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DISCURSOS

PAPELES DE GOBIERNO

Y CORRESPONDENCIA

DE

D. MANUEL MONTT

REUNIDOS Y ANOTADOS POR LUIS MONTf

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TOMO I

lmpreso en
SANTIAGO DE CHILE
EDITORIAL UNIVERSITARIA
SA:>: FRA:>:USC() .j';.I

19H2
ADVERTENCIA
Un HarJo Infausto

Don Luis Montt (1848-1909), nuestro progenitor,


hallábase empeñado al tiempo de su fallecimiento,
noviembre 25 de 1909, en tres obras 0 publicaciones
que constituían la actividad predilecta de su madurez
y eran el [ruto de luengos años de dilatadas y concien-
zudas investigaciones y estudios y de no pocos afanes;
ello aparte de sus fUQ,gonesde Director de la Bibliote-
ca Nacional (1886-1.9), de la que fuera el verdadero
organizador.
Eran tales obras Bibliografía Chilena, Recuerdos de
Familia, y Discursos, Paþeles de Gobierno y Corre~ponden-
cia de Don Manu.el MonU.
Encontrábanse ellas en parte impresas, en parte en
originales y en parte a la espera de la redacción final 0 .

definitiva, resultante de los materiales acumulados y


de la erudición del autor, varón de notable memoria y
de infatigables lecturas yque viviera cn un ambiente
familiar y público propicio al conocimiento y enrique- .

cimiento intelectual.
-

VI-
Don Luis Monu, por peculiarísima costumbre, mu-
chas veces después de entregado un original a la
impresión, movido por un afán perfeccionista solía
retirarlo fin de devolverlo con adiciones, cambios 0
a

modificaciones, sea por nuevas investigaciones, sea


por correcciones de redacción, demorándose así la
edición y exponiéndose a percances como los que
sufriera; todo ello, empero, para llegar a una produc-
ción de calidad superior, tanto en 10 formal cuanto en
la sustancia de la obra.

Un hado infausto persiguió a nuestro padre en esa


su triple labor, toda de verdadero interés, consagrada
de preferencia, cada una, a la cultura del país, a su
familia y a la memoria del autor de sus días, respecti-
vamente. No fue tan sólo la muerte súbita, en plena
actividad y a una edad, 61 años, relativamente tem-
prana para un trab~ador intelectual, dedicado de
lleno, como pasó su austera vida, a obras que deman-
dan años de preparación y desarrollo.

De la Bibliografía Chilena, cuyo tomo 20 fuera entre-


gado a la circulación en 1904, el tomo 10, impreso
parcialmente en la misma fecha, se había perdido, y el
tomo 30, poco antes del fallecimiento del autor fue
destruido en el incendio de la Imprenta Universita-
ria, donde se imprimía.

De los Recuerdos de Familia encontrábanse impresas,


.
.

al desaparecimiento de don Luis Monu, 772 páginas,

correspondientes sólo a la 23 parte del trabajo, consti-


tuida por reproducciones de documentos, adiciona-
-
VII -

dos, empero, con enjundiosas notas del autor, c ilus-


trada con fotografías y grabados.
De los Discursos, Papeles de Gobierno y Corresf)(mdencia
de don Manuel Monti publicó nuestro padre tan sÓlo el

tomo 20, mas sin entregarlo a la circulaciÓn, y del


10
tomo alcanzó a imprimir 464 páginas, en un volu-
men sih prólogo ni índice.
Al morir don Luis Monu no quedaban en condicio-
nes d.e finalizar sus obras ni su joven viuda, ajena a los
trabajos históricos y absorbida por la tarea a la que
consagró su meritoria vida, de atender y educar con
ajustados medios a sus 3 hijos, ni menos ellos; una
niña y dos varones de 6 años para abajo. Quien en la
Secretaría de la Dirección de la Biblioteca Nacional
~ejor conoda sus trabajos y'proyectos y tenía a la

mana la mayor parte de la documentación pertinen-


te, no actuó como correspondía a fin de evitar la
pérdida para el autor, de la obra inédita de su antiguo
y deferente jefe y maestro.
Sus hijos, cuando alcanzamos conciencia suficiente,
solamente conocimos la docu'mentación que había en
nuestra cas a al fallecer nuestro padre y la que, para
retirar de su oficina de la Dirección de la Biblioteca
Nacional, se Ie señalara a nuestra madre varios meses
después del fallecimiento de su marido y cuando ya
había muerto también su cuñado Pedro, Presidente
de la República y bien al tanto de los trabajos de su
hermano. En años muy posteriores tomamos conoci-
.

miento de la existencia de los numerosos ejemplares


completos del tomo 20 de los Discursos, Papeles de
-
VIII -

Gobieruo y Curre.\þondencia de Don Manul1l Montt, y de


los truncos del tomo 1() de la misma obra, que perma-

,
necieron guardados pOl' varias décadas en la bóveda
de la easa del hermano de nuestro padre, don Benja-
mín, muerto haee niás de medio siglo y que sólo dejó
una hija, recié~ fallecida.
De la lade las tres obras nombradas, la Bibliografía
Chilena, no hemos encontrado entre la documenta-
ción que de él conserváramos, ni originales ni prue-
bas de los tomos 10 y 30. Algo
'

imprenta referentes a

del material de los lOmos 10 Y 30 publicó la Revista de la


Sociedad Chilena de Historia y Geografía en sus números
de los años 1918 y 1921, respectivamente, saca,ndo
tiradas aparte, sin más explicaciones que las dos si-
guientes notas en el tomo 10: en la página 5 al iniciar
la obra:

(1) En la Bibliografía de Bibliografías Chilenas, que don R~món


','
.

A. Laval publicó en Santiago en 1915 (pág. 42, núm. 230), se dan


las siguientes noticias ace rea de la Bibliografía que ahora repro-
ducimos:

"MonU, L. Bibliografía Chilena, precedida de un bosquejo


...
histórico sobre los primeros años de la prensa en el país, pOl'
Luis Monu, tomo II, 1812-1817. Santiago, ImprenLa Barcelona.
1904.40 de 180x 100. XX+499+cuatro págs. y cinco láminas.

Antes de emprender la publicación de este segundo tomo, el


señor MonU alcanzó a dar a luz, porIa misma Imprenta Barcelo-
na, 264 páginas del tomo I, en las cuales se catalogan 14 piezas
impresas en Santiago entre 1780 y 1807, Y cuyas descripciones
están exornadas de eruditísimas Y fiUY euriosas notas y docu-
- IX -

mentos, la mayor parte inéditos,llenos de interés para el estudio


de la historia patria. Terminado el tomo II. continuÓ con el III,
yen él trabajaba euando 10 sorprendiÓ la muerte (25 de noviem-
bre de 1909). Alcanzó a dejaI' impresas (lmprenta Universitaria
de Santiago) 160 páginas de este volumen, con la descripeiÓn de
57 piezas con sus correspondientes notas. Los pliegos impresos
del tomo I, que debían rehaeerse, según las intenciones del
señor Monu, fueron vendidos poria imprenta como papel
inútil, y los del tomo III se quemaron en el incendio que des-
truyó la Imprenta Universitaria en 1909. De unos y otros no sé
que exista otro ejemplar que el que me ha servido para haeer
esta nota.
Esta cireunstancia
-Ia rareza de las partes publieadas de los
tomos I y Y el valor de las noticias y doeumentos que
IIl-
eontienen las notas puestas pOl' el señor Montt al pie de las

descripciones de los impresos que colaciona, justifiean plena-


mente, la reimpresión de ellos".

y en la página 272 al terminar Ia obra:

(1) Hasta aquí llega 10 impreso de esta obra. Continuaremos


publicando 10 que el seí10r Monu dejó impreso del tomo II I, 160
páginas, de las cuales se salvaron muy pocos ejemplares, no más
de dos 0 tres, del incendio que en 1909 destruyó la Imprenta
U niversitaria.

A 10 expresado en las dos notas anteriores nosotros


sólo debemos agregar, para su mejor comprensión y

sentido, y eD relación con la suerte de la obra de


nuestro padre, que el autor de la Bibliogra.fía de Biblio-
gra.fías Chilenas
era el secretario de la Dirección de la
Biblioteca Nàcional en 1909, a la fecha del falleci-
,
,

miento'del señor Montt, secretario al cual nos hemos


referido anteriormente.
-x-
De la obra Recuerdos de Familia, la 2" de las 3 ohras
antes nombradas, sólo hemos conocido nosotros, sus
hijos, las referidas 772 páginas impresas de la 2<1

parte, sin originales, pruebas de imprenta 0 apuntes


de mayor importancia, hasta que, por el año 1924,
siendo nosotros aún muy jóvenes, llegó a nuestras
manos un solo ejemplar de un impreso suelto de 16
páginas en 40, que no sabemos por quién fue ordena-
do 0 costeado, y que dice en su portada, al centro
Recuerdos de Familia, y en su portadilla de la página 3,
arriba: "Luis Montt y Montt". Recuerdos de Familia y
abajo: "lmprenta Universitaria", "Estado 63", "San-
tiago de Chile". "1919" Y que de páginas 5 a 9 trae una

"lntroducción" que termina así: "Luis Montt", "Ene-


ro 1909"; además dicho im preso, de páginas 11 a 15
contiene bajo el título "Recuerdos de Familia" la ini-
ciación de 10 que habría de ser la 1" parte, 0 parte
narrativa de dicha obra; termina 10 impreso con la
siguiente nota: "aquí llegaba la primera parte de esta
obra, cuando la muerte sorprendió al autor, quien se
proponía exornar su relación refiriendo ace rea de las
personas de que se trata en ella, numerosos hechos y
.

anécdotas que guardaba en su prodigiosa memoria y


que han bajado con él a la tumba".
Lo impreso de los Recuerdos de Familia, 772 páginas
de la 2a parte, fue entregado por uno de nosotros a la
luz pública en 1943, encabezándolo con una "Breve
Explicación" inicial, de nuestra redacción, seguida de
la "lntroducción" del autor antes referida, y cerrán-
dolo con una última página para completar la partida
-

XI-
de defunción de doña Rosario Montt de Montt y con
3 índices: de láminas, de cuadros genealógicos y de

documentos.
De las vicisitudes y del adverso destino que tam-
bién ha tenido la 3a de las obras inconclusas de nues-
tro padre, Discursos, Papeles de Gobierno y Corresponden-
cia de. don Manuel Montt, pasamos a ocuparnos en el
"Prólogo" que va a continuación, en este tomo lOde la
obra, que deberá componerse, además de éste y del 20
que alcanzó a publicar el autor en 1 ~04, de otros
com plementarios.

Manuel Luis Mantt Lehuedé


S. Y

OctUbre 1981
PROLOGO

Inspirados nosotros por el mismo espíritu público y


amor filial que nuestro progenitor don Luis Montt y
en el deseo que, al menos en parte, no se frustrara su
interrumpida labor cultural; abordamos hace un
cuarto de siglo la edición de 10 que consideramos la
segunda parte de su obra Discursos, Papeles de Gobierno
y Correspondencia de don Manuel Monti, con la publica-
ción de un ler tomo de la correspondencia Epistolar.
Ignorábamos entonces la existencia, a que se ha aludi-
do en la Advertencia de la obra, de los numerosos
volúmenes de la impresión incompleta de este tomo
1() Y del poco difundido tomo 20.
Dicha correspondencia, de que somos poseedores,
constituye una colección Epistolar, tal vez la más rica
del país, que se ha mantenido en la familia por más de
un siglo y en mejores condiciones que muchos bienes
del Estado; la componen cerca de 10.000 cartas que se
contienen en 25 volúmenes -amén de algunas piezas .

adicionales- recogidas, ordenadas y en su casi totali-


dad hechas clasificar y encuadernar con sus corres-
pondientes índices, por don Luis Montt; extiénd.ese

I
-
XIV -

ella desde 1826 hasta 1880 y la forman casi exclusiva-


.

mente las misivas recibidas pOl' don M~nuel Montt,


salvos algunos borradores, copias 0 duplicados de
ùna que otra emanada de su pluma 0 pOl' él dirigida 0

escrita.
En la natural preocupación nuestra poria futura
suerte de tan valioso repositorio, renunciando a un
precio incalculable, se Ie ha ofrecido graciosamente al
Estado, planteando, sí, la adopción de ciertas medi-
das para prevenir eventuales pérdidas y asegurar su
adecuada conservación y consulta.

Ya en el recinto de Archivo Nacional, se extravió


hace años un tomo de las aludìdas càrta,s I.
La referida colección, que la muerte de don Luis
a

Montt pasara a guardarse en bóveda segura en casa


de su hermano Benjamín, fallecido en 1922, fue en
esa época utilizada pOl' el historiador don Alberto
Edwards, y con posteriorìdad, ya en nuestro poder, 10
fue pOl' don Francisco A. Encina y pOl' el biógrafo de
Montt, don Januario Espinosa, y pOl' cuàntos han
necesitado consultarla, si bien no han faltado quienes
hayan desconocido su existencia 0 la atención reci-
bida.

Cual expresábamos, en 1955 abordamos nosotros


la impresión del 1 er tomo de dicha correspondencia,
que comprende 269 piezas de 1826 a 1839, cartas
todas de interés para conocer no pocos hombres pú-

I
Las dirigidas pOl' don Domingo Espiñcira, Imcndente de Chiloé ell tiempos
de la ocupaciÓn del Estrecho de Ma~allanes.
-
xv -

blicos Y el ambiente de la época; de ellas es pieza de

importancia excepcional por su enorme alcance polí-


tico e histórico, la misiva escrita por donJosé Antonio
Alvarez,juez de Valparaíso que conocía del Sumario
por el asesinato del Ministro Portales, a su amigo y
condiscípulo Montt, a la sazón Ofìcial Mayor 0 Subse-
cretario del Ministeriodel Interior, quien desde tal
cargo hubo de encarar la crítica situación, desempe-
ñándose, según es fama, con la serenidad y energía
propias de su carácter:.
Impresos ya los pliegos de la publicación, 20 con
.

320 páginas, amén de hermosas reprod ucciones en


colores de dos retratos al óleo, de Alvarez el uno, y el
otro, debido al pincel de Monvoisin, de don Ventura
Cousiño, hermano del famoso don Matias, y exorna- .

dos con numerosas y prolijas notas de nuestra cose-


cha, esperábase para rematar la obra la introduçción
o prólogo que estaba por entregar don Francisco A.
Encina, para anteponerlo a 10 ya tirado, cuando so-
brevino en 1956 un incendio en la Imprenta Univer-
sitaria donde se imprimia el volumen. El siniestro,
junto con liquidar para siempre la tradicional Empre-
saque tan útiles servicios prestara a la cultura nacio-
nal, dio al traste con los pliegos de nuestra inconclusa
edición, de la cual salvaron tan sólo 4 ejemplares que,
antes de acaecer el aciago suceso, alcanzaran a retirar-
se en capillas de los talleres para su revisión yescribir
el prólogo.
Desalentados por el percance y también, más que
por ello, tal vez requeridos por los quehaceres del
-
XVI -

diario vivir, dejamos de lado por entonees nuestra


preoeupación al respeeto, en espera de tiempos más
. .

proplelos.
Al presente, eumplidas nuestras obligaeiones para
eon los que nos siguen, volvemos nuestra vista al
pasàdo para reemprender nuestra malograda tarea y
eomplementar la ineonclusa obra paterna; ello tanto
en recuerdo y homenaje a nuestro progenÏtor y al
suyo, eomo animados por la confianza que no puede
.

menos que ser de verdadero interés y beneficio nacio-


nal, máxime en las cireunstancias por las cuales atra-
,

viesa nuestra patria, el eonocimiento y difusión entre


nuestros conciudadanos del pensamiento, de la ae-
ción y del fruto de la intervención de don Manuel
Montt en I~ vida de la República.
Dejando, empero, de lado la reimpresión del tomo
destruido y la prosecución de la publicación del resto
del epistolario, hemos optado, con motivo del cente-
nario del fallècimiento de Montt, 21 de septiembre de
1880, por completar el tomo 10, tantos años trunco,
de la colección completa de Discursos, Papeles de Go-
bierno y Correspond en cia de donManuel MonU, para
entregarlo a los leetores en dicho eentenario, junta-
mente con el tomo 20, haee tres cuartos de siglo im'-
preso y desde entonees a la espera de ver la luz públi-
ea junto eon su eompañero.
EI presente tomo 10 eontiene una aloeución de
1842 en repartición de premios en ellnstituto Nacio-

nal, los discursos en la Cámara de Diputados de 1843


a 1851, tres discursos pronunciados en banquetes en
-
XVII -

1851 Y 1852, dos pronunciados en 1861, en la despe-


dida del Cuerro Diplomático y en banquete efectua-
do el 23 de septiembre, dos de 24 de septiembre de
1865, en una reunión patriótica el uno, y el otro en
una manifestación pública que se Ie ofreciera espon-
táneamente en su casa; otro de 9 de noviembre de
1868 de respuesta a una manifestación motivada por
el rechazo de la acusación a la Corte Suprema y, por
último, los discursos pronunciados de 1876 a 1879 en
el Senado.
Fuera de añadir al final del tomo 10 el indispensa-
ble índice de materias, hemos agregado, precediendo
al volumen el retrato del autor y las piezas siguientes:

a) Semblanza de Manuel Monu, orador, debida a su


contemporáneo don Diego Antonio Torres;
b)Opiniones acerca de Monu emitidas en los años
1846 y 1850 por don Enrique Cazoue, Encargado
de Negocios de Francia en Chile;
c) Las incomparables líneas que en su Historia de
Chile consagra a Montt el notable historiador don
Francisco A. Encina, en el "Bosquejo psicológico de
don Manuel Monu".
Esperamos, si Dios. nos da más vida, proseguir
nuestra modesta tarea y publicar el tomo 30 por nues-
tro padre proyectado y de que nada, ni en ciernes
siquiera, quedara a su muerte, y reiniciar la publica-
ción Epistolar de que hemos noticiado.

Manuel S. Montt Lehuedé


MANUEL MONTT1

En todas las esferas enque ha figurado don Manuel Montt, ha


tenido panejiristas i detractores: aquellos todo se 10 han confesa-
do; estos se 10 han negado todo. Pero tanto sus amigos como sus

enemigos 10 han juzgado siempre apasionadamente. Yo voi a

retratarlo ahora como orador, i 10 haré con tanta imparcialidad,


que él mismo la confiese si llega por curiosidad a abrir estas
pájinas. No deja de llamar la atencion esto de que aparezca yo
en las actuales circunstancias haciendo el retrato del señor
Montt; yo, a quien ha tratado tan cruelmente en la última
revolución por haber tenido el coraje de atacar por la prensa la
política de su gobierno; a quien quiso sepultar en Magallanes,

lCapitulo referente a don Manuel Montt de la obra Oradores Chilenos Retratos


Parlamentarios por José Antonio Torres. Imprenta de la Concepción. Santiago
1863. Don José Antonio Torres, 1828-1864, nadó en Valdivia como uno de los
hijos del médico portugués don Antonio Torres y de doña Benigna Pérez de
Arce, sobrina del fraile de la Buena Muerte y hermana de don Hermógenes,
familia cual se ve de distinguida prosapia intelectual. Educóse en ellnstituto
Nacional y ya en 1851, a los 23 años tan sólo, estrenó su pluma en "E! Mercurio"
de Valparaiso, poeta, periodista y filósofo, fue asimismo luchador politico y
fundó en 1858 "EI Correo Literario", revista quincenal ilustrada y satírica. No
escaparon tam poco a sus inquietudes los problemas internacionales y fue autor
de la obra La cuesti6n de Umites entre Chile y Bolivia. Tuvo varios hermanos, que
también se distinßuieron en las actividades del espiritu.
-
xx -

sin duda para que los hielos del polo helasen en mi corazon i en
mi cerebro los secretos de mi independencia i franqueza. Pero
ese mal tratamiento, aunque tan reciente i cuya influencia aun
se deja sentir, no torcerá mi juicio, i una vez mas Ie probarán
estas pájinas, que sus adversarios políticos han sabido sacrificar
siempre sus resentimientos a la justicia, como han sacrificado
sus fortunas i sus vidas a su libertad i sus derechos.
Don Manuel Montt es orador i orador de primera fuerza: en
todas las cuestiones importantes que se ha empeñado en el
Congreso, ha pronunciado discursos notables que han mereci-
do los comentarios de la prensa i las críticas de los partidos. Sa be
escojer las oportunidades i dar a sus palabras el colorido que l<;1s
circunstancias requieren.

Su porte es apocado, su aire sombrio, sus maneras poco

parlamentarias; peto tiene fuerza de espresion i observa siem-


pre método en los debates: oh! es metodista consumado! Algu-
nas veces me ha hecho recordar a Guizot, por 10 que de él
sabemos, en esa entonacion que ha solido tomar cuando ha
tenido a su lado una mayoria obediente a su palabra i pronta a

hacer triunfar sus ideas con su voto. Parece un maestro rejen-


tando su escuela, i, como al ministro de Luis Felipe, cree uno
divisarle la disciplina debajo del ropaje. Su calma es imperturba-
ble i cuando se siente mui herido, hace cuando mas un jesto de
desden. Desden que procura hacerlo notable para dar a enten-
der que su carácter i posicion 10 colocan por encima de las
recriminaciones del contrario. Pero a la verdad, ese jesto encu-
bre mucho por 10 mismo que es estudiado, i talvez no hai un
orador mas suceptible que don Manuel Montt.

Cuando no está interesado en la cuestion, es decir, cuando no


es la política de un amigo la que se ataca
un proyecto presenta-
0

do por él, mui raras veces toma la palabra; i solo cuando la


cuestion se ensangrienta, cuando los contendores se han ido al
- XXI -

abordaje, se alza él con su sangre fria, con su rostro impasible,


con su aire de importancia, llamando la atencion de la Asamblea
.

i esparciendo
por toda ella la atmosfera de hielo que parece
circundarlo. Don Manuel Montt tiene mucha táctica parlamen-
taria.
Enemigo de las metáforas nunca las emplea i sin andarse con
rodeos i circunloquios va derecho al punto en cuestion. No da
ninguna importancia los incidentes i cree que lejos de reportar
a

provecho embarazan el debate. Su argumentacion fria i descar-


nada si bien razonada i lójica, convence casi siempre pero rara
vez conmueve. Es fuerte en la replica, como todo orador de
talento, i tiene un método magnifico para batir al contrario.
Despreciando todo 10 que no hace directamente a la cuestion,
presenta, con una facilidad admirable, el esqueleto del discurso
que se prepara a impugnar, i por órden, sin precipitacion, sin
calor, va desmenuzándolo poco a poco hasta que concluye
completamente con él. A veces es irónico i punzante, i cuando
.

ha conocido la intencion de herirsele personalmente, prepara


con todo cuidado una afilada saeta que sabe oportunamente
clavarla en la parte mas sensible de su adversario.
Piensa con rapidez i tiene un buen caudal de voc'es para
espresar sus pensamientos sin incurrir en repeticiones ni andar-
se parando en el discurso, cosas que son de un detestable efecto,
sobre todo si hai ansiedad en la Asamblea. Su lenguaje no es
brillante, pero es claro i enlaza con perfeccion las frases. En toda
dificultad se espide facilmente i muchas veces sale airoso con
recursos imprevistos. Cuando con brillantes discursos Ie desva-
necen sus ideas, i 10 cercan, 10 estrechan hasta dejarlo perfecta-
mente oprimido, de manera que los circunstantes 10 consideran
ya rendido, sin ver cómo ni por donde pueda libertarse, don
Manuel Montt, con rara habilidad, se escapa por entre los cuer-
nos del dilema i se presenta a sus adversarios con nuevas i mas
temidas armaduras.
XXII
-"
-

Como don Mariano Egaña tenía la costumbre de urguetear su


caja de rapé, así don Manuel Montt tiene la de juguetear con su
baston. Cuando este orador es atacado con poca cortesia, cuan-
do se Ie hiere, comienza a golpear su baston, i calma acelera su
0

movimiento segun sea mas 0 menos punzantes las alusiones del


contrario. EI baston del señor Montt es el verdadero barómetro
de la fuerza de las impresiones que 10 trabajan. Esta costumbre
la ha adquirido adrede, para darse aire de distraido, porque Ie
ha gustado manifestar indiferencia por todo aquello que admira
o aplaude la multitud. Golpeando su baston, con los ojos fijos al

suelo, es como se ha hecho siempre cargo en los bancos del


Congreso, de los mas importantes discursos de sus adversarios
políticos. lPero qué saca con hacerse el distraido, cuando todo el

mundo sabe que está pendiente hasta de las comas del discurso
que Ie afecta? Sin embargo, es ya una costumbre en él i aun que
quisiera no podria libertarse de ella.
En la discusion de la lei de imprenta que nos rije aprobada por
el Congreso en 1846, don Manuel Montt tuvo muchas ocasiones
de ludr sus dotes oratorias. EI i su amigo inseparable don
Antonio Varas, que eran ministros entonces, defendian la lei. La
.

combatian dos jóvenes de talento que empezaban a brillar en la


tribuna parlamentaria, don Manuel A. Tocornal i don Antonio
Garda Reyes. Todo estaba en contra de los ministros; la barra, la
prensa, la opinión; pero tenian una co sa que para su propósito
valia mas que todo esto: la mayoria de las Cámaras. No obstan-
te, los defensores de la lei se esforzaban por patentizar sus
bondades, por destruir los poderosos argumentos de sus con-
trarios, i era entónces cuando podia admirarse la fuerza de sus
talentos. Don Manuel Montt no pare cía inquietarse de la impo-
pularidad de la lei, i marchaba contra el pelo, con continente
sereno i al parecer con la condenda tranquila. Si en la discusion
se afectåban sus adversarios, tanto peor para ellos; él no se
paraba jamas a aquietarlos: si la barra murmur~ba, aguardaba
~
XXIII ~

impasible que cesase ese molestoso ruido i continuaba su dis-


curso sin ajitacion ninguna i sin desorientarse jamas. Parece que
don Manuel MonU ha seguido el consejo de don Ignacio de
Loyola: ántes de pretender dominar a los demas, es necesario
dominarse a sí mismo. EI señor Montt se domina, i es talvez el
.

único de los oradores chilenos que jamas ha tenido en la tribuna


parlamentaria un arrebato de pasion.
Pero cuando don Manuel Montt ha llamado mas la atencion
de la sociedad como orador, fué en la Lejislatura de 1849. En la
discusion de la lei sobre instruccion primaria, pronunció magní-
ficos discursos con los que arrastró i convenció a la mayoría de la
Cámara de Diputados que entonces andaba vacilante. Como
esta vez no 10 acompañaba su amigo don Antonio Varas, tuvo
que sostener solo el combate; pero no por esto se mostró débil:
atacado por divers os flancos batió a sus adversarios en detalle, i
la fuerza de sus lójicos razonamientos sacó triunfantes sus

ideas.
Uno de 105 discursos de este orador que en ese tiempo metió
gran bulla, fué el que pronunció cuando un diputado hizo
indica cion para que se postergasen las contribuciones. Don
Manuel Montt comprendió al instante la importancia de la indi-
cacion i se propuso combatirla con toda la enerjia de su talento,
con toda la fuerza de sus convicciones. Franco como es para
manifestar su opinion cuando se encuentra en un caso estremo,
se fué al fondo de la cuestion desde su primera entrada i hasta se

avanzó interpretar las intenciones de los que patrocinaban la


a

indicacion. Pondré aquí una parte de ese discurso, aquella en


que se manifestó mas elocuente.
"Bajo cualquier aspecto que se mire, dijo, la pretension de
diferir la lei sobre contribuciones, se Ie encuentra desprovista de
fundamento i no se divisa en ella un motivo de conveniencia
pública. Tiene, sin embargo, un objeto que todos conocen, que
todos yen i palpan, i que no obstante no se ha espuesto a la
- XXIV -

Cámara. Yo voi a espresarlo con entera franqueza. La preten-


sion de diferir las contribuciones, no es mas que una amenaza
hecha al Presidente de la República de que, si no entra en tales
vías, si no contenta tales intereses, si no accede ciega i serviI-
mente a tales exijencias, seran hegadas las contribuciones. Este
propósito induce un trastorno de todos los principios constitl}-
cionales i una traba puesta a la accion legítima de las autoridades
dentro de la esfera que la lei les señala. lCon "qué derecho 0
título se cree autorizada la Cámara para convertir al Presidente
de la República en un mero instrumento de sus pretensiones?
Semejante sistema haria imposible el gobierno entre nosotros,
porgue provocaria necesariamente otros actos de igual natura-
leza. Si la Cámara de Diputados hiciese esta ilegal intim'acion al
Presidente de la República lno haria 0 pod ria hacer a su vez 10
mismo la Cámara de Senadores? Si la de Diputados dice: negaré
las contribuciones en el caso gue el Presidente de la República

no acceda a mis exijencias lla Cámara de Senadores no podria i


deberia decir: yo por mi parte me negaré tambien a sancionar las
contribuciones si el Presidente de la República accede a tan
indebida pretension? lQué se haria en este terrible conflicto?
Desconoceria la Cámara de Diputados iguales poderes, iguales
atribuciones en el Senado para este caso? He aquí cerrados todos
loscaminos legales para la marcha del Gobierno, por haber
abandonado la Cámara de Diputados la senda de la lei i de la
constitucion. II qué límite tendrian las facultades de la Cámara,
si convirtiendo las contribuciones en una arma terrible lograse
por este medio que nada resistiese a su voluntad? lNo diria
tambien mañana: si los tribunales de justicia no sentencian tal
causa en tal sentido, me negaré prorogar las contribuciones?
a

De esta manera se concentrarian en la Cámara todas las faculta-


des de los poderes del Estado i se constituiria el despotismo mas
odioso i funesto, el despotismo de muchos, el despotismo irres-
ponsable, el despotismo escudado con las apariencias de la
legalidad.
-xxv-
"Hai, señor, un alto grado de inmoralidad política en amen a-
zar con el uso indebido de un derecho, de manera que cause
.

graves daños, para arrancar al favor de esta amenaza concesio-


nes otros. lQuién no puede abusar de los derechos, i cuantos
a

no se sentirían tentados a imitar el ejemplo que diese la Cámara?


