I am in love…

I am in love...she knows the things to know, the important things in the lives of men, what makes
the species laugh, dance and sing, enjoying life renewed, every day, in the orchard and in bed.

She knows how to cry when it is necessary to cry, she knows that silence is something shared. We
are always humming...each one on our own, creating ourselves, searching for ourselves,
discovering ourselves...and at the end of the day, we are a little more aware of our existence...a
little more attentive and respectful of the other, falling in love with everything that surrounds
us...and with ourselves...We have so much time for love.

In a way it's like an old lady and a modern, liberated super female, a homely charm of bedroom
warmth and a real girl with her own ideas and unbreakable will...without ever having been a
feminist...And although we do many things together, there are times when we are apart, like two
perfect strangers...eyes that see you but don't look at you, an abyss of mystery and anarchy, an
intimacy not shared.... ...the nature of being has that mystery, why say it all, to undress the other
until discarding him...no, not that...whenever we move away, we get lost and when we meet again
we have so many things to tell each other, but not like when they say "how was your day" a
phrase that kills the surprise...no...we see each other, we hug each other, we smell each other and
in silence we get used again to be with each other. We divide the chores because we can't do
everything together. We learn to cook, to clean the house, to keep the room perfumed with an
aroma that goes beyond our own... a harmony that floats in the air and expands into the night, our
home is our temple, we worship our lives and our communion is with each other, with their flesh,
with their beauty and their conflicts.... because sometimes life hurts and pain can only be cured by
affection...loneliness doesn't have to be a tragedy...but it transforms you into an island...no...we
always keep the wood tied to the dock to cross over to the other's heart. There are still two of us,
she says she hasn't heard the chimes of the holy spirit, and that's good because every time I look
at her I realize how little I know her...every time I look at myself I discover something new in my
face...because there is a speed, a rhythm in the path of life..... and sometimes there are situations
that stagnate you, that with their own will and the best intentions, rot and make you sick...until
you ferment...it is difficult to synchronize with the day...with life...with the other...but this is not
our case.

When I met her, I realized immediately that I was not going to resist her love, that love that asked
nothing of me, a healthy and beautiful love, that if I were not who I am now, I would fear and I
would have fled from it because it was dangerous...I am reckless...I did not feel the slightest desire
to refuse...the dissolution of self could be shared...and she sensed my surrender...candidly, like
two souls ready to fall in love we lost the fear of being ourselves. Hate betrayal anguish are
concepts that were left out of our vocabulary, lust was transformed into desire and we forgot our
names, recognizing ourselves in the taste of the other...tenderness does not have to be silly.
Everything is transformed with death, but once known, once learned, bliss has no end. Our love is
an infinite matter...nourished daily...a door always open...we gave a new meaning to longing...we
are the being that is always in motion. If I had to explain this to you with words...with ideas...but
no...it is a place where words do not reach.... And that has never bothered us, for we knew we
spoke a different language...my name is she and her name I am. Oh, my love, the stars are already
ours.

Estoy enamorado…ella sabe las cosas que hay que saber, las cosas importantes en la vida de los
hombres, lo que hace reír, bailar y cantar a la especie, disfrutando de la vida renovada, cada día,
en el huerto y en la cama.

Sabe llorar cuando hay que llorar, sabe que el silencio es algo compartido. Siempre andamos
tarareando…cada uno por su lado, creándonos, buscándonos, descubriéndonos…y al final del día,
somos un poco más conscientes de nuestra existencia…un poco más atentos y respetuosos con el
otro, enamorándonos de todo lo que nos rodea…y de nosotros mismos…Es que tenemos tanto
tiempo para el amor.

En cierta forma es como una dama antigua y una súper hembra moderna y liberada, un encanto
hogareño de tibieza de alcoba y una auténtica chica con ideas propias y voluntad inquebrantable…
sin haber sido nunca feminista…Y aunque hacemos muchas cosas juntos, hay momentos en que
estamos separados, como dos perfectos extraños…ojos que te ven pero que no te miran, un
abismo de misterio y anarquía, una intimidad no compartida…de manera mutua…la naturaleza del
ser tiene ese misterio, para qué decirlo todo, desnudar al otro hasta desecharlo…no, eso no…
siempre que nos alejamos, nos perdemos y al reencontrarnos tenemos tantas cosas que
contarnos, pero no así como cuando se dice “cómo estuvo tu día” frase que mata la sorpresa…no…
nosotros nos vemos, nos abrazamos, nos olemos y en silencio nos vamos acostumbrando
nuevamente a estar el uno con el otro. Nos dividimos las tareas porque no se pueden hacer todas
las cosas juntos. Aprendemos a cocinar, a limpiar el hogar, a mantener la estancia perfumada con
un aroma que va más allá de los nuestros…una armonía que flota en el aire y se expande hacia la
noche, nuestro hogar es nuestro templo, adoramos nuestras vidas y nuestra comunión es con el
otro, con su carne, con su belleza y sus conflictos…porque a veces la vida duele y al dolor solo lo
cura el cariño…la soledad no tiene por qué ser una tragedia…pero te transforma en una isla…no…
nosotros siempre mantenemos la madera amarrada al muelle para cruzar al corazón del otro. Aún
somos dos, ella dice que no ha escuchado las campanillas del espíritu santo, y eso es bueno pues
cada vez que la miro me doy cuenta de lo poco que la conozco…cada vez que me miro descubro
algo nuevo en mi rostro…porque hay una velocidad, un ritmo en el camino de la vida…y a veces
hay situaciones que te estancan, que con ritmo propio y las mejores intenciones, te van pudriendo
y enfermando…hasta hacerte fermentar…es difícil sincronizarse con el día…con la vida…con el
otro…pero no es nuestro caso.

Cuando la conocí, me di cuenta en seguida de que no iba a resistirme a su amor, ese amor que no
me pedía nada, un amor saludable y hermoso, que de no ser quien soy ahora, temería y del que
habría huido por peligroso…es que soy un temerario…no sentí el más mínimo deseo de negarme…
la disolución del yo podía compartirse…y ella intuyó mi entrega…cándidos, como dos almas
dispuestas a enamorarse perdimos el miedo a ser nosotros mismos. Odio traición angustia son
conceptos que quedaron fuera de nuestro vocabulario, la lujuria se transformó en deseo y
olvidamos nuestros nombres, reconociéndonos en el sabor del otro…la ternura no tiene porqué
ser boba. Todo se transforma con la muerte, pero una vez que se conoce, una vez que se aprende,
la dicha no tiene fin. Nuestro amor es una materia infinita…que se nutre diariamente…una puerta
siempre abierta…le dimos un nuevo significado al anhelo…somos el siendo que está siempre en
movimiento. Si tuviera que explicaros esto con palabras…con ideas...pero no… es un lugar al que
las palabras no llegan... Y eso nunca nos ha preocupado, pues sabíamos que hablábamos distinta
lengua...mi nombre es ella y su nombre soy. ¡Ay! Amor, ya son nuestras las estrellas.