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LIBROS trazar una línea editorial monocorde, Room.

Y es que, para colmo, significa,


fácilmente reconocible e identificable para literalmente, lugar de culto. Amparándo-
DEL KULTRUM el librero y, por supuesto, para el incauto nos, pues, en la libertad de culto, y en
lector. Azote inmisericorde, pues, del más nuestro voraz politeísmo, de corte inequí-
leve atisbo de eclecticismo, desaconsejaba vocamente politoxicómano, colmaremos de
¡Última hora! —y censuraba en la intimidad— que el ensayos desconocidos e improbables
Nuevas colecciones en Libros del editor se permitiera sembrar la confusión ficciones este “cajón de sastre” (o desastre)
Kultrum: Cult Room (véase pp. 2 y 4), e entre sus interlocutores dando bandazos para dar cabida a todas esas lecturas que
Introckspecciones (véase pp. 34 y 36). sin rumbo cierto, cual buhonero pertrecha- nos oponemos, en estricta observancia de
do con toda suerte de alhajas y legajos de nuestro —ya felizmente quebrado— jura-
Cult Room, crónica de una escisión largo ultramar. Y quiere uno pensar que así fue mento, a publicar en Kultrum.
tiempo meditada y (aquí) anunciada. —sin recato— concebida Libros del
Kultrum, corsé fundacional mediante, y sin »Con la vana y algo pedantorra esperanza
«Acaso no haya más perverso y regocijante concesión alguna desde el arranque; para de que no se nos vea y perciba únicamente
placer en la vida —sobre todo para guardarnos de aventuras literarias (extra- como una suerte de sucursal editorial de la
cincuentones (camino ya de la sesentena) musicales) e impedir que otros cantos de tuna, dirigida por tunantes entonando al
que, por jurar, tuvimos hasta que “jurar sirenas nos distrajeran de nuestros alba, con viento de tunante, y partitura
bandera”— que refocilarse, con la solemni- quehaceres editoriales consagrados a la nueva, el “Tune Up” popularizado por el
dad debida, en el quebranto de un juramen- música. reverendísimo Miles (“Gloriosus”) Davis,
to. Sobre todo —proclamo— si, como anunciamos, sin más soporíferos preámbu-
dícese a menudo sin rubor, “es por una »Sea como fuere, hízose imperiosamente los, la botadura de Cult Room, colección
buena causa” —naturalmente, en el caso de necesario echar mano de las trileras que aspira a robarle todo el protagonismo
que tan vana presunción de bondad pueda trampas que gasta uno consigo mismo al a esos editores de libros de música con los
presumírsele a lo que quien esto afirma (y solitario y alumbrar una nueva colección que estamos condenados a compartir
vende)—. Al fin y al cabo, esos altisonantes —a modo de campo de concentración— pupitre y presupuesto.
pronunciamientos que gasta hasta el más desde donde, sin perjuicio de lo arriba
humilde aprendiz de emprendedor, cuando expuesto, diseminar otras aventuras y »Y tiene la culpa de todo ello un atajo de
osa (y cree) divisarse a sí mismo cual desventuras que nada, o muy poco, ilustres autores con textos inéditos en
unidad de destino en lo microeditorial, tuvieran que ver con la ruidosa programa- castellano y catalán. Refiérome a Lawrence
quiere uno pensar que no se profieren sino ción papiromusical. Contraviniendo las Ferlinghetti, Mark Vonnegut, Leonardo
para romperlos con toda la pompa —a indicaciones de Alexander Ross en The Sciascia, Dan Crowe, Marco Rossari... y a
merced de lo que disponga el todopoderoso Rest Is Noise, la propuesta urdida para esta otros tantos impenitentes grafómanos que
Autorregulador (llamado también, por nueva colección nos invita a centrarnos en aguardan la exhumación de sus intonsos
algunos, El gran bazar del mercachifle, el resto —ahí es nada—. Mas, con ese manuscritos.
oséase: el impío mercado)—. incurable deseo por confundir a quien sea
menester, le endilgamos a la nueva »Introckspecciones forma parte del
»Decía Claudio López —sentenciaba, colección un nombre que, pronunciado negociado musical y de ella se da resumi-
tal vez, haga más justicia a su modo de correctamente (en Queen’s English), viene da cuenta y noticia en la contraportada de
expresarlo— que cada sello tenía que a sonar como el de la propia editorial: Cult este apresurado opúsculo.»
Cult Room Entrevistas de ultratumba brinda a escritores de «Muchas de estas conversaciones, no por
carne y hueso el raro privilegio de conversar con imaginadas menos veraces, permitirán
al lector constatar cuán audaces son los
ENTREVISTAS personajes históricos con los que siempre han entrevistadores versados en la materia,
DE ULTRATUMBA deseado regalarse una buena charla. Si en vida […] aunque tampoco escasean las
(de los entrevistados) difícil fue conseguir audiencia irreverentemente desternillantes.»
—especialmente con los que vivieron en otros Toby Clements, Daily Telegraph
LA RESURRECCIÓN
tiempos— no mucho más sencillo resulta invocarlos
DE LA CARNE: «Pura comedia forense, tremendamente
y que te concedan su atención desde el más allá divertido, con algún que otro alto en el
AUTORES VIVIENTES para semejante despropósito ahora. De ahí que, tras camino para la adulación, la reivindica-
CONVERSAN consumarse tamañas proezas, nos hayamos propues- ción y el destape.»
CON SUS CADÁVERES to consignar aquí la transcripción de tan sobrenatu- Daniel Hahn, Independent On Sunday
PREDILECTOS rales indiscreciones con toda suerte de reyertas «En vida, los escritores ya son como
póstumas, multitudinarios soliloquios, fuegos (y fantasmas, voces incorpóreas que
DAN CROWE ruegos) fatuos, confidencias a plumilla (y a cuchilla), merodean por nuestras seseras; y también
sonrojantes confesiones, autos de fe (y de fake), después de la muerte continúan hablán-
donos desde el más allá. Esa extraña y
necrofonías paraperiodísticas, inmisericordes inte- prodigiosa relación permite a Dan Crowe
rrogatorios, censurables psicofonías, coloquios valerse de un ingenioso y atrevido recurso
autolaudatorios, penitencias a capela, imposturas consistente en organizar coloquios con
extracorpóreas, pláticas delirantes, entrañables difuntos.»
Peter Conrad, The Guardian
necrofilias, inoportunas ficciones, inopinadas reivin-
dicaciones, fraudes veraces, exabruptos impublica- «Irresistible. Rebosa ingenio, saña y erudi-
bles (en vida) y sórdidos cotilleos registrados para Dan Crowe es redactor jefe y coeditor de la revista ción. […] Una suerte de versión refinada
tal fin por tan ilustre nómina de entrevistadores: Port. Ofició como sumo coordinador también en la del viejuno juego Dream Dinner Party.
edición de las obras Writers on the Edge: Great ¿A qué personajes históricos le divertiría
Contemporary Authors on the Front Line of Crisis invitar a tomar el té y qué les preguntaría
si se le concediera esa gracia? ¿Tendría
(Rizzoli, 2010) y How I Write: The Secret Lives of los arrestos de interrogar a Henry James
Andreu Jaume entrevista a Jaime Gil de Biedma
Authors (Rizzoli, 2009). Fue hallado culpable de la sobre su sexualidad? ¿Hablaría de las
Cynthia Ozick entrevista a Henry James
fundación, en grado de tentativa de viabilidad, de las iniquidades del famoseo con Andy
Geoff Dyer entrevista a Friedrich Nietzsche Warhol? ¿O acaso le preguntaría a Arthur
revistas Zembla y Butterfly. Trabaja en el inminente
Joyce Carol Oates crea a Ms Fife, Conan Doyle si por fin resolvió el enigma
lanzamiento del primer número de la revista anual
quien entrevista a Robert Frost de Jack “El Destripador”?»
Inque. Vive en Londres. Alice Jones, Independent
Carlos Velázquez entrevista a Rodolfo Fogwill
Rebecca Miller entrevista al Marqués de Sade «Alta tensión y muy docta diversión con
ZZ Packer entrevista al Chevalier de Saint-George cadáveres exquisitos.»
David Mitchell entrevista a Samuel Johnson Bookseller
y a James Boswell
Toni García entrevista a Paul Newman
Jordi Soler entrevista a Antonin Artaud
Malcolm Otero & Santi Giménez abducen a Harpo
y se las ingenian para que este entreviste a Groucho
y a Chico Marx
Ian Rankin entrevista a Arthur Conan Doyle Esther
García Llovet entrevista a Kirk Douglas Michel
Faber entrevista a Marcel Duchamp
Pilar Ruiz entrevista a Jane Austen
Douglas Coupland entrevista a Andy Warhol
A. M. Homes crea a Tom, quien entrevista a
Richard Nixon
Iván de la Nuez da voz a Leandro Feal
Edu Galán entrevista a George Carlin
John Burnside entrevista a Rachel Carson
Carme Riera entrevista a George Sand
Fidel Moreno entrevista a Carlos Castaneda
Rick Moody entrevista a Jimi Hendrix
Rosa Vergés entrevista a Alice Guy Blaché
Diego A. Manrique entrevista a John Lennon
Eduardo Rabasa entrevista a un avatar de Mark Fisher
Wendy Guerra entrevista a Anaïs Nin ISBN: 978-84-184040-2-3
PVP: 19,50 €
Cult Room «Con un domingo aún no del todo desperdiciado por «Como buen hipocondríaco, Rossari sabe
delante, sostengo ante mí un concentrado mejunje de que está gravemente enfermo. Enfermo,
aclaro, de literatura; terminal, para más
BREVE burla mordaz, sátira iconoclasta y atroz sarcasmo que señas; de hecho, difunto ya, añadiría, mas
DICCIONARIO DE lleva por título Breve diccionario de enfermedades no sin antes haber oficiado la prepóstuma
ENFERMEDADES (y necedades) literarias. Anúnciase breve pero donación de su cuerpo a la ciencia, por
antójase de lo más desternillante, y firmado viene cuanto infiérese de su abreviado testa-
(y necedades) mento. A decir verdad, este diccionario
por un afamado dislexicógrafo lombardo que atiende
LITERARIAS al nombre de Marco Rossari, autor despedazado sin
solo puede ser el informe de su autopsia.
¿Qué otra cosa puede esperarse del autor
clemencia, y a placer, en el delirante prefacio de de un libro como El único buen escritor
MARCO Edoardo Camurri [...]. Tan solo anticipo una seria es aquel que ya ha muerto?»
ROSSARI dificultad: seleccionar una muestra del texto que no Giulio Passerini, Panorama
sea brutalmente desopilante.» «Un vitriólico metaprefacio de Edoardo
Pierluigi Battista, Corriere della Sera Camurri, quien, animado por el rencor
y la incomprensión, introduce y asienta
De la Biblioteca breve de literatura inútil de Italo el tono por el que discurrirá tan delirante
lectura, sirve para despedazar al editor
Svevo, arriba por fin a nuestros anaqueles el Breve y al autor de la obra a modo de presenta-
diccionario de enfermedades (y necedades) ción. Baste, a fin de enaltecer aún más mi
literarias, en espléndida traducción de José Brown más sentida recomendación, señalar que
y una inopinada, apócrifa y foruncular Apendicitis la única forma de hacer justicia a este
texto sería, simplemente, no solo citarlo
hispánica a cargo de la célebre hispanista Hilaria
de principio a fin, sino reescribirlo por
Schwarzenegger. completo, palabra por palabra.»
Esta brevísima semblanza de Marco Rossari es un Piego di Libri
Aciago fue el día en que Marco Rossari, famoso fidedigno plagio de la que adorna el frontispicio de la
bibliófilo forense y diestro destripador —con un web de nuestro flamante autor. Dice así: «A buen seguro, convendrán conmigo que
la literatura es una gravísima dolencia […]
historial despiadadamente herético y no menos y, para mayor gloria y colmo, de muy
sacrílego—, decidió describir alfabéticamente los «Publiqué, en fecha reciente, El único buen escritor difícil tratamiento. El problema que se nos
males que afligen a la literatura de su país y del es aquel que ya ha muerto (e/o, 2012), el Breve plantea, desde un punto de vista estricta-
universo mundo. El resultado, temerario lector, diccionario de enfermedades (y necedades) literarias mente terapéutico, es que la propia
literatura parece ser el único remedio
es el proscrito volumen cuya contracubierta ahora (Italo Svevo, 2016), Las cien vidas de Nemesio (e/o,
conocido para aliviar semejante aflicción.»
mismo está leyendo usted. No se haga ilusiones 2016, seleccionado para el Premio Strega 2017) y Bob Librería Universitaria
porque este diccionario es una sanguinaria Dylan: El fantasma de la electricidad (add, 2017).
escabechina: las vacas sagradas (de Dickens a Eco También se me confió la edición de la antología
pasando por Calvino, Ginsberg, Céline, Camilleri o Cuentos para reír (Einaudi, 2017).
Foster Wallace) mueren como moscas y ni siquiera
se salvan las alegorías, los puntos suspensivos o »He escrito cuentos y artículos para Corriere della
las anáforas. Insistimos: el ilustre doctor procede Sera, IL (la revista de Sole 24 ORE), Il Reformista,
a una carnicería salvaje con la mejor de las Liberazione e Il primo amore.
intenciones terapéuticas, pero con estremecedoras
consecuencias históricas. Cuando nada es sagrado, »Traduje novelas, ensayos, memorias, poemas
cuando hasta Goytisolo, Marsé, Benet, Ferlosio o y listas de la compra para Einaudi, Adelphi,
Marías (hacinados todos en tan hispanófilo apéndice) Mondadori, Marsilio, Feltrinelli, Neri Pozza, Sur,
caen del santoral y se parten la crisma, nuestra fe Isbn, Giano, Nutrimenti, Fazi, Rizzoli, Frassinelli,
se derrumba. Baldini & Castoldi, Archinto, Giunti, Fandango,
Gaffi y alguna que otra editorial desconocida.

