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BIBLIOTECA PEMAN © BIBLIOTECA PEMAN MAIR MEMORIAS_II geen. 2 Mis almuerzos con gente importante dici6n y seleccién al cuidado de Ana Soffa Pérez-Bustamante Mourier BIBLIOTECA PEMAN ® BIBLIOTECA PE at - Tras su Confesién general (1947, 1953), Peman (1897-1981) se atreve, mucho tiempo después, a ofrecer su visién de grandes personajes con quienes se coded en Mis almuerzos con gente importante (1970). De digestion en digestién el autor nos lleva desde Primo de Rivera en los afios 20 hasta Carrero Blanco, nombrado vicepresidente del gobierno en 1967. El caudal de anécdotas hilarantes, referidas con diplomatica y elegante soltura, no encubre el agudo andlisis que hace Peman de diversos ambientes: la politica, el ejér- cito, la diplomacia, la religién, los intelec- tuales, los artistas, la tele... Estos Almuerzos..., best-seller pionero del boom memorialistico tras la muerte de Franco, conservan hoy su frescura, interés y gracia y son, indirectamente, autorretrato de un escritor que veia ya las cosas “desde la Ultima vuelta del camino”. BIBLIOTECA PEMAN Edicién y seleccién al cuidado de Ana Sofia Pérez-Bustamante Mourier VOLUMEN VII MEMORIAS - II Mis almuerzos con gente importante © Herederos de José Maria Peman Grupo Joly De cada texto, su respectivo autor. Edicién y seleccién de Ana Soffa Pérez-Bustamante Mourier En portada, fragmentos de dos cuadros de la coleccién Flamenco (2002-2005) de Ignacio Tovar (en concreto, Desde que tii te fuiste, 1, 2 y 3, 2003) (pigmento y létex plastico sobre tela). Se reproducen por cortesia del autor y de la Galeria Ficares (Madrid-Almagro). 1.S.B.N.: 84-88837-67-4 Dep. Legal: CA-309/2006 Imprime: Ingrasa Artes Grdficas Puerto Real (Cadiz) {NDICE “Pemédn, un hombre de buena voluntad”, por Francisco Javier Guillamon Alvarez ............0-.000.0005 7 “La ventana (in)discreta (Pemén y el género memorialfstico)”, por Ana Soffa pérez-Bustamante Mourier 13 Bibliografia 25 ‘MIS ALMUERZOS CON GENTE IMPORTANTE Advertencia 29 Filosofia del almuerzo .. . 30 Almuerzos con el general Primo de Rivera 35 En la caseta de la Feria 41 Dos almuerzos en Llhardy.. . 48 En la casa del general Primo de Rivera. 53 Ultimo almuerzo con don Miguel . 64 Pedro Sainz Rodriguez 68 Julio Cejador . : 73 Con Ossorio y Gallardo y Azorin . 7 En casa del marqués de Quintanar 83 José Calvo Sotelo. 93, Angel Herrera, Gabriel Maura y Camb 98 Con Eugenio d’Ors 106 Con Ortega y Gasset. . , 18 Con Raquel Meller ... 117 José Antonio, en el campo y en el “club” . 124 Almuerzos con Millén Astray 130 El Cardenal Segura, y al fondo Millan Astray En Pamplona con el general Cabanellas Almuerzos con el general Queipo de Llano Almuerzos de Embajadores.......... Primer almuerzo en el Madrid liberado Almuerzos en Roma Con don Jacinto... . Almuerzos académicos. . Con “Selecciones” del Reader’s Digest. Almuerzos cerebrales Paces en la paz Ad usum Delphinis : Almuerzo con Arias Salgado . . : Jean Cocteau en Cadiz y en Paris .. . Almuerzos con gobernantes. Con Manuel Fraga Iribarne . . . Almuerzos americanos. .. Almuerzos enciclopédicos . ANA SOFIA PEREZ-BUSTAMANTE MOURIER 13 LA VENTANA (IN)DISCRETA (PEMAN Y EL GENERO MEMORIALISTICO) No deja de ser sorprendente el hecho de que, estando hoy tan de moda la literatura de tipo autobiografico y memo- rialfstico, nadie (salvo algunos historiadores) parezca haber reparado en el caso de José Maria Pemén (1897-1981). En efecto, la primera contribucién de Pemdn al género es muy temprana: nos referimos a su Confesién General, que vio la luz en dos partes dentro del proyecto de Obras completas del autor: en 1947, encabezando el volumen I (Poesia), y en 1953, al final del volumen V (Doctrina y Oratoria). Es posible que esta