Consumada la Conquista, 1mpusieron en México los
conquistadores, por necesidad 1mpertosa, la legislacién v1
gente entonces en Espafia, pero como ella no satisfacia 4
todas las exigencias de un, pueblo que pasaba de una ctv1-
lacién 4 otra, y como, por otra parte, era preciso moderar
los cruelisimos abusos cometidos poi aquéllos, sedientos
de riqueza, y que habfan 1educido 4 los individuos del pue-
blo conquistado 4 una verdadera esclavitud, los Reyes de
la nacién conquistadora dictaron diversas leyes, 4 instan-
cia de varones ilustres y posefidos de los sentimientos mas
humanitarios, las que posteriormente fueron agrupadas en
un solo cuerpo que Ilevé el nombie de Recopilacién de
Indias
En el momento en que se consumé la conquista esta-
ba formada la Legislacién Espafiola por los siguientes
cuerpos de leyes, que enunseramos en el orden de su pro-
mulgacién
\ Fueio Jurgo
Fueio Viejo de Castilla
Fuero Real
Especulo ‘
Leyes de los adelantados Mayores
Las siete Partidas '
Leyes del Estilo—4—
Ordenamtento de las Tafurerias
Ordenamiento de Alcala
Ordenanzas Reales de Castilla
Ordenamiento Real
Leyes de Toro 7
Postenormente 4 la conquista fueron promulgadas las
siguientes compilaciones de leyes, 4 contar desde el afio
de 1567
Nueva Recopilacién
Novisima Recopilacién
Autos acordados de Belefia
Hay que advertir
1°—Que las siete Partidas no tuvieron fuerza obliga-
toria de ley, y que sélo fueron estimadas como un tratado
doctrinal que adquirié gran prestigio y autoridad entre los
jurisconsultos, y no alcanzaron fuerza legal sino hasta
que la ley 1°, tit 28 del O1denamiento de Alcala, que es
Ja 1? de Toro y 2°, tit 2°, lib III de la Novisima Recopi-
Jaci6n, les dié el cardcter de leyes supletorias, es decir,
aplicables sélo en el caso de defecto y obscuridad de otros
cuerpos de leyes
2°—Que al ponerse en vigor la Nueva Recopilacién,
fueron expiesamente derogadas por la pracmatica de Fel1-
pe II, dictada en 14 de Marzo de 1567, todas las leyes no
comprendidas en ese Cédigo, excepto las del Fuero Real y
las leyes de Partidas
3°—Que fué materia de discusi6n la vigencia de la
Novisima Recopilacién, por no haber sido promulgada en
México, pero prevalecié la opinién de los que sostuvieron
la fuerza obligatoiia de ella, porque en Cédula Real, ex-
pedida en 1796, se previno que los americanos fueian juz-
gados por las mismas leyes que los espafioles y extingut-
do el Consejo de Indias desde 1811, no era necesario que
las leyes fueran comunicadas por su conducto para su pro-
mulgacién
La ley 40, tit 1°, lb 2° de la Recopilacién de Indias,
ordendé que sélo se observaran en América las leyes comu-
nicadas por Cédula, y sin embargo, la ley 66, tit 15 del
mismo libio, previo que todo lo que no estuviere previsto
por las leyes de Indias, se hiciere por las de Espafiaob
De sta brevisima exposicién se infiere, que al_procla-
marse_y consumarse la independencia de Meso se ha-
aban vigentes las leyes del Fuero Real, la Siete partidas,
la Recopilaci6n, la cual fué refundida en la Novisima Re-
Copilacién, y la Recopilacién de Indias, legislacién que ne-
cesariamente debié seguir rigiendo, porque la nacién no
estaba_preparada para sustituirla por otra adecuada 4 la
tineva forma de gobierno y 4 las instituciones polfticas ba-
jo las cuales debia ser regida
‘No permite la naturaleza de este estudio hacer el an4-
lisis de los cédigos que hemos enumerado, peio baste de-
cir que formaban una legislacién incompleta, deficiente y
desordenada, y muchas veces contradictoria, hasta tal gra-
do, que algfin yurisconsulto la comparaba 4 un mar borras
coso, y que algfin otro se expresaba, refiriéndose muy es-
pecialmente 4 la Novisima Recopilacién, en los términos
siguientes «Lejos de servir para simplificar la legislaci6n,
