vida. Alfinalizar pregunté—: zy por qué yo? Perdoriaique te lo diga, pero eres un hombre que puede estar con cualquier mujer. se que tienes una larga fila de ellas, porque desde que entraste a este restaurante casi todas las mujeres por no decifitedasique hay aqui te miran descaradamente. Como no iban a mirarlo, si es guapisimo y mas lo eStaba c6n suléamisa blanca y con el pantalén azul oscuro cefiido a sus largas yatléticas piernas. Su olor envuelve el alma de cada ser femenino que se encontraba en el mismo espacio y sus ojos eran estrellas que brillaban con intensidad. Su perfecta sonrisa causaba escalofrios en pleno verano. —Porque no quiero a cualquiera en mi vida. Tid fuiste mi amiga, mi compafiera de clase y nuestra conflanza es especial. Puedo tocarte, fingir que mis caricias son reales frente a los demas y ti no las interpretarias mal. —Creo que... —No termines la frase. Sabes que nunca quise el dinero de mi familia, y aqui me tienes, policia en vez de estudiar empresariales. —Lo sey lo veo— me sonrojé por nada, bueno si por algo. por su forma de entrar en mi cabeza. —En el caso de que acepte, ¢qué pasar entre tu y yo frente alos demas? ;Y cuando estemos a solas? {Tendria que vivir contigo? Sonrid y bajé la mirada por un momento mientras el 2 4l4 camarero nos servia el postre. —Frente a los demas nuestro matrimonio sera real, de hecho te tocaré, te besaré y te diré lo mucho que te amo— el coraz6n me dio un vuelco—,, en la intimidad seremos amigos y nos contaremos secretos, y si, si aceptas ser mi esposa, vivirés conmigo. Lo noto, siento como me quiere convencer y sé que él sera un buen amigo porque lo fue hace afios, pel estoy entrenada para esto, para ser su esposa. Creo lie lo estaria si estuvieran en mi lugar. gv Sonrei y él dijo—:la mujer fuerte siempre sonrie c el.corazén roto. é Esa frase suya sie siempre mostraba mi leg por defitro. @ Con sus ojos brill perfecta hilera de dient como su cuerpo s relajé contra el respaldo Jue ocupaba, sonri —Bienvenida de nuevo a WS ADRIAN Llevo toda una vida pensando en como hubiera sido mi vida si mi familia hubiera sido otra 0 yo ser otro y no el hijo desagradecido que nunca quiso saber nada dal negocio familiar de mi padre. Quizas mis padres hubieran. Sido mas felices si les hubiera tocado otro hijo. Descansando sobre,la,cama de mi habitacién, sonrei mirando al techo. Olivia habia aparecido en el momento menos/esperado y mas necesitado para mi. Siempre la miré como una amiga, pero los afios habian pasado por los dos y ambos habiamos crecido. Sigue.siendo la misma chica de diecisiete afies, la misma sonrisa,la misma mirada, e| mismo olor, pero siendo mas mujer: Habia aceptado mi locura y se sumergié de nuevo conmigo, sin pedir nada a cambio, sin poner condiciones y eso era lo que la hacia mas especial para mi.Aun recuerdo cuando se culpé por algo que habia hecho yo mismo y me salv6 de un, buenycastigo:del director del instituto. —Mami, que preparen los mejores platos, porque esta noche te presentaré al amor de mi vida. Mi futura esposa— dije por teléfono mientras ella pegé un grito en el cielo que casi me revienta el timpano por la otra linea. —No és una broma tuya, jno? —No, mami, es tan real que tu hijo se casa y ella es de carne y hueso. La noche anterior me habia quedado dormido mientras pensaba en la locura que estaba apunto de cometer, estaba a nada de ser el esposo de alguien que jamés pensé en volver a ver. —Daré orden de que preparen todo para esta noche, 25 no sabes lo feliz que estaria tu padre. Te quiero, hijo. Colgé y suspiré al pensar en que esa felicidad que sentia mi madre era puro engafio. No quiero lastimarla y todo indica que alguin dia la haré llorar de nuevo. Con la cabeza en otro sitio, sali a trabajar. Hoy era de esos dias que no te apetecia hacer nada y en cambio habia mucho que hacer. La mafana y la tarde transcurrid tan rapido que, cuando me quise dar cuenta ya estaba marcando para llamar a Olivia. —Hola, pequefia aceitunita— dije nada mas descolgar lalamada. —

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