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PRESENTACION Esta Doctrina elaborada para levar a los indios evangelio y cul- tura, se reimprime después de cuatrocientos veintisiete afios de haber sido impresa por vez primera, y alos siete afios de haber conmemo- rado México el cuarto centenario de la muerte de Fray Pedro de Gante, ocurrida en su capilla de San José de los Naturales. Uno de los rarisimos ejemplares de esta obra, y el mejor conser- vado, ha servido para su reimpresién. Se custodia en el Archivo General de la Nacién de México. Con gran amplitud de criterio de su directora, la Dra, Alejandra Moreno Toscano, nos facilité copia de esta Doctrina, por lo cual le expresamos nuestra gratitud. Siendo como es obra excepcional de la bibliografia mexicana y testimonio extraordinario de la singular labor cultural y apostélica de los religiosos que ofrendaron su vida por la defensa y conversion de los indigenas y su asimilacién a la cultura europea, me complace que el Centro de Estudios Fray Bernardino de Sahagiin haya pro- hijado su reedicibn, El entrafiable amor y admiracién que tengo hacia la figura venerable de Fray Pedro se ve colmado al contemplar tanto la difusin de esta obra, como el monumento que la ciudad de México adeudaba a tan singular vardn, fundador de la educa- cién mexicana. Para comprender el innegable valor que como instrumento ci- vilizador y apostélico tiene esta Doctrina, la hemos precedido de ul un estudio en el cual la situamos dentro del contexto histérico cul- tural en que surgié y en el cual cobra su auténtico sentido. Anhelo que este sea un medio més de preservar el recuerdo de ese humilde “Lirio de Flandes” y de impregnar el corazén de los mexicanos de las gratas esencias de su perdurable accién. ERNESTO be LA Torre VILLAR LOS CATECISMOS, INSTRUMENTOS DE EVANGELIZACION Y CULTURA Preliminar EI mundo americano fue para los europeos desde su hallazgo, objeto de asombro y admiracién siempre creciente, Sorprendidles su extrafia y extraordinaria naturaleza, como se aprecia en las cartas de Colén y Américo Vespucio y mas tarde en las relaciones de Cor- tés y Bemal Diaz. Si estos hombres, letrados unos, risticos otros, maravillaronse de lla, también a los primeros religiosos deslum- bréles el mundo que les circundaba por diferente y grandioso, Mas si las tierras por su pasmosa geografia les asombraron, més les con- movieron las criaturas que en ellos vivian, las cuales, advirtieron, eran seres semejantes a cllos, fisicamente iguales y también pro- vistos de raz6n, pero diferentes en cuanto a su cultura y concep- ciones del mundo y de la vida. Dejando a un lado las interesadas opiniones de gente de empre- sa, de hombres que buscaron en Indias su propio beneficio y des- consideraron a los aborigenes tratando de utilizarlos como simple fuerza de trabajo, opiniones que se prolongaron todavia largos afios, tratemos de conocer algunos pareceres de los religiosos venidos al Nuevo Mundo en sus albores. Si bien las opiniones de los religiosos 13 franciscanos, dominicos y jerénimos artibados a Santo Domingo fueron las primeras, ocupéronse en ellas brevemente de la natura- leza y en forma amplia de los problemas que el contacto de espa- fioles ¢ indigenas cre6, Desde las Antillas planteése el dilema de la racionalidad del indio, de la defensa de sus derechos y de la nece- sidad de evangelizarlo e incorporarlo a la civilizacién europea, cu- yos valores y cultura en general se consideraron superiores, o de stimarlo como bestia, fuerza de trabajo, sin derecho alguno ni posibilidad de conversién e instruccién. La penetracién al continente american, m&s vasto que las is- las y cuyos recursos naturales y humanos eran mayores, renové y acrecent6 el dilema. Tierra firme a més de su amplitud y grandeza, era el asiento de seculares civilizaciones constituidas por heteroge- neos grupos humanos que habfan formado a lo largo del tiempo culturas nada desdefiables. Si sus adelantos materiales admiraban, no asi ciertas practicas que unidas a sus concepciones religiosas po- seian: idolatria, sacrificios humanos, canibalismo, ete. El descu- brimiento de América impulsado por: el desarrollo cientffico que propicié la apertura de nuevas rutas geogrAficas; los intereses po- litico-econémicos de los estados europeos mas adelantados como Espafia y Portugal primero y mas tarde de Holanda, Francia Inglaterra, que deseaban constituir amplios y poderosos imperios; la sed de aventura de los conquistadores en quienes latfa atin el espiritu de cruzada; y también Ia sed evangélica, el deseo de am- pliar la cristiandad acosada por el Islam y de crear una iglesia pura, limpia de todo contagio politico, liberada de los vicios con que la rutina y los intereses materiales la habfan infestado, planted a los descubridores, militares y administradores asi como a los religiosos, amplia gama de problemas, Uno de ellos, el que nos interesa, fue el concemiente a la evan- gelizacién y educacién de los indios. Supuesta su racionalidad que se defendié a todo trance ¢cémo hacer para transmitirles los ele- mentos positives de la cultura europea? y més importante atin, gcémo proceder a convertirlos, a hacerles Hegar la luz y verdad evangélica en la cual se asentaba el progreso y salvacién del hombre? 4 Entre los religiosos venidos a la Nueva Espafia, Fray Pedro de Gante, por su formaci6n, alta cultura, experiencia de gobierno politico y administrativo y por su singular y magnifica labor desa- rrollada en México durante més de cincuenta afios, merece par- q ticular atencién, pues él fue el primero que sent6 las bases para la conversién y transformacién cultural de los indigenas. Gante procedente de las suaves campifias de Flandes en donde varios siglos de altas civilizaciones habfan dejado fuerte impacto, al escribir a sus hermanos de religién en 1529, esto es, a seis escasos afios de haber arribado a Nueva Espaiia, redacta admirado de la tierra y sus pobladores lo siguiente: “. . .esta tierra en que estamos aventaja a todas las demas del mundo, porque no es fria ni caliente en demasfa, y en cualquier tiempo se siembra y se cosecha, por ser tierra de regadio. Medio afio, desde principios de octubre hasta mayo no Ilueve, lo cual aqui ¢s regla infalible, bien que en otras partes acontezca lo contrario. Los nacidos en esta tierra son de bo- nisima complexién y natural, aptos para todo, y més para recibir nuestra santa fe, Pero tienen de malo el ser de condicién servil, por- que nada hacen sino forzados, y cosa ninguna por amor y buen trato; aunque en esto no parecen seguir su propia naturaleza, sino Ia costumbre, porque nunca aprendieron a obrar por amor a la virtud, sino por temor y miedo”,? Si admir6 y estimé la naturaleza que le circufa, la condicién hu- mana gravada por los excesos de la conquista le conturbé. Extrafias fueron para él conducta y formas de vida de los naturales. Satu- rado como estaba de profunda y tradicional cultura y sensibilidad y de una espiritualidad cristiana quintaesenciada por la mentali- dad de los més rigurosos intérpretes de la luz evangélica, impreg- nados a su vez de un sentimiento de transformacién social y politica que Ies Hevaba a ansiar nueva edad dorada de la cristian- dad, Fray Pedro no podia menos que sorprenderse al encontrar un 4 “Garta de Fray Pedro de Gante a los Padres y Hermanos de Ia Provincia de Flandes, de 27 de junio de 1529”, en Ennzsro pe 1A Tone Vittan, Fray Pedro de Gante, maestro y civilizador de América, México, Seminario de Cul- tura Mexicana, 1973, [4J-148 p,, ils, p. 71. 15 pueblo regido més por el temor, que por el amor, mas por el. cas- tigo que por el premio o el desinterés, Su pensamiento no acept6, al igual que los misioneros posteriores, las formas religiosas de estos pueblos, de abf la urgencia de cumplir eficazmente su misién, de convertir a los naturales a la fe cristiana: de variar sus formas de conducta, su mentalidad, para que procedieran en otra forma, Jamis estimé el lego flamenco, ni los posteriorés misioneros, que Jos indigenas americanos fueran incapaces de inoorporarse a la cultura europea, de asimilar los valores occidentales, religiosos ¢ intelectuales. En su mente y en la de sus seguidores no hubo idea ninguna de superioridad animica o intelectual, ni albergaron nun- ca sentimientos de desestimacién por razones de raza u origen. Creyeron que los aborigenes sustentaban un conjunto de valores extrafios y que seria la cultura europea quien los cambiaria. Con esa fuerza extraordinaria que da la idea de cumplir una misién, los religiosos volcaron todo su entusiasmo, saber, energias, y amor en los indios. A ellos se entregaron y fueron padres aman- tisimos y maestros de tan excelentes calidades que podemos decir, sin exagerar, que la cultura y salvacién del indio, débense primor- dialmente a ellos, quienes con su ejemplo, ideas renovadoras y la- bor permanente pusieron las bases de nuestra civilizacién. Ensefiar a los indios la religién cristiama y los més valiosos prin- cipios de la cultura occidental, esto es, formas de civilidad politica, y los conocimientos cientfficos y humanisticos més relevantes, re- presenté la misién esencial de los religiosos, Cumplir con el “Do- cete omnes gentes” evangélico constituyé su finalidad tltima. Para ello, los religiosos flamencos encabezados por Fray Juan de Tecto, luego que aprendieron la lengua de los indios, trazaron los linea- mientos de una cartilla, esto es de un instrumento o medio de comu- nicar a los naturales los principios de la fe cristiana y de la cultura occidental. Ese esfuerzo, el primero realizado en México, lo prosi- guié a la muerte de Tecto, Fray Pedro de Gante, quien para el afio de 1527 habia logrado elaborar una cartilla que, ante la falta de impresores en Nueva Espafia, envié a los Paises Bajos para que se editara, 16 Gante, como hombre procedente de un pais de alta cultura apre- cié el inmenso valor que el libro tenia como transmisor del pensa~ miento, de las formas todas de la cultura, y en ese poder confié. No consideré, al igual que otros frailes que un medio de expresién a base de elementos figurativos, que fue significativo pero limitado por su propia naturaleza, como lo que se ha dado en lamar escri- tura testeriana, pudiera tener amplios y seguros efectos, sino que habia que acudir a la bondad de la letra impresa, a los libros que podian multiplicarse cuanto se quisiera, de ahi su deseo de publicar su cartilla en 1528 y sus posteriores esfuerzos en ese mis- mo sentido en 1547, 1553 y 15692 Intenso fue el impulso que dio a la educacién una vez traslada- doa la ciudad de México en donde creé su famosa capilla-colegio. Consagrados a la formacién y educacién de los indios y ante la resistencia que los adultos por raz6n natural oponian a todo cam- bio, principalmente el que les Hevaba a abandonar sus ideas, sus creencias tradicionales tan fuertemente arraigadas en ellos, y como auténticos educadores, los misioneros iniciaron su Jabor entre los nifios, materia ductil para formarla segiin sus concepciones del mundo y de la vida. Los pequefios, sin ideas muy firmes pues veian destruido un mundo que apenas comenzaban a conocer, resultaban instrumentos déciles para su obra, Esta labor de proselitismo entre la nifiez que es la tinica edad que posibilita un cambio répido y més amplio, la Hevaron a buen término Gante y sus compafieros + Ennesto pe LA Toare VittaR, op. cit. p. 31 y ss. Varias décadas mis tarde, hhacia 1580, el P. José de Acosta uno de los més penetrantes “Cronistas de in- dias”, en el volumen I, Cap. IV de su Historia Natural y Moral de las Indias (México, Fondo de Cultura Econémica, 1946) al comparar el desarrollo cul tural del oriente y de América, establece el valor de nuestro alfabeto y sus grandes posibilidades civilizadoras al decir: “En la escritura china, no son letras las suyas que sirvan para palabras, sino figurillas de innumerables cosas, ‘que con infinito trabajo y tiempo prolijo se alcanzan, y al cabo de toda st Ciencia, sabe mis un indio del Per o de México que ha aprendido a leer y escribir que el ms sabio mandarin de ellos; pues el indio con 24 letras que sabe escribir y juntar escribird y leeré todos cuantos vocablos hay en el mundo y el mandarin’ con sus cien mil letras estard muy dudoso para escribir cual- quier nombre propio”. W franciscanos a partir de 1524, escogiendo principalmente con el fin de que su influencia resultara benéfica para todos, a los hijos de las familias principale: Este proceso lo sefiala Fray Pedro en varias cartas, En Ia de 1529 eseribe a sus hermanos: “Por ser la tierra grandisima, poblada de infinita gente y los frailes que predican pocos para ensefiar tanta multitud, nosotros los frailes, recogimos en nuestras casas a los hijos de los sefiores y principales para instruirlos en la fe catélica, y aque- llos después ensefian a sus padres”, y agrega, aclarando la misién que se les conferia: “Saben estos muchachos leer, escribir, cantar, y predicar y celebrar el oficio divino a uso de la iglesia” ® La intensa actividad ensefiante de Gante y sus compafieros, que se encuentra descrita tanto en sus epistolas como en numerosos do- cumentos de la época y ain en las obras clésicas como las de Men- dieta, nos releva de la necesidad de proporcionar més ejemplos. Bastenos afirmar que desde Fray Pedro en adelante, todos los misio- neros