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Rail Fradkin Juan Carlos Garavaglia La Argentina colonial 30 rack fa Argantina’? Zn qus moments sociesados eituedee ordines dal imperia acpafel comnts ‘configure una naclon? Pare res so desardar el camino que da px oslas bregurtas preci nada a waster Ol ps 8 1890, come stares empo ates ste eget vaiosey neces trbeja que emprandan Fai Fi an Caos Garevagl, qUeres ge propenen rowed ct Proyectos an sug, de vlcras'y Ge coerce que aresesaron mala recién en of eatonsa periodo..» irarscure erbe formar aarti rTierto estable Ge ice conguistacoves espaol la ruin Sia ‘retrépok.Fronta a] acqumateme dalle varseanes consaxyds togrer rafesr fa densa soda de ase Mure pasado, su tn ‘et 64a confictos. Por sea oe protagonist ct ste ilateso tar nilos concuisindores + fu i mpato ros “prooeres” do "0 Ws gt4po8 humanos que habliban estos frre y soon or medi de uns neraceén culdodega y sumarnanti indict lat aulofes demusstran que i Netoria colonel, ojos Go Ser un comin remato y pertide que abo Fusd: cuaros, ayuda @ comprender ‘ndsicas de nusstra cultura. La Binieteca Sésica de historia orcs tn panornms witemen vinin de eucaner de mano de obra qe teniam ls encirnenderos ie fam que con frecuencia se neqaran a recibir el tibuto ea plat cone a no Par el Praenny 4D ante ¥ sonante, como se quejan los Indios del pueblo de Morgasta en Santiago. También ocurria. coma en algunos pueblos de Jujuy, que 10s indios mismios se desempeiaban come pequeios empresarios en Ia artieria y el transporte, comtinuando asi una vieja tradieién prehis painiea © inchso utilizandlo camélidos andinos, al menos hasta las pric smeras déearlas del VIL Pera, desde ly épaca de Mercado y Villarorta, hacia 1663, los indige- ‘nas de] Charo a los que ta damesticacién del cahatlo tes permitis ex- padi st: capacidad de control «tl rersitorio~ chocaran cont los blancos ‘en Esteco, como lo habian hecho desde los afios veinte del siglo XVI eit el Paraguay. Desde exe momento, las terras adyacetites a las ciuda des de Jujuy, Salta, Esteco, San Miguel y Santiago del Fstero en la fron- xera oriental extuvieron expuestas a los ataques chacqtefios. Este hecho «irfa consecuencias coutradictorias en la vila kocial y econémica del Tueuumén: inseguridad en los caminosy el tréfiew mercantil, nevesielad tle armar entradas militares de defensa ~y despues pequetios fortincs- asi como la posibilidad de re partir piezas indigenas entre los averture- ros y saldados que formaban parte en esas entradas, Destle ese mo- Imento y hasta mediados del siglo XVII, fue tina extensa feontera ca- Tene y ta practica dle los repartos de familias indigenae entre soldados y colonteadores se volvié corriente durante casi todo el periodo, ‘Alo largo del siglo XVI, Jos purcblos de: indios ~con la Mamativa ex- eepcitin de los dependientes de Salta, Jujuy y Santiago del Estero valk in ejemplo pecutiar de San Miguel dei Tucuman, como es Amaicha— fueron volsiéndose cada ver menos importantes demograficamente Este proceso rle muerte fenia se extendié en el tiempo; todavia a media tlos del siglo XIX, los pueblos indigenas rigjanos tenfan una presencia nisible en las conflictos politicos locales, Esto no debe hacemos olvidar ‘ue, paralelamente, se produjo un crecimiento de la poblacién eampe- ina thestiza, que continuarfa incrementénidose tanto con eontingerites ‘le migrantes egados desde ef Alto Pend, coma con las piezas que los ‘encomendietos y los soldlades recibirfan después de las grandes rebclio- nes y, rms tarde; de las entradas regulares hacia