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Apoyo Psicologico
Apoyo Psicologico
atención integral, por lo que son necesarios el apoyo psicológico y los cuidados psíquicos.
Psicología de emergencias: se dedica al diseño de intervenciones en poblaciones que han sufrido desastres, ya sea
inmediatamente después del evento o en los momentos posteriores, con el fin de reducir las secuelas emocionales.
Psicología jurídica: es una rama o especialidad de la psicóloga que estudia la conducta humana en el ámbito del
derecho, la ley y la justicia.
Psicología comunitaria: se encarga del estudio de factores psicosociales que intervienen en el desarrollo y el progreso
de los individuos en un contexto social y en las relaciones entre individuo-grupo.
Desarrollo de la personalidad:
Reacción emocional desajustada: es una actitud adoptada por el paciente que, en un estado depresivo causado por
la enfermedad, dificulta o entorpece el correcto desarrollo del proceso de recuperación.
- Ansiedad: es un sentimiento de miedo, temor o inquietud. Una persona con ansiedad o estrés tiende a tener
preocupaciones excesivas.
- Fobia: las personas con fobias tienen un miedo intenso a algo que representa poco o ningún peligro real. En
relación con la enfermedad, el paciente puede desarrollar un miedo infundado y excesivo, por ejemplo, a que
la enfermedad no se cure o que aparezcan consecuencias inesperadas que dificultan su recuperación.
- Pánico: los ataques de pánico se caracterizan por episodios repentinos y repetidos de miedo intenso sin haber
un peligro aparente.
- Depresión: ante una enfermedad, la realidad de la situación puede llevar al paciente a caer en un estado de
tristeza importante, aislamiento, incomunicación, etc., que hace difícil la convivencia y produce rechazo a
colaborar en el tratamiento.
Neuropsicología: es la ciencia que estudia las funciones nerviosas superiores en relación con las estructuras cerebrales
que las sustentan.
Reacción psíquica grave:
- Depresión: suele surgir tras la pérdida de interés o la aparición de tristeza. Las personas depresivas pueden
experimentar los siguientes síntomas durante al menos dos semanas: Ánimo deprimido durante la mayor
parte del día, alteraciones del apetito y del sueño, lentitud motora o agitación, pensamientos de muerte o
ideas autolíticas, etc.
- Esquizofrenia: trastorno mental grave por el que las personas interpretan la realidad de manera anormal.
Puede provocar una combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves en el pensamiento y el
comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y puede ser incapacitante.
- Fobias:
o Agorafobia: ansiedad en determinados lugares con la necesidad de evitarlos, donde puede resultar
difícil escapar o pedir ayuda.
o Fobia específica: ansiedad clínicamente significativa como respuesta a la exposición ante situaciones
u objetos específicos temidos, con comportamientos de evitación.
o Fobia social: ansiedad ante situaciones sociales o acciones en público.
Habilidades de comunicación:
- Escucha activa: Es la capacidad de recoger y devolver el mensaje que nos emite el otro interlocutor. No se
trata solo oír, sino de interpretar y evaluar lo que se ha escuchado y responder al mensaje. Para ello, es
necesario hacer un esfuerzo físico y mental. Se capta e interpreta correctamente el mensaje, atendiendo tanto
a la comunicación verbal como a la no verbal del emisor y utilizando el feedback para confirmar el significado
del mensaje recibido. Existe una serie de consejos que ayudan a mejorar la habilidad de escucha y que, por
tanto, es recomendable seguir:
o Utilizar todas las habilidades de comunicación no verbal para acercarnos al paciente y que permitan
centrarnos en él.
o Dejar hablar y no interrumpir al paciente hasta que termine su exposición de ideas. No proporcionará
mucha información de la persona de la que nos vayamos a ocupar.
o Intentar reconocer, de manera objetiva, la idea principal de lo que nos quiere decir a través de sus
afirmaciones y argumentaciones.
o Estar atento a lo que no se dice y a la forma de transmisión del mensaje. Se trata de intentar descubrir
los sentimientos del paciente y sus reacciones psicológicas frente a la situación. Son relevantes los
aspectos que el afectado intenta evitar porque le causan molestia o preocupación.
o Mantener al margen las emociones propias para preservar la imparcialidad de la relación y la
respuesta. La información no puede manipularse y se debe prescindir de los juicios de valor sobre las
afirmaciones del enfermo.
o Poner de manifiesto que se está escuchando, utilizando la comunicación verbal (palabras que apoyan
la escucha) y la no verbal (asintiendo con la cabeza, por ejemplo).
o Mantener una actitud de comprensión. No se trata de manifestar que se está o no de acuerdo, sino
que se entiende al paciente y lo que dice.
o No sacar conclusiones precipitadas y hacer preguntas abiertas.
o Resumir de vez en cuando lo que está diciendo el paciente, para confirmar que se le está escuchando
y entendiendo.
o No cambiar de tema para hablar de nosotros mismos o de lo que nos preocupa. Hablar menos que el
paciente.
o Dejar espacios al hablar y no llenar los silencios.