Al Presidente de la República corresponde, por ejemplo, la
facultad de indultar; i si el Presidente algun dia dijiese a la
Cámara: si no se me autoriza para tal objeto, yo indultaré y
pondré inmediatamente en libertad a los 600 u 800 presidarios
que hai en Santiago para que saqueen e incendien la poblacion
lcómo recibiria la Cámara tan inaudito lenguaje? lEncontraria
espresiones bastante propias para caracterizar este acto? En el
Presidente de la República existe el derecho de induItar; pero
esta circunstancia en nada atenuaria el hecho. Sin quererlo la
Cámara, i yo abrigo la confianza de que no 10 quiere, presenta
precedentes de este carácter; i adoptando 0 haciendo la amena-

za, va hacer una intimacion mas grave aun. La cesacion de las


a

contribuciones no solo arrojaria a los presidarios de los presidios


no habiendo con que mantenerlos, sino que los dejaria sin
freno, cesando los funcionarios que pudieran evitar sus depre-
daciones.
"Los males de la cesacion de las contribuciones no recaerian
únicamente sobre el Gobierno, porque se estenderian a toda la
República entregándola toda ella a la anarquía. l Cómo recibiria
la nacion un hecho de ese caracter? Yo llamo la atencion de la
Cámara hácia este punto.
"El pueblo por desgracia confunde con frecuencia los hom-
bres i las instituciones, i el resultado inevitable seria, el completo
descrédito de todo 10 que reconocemos como mas digno de
respeto.
"El derechoterrible de suspender las contribuciones, no pue-
de usarse sino en casos sumamente estraordinarios, cçmtra un
Gobierno, por ejemplo, que conculcase todos los derechos, que
-
XXV I -

violase todas las leyes, i que ejerciese en todo sentido una


verdadera i odiosa tirania. Para evitar los levantamientos popu-
lares que suelen acontecer en estos casos estremos, ha puesto la
Constitucion en manos del Congreso esta arma terrible, cuyo
.

uso no puede ser lejitimo sin que intervengan las mismas causas
que lejitimarian una revolucion. Sobre las revoluciones debe
caer la execracion pública i sobre los actos que encaminan nece-
sariamente a ella.
"He manifestado franca mente mi opinion, apesar de la con-
fianza que tengo en la Cámara, para que, si no surte otro efecto,
se mire como una protesta de mi parte contra tales propósitos e

ideas."
En estos trozos hai franqueza, hai valentía, hai elocuencia,
hai ese peso que caracteriza los discursos de los políticos sesu-
dos i reflexivos: pero hai también sofisma. La entonación que
tomó el orador fué imponente para que dejase de causar efecto
en la Asamblea. En los círculos políticos i en la prensa se habló
mucho de este discurso, i los partidarios 10 elevaron hasta las
nubes i los contrarios 10 bajaron hasta el suelo. El hecho es que a
todos preocupó i que contribuy6 poderosamente al desenlace
.

que tuvo la cuestion.


El Diputado don José Victorino Lastarria que combatió bri-
llantemente algunas ideas de este discurso, hizo su entrada
manifestándose mui suceptible i quejándose de los ataques
inmerecidos de la prensa, i protestando que en su vida pública
siempre 10 habian animado patri6ticos sentimientos. Esto dió la
oportunidad a don Manuel Montt para volver nueva mente a la

carga i clavar en su adversario aquellas afiladas saetas que ya


hemos dicho prepara cuidadosamente cuando cree que ha habi-
do intencion de herírsele: "Esta especie de mancomunidad,
replic6, que se ha querido establecer entre las opiniones de los
Diputados i la de la prensa, ha dado lugar a ocuparnos en oir
durante largas horas la defensa propia, a distraer a la Cámara
-
XXVII -

del tiempo que tanto necesita para contraerse a ]05 asuntos de


interes jeneral. Yo protesto formalmente, que si alguna. vez
vengo a ocuparla de mi mismo, no me escuche: mas altos
intereses son a 105
que debe atender. Ante la patria deben
desaparecer los intereses de personalidad, debe quedar a un
.

lado el hombre con sus pasiones de partido i sus intereses


individuales. El hombre que abriga sentimientos tan patrióticos
como 105 que ha manifestado el señor Diputado por Rancagua,
debe atenerse a sus principios i no tocar la persona cuando se
trata de sostener opiniones."
Este otro discurso en la misma cuestión, que tambien hizo
bulla, concluyó revelando el mismo espíritu satírico i punzante
del exordio. "Se ha dicho, terminó el orador, que hai am,or aI
órden; me complazco en reconocerlo, en que se den estos testi-
monios tan espIícitos a Ia Cámara. Pero ,se ha negado acaso que
el retardo de las contribuciones eran una amenaza al Presidente
de la República? Se ha dicho que era solo una amenaza para
transaciones. Si tal fuese, el Presidente miraria la cosa con mui
poco aprecio; seria esto como si se Ie presentase unejército
.

cuyos fusiles fueran de palo.


"iAmenazar para transijir! No sé que relacion pueda tener
esto con el asunto presente. ,Y qué se transije? el que no se
digan por la prensa desvergüenza a 105 Sres. Diputados? Yo seré
el que mas 10 deseo; pues no saldria ei peor librado. ,Pero podria
el Presidente de la República impedír las desvergüenzas? jDios
mio! oponerse alas contribuciones para reprimir las licencias de
la prensaL... Menos concibo ahora el fin que se propone con

esto."
Pero donde don Manuel Montt hizo gala de sus talentos i
facultades oratorias, fué en aquella ruidosa sesion secreta habi-
da en ese mismo año de 1849 para tratarse de una indicacion del
diputado Lastarria sobre el negocio de la Municipalidad de
Santiago con el Gobiemo. Esta indicacion tenia una segunda
parte que afectaba fuertemente al Ministerio; en ella se pedia
-
XXVIII -

indirectamente nada menos que su caida. Tal indicacion suble-


vó como era natural los ánimos i dió lugar a la sesion mas
interesante y mas borrascosa que ha habido jamas en las Cáma-
~I señor Montt pronunció entonces el discurso mas
ras de Chile.
notable que ha pronunciado en su vida parlamentaria: lójica
vigorosa, claridad de miras, elocuencia, todo se encuentra en éI.
De buena gana 10 reprodujera íntegro, pero es demasiado largo i
pondre solo la conclusión que se refiere a esa segunda parte tan
crítica de la indicacion. Hela aquí:
"En ella se Ie dice al Presidente de la República que el Ministe-
rio está en oposición con la Representacion Nacional, i que
provea los medios de evitar los males que puedan seguirse a
este estado de casas. lQuién ha facultado a la Cámara de Dipu-
tados para que pueda arrogarse por sí sola el carácter i título de
Representacion Nacional? lNo hai otro cuerpo que representa
tambien a la Nacion i que es enteramente distinto de la Cámara
de Diputados? lEI Senado por acaso ha dejado de existir, 0 no
representa nada, ni tiene funciones que llenar en nuestro siste-
ma constitucional? lQué pruebas tiene esta Cámara para afir-
mar que el Ministerio está en oposicion con el Senado? Al
contrario, los hechos manifiestan que el Senado ha presta do un
apoyo eficaz al Ministerio en todos 105 proyectos de lei que la ha
present ado para el bien público. Por otra parte, lqué desacuer-
do ha habido entre esta Cámara i el Ministerio en una materia de
principios? He asistido, la mayor parte de las sesiones de esta
a

Cámara, i he vis to constantemente al Ministerio sosteniendo 105


principios que mejor pueden afianzar i estimular la prosperidad
i progreso del pais, a la vanguardia de las mejoras i reform as

adaptables alas circunstancias de la república. lEs la mala


voluntad de algunos Diputados para el Ministerio 10 que consti-
tuye la oposicion de éste con la Cámara, 0 con la Representacion
Nacional, segun se espresa? Pero apartemos la vista de este lado
de la cuestion i fijémosla solo en el fin que se propone conseguir
con esta parte del acuerdo.
-
XXIX -

"Se pretende nada menos que dar un golpe al Ministerio,


derribarlo, echar por tierra la mayor parte de la administracion i
llevar al poder otros hombres i otras ideas. lCuáles son estas
ideas con que se pretende formar una nueva administracion?
lQué carácter tienen i que confianza puede.depositarse en su
realizacion?.. Me abstengo de tocar estas cuestiones i me limito
solo a enunciarlas: por sí solas presentan la gravedad que en sí
tienen.
"Los momentos presentes son solemnes en la historia del
mundo. La revolucion conmueve los Estados de Europa; des-
truye Gobiernos al parecer sólidamente establecidos, i amenaza
remover los cimientos de la sociedad actual. En las Repúblicas
de América, aunque por causas quizá diversas, la anarquia es
una dolencia casi crónica: gran parte de ellas son presas de esta
terrible plaga. Chile durante largos años se ha presentado prós-
pero i como una de las ecepciones felices a esta calamidad
jeneral. A favor de la paz i del órden se han hecho aquellos

progresos que eran compatibles con nuestras circunstancias; i


de un momenta a otro se quiere separar al pais de este camino i
precipitarlo en un abismo. Esto importa en sus consecuencias el
acuerdo que se propone a la aprobacion de la Cámara. Los
señores Diputados deben considerar su magnitud, i por mi
parte confio en que escuchando solo los sentimientos de patrio-
tismo i de amor por el bien público, de que naturalmente estaran
poseidos, Ie negaran su aprobacion. Todos ellos han prestado
servicios importantes al pais, i algunos por largos años; i todo va
a quedar inutilizado, destruido, prevaleciendo el espíritu del
acuerdo que se propone. Su buen criterio me hace esperar en
que abandonando este asunto, querran pasar ala consideracion
de otros de positivo in teres i de verdadera utilidad pública."
Este discurso arrastró i convenció a algunos diputados del
partido contrario, i yo Ie he oido decir a uno de ellos, que si
inmediatamente despues de pronunciado se hubiera votado la
-
xxx .,--

indicacion, él habria dado su voto en contra. Yo aquí no me


mezclo a averiguar de parte de quien estuvo la razon i la justicia:
retrato al orador i doi a conocer algunos rasgos de su elocuencia.
Si los talentos de don Manuel Montt se hubiesen empleado

en las reformas que tanto necesita el pais i en injerir en nuestro


sistema de gobierno 10s principios liberales jcuán próspera i feliz
no seria la situacion de la República! E1 señor Montt es pelucon
neto i puro, i, él mismo 10 ha dicho, si llegara un dïa en que
desapareciera todo su partido, él tendria a orgullo ser el solo
pelucon que existiera en el pais.

José Antonio Torres


JUICIOS SOBRE DON MANUEL MONTT
DEL REPRESENT ANTE DE FRANCIA EN CHILE

Los juicios referentes a don Manuel Montt que van


continua-a

ción, son párrafos de comunicaciones oficiales, reservadas de


suyo, dirigidas en su época al Quai D'Orsay, en cuyos archivos
se conservan, por el Cónsul General y Encargado de Negocios
de Francia en nuestra patria, don Enrique Cazotte.

,
Tales juicios fueron publicados en 1966 por el señor Jorge
Edwards en el Boletín de la Academia Chilena de la Historia,
NO 74, en su trabajo titulado "EI Decenio de Bulr'l.e~ a través de

los Archivos del Quai D'Orsay" .Creemos que ellos no eran


antes de conocimiento público entre nosotros.
I. 1846 Septiembre 24
-

"Está dotado, como don Diego Portales, de una energía poco


común y tiene la ventaja sobre este último de po seer una probi-
dad y un fondo de bondad que, unidos a su talento y a su amor
al estudio, 10 hacen un verdadero estadista".

II. 1850 -
Noviembre
"No se puede negar que es el hombre más distinguido del
país, sea por sus conocimientos de administración, por la alta
influencia que Ie da su palabra en las deliberaciones de la Cáma-
ra de Diputados, sea como jurisconsulto, sea en fin por la
energía de su carácter y su probidad reconocida".

Enrique Cazotte
BOSQUEJO PSICOLOGICO DE
,
DON MANUEL MONTTl

Los antecedentes acumulados en el párraf02 anterior, permiten


intentar la ardua tarea de aprehender la persona lid ad de don
Manuel Montt con algunas probabilidades de éxito.
El predominio aplastante de su sangre catalana,
muy defini-
.

da y reforzada por atavismos coloniales convergentes, hizo de


don Manuel Montt uno de esos caracteres de acero, insensibles
en el fondo a la influencia del ambiente y de los sucesos. Su
instinto político, matizando el rasgo, tornó posible al gran esta-
dista; pero su recia personalidad permaneció una roca inmóvil,

contra la cual se estrellaron huracanes ideológicos y avalanchas


pasionales superiores, al parecer, a la resistencia humana.
Lo que han escrito sus biógrafos e historiadores sobre los
sucesos e influencias externas que formaron su carácter, sólo
refleja la miopía psicológica de los autores. Se grabaron en la

mente del niño algunos sucesos dramáticos, porque coincidían


con su estructura moral heredada; no porque hayan contribuido
a su formacion. Se sabe que Portales fué uno de los genios de
mayor poder magnético personal; se conoce también la forma
como arrancó a Montt de su banco de lectura en el Instituto,

ITomado de ]a Historia de Chile de don Francisco Antonio Encina. Torno


XI11.
2EI referido párrafo titulado "Antecedentes biográficos de don Manuel

Montt", a pesar de su gran interés, no se ha incluido aquí en aras de la brevedad.


-
XXXIV -

para exaltarlo puestos, si no superiores a sus aptitudes, a 10


a

menos incongruentes con su edad. Sin embargo, ni la atracc.iÓn


del genio creador, ni la influencia magnética vital, ni el ascen-
diente de la edad, ni la gratitud lograron subordinar directa-
mente al joven. Apreció al estadista y correspondió como fun-
.

cionario a la exaltación inusitada de que fué objeto; pero las


excentricidades de Portales, su vida privada, sus truhanerías y
la repulsión instintiva de los temperamentos, 10 mantuvieron
dentro de una respetuosa y discreta distancia. EI funcionario
perteneció al gran ministro; el hombre, a los philopolistas, espe-
cialmente a Gandarillas y a Rengifo, con quienes congenió por
índole natural. Del mismo modo, los portalianos que no 10
apoyaron en 1851 no volvieron la espalda al régimen, sino a
Montt.
Pero, si la influencia directa de Portales se estrelló con un
muro de granito, no ocurrió 10 mismo con la poderosa sugestión
emanada de su genio, que flotaba en la atmósfera, buscando en
quienes hacerse carne. Montt la absorbió por todos los poros;
fué un portaliano sin Portales. Mas, esta misma influencia no
logró quebrar su andamiaje intelectual y moral. Lo que estaba
por encima de él, la creación del genio, se vació en el molde de
su psiquis y se acomodó a él. La concepción portaliana era una
intuición de contornos vagos, que muchos presentían, pero que
nadie divisaba con nitidez. EI cerebro de Montt, para el cual sólo
existió 10 claro y 10 definido, la convirtió en un concepto político
concreto, de líneas precisas: el principio de autoridad, indepen-
diente de los hombres que 10 ejercen, apoyado en su propia
fuerza moral.
Exceptuada esta integración entre el legado portaliano y el
molde individual, que constituye el fondo mismo de la persona-
lidad del estadista, don Manuel Montt fué uno de esos hombres
que atraviesan el escenario de la vida como un teorema, desen-
volviendo su propio contenido, sordos alas solicitaciones del
mundo externo. Los sucesos sólo exaltaron 10 que estaba en él:
-
xxxv -

cuando no pudo doblarlos directamente, el instinto Ie sugirió el


rodeo, como en 1857; y cuando tomaron otra dirección que la
suya, como en 1861, se hizo a un lado, sin que se rompiera uno
solo de los resortes de su estructura ideológica y moral.
Se sa be que la totalidad de los escritores americanos y los

pocos europeos que 10 han intentado, se estrellaron en el esbozo


de la personalidad de don Manuel Montt. Sarmiento, que tanto
10 conoció y trató, no fué más feliz que los que la han enfocado
desde la distancia conveniente en el tiempo. Explicando el extra-
ño fenómeno, dice Alberto Edwards: "Es que esta alta persona-
lidad de nuestra historia no se deja tomar. Hayen ella un exceso
de equilibrio, falta de sombras y de contrastes, una armonÍa
superclásica: no es posible dar relieve e interés a la descripción
de una figura geométrica, aunque ella tenga la majestad y pro-
porciones de las pirámides".

Hay, efectivamente, en don Manuel Montt un raro equilibrio


de fondo y de forma. Facultades que de ordinaria se excluyen,
en él se armonizan, produciendo una extraña ponderación de la
inteligencia, del carácter y de la estructura moral. Es un hermo-
so diamante de facetas iguales. Pero más allá de esta regularidad
y de esta armonÍa supremas y coexistiendo con ella, se destacan
rasgos de relieves muy acentuados.
Intelectualmente, representa una forma cerebral más común
entre nosotros que en la penÍnsula; pero la representa quintae-
senciada en su fondo y en su forma. El vuelo del pensamiento se
detiene en el punto preciso en que la claridad racional acaba y la
penumbra del subconsciente empieza. Mas, en vez de dar giros
y revueltas estériles dentro de la esfera que 10 aprisiona, se
orientó resueltamente hacia 10 útil y 10 justo en el orden político,
moral y jurÍdico. Su vigoroso talento hace el efecto de un sentido
común más amplio, más profundo y más clarividente que el
vulgar. Nunca hemos podido leer a Balmes, sin recordar a
Montt, ni a Montt sin recordar a Balmes. Es que, a través de la
profunda divergencia de las orientaciones, ambos son represen-
- XXXVI -

tantes típicos de una misma modalidad excepcional de la psiquis


española, cuyas características son la claridad, el orden y la
sobria nitidez en el fondo y en los contornos del pensamiento.
Junto a la admirable claridad y cordura intelectuales, si así
puede decirse, y eclipsándolas ligeramente ante la mirada del
psicólogo, se alza el recio andamiaje moral. Esta estructura no es
la resultante del ambiente, ni del ejemplo ni de las sugestiones

de la vida. Es una veta poderosa formada por la reunión de


muchas guías que acabaron por converger.
Los rasgos dispersos de los antepasados, al reunirse en él,
produjeron la exaltación de su contenido. Su andamiaje moral
.
es un legado de la sangre; descansa en el fondo orgánico de la
psiquis. Por eso asoma en el niño junto con despertar a la.
conciencia vigilante; por eso atraviesa, inflexible y rígido, sin
una claudicación, sin un desfallecimiento siquiera, una vida
singularmente azarosa y fecunda en todo género de mutaciones
externas. Don Manuel MonU no fué esclavo, sino encarnación
del deber. Uno de sus adversarios más encarnizados, ya con un
pie en la sepultura, cuando, según sus propias palabras, la
pluma sólo es "balanza de justicia donde se pesan sin merma los
méritos de los hombres y de las cosas", dijo de él: "Parecía la
encarnación de la ley sentada en su pedestal de inconmovible
granito. El hombre, una vez delante del altar de la justicia, no
era ya hombre, sino un principio, una entidad, una conciencia.
Todo enmudecía en su derredor: pasión política, voz de la
sangre, amistad, simpatías, compromisos, influencias de ayer,
de hoy y de mañana". Candida to a la presidencia, amenaza con
su renuncia irrevocable, ante el asalto a los revolucionarios del

Club de la Igualdad, dispuesto, no sólo a espaldas sino contra la


voluntad del gobierno. Presidente de la República y árbitro
-

todopoderoso de los destinos de Chile, en 1857, resuelve pre-


sentar la renuncia, en vez de aventar al Senado, que, para
imponer su política al Presidente, postergó la discusión de los
presupuestos.
XXXVIJ
-'
-

El orgullo y la vanidad resbalaron sobre las facetas del duro

diamante de su organización moral, sin rayarias. "No Ie pertur-


baba -dijo Justo Arteaga- el brillo de la gloria. AIcanzó
..
todos los honores a que es posible aspirar en este mundo y
jamás se advirtió en élla altivez intemperante de su Fortuna ni
siquiera la alegría de su Fortuna. Fué un gran humilde". Rehusó
siempre los aplausos que repugnaban a su austeridad moral.
Empero don Manuel MonU fué más que un emblema de la
austeridad cívica, del respeto a la ley y de las virtu des privadas,
como otrora el general don Francisco Antonio Pinto, yen tiem-
pos más recientes, don Aníbal Pinto y don Vicente Reyes. Bajo'
el velo de su sensatez y de su discreción, había en él un apóstol y

un luchador tenaz, que consumió sus mejores energías en desa-


rrollar las capacidades y virtudes que dignifican al ciudadano y
labran la grandeza de los pueblos. Su valor moral, no supedita-
do por el de otro estadista america no, era esencialmente activo.
No se contentó con irradiar como un símbolo pasivo de perfec-
ción moral; su voluntad enérgica, activa, ardiente por dentro,
fría por fuera, y tenaz, orientada hacia la acción, 10 empujó a

imponer a los demás su ideal ético-político, sin curarse de las


resistencias y tempestades que, necesariàmente, debía desper-
tar en la aristocracia pelucona que Ie eligiera, cuyo ideal se
encarnó siempre en los hombres del corte de Pinto y de Reyes.
"Tenía un valor indomable para luchar por 10 que creía la justicia
y la verdad. Afrontaba sin inmutarse las tempestades desenca-
denadas en su camino. Tenía la pasión del predominio. Pero su
pasión era nobilísima: quería el predominio para servir a su
país" .

La forma del pensamiento, el orden y el vigor de su racioci-


nio, sumándose a la incIinación a dar a la realidad la apariencia
de postulados ideológicos, ha disimulado a los ojos de los bió-
grafos y de los historiadores dos de los rasgos de don Manuel
MonU, que hirieron más vivamente la atención de 105 contem-
poráneos: el instinto político y el conocimiento de los hombres.

--
-
XXXVIII -

Recibió con el ser un poderoso instinto político. EI recio


.

andamiaje moral contrarió su desarrollo. Pero nunca logró aho-


garlo. Maltratado por las granizadas, a veces del grueso de
pedruscos, que la estructura moral solía descargarle, el instinto
se refugiaba en los rincones perdidos del subconsciente, para

presentarse de nuevo cuando la tormenta escampaba; corregía


el rumbo y enderezaba la nave hacia el faro que orientó en todo

instante su azarosa actuación. "Tenía golpe de vista vasto y


certero, energía indomable para llevar a cabo sus resoluciones, y
más que nada, completo conocimiento de 10s hombres y de los
negocios, que Ie facilitó siempre hacerse de fieles y buenos
servidores y conseguir 10 que deseaba", dijo uno de sus más
. .

perspICaces enemlgos.
Fué un gran conocedor de hombres, tal vez el mayor de los
que registra la historia de la América española. Los medía por
sus aptitudes y relegaba al claroscuro sus defectos. Le bastó una
mirada para comprender a Sarmiento, a través de sus exteriori-
dades ridículas y estrafalarias, su indiscreción, su falta de tacto y
sus patochadas, cuando argentinos y chilenos aún sólo veían en
él un loco un destomillado. Adivinó a Varas cuando era un
0

adolescente. Descubrió a Novoa, a Vergara, a D. Juan Pablo


Urzúa, a Cruchaga, a don Vicente Reyes, a don Rafael Soto-
mayor, a don Adolfo Ibáñez, a Urmeneta, a Ochagavía, a don
Clemente Fabres, y más tarde a don Julio Zegers, a Balmaceda y
a cien más. Comprendió a fondo a Lastarria, a Ignacio Zenteno
Cana, a Amunátegui y a casi todos los jóvenes, amigos 0 adver-
sarios, que andando el tiempo debían llenar las páginas de la
historia chilena. Cuando la petulancia de Julio Bañados Espino-
sa, adolescente, alimentaba la irónica soma castellano-vasca,
hasta entre los que Ie querían, el anciano, ya físicamente que-
brantado, fué el primero en aquilatar su valer y en predecir su
porvenir. La misma sagacidad clarividente presidió la elección
de los funcionarios y sus relaciones con 105 militares.
Contra 10 que ha dicho la mayoría de sus biógrafos, el conoci-
- XXXIX -

mien to de sus adversarios, sin exceptuar al señor Valdivieso,


era tan penetrante como la digna reserva en que encerró sus
juicios. En su áspera lucha por la realización espiritual y material
de la concepción portaliana, peleó a su lado la sombra de Porta-
les, la poderosa fuerza espiritual en que transfiguró el calvario
del Barón su personalidad humana; pero difícilmente se habría
cumplido el sino que en él encarnó, sin su instinto político
propio y su profundo conocimiento de los hombres.
Montt fué en el fondo un intuitivo y un realista, como Porta-
les, como Prieto y como Bulnes; pero su estructura psíquica y la
gimnasia jurídica, prolongada por casi toda su vida, sometían,
por necesidad mental, las sugestiones del ins tin to y de la reali-
dad, auna especie de elaboración ideológica y Ie obligaban a
vestirIas con el ropaje del raciocinio y la dialéctica. Fué un
instintivo envuelto en un suntuoso manto de ideólogo, que 10
destaca como un ser deshumanizado, como una especie de
autómata que se movía entre abstracciones: el principio de autó-
ridad, el orden, la ley, la justicia, el deber, la abnegación cívica,
el bien público, el progreso. EI manto envolvía al cerebro y al

corazón, impidiendo que el calor humano se exteriorizase. "Es-


te negro -dijo Bulnes- es pura cabeza sin corazón".
La última línea maestra de la personalidad de don Manuel

Montt, es un fondo de profunda bondad humana. "Bajo el ceño


de adusta gravedad, se escondía su corazón sensible a todas las
emociones puras". Las diferencias de edad y de actividades y el
correr mismo de la vida, habían reducido las relaciones entre
don Manuel Montt y don Gonzalo Bulnes a una visita de corte-
sía del último al primero. Sin embargo, poco después de publi-

car Bulnes, en 1878, su "Historia de 1a Campaña del Perú en


1838", vió al anciano ex Presidente subir fatigado la escala. No
había resistido al deseo de felicitarIo personalmente. Bulnes se
apresuró descender y Ie reprochó cariñosamente 10 que había
a

.hecho. Las lágrimas asomaron a los ojos del gran estadista, y


con voz ahogada por la emoción Ie dijo: "Me haces recordar a mi
-
XL -

amigo el General". Poco después, con motivo del apoyo que


prestó a la candidatura del joven escritor a una diputaciÓn pm

Cauquenes, emitió este juicio: "Este joven tiene la obligación de


ser patriota y de ser honrado". "El general Bulnes fué la encar-
nación del buen juicio, de la honradez y del patriotismo"3.
Hasta hoy día suele recordarse la honda impresión que Ie causó
la pérdida de su hijo mayor, impresión que llegó hasta impulsar-
10, por la única vez en su vida, a desertar, en la idea, del

cumpIimiento inexorable del deber cívico. "Otra co sa -dice


Sarmiento- descubrieron los detractores de la política de don

Manuel Montt al dejar el gobierno y es que en veinte años de,


influencia omnipotente, teniendo en jaque partidos irreconcilia-
bles y sofocando quince motines y revoluciones, poniendo a

cada momenta la capital bajo el estado de sitio y no economizan-


do las medidas enérgicas, ningún ciudadano fué ejecutado,
ninguno despojado de su fortuna". No llevó la duaIidad entre la
dureza del mandatario y la bondad humana del hombre hasta
los límites patológicos de Portales; no alimentó ni albergó en su
casa a los mismos que el mandatario castigaba. En cambio,

mientras el Presidente doctrinario denegaba la amnistía, los


condenados a muerte y los desterrados se paseaban tranquila-
. .

mente por las calles de Santiago, 0 descansaban de las activida-


des revolucionarias en el regazo de la familia, al amparo de
instrucciones impartidas al intendente. Casi todos los que se
quedaron en el extranjero, 10 hicieron movidos por el deseo de
aprovechar el viaje y ensanchar el horizonte chileno de media-
dos del siglo XIX, que encIaustraba sus ideas y sus sentimientos.
El cabo Soto y sus cómplices, 10 mismo que Cambiaso, fueron

fusilados por deIitos comunes: el saqueo de la caja del regimien-


to, seguido de la agresión a los oficiales y al propio vencedor de

JDon Gonzalo Bulnes, tal vez por modestia filial, omitiÓ el último juicio en la
publicación en que refiere esta anécdota.
-

XLI -

Yungay, que intentó contenerlos y evitar la efusión de sangre; y


la destrucción de una ciudad, la víolación de las mujeres que la

habitaban y el asesinato del gobernador, del capellán y de los


capitanes de buques nacionales y extranjeros que tuvieron la
desdicha de caer en poder de los ban didos.
Pero una ironía psicológica recubrió este fondo de bondad
humana can una áspera caparazón de duras escamas, amasadas
can la justicia inexorable y can el cumplimiento inflexible del
deber. La mismo que Portales, hizo un ruido ensordecedor can
las sanciones y las amenazas. Queriendo evitar la efusión de

sangre, intentó aterrar a los revolucionarios can el ruido de ellas;


ambos hicieron todo 10 posible par parecer tiranos sanguinarios
.

dentro de gobiernos humanos y aún benévolos.