de las diferentes érdenes y congregaciones, siguieron estimando que su labor esencial consistia en la evangelizacién y educacién de los naturales, que esa labor deberia ser apoyada por todas las au- toridades pues representaba seria obligacién ain para la Corona, Y que ante ella deberian posponerse cualesqiiier otros interes Ello evaba a Fray Pedro a escribir al monarca que el descubi miento y la conquista se habfan hecho “para buscalles su salvacién”, a los naturales y que no era dable alegar ninguna razén material por muy importante que fuese ante las necesidades de su evangeli- zacién, pues “Cristo Nuestro redentor no vino a derramar su pre- ciosisima sangre por sus tributos, sino por sus dnimas, pues vale mis un 4nima que se salve que todo el mundo de cosas tempora- les? Ante esa urgencia inaplazable, diversos misioneros, cada uno dentro de su particular formacién y peculiar sensibilidad, pero * Tbidem, p. 74 “Carta de Fray Pedro de Gante al Emperador D. Carlos V, de 15 de febrero de 1552", en Ennzsto pe La Tonss Vitian. Of. cit, pp. 52 y a. 18 penetrados todos de un mismo anhelo ¢ iguales principios doctri- nales, se entregaron a la noble tarea de elaborar los materiales indispensables para proporcionar a los indios una instrucci6n reli- giosa s6lida y efectiva y al mismo tiempo las bases primeras de la cultura occidental. Para esto tiltimo recurrieron a la utilizacién del alfabeto, de los catones y cartillas que posibilitaban una ensefianza gradual jerarquizada. Carteles con el alfabeto y la formacién de las silabas, dibujos que representaban personajes y acontecimientos de las Sagradas Escrituras y otros medios visuales de que nos han de- jado relacién Valadés, Mendieta y Torquemada, y los cuales pro- cedian de una larga tradicién ensefiante europea, fueron empleados por los religiosos y sus ayudantes. Los mAs efectivos métodos peda- g6gicos utilizados en el Viejo Mundo, fueron aplicados con resulta- dos sorprendentes en este aspecto. Pero si el aprendizaje de la lectura y escritura se facilité a grado tal que los indiezuelos a més de apren- der el castellano aprendieron con gran aprovechamiento el latin y también a leer en caracteres de imprenta sus propias lenguas —este adelantamiento se incrementé con la aparicién de la imprenta en 1539 y Ia legada de nutridas remesas de libros de varias disciplinas que ponfan al aleance de los mexicanos las obras més salientes del pensamiento europeo— la ensefianza de la doctrina cristiana tuvo algunos obstculos, principalmente cuando se trat6 de verter en las lenguas indfgenas principios dogméticos y doctrinales ajenos por completo a la mentalidad indigena y los cuales no encontraban en los léxicos aborigenes su correspondiente concepto. Por otra parte, era necesario uniformar la doctrina y graduarla, asegurarse de su recta explicacién e interpretacién. Varios intentos de doctrinas se elaboraron. Excelentes tedlogos intervinieron en ello y con la colaboracién de algunos frailes que habian penetrado a fondo en las diversas lenguas, unos de recia for- macién humanista —renacentista recibida en Europa— otros de menor preparacién pero con amplios conocimientos de las lenguas nativas, se procedié a formular las doctrinas cristianas indispensa- bles para el buen adoctrinamiento de los indios. Pero si hubo en mu- chas ocasiones una distincién precisa entre cartillas y doctrinas, aun 19 cuando unas y otras realizaban la misma funcién civilizadora, am- bas fueron consideradas como instrumentos de formacién religiosa y cultural y combinaron perfectamente sus elementos. Claro est que hhubo doctrinas o catecismos consagrados fundamentalmente a pro- porcionar a diversos niveles el conocimiento de la religién y cartillas destinadas a servir exclusivamente para la alfabetizacién y Ia ense- fianza de la lectura y escritura, asi como también de las normas ele- mentales de urbanidad, pero ambos instrumentos, como ocurria en la Europa de aquellos afios, servian esencialmente para formar bue- nos cristianos y excelentes ciudadanos regidos por normas morales y politicas de alto valor. Esta doble funcién la tienen los primeros catecismos 0 doctrinas y sus complementos, las artes, vocabularios y otros mas, elaborados por notables lingiiistas y preceptores que a la vex que fortalecian el espiritu, daban al intelecto vias de superacién, ya la conducta, reglas para su positivo desarrollo, Juan José de Eguiara y Eguren en el Prélogo XVIII de su Biblio- teca Mexicana al mencionar las diversas lenguas indigenas que se hablaban en México, abunda en elogios para todos aquellos que las estudiaron, aprendieron y cultivaron y subraya la importancia de su labor. Por eso escribe: “Pues bien; muchas de esas lenguas han sido estudiadas por los nuestros, reducidas a preceptos ¢ ilustradas con gramiticas, diccionarios extensisimos, catecismos de la doctrina cristiana, sermones y otros trabajos andlogos destinados a instruir a los indios en la verdadera religién, y a nadie se le ocultard el ingenio, dedicacién y esfuerzo que tales obras suponen, con sélo que con- sidere que Ios espafioles, asf los nacidos en Europa como los engen- drados en tierra americana, han aprendido el idioma hispano en los Propios pechos matemales, siéndoles tan extrafias ¢ ignoradas las lenguas de América, como no importa que otro idioma europeo. Cualquiera pues que fije su atencién en estas barbaras lenguas, de dificilisima pronunciacién ¢ inteligencia tendra que confesar que ‘¢s0s escritos son de importancia y trabajos mayores que los muchos ‘compuestos en hebreo, griego, caldeo y lenguas orientales cultivadi- simas de antiguo con apoyo de libros y colaboracién de insignes maestros. Y no es que los nuestros hayan totalmente descuidado es- 20 tos idiomas, pues ya veremos en el cuerpo de nuestra Biblioteca co- ‘mo no pocos han sobresalido en ellos y han escrito o publicado gra- miticas hebreas o griegas”. No es nuestro intento hacer la crénica de las doctrinas, lo cual implica un serio esfuerzo bibliogrfico y teolégico-doctrinal, sino mostrar cémo los catecismos, las doctrinas preparadas por insignes religiosos, tuvieron al mismo tiempo la doble finalidad de evange- lizar y de civilizar. En la mente de los religiosos la evangelizacién Hevaba aparejada la civilizacién. Eso lo vamos a demostrar con al- gunos ejemplos que analizaremos una vez que hayamos mencionado los antecedentes curopeos acerca de esta misma noble y dual fina- lidad. I Los antecedentes europeos La necesidad de comunicar el pensamiento, de transmitir la cul- tura, la heredada y Ia que se creaba a través del humano ingenio, impuls6 la escritura que se realizaba en el pergamino, en el papel y en materias duras como la madera, el marmol y la piedra. Es- cribientes, talladores y lapidarios, volearon en libros y rollos, en monumentos y lapidas, inscripciones conmemorativas, registros ‘econémicos y politicos y textos muy variados de filosofia, teologia, medicina, agrimensura y letras humanas. En los monasterios, en algunas cortes sefioriales y embrionarias instituciones de cultura, Ia escritura se practicé con esmero, legdndose a convertir en ver- dadera arte caligrafica que se realizaba en los paises nérdicos en caracteres géticos y en los de la Europa del mediodia en los latinos, prosiguiendo de esa manera vieja y firme tradicién. Pero junto a Jos escribientes clericales o cortesanos, habia otros que sin estable- cimiento fijo, recorrian ciudades y villorrios, ensefiando a los de los burgueses a escribir y a leer. En verdad se trataba de maes- a tros que ambulaban proclamando las excelencias de su ensciianza, la cual ofrecfa amplias variedades, pues se trataba tanto de la que significaba una instruccién metédica apoyada en manuales siste- maticos para aprender a leer y escribir en diferentes etapas o nive- les; 0 bien modelos con varias formas de escritura para que el maestro las aplicara, y finalmente, explicaciones en torno de los términos y modelos a usar.* A partir del siglo XIII el esfuerzo de estos maestros fue en au- mento, al tiempo que en algunos monasterios se realizaba labor semejante y se creaban algunas escuclas consagradas a ese tipo de instruccién en las grandes ciudades. Sin embargo, los maestros ambulantes proseguian su ensefianza levando consigo grandes pan- cartas que colocaban en las plazas de las villas, en los atrios cate- dralicios y en otros Iugares, pancartas en las que figuraban las formas escriturales que ensefiaban, las estampas que representaban las historias que narraban con sus personajes y los pasajes doctri- nales que explicaban.* Estas formas de ensefianza habrin de ampliarse, difundirse por varios paises europeos, y trasladarse posteriormente a América en donde las aplicarfan Gante, Valadés y otros maestros catequistas +S. H. Sramvxno, “Medieval writing-masters", in The Library, Fourth Series, vol. XXII, No. 1. June, 1941, pp. 1-24, p. 2. Uno de los primeros expe- cimenes fue publicado en The Library, Fourth Series, vol. XI, n, 3/4, 1941, Pp. 264 y ss. Uno de los ilkimos en Anzeiger fiir kunde des deutschen Vorscis, 1865, pp. 49 y ss, <'S. H. Smuivaeno, of. cit. Modelos de esos manuales de ensefianza que fueron bastante comunes en Francia, Ttalia y Alemania se conservan en va- ras instituciones europeas. Existen noticias de esas formas de enseiianza de sus instrumentos en Nantes, Toulouse y Montpellier, esto es hacia el Mediodia de Francia, de donde debieron pasar a Espaiia, como pasd.poste- riormente la imprenta. Por otra parte, impartiase una ensefianza Figurow de Ja escritura no s6lo en los conventos la cual ten‘a sus propias finalidades, sino también en las asociaciones gremiales y en las instituciones politicas, admain trativas y judiciales que requerian escribanos competentes. Sabemos qué severo {gntrenamiento recibfan los que deseaban aspirar a estos puestos en Londres’ Liibeck, Viena y otras ciudades, como lo ha mostrado Hilary Jenkinson, The Later Court Hands in England, London, 1927, p. 30. 22 oor" docentes, ensefiaban tanto a escribir con una escritura ordiva, 32 propia para el trabajo comtin y diario, como preciosas formes i ue el desarrollo paleogréfico nos muestra, Ast, infor. maban, podian enseiiar a elaborar: “textus quadratus, textus res- ins vel sine pédibus, nétula simplex, nétula acuta, semiquadratus, cea tundus, nétula fracturarum, argentum, bastardus, nétuls conclavata, separatus y argentum extra pennam”, muchas de cu Yas especialidades ya eran exclusivas de los iluminaturistas? Estos maestros proliferaron en Europa en los siglos XIV y XV. Desgraciadamente sabemos poco de su nimero, nombre, extrac- iin social y sus obras, las cuales dedicadas a los nifos tweienn Dresa¥ia existencia. Sin embargo si podemos sefialar dos cosas: que Peseian profunda vocacién por la ensefianza y que a través de cllos & consolid6 la difusién de las lenguas locales que se desarrollaban ¥ afianzaban con mayor vigor. Uno de esos maestros, avecindada «2 Toulousse y quien proclamaba ensefiaba ademas aritmética, se anunciaba de la manera siguiente en latin y francés: “Yo os ense- Baré, verdaderamente bien y sin errores. A los pobres por Dios, a kes ricos por dinero, pero todos bien venidos. Por ello verid Pronto, sapere ¥ ansfo ensefiaros todo”. Y en otro pérrafo de si propa, ganda afiadia: “Gentiles nifios en tierna edad, en escribir bin po- ned gran diligencia. Emplead bien vuestra juventud en tanto tenes € tiempo y capacidad, si quereis después tener audiencia, texan y ores” 1S. H. Srawaeno, of. cit, p. 7, winridem: BP. 12-13. Otro macstro loaba los beneficos de su ensefanca al SEINE: Volentes informari in diverss modis serbend! scarves aa! Gras regulas et proportiones artificialiter, ist veniant eeu tia magna informabuntur, et taliter quod divites in I congruum, pauperes vero non aggravabunur”, eegulemania un maestro ambulante se anunciaba en Ja siguiente forma ZA tovdos los estudiantes que descen aprender a exeribis bien poco tiempo, {Aue no se seca ni en inviemno ni en verano, ; Qué oso conocimiento de la lectura y escriturs! Es es requerida por todos los hombres, Tiene 23 Algunos alfabetos, hasta con 21 formas de letras se conservan en Montpellier, otros son rudimentarios y simples con tipos de letras altas y bajas. Es importante hacer notar que varios de estos cali- grafos en el siglo XV, tuvieron grandes nexos con los prototip6- grafos de esa centuria habiendo trabajado a su lado, haciendo los dibujos y grabando los caracteres de las letras de las primeras im- prentas.” Las notables reformas realizadas en los monasterios benedictinos, Principalmente en Austria (Melk), e Italia (Subiaco) impulsaron el desarrollo de Ia cultura en general y de la catequesis, Los reli- giosos de Ia Congregacién de Melk adoptaron en 1426 Ia Consue- tudines Mellicensis, uno de cuyos mis benéficos resultados fue el impulso que dieron a la ensefianza, al cultivo de la caligrafia y a disciplinas humanistas."” De ese esfuerzo se conservan tres extensos relaci6n con el conocimiento del Antiguo y Nuevo Testamento, las leyes, nor- mas y toda la literatura. Tiene sitio de honor en las cortes y palacios de reyes, potentados y principes, en donde obtiene los lugares mas honorables a sus arcu tes y alumnos. Dejad venir a mi a quienes quieran estar benefiiados por ela, Yo les mostraré los secretos de sus deleites y de tal modo que se convirtan eh buenos escrtores en poco tiempo con la ayuda y gracia de Dion La torpern para cualquier trabajo es suavizada por la diligencia”. Ein este anuncio ye ce hhacfa patente la liga entre civilidad, formacién de una cultura y ensedense evangélica Ouo reclamo decfa como sigue: “La ignorancia y falta de deseo de apren- der ha Tlevado muchos a la prisién y a la horca, Mis queridos amiges yo hhago saber a todos que cualquier dependiente que desee ser instruide’ en el arte de la escritura debe ser rapidamente conducido a mi, si tiene formal dees, ‘Yo diseminaré en el ese arte llamado caligrafia con mi mejor habilidad™ “Si Ud, desea adguitirel arte de calcular como lo pens6 Pitégoras, yo ama- Dlemente le instruixé. Cualquiera que no conezca y comprenda el compute ro sabe ni comprende nada y no puede distinguire de las besias, Aquellos que no conocen el arte del céleulo, no recibirén ninguna utilidad en los negocoe, ues como Cato —dice,— un hombre valioso es aquel que siempre sabe come hacer uso de un conocimiento especial” 4 dbidem, pp. 13 y ss. Cir. R. Berttens, “Gli studi italiani sul’ alfabeto nel rinascimento” en Gutenberg-Jahrbuck, 1929, pp. 269-86 y también Curr Ls Morrer, “Observations sur les influences qui ont diversié les caracténea employés par les imprimeurs du XVe siecle” en Gutenber-Festschrit, 1995 pp. 318-24 © S. H, Srermero, of. cit, pp. 20-21. 