fragmentaci6n del texto, y el hecho de estar inmerso en el cau- dal de obras completas, hayan condicionado que el ejercicio pemaniano le pasase desapercibido a Anna Caballé en su monografia Narcisos de tinta. Ensayo sobre la literatura autobio- grdfica en lengua castellana (Siglos XIX y XX) (1995). Lo cierto es que la Confesién general, de titulo agusti- niano-rousseauniano, es un texto muy interesante, ante todo, como observa Gonzalo Alvarez Chillida, porque Peman mani- pula los datos para minimizar su historial polftico y poner en primer plano su vocaci6n y sus logros literarios y su figura cul- tural. Javier Tussell y Alvarez Chillida, en su monografia sobre Pemén (1998), introducen un atenuante al respecto que consi- a i BIBLIOTECA PEMAN dero acertado: “Hay que pensar que, mas que ocultar su pasa- do, con todo ello no hacia otra cosa que testimoniar poca satis- faccién respecto a esa parte de su biografia” (pag. 97). Una apreciaciOn, ésta, que en cierto modo insintia el propio autor cuando, al final de sus memorias, las declara abiertas: “Y que los puntos suspensivos encierran en si la suspensién de mi propia sentencia interior, que, insatisfecha de lo que hice, me pide todavia, si Dios quisiera, un mejor esfuerzo y una mayor depuraci6n para lo que atin pueda hacer” (II parte, cap. “Juicio de juicios”). Peman, como Juan Valera, fue el rey de la alusi6n-elu- siva, del doble sentido, de la carga de profundidad tras la apa- rente ligereza. Conviene por ello indagar algo mds en el apar- tado de intenciones. Dice el autor al comienzo de su confesi6n (I parte, cap. *MO) pecador...”) que la escribe en medio del camino de su vida, a los cuarenta y seis afios, por encargo de sus editores, y con la intencién de que sea a medias autobiografia y a medias auto- critica. Sin desdefiar que sus editores (por ejemplo Jorge Villén, que fue también su secretario particular), le sugiriesen la conveniencia de encabezar la obra completa con un texto de este tipo, no esté de mas considerar que detras de la editorial en que ésta aparece, Escelicer (abreviatura de Establecimiento Cer6n y Libreria Cervantes), estaba el propio Pemén como importante socio accionista, lo que nos hace pensar que la ini- ciativa confesional fuera ante todo suya. A lo sefialado por Tussell y Chillida hay que afiadir otro hecho: a la altura de 1943, cuando Pemdn “se confiesa”, ha comenzado ya su dis- tanciamiento del régimen franquista (lo que explica su desvio de la politica activa), y, de otro lado, aun siendo Peman figura muy relevante de la cultura nacional, popular entre el ptiblico ANA SOFIA PEREZ-BUSTAMANTE MOURIER a) y ademas perteneciente a la Real Academia Espafiola (que ha dirigido y volverd a dirigir), apenas si hay sobre él una biblio- graffa que merezca este nombre. Dicho en otras palabras, nadie mejor que Peman para hablar de si mismo, y para hacer- lo diciendo algo de sustancia y provecho, mas alla de los diti- rambos vacuos al uso. Prueba de hasta qué punto era el autor consciente de cémo se despachaba su figura y labor es el breve texto de “Autopresentacién” que se recoge en el volumen VI de sus OOCC, donde con gracioso desparpajo comenta cémo suele ser presentado en términos de “no necesita presenta- cién’, cémo es aplaudido incluso por obras que no escribié, y cémo en definitiva es algo asf “como la raz6n social de una especie de nebulosa comandita catélica-mondrquica-andaluza bastante pintoresca” y a menudo falsificada. La resultante (volumen I de esta pequefia “Biblioteca Peman”) es un texto muy ameno, escrito con la desenvoltura natural, elegante e irénica que es caracteristica del autor. Esta dividido en capitulillos breves y titulados y pertenece, por enfoque y resultado, a lo que la critica denomina “memorias profesionales”, que son las que se centran preferentemente en el oficio del autor, dando cuenta de su trayectoria. Para la cri- tica el objetivo de esta modalidad suele ser la exaltacién de una actividad humana concreta y la definicién del individuo como portador de un rol social, y esto es lo que en la Confesién general se cumple de manera privilegiada. Hay, desde luego, abundantes y agudas observaciones de tipo psicolégico sobre si mismo y sobre los demas, pero la Confesi6n... no es un ejerci- cio de introspeccién sino ante todo la crénica del nacimiento, crecimiento y apoteosis de una figura publica. El autor comienza diciendo que naci6 el 16 de diciembre de 1917, fecha en que pronuncia su primer discurso pubblico (I parte, cap. “Yo 16 BIBLIOTECA PEMAN pecador...”) y termina afirmando su sintonfa con la “viscera espafiola” y el orgullo de que “mi nombre sea cargo publico y esté en la ndémina de la sociedad espaiiola” (II parte, cap. “Juicio de juicios”). Esta exhibicién de satisfacci6n personal resulta curiosa porque, al decir de la critica especializada, es el eje de la autobiografia burguesa, del relato del hombre “hecho a sf mismo”. Aunque relacionado siempre con la aristocracia, no hemos de olvidar que Pemén, en origen, ocupaba mds bien un puesto limitrofe entre la clase media-alta de profesién libe- ral (hijo de un abogado) y la alta burguesia ennoblecida: sus lazos con Ia aristocracia en principio eran parciales (a través de la familia materna, los Pemartfn) y se robustecieron sobre todo a partir de su matrimonio con Carmen Domecq Rivero, pri- mogénita del marqués de Domecq. De la satisfaccién de Pemdn ante sus éxitos deja aqui él mismo clara constancia, asi como de lo que podriamos denominar su adiccién al aplauso; de la vanidad como rasgo de su cardcter deja testimonio delicado pero expreso su hijo José Maria en el texto que ofrecemos en el volumen I de esta coleccién (“Pemén fntimo”). Claro que no conviene simplifi- car: el propio José Marfa habla de su personalidad como suma de vaivenes y contradicciones, y, aunque nunca exprima su intimidad a fondo, hemos de cotejar su afan de triunfo con esa otra faceta humilde que forma parte de su ideario religioso y se expresa en el poema “Elogio de la vida sencilla” (De la vida sencilla, 1923), dedicado a su madre: Vida inquieta, frenesf de la ambicién desmedida... jQué mal comprende la vida el que la comprende asi! ANA SOFIA PEREZ-BUSTAMANTE MOURIER 17 (..) Tras los honores no voy; la vida es una tirana, que llena de honores hoy al que deshonra mafiana. Un autorretrato mas ajustado a su personalidad pri- mera es el que encontramos en su siguiente libro, Nuevas poe- stas (1925), dentro del poema “Aqui me tienes, lector...”, muy en la linea tradicionalista. Es el Peman que afirma: Aqui me tienes, lector: soy como un viejo sefior que tiene un poco de asceta y un bastante de poeta y un mucho de sofiador. No sé qué loca ufania prendié6, por desdicha mia, en mi espiritu altanero, que me hace ser forastero entre las gentes de hoy dia. Y es que si vivir pudiera donde mis suefios estan, en otro siglo viviera, en donde, a la postre, diera en fraile 0 en capitan. Es sumamente significativo el gusto del autor por el autorretrato lirico, algo muy propio del Modernismo (véase el caso prototipico de Manuel Machado). Claro que en Peman la 18 ‘ __ BIBLIOTECA PEMAN directriz modernista se tifie de un espiritu tradicionalista que le lleva a concebirse basicamente, a lo largo de toda su trayec- toria, como una especie de versién actualizada de Lope de Vega. No en vano quiso llegar con su obra (en especial la tea- tral) a todo el ptiblico “nacional”, indiviso, como si quisiera ignorar la fragmentacién que entre espectadores y criticos se fue