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) Peder Sadiviol de la Nécién CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL- SALA 2 COC 24888/2014/TOLICNCA - CFC2 Reg. n° 1579/2018, En la ciudad de Buenos Aires, a los 5 dias del mes de diciembre de 2018, se retine la Sala Il de la Cémara Nacional de Casacién en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, integrada por los jueces Eugenio C. Sarrabayrouse, Daniel Morin y Horacio Dias, asistidos por la secretaria Paula Gorsd, para resolver el recurso de casacién interpuesto por el fiscal general en la presente causa n°? CCC 248332014/TOV/CNCI, caratulad] “Li T’ s/ recurso de casacién”, de la que RESULTA: IL. El 31 de marzo de 2016, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional n° 13 de esta ciudad resolvi6 —en lo que aqui interesa~/absolver 2) NEB cn orden al delito de promocién aa Ja prostitucién de una menor de edad —fs. 559-. Il. Contra dicha sentencia interpuso recurso de casacién el fiscal general, Julio César Castro (fs. 560/573). El remedio fue concedido a fs. 574 y la Sala de Turno de esta Camara le otorgé el trémite previsto en el art. 465, CPPN (fs. 581). Ul. El recurrente fund6 sus agravios en el inciso 1° del art. 456, CPPN. Concretamente, sostuvo que la decisién atacada mostré una fundamentacién aparente al no constituir una derivacién razonada del derecho vigente, configurando asf un error in iudicando. A su vez, plante6 que se produjo una afectacién a los principios de inviolabilidad, legalidad, y a todas aquellas garantias de jerarquta constitucional reconocidas en los arts. 18 y 75 inc. 22, CN con la incorporaci6n de los tratados de derechos humanos. En efecto, el fiscal advirti que los jueces tuyieron por acreditado el suceso pues a partir de los testigos que concurrieron al debate se logré probar que el acusado conocfa que S. E. S. era menor de edad. Por ello, cuestioné que los sentenciantes absolvieron al areas BE Eee ee eee ee eee ee eee eee ee eee Se Prades Jadcial de la Naetbn CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 2 CCC 24838720147 CNC CRO imputado sobre la base de que el “cliente” no puede promocionar ni facilitar la prostitucién, prescindiendo de realizar un andlisis adecuado de la acusacién formulada por el Ministerio Péblico Fiscal. Al respecto, el recurrente criticé que la interpretacién estricta y estatica de los conceptos involucrados en el caso efectuada por el tribunal @ quo era una posicién anacrénica, desactualizada y sexista, De este modo, entendié que la sentencia se contrapone al posicionamiento normative de nuestro pais en materia de derechos humanos y, en especial, critics que las citas efectuadas por los juzgadores eran previas a la reforma constitucional de 1994. Para el representante del Ministerio Puiblico Fiscal la conducta del cliente que mantiene relaciones sexuales con una persona menor de edad a cambio de dinero configura el delito de promocién y facilitacién de la prostitucién. Segin explicd, la interpretacién propuesta no afecta el principio de legalidad sino que pretendia modificar el paradigma imperante previo a la reforma de la ley 25.087. Asf, consigné que su postura promovia una lectura dindmica y evolutiva del tipo penal involucrado, con miras a la proteccién integral de los nifios, nifias y adolescentes. En apoyo de su posicién, y en relacién al sistema integral de proteccién de los derechos humanos, asi como al denominado control de convencionalidad, cité jurisprudencia de la Corte IDH en relacién a la interpretacién evolutiva y, en particular, los precedentes alle” (Villagrén Morales’ y otros) vs. Guatemala, y la Opinién Consultiva n° 16/99. De igual modo, record6 los precedentes de la Corte Suprema de Justicia de la Nacién “Giroldi”, “Mazzeo” y “Simén”. Relativo a la Venta de Niiftos, la Prostitucién Infar Tacha de forma OTDIOTS Firma por: HORACIO 1. DIAS. ‘rmad por EUGENIO C. SaRRABAYROUSE Freadofante mi) por: PAULA GORSD. Seeetara de Ciara mu *#24248826822241062642018 1204152522797 Peden Judicial dela Neacién ‘CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL - SALA 2 (COC 24883000147 T OVCNCI - CFC elar por el reconocimiento y En ese contexto, reseiié las circunstancias del caso, en icular, en las que se encontraba la menor involucrada: lejos de su ilia, sin dinero para mantenerse y regresar a la provincia de Salta. ecordé la recomendacién de la CEDAW n° 19 que en su artfculo 6 -ontempla a la pobreza y al desempleo como condicionantes para que jas mujeres ejerzan la prostitucién. De igual modo, refirié los iineamientos de las “100 Reglas de Brasilia” a las que adhirié la Corte uprema de Justicia de la Nacién a través de la acordada 5/2009 y , en conereto, consideran las distintas situaciones de abilidad que dificultan el acceso a la justicia. Por todo ello, entendié que sin perjuicio de que la victima no fue objeto de violencia, engafio, intimidacién 0 abuso de una relacién de superioridad, su consentimiento se _encontraba