»Tuve el privilegio de traducir a Percival Everett,


Charles Dickens, Mark Twain, T.S. Eliot, Dave Eggers,
David Benioff, Gertrude Stein, Hunter S. Thompson,
James M. Cain, Iain Sinclair, Patrick DeWitt, John
Niven, Stephen Fry y, por fin, a Nathan Zuckerman.

»Celebro que se me siga confiando la curaduría del


laboratorio de escritura y traducción de la Escuela
Belleville de Milán.»

ISBN: 978-84-184040-4-7
PVP: 17,00 €
Kultrum Galardonada con el Premio Nacional de la Crítica «De no ser por Lomax, pocas personas
estadounidense, La tierra que vio nacer el blues habrían escuchado a Tom Dooley o
“Goodnight Irene” y Bob Dylan aún
LA TIERRA reúne las crónicas de los azarosos viajes del legenda- seguiría cantando “Feelings” en el piano
QUE VIO NACER rio folclorista Alan Lomax por el Delta del Mississippi bar de algún Holiday Inn de Minnesota.»
EL BLUES a lo largo de los años treinta y cuarenta de la pasada Newsweek
centuria. Pertrechado con un rudimentario equipo
«Desde los años treinta, el folclorista
de grabación y con el ánimo de documentar y
PROSAS REUNIDAS preservar el acervo musical de la región —que
Alan Lomax fue un infatigable cazador
y recolector de canciones, transportando
DE UN FOLCLORISTA empezaría a explorar de la mano de su visionario equipos de grabación a través de recóndi-
LEGENDARIO progenitor—, Lomax dio voz, por vez primera, a los tas poblaciones y bosques remotos,tre-
grandes profetas del blues. Leadbelly, Fred McDowell, pando a los porches de las cabañas de los
aparceros y apostándose en los altares de
ALAN LOMAX Muddy Waters y muchos otros inmortalizarían sus iglesias y dondequiera que la música
primeras grabaciones en los discos de acetato y sonara. Las voces que brotan de su prosa
aluminio que cargaba en su desvencijada tartana son tan evocadoras como el lúgubre
nuestro antropólogo impenitente. silbido del tren que atraviesa la oscuridad
de la noche.»
Time
La laberíntica odisea del autor por el corazón musical
de la América negra no tiene parangón. Jugándose, en «El mejor libro jamás escrito sobre la
no pocas ocasiones, algo más que el tipo —con la música más inquietante e inspiradora
de los Estados Unidos.»
chusma policial que asolaba los condados más racistas
Independent
de la antigua Confederación— consiguió, pese a todo,
acometer tan arriesgada misión y ofrecernos el tesoro Por medio de audaces confesiones, conversaciones «Memorias que ocuparán, con todos los
bibliográfico acaso más importante de la historia del clandestinas —a corazón abierto— con músicos, honores, su nicho entre los clásicos
blues. Robert Palmer, Ted Gioia y todos los que han aparceros, presos, pistoleros y arrieros —descen- estadounidenses.»
Publishers Weekly
tratado de cartografiar los orígenes de esta música se dientes todos de esclavos, mas esclavos, todavía, a
abrevaron en esta desbordante fuente primigenia. todos los efectos—, Lomax nos brinda, junto a sus «La historia de cómo el sonido del Delta
propias vivencias, los testimonios autobiográficos del Mississippi se convirtió en un canto
de los primeros maestros de este arte. Espontáneas para toda la humanidad.»
Detroit Free Press
confidencias, la mayoría, plagadas de vívidos relatos
que vertebran la historia jamás contada de quienes, «Solo Alan Lomax podía narrar la
con más sangre que sudor, levantaron este país, a epopeya de quienes alumbraron la joya
cambio de linchamientos, encarcelamientos, viola- de la corona de la cultura afroamericana:
ciones, torturas y otras lindezas. el blues.»
Stetson Kennedy

Una de las figuras más notables del siglo xx, célebre


por dar a conocer, a lomos de las ondas radiofónicas,
a legendarios músicos como Woody Guthrie, Muddy
Waters, Pete Seeger, Leadbelly o Burl Ives, e igual-
mente venerado por reconciliar a toda una nación
con los tesoros de su música folclórica, Lomax traza
brillantemente los contornos de la era del blues
temprano en narrativas que «dan vida a un dominio
que la mayoría de nosotros nunca podría haber
llegado a conocer de primera mano» (The New York
Times Review of Books). Esta obra magna revela
cómo cambió no solo la forma en que toda la nación
escuchaba su propia música, sino también la propia
forma de ver y entender su país.

ISBN: 978-84-1840402-0-9
PVP: 29,50 €
Kultrum Dos decenios hubo que aguardar para deleitarnos «Un inveterado e irresistible paseo por el
con la épica y monumental —de necesidad— auto- glamur y la muerte de lo más granado que
diera el gremio. El anecdotario no tiene
“Q” biografía de Quincy Jones: Q, el proteico y excesivo desperdicio... y no solo en todo lo relativo
AUTOBIOGRAFÍA portento que diera forma y sustancia a la música al culto al vicio y otras lindezas. Jones es
DE QUINCY estadounidense desde los prolegómenos del bebop tan lenguaraz que parece transparente.
hasta la eclosión del hip hop. Ahí es nada… Por sus crónicas desfila buena parte de la
JONES historia de la música moderna y contem-
poránea.»
Dotado como pocos, currante y tunante por igual The New Yorker
QUINCY DELIGHT —mas inasequible siempre al desaliento—, Quincy
JONES JR Jones, leyenda viva de la música popular afroameri- «Q es el retrato asombrosamente abierto,
cana, encontraría su verdadera vocación como franco y revelador de uno de los grandes
genios musicales de nuestro tiempo. Jones
compositor y arreglista, emprendiendo una carrera es, para mayor gloria, un narrador de gran
entre cuyos más destacados lances sobresaldrían la talento. Un documento de época impres-
concepción, producción y realización de sus memo- cindible para remontarse al arranque de
rables álbumes para Frank Sinatra, Ray Charles, una de las épocas más apasionantes de la
música contemporánea.»
Dinah Washington, Sarah Vaughan y Count Basie; Henry Louis Gate, Jr., Catedrático de
además de incontables partituras para bandas Estudios Afroamericanos, Universidad
sonoras de películas y programas de televisión; mas de Harvard
también la producción del álbum más vendido de
«Nadie podría haber concebido mejor
todos los tiempos, Thriller, de Michael Jackson;
manera de componer y orquestar sus
y sin descuidar, por ello, sus propias composiciones propias —y polifónicas— memorias.
ni sus igualmente encomiables aventuras empresa- Quincy Delight Jones, Jr. (Chicago, 14 de marzo de Los testimonios de sus coetáneos
riales y humanitarias. 1933) es el más longevo compositor, director, arre- esbozan, además, memorables y muy
glista y productor estado- unidense. De reconocido entrañables semblanzas de un hombre
con una vida y obra inconmensurables
Cuéntase aquí, sin tapujo que valga, cómo desde su magisterio, a su vez, como trompetista, pianista y hasta para su propio e indiscutible
azarosa in- fancia en el South Side de Chicago fue cantante, su dilatada carrera incluye colaboraciones protagonista.»
inadvertidamente cayendo presa de tan fatídico con Frank Sinatra, Ray Charles, Sarah Vaughan, People
interés por la música y cómo, ya en el umbral de su Count Basie o Michael Jackson, la composición de
«Fascinantemente adictiva, muy posible-
adolescencia, encuentra la iluminación en Seattle bandas sonoras para cine y televisión, y su propia
mente la única autobiografía cuya lectura
gracias a tan temprana e irreprimible pasión. A sus labor como compositor. complacería por igual tanto a los fans de
primerizas andanzas como trompetista, escoltando, Duke Ellington como a los de Tupac
entre muchas otras estrellas, a Billie Holiday, y a sus Ha recibido el Grammy Legend Award, el Premio Shakur.»
no menos legendarias correrías por medio mundo Kennedy, la Medalla Nacional de las Artes y la Legión Entertainment Weekly
con la banda de Lionel Hampton, seguirá la consoli- de Honor, entre otras muchas distinciones; y sigue
dación de una carrera que abarcará, prácticamente, entre nosotros.
todo el espectro de la música popular estadouniden-
se, y cuyos logros le han reportado la increíble
cantidad de setenta y seis nominaciones a los Gram-
my. Hito solo comparable al protagonizado por el
propio Q en sus demás facetas como ejecutivo
musical, cazatalentos, pro- ductor de cine y televi-
sión e infatigable emprendedor; acaso una de las más
importantes figuras empresariales de la comunidad
afroamericana estadounidense.

Q es, en suma, el deslumbrante autorretrato de uno


de los más grandes creadores de la cultura estadou-
nidense contemporánea, tipazo cuya singladura vital
vertebra una de las grandes historias de éxito de
nuestro tiempo.

ISBN: 978-84-121842-6-6
PVP: 23,50 €
Kultrum Advierte, con la mayor de las solemnidades, la Reina «La voz íntima y elegante de Ritz abando-
del Soul —a propósito de la monumental biografía na el anonimato antaño impuesto por la
biografiada en sus memorias para
ARETHA escrita por David Ritz—: “No malgaste su dinero en exhumar la cara oculta del genio.
FRANKLIN la lectura de esta biografía desautorizada.” Sin Apabullante inventario de las tribulacio-
ponderar en exceso el exabrupto que siguió a aquella nes, aciertos, disfunciones, iluminaciones,
admonición, Aretha Franklin se permitió tildarla, a ambiciones y despropósitos que jalonaron
APOLOGÍA la azarosa existencia de Lady Soul. En
continuación, de [sic] «basurilla inmunda». Bien es
Y MARTIROLOGIO cierto que arrastraban ambos un turbulento historial
suma, un documento de época heroico,
honesto, entrañable y sin censura.»
DE LA REINA de felices colaboraciones y no menos tormentosas Ben Sidran
DEL SOUL desventuras: Franklin y Ritz trabajaron juntos en la
censurada confección de las edulcoradas memorias «La monumental biografía que hemos
estado esperando de Lady Soul, alumbra-
DEL ESCRIBA de la cantante, Aretha: From These Roots, publica- da por David Ritz, confidente de toda una
DE SUS MEMORIAS, das en 1999. generación de estrellas del soul: Ray
LA BIOGRAFÍA Charles, Smokey Robinson, B.B. King,
Lo que no admite discusión es que Aretha Franklin Marvin Gaye, etc. Él es el confesor por
DESAUTORIZADA antonomasia. Esta su obra magna.»
irrumpió en este impío mundo en el seno de la Joel Selvin
DAVID RITZ familia de un apuesto predicador baptista, felizmente
entregado a las promiscuidades que la libérrima «No cabe duda, el libro que Ritz se ha
observancia del preceptuado amor al prójimo le estado preparando para escribir toda su
vida. Sortear los entresijos de la compli-
imponía y se prestaba a atender religiosamente; toda
cada —y harto dolorosa— vida de
una superestrella por derecho propio —conviene Franklin permite profundizar en la
acotar aquí que no estaba al alcance de cualquier David Ritz, crítico, periodista y escritor, premiado apreciación del dolor y la pasión que
predicador que sus sermones se grabaran y distribu- con un Grammy gracias a su colaboración con la alimentaron su música.»
yeran por doquier como grandes éxitos de la canción aquí biografiada, y el único escritor galardonado en Gavin Edwards, Rolling Stone
popular—. Sobreexpuesta al influjo de los grandes cuatro ocasiones con el Gleason Music Book Award, «Acaso el más documentado repertorio
músicos y artistas que frecuentaban el hogar de su obtuvo también el Premio Timothy White ASCAP de testimonios de la familia de la artista
afamado progenitor, germinaría la voz de la que 2013 por su sobresaliente biografía musical When I y de sus amistades al que hayamos tenido
estaba llamada a convertirse en acaso la más prodi- Left Home, escrita a cuatro manos con Buddy Guy. acceso antes.»
Emily J. Lord, Los Angeles Review
giosa cantante que haya dado la canción popular
of Books
afroamericana. Tras dar a luz a dos hijos en su azaro- Ha colaborado con Ray Charles, Marvin Gaye, B.B.
sa adolescencia, los dejó a cargo de los suyos para King, Etta James, Smokey Robinson y Lenny Kravitz.
trasladarse a Nueva York y templar allí su instrumen- Ritz vive en Los Ángeles con su esposa.
to —sin demasiada suerte en sus primeros tientos—.
Habría aún que aguardar a que un inspirado produc-
tor la convenciera para que desempolvara sus raíces
gospelianas, momento en el que la fama y la fortuna
empezaron, finalmente, a sonreírle con la expropia-
ción de «Respect».