produciendo y ahondando, a raiz de la Tlustraci6n, del siglo XVIII en adelante. Luego (a partir de 1941) modificard 0 actualizara ligeramente esta identificacién, como se echa de ver en su discurso de agradecimiento del homenaje que le tri- but6é en 1968 la librerfa madrilefia EPESA, donde un Peman emocionado constata que “estaban reunidos aqui, y habfan tomado parte en este concurso de palabras bondadosas, escri- tores de todas las zonas ideolégicas y de todos los colores. Nada mas emocionante para mi, que he luchado toda la vida por el entendimiento mutuo de los espafioles y el didlogo y convivencia entre los hombres de letras’, extremo que docu- mentan Gonzalo Alvarez Chillida y Javier Tussell al reprodu- cir y comentar textos del epistolario privado del autor. Una ultima integrante del cocktail pemaniano es su andalucismo, que vemos en otro poema-autorretrato: “Soy andaluz” (en OOCC, I, seccién “Otras poesias andaluzas”): Soy andaluz: andaluz, que es decir con ufanfa gran sefior de la armonia y emperador de la luz. Esta misma afirmacién de andalucismo la encontra- mos mucho después en la “Introduccién’” que redact6 para su Antologta poética (Salamanca, Anaya, 1963): ANA SOFIA PEREZ-BUSTAMANTE MOURIER a 19 Nadi en Cadiz el 8 de mayo de 1897. Tengo un compafiero insigne de cumpleajios, Dante Alighieri, que nacié el 8 de mayo de 1212. Fl recorrié el infierno, el purgatorio y el paraiso. Dios me conceda acortar el viaje y empezarlo, siquiera, por la segunda estacién. Pero todo eso de la coincidencia dantesca, como lo de nacer en primavera y en el mes de las flores, es pura literatura (...). Mas concreto e importante es que naci en Cédiz. (...) Soy un gaditano que ejerce su profesién. Sentirfa que esto se interpretara como casticismo 0 localismo de mi espiritu o mi arte. Al revés. Es la raiz y causa de mi pluralidad, de mi universalismo, de mi curiosidad liberal. Para Peman, como se echa de ver ya en el prélogo de Sefiorita del mar (1934) (poemario incluido en el volumen II de esta Biblioteca), Cadiz se identifica con la confluencia de cul- turas dentro de una dominante clasica y una vocaci6n cultural cuyo exponente es el Real Observatorio de Marina de San Fernando y cuyo signo distintivo es la tolerancia, la desdra- matizacion y el fino humor. Los autorretratos nunca son ajenos al tiempo: tienen el valor de instanténeas temporales, puesto que el autorretratado evoluciona, cambia. Esto es especialmente evidente en el caso de Peman, cuya tendencia autobiogrdafica constituye un puen- te entre los gustos modernistas y el “boom” memorialistico de los afios 70. En efecto, cuando Peman publica su Confesién general (1947, 1953) lo hace en una €poca, la de posguerra, de escasez del género en nuestras letras. Anna Caballé sefiala que hacia 1940, cuando Espaiia se habia visto irremediablemen- te partida en dos mitades, en aquellos momentos irreconci- 20 BIBLIOTECA PEMAN liables, los textos autobiograficos escasean, como escaseaba todo lo demas. El pais qued6 fatalmente condicionado por el exilio intelectual producido al finalizar la contienda (...). Sin embargo, la aparicién de obras autobiograficas aumen- tard progresivamente, tanto en el interior de la peninsula como desde el exilio. Ambas actitudes, fruto indudable de la necesidad de reflexionar sobre lo acontecido, ya fuere desde una perspectiva personal, 0 colectiva. A diferencia de lo habitual en las autobiografias publi- cadas en Espafia en los 40 y principios de los 50 (Miguel Villalonga, Azorin, Baroja...), Peman no rehuye el tema de la guerra civil. Y a diferencia de José Marfa Carretero 0 Felipe Sassone, tampoco escribe un alegato faccioso y agresivo. Por el contrario, vemos que el escritor esté asumiendo activamente el nuevo papel que