condicionado a partir de una situacién preexistente de vulnerabilidad y entendié que no existfan dudas de que no estaba en pie de igualdad con el imputado. En efecto, el fiscal recordé que era una nifia de tan solo 16 afios, que se encontraba en una ciudad desconocida y sola frente a un hombre de 60 afios. Afiadi6 que la posicién adoptada en la sentencia resulta desacertada porque el verbo promover empleado en el tipo penal eprece defied como “llega att advirtié razones que avalen una hermenéutica disociada de estos conceptos de modo de asignarle a dichos términos un alcance mas restrictivo como pretenden los juzgadores. Alrespecto, apunt6 que de la figura en cuestion surge que Ja agin Heica se completa con la Promocién la facilitacion de la ras 0577907 Se Paden ¢ Judicial dela Aacién ‘CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL- SALA 2 (CCC 24838/2014/FOLICNCI - CEC2 wntribuya, j i ; aa en si de la prosticién sino la actividad. del autor tendiente. a introducir -en el caso dela promocién:, o mantener o intensificar -en el caso de la facilitaciGn- el ejercicio de la prostitucin. Con relacién a la edad, explicé que Ia norma parte del supucsto de que lggenseatianicntnmmenstedemponasinmenemmenion requerimientos o facilidades de quienes pretenden su prostiueién no puede” ser considerado VAlido’ ni encontrarse justificado. Para el recurrente una chica de 16 aiios no puede consentir esa actividad ni tener dominio de Ia situacién frente a una persona que la triplica en edad, no solo por sus condiciones fisicas sino también psicolégicas, sociales, culturales y practicas. De este modo, el fiscal entendié que el ofrecimiento de : . ei err te cr ‘ealizar el acto de prostitucién solcitado, estimulando o arraigando su_ | dedicacién a dicha actividad. Los verbos tipicos no solo comprenden la conducta dirigida a iniciar al sujeto pasivo en la prostitucién, sino también a aquella destinada al impulso de esa situaci6n y, en efecto, el cliente la promueve y facilita, En ese marco, el recurrente sostuvo que la prostitucién igh ibe rain “asin a a a ns cece oases cay oferta efectuada por otros, pues se desnaturalizaria el papel fundamental y protagénico de la demanda. La conducta de quien paga a cambio de obtener una see sexual ib de aaah cs edad, afecta el bien juridico protegido por la norma, a : a ision libre de Fecha derma: 20 "rad por: HORACIO L DIAS. Formed por: EUGENIO C. SARRABAYROUSE Firmadotonte ni) por PAUL GORSD, Secretaria de Clare iu 10181208152522797 ® Peder Judicial de la Nactin ‘CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL- SALA 2 ECC 2488872014/FOUCNCH - CCR En el caso conereto, la fiscalfa recordé que el acusado habfa demandado los servicios de la nifia, contribuy6 y colaboré a la existencia de la explotacién infantil, se sirvi6 de esa actividad Pagande i cambio, financid y sports una decisiva contribucién a su manteaimiento. Fue qlgimputadgmewiemgentoindgconmelminculyy iciado por STEER, completando la accién tipica al Qn Ademés, ponderé que el cliente resultaba clave en la dindmica porque sin el no hay actividad lucrativa de Ja prostitucién infantil. Desde el plano dogmatico entendié que se traté de una “coautoria sucesiva” MMP fue Ia explotadora sexual quien realizo Ul Conducta individual ruse a la venta a la menor) Z el acuss como cliente se incorporé a la organizacién delictiva (pagé por sus . En sfntesis, razond que se sumé la fuerza del imputado a la conducta previa de En su defecto, plantes un supuesto de “autoria concomitante” cuyo concepto emerge de autor individual conforme a cada uno de los tipos en particular. Desde este punto de vista, el cli i i jal sobre los actos ejecutivos determina la conducta de la prostitucién. Para la fiscalfa, a7 regenteaba 4 la nifia y necesit6 del acusado para perfeccionar su actividad rentable. En definitiva, para el recurrente el imputado es coautor del delito que se le endilga al efectuar el pago para obtener una contraprestacién por parte de la menor. IV. Se celebré la audiencia prevista por el art. 468, CPPN, de la que participaron el fiscal Leonardo Filippini, en representaci6n del Ministerio Paiblico Fiscal, conforme lo establecido en la Resolucién PGN N° 2638, de 28 de agosto de 2015; y el defensor particular Pedro Pablo Pusineri, segtin surge del acta de fs. 587. El fiscal sostuvo el recurso interpuesto, mientras que el asistente de CRNMEEBerguments a favor de la sentencia recurrida. SZ Poder Judicial de la Acton CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL-SALA 2 CCC 2485372014/TOUCNC - CRC Efectuada la deliberacién establecida en el art. 469, CPPN, se arribé a un acuerdo en los téminos que a continuacién se exponen. CONSIDERANDO: El juez Eugenio C. Sarrabayrouse dijo: 1. De acuerdo con los planteos efectuados por el fiscal general y la manera en que resolvi6 el caso el tribunal de la instancia anterior, la cuestién a resolver en definitiva~ es si la conducta desarrollada por ATT uede encuadrarse en el