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Jelline, Seng: faerhGenal ad Bade | Fee Colture Booman cL, Mice DF) Zooy (dan) , ff 254-456 ‘XII. LAS PARTES DEL NFRECHO PUBLICO Lowanos, a quienes se debe la oposicién entre el derecho publico y wvado,! consideraron el primero como un derecho enteramente uno, ‘entre el derecho politica (Staatsrecht) y el derecho pablico irviéndose de la misma palabra para designar 3 piiblico. Aq fete timo? tal de que en aque! ‘una relacién de coordi feapecto a los otros, Por tanto, rela el derecho privado fos individuos como tales, en tanto que el derecho pil 360 ‘UBRO TERCERO clones etre dstntossujstos dotados de imperium, o a organiza funciones de esos mists sujtorylarelacion de los con los cone dont pte ° elas relaciones jurfdicas de que él forme parte. La manera como estos Iimmites se han mostrado depende de la evolucién total del pensamiento den pueblo acerca de las relaciones totales del Estado con el derecho hos patrimoniales, tiene en te, cuantas tentativas se han hecho para cons dient un derecho social que no fitera ni d 19 como personalidad del Estado en cuanto considerada dese fa del derecho patrimonial, no ha podido existir ninguna iuo con respecto al Estado. Ast exigens sucedia en’ derecho de acciones contra el Estado, que sélo mas tarde fue reconocido, ‘aunque no de una manera formal? En Alemania, por el contrario, se con- idera al fsco como sujeto de derecho privado, atribuyéndosele, por tan- wlaterra, donde sélo fen su aspeoto pablico como en el privado, ad, representando su carter fiscal tan sélo wi sonas gue le son iguales ole estén subordinadas. Su posi ‘acon ha sido mostrada en los anteriores capstulos; aq Tr Pel ate, Bacoo, ‘De aug, eset, wi, 3 (Ese i) bras, p20, ‘generales, poder de autoridad es juridico porque. idicameute poder Timitady. BL podes ‘manda es mayor que el poder actual. Mediant 5 ‘elpoder el cardcter de poder juridieo. Bsta autolimitacién no es arbitra ‘en modo alguno, es decir, no queda entregada al arbitrio del Estado dso, Imeterse ono alla Por obra del proceso histrico que lo ha preced Teha dado al Estado el modo y medida de stalimitacion, Dentro tes muy amplios,tene la posibilida formal de dterminar su limitacén, mas el decir sha de someterse, esto, no es desu incumbent, por tanto, poder ilmitado, sino un poder cos, esto es, un poder de derecho, Todos lente, estan sometidos a una evalua:ié, de un eardcter extraordinario rompen elas normas juridicasno es posble por ejemplo, nado a crear obligaciones, incide una obligacién para el mismo poder de ‘s6lo puede cumplirse mediante un acto de la autoridad, ‘de imente mediante aquel poder. Aun las acciones ‘por el Estado son susceptibles, por {LAS PARTES DEL DERECHO POBLICO Py sentido, consecuencia del derecho politico, La organizacién de los Estados Jescansa en principios de derecho, principios que determinan, de una par- De aqui que el derecho politico, sbarque, tanto los principios jurtdicos relativos a la ympetencia de sus 6r- ‘SKeuiente, tiene por objeto esta disciplina derechos y deberes de cardcter | piblco. El mismo derecho procesal, tanto en Ja parte evil cuanto en Ia pe- | Sal se ocupa de determinar los deberes y derechos del juez representan- | fedel Estato y de las partes, y no hay duda de que la esfera de este dere- | sto dentro del sistema del derecho. | PY%cauen de anima conenidn entre todas ls actividades del Estado, ‘establever una separaci6n radical, atendiendo a categorias ia acdministracion pablica, asf como la justicia, ‘en disciplinas particulares. El fundamento de hhan legado a constitu Py LIBRO TERCERO ‘allo, cuando se trata de la administracion, es distinto que cuando se mata jvidad aciministrativa del Essado hha hecho més intenso el cardcter juridico de esta actividad del Estado y, or tano,el mado jordco para su investigacion yest. A vemeann recho administrativo abarca la dectrina del derecho objetivo rlativoa la administracién, la de Ias relaciones juridicas de la misma