2 tratados consagrados a las formas ensefiantes. Ese empefio fue pa- ralelo al que efectuaron las congregaciones germanas de Bursfelde, Windesheim y la comunidad de los Hermanos de la Vida Co- maim, " cuyos esfuerzos civilizadores, evangelizadores y sociales, in- fluyeron seguramente en la formacién de Fray Pedro de Gante. Un testimonio de esos maestros europeos de 1481 con tipos de letras géticas, recuerda la famosa cartilla del lego flamenco de 1547-53, EL invento de la imprenta que facilité la multiplicacién de esos modelos en gran escala, los ideales de los humanistas y reformistas religiosos, los descos de los protestantes que auspiciaban una libre interpretacién de las Escrituras, favorecié la ensefianza, En los ini- ios del siglo XVI, en 1516, Holbein nos dejé una pintura y un grabado que muestran al buen escribiente, al maestro que ense‘ia, acompafiado de su esposa, nifios y nifias en una primera escuela coeducacional."* Por otra parte a partir de esa época, afianzase el uso de los idiomas nacionales y los manuales empiezan a.aparecer en las propias lenguas o bien bilingiies o trilingiies, como ocurriré en América poco mAs tarde.!* Para concluir con este apartado, mencionaré unos pocos de los varios métodos de escritura que nos quedan de la Europa Medie- val y Renacentista: 1, 1346 Hugo Spechtshart de Reutlingen, Forma Scribendi. 4 [bidem. Un gran maestro en el arte de la escritura fue Leonhard Wagner, autor de la Proba centum scripturarum una manu exaratarum, escrita entre 1507-1509 y la cual entregé al Emperador Maximiliano I, pariente de Fray Peairo de Gante, obra que contiene mis de cien tipos de letras que abren el camino a la cultura, Esta preciosa obra representa uno de los manuscritos mas ricos de la Ordinariats-bibliothek de Augsburgo. % Thidem, p. 23. Hay que sefalar que poco tiempo después de que Wagner excribiera su tratado caligrifico, Ludovico Arrighi publicé su famoso modelo de letras artisticas que representa ya una nueva era en la historia de la escri- tura. Por otra parte, con el advenimiento de la imprenta se diversifica Ta labor de los escribanos que seguirdn actuando en las oficinas curiale, y en las ins- tituciones estatales, y Ia de los maestros que se entregarén plenamente a su i6n ensefiante » Vid. infra, cap. 2. 1420 Anénimo de Gremisa. Tractatus in omnem modum scribendi, 3. 1440 Anénimo Mellicensi, Modus scribendi. Otros especimenes mAs de las obras de estos anénimos maestros de escritura y lectura tenemos enlistados en los eruditos trabajos de S. Morison, S. H. Steinberg y A. F. Johnson. Hay que hacer notar, finalmente que estos manuales de escritura no tienen la trascendencia estética que se encuentra en las obras de Felice Feliciano de Verona (1463). De la misma época tene- mos otra obra italiana copiada por el médico alemén Hartmann Schedel. En 1480 es el tratado de Damianus Moyllus y de 1509 la Divina Proportione de Lucas Pacioli. El tratado de Durero Under- weyssung der Messung es de 1525 asi como el Champfleury de Geo- froy Tory. Pieter Coecke Van Aelst en el libro cuarto de su Die gemaynen Reglen von der Architectur aporta igualmente un bello alfabeto, Estos y otros libros mAs estn destinados a obras de mayor envergadura."® No cabe duda alguna que todos estos tratados in- fluyeron muchisimo en el desarrollo del arte tipografico que nos dejé obras extraordinarias, Con sus escasos recursos, impresores como Juan Pablos y Espinosa en Nueva Espafia editaron bellisimos libros que no han podido ser igualados con los recursos que hoy se tienen. De sus prensas salieron cartillas, doctrinas, artes y vocabu- larios destinados a la evangelizacién e instruccién de los naturales."* 3 §, HE Sreavnero. “A Hand-list of specimens of Medieval writing-masters”, The Library, Fourth series, vol. XXIII, 1943-43, pp. 191-195. Cfr. Vid. S. Morison. “The art of printing”, en Proceedings of the British Academy, XXII, 1937; A. F. Jounson. “The classification of Gothic types”, The Library, Fourth series, vol. IX, pp. 357-80; del mismo autor, “An alphabet by Pieter Coecke Van Aelst, en The Library, Fourth series, vol. XXIII, 1942- 43, pp. 195-197. 38° Jbidem, Principalmente el trabajo de A. F. Johnson y el segundo de Steinberg. 38 Acerca de los inicios de Ia imprenta en México las obras més notables ‘en todos sentidos son las de Joaquin Garcia Icazbalceta, Bibliografia mexicana del siglo XVI. Catélogo razonado de libros impresos en México, de 1539 a 1600, con biografias de autores y otras ilustraciones, precedido de una noticia 26 m Las cartillas catequéticas 0 catecismos alfabetizantes El desarrollo politico de los estados europeos influyé en su de- sarrollo cultural. La urgencia de transformar un estado pobre ¢ ignorante en una potencia rica e ilustrada, obligé a utilizar los Principios que los teéricos politicos y econémicos postularon. El fortalecimiento de los estados nacionalés, separados de los seculares vinculos que les unian al Imperio o’al Pontificado fue una aspi eién constante de los estadistas, Un estado s6lo podia ser fuerte ¢ independiente en la medida en que sus ciudadanos mejoraran su economfa, se enriquecieran y se ilustraran. El adelanto cientifico y temnolégico de los siglos XVI y XVII, propiciaba el aprendizaje de un mayor néimero de individuos y por otra parte, era menester dotar a todos ellos por lo menos en su tierna edad de las bases re- igiosas que afirmaran sus creencias y robustecieran su moral. Para esto habfa que fomentar la instruccién piblica y la ensefianza re- igiosa. Ya hemos visto cémo se realizan esfuerzos para la alfabetizacién de mayores grupos a través de los colegios catedralicios, monacales jscerca de 1a introduccién de la Imprenta en México por... Nueva edicién por Acusriv Munzanes Canto; México, Fondo de Cultura Eoonémica, 1954, ‘581 pp. ils; José Toribio Medina, La imprenta en México, 1539-1821. 8 vs, Santiago de Chile, Impreso en Gasa del autor, 1907-1912; Emilio Valtén, Tmpresos mexicanos del siglo XVI. (Incunables americanos) en la Biblioteca Nacional de México, el Museo Nacional y el Archivo General de ta Nacién, ‘ean cincuenta y dos léminas. Estudio bibliogréfico precedido de una intro- accién sobre los origenes de la imprenta en América, Por el Dr. ..., México, Emprenta Universitaria, 1935 soci, 248 pp., ils. Valiosos studios particu: ares en tomo de los primeros impresores son los siguientes: Agustin Millares Garlo y Juliin Calvo, Juan Pablos, primer impresor que a esta tierra vino, México, D. F., Libreria de Manuel P, Porria, 1953; Alexander A. M. Stols, Axtonio de Espinosa el segundo impresor mexicano, México, Universidad Na- onal Auténoma de México, 1962. (6) 124 pp., ils. (Biblioteca Nacional. Ins- fieato Bibliogréfico Mexicano); y Alexandre A. M. Stols, Pedro Ocharte, el fercer impresor mexicano, México, Imprenta Nuevo Mundo, 1962, 140 pp. ils. 27 y principescos y por obra de preceptores ambulantes que ensefiaban a leer, escribir y contar, Ahora demos tan s6lo unos informes acerca de los procedimien- tos que se hacen en Europa, semejantes a los empleados en Amé- rica, para alfabetizar y catequizar simulténeamente, Estos datos servirén para mejor admirar la notable labor civilizadora realizada en Nueva Espafia por los misioneros del siglo XVI, para revelar cémo su labor no sélo es comparable sino superior a lo que se hacia en Europa por los mismos afios. En Inglaterra aparecieron en el siglo XVI lo que se ha denomi- nado ABC 0 alfabetos con catecismo elizabetenses, que si bien no se crearon en su época, si se prodigaron en ella. Estos alfabetos- catecismos aparecen manuscritos varios siglos atrés, segiin hemos visto al hablar de las cartillas, mAs empiezan a aparecer impre- sos con el advenimiento del notable invento de Gutemberg. Uno de los primeros ejemplares conocidos es el de 1514 formu- lado por Francis Bryckman en Londres, pero impreso en Paris cuyo titulo es: Horae beatae Mariae Virginis usum Sarum, el cual contiene el alfabeto, el Pater Noster, el Ave Maria, Credo, Con! teor y otras oraciones."* Otro de cerca de 1538 también en latin y en inglés es el BAC (sic) bothe yn latyn and in English, que con- tiene el alfabeto, grupos de silabas, Pater Noster, Ave Maria, Cre- do, Confiteor, y los diez mandamientos rimados, propios para de- clamarse en grupo, lo cual es importante como Jo afirmaron los catequistas novohispanos.* * BF. Hecxsuer, La época mercantilista, Historia de la onganizacién y las ideas econdmicas desde el final de la Edad Media, hasta la sociedad lib ral. Trad. de Wencxstao Roces, México, Fondo de Cultura Econémica, 1943, XVI, 874 pp. Si este libro importa desde el punto de vista econémico~ politico, desde un punto de vista de politica cultural son importantes los libros de Paul Hazard. La crisis de la conciencia europea. Trad, de JuuikN Manias, Madrid 1941, y El pensamiento europeo en ef siglo XVIII, Trad. de Juuskn Manis, Madrid, Revista de Occidente, 1946, 454 pp. WH. Aners. “The Elizabethan ABG with the Catechism”, The Library, series, vol., no., pp. 32-48, pp. 38 y 39 y as. 28 Otro ABC, ya exclusivamente en inglés es el de Wyllyam Mar- shall, impreso en Londres por Johan Byddell en 1534, y el cual se dice se imprime exclusivamente en inglés para que puedan emplear- Jo quienes no saben la lengua latina.” El ABC with the Pater Noster, Ave, Crede and Ten comman- dements in Englys-she, newly translated, es el de 1545 que lleva ¢inco formas de alfabeto. En 1555 se imprime el ABC for Children que tiene ediciones posteriores * y en 1533 aparece el Prymmer of booke of private prayer nedeful to be used of all faythfull Christia- nes que se repite en 1566, En 1588 y en 1601 imprimense otros, los euales ya no incluyen el Ave Maria, Estos ejemplos, unos cuantos de entre muchos que se pueden citar, revelan el deseo de iniciar al mismo tiempo que la evangelizacién, el adoctrinamiento, la instruc- cién clemental. Queremos subrayar que estos ejemplos corresponden en cuanto al material ensefiante a muchos de los catecismos 0 doctrinas ela- borados en la Nueva Espafia, con estas diferencias que aqui nos honran. En primer lugar, se trataba aqui de iniciar una labor, lo exal era muy arduo, no continuarla; luego, muchas de las doctrinas aqui impresas tuvieron més hondura, més material concemniente a 1a fe, a la religién; y finalmente el esfuerzo fue mayor dado que aqui, oraciones y principios de Ja fe, tuvieron que verterse a las lenguas indigenas, multiples y con graves problemas de metodiz: ign. Nuestras doctrinas, con todas las dificultades que se ofrecian dada la escasez de tipégrafos, fueron en todos aspectos superiores a estos catecismos alfabetizantes, elizabetenses. Sefialemos para cerrar este apartado que esos alfabetos catequts- ticos tuvieron una gran difusién entre Ia sociedad europea. Millares de ellos fueron impresos, y los editores ante las limitaciones que por ejemplo en Londres oponia el Gremio, de Impresores, proclamaban * Ibider. ‘* Ibidem. passim. Notable estudio en este aspecto es el de W. H. Alinutt An carly sisteonth Century ABC in Latin after the use of Sarum, With e fey itroductory notes on the ABC and its history, London, Privately printed, 1091, 29 la libertad de impresién y que se les otorgaran privilegios y exclu- siva para su edicién, lo cual como veremos, ocurre también en Es- afia y en Nueva Espafia2* Iv Las cartillas para ensefiar a leer y escribir Al tiempo que se claboraban doctrinas apropiadas para la evan- gelizacién de los indios, se preparaban cartillas para facilitar su buen entendimiento a través del conocimiento de a lectura y la escritura, indispensables para una mayor y mejor ensefianza y apren- dizaje de todas las disciplinas. Ante la carencia de imprentas que ripida y eficazmente pudieran imprimir estos instrumentos de cul- tura, autoridades civiles y eclesidsticas tuvieron que recurrir a su importacién. Ya mencionamos cémo en Europa, y Espafia no es- capaba a ese hecho, sc imprimian indistintamente doctrinas y car- tillas consagradas a la ensefianza de nifios, adolescentes y atin adul- tos, cartillas y doctrinas probadas por larga experiencia y en las cuales se introducfan también las novedades lingiiisticas y pedagé- gicas que se creian necesarias. Asi para satisfacer las necesidades que la instruccién de espafio- les ¢ indios imponia, desde el principio de la administracién espa- fiola se hicieron venir de Espafia, grandes cantidades de cartillas y catones. Las primeras referencias a este respecto son las de 1512, cuando la Casa de Contratacién compra a Jacome Cromberger, impresor establecido en Sevilla, dos mil ejemplares de cartillas a dos maravedies cada una, las cuales deberia entregar a Fray Alon- so de Espinar franciscano que regresaba a Santo Domingo, Nueva venta se hace al afio siguiente.