vino A embrollarla ms, si caos y anarquia se notaba en la
antigua Recopilacién, anarquia y caos espantoso adviérte-
se en la Novisima No sélo encontiamos en ella multitud
de leyes contradictorias entre si, 4 este mal, harto grave
de suyo, hay que afiadir otros de no menos trascendencia
muchas de las notas puestas al pie de las leyes por via de
aclaraci6n, contienen preceptos en abierta oposicién con
el precepto que tiatan de explicar, otras veces se mandan
observar en el concepto de que existen en los origmales
de donde se han tomado, y luego aparecen que discuerdan
de sus originales completamente La Novisima no
es un c6digo civil, n1 un cédigo penal, m un cédigo de pro-
cedimientos, ni un cédigo de comercio, n1 un cédigo mu-
nictpal, y es todo 4 la vez De todas estas matertas se ha-
bla en ella , sin embargo, en ninguna de tautas y
tan diversas materias encontramos un trabajo completo y
uniforme » (Diaz y Mendoza, pidlogo 4 la edicién de 1850)
No podemos resistir al deseo de transciibir lo que 4
este respecto dijo el jurisconsulto mexicano Don Manuel
Oxtiz de Montellano en su magnifica monogiaffa titulada
«Génesis del Derecho Mexicano » «Consideramos como el
filtrmo de los trabajos trascendentales de la antigua legis-
laci6n espafiola 4 las leyes de Toro, porque esos ot1os cue1-
pos de leyes que se llamaron Nueva Recopilactdn, y tres~—6—
siglos m4s tarde la Movisema Recoptlactén, no revelan un
pensamiento, mi dejan traslucir un tntento jurfdico 6 so-.
cal, por ms que en la mente de los que las mandaron
formar hubtese estado reunrdo en un solo cuerpo de leyes
las antiguas y las nuevas, conformandolas y ordevAndolas
La Nueva Recoptlacién (y los autos acordados, que como
suplemento se ban agregando), publicada por orden y au-
toridad de Felipe II, en 1567, son en su conjunto unifor-
me é inconexo, en sus pormenores contradictorios y des-
ordenados, el mdicador del abatimiento de una sociedad
dommada por el poder absoluto Los que formaron esa ab-
surda compilacién de leyes, no fueron m1 los hombres de
la tradicién, fuerou los obreros mecanicos que amontona-
rou leyes, sin clasificacién, sin criterio, sin 1esultado y
sin raz6n El Sefior Martinez Marina, en su importante
obra «Ensayo critico sobre la Novisima Recoptlaciéu»,
amplamente expende los fundamentos de este juicio, quea
algunos podra parecer exajeradamente severo, pero que no
por ello es menos justo »
Legislacién tan deficiente, no sélo adolece de estos
defectos, sino del mas grave, de ser inadectiada para un
pueblo que se regia por nuevas imstituctones con las cua
les no se compadecia [En efecto, esa legislact6n permtia
Ja esclavitud, aunque limit4ndola 4 mdividuos de la raza
negra, establecia la desigualdad de los hombres distin-
guiéndoles en nobles y plebeyos, militares y paisanos, sa
cerdotes y legos, otorgando 4 unos derechos y privilegios
que negaba 4 otros, hasta el giado de substraerlos 4 la ju-
risdiccién de los tribunales comunes para subordinarlos 4
otios especiales formados por individuos de su misma cla-
se, que permitfa y alentaba la impumidad, convertia 4'la
autoridad civil en agente de la eclesidstica y la subordimaba
4 ella, y cerraba las puertas de la nacién al comercio y4la
imigracién extranjeros, con graves y severisimas pen:
Y esto, cuando en 29 de Noviembre de 1810 habia abo-
lido la esclavitud el caudillo de nuestra independencta, Don
Miguel Hidalgo, cuando la constituci6n dictada por las Cor“
tes Espafiolas en 1812, la aboli6 también y establecié la
igualdad civil de todos los ciudadanos, principio repetido
por la Constitucién promulgada en Octubre de 1814, por
el primer Congreso Mexicano—7—
Este orden de cosas exigia un pronto 1emedio, y traté
de ponerlo el gobierno provisional establecido 4 raiz de la