y la de los dere- chos y deberes mutuos entre el Estado que administra y los ckxdadanes 11 'No es posible pensar en ninguna investigacién completa del derecho | | {AS PARTES DEL DERECHO POBLICO xs ala organizaci6n y administracién dela ju derecho judicial Bermanceeextrafo al derecho udeily administrative ‘que acgiin lox franceses queda Ge los funcionarios respecto del Estado, lo que toca al modo como el Es- tado ha de ejercer la fiscalizacion de la administracion municipal, y por ppremo bajo el cual habia de subsurirse todo el derecho politico. Si, pues, ‘ innegable que toda asociacién, Incluyendo el Estado, muestra analog ‘ensut estructura, esto no quiere decir que el Estado sea una comporacion en ‘e otras, sino la que a todas domina. Asi lo ha sido, al menos, en todos Js tiempos en que se han mostrado con claridad los fenémenos de la vida del Estado. En el mundo antiguo, y@ partir de la época moderno se levanta como un pod 366 iBRo TERCERO , s6lo que para ejercitarésta puede delegar en sas ‘subordinades, pero conservando la sustancia de la daminacién como un ‘derecho que lees propio. El gran proceso de a expropiacién por el Estado de los poderes pablisos| Vans Hack op ee, 4 {AS PROPIEDADES DEL PODER DEL BSTADO as ‘coordinados y subordinados a él, proceso que forma la nota pecullar de Jn evolucion politica de los tiempos modernos, encuentra en esta teoria tun fuerte apoyo. El concepto de soberania del Estado, en su forma abso- Jutisa, ha sido, a causa de est, uno de los grails ech fs haan influido en el concepto modemo del Estado. La coms de que éste es el que mantiene todo el poder piiblic, y de que, por tanto, Al ‘derecho al efercicio de las funciones pablicas, blico de una asociacién independiente dentro del Estado. a significacién préctica de este aspecto de la doctrina de la soberanta ‘se nos mostraré con toda claridad si para concluir esta ojeada historica ©) Despues del Intent que hubo de resolver el problema dela sobera- niu acqrado una dole supereridad a dela ajestas reli de Ta ‘ersonelis: despues dla indicates de Greco, que no pdiron cone ela sobernin de Estado sino mas bien a ase en nfo, de Hobs, sei Ia cual la soberanta del Principe absorbfacompletanvnt la decors dl Estado, considrada Eurante argo tempo fic In sobereta personal come fa Gna ext so- berania deseane igtalmenteen timo tema Ho, Noss Teoberano absolut de Hobe, in lp plano de ideas esta Ia teorfa constitucional, ue principi "Thomae Smith y Hooker, y llega a un perioda de flrecimienta con Lacke y Montesquieu, Sieyés y Benjamin Constant. Todas ellas se apoyan en la ‘octrina de la soberanfa originaria del pueblo, a la que conceden ua valor 26 ‘upRo TERcERO de necesidad desde el punto de vista del pensar Antes que Rousseau, Non, tesquieu habia visto ya en el poder legislativo la volonté général © De este modo, la doctrina de la soberania da un nuevo avance, La tee, via constitucional y la del Contato socal tienen la enigencin comtin de jac, rer moldear la vida del Estado segtin sus principios, del propio modo Io habla pretendido en la ios del Este. La concep- ‘cual ha de someterse todo derecho de los stibditos, por buena y expresamente formulada que se halle, es la idea que ha llevado a cabo la unidad de Prusia y la unidad de [LAS PROPIEDADES DEI. PODER DEL ESTADO a para hacer de ellos una tnidad organizada y sometida constituciones particulares de los estados 0 clases, y iadicen la concepeién dlominante de soberenfa. La centralizacién de {ntendentes y sus delegados en la administracién de las ciudades y de de igual modo que la enéigica ‘Mas todo esto no ha podido levarse a cabo sino mediante el influjo enéx- {gio de Ia idea de que era necesatia la concentracién del poder soberano ‘en Jas manos de uno solo, ‘La doctrina de la soberana del principe ha tentdo singular importancia| en el proceso de la formacién de la nueva Incidn del antiguo reino. Una serie de prin« 10 oem, y opine gue un pincipo que debe yar como el ‘Stele Alani yuera de