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Breve Curso Mat Super Archivo2
Breve Curso Mat Super Archivo2
f ()- De modo'andlogo se dice que f (2) es decrectente en un intervalo {a, b), si a un valor mayor de. argumento x de este intervaio le corres- ponde un valor menor de la funcién; en otras palabras, Ja funcién T (a) es decreciente (fig. 110, 6), si de la desigualdad Ly > ay se deduce la desigualdad + f (ts)0. 2) La demostracién de la segunda parte del teorema es analoga a Ja de la primera. onservacion. Geométricamente, la afirmacién de] teorema con- siste en que las tangentes a la gréfica de una funcién derivable y ere- ciente forman con a direecién positiva del eje Ox Angulos agudos acee = f’ (z)) o en algunos puntos A son paralelas al eye Ox fig. 114). Para la grafica de una funcién derivable y decreciente todas las tangentes forman dngulos obtusos con la direccién positiva del eje Ox o son paralelas a éste. TEOREMA 2. CONDICION SUPICIENTE DE CRECIMIENTO (DECRECIMIENTO DE UNA FUNCION. 1) Sila derivada de una funcién es positiva en el interior de un in- tervalo, esta funcién es creciente en este intervalo. 2) Si la derivada de una funcién es negativa en el interior de un in- tervalo, esta funcién es decreciente en este intervalo.$ 8. Noctén sobre ta regla de L? Hospital 179 DEMOSTRACION. 1) Sea, por ejemplo, f (z) una funcién derivable tal, que f@>O pare acrc >0, yf &)>0, de aqui obtenemos fa) —Fa)>O 6 fF le) > fF (). La funcién 7 (z) es creciente en el intervalo (a, b). 2) La demostracién de la segunda parte del teorema es completa- mente andloga a la de la primera. La funcién creciente (o decreciente) se lama monétona. Log in- tervalos, en los cuales la funcién dada crece o deerece, se denominan intervalos de monotonia de esta funcién. EJEMPLO. Estudiar el crecimiento y el decrecimiento de la funcién #@) = 2 — 3242. Hallamos su derivada H(z) = 82% — 8 = 32? — 1. y La derivada ae anula en los valores x, = —4 ¥ 2, = 4, Estos valores dividen el eje Oz en tres intervalos: (-, —4), [-4, fH, + 00}, tales que en el interior de cada uno de ellos Ia derivada j’ {) no cambia de signo. Es evidente que la derivada /’ (z) es positiva en el interior de los intervalos primero y tercero Fig. 142 y negativa en el segundo intervalo. De esto . uno ‘puede cerciorarse fdcilmente si toma pate pertenecientes a los intervalos correspondientes. Por consiguiente, la luncién f (x) crece en el primer intervalo, decrece en el segundo y vuelve a crecer en el tercero (fig. 112). § 3. Nocién sobre la regla de L'Hospital Examinemos la relacién f= ps. donde las funciones p (z) y } (<) estan definidas y son derivables en el entorno U, del punto a, con la probable oxclusién del propio ize180 Cap. Xi, Aplicaciones de tas derivadas punto a. Puede ocurrir que cuando z~» a ambas funciones q (z) y ndan a0 6 a co, es decir, estas funciones son simultaneamente infinitesimales o infinitas cuando z— a. Entonces, se dice que en el punto z la funcién / (x) posee wna indeterminacién del tipo 0. oo Ss w En este caso, utilizando las derivadas gy’ (z) y *p’ (2) se puede dedu- cir una regia simple para hallar el limite de la funcién / (#) cuando “-» a, es decir, indicar un procedimiento para salvar la indetermi- nacién del tipo (1). Esta regla esté generalmente ligada al hombre del matemdtico francés