el Chaco, Todas esti familias indigenas, que viviréan en las ehaeras,extancias y hacienlas de sus patronos ~fueran étos encomenileros 9 no-.se mestizarfan muy r- Pidamente, Adems, muchos de los varanes serian ultilizados tambien ‘como carreteros o en las ropes de mulas y-vacas al Perti ocupactOn ith Rerante que, casi por definicién, acenciia el mestizaje culeural~, Ser durante el siglo siguiente cuando esta poblacién campesina irrumpa com fuerza en la historia de ls regidn a8 La gentna set Por otra lado en la mayor parte ce las cludades, junto a una clite e=- paiiola.-o al menos tenida como tal por sus epetineos-, también cl inestizaje (y la presencia de poblacién africana que scjruia entrance ent forma incesinte por el puerto de Buenos Aircs} fue en lo-aucesivo mn elemento caramente perceptible en la vida social urbana, Otro hecho detacable es la progresiva pérdida de precninencia de la "madre de indades", Santiago del Estero, y su reemplazo por Cordoba: el wastado ide la cabeza del obispado a esta tltima desde mediados the sighe-es un tiende un nuevo meeanismo de acceso a la fuerza de trabajo-indigena para los no encomenderos: el alquiler por determinados periodos de tiempo, un antecedent de formas laborales tds Lax. (oto Poe Pgh 49 STATE Un contbato de raboie “Eni cudad da Mendes 6n doco cas dl mae do ence oe i setacenton ios parecieron presentes lcapitin Jorge Gee de ‘rai, ce morador ce asia cuca, y Ursa, cs nature do Seaniago ot Estara a la prounea de Tucuran,y dfrcr cus estaban cormenids y cancertados eeu 6 ich Ursula fe ha ese oe terra le un fio con au coro areonaly a dicho capten Jorge Gama de Araujo ha dar 9" mo y socio personal por ciscurs0 y nd ator dos ps8 2 cone ries aa Un p60 on pita, ropa on cos pres para adoro y vested: persona y scar bua co crzaca |. Jy hacer odo buen istariento ‘ura en sus onlanmedadesy por o que ala dcha Ursua toca se cba’ a asst y sorvrle sectin etd obigaday poo que a cage wre tons fbigaran au persona y bles habidos ¥ pore scrmetiinacoe ait sizes y ces 02 Su Méecad |] yb frman con tesiges, En clcha cued y for fata de esarbane pubico red y por ro haber pxcactoryno saber timer lo ich Ursula, 90 a un testgo ese por fla- A nego ¥ po tstiga dei ctorgartotesigo Francisco de Wo, Mateo de Atoaga, Jorge Gémez de Aree [as pormy ante ra Juan Godoy del Castilo firma] (Acchno Histtrios de Mendoza). i” ‘Desde contienzos del XVII, los yinos y aguardientes de Cuyo y La Riokt se hicieron presentes en los mercadas mediternineos y Mtorales: Cir doba, Santa Fe y Buenos Aires, En 1664, se ealeulan de 8500 a 4000 arrobas de productos cuyanos entratlos en fa ciudad porteiiasafios ms tarde, en 1681, s¢ aseguraba cn Santa. Fe qute las ventas euyanas eran iis de ocho veces superiores a Ins de Lat Rioja, Ambas areus producto- ‘as seguitian estando presentes en todos los mercados ltorales durante ‘ete siglo. De todos modlos, para los riajanes siempre estaba ablerta la posibilidad de enviar sus corias particias dé aguardiente al Alto Ferd, s- ‘guiendo.e! camino de ton valles calchaquies, tanto como a Ins restantes villas tucumanas, Por supucsto, lambighs el trifica desde y hacia Chile, cruzance ba cordillera de los Andes durante la primavera y veranas australe, con rribupé a dar vida a Li economfa cuyana, De este modo, un leve pera constante flujo-de oro chileno pas6 a Buenos Aires vin la regidn cu- anit cambio de yetba. (el camino de Santiago de Chile sirve de trin- sito para aquellos puertos del Pacifica donde se eonstume ta yerba:

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