.

En su fisonomíamoral se destaca, todavía con gran relieve un


rasgo que la divorcia violentamente de las de Prieto y de Bulnes.
Mandatarios rectos, hombres buenos y leales en cuanto indivi-
duos, a igual que todos los grandes intuitivos creadores de
naciones, ninguno de los dos se dejó coger por las simpatías ni
se enredó en las telarañas de la gratitud, de los afectos persona-
les ni de la consecuencia delante de los mandatos imperiosos de
las realidades políticas, salvo en las grandes líneas de la podero-
.

sa sugestión portaliana, que realizaron como autómatas incons-

cientes. Exprimieron el contenido de los hombres y de las opor-


tunidades, a la manera de quien estruja un limón, y los arroja-
ron después alas desperdicios inútiles. Fué la suerte de Errázu-
riz, Rengifo, Gandarillas, Tocornal, Manuel Camilo Vial y los di
minori. Par esto no dejaron tras de sí una cauda de afectos
hondos y duraderos y de admiradores fanáticos. Por esto, Prie-
to, uno de los mayores valores que haya regido un estado
americano y el verdadero fundador de los cimientos sobre los
cuales MonU y Varas debían levantar, diez años más tarde, el
edificio esbozado por Portales, no tiene siquiera una modesta
estatua que exteriorice la gratitud de los suyos. Par eso, de su
actuación fecunda y afortunada, sólo se refuerza el transfugio
-
XLII -

del campo pipiolo al revolucionario, o'higginista, pelucón, es-

tanquero.
"En el carácter de don Manuel Mòntt -dice el más psicólogo
de sus biógrafos- había fibras que el tiempo no roe, que par el
contrario, se hacen más robustas can el transcurso de los años.
Estas fibras eran: la lealtad, la consecuencia, la adhesión invaria-
ble y absoluta alas principios y a las personas que desde la
infancia se adueñaron de sus simpatías". Par esto, dejó tras dè
sí una cauda de admiradores fervientes, cuyo afecto no enfrió el
cambia de campo poIítico impuesto por las vicisitudes, y que
sobrevivió al descenso del poder y a la muerte misma". Es un
contraste que ayuda a destacar la geométrica figura de don
Manuel Montt; pero es necesario no olvidar que los estadistas
no se miden can la misma vara que los hombres privados. Si
Prieto no pone en 1829 al servicio de la reacción de autoridad y
de orden la espada que Pinto Ie confió y si más tarde no prescin-
de de la gratitud que debía a Tocomal y su círculo, para dar paso
aBulnes y afianzar el régimen aun vacilante; si en 1851 Bulnes
no ahoga la voz de la sangre, del compañerismo y de los afectos,
para sostener con su prestigio y su espada la solución que su
ins tin to adivinó, después de largas vacilaciones, Chile sería hoy
uno de los últimos entre los pueblos hispanoamericanos. .

Arma no menos eficaz que el instinto político y el conoci-


miento de los hombres, fué el encanto del trato de don Manuel
Montt. 5us modales suaves, exentos de zalamerías y su llaneza
y senciIlez, que nunca degeneraban en familiaridad, Ie ganaron
el respetuoso afecto de cuantos se acercaban a él. Ningún chile-
na ha exteriorizado una comprensión más amplia y más inteli-
gente del carácter humano, ni una indulgencia siquiera aproxi-
mada a la suya, para los desequilibrios, las chifladuras y las
ridiculeces que no afectan al fondo de las aptitudes y del valer
moral del individuo. Jamás se mofaba ni escarnecía. Parco en
palabras, nunca hacía pesar su propia superioridad. "Llegué
cohibido -nos decía Julio Bañados Espinoza- hasta el sillón
-
XLIII -

donde se sentaba, conducido por uno de sus hijos. Un minuto


después me sentía crecer a los ojos del gran anciano y a los
míos". EI mismo fenómeno advirtieron casi todos los que 10
trataron.
No afloraron en don Manuel Montt desconformaciones cer~-
brales; su psiquis fué sana y normal. Pero, más allá de su
intelecto, claro, poderoso, positivo y lógico, de genuina cepa
catalana, latía un fondo místico inaparente, que se inflamó en el
grandioso propósito de forjar una nación ordenada, sobria,
culta y progresista, con los pobres elementos que nos legó la
Colonia y las fuerzas espirituales de la sugestión portaliana.
De su persona emanaba, también, una fuerza magnética
directa sobre los hómbres, que se palpa, no sólo entre sus
colaboradores sino, también, entre los militares y los simples
partidarios que Ie trataron. Es una irradiación orgánica que
germinó con el ser. Niño desconocido, de figura vulgar, sus
compañeros del Instituto no sólo no se burlan de él, sino que
condiscípulos y maestros, inconscientemente, empiezan a su-
bordinarse a él, atraídos por una fuerza que aun dista mucho de
ser la de su inteligencia, su saber y su prestigio. Joven provincia-
no, sin fortuna, ni prestigios, los Presidentes Prieto y Bulnes y
los talentos y las culturas de la época, Egaña y Pinto, yen a
través de sus ojos; la altiva aristocracia santiaguina, que no Ie
quiere, sólo se siente segura en sus manos; rivales casi de su
propio valer, como Irarrázaval, se hacen a un lado para allanarle
el camino.
Los sentimientos debieron hacer de don Manuel Montt un
esclavo de sus amigos y partidarios; pero el poder magnético
que fluía de su persona hizo de ellos admiradores rendidos de la
rigidez moral y cívica del estadista.
Finalmente, este conjunto de rasgos poderosos y de gran
relieve se encuadran y armonizan espontáneamente entre sí; y
el buen senti do, el tacto y la pruden cia forman una tela de
apretada malla que envuelve la personalidad tan perfectamen-
XLIV
-

--

te, que la gran mayoría de los que han intentado penetrarla, han
que dado detenidos en elIa han divagado. Esta envoltura, 10
0

mismo que la.urdimbre moral, es la resultante de un complejo


de integraciones y de interferencias psicológicas de los rasgos
dispersos en sus antepasados, que el niño trajo consigo al nacer.
Don Manuel MonU no conoció la niñez. A los quince años tenía
el mismo juicio, el mismo tacto y la misma prudencia que a los
cuarenta. Tampoco tuvo ancianidad. Al reclinar, a los setenta y
un años, su cabeza sobre la almohada del descanso eterno, su
cerebro alentaba las energías, y su visión de los hombres y de las
cosas, la serena firmeza propia del mediodía de la vida.
Fué orador correcto, claro y vigoroso; magistrado competen-
te y probo; diplomático discreto y sagaz; pero, como dijo Artea-

ga AJemparte, estas rnúJtipJes facuJtades de su espíritu, sóJo


fueron instrumentos al servicio del estadista, que Ie ayudaron a

reaIizar su grandiosa creación.

Francisco Antonio Encina


'"

REPARTICION DE PREMIOS
EN EL INSTITUTO NACIONAL

(2 do: Marzo de 1842)

En 1842 se dió
este acto cierta solemnidad que hasta entónccs
a

no habia tenido. Le presidió como Ministro de Instruccion PÚbli-


ca el señor Montt, quien dirijió una breve alocucion a los aluTl1nos
que acababan de ser premiados eu ese cel/tro de tal/tus esperal/zas
i de tal1tas simpatías, frase con que nludió delicadamen te a sus sen-

timientos person ales por aquella casa doude habia lIcgado niño i
se habia hecho hombre.
"Sus palabras, dijo el scñor Bello en EL ARAUCANO, al dar noti-
cia de In fiesta, sus palabras graves i animadns a un mismo tiem-
i i
po, su espresion sencilla elevada par ellenguaje del sentimiento,
causaron la mas viva i1l1presion. Los jóvenes alumnos oian en su
discurso la aprobacion i consejos patemos, i 1015 dcmas asistentes
al hombre digno e ilustrado quc sabe aeons~jar prácticamente con
1015 ejcmplos.
Sentjmos no podcr reproc1ucÎr tan bella improvisa-
cion. Hé aquí entre tanto la sustnncia del discurso de! señor Mi-
nistro:"

Jóvenes alumnos: Esta fiesta anual de la enseñanza, so-


lemnizada por la presencia de vuestros maestros, que 11an
preparado vuestros adelantamientQs, i por la de vuestros
parientes i amigos, que yicnen a complacerse en ellos, es
para vosotros un dia de gloria i de verdadero triunfo. En
2-
-

efedo, podeis presentaros ufanos de haber IIenado "uestras


obligaciones, i de ser aneedores a los testimonios de apro-
bacion qtle me eomplazeo en elm'os.
Todas las ciencias que cultivan en esta casa, centro de
se

tantas esperanzas i cletan arc1ientes simpatias, ofrecen a sus


escojidos para recibir los premios clestinados a la aplica-
i al injenio. Continuad, jóvcnes alum-
cion, ala constancia
i manifeR-
nos, n1crCClcndo en 10 sucesi\'o igualcs honoreR,
tándoos siemprc dignos cle 10s \'otos de Ja nacion i de Jas
protecciones del gobierno.
Rabeis entrado ya en la senda de ]os adelantamientos, i
en ella no es Hcito descansar ni c1ctenersc. Todo al rcc1edor
de nosotms está en una eontínua activic1ad, producida por
e1 benéfico influjo dc la intelijcncia, c1esarrollada
por cl tra-
bajo, iestimu]ada por el deseo de mcjorar nuestra condicion
presente. Seguid este movimiento de vitalidad, alimcntan-
do vuestro cspíritu eon eonoeimientos útiIes, adornándolo
eon 10s amenos i variados estuc1ios cle la litcratura, i prin-
cipalmente fonnando vuestro corazon en Jos buenos pril1-
cipios de la moral i de la relijion. Sus dukes inspiraeiones se-
rán el complcmento ell' vuestnt felicidad.
En estos primeros pasos que habeis dado, tienen ménos
parte vuestros propios esfuerzos que In esperieneia, los sa-
ludables eonsejos, i la solicituc1 tierna i paternal dc vuestros
maestms. Ellos os instruyen i c1irijen con sus preeeptos icon
su ejemplo, i eonsagran n vuestros progresos Jos mas beIlos
dins de su existeneia. Sedles siempre reconocidos, i que en-
cuentren en vUístra gratitucI In recompensa de los saerificios
de todo jénero que les impone su laboriosa e importnnte
profesion. Dóciles a su voz, fie1es al cumplimiento de vuestros
deberes, i constantes en este espíritu de moralidad i amor
alas eiencias que os ha distinguido en el año anterior, aele-
lantareis bajo favorables auspicios háeia este halaglieño
porvenir que se nbre ante vosotros.
HONORES A LA MEMORIA

DEL CAPITAN JENERAL DON BERNARDO O'HIGGINS

(Sesion de la Cámara de Dipularlos de 26 de Julio de 1843)

Luego que l1eg6 h notieia del falkeimien to (ld ex-director snpn:-


mo, aeaeeido en Lima el14 de Noviembre de 1842, el Pn:sidente de
Ja ]~epúblieaprescntó un proyecto de lei al 8cnado por e1 eual se
mandaba traer StiS restos en un IJl1que de la armada, erijirln1l1a es-
tátua en e1 pasco de la Alameda, i colocar sn rctrato en Ja sala de
Gobierno.
EI diputado elon Pedro PaJazue10s Astaburllaga impllgn6 cl
proyecto con argul11en tos ell' poea seriedael, en tre e\los el que Ifé-
futó e1 señor M ontt.
EI señor Palazuelos Astalmruaga no insistió ell Sll oposicion;
pero habiéndose propuesto algnnas modifieaeiones a la rec1aeeion
del proyecto, no lIegó a ser proI1Iulgado eOl11o lei de Ja República
hasta Julio de 1 844..

EL SEÑOR MOl'\TT (lì1inistro de Jllsticia). Entre las ob-


jeeiones que he oido hacercontraelproyeeto que 110S ocupa,
. .

la principal es la incompetencia de 108 contemporáneos para


pronnneiar.un fallo justo. lYie contraeré csta objecion.
a

Se pncde decit' que c1csde el año 23 el jenemJ O'Higgins


mnrió poHticamente. Dcsde aquella época en que diversas
eireunstancias 1e ohligaron a ausentarsc del territorio de In
-4-
Repúbliea, se ha formado en el pais la conciencia de los im-
portantes servicios que prestó a lacausa de la independen~ia.
La nacion entera reeonoce 10s servicios del señor O'Hig--
e1
gins, diputado que ha hecho oposicion al proyecto tam-
poco 10s ignora, i aun cuando haya algunos que tengan
moti vos para quejarse de su administraeion, ahara no pue-
den dejar de convenir que 10s servieios que hizo a la nacion
han sido de gran importancia.
Huho, es verdad, personas que sufrieron pOl' su causa;
pcro dquiénes van a juzgadc ahara? dSon acaso sus ene-
mig-os? Nó. Son aquellos que estån recojiendo 10s frutos

que ha producido la independencia de nuestro pais, a que él


coi1tribuyó en gran m anent. Si entre éstos quedan algunos
de ]os que padecieron bajo su gobiemo, ellos tendrán bas-
tante patriotismo para sofoear su resentimiento, i acordes
con el voto casi unánime de la nacion, obrarán conforme a
la prudencia i la justicia.
Puede decirse que desdc e1 año 23 ha hahido una reno-
vacion completa en 1a Repúbliea, i no encuentro esa difi-
cultad que ha dicllO para que sea imparcial el fallo que
se

ahara se pronuncie.
dPor qué va a diferirse este asunto? dPor qué no se quiere
recojer de una tierra estraña las ecnizas de aque1 que tan-
tos bienes hizo a la patria? Yo no digo que se quite a la
posteridad la faeu1tad para formal' su juicio; pero nosotros
debemos tambien pagar una deueb. de gratitud, deuc1a que
debe la patria a los valientes que 1c c1ieron independencia.
Si difiriésemos la resolueion de cste asunto, entónces sí que
la posteridad con mucha justicia nos echaria nuestra in-
gratitud en eara.
Cuando se trata de asuntos de esta naturaleza, cuando

vamos a
pagar a la putria una c1euda que ]e debemos, no

se debell considerar ]os gastos, pues éstos son de abso-


luta necesidac1, much a mas cuando son grandes los bienes
~-
-

:>

que va a
reportar la naeion, a1cntando a sus hijos a imitar
hazañas dignas de reeompcnsa.
Para m1 son mui fundadas las razones en que se apoya
e1
proyecto; i si Ja eonsideracion de que en Chile no se
hacen estátuas puede mU1 bien ser atcndida, creo que no
pOl' esto debemos dejar de trasladar a la patria las cenizas
del jeneral O'Higgins, i de tributarle los honores debiclos a

uno de 108 primcros héroes de 1a inclepenclencia.


EL SEÑOH COllO. No pido la palahra para apoyar c1 proyecto,
!'íno para redamar el ónlen. La Cftmara ha aprohado ya en jenerat
eI proyecto que se disclIte; por consíguiente, no cs ocasion de
impugnarlo en jencral, ni tampoco de diferirlo. Si se siguicse esta
regla!'e perderia el tiempo............
EL SEÑOR MONTT (lvIinistro de ]usticia). No responderé
sobre si la sala ha penlido 0 nó el tiempo; pero al tomar
anteriormente la palabra, 10 hice porque consideré necesa-
rio que se levantase una voz que hiciese justicia a la me-
moria del capitan jeneral O'Higgins cuando se desconocian
. .

sus serVlClOS.

.
OBISPADO DE CONCEPCION
.

DISCUSION DE ESTA PARTIDA DEL PRESUPUESTO

(Sesiunes de la Cámara de Dipl1tados de 19, 21 i 28 de Al,iosto ,Ie 1844)

EI diputado don Pedro Palazuelos Astahurnaga, sin oponerse


a la aprobaeion de Ia parti(]a, hizo observaeÏones sohre ]a con-
dm:ta personal del ohispo; el diputado (Ion Rafael Larrain Moxó
pidió fine, en eonfortnidad a una antigua disposieion, se espresa-
se en la glosa de Ia partida que los eanónigos dehian dejar eier-
ta parte de su renta a fm'or de la fábriea de la Catedral. EJ
seiior Palazuelos Astalmruaga, estendiendo sus ohservaciones a
esta indieacion, dijo quc Ie pareeia 111ui difíeil que esas sumas,
quc era eostumbre eoloear a in teres l11iéntras no se las empleaha, ,

pudieran ser oportunamen te reeojidas.


La CÚmara deelaró que no era permitido eensnrar Ia eondue-
ta de un cmpleado al (]iseutir e1 sne1do asignado a su empleo; i
el seiior lVlontt, a su vez, deelarÔ que, a sn juieio, esa resolueion
de Ia Cámara no era impedimento para qne ptH]iera ejereerse
el derecho de interpelaeion sobre la eondueta de los funeiona-
rios, así como sohre todos los ramos del servieio ptÍhlico; defen-
dió al ohispo de los cargos que contra él se hahian fortnulado;
i esplieó 1'1 eriterio a que obedeeia 1'1 Gobierno con respeeto a

los funeionarios sindieados de faltar a sus deberes.


EI dipntado don Ramon Rosas Mendibnru espnso que las eanti.
dades retenidas en el tÍltimo tiempo a los eanÔnigos de Concep-
cion, existian deposit ad as en la tesorerÍa de esta eiudad.

EL SEXOR P ALAZUELOS. Quisiera, señor, dar en esta noehe una


i res-
}JUena idea, 0 mas bien diré, deseo eoneiliarl11e la estil11aeion
peto de 1a CÚmara siquiera
-7-
csta ,.cz cn favor de las ideas quc
1)()I-
,"oi a emitir contra esta partida. Yo quisiera, señor, que no saliese
de llIis labios una sola palabra que desdijcse del noble oríjen de 10s
sentimientos quc mc animan. He tom ado la palabra no para hacer
una simple csposieion, sino mas bien para entregarme, en cuanto
mc sea posible, a nna série de la11lcntaciones, Iamentaciones quc no
llIotiva precisamente eI objeto a quc ,"oi a contraenne, sino la con-
cicncia qne tcngo dc que estas lamentaciones deberÚn entonarse.
Voi a hablar contra el sei'ior Obispo de Concepcion. Para coneluir,
voi a haeer un denuncio fU1Hlado. iAh! scñor, suplico ala Cámara se
sirva tener prescntc 1a súpIica lIne Ie he hecho al principio.
Haec oeho dias, señor, qne estando enfermo en call1a.........
.

EL SEÑOR MONl''r (.l\1inistro dcl Cl1lto). Señor, Ia conduc-


ta del Obispo no pucde ser ahora asunto de discusiol1 para
la Cámara; suplico a Ia sala resueh-a primero este punto....
EL SEÑOI{ PALAZUELOS. Tengo 1a palabra, señor; reclamo cl ór-
(len. Yo no Ie daré fondos al Gobierno para qne pague cmpIeados
que no dcscmpeñan fieltnente sn cargo.........
. Se yotó ill proposidon siglliente: ,Es pamitido CL'nStlrllr hi con-
dl/cta fil11ciolwria de 10s emplcados pcíbJicos 111 llprobar las parti--
das rel11tiYllS a dichos filttcionarios? Resllltó qlle n6 por 21 j"otos
contra 10.
EL SEÑOR LASTAIWIA. Quisiera una declaratoria de la Cámara
sobre 1a resolueion que aeaba de dar. Me parece (lue la CÚ11lara
no puede despojarse del derecho que tiene de interpelar al Ejecu-
tivo; i si ha declarado ahora llue no es permitido hablar sobre
la eonllucta funcionaria lIe los emplemlos, quiero que haga una
nueva deelaracion sobre si ésta que aeaba dc aprobar comprende
ta11lhien la prohibicion de las intcrpelaciones de que he heelto mé-
rito, jJorqnc creo qne si bien e! Congreso no tienc facu!tad al-
guna lega! para remover a un Obispo, porque no Ia tienc para
nombrarlo; i si sólo cl patrono puedc (h:stituir 0 remo,.er, porque
tiene la facultad dc nombrar, la lejislatura no puec1e ménas de in-
teqJclar al Ejecutivo cltando no se remue,-e, cuando no se destituye
habiendo causa para ella. Pido csta decJaracion.

Er. SEÑOR MONT'r (Ministro del Cl1lto). Yo crco que Ia


Cá111ara, señor, tiene derccho para interpc1ar al Ejecutivo
acerca de cualquier hecho cuyo conocimiento Ie interese, i
-8-
cstc hccho pucdc scr la conducta de un funcionario depen-
dicnte dcl Ejccutivo. En estas intcrpc1acioncs la Cál11ara
ha dc proccder, sin duda, con aqucl1a prudencia i circuns-
. .

peCClOn quc con Vlene.


La Cámara no puede desprendersc de este derecho por-
que se despojaria de una dc sus mas importantes atrihu-
ciones; pcro la cuestion presente no está envuelta en
la.
resolucion que se acaba de dar.
Puede, señor, abusarse del derecho de ccnsurar 18, con-
ducta de un funcionario; pucde un diputado calumniar
e1
desde su asicnto sin que pobre calumniado tcnga e1 de-
recho de responder. Esto haria l11énos nobles los derechos
de la Cál11ara. Los abusos pucden hacer dcjenerar estos de-
rechos, i concibo que hai alguna dificu1tad para establecer
reglas sobre el particular. Creo, señor, que esto no se ocul-
tará a la prudencia de cada uno de 10s señores diputados.
Por cl10 hc tenido alguna dificultad para votar 18, pro-
posicion que acaba de aprobarse; pero nunca la tendré

para responder a cualquiera interpelacion quc se mc haga


relat1va a 10s departamentos que están a mi cargo.

EL SEÑOR LASTAIUHA. Como temí que en algun tiempo, 0 que


en la diseusion de esta partida se aproveehase el Gobierno de Ia
c1eclaraeion que ha hecho In Cámara para no admitir interpe1acion
sobre el asunto, por eso hicc mi indieaeion; pero estoi satisfecho
can 10 que ha dieho cI señor Ministro, manifestándosc dispuesto a
responder alas interpelaeiones que se Ie hagan.

EL SEÑOR LARIUIN Moxó (don Rafael). Hago indicacion para


que en la partida se diga que los canónigos deben dejar la tereera
parte de 8U 8ueldo para la iglesia Catcdral, como entienclo que en
años anteriores se ha hccho en los presupuestos.

Er. SEÑOR MONT'!' (1\linistro del Culto). Creo que 1a


partida cn los ténninos en que está concebida, no indica
que los canónigos deban percibir todo el sueldo que ]a
-9-
partida les señala, sino aque! que en virtud de las leyes
les corresponcla. Por una de el1as se ha mandado que los

canónigos dejen una parte de su sueldo para la fábriea de


la Catedral; los otms empleados han dejado tambien una
parte del suyo, i el Obispo ha cedido igualmente otra parte.
8i la lei entrasc en todas est as cspecificaciones, dcscenderia
a ponnenores que yo no ereo indispensables. No obstante,
si esto se cree mas conveniente, puede haeerse así.
EL SE5iüR P ALAWELOS. He oiùo decir tlue la tercera parte que
sc rescrva del sueldo de los canónigos para la construccion de la
iglesia, se va entregando a interes a particulares, no sé si de la mis-
ma provincia 0 de otra, esto es indiferente. Yo dudo que est a medi-
da sea conveniente, porque ha de costar mucho <juitar a esos par-
ticulares el dinero cuando lIegue cl casu de que haya necesida<] de
cohrarlo. . . . . .

EL SE~OR MONTT (1\1inistro del Culto). Me es sensi-


ble, señor, no poder responder por ahora eategóricamente
a la pregunta que se me haee. No sé si en realidad se dá
este dinero a particulares, 0 si pennaneee en arcas nacio-

mtles; quizás pOl' alguno de los departamentos del despa-


cho se haya dado algunas disposiciones a este respecto.
Si se cree necesario conoeer en poder de quiénes se en-

cuentra ese dinero, en la sesion próxima podría eomuni-


carlo en caso de que se juzgue que sin este conocimiento
no puede pasarse adelante en la diseusiol1.
Sea cual fuere, señor, el destino que se dé a este dinero
mandado retener para la construecion de la iglesia Cate-
dral, ami juieio no es este un embarazo para que se aprue-
be la indieacion. .

Supongamos que se dé
particulares, lse rechazaria por
a

esto la indicacion que se ha hccho? Al hacerlo así, se obra-


ría en sentido contrario al objeto a que se dedica esa can-
tidad, pOl"que en lugar de darla a interes a particulares, ~

se la daría a los canónigos sin obligaeion de dcvolverla

cn tiempo alguno. La indicacion no tiene otro objeto que

'.
10-
-

retener ese dinero para emplearlo euando sea ticmpo en


la eonstrueeion de la iglesia.
Si el dinero se ha dado 0 nÔ, ya he didlO que no 10 sé;
pero s1 seha dado, yo ereo que se 11a heeho mui bien,
Porque lqué hahia de haeer ese dinero en las areas fise~des
sin producir? ,No seria mejor que se Ie (liese una ocupaeion
lucrativa? Esos temores que se afectan sobre datos cuya
yenlad no patentiza, esos temores me pareecn cntera-
se

mente quimérieos. lQué pel"sonas podrán ser ésas que no


devuelvan el clinero que han reeibido eon garantia? II se
cree al Gobierno tan déhil, tan falto cle recursos, que no
pueda haeer restituil" una canticlacl de clinero cuando 11eg'ue
el caso de ilwertirJa? Esto parece más hien un prctesto para
l1é~ceruna suposicion gratuita.

Sei'íor, pOl' incidencia se ha tocaùo un punto sohrc el


cual no puedo guarclar silencio, Se ha dicho que cl mcdio
que tienen las Cámaras para Ilc,'ar al gobierno al huell
camino, es negarle las partidas del prcsupuesto.
Repetiré que no deseonozco las ventajas de este derecho.

Pero, lpor cualquier prctcsto se amenaza ai gohierno con


la negacion de los presupucstos? ,Basta cleeir: no me pare-
ce hien tal eosa, para desaproharlos sin mas motivè)? Me
pareee que este derecho.cle la Cámara dehe ejercerse de un
modo pruclente i racional, consultalldo los intereses clel pais,
Ahora, pues, pésense 10s inconvellientes que resultadan de
negar las partidas del presupuesto pOl' esos temOI"es que se
hacen aparecer tan sin fundamento.
Esta cuestioll, suministra materia para gra-
sei'íor, me
ves reflexiones; i entraria en clla con J11ue11O gusto; pero
yeo que no es el caso de toearla. Se ha hahlado de ella pOl'
incidencia, i tamhicn pOl' ineidencia he respondido.
En cm~nto a que c1 sei'íor diputado pensó en dirijirme
una intcrpelacion, i no ha quericlo hacerla, usa en este caso
-

II -

de su ùerecllO; pero repito que estoi pronto a respondel- a

toda interpelacion, cualquiera CJue sea.