L’Hospital quien la publicé por primera vez. reoremas. El limite de la relacién de dos funciones infinitesimales o énfinitas es igual al limite de la relacién de sus derivadas (finita o in- finita), si esta dltima existe (en eb sentido indicado). DEMOsTRACION. Efectuaremos la demostracion sole para la in- determinacién de tipo 2 y supondremos, para simplificar, que las funciones @ (x) y tp (x) son continuas en el punto a junto con sus de- rivadas g’ (2) y 7p (x), y que p’ (x) 0. La demostracién para el caso = es mucho mds complicada (véase, por ejemplo, «Curso de ana- lisis matematicoo, t. I de S. Nikolski (en ruso)). Entonces, sea lim (z) = @ (a) =0 (2) lim tp (2) = tp (a) ~~ 0. (2) La diferencia @ (z) — @ (a) puede ser considerada como el incremen- to de la funcién @ (z) en el punto a, que corresponde al incremento del argumento Ar = x —a. Por eso lim 2690) — v' (a), 3) a y de modo andlogo, =P" (a) 40. (’y Teniendo en cuenta las formulas (2) y (2‘) para s £ a, obtendremos 9 (—9ia)§ 3. Noctin sobre ta regia de L'Hospital_- 184 De aqui, pasando al limite cuando z-» @ y utilizando las formulas (8) y (3), tendremos im 22) — 9) ye ve @ Pero hemos supuesto que las derivadas gy’ (c) y 1p (x) son continuas cuando 2— a y que wp’ (a) 0, por eso, lim g’ (2) im 22) — _s-0 — 9 (a) IV 7 Tim w er &) Comparando las férmulas (4) y (5), obtendremos la regla. de L Hospital es pz) _ y, gz) tin $i =n FB ® OBSERVACION Prestemos a Ja formula (6) se toma la rela: 2 ou Z fm —— EEMPLO 1. Hailar Lim <- Aqui, cuando 2 = Gel numerador y el denominador de la fraceién son igua- les acero, es decir, cuando z —0Otenemos una indeterminacién de la forma T tencidn al hecho de que en el segundo miembro de ién de las derivadas y no la derivada del cociente. Aplicando la regla de L*Hospital {6}, obtenemos . . 2*In2_ Ina dim, “ene ~ lim “cogs TI. EJEMPLO 2, Hallar lim =o Cuando © — +- co tenemos una indoterminacién de la forma =. Aplicando dos veces la regla de L’Hospital, obtenemos az ee” tim 2 = im “= itm —% im = lim = = xeto gates gate De este mado, cuando x -» + oo la funcién exponencial crece con mayor rapidez quela funcién de potencia 23, Las indeterminaciones de la forma + y <= antes mencionadas, no son tnicas. Por ejemplo, si f@)=9@v@, y si @ (2) > 0 yp (@)— c cuando x a, la funcién / (x) cuando za tiene una indeterminacién del tipo 0-00. Otro ejemplo nos lo da la funcién 1@=e@ —Pl)182 . XI. Aplicaciones de las derivadas donde (2) + co y tp @)—> ++ o cuando 2+ a. Aqui cuando z—a se obtiene una indeterminacién del tipo co — oo. Son tam- bién posibles otros tipos de indeterminaciones. Para resolver estas indeterminaciones, se trata de reducirlas, con ayuda de transfor- maciones idénticas, a una de las dos tipos principales $6 =. Estas iiltimas se calculan generalmente aplicando la regla de L' Hospital. BJEMPLO 3, Hallar lim 2 In x. xen Aqui tenemos una indeterminacién del tipo 0-00. Escribiondo esta expre- sién en forma a Inz lim zinz= lim —[—, x40 xsto Lt Es obtenemos una indeterminacién del tipo =. De aqui, aplicando ta regla de L' Hospital, hallamos = Vim (—2)=0. x40 lim zlnz= lim e460 +0 ai-[s|- 1 EJEMPLO 4. Hallar lim (cz ae x — Esta exprosion es una indeterminacién del tipo oe — co, Aplicande la formula etg + = as + ——, tendremos sen z 1 ' case 1 fs ook) acta fz) lim, (ote 2) =m, (SEES li