Podemos compartir lo que el Señor nos ha dicho a cada uno durante
este encuentro de reflexión.
Terminamos rezando con este salmo de gratitud a Dios porque nos ama
y nos abre caminos para vivir de una manera nueva. Podemos leer una
estrofa cada uno y después ir repitiendo alguna palabra o frase que
exprese lo que queda resonando en nuestro corazón
Bendito seas, Señor
Tú eres bendito, Señor: Porque has visitado a tu pueblo,
porque has suscitado en nosotros una fuerza de salvación
y ya es posible esperar y caminar hacia la promesa.
Tú eres bendito, Señor: porque tu salvación nos libra del mal,
porque tu salvación es misericordia con nosotros
porque tu salvación es alianza para siempre con la humanidad,
porque eres fiel a la promesa hecha a nuestros padres.
Tú eres bendito, Señor: porque podemos ser libres del temor,
porque podemos estar en tu presencia,
porque tú estás a nuestro lado.
Tú eres bendito, Señor: porque vas delante de nosotros,
porque nos preparas el camino, porque nos perdonas el pecado.
Tú eres bendito, Señor: porque nos visitas desde lo alto,
porque nos iluminas el camino, porque rompes las tinieblas,
porque has roto la noche y guías nuestros pasos
por el camino de la paz.
Tú eres bendito, Señor, por los siglos de los siglos.
Textos para rezar durante la semana:
Mc 1, 1-8
Is 40, 1-11
Salmo 85 (84) H. Ángela Pérez Jijena a.c.i.
Is 35, 1-10 Centro de Espiritualidad Ignaciana
Almirante Barroso 75 – 699 4194
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Ignaciano.cl
FICHA Nº 2
ADVIENTO es tiempo de esperanza, y también tiempo de
CONVERSIÓN. Conversión significa caer en la cuenta de aquello
que en mi vida está ‘de espaldas’ a Dios, aquello que no vive al
calor de su mirada, todos nuestros egoísmos y ensimismamientos;
nuestras mediocridades y acomodos; verdades a medias y faltas de
amor. Conversión significa dejar que el Señor nos atraiga
cariñosamente una vez más a su presencia, nos levante, sane
nuestras heridas, vuelva llenar de amor y grandes deseos nuestro
corazón. Conversión es volcar la vida entera a este Dios que tanto
nos ama, y en él, entregar la vida generosamente a nuestros
hermanos. Es, por lo tanto, un impulso que nace del encuentro con
el amor misericordioso de Dios y que nos lleva a pasar del egoísmo
al amor, pasar una y otra vez de la muerte -y todo lo que conduce a
ella- a la vida y vida en abundancia.
El pueblo de Israel recorrió un largo camino que lo condujo a
Jesús. Al igual que este pueblo, la Iglesia nos invita a recorrer el
camino del Adviento que nos conduce a ser puestos humildemente
a los pies del Salvador.
En este caminar semana a semana preparamos el corazón
para celebrar una vez más el Misterio de la Encarnación: Dios hecho
hombre, y aún más, Dios que se hace niño frágil, porque me ama y
quiere compartir mi vida entera...
Jesús nace humilde entre los humildes, en un pesebre.
Asume nuestra condición para redimirnos y mostrarnos desde ahí la
plenitud de sentido de nuestras vidas. Para eso nos preparamos,
para eso hacemos este camino de reconocer nuestras fragilidades,
y abrir nuestros ojos, oídos, mente y corazón. Queremos que él
pueda nacer de un modo nuevo en nuestra vida y para eso hay que
ponerse entero.
La gran invitación es esta:
¡CAMINEMOS A LA LUZ DEL SEÑOR!
 MIREMOS NUESTRA VIDA
Para que Dios pueda entrar en mi vida de un modo
nuevo y más profundo ¿Siento que necesito convertirme? ¿En
qué concretamente? (puedo mirar la relación que tengo conmigo
mismo, con los demás y con Dios)
Escuchemos la palabra de Dios
“Vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en
el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un
bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como
está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:
Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del
Señor, allanen sus senderos; elévense los valles, desciendan los
montes y colinas; que lo torcido se enderece, que lo escabroso
se iguale. Y todos verán la salvación de Dios”
(Lucas 3, 2-6)
HACEMOS MEMORIA AGRADECIDA DE LA
EXPERIENCIA DE DIOS VIVIDA EN LOS
EJERCICIOS ESPIRITUALES
Traigo a la memoria la(s) experiencia(s)
que he tenido de la Primera Semana de Ejercicios.
El amor del Señor que me ha ido transformando
internamente, apartándome del pecado y poniendo
junto a Él. Dios ya ha hecho camino conmigo…
Hago memoria de la gracia de conversión que ya
he recibido y le doy las gracias. ESCRIBO MI
REFLEXIÓN
EL SEÑOR ME LLAMA UNA VEZ MÁS A ENDEREZAR
LOS CAMINOS DE MI VIDA, ALLANAR, QUITAR
ESTORBOS PARA QUE ÉL PUEDA REINAR EN MÍ
EL SEÑOR ME INVITA A DAR UN PASO MÁS EN
MI VIDA
El Señor me regala su gracia, él está
conmigo y quiere que yo viva una vida nueva más de
acuerdo con su voluntad para mí. Caigo en la cuenta
de los llamados que el Señor me ha hecho y que no
he acogido en mi vida, propósitos no cumplidos,
deseos de cambio que se quedaron en palabras
bonitas... Miro mi vida de todos los días, ¿dónde el
Señor me está invitando a hacer este paso del
egoísmo al amor? ¿qué puedo hacer para enderezar
los caminos de mi vida, de mi familia, comunidad,
país? ESCRIBO MI REFLEXIÓN
Pido al Señor que me confirme en estos deseos y
que me regale su amor y gracia para hacerlos vida.