Inasequible al desaliento, encontró siempre el modo


de sobreponerse a las no pocas adversidades con las
que tuvo que lidiar a lo largo de su carrera para
resurgir de las cenizas e imponer su incuestionable
magisterio. David Ritz, escriba de sus memorias, nos
ofrece el muy necesario contrapunto a aquella
autohagiografía, echando mano, para esta ocasión,
de las fuentes que componían el círculo familiar de
la artista, y contrastando cuanto compiló, al oficiar
como negro, con los testimonios de quienes convi-
vieron y trabajaron con Aretha. He aquí la biografía
definitiva de una de las más excelsas y atormentadas
voces de la música sacra y popular de la cultura
estadounidense.

ISBN: 978-84-121842-1-1
PVP: 23,00 €
Kultrum A tres ediciones en su lengua vernácula (The Com- «No se me alcanza ningún otro letrista
plete Lyrics, Penguin 2001, 2007 y 2019) hubo que cuyos versos posean la virtud de trans-
portarte a lugares tan lejanos, ni recuerdo
LETRAS aguardar para que, por fin, viera la luz, por vez tampoco haber dado jamás con otro
primera, la traducción, en edición bilingüe, de la trovador que hurgue con semejante
OBRA LÍRICA obra lírica completa (1978-2019) del cantante, hondura en nuestras entrañas. Durante
pianista, compositor y escritor australiano. Nick cuarenta años, su remembranza de lo
COMPLETA sublime, la evocación de lo inalcanzable,
Cave: Letras contiene todos los versos compuestos,
1978–2019 el ardor, la locura, el azar y la fatalidad de
a lo largo de más de cuatro azarosas décadas, por un lo imprevisible han hecho trizas todos los
maestro cantor cuyos lamentos siguen asomando, manidos clichés, habidos y por haber —
NICK CAVE sin remedio, al filo de la desesperación y cantan al en materia roquera—, cuando sobre ars
más irremisible de los desconsuelos; urdiendo, en amatoria versa el asunto. [...] Chúpense
esa sus reverendísimas eminencias Cole
tan lacerante y sadomasoquista empeño, una obra Porter y Jacques Brel.»
poética que se cuenta entre las más celebradas Andrew O’Hagan
aportaciones a la balada anglosajona —sin perjuicio
de otros tantos desvaríos practicados a lomos del «Brevemente, sobre el erotismo y la atroz
aflicción que comporta saber no solo que
rock, la música de vodevil, el blues, los salmos y toda pasión se apaga, sino también que
otras ocurrentes hibridaciones— a lo largo del eres ya tierra quemada, sería un craso
período aquí comprendido; dándose cita para tama- error tipificar a Cave como un letrista de
ña ocasión, a través del apasionado filtro de sus desazón, sangre y vísceras. Cave se
yergue como uno de los grandes escrito-
vivencias, todas las recurrentes obsesiones que
res de amor de nuestra era. Cada una
pueblan su obra poética y discográfica. de sus canciones está perfumada de
Desde sus canciones para The Birthday Party los escenarios de la singladura artística del cantau- anhelo y apesta ya a putrefacción de
hasta sus más aclamados álbumes —Murder Ba- tor. Las razones de tan feliz exhumación traen causa pérdida inminente. Para Cave, la consu-
llads, Henry’s Dream y Dig, Lazarus, Dig! mas de algún que otro encontronazo con la igualmente mación es siempre exactamente eso.»
Will Self
también su último trabajo, Ghosteen (2019)—, recomendable obra en prosa del autor —Y el asno
Nick Cave: Letras constituye un largo viaje por vio al ángel (Pre-Textos, 2005), La muerte de «Las letras de sus canciones versan sobre
Bunny Munro (Papel de liar, 2009)— y de una todo cuanto encierra la pasión más allá
indeleble ristra de inolvidables conciertos cuya de la cordura, versos en los que se vierten
las truculentas andanzas de ilustres
hipnótica huella obligaba a indagar en las raíces de
predicadores al borde del delirio, amantes
aquella conversión tardía. de muy sombríos corazones afligidos por
el martirio de la desdicha y por no menos
El sentido prefacio de Andrew O’Hagan, el no menos venerables asesinos. Su lenguaje es rico,
aleccionador prólogo de Will Self y la brillante poético, apocalíptico...»
The Guardian
conferencia que preceden al propio cancionero
–—pronunciada por el propio Cave en el South Bank «Sus impúdicamente trágicas y autoflage-
Centre de Londres en 1999— y que lleva por título lantes creaciones poéticas cobran una
La vida secreta de la Canción de Amor, brindan al segunda vida al verse despojadas de sus
ropajes musicales... De obligada lectura
incauto lector, a modo de introducción, dos pincela-
para cavernícolas incondicionales.»
das iniciáticas de gran utilidad para furtivamente Vox Magazine
adentrarse en la densa maraña en la que se entreve-
ran préstamos, citas, parodias, alusiones, expropia- «El genio resuelto de Cave resuena con la
ciones y leyendas que el cantante maneja a su antojo misma fuerza al brotar de su puño y letra
sin el acompañamiento al que nos tiene
e iluminan los aspectos menos patentes de su obra, acostumbrados.»
así como para otear en sus contornos, en esta suerte Evening Standard
de apresurada autoexégesis, la cartografía del casi
inabarcable imaginario alumbrado por sus versos.

Sus novelas Y el asno vio al ángel (Pre-Textos,


1990) y La muerte de Bunny Munro (Papel de liar,
2009), así como el poemario Canción de la bolsa
para el mareo (Sexto Piso, 2016) fueron muy bien
acogidas por el grueso de la crítica literaria interna-
cional. Nick Cave vive en el sur de Inglaterra.

ISBN: 978-84-121842-0-4
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Kultrum Los Clash fueron un grupo insólito, una perfecta «Una retrospectiva coral y cabal de las
anomalía que pronto trascendería su militancia en el andanzas del cuarteto.»
Q Magazine
THE CLASH punk más atroz, en compañía de bandas como los Sex
AUTOBIOGRAFÍA Pistols, a fin de ir incorporando, sin renunciar a su «Un polifónico torrente de confesiones
GRUPAL combativo ideario ni a sus principios estéticos, otras y muy pertinentes aclaraciones a fin de
tradiciones musicales a su paleta sonora. Pioneros, completar el retablo de la historia de la
banda.»
pues, del efervescente punk rock que haría las delicias
JOE STRUMMER de las hordas de encrestados imberbes que abomina-
Irish Examiner
MICK JONES ban del jipismo burguesito, los mods, los teddy boys y «Conmovedor. Una fuente de revelacio-
PAUL SIMONON la edulcorada grandilocuencia del Canterbury Sound y nes desconocidas hasta la fecha. Larga-
TOPPER HEADON el prog rock —no sin antes abjurar del folk (electriza- mente esperado.»
Classic Rock
do y bien atemperado) que gastaban la acomodada
clase media y la aristocracia más cool—, los Clash «¿Acaso hay algo que pueda antojarse
tuvieron a bien sacudir los cimientos de la aún omni- más entretenido que un libro sobre The
potente industria discográfica con sus incendiarios Clash escrito por The Clash...? Lo que
consigue que esta autopsia a ocho manos
conciertos y sus lúcidas composiciones. La brillante sea más apasionante que la abundante
singularidad de su estilo y la pasión de su compromiso literatura sobre la banda es que cuéntase
político lograron, además, plasmar el espíritu de una aquí la historia en sus propias palabras.
época y los convirtieron en un auténtico fenómeno No escasean, por ello, curiosos secretos
celosamente guardados e igualmente
mundial cuyo legado sigue influyendo en los mejores
jugosas revelaciones. Imprescindible.»
músicos emergentes y despertando el entusiasmo, Short List
cuando no la veneración, de nuevas audiencias. No Formada en los albores del punk británico, The
deja de ser significativo que su documental autobio- Clash no tardaría en convertirse en la banda de rock «El nacimiento de una banda de rock es
gráfico Westway to the World obtuviera un premio más representativa y versátil de su época, al tiempo un fenómeno ciertamente misterioso.
En ocasiones, obra el encantamiento y,
Grammy o que la revista Rolling Stone escogiese que en símbolo por antonomasia de la canción por ventura, se produce el encontronazo.
London Calling como uno de los mejores álbumes protesta insular en los turbulentos finales de los Sus integrantes acceden a compartir un
jamás grabados. setenta y durante el no menos convulso arranque de enfoque y una aspiración, y a templar el
la década siguiente. Su ferviente apología del mesti- necesario desequilibrio entre sus respecti-
vas ideas musicales. Y, entonces, corona-
Exhumar esta autopsia coral en pleno cuatrigésimo zaje musical traía causa de su temprana hibridación
do ya el cénit de su obra, sin previa
aniversario de la obra cumbre del cuarteto, London roquera con el reggae, una de sus más distintivas advertencia, todo se va al infierno.»
Calling, devino un antojo irreprimible a la par que afinidades electivas junto a otros promiscuos escar- New York Times
también un sentido homenaje a quienes ayudaron a ceos con el dub, el funk, el jazz y el hip hop; mesco-
toda una generación a desprenderse del azote de un lanza gracias a la cual se convirtieron en una de las
pop cuya meliflua agonía amenazaba con perpetuar- bandas más respetadas y sampleadas por sus
se en los oídos de los adictos al vinilo y a las ondas compañeros de armas, DJs y demás congéneres.
radiofónicas.
Pese a su separación mediados los ochenta, dejaron
Solo ellos estaban llamados a emprender aquel largo un extraordinario legado discográfico que compren-
y azaroso camino hacia una reconciliación con las de cuatro álbumes: The Clash (1977), Give ‘Em
rudas esencias del rock más disruptivo, mestizo y Enough Rope (1978), Combat Rock (1982) y Cut
atemporal. Por desgracia, aquel periplo tan desbor- The Crap (1985); las cuatro caras del legendario
dante acabaría pasando factura a la banda y certifi- doble London Calling (1979) —por muchos consi-
caría, mediados los ochenta, la defunción de tan derado su obra cumbre—, y las seis del polémico,
eufónico disturbio. Iconos, iconoclastas, arietes de experimental y variopinto triple Sandinista! (1980).
todas las insurgencias, su historia está ya impregna-
da de leyenda. Mucha gente ha opinado sobre el
cómo y el porqué de aquel estruendo, pero no está
de más que los verdaderos protagonistas nos ofrez-
can su versión.

ISBN: 978-84-949383-9-9
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Kultrum Apologeta y profeta, en sus primeros tientos experi- «Keith, ¿qué es lo que siente uno al ser
mentales, de los postulados del jazz más vanguardis- un genio como tú?»
Miles Davis
KEITH JARRET ta, junto a Charles Lloyd y Miles Davis —sin descui-
UNA BIOGRAFÍA dar, con el paso del tiempo, el culto debido a la «Nunca sabemos lo que va a salir cuando
canción popular—, al tiempo que, paradójicamente, pisamos el escenario.»
ultraortodoxo intérprete de la tradición clásica en la Keith Jarrett
WOLFGANG
que se formó, Keith Jarrett (Allentown, 1945) es uno
SANDNER de los músicos multiinstrumentistas más prolíficos
«Con Keith no es necesario grabar
muchas tomas. Como él mismo afirma,
del siglo xx. Maestro sin par en el arte de la improvi- ‘No hay errores para mí’. Tan pronto puso
sación, excepción hecha de sus preceptivos excursos fin a sus primeras grabaciones ya sabía lo
en música clásica —Bach, Mozart o Shostakóvich—, que quería de sí mismo y de mí.»
Manfred Eicher
aúna en su discografía, como a pocos alumbrados les
es dado, el privilegio de grabar cuanto crea al vuelo, «Los conciertos de Jarrett son operacio-
sin previa hoja de ruta, con el reverencial tratamien- nes a corazón abierto en la música que
to que dispensa a los clásicos de la música popular. fluye del genio bajo estricta supervisión
del público.»
Wolfgang Sandner
Manfred Eicher, fiel escudero, productor y fundador
de la discográfica bávara ECM (Editions of Contempo- «Una biografía indeleble, una auténtica
rary Music), sello cuyo catálogo concentra la mayor epifanía: a muy pocos les ha sido dado
el privilegio de poder describir la música
parte de la obra de Jarrett, jáctase, categóricamente,
con tanta precisión.»
de «tan solo distinguir entre música escrita y música Süddeutsche Zeitung
improvisada» —desterrando de su léxico cualquier Wolfgang Sandner, nacido en 1942, fue productor
otra intromisión taxonómica que tenga por objeto del sello discográfico Wergo antes de iniciar su «Conviene subrayar aquí que acaso haya
etiquetar la música de sus artistas—. Jarrett hace andadura como redactor y crítico musical en el solo unos pocos musicólogos que puedan
escribir como Sandner de una manera
suya esa aseveración sin dejar, por ello, de abordar la Frankfurter Allgemeine Zeitung en 1981, donde tan divulgativa y poética sobre jazz.»
interpretación de ambas con igual deleite y maestría. trabajó durante casi tres décadas. Se dedica, desde Rolling Stone
Con todo, no deja de sorprender, y muy gratamente, entonces, a la docencia en la Universidad de Mar-
que el álbum grabado en 1975 y con el que Keith burg, donde ejerce como profesor en la Facultad de «Una biografía virtuosa. [...] Al igual que
Jarrett, Sandner profundiza en el tema,
Jarrett se convirtió en leyenda viva, The Köln Con- Musicología, y prosigue con sus escarceos como
recurriendo a eruditas pero accesibles
cert, siga siendo uno de los discos de «jazz» más autor y editor de artistas tan diversos como Carl comparaciones en el mundo del arte y
vendidos de la historia. Maria von Weber, Tom Waits, Heiner Goebbels o la literatura universal para ilustrar con
Gidon Kremer. En 2010 se publicó su aclamada gran profusión de ejemplos sus meticulo-
Wolfgang Sandner nos brinda, por fin, el esperado biografía de Miles Davis. sas descripciones y sus no menos agudas
percepciones.»
salvoconducto a las celosamente custodiadas entra- Die Welt
ñas del artista; de cuya vida poco sabíase hasta la
fecha. Su tiempo le llevó hacerse acreedor a la «Sandner escucha atentamente, encuen-
confianza del pianista, pero pudo regalarse largas tra su propia voz a caballo entre la
disección musicológica y la literatura
conversaciones en los cuarteles de invierno de
comparada, y consigue que su discurso
Jarrett y congeniar, además, con los que forman fluya con el ritmo implícito de la música.
parte de la constelación artística y personal del Su aproximación es justamente lo que se
genio. Desde su irrupción en escena cual niño necesitaba para este estudio, de la mano
prodigio, contando apenas siete años, a su posterior de alguien tan inteligente y conocedor
como devoto, entusiasta e incorruptible
adiestramiento con los New Jazz Messengers de Art en su percepción.»
Blakey y a su ulterior reclutamiento por algunos de Die Zeit
los más grandes del jazz contemporáneo, Sandner
nos conduce por el camino de la deslumbrante
consagración hasta la plácida madurez que sonríe al
artista, próximo ya a su septuagésimo quinto aniver-
sario, sin obviar las dolorosas pérdidas, ni las múlti-
ples vicisitudes, con las que tuvo que lidiar —y que
le mantuvieron apartado de los escenarios durante
largo tiempo—.