quiere desempefiar: el de mediador cultural y bisagra entre las dos Espafias, y esto ya en la década de los cuarenta, si bien el relato de la guerra pertenece a la segunda parte (1953). En la asunci6n de su papel de mediador intelec- tual fue decisivo su ingreso en la Real Academia Espafiola de la Lengua, de la que fue director durante la guerra y en la pri- mera posguerra. Muy posteriores son Mis almuerzos con gente importan- te (1970), un libro que ya no es de autobiografia sino directa- mente de memorias: el objetivo no es trazar una historia per- sonal sino dejar constancia del mundo que el autor ha conoci- do. También en este caso se adelanta Peman a la moda: ya desde principios de los 70 se anticipa lo que tras la muerte de Franco fue una avalancha editorial de textos que querfan “recuperar nuestras sefias de identidad”. El que ahora escribe es un septuagenario mentalmente muy libre que ha culminado su evolucién desde el tradicionalismo antidemocratico de la extrema derecha hacia un liberalismo conservador y democra- ANA SOFIA PEREZ-BUSTAMANTE MOURIER 21 tico. Su religiosidad dogmatica se ha flexibilizado notable- mente desde que acepté las directrices del Concilio Vaticano II. Su visién de la monarqufa es ahora constitucional, puramente europea. La viudez le ha trafdo tristeza y un principio de declive, pero también, al decir de alguna gente que le conocié profesionalmente (caso de Francisco Umbral), una mayor independencia personal. Es este Peman el que escribe un ensa- yo memorialfstico delicioso: a través de algo aparentemente tan frivolo como son los almuerzos, va a trazar los retratos de personajes ilustres con los que tuvo relacién, desde Miguel Primo de Rivera, durante la dictadura, hasta el ambiente de incertidumbre polftica y baile de ministros del tardofranquis- mo. El libro empieza con recuerdos familiares que cuajan en torno a los primeros afios 20 y termina con la proclamaci6n del almirante Luis Carrero Blanco como vicepresidente del Gobierno en 1967. El final, abruptamente interrumpido, fran- camente abierto a la interrogante del futuro (la lista ministerial empieza y termina con Carrero, el libro acaba con un “Etcétera”), resulta sugestivo y original. Mis almuerzos con gente importante es uno de los libros més personales y atractivos de Pemdn. Renunciando a las notas y fuentes escritas, el autor pierde en precisién lo que gana en amenidad. Desfilan por estas paginas los hombres ilustres retratados en cierto modo por el envés, en el 4mbito semiprivado, en el comentario que desvela y desnuda su humanidad (0 su falta de ella, que de todo hay), o que revela todo un ambiente social. El resultado es una galeria de anéc- dotas que aciertan a sorprender el rasgo revelador del perso- naje, que a veces resulta ser un figurén grotesco: ese Miguel Primo de Rivera que castiga sin postre a un José Antonio bien talludito por Ilevarle la contraria (“En la casa del general Primo de Rivera”); ese Millan Astray que, preocupado por la ee ___BIBLIOTECA PEMAN posibilidad de que Queipo de Llano le supere en el plano galante, se consuela pensando en su superioridad cualitativa: “yo tengo besadas doce monjas y tres de ellas abadesas claus- tradas” (“Almuerzos con Millan Astray”); ese general Camilo Alonso Vega (al que burlonamente Ilamaron “don Camulo”, por su enciclopédica ignorancia), que se sorpende de que Edipo resulte estar casado con su madre y al que Pemén res- ponde, beatificamente: “Si, don Camilo: desde hace veinti- cuatro siglos...” (“Paces en la paz”); ese locutor que, ante la perspectiva de entrevistar en televisisn a Peman y Mary Carrillo, le espeta a la actriz: “Ira usted honesta, ;no?” (“Almuerzo con Arias Salgado”); ese Fraga Iribarne que con- fiesa haber ensefiado a leer