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Los 

sacramentos —en la teología de la Iglesia católica— son signos sensibles y eficaces1


de la gracia de Dios y mediante los cuales se otorga la vida divina; es decir, ofrecen al
creyente el ser hijos de Dios.

 Sacramentos de la Iniciación Cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía ) que


"sientan las bases de la vida cristiana: los fieles renacidos en el Bautismo, fortalecidos
por la Confirmación y son alimentados por la Eucaristía";10
 Sacramentos de curación (Penitencia y Unción de los enfermos);
 Sacramentos al servicio de la comunión y la misión (Orden y Matrimonio).

Estos sacramentos también se pueden agrupar en solo dos categorías:

 Que expresan el carácter permanente y dejan una marca indeleble en quien los recibe,
y por lo tanto solo puede ser administrado una vez a cada creyente. Son el Bautismo,
la Confirmación, el Matrimonio y el Orden;
 Aquellos que se pueden administrar reiteradamente.

¿Por qué nos ha dado Cristo el sacramento de la Penitencia y la Unción de los enfermos?

El amor de Cristo se muestra en que busca a quienes están perdidos y cura a los enfermos. Por
eso se nos dan los Sacramentos de la curación y restauración, en los que nos vemos liberados
del pecado y confortados en la debilidad corporal y espiritual.

La Unción de los enfermos es el sacramento por el cual el sacerdote reza y unge a los
enfermos para estimularles la cura mediante la fe, escucha los lamentos de ellos y les
promueve el perdón de Dios.

El principal símbolo del sacramento es la imposición de manos y la fórmula de


absolución: "yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo", pronunciadas por el sacerdote.

El Catecismo de la Iglesia católica menciona diversos nombres que ha tomado el


sacramento de la penitencia. Son los siguientes:

 Sacramento de conversión, ya que es un signo de la conversión a la que el


mismo Jesucristo ha llamado (cf. Lc 15, 18).
 Sacramento de la confesión, pues una de sus partes principales es la confesión de los
pecados cometidos por el penitente.
 Sacramento del perdón, pues a través de la absolución sacramental el penitente recibe
el perdón de Dios.
 Sacramento de la reconciliación, pues junto al perdón de Dios se otorga la
reconciliación con Dios (cf. 2 Cor 5, 20) y con la Iglesia.
 Sacramento de la penitencia porque esta es la última parte del camino de conversión
que, según la teología del sacramento, realiza el penitente para recibir el perdón de
sus pecados.

Base teológica[editar]
La tradición de la Iglesia toma normalmente la afirmación de los apóstoles de Jesús, según
la cual este les había dado poder para perdonar los pecados en nombre de Dios. Los
sucesores de los apóstoles escribieron que estos les habían transmitido dicha facultad —
entre otras—. Como mayor referencia, se lee en el Evangelio de Juan:
Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se
los retengáis, les quedan retenidos.

Juan 20, 23

Asimismo, reafirma este mandato con un pasaje del Evangelio de Mateo:


Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados dice
entonces al paralítico: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa». Él se levantó y se fue a su
casa. Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.

Mateo 9, 6-7

La confesión misma también está indicada en la Epístola de Santiago:


Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis
curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder.

Santiago 5, 16

Además es sabido, por el libro de los Hechos de los Apóstoles, que la confesión de los
pecados era una práctica habitual en la Iglesia primitiva, por lo menos en su forma
pública.2
Por otra parte fue Dios mismo entregó el ministerio de reconciliación:
... y todo esto proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo, y nos encomendó el
ministerio de la reconciliación. Nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Somos pues
embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. Os suplicamos en nombre de
Cristo ¡Reconcíliense con Dios! 2 Cor 5:18-20

HIJO PRÓDIGO

"Sólo Dios perdona los pecados (cf Mc 2,7). Porque Jesús es el Hijo de Dios, dice de sí
mismo: "El Hijo del hombre tiene poder de perdonar los pecados en la tierra" (Mc 2,10) y
ejerce ese poder divino: "Tus pecados están perdonados" (Mc 2,5; Lc 7,48). Más aún, en
virtud de su autoridad divina, Jesús confiere este poder a los hombres (cf Jn 20,21-23)
para que lo ejerzan en su nombre".5

La penitencia consta de cinco etapas:


1- Examen de conciencia
2- Acto de Contrición
3- Confesión auricular al sacerdote
4- La Penitencia (Acto de Satisfacción)
5- La Absolución

La gracia sacramental que recibimos es: perdón de los pecados y estar en Gracia con Dios.

Una reconciliación con Dios y con la Iglesia.


Una recuperación
Una curación
Una liberación
Una purificación

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