ISBN: 978-84-949383-8-2
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Kultrum Con la misma displicencia lapidaria que gastaba al «[Gil Scott-Heron] fue un hombre cálido,
declamar el estribillo de su célebre salmo «The sensible, altruista y enormemente
complejo, cuya música y poesía nunca
CON LAS HORAS Revolution Will Not Be Televised» —cántico con el dejarán de ser fuente de inspiración.»
CANTADAS que encandilaría al todopoderoso Clive Davis, a la The Independent
sazón rey Midas de la industria discográfica—,
tampoco parecía quitarle el sueño la posibilidad de «Su estilo declamatorio al cantar, unido
MEMORIAS al contenido abiertamente político de su
ver sus memorias publicadas en vida al compositor,
obra, le granjearon un importante
activista, poeta, pensador, agitador y también nove- reconocimiento como precursor y fuente
GIL lista Gil Scott-Heron —aunque tuviera por lacónica de inspiración de la música rap. [...]
SCOTT-HERON costumbre presentarse como bluesólogo y pianista Scott-Heron alumbró un híbrido embria-
(de Tennessee)—. Como tampoco esperaba —ni era gador en el que confluían el jazz, la
música latina y lo afro que le llevaría a
su deseo— codearse en vida con los artistas distin- situarse en la vanguardia de la música
guidos con el Grammy a toda una carrera artística — negra estadounidense de la década de los
Elvis Presley, Frank Sinatra, Bob Dylan, Aretha setenta.»
Franklin, Ella Fitzgerald, Ray Charles o Michael The Telegraph
Jackson—; ni, menos aún, que dicho reconocimiento «Gil Scott-Heron es atemporal. Es un
coincidiera, al año de su muerte, con la publicación escritor de verdad, un hombre de palabra.»
póstuma de estas memorias. Exaltado por sus devo- The New York Times
tos seguidores como
«Impactantes, vívidas, las memorias
[de Scott-Heron] destacan por la belleza
“The Black Dylan” (sobrenombre que detestaba) y de sus imágenes.»
sampleado hasta la saciedad por artistas como Notable bluesólogo —en palabras del propio artis- Rob Tannenbaum, Rolling Stone
Kanye West, Prince o Elvis Costello, nunca logró ta—, además de compositor, activista, poeta, pianis-
encaramarse a lo más alto de las listas de éxitos. No ta, pensador, agitador y novelista, Gil Scott-Heron «Las memorias póstumas de Gil Scott-
Heron desgranan la vida de un músico
obstante, fue objeto de culto, a lo largo de toda su (1949-2011) es una de las mentes más inquietas e que dio al mundo una escritura política
carrera, por los más grandes músicos de su época. interesantes de su generación. y ardiente, muy comprometida con la
Con las horas cantadas, culminación elegíaca —di- denuncia de la injusticia social a la que
ríase— de su carrera musical y literaria, reconstru- A lo largo de una carrera musical que abarca cinco se enfrentaban los afroamericanos del
momento, y que esbozó la senda a seguir
ye, con la templanza propia de sus afilados versos, la décadas, de Small Talk at 125th y Lenox a I’m New
por muchos de los raperos actuales.»
galopante vida y convulsos tiempos con los que tuvo Here, Gil Scott-Heron (1949-2011) grabó veinte Elissa Schappell, Vanity Fair
que lidiar el protagonista de estas andanzas; desde álbumes. También es autor de dos novelas, El buitre
sus primeros tientos profesionales hasta su consagra- (Hojalata, 2015) y The Nigger Factory, y del cancio-
ción como uno de los bardos contestatarios más nero y poemario Now and Then.
influyentes de su generación.

Fragmentos de diarios, dietarios, epifanías, aforismos


y poemas dan fe de los extraordinarios logros del
artista al tiempo que componen una conmovedora
estampa de sus tempranas vivencias y de su peripe-
cia vital; salpicada con los recuerdos de los momen-
tos compartidos con otros compañeros de armas
—Bob Marley, John Lennon, Michael Jackson— y
también por la aparición de sus mentores en la
industria musical —Clive Davis, Stevie Wonder— y
en las procelosas aguas del mundo del libro. Con las
horas cantadas certifica el magisterio de Scott-He-
ron como cronista accidental de su circunstancia,
acercándonos al pensamiento del versátil e infatiga-
ble activista. Modelo en el que se inspirarían quienes
recibieron el testigo de sus correrías artísticas ya en
plena eclosión del rap, de similar manera a como
Langston Hughes y Amiri Baraka perviven en la obra
de John Lee Hooker, Dick Gregory o Spike Lee.