** En este dltimo afio de 1513 se 2 HL Awpens. Op. cit,, pp. 42-43. Cfr. Vid. Infra. cap. ® José Tora Revetto. “Las cartillas para ensefiar a leer a los nifios en América Espafiola”. Thesaurus, Bogoté, Instituto Caro y Cuervo, tomo XV, 30 entregan al Bachiller Suarez que iba a Santo Domingo, veinte ejem- plares del Arte de la Lengua Castellana de Nebrija destinados a ensefiar gramitica a los hijos de los caciques.* Mis tarde, en 1530, el librero Pedro Ximénez vende a la Casa de la Contratacién trescientas cartillas encuadernadas en perga- mino, y en 1533 el criado del Obispo ZumArraga, Diego de Arana, recibe de la Contratacién veinte mil maravedies para que pagara en Alcalf de Henares doce mil cartillas que se imprimian destinadas ala Nueva Espafia.* Importa destacar aqui cémo en fecha tan tem- prana ya se hacia una difusién en gran escala de esos instrumentos. Después de 1539, cuando la imprenta se establecié en Nueva Es- ajia, a peticién de Antonio de Mendoza y del sefior Zumérraga, se otorgé a Juan Cromberger, esposa ¢ hijos, privilegio para remitir a México cartillas y otra suerte de libros con un beneficio de ciento or ciento “y que él solo tuviera imprenta en México a condicién ‘de que cada pliego impreso importase un cuartillo plata y cada cartilla medio real”, privilegio que se le refrendé en 1542.5 Si bien Espafia fue el centro proveedor de cartillas, también tene- mos noticias de que los Paises Bajos imprimian a peticién de eclesis- tices y civiles cartillas y doctrinas, como sabemos por la informacién que Fray Pedro de Gante nos da relativa a la edicién de una Doctri- na suya en'¢l afio de 1528, En 1557 tenemos nuevos envios de carti- Mas a la Nueva Espafia, uno de seis gruesas y otro de treinta y siete docenas. En 1565 se registra otro embarque de cuatrocientas cua- renta y cuatro cuartillas. En 1575 el librero Pedro Losa vendié a Pablo Garcia y a Pedro Trujillo veinte docenas de cartillas de Espa- fa a dos tomines. Para 1586 en los papeles de la Casa de la Con- tratacién se registran nuevas remesas con varias cajas de libros de 1960, 23 pp,, p. 4. Del mismo autor, su extraordinaria obra EI libro, la im- fwrenta y el periodismo en América durante la dominacién espafiola, Buenos ‘Aires, Casa Jacobo Peuser, Ltda., 1940, 269, ccxxwvili, 20 pp. (Facultad de Filosofia. y Letras. Publicaciones ‘del Instituto de Investigaciones Histéricas, ‘len. LXXIV). % Jost Torre Revetto. “Las cartills ™ Ibidem., p. 5. ™ Ibidem. 31 lectura'y doce catones y un poco mAs tarde en la Nao Santa Clara van veinticuatro libros de leer. En 1600 se embarcan doscientos cuarénta y ocho catones, veintidos manos de coplas y una resma de pasiones, y con destino a Pedro de Avendafio y Astenaga, mercader de libros, pasan “siete resmas de cartillas pequefias y ocho resmas de catones y alejos y otros libros pequefios para muchachos, de di- ferentes historias” cuyo precio fue de 6,800 maravedies.** En el siglo XVII, no bien estudiado en este aspecto, continuaron remitiéndose ¢30s materiales de lectura en forma continua, Para 1692, se hace un envio de quince cajones de libros entre los que figuraban, algunos de Cervantes, Mateo Alemén, Géngora, buen niimero de entremeses y una partida de catones.*" Después del privilegio concedido a Cromberger para imprimir é1 solo ese material, bien fuera en Sevilla o en México, ese privilegio se concedié por poco tiempo a otros impresores, como a Francisco Sélvago y Bernardo Calderén. A la muerte de Sélvago heredé ese privilegio Francisco Robledo quien se comprometié en cambio a entregar a la Secretaria del Virreinato el papel que necesitara y a dar cincuenta pesos anualmente al Real Hospital de Indios. Pau- la de Benavidez viuda de Calderén y heredera del taller que habia sido de Espinosa vecino a San Agustin, solicité en 1640 se le con- cediese a ella el privilegio de imprimir las cartillas, ofreciendo en cambio “dar a Jos secretarios de Gobierno, libros, papel e impresio- nes del despacho del Real Servicio y cincuenta y cinco pesos, cinco mas que Robledo, para el Hospital de Indios” lo cual autoriz6 el Virrey el 14 de enero de 1641. Ante ese permiso, otros impresores como Juan Ruiz argumentaron que el privilegio dado a la viuda de Calderén comprendfa tan “sélo la cartilla en lengua espafiola para enscfiar a Ieer a los espafioles, pero no la impresa en latin, castellano y mexicano compuesta y traducida en ella, que siempre se ha acos- tumbrado, imprimiéndola en papel al precio acomodado a la po- Ibidem., p. 9. Cfr. Vid. Irving A. Leonard, “Una venta de México en 1576”, en Nueva Revista de Filologia Hispénica, Mé © 2p. 184. * Tbidem., pp. 9-10. libros en ico, 1948, 32 breza de los naturales”. El Virrey Marqués de Villena, prohibié se imprimieran cartillas con pretexto de Hamarlas doctrinas 0 catecis- mos, lo cual se habfa vuelto comin y otorgé a la viuda de Calderon licencia amplia “para imprimir toda clase de pequefios impresos destinados a la ensefianza de la lengua espaiiola y también los pe- quefios catecismos trilingties” 2* Esta autorizaci6n del Virrey sirvié entre otras cosas para terminar con un privilegio que la Catedral de Valladolid, Espafia, habia ad- quirido desde 1593 y que duré hasta 1739 para que imprimiera car- tillas y las enviara a América. Bajo ese privilegio la Catedral Valli- soletana vendia a diversas provincias su produccién entre otras a Nueva Espafia, en donde hacia competencia a los impresores aqui establecidos que habjan recibido privilegios semejantes. Al plan- tearse el privilegio de la viuda de Calderén y beneficiarse con él cl Real Hospital de Indios, las autoridades espafiolas confirmaron esta iltima disposicién con lo cual disminuyeron, aunque no del todo, las ventas de la Catedral de Valladolid.** A este respecto hay que seialar que por muy diversas razones, ciertos impresores, como los Plantin de Amberes tuvieron el monopolio de impresi6n de misales, % Ibidem., p. 12. Importa consultar también Francisco Feaxhnotz prt Casto, Libros y libreros del siglo XVI, México, Secretaria de Goberacin, 1934. (Publicaciones del Archivo General de la Nacién, VI) © Invino A. Leon, Los libros del conquistador. Tra, de Manio Mowteroate, ToLeD0, México, Fondo de Cultura Econémica, 1953, 400 pp. % J, Tonae Reverso. “Las cartillas...", pp. 20-28, Algunas més hasta 1816 son las que sefialamos a continuacién: Cartilla y doctrina christiana, impresa a costa de 1a santa iglesia catedral de Valladolid, Valladolid, Pedro Lasso, 1607, 8 h.; Cartilla para ensefar a leer a los nis, Con la doctrina eris- tiana ahora de nuevo aprobada por el Padre Gualver de la Compaitia de Jesis, Pamplona, Carlos Labayen, 1608, 8 hojas; Cartlla y doctrina cristiana, Jmpressa con privilegio real en la Santa Iglesia de Valladolid. (Ano. 1750} 16 pp.; Cartlin y doctrina critiana impresa a costa de la Santa Ielesia Ca- tedral de la ciudad de Valladolid. (Afo 1752], Al final, a tabla de multiplicar. 16 pp. s.n.; Cartlla y doctrina eristiana, Tmpresa con privilegio Real en la Santa Tglesia de Valladolid. (Afio 1758] 16 pp.; Cartilla:y doctrina cristiana Impresa con privilegio real en la Santa Iglesia de Valladolid. [Afio 1814] 16 Pp; Cortilla o silabario, Para uso de las escuelas, Buenos-Aires, Imprenta de M. J. Gandarillas y Socios, 1816, 3-14 pp. 33 om libros de oficios y otros impresos més de riguroso uso eclesidstico, privilegio que perduré mucho tiempo. A continuacién mencionaré algunas de las cartillas impresas en Espafia y México en el siglo XVI y principios del XVIT: 1, Cartilla y arte breve y bien compendioso para ensefiar a dele- trear y leer perfectamente'y con mucha facilidad y con todas o las més abreviaturas que se supieron hallar. Nuevamente impresa en este afio de mill.d.xl. 4o., gético, 8 hojas. 2. Cartilla menor para ensefiar a leer en romance, Alcalé de He- nares, 1564, No tenemos mis referencias. 3. Cartilla para uso de las escuelas, Palma de Mallorca, 1566, 160., gético, 6 grabados en madera 4. Cartilla para ensefiar a leer nuevamente enmedade, y quita- da todas las abreviaturas que antes tenia. (Grabado xilogrifico en el que se representa el momento de impresi6n: de las Llagas a San Francisco) / (Debajo del grabado, dos Iineas impresas con el alfa- beto en letra gética)—(Colofén:) México, en casa de Pedro Ocharte, 1569 afios, “En 40 — 8 hojas sin foliaturas, reclamos ni titulos en los folios, en Tetra gética a excepeién del parrafo final, que leva por enca- bezado: Partes abreviadas, y el colofén, que estan en letra roma- na — 35 lineas por pginas, dos capitales adornadas, y 17 grabados cn madera, ademas de la portada.* Gir. Rowan Zoratca Ganare, Los franciteanos y la imprenta en Mé- xxico en el siglo XVI. Estudio bio-bibliogréfico, México, 1939, 373. pp.; Ru- ¥ixo Bianco Sincnrz. Bibliografia pedagégica de obras escritas en catellane 0 traducidas a este idioma, 4 vs., Madrid, 1911; Doatnoo R. RancaSo. “Ca. télogo de la primera exposicién’ del libro misional espafiol. Seccién Antigua (hasta 1900)”, en Espatia misionera, Madrid, 1946, vol. TIT, nvims. 11 y 12, Pp. 326-476 y pp. 513 a 636 la “Seccién moderna (1900-1946)"; y en la’ mis” ma publicacién, el articulo de Isanet, Fuones ne Lemus, “Libros raros en la exposicién del libro misional espafio!”, pp. 477-512, 34 “De esta cartilla se hicieron anteriormente una o varias ediciones —#e ignora dénde y por quién—, como lo evidencia el titulo mismo de la obra. Un ejemplar, tal vez el tinico que existe de esta carti- Ia, dice Wagner, se conserva en la Huntington Library, San Marino, California, y se compré en Londres entre 1923 y 1924 a Maggs Bross, uienes la describieron en su Catélogo en los niimeros 442 y 1.317, ¥ la pusieron en venta al precio de 375 libras esterlinas. “En el afio 1935 hizose en la imprenta de Ward Ritchie de Los Angeles, California, una edicién facsimilar de 125 ejemplares, con tuna introduccién de Heriry R. Wagner para distribuirlos a los miem- bros de Roxburge Club y Zamorano Club”, En 1947, en México, Emilio Valton hizo una nueva edicién fac- simile de esta Cartilla, haciéndola preceder de un estudio critico, bibliografico ¢ histérico. 5. Cartilla para enseitar/ a ler a los nifios. Con la doctrina/ Christiana que se canta,/ Amados her-/manos, Agora de nuevo examinada y corregida,/ y emendada; y con licencia de Su/ Ma- gestad impressa/ (Debajo un grabado que representa una estrella mn el anagrama THS en el centro)/ En / Pamplona./ Por Mathias Marés, Afio de / M.D.XCVI. 16 hojas. 6. Cartilla para enseitar a leer a los niftos. Con la doctrina chris- fiana, Pamplona, M. Marés, 1603. 40., 8 hojas. 