- La negociación implica que todas las partes, en algún momento, deben ceder con el objetivo de obtener
mayores beneficios para todos. Se caracteriza por lo siguiente:
o Un proceso pacífico, de diálogo y comunicación que no admite presiones.
o El acuerdo o la resolución conlleva concesiones mutuas de las partes en conflicto, que satisface las
necesidades y los intereses de ambas partes.
o Es necesario separar a la persona del problema.
- Asertividad: La asertividad es la herramienta fundamental de las habilidades sociales y puede ser aprendida
en programas de entrenamiento. El estilo de comunicación asertivo hace que la persona se encuentre bien
consigo misma y con los demás, por lo que es importante interiorizar las habilidades que aporta este estilo y
utilizarlas en nuestra vida diaria.
- Empatía: Se trata de una actitud esencial para lograr una escucha eficaz. La actitud empática supone ponerse
en el lugar de la otra persona. Para ello, hay que captar los sentimientos y emociones que intenta transmitir
con sus palabras y hacerle ver que la comprendemos, sin emitir juicios de valor ni críticas sobre su situación
actual
Philips 66: consiste en dividir un grupo grande en subgrupos de seis personas, para que, durante seis minutos, los
miembros de cada equipo expongan su opinión sobre un tema a debatir.
Role-playing: consiste en un juego en el que el director del mismo propone una historia que se ha de interpretar, pero
que no tiene un final concreto. Se reparten los papeles entre los distintos miembros del grupo, que tendrán que asumir
el rol del personaje que les ha tocado.
Jornadas outdoor trining: se refiere al método de aprendizaje comunicativo a través de vivencias, bien al aire libre,
bien fuera del lugar del trabajo.
Dinámica grupal:
- Roles: en todo grupo se establecen unos roles según las tareas que los miembros asumen dentro del grupo.
- Líder del grupo: es la figura autoritaria que determina la distribución de roles y los objetivos necesarios para
alcanzar unos resultados concretos. Hay varios tipos de líder:
o Autoritario: impone todo lo que se debe hacer y determina por completo el modo de proceder del
grupo.
o Democrático: permite que el grupo participe en la confección de normas y directrices necesarias para
el correcto funcionamiento del equipo.
o Laissez-faire: no participa en las actividades grupales y da al grupo completa libertad para tomar sus
propias decisiones. Rara vez se implica en solucionar los conflictos.
- Efectividad grupal: para lograr que el equipo funcione de manera efectiva y eficaz, deben darse dos acciones
dentro del grupo:
o Cooperativa: todos los integrantes se respetan entre sí y ofrecen apoyo a sus compañeros para hacer
avanzar al grupo. Los conflictos se resuelven de forma constructiva.
o Competitiva: la competitividad entre los miembros de un mismo equipo no tiene por qué ser negativa,
entendiendo que cada uno coopera con un mismo fin y se potencia el desarrollo de las habilidades
individuales para el beneficio de todos.
Resolución de conflictos grupales:
El rol profesional:
- Pautas:
o Satisfacer, en la medida de lo posible, las necesidades básicas y de supervivencia del individuo.
o Reducir la tensión y la aflicción del paciente.
o Contribuir a que los pacientes tomen decisiones para resolver los problemas urgentes causados por la
emergencia.
o Favorecer el desarrollo de la ayuda mutua entre todos los afectados.
o Preservar una zona de seguridad interpersonal para las víctimas.
o Facilitar el descanso de los pacientes
o Facilitar el contacto con familiares y amigos
o Ayudar a las víctimas en la localización y verificación del estado de sus seres queridos
- Actitudes:
o Actitud firme: aunque siempre serena, respetuosa y afectiva.
o Evitar ser crítico con los pacientes: ni tampoco juzgarlos ni sermonearlos.
o Evitar calmar a la persona afectada convenciéndola de que está equivocada en sus apreciaciones o
juicios.
o Presentar una actitud de escucha responsable: permitiendo que la persona afectada se exprese
hablando o llorando.
o Mantener una actitud que facilite la empatía y lograr, así, la aceptación del paciente.
o Respetar la actitud de negación de los acontecimientos: puesto que esto es un mecanismo de defensa
de la personalidad, de modo que el profesional debe evitar interferir en dichas conductas defensivas.
- Relación de ayuda:
1. Comprender y acoger: en esta fase se produce el primer contacto entre la persona que necesita ayuda
y el profesional sanitario. Objetivo: comprender las necesidades de la persona y ayudarla.
2. Personalización: cuando el profesional ya ha detectado esas necesidades, debe personalizar la
atención y activar los recursos disponibles para ayudar a la persona a afrontar de manera saludable la
situación.
3. Plan de acción: en esta última fase, el profesional y la persona elaboran juntos un plan de acción, que
incluye pautas para seguir y metas alcanzables, orientadas a volver a una situación de normalidad.
Estrés: sentimiento de tensión física o emocional que experimenta una persona cuando se ve envuelta por un exceso
de situaciones que superan sus recursos, haciendo que se sienta frustrada, furiosa o nerviosa.