delito de a a Pe rode orl 2Sy bis, CP). Al respecto, cabe consignar que la discusién planteada se refiere exclusivamente a la calificacién legal del hecho, en tanto la cuestién factica del caso no ha sido discutida por las partes en esta instancia (sin perjuicio de la posicién de la defensa en cuanto a que su asistido desconocia que S. podfa ser menor de edad, lo que como se verd fue analizado por el a quo en la sentencia). Se trata entonces de que este tribunal ejerza la competencia tradicional de la casacién, esto es, la interpretacin juridica del caso, capacidad que no ha sido discutida por la defensa y surge de lo reglado en los arts. 456, inc. 1°, 458 y 470, CPPN. Para tratar la cuestién planteada, conviene recordar qué hecho consideré probado el a quo. Asi, los jueces de mérito consideraron comprobado que: “...Cherca de las 16 horas del 25 de abril de {2014} EERE se presenié en el albergue transitorio “Noi”, sito en la calle 2D cle esta ciudad, en compaiiia de {S. E. S.} -de entonces 16 aftos de edad- y solicité una habitacién a la conscrje Arm cn les designd el cuarto nimero 13 y les entregé un talén identificatorio. Cuando se encontraban subiendo la escalera que dirige desde la recepcién a las habitaciones fueron interceptados por el cabo Norberto Daniel Mazars, quien Fecha de oma: tsa018 irmado por HORACTO L DIAS Firma por: EUGENIO C. SARRABAYROUSE aie Nc a 2482018 1208152522797 Paden Judicial de la Nacién CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL -SALA2 CCC 24893/2014/TOUCNCI - CFC2 identified al acusado y recibid de {S.} la informacién sobre su minoridad. “Minutos antes, MMMIIEB y {S.} habian tenido contacto en la vereda de la calle (ii! cntre 77S y MMM oportunidad en la que acordaron, con la intervencién de ———_——a 7 encuentro sexual entre ambos y la entrega de dinero por parte del acusado....” . También consideraron probado, a partir de los dichos del imputado, que el dinero habria sido entregado “...para que pudieran hacer frente a la deuda que mantentan con el (hJotel donde se hospedaban y que habian comido en el interior de su automévil, descartando expresamente una transaccién con contenido econémico. No obstante, en esa misma direccién, reconocié haberle preguntado a {S.} si estaba enamorada y haber desechado un encuentro sexual tripartito y si, en cambio, haber aceptado ir con la nombrada los dos ” (fs. 352vta./553). Asimismo, el tribunal a quo consideré que el cuadro juntos al albergue transitorio. probatorio reunido logré desvirtuar “...el posicionamiento del acusado en el sentido de que desconocta que {S. E. S.} podia ser menor de edad.” (fs. 556); en efecto, los sentenciantes advirtieron que “...{s}i bien se carece de un peritaje especifico sobre la edad que evidenciaba {S.} en ese entonces, en contrario se alzan todas las apreciaciones de los testigos que la vieron y trataron con ella en esa oportunidad. Recuérdese que el cabo Mazars le solicité su documento de identidad porque le parecié que era menor de edad. De no haberlo creido ast no hubiera intentado identificarla y hubiera dejado que la pareja se dirigiese a la habitacion que se le habia asignado.” ({d.). A idéntica solucién arribaron los juzgadores con relacién al descargo del acusado, quien en ejercicio de su derecho de defensa, “...modificé los hechos reconocidos intentando descartar el comercio sexual, el que, finalmente fue reconocido por su defensor en su alegato al sostener, entre otras cosas, que “@W@MEMEMEB pagd por un servicio”. (fs. 554). re Paden efadisal de la Nein ‘CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL -SALA 2 COC 2ehseontarTOUeNCA- CFC Para el tribunal a quo esa relacién estaba probada, incluso, més all del reconocimiento de la defensa. De este modo, los sentenciantes indicaron que “/lJas reglas de la experiencia y de la logica que rigen la sana critica racional ast lo indican. Estamos Jrenie a un hombre mayor, de buena posicién social y econémica, que ingresa a un hotel para parejas acompaiiado por una joven de dieciséis aios de edad a la que desconocia, oriunda de una provincia ubicada a mil quinientos kilémetros, sin dinero y perteneciente a un estrato social y econdmico mds bajo que el del acusado. No hay otra posibilidad de que hayan ido al hotel distinta de la de tener relaciones sexuales y tampoco hay otra opcién diferente a que esas relaciones tuvieran su origen en el convenio de un precio.” (fs. 554/554vta.). Entonces, corresponde determinar si, como pretende el recurrente, este hecho configura el tipo penal previsto en el art. 125 bis, CP. 2. El tribunal a quo resolvié absolver 2 ASAmany porque entendié que el acusado no promovié ni facilité la prostitucién de S. E. S., es decir, su conducta era atipica. Segiin los jueces, la conducta del imputado “...consistié en acordar sus servicios sexuales por precio, pero no realizé la conducta descripta en el articulo 125 bis del Cédigo Penal. No la determind a que se prostituyese, no la convencié ni la persuadié. Ello