You are on page 1of 3

APOYO EMOCIONAL A ENFERMOS CON CÁNCER CEREBRAL

Juan Fernando González G.

Ser diagnosticado con este padecimiento y someterse a tratamiento es difícil experiencia que puede hacer
que el paciente se sienta abrumado, asustado y solo. Por fortuna, existen grupos de apoyo que acompañan
a enfermos y familiares para lidiar con el impacto emocional y físico.

Como es bien sabido, el cáncer es una de las enfermedades con mayor índice de mortalidad en México, tan
sólo detrás de los padecimientos cardiacos y la diabetes mellitus. Sin embargo, se puede afirmar que el
sufrimiento que soporta un paciente en estas condiciones supera, la mayoría de las veces, a cualquier otro
cuadro de convalecencia, sobre todo si el diagnóstico se realiza tardíamente y, por ende, afecta no sólo las
posibilidades de curación, sino la calidad de vida del enfermo mientras se busca su recuperación.

Particularmente, el cáncer cerebral es una entidad que, a diferencia de otros tumores, no tiene entre sus
primeras armas terapéuticas la de una intervención quirúrgica incluso cuando el mal se ha descubierto a
tiempo, simplemente porque al actuar de este modo se puede afectar alguna de las múltiples funciones que
regula este órgano.

Por ello, resulta muy relevante el tratamiento farmacológico que se le ofrezca al enfermo, pero de igual
importancia es que éste y su familia hagan frente al a desgracia y busquen el apoyo emocional necesario
para que, juntos, comprendan la situación que atraviesan y alcancen el equilibrio y la paz durante el periodo
de sobrevida.

Equilibrio es la respuesta
La Medicina ha dejado de ser la monopolizadora de la verdad absoluta y hoy vivimos una época de
revaloración de terapias o herramientas que puedan ayudar al hombre a conseguir un estado de bienestar.
Tal es el caso de la Ontología, disciplina que ha sido fundamental para la humanidad a través de la historia
y que tiene el objetivo de estudiar y comprender todo aquello que tenga que ver con el ser y sus cambios.

Es por ello que resulta importante conocer el trabajo que desarrolla el Instituto Latinoamericano para el
Estudio, Formación e Investigación en Ontología (ILEFIO, localizado en la Ciudad de México) a favor de
enfermos que padecen una enfermedad crónica degenerativa, en particular, quienes conviven con el cáncer
cerebral.

CÁNCER, PARADIGMA MUNDIAL

Karina Galarza Vásquez

De acuerdo con la Secretaría de Salud (Ssa), el cáncer representa la segunda causa de muertes en
México, pues cada año se registran aproximadamente 100 mil casos nuevos y 60 mil defunciones a causa de
esta enfermedad.

Ha alcanzado grandes magnitudes en todo el mundo y su incidencia sigue en aumento, “lo cual se asocia a
mayor esperanza de vida (el pico de la enfermedad se ubica entre los 40 y 60 años), predisposición
genética y factores de riesgo como tabaquismo, obesidad, falta de actividad física y tipo de alimentación
(alta en grasas)”, comenta el Dr. Alejandro Mohar Betancourt, director del Instituto Nacional de
Cancerología (Incan) de la Secretaría de Salud (Ssa), localizado en la Ciudad de México.

En la actualidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 24.6 millones de personas
padecen cáncer y se calcula que en el año 2020 habrá 30 millones de casos. Para ese entonces podría haber
causado ya 10 millones de decesos.

“En México dicha enfermedad afecta a 1 de cada 3 personas, y se calcula que 1 de cada 3 hombres y 1 de
cada 4 mujeres lo sufrirán”, refiere el directivo del Incan.

Problema del siglo


A principios del siglo XX la mortalidad por cáncer se ubicaba en el séptimo lugar en los países desarrollados.
“Ahora ocupa el segundo, tras las enfermedades cardiovasculares, pero en algunos lugares comienza a
situarse en el primero. Genera más fallecimientos que la tuberculosis, VIH-Sida y paludismo juntos, y se
estima que 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres de aquellas naciones lo padecerán”, advierte en
conferencia el Dr. David Khayat, presidente del Instituto Nacional de Cáncer en París, Francia.
Podría decirse que el cáncer acaba con 30% de la población mundial; los accidentes cardiovasculares son
responsables de otro 30% de fallecimientos y del resto se encargan las demás enfermedades. ¿A qué se
debe este ritmo de aceleración en poco más 100 años? El Dr. Khayat coincide con los factores citados por el
director del Incan, y agrega a la lista la contaminación ambiental, exposición excesiva al Sol a causa de la
moda del bronceado e infecciones por ciertos microorganismos (en especial, virus).

Tal incremento conlleva elevado costo en los ámbitos personal, familiar y laboral, mismo que pudiera ser
menor si se previniera o tratara a tiempo. “En este sentido, la investigación y hospitales como el Incan son
sabias inversiones que en el largo plazo ahorrarán sufrimiento y gastos a los pacientes, familia y sistemas
de salud”, señala el Dr. Stephen Peter Tomasovic, vicepresidente mayor para Asuntos Académicos del
Centro del Cáncer de la Universidad de Texas M. D. Anderson, en Estados Unidos.

Sin embargo, advierte el Dr. Mohar Betancourt, una de las mayores dificultades es que 80% de los
pacientes que llegan a atenderse al Incan por primera vez, presentan la enfermedad en fases avanzadas.
“Ello minimiza las posibilidades de curación y sólo es posible brindarles tratamientos paliativos (calmantes);
además, el servicio está saturado al grado de que en las instalaciones ya no hay lugar ni para estar de pie”.