Amani, no pude com itaciones al Srgano supremo del imp 6 delossoberanos pariculares Alina de la guerra de los Treinta Ate {AS PROPIEDADES DEL PODER DEL FSTADO 2 con una ignorancia admirable de lo sucedido de 1789 a 1814, se dice (uel ry, aprés une longue absence, y cediendo a deseos de los sibditos, ‘icede al pueblo voluntariamente, y por el libre ejeeicio de su autori- (Gia, tna eonsttucion, en In cual afrma la antigua situacién dl ry, yo ae {ado ol poder priblico de Francia tlene sa asiento en la persona de éste, pero, no obstante, concede al pueblo una parte en su ¢) ‘Con lo Bal estaba ya encontrada la férmula jurfdica para el princi ‘guico, principio que ea su 2pl froducido primeramente en la Alem: jacarta, encuentra su expresion clevado a la categorfa de un con 400 LIBRO TERCERO pues, la doctrina de la soberanta del prin. io monérquico sélo puede e: ‘la miss, pues la primera era considerada como doctrina enemiga del Estado. En la politica prictica debfa ser, por consiguiente, el principio rmonarquico el panto firme desde el cual dela vencerse dfinitvarnon Ja revolucion. oe Por el contrario, en la doctrina del derecho politico, la proclamacién oficial cconstitucién del Estado, Se trata, ntiguos principios del derecho ni ser compre paren dl orden tun punto de vista terreno, reaparece la doctrina teoldgica del Estado, doctrina que jamnés pudo considerarse por completo extinguida, No: ler del LAS PROPIEDADES DEL PODER DEL PSTADO an siguiente, sta nueva doctrina se une la antigua, o sea, aquella con que ‘fede Marsilio de Padua hasta Rousseau tan enérgicamente habian lucha- srechos del pueblo. relacién del 6rgano con la sobera- ‘dela doctrina del Bstado de la nia del Estado se debe a los teorfa orgéinica del mismo. El ‘escuela del derecho natural, y ademas | hhaberse esclarecido completamente este punto se debe a la doctrina ale- ‘derecho politico, cuyos fundamentos hay que ‘buscarlos en la discusién acerca de la concepeién de la soberanfa, discu- sion que hizo época, de Albrecht, sobre el derecho politico de Maurenbre- thet? El camino acertado acerca de esto, como en tantas otras cuestio- fesse debe a Gerber, guien hizo notar que la soberanta no era el poder det Estado, sino un atributo del mismo, y afladia: "Las expresiones sobera- cin, slo son Estas observaciones nos dan un punto firme y un fundamento cierto para comprender la naturalezajuridica de la soberanta,y aclararos lo que {En la moderna literatura politica y jurfdica aparece tan envuelto en una Aamplia fraseologta cuando se trata de la soberanta.? a LIBRO TERCERO {AS PROPTEDADES DEI. PODER DEL PSTADO 33 2. LA NATURALRZA DE.LA SORERANIA ee ee aecacac neg antihist6ricos.77 La evolucién histérica de los Estados modernos vf ct one pn) se mantis ott anaemia se eg ee peice ipboree ents eens cer sto nos muestra, de: ‘modo, cudles son los errores de la in steiocean eae siete een Shokan kere lean paturaleza juridica.® Para resolver este importante punto es preciso, ante todo, tener pre- eate que la soberanfa es un concepto juridico, y que ast ha sido consi- Serado incluso por la escuela del derecho natural. La independencia det poder del Estado de toda otra actividad siempre se ha considerado como Jina independencia juridica, pero no como una independencia real. Tam- bien los absolutistas han considerado el poder absoluto del principe 0 Coline eidadocemente, de eta suerte iemos porel camino re Fnaliente, a cowicedn de quel soberanta mo ev unneaegore ah soluta, sino histrica, es un resultado de la mayor importancia para poder m cia para poder | _del monarea como un poder juridico no Himitable mediante leyes. De este did a custin de conse ono una nota esencial el Esta, {nodo hace nacer Hobbes, por obra del contrato que sirve de fundamento resultados deben deducirse as siguientes doctrinas; ‘al Estado, el poder juridico del soberano, ¥ de este modo somete iad ilimitada ereadora del derecho, & Rousseati al individuo a | devolonté générale, El derecho. sraba superfluo