a su padre... (“Con Manuel Fraga Iribarne”). Mis almuerzos... es un libro Ileno de agudeza y arte de ingenio que capta en primera instancia por ser rico en anéc- dotas hilarantes, pero el lector hard bien en no quedarse a Peman es un escritor de dobles intenciones, y tras la aparien- cia inocentemente humoristica hay mucho mas juicio critico de lo que parece. De hecho, nos da muchas pistas sobre la menta- lidad de los militares del alzamiento, sobre la aristocracia, sobre la farsa y licencia de la politica, sobre las envidias en los ambientes culturales e intelectuales, y sobre Franco, que sera el protagonista de su siguiente y ultimo ensayo. De todos modos el gaditano es un escritor que se cuida de no excederse, y ello por dos motivos: la prudencia en medio de las procelosas aguas politicas espafiolas (Peman tiene una causa por la que velar, un interés mondrquico que defender, y no se puede permitir el error flagrante), y el decoro, el buen gusto (Pemdn es un hombre mundano de amplias relaciones y no es cuestién de ofender a nadie con una burla hiriente o fuera de tono). Aun asf, el lector verd el grado de libertad que alcanza. El fue siempre muy consciente del amplio margen ANA SOFIA PEREZ-BUSTAMANTE MOURIER 23 que le daban su acento y su humor bajoandaluces, la ironia benévola como coartada de ambigiiedad que le permite ejer- cer, tanto en la prensa como en el ensayo, de “ventana (in)dis- creta”. Evidentemente, todo ejercicio de memoria es retrato indirecto del memorialista. A través de Mis almuerzos con gente importante reconstruimos la imagen de un hombre curioso al que le gustaba ver en primera fila qué se cocfa en los multiples planos de la vida publica; un hombre de teatro que estudia y analiza con ventaja todo tipo de gestos, movimientos y reac- ciones de sus interlocutores; un testigo singularmente bien relacionado y discreto, duefio hasta al final de sus palabras y sus no menos significativos silencios; una persona que ha visto mucho y no se deja impresionar por la parafernalia del poder, aunque le gusta, positivamente, formar parte del espectdculo como “extra” de lujo con cierta patente de corso por su posi- cién excepcional de escritor (in)dependiente. Un escritor que no tiene nada de acartonamiento ni gazmofieria. Y un hombre singularmente inteligente y agudo para salir con bien de situa- ciones no ya embarazosas sino de franco peligro. En el fondo, el secreto de la libertad de un escritor es alcanzar ese estatus en que se puede permitir decir que no, y en que esta libre de temor y de deseo, condiciones que concurrieron en alto grado en el dltimo Peman. No es casual que estos Almuerzos..., que constituyeron. muy explicablemente un auténtico best-seller, se publicaran en la editorial Dopesa, cuyo propietario y director, Sebastian Auger, era un empresario cataldn de tan envolvente simpatia como infalible olfato comercial. En lo que sigue nos basamos en la primera edicién, pero hemos de advertir dos cosas: esa edicién contiene bastantes erratas y descuidos, que hemos pro- 24 > _ BIBLIOTECA PEMAN curado enmendar. También ofrece un sistema de puntuacién muy subjetivo, Ileno de comas, puntos y comas y dos puntos de dudosa eficacia, que a veces hemos enmendado y/o supri- mido para mayor claridad. En conjunto, al margen de lo des- cuidado de la edicién, la lectura del libro en Dopesa extrema una sensacién muy peculiar: aunque en el legado de la Casa Peméan se conserva el texto manuscrito, el resultado publicado tiene una naturalidad y fluidez casi “orales”. En dltima ins- tancia el lector comprueba que, con la edad, Peman gané simultdneamente en libertad de pensamiento y calidad creati- va, lo que se echa de ver en sus articulos periodisticos y en sus ultimos ensayos