EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME
PUEDE FALTAR, NADA ME PUEDE PUEDE FALTAR, NADA ME PUEDE
FALTAR… FALTAR…
Jesús, amigo y maestro, queremos Guiados por el sueño de hacer tu
entregarte esta tarde lo que hemos voluntad y con el deseo de «retomar» la compartido, las luces y las sombras de catequesis, queremos hacerlo sin el todo este tiempo que nos ha desafiado y riesgo de haber corrido en vano: y para nos lleva a experimentar nuestras eso te preguntamos, y nos limitaciones personales, familiares, preguntamos… ¿a qué catequesis comunitarias y sociales. queremos volver? ¿Qué nos mostró la Nuestra catequesis no ha quedado pandemia acerca de nuestras exenta de esta vivencia, Señor. propuestas? ¿Qué debilidades y qué Queremos entregarte todo esto, virtudes nos mostró todo este tiempo? cantando nuestra confianza en tu Creemos, Señor Jesús, que estamos amor… frente a una preciosa oportunidad de rever lo que hacemos, cuestionarnos EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME acerca de nuestras costumbres, rescatar PUEDE FALTAR, NADA ME PUEDE lo verdaderamente indispensable en la FALTAR… catequesis y liberarnos de pesadas estructuras y adiciones que a veces Jesús, presente en la Eucaristía, durante nuestras propuestas contienen, sin ser lo todo este tiempo fuimos testigos de principal, y sin aportar algo emotivos y sinceros gestos de cercanía, significativo… de acompañamiento, de creatividad pastoral y de profunda oración; el EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME «cimbronazo» del aislamiento, el temor, PUEDE FALTAR, NADA ME PUEDE la impericia tecnológica y este tiempo FALTAR… inédito, han hecho entrar en crisis muchas de nuestras catequesis, Hoy, Jesús, te confiamos nuestros procesos y encuentros. Hoy queremos, sueños de una catequesis kerigmática, en Ti, caminar este tiempo nuevo con la celebrativa, misionera y comprometida confianza de tu presencia… con la realidad. De la mano de San José, guiados por los EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME sueños que revelan tu voluntad, PUEDE FALTAR, NADA ME PUEDE renovamos nuestra confianza, y te FALTAR… cantamos…
Con sinceridad reconocemos que la EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME
pandemia modificó nuestras PUEDE FALTAR, NADA ME PUEDE planificaciones y debimos hacer frente, FALTAR… como pudimos, a esta nueva realidad que continuará dándonos lecciones de cómo programar sin dogmatizar, y de cómo proyectar sin perder la libertad y la paz a la hora de revisar lo que el día a día nos va imponiendo. Queremos un corazón dócil y sensible a tus signos, que tenga la capacidad de escuchar tu voz de pastor que nos recuerda el sueño que nos guía…