7. Cartilla para enseitar / a ler a los nifios. Con la doctrina / christiana que se canta,/ Amados her-/manos, Agora de nuevo examinada, corregida/ y emendada: y con privilegios de su / Ma- gestad impresa/ (un sol con rayos rectos y flamigeros con el ana- grama IHS)/ M.DC.VI/ (raya)/ Esta tassada por los § del Consejo Real/ en diez marauedis, 32 paginas con ilustraciones. res Contiene alfabeto y sonido para las vocales, oraciones al Sciior, Ave Marfa, Credo, Salve Regina y confesionario en castellano y latin, Ejemplar tinico en la biblioteca de Archer M, Huntington, del que se hizo por The Hispanic Society of America, una edicién fac- simile de 200 ejemplares en 1902. Vid. Catalogue of Publications, New York, 1943, pag. 7. Estas son unas cuantas cartillas registradas correspondientes al siglo XVI. Posteriormente se siguieron imprimiendo en Espafia y envidndose a ‘América muchas més, que escapan a la indole de esta comunicacién, Lo que queremos con esto poner de reli cémo estuvieron unidos, en su finalidad, cartillas y doctrinas desti- nadas a evangelizar y civilizar. La impresi6n de ellas, a menudo €n comin responde a esa misién esencial; ensefianza civilizadora y religiosa o a través del evangelio. La Doctrina del Padre Fr. Bar- tolomé Roldan, en lengua Chuchona, impresa en 1580, revela esa idea que fue una sola. Cuando él escribia “Y asi acordé de hacer un librito el cual sirva de cartilla y doctrina y diélogo, La cartilla sera para ensefiar a leer y la doctrina para doctrinar y ensefiar Ja Doctrina Christiana y que es lo que ha de orar, rezar y pedir a Dios, y lo que ha de creer y lo que ha de obrar y lo que ha de recebir cualquier cristiano que hubiere venido a tener uso de razén. Y el Didlogo servird de ciertas preguntas, tocantes a la Doctrina Chris- tiana que la declaran, y agrega precisando: “Todo ello va distinto y cada cosa por sf y por buen estilo para no confundir a los que han de deprender y a los que quisieren saber cada cosa de lo que es obligado saber...” J.T. Muowa. La imprenta en México, ¥-247-248. En Ia Dedicatoria, el P. Roldén explica ampliamente finalidad y forma de su obra al deci. “Habiendo, pues, muchos afios por mandado de V.R. y de los muy Reve- rendos padres Provinciales, que precedieron, ocupédome y trabajado. en doe. trinar a cierta nacién de indios Chuchones, los cuales, por la dificultad que hay en el aprender y pronunciar su lengua, tienen y han tenido pocos minis. tros y ningtin género de doctrina impresa, ni cartillas en que puedan ter ensefiados: me parece ser obligado por la profesién y ministerio en que por V.R. estoy ocupado, imprimirles esta Cartlla y Doctrina, cuyas faltas se pue- den disimular con el deseo y celo que las escribo, que es servir al Sefior, Y guardando las leyes de mi. profesién, ser dtl a estos naturales, y espero que el suceso ha de ser como deseo, interviniendo el amparo de VR.” Del prétogo al pio lector:~ “Y asi acordé de hacer un librito, el cual sirva de cartilla, y doctrina y didlogo. La cartlla seré para ensefiar a leer y Ta 36 v La politica lingitistica en América igiosos de distintas érdenes y congregaciones lle- fades a América, comprendieron el inmenso mosaic lingiistico §pe cla ofrecia, las dificultades para penetrar en su compleja ur. dimbre y se dispusieron a dominarlo y rigorizarlo —realizando tra bajos que hoy dia sorprenden por su magnitud y valor para conocer ¥ prontamente los diferentes grupos lingiiisticos y dialectales, ‘como Io comprueban las innumerables obras escritas en otras tan. tas lenguas— las autoridadles espatiolas alejadas de la realidad, no Pudicron ejercitar una accién efectiva ni realizar una obra que pu- diera parangonarse a la misional Pero no fue s6lo el alejamiento el que dificulté la accién estatal sino que ésta estuvo condicionada a muy diversos intereses politicos, 2 una circunstancia cultural y religiosa fluctuante que en ver de Propiciar el conocimiento, preservacién y difusién de la cultura y Aenguas indigenas, las estorb6 y datié muy seriamente. Si los inicie, de la labor cultural de Espafia en México, de su accién civilizadora, tuvieron una amplitud y una grandeza que sorprende a varios siglos de distancia, esa amplitud y grandeza fue estorbada por torpes pre- juicios en tomo de la racionalidad de los indios, de su capacidad para asimilar los valores esenciales de la cristiandad, por el temor de que el conocimiento de sus seculares culturas despertara en ellos el deseo de perpetuarlas, por vanos y ciegos temores surgidos de innobles intereses, por incomprensién, voluntades torcidas, senti- mientos discriminatorios y egofstas. De esta suerte, después de al- gunas décadas de accién positiva y de una vastedad inmensa, en las cuales la, accién de las autoridades eclesidsticas y civiles senté las bases de un desarrollo cultural y politico extraordinario que de seguir hubiera permitido a México obtener un progreso cultural enorme a la par que un crecimiento arménico en lo social y eco- némico, Ia politica espafiola derivé hacia una serie de restricciones que anularon los primeros esfuerzos.** % Cir. Vid. ANronto Castno Leat. El espafol,instrumento de una cultura Sobretiro de la Memoria de E! Colegio Nacional. Tomo VI, ims. 2-3, 1967- 68, pp. 223-239; Sumy Brice Hearn, La politica del lenguaje en México: de’ ta colonia a la nacién, México, Secretaria de Educacién PAblica, Instituto Nacional Indigenista, 1972; el importante libro de Etzanone B. ADAMS, A. Bio-Bibliography of Franciscan Authors in Colonial Central América, Was. hington, D. C., Academy of American Franciscan History, 1953, XXVI-97 pp. (Publs. of the Academy of American Franciscan History. Bibliographical Series 2). Austin J. Barnemo, O. S. A. “Los misioneros espafioles y la filologia”, en Bibliotheca Hispana Missionum, Semana de Misiologia de Bar- celona, pp. 283-295, y el de Manus. Menino, O. . A. “Los misioneros y el castellano en Filipinas” Missionalia Hispinica, Madrid, 1948, V, pp. 271-323 y Jouw Lxppy Prretan, The Hispanization of the Philippines. Madison, 1959, “Muy interesantes aportaciones de Ronsxr Ricanp, La conquéte spirituelle du Mexique, Essai sur Vapostolat et les méthodes misionnaires des Ordres Mendiants en Nouvelle Espagne de 1523-24 a 1572, Patis, Institut @Ethno- logie, 1933. De esta obra hay traduccién castellana, Del mismo autor, “Le probleme de Tenseignement du castillan aux Indiens d'Amerique durant la Periode coloniale” en Travaux de PInstitut, d'Etudes Latino-Americaines de PUnivensité de Strasbourg (Tilas) 1. Sobretio del Bulletin de la Faculté des Lettres de Strasbourg, afio 39, mim. 6 (marzo 1961, pp. 281-296). Valio- $08 son Jos trabajos ce Antonio Tovar Llorente, respecto a la lingtistica his- panoamericana, Javter Rea. CuzstA. “Politica lingistica en el Nuevo Reino dde Granada durante los sigos XVI y XVII", en Estudios sobre politica indi. 38 En el campo de las lenguas, la politica espafiola oscilé peligrosa- mente y adopté medidas que dafiaron la accién cultural de los religiosos y a las propias culturas indigenas. La diversidad lingiiis- fica hizo que la Corona inicialmente postulara la existencia de una wnidad, Esa unidad se buscé primero, tratando de encontrar en América, en’ Nueva Espafia y Pera principalmente “lenguas gene- rales” con las cuales se pudiera entender y ensefiar a los indios, mas tarde, desdefiando esas “lenguas generales” trat6 de castellanizar toda costa al inmenso imperio espafiol en Indias. A medida que dl Estado Espafiol se centralizé ¢ hizo mAs absoluto, tendié a su- rimir las formas nacionales y provinciales que antes existieron, y esa misma politica la implanté tanto en la metrépoli como en América." Si en un principio ante la necesidad de comprender a los grandes ‘grupos indigenas de México 0 del Perd se crearon en sus universi- dades cétedras de lenguas, més tarde esas cAtedras se desatendieron y ain suprimieron, La castellanizacién logra ast en el siglo XVII, en donde tiene un gran defensor en el regalista Arzobispo de Mé- genista espaiiola en América, Simposio conmemorativo del V. Centenario del Padre Las Casas. Terceras Jornadas Americanistas de la Universidad de Va- Hadolid. 3 vs, Valladolid, Seminario de Historia de América, 177. 279-302 ‘Como extension de esa amplia labor cultural en otras latitudes, Jose Wick “Za lengua castellana en la India Portuguesa del siglo XVI", en Memorias 4421 30 Congreso Internacional de Ciencias Humanas en Asia y Africa del Norte, México, 3-8, de agosto de 1976. Desde el punto de vista del andlisis Mistérico de los problemas linglistcos en la historia, A. Dupront, Langage et Akistoire, en XIIIe Congres International des Sciences Historiques, Moscou, 16-23 Aout, 1970, Moscou, Editions Naouka, Direction de la littérature orien: tale, 1970. 88 pp ™ Sumo Zavata. ¢El castellano, lengua obligatoria? Discurso de ingreso e@ ba Academia Mexicana Correspondiente de Ia Expafola y Respuesta del ‘Académico de nimero doctor don Manvel Alealé Anaya, México, Centro de Eades de Historia de México, Condumex, 8. A., 1977, 97(2] p.; Clr. La obetizacién on la Nueva Espaiia, leyes, eddulas reales, ordenanzas, bandos, Pastorales y otros documentos. Compilacién y texto de Rémulo Velasco Ce- allen Prélogo de Miguel Huerta Maldonado, México, Secretaria de Edu- eacién Piblica, 1945. (Instituto Nacional de Pedagogia. Museo Pedagégico), y Edmundo O'Gorman, “Ensefianza del castellano como factor politico colo” BaP, en Boletin del Archivo General de la Nacién, abr-jun. 1946, t. XVI, smn. 2, pp. 165-171. 39 xico don Antonio Lorenzana, obtener sus triunfos més certeros en perjuicio de la inmensa labor lingiifstica que los religiosos habfan realizado. Asi, el mantenimiento de las lenguas aborigenes a par- tir del siglo XVI, dificultose por obra de la politica espafiola que obedecié a la inercia, a falsos temores, al desconocimiento de la realidad y la cual no quiso 0 no pudo apoyar la genial y colosal labor cultural que aprovechando aquellas lenguas, habian empren- dido hombres como Mendoza, Zumérraga, Gante, Garcés, Saha- gin, Molina y otros benefactores. Los notables experimentos del Golegio de Santa Cruz de Tlatelolco, la prodigiosa labor de reco- leccién de la informacién sobre las antigtiedades indigenas que ciera Sahagiin en México y Pedro de Aguado en Nueva Granada; la fundacién de instituciones de alto nivel destinadas a los indios y mestizos; la formulacién de vocabularios, artes y gramiticas en enguas indigenas como las de Gilberti, se vieron truncadas por vanos celos, 0 chauvinismo y xenofobia a quien no fuera espafiol, por el temor de resucitar desaparecidas cosmologias y cultos pagan todo esto surgido de la ignorancia y de la incapacidad. No es nuestro intento recoger todas las disposiciones que desde 1550 se expidieron, la primera de ellas dada por Carlos V en Va- Madolid para que se ensefiase a los indios el espaficl, vinculo po- Iitico de gran fuerza. Si esa primera disposicién aseguraba que a través del castellano podrian los naturales ser mejor doctrinados en las cosas del Santo Evangelio y conseguir todo lo demas que Jes conviene para su manera de vivir, ** en 1596 se afirmaba por las Ver el cuidadoso estudio de Luts Sterna Navatasa. Bl Cardenal Loren- zane y la Iustracién, Madrid, Fundacién Universitaria Espafiola, Seminario Cisneros, 1975. 355 pp., José Fernando Ramirez poseyé un manuscrito que era un Catecismo para indios aprobado en 1585, el cual se habfa ordenado imprimir por los padres conciliares del Cuarto Concilio Mexicano, y que habian preparado los del Tercer Concilio celebrado en 1585, Fue rarisimo y debié usarse muy poco tiempo. Fue sustituido por el Catecismo de Ripalda que empezé a circular a principios del siglo XVII. Una traduccién de éste al néhuatl fue hecha por io de Paredes en 1758. Tonre Reverio. “La ensefianza de las lenguas a los naturales de , en Thesaurus, Boletin del Instituto Caro y Cuervo, t. XVII, 1962, 28 pp. p. 13. 40 autoridades que cra imposible explicar en las lenguas indigenas los misterios de la fe, desconociendo de este modo la notable labor miisionera que se habia esforzado con éptimos resultados por lo- gnarl, La disminucién del celo apostélico, la oscilante y nada favora- ‘ble politica espafiola en tomo de las lenguas y de las viejas culturas Prchispdnicas, hizo disminuir el interés por ella. Una disposicién del 7 de julio de 1685 remitida al clero indiano, ordenaba que curas y doctrineros ensefiasen en espafiol, pues asi se podian desterrar mejor las idolatrias en que por la mayor parte incurren los indios.°* Sin embargo como decfamos fue en el siglo XVIII en donde el desprecio y desconocimiento del valor de la ‘exsefianza bilingiic Iegé a su maximo, imponiéndose el uso del eastellano. A partir de 1769, afio en el cual el arzobispo Loren- zana confesara que era indtil que los curas supieran las lenguas indigenas, el deterioro por éstas sufrido se aumenté considerabl mente al grado que hoy un gran néimero de ellas ha desaparecido.”” Resulta paradéjico que los ministros protestantes que hoy misionan @ mustro territorio, sean quienes continéien a tres siglos de dis- tancia la noble y valiosa labor que en el siglo XVI, Olmos, Gilberti Molina, Sahagin y otros religiosos més realizaran inflamados del mis puro espiritu evangélico. * Ibidem,, p. 20, 7S. Zavata. EI castellano... passim; y L Sterna Navatasa. El carde- smal... passim, Si el P. Ignacio Paredes creyé en 1758 era necesario verter al nahuatl el Catecismo del P. Jersnimo Ripalda, un extraordinario franciscano el P. Ane timio de la Rosa Figueroa combatié la politica castellanizadora de los Borbo- ses prohijada en México por el Arzobispo Lorenzana, Asi escribié una obra qe dejé manuscrita: Vindicios de la Verdad contenida en 148 pp., el cual Pertenecié a don José Fernando Ramirez y que se subasté en Europa, al gual que otra obra del mismo religioso: Tesoro catequistico Indiano. Espejo de Doctrina Cristiana y politica para la instruccién de los indios en el idioma ‘extellano y mexicano. 