no surge de las manifestaciones de la menor, cuya valoracién —se dijo- adquiere caracteristicas especiales ni de los dichos del propic AMMMMMBio de los testigos que estaban al ‘momento de su detenci6n. “Tampoco facilité su ejercicio. No le proporcioné el lugar ni los medios para hacerlo. No sorteé complicaciones para ello, més bien, todo Io contrario, decidié concurrir a un albergue transitorio, ubicado a la vuelta de lugar en que la conocid. Pero no fue él quien le consiguié ef hotel ni le allané ninguna dificultad. El Fock dk fone OSTDIOTE irmade por HORACIO DIAS Firmad por: EUGENIO C.SARRABAY ROUSE Firmadofante m) por: PAULA GORSD, Secretaria de Camara HQ NAL 24248 312682224 1982442018 0M 522797 Se Paden cfudical de la Nitin ‘CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 2 {CCC 24S2320LNTOUCNCL “CFC? pago del precio no representa una promocién ni una facilitacién, que son conductas diferentes. “De tal modo que la conducta realizada por 772 QED resulta ser atipica y corresponde su absolucion, sin costas.” (fs. 558/558vta.).. En cuanto a las valoraciones de la fiscalfa y sus referencias a instrumentos internacionales ratificados por el Estado argentino, los sentenciantes afirmaron que no lograban conmover su posicién. Indicaron que “...{pjor mds éticamente reprochable que pueda resultar la conducta acreditada no puede forzarse el encuadre legal en la figura pretendida sin incurrir en la violacién al principio constitucional de legalidad.” (fs. 558). En definitiva, con cita de Soler, Donna, Molinario, Estrella y Godoy Lemos, De Luca y Lépez Casariego, para los jueces de mérito “.. ne é uter £6 esos delitos ¢ sliente ae. se. relaciona )stituta de manera excepcional o casual, sin perjuicio de que pudiera conllevar a una contravencién que excede los mdrgenes del dmbito de aplicacién del Derecho Penal.” (fs. 557). Atte 25 bis CP, acrryo alcance se discute en el presente caso, fue modificad : siguiente forma: “El que promoviere o facilitare la prostitucin de una persona serd penado con prision de cuatro (4)a sels (6) aflos de modificaciones de los capitulos respectivos del CP estuvieron motivadas, en esencia, por los compromisos internacionales asumidos por la Argentina. En efecto, en virtud de diferentes normas internacionales de derechos humanos, algunas de las cuales ya forman parte de nuestro derecho interno, y otras que integran el denominado soft law, nuestro pais asumi6, entre otros compromisos, la obligacién abordar "BO. 27.12.2012 o Prader -Seaicial de la Asin CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 2 (COC 24892/2014/TOVCNC = CEC? el problema de la explotacién sexual de nifios, nifias y adolescentes. En este sentido, cabe apuntar en primer término que el art. 34 de la Convencién de Derechos del Nifio (CDN)? dispone que los Estados partes adoptardn todas las medidas adecuadas para proteger al nifio contra todas las formas de explotacién y abuso sexuales. Asimismo, del deber de prevencién de los arts. 34 y 35, CDN, surge la consiguiente obligacién de los Estados de penalizar, en concreto, la incitacién 0 coaccién para conseguir que un nifio se dedique a cualquier actividad sexual ilegal, asi como también la explotacién de nifios en la prostitucién u otras practicas sexuales ilegales. Por otra parte, en el predmbulo del Protocolo Facultativo de la Convencién sobre los Derechos del Nifio relativo a la venta de nifios, la prostitucién infantil y la utilizacién de nifios en Ia pornografia® se destaca la necesidad de promover actividades de sensibilizacién tendientes a reducir Ja demanda que fomenta, entre otras actividades, la prostitucin infantil. Esta referencia se refuerza mediante los arts. | y 3, donde se establece la obligacién especifica de los Estados parte de prohibir y tipificar como delito la prostitucién infantil. En especial, son relevantes los arts. 3, parr. 2 y 3, parr. 3, referidos a la tentativa de realizar esos hechos y su participacién en ellos, asi como la obligacién del Estado de castigar esos delitos con penas adecuadas a su gravedad, respectivamente. Resin Ademés, el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y nifios, que complementa la * Aprobada por ley 0° 23.849. sancionada el 27.09.1990, promulgada el 16.10.1990 y publicada en el B.O. 22.10.1990. Con jerarqufa consttucional, art. 75, inc, 22 » Aprobado por ley n° 25.763, sancionada e] 23.07.2003, promulgada el 22.08.2003 y publicada en ef B.O. 25.08.2003, * Aprobado por ley n* 25.255. sancionada el 07.06.2000. promulgada el 20.07.2000 y publicada en el B.O. 26.07.2000, Tacha de fa 65122018 Firma pr HORACIO L DIAS irmado por: EUGENIO C.SARRABAYROUSE as VN a 6208222 1208162522797 Paden fudiiol de la Néwitn CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 2 oC nasaDOLATOUCNC! CCR Convencién de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional’, en su art. su art. 9%, parr. 5 dispone que | ispone que los Estados parte deberdn adoptar o reforzar las medidas legislaivas