EL SEÑOR 1\lo;-'<TT (lvIinistro del CaIto). Dije que no sa-


bia si 10s capitales de que se ha hablado estaban daclos a
interés, i espuse que en caso de que 10 estuviesen, me pare-
cia que se 1es habia dado un emp1eo Ùtil, 10 mismo que se
habia heeho con otros 'capitales destinados a varias obras
de Concepcion.
Sin tenerse un conocimiento del cmpleo que se ha dado a

esos capitales, se dice que el gobierno 10s ha emp1eado en


fomentar disipaciones en aquella provincia.
Este cargo sí que merece elmas alto clesprecio, porque a[
mismo tiempo que e[ señor diputado dice que [0 ignorH, 10
afinna de un modo positi,'o. En el puesto que ocupo debo
rechazar tal cargo con toda la indignacion que merece.
El gobierno tiene ,'arios eapita1es emp1eados, como dije
ftntes, i esto sí que 10 afinl10 de un modo positi,'o, en fo-
mental' oeupaciones verdaderamente IUCl"ativas para el pais.
Este conocimiento me indujo a creer que si se hubiesen dado
tambien a interes los de la Catedml de Concepcion, habrian
lIenado elmis1110 objeto.
Si pam clecir el empIeo que se ha dado a ese clinero fuese

necesario n0111brar una a IIna toclas las personas en cu)'o


pocler se encuentra, esta seria una prueba difíci1 en estre-
1110. ~Hasta clóncle se lIenl Ia desconfianza? ~ Basta dóncle

Began 10s temores? EI gohierno, se dice un dia, diete leyes,


disponga de la suerte de Ia nacion; i otro dia se dice: el go-
bierno no puede poner a interes una pequeña eantidad de
dinero. Consccuente con mis principios, opino ahora 10 mis-

mo que opiné ayer; i guiado pOl' esta consecuencia de prin-


cipios, digo que e1 gobierno no podrÚ haeer con 10s fondos
de [a iglesia Catedral de Concepcion otra cosa que 10 que
,
11a hecho con 10s de otros estab1ecimientos.
12-
-

Quiero, señor, separar en esta cuestion toùo 10 que pue-


da referirse a mi persona, pOl'que me parece inùigno mez-
elarla en asuntos de interes jenera1.
EL SEÑOI{ ROSAS MENDlBUHU. Los capitales que hasta ahora se
han cedido para la Catedral de Concepcion, sc hal1an c1epositac1os
en ]a tesorería de est a ciudad. Creo que ningun mal porlria resu]tar
de poner]os a interes, pero no se ha tomado esta medida porqne de

un momento a otro podrÚ principiarse ]a reedificacion de In ig]esia.


Actua]mentc sc cstán edificanc10 en Concepcion un hospital, un euar-
tel de policía i un cementerio, i pertenecicntes a estos estahlecimien-
tos, hahia gran des capitalcs dados a interes i sc han rccojic1o sin
dificultad. ..

EL SEÑOR MON'I'T (Ministro del Culto). Al abrirse, señor,


en noches pasadas una discusion sobre la conducta funcio-
naria del señor Obispo de Concepcion, con motivo de tra-
tarse de la renta que Ie señala el presupuesto, reclamé el
órden i pedí que se contJ-ajese Ia discusion a la partida,
pOl'que este procedimiento podia fom1ar una regIa a mi
modo de vcr pe1:iudicial para en adelante. Podlélllegarse a
estahlecer como un principio que cuando sc tJ-ata de Ia ren-
ta de un empleo, es necesario tratar de la huena 0 mala
conducta ùel empleado que 10 sirve. A conseeuencia de esto

Ia CÚmara aconló que el señor diputado no podia hablar


sobre esa cuestion.
Hoi se ha promovido nuevamente Ia. mlsma cuestion
aeerea de 1a conducta del señor Obispo, i he querido oir
sin eontradeeir al señor diputado todo 10 que ha dicho a
este respecto, por consideracion al mismo Obispo, porque
si yo hubiese redamado cl ónlen, se habría creido que el
Obispo era indigno del cargo que desempeña, i que yo recla-
maba para que laCámarano oyese 10 queeontra él sedccia,
La Cåmara ha 'oido ahora 108 dos cargos que se hacen
al señor Obispo. Primero: que dumnte la visita percibió
en dereehos parroquiales la suma de 16 0 20 mil pesos,
-13-
110 recuercloexactamente la suma que se ha dicho; i segun-
do, que no tiene familiares.
En cuanto a 10 primem, debo decir que el Obispo eje-
èutó una cosa mui laudable al hacer esa visita; que la
cjecutó sufriendo mil pri\'aciones, mil penalidades, pues
llegó hasta aquellos lugares a que no era posible llegar sin
padecer gmndes incomodidades. Mas diré, la ejecutó sin
recibir aus,ilio alguno del tesom púhlico, como 10 han reci-
bifio otros Obispos.
Cuando el Arzobispo de Santiago ha visitado su diócesis,
ha recibiclo ausilio del tesoro, miéntms que el Obispo de
Concepcion ha hecho la visita a su costa; i adviértase que
no tiene la renta íntegra que Ie corresponde, porque ha
cedído jenerosamente para la fäbrica de su iglesía mil pesos
anuales de esa renta.
Si percibió algo de clerechos parroquiales, no 10 gé; pero sí
sé que 10s Obispos tienen faeultad para pereibir ciertos de-

rechos en la visita. Con todo, me inclino a creer que no ha


percibido nada, i me fundo no en datos, sino en la conducta
jeneral del Obispo. Sé de un modo positivo que en otms
épocas en que la provincia de Concepcion hasufrido gmnc1es
calamic1ac1es, c1 Obispo espontáneamente ha hecho grandes
Jimosnas a los pobres, i de aquí mismo, de Santiago, Ie han
l1evac1o cantidades considerahles para socorrer a aquella pro-

vincia.. Ahora, pues, un Obispo que hace tales cosas, no creo


que fuese a hostilizar a los pobres para lienal' sus areas. Lé-
jos de esto, sé tam bien que en la visita sUl11inistró ausilio
a varias parroquias que encontró destituidas de ornamentos

i cle todo 10 necesario para el eulto. Esto es cuanto sé sobre


e1particular.
En cuanto a los familiares, me parece que e1 señor Obispo
no los tiene; pero yo no miro a los familiares como d señor
diputado. No es el modo de formal' un dero el tener fa111i-
liares. E1 clem se forma en el Scminario bajo ciertas reglas
-q-
comul1es, bajo la instruccion de ciertos profesores. Los fa-
milinres no han pasado nunea de tres 0 cuatro jõvenes que
neo01pañan al Obispo i que no tienen más ohjeto que dar
eierta dignidac1 a su persona. Si no 10s tiene el de Concep-'
cion, esto no se Ie puede haccr un cargo.
ell'

~o he oielo, pucs, otra co sa respccto al obispo de Con-


cepcion, i aun csto e1 señor diputaclo no 10 nfìrma ell' un
modo positivo, ni dice quc lc consten los datos que ha
ohtenido, al ménos no tiene 1tI1H conviccion plena de S11

,'enl ael. .

.\.hora pregunto yo turno, ~es lícito enuneiar pOl' via


a l11i

ell' pregunta en una Cámara una falta ell' un cmp1cado euan-

cia no sc estÚ cierto de e1la? ~No clebc el señor diputado

een':1orarse de S11 venlac1 Úntes de haeer mérito de eUa? El


ahrir solo diseusion sobre 1a eonducta c1cun el11pleado parc-
el' que cmpaña su rcputaeion. Si se dice: 1a eonducta del
el11pleado tal tiene faltas, no ticne Ins elH1.1ic1ades que debe-
ria tener, sin poderlo afirmar tle un modo pos1tivo, ~no
reeibiria una verdadera ofens a ese empleado? Si esto suee-

con un empJeado eo01un, me pareee que lrt ofens a sería


ell'

mayor euanc10 se trata ele un obispo, que es una de las


mayores dignidacks que tenemos.
Se ha eoneluido haeiendo dos preguntas. La primera es
si el Gobierno se creia eon faeultac1 para haecI' inforJna-
ciones suhre la conducta ell' un funeionario euandu ésta
no fuese justifìeada. Respondo que sí, que tomaria infor-
maeiones. Pero si se pregunta ~cuÚl seria (lespues la eon-
elucta elel Gobierno? respondo que el Gobierno no pl1ede
determinar una norma a este respecto. E1 mismo asunto
fijaria la conducta que dcbiera scgl1ir eI Gobierno. Si el
fl1neionario hubiese cometielo delitos graycs, no se proce-
deria elel mismo modo que si los c1elitos f1.1esen lijeros.
En segundo lugar, se ha preguntaelo si e1 Gobierno se
creeria facultaelo para suspcnder a un empleac16 euando
~
'5-
-

éste hubiese perclido la opinion. Respondo deeididamente


que nó. Yo no prOl:ec1eria nunea contra un Obispo por-
que se despopularizaba.
Esto de despopularizarse tienc mueho que vcr. Si por
despopularizarsc se entienc1e percler la opinion de tres 0
Ctwtro homhres que sc lTeen representantes de toclos los
demas, porqne meten mas bulla, 0 pOl'que tienen alg'una
mas intn:pidez, digo que esto no es despopularizarse. Des-
popularizarse es perder la opinion de aquellos hombres
sensatos que ennoeen las cosas i las apreeian en su ver-
dnc1ero ,'alar:
~Pero eómo conoeer, sei1or, euando un hombre ha penlido
esta opinion? Seria preciso a veriguar 10s heehos que se 1a
habian en~~jenado, i entónees se procederia contra él, no por-
que habia perclido la opinion, sino por los de1itos que se 1a
habian hecho percler.
En todas partes es respetable In opinion, pero entre 110S0-
tros es mé110S respetable que en otras partes. La opinion
en Chile es mui \'<Iriable, sei1or. En Chile se respcta hoi una
cosa i mni1ana se la cree peljudicinl; hoi se proe1nman eier-
tos principios, i mai1ana "Îenen otros a ocupar su lugar. Por
10 demas, miéntras eso que lIaman opinion esté sujeto acier-

tas influcncias que hacen ver cuÚn poco aprecinb1c es; mién-
tras no esté dirijidn en nuestro pais por la sensatez cle 10s
principios; miéntras esté sujeta Ins pasio11es de particlo,
a

estableeer como principio regulnclor de la eonducta de 10s


empleados esa popularidnd, esa opinion, seria clestruir pOl'
sus cimientos las garantias que aeuercla 1a
Constitucion.
Cunndo he dicho que la opinion no era respetable en Chi-
le, no :me he referido a nquella opinion que tienen eiertos
hombres sensatos que poco 1a manifiestan, i que pOl' 10 mis-
mo, es clifkil de conocer; me he refericlo a la opinion de ciertas
personas que solo habln11 para haeerse oir en medio de qui-
nicntos 0 mil que ealhm.
-
16 -

Me parece que con 10 dicho he respondido alas dos pre-


guntas del señor diputado.

EL SEÑORMONTT (1\1inistro del Cu/to). Diré solamente,


señor, que, supuesto que se ha reconocido que no hai cargo
que hacer a la conducta del obispo de Concepcion, que cum-
pIe con sus deberes i que no se Ie puec1e hacer reparo al-

guno, el asunto parece concluido para mí.


En cuanto a si el gobiemo puec1e 0 nó suspender a un [un-
cionario en el caSo que se ha propuesto, me parece que nó.
En otros casos, las circunstancias serán las qi.te fijen la con-
ducta al gobiemo, i por ahora me parece inútil esa a\'eri-
.

guaClOn.
Sobre todo, diré que este dcrecho de cenSltra no es lJano;
i volveré a repctir 10 que
ya he dicho, esto es, que solo he
entrado en est a discusion pOl"que creí que con ello vindi-
calm al Obispo.
LEGACION AROMA
DISCUSION DE ESTA PARTIDA DEL PRESUPUESTO

(Sesiones de la Cámara de Diputarlos'de IJ de Agosto de 1845)


IIi
Del personal propue,.to por el Gohierno para formar la oficina
de cst a legaeion, Ia eomision de presl1pl1cstos snprimió cl sccretario
i dos adictos, ecol1omía de 4,200 pesos, 3,000 snelc10 del primero,
i 1,200 snclc!o de éstos.

EI dipnta(lo don Rafael Larrain Moxó, miemhro de In comision,


sostn YO eI infonne.
La Cámara restableeió el puesto de seeretario.

HI. SEÑOR Mowl"!' (l'vIinistro de Relaciones Esteriores).


Entre las reform as hechas por la comision en esta partida,
la ménos admisible me parece la supresion del cmpleo de
secretario de 1a legacion. Esta es una plaza neeesaria, tanto
porque en Europa seria mal visto que esta legacioll carecie-
se de secretario, como pot"que éste tiene funciones reales i
efecti\'as que desempeñar.
Pareee, pues, inútil que me detcnga en hacer vcr 1a con-
venieneia de que la legacion 11cve un secretario. POl' cons i-
guiente, ereo que debc quedar el sueldo del seeretario tal
como estÚ fìjado en el proyecto de presupucsto.

EL SERfJR (Ministro de ReJaciones Esteriorcs).


lVIO:\TT
La lei que detcr1llina la renta de las legaciones no ha aten-
dido (mica i cschtsi\'amente alas neccsidades de cllas, sino
que ha tenido el1 considcraeion la convenieneia de que va-
ntl1 algunos j(n'enes para que se instruyan, para que co-
2
-

18-
110zean esta carrera del servicio púh1ieo en que empeza1nos
a
entrar, i puedan ser {ttiles al pais.
Realmente, un secretario, un ofieial i cuaho adictos, no
podrán tener muclws oeupaciones en la legaeion; pero por
las observaciones que he heeho sobre el aspeeto hÐ;io el eual
ha de mirarse la 1egacion, me pareee que recompensaria
suficientemente los gastos que cl Gobierno hiciem.
En cuanto al ofieial de leg-acion, aunque creo que no es
de tanta neeesidac1 como el secretario, no pOl' eso dejo
de reconocer que seria con veniente que fuera un jóven de
conoeimientos, con nociones sol)1'e esta materia, i no uno
que carezca de 1a preparacion l1ecesaria.
Sobre todo, señor, la utiIidad de las cosas no debe me(Jir-
se únicamente por su provecho inmec1iato; c1ebe atendersc

tam bien alas eonseeuencÌas que de ellasresuIten; i bajo este


aspecto creo que 10 mas que se va a ilwertir en la lcgaciotl,
será superabundantemente recompensado por las ventajas
que el pais obtendrÚ en 10 sncesivo.

EL MONTT(MinÎstro de RelacÎoncs Estcriores). Ln


SEÑOR
lei vijente, lei de cuyo cnmplimiento no podria escnsarse el
Gobierno, dispone que una legacion que va a ser c1esempe-
ñac1a pOl' un ministro plenipotenciario, 11eve consigo un sc-
cretario, un oficial de legacion j cuatro adictos. El Gohierno,
pues, al formar el presnpnesto debió fonnarlo con <\lTeglo a

la lei: si la lei corresponde juzgarJo al Congreso, no


es loca,

aI Gobierno. I a 111i modo de vcr, In lei no es infunc1nda; es


no solo útil, sino eminentemente necesaria.
En el dia no tenemos mas que dos legaciones, una en Eu-
ropa i otra en Améri(a. Nnestros negocios creecn, se csticn-
den, i cada dia se irá haciendo mas convcniente acrcditar
algunos minish-os, ya en Europa, ya en América; i no con-
viene qne estos cargos sean desempeñados pOt' personas qne
no tengan conocimiento de las pr{tctieas (1iplomÚt1cas, por-
19-
-

que en estas materias debe darse importancia aun al cono-


cimiento de las etiquetas, que acaso parecerá insignificante,
pero que es necesario para proceder con acierto.
~No debe el Gobierno ir ec1ucando a estos hombres para
poder eehar mana de e110s cuando l1egue la ocasion? ~No se
costea una academia para sacar de e11a buenos militares?
~No se costean cscuelas para que la juyentud que en cllas se
educa 11egue a ser útil al pais? Pues bien, una legacion con
sus adictos cs la cscueIa de dOllc1c deben saearse 10s hom-
bres que han de figural' en la can-era diplomátiea.
Léjos, pues, de ser inútiles estos ac1ictos son de 1a mayor
importaneia, ni es supérfluo cI gasto que sc va a haecr, pucs
como ya he dicho, debe repntarse snficientemente recompen-
sado pOl' las vel1b0as que resultarán al pais.
V oicontraenne ahora a la indicacion que hice.
a

He pedido a la Cámara que tenga a bien incluir e1 sue1c1o


del sccretario en la partida, ya pOl-que las lcgaciones clesem-
peñadas pOl' un ministro plenipotenciario cleben llevar un
secrctm-io, uso a que se confol-man tanto los gobiernos rieos
como 10s pobresi ya porque en cualquiera legaeion puede su-
ceder una desgracia, pOl' ejemplo, que elministro se enfermc .

o muerai en esic easo, a faltard sc'cretario, no habria quien

tomasc a S11 cargo 10s negoeios ni quien diese cuenta de e110s

al Gobiemo.
Estas mismas reflexiones pucden aplicarse mas 0 ménos
al oficial dc la leg-acion, pues éI tiene tambicn funciones pro-
pias que dcsempcñar,
En cuanto a 10s adictos, puede la CÚmara detenninar 10
que Ie plazca. No insisto en que vayan, i esto pOl' una razon
especial: porque I~oma no es c1 punto mas ac1ecuado para
la ec1ucaeion diplomática de 10s jóvencs. Si 1a legacion fuerc
a
otro pais de Europa, entónccs sí CJue seria lleccsario cl el1-
vío de estos jóvcnes.
\

INSTITUTO NACIONAL
UNIVERSIDAD

DISCUSION DE ESTAS PARTIDAS DEL PRESUPUESTO

(Sesíones de la Cámara de Diputados de IS i 22 de Agosto de 1845)

Se consultaban d primer establecirniento 30,650 pesos,


para
14,000 para cJ
segundo.
[mpugnó 1a pril11era partida el diputado don Santiago Gandari-
lias, dieiendo <Jue la instruccion superior dehia costearse a medias
cntre el Estado i 10s estudiantes, que 1a eeonOI11Ía que de ésto rc-
sultase podria inerementar con provecho 10s fon<los de la instruc-
cion primaria; dijo tambicn que los diplomas profesionales fOl11en-
taban 1a ernpleomanía.

La eomision inforInante del presupuesto sl1primía en 1a segunc1a


partida cI sucJdo de ]os cl11plea<los superiores de ]a Universic1ad;
sostn \'0 esta supresiolI el diputac10 don H.afacl Larrain Moxó,
l11iem bro de la comision.
EI dil'utado don José Victorine! Lastarria olJservó que se habian
mandado entregar a 1aeaja universitaria, i se rctenian en ésta, 108
rondos destinados a premios de obras, sin que hubiese llegado e1
caso de cladesi!lversion.
En 1a Última <Ie sus con testaciones d seilOr MonU a1uc1ió a un
proyecto de modifìcacion de 1a lei orgániea de 1a Universidad, re-
cientemente presentado a la CÚmara.
La Cámara aprob() las dos partidas tales como las propuso c1
Gobierno.

EL snÑOR MON'!"!' (lVfinistro del Interior). Las pocas pa-


labmR que he oido son, a mi juicio, c1 mejor argumento en
-
21 -

favor de lo que se quiere atacar. Se ha clicho que prot~jer efi-


cazmente la cducacion superior 0 científica, es abrir el cam-
po los empleos. Pues bien, si csto se consigue, me parecc
a

que será conseguil" cuanto puede apetecerse.


Si tal resultado se obtuviese, él seria 1a mejor apolojía de

la partida que impugna; seria a1canzar con esta partida


se

un resultado superior a 10s saerificios que e11a impone.


Por desgracia, no tenemos en e1 pais mas que un solo es-
tablecimiento en que se da esaedueacion, al que coneurre un
número reducido dejóvenes; i dtodavíase quiere impedir qne
10s jóveneshagan en él gratuitamente sus estudios? dNo ha
de estar abierto a todos en medio de la necesidad de instruc-
cion que por todas partes se nota? dSe habrá de tomar en
cuenta esta necesidad solo con los que tienen medios 0
co-
modidad para llegar a formarse?
Si nuestra sociedad estuviese tan adelantada que poseyese

un excedente 0 sobrante de hombres preparados, poclriamos


entrar avcriguar si seria convenientc adoptar la medida
a

que se pretende. Pero en el dia hai una carencia manifiesta i


conocida de hombres instruidos. dEn qué ramo puede decirse
que no hai escasez de ellos?
Sobre todo, señor, dcuánto es 10 que destina el Gobierno
para protejc1" csta educaciol1 gratuita superior? dSon acaso
doscientos mil pesos?
Esta proteccion que el Gobierno presta a la educacion es
para fomentar tanto la primaria como la superior; i yo no
veo que de la necesidad de fomentar la educacion primaria
pueda deducirse argumento para que no se proteja Ia supe-
rior. Con mana tan liberal debc ocurrir e1 Congreso a la
una como a la otra.
Ninguna instruccion es de influencia tan inmediata para
el pais como ésta de que tratamos, i supongo que sobre
esto hai un convencimiento formado desde que 1a partida
es repeticion de la eonsu1tada en presupuestos anteriores.
22-
-

Me abstengo, par ahara, de hacer mas ohservaciones a

este respecto.

EL (Millistro de! Interior). Incidental-


SEÑOR Mox1''l'.

mente se ha tocac1o un hecho grm.e que podria desde lue-


go d~jar mala impresion en la Cámara, esto es que en eI
año pasado se han gastado cincuenta mil pesos mas que
en los anteriores. Cuando se presente la euenta de gastos
i se dé
razon de las entradas de la tesorería nacional, sc
formará un juicio exacto del heeho.
Desde luego, me permito hacer dos observaeiones. Es In
primera que entre los gastos hechos hai much os accic1enta-
les, como par ejemplo, los de la cárcel penitenciaria, que no
deben mirarse como uno de aque1los gastos norma1es. La
segunda es CJue en los presupuestos, si se atiende alas can-
tidac1es autorizadas, se ve que aparecen en e1los ciertas
partidas estraordinarias dcstinadas a tales 0 cua]es ol~je-
tos, las cuales si no se invierten, vueh'en a ser rejistradas
en el presupuesto siguiente.
Esto es 10 que sueede.
c1iré
Pero dejando esta cuestion para despues, alga sabre
c1
asunto principa1.
EI objeto del proyecto, pensamiento del Gobierno con
a e1

relacion a los profesores del Instituto, ha sic10 aumentarles


la renta. Quinicntos pesos es la que actual mente gozan los
profesores del Instituto, i esto, sin c1istincion de ramos ni
de eiencias, porque 10 mismo se paga al que enscña 10s pri-
meros rudimentos de un ramo como al que cnseña una eien-
cia superior que supone mas conocimientos.
Semejante cstado de casas orijina gravísimos males,
sicndo uno de ellos la instabilidad de los profesores, P01'-
que no puede conseguirse que uno mismo desempeñe par
much a tiempo una cátedra, 10 cual es pçliudieial aun al
buen órden de la casa.
23-
-

En vista de esto, determinÔ el Gobierno, can acuerdo de


]a Universidad, dotar a los profesores de ciencias con mil
pesos, i los de humanidades con ochocientos. Mas, esta
a

nueya renta no se les da de un modo gracioso; se les impo-


ne tambien nuevas obligaciones. Se disponc que un mismo
profesor atienda ados 0
mas ramos, segun la analojía que
entre cHos hubierc. De manera quc si pOl' una parte se da
l1ue"a renta a estos emplcados, par otra se obtienc una
ycn1adera economÍa. Tal es e1 fondo de1 pensamicnto del
Gobierno.
En euanto a premios, señor, léjos de favorecerse a los
profesores, se les ha pctjudicado. Estaban en posesion de
un premio que se ks daba por sus años de servieio, i este
premio ha sido notablemente c1isminuido pOl' el Gobierno.
AsÍ, pues, para la mcjora de la enseñanza que se da en el
Instituto, ide la renta de sus profesores, es la cantidacl que
c1
se consulta en proyecto dc presupuesto.

Er. SEÑOR MONT'!' (Ministro del Interior). Se ha desea-


do saber poco há si ha pasado a 1a tesorería universitaria
la cantidad asignada a premios de obras en este año. Qui-
zas se haya dado alguna provic1encia sobre esto miéntras
yo desempeñaba Ministerio de Instruecion Públiea, i si el
e1

eonoeimiento de este hecho es de interes para la presente


discusion, èn la sesion próxima poeJré satisfacer a la Cáma-
ra. POl' ahora no recuenlo bien.
.

Desearia saber, señor, si se quiere tener conoeimiento de


esto.

Er. SEÑOR MONT'!' (lvIinistro del Interior). El señor Minis-


tro de IÚstrueeion ha dieho que desde que desempeña ese
cargo no ha pasado esta cantidac1 ala caja universitaria.
Yo, por mi parte, me refiero a una época anterior; si ha
24-
-

pasado, acepto In responsabilidad con todas sns conse-


.

cuenClas.
En 1a sesion próxima podré decir a la Cámara si esa can-
.

tidad ha pasado 0 nó.


Ya qne he tomado la palabra sobre este asnnto, voi a

espresar mi opinion sobre la partida referente ala Univer-


.

sidac1.

Ningnnas de las modifÌcaciones hechas porIa comision en


el proyecto de presnpnestos, ningnnas me han parecido mas
desnudas de fnnelamentos qne lns relativas a la Univer-
sidad.
He tratado de investigar e1 espíritn de la cOl11ision, de
descubrir su verdadero pensal11iento, i he a1canzado a con-
vencerme ell' qne no es el de una venladera economía, sino
e1de destruil' nn cnerpo que es sumamente útil.
Se ha qnerielo ahon-ar una peqneña cantidad pOl' año;

pero esta economía tal como la comision de presnpnestos


la propone, aunqne parezca en sí de poca importancia, no
10 es atendidos 10s
resultados qne ella traeria, pnes no po-
dria ménos qne estingnir completamente la Universidad.
Creo qne la admision del proyecto ell' la comision prodnci-
ria infaliblemente este mal.
dEs inútil acaso la Universidad? dLa considera pe1:1udi-
cialla comision de presupuestos? Ni una sola palabm se ha
dicho en este sentielo, ni creo que sea fácil decirla.
Las funciones de la Universidac1 tienen nna importancia
tan manifÌesta que seria supérfluo entmr a demostrarla.
La. Universidad, qne está encargacIa de dirijir la educacion
en toda la República, porqne la lei Ie confia la superinten-
eleneia de todas las casas ell' enseñanza, es una de las majis-
,

traturas qne naturalmente mas dehen inflnir en la prospe-


ridael nacional.
Nnestra ec1ucacion p(tblica, qne de algun tiempo a esta
parte comienza a tomar algun incremento, no puede ménos
25-
-

que estar con11aòa a una corporaeion especial como la Uni-


versiclad.
La materia en que esta eorporneion emplea sus tareas es

vasta í caòa vez 10 será mas a meòída que la edueacíon


.

se

propague en la Rep{tblica. Sus tareas Ilegarán a ser tan vas-


tas í tomarftn tal amplítud, que en la forma en que está
actualmente constituida no alcanzará a desempeñarlas.
No quiero entrar toda\'Ía en pormenores; pero pregúnte-
se cualquiera lqué c1ebe hacer esta corporaeion para atender
en todo el pais ala instruccion pública? Se eontestará que
son muchos sus deberes i que no puede desempeñados así
como pOl' pasatiempo í sin compensaeion alguna.
Se dice que algunos de 10s empleados de la Universidad
tienen otras rentas, otros empleos remunerados, i de ello se
deduce que no debe dárseles recompensa por 10 que allí tra-
bajan. Pero tam bien se ha observaclo con exactitud que
puede Ilegar el caso de que individuos que no tengan otra
renta, sean llamados a ~jercerestos destinos; i tambien el10s
servirán gratuítamente?
lPuede presumirse que emplcados que no gozan rent a al-
guna, Ö que solo tienen unacompcnsacion tal que no ~tlcan-
ee ser un estímulo, se contraerán al cumplimíento de sus
a

deheres con todo aquel empeño i. cuidado que de suyo re-


quieren los trahajos de 1a Universidad? No es po sible exijir
cosa semejante.
Por otra parte, las asignaciones de la Uníversidad son
sumamente moderadas. Mil pesos no mas recibe cad a uno
de los deeanos, i el rector mil quinientos. EI trabajo perso-
nal, la asisteneia constante, no están compensadas con
tales sumas.
Pero ha proeedíòo, señor, con tantos escrúpulos al
se

tratarde las cosas universitarias, i se lasha mirado con tan


mala voluntaò, que aun los procedimientos mas laudables
de este euerpo, han sido considerados dignos de censura.
-26-
Ahora digo yo, señor, lhabrá moti\,o para deseonfiar del
huen uso que dé Ia Universidad alas eantidades que se de-
positen en sus areas, eonoeiéndose Ia eserupulosidad con
que siempre ha proeedic1o en su inversion? lPuede c1uc1arse
de que proeederá 10 mlsmo en c1
año yenldero?
Yo no quiero, señor, estendenne en esta cuestion; conoz-
co que la Cámara no está tam poco en el caso de entrar al
fondo de el1a, pues está pendiente c1
proyecto que propone
modificar la lei en que se funda la partida que discutimos.
8i alguna vez he deseado que 1a Cámara se orupe con
hrevec1ad en algun asunto, es en el presente caso, pOt'que
creo quc dejar pendiente este pro)'ecto, es dejar en estacIo de
incertidumbre Ias funeiones de Ia Uni\'el'sidad, es amenazar
su existencia; i esta amenaza hecha pOl' el mismo cuerpo que
la creó, c1ará a entender que no ha correspondido a 10s fines
de su institucion. A semejante cargo, la Universidad poclria

contestar de una manera l11ui satisfactoria.