- Fases:
1. Alarma: el cuerpo reconoce el estrés y se prepara para la acción, ya sea de agresión o de fuga, en
función del temperamento de la persona afectada. Las glándulas endocrinas liberan hormonas que
aumentan los latidos del corazón y el ritmo respiratorio, elevan el nivel de azúcar en la sangre,
incrementan la transpiración, dilatan las pupilas y hacen más lenta la digestión.
2. Resistencia: el cuerpo demuestra sus habilidades reparando el daño producido en la primera etapa.
Pero si el estrés continúa, el cuerpo sigue en alerta y no puede reaccionar.
3. Agotamiento: es la consecuencia de una resistencia prolongada. La exposición al estrés agota las
reservas de energía del cuerpo y puede llevar a situaciones extremas. Es entonces cuando pueden
aparecer alteraciones físicas: algunos tipos de jaqueca, dolor facial, dolor de espalda, asma, alopecia,
úlcera péptica, hipertensión y estrés premenstrual. El estrés emocional añadido puede causar o
empeorar muchos trastornos de la piel, desde picores o cosquilleo hasta hipersensibilidad, sarpullidos
y acné.
- Medidas:
1. Comunicación: es una estrategia de apoyo psicológico. Saber escuchar y estar atentos a la
comunicación no verbal ayuda al profesional sanitario a tranquilizar al paciente, respondiendo sus
dudas y calmando sus miedos. No hay que usar tópicos como “esto no es nada”, sino dar información
adecuada.
2. Dieta y ejercicio: una buena nutrición y la actividad física contribuyen a un buen estado general de
salud, mejoran el ánimo y favorecen la relajación. Además, el ejercicio ayuda a segregar endorfinas, la
llamada hormona de la felicidad, que atenúan el dolor y proporcionan una sensación de bienestar.
3. Psicofármacos: los principales son los ansiolíticos, que alivian la ansiedad. Su consumo prolongado
genera problemas de tolerancia y dependencia, por lo que siempre hay que seguir las pautas médicas
tanto para tomarlo como para dejarlo progresivamente.
4. Tratamientos de exposición: son métodos de desensibilización, utilizados especialmente con las
fobias. Si la persona aprende a enfrentarse a lo que le causa temor (por ejemplo, una jeringuilla),
desaparece la ansiedad.
5. Relajación: el objetivo es reducir la tensión física o mental, disminuyendo así los niveles de estrés,
ansiedad o ira. Existen diferentes técnicas. Los principales modelos son el de reducción del nivel de
activación de Herbert Benson, el de la especificidad somático-cognitiva de Davison y Schwartz, y el
cognitivo-conductual de Smith.
6. Terapias alternativas: disciplinas como la homeopatía, la acupuntura, el shiatsu o digitopuntura, el
biofeedback o los masajes ofrecen tratamientos para reducir el estrés.
- Personas agitadas: pueden presentar hiperactividad, movimientos bruscos, expresión verbal alterada y hablar
atropelladamente.
- Personas agresivas: nosotros debemos tranquilizarnos. También deberemos evitar ciertas actitudes que
pueden desencadenar este tipo de conductas agresivas:
o Menosprecio o condescendencia, apatía o frialdad
o Mostrar impaciencia
o Utilizar amenazas, coacciones o insultos. No hay que seguirle el juego
o Recriminar su actitud
o Hacer posturas o gestos que puedan transmitir amenaza (brazos cruzados, señalar con el dedo,
posición frontal, realizar movimientos rápidos, contacto visual mantenido)
- Personas agresivas: Mantener algunas medidas de seguridad y aplicar una serie de estrategias:
o No llegar junto a la persona agresora por su espalda
o Dejar una distancia de seguridad mínima de un brazo con la persona
o No dar la espalda a la persona agresora (ligeramente de lado)
o Disponer siempre de una vía accesible, rápida y segura de escape
o Si la persona va armada, avisar inmediatamente a la policía y dejar el asunto en sus manos
- Personas desorientadas: 2 posibles causas: un traumatismo o una enfermedad previa como Alzheimer o
cualquier otro tipo de demencia. Puede ser espacial o temporal. Recomendable:
▪ Tener cierto contacto físico
▪ Intentar reorientarlas: lo mejor es usar referencias permanentes como un colegio o un edificio
emblemático.
- Personas con tendencias autolíticas o reacciones extremas: se pueden dar tanto en víctimas directas como
indirectas.
Reacción de pánico: como un miedo, a menudo grupal, que se traduce en reacciones primitivas de huida o fuga
incontrolada, sin objetivo y con posible presencia de violencia o situaciones agresivas
Técnica debriefing: es una técnica grupal y estructurada, dirigida a los miembros del equipo de intervención dentro
de las primeras 48-72 horas tras la catástrofe.
Técnica defusing: es una técnica grupal y de corta duración que tiene como objetivo facilitar la expresión de emociones
y de experiencias después de la situación de catástrofe.