y de otra indole para desalentar la demanda que promueve todas las formas da lugar a Ja trata. En otro orden, la Declaracién de 1a reunién realizada en Estocolmo con motivo del Congreso Mundial contra la Explotacién Sexual Comercial de los Nifios, del 24 de agosto de 1996, establecié que “{lja explotacion sexual comercial de los nifios es una violacién fundamental de los derechos del nifto. Esta comprende el abuso sexual por adultos y la remuneracién en metdlico o en especie al nifio nifia y a una tercera persona o varias. El nifio es tratado como un objeto sexual y una mercancta. La explotacién sexual comercial de los nifios constituye una forma de coercién y violencia contra los niftos, que puede implicar el trabajo forzoso y formas contempordneas de esclavitud.” En ese marco, el informe de la Relatora Especial sobre la venta de nifios, la prostitucién infantil y la wtilizacién de nifios en la pomografia correspondiente a 2015° elaboré un estudio en el que se establecié un modelo te6rico basado en tres niveles de demanda: el inmediato, el intermedio y el subyacente, con el fin de facilitar la inclusién y clasificacién de todas Jas personas implicadas en la explotacién sexual de nifios por el lado de la demanda. Justamente, el nivel inmediato de la demanda que promueve la explotacién sexual de nifios abarca a “...las personas que explotan directamente a los nifios, como las que compran actos sexuales con niftos 0 material sobre abusos sexuales a nifios.””. * Aprobados por ley n° 25.632, sancionads eI 01.08.2002, promulgada el 29.08.2002 y ‘publicada en el B.O. 30.08.2002. * Presentado en virtud de lo dispuesto en las resoluciones del Consejo de Derechos ‘Humanos 7/13 y 25/6, eft. AHRCISI/S8. ? Chr. AHRCVBUSS, p. 7. Poder -fudivial de la Nacttin CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL - SALA 2 CCC 24888 20147TOLCNCA - CCD Por ello, con el fin de erradicar la explotacién sexual de nifios la Relatora Especial recomend6 a los Estados que “...centren su atencién en la demanda y establezcan amplias estrategias tendentes a reducirla.”*. A tales efectos, sugiri6 a todos los Estados que adopten, entre otras, las medidas siguientes: “/sJe aseguren de que los marcos juridicos aborden espectficamente la demanda que fomenta la explotaci6n sexual estableciendo orientaciones claras sobre las sanciones acordes con la gravedad del delito;” y “{d}ispongan que los procedimientos penales contra los autores de los delitos puedan incoarse siempre de oficio...”°. A nivel regional, también existen diversos instramentos que prevén obligaciones de prevencién y prohibicién de la explotacién sexual de nifios y entraiian por ende la sancién de los autores. En este sentido, puede destacarse la Declaracion de Rio de Janeiro y Llamado a la Accién para prevenir y detener la explotacién sexual de nifios, nifias y adolescentes que, con respecto a la explotacién sexual de este grupo de interés mediante la prostitucién, urgié a los Estados a que: “fajborden la demanda que leva a la rostituctOn de MiRO® y conviertan la adquisicién de sexo o cualquier __ NE desconerea la edad ou a fg a 5. El cuadro descripto obliga a analizar desde otra Ito perspectiva las reglas penales en juego, para lo cual, no puede pasarse Be alto el contexto en we, el art. 128 bi & fue sancionado. Es decir, que la vision tradicional sobre la participa on sel lie ne en n Peas resefiada. En este sentido, la sola mencién a lo que la doctrina ha dicho hasta el presente es insuficiente: se trata de un argumento de autoridad que debe ser confrontado con los planteos * Cir. AJARCI3I/S8, p. 22. fa, Fecha de fons, Os rza018 ‘irmado por: HORACIO 1 DIAS. Fimmodo por: EUGENIO C. SaRR4BAYROUSE Firmadolant ou) por PAULA GORSD. Seretaria de Ciara i mm 248826022261082 ji 1 00 01812081525227% Peder Judicial de la Nacton (CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 2 CCC 2466572014/TOUCNCH -CEC2 efectuados por la parte recurrente, para asf establecer si superan ese test. Por lo demas, cabe destacar que esta serie de instrumentos internacionales también impactaron tanto en la Iegislacién como en Ia jurisprudencia de otros pafses. Asf, Suecia en 1999 promulgé la ley sobre compra de servicios sexuales; mientras que Noruega' o Islandia”, han cambiado radicalmente su visién de la compra y venta de servicios sexuales, criminalizando al comprador bajo lo que se denominé el Modelo Nérdico. Sin embargo, incluso paises que contaban con una norma similar a nuestro art. 125 bis, CP, como es el caso de Espaiia!, han seguido este camino cuando el sujeto pasivo es una persona menor de edad. Asi, el 12 de febrero de 1999, el Pleno no jurisdiccional de la Sala Segunda del Tribunal Supremo de Espafia con relaci6n a la interpretacion del art. 187.1°, CP (1995), unificé la interpretacién en relaci6n con los supuestos de prostitucién con menores. En efecto, el Tribunal Supremo aprobé la siguiente propuesta interpretativa: “{dJebe examinarse en cada caso, atendiendo