DE LA CONTESTACION
DE LAS CÁMARAS AL DISCURSO PRESIDENCIAL
DE APERTURA

(Sesiones de la Cámara ,Ie Diputados de 3 ,Ie Junia de 1~46 i de 7 i 10 ùe Junia


de 1~4~)

EI diputado don J oaqtlin Campino obseryó qtlC no cstimaba pro-


pia de nuestro sistema de gobierno Ja costumhre de que las Cá-
maras eontestasen al disct11'SO con (lIle elPresidente de laRepÚbliea
inaugura las sesiones del Congreso; citó en apoyo de Stl opinion el
ejemplo de los Estados Unidos, donde tal eostumbre mantenida du-
rante la presidencia de Wasbington, ftlé abandonada en la de
Jefferson.
El señor Ivrontt, Ministro del Interior, demostró la eonyeniencia
,

de conseryar la prÚctiea establecida.


EI set10r Campino habíase limitadu a espresar una opinion que
tenia manifestada en lejisJaturasanteriores, sin f01"1nularindicacion
alguna.

EL SEÑOR :NION1'1' (Ministro dcl Interior). Yo eneuentro


una utilidad real i efectiva en las eontestaeiones que 1as
Cámaras dan a1 discurso quc e1 Presidente de 1a RepÚbliea
les dirije en su apertura.

En estas eontestaeiones las Cámaras manifiestan su opi-


nion sobre ciertos puntos culminantes de gobierno que cl
Presidente toea en su mcnsaje, sobre ciertas medidas impor-
tantes que se hall tomado en el receso de 1a 1eji.s1atura. Es
un juicio, por deeido así, que sc abre sobre su conducta ad-

I
-

28-
ministrativa, juicio en que se conoce la opinion del pais es~
presada por medio de sus representantes, i que sirve mucho.
al gobierno para arreglar su conducta i dirijir sus proccc1i-
mientos.
8i la contestacion algunas palabras de mera
se reduce a

fórmula, ciertamente que cs un proccdimicnto inÚtil; pero


si ella se propone un objeto tal cual he indicac1o, su conve-
niencia es innegablc.
Para mí cjemplo de 10s Estaclos Unidos no es adap-
e1

table al caso prescnte. En 10s Estados Unidos 10s ministros


no presentan mcmorias alas Cámaras, por consiguientc el
mensaje del Presidente de la RepÚblica es la memoria de to-
c10s 10s ministros.
Al1í el Presidente en su mensaje propone proyectos, indica

medidas, en una palabra, hace 10 que las memorias ministe-


ri~t1es entre nosotros i en todos 10s paises en que se acos-

tumbra presentarJas. No podria, pues, la cámara de Esta-


dos Unidos dar de pronto una contestacion sobre todos 10s
pormenores indicados en el mensaje del Presidente; i se con-
trae, por tanto, a meditar cada punto pOl' separndo pasán-
dolo a sus respectivas comislones.
En las monarquías se presentan 10s mensajes anombre de
Ios ministros, i no a nombre del rei, que es in violable: así es
que en las contestaciones siempre se discute si tal 0 cual
providencia, si tales 0 cualcs ados son ajustados a la lei,
porque si el rei es inviolable, 10s ministros no son irrespon-
sables; en fin, Se sabe por el mensaje si ha proccdido bien 0
mal el funcionario a cuyo nombre sc presenta.
Hai otra tÜilic1ad en estas contestaciones. El Presic1enté

llamaen su discurso la atencion de la lejislatura hácia ciertos


puntos sobre los cuales pueden formularse proyedos que lle-
var cabo; i segun sea 1a contestacion de las Cámaras,
a

.
podrá el gobierno obrar 0 nó en cI sentido indieado.
No alego en este easo la costumbre CJue se ha ohservac1o
29-
-

jeneralmente de dar estas contestaeiones, porque ella nada


valdria sino hubiese alguna razon de conveniencia para
conservarla, como yo creo que Ia hai.

Esta cncstion de ]a uti]idad dc contestar a] discurso presiden-


cia] de apertura voh.iÔ a snscitarse en 1848.
liEI Senado, en sesion de 2 de Jnnio, dice cI señor Hnneeus en sus
comentarios sobre la Constitucion, acordÔ, a indicacioll del scñor
don Andres Bello, omitir la rcspuesta al cliscurso presidencia], i pa-
sar a]a Cámara de Diputados, a indicacion de] señor donJnan de
Dios Via] del Rio, un lioficio para vcr si queria secundar ]a l11archa
de la de Senaclores."
"EI s610r Bello fundÓ sn indicacion en ]a "inntilidad de ]a res-
"puesta, cuya discnsion ocnpaba dins consecntivos sin provecho
a]gnno, i en q ne 1a contestaeion a] discnrso del Presidente es una
"

costumbre pnramell te 1I10nCtrquica i nada mas que una arenga ell


"

que mnehas veees ]nehan i se encienden ]os partidos."


"

"La Cámara de Dipntados, por sn parte, en scsi 011 de 5 del


1I1ismo mes i ai'io,
nombró una comision............para qne redactara
el pro)'ecto de contestacion al discurso presideneia1.
"Con cste motivo, el señor clon .!'vI. A. Tocorna] i Grez repro-
dujo en e11a ]a indicacion hecha por c1 señor Be110 en el Senado,
sosteniénclola can razones aná]ogas a las que habian serviclo a su

autor para fnnc1ar]a.


"E] señor don An tonio Varas se opnso ala supresion de ]a res-
]>uesta, i despnes de un estenso debate sostenido en sesion del
7 del

citado mes de Junio de 1848, en que el señor Vants impugnó 1a


indieacion del señor Tocoma], i en que éste 1a defendiÓ estensamen-
te, la Cámara de Diputados resolYió. por 21 votos contra 11, "no
cOllfor111arse can acnerdo del Senado."
1.']

"En consccuencia, ]a Cámara de Diputados contestÓ en 18481.']


discurso presidencia]; i es digno de atcneion 1.'1 oficio que, defen-
d iendo esa práctica, dir~jió a] Senaclo, snscrito par sn Presidente i

Sccretario...."
Este oficio clictado por el señor Montt, i especialmente aprobaclo
]>or ]a Cámara, cot> tiene argnmentos que no fueron eonsiderados
en e1 debate.
30-
-

Santiago, lOde jlJJ1io de 1848.

La Cámara de Diputados, prestando la dehida atencion


a Ia nota de V. E., fecha G del actual, i al aeuerdo CJue
Ia acompaña celebrado par la Honorable Cámara de Se-
nadores para omitir en 10 sueesivo las eontestaeiones aJ
c1iscurso de apertura; hahiendo detenic1amente discutido
las razones en que el meneionado aeuerdo aparece fund a-
do, ha tenido a bien resolver se continÍte Ia prÚctica esta-
hlecida, teniendo presente para e1l0 las siguientes eonsi-
deraeiones:
1.0 Que aunque la eostum bre de contestar al diseurso
de apertura no haya sido siemprc ohservac1a pOl' ámbas
CÚmaras Lejislativas ni Úntes ni despues {Ie promulgada
Ia Constitueion que hoi rije, hasta que se la ealifique de
eostumbre para que se estime convenientc eonservarla, a
10 ménos miéntras no se tema {> demuestre que ella puec1a
perjudicar de algun modo a los intereses {Ie 1a nacion.
2.0 Que si la contestaeion fuese una mera fonnalic1ac1
que no tenga, 0 no haya tenido hasta ahora (10 eual se-
ria cuestionable) ningun objeto de utilidac1 positiva, no
de aquí ha de dedm:irse forzosamente que en ac1cIante no
puec1e tcnerle en favor de la opol-tuna i sicmpre con"e-

niente manifestaeion del voto de las CÚmaras en 10 reIn-


tin) a Ia administracion de los grandes negocios del
Estado.
3.0 Que si las contestacioncs al diseurso de apertura no
tienen en su favor la práctiea de otros paises que se rijen
por institueiones repu blicanas, no es cst a una regIa tan uni-
versal que no tenga escepcioncs, i eseepeiones favorables
al espíritu de nuestro sistema, si se considera que aun
en las monnrquías eonstitueionalcs, en donde parece que
Ia espresion de la opinion pllbliea representada en los cuer-

pos lejislativos, pt1{liera estar mas restrinjida que entre


31-
-

110S0trOS, se acostumbra contestar a los discursos del tro-


no; orijinánelose de estas contestaciones en muchos casos,
saludables i pacíficos cambios en la poHtica de naciones
mas adelantadas i mejor consolidadas que la nuestm.
Aelemas, In Cámnra ele Diputaelos ha tenic10 presente al
fijarse en esta consic1l'racioll, que en los paises rl'publica-
nos en elonele se acostumbra no contestar al c1iscurso ell'
apl'rtum, como en los Estaelos de Norte América, pOl'
ejemplo, se tienl'n otras prácticas que l'n l'l sl'nticlo ell' Ins
interl'sl's públicos suplen por 1a contestacion; i que, mién-
tras aquellas prácticas u otms análogas no se hallen es-
tablecielas, 0 no se proponga introducirlas l'n los cuerpos
lcjislativos chilenos, seria ayl'nturaelo ahandonar 10 que
ningun inconveniente que merezea notarse, ha presentac10
hasta ahora.
4.0 Que aun cuanelo sea efecti vo que sin las contestaciones
al eliscurso de apertura tienen sil'mprl' c1 Congreso i las CÚ-
maras la facu1tael ell' espresar al Gobierno su modo de pen-
sar i sus votos sobre cualquiera c\l' los ramos del sen'icio p{t-
hlico; sin embargo, sl' ha ohservado hasta 10 presentl' que
el usa de l'sa facultael 11a l'stado circunscrito a] tiempo i al

motivo oeasional contl'star al Presidente de ]a Repúbliea


ell'

cl discurso en que da euenta ele su administracion. I sienclo


esta facu]tad eseneia]mente constitutiva ell' la sobcranía
naciona], toelo 10 que contribu)'e a elebi]itar ]os resortes de
Stt accion (como pueele acontecer omitiéndose ]as contesta-
ciones ele las Cámaras) ohradt siempre en mengua ell' esa
soheranín que c1 cuerpo ]ejishtti\'o es encargaelo ele eon-
servar.
Entre las \'arias consideraciones que, ademas ell' ]as es-
puestas, se tuvo prcsentes al tiem}Jo ell' la diseusion, mcreee
atcneion especial ]a ell' que cacla una ele ]as CÚmaras ]ejisla-
tivas, en el único caso de eontcstar el discurso dc apertunt,
ohra Ü1Clependientemente i sin sujccion al voto de]a otm,
3:2-
-

10cual pucde producir la vcntaja de que no sean estériles i


de todo punto inútilcs 10s votos de una de elias, si ocurrc
que no pueda conciliarse la armonía en la opinion de las
dos salas cuando se hate de la aprobacion 0 desaproba-
cion de la conducta del Ejecutivo.
Tal es el aspecto bajo el cual ha sielo considerado el asun-
to por la sala que tengo el honor de presidir.-MANuEr.
MONTT.-Ramon Renjifo, Diputado-secrctario.
CONTRIBUCION
A BENEFICIO DE LOS FONDOS MUNICIPALES
DE LA SERENA

(Sesi"n d~ la Cámnra de Diputa(los de 15 (Ie Junio de 1846)

I-Iahin invitndo cI gohiel-11O a las 1l\tltlicipa1iclacles de In H.cpúlJli-


ca proponcrlc 10s 1l1c(lios de anmentar sus escasas rentas con cl
a

tin de que pudiernn mejorar i estender los scrvicios locales, impcr-


redos i reducidos a pocos nlmos en unas ciuc1ac1cs, i casi nulos en
otras.
La mUllicipalidad de Ia Scrcn:1, cuyas cntradas solo Iwhian I1cga-
do a 21,000 pesos en 1845, pielió eI establccimiento de una con tri-
lJucion de uno i dos reaIes sabrc cada carreta que mas a ménas
.
cargr\(1a entrasc rt la eiuda(l 0 saliese de ell a; i que d antigno im-
pllcsto de medio real que sc colJraba por carga de muJa. sc esten-
diesl' ell ('1\'01' C!,. (,lIn 'l1iSl1lfl s"IJI'" 1m; J>tledos ell' Coquimbo ; dc
Totornlil1o i la pohlacion (k Andacollo.
EI proyeclo del I'rcsidente de Ia !{cpÍ1b1ica que propuso la erca-
eion de csos dos impuestos, fué aprobac1o eon Ie\'es modificaciones
por la C{l11Jara de Diputados despues de scr discutido entre los se-
ñores Alcalde (don ì.Vbnuel), Lazcano, Reyes (don Ignacio), Varas,
Ministro de Jllsticia, i ì.Vlontt.

SL SE~OR MO:-<TT (lIIinistro dcl Interior). La 111unicipa-


1idad de 1a Serena ha pcdido e1 establecimicnto de una con-

tribucion sobre bs canetas que entren 0 saIgnn de los pun-


tos que se designan en el mcnsaje pasado pOI' e1 Presiden-
te de 1 a Repúhlica, solicittH1 que no sc estiende a
gravar
,

.)
34-
-

las earretas que trafican en los diversos "lugares del de-


partamento. Limitada, pues, a 10s para.jes inòicados, deja
alas canetas libertad de traficar sin contribucion alguna
pOl' 10s puntos no comprendidos en esta lei, porque seria
sumamente molesto i gravoso a los particulares tener que
ocurrir a 1a cabeeera del departamento cada vez que qui-
siesen poner en ejercicio alguna caneta, a solicitar el perl11i-
so 0 la patente, como se ha indi~ado en la Cámara.
Esta especie de c1iticultad, csta traba seria demasiado per-
judicial a los intereses industriales del departamento, i pOl'
otra parte mui poco í1til los ingresos de In corporacion,
a

pOt"que una patente no puedc ménos que ser mui moderada


i producir, pOl' Ia municipalidad mucho ménos quc
tanto, a

10 que pudiera producir, i produciria, en efedo, el derecho


que ella solicita que seestablczca sobre las can-etas que en-
tren 0 salgan de la poblacion.
Debe tenerse presente que la municipalidad no ha pedido
este derecho como indemnizacion del peljuicio que las ca-
n-etas ocasionan, sino como un medio de aumcntar sus
ingresos; i así como p11(10 haber pedido UI1 derecho sobre
10s fundos sobre los funclos rÚsticos, 0 e1 esta-
urbanos 0

blecimiento de alguna otra conÜihucion, ha eseojido ésta


guiada por el ejemplo de 10 que se aeostumbra cn otms
puntos de In Repúhlica. Comprendo, pues, que elmedio pro-
puesto pOl' la municipalidad es ménos pelj!Hlici~t1 que el
otro arbitrio que se ha inc1icac1o, i tambien mas útil, porclue
produce mas ingresos a los fondos municipales, que no po
elria producir la providencia que se quiere sostituirle.
En C11anto a 10s dispenclios de
la recauc1aeion, no ereo que
haya ventaja en la eOl11paracion que se pudiera establecer
entre ámbos medios. La l11unieipalidad no solamente quie-
re gravar las eanetas, sino tambien los efedos que entren
conducidos a 10mo de animalcs. Si fuese, pues, necesario
mantener reeaudadores para que pereiban estos dereehos,
35-
-

si esta clase de derechos no puede exijirse pOl' medio de una


patente, el mismo sistema de recaudacion, Ios mismos me-
dios empleados para un easo, pueden adoptarse para e1
otro. No puede deeirse que hai mas dispendio en adoptar
el pensamiento de Ia municipalidac1 que el otro que se ha
propuesto.
Respecto de Ias medidas locales que afectan a Ios intereses
de ciertas porciones del territorio de determinados depar-

tamentos, para proceder con acierto seria prcciso conocer-


Ios mui de cerca, i haber estudiac10 mui atentamente sus
interescs particulares para estar al cabo de 10 que es mas
eonveniente, 0
mas perjudicial.
EI gobierno, no eneóntI-ando en la solicitud de Ia munici-
palidadnada ilegal, nada que arrojase la idea de algo per-
judicial al público, Ia aeojió persuadido de que esta corpo-
racion tenia necesidad de incremental' sus rentas, i de que
el medio propuesto conducia a este fin.
J uzg-ando en abstracto sobre esta materia, obtendremos
un l'esultado contI-ario talvez al venladero que se persigue,
i hasta calificaríamos de inútil el ohjeto de la contribucion;

pero el juieio de Ia municipalidad de la Serena, de esa cor-


poraeion tan conocec1ora de los intereses del departamento,
c1ebe
ser, sin duda alguna, de gran peso para los que se en-
cuentran despro\"istos de conocimientos especiaks, locales
pOl' c1eeirlo así.
CONTESTACION
DE LA GÁMARA DE DIPUTADOS AL MENSAJE
DE APERTURA DE 1846

(Se,iones de 17 i 19 de Juoio}

EI proyecto de eontestaeion con tenia este pÚrrafo:


.
"Es un ohjeto digno de yuestro anhdo la eclebracion detratados
comereiale" con las Repúhlieas Hispano-Amerieanas. Coloeadas
por1a Providencia en un lI1ismo grac10 de eivilizaeion i poder, estÚn
llaturaJmente Jlamadas a prestarse mútllo apoyo marc\wndo de Ia.
mano en la difíeil senda que tienen que atrayesar. Difundir ideas de
sineera fraternidad entre los gobienlOs que las dirijen, estudiar sus
interests eOll1unes, ieimentarsus relaeiones sohre hasesderedproeo
proveeho, es una ohra ell1inentemente ame,rieana qllc tCl1dreÍs fa
gforia de il1iciar."
El señor Monti ohsen-ó (111e aeeptar esta últil11a frase era deseo-
noeer euanto el gohierno actual i cI anterior habian heeho para
estreehar esas relaeiones, i propuso una 1110dificacion.
Sostuvo cI proyeeto su redactor don Antonio Garda Reyes, di-
eiendo <]ue sin duda era una gloria para el gobierno de Chile el que
hubiera in terpuesto su lI1elliaeion siempre que hahian estallado de-
saveneneias entre las repíthlieas hennanas; pero que aun no se ha-
hia puesto cI dehido ell1peño en estulliar seriall1ente 10s intereses
eOl11unes de estos pueblos, en especial bajo su aspeeto eeonÔmieo, i
de a<]uí que ninguna de las euatro repÍthlieas del Paeífieo, Chile,
Bolivia, Perú i Eeuado!', Ituhiesen ee\ebrado pactos sobresu mútuo
eomereio; i por fin que los gohiernos debian fomentar 1a industria.
:-\merieana protejiéndola de influeneias exóticas.
La modifieaeion propuesta por d señorMontt, fué aeeptada por
la CÚl11ara.
-37-
EL SEXOR MmnT (Ministro de Relaciones [Esicriores).
Voi a haecr observaciones acerea de uno de 10s períodos
que conticne este párrafo, i quisiera por tanto que e1
señor
secrctario, para contraer mas la ateneion, se sirviese vol-
ver a repctir su lectura. (Se Jeyó.)
Dice este párrafo, señor: "Difundir ideas de sineera frater-
nidad entre 10s gobiernos de las naeiones amerieanas; estu-
diar sus intereses comunes, i cimentar sus re1aciones sobre
bases de recíproco provecho es una obra eminentemente
americana que el Presidente de 1a Repltblica tendrá la glo-
ria de iniciar."
Hai aquí algo que no me parece intencional en la contes-
tacion, i que sin embargo, es de importancia a mi juicio.
El conato dedifundirideas deconfraternidad entre 10sgo-
biernos americanos, el estudio de sus neeesidades recíprocas,
i e1 conato tam bien porestrechar re1aciones de amistad i de

comercio, no cs una obra que está pOl' iniciarse, ni en Chile


ni en las Repltblieas Americanas. Es una obra en la cual
se han dado ya pasos, i pasos bastante avanzados.
Como no sé si estas pa]abras han sido introducidas in-
tencionalmente, 0
nó, me escuso de hacer algunas obser-
vaeiones sobre ]a materia, hasta saber curtl haya sido el
juicio de la comision al redactar esta frase.

EI. SEÑOR MONT'!' (]\1inistro de Relaciones Esteriores).


De la esplicacion que se acaba de oil' resulta pOl' 10 ménos
que hai inexactitud en el pensamiento cspresado en esta
parte que discute.
se
Se dice que el difundir ideas de confraterniclacì entre 10s

gobiernos americanos, es una obra que está por inieiarse,


i se eonficsa materia han dado ya pasos
que sobre esta se
importantes. Digo, pues, que si esto se refiere a 10s tres ea-
pítulos espresados en la misma parte de la contestacion,
no hahrá para qué detencrse en cstc punto.
-

38-
En cuanto a 10s otros, cs dccir, cn cuanto a ci111cntar las
rclaciones sobrc bases sólidas i de recíproca utilidad que
aseguren 10s interescs C0111unes, en esta materia se han
dado tambicn 10s 111is1110S pasos que en la primera.
Sabido es que Chile ha iniciado en otro tiempo tratados
de comercio, i que, aprobados pOl' 10s gobiernos, han su-
frido despues contratiempos que no han pennitido que se
Heven a cabo. Han quedado sin efedo los tratados con el
Perú pOl' causas que seria inútil recordar en este momento.
No es, pues, una obra que está pOl' principiarsc en Chile el
estudio de los intereses redprocos dc los pucblos de la A111é-
rica del Sur, i me parece poco fundamento para suponer que
no se ha hccho este estudio 1a existencia dc tratados.
110
EI estudio que se ha hecho de los intcrcses comuncs, cl
111ismo conocimiento que se ha adquirido, las 111ismas lec-
ciones que se han recibido aecrca de csos intcrcses espucstos
alas fluduacioncs dc gobiemos no bien cimcntados, han
aconsejaclo quizas no tomar providcncias clirijidas a ce-
e1

1ebrar tratados que servirianmas bien para pcrjudicar quc


para protejer el comercio; quizas se han reservado para
épocas 111as oportunas que permitan a los principios de con-
veniencia mútua desanollar su bcnéfiea influcncia en 111cdio
de las seguridades de la paz.
POl' otra parte, la obra quc se dice que está pOl' iniciarse,
no solamente se reficre a Chile, se reficrc tam bien a todas
1as naciones de América con quienes cstamos cn contado;
i en mi conccpto, no habria tam poco
nlzon para aconsejar
que se dé principio en Chile una obra que no es nueva
a

entre nosotros ni en los demas estados dc 1a América.


POl' tanto, señor, convcncido como estoi de la inexacti-
tud del pensamiento, pec1iria que se suprimiera esta parte
del párrafo, i que concluycse donc1e dice "es una obra emi-
nentcmente americana."
39-
-

Er~ SEX OR MONTI' (Ministro de Relaciones Esteriores).


Principiaré pOl' doncle ha concluido e1 señor diputado que
deja la palabra.
La parte de la contestacion que se c1iscute dice que es una
ohra cminentcmente americana el estuc1io de los redprocos
interescs de estos paiscs, i e1
cimentarlos en bases s6lidas
func1ac1as en las mÚtuas neccsic1ac1es de los gobiernos, i al

mismo ticmpo, que está reservado al gobierno de Chile el


iniciar esta obra.
Esto no se refiere a Chile solamente, se refiere a tochls las
repÚblicas amcricanas.
Se agrega que e1 gobierno no ha verificado cstos estuc1ios

porquc 110 ha ceIebrado tratac1os. EJ haberse emprendido


cstos estudios cs un hccho. ~Por qué se nicga el hecho? ~Por
qué 110 ha habic10 tratac1os?
~I dc d6ncle se deduce la necesidac1 de que se
hagan tra-
tac1os? I~ara que se hayan estudiado esos intereses red pro-

cos, es indispensable que haya tratados? Yo dejo tambien a


la consideracion de la Cámara la resolucion de este punto.
Parece, señor, que se quiere que haya tratados que conce-
clan favores especiales. Esta es una cuestion grave, cuestion
e1
en que tal vcz no estoi de acuerdo con señor diputado.
Estos favores especiaIes, a no seren casos escepcionales, son
de ordinario funestos a la nacion quc los concede. Duc10
tam bien que pudiéramos celebrar tratados sobre esta base
con algunos estados americanos, pOl'que toc1os 0 la mayor
parte de ellos están ya ligados pOl' pactos anteriores que les
obIigan a otorgar a los paises europeos e1 tratamiento de
Ia nacion mas hLVorecic1a. EI privilejio, pues, que se nos con-
cec1icsc, se haria pOl' el mismo hecho estensivo a estas po-
tencias.
Tiene conocimiento la CÚmara de que el gobierno chileno
Ita mantenido siemprc un ministro cerca del gobiemo perua-
no. Este ministro ha tenic10 cuidado de instrnir constante-
-

40-
mente al gobiemo de todas las cosas que Ie inten.'saban re-
latinls a relaciones comerciaIcs, procurándose noticias pOl'
todos los medios posihles de cuanto interesaha al pais, tan-
to en ónlen al comercio del Perú como al de Bolivia, nncio-
nes a que se acaba de aludir.
~Por qué, pues, se increpa aI gobiemo el no haber ccle-
braclo tratados? Si con elIos se quiere dar impulso a nuestro
comercio, ha sido mas útil i condnccnte a este mismo ob-
jeto diferirlos para una época posterior, en que puedan 10-
grarse yenÜ0as mas sólidas i positivas. No es obrar 10 que
conyiene, sino obrar a tiempo, oportunamente. Dígase que
se han presentado oportunidades que no fueron apnwecha-

das, i que éstas no yoIverán presentarse tan pronto, i el1-


a

tónoes se habrá demostrado que no se conocian Ios intere-


ses del pais, 0 que no se ha sabido promoverlos.

EL SE5iOR MOKTT (kJinistro de Rc1acÎol1cs Esteriores).


.

En Ia discnsion anterior me opnse a nna parte del pálTa-


fo que se acaha ell' leer, i algnnas de las observaciones qne
hice pesaron en el ánimo del individno encargado de defen-
der proyecto de contestacion, i fueron reconocidas como
e]

instas i exactas. No tendré, pnes, necesidad de insistir en


ellas, sino tmicamente de recordar a la sala algunos pun-
tos jenerales.
.

Dije, en primer Ingar, qne Ia obra de difnnclir sentimien-


tos de sincera fraternidad entre los estados americanos, es-
tndiar sns intereses i cimentar sns relaciones sobre bases de
recíproco provecho, no era nna obraqne estaba pOl' iniciar-
se, sino qne iniciada desde mucho tiempo atms, se habia
hecho en elIa cnanto era posible esperar de las circnnstan-
cias en qne se encnentran colocados estos pueblos, de las di-
ficnltades i tropiezos en qne natural mente se haIlan envnel-
tos los ðO'obiernos nneyos, i del celo que ha animaclo a 105
.

.gobernantes qne 105 han presidido.


41-
-

habia hecho bastante en cuanto a di-


Se reconoció que se
funcEr ideas de fraterniclacl entre los gobiernos. Esta sola
e1
confesion basta para desechar artículo tal como está re-
clactado, pues a continuacion de ella se asegura que esta
ohra de difunclir ideas de f1'aternidad está pOl' iniciarse aun.
En efecto, 1a confesion que se hizo pOl' elmiembro de 1a
eomision, no fué g1'atuita, pues no puede desconocerse que
los gobiernos de Amériea han dado pasos i111portalltes en
est a materia; i contrayé.ndome p1'incipalmente al nuestro,
tam poco puede desconocerse que los ha dado tam bien i de
bastallte consideracioll. No ha habido una cuestioll grave
entre 10s gobiernos de las repúblicas hermanas, no ha habi-
do una cuestionen que Chile no haya interpucsto su media-
cion, sus buellos oficios, i todo cuanto Ie ha sido posib1e para
lIevarlos términos de paz i amistad, evitando pOl' este me-
a

clio gucrras c1estructoras que hubieran sido de fUllestas con-

secuencias. ~Podria, pues, dejarse pasar el párrafo tal como


está cOllcebido cuando en él se afinna que esta ob1'a de di-
functir ideas de fraternidad está aun pOl' illiciarsc?
Pero, confesálldose que en esta materia se Iw hecho algo,
se dice que en 10 demas no se ha heeho nada. Esta última
asereion me pareee tam bien inexacta. No ereo yo, ni nadie
puede crecr, que se haya ejecutado en este punto todo 10 que
necesitamos, todo 10 que puede apetecerse; pero tam poco
puede negarse que sc han dado, como he dicho ántes, pasos
..
de importancia. POl' consiguiente, reconociénclose 10 que ya
se ha hccho en esta materia, queda de manifiesto que la

asercion del párrafo en discusion no es conforme a Ia venlad


del objeto.