cos s—senr = esene x0 La indoterminacién ast obtenida es del tipo 4. por eso utilizamos In regla do L' Hospital: : 1) _. cosr—xsenz—eose _ lim (ctg2—) 0 y pz) 0 cuando c+a g(t) > co y H(z) + 0 cuando > a p(x) >i y w(t) — co cuando r—> a obtenemos, respectivamente, indeterminaciones de los tipos 0°, eo", 1°. Aqui es preferible aplicar logaritmos a la funcién 7 (z). EJEMPLO 5. Hallar = lim (sen 2), O) aon? La igualdad (7) es una indeterminaciém del tipo °. Aplicando el logaritmo de () y wtilizando la continuidad de la funcién logaritmica, hallamos In A=In[ Him (sen x) *}— xaen)2 Insenz = lim) [In (sen z)6*) = lim (tgz-Insen 2) = lim, et fl | ‘ong a ‘ J xenjz B= Aplicando la regla de L’Hospital a la indeterminacién obtenida del tipo = tendremos ny) BoA! cos x Ind= lim (==)- lim (—gon x08 2) ="; e sen? a de donde A = 1. § 4. Férmula de Taylor para un polinomio Sea dado el polinemio P (@) = ay + aye + age? +... + 0,2", () se requiere desarrollarlo en las potencias del binomio x — cos donde 2. es cierto numero. Este problema pucdo ser resuelto ele- mentalmente, utilizando la identidad z= xz) + (c — 2). Sin embargo, se puede encontrar un procedimiento mas simple. Sea P(e) =[ Ag + Ay @ — mp) + A, @ — 2) +... An (2 — 2)" (2) el desarrollo buscado, cnyos coeficientes Ag, Ay, Aa) ---) A deben ser hallados. Tomando « = xy en Ja identidad (2), obtendre- mos P (x,) = A, +0, de donde Ay = P (x). (3) Diferenciando la identidad (2), tendremos P (2) = Ay + 2Ay (@ — 4) +... + Ay (© — xp)".184 Cap. XI. Aplicaciones de las dertvadas y haciendo z = #, nos queda Ay = PY (x). Después de la segunda diferenciacién hallamos P" @) = 2A, +... +rin— 1) Ag @ — a," y pata & = 2», tenemos P” {zo) = 2!Ag, es decir, P" (x) A,=—z (4) Para determinar los restantes coeficientes del desarrollo (2) se puede utilizar el mismo procedimiento. Es evidente que tiene lugar la fér- mula general Aya PS 0, 1.2... m), (3) donde, por definicién, se tiene que P® (2) = Piz) y OL =1. La férmula (5) puede ser rigurosamente demostrada mediante el procedimiento de induccién matematica. Introduciendo los coeficientes (5) en e] desarrollo (2) se obtiene la formula de Taylor para un polinomio P (a) =P (@) +P! (x) (2— 29) + AD (2 — a) Pm cep POO (ey, 0, mas brevemente, opty P(g = SPY @ a. (8) a=0 Notemos que 63 facil convencerse de que los coeficientes dominantes de los desarrollos (1) y (2) ccinciden, 03 decir, A, = 2,. Por eso es justa la igualdad 4 sr P Ge) =an- Si so toma a, = 0, el segundo miembro de la igualdad (6) seré idénticamen- te igual al segundo miembro dek polinomio (1). Por eso son justas las igualdades th) PO aon 00 14 2 cose me EJEMPLO. Desarrollar el polinomio P (#) = 41 — 2z + 3z* — 4z* segin Jas potencias del binomio z-f 1. Aqui z. = —1, Tenemos P’ (2) = —24 62 — 122%, P* (2) = 6 — 24x, PY (2) = —24 y P(t) = 10, P! (1) = —20, P*(—1)= 30, P* (—1) = —24. De este modo, P (2) = 40—20 (x s+ 4) + 15 (x + 1)? — 4 (e + 1).$6. Formula de Taylor para una functén 185 § 5. Binomio de Newton Examinemos la funcién t@=@+x, (ty donde n es un nimero natural. Tomando x, = 0 y utilizando la fér- mula de Taylor (6) del § 4, obtendremos (a +2)" =Aygt+A,a+... + Ant”, (2) donde ane An — SO) = 0, 4... yn. Ya que de la (1) obtenemos f) @ =n(n—1)...29—(&—11@ +2)", entonces f (0) = a" y f) O) = nin—1).. In —(&— A) ah ke = 1,2). 