a la reiteracién de los actos y a la edad mas 0 menos temprana del menor, si las actuaciones de los “clientes” inducen o favorecen el mantenimiento del menor en la situacién de prostitucién. En este sentido, en los casos de prostitucién. infantil, ‘ ordinariamente la relacién sexual mediante precio como punible, con eee ee ee cia de que el menor ya hubiese practicado la prostitucin EERE SESE * sta norma fue susttuida en el ao 2005 por uns nueva dispositive penal relativa a la compra de servicios sexuales (cap. 6, at. 1} del Cédigo Penal sueco). Al respecto, Claude KAISA, Con la mira en el cliente de servicios sexuales, El ejemplo sueco: combate contra la prostitucién y Ja trata de personas atacando la raiz del mal. 2010, Solna, p. Se aprobé el 1 de enero de 2009 una ley que criminatiza ta compra de servicios sexuales, con la misma escala de sanciones que la ly sueca. "Bn 2009 se criminalizs la compra de servicios sexuales, 1a pena puede variar de multe & pena de prisién maxima de un af. " Artéculo 187.1, CP espafiol de 1995: “El que induxca. promueva, favorezca o feclite la prostitucin de uma persona menor de edad 0 incapac. serd castigado con las penas de prisién de mo a cuatro aftos y mulia de doce a veinsicuatro meses.” SS Poder Judicial dela Nevién CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL -SALA 2 ‘CCC 24838/2014/FOUCNCI - CEC2 con anterioridad, pues a esa edad.tan temprana, el ofrecimi ail por un adulto puede considerarse suficientemente influyente para determinar al menor a realizar el acto de prostitucién de nuestro sistema, completa la interpretacién de la regla mencionada. Con posterioridad, el Tribunal Supremo a través de la sentencia STS 2342/1999 del 7 de abril sostavo que "...debe : , 7 circunstancias de los actos y a la edad mds 0 menos temprana del menor) si las actuaciones de los ‘clientes’ i sentido en los idn_ infantil (joven de 15 6 menos afios de edad), ha de considerarse ordinariamente la relacién sexual mediante precio como accién de induccién 0 favorecimiento a prostitucién con anterioridad, pues a esa edad tan temprana el oe linero por un adulto puede considerarse determinarlo a realizar el acto de prostitucién solicitado, estimulando y arraigando su dedicacion a dicha actividad". EI mismo tribunal en la sentencia STS 1263/2006 de 22 de diciembre, también consideré relevante el dato de la reiteracién a cambio de dinero, concebido no ya como premio sino como retribucién previamente convenida, porque entonces "debe valorarse, ordinariamente como constitutiva de actos que inducen al menor a la ic rutin prostinucién, o al menos fevorecen, as didn ch aiaiia a para su escasa edad le siti un beneficio econdmico mediante el intercambio de sexo por dinero, Fein de rma: OB BOTS Erma por HORACIO E DIA. Firmado por EUGENIO C. SARRABAYROUSE Firmade{ane mi) por: PAULA GORSD, Secretaria de Ciara um 0 24198248201812081525 Fochade formas O9D018 Poder Judicial de la Navin © CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL -SALA 2 (CCC 24838/2014/TOLICNCH - CFC2 en lo Criminal y Correccional, con el voto de los jueces Rodolfo Pociello Argerich, Marfa Laura Garrigés de Rébori y Mirta L. Lopez Gonaflez, en la causa “M.,.P. A." del 1 de.junio.de 2009" entendis que los hechos investigados en ese caso debfan ser subsumidos en la figura prevista en el art. 125 bis, CP!° que -conforme la regulacién anterior- sancionaba la promocién 0 facilitacién de Ja prostitucién de menores de dieciocho afios, con o sin consentimiento de éstos, “... siendo suficiente para conformar el tipo penal que la accién delictiva promueva o facilite la prostitucion del menor, dado que la ley parte del supuesto de que el consentimiento prestado por el menor a los requerimientos 0 facilidades de quienes pretenden su prostitucién no puede ser considerado vdlido ni justificar juridicamente la conducta de aquéllos. Al respecto debe seftalarse que en el presente caso, la Catenin ken, Csecanes'“ -desde el comienzo- por el imputado, toda vez que al prestar declaracién indagatoria éste refirié que el menor le manifesté que tenia 17 aftos y su letrada, en la audiencia celebrada con motivo de la apelacién aqué examinada, manifesto que su asistido le indicé que el menor contaba con 15 afos de edad. parte del menor fare la realizacién del acto sexual no tiene relevancia en autos pues, justamente, por la condicién de menores cuentan con limitada capacidad de conocimiento y voluntad y carecen de la plena facultad de autodeterminacién que caracteriza a los adultos, * Cir. Sup, Penal 2009 (setiembre), 75 - LA LEY2003-E, $25, AR/JUR/16357/2009. Conforme la redaecién del art. 125 bis, CP previa a la seforma del aio 2012, que cesublecta: “ET que promoviere o facilltare a prostrucién de menores de dieciocho aitos, aunque ‘mediare el consentimiento de la victima serd reprimido con reclusién 0 prisiin de cuatro a diez aos. La pena serd de seis a quince aos de reclusién o prisién cuando la victima fuera menor de