El gobierno de Chile, no solo en la administ1'acion pre-


sente, ala cual debo contraerme pOl' ahora, sino en la aclmi-
nistracion anterior, ha tenido bastante empcño en ponerse
de acuerclo con las naciones vecinas.l\1 uchas de sus medidas
fiscales están basaclas sobre este principia. Estudiando los
i
-42-
reglamentos de aduana todas las leyes rc1ativas a
rentas,
se eneontrará quc el conocimiento dc las necesidades mÚtuas
de 10s pueblos con quicncs Chile tiene rclaciones de comer-
eio, ha sujerido muchas de las c1isposiciones que actualmen-
te nos rijen.
Este eonoeimiento ha hccho tam bien que en épocas ante-
l'iores se celebrascn algunos tratados que, como c1ije cn la
sesion anterior, han queclado sin cfccto por cireunstancias
cventuales c inclepenclicntes dc 1a euestion quc ahora se
ajita. Con el Brasil se celebl'ó un tratado de comercio quc
quedó sin efecto por causas que seria inoportuno 1'efel'il' cn
este momcnto. Igual suertc tuvo cl eclebrado con c1 Gobiel'-
110 del Pel'Ú. Despucs' no se han celebrado nuevos tratados;

pe1'oyo no eesaré de insistir cn que el hccho de no haberse


cclcbrado 110 prueba que e1 gobicrno no ha hccho nada
con 1'cspecto a sus l'elaciones eOI1 los dcmas estados de Amé-
.

rIca.
Paracelebrar un tratado es nccesal'io no solo conocer las
neccsidades, 10s intereses comunes, es pl'eciso tam bien que
éstos se presenten cn tales eireunstaneias, en tal situaeion
que sc prcstcn a scl' arreglaclos por mcdio de cstipulaeiones
que les hagan seguil' la mal'eha que convicnc.
Pucde sel' mui bicn que no eonvenga cclebl'al' un pacto
en una época, i que sea mas opol'tul1o diferirlo para otra.
Ahora, pues, si se ha ob1'ado obedeciendo
csta idea, si 110
a

St.: IIn que.-ido eelebnu' pnc(;oseoll laespenu1;I:a de ohtelledos

mas favorables dcspues, ~se poclria deeir quc cl no habcrlos


celcbrado 1m siclo pOl' no haber pl'cstado atencioll a estas
matcrias?Nacioncs mui poclcrosas hai en Europa que 110 tic
ncn tratados con otms con quicncs manticncn gnl11dcs rela-
eioncs, i a sus gobiernos podria hacérsclcs la misma imputa-
l.:iol1, si fucse lkita la que se haec a Chile en cl easo prcsente.
Rcpito, pues, que es inexacta 1a ascreion que contienc cl
párrafo en debatc aplicada a caela uno dc 10s trcs capí-
43-
-

tulos a que se contrae, es decir, "difundir ideas de sincera


fraternidad entre los gobiernos que las dirijen, estudiar sus
intereses comunes, i cimentar sus relaciones sobre bases de
redproco provecho, es una obra eminentemente americana
que tencheis la gloria de inicim:."
Pero no dej aré de recordar a la Cámara otra 0 bservacion
que hice en la sesion pasada, i que creo de algun interes. El
párrafo no solamente da a en tender de un modo espreso
que está todavía por iniciarse en Chile est a obra, sino tam-
bien en toda la América. Empero, si nosotros hemos hecho
poco, no podremos decir 10 mismo de otros pueblos, i par-
ticulannente de pueblos inmediatos que habrán sin duda
promovido estos intereses del modo que han poc1ido.
Reservar a Chile la gloria de iniciar esta obra cuando en
Chile se ha promovido de talltos a110S atrás, i cuando en
otras repúblicas se habrá hecho mas talvez que en la 11ues-
i
tra, parece una asercion estraña, mucho mas siendo ema-
nada dc un cuerpo que debe ser naturalmente circunspecto.

EL SEÑOR MONTT (Mjlljstro de Relacjolles Esteriores).


La nueva esplicacion que acaho de oir acerca del pens a-
miento de la comision en el pasaje que actualmen te se discu-
te, me confinna en la necesidad de que la Cámara refonne
esta parte de la contC'stacion.
No me l)l.opongo, PO!. no [atig-ar a ]n Cámnra, seguir e]
dCS:llTol10 de In tcod:1 quc I'>C IIn CSpllCl'>to; qllicl.O l'>ol:lIlIcntc
sacar la consccucncia i reducirla a su menOr esprcs10n. Quic-
re e1 señor diputado en ú1timo término, que nosotros cree-
mos la industria fabril eseluyendo i que saque-
a la Europa,
mos de naciones )Jobres, como somos, 10 que nos falta, i
desechemos el ausilio que nos puec1e venir de naciones pode-
rosas i ricas. Para corroborar esta teoría se ha hecho una
pintura bastante triste de nuestra industria fabril, i se
ha dicho que hemos perdido con la independencia.
-
44
:-
}'ácil seria eontestar satisfactoriamente a tocIo esto
esponiendo ]as ventajas que ha saeacIo l1Uestra industria
b11jo otro aspecto. E1 desarrol1o que han tomado la agri-
eu]tura, la minería i otros ral1los que entónces se hallaban
en ]a -infancia, no se hubiera producido a haber contrnido
nuestras rclaciones a los pucb]os american os Únicamcntc.
No quiem insistir sobre esta teoría. Pam mí In repttto
dc poco fundamento, peJigrosa i contraria a ]a marcha que
ha seguido e] pais hasta ahora, i en 1a cua1 ha avanzado
]0 que me parece que no hahria avanzado con ]os principios
que ha emitido e] señor diputado.
Hago, pues, abstraccion de esta teotia porque crco que]a
sa]a no está en e] caso de adoptar]a.
Dcjando, empcro, e] campo de ]as abstracciones, volveré
a insistir, i pregttntaré de nuevo dse han promovido sen-
timientos dc fraternidad par e] gobierno de Chile? Se con-
fesará que sí; i sin embargo se dice que esta es una ohm que
estÚ par il1iciarse.
dSe han cstudiado ]os intcreses cOl1luncs de Chilc con las
RepÚblicas vecinas? Se dice que nó. Yo digo que sí, i en
prueba de ello las mas de nuestras leyes de hacienda estÚn
fundaclas en este principio.
Se agrega tal1lbien quecon cstafrase se ha tratado de lla-
mal" la atencion del gobierno de manera que pudiera favo-
recer nuestro comercio i nuestras producciones. Sobre este
punto no puccIo cIar, pOl' ahora, mas que una asereion jene-
ra1. El archivo no es cosa que se pueda tmer en el bolsillo

pant decir, tal cIia a tal hora !tubo tal conferencia, tal mi-
nistro hizo tal cosa, etc. Pcro puecIo sí asegurar a ]a Cáma-
i en caso necesario manifcstar cIocumcntos en prueba
ra,
de el1o, que en much as i cn mui cI-iversas ocasiones se han
promovicIo entre 10s gobiernos cuestiones de grande impor-
tancia para Chile sobrc los intereses que les son comunes.
Repito que no tengo la pretension cIe cIecir que nac1a hai
- 4' -

:>-
que l1acer en este punto. I-Iai mucho toda"ía que ejecutar
bajo este aspecto; pero tan injusto seria decir que no se ha
hecho nada, como temerario decir que se habia hecho todo.
No obstante, el pÚrrafo en cuestion dice que no se ha hecho
nada, que todo está por iniciarse.
p()1-que no hemos l1egado a tan alto grado de ci"ilizacion
como 10s estados de Europa, porque no hemos adoptado
ciertos principios, ciertas teorías cuya uti]idad i con"enien-
cia son toda"Ía un problema, wuede decirse que hemos de-
satendido complctamente este asunto?
Me pat-ece que con ]0 espuesto, la cuestion queda agota-
<ia; pOl' tanto, pido b suprcsion de esta parte del párrafo

de la contcstacion.

EL SEÑOR M 01\T'1' (1vIinistro de Rclnciones Esteriores).


Todas mis observacioncs se han refèrido a 1a parte que dice:
"es una obra cminentemente american a que tcndreis 1a 1510-
rill .dc inieiar." Para mí queclaria comp]eto cI senticlo, i creo
que se conciliaria tambien el deseo del seiior diputado que
ha redactac10 el proyecto, si se dijese quc tendreis 1a gloria
de contimwr.
CONTRIBUCION
SOBRE LA. SAL DE CURICÓ

(Sesiones (le la Cámara de Diputar10s de 1.0 i [0 de Julio de 1846)

Pidió Ia Illunicipaliclad de Curicó la imposicioll de un derecho


de real por carga sobre la sal que se esportase de la costa de Sl1

clepartamento, estando establecido desde antiguo pagar ]a mitad


de esa suma. El proyecto que proponia la nueya taza limitaba la
cluraeion del impuesto cinco años, plazo que el gobierno estima-
a

ha sufieiente para clue la municipaliclad se procurase otra fuen-


te de reeursos.
Negoeio tan seneillo no fué aprobado sin una larga diseusion
entre 10s sClïores Lira (don Pedro F.), Lazcano (clon Fernando) i
Rozas Mencliburu (clon Ramon), de una parte, i cle la oha los se-
ñores I{enjifo (clon !{amon), V mas (don Antonio) M inistro cle Jus-
ticia, i Montt.

EL MONTT (Jov1inistro del lnterior).-Los ingrcsos


SEÑOI~

de 1a municipalidad de Curicó son mui cortos i 1imitados,


i no a1canzan de manera alguna para subvcnir aun a
aquellas nccesidadcs mas indispcnsables e imperiosas que
siente en el dia. El Presidente de la República ha fija-
do en el mensaje que ocupa a la Cámara actualmente, 1a
eantidad a que ascienden esos ingresos, i fácil es conocer
que semejantc cantidad es enteramente insuficiente para
10s fines que ántes he dicho. Carece, pues, la municipali-
dad de Curicó de lliuchas cosas que debia tener, no de
aquellas que pueden l1amarse supérfluas, sino de aquellas
47-
-

que son necesarias, imprescindihles. La cÚrcel, escuelas i


demas establecimientos tan precisos como éstos, se encuen-
tran abandonac1os. ~Qué hacer en este caso? ~Resignarse a
permanecer en este mismo estado pOl' no imponer una con-
tribucion? ~Seria csto justo? ~Seria prudente cruzarse de
brazos i dejar las cosas inlÌchnidamcntc en la misma situa-
cion en quc ahora se encucntran? ~Seriajusto resignarsc a

que 10s malhechorcs recorriesen impunemente 10s caminos,


i se viescn a111cnazadas las vidas i 1as propiec1ac1es, i cn fin

quc se orij inascl1 otros males de este jénero? Este seria el


resultado preciso del sistema de no establecer ningun gra-
vámcn, porque sin contribuciones no puec1c ]a 111unicipali-
dad atendcr a estas llcccsidadcs.
Me hc fijado principalmcnte cn aquc110s ohjctos quc po-
e1
clremos 11amar vi tales para. pueblo, no atendicnclo pOl'
ahora a que se establezca alguna policía rural que pOl' su
1nstituto debe tener]a 111unicipalidad.
Si ]a municipalidad de Curicó neces1ta 10s ohjetos
para
mas indispensables mayor ingreso en sus rentas, es preciso
convenir, como he dicho ántcs, en que dcbe establecerse
alguna contribucion. La que se designa en el present<.'
proyecto no ha sido obnt de tt1l0S pocos im1ividuos. Se ha
renovado hace poco a municipalidac1, i tanto la presente
como la anterior insisten en ]a conveniencia de ac1optat- el
proyecto que ocupa actualmente a 1a Cámara. Ahora, pues,
esos hombres que conocen las ncccsidades, i 10s recursos i
arbitrios que hai para satisfacerlas, merecen ser oidos. A
c1
mas de esto, qU1enes van a esperimentar gravámen son
10s que 10 piden; i scria preciso tener mas conoc1micntos
locales que esas personas para dccir quc. la ac1opcion del
proyccto no convicne; 0 que hubiere algunas otras razoncs
para desecharlo.
Pero estas razones, señor, tan fuertes i poderosas como
se necesitan para c1esechar cl proyecto, no me parece que
48-
-

c1
las hai en caso prescntc. Hc oido varias quc a pnmcra
vista tlencn algun peso, pcro no tanto que pueda pOl' con-
~ideracion a e1las dcsecharse cl
proyecto.
Se dice que es desigual cst a contribucion pt)J'quc nt a

gravar a unos pocos. La contribucion va a recaer sobrc un


consumo jeneral; grant, pucs, a todos los que consumcn
el producto, 1 bajo este aspecto elcsaparecc complctamente

Ia desigualdad que se ha notado. Imposible scria tomar Ia


palabra desigua1c1ad en el scntido quc sc Ic ha dado. Yo
pregunto, señor, ltodos los habitantes dc la Rcpttblica con-
sumcn carnc? Se me dirÚ que nó. Pues bien, sobre e1 ramo
dc carncs mucrtas hai un lmpucsto que sc ]Jaga en Santia-

go i no en Curicó, dc consiguientc, aquí tam bien hai una


desigualdad. No encuentro una sola contribucion a la cual
no pueliera haccrse 1a misma objccion.
Sc rcchaza tambicn csta contribucion porquc sc cohra
en el Iugar mismo en quc se produce eI objcto qnc va a
scr gra vaclo con ella, i pOl'qnc sc cobra cn dinero. Esto
último mc parece quc no seria una objecion, porque si Ia
contribucion se cobrase en espcc1e, seria mala; no hal para
qué cletenerse en elIo. En cuanto a exijirse en cllugar mis-
mo en que se produce la sal, convcngo cn quc pudiera mui
bien alterarsc cn cste punto el proyecto.
Entre las obsen'acioncs quc he oido haecr, la quc ami
juicio ticnc mas peso es Ia dc que gra vaela la sal de Cu-
ricó, no podria ésta sostcncr competcncia con la quc se pro-
duce en otros dcpartamentos librcs dc contribucion.
Cuando e1 gobierno recibió el proyccto hizo esta misma
ohscrvacion a 1a municipalidad, i no sc rcsolvió a presen-
tarlo la Cámara flntes de haber obtcnido una contesta-
a

cion satisfactoria. Dijo, pues, la l11unicipalidad de Curicó


quc Ia sal de allí no ocasionaba casi ningun costo de pro-
duccion, al paso quc las de otros lugares tcnian costos
l11ui superiores; i quc aun cuando Ia sal dc su departamen-
-

49-
to se gravase con una contribucion, poc1ria siempre sos:..

tencrsc una competencia {1til i venh\josa con cua1esquiera


ob-as. Fácil era percibir que si la contribucion que pide
la municipaliclad de Curicó fuese a disminuir el consumo
de la sal, c1isminuiria igualmen te sus ingresos; i esta razon
1a tuvo tambicn mui presente a1 pedir sem<::jante impuesto~
Apcsar que he dicho, no puccio miraI' el pro-
cle, todo 10

yecto éste como una co sa exenta de toc1o inC011\"eniente.


Qucdaba toclav1a para m1 algo que podia proclucirlos; mas
poresto, i no porque realmente hubiera en el proyecto algun
principio que pucliera aean-ear males, se juzgó oportuno mi-
.I'ar csta eontribucion como un ensayo, como una cosa pro-
visoria; i se dcterminó un tiempo corto, durante el cual se
podria vel' si producia males 0 nó; en eierto modo, como
sometiéndola a
prueba.
lVlirado, pues, este proyecto como una co sa pro,.isoria,
como una co sa que se va a someter a la espcriencia, no creo
que esté sujeto gnn'es objecioncs, ni que pucda haeérsc1e
a

ningul1a quc no sea aplicable a toda contribucion.


Pero se ha clieho que ]a CÚmara debe clesechar toda con-
tribucion, 0 al ménos este seria el resuttado de los princi-
pios qUe 1a Cámara ha oido.
Porque la Cámara debe ser celosa en defender los intere-
ses cle los pucblos que representa, no sc diga que dcba dcse-
char todos 10s proyectos de eontribucioncs.
'focla contribucion es en S1 un mal, pero un mal que cn
111uchos casos estå mas que compcnsaoo; un mal que llega a

ser un bien por las utilidades que de él se rcportan. Lo úni-


co debc deducirse de esto, es que la CÚmara debe ser ce-
CJue

losa en vcr si las contribuciones son 0 nó con venientcs i


yent8josas para 10s pueblos que las piden.
I segun los principios que se 11an emitido, ~qué solicitud

por el público 1110straria la Cámara euando se Ie pidiese el


establecimiento de una contribucion necesaria para evitar
4
50-
-

un grave mal, i se negase aello? Ninguna. Al contrario,


seria desatender ]os intereses púb1icos rehusar semejantc
so1icitud. I como juzgo que en el caso presente no se ha de-
mostrado que el establecimiento de ]a contribucion red un-
de en pC1juicio de aque1 pueblo, creo que la Cámara, obran-
do prudentcmente, debe prestar su aprobacion al presentc
proyecto, mirado como un ensayo que va a someterse a ]a
. .

espenencla.

EL MONTT (l\;{inistro del1nterior). E] pl-esente


SENOR

proyecto ha sielo mirado ya bajo diversos aspectos, i en to-


dos e110s se han presentado ]as nlzones que podian alegar-
se en pró i en contra. Ahora se ]e da uno nuevo. Voi yo
tambien considerarlo desde este nuevo punto de vista.
a

Se conviene en que la eontribucion que se trata de impo-

ner sobre la sal de Curicó gra va a todos los consumidores


de este artíeulo, i se dice que esto seria injusto puesto quc
]a contribucioilla van a pagar individuos que no son del
departamcnto. Este argumcnto tiene mas de especioso que
de só1ido. E1 ha nacido de un celo, mui laudable sin duda,

por ]os interescs del pueblo; pero examinaclo dctenidamen-


te, se yerá quc no reposa sobre ningun func1amcnto quc mc-
rezca que se lc prestc atcncion.
La comunidad que existe cntre las diferentes seccioncs del
Estado i sus cstrechas relacÎones, hacc quc haya mas desn-
no11o en In industria, mas activic1ad cn el comcrcio. Esta
comunidad no permite que se proeluzca de una manern cunl-
quicra un cfccto ais]ado, bcnéf1co 0 pCljudicia] a un distrito
a
un punta tal, sin que sus beneficios 0 sus peljuicios se
a

cstiendan mas a ménos a todos ]os puntos de la Rcpúb1ica.


8i se cstab]ecc una contribucion en un dcpartamento, esa
contribucion pcsancIo directamcnte sohresus indivieluos, ya
a pesar tambicn de un modo indirecto sobre todos los lm-

hitantcs del pais. Supongamos pOl' cjemplo, i permítame 1a


51-
-

Cámara deseenc1er a estos po1'111e11 ores, que se estab1ceiese


una contribucion eualquiera a 10s hahitantes de Santiago.
Gravando este impuesto a 10s habitantes de Santiago, 10s
proc1uctos se harian por el mismo hec110 mas carns, ì pOl'
eonsiguiente, los que eompl-an esos productos, 0 10s demas
.

habitantes de la I~epÚblica que 10s consumen, 10s pagarian


tamhien mas caros. Dc este modo se hacen cstensiyos a to-
do e1 pais 10s perjuicios 0 resultan de una
10s bcnefieios que

eontribueion cualquiera, i 10 mismo sucede can la que aho-


e1 depar-
ra ocupa a In Cámara. H.eeae espeeialmente sobre
tamento en que se pretende estableccrla, i si de un modo
indirecto se cstienc1e n
otros, no es esta una rnzon para de-
secharla.
8i se Ie da 111ucha importancia a este pcrjuicio que recibell
10s individuos de otros departamentos, dése1e tam bien algu-

na a los beneficios que ellos mismos vanreportar nO sien- a

do c1el
departamento que grant en particular la contribu-
.

cIOn.
Esta va a ser ap1ieada iumediatamente en proveeho del
departamento: habrá mejor polida, su cárce1 se pondrá en
mejor estado, se arreg1arán sus caminos, en una palabra, se
benefÌciarå mas cl departamento, i por otra parte habrá
mas faeilidad i seguridac1 para la esportacion de sus frutos,
i tambien
para la de aquel producto que se va a gravar con
el nuevo impucsto, de manera que 10s eonsumic1ores de él en
10s otros departamentos, 10 eonseguirán talvez a un preeio

igual a1 que ahora tiene, i bien poclria sueeder que 10 ohtu-


viesen mas barato.
No podrá, pues, decirse que yan a ser perjudieados 10s in
dividuos de otros departamentos, sino que ,'an a sel' bencfi-
ciados con la contribueÌon. Seria necesario suponer un aisla-
miento completo entre pueblo i pueblo, eosa que cs mate-
rialmente imposible, para c1eeir que una 111edida que pCljt1-
diea a uno no peljudiea alas demas. i al eontrario.
52-
-

Tcnemos en el dia yarias eontribuciones quc pesan sobre


hahitantes quc no son del mismo departamento en que se
hallan estahlecidas, i sin cmbargo, no poc1rian tacharse de
injustas e indebidas. Varias municipaIidac1es gown del clere-
cho de peaje sobre algunos rios, i pOl' eierto, cohmn cste de-
reeho cualquier inc1i\-iduo que pase por clIos; otras ticncn
a

este c1erecho sobre algunos caminos; i a este tenor hai di\'er-


sas contribuciones que se estienc1en en cierta manera, i SiC111-
pre de un modo inclirecto, a personas que no son habitantes
del departamento en cuyo provccho están cstablecic1as.
Fero, a mas de Ia obserYé,cion que se ha hecho contra Ia
contribucion, de que serÚ pagacla pOl' individuos a quicnes
no hendìciarÚ inmediatamentc, se ha dicho que cs pct:iudi-
ciaI pOl"que ella no permitirá que se venda el producto so-
bre que va a recaer, puesto que no podrá venclerse al 111isl11o
precio quc eI que no tiene gravámen aIg-uno; i que así en \"e2
de favorecer, perjudicará a las rentas municipales de Cu-
.
,

nco.
En esto noto yo cierta espccie de contrac1iccion. Si sc re-
conoce quc csa municipaIidad ha obrac1o cuerdamcl1te pro-
poniendo una contribucion que recaerá sobre otros depar-
tamentos, ~cómo pucc1e decirse que ticncle a pe1:judicar sus
propias rentas? Porquc en realiclad 1a contribucion no es.
tablece una competencia desventajosa sobre la sal de Cu-
.
,

nco.
En oha ocasion hc dicho ala Cá111ara que se da prefc-
rencia en el mercado dc Curicó sobre las que produ-
ala sal
cen otras salinas. Segun 10s informes que he recibido, siem-
presevencle pOl' un preciosupcrior; de manera que pagando
el pequeño impuesto que ahora se pretende imponerle, segui-

rá mantenienc10 sicl11pre esa superioric1ac1 de que por nt-


rios títulos goza en el dia.
Inútil será reconlar a la Cámara las c1iversas razones
que se han alegaclo en fa Val' de ]a contribucion, i en especial
53-
-

Ia mjente necesidad que tiene elmunicipio dc aumentar sus


.

mgresos.
NIe he limitado a contestar a las dos únicas razones quc
he creido nuevas, pOl'que parece que no sc habian cspuesto
en la discusion de Ia sesion anterior.

EL 5E~OR MONTT (1\1inistro del Interior). Creí, señor,


agotada la materia, considerada bajo todos sus puntos de
vista, i espuestas con so brada estension Ias razones que po-
drian alegarse ya cn pro, ya en contra del proyecto.
Pero, se dicc que todavía no hai bastante esclarecimiento
en la sala, que seria oportuno peelir in formes. Pero, ~sobre
qué recaerian estos informes? ~80bre cuánto producirá la
con tribucion? EI mensaje del Presidcnte 10 dice: dos mil pe-
sos es 10 que produce actualmcnte con el impuesto de medio
real pOl' carga, i si sc,le pone un real, producirá cuatro mil.
~8e quiere saber cuántas cargas de sal se estraen? Pácil
es ca1cularlo por]a contribucion. ~8e quierc saber tambicn
si no habrá otro artículo cuyo gravámen sea ménos perju-
dicial? 8i hubiera de preguntársele a aque]]a municipalidad
tampoco seria difícil ca1cular su respuesta, pues seria en es-
tos términos: "Cuando me he resuelto a pedir el impuesto
sobre la sal, es porque 10 he creido ménos petjudicial que
cualquiera oiro al departamento".
I sobre este
pun to debo recordar nuevamcnte ala Cáma-
ra CJuc se han succdido dos municipalidac1es miéntras ha
estado pencliente este proyecto. La anterior exijió, icon
mucha instancia, que fuesc despachado; la actual ha repeti-
do nuevamente esas instancias, i aun ha nom brado un c0111i-
sionado especial, el1cargál1dole con encarecimiento que die-
se pasos i que repitiese sus instancias a fin de que fuese des-
pachado el presente
proyccto. Estas instancias de la muni-
cipalidad, esta solicitud viva i no interrumpida para lograr
]a sancion dc su proyeeto, prucba la íntima con \'iccion quc
54-
-

tiene de su necesidad, i la preferencia que el1a da a este im-


puesto sobre cuantos otros pudieran establecerse en igua-
les circunstancias.
Tambien debo hacer prcsente ala sala que esta solicitud
de la municipa1idad es un testimonio bastantc, i no inferior,
pOl' eierto, al juicio que se ha emitido en la Cú. mara pOl' una
persona que, aunquc animacla de los mcjores sentimientos,
no habrá podiclo concebir el modo como se cuidan 10s inte-
reses del depadamento, tan bien como 10 concibe
la muni-
cipalidad que está directa i especialmente encargada de ve-
lar sobre ellos.
He querido, pues, hacer presente a la sala que no habrá
posibilidad de obtener nue\'os esc1arecimientos, ni habrá
tampoco materia sobre qué pedirlos; i que pOl' tanto seria
iníttil diferir la discusiotl del presente proyecto. Parece lle-
gado el caso de que la CÚmara decida dennitivamente si
acepta 0 nó 1a so1icitud ele la municipalidad de Curicó.
Para concluir sobre esta materia, yoi agregar algo accr-
a

ca de una reflexion que he oido en la sala, i a la cual no


he dado ninguna respuesta. Se ha dieho que gravándose la
sal en una sola subc1elegacion, 1a contribucion no es igua1.
Es preciso tener presente, como se ha repetic10 en In CÚma-
ra, que esta contribucion la \'an a cubrir en todo el depar-
tamento, que está en propor<.'ion del consumo de sal que
cacla uno haee, de consiguiente la contribucion es igual, pues
cae proporeionalmentesobretodos los habitantes. La igual-
dad que debe buscarse en las contribuciones, no consiste en
otra co sa sino en que eaela uno pague en proporeion a sus
haberes. Aunque la especie se produzca en un punto deter-
minado, i sobre él reeaiga la eontrihucion, no pOl' eso debe
suponerse que no la van a sufrir los habitantes de los otros
departamentos, ni puede hunpoco decirse que hai en ello
<lesigualdac1.
FACULTAD
DEL PRESIDENTE PARA AUMENTAR EL EJÉRCITO
DURANTE EL ESTADO DE SITIO

(Sesion de la Cál1lara de Dipl1tados de 5 de Julio de 18+t>)

Declarado c1 estado de sitio para Ia provincia de Santiago por


ochenta i cinco dias, en Marzo de 1846, cl Presidente de Ia RepÚbli-
ca aumcntó cl cjército en 400 plazas, i al abrirse cl Congreso pidió
la 'apro bacion de este aumento, i autorizacion para man tenerlo has-
ta que voh'iese a dictarse la lei que fija anualmente la fuerza de mar
i tierra.
EI Senado aprobó la conducta del Gobierno i autorizó la man-
tencion de Ia nueva fuerza en vista de las esplicaciones que Ie dió el
Ministro de la Guerra, jcneral don José SantiagoAldunate, csplica-
ciones de que se manifcstaron estar impuestos como Consejeros de
Estado, los Senadores clon Mariano Egaña, don Francisco A. Pin-
to y don Diego J. Benavente.
En la otra Cámara cI proyecto encontró un opositor en don Ma-
nuel A. Tocomal, quien cmpezó por pedir seguncla discusion para
impugnarlo a la scsi on siguiente. SostUYO c1 señor Tocomal que c1
at\!l1ento decretac10 por cI Presidentc de la RepÚblica habia sido
ilcgal, pOl'que cn cI cstmIo de sitio, que él equiparaba a Ia suspen-
sion del Habeas corpus en Inglaterra, solo se consideralJan suspen-
didas las garantías inc1ividuales con las limitaciones especialmente
cstahlecidas pOl' la Constitucion; pero de ningun modo podia c1
Presic1cnte creerse autorizado para aumentar cI ejército. En cuanto
a la suhsistencia de la nuent fuerza, la estimaba innecesaria por-
que el servicio de guarnicoin podia continuar a cargo de los cuer-
pos cívicos, como flntes estaba, con vent:l;ja para el erario.
EI proyecto fué aprobado por 36 votos contra 3.
56-
-

EL SE~OR MOK'rT (Ministro del Interior.) Una atencion


del servicio públieo no ha permitido al scñor Ministro de
Ia Guerra concurrir a esta sesion para dar personalmcntc
las esplicaciones quc Scan ncccsarias sobre cste proyedo;
pero me ha cncargado que yo las dé. POl' consiguicnte, si
los señores diputados necesitan datos sobre la materia, es-
toi pronto a darlos.