demostrar 4) El cardcter formal de a soberanta . ‘que el Estado era un poder refa que habia que mostrar el | fandamento juridico y la iad del poder existente, [La evoluctén histrica de la soberanfa nos demuestra que ésta signs ia “srguye, pues, desconocimiento de Ia evolucién hist6rica de la doctrina negacién de toda subordinacion 0 del Estado por cualguier’ | _ de la soberanfa el considerar al poder soberano como situado sobre el de- tanto, aquel que no re echo. Hay que revisar el cardcter juridico del concepto de soberanta, : Isa de que han sido objeto las construcciones del derecho na- sa una nueva fundamentacién de aquel concepto, acorde om [LIBRO TERCERO {LAS PROPLEDADES DEL PODER DEL ESTADO as ‘Todo derecho tiene este cardcter, porque obliga, no s6lo a los stibdits, sino también al poder del Estado, “Derecho en el pleno sentido de la pa todo cambio en ‘Ghee alguna deato de este plazo para poner en movimiento al mel Aun hoy ent un gran nimero de Estados pa Puntos, siquiera sean muy importantes. Aun en las propasluchas dels en los que se dificult as mod ‘is altos poderes politicos pars dar na forma neva aes relaconrs de rinalidades que hacen necesario In autridad, slo se ha llegado una limitacin o suspension temporal a gas partes concrete ren ui, pri de a doe mi aparicién Es, puss, esencal al Estado cl poser tn orden jriico, com lo ca se z ‘tanto, la doctrina del poder absoluto ¢ ilimitado del Estado. No on fenémenos que son necesris a Estado, no slucions de ng modo la 1 ee i ea tesa shjetiacondace aun pometinieo 0 10 tambien en lo exterior e reconse eae que as en Ia cor idad internacional de los Estados, Be ‘obligado por el derecho internacional, sin que por ello se halle sometidy singer oreo Sil derecho forman sam gue paren ee ridad exterior, que estan garantidas por al pia vokunta. Pero las gnrantasen cl derecho internacioal, commen ‘derecho plico, no descansanexclsivamente sobre la volunled dele tad Para qe dere, pence ae n vader a este derecho, pero no es preciso que % den ale este derecho, aque estas procedan de ly fuente de derecho que esté sobre los Estados sera tenten, otros tantos fracasos.§# Desde el punto de no puede ser derivado sino de relaciones de vol cconvertidos en ebligatorios por otros actos vol <1 Estado no esta sometido juridicamente, sino su pro, ntias gue | Gpente moral Ia acei6n ala que nos sentimos nosotros siembro de la comunidad de los Estados, y si fuera la voluntad de ésta aigerecho, necesitarfa ser ella una comunidad y poseer una voluntad particulares, con lo cual la antigua con- [inbria hecho sine tomar una nusva for~ races ‘que ha conducido al reconocimiento sparecerfa negado. zn que se elabor6 el concepto de soberanta, sélo pareeia | josible una obigacidn si revesta la forma de ordenacién de un superior ‘Las concepeiones éticas dominantes revestian un carée~ ‘mas el progreso poderoso de que ha sido objeto el co- ethos En fierza de nuestra nacuraleza, no en virtud de una norma que ha sido “La autonomfa de la razén la hallaban tan imposible los po- ‘escuela del derecho natural de la época anterior Ta autoobligatoriedad del Estado respecto de sus leyes. El concepto del deber es un concepto de unidad; el deber de derecho y el deber moral, aungue se diferencian grandemente uno de otro, concuerdan 1s modificaciones en las tears éticas de los de- ‘consiguiente, de un modo necesario, a la modi- do juridicamente por P Ja base del cual solamente Ia actividad del Estado adquiere un cardcter jus ridico, Expresada en una formula breve significa, por tanto, la soberani, 1A ex concep conde en a ne tas investigacione de Bling: Die sarafetiche Boag dr Ester, 1998 pp. 9 438 uno TERCERO |LAS PROPIEDADES DEL FODER DEL ESTADO 2 Ja propiedad del poder de un Estado, en vstud de la cual correspond clasamente te a capactad de determine jrtamente eo arses af mismo. jquilamfento de las personas que forman parte del Estado, porque la SMnnipotencia de éste sdlo puede existir a costa de las libertades