trece aot. Cualquiera que fuese la edad de la victima, la pena serd de reclusién o prisién de diez a quince ates, cuando mediare engaito, violencia, amenaze, abuso de autoridad 0 cualquier otro medio de intimidacisn 0 coercién, como también, si el autor fuera ascendiente, cényuge, hhermana, tutor © persona conviviente 0 encargada de su educactén o guarda.” (artéculo incorporado por at. 6° de la Ley N° 25.087 B.O, 14/5/1999). eo Peder - Judicial de la Aaeién CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL - SALA 2 CCC 2483372014/TO/CNCI - CEC “El mentado tipo penal protege tanto las conductas que ae eae Jacilitenel-mantenimiento de éstevensuvejercicio, pues se tiene reser Sialic adel aeiporan cas hofpecinientoglaclineromper un adulto puede considerarse suficientemente influyente sobre la voluntad del menor, para determinarlo a realizar el acto de dicha actividad. “Y si alguna duda cabe, tal como reiteradamente lo ha sostenido Ia jurisprudencia y doctrina, en que el tipo penal también corresponde al consumidor de sexo, podemos afirmar en este Supuesto que nos obligan los diferentes convenios y protocolos a los que el estado argentino adhirid, alguno de ellos con rango constitucional (Convencién Sobre los Derechos del Nifio) que obligan a los jueces, en tanto drganos del Estado, a una relectura de la legislacién nacional a la luz del texto y los principios consagrados en los Tratados de Derechos Humanos, bajo pena, en caso de ignorarlos, de hacer incurrir al Estado en responsabilidad internacional. - : - : esta interpretacién, propia de alguna concepcién de la realidad muy tradicional, no integra la garantta del principio de legalidad 9, vee contribuyen a ello, con el comportamiento sexual irresponsable de los Protocolo relativo a la venta de nifios, la prostitucion infantil y la utilizacién de los niftos en pornografta, Ley 25763) se encuentra en consonangiaggconmlamgrsformapaigGcdicomRenagaue incotpora expresamente la figura del art. 125 bis respecto de todos los menores Fecha de oma: O31 2019 Firmedo por HORACIO L DIAS. Firma por: EUGENIO C.SSRRABAYROUSE re NA 2ADAEED6E2224 1 9E24FL01B 1204152522797 ° Pader cfadicial dela Nevin CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL - SALA 2 COC 24893 2014TOVENC CFC? de 18 afios, sin ningtin tipo de elemento en la tipicidad que condicione la conducta a los fines de su punicién. “En este sentido se ha dicho: ‘No debe perderse de vista is icic istir le sxigencias OO Ee eer Serato sometimiento de un conjunto de libertades, como las “de aguardar sre rae ae guth 7. re eee relaciones sexuales.“ (Cédigo Penal y normas complementarias. Aniineeee jurisprudencial T° 4.- Baigiin, Zaffaroni, Arts. 125/125 bis, Javier De Luca- Julio c. 36.933 "M., P. A. s/ violacion con fuerza o intimidacién" -Procesamiento- Inst.6/118 - Sala V/08.- E, Lopez Casariego. Pag. 610, Ed. Hammurabi).~ "Sela oon Ty aiagead por euante con esa conducts cigaepiaeapactceada prostitucién como lo exige el tipo. El imputado ha realizado actos en ese sentido al aceptar, desde su condicién de adulto, los servicios sexuales de un menor, al que se debe tender a apartar de dichos comportamientos y en esa direccién la Constitucién Nacional se torna operativa para integracién del tipo en cuestién". En ese mismo sentido, corresponde citar otro precedente de la Sala IV de ta Cémara Nacional en lo Criminal y Correccional, de fecha 11 de mayo de 2010 autos “R., C. R.”, con el voto de los jueces Alberto Seijas y Carlos Alberto Gonzélez. Pei eda Shana CasaciénPenal con el voto del juez Radl R. Maduefio, al que adhirieron los jueces Luis Maria Cabral y Mariano H. Borinsky, en el precedente ——— Valdez, Osvaldo Anfbal y Pampin, Alberto Eduardo’ fecha 21 de diciembre de Ceseiisne eae Davee e cert eet errr rear eeareeerrrrererrre rere errr rere errr SS Pier ¢ Judicial de la Aacién ‘CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL -SALA 2 SEE emai eee ©2011" indies que “ dixieide. pinici - eee icin. El verbo promover empleado en el tipo aparece definido como "iniciar 0 impulsar una cosa 0 un proceso, procurando su logro” (cfr. Diccionario de la lengua espafiola de la Real Academia Espaftol, Vigésima segunda edicién) y no advierto razones que avalen una hermenéutica disociada de ese concepto de modo de asignarle al término "promover" un alcance més restrictive. Ademds de las razones de exégesis que sustentan esta interpretacién, el criterio guarda coherencia con el Protocolo facultativo de la Convencién sobre los Derechos del Nifio relativo a la venta de nifios, la prostitucién infantil y la utilizacién de niftos en la pornografta, ratificado por nuestro pats el 25 de septiembre de 2003, cuyo art, 3.1.b) establece que "todo Estado Parte adoptard medidas para que, como minimo, los actos y actividades que a continuacién se enumeran queden integramente comprendidos en su legislacién penal, tanto si se han cometido dentro como fuera de sus fronteras, 0 si se han perpetrado individual 0 colectivamente: 2; (por prostitucién infantil se entiende la utilizacidn de un nifo en actividades sexuales a cambio de remuneracién o de cualquier otra retribucién)". 