0s me De este modo, Ay =a” y Apa DUD grk = 1,2). oy (3) Los nimeros A, se llaman coeficientes binominales y se designan convencionalmente del modo siguiente: An = Ch (4) dondo C% se Mama nimero de combinaciones den elementos tomados de k (el sentido combinatorio de los nimeros C® sera explicado mas adelante, véase el § 10 del cap. XXV). Y bien, partiendo de Ja igualdad (2), obtenemos la férmula de binomio de Newton (a42)* =a" 4 norte + AOD a™tgry ... 42", (5) En particular, para a=1 nos queda (dpa) xy él término residual A, (z) es un infinitésimo de un orden superior a n (teorema de Peano). Efectiva- mente, estudiemos el lmite Ra(z) in ar em) 1) — [Fed 48 bad e+ tea] = ea) » @) Es evidente que aqui tenemos una indeterminacién del tipo - Aplicando sucesivamente n veces la regla de L'Hospital (§ 3) y te- niendo en cuenta la continuidad de la derivada jf (z), hallamos tm Zine) an ea = 4 z ey ft eel—[ pt + eat. 4 fear] ~ eae nea ae J) (xo), ] re@—[P c+ tea = lim xoxo a(n—4) (2 = 29)"* = lim LOMO (rol _ oa ie git Por consiguiente, R, (x) = 0[(2—%)"1- (a) De este modo obtenemos la férmula local de Taylor: a cm) fay= ZS (2—ah+ ofte—2)"1). 8) h=0 1) En el caso general la f6rmula (5) posee interés prictico, si z pertenece un entorno suficientemente pequefio U,, del punto zp.g7. o de una Juncién de una variable 187 En un caso particular, cuando a < 0-f(z) @#x). Andlogamente, se dice que wna funcién jf (2) tiene un minimo f (2) para un valor x. del argumento x, sien un enforno del punto x2 se cumple la desigualdad (tig. 113) fed f (0), si Az, <4 0 es suficientemente pequofio en valor absolute. De aqui, f 9+ Seta) ~ f (zo) ‘Kay >0, si Az >0 J (t+ S20) — f (0) Rea <0, si Any <0. Pasando en estas desigualdades al limite cuando Az,» 0 para la derivada en el punto x, igual a I (@:)= Mim L(to+ 4%) — Feo) hese Or , 0§ 7. Extremo de una funeién de una variable 189 obtendremos, respectivamente, f’ (zo) 0, si Azy > 0, yf’ (zo) <0, si Ax, <0. Como el valor de la derivada f’ (x9) no debe depender del modo con el cual Az, tiende a cero, resulta que F (x) = 0. (a) El teorema queda demostrado. Interpretaci6n geométrica. La condicién (1) significa geométri- camente que en el punto de extremo de una funcién diferenciable y =f (z) la tangento a su grafica eg paralela al eje Ox (fig. 114, a), te d, yore) ftz0} a) a Fig. 114 cornoLtario. Una funcién continua puede tener un extre mo solamen- teen los puntos donde ia derivada de la funcién es igual acero a no existe. Efectivamente, si la funcion f (z) admite en el punto de extremo 2% una derivada f' (zg), esta derivada sera igual a cero, segin el teorema demostrado: jf’ (z)) = 0. El hecho de que en e] punto de extremo de una funcién continua puede no existir derivada, lo muestra el ejemplo de una funcién cuya grafica tiene forma de una «linea quebrada» (fig. 114, 5). Llamanse valores eriticos del argumento z a los valores en los cuales la derivada f‘ (z) de una funcién dada f (z) es igual a cero o no existe (por ojemplo, devieno al infinito). 