imdependencia, nombrando al efecto, en Noviembre de 1822
una _comisi6n, en _la que figwaban Tos Stes José Marfa
Fagoaga y Andrés Quintana Roo, paia la Jormacién de un
Cédigo civil, la que no cumphé su cometido, tal vez 4 cau-
sa de los constantes trastornos politicos que tantos males
causaion 4 nuestra infortunada patria, y en tan lamenta-
ble situacién_peiduiamos hasta el afio de 1870, en que se
promulgé el Cédigo civil que, 1eformade en 1884, nos ri-
ge, y cuyo o1igen es el siguiente
En 1859, cuando México se hallaba en plena gueira
por la conquista de los principios sanctonados por las leyes
Namadas de Refoima, el Piesidente D Benito Juarez en-
carg6 al Lic D Justo Sieira la formacsén de un proyecto
de cédigo civil, quien trabaj6 asiduamente tres afios y for-
mé, con arreglo al proyecto de cédigo civil para Espafia,
de Garcia Goyena, casi calcado en su totalidad en el C6-
digo de Napoleén, la predra fundamental, llamémosla asi,
del Cédigo civil en Ja actualidad vigente
En 1862 se nombr6é una comisién compuesta de los
Sies Jesfs Terin, Ministro de Justicia, José Maria Lacun-
za, Fernando Ramirez, Pedro Escudero y Echanove y Luis
Méndez para que 1evisarael proyecto, pero la intervencién
francesa tmpidié que terminara sus trabajos con el carac-
ter oficial, los cuales fueron, sin embargo, aprovechados
por Maximiliano, quien durante su efimero gobierno pro-
mulgé6 los dos primeros libros '
Entie tanto se publicaron diversas leyes para suphir
Jas defictencias de la legislaci6n vigente, sobre derechos cl
viles de los extranjeros, privilegios 4 los inventores indus-
triales, y patentes de mvenci6n, otorgando 4 los hyjos na-
turales e] derecho de heredar, sobre nacionalidad de las so-
'
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ciedades extranjeras, expiopiacién, terrenos buldios y bie-
nes mostiencos, sucesiones legitimas y testamentarfas, hi-
jos naturales, etc , matrimonio civil y demas actos del es-
tado civil, mayor edad, libertad de la usura, divisibilidad
de las hipotecas y otios, cuyos principios expondiemos en
el 1ecurso de este estudio
Hemos hecho esta breve resefia del estado de nuestia
legislaci6n al proclamaise y consumarse nuestra indepen-
deticia, 4 fin de determinar con toda precisién el punto de
paitida de este estudio y seguir la maicha progresiva de
nuestro derecho civil
El tiempo extremadamente corto de que disponemos
para tau 4rdua tarea, apenas si nos peimutu4 determinar
4 muy giandes rasgos los piogiesos de nuestio derecho, no
sin adveitir antes, que nuestios codificadores se sepataron
fiecuentemente de los princtpios sanctonados por el Cédi-
go Fiancés y de las doctrinas de sus comentaristas, paia
seguir los principios y las tradiciones deiivados de nues-
tra antigua legislacién, haciendo asi malas transacciones
con el pasado, ya para adoptai los princtpios establecidos
pot los Cédigos Italiano y Poitugués, muchos de los cna-
les no tenfan ningfin precedente entre nosotros
Hay instituciones en las cuales nuestro Cédigo se se-
pato totalmente de los tres antes citados, y nos puede ser-
vu de eyemplo el tratado de hipotecas, que esté tomado ca-
si hiteralmente de la Ley Hipotecaria Espafiola, que adop-
t6 el sistema netamente germanico de la publicidad y es-
pecialidad de las hipotecas, y el contiato de matrimonio,
en cuanto se 1efiere 4 la sociedad legal, pues adopts el,sis-
tema de nuestra antigua legislacién, mejorandolo y hacien-
do de él uno netamente nacional
Estimamos conveniente, pata simplificar este estudio,
seguir el mismo orden del Cédigo civil, esto es, ocupan-
donos .
I De las personas, .
II De los brenes, de la propiedad y sus modifica-
ciones,
III De las obligaciones y contratos,
IV De las sucesiones y de los testamentds