6. La euesti6n pasa, entoncesy por determinar sijaquellos En este sentido, y en relacién con la doctrina citada en Ia sentencia cuestionada, el punto central pasa por establecer si es posible sostener aquella lectura tradicional del ejercicio de la prostitucién y los * ARIUR/1909/2011. Tacha de oma O51a2018 inna por” HORACIO L DIAS irmado por: EUGENIO C. SARRABAYROUSE nana mm 2261 9624820181204 182522797 Paden Judicial de la Nacién ‘CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL ¥ CORRECCIONAL - SALA 2 CCC 24683 20147TOUCNCI -CEC2 clientes, cuando en esa actividad interviene, como sujeto pasivo, una persona menor de edad. El verbo tfpico promover incluye tanto la generacién en el menor de la idea del ejercicio de la prostitucién, como el impulso a aleanzar un mayor grado de ese estado o la persuasién para no abandonarlo'’. En efecto, para la Real Academia Espajiola el verbo promover puede ser definido como “Impulsar el desarrollo.o la ‘reaizaciénsde alg." Mientras que facilita quien eoloca a _ disposicién del menor la oportunidad o Jos medios para que el sujeto pasivo pueda concretar el ejercicio de la actividad" atendiendo a las caracteristicas del caso, lo que deberd analizarse es si . Por lo tanto, la conducta Hevada adelante por Aisemberg puede ser encuadrada en los términos de la promocién de la prostitucién. Ahora bien, y de acuerdo con lo planteado por la fiscalfa, el alcance de los verbos tipicos citados no puede sustraerse de los compromisos internacionales -enumerados en el punto 4 de este voto- que fueron suscriptos por nuestro pais, sin que esto signifique, en modo alguno, la violacién del principio de legalidad. Y en este aspecto se debe ser claro: no se trata de que rija una imposicién del derecho internacional por fuera de lo que dispone nuestro ordenamiento legal, sino de la manera de interpretar correctamente las reformas legislativas realizadas en sintonia con los compromisos asumidos. Se trata, de establecer la intencién del legislador al introducir nuevos tipos penales.” * Gli Javier DE LUCA y Julio LOPEZ CASARIEGO, en Eugenio R. ZAFFARONI / David BAIGUN (Directores, Ceo Penal dela Nacidn, 4, Hammurabi, Buenos Aires, 2009. p. 6I1 y ss, En igual sentido, Edgardo Alberto DONNA. Delitos contra la integridad sexual Rubiazal ~ Culroni, Buenos Altes. 2a. edicién p. 152. °° Of, http:/iwww.rae.es/. » Cz, Javier DE LUCA y Julio LOPEZ CASARIEGO, en Eugenio R. ZAFFARONI / David BAIGUN (Direcores). Coigo Penal de la Nacin,t 4, Hammurabi, Bucros Aires, 2008 p.6Il y ss. En igual sentido, Andeés José DYALESSIO, Director, Cédigo Penel. Comenrado otado, pare especial, La Ley, Buenos Aires, 24a, evi, art. 125 bis, CP. 195. Al respect, Agustina Iglesias SKULI expla “fa pregunta que resia es st con el at 125 bis quiere prohibrse la compra de servicios seuoles, porgue tal y como se encuentra redacrada ta norma podria imerpretarce que el cliente ex ator de la conduct tpi del art. 125 bis, Esta afirmecién puede furdamentarse si se toma en cuenta la partcipacién de grupos foministasabolicinisas en tos debates de esta ley que solctaban la crminalizactn del clenre Fecha de firma: Be Paden -fadiial de la Navin (CAMARA NACIONAL DE CASACION EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL -SALA2 CC 2aass2014/TOVENC! ~ CRD En este punto, no debe olvidarse que los nifios por sus condiciones particulares se encuentran expuestos a diferentes tipos de riesgos, segtin su edad y su desarrollo. La, yulnerabilidad del: menor, capacidad de resistencia; de la situacién en la que se encuentre y, Sobre todo, de su entorno inmediato y del contexto mas amplio en que se siti. Asi, entre los factores que potencian Ta posibilidad de ser Jas dificultades econémicas: la situacién de migracién, entre otros. Todos esos elementos son interdependientes entre sf! En el caso, el tribunal de mérito consideré probado que Ja menor: 1) contaba con 16 afios de edad al momento del hecho, 2) era oriunda de la provincia de Salta, 3) tenia varios hermanos 4) su tfo ¥sujmadre, sufifan problemas de adiceién a las drogas, 5) era mantenida por_suabuclastro, y 6) habfa legado_por primera. vez, a Buenos Aires para pasar él fin de semana largo (fs. 553/553vta.). En efecto, tal como se desprendié del testimonio de Time GEE psicdloga del Programa Nacional de Rescate y Acompafiamiento de las personas damnificadas por el delito de trata del Ministerio de Justicia de Derechos Humanos de Ja Nacién, quien se entrevisté con ella, la joven hizo referencia a “su hermana” de veinte afios de edad, con la que iba a ir a pasear por la ciudad, quien ya habja venido a Buenos Aires y habfa trabajado en el local “Cocodrilo” (cf. fs. 553 de la sentencia). Incluso, a partir del relato de la joven, en la sentencia se consigné que |,

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