EL SEÑOR MONTT (1vIinistro del Interior.) Debo mani-


festal' en primer lugar que al Gobicrno Ie son siempre gratas
Ias oportunidades de esponer ante el juicio de la Cámara
los fundamentos que han dirijido su conducta i las razoncs
que Ie 11an movido a
tomar algunas providencias, particu-
larmente aquellas quc son de importaneia, como 1a que ac-
tuaImente ocupa a 1a Cámara.
Bajo dos aspectos se 11a considerado el proycdo que se
discute, cl de la legalidad, i el de la conveniencia. Puede, cn
verdad, mirarse bé\io ámbos, pero ellos no son de ninguna
manera inseparables entre sí.
El Congreso puecle prestm- su aprobacion a una mcclida
ilegal en su oríjen tomacla por el Presidentede Ia República,
siempre que sea manifiesta la necesidad que impulsó a adop-
tarla. Parecerá quizas cstraña esta proposicion; sin embat--
i aclmiticla, aun en paises
go, es una prådica mui comun
en quc eI imperio de In. lei i del réjimen constitucional está
i
ya mui arraigado, que, por decirlo así, se hal1an como con-
naturalizados con su ejercicio. Ni pod ria procederse dc otra
manera en mucllas circunstancias, pOJ-que fúcil es compren-
der que pueden presentarse casos en que el Gobierno se yea
en la imperiosa e indispensable necesiclad de tomar algunH
meclicla para somcterla clespues a la aprobacion de las CÚ-
maras.
Léjosde hal1ar culpable aI Gobierno que porsu pro pia au- .

toriclacl ejecutase, por cjcmplo, U11 gasto preciso para la con-

I
57-
-

servacion del ón1en público, 10 encontraria yo altamente


criminal si 10 omitiera. Obrar es un deber en semejantes ca-
sos, i entÔnces el Congreso, al que corresponde autorizar ta-
les medidas, presta 0 rchusa su aprobacion si juzga que ha
habic10 0 nó razones justas i poderosas
para comprobar su
necesidad. Hai una epidemia, una calamidad cualquiera
que ocasiona la ruina, la devastacion de un pueblo; i si el
Gobierno no está autorizado para prestar el ausilio necesa-
rio, para proveer de 10s remedios eficaces ~no se atreverá a
tomar sobre sí la respollsahi1idad? Debe sin duda hacedo, i
procec1er delmismo modo siempre que exista un mal grave
que comprometa la existencia (leI cuerpo social i que pOl' su
mjencia no dé lugar a ser reparado pOl' otro medio.
No creo, pues, que c1eben mirarse como inseparables 10s
dos puntos de vista bajo Ios cuales se ha considerado el pro-
yecto; i ]a Cámara debe, a mi juicio, prestarle su aprobacion
aun cuando pensase que no hubo en cI Gobierno autoridac1
bastante para (lictar Ia provideneia que se somete ahora a
su delibemcion, si estu\'o fundada en la necesidad i c011\,'e-
niencia pública. Mas esta pro\'idencia tam poco es inconsti-
tucional.
Al pedirse la desaprobacion del proyecto, no obstante
su necesidad, se ha dieho que ]a Cámara podrin adoptar
un nuevo proyecto sobre el aumento de la fuerza del ejér-
eito permanentc. Se111cjante conducta seria 111U1 poeo con-
forme a In dignic1acl i circunspeccion de ]a C{lmara, i no
podria señalarse un solo fundamento para desaprobar 110i
10 que debia aprobarse mmiana, 0 quizas una hora mas

tanle.
Estas cortas observaciones no tienen pOl' objeto que deje
de considerar la cuestion bajo su aspecto de legalidad.
V oi a fijarme en los artíeulos de la Constitucion refc-
.

rentes a este asunto. EI inciso 20 del articulo 82 que fija


las atribuciones del Presic1ente de la República, dice que una
-.'i8
-

de ellas es "dec1arar en estado de sitio uno 0 yarios puntos


"
de Ia República en caso de ataque esterior, con aeuerdo
del Consejo de Estado i por un determinado tiempo. En
"

"
caso de conmocion interior, Ia declaracion de hallarse
"
uno 0 ntrios puntos en cstado de sitio, corresponde al
"
Congreso; pero si éste no se hallare reunido, puede el
Presidente hacerIa de acuerdo con c1 Consejo de Estado
"

por un dcterminado tiempo." EI artículo 161 determina


"

Ias facu1tades de que puede usarse en estado de sitio, i dice


de est a manera: "dec1arado a1gun punto de Ia Rep{tblica
e1
en estaelo de sitio, se suspende
"
imperio de In Constitu-
" c1
cion en territorio comprendido en Ia dec1araeion; pero
durante esta suspension, i en el caso en que usase e1 Pre-
"

sidenie de Ia R.epúbIica de facultades estraonlinarias es-


"

"
peciales concedidas por e1
Congreso, no podrá Ia autori-
dael púbIica condcnarpor sí ni aplicar }Jenas. Las mcdidas
"

"
que t0111a1"e en estos easos contra Ias personas, no pue-
"
den cxceder de un arresto 0 trasiacion a cualquier punto
"
de ]a !{cpúbliea."
Decbra, pues, este artículo terminantemente que mién-
has dura cl estado de sitio en uno 0 varios puntos de Ia
RepúbIiea, suspende en dichos puntos el imperio de 1a
se

Constitucion. No sc suspendc únicamentc Ia parte de Ia


Constitucion que estab1cce, concede 0 afianza Ias garantías
indiyiduales; todo el código queda suspenso, i' cesa, pOl'
consiguiente, de trabar" i limitar 1a accion del Gobicmo.
E1 mis1110 artículo eontinúa diciendo que Ias medidas
to-
madas en estos casos eontra Ias pÚsonas, no exccdan de
un arresto 0 trasiacion de un punto a oho: limitacion es-
cepcional i especialmente clirijida a coartar las facultades
del Gobierno solo en cuanto una de Ias garantías, Ia li-
a

bertad personal, quedanclo en todo 10 demas suspenso e1


imperio de 1a Constitucioll.
59-
-

Si esta limitacion
constituyera la única [acultad de que
pudiera usar el Gobierno, inútil seria haber declarado sus-
penso todo el código eonstitueional, i mucho mas iníttil
nun la prohibieion que se haee a la autoridad pública de
. .
,

no lmponer penas por nl1sma. Sl

Pero estas mismas limitaciones 0 restriceiones a la fa-


cultad del Gobierno ~qué prueban? Prueban que, suspenso
el imperio de las leyes constitucionales, puede el Gobierno
dictar todas aquellas medidas que hag-an precisas la con-
yenieneia pública la ncecsidad de salvar al pais de los
0

males que han dado lugar a la declaraeion del cstado de


sitio, con tal que refÌriéndose a personas, ni les imponga
11i
pena, haga otra cosa que arrestarlas 0 trasladarlas de
un punto a otro. Si d artículo constitucional no confÌere
en estos casos un poder discrecional solo son las limitacio-
11es esprcsadas, es prcciso confesar que nada signifÌca, que
110 tiene sentido alguno.
A unque el uso de un poder estraordinario en easos de-
tenninac10s no sea propio solo de nuestro pais, sino que
se cncuentra estabb.:ido en easi toc1os 10s pueblos consti-
tueionales, 110 podremos esplicar la estension de este po-
del' entre nosotros por la estension que tenga en otros
paises. Nuestra lei eonstitueional seria mui mal entendida
i peor aplieada, si la quisiéramos interpretar pOl' las eons-

tituciones de otros pueblos que tienen mui pocas analojías


con elnuestro, i entre estos cl que presenta ménos analojía
tal la Inglaterra.
vez es
HI acta del Habeas corpus a que se ha referido el señor
diputado que ha dejado la palabra, no es, segun la larga
esplieacio11 que ha dado a la Cámara, i segun ya 10 sabian
los señores diputados, no es mas que un acta en que están
,

consignadas las öaarantías individuales íl11ica i esclusiva-


-

mente. No se encuentran en ella todas las fonnas eonstitu-


-

60-
cionalcs, ni está establecido en ella cl réjimen constitucional
de la nacion. Suspendido, pues, el imperio de esa acta, no
quedan suspensas sino Ias garantías individuales.
dEl acta del Habeas corpus es comparable a nucstra Cons-
titucion? ~Contiene lasmismas disposiciones i las mismas
trabas del poder público que nuestro código fundamental?
I dec1arar suspensa el acta dserá 10 mismo que c1~c1arar sus-

pensa nuestra Constitucion? POl' mas empcño que se ponga


en buscar analojías entre ámbas en esta materia, será un
,

empeño vano.
c1
Preciso es, pues, confesar que imperio de Ia Constitu-
cion no se suspendc solo para arrestar trasladar alas
0

personas, sino para obrar segun las ci1'cunstancias estraor-


c1inarias que han motivac1o semejante suspension; i que en
virtud de ese poder discrecional que hacen necesario esas
circunstancias, pueden tomarse toc1as aquc1Jas mec1idas
prudentes que se crean precisas, pero que no deben pasar
mas al1á de 10 que e1 estac10 de las cosas exije.
No quiero yo conferir al Gobierno en el estado de sitio un
pocIer monstruoso capaz de alterar nuestra Constitucion 0

nuestra forma c1e gobierno. EI estacIo de sitio es pOl' un c1e-


terminado tiempo, es temporal, i Jas pro\'idencias que se
toman no son para que vayan a surtir sus efectos pasado
e1
plazo en que debe cesar el sitio mismo. Por otra parte,
1a Constitucion solo estií suspensa, i no es Hcito al Gobiemo
alterada ni destruida, sino que debe respetarla para que
tenga tocla 8U fuerza obligatoriacuando recohresu imperio.
dQué temOl" fnndado puccle alegarse entónces?
Tampoco coneibo porqué razon sc establece estaalterna-
tiva: 0 en cl estado de sitio no puede el Gobierno hacer mas
que arrestar a las personas, 0 en el estado de sitio 10 puede
absolutamente toclo. En esta alternativa, cuyos dos estre-
mos me parecen falsos, hai un meclio, cs decir, el uso de aque-
11as facultacIes discrecionales, como he dicho Úntes, para
-6r-
obrar con arreglo alas circunstancias, uso que solo dura
miéntras cllas cxistcn, i que debcn seguir paso a paso a 1a
necesidad que 10 ha haido.
1.,0espuesto me parece que basta para que, mirada la
cucstion bajo el aspecto de In legalidad, se pueda calificar
de constitucionalln medida del Gobierno. Pero confieso que
no es mi {mimo miral'la bajo estc aspecto; no es para mí la
cucstion principal saber si la pro\'idencia ha sido legal. La
razon fundamental quc, a mi juicio, debc tener presente Ia
Cámara al resolver este asunto, cs sabcr si en aquel1a época
hubo 0 nó nccesidad dc aumental' el cjército.
Ya he dicho ántcs i \'oh'eré a cIccir dc nuevo, quc si Ia
providencia hubicra sido estraonlinariamentc mjcnte, si la
providcncia hubiera sido de aquel1as de cuya ejecucion de-
pendiera la salvacion del pais, habria sic10 un crÍmen, i un
crÍmcn de enortne magnitud, no habcrla adoptado por no
habel'sc ohtcnido la pré\'ia aprobacion del Cuerpo Lejisla-
tivo.
En cuanto a csta c01weniencia, 0 mas hicn llcecsidad, es-
ponc1ré a la Cá111al'a el estado en que en órden a fuerzas mi-

litares se encontraba el pais cuanc10 se crcó el batallon cuya


existencia se somcte ahora a la aprobacion de la Cámara.
La fucrza del ejército pcrmanente constalm de tres bata-
llones de infantcría, cinco cscuac1rones de caballería, i la
Academia Militar, todos los cuaks debian tener 2,256 hom-
bres.
Esta fuerza cstaba distribuida dc la manera sìguiente:
Cll la Academia Militar 80 indivic1uos que no prestan ser-
vicio; en la frontcra un batallon de 4,05 hombres rcpal,ti-
dos en todas las plazas fuertes; e11 los Anjeles un escuac1ron
de.110 inc1i\'ic1uos; en Concepcion i Chill an otro batallon
de 405 plazas; una compañía de 51 plazas cn Magal1anes;
otra en Chiloé, oha en Valdi\'ia, otra cn Ta1cahuano, i dos
en Valparaiso, todas de Ia misma c1otacion. Por último, C11
-

62-
Santiago habia una compañía de artil1ería de 100 hombres,
un batal10n que debia constar de 405 individuos, i cuatro
eseuadrones de eabal1ería can un total de 446 plazas, mé-
nos 55 hombres que se eneontraban de guarnicion ,en Co-
.
,

pmpo.
Veamos el servicio que prestaba est a fuerza,
Un solo batal10n de infantería i un eseuadron de eabaIIe-
ría de 110 plazas estaban destinados a atender a nuestra
estensa i dilatada frontera. Esta fuerza es absolutamente
insufieiente para IIenar este objeto, i me refiero en esta ma-
teria a los señores diputados que tienen eonoeimiento de
aqueIIos lugares, para asegurar que era insufieiente para la
defensa de las diversas plazas fuertes; i que no podia dismi-
nuirse sin dejaI' abandonados aqueIIos lugares, cuya seguri-
dad depende de la presencia de una fuerza respetab1c. Se
padece una gran equivoeaeion, en mi concepto, al deeir que
In frontera está segura pOl' sí misma i que las depredaeiones
i aetas hostiles que en
otros tiempos han eausado los indí-
jenas, han sido efecto de pro\'oeaciones que se les han heeho.
No negaré que, pOl' desgraeia, en otros tiempos, ha habido
provocaeiones; pero los indíjenas no son de un caråcter tal
que neeesiten de este estímulopara entregarse a sus malas
inclinaeiones. La seguridad en que ha estado la f1'ontera en
est a Última época, se debe, en primer lugar, al escam1iento
que se hizo en los indios par los aetas depredatorios que
habian cometido; i en segundo, a la presencia que 1m bo cons-
tantementc de una fuerza respctable, 10 que dió oeasion
para que los jefcs que la mandaban adquiriesen eierto predo-
minio i se hieiesen
respetar, de talmoc1o que aun durante Stl
ausencia dc1 territorio de Chile, bastaba el prestijio que ha-
bian adquirido para que 10s indios se mantuviesen en paz.
Para mí seria una confianza infunc1ac1a, mui poco prudente,
la que nos hieiese descansar en la leal tad de scmejantes
63-
-

hombres. Así, pues, Ia guarnicion que tenia la frontcra era


la menor que podia haber para que no quedase completa-
mente abandonada.
En cuanto a la guarnicion de Santiago, 110 hahia real i
e1
efectivamente en 1a época en que se cre6 batal10ll Chaca-
buco, mas que 701 plazas, porqne tanto cI batalloll de in-
fante1"Ía como los escuadrones de cabal1ería, tenian algunas
bajas. Se pac1ece verdaderamente una equivocrlcion al com-
putar la fuc]'za que habia en aqllclla época, porIa que en el
dia existe incluve11flo el mismo batal10n nueVaJl1ellte crea-
. .

do, i de este dato se deduce quc no hubo nccesi(lad de au-


mental' e1 ején:ito permanente. Mas es preciso no cOllfunc1ir
los ticmpos.
La CÚmara me pcnnitirrt deseendcr
algunos dctaJ1es
a

para (lue scpa cn qué se ocupaba esta fuerza de 7~n pla-


zas que habia en Santiago. Su distribucion diaria era del
modo que sigue: guanlias de prc\'cncion de los cuatro cuar-
teles de veteranos, 72 hombres; imajinarias igual llúmero;
guanlias de plaza, 184 hombres, destinados a los dos presi-
dios, c1 jeneral i el urbano; casa de correccion, dtrcel, hospi-
tal, i almacen de p6lvora, 180 hombres, que para cste
servicio es un llÚmero insuficiente. Fíjense los señores dipu-
tados en que habia en el presidio jeneralmas de aoo reos,
casi igual nÚmero existia en el presidio urbano i mas de
200 en la crtrcel; i si se agregan los detenidos en la casa de
correccion, hospital, etc., se vcrá que en aquel1n época no
cxistian ménos de mil presos sobre cuya segura' custodia
era l1ecesario velar incesal1temente. ~I se cnidan mil presos
con solo 180 hombres que tienen ademås (lue atender a
otros ol~jetos del servicio?
Si cs peligroso, como hice notal' poco flntes CÚmara, a 1a

querer hacer aplicaciones poco 111cditadas de las institucio-


nes de un pais a otro, no deja de serlo tam bien pretender
-

64-
llpliear a
una époea 10 que fué propio de otra, pOl'que las
eireunstaneias yarían, i exijen din~rsas medic1as de parte de
1a autoridad pÚbliea.
Se dice
tambien que durante la guerra contra la confede-
racion PerÚ-boliyiana, Santiago no necesltó mas que una
pequeñísil11a guarnieiotl. Pero entre otms diferencias nota-
hIes, no habia en aquel ticmpo en Santiago un presidio je-
neral; i pOl' eausas que no es del caso esponer aquí, pcro
que, me eomplazeo en deeirIo, naeen en su mayor parte del
eelo de los l11~0istrados, ya son mui ranIS las e\Oasiones, pOl'
10 cual10s presidios eontienen mayor nÚl11ero de dclineuen-

tes, i se necesita pOl' tanto mayol- fuerzn para custodlarlos.


ContinÚo, señor, con la distribucion l1iaria de In fuerza en
Santiago. Se calculan en su guamicion GO hombres enfer-

mos, cálculo inferior 10 que


muclIas yeces acontecia; 01'-
a

denanzas de 10s ministcrios i comandancia de annas, 8;


cuartcleros, mariscales i eaballerizos, 54; presos, cnjuieia-
dos, 0 cumpliendo conc1enas, 35; mÚsicos i asistentes, 61;
con licencin temporal, 7; 1 :-30
rec1utas que no haeian ser-
. .

VIeJO.
Habia diaria i constantel11ente empleados 584 hombres,
i de 791 a que ascendia la guarnicion, solo quedaban 207
indi\Oiduos, nÚmero manifiestamente (1cficicnte para el reeI11-
plazo del senoicio. La fuerza que se encontraba de faeeion
estaba sumamente recargada, pues, aunquc In es sabido que

ordenanza exije euaho hombres pOl' eentincIa, no siempre


podia cumplirse con esta disposicion, reclamada tam bien
por la buena disciplina de 10s cuerpos. Dc este estado de
cosas resultaba, pril11ero, que cl servicio en las guardias
era mui oneroso, 10 que ocasionaba frecuentes deserciones;
segundo, que 1a fuerza ycterana que estaba de faeeion U11
dia, 110 podia ser reemplazada en 10s siguientes sino por la
guardia cÍ\.iea para quien era mas gravoso aun este recar-
go de selTieio.
-
65 -

Si (1e 1n distrihuciol1 que sc hacia de 1a t'uerwen Santingo,


pasamos ahorn a ]n que se hacÏa e11 Vn]pnnliso, veremos
n11a necesiclnd todavía 11UIS nrjente, milS indispensah1c 5i es
Hcito espresnrsc asL No habia en Valparaiso en aqncl1a t'e-
cha sino dos compaiíías dc arti]Jcría qne componian 102
h om hres; i como seria demasiado molcsto dctener mas a la
CÚmara con tanto!> pormenores, diré solo en jenentl que en
Valparaiso se necesitan 70 hombres diarios de guamiciot1.
Valparaiso ticne tin presidio, tiene una cárccl por scparado,
i talvez ]a insegnridac1 de esa cárcel haec que sea preeisa

mas custodia;~i con 102 hombres pod ria Jlenarse esta 11ece-
sidad? EI gravámen, par consiguiente, recaería sobre la
guarc1ia cíviea.
Si de Valparniso pasamos a examinar e1 estado ell que se

eneontraban otros pueblos, veremos que 110 habia en cllos


una peqtleiia guamiciol1 militar para atender a1 servieio; tal
es, por eje1l1pJo, Ia Serena, en donc1c no existia un- solo indi-
viduo de Ia tropa de 1ínea.
Este era, pues, c1 estado de las cosas. Continuamente re-
eihia el GobienlO de todos 10s puntos de 1a Reptíh1iea peti-
Ci011CS de alguna fuerza de 1ínea que aEviase cl pesado ser-
vieio que haeia ]a nlilieia nacional. Estos c1amores. eran
tanto mas íìlertes etHl11to mayor era e] gravámen que reei-
hian esos individuos, segun la mayor 0 mellor utilidad de
su industria. En Valparaiso, pOl' ejemplo, donde es mayor
e]salario de Ios individuos que sin'en en ]os euerposdvieos,
era mayor cl pe1:juieio que se les ocasionaba c1istrayéndoles
de sus quehaceres por media de las gt1a1ï1ias que podian ha-
eel' ios indivic1uos de los cuerpos de línea.
Estas necesidndcs eomunes a "arios c1epartamclltos, es-

tas L'uva satist'aceion no ac1mitia demonl sin


lleeesic1ac1cs ~

grnsísimo peljuieio pÚhlieo, i que se haeian sentiI' de una


111al1eraestraon1in:u'ia, exijian (leI Gohierno el pefjllCÌlO :111-
J11ento siql1iera de UI1 lJa ta]]OI1 p:lra po(kr remediarlns en
,

5
-

66-
parte. No hngo nqul meneion de otros fundamentos que pu-
d ieran justificar mui bien la mcd ida del Gobie1"11o, pOt'que

ereo hastantes 10s que ya he espuesto.


Al1whlm' del reeargo que sufre la milieia naeional porIa
disminueion del personal en 10s hatallones de Hncn, debemos
tener presente dos eosas: primero, el mal inmediato que
sufren 10s indi"iduos so1>re quienesreeae este recargo de ser-
vieio; i segundo, que por 10 pesado de este recargo, era pre-
ciso sustraer ~I esos individuos a sus quclHlcen.~s naturales i
a aque11as ateneioncs que pneden i (le1>en lienal' sin pel:iml1-

carse icon henefieio pú1>lieo.


La medida de numenÜu' cl ejército de Hnen ha lIenmlo

eomplctamente este ohjeto. Lo ha lIenado a mi modo de vcr


de una manera satisfaetoria. Cuanto era posible eonseguir
se ha eonseguido can el aumento, que almismo tiempo, ha

evitado un mal; i como ]0 haec notar cl Presidente de ]n


Rcpúhliea, no hn impuesto una earga al tesol'O nHeional,
pOl' que 10s gastos que se haeian en diarios alas imlividuos
de In gunnlin cÍ\-icn, se nhorran con In creneion del nuevo
hata11on, nhono que sirve para pagar easi en su tota]idnd
el sueldo de su
tropa.
En euanto a 10s jefes 1 ofieia1cs, el Presidente Ita espuesto
que no ha sido neeesario haeer nuevos nomhramientos, sino
que 10s Ita tommlo, ya de 10s que esta1>an de eomision 0

agregados a asnmh1ca, ya de 10s que estaban en retiro.


Esta eonducta del Gohierno prueba 1a eireunspeeciol1 con
que ha pmcedido, prueha el deseo veltemente quc Ie ha ani-
mado (Ie no imponer carga al tesoro públieo, i prueha, en
fin, que se adoptó la medida por una neeesidad imperiosa,
por una de aque11as neeesidades de que 110 podia apartar ]n
vista.
Conclniré, pues, para no haeerme pesndo, con decir nIn
C{tmarn quç eonsidero legal cnsí la Il1cdida; pcw que no ha
-

67-
sido mi Únimo prcscntarla b[~io cstc aspccto, sino bajo c1 dc
la convcniencia, pOl"que no seria prudente que ]a Cámara
dijcsc: ]a creacion qtle ha hccho cl Gobierno de ese bata110n
fué nccesaria, fué conveniente, fué justa, pero la desapruebo.

EL SEÑOR MON'!''!' (MÎnÎstro del InterÎor.) Mc limitaré a


.

mtt1 pocas eosas.


Primero, insistiré cn que las cuestiones dc lcgalidad i dc
convenicncia pucden i dcben separarsc cn este caso.
Suponicndo pOl' un momento, i esto no dche mim.rse
como una conccsion, suponienclo, digo, que el aumcnto de]
cjéreito se huhicse hccho sin f~lcultades pOl' cl Prcsidcnte cle
la República, todavía creo que ]a CÚmara debcria apro-
harlo.
Si hubo fuertcs razoncs para dccretar el aUl11ento, si hubo

una neccsidad rcconocida impcriosa, clebe aprobarse. La


c

sancion misl11a que pille cl Presi(lcnte de laRepública des-


pucs que ha cesa(lo cl estado dc sitio, cs una manifcstacion
de que no pu(lo subsistir sel11ejante aUl11ento sino durante
c1
tiempo en que estuvo investido de facuItades para deere-
tado. Conc1uido e] estado de sitio, el Presidente pidió a ]as
Cámaras que deliberasen sobre esta materia, que resolvie-
sen sobre si dehia continuar 0 nó este aumento; i sin embar-

go de haber procedido de este mo(lo c1 Presidente de la Re-


pllhlica, se dice que hubo ilegalidad en no haher disuelto de
hecho el bata110n que se habia creado.
Diré, en segundo lugar, que la diferencia entre ]as cir-
cunstancias de la época presente i aque11as en que se en-
contraba el pais durante la guerra del Perú, consiste en
que el servicio era prestado en aquel tiempo por los cuer-
pos cívicos, i que en Ia actua1idad se ha querido que 10 sea
porIa fuerza veterana, pOl"que este servieio de ]os cívicos
- 68 -

Icsoeasionaha ungnn'(l111Cn que ha vcnido a haeerse dcma-


siado oneroso, i erajusto lihrarlos de é1. No se crea que,
eomparativamente hahlan(10, se neeesitahan en aquella
époea homhres para el servieio i que ahora se neeesitan
die:'.

cincuenta. Habia entónccs pocos individuos de! cjército de


línea, i la guardia nacional, como ya he dicho, lien aha esa
[alta; 10 mismo sueedia en todo el pais. Entónees no se dijo:
fr,rmese un nuevo hatallon del ejéreito permanente; se dijo:
póngase en servieio un euerpo de milicias; i si cl resultado
no es elmismo variando e] lIomhre, no sé d6nde pueda en-
contrarse identidad.
Diré, en tercer lugar, que una de las cosas que, ami mo(lo
de vcr, necesitan una ateneion especial, cs el estado (lc la

frontera. Me atrevo a creer que este estado no es jeneral-


mente eonoeido, ni, por ]0 tanto, apreeiado como eorres-
ponde. La seguridacl en que ha estado en estos últimos
tiempos, vo]veré a deeirlo, es c1ebicla a ]a perseeueion, al es-
carmiento que se hizo de los indíjenas i a] prestijio que 10-
graron entre ellos ]os jefes del ejéreito. Si algo de esto dura
to(lavía, puec1e desapareeer de un momento a otro; i aunque
n~almente no desaparezca, debe siempre ponerse en seguri-
dadla frontera para que no se repitan esas escenas de san-
gre que han tenido lugar en otros tiempos, i p:tra que no
se vean amenazadas las propie(ladcs de los lugar..:s i:l111C-

diatos.
No solo debe mantenerse en completa scguridadln fron-
tera, sino que es neeesario quctorlos los hahitantes de nquc-
lIos puntos crean que están en tal scguridad, porque sin esa
creeneia no progresarinn las provineias limítrofes. I{epÚr-
tase un solo batal10n de ]os que existen en el din entre to.
das las plazas fuertes de la tì'ontera, i dígaseme si diez 0
veinte. homhres son hastantes para eada una, sin :1eon1ar-
nos para naclade loseasos de ntaquc imprevisto. Creo, pues,
que no podrft ménos (lc reconoeersc que esa [11e1'/:a es de
-
69 -

todo punto i,.suficicnte para cubrir tan vasta estension de


territorio.
No tengo nada de nuevo que eRponer sobre Ia interpreta-
cion del artículo constitucional; i at111que algo pudicra c1e-
cir sobrc otras obscrvacioncs quc he nido, mc parccc quc
scria l110lcstar a la Crtman!.

~
LEI DE IMPRENTA
(S~sion~s de la Cámara de Diputados de 27,29 i 31 de Julio, i 3, i 14 de
4.7,8
Agosto de 1846.)