ISBN: 978-84-949383-6-8
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Kultrum De parecido modo a como refiere Homero en la «Santiago Auserón se ha animado a poner
Odisea al dar noticia del irreprimible deseo que orden en sus recuerdos cubanos, en esa
relación de amor con la música de isla
SEMILLA apodérase de Ulises —embriagarse con los cantos de que le cambió la vida.»
DEL SON las sirenas—, no es menos cierto que pocos son los Juan Puchades, Efe Eme
que se resisten al embrujador encanto del acervo
musical de Cuba; trasunto «afrocañí» de la Isla de «Simpatizante sentimental con la
CRÓNICA Revolución, Auserón prescinde aquí de
las Sirenas por cuyas entrañas fluyen y confluyen
DE UN HECHIZO tantas tradiciones musicales de ultramar.
las circunstancias políticas que llevaron
a la marginación de la música tradicional.
Inicialmente, su apuesta chocó a la
SANTIAGO A la manera del maestro Alan Lomax —legendario nomenklatura castrista. Recuerdo el
AUSERÓN etnomusicólogo—, y sabedor de la importancia de pasmo de un alto funcionario ante
Compay: ‘No entiendo qué ven los
tan necesario empeño, mas sin ánimo de sentar españoles en ese Matusalén’. Santiago no
cátedra y sí, tal vez, presa de un genuino impromptu presume de exclusividad en la difusión
—que traería causa de su larvada afición a la música de aquel tesoro […]. Por España circula
antillana—, emprende nuestro autor esta suerte de la teoría de que Cooder se llevó el mérito
que correspondía a Santiago. Y no.
misión arqueológica que tiene como fin reunir y Auserón funcionaba en el paradigma del
preservar en una antología discográfica (Semilla del evento cultural para el público español
son, editada en suelo patrio en 1992) cuanto a duras —Encuentro con el son cubano, Encuen-
penas conservábase en archivos malhadados por el tros del son cubano y el flamenco—
mientrasel californiano pensaba en discos
paso del tiempo y el azote de las inclemencias
de alcance global. Hilvanó un relato
climatológicas propias de esas latitudes. De tan noble —‘melodramático’, denuncia Santiago—
empeño emergería aquel breve compendio discográ- de cantante y compositor, reflejada en media docena que cautivó al mundo.»
fico con el que se pretendía trazar un esbozo genea- de álbumes, y obtuvo reconocimiento en España y Diego A. Manrique, El País
lógico y reivindicativo del sustrato musical del son Latinoamérica como mejor grupo de rock español.
«No por muy repetido es menos cierto:
en sus más diversas formulaciones. Entre 1984 y 1995 investigó las raíces del son la antología cubana que preparó Santiago
cubano y produjo varias antologías históricas, entre Auserón en 1991 descubrió el valioso y
Del cómo y el por qué de aquella apresurada antolo- ellas el recopilatorio Semilla del son y la Antología embriagador lenguaje de la isla al oyente
gía acaso no hubo tiempo entonces para reposar y de Francisco Repilado “Compay Segundo”. En español. Y lo más chocante: se anticipó
un lustro al fenómeno de “Buenavista”.
consignar todo lo atesorado y experimentado en 1994 puso en marcha el proyecto Juan Perro, con el
En contra de lo habitual en el gremio,
dichos lances. De ahí esta maravillosa y sentida que desde entonces combina las tradiciones musica- el ex cantante de Radio Futura, que
crónica de las peripecias, encuentros, recuerdos y les afroamericana, afrocaribeña e ibera y ha grabado desarrolló en papel su profunda experien-
aventuras vividos durante aquellos iniciáticos peri- hasta la fecha otros siete álbumes de canciones cia en Cuba en el opúsculo Semilla del
plos que incitan a la comprensión cabal, trascenden- originales. Bajo su nombre de pila ha editado antolo- son (2017), evita colgarse medallas.”
Eduardo Tébar, Efe Eme
tal o apocalíptica de tan singulares hallazgos y que gías de su repertorio con la Original Jazz Orquestra
cristalizaría en una primera y breve autoedición en del Taller de Músics de Barcelona, dirigida por Enric
2017 que no llegó a comercializarse —ni, por ende, a Palomar, y con la Orquesta Sinfónica de la Región
nuestras librerías— y ve, por fin, la luz aquí en de Murcia, dirigida por Ricardo Casero, con arreglos
edición ampliada, revisada e ilustrada. Nigromantes, de Amparo Edo Biol.
exégetas, forenses, musicólogos y otros intrépidos
buhoneros trataron, con desigual suerte, de apropiar- Ha publicado numerosos artículos sobre música,
se de —cuando no lucrarse con— la autoría del filosofía y literatura y los libros La imagen sonora
presunto redescubrimiento de ciertos tesoros fono- (Episteme, 1998), Canciones de Radio Futura
gráficos y de hacerse con el patrocinio de ese talento (Pre-Textos, 1999), Canciones de Juan Perro (Salto
inaprensible con el que aliviar su desaliento. Ry de Página, 2012) y El ritmo perdido (Península,
Cooder, Ned Sublette o David Byrne no fueron ajenos 2012, 2015), acerca del influjo negro en la canción
a la fiebre del coro formado por tan singular reparto española. Premio Max de las Artes Escénicas, 2001.
de cazatalentos. Sea como fuere, en el caso de las Premio Nacional de Músicas Actuales del Ministerio
páginas que siguen, convendrá el lector que las de Cultura español, 2011. Premio de la Música de
motivaciones que dieron alas a esta iniciativa fueron Aragón a la mejor trayectoria, 2017. Premio Cuba-
de naturaleza bien distinta… disco al mejor disco internacional, 2017. Premio de
la Música de Aragón al mejor solista, 2019. En 2015
Santiago Auserón (Zaragoza, 1954) es músico y obtuvo el grado de Doctor en Filosofía con una tesis
escritor. Se licenció en Filosofía y Letras en la sobre el papel de la música en el pensamiento griego
Universidad Complutense de Madrid en 1977 y antiguo, cuya adaptación para ser publicada se
estudió en la Université de Vincennes, París VIII, encuentra en preparación.
bajo la dirección de Gilles Deleuze. Participó en la
fundación del grupo musical Radio Futura, con el ISBN: 978-84-949383-7-5
que desarrolló durante más de una década su faceta PVP: 17,50 €
Kultrum Roger Daltrey —cantante, tunante y fundador del «Sin afectación alguna, reveladoras y
cuarteto The Who— es la voz de una generación, la desternillantes: acaso una de las más
antiheroicas autobiografías roqueras.»
MI HISTORIA: primera en rebelarse contra las sombrías miserias y Kirkus Reviews
MEMORIAS DEL privaciones de la Segunda Guerra Mundial... para
FUNDADOR DE redefinir, en tan necesario empeño, la propia figura «Un joven de clase trabajadora, el
del artista adolescente. De su puño y letra, cúentase proscrito chico del té regentando el avitua-
THE WHO llamiento en una planchistería, fía a su
aquí la historia desde su nacimiento —en los peores
instinto la formación del que se convertirá
días de los bombardeos que asolaron la capital londi- en uno de los grandes cuartetos de rock ‘n’
GRACIAS OS nense—, pasando por sus no menos tempestuosas roll. El asombrosamente inusual déficit
SEAN DADAS andanzas escolares; colmadas, para mayor gloria, con de vanidad de esta peculiar introspección
MR. KIBBLEWHITE su temprana expulsión, a los 15 años. Evocación de es el salvoconducto para comprender lo
sucedido con The Who. Sin florituras.»
un trauma que tórnase en agradecimiento al autorita- The New York Times Book Review
ROGER rio e inmisericorde verdugo, Mr. Kibblewhite, temido
DALTREY director del centro; pues, como señala al poco del «Trepidante, contagiosamente nostálgica
arranque, de no ser por tan providencial expulsión y divertida… pero también, gracias a
la aversión [de Daltrey] a las sustancias
hubiera muy probablemente seguido la suerte que psicotrópicas, probablemente se trate
parecía aguardar a todos los de su condición. de uno de los relatos más fiables sobre la
vida en una de las bandas de rock más
Pero luego hízose el rock ‘n’ roll. Construiría con sus grandes de la historia.»
The Guardian
propias manos su primera guitarra valiéndose de los
desechos del taller donde, además, procurábase el «Tres años, con sus días y sus noches,
sustento. Formaría su primera banda. La banda se vocales por los pubs de la villa y corte al caer el sol. me llevó desenterrar los recuerdos de
convertiría en The Who —Maximum R&B— y, por su Con el lanzamiento de My Generation en 1965, y el mis andanzas; recordar quién hizo qué,
inquebrantable determinación, Roger Daltrey se alumbramiento en 1969 de Tommy, la gran ópera cuándo, cómo y por qué; desbrozar los
mitos de las realidades, desentrañar lo
proclamaría líder de uno de los grupos de rock más rock de la época, él y sus tres compañeros de armas, que realmente sucedió en el Holiday Inn
grandes de la época. Esta es la historia de My Genera- Pete Townshend, John Entwistle y Keith Moon, durante el vigésimo primer cumpleaños
tion, Tommy y Quadrophenia, orquestada con alcanzarían su consagración como estrellas del rock de Keith”, afirma Daltrey en primicia,
agonizantes trinos de guitarras destrozadas, ecos de planetario a jornada completa. añadiendo: “Tuve la inmensa fortuna de
vivir tiempos apasionantes. Fui testigo
tambores pateados y proyectados hacia el respetable,
privilegiado y protagonista a un tiempo de
peleas, arrestos, coches aparcados en piscinas, Batiéndose el cobre por los escenarios de medio cambios revolucionarios para la sociedad,
voladuras de inodoros… y otras instalaciones artísti- mundo durante más 60 años, cuenta por millares las la música y la cultura de mi época.»
cas.Pero es también la historia de cómo la generación actuaciones que lleva a sus espaldas. Recordado por Rolling Stone
de la posguerra revolucionó los usos y costumbres de sus extáticas y muy energéticas interpretaciones, ha
la juventud. Caldo de cultivo metamórfico del que sido cabeza de cartel allá donde diera con sus cánticos
brotaría la industria de la música moderna —y no fue —Monterrey, Hyde Park, Woodstock, Glastonbury…
parto fácil—. Dinero, drogas y unas gotas de exube- y un largo etc.—. Daltrey tiene en su haber, además,
rancia juvenil confluirían en una explosiva mezcla. nueve discos en solitario y ha protagonizado varias
películas y telefilmes; pero no pudo resistirse a la
Tras cuatro años de maceración lenta, he aquí la ineluctable querencia por su propia banda. Más
intrahistoria del inefable cuarteto; la respuesta encumbrado, si cabe, con su entronización como
definitiva a la pregunta formulada en el propio nom- astro roquero en el Rock ‘n’ Roll Hall of Fame en
bre de la banda. Una crónica sincera y descarnada de 1990, fue también distinguido y homenajeado en
más de medio siglo en la carretera. Así pues, con la 2008 con la entrega del galardón que ofrece el Ken-
indebida inmodestia, y sin más preámbulos, la histo- nedy Center —el más alto reconocimiento que ofrece
ria definitiva de los Who; y de la revolución que el gobierno de los Estados Unidos a los artistas por sus
sacudiría los aún endebles cimientos del rock ‘n’ roll notables contribuciones a las artes—.
británico.
Vive en Sussex con su esposa Heather.
Roger Daltrey es el fundador y cantante de uno de los
grandes cuartetos de la era dorada del rock británico:
The Who. Nacido en el oeste de Londres en el seno de
una familia de proletario abolengo en 1944, se inició
en el canto gracias a los buenos oficios del coro
parroquial cuando apenas contaba siete años. Para
cuando alcanzó la adolescencia contribuía ya con sus
emolumentos a la economía familiar —a cargo de la
intendencia y avituallamiento de sus compinches en ISBN: 978-84-949383-5-1
una planchistería—, y desentumecía las cuerdas PVP: 19,50 €
Kultrum A los tres años de su muerte, Johnny Cash (1932- «Estas memorias cuentan mi propia
2003) adquiría rango de mito universal —entre historia —todo lo que he sentido, amado,
conocido; cuanto me fue dado vivir en
CASH neófitos, profanos y conversos, pues eran ya incon- esta vida, tal como lo recuerdo—. Si algo
tables los inveterados amantes de su música— con tengo que decir sobre mi vida, ahí va.»
LA la oscarizada película En la cuerda floja, dirigida Johnny Cash
por James Mangold y protagonizada por Joaquín
AUTOBIOGRAFÍA «Nunca he conocido a un hombre que
Phoenix y Reese Wither-spoon; biopic cuyo relato
DE JOHNNY arranca en un crucial pasaje de la singladura vital y
combinara profundidad espiritual, genio
musical y fama internacional con tanta
CASH artística del afamado bardo. Pero la vida de una gracia, encanto y humildad como
leyenda en vida como este gigante del country Johnny.»
JOHNNY desborda los límites de cualquier semblanza cinema- Dr. Billy Graham
CASH tográfica o periodística al uso. De ahí la relevancia «Sincero, relajado y dialogante…
de este prepóstumo inventario —consignado en Con las horas cantadas.»
primera persona— de vivencias, personas y lugares New York Times Book Review
que nos comparte en este testamento vital recitado
«Narradas con la impúdica honestidad
a modo de auditoría interna. Pese a antojarse des- que puede solo brotar de las entrañas
acomplejadamente lapidario en sus conclusiones — de su ajada alma, las historias de Cash
por cuanto desmiente no pocos rumores infundados vibran con todo su añejo esplendor.»
y pregona, a su vez, más verdades de las necesa- Chicago Sun-Times
rias—, por encima de sus reveladoras virtudes, la
«La prosa de Cash fluye con la musicali-
autobiografía revisada y ampliada de El Hombre de dad del pausado verbo de este gran
Negro rebosa ternura y gratitud por lo vivido. Johnny Cash (1932-2003) es uno de los pilares trovador… En la reconstrucción de este
sobre los que se asienta la música folklórica nortea- suculento anecdotario el autobiografiado
Desde la asilvestrada —mas no por ello menos mericana. Fichado a mediados de los 50 por la se permite compartirnos también muy
relevantes observaciones sobre el
azarosa— vida en los campos de algodón de Arkan- mítica discográfica Sun Records de Memphis, Cash momento histórico y sus propias tribula-
sas en los años cuarenta a la apacible vejez en fue compañero de andanzas de Elvis Presley y Jerry ciones. Irresistible para todo fan que se
latitudes jamaicanas, sustentada por el éxito de sus Lee Lewis en los gloriosos años de aquella intrépida precie.»
American Recordings en los noventa, las memorias disquera. Fichado por Columbia en los 60, se con- Boston Globe
del inefable cantor vibran con las psicofonías de vertiría en toda una institución cultural de su país
canciones, adicciones, paternidades, iluminaciones, publicando álbumes conceptuales, himnos góspel,
amistades, pérdidas y redenciones. Mas no son aclamados directos grabados en prisiones e incluso
únicamente sus propias andanzas las que pueblan presentando su propio programa de televisión desde
estas páginas, sino también la historia de todo un Nashville.
país, Estados Unidos, y la de sus gentes más humil-
des y olvidadas; las que conforman el genuino Se separó de su primera esposa, con quien tuvo
sustrato de las huestes de aficionados a la música cuatro hijas, y se casó con su eterna compañera la
country. cantante June Carter —descendiente de la Carter
Family, la mítica agrupación folk—, madre de su
Portavoz sin corona de marginados conciudadanos único hijo varón. Trabó íntima amistad y colaboró
y otros damnificados por las dulces promesas del con otras leyendas de la música popular norteameri-
sueño americano, nunca olvidó que sus propias cana como Roy Orbison, Waylon Jennings, Bob
raíces se hundían en las entrañas de la América Dylan o Kris Kristofferson.
profunda. De aquella nación soterrada, pese a las
efímeras esperanzas del New Deal, y mortificada por Patrick Carr, veterano crítico del circuito country,
el galopante azote de la épica empresarial, provenía ejerce aquí de confesor y escriba; con reverencial
su público; mundo que retrata con evidente nostal- solvencia e indisimulada admiración por la oralidad
gia y descarnada lucidez. No obstante, con la tardía del relato, preservando con exquisita mesura la
satisfacción que le brindan su inesperada reivindica- autenticidad de lo dictado por tan insigne rapsoda.
ción y su creciente popularidad en el ocaso de sus
días, Cash acomete esta empresa animado por el
deseo de hacer las paces con el mundo y ajustar
cuentas consigo mismo. Una vida, en suma, digna
de ser escuchada y leída.

ISBN: 978-84-949383-4-4
PVP: 19,50 €
Kultrum Las biografías de compositores e intérpretes suelen «Blackburn lo consiguió pese a cuán
conceder excesiva atención a la música, cuando no a ímprobo antojábase el asunto: reunió el
material, lo organizó y lo editó con
CON BILLIE las propias memorias de los artistas, en perjuicio de maestría; hilvanando los testimonios y
HOLIDAY una comprensión cabal y ponderada de la vida y obra confiriéndole voz propia a la selección.
—UNA BIOGRAFÍA del artista y su circunstancia. Ensayos estos que, a la Se guarda de extraer conclusión alguna
usanza academicista, rara vez van más allá de los al respecto. Nobleza obliga.»
CORAL— Washington Post
límites de la investigación bibliográfica; obviando
otras posibilidades que brinda el trabajo de campo — «El libro de Julia Blackburn aporta una
JULIA ya sea por medio del periodismo de investigación o vía visión mucho más completa de Holiday
BLACKBURN la reveladora exhumación de los testimonios de otras como artista que cualquier otra biografía
fuentes, tanto o más relevantes que la memoria publicada con anterioridad… Un retrato
sublime.»
selectiva del autohagiografiado—. The Guardian

Así pues, en lugar de relatar, como dicta el canon, el «Vigoroso retablo de apasionante cromatis-
ascenso y declive del objeto de esta reconstrucción mo y encomiable rigor… Blackburn retrata
a una artista única de un modo conmove-
arqueológica —con tintes de investigación detectives- dor e inolvidable.»
ca—, Blackburn nos propone otra aproximación: The Economist
permite que sean las voces de los personajes que
trataron y conocieron a Billie Holiday quienes tomen la «Un mosaico de recuerdos desinhibida-
mente íntimos que evocan no solo la vida
palabra. Invocación espiritista que ha sido posible
de la gran cantante sino toda una era del
gracias a un inesperado hallazgo: las más de 150 entre- jazz.»
vistas realizadas por Linda Kuehl en los años setenta a Julia Blackburn, hija del poeta Thomas Blackburn y la Mail on Sunday
acólitos, vagos y maleantes. No obstante, cuando llegó el artista Rosalie Meric, es autora de diversos ensayos y de
momento de transcribir dichas grabaciones, escudriñar dos obras de ficción, The Book of Color y The Leper’s «Esta novedosa biografía que viene a
sumarse a los muchos libros publicados
entre recortes de periódicos, zambullirse en su corres- Companions, nominadas ambas para el Orange Prize. sobre Billie Holiday es ciertamente
pondencia y examinar otros artefactos, Kuehl se vio Su obra más reciente, Old Man Goya, obtuvo también destacable, pues ninguna otra obra ha
abrumada por la responsabilidad de tener que pronun- la nominación para el National Book Critics Circle conseguido captar el contexto de su obra
ciarse sobre la relevancia y el valor de las fuentes Award. Sus memorias, The Three of Us, se publicaron y su vida con tanta intensidad.»
Toni Morrison
consultadas. Para colmo, el material reunido fue recha- en 2008. Vive a caballo entre Inglaterra e Italia.
zado por el editor que la animó a acometer tal empresa,
y de nuevo por otro que tampoco supo apreciar el valor Dos voces espectrales pululan por las páginas de esta
de ese polifónico retablo. Kuehl se suicidó en 1978 pero antibiografía de la mano del variopinto dramatis
las grabaciones se conservaron y, tras diversas vicisitu- personae que compone esta rueda de identificación:
des, fueron a dar con sus cintas en manos de un colec- la de la inmortal cantante Billie Holiday y la de la
cionista a cuya generosidad debemos la materialización aspirante a biógrafa Linda Kuehl —quien hasta ahora
póstuma de aquel encargo frustrante y frustrado. apenas había sido poco más que una nota a pie de
página en la historia del jazz—. Dos voces que no
El gran acierto de Julia Blackburn está en el trata- llegan a entrecruzarse pero cuyas conversaciones con
miento y la orquestación de esa multiplicidad. Poco los aquí interrogados propician la transcripción de un
importa si las historias no concuerdan, si tropezamos luminoso torrente de recuerdos vertido por pianistas,
con alegatos contradictorios o incluso si estas contra- proxenetas, agentes del FBI, abogados, camellos,
puntísticas semblanzas parecen versar sobre un ser amigos, colegas y enemigos. Blackburn ha convertido
irreconocible. El desafío era liberar a la artista no solo estos recuerdos en un fragmentario tapiz que esboza la
de las ensoñaciones que recitó a William Dufty en poliédrica imagen que de la artista guarda semejante
Lady Sings The Blues, sino también del reduccionista constelación de tunantes; descifrando a la malograda
estereotipo que se nos ha servido hasta la saciedad. entrevistadora, leyendo entre líneas, interpretando las
Y eso, precisamente, es lo que con gran tino consigue pausas, las repeticiones, los desvíos bien lubricados
Blackburn, invitando al lector a que extraiga sus (por lo general, muchas de las entrevistas de Kuehl con
propias conclusiones. músicos de jazz tuvieron lugar en los rincones habitua-
les de la geografía etílica de la época) y componiendo,
en suma, un retrato necesariamente inacabado pero
abierto a toda suerte de interpretaciones…