2. Condiciones suficientes para la existencia de un extremo de una funcién. El hecho de que f" (ty) = 0 no significa todavia que la funcién 7 {x) tiene un extremo en el punto z = 2. Efectivamente, sea { (z) = 2°. En este caso f’ (x) = 3x? y, por consiguiente, j’ (0) = 0. Sin embargo, / (0) no es un extremo de la tuncién dada porque la diferencia f (x) — f (0) cambia de signo cuando cambia el signa del argumento 2 {véase la fig. 57).190 Cap. Xi. Aplicaciones de las dertvadas Entonces, la funcién / (z) no pasa por un extremo para todo valor critico del argumento a. Por eso, junto con la condicién necesaria daremos las condiciones suficientes para la oxistencia de un extre- mo de una funcién. TEOREMA |. (primera regla). Si una funcién derivable f (x) es tal, que para un valor x, de su argumento x la derivada f’ (x) es igual a cero y cambiasusignoal pasar por este valor, el niimero f (x9) es un extre- mo de la funcién f (x) y 4) ia funcién f (x) tiene un maézimo en x = x, si su derivada f' (x) es primero positiva y después, negativa; 2) la funcién f (a) tiene un minimo en x = xq, si su derivada f' (x) es primero negativa y después positiva. DEMOSTRACION. 1) Sea f’ (#.) = 0, al mismo tiempo VY (z)>0 parazy—ecr t sir< x0, y también fo) > f(z), six > xo En otras parablas cuando x = z, la funcién f (x) tiene un maximo. 2) En forma andloga so demuestra la segunda parte del teorema. OBSERVACION Se puede demostrar que el teorema permanece vaélido, si en el punto critico zx, la donvade 7 (eo) No existe, y la funcién f (x) es continua en Erm TEoREMA 1", Si ia derivada j' (x) de una funcién derivable jf (x) se anula en x = Z4, pero no cambia el signo al pasar por este valor, en- tonces la funcién f (x) no tiene exiremo para x = xy. DEMOSTRACION. Efectivamente, si, por ejemplo, /’ (zo) =0 y f (2) > 0 paraz,.—eca O para y» 0 para z—e<2r< im, F(xj<0 para mmrcimte.§ 7. Extremo de una functén de una variable 194 la funcién f (x) crece tanto en el segmento [zy — e, zy], como en el segmento {zo,, + 2]. Por consiguiente, la funcién no tiene maxi- mo ni minimo en xz = 2y. Utilizando estos teoremas para establecer si una funcién deriva- ble f (z) pasa por un extremo, se hallan primeramente los valores cri- ticos del agrumento de esta funcién, es decir, los valores de z_ para los cuales fo) = 0 y después, eligiendo para cada uno de estos valores 2, un intervalo (eo — &, Zo + 8) tan pequefio que no contenga otros valores criticos (si esto es posible), se verifica la naturaleza de este valor por ja tabla siguiente: fxn) 1 tae + hy Conclusién No hay extremo Maximo Minimo No hay extremo donde la variable & recorre el intervalo O > 0, f (a) esun minimo de la funcidn f(x), y 2) si f"(z)) <9, (2) es un maximo de la funcién f (x). DEMOSTRACION. 1) Supongamos primero que f* (x9) = 0, f* (xg) > > 0. Sea z = z, + Az, un punto vecino de z,. Puesto que la deri- vada segunda j” (z) es la derivada de la derivada primera f’ (z), te- nemos 1 f (zptAre)—F (x9) yg Se) ar ocr rv jim 3255 (aqui utilizamos el hecho de que ’ (zy) = 0). De este modo, la mag- nitud variable tiende al limite — 1" (%p) #O, lo que significa que a par- tir de un cierto instante esta magnitud tiene el signo do su limite (lema del § 6 del cap, VII), es decir, en nuestro caso el signo «+». Por eso LE 50 para 0< lz—aIi 0 parazncr Ua (ha) =? (ha — 24), (2) Buscamos e] maximo de esta funcién, Diferenciando, hallamos u’ b = (A — 22) Igualando Ja derivada C" a cero, hallamos h—22=0 6 «& Es facil ver que este valor de « es realmente el maximo de Ja fun- cién U. Efectivamente, al caleular la derivada segunda tenemos ” 20 Oe aie ie Por consiguiente, para x el area U tiene un maximo y de la for- mula (2) obtenemos bh Umix =F De este modo, el area de] mayor recténgulo inserito en un trian- gulo es igual a Ja mitad del area de este tridngule. 