Ante ello, según fuentes oficiales del Incan, a partir del primer trimestre de 2007 iniciará la construcción de
la Torre de Oncología, que será una extensión del instituto. La obra se financiará con parte de los recursos
que obtuvo el gobierno federal a partir de un convenio que firmó con empresas tabacaleras.

El más mortal
Si bien hablar de cáncer conlleva referir por lo menos 100 enfermedades distintas, sólo algunos tipos se
presentan con mayor frecuencia. En el caso de México se fusiona la existencia de tumores propios de las
sociedades desarrolladas (como el de mama) y de los países en vías de desarrollo, como gástricos,
hepáticos y cérvico-uterinos. Otros de alta frecuencia son el de próstata, pulmón y colon.

Sin duda, entre los más graves destaca el de pulmón, “pues su mortalidad es aproximadamente de 95%; no
obstante 1 de cada 3 de estos tumores diagnosticados en el mundo pudieron haberse prevenido al evitar el
tabaquismo”, asevera el director del Incan.

Al respecto, el Dr. Khayat enfatiza que el cáncer pulmonar es uno de los de peor pronóstico y asegura que
en algunos años constituirá la primera causa de muerte por tumor maligno en población femenina. Cabe
recordar que en Estados Unidos las mujeres adquirieron el hábito de fumar después de la Segunda Guerra
Mundial, mientras que en Europa iniciaron en el decenio 1960-70.

A la vanguardia
Hace algunos años el principal objetivo del tratamiento del cáncer consistía en elevar la supervivencia del
paciente y, de ser posible, lograr su curación. Sin embargo, el manejo del enfermo oncológico ha cambiado
y ahora tiene un lugar importante la calidad de vida.

Y como muestra de lo anterior tenemos que en alto porcentaje es posible mantener bajo control dos de los
síntomas más frecuentes y menos tolerados, como dolor y cansancio. Asimismo, vómito, náusea y alopecia
o calvicie pueden minimizarse.

Otros avances incluyen métodos de diagnóstico más precisos, atención por parte de equipo multidisciplinario
constituido por oncólogo, cirujano y radioterapeuta, entre otros, y, por último, podemos citar los
tratamientos capaces de destruir específicamente células cancerosas, conocidos como terapias biológicas o
dirigidas.

En la última década, destacan las contribuciones de la Biología Molecular en cuanto al conocimiento de la


fisiopatología del cáncer y apertura de nuevas vías terapéuticas. El Dr. David Khayat explica que ello aplica
a la radioterapia y medicamentos; es posible reproducir en laboratorio algunas sustancias y elementos del
sistema de defensas humano para usarlos en el tratamiento.

“El objetivo es matar las células cancerosas sin dañar a las sanas. Distintos fármacos realizan esta función y
algunos de ellos se encuentran en fases de investigación avanzadas”, detalla el especialista parisino.

A su vez, el director del Incan resalta que en los últimos años se han tenido avances en la infraestructura
del instituto; entre ellos destaca un sistema de radioterapia que lanza un rayo capaz de combatir al tumor
maligno sin dañar tejidos sanos.

Tales avances no hubieran sido posibles sin la estrecha relación entre investigación básica y aplicada. “En
los últimos 20 años se ha comprendido cómo viven las células cancerosas dentro de un tejido, y todo este
conocimiento ha permitido el desarrollo de nuevos tratamientos para combatirlas”, resalta el Dr. Alejandro
Sweet-Cordero, profesor de la Escuela de Medicina de Stanford, Estados Unidos.

A vencer
El cáncer es uno de los grandes paradigmas médicos, pues los expertos todavía tienen que trabajar sobre
distintos puntos. Al respecto, el Dr. Sweet-Cordero destaca que hace falta una cultura de prevención, a lo
que se suma la detección tardía de la enfermedad. “Se ha demostrado que gran parte de la población
mundial presenta tasas cada vez más elevadas de morbilidad (porcentaje de individuos que contrae la
enfermedad) y mortalidad (número de fallecimientos) por cáncer, debido a que no tienen acceso a buena
atención médica”.

A nivel nacional, pese a existir tratamientos efectivos, su alto costo impide a muchos pacientes tener acceso
a ellos. “Es crucial impulsar las campañas de prevención y diagnóstico temprano, así como lograr que los
medicamentos se distribuyan en forma gratuita”, indica el especialista.

Para el Dr. David Khayat, uno de los retos en el manejo del cáncer es el creciente envejecimiento de la
población. “Desgraciadamente, la mayoría de los estudios realizados hasta ahora excluye a la gente mayor.
Y, por otra parte, es fundamental luchar para que el paciente tenga bienestar físico, psíquico y social, se
logre o no su curación”.

Las terapias dirigidas también generarán nuevos retos a la comunidad científica y médica. “Tendremos más
sobrevivientes de la enfermedad, lo que implica pensar en la salud de aquellos que pudieran vivir con un
cáncer bajo control, o bien, en un futuro es probable que se presenten problemas secundarios como
resultado de los tratamientos”, puntualizó el Dr. Stephen Peter Tomasovic.

En materia de cáncer falta mucho por hacer e investigar, pero la responsabilidad no sólo recae en científicos
y médicos, sino en toda la población. De ahí la importancia de tomar conciencia sobre los factores de riesgo
y, ante todo, iniciar medidas preventivas desde ahora para no lamentarnos después.

You might also like