ISBN: 978-84-949383-3-7
PVP: 19,95 €
Kultrum En su oscuramente hilarante debut como ensayista, “Una oceanografía del paladar... [Fagen]
Donald Fagen —músico, compositor y cofundador esboza los orígenes de los diversos
elementos que conformaron su sofisticada
HÍPSTERS de Steely Dan—, pasa revista y rinde debido tributo sensibilidad artística, subrayando su
EMINENTES a las figuras y corrientes culturales que dieron forma impagable deuda con el jazz.”
a su sensibilidad artística, remontándose a sus The Philadelphia Inquirer
andanzas universitarias e hilvanando una jocosa
ENSAYOS REUNIDOS: “Esta obra es una auténtica bendición...
crónica de cuanto acontece en la carretera. Fagen
AUTOBIOGRAFÍA disecciona para tal fin a los eminentes hípsters
La voz de Fagen —tan inconfundiblemen-
te sardónica— emerge en todas y cada
DEL GUSTO cuyas vivencias iluminaron sus sueños de juventud; una de sus semblanzas. Pese al cinismo
EL OCASO componiendo el relato —y retrato— del artista que habitualmente gasta, conserva intacto
DE LOS DIOSES adolescente cuya mente se abre privilegiadamente el firme e inquebrantable rigor del
verdadero entusiasta. Se toma muy en
al mundo en los prodigiosos años sesenta —época serio a sus propios ídolos, y consigue
DONALD en la que traba amistad en Bard College con Walter transmitirnos con suma claridad las
FAGEN Becker, su añorado e irremplazable compañero de razones de su vigencia y su importancia.”
armas—; y consignando las desventuras y epifanías The Guardian
de su gira por las entrañas de la América profunda, “Sagaz, único e impredecible... Desopilan-
de la mano de Michael McDonald y Boz Scaggs. te al disertar sobre la difícil —y cada vez
más incómoda— situación del roquero
No tiene el lector en sus manos, en sentido estricto, envejecido... La nueva encarnación de
Fagen es tan punzantemente entretenida
unas memorias al uso —en palabras del propio
como sus malhumorados delirios.”
autor, aseméjase más a lo que dio en llamar “auto- The New York Times
biografía artística”—. Como corresponde a un patologías detectables en todo practicante del
músico que alcanzó la edad adulta en plena edad de directo y músico de rock que se precie y adolezca “Estas memorias versan menos sobre su
oro del vinilo, Donald Fagen, parece haber dividido de una “grave angustia profesional”—; sin pasar por propia carrera que sobre los logros de los
grandes creadores a quienes rinde tributo.
esta colección de ensayos autobiográficos en dos alto vivencias personales más íntimas y dolorosas Con esta obra Fagen se hace acreedor a
caras resueltamente diferenciadas. Una cara A con vividas junto a su compañera sentimental. El su distinción como inconformista gruñón
reminiscencias de una adolescencia no especialmen- anecdotario de la gira tiene los mimbres de una de primerísima clase. Hípsters Eminentes
te perturbada, llena de recuerdos y pasiones lejanas inmisericorde parodia concebida para exhibir las es también la prueba inequívoca de la
particular fascinación que siempre ha
con ecos radiofónicos; evocaciones siempre sorpren- miserias de la vieja estrella de rock hastiada por el
sentido por los inadaptados, los bichos
dentes y recordadas con suma elegancia y devoción. hecho de tener que procurarse, a tan provecta edad, raros y los artistas más excéntricos.”
Sentidas semblanzas de Ray Charles, DJ Mort Fega, el sustento en los escenarios; pero no deja de ser uno Rolling Stone
el locutor de radio Jean Shepherd, Ike Turner, las de los más desternillantes e irritantes testimonios
Boswell Sisters, Henry Mancini; su entrevista a que haya dado el género sobre las inconveniencias “Fagen, como era de esperar, es un
incisivo crítico cultural armado con una
Ennio Morricone (conversación que reproduce en con las que debe lidiar a diario un músico profesio- pluma muy afilada. No importa cuán
estas páginas), los escritores de ciencia ficción a nal. Divertimento memorialista que amenaza con tangencial se antoje en ocasiones al tratar
quienes rendía culto; y su sentido tributo a los eclipsar las virtudes menos llamativas de los ensayos sus propias vivencias, toda vez que usa
músicos a los que vio actuar en los clubes de jazz de que lo preceden, y a través del cual se permite, presa esos recuerdos de la infancia como una
forma de hablar indirectamente sobre sí
Nueva York —Miles Davis, Coltrane, Sonny Rollins, de una creciente misantropía y cual quejoso gruñón,
mismo. Aprenderá tanto sobre tan
Bill Evans, Monk, Mingus, etc.— a muy temprana dar rienda suelta a sus ávidas vísceras y despotrica singular personaje como al escuchar sus
edad. La nómina de grandes escritores por los que de lo lindo sobre “los hippies de avanzada edad” a discos.”
siente verdadera veneración incluye también a los que tiene a bien entretener... Grantland
Mailer, Ginsberg, Vidal, Vonnegut y Nabokov y, por
“Rebosa comicidad y erudición a un
supuesto, a William Burroughs; de quien omite, Con todo, conmueve descubrir las afinidades electi- tiempo... Si bien los fans incondicionales
curiosamente, mencionar que fue este último de vas de un curtido cantor que, a las puertas de los de Steely Dan se deleitarán, con toda
quien tomó el nombre de su consolador favorito, setenta, y próximo al ocaso de sus giras, preserva su probabilidad, degustando las ácidas
Steely Dan, para su banda. A Fagen no le asiste la docta bilis incorrupta. observaciones de Fagen, cualquier
observador de la cultura popular encon-
arrogancia roquera, ni le conmueve en exceso trará sus ensayos muy didácticos y
escudriñar en su propio estrellato. Demasiado tímido particularmente divertidos.”
para caer en esa clase de accesos narcisistas se Booklist
entrega con sumo placer a la degustación y celebra-
ción de lo conseguido por sus idolatrados maestros.

El abrupto cambio de registro —y de tono— con


el que arranca la cara B da paso a una suerte de
cuaderno de campo que, a modo de diario, recoge
algunos de los momentos más estrambóticos de la
gira con dos veteranos tunantes —permitiéndose, ISBN: 978-84-949383-2-0
al término de la cual, acuñar, incluso, nuevas PVP: 18,50 € 9 788494 938320
Kultrum “Hace casi treinta años que empecé a escribir este «Una inmersión sincera en las luces
libro”, afirma la afamada artista al consignar la y sombras de la extraordinaria vida y
carrera de la añorada cantante, así como
MEMORIAS nómina de agradecimientos con los que ponía fin a en los emotivos recuerdos de su firme
DE NINA SIMONE la revisión de la primera edición en 1991. Casi otros compromiso con la defensa de los
—VÍCTIMA tantos hubo que aguardar para poder verlo por fin derechos civiles y su autoimpuesto
traducido. La autobiografía de la gran cantante y exilio.»
DE MI HECHIZO— Ebony
pianista, que vería finalmente la luz gracias a la
colaboración del cineasta Stephen Cleary, desgrana «Su arte es el más inequívoco testimonio
EUNICE K. la evolución de la prometedora carrera artística de de su inquebrantable compromiso con la
WAYMON una precoz niña prodigio que a los tres años apunta- denuncia de la injusticia.»
ba ya muy buenas maneras. Formación pianística de Washington Post
la que se vería apartada —según afirmaba la propia «Una artista que grabó e interpretó lo
artista— por el color de su piel, truncándose así el que se le antojó, cuando quiso y cómo
gran sueño de la que anhelara convertirse en la quiso. ¿A quién le importaba tanto la
primera gran concertista negra de música clásica. lucha por la igualdad racial como para
abandonar su carrera y sus obligaciones
Un mundo de privilegios reservados a la casta domi- durante tanto tiempo? Una mujer que
nante en el que le fue vedado formarse, y cuyas vivió con plenitud, amó profundamente
injustas prebendas acabaría denunciando mediante su y dejó que se supiera que la palabra
progresiva implicación —y posterior participación— resignación no formaba parte de su
léxico.»
en la lucha por la defensa de los Derechos Civiles.
Jazz Times