4 prels, 279 ff. Ambas obras estin registradas en el Catélogo de su biblioteca con los miimeros 316 y 317, “a VI Los catecismos novohispanos. Significacién y valor Los religiosos, individualmente o en forma colectiva, por si o auspiciados por sus provinciales y mas tarde por los obispos dioce- sanos, una vez, conocidas y analizadas las dificultades que se opo- nian a la evangelizacién y a la transformacién politica y cultural de los naturales, las lingiiisticas en primer término, se consagraron a la tarea de elaborar los instrumentos indispensables para comu- nicarles nueva religién y cultura, La excelente preparacién teolé- gica, cientifica y humanistica que poseian, pues hay que recordar que varios de ellos se habfan preparado en las mejores universida- des europeas en las cuales eran insignes maestros, les levé a adop- tar todas las formas de comunicacién conocidas: carteles, dibujos, pero de entre todos, Ia letra escrita era la que poseia més fuerza, cfectividad y facilidad para difundir los beneficios que religién y cultura contenfan, Habia que transmitir el Evangelio a través del alfabeto bien fuera en las propias lenguas de los indios, lo cual era en un principio lo més fAcil o bien en castellano y mas tarde, en niveles superiores, en latin, Doctrinas sencillas que contuvieran las verdades esenciales del cristianismo explicadas sucinta y claramente y los preceptos y ora- ciones indispensables que los fieles debian saber y practicar era lo que se trataba de comunicar a los catectimenos, haciendo que las comprendieran, aprendieran y ejercitaran. La descripcién que Fray Pedro de Gante nos da de Ia forma continua, reiterada y practica con que transmitian a los indiemuelos religién y cultura, completa- da con el aprendizaje de oficios y artes a la manera europea; la instruccién comunitaria; el empleo del canto y Ia miisica como me- dio de afianzar el saber religioso, revela como fue el conocimiento y uso del alfabeto la via mas segura de evangelizacién, Por esa razén, todos ellos recurrieron al libro que podia multipli- carse y difundirse facilmente. Ante la falta de impresores en México, 2 pues Juan Pablos, comisionado de Juan Cromberger no inicia sus trabajos sino hasta 1539, los religiosos acudieron a los impresores eu- ropeos. Gante envia su primera cartilla en 1527 a los Paises Bajos y abi se imprime al afio siguiente. Varias ciudades como Amberes, Lovaina, Brujas posefan talleres cuyos excelentes trabajos gozaban de sélida reputacién, por eso no es nada extrafio que en uno de los talleres de los sucesores de Thierry Maertens de Aalst quien ya en 1460 estableciera su imprenta, el flamenco Fray Pedro haya hecho imprimir su primera cartilla.®* El afio de 1532, ese gran prelado y estadista que fie Don Sebas- tian Ramirez de Fuenleal quien como gobernante puso las bases para la pacificacién del pais y consolidacién de Ia colonia, remitié a Espafia una Doctrina, no sabemos de quien, para que se publi- cara, Tenemos también noticia que Fray Toribio de Benavente re- mitié igualmente otra para su impresién, como nos dice Mendieta, pero ignoramos si él mismo la preparé y si se publied, En el afio de 1532 segin Beristain, Fray Juan de ZumArraga precisado por la necesidad de doctrinar eficazmente y con medios apropiados a sus fieles hizo imprimir en Sevilla en un tomo en 4o. mayor el libro de Doctrina Christiana, con una exposicién sobre ella, que la declara muy altamente, instituido nuevamente en Ro- ma con autoridad de la Silla Apostélica, para instruccién de los nifios y mozos; juntamente con otro tratado de Doctrina Moral ex- terior que enseiia la buena crianza que deben tener los mozos 0 como se han de haber en las costumbres de sus personas, y en que manera se deben haber acerca del estado 0 camino que tomaren de vivir, Se sabe que el obispo envié un ejemplar autégrafo a Moto- Tinia indicdndole que con él podria doctrinar y ensefiar a los indios y con ella les basta”.*? Esta obra que se imprimiria aqui en 1543 revela el doble fin o mejor dicho el dual principio que los religiosos conferfan a su la- bor y a sus obras. * E, ve 1a Torre Vitiar. Fray Pedro de Gante... passim. & J. Gancia Toaznarcers, Bibliografia mexicana. .., pp. 23 y ss.; J.T. Mex pena, La imprenta en México..., IXXX y ss. y pp. 11-12, 8 EI Padre Francisco Miranda cree que se trata de la Doctrina mandada imprimir por Don Vasco de Quiroga, tomando como mo- delo una doctrina europea y la cual contiene a m4s de principios religiosos, principios de conducta politica y civil. En 1533 Fray Juan de Zumrraga, por entonces en Sevilla, so- licita al Monarca permita el paso a Nueva Espafia, a ocho mujeres, destinadas a instruir a las nifias, algunos preceptores de gramética, indispensables para iniciar estudios superiores y una buena libreria, para apoyar la labor cultural y pide igualmente se establezca en México una imprenta y molino de papel.” Hay que recordar que unos afios antes, en 1525, el contador Rodrigo de Albornoz.solici- taba al Emperador se crease un colegio en donde se ensefiase a los jévenes a leer y gramatica y filosofia y otras artes, y para las mu- jeres “un monasterio en que se instruyan las hijas de sefiores y prin- cipales y sepan la fe y aprendan hacer cosas de sus manos y quien Jas tenga en orden y concierto hasta las casar, como hacen las be- guinas en Flandes”.** Estos esfueraos de Zumérraga apoyados por Gante y otros religiosos y civiles revelan su idea de trabajar a la par en la obra de conversién y de transformacién cultural integral, aprovechando las experiencias educativas europeas. La creacién del Colegio de Nifias hecho por Zumérraga y Gante en 1532 fue una consecuencia directa de su deseo de extender la educacién a todos Jos campos En 1533-34, el Chantre Cristébal de Pedraza que también era Protector de indios en Jalisco, pide se conceda permiso a un impre- sor para que pase a Nueva Espafia a imprimir libros de iglesia, de letra grande y pequefia y de canto y otros libros pequefios para ins- truccién de los indios y provecho de todos”. Pero todos estos intentos por contar con imprenta y cuyos resul- tados demoraban, hacian que los religiosos signieran insistiendo en “ Tbidem. y especialmente Garcia Icazbalceta. Op. cit., p. 27. * E. pe 1a Torre, Fray Pedro de Gante..., pp. 26-27. # J. Garcia Icaznatcera, Op. cit., p: 42 y J. T. Mepina. La imprenta en México...., pp. xxviexxxvii, Vid. también E, VALTON. Impresos mexicanos P59. “ imprimir en la Metrépoli las doctrinas y cartillas que necesitaban. Sabemos que Don Vasco de Quiroga mandé imprimir a Sevilla, tal vex en la casa de Cromberger, una Doctrina Cristiana en lengua de indios de Michoacn, Una Cédula del Emperador Carlos V del 22 de septiembre de ese afio de 1538, parece ser que se refiere a ella, pues el Monarca remitié al Consejo de Indias una cartilla en len- gua de indios, cuya impresi6n consideraba beneficiosa por Jo cual le otorgaba licencia, disponiendo que diez ejemplares se enviaran a Nueva Espafia para su examen y tasacién examindndose por pre- Iados religiosos y eclesidsticos. De esa Doctrina no tenemos noticias se haya impreso. Don Vasco, conocedor de los medios de difusi6n religiosa existentes en el Viejo Mundo, ante la necesidad de contar ‘eon una Doctrina, cuando estuvo en Espafia, de 1547 a 1554, solicité, segin informa su bidgrafo, una “Doctrina Cristiana que fue com- puesta en Roma, y de la cual se usaba en la ciudad de Jaen para Ba ensefianza del pueblo. Habiéndola conseguido, la mandé impri- mir a su costa en Sevilla, anot4ndola y adiciondndola con referencias adecuadas”. Y el mismo Moreno ratifica ese informe al agregar: a la doctrina que dejé impresa para los indios, hizo varias adicio- nes” y finaliza: “De esto nacfan aquellos anhelos de que se les ense- Base a los indios la moral exterior y politica, y a este fin encaminé todas las notas y reflexiones que afiadié a la Doctrina Cristiana que imprimio”.** ‘© J.T. Mepiva, La imprenta en México..., U-XXII-XXIV. Es de ex- twema importancia sefialar que el propio Don Vasco en el aiio de 1540 ordené Is claboracién del Manual de Adultos, impreso por Juan Cromberger el 13 ‘de diciembre de ese afio y del cual s6lo se conocen fragmentos que han sido ‘estudiados por Garcia Icazbalecta, Bibliografia mexicana... pp. 58-61. Ese ‘Manual fue elaborado por Cristébal Cabrera, Notario Apostolico quien tomé eamo modelo un romano antiguo publicado en Venecia y hecho imprimir por mandato del Obispo Zumérraga. Esta obra en cuya produccién intervi- aileron varias personas: Quiroga, Cabrera, Zumérraga fue el resultado de una honda preocupacién de religiosos y pastores para facilitar la evangelizacién, administracién de sacramentos y civilizacién de los indigenas. Hasta ese mo- mento empleabase un manual muy prolijo que “s6lo servia para los espafioles ‘que eran pocos, y no para los indios que eran muchos”. Por ello determinose Pradentemente se preparara el que imprimié Cromberger (Juan Pablos) en 1540. La lectura de las contadas fojas que quedan del Manual, apoyan nuestra 45 Otro intento de impresién en la peninsula fue el de Fray Juan Ramirez, O, P. quien en 1537 sefialé al Monarca habfa “escrito una Santa Doctrina en lengua castellana ¢ india mexicana, con exposi- cién de Jos articulos de la fe catélica, para bien de los naturales de la Nueva Espafia, la cual deseaba se imprimiera y encuadernara”. EI Rey, atento a Ia utilidad que la obra tendria dispuso le dieran al fraile 1,500 maravedies para su traslado de Valladolid a Sevilla y Para que se ocupara de la impresi6n de su obra que debja hacer Juan Cromberger en nimero de 500 ejemplares. En Sevilla, los ofi- ciales reales manifestaron que el dominico no posefa la traduccién de la Doctrina, cuyo texto en romance habian ordenado los reli sos de San Francisco, quienes segtin Ramirez no se habfan atrevido a traducir, por Io cual crefan que era conveniente que la versién de afirmacién de que esta obra tenia ese doble fin, En efecto los versos latinos de Christophorus Cabrera dicen: “Si deseas, venerable sacerdote, aprender previamente y con brevedad lo que ha de hacerse para bautizar a cualquier Indio: cuales son los primeros rudimentos que deben enseitérsele; lo que esté obligado a saber el adulto desicioso, y lo que en todas partes establecieron los padres primitives, para que los adultos fueran rectamente bautizados, no sea que el indiezuelo ignorante y misérrimo desprecie gracia tan sublime: consulta, hojea, lee por entero y estima este libro. Nada hay menos oscuro, nada inde claro, pues sencilla y doctamente acaba de ordenatle mi sabio y piadosisimo prelado D. Vasco de Quiroga; y si le vas considerando atentamente, punto por Punto, nada mis podras necesitar. Ten a bien imponerte por su orden, de to- do Jo que estié mandado; y para que no des motivo por ignorancia, a que se rea que abusas de las cosas sagradas, te conviene estar vigilando, 7 desechar la pereza, porque nunca el perezoso alcanz6 nada. Y como solian decir los antiguos: dificil es todo Jo grande, Pero basta, ya que me preguntas, para ue me detengo tanto. Acabo, pues; haz Jo que te ruego y adios”. Ademss, ese hecho es revelador de que los dirigentes tanto civiles como eclesiésticos utilizaban Ja rica tradicién y experiencia europea adecuindola a las. reales necesidades mexicanas para organizar, civilizar y evangelizar a los indigenas, El sefior Garcia Icazbalceta sefiala la existencia de varias hojas, unas que estuvieron en la Biblioteca Provincial de Toledo, las cuales sustraidas de ahi Pasaron a Londres en donde las adquirié Pascual de Gayangos ignorandose actualmente su paradero, Otras hojas fueron propiedad de Don José Sancho Rayén. Tanto Icazbalceta como otros bibliégrafos dudan de si esas hojas for, ‘maban parte de una sola obra o si son de diferentes ediciones de la, misma ‘obra. Las hojas del Sr. Sancho Rayén que menciona don Joaquin, deben ser, las que posee en su Seccién de obras raras la Biblioteca Nacional de Madrid y tienen Ia signatura R.29333. Nosotros poseemos copia de ellas, 46 Ramirez la vieran personas que entendieran aquella lengua para evitar errores. El Rey dispuso se “acabase de imprimir lo que tu- viera”, pues decfa, “se ha gastado, y que se envien ejemplares al Virrey para que la haga corregir y enmendar”. Conminado el re- Figioso, afirmé le era necesario regresar a Nueva Espafia para hacer revisar su obra y luego volver a Sevilla para proseguir su impresién, pues siendo su obra tan alta, convenia la examinasen varios intér- pretes”, Posiblemente este fraile no procedia rectamente ni tenia la preparacién requerida, por lo cual su superior lo envié a un convento de Castilla a estudiar, habiendo quedado en suspenso la impresién que por los datos que tenemos de esa Doctrina era obra de Fray Juan de Ribas, franciscano quien habia compuesto en néhuatl unos Ser- mones Dominicales y era gran experto en la lengua segiin Torque- mada y Vetancourt.“* Después de estos intentos para aprovechar las prensas europeas en la confeccién de cartillas que igual se necesitaban en espaiiol como en Jenguas indfgenas, pues habla que doctrinar también a los eu- ropeos y a sus hijos y a los mestizos que aumentaban de continuo, los religiosos acudieron a los impresores mexicanos, Juan Pablos, Antonio de Espinosa, Pedro Ocharte sucesivamente y a otros ta- Heres que luego se instalan, para la impresin de las doctrinas. Mas de cuarenta se imprimen de 1539 a 1583, para no citar sino las edi- tadas en ese period, Irma Contreras tiene registradas para el siglo XVI cerca de ochenta obras, Muchas mas se hacen imprimir en las siguientes centurias, durante las cuales legan a Espafia instrumen- tos auxiliares. Las mas importantes aparecidas en ese perfodo y a las cuales ha- remos referencia, son las siguientes: ‘° “ J, Garcia Tcaznancera. Op. cit., pp. 26 y su; J.T. Mepiwa. La im- prenta..., pp. xvi y 8 “ J, Gancfa Icaznatcera. Op. cit. passim; J.T. Mupwxa. La imprenta. passim; E. Vatr6n. Op. cit. passim, 47 15: 15 15 48 39. lo, Breve y mds compendiosa Doctrina Christiana en Lengua Mexicana y Castellana, que contiene las cosas mas necesarias de nuestra sancta fe cathélica, para aprovechamiento destos indios naturales y salvacién de sus animas. Con licencia y privilegio. (Colofén:) A honra y gloria de Nuestro Sefior Jesuchristo, y de la Virgen Santissima su madre, fue impressa esta Doctrina Christiana, por mandado del sefior don Fray Juan de Zumarraga, primer obispo desta gran ciudad de Te- nuchtitlan, Mexico desta Nueva Espafia, y a su costa, en casa de Juan Cromberger, afio de mill y quinientos y treinta ynueve. 