individua- soberanta hubiera de significar que lesde cla ni por una gracta del Estad sido delegado, sino en fuerza del reconoc rcter de ttulares del mismo, esto es, como person: Completamente fuera del cireulo del poder real dé ‘Se necesita, pues, un acto come de ocupacién, esto es, un acto que fundamente un nuevo derecho, siempre que el Estado trate de aiadir a dominio, La soberanfa no otorga al le soberanfa que los que en un momen- 0. La definicién que hace 0 ‘BRO TERCERO se encuentra, por ejemplo, la probibicién del bill of attainder en la Cons. titucién de los Estados Unidos. Justamente en estos casos de imposibiidad politica es cuando se reconoce que el "poder juridico acerca de la compe: {encia” s6lo tiene el valor de un concepto ausxiiar 1) Soberania y poder del Estado ‘Todos los intentos por llegar a precisar el contenido cancreto de las por ranfa nacen dela confusién entre el poder del Estado y aquéll consigulente, de una inversi6n de la situacién real de las cosas. Las fun nes de dominacién llevadas a cabo por el Estado, funciones ‘con las situaciones hist6ricas, son consideradas como consectien csencial de la soberanfa, siendo asi que la investigacién histérica prueba {que estas funciones a menudo tienen un origen enteramente distin, 9 no se demuestra que s6lo correspondan al Estado. Del concepto de soberania que es de naturaleza puramente forma’ no puede deducirse en modo alguno nada respecto del contenido del poder iacidn de éste cambia con la historia, y todo contenido | elas personas, se ha tomado por el | servicios de vacunacién, de epizootia, 1LAS PROPIEDADES DEI. PODER DEL ESTADO “0 vo dl poder del mismo, sto puede arse en cada época y para : Le histérica, aun cuando en cada ‘que se encuentran en el mismo jones pero aun en el campo de esis abilones constants vara in Brel mo la extensién de la competencia del Estado. En el siglo xix, ‘eso tampoce haya sufrido mengua Ja soberania. "Ast, pues, del hecho de que un Estado no ejerza su actividad en deter- nina drzcionesy de qu no poses determinados derechos de demina dn no se puede sacar consecuencia alguna respecto de la esencia de st. ‘Qué actividad ha menester el poder del Estado para ser soberano, es allo, en modo alguno, ave poder del Estado lo que ex os separados, cya competencia ests tinbos reunidesrepresentn el poder total duce la ere euestion que ha dese : Gs una nota esncial al poder dl Estado 3, portant, s Estado y Estado Scternnn som concept Idéntens. ¢) La soberanta no es nota’ La doctrina del derecho natural afirmat quel cuyo poder poseyese Ia nota esencial de la soberania. ¥ este tipo tes considerado atin hoy por muchos como el tnico que cotresponde al wn upROTERCERO derecho. Es indudable que en el Estado existen grupos psa dea mborinca Sandan ha slsnedy cave dee undacion de les Amon Extados tracy dlas earn sobre oa mimosa ci {eyo hitonen La exposition de los crgees dela soberanin mu dt un modo incontestable que Estados de ots timpos, us hoy conde {amos eoberanoy, no ivron relents ei eardcst de sobrance, En Estado efercitaba sa fa un poder superior ‘iempo. jon general del Estado en la vida dela | ger mundo medieval, resulta imposible llegar a comprender, mediante el ieepto de soberanta, las relaciones del Estado en la Edad Media, Mux Estados podetosos se encontraban en una relacién de feudalidad Tespecto @ otros, Las ciudades que no niegan su sometimiento se une Ver, no abstante, con ofras pata formar unfones vigorosas de cardc- internacional. Las ciudades de la Hansa ni unidas ni separadas son Jperanas, Desde el punto de vista de la concepcién modema del Estado, farecen eumplr mejor los problemas que corresponden @ una coun sia estatista, que los reinos quc las comprenden. Pretender insertar la pluralidad de asociaciones 1 mundo met Eoncepto moderno de asociac Op op 3 3 Meas Ble on dr Statenserbindungen, p. 38 6. Giese, Alas sponte Neve, a pore {LAS PROPIEDADES DEL PODER DEL ESTADO as

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