13-0102194 Cap, XI, Aplicaciones de las derivadas § 8. Concavidad y convexidad de la gritica de una funcién. Puntos de inflexién permicion La grdfiea de una funcidn deriwable y = jf (x) se lama céneava hacia arriba’) {0 convera hacia abajo*)) en el intervalo (a, &), si la parte correspondiente de la grafica =f(z) (@€ fa, 6») (4) estd situada por encima de la tangente que pasa por cualquier punto su- yo M (x, 7 ({z)) (lig. 147, a). De modo andlogo, la graéjica de una funcién derivable y = { (x) se lama convewa hacia arriba (océneava hacia aba jo)enel intervalo Fig. 117 (a, b), st la parte correspondiente de la curva (1) esté situada por debajo de la tangente que pasa por cualquier punto suyo M (x, f (x)) (fig. 147, 8). Condicién suficiente para que la gréfica de una funcién sea cén- cava (convexa). teorEMA, 1), Si para una funcién dos veces derivable y = f (x) su derivada segunda {” (x) es positiva en el wtertor dei intervala (a, b), la gréfica de esia funcién es céncava hacia arriba en este intervalo, 2) St la derivada segunda {" (x) es negativa en. el interior del inter- valo (a,b), ia gréfica de la funcién y = f (x) es céncava hacia abajo en este intervalo. DeMoSTRACION 1) Sea jf” (x) >> 0 para a 0, la derivada 7’ (z) es una funcién ereciente, Sea z 0. De aqui, Fig. 148 Fig. 149 Si ahora zx > xy, enlonces E>29 y por eso f' (E)>f (xy). De la formula (3) uuevamente deducimes que & > 0. De este modo, para x 54 xz» tenemos &-y—y>0, es decir, yy. (4) De aqui se deduce que cuando a ? Tenomos y = re" yl = (x22) 7? ah (sp )e* La derivada segunda y" se avula, si 2?——f-—=0), de donde are) El cambio do signo de la derivada segunda so caracteriza por la tabla si- guiente: a rece<-i|-VV8<2<1V2|uVBcs< to yw He | i | = Por consiguictite, los puntos A ( rr puntos de inflexién de la curva dada (fiz.§ 9. Resoluctén aproximada de ecuacianes 197 § 9. Resolucién aproximada de ecuaciones Examinemos la ecuacién f(a) =0, Ww donde la funcién / (x) esté definida y es continua en el intervalo (a,b). Bl valor = € (a,b) que satisface la ecuacién (1), es decir tal, que f (3) =0, se llama raiz de esta ecuacién (o cero de la funcién f(z)). Fig. 121 Fig. 122 Geométricamente las raices de la ecuacién (1) son abscisas de los puntos de interseccién de la grafica de la funcién y = f (z) con el eje Ox (fig. 124), Para la resolucién geométrica de la ecnacién (1) es a veces cdmo- do reemplazarla por una ccuacién equivalente «p (x) =» (2). (2) Las raices de la ecuacién (1) se determinan en este caso como las abscisas de los puntes de interseecién de las curvas y = @ (z) ¢ y= @)- eJrmpto1, Resolver gréficamonte la ecuacién a--log2=2. 8} Es evidente que tenemos log c = 2— <. Do aqui, Ja raiz de la ecuacidn {9 es la abscisa del punto de interseccién de Ja curva logaritmica y = log z y a recta y = 2—a (fig. 122). Al trazar estas curvas sobre un papel milimetrado, hallamos la rajz apro- ximada de ta ecuacién (3). © = 1,77. Geométricamente es intuitive el siguiente teorema: si una fun- cidn continua f (z) toma en los extremos de un segmenio (a, B| < You might also like
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