43, 2a, ZUMARRAGA (Fr. Juan de). Doctrina cristiana breve pa- ra ensefianza de los nis, Por fray Juan de ZumArraga, Im- presa en México por Juan Cromberger, 1543, 40. 44. 3a, CORDOVA (Fr. Pedro de) et al. Dotrina christiana para instrucion e informacion de los indios: por manera de hystoria. Compuesta por el muy reverendo padre fray Pedro de Cordo- va: de buena memoria: primero fundador de la orden de los adores en las yslas del mar Oceano: y por otros religio- sos doctos de la misma orden. La qual dotrina fue vista y examinada y aprovada por el muy R.S. el licenciado Tello de Sandoval Inquisidor y Visitador en esta nueva Espafia por su Magestad. La qual fue impressa en Mexico por mandado del muy RS. don fray Juan Zumérraga primer obispo desta ciudad: del consejo de Su Majestad etc., y a su costa. Afio de ‘M.d.xiiij. Con previlegio de su Sacra Ces4rea Catélica Ma- jestad. fa. ZUMARRAGA (FR. Juan de). Dotrina breve muy prove- chosa de las cosas que pertenecen a la fe catholica yanuestra 22”: evistiandad en estilo Uano para comin inteligencia. Compues- %a por el Reverendissimo S. don Fray Juan Zumérraga primer * _abispo de Mexico. Del Consejo de Sit Magestad. Impresa en lamisma ciudad de Mexico por su mandado y a su costa, Afio de Mdxlifj. (Colofén:) A honra y alabanga dle nuestro sefie Jemchristo y de la gloriosa virgen sancta Marfa sn mache + aqui se acaba el presente tratado. El qual fue visto y exami- nado y corregido por mandado del R.S Don fray Juan Zumé- Fraga: primer Obispo de Mexico: y del Consejo de su Ma. Eestad, etc. Imprimiose en esta gran ciudad de Tenuchtitlan Mexico de esta nueva Espafia: en casa de Juan Cromberger Por mandado del mismo sefior obispo Don Fray Juan Zuma- traga y a su costa. Acabose de imprimir a xiiij dias del mes de > Junio: del afio de Md. quarenta y quatro afios, Se. In ecclesia volo quinque verba sensu meo loqui: vt alios istruam. Paulus prime Corinthiorum xiiij. capite. Doctrine @ristiana: mas cierta y verdadera para gente sin erudicion y letras: en que se contiene el catecismo 0 informacion para indios con todo lo principal y necessario que el christians deve saber y obrar. Impresa en México por mandado tel Reverendissimo sefior Don fray Juan Zumarraga: primer Obispo de Mexico 60. MOLINA (Fr. Alonso de). Doctrina christiana breve tradu- 2ida en lengua Mexicana, por el padre frai Alonso de Molina 7 dela Orden de los menores, y examinada por el Reverende Padre Joan Gonzalez, Canonigo de la yglesia Cathedral, de In ciudad de Mexico, por mandado del Reverendisimo Sefor * don fray Joan de Zumarraga, obispo de la dicha ciudad, el ual la hizo imprimir en el afio de 1546, a 20 de Tunio, 9 1547, Jo, GANTE (Fr. Pedro de). Doctrina christiana en lengua Me- xicana, (Sigue una estampa). Per signum crucis. Icamachiotl Cruz Yhuicpa in toyaohual Xitechmomaquixtili Totecuiyoe diose Icainmotocatzin Tetatzin yhuan Tepilizin yhuan spiri- tus sancti. Amen. Jesus, Impresa por Cromberger en 1547, [AI inicio del texto trae el abecedario en letras géticas). 8. LANDA (Fr. Diego de). Doctrina christiana traducida en la lengua de los indios de Yucatdn, por fray Diego de Landa. 1548, 90. Veritas domini manet in eternum, (Gran escudo de la Orden de Santo Domingo, con orla a los costados). Declaracién, y exposicién de la Doctrina Christiana en Lengua Espafiola y Mexicana: hecha por los religiosos de la orden de Sancto Do- mingo, Aiio de 1548. 100, GUEVARA. (Fr. Juan de). Doctrina cristiana en Lengua Huasteca, por fray Juan de Guevara, de la orden de San Agustin, Mexico, 1548. 58 Ho. Veritas domini manet in eternum. (Gran escudo de la Or- den de Santo Domingo, con orla lateral, terminado con una cruz [sola] y dos cruces). Doctrina christiana en lengua Es- paiiola y Mexicana: hecha por los religiosos de la orden de Sancto Domingo. Agora nuevamente corregida y enmendada. Afio, 1550, De esta doctrina se hicieron dos ediciones, una en febrero y la otra en abril de 1550, lo cual revela su utilizacién. . FERNANDEZ (Fr. Benito). Doctrina christiana en Lengua Misteca, por Fray Benito Fernéndez. México, 1550. 1553. 18. GANTE (Fray Pedro de). Doctrina cristiana en lengua me- icana, (Sigue una vifieta grande con el sombrero episcopal con borlas, que contiene al centro una estampeta con un fraile ensefiando Ia doctrina a los nifios; en una cinta, como que sa- Jen de boca del maestro, las palabras: ichuca. .. bandaqua: mis abajo de la estampeta, parte del titulo siguiente en siete Iineas, dos de las cuales son mAs anchas y quedan fuera de la vifieta: Per signuz crucis, Icamachiotl cruz yhuicpa (cruz sola) in toyaohua. Xitech momaqui xtili (cruz ola) totecuyoe dose Icainmotocatzin Tetatzin (cruz sola) yhuan Tepilzin (cruz sola) yhuan spiritus santi. (cruz sola) Amen Iesus. (Co lofén:) A honrra y gloria de nuestro sefior Jesucristo y de su bendita madre: aqui se acaba la presente doctrina cristiana en Iengua mexicana. La que fue recopilada por el R.P. fray Pedro de Gante de la Orden de San Francisco. Fue impresa en casa de Juan Pablos impresor de libros. Afio de 1553. Es la misma Doctrina de 1547 con algunas variantes como bien lo observé Garcia Icazbalceta. MOLINA (Fray Alonso de). Aqui comienza un vocabulario en la lengua castellana y mexicana, compuesto por el muy reverendo padre Fray Alonso de Molina, Guardidn del con- vento de San Antonio de Tetzcuco de la orden de los frayles menores. (Estampa de la impresién de las llagas de San Fran- cisco, con la leyenda que la rodea: ) Signasti domine servum tuum Franciscum signis redemptionis nostre... (al pie del grabado: ) Indorum nimia te fecit prole parentem. Qui ge- nuit moriens, quos pater alma foues, Confixus viuis, langues: cum mente reuoluis, Vulnera, cum spectas, stigmata came geris, 51 15: 52 56, 15. 58, 16. MARROQUIN (Francisco). Doctrina cristiana, en lengua guatemalteca: Ordenada por el reverendisimo seitor don Francisco Marroquin primer obispo de Guatemala, y del Consejo de Su Majestad, etc. Con parecer de los intérpretes, de las religiones: del sefior Santo Domingo y San Francis- co: Fray Juan de Torres, y Fray Pedro de Betanzos, Impreso en México, por Juan Pablos, 1556, en 4o. Es la misma que Garcia Icazbalceta sefiala como escrita en idioma Utlateco. GILBERTI (Fr, Maturino). Arte de Ia lengua de Mechua- cén copilada por el muy reverendo padre fray Maturino Gylberti, de la orden del seréfico padre San Francisco, de regular observancia, Ato de 1558. (Al pie de la orla:) He- cha en casa de Juan Pablos impresor (Colofén:) A honra y gloria de nuestro Sefior Jesucristo, y de su bendita madre aqui se acaba el arte en lengua Castellana, y en la lengua de ‘Mechuacan: hecha por el muy reverendo padre Fr. Matu- tino Gylberti de la orden del seréfico padre San Francisco: con la cual se podran aprovechar de ella todos los que pre- tendieren aprender la lengua de Mechuacan: y también po- dra servir para los indios de Mechuacan para aprender la Tengua Castellana, acabése de imprimir a ocho de octubre de 1558. Afios, GILBERTI (Fr. Maturino). Thesoro espiritual en lengua de Mechuacan, en el cual se contiene la doctrina cristiana y orlacilones para cada dia, y el exdmen de la conciencia, y declaracién de la misa compuesto por el R.P. fray Matu- ino Gilberti, de la orden del serdfico padre San Francisco. Aiio de. 1558, Este titulo est debajo del escudo episcopal del Sr. Montufar con el lema Pro Christo Legatione Fun- gimur. GILBERTI (Fr. Maturino). Didlogo de doctrina christiana, en la lengua de Mechuacan. Hecho y copilado de muchos libros de sana doctrina, por el muy Reverendo padre Fray Maturino Gylberti de la orden del serdphico Padre Sant Francisco. Trata de lo que ha de saber, creer, hazer, dessear, y aborrecer, el christiano, Va preguntando el discipulo al Maestro. Y yeti siranda y qui aringahaca Dialogo aringani, ychuhca himbochupengahaqui christianoengani, yngui uca tata chen casirequa Fray Maturino Gilberti sant Francisco tata. Teparimento ambaqueti. Ma hurengua reri curamari- hati tepari dahperini. Ca hurendahperi mayocucupansta- hati hurenda equaembani. Aito de 1559. . GILBERTI (Fr. Maturino). Vocabulario en lengua de Me- chuacan compuesto por el reverendo padre Fray Maturino Gilberti de la orden del seraphico padre sant Francisco Fue visto y examinado y con licencia impresso. Dirigido al muy illustre y reverendissimo Sefior Don Vasco de Quiroga Obispo de Mechuacan, Afio de 1559. ). Grammatica Maturini Tractatus Omnium Ferequae Gram- ‘matices studiosis tradi solentd fratre Maturino Gilberto mi- norita ex doctissimis collectus autoribus. (Una cruz con las agas de San Francisco, y alrededor:) Gloriari nos oportet in Cruce Domini nostri Iesuchristi in quo est Salus Vita & Resurrectio nostra. Mexici. Excudebat Antonius Espinosa. M.D.LIX, Dentro de! mismo espiritu con que se elaboraron las doctrinas y gramaticas en lenguas indigenas, se redacté esta gramatica en latin dedicada a los colegiales de Tlate lolco y de otros colegios clericales. 53 21. Cartilla para los niftos en Lengua Tarasca. Por Fray Matu- rino Gilberti. México, 1559. 22, CEPEDA (Fr. Francisco de). Artes de los idiomas Chia- paneco, Zoque, Tzendal y Chinanteco, por fray Francisco de Cepeda. México, 1560, 4o. 23. Doctrina christiana, impresa en México, en casa de Antonio Alvarez, 1563. 24. ANUNCIACION (Fr. Domingo de la). Doctrina cristiana breve y compendiosa por via de didlogo entre un maestro y un discipulo, sacada en lengua castellana y mexicana y com- puesta por el muy reverendo padre, fray Domingo de la Anunciacién, vicario que al presente es de Cuyoacan, de la orden del bienaventurado padre Santo Domingo. (Es- tampa del Santo dentro de un marco formado por adornos tipogrAficos, que encierran la leyenda. Nos auten predica- mus dominum Jesum Cristum et hune crucifixum. 1..Cor. 1, [cruz sola] (Al pié de la orla:) En México, en casa de Pedro Ocharte. [cruz sola] 1565 [cruz sola]. 25. MOLINA (Fr. Alonso de). Confesionario breve en lengua mexicana y castellana: compuesto por el muy reverendo pa- dre fray Alonso de Molina de la orden del seréfico padre San Francisco. (Sigue un grabado con una corona con flo- res y cintas que tiene al centro el escudo de las cinco lagas con la siguiente leyenda entre filetes:) Accipite Spiritum sanctum, quorum remiseritis peccata: remittuntur eis, Et 8 1567. 27. 1569, quorum retinueritis, retenta sunt. Joahnis. 20. (Al pié del grabado: ) En México en casa de Antonio de Espinosa, Im- Presor, 1565. MOLINA, (Fr. Alonso de). Confesionario mayor, en lengua ‘mexicana y castellana, (Gran estampa en madera del calva- Tio, con la leyenda en los costados de los lados encerrada por un filete:) Penitentiam agite appropinquabit enim regnum celorum. Matthei. Cap. 3. (Al pié del grabado:) En Mé- xico, por Antonio de Espinosa, 1565. FERNANDEZ (Fr. Benito). Doctrina mixteca por fray Be- nito Ferndndez. (Colofén:) A gloria y alabanza de nuestro Redentor Jesucristo, y de su bendita Madre Santa Maria, y provecho de los préjimos. Aqui se acaba la Doctrina en Iengua misteca: compuesta por el muy reverendo Padre Fray Benito Herndndez, Vicario provincial de la Misteca de la orden de los Predicadores en esta nueva Espafia. Fue im- presa en México en casa de Pedro Ocharte impresor de li- bros, acabose a 22 de noviembre de 1567 afios. Laus Deo. Se reimprimié en 1568, habiéndose terminado su impresién en el mismo taller de Pedro Ocharte el 24 de enero de 1568. . GANTE (Fr. Pedro de). Cartilla para ensefiar a leer, nue- vamente enmendada y quitadas todas las abreviaturas que antes tenia. Un grabado en madera que representa a San Francisco de Asis recibiendo los estigmas de Jesucristo Cru- cificado, el cual aparece suspendido en el aire y envuelto en alas de querubin, En la parte inferior, grabadas en xilogra- fia, se ven las letras del alfabeto y los signos abreviativos de € (0 et), cum (0 con), rum y us. México, en casa de Pedro Ocharte, 1569, afios, 55 1571, 29, CRUZ (Fr. Juan de la). (Estampa de San Agustin, orlada arriba y en los costados). Doctrina cristiana en la lengua Guasteca con la lengua castellana, La guasteca correspon- diente a cada palabra: de guasteco: Segin que se pudo to- lerar en la frasis: de la lengua guasteca: compuesta por yndustria de un frayle de la orden del glorioso San Agustin: Obispo y doctor de la santa iglesia, En México en casa de Pedro Ocharte, 1571. 30. MOLINA (Fr. Alonso de). Arte de la lengua Mexicana y Castellana, compuesta por el muy reverendo padre Fray Alonso de Molina de la orden de sefior San Francisco. (Es- tampa de la impresién de las lagas del Santo). En México *en casa de Pedro Ocharte, 1571. 31. Vocabulario en Lengua Castellana y Mexicana, compuesto por el muy Reverendo Padre Fray Alonso de Molina, de la Orden del bienaventurado nuestro Padre San Francisco Dirigido al muy excelente sefior Don Martin Enriquez, Vi- sorrey de esta nueva Espafia. (Enorme escudo de armas del mecenas). En México, en casa de Antonio de Spinosa, 1571 1574, 32. LAGUNAS (Fr. Juan Bautista de). Arte y diccionario: con otras obras, en lengua mechuacana. Compuesto por el muy reverendo padre Fray Juan Bautista de Lagunas, Predica- dor, Guardién de San Francisco, de la ciudad de Guayan- gareo, y definidor de la Provincia de Mechuacan, y de Xalis- co. Dirigidas al Muy Ilustre y Reverendo sefior doctor don Antonio Morales de Molina. Caballero de la orden de Santia- 0, obispo meritissimo que fue de Mechuacan, y ahora de Tlaxcala del Consejo de Su Majestad, (Escudete del Pre- lado). En México, en casa de Pedro Balli, 1574. 