Indómita y rebelde con causa —por muchos consi- Llegarían después los “vaivenes entre el cielo y el «Apasionada, brillante y pesarosa,
derada Suma Sacerdotisa del Soul—, acaso una de infierno, los amores ardientes y los maridos abyec- Nina Simone vierte en sus memorias
las artistas más incomprendidas de nuestro tiempo, tos, las sonoras protestas y las rabias calladas, los la humilde crónica de su excepcional
singladura vital, con la esperanza de
Nina Simone (1933-2003) encuentra en Cleary al comportamientos erráticos, los exilios” y los desai- iluminar algunos de los pasajes más
confidente y escriba a quien compartir las vivencias res. Conseguiría, no obstante, también sobreponer- incomprendidos de su vida...
que jalonarían su existencia dentro y fuera de los se a esas miserias y reunir la fuerza y la convicción Al igual que su música, suena igualmente
escenarios; en una suerte de ajuste de cuentas necesarias para entregarse, durante buena parte de convincente, honesta y poderosa.
Un documento de época imprescindible
consigo misma, mas con el ánimo de explicarse los años sesenta y setenta, al ejercicio de un activis-
para comprender algunos de los momen-
—“please don’t let me be misunderstood”— y de mo ejemplar en la lucha por una causa que pronto tos más duros de la historia reciente de
alcanzar también, en el intento, una serenidad que haría suya y a la que contribuiría con algunas de Estados Unidos.»
jamás le sería concedida. las canciones —como “Young, Gifted and Black”— Blog del Centro de Estudios del
que acabarían convirtiéndose en los himnos de los Instituto Lincoln Center
A Eunice Kathleen Waymon, nacida en un pequeño diversos movimientos y asociaciones volcados en
pueblo de Carolina del Norte cuando arreciaba la tan desigual lucha por la defensa de los derechos
Gran Depresión, se le confió a muy temprana edad el civiles de la población afroamericana. “I Put a
cuidado de los suyos —quedando a cargo de su padre Spell on You”, “Put a Little Sugar in My Bowl” o
cuando apenas contaba cuatro años y estuvo este a “Mississipi Goddam” iban a sacudir los hasta enton-
punto de perder la vida, y manteniendo a la familia ces apacibles cimientos de la acomodaticia indus-
desde su más tierna adolescencia—. Al cabo de una tria discográfica norteamericana y a provocar una
breve estancia en la escuela Juilliard, y tras cerrárse- auténtica revolución.
le las puertas del Conservatorio de Fildadelfia, empe-
zó a ganarse el sustento dando clases de piano; pero
al poco descubriría lo que, en palabras de su santa
madre, conllevaría “trabajar en el infierno” —tocar y
cantar en bares—. Para encubrir tan singular pecado
adoptaría el nombre de su admirada Simone Signoret.
Aquellos inhóspitos tugurios de Atlantic City que
acogieron sus primeros tientos profesionales, pese al
no muy respetable público que los frecuentaba,
acabarían convirtiéndola en una de las celebridades
locales gracias a la afluencia de estudiantes universi-
tarios. Simone contrató a un agente que al poco la
convenció para trasladarse a Nueva York y grabar allí
una versión de “I Loves You, Porgy”. Grabación
aquella que iba a convertirse en un auténtico éxito
en la radio de Filadelfia. Todo parecía indicar, como ISBN: 978-84-949383-1-3
así fue, que, por fin, había llegado su momento… PVP: 18,95 € 9 788494 938313
Kultrum Esta desternillante antología de ensayos, reseñas, «Un verdadero acontecimiento cultural...
autopsias y semblanzas rescata del más inmiseri- Esta antología rescata del olvido una
de las voces más singulares de la crítica
REACCIONES corde de los olvidos algunas de las piezas más deli- musical.»
PSICÓTICAS rantes del impenitente grafómano y crítico por The New York Times Book Review
Y MIERDA DE antonomasia del rock. Textos escogidos, entre me-
diados de los sesenta y los primeros albores de los «Con afecto, brutalidad, furia e irreve-
CARBURADOR rencia, y empuñando una prosa conmo-
ochenta, que vertebran la crónica de su quijotesca
vedora, laberíntica e inmisericode, nos
entrega a la causa que abrazaría sin remisión posi- mostró cómo la propia música podía
PROSAS REUNIDAS ble; pues creía apasionadamente en la fuerza reden- ofrecernos un sinfín de opciones vitales...
DE UN CRÍTICO tora y transformadora de la música rock, Bangs fue uno de los más preclaros
LEGENDARIO: reivindicándola como la más vital e innovadora de plumillas que ha dado nuestra profesión.»
The New York Times
ROCK A LA las artes populares, sin dejar por ello de denunciar
LITERATURA Y sus más absurdos excesos, ni de vilipendiar tampo- «Uno de los grandes escritores estadouni-
LITERATURA AL ROCK co a quienes fueron objeto de tan efímera idolatría: denses que decidió consagrar su escritu-
John Lennon, Lou Reed, John Coltrane, The Clash, ra al servicio del rocanrol... Salvaje,
divertido e impredecible... la prosa de
LESTER David Bowie, James Taylor, Kraftwerk… Lester vibra con el pulso de la furia
BANGS roquera... una antología imprescindible.»
Tras sobrevivir a sus incesantes y orgiásticos deva- Rolling Stone
neos con las drogas y el alcohol, no deja de haber
«Magnífico... Tener buena parte de
cierta ironía en el hecho de que Bangs muriera tem-
la obra Lester reunida y asistir a su
pranamente a causa de las complicaciones de un reivindicación como literato con todos
proceso gripal en 1982, cuando apenas contaba Murió repentinamente a la edad de treinta y tres los honores es motivo de celebración.»
33 años. Forjó en poco tiempo un estilo excéntrico, años en 1982. Adscrito al nuevo periodismo —en Village Voice
personal y salvaje que dejaría una impronta indele- el frente más militante de la facción gonzo— hízose
«Esto es crítica rock en estado puro.
ble en la historiografía roquera. Cada ensayo es un acreedor también a piadosos sobrenombres como No es solo para aspirantes a críticos y
acrobático alarde de situacionismo sin rumbo apa- “poeta del alcantarillado” y romántico visionario, coleccionistas, sino una suerte de
rente, aunque compartan todos, por igual, la des- mas hay algo que no admite discusión ninguna: historia del rock y de sus grandes mitos.
bordante intensidad de la apostasía iconoclasta que no hubo crítico que viviera más intensamente Que siga siendo pasto de los aficionados
28 años después de su primera aparición
precede al desbarre —y le costaría el despido en —ni compusiera tan apasionadas estampas de—
tal vez sea el mejor tributo que pueda
Rolling Stone, oficiado por el, a la sazón, todopode- tan prodigiosa época. rendirse a este sin par cronista.»
roso Jan Wenner—. Irish Examiner
Greil Marcus es un afamado periodista y crítico
Cuando Bangs compone, a modo de epitafio, su cultural. Colabora con diversos periódicos y revis-
propia semblanza afirma: “la mayoría de los inten- tas, entre los que se contaban también la propia
tos por examinar el rock en términos academicistas Rolling Stone y Village Voice; y es autor de numero-
parecen irremediablemente pretenciosos, carentes sos ensayos —publicados en castellano por Anagra-
de las mismas cosas que hacen que esta música sea ma, Global Rhythm Press y Contra—.
tan emocionante: su franqueza emocional y su im-
pertinente sentido del humor”. Fiel a esta premisa Marcus, devoto seguidor de Bangs, asumió el regoci-
abordó siempre la transcripción de sus impresiones jante reto de desempolvar los incontables ensayos,
sin temor a contravenir los intereses de la industria reseñas y semblanzas que compuso para Rolling
discográfica. Dar cuenta de cuanto se cocía enton- Stone, Village Voice y Creem. Señala en su intro-
ces en una coyuntura tan incómoda para el rocan- ducción a esta antiantología que “no está en su áni-
rol —a caballo entre el ocaso del sueño hippy y el mo reunir una selección representativa de su obra,
colapso del punk— fue una auténtica proeza. sino recomponer la imagen de un hombre que creó
El punk y la new wave traerían consigo, para mayor su propia visión del mundo, llevándola a la praxis y
gloria, la aniquilación masiva de toda una genera- enfrentándose a sus consecuencias”.
ción de críticos de rock, pero Bangs merecía sobre-
vivir a esa extinción. Lo triste es que no pudiera
sobrevivirse a sí mismo…

Lester Bangs inició su andadura profesional traba-


jando como crítico para Rolling Stone. Al mudarse
a Detroit colaboró con la revista Creem, que acaba-
ría editando entre 1970 y 1976, antes de poner rum-
bo a Nueva York para dar noticia de la eclosión del
punk en la Gran Manzana; colaborando con diver- ISBN: 978-84-949383-0-6
sos periódicos y la ya extinta Village Voice. PVP: 22 € 9 788494 938306
Introckspecciones Chris Frantz, baterista y cofundador de los Talking «Bustos parlantes, baterías, funk y rock
Heads, conoció a David Byrne en la Escuela de ‘n’ roll: desmelénase Chris Frantz,
dejando atrás su envolvente instrumento,
AMOR CRÓNICO Diseño de Rhode Island a principios de los setenta. para, de su puño y letra, reclamar su
Juntos —y de la mano de la bajista y futura esposa condición de busto parlante —y escri-
TALKING HEADS de Frantz, Tina Weymouth— transmutaríanse en los biente—, cual privilegiado cronista, por
afamados bustos parlantes, triunvirato al que, con el medio de cautivadoras remembranzas
TOM TOM CLUB que entrelazan una inextinguible historia
tiempo, se sumaría el ya muy curtido en estas lides
TINA —y cuarto en discordia—, Jerry Harrison. Entre los
de amor con reveladoras disquisiciones
sobre las venturas y desventuras de
vestigios industriales del Lower East Side de Manhat- bandas improbables con excéntricas
MEMORIAS DE tan, compartiendo escenografía vital con ilustres membresías.»
CHRIS FRANTZ luminarias y la fauna más diversa —Patti Smith, Charles Shaar Murray, autor de
Crosstown Traffic: Jimi Hendrix
William Burroughs y otros despojos del emergente y el pop de posguerra
protopunk—, iba a fijar su residencia el cuarteto
llamado a surfear en la cresta de la new wave. Y, «Memorias que dan fe de las correrías,
como quien no quiere la cosa, alentados por la con asombrosas revelaciones, que Chris
y yo hemos compartido en nuestros
creciente secta que acudía a todos sus bolos en el universos paralelos. Como dícese hoy en
tugurio, por antonomasia, del momento, CBGB — día: ‘me dejaron atónita’. Las devoré sin
junto a los Ramones, Television y Blondie—, se armó pausa, junto con todos los recuerdos y el
la horda. amor que Chris siente por Tina... Acaso
uno de los ejemplos más envidiables de
cómo vivir el sueño de quienes fantasea-
Los innovadores desmanes de los Talking Heads mos con esta manera de vivir.»
llegarían a oídos de Warhol y Lou Reed, y el excéntri- Chris Frantz es músico, productor, compositor y Debbie Harry, autora de Face It
co cuarteto firmaría al poco, aupado por tan ilustres cofundador de las bandas Talking Heads y Tom Tom
mentores, con Sire Records. La música de baile para Club. Insigne académico del Rock ‘n’ Roll Hall of «Desde la primera vez que vi a los Talking
Heads en vivo (en el CBGB, 1976), perdí
gente con cabeza hacía parcialmente suyas tanto las Fame, presenta y conduce el programa de radio Chris la chaveta por Tina Weymouth. Ni que
más rudas convulsiones del punk formativo más Frantz the Talking Head en WPKN. Él y su esposa, decir tiene que, desde entonces, he
minimalista como otras sonoridades («Psycho Killer», Tina Weymouth, viven en Connecticut. estado esperando mi momento, la
«Burning Down the House», «Once in a Lifetime») ocasión adecuada para presentar mis
credenciales. Pero, con la lectura de estas
que trascendían, a la manera de los Clash —toda
memorias, me quedó bastante claro que
proporción guardada—, las evidentes limitaciones aún está liada con el autor y, lo que es
del punk. Haciendo caso omiso de los más funestos más desquiciante, parece tratarse de una
augurios reservados para los disturbios conceptuales relación muy seria. Pero, ¿sabes qué?
de la escena indie, sus primeros álbumes se convirtie- Bien está bien lo que no hay manera de
que termine. Me alegro por ambos. He
ron rápidamente en clásicos; tras los que, con la aquí a un baterista redoblando remem-
controvertida y egocéntrica participación de Brian branzas.»
Eno en Remain in Light, iniciaron su vertiginosa Bill Murray, autor de Cinderella Story:
ascensión al estrellato. Pronto, sin embargo, las My Life in Golf
relaciones empezaron a tensarse por cortesía del «De un brío crepitante, no exenta de
crecido cantor y, a raíz de esos desencuentros, Chris comicidad, trufada con las calamidades
y Tina empezaron a trabajar en su propio proyecto, de rigor, oportunas confesiones con algún
Tom Tom Club; dando con una hibridación de funk, que otro ajuste de cuentas, el empuje
disco, pop, electro y otras músicas ajenas al canon propio de un baterista y rebosante de
inmarcesible afecto, mas también
occidental que tendría gran impacto en la indolente aderezado con las fulgurantes apariciones
geografía clubera. de un estelar elenco de leyendas del
punk, la new wave y otros desvencijados
Frantz traza el ascenso y declive de una banda, a lo pero inmortales ídolos del pop, tiene el
lector en sus manos una autobiografía
largo de una década en la que sentarían las bases del digna de figurar en el canon roquero
vitalista sonido de la nueva ola, pero nos brinda memorialista: un dulce beso —coz
también la crónica de la historia de amor y la asocia- mediante— a tiempo.»
ción artística con Tina, acaso una de las mejores James Wolcott, autor de Lucking Out
secciones rítmicas impelidas por el noble empeño de
electrificar, con cabeza, la escena del pop ochentero
más ecléctico y bailable.

ISBN: 978-84-121842-8-0
PVP: 00,00 €
Introckspecciones Que rule el amor es una ferviente y sentida invoca- «El inefable profeta del rock vintage pasa
ción al principio activo que enhebra la vida y obra del revista, en este primer volumen de sus
memorias, a los primeros veinticinco
LENNY KRAVITZ roquero judeoantillano acaso más ecléctico que diera años de su carrera, entregado a la
aquella quinta estadounidense, mas también un alto remembranza de su infatigable empeño
QUE RULE en el camino que anuncia tiempo de reflexión. De ese por dar con una estética y una voz
afán por echar la vista atrás y desgranar las esencias propias, alumbrado siempre por el amor
EL AMOR que recibe y la no violencia que predica.»
de una obra tildada de extemporánea en sus primeros The New York Times
compases, y encumbrada ahora a lo más alto del
MEMORIAS pedestal roquero, emerge este pausado alegato —no «De los roqueros ungidos a las puertas
exento de cierta candidez, inopinada psicogeografía, de los noventa, Kravitz no solo se ha
DAVID RITZ autoanálisis panteísta e inmisericorde humor—, convertido en el más ineluctable de
cuantos esgrimieron y reivindicaron el
narrado a capela, y escrito a cuatro manos, con la acervo sonoro afroamericano, en su más
inestimable ayuda de David Ritz; escriba y confesor, amplio espectro, sino también en el más
entre otros, de Ray Charles, Aretha Franklin, Marvin ecléctico e impredecible de los bendeci-
Gaye, Etta James y B. B. King. dos por la presencia en sus vidas de tan
variada constelación de referentes
artísticos. No solo alcanzaría el estatus
No corrían buenos tiempos para el rock cuando, tras de una superestrella cósmica, sino que
unos primeros tientos inciertos, Kravitz enfrentábase acabaría congregando en torno a su vida
—a contracorriente, para mayor gloria— a las modas y obra a una secta de fans insoborna-
bles.»
del momento: en la cresta de la ola, rugía la incipien-
Rolling Stone
te insurgencia que, a hombros de sus conversos,
hacía que el hip hop arrasara con los cimientos de la Lenny Kravitz es cantautor, compositor, productor «Kravitz tuvo el privilegio de codearse
propia industria discográfica y, en el extremo más discográfico y actor. Además de sus propias composi- con las amistades de sus padres, entre las
conservador, se resistía a fenecer la despampanante ciones, ha escrito y producido, por encargo, cancio- que estaba lo más granado de la intelli-
gentsia afroamericana —Duke Ellington,
opulencia de las reliquias del rock más duro y grandi- nes para Michael Jackson, Mick Jagger, Madonna y Diahann Carroll, Langston Hughes, Sarah
locuente que gastaban por aquel entonces sus más David Bowie. Cosechó grandes elogios por su inter- Vaughan, etc.— en la Costa Este, pero
pálidos coetáneos. «Mi vida tiene que ver con los pretación en sus escarceos con la cámara en largome- serían las amistades que cultivó en la
opuestos», subraya. «Blanco y negro. Judío y cristia- trajes como Precious, Los juegos del hambre y El California hippie (los Steinberg, el hijo
del fundador de Motown, Kennedy
no. Jackson Five y Led Zeppelin. Puro Géminis.» mayordomo. Es, además, alma mater de una próspe-
Gordy) las que imprimirían un sello tan
ra empresa internacional de diseño. Publicó, en fecha especial a su obra.»
Es esta la historia de una vocación temprana que, reciente, un libro con su obra fotográfica, Flash. O’s
pese a una muy lenta germinación —rechazaría
contratos con las más grandes discográficas hasta dar Tras su épico debut con el álbum que da título a la
con su propia voz—, tendría final feliz: Lenny, mien- edición original de este primer volumen de memo-
tras se curtía tocando por doquier, y sobrevivía rias, Let Love Rule [Que rule el amor] —grabación
pinchando en fiestas, rebozando pescado y alquilando para la que tomó la legendaria decisión de tocar todos
el asiento trasero de un auto como vivienda, encon- los instrumentos a fin de dar con el esquivo sonido
traría la salvación en la música, en el Todopoderoso que se le resistía— y la meteórica consagración con
(Little Richard mediante) y en el amor incondicional los nueve trabajos que seguirían y le catapultarían a
de los suyos. lo más alto de las listas de éxitos, Lenny se regaló esta
suerte de regresión introspectiva, con el fin de consig-
nar e inventariar todo lo vivido en sus azarosos
comienzos.