memorialisticos, que ofrecemos aqui con auténtico placer. ANA SOFIA PEREZ-BUSTAMANTE MOURIER Universidad de Cadiz ANA SOFIA PEREZ-BUSTAMANTE MOURIER 25 BIBLIOGRAFIA ESCRITOS DE CARACTER AUTOBIOGRAFICO Y MEMORIALISTICO DE JOSE MARIA PEMAN NOTA: Es evidente que gran parte de la produccién de Peman tiene un fuerte contenido autobiografico y, sobre todo, memorialistico. Aqui sdlo resefiamos los textos que mds cumplidamente entran en esta categoria (autobiograffa, memorias, autorretratos, epistolario, entrevistas), sin pre- tensiones de exhaustividad. “Elogio de la vida sencilla” (autorretrato Iirico), en De la vida sencilla, Madrid, V. y H. Sanz Calleja, 1923. Prologo de F. Rodriguez Marin. Incluido en OOCC, I. “Aqui me tienes, lector...” (autorretrato lirico), en Nuevas poesias. (Segunda parte de “De la vida sencilla”), Madrid, Ed. Voluntad, 1925. Incluido en OOCC, 1. “Soy andaluz” (autorretrato lfrico), en Obras completas, 1. Poesia, Madrid- Buenos Aires-Cadiz, Escelicer, 1947, Ed. Jorge Villén. “J.M. Pemén habla con J.M. Peman”, en La Eslafeta Literaria (Madrid), n° 9, 15 de julio de 1944, pag. 9. Confesion general, I parte, en Obras completas, I. Poesia, Madrid-Buenos Aires- C&diz, Escelicer, 1947, Ed. Jorge Villén. Confesién general, II parte, en Obras completas, V. Doctrina y oratoria, Madrid- Buenos Aires-Cédiz, Escelicer, 1953, Ed. Jorge Villén. Seccién “Vida literaria” dentro de Obras completas, V. Doctrina y oratoria, Madrid-Buenos Aires-CAdiz, Escelicer, 1953, Ed. Jorge Villén. (Artfculos como “Pero escribe demasiado deprisa”, “Gloria y dolor del autor dramé- tico”, “Carta a Paca Almuzara”, “El “Séneca” en mi comedia”, etc., proce- dentes de la prensa y las revistas culturales). “ Autopresentacién”, en Obras completas, VI. Misceldnea-I, Madrid, Escelicer, 1964, Ed. Jorge Villén, pags. 251-254. Texto escrito para la Tertulia Literaria del Instituto de Cultura Hispdnica que luego se publicé en ABC de Madrid. 26 BIBLIOTECA PEMAN “Introduccién” del autor a su propia Antologia poética, Salamanca, Anaya, 1963, Ed. del autor, pags. 7-12. Texto de la intervencién de JMP en el Homenaje que le tributs la libreria EPESA, recogido en AAVV: Homenaje a IMP, Madrid, Epesa, 1968, pags. 19- 27 (incluye el poema “Testamento”). Mis almuerzos con gente importante, Barcelona, Dopesa, 1970. ‘Mis encuentros con Franco, Barcelona, Dopesa, 1976. Prologo de Luis Maria Ans6n (suprimido a partir de la 2" reimpresién, en ese mismo aiio). Respuesta de JMP a la encuesta “Cree usted en Dios?”, dentro del libro 100 espafioles y Dios, de José Maria Gironella, Barcelona, Plaza & Janés, 1976, pags. 392-395. La correspondencia inédita entre Falla y Pemdn, Ed. de Fernando Sénchez Garefa, prélogo de Ernesto Halffter, Sevilla, Alfar, 1991. Apuntes autobiogrdficos. Confesion general y otros, Ed. e introduccién de José Antonio Martinez Puche, vol. 17 de las Obras de José Maria Pemdn, Madrid, Edibesa, 1998. BIBLIOTECA PEMAN ¢ BIBLIOTECA PE TITULOS DE LA COLECCION Vol. | Memorias, |. Confesién general. Vol. II Poesia. El barrio de Santa Cruz, Sefiorita del mar y otros poemas. Vol. Il Narrativa. Cuentos sin importancia, Fierabras y Romance del fantasma y dofa Juanita. Vol. IV Teatro, |. El divino impaciente, Cuando las cortes de Cadiz, Julieta y Romeo, Los tres etcéteras de don Simon y La viudita naviera. Vol. V Teatro, I Antigona, Electra y Edipo. Vol. VI Articulos. Mis mejores articulos y una conferencia Vol. VI Memorias, II. Mis almuerzos con gente importante. Vol. VIII Memorias, Ill. | Mis encuentros con Franco. N ¢ BIBLIOTECA PEMAN ¢ BIBLIOTECA PE % GRUPOJOLY Con la colaboracién de ISBN 84-88837-67-4 788488 oy Ayuntamiento de Cadiz | oxtha FERNANDO 837677> a obra social 9

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