Un grupo de ciudadanos mexicanos, mismos que suscribimos el presente
Posicionamiento, en ejercicio de nuestros derechos fundamentales consagrados en el artículo 9º constitucional, decidimos asociarnos libremente para tomar parte en los asuntos políticos del país.
Creemos y defendemos los valores y principios de la democracia como
forma de vida social, política y económica. Nuestra preocupación consiste en el deterioro funcional de nuestro Estado Federado, de la soberanía popular y de la república representativa. Le apostamos a una auténtica división de poderes. Sostenemos que el pueblo sea siempre el supremo elector y no una sola persona.
Rescatar el federalismo de la voraz ansiedad de un solo individuo por
centralizar el poder, el dinero público, las funciones de las instituciones y las decisiones colectivas que afectan a todos los ciudadanos, sin el consenso necesario.
Rechazamos categóricamente, pasar del paradigma – “El Estado soy Yo”,
al nuevo paradigma “El Pueblo soy Yo”. “Un fantasma recorre Europa” –afirmaban en 1848 Marx y Engels en El Manifiesto del Partido Comunista- “El Fantasma del Comunismo”.
En la actualidad, los mexicanos, nos enfrentamos ante un desafío
institucional, normativo y cultural de un Sistema Político Mexicano que ha dejado de ser eficaz y eficiente.
Hemos sido testigos de cómo el populismo, ha transformado a la
democracia mexicana. Se ha convertido en el nuevo fantasma de nuestros días, el cual no solo recorre Europa sino todo el mundo, el fantasma del populismo, como estrategia del antisistema y la anti-política, que enfrenta y divide a los mexicanos, en que se trata de imponer una sola idea y se gobierna unilateralmente y que quiere que miremos hacia atrás y no hacia delante.
Con más de 54 millones de mexicanos en extrema pobreza, se entiende
entonces el lema “primero los pobres”, siendo esta, la estrategia del gobierno actual que regala dinero mediante una gran nómina, para que estos grupos no piensen, para que no exijan, para que no sean productivos, para que no paguen impuestos y para seguir votando por un futuro que seguirá siendo el mismo, la pobreza. Más de 30 millones de ciudadanos votaron por el actual gobierno, no obstante, la lista nominal de electores es de más de 93 millones, lo cual indica la ausencia de legitimidad de quienes gobiernan actualmente.
Nuestra constitución establece que la soberanía reside en el pueblo y este
tiene en todo momento el derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno, en cuanto no se atiendan sus necesidades, no se resuelvan sus problemas o solo se atienda a un sector de la población excluyente y facciosa, como es el caso. Derivado de lo anterior, los que suscribimos la presente declaración, nos comprometemos a privilegiar intereses superiores a intereses individuales o de grupo, mediante mecanismos democráticos, reglas claras y actuar con valores y principios; para el logro de los objetivos, será necesario considerar estratégicamente lo siguiente:
I. Adoptar un pensamiento crítico, con base en el uso de las ciencias y
técnicas de gobierno. II. Definir con claridad los intereses superiores de los ciudadanos y del Estado Mexicano. III. La pluralidad es esencial en cualquier grupo. IV. La toma de decisiones y el diseño de políticas públicas debe ser por consenso y previo diagnostico situacional. V. Combatir el Populismo como proyecto de gobierno, ya que con este modelo se ejerce el poder de forma esencialmente excluyente y facciosa. VI. Fomentar la democracia constitucional como modelo político que protege los derechos básicos, esenciales en el proceso democrático, limitando el poder de la mayoría en el gobierno y buscando la alternancia.
VII. Combatir la simulación en sus distintas acepciones.
VIII. Respeto y tolerancia a la libertad de ideas y expresiones personales. IX. Impulsar proyectos políticos democráticos en las comunidades, municipios y entidades federativas. X. Formación y capacitación en materia político electoral para líderes comunitarios. XI. Establecimiento de una nueva narrativa y discurso político, que de claridad sobre la actuación del gobierno y el manejo de los recursos públicos. XII. Defensa de las instituciones y organismos autónomos del régimen democrático previsto en nuestra constitución. XIII. Proponemos liderazgos en las comunidades, municipios y a nivel estatal con una nueva visión más allá de los partidos políticos actuales. XIV. En una democracia real, los pesos y contra pesos resultan convenientes para un ejercicio de gobierno equilibrado, con transparencia y rendición de cuentas. Entre actores y factores reales de poder son necesarios los equilibrios, los consensos y la publicación de indicadores de gestión. Buscaremos que se dé cumplimiento a estos principios y valores democráticos.