Marcado por su necrofílica militancia en el rock


clásico a la par que depositario del latido funk más
templado del rhythm & blues primigenio, acabó
reclamando para sí un lugar singular en el panteón de
la cultura popular. Pocos dan con la proteica combi-
nación que asiste a tan alumbrados epicúreos: dar
con la piedra filosofal que une a generaciones de
amantes de la música de los últimos veinticinco años.

ISBN: 978-84-121842-3-5
PVP: 19,50 €
Libros del Kultrum—Temas de hoy En el año 1993 la cultura hip hop vivía sus años «Una nueva y explosiva forma de escribir
dorados en Estados Unidos. Dos décadas le había sobre música y cultura.»
Rough Trade
MÚSICA tomado al rap erigirse como indiscutible catalizador
DE CÁMARA de la realidad política, social, económica y artística «Desbordante, temerario, divertido,
de los barrios marginados de la potencia mundial. minucioso, reflexivo, misterioso, devasta-
A golpe de beat, sample y rima, la música protesta dor, implacable, docto y compasivo.
SOBRE EL Uno de los ensayos acaso más documen-
se alejaba de las guitarras.
WU-TANG CLAN tados y reveladores sobre los orígenes
del sustrato cultural del que se nutre el
[EN 36 CÁMARAS] En ese contexto ve la luz el álbum Enter the Wu-Tang hip hop.»
(36 Chambers), debut del clan neoyorquino que Jeff Chang
WILL lideraría el resurgir de la costa este como estandarte
«No hay ensayo que se acerque, en fondo
ASHON del rap hardcore —Straight Outta Compton había y forma, a lo planteado en esta investiga-
virado la atención hacia California un lustro antes— ción. La detectivesca reconstrucción de
y que serviría de referente a futuras generaciones la gestación de la obra magna del grupo
de productores y MCs de todo el mundo. Una obra tiene la virtud de hacernos revivir
momentos de capital importancia para
compleja, cómica y explícita que el reputado escritor, el desarrollo de una nueva estética en el
periodista y productor discográfico británico universo del hip hop.»
Will Ashon disecciona en el compendio de textos The Guardian
trenzados sobre estas páginas. Treinta y seis
«Un libro fascinante y multidisciplinar
ensayos que parten de la obra canónica del clan
único en su género.»
para abrirse a continuación en infinitas direcciones y Publishers Weekly
contextualizar así su gestación y repercusión. Will Ashon es un reputado escritor y novelista
británico. En los años noventa trabajó como «Un paseo por el ardor y la suerte del
Música de cámara es un libro erudito, académico periodista musical especializado en hip hop y fundó debut discográfico del Wu-Tang, diseccio-
nado en 36 ensayos breves, cuyo fin no
y divertido a partes iguales, que se vale de las el legendario sello Big Dada, distribuido por Ninja es otro que descender al inframundano
herramientas de la literatura comparada, la Tune. Música de cámara: sobre el Wu-Tang Clan sustrato sociocultural del que brota esta
historiografía y la crítica musical para celebrar una (en 36 cámaras) es su primer libro traducido al síntesis neoyorquina del hip hop más
hazaña pionera, una tormenta destinada a pulverizar español. crudo del litoral oriental. La laberíntica
maraña de diversas aproximaciones al
el establishment discográfico y cultural de final de
asunto puede antojarse algo desconcer-
siglo. Uno de los objetivos de este libro es mostrar cómo se tante en el arranque de la lectura, pero
fraguó el germen de la explosión que dio vida al hip la prosa fluye como la sangre en la escena
hop, cómo revisitó y aportó una versión innovadora del crimen, y es precisamente ese
de muchas de lastradiciones de la música y la cultura tratamiento tan enriquecedor lo que
convierte esa multiplicidad de puntos de
afro-americanas, se desmarcó de la linealidad de la vista en un prodigio de erudición tan
tradición musical occidental e hizo de las citas algo desbordante.»
más que una herramienta o una técnica: las convirtió Irish Times
en el epicentro de la creatividad, de la originalidad.
Por supuesto, cada amante del hip hop tiene su
disco o artista favorito, pero la tesis de este libro es
que la eclosión del hip hop alcanzó su improbable,
desvencijado y salvaje apogeo con Enter the Wu-
Tang, y que aproximarse a una comprensión del
disco también precisa de una comprensión profunda
de la historia de los Estados Unidos; un lugar que, al
igual que la música que ha engendrado, crea belleza
y descaro, humor y calidez a partir de un horror
subyacente.

ISBN: 978-84-999883-7-5
PVP: 19,50 €
Querid@s compañer@s librer@s... Pronunciamiento y destilación debida con el fin de armar un catálogo concebido
y también “notaherid@s”, errabun- Y pese a haber auspiciado sonados para lectores que, pese a su provecta edad,
naufragios que pasarán, sin duda, a no ven aún colmadas, con la regularidad
d@s anaquelautas, diletantes engrosar los trágicos anales de la con- ansiada, sus —cuasi fetichistas, con
compulsiv@s, crític@s, melóman@s, traépica gremial… me llevo para mis frecuencia tribalistas y añadiría que
antropófag@s, mitóman@s… codiciosos adentros el recetario de la compulsivamente coleccionistas— necesi-
Lectoras de raza y pinches lectores: antaño inestable pócima que hubo que dades; y a quienes brindar un repertorio de
ir refinando y tampoco quise compartir propuestas concebidas para tratar de
con muchos; pero cuya indudable valía, mitigar la difícilmente saciable curiosidad
Por si hubieran cundido la desme- por fortuna, siguen obviando otros tantos voyeurística del lector mitómano.
moria y la más solidaria de las y reclamo ahora para mi único disfrute.
indiferencias, me permito recorda- Muchos fueron también los inesperados Ahí es nada…
ros que en 2018 engendrose una aciertos que me acompañaron en tan Una oferta editorial coherente en su
desigual e improbable singladura. Logros, formulación, auspiciada por la firme
nueva microeditorial, entregada en suma, de los que emana el principio determinación de convertir esta iniciativa
por entero a la música y a quienes activo del psicodélico brebaje que se en una alternativa al yugo de la concentra-
de ella hacen su modus vivendi. cuece al abrigo de esta nueva andadura. ción gremial y al reduccionista discurso
Con semejante declaración de que impone la presunta autorregulación
De necrópolis librescas… del mercado. Y, esta vez sí, con presencia
intenciones, a modo de presenta- De mi formación como arqueólogo podría continuada en mercados en los que ha pre-
ción, bastaría en principio… pero inferirse que, tal como reza el adagio dominado, tanto en el caso de las pequeñas
os lanzo más pistas a fin de pone- popular, así como “la cabra (siempre) tira editoriales como también en el de los gran-
ros en antecedentes. Apenas al monte”, la necrofilia del coleccionista des conglomerados, una aproximación de
—si bibliófila y audiófila— arrastra al naturaleza más discontinua y oportunista.
alcanza a sobreponerse uno a su
nicho (refiérome, en el caso que nos
anterior encarnación como editor ocupa, a lo que metafóricamente, y con Cadena perpetua
independiente y te sobreviene al desafortunada pompa, se dio en llamar A los 25 años de mis primeros tientos profe-
poco, por pura adicción al oficio, nicho de mercado; aunque semejante sionales, tras probar suerte en la edición
el irrefrenable deseo por destilar palabro no se haya ajustado nunca a tan discográfica en pleno ocaso de aquella
apriorística caracterización, ni demasiada industria, de la mano de Mario Pacheco, y
lo aprendido —y bailado— en esas justicia haga tampoco al potencial también como efímero apoderado de
vidas anteriores; la esencia última presente de esta cada vez más frecuentada algunos músicos de jazz y pop —Chick
de cuanto ha disfrutado uno necrópolis de mercachifles). Corea, Bobby McFerrin, Diana Krall, Jon
editando y, por razones algo más Surman, etc.— llegó el momento de
Terra ignota reivindicar un cachito del lebensraum para
(impúdicamente) prosaicas,
A lo que iba, el vacío bibliográfico que, seguir traduciendo las crónicas de las gestas
publicando para provecho propio en materia de divulgación biográfica, sigue, de muchos otros trovadores, intérpretes y
y —quiere uno pensar que, en a todos los efectos, virtualmente intacto en compositores. Empecé, en su día, con Bob
ocasiones, también— ajeno… nuestra lingua franca —específicamente Dylan, Billie Holiday, Glenn Gould, Johnny
en materia musical— marca el rumbo. Cash, Joe Boyd, Eric Clapton, Ray Charles,
Mi propósito no es otro que orquestar el Duke Ellington, Keith Richards, The Clash,
Pregón wagneriano desarrollo de un nuevo sello editorial, a Art Pepper, Ozzy Osbourne, Ron Wood,
(con percusión araucana) razón de propuesta mensual, en el Miles Davis, Coltrane, Bill Evans… Tras
Así que, sin más preámbulos [redobla ya emergente —y cada vez más frecuentado— aquellas primeras celebraciones llegaron
el kultrum], ahí os va, con la solemnidad mercado de las publicaciones musicales; noticias de Neil Young, Ennio Morricone,
debida, el soplo epistolar más intrascen- con una aproximación que obvie la Morrissey, Frank Zappa, Johnny Rotten,
dente e irrelevante de cuantas efemérides obsesión compulsiva por la novedad del Bruce Springsteen, Ian Curtis, Van
hayáis tenido noticia en fecha reciente: momento y apunte a la creación de un Morrison… y un largo etc. Ahí retomo,
Cual Willem van der Decken, a.k.a. fondo que, forzosamente, deberá nutrirse, precisamente, el hilo de aquella conversa-
El holandés errante, aclárese aquí que en buena medida, de omisiones imperdo- ción con la vieja guardia. A razón de
con bien poco de flamenco —salvo por nables, descubrimientos insospechados, propuesta mensual y con mucho tiento en
la pelirroja barba y mi harto blancuzca rescates impostergables y otros tantos los primeros compases, pero inasequible al
tez— me impongo, en libre ejercicio hallazgos y reencuentros que aguardan a desaliento… Pura arqueología para lectores
de mis delirios editoriales, renovarme lo largo y ancho del siempre atestado audiófilos. Y nos arrancamos con Lester
la condena a vagar por las librerías de espectro de la creación musical. Bangs, Nina Simone, Donald Fagen, Gil
ultramar; en las que felizmente encontré Scott-Heron, Johnny Cash, Quincy Jones,
siempre hallazgos inesperados, descuidos Hallazgos arqueológicos… David Ritz, Alan Lomax, Will Ashon, Nick
imperdonables, tesoros olvidados por lo Memorias, autobiografías, biografías Cave y, muy pronto, George Harrison. Se
más granado del proxenetismo ilustrado, —oficiales, autorizadas, desautorizadas, me olvidaba, la nueva colección, Introcks-
artefactos que desafiaban al más prudente corales, ilustradas— cancioneros bilin- pecciones (v. pp. 36 y 38), centra el tiro en
e intrépido de entre los más avezados y gües, ensayo musicológico, corresponden- las trovadorescas indiscreciones y accesos
alumbrados ludópatas de la profesión, cia, crítica musical, etc.). Y, cuando se de onanismo autolaudatorio más próximos
y polvorientas joyas sepultadas inmiseri- tercie, también la obra literaria de los en el tiempo (N.B. postsetenteros). Eso es
cordemente entre chulescas novedades… propios artistas biografiados, novelas todo, amigos... (N. del E.)
Expediciones salpicadas siempre con inspiradas por —y basadas en— las
altos en las ferias de rigor, donde el andanzas y/o determinados acontecimien-
dipsómano inasequible al desaliento tos en las vidas de dichos personajes, etc. LIBROS DEL KULTRUM
atiende a orgiásticas filtraciones, irrepri- Obras unidas por un nexo en el que
mibles indiscreciones, recomendaciones el universo de la cultura musical sea princi- C/Bruc, 63. Pral 2ª. 08009 Barcelona
inverosímiles y toda suerte de lindezas pio y fin; piedra angular en la que conver- www.librosdelkultrum.com
que aquí no viene a cuento consignar. jan todas estas manifestaciones literarias info@librosdelkultrum.com

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