1575. 38. ANUNCIACION (Fr. Juan de la). Doctrina cristiana muy cumplida, donde se contiene la exposiciin de todo lo nece. sario para doctrinar a los Yndios, y administrarles los Santos Sacramentos. Compuesta en lengua Castellana y Mexicana por el muy reverendo padre Fray Juan de la Anunciacién Religioso de la orden del glorioso doctor de la Yglesia San Agustin. Dirigida al muy excelente principe don Martin En. riquez Visorey gobernador y capitén general en esta nueva Espaiia y presidente del Audiencia Real que en ella reside (Estampa de San Agustin, grabada en madera). En México, en casa de Pedro Balli, 1575, = GILBERTI (Fr. Maturino). Thesoro espiritual de pobres en lengua de Mechuacan. Dirigida al muy Ilustre y Reveren- do sefior Don Fray Juan de Medina Rincén electo digntsimo Obispo de la dicha Provincia, Por el muy Reverendo Padre Fray Maturino Gilberti de la orden de los menores. (Es Estam- pa del Calvario). En México, con licencia, por Antonio de Spinosa, 1575, 35. MEDINA PLAZA (Fr. Juan de). Doctrinalis fidei in Mic chuacanensium linguam: editus ab admodum Reverendo Patre Joanne Metinensi, Bethico, Augustiniani ordinis, ¢ Priore conventus Tancanbarensis. Tomus secundus. Ad Illus. trissimum y Reverendissimum D. Dominum Fratrem Ioan. nem 4 Medina Rinconeum Michuacanensem Episcopum, ciusdem instituti. Accessit y compendium Metheorologica. rum impraesionum ab ipse Auctore recognitum. (Gran es- + endo de la Orden de San Agustin, surmontado del sombrero episcopal con las borlas: en el centro, sobre el mar, un cora. 26n traspasado por tres flechas, dentro de un évalo con la leyenda: Sagitaveras tu Domine. Cor Meum. Charitate. 37 ‘Tva.) Mexici, Cum licentia, In aedibus Antonij de Spinosa ‘Typographi. Via Augustiniana, Anno, 1575. MOLINA (Fr. Alonso de). Arte de la lengua mexicana y castellana, compuesta por el muy reverendo padre Fray Alonso de Molina, de la orden de seior San Francisco, de nuevo en esta segunda impresién corregida, enmendada y afiadida, mas copiosa y clara que la primera, Dirigida al muy Excelente Seftor Visorrey, etc. (Estampa de la impre- sién de las Hagas de San Francisco con orla de a la derecha ¢ izquierda). México, en casa de Pedro Balli, 1576. 37. VARGAS (Fr. Melchor de). Doctrina cristiana, muy ttil, necesaria en castellano, mexicano y otomt: traducida en len- gua otomi por el muy reverendo padre Fray Melchor de Vargas, de la orden de San Agustin, Prior de Actopan. Or- denada por mandado del ilustrisimo y reverendisimo seitor don Pedro Moya de Contreras, Arzobispo de México, del Consejo de Su Majestad, y con licencia impresa. (Estampa de San Agustin, entre dos Iineas laterales de adornos tipo- grAficos). Con privilegio. En México, en casa de Pedro Ba- Ili afio de 1576. . ANUNCIACION (Fr. Juan de la). Sermonario en lengua mexicana, donde se contiene (por el orden del misal nuevo romano), dos sermones en todas las dominicas y festividades principales de todo el aiio: y otro en las fiestas de los santos, ‘con sus vidas, y comunes. Gon un catecismo en lengua mexi- cana y espaiiola, con el calendario compuesto por el reve- rendo padre Fray Juan de la Anunciacién, subprior del ‘monasterio de San Agustin de México. (Tosca estampa de ‘San Agustin, en madera). Dirigido al muy reverendo padre macstro Fray Alonso de la Veracruz, provincial de la orden %< de los Hermitatios de San Agustin, en esta Nueva Espafia, En México, por Antonio Ricardo. M.D.LXXVII, Est tassado x papel en [espacio sin escrito] pesos, 38. CORDOBA (Fr. Juan de). Vocabulario en lengua zapoteca, hecho y recopilado por el muy reverendo padre Fray Juan de Cordoba, de la orden de los predicadores, que reside en esta Nueva Espaiia. (Estampa de Santo Domingo). Con Beencia. Impreso, por Pedro Charte, y Antonio Ricardo, en México, afio de 1578. +0. Arte en lengua zapoteca, compuesto por el muy reverendo padre Fray Juan de Cérdova, de la orden de los Predicadores * © de esta Nueva Espaiia. (Gran escudo dominicano). En Mé. ++ xico, en casa de Pedro Balli, afio de 1578. a S41. MEDINA PLAZA (Fr, Juan de). Doctrinalis fidei in Me- ~ ¢hoacanensium Indorum Lingua: aeditus ab admodum Re. perendo Patre Fratre Ioanne Metinensi, Bethico, Augustiniani ~~ ordinis, et Priore conuentus Cuisensis, Tomus primus. Ad Mlustrissimum et Reverendissimum, D. Dominum Fratrem Toannem a Medina Rinconewm, Michuacanensem Episco. pum, eiusdem instituti, Accessere sermones quattuor scilicet & sesto sancti Ioannis Baptistae in festivitate Apostolorum Petri c Pauli. In festo magni patris Augustini Ecclesiae Doc. feris, In festo Sancti Francisci ordinis fundatore. (Colofén:) Finitus est opus primi tomi Doctrinalis Fidei ad laudem et Sloriam Omnipotentis Dei eiusque: sanctae matris. virginis Mariac. Die 17. mensis Februarij Anno a Christo nato. 1578, In aedibus Antonij Ricardi in Civitate Mexicana iuxta aedeg Apostolorum Petri et Pauli. [cruz sola] 99 42, SANCHEZ DE MUNON (Sancho). Doctrina cristiana por el doctor Sancho Sanchez de Mujién, México, 1579. 43. ROLDAN (Fr, Bartolomé). Gartilla y doctrina cristiana, breve y compendiosa, para ensefiar los nifios: y ciertas pre- guntas tocantes a la dicha doctrina, por manera de didlogo: traducida, compuesta, ordenada, y romanzada en la lengua chuchona del pueblo de Tepexic de la Seda, por el muy re- verendo padre Fray Bartolomé Roldédn, de la orden del glo- rioso padre Santo Domingo. (Estampa del Calvario). Con licencia. En México, en casa de Pedro Ocharte, MD.LXXX. 1583, 44. SAHAGUN (Fr. Bemardino de), Psalmodia Christiana, y Sermonario de los santos del afto, en lengua mexicana: com- puesta por el muy reverendo padre Fray Bernardino de Sa- hagtin, de la orden de San Francisco. Ordenada en cantares © salmos para que canten los indios en los areytos, que hacen en las iglesias. (Estampa de madera, de la Crueifixién y en los lados perpendiculares quince estrellas). En México, con licencia, en casa de Pedro Ocharte De. M.D.LXXXIII afios. De estas obras que no son todas las aparecidas en los afios sefi lados y con las finalidades enunciadas, vamos a extraer los testimo- nios que precisan el espiritu que animé a sus autores, el sentido que les imprimieron, el método empleado y valor del mismo, trascen- dencia de su valor, circunstancia en que las elaboraron, de la que se puede desprender la orientacién de la politica cultural, princi- palmente lingiifstica existente en su época y dificultades y obstdculos que tuvieron que vencer para ver realizados sus anhelos. 60 ‘Veamos todo eso en cierto orden, Respecto al espfritu, al impulso que motivé su esfuerzo encontramos lo siguiente. En la Doctrina de 1544 redactada por Fr. Pedro de Cérdova y otros religiosos do- minjcos, éstos sefialan con claridad a los fieles el porqué de su mi- sign y de esa obra que tiene como fin cumplirla, “Muy amados hermanos: —escriben— Sabed y tened por muy cierto que os ama- mos de mucho coraz6n, y por cste amor que os tenemos, tomamos muy grandes trabajos, viniendo de muy lejanas ticrras y pasando grandes mares, poniéndonos a muchos peligros de muerte por veniros a ver y por deciros los grandes y maravillosos secretos que Dios nos ha revelado para que 0s los digamos, y os demos parte de los bie- nes que Dios nos ha dado y de los grandes goces y deleites que nos ha de dar en el cielo, Y estos bienes y deleites son tan provecho- sos que desque vosotros los supieredes y conocieredes, los preciareis mas que a todo el oro y Ia plata e piedras preciosas y mas que @ todos los bienes que hay en el mundo. Por tanto os rogamos que esteis muy atentos a las nuestras palabras y trabajad de entenderlas ‘con mucha aficién, porque son palabras de Dios, y El nos mandé que 0 las dijésemos a vosotros, porque quicre haceros sus hijos pa- ra datos de los sus bienes y placeres y deleites muy grandes los cuales nunca jamés visteis ni oisteis”.“* Después de esta comunicacién colectiva a la poblacién indigena en la cual revelan Ja trascendencia del mensaje evangélico y le in~ forman como su difusién que ¢s la misién esencial que ellos sentian y tenian les ha impulsado a pasar sacrificios sin fin, los dominicos encabezados por Fray Domingo de Betanzos y la aprobacién del Sr, Zumérraga, sefialan finalidad y formas de su obra esto es, “Doc- trina... para el catecismo c instruccién de los indios asi como va por modo de historia, para que més fécilmente puedan entender ‘o retener en la memoria las cosas de nuestra Sancta fe”. Y afiadian confiriendo autoridad y generalidad a su obra: “el dicho sefior Obispo, pide y ruega mucho a los padres religiosos que entienden en la conversién:e instruccién de los indios, ante todas cosas pro- “© J.T. Mepwsa, La imprenta. .., Tl4-y ss 61 curen de les predicar y hacer entender esta doctrina breve y llana, Pues conocen su capacidad; y que tienen mas necesidad de ella Ue de otros sermones que se les predican. Y esta servira més pa- fa incipientes y la otra con el Tripartito de Juan Gersén para pro- ficientes. ¥ esta doctrina por la gran religién, zelo y letray del ac. for merece ser tenida en mucho, y por el estilo y manera que lleva Pala los indios, seré de mucho fructo que cuadraré més a su capa. cidad; y mucho mas si se le traduce en lenguas de indios, pues hay tantos dellos que saben leer”.!" De estas afirmaciones contenidas en el colofén de la obra, des- Prendemos dos informaciones: la primera que esa doctrina cra el resultado de un esfuerzo colectivo dirigido por el Obispo Zumé- Fraga que deseaba mantener una unidad de doctrina y un modo uniforme de expresarla; la segunda que cl adoctrinamiento, co- mo toda forma educativa estaba graduado y que existian nileos mas adelantados en su conocimiento que otros. Importante en este aspecto €s saber como en un nivel més alto, el de los proficientes, {a informacién doctrinal era mayor, y que ella se apoyaba en textos de tan profundo contenido de doctrina y formas expositivas tan esplendidas como el Tripartito de Juan Gers6n, cuya influencia en la religiosidad novohispana espera un buen estudio. Y en tercer ‘érmino, se.nos hace saber que la doctrina elaborada en castellano, se recomendaba fuera traducida en las lenguas de los indios, mu. chos de los cuales para ese afio de 1544, esto es a 24 afios de haber arribado el néicleo mayor de religiosos, ya sabfan leer, En 1546 ese anhelo de los religiosos de que la Doctrina se tra- ulese se hizo realidad. Hay que sefalar que la Doctrina que el Sr. Zumérraga dispuso se hiciera y que se publicé en 1539 ya era bitingite, mexicana y castellana, asi como la de 1546 que tuvo gran dlfasion y que se reimprimié en 1547 y 1570, obra del gran lingiista Fray Alonso de Molina quien tanto se distinguié por penetear y "igorizar el néhuatl. Su perfeccién y utilidad lingiifstica hizo se re. comendara su empleo entre todos los grupos de habla néhuatl, y © biden, 62 Por su contenido doctrinal se aconseja que “s6lo ésta se imprimiese en la Nueva Espafia para evitar confusién y diversidad de Doc. trinas, pues es cosa —se afirmaba— que sobre todas las otras re. quiere unidad y conformidad”. Y respecto a sus calidades metodo. légicas se afirmaba, explicando también las formas docentes exis tentes en las escuelas misionales, lo siguiente: “Esta Doctrina sieve Para los indios que saben leer y para Jos que las quieren hacer leer en sus casas y para los nifios que estudian en las escuelas, los cuales la dicen cada dia a voces, toda o Ia mayor parte della; mas en la iglesia no se ensefia, ni a los que han de recebir los sanctos sacra. ‘mentos se les pide mas de lo sustancial de ella...” En 1548 al aparecer la Declaracién y exposicién de la Doctrina Cristiana en lengua espafiola e mexicana, hecha por los religiosos de la orden de Santo Domingo, lo cual revela que ya los dominicos habfan logrado traducir su obra impresa en 1544, estos escribicron: “Va sacada de la lengua en tanta claridad como aqui aparece, asi Porque mejor se de todo a entender a estos naturales, porque mejor to tomen de coro los que lo quisieran tomar”. Y adelante agregan, refiriéndose a sus virtudes ensefiantes: “Podré asimismo aprove. char para los que quisieren deprender la lengua espafiola, que mds fécilmente la deprenderdn, tomando una sentencia o dos 0 mis, que no tomando un vocablo o dos o mas”. Este parrafo es sefialador de como al mismo tiempo que la doctrina, se aprendia a leer uno ¥ otro idioma. Dos afios después esa Doctrina fue reimpresa con algunas correcciones. Sus cualidades docentes se corroboraron al dlsponer que los textos parcados correspondieran sentencia por sen- tencia lo cual posibilitaba la comprensién no sélo del léxico, sino también gramatical y sintéctica, Se recomendaba su utilizacién en nay, Gancis Teaznaceta. Op. cit, pp. 71-76, y J. T. Muoina. La ime frenat, -» 1-130. Esta obra debe verse intimamente relacionada, seine ion tim todas las obras de este autor, con el Vocabulario en lenpee coon 7 paeana de 1955, Garcia Teazatcers, op. cit, pp. 121-125 y Moras, Ea imprenta...» 1-10-79, lo desriben y Medina reproduce el interarm en logo al lector” aat como los trece avisos que conticne a mis de is decks ay Frguiaucy, doble finalidad, una serie de preceptor metodologicos de inteccs iistico, 63

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