E1 desbonle de la prensa periódiea al aeerearse las eleeciones de


184G, tomó un carácter que nuestra sociedad no conoeia i !jue eon
razon pro(lujo sérias alarmas: al vilipendio lanz<ldo contra el ho-
nor de las personas hahíase añadido Ia prédiea contra las clases
aeomodadas. EI Presiden te de la Repúbliea en su mensaje de a)Jcrtu-
ra lIamó la atencion del Congreso hÚcia un hecho tan grave. "La.
prensa, dijo, !jue pOl' algun tiempo habia llevado la licencia i cI de-
senfreno a un )Junto hasta ent6nees inconcehible, ha sido uno de
los principales medios !jue se ponian en aceion para esparcir ideas
desorganizadoras i exitar distnrbios; sin (Iue los vicios de tlue 110-
toriamente adoleee entre nosótros esta preeiosa i necesaria institu-
cion, permitiescn emplear recursos legales, cuya complcta ineflcacia
ha manifestado la esperiencia. 'I
La Cámara de Diputados, comenta11(10 esas palabi'as en su eon-
testacion al mensaje de apertulil, dijo all'residente: "In Cámara
lamenta COli vos los descarríos de Ia prensa periódica ell Ia próxi-
ma época elcctoral, i los cOllatos ncfanc!os quc se h,l.II puesto en
planta para cOllcitar !a malquerellcia de las cIases i sembrar ell
ellas ideas rclajantes i subversivas. La prudente decision del Go-
bierno cn a(Iud[a coyuntura oeurrió a los vigorosos mcdios de re-
presion !jue la Constitueion lì'a!H!uea, i si ellos no fueron bastante
]>o(lerosos para preeaver de todo punto tumult os populares, han
evitado pOl' 10 ménos nucvas i mayores (lesgracias..~.... Las dificul-
tades ocurridas, poniendo a prueha la organizacion (Ie! Estado,
dcben haber delllostrado los dclèctos de !jlle ado!ecen nllestras re-
cientes institueiones. Aproveehareis seguramente hs leeeiones de
esta preciosa esperieneia para propancl' a! Congreso las rcformas
-
71 -

....

de que !ion snseeptihlcs, Entre ellas pareee tener una prefcreneia


mareada la relativa a Ia Iibertad de imprenta, La Jei que rije al
presente es dcfeetuo!ia, i JaCftnwra espera que no cerrarÚ sus sesio-
nes !iin <pIC la hayn suhrogado pOl' otra (Pll', cOllsen'a!H!o 1a (rall-
cn lihertad que dehe ser concedida para Ia discusion de Jas cuestio-
nes políticas, refrel1e Ia lieeneia i asegure la reetitud en la adminis-
traeion de la justicia poniéndola [uera del alc:1l1ce de las pasiones
populares,,, Al final de su l1lens~~je la CÚmnra tocaha de nuevo estc
punto añadiendo: "Ciuùadano l'resi<lcnte: el í>nlcn p{lhlieo es la
mas importante ndquisieion qlle ha heeho 111 I~epúhliea despues de
su independencia, Conservarlo ilcso es el VOtO 111Ii\'ersaJ de los ciu-
daelanos, i para conseguirlo incumbe a los poderes constitueiona-
les apresurarse aespedir las leyes seeundarias <pIe son las colum-
nas sin las que eI poder constitucional Haquea,,,
Ese juicio de la opinion pÍlblica acerca de la inefìcaeia de 1a lei
vijente para eontener los ahusos de la prensa, juicio del cual son
testimonio aqudlas pabbras del Presi<1ente i de la CÚmara de Ui-
putados, ilHlujeron al Gobierno a presentar el proyeeto de una
nueva lei ell' imprenta mas meditaela que la de 1828.
En la esposicion de motivos de este proyecto, espuso el M inisLro
deJusticia elon Antonio Varas, con csa alturn de minIs i esa sillee-
ri<1ad clocuente <lue dahan tantn autoridad a su palahra, los prin-
cipios que Ie hahian guiado para alcanzar el doble objeto que dehe
buscarse al lejislar sobre esta nlHkrin: reprimir el dclito 0 la pro-
vocacion a comderle (que tamhiell es un deli to), i dejar a Ia libre
cspresion del pensal1licnto toda la al1lplitud posihJe.

La C(l1llara de Diputados el1lpezó a ocuparse del pro}'cdo en la


sesion de 24 de.J ulio, i en la diseusion jenerallo aprohó unani- por
midad.
Los señores Toeornal (don M. A.) i Garda l~eycs (don A,) im-
pugnaron el pri1l1cr artículo no aecptando que pudiese haber eom-
plieidad de Ia prellsa ell los heeho!i que se produjerau a l'OI1SeeUl'l1-
eia de las opinioncs por ella vcrUdas, porque los delitos de prel1sa
eran1l1ui eliversos de los delitos eomunes. HI señor Toeornal dijo:
"Por la il1lprcnta no se pue(1el1 eomder todo!i los delitos: el ho-
micidio, por ejel1lplo, puecle !ier un erecto cle la provoe:\eiol1; pcro
tanto e!ite erÍmen C01l1O la !iedieioll, pneclen tener eómpliees en tern-
men te independien tes del provoeador. Si !ie procediese segun la lei,
delmoùo llue se procede l'n los deli tos eomunes; I1Ia!i claro, si al pro-
-
72 -

voeador se Ie
jllzgara eOlllO se dislaria yü
juzga al homieida, 110

talvez de lei de imprellta,


en diseusion, 110 en la
aprohar el artku]o
sino en los eÔdigos penales donde dehe saneionarsc." EI señor Gar-
cía Reyes d~io: El delito que el escritor eomde no liene mas lp1C
I

una il1flucneia 11101-al dc pcrsual:iün, de eseitaeion i dc cslÍmulo.


Esll' influjo cs por su propia naturalcza illdctc1'minablc, i (1cpende
de multilud de ineidentes quc se niegan a todo eftleulo, a lOlla gra-
dnacion." Imns adelante arbdiô: "Es de tallta consl'l'uelleia para
esla discusion el deja1' estahlecido qne l!;Ii delilos de illlprenla qne
110 delilos C(IIlllllles, qlle lodavÍa IIle per-
delJen eonfulldi1'se COli los

lIIilirfi la CÚmarn obsL'rvarell e110s ol1'a eirclIllslancia que ae1'cdila


su espceialidad, i es (pte dlos son eOlllpletos cn sÍ mislllos, Desde d
1II0111cnto que sc haee Ulla p1'ovoeaeioll a sedieion, pOl' cjcmplü, cl
cse1'itor es rco i debe ser easligado eOlllo laL No hai para (Iué
agllardar a quc la sedieion se veritìquc; n(\ fintes de eso, elcscritor,
en eali(lad de tal, ha eomplct:t<lo Sll erÎlllen, i ese cl'Í111e11 puede scr
apreei:ulo en mayor 0 mellor eulpahilidad segun sea Ia fuerza ü 1a
vchcmcncia dc Ia provocaeion." Tal es, en Sll resÍtmcn, ]a argumen-
taeion de los selïores Toeornal i Garda Reyes, despojada dc 10s de-
sa1'rol1os mas ménos apasionados quc sin variar su fondo, anima-
0

1'011 singulannente d debate, Sus argumentos eontra el artÍeulo


segundo fllerOll una alllpliaeion de ]os qlle habian hceho eoulra cI
,

pnmero.
La CÚmara ap1'ob{' alllbos arlÍelllos,
Los scrJOres l'a\ma, Lira (don 1'.), Renjifl), Larrain M OXl\ La-
rrain Landa, I{eves (don I.), Gallo, Seeo, i LaZl'anf) eonlinuaroll
- .

la disension del proyedo, bien que èl espÍI-itu que dOlllinú en esta


segunda parte dd dehate, no siempre fuese eneamiuado a
variar
.
sus disposieioncs fundalllcntalcs.
EI señor Varas sostuvo conslanlcmente el dehate siguiendo a
los impngnadorcs del proyceto ell todos los eampos, ya del an{di-
sis tranquilo, ya dc 1a pasion, eon una dialédiea i una eloellellcia

ell que él11lis11l0 no lIcgÓ


sllperarse dCSpllCS.
a

EI seÎlOr MonLt, que como Minislro del Interior :l\:ompañ:lba en


eI debate al Mini~tro de Jllstieia, no tOlllÓ In palahrn sillo poeas

vcecs, para sosleJ1er los artkulos eapilales del pro)'eclo, a


para.
eJ1CallZar 1a discllsion euanda se qlleria entorpeeerla. Sino fllera.
}lor algnlla lijern ironÍa, por nlgnnn palabnll'n defensa del minis-
terio dieha de paso, 110 sc e:u.:ria en Clll'nla (lue SllS disenr:,;os fue-
-
7.3 -

rOil prolll1lll:iatlos eli Illedio ele apasionaelos debates, tal es SII set'e-
11 i
cI
ac I.

Awl'. 1.0 El qne por medio de 1a imprel1ta provoeare a la relle- .

lion 0 seeliciol1, a Ia elcsolledieneia a !as lcyes 0 antoridaeles, al


trastorno del ónkn públieo, 0 a
COl1leler cl1alquier otro acto que
!as Jeyes califìean de deli to, si la provocaeion ha sido seguida de
eJecto, bien sea eomdiéndose c1 elelito 0 haeiéndose tentativas pa-

ra eOlllelerlo, sed, l'ol1siderado L:<JlJlpliee i eastigado C01ll0 tal.


HI. SEÑO({ MON'!''!' (ill inistro del Interior.) E1 inclividuo
lJue fuel-e acusado de infraccion del artículo que actualmen-
te se cliscute, dche ser juzgaelo por un juraclo i no por un
juez ordinario; saearlo de aquí seria proeeder en abierta
eontradieeion a 10 estab1ecielo en d artÍculo constitueional
lJue dispone que los elelitos de imprenta sean juzgaelos por
un juraclo. Es, pucs, preeiso que eI clelito que se dcsiglla en
cste artículo sca juzgado por un jurado. En este scntido
estÚ concebido el artículo, i concebido así no ofrece ningunu
de los ineoll venie11tes que se han hecho presentes.
La costl1m hre que hai los junulos de impren-
ele mintr a

ta como tribl1nalcs escepeionales, sujetus a diversas reglas,


a di\'ersos principios, i
que, en una palabra, eleben proceelcr
pur consieleraciones mui eliversas elelas que tienen los jue-
ees unlinarios, induce a creer que ante un jurado no se pue-
de haeer 10 mismo que se haec ante un juez de letras, pOl'

ejemplo. Las eseepeioncs que ante el uno pueden oponerse,


pucden oponerse tambien ante otro; puecle aelneirse prue-
c1

bas, presentarse testigos, en suma, no hai punto algnno ele


difereneia; i si 10 hai es eomplctamente en favor del aCl1sa-
clo, ya por la manera en que está elispuesta la lei, ya pOI'
otras vcntajas que se concedcn a losacusados ante un jura-
do, dc Ias eualcs no gozan an tc Ios jueees onlinarios. Cesa,
Inles todo ineonveniente , i en e~mseeueneia no hai motivo
,

algullo pant cl'eer que d artíeulo pOI' razull de rcfcrirsc a un


juradu, vcnga mal en cl pru)'ectu.
74-
-

Otras ùe las cOllsideraciones que se han alegado eontra


cl artkulo, es que puede mui bien suceder que el escritor que
provoea a un delito, sea eastigado con una pen a mayor que
el que 10 cometió siguiéndose a la provocacion la ejecucion
del delito, suposicion que no puede tener lugar en ningun
easo absolutamente.
1.,0 únieo que dispone cl articulo, i nótcJo la CÚmara, es

que al escritor que provoea a comcter un dcJito, si cste se


eomcte a consecuencia de Ia provocacion, se Ie considcra
como cómplice i se Ie castiga como tal; pero no espccifica
.

pena nl11guna.
Ahora pregunto yo: segun los principios jenerales de ju-
risprudencia, ~puede castigarse mas aI provocador que al
ejeeutor poria circunstancia de haber provocado? ~De dón-
de, pues, se deduce que al escritor cómplice, porIa eircuns-
tancia de la provocacion, se lc pueda imponer mayor pena
,

<lue al que cometió cl dclito? Si dos hombres van de la

mano, i
c1
uno de el10s c<~mete un delito,. ~puede dÚrsele a

uno mayor pena clue a otro?


Ahora bien, señor, la pen a que se establece pOl' este ar-
tkulo es la misma pena que estableeen las leyes jenerales,
pen a <lue va a ser aplicada por el juez en vista de las cir-
cunstancias del dcJi to, i en el que pueden en trar toeIas Ias
cireunstaneias atenuantes i agravantcs que se contemplan
reguIannente en toeIos Ios j uieios.
Pareee tambien, señor, que al impugnar este artkulo se

eonsiderase tocia la rcsponsahilidad dcJ escritor (lue provoca,


retlucida únieamente a que no se sahe si la provüeacioll dió
o no lugar precisa i necesariamente al hec1lO. Se prescinde,
pues, eomo eosa de poea im portancia de la provoeacion mis-
i
ma. Esta ell sí es un crímen, serÚ mas ménos grave segun
0

sea mas 0 ménos severamente eastigado pOl' las leyes cl de-


lito a que puede dar lugar.
dc1i
I si la provocacion se considera como Ull to, dJOdrÚ
75-
-

rcputarse injusto d artkulo que aetualmellte se discute?


Prineipiojeneral de nuestras leyes es que al que provoca a
un hecho i pone todos 10s medios de su parte para cometer-
la, aunque no se haya ejecutado, ya sea par culpa suya 0
por sú arrep~ntimiento, se Ie considere como cómplice i se Ie
castigue como a tal; i este mismo principio sancionado en
nuestms eódigos, como se ha significado, i establecido easi
cnla mayor parte de las I~jislacioncs, aplieac10 a la lei de im-
prcnta se reputa malo, injusto, odioso! I no se erea, eomo
se ha heeho notar ántes, que la aplieacion heeha de este
principio a 10s otros de1itos, no se ha estendido a 10s de im-
prenta, pOl"que será preeiso que tenga prcsente la Cámara
que este mismo principio está reconoeido i saneionado en la
lei fì-ancesa.
.

EL SEÑOH MONTI' (Ministru del Interior.) Me perl11itiré


agrcgar una palabra.
La prescnte lei estableee dos jurados: cl 1.0 quc c1ec\ara

habcr 0 nó lugar Ia [orJl1acion de causa, i cI 2.0 que deela-


a

ra habet" () nó criminalidad. Las funciones del primew son


divcrsas de Jas del segundo: c\ primcn) decide una cuestion
pr(:via, i eI otro rcsuelve sobre cI asunto mismo,

EI. SI(ÑUI~ C~AnCIA RI(Yl(s pidc <[lIC por habcr <[ucdado para sc-
cJ
gllnda disclision artkltlo 1.0, sc sltspcnda Ja discusioll de los si-
guicntcs artkulos (lcl proycdo.
EL SEÑOR MONT'I' (Ministro del Interior.) La prcsente
ha publicado l11ucho ticl11po ha,
lei es 11lui il11portante. Se
i creo que habrá 11lerecido una atcncion especial i l11inu-

eiosa de cada uno de los señores diputados. Creo tal11bien


que no par haberse e011lbatido uno de 105 principios esta-
blecidos en ella, debe dejnrse de diseutir 10 del11as de In lei,
Con este método de proceder neccsitariamos un par de
111eses para la diseusion de la prcsente lei que eonsta de tan-

,
-

7ó-
tos artículos, l11udw mas cuanl10 las scsi ones S011 eortas
i solo hes vcccs por sem
mw.

._---
ContinÍta la disrusion drl artírnlo 1."
EL SEÑOR MONTT (J\lfÏnistro del Interior.) Se ha trata-
do, sClìor, la prcscntc materia con tanta (1dcneion icon
tanta ilushaeion al mismo ticmpo, que tomo la palabra
con alguna dcsconfialJím, pOl' no poder agrcgar nada dc
nucvo sabre ella. Sin embargo, deho mani1èstar a la Cá-
..
.

mara m1 op1l1lOn.
Nada defijo, nada de constante hai, 5C ha dieho, cn
materia de imprenta, i yo cstoi mui distante de conve-
nir cn este aserto. En materia ( e imprcnta tcngo mas fé,
i creo que 11() hai esa imposìhilic1a(1 quc se ha supuesto

para deslindar de una manera f~ia i l1eterminada el uso le-


jítimo de la imprenta. En diversos paises se han establc-
cicio diversas reglas par que cste deslindamicnto debe ha-
eerse con relacion a cac1a pueblo: 10 cual no quiere clecir

que no debamos tcncr lei de imprenta, como parcel' dedu-


eirse del pensamiento que sc nos aC,aha dc esplicar.
En todas partes se ha saneionmlo c1 principio de est a-
blcccr penas para conejir los abusos; nosotros tamhien
tcncl110s penas estahlecidas, tencmos !eycs quc protejcn el
uso lejítimo de los derechos. ~No sc eonsu1tan los derechos
de la sociedad cuando se dice: cada uno puede usar de la
imprenta de manera quc no perjudiquc los intercses de un
tcrcero 0 de Jos dcmns? ~No pucde cada eual usaI' ell' su
I ibcrtael personal, de todos sus biencs, i en
una palabm,
de todo 10 que Ic pcrtcnccc sin lK'I:iudienr a [a sociedad?
* ~ No cs csta una rcgla jcncral cn todos 10s paises? ~I por
<Jué cntÔm:cs tal difìcu1tad cn materia de imprcnta? Un

mal prineipio trae sicmprc una nwla consecuencia.


Se lw en:idu, icon 1lIui pl~ea lójica, (Iue Ius dc1itus de i1l1-
-
77 -

pren ta son nna elase especial. Ma teria es esta so 1>1\: 1a


(1c

eual no quiero agregar nada par haber sido dilueidadaeo111-


plctnmente pOl' UI1 señor c1iputado que ha npoyado e1 pre-
sente artíeulo. HI error que aeabo de notar naee, sin duda,
de ese principio; pero c1ejando las jeneralidades, voi a des-
eender al artkulo.
Dos sonlas observaeiones prineipalcs que se haeen en con-
tra del artkulo, i las dos fundaclas en el prineipio de que
él estableee una presuncion legal de culpabilidad en
con-
tra del acusado. Se ha c1icho que euando el delito sigtle
ala provoeacion, el provoeac1or Cluecla destituido de los
medias de probar su inoeeneia, i que aun suponiendo que
se Ieeoneeda un medio de defensa, en ~aso de que no 10-
grase su objeto, se Ie imponc1ria una pella atroz, una
pena bárbara. Uno de los señores diputados que ha i111-
pugnado este artíeulo, ha dieho que en el dereeho se eo-
t10een 111uehos de estos easos, en los cuales la existcneia
de un heeho trae l1ecesariamente la presuneiol1 de haber
dimanac10 de uno de los que se hall
atm. Refiriénclame a

hecho notar, 10 compararé, i deduciré las eOllseeueneias

.que llaturalmente se c1cduccn de él.


Cuando se eneucn~ra un inclividuo muerto en una easa,
a

la lei presume al dueño de casa eómplice en el asesinato.


EI dueño c1e casa presumido de culpable segun la lei wue-
de 0 nó renc1ir pruebas de que él
nó c1efenderse? ~Puede 0

no ha sido el asesino? Se me dirá que sL ~I por qué des-


eonoeer la faeultad que tiene el provocador de Ull delito
para presentar pruebas de que realmente no ha tcnido
parte en e1 hecho?
Se aeumulan hipótesis para descendcr a tal 0 eual caso

estremo, a tal 0 cual easo estraordinario; se rccorrc cl


campo inmenso de las prohahiliclades; puec1e haber un:l
injustieia, pem se desaticnde a 10 que regl1]arl11entc stlce-

de en eI eurso de ]()s al'ontecil11iento~ hunwI1os. ÇU:lndo


-

78-
un hecho sigue a una provocacion, ~no puede sentarse co-
mo una regIa que el proyocador ha tenido parte en el he-
cho? No creo yo, señor, que para calificar a un individuo

como c6mplice de un de1ito sea preciso que obre en él con


su mano. Tiene parte en el delito con el esti'mulo, con el im-
pulso que Ie di6. De este mo(lo se haec c6mplice en el delito
i puede ser eastigado como ta1.

Nuestrn lejislaeion que hasta ahorn no ha sido tilda(ln


de rigorosa en este punto, cstablece que el aeonscjador de
un de1ito, si la ejecueion sigue al eonsejo, sea cÔmplice en
el mismo delito. Este principio, ana]iza(lo en sus funda-
mentos, descansa en una razon de justicirt bien clara i
manifiesta. Sin la þrovoeacion, sin el eonsejo, sin la ins-
tigacion, no se habria cometido el delito; i entÔnccs c1 que
10 provocó, eI que 10 aconsejó debe scr castigado 10 mis-
1110 que el que 10 cometió.
Pero, fijándonos en el arti'culo, veremos que las palabras
con que él se espresa dan a entcn(ler que la provocaeion de-
be mirarse como causa del dc1ito, i que el heeho de eonsti-
tuir cómplice al provocador, sup one una relacion entre éste
i el delito, sin cuya relaeion no tendria aplicacion eI
mtí-
culo. El artículo conc1uye así: IIsi la provocacion ha sido se-
guida de efedo.1I Este modo de espresarse, pues, supone una
relacion inmediata, una rclacion de causa i efedo entre uno
i otro easo, i entÔnees desaparece toda injusticia, toda fal-

ta de equidad en la pena que se impone al provocaelor, ha-


eiéndole responsable 10 mismo que al ejecutor principal.
Conocida la justicia ell' la elisposicion en sí, su aplicacion
no puede presentar ningun inconveniente. La prucba, que
en un delito eomun, en una provocacion ordinaria hecha de
rendiria ante e1
palabra, se juez ordinario, va a rendirse en
el easo presente ante el jurado. ~I qué es e1 jurado
en la
presente lei? Es el juez acompañado de algunos inelividuos
mas que deben haeedo recomendable a los ojos clel aeusado.
-79-
I si en 105 delitos eomunes se cree hastantc prot~jida In

inoecncia prcsentám10se el acusado a rendir su prucha ante


un solo individuo, wor qué en los dc1itos de imprenta. pre-
scntando sus pruebas cl acusado ante un jurado presidido
por el mismo juez, porque, digo, no se ha de creer asegurada
la inoccncia? ~Hai mas dificultad para rendir las pruehas
:\11te el jurado que ante el juez ordinat-io? ~Estft rcducido a

mas estrechos límites un jurado? Puede examinar todos los


testigos que se Ie presenten, puede tomar todos los clatos
que conduzcan al esclarecimiento del heeho, i puede en fin
haeer todas las averiguaciones que las lcyes permiten 0 es-
tahleeen. Si hai pOl' 10 ménos igual facilidad para renclir la
prucha de ]a inoeencia de! aeusado, i si esta prucha puede
ser t'enc1ida, no vea que resulte incol1veniente alguno de In
aplicacian de este arHc,ula.
Pew apliendo este ~rtícula, se dice, resulta que se impon-
drÚ alguna pena bárbara. Sc ha hecho de 1110chl clcclamar
contra las penas, i la (leclamacion no es raciocinio cn In
mayor parte de 10s casos. En In gran mayoría las disposi-
ciones son justas; i aquellas que estableciclas en tiempos mui
remotos del presente, en que se eonsu1tó como de justicia
imponer esas penas, 0 han sido derogadas por otras dispo-
siciones pasteriores, 0 el clesuso las ha clesautorizado. La
lei ha facilitaclo medios tambien para disminuir ese rigor
escesivo que pod ria resultar de su aplieacion. Tencmos en
práctica esa misma lejislacion que se acusa de bárbara i
cruel, pOt' el1a se juzgan todas las causas; i, sin embargo,
~vemos ejecutaclas esas barbaridacles? ~Vemos ejecutaclas
esas crueldades? ~No se ve que nuestros jueces no las apli-
can, no eumplen con e11as? Luego, hai recurso para miti-
gar c1 rigor de esas leyes; luego, la dec1amacion que se hace
contra su crueldad no tiene fundamento alguno, 0 a 10 mé-
nos, no tiet1(~ tanto como se pretende.
He querido limitarme a satisfacer sohre estos c10s puntos,
-

80-
a Iwcer yer clue las dceluccioncs que sc han hccho en contra
del artkulo, son completamente inexactas; i que e1 artículo

considcrado con relacion al pnis i bnjo cualquicr aspcdo,


no prescnta inconveniente alguno.
EL SEÑOH TOCORNAL. E1 honorable señor diptltado qtle me hn
pn:cedido en ht palabra, ha dicho qtle ta]vez abrignha yo cl pen-
samiento l1c qtle no haya lei {1e imprenta. Yo no ahrigo ningun
pensamiento innoh1e, ni ten go el11i>arazo alguno para manifestar
a
hiertall1cn tc ll1is opiniones......
EL SEÑOR MONTT (Ministro del Interior.) Voi 11 elm una
espIieaciol1, señor.
a me espresé mal, no he sido talvez hi en comprendido.
0

Yo no he atribuido al señor diputado ni a ningun otro el


designio 0 ]a pretension de que no hubiese lei de imprenta.
He dieho sí que de 10s prineipios sentados se deducia que no
deheria haber lei de imprenta.

EL SEÑOR GAHdA REVES. Deho ya terminar l'StC largo disctlr-


so COil CJue hahn: fatigado ala CÍlmam. Solo 111e queda qne pre-
sentnr redactada pOI' eserito ]a indicacion !jue cn la Últill1a sesion
propuse.
Yo la conciho en estos términos: "Art. ~Lo Conden:\(10 c1 cs.
crito por nwlquiera. de los almsos de la lihertad de imprenta que
cspresan Jos dos artículos antcriore5, 5i ]a pro\'ocacioll 5e huhie-
a

ra scguido efecto, el :lt1tO!' Ijuednn'i sujcto a los trilHlllales ordi-


narios para esclareeer eon arreglo a 1ns ]eyes jenerales, Ia comp1i.
eida{l que ptle{la haber tenido en c1 {1eEto."
No encuentro en e!la Ia tach a {lc ineonstitucionalidad que Ie ]Ju-
so cl señor Ministro de Justieia......

HI. SEÑOR MONT'!' (11finistro del Interior.) Voi a con-


traermc especiaImente ala indicacion que ha hccho eI se11Ol'

diputado par TaIea.


Scgun Stt indicacion, juzgado pOl' eI jura<lo de imprenta
eIautor de un cserito porIa provocacion ele un deli to, dcbc
pasarsc Ia causa aI jucz onlinario para que faIIc sobrc Ia
-81- e1
culpabilidad que puede tener que provoea en el delito se-
guido a la provoeaeion.
De dos modos puede ser culpable el autor de un eserito,
segun esta indieaeion: 1.0 por la provoeaeion que hizo na-
eer un erímen; 2.0 por haber eoneurrido material i físiea-
.

mente a la ejeeueion delmismo ('rímen.


l CuáI de las dos eulpabilic1ades se quiere que se juzguc
e1
por juez ordinario? lEs Ia primera que resuIta de haecr
naeer, de exitar a un crimen que sin 1a provocacion no pu-
do haber nacido? Si para esta criminalidad se pide Ia inter-
veneion del juez ordinario, es patente que se desnaturaliza
por eomplcto eI jurado. Si es Ia segunda, Ia que resulta de
coneurrir material i físieamente a la ejeeueion del mismo
crimen, ésta debe naturalmente eorresponder al juez ordi.
nario, i no l1ai por eonsiguiel1te neeesidad de haeer una es-
cepeion respecto de el1a.
No he podido, pues, eomprender euál ha sido e1 sentido
que el señor diputado ha dado a su il1dieaeion.
Meditando bien el aspecto en que se ha eonsiderado la
libertad de imprenta, segull los diseursos pronul1eiados en
noehcs anteriores, me ine1ino a creer que la eulpabilidad del
escritor ha sido mirada bajo la acepeion física i material,
porque segun 10s priÙcipios del señor diputado por TaIea,
las provoeaeiones por la imprentrt talvez eonvienen para la
ilustraeion del pueblo, para su felicidad, para su adelanta-
mientol
Deseonociéndose la verdadera influencia de la imprenta,
d.eseonociéndose la impresion que por sus tendencias perni-
ciosas puede causar en un pueblo, no es fáeil que se apre-
cie en su \'erdadera importaneia la culpabilidad del que

provoea a un delito por medio de ella; por eso es que se


e1
encuentra severo eastigo.
Se cree que el individuo que aeonseja privadamentea
6
-

82-
otro para que cometa un asesinato, es culpable, i no se cree
culpable al que aconseja, al que incita de una manera mas
pública, de una maneraquepueda acarrear mayores daños,
i que puede dar márjen
para la perpetracion de otros crí-
menes.
Esta cuestion, señor, me llevaria a consideraciones mui
graves, consideraciones que tendré que omitir por ]0 mucho
que se ha alegado ya, pero que quizas en el cnrso de la dis-
cusion habrá ocasion de esponer.
No abrigo los mismos principios, ni abrigo tampoco las
mismas ideas que los diputados que impugn an el proyedo
aeerca de ciertos puntos capitales que se han tocado en el
curso del debate, pero no quiero prolongarlo mas.
El artículo 1.0 fué aprobado por 32 votos contra 8.

lndicacion para celebrar sesioncs diariamcntc.


EL SEÑOR MON'n (.Z\1inistro del Interior.) V oi a haccr
unaindicacion ajena al as unto presente, pero que me es pre-
eiso anticipar porque talvez no sea posible formularla des-
pues.
Van corridos ya dos tercios del actual pedodo lejislati-
vo. En el tereio que queda deben examinarselos presupues-
tos i varios otros proyedos de lei que hai pendientes. Con-
tinuando las sesiones con las mismas interrupciones que
hasta ahora, es probable que no se alcance
dcspachar to-
a

dos los asuntos que hai pendientes. Por esto propongo a


la Cámara que tenga sus sesiones todos los dias ala hora
.

acostum brada.

EL SEÑOR MONTI' (1\linistro del Interior.) Cuando he


propuesto las sesiones diarias, no he tenido solo en conside-
racion la lei presente; he tenido en consideracion que aun
no hemos principiado a tratar de los presupuestos. V éase~
-

83-
pues, el número de sesiones que quedan, i si es posible ter-
minar en este tiempo los asuntos que, a mas de los presu-
puestos, hai pendientes.
He dieho ántes que no he tenido presente únieamente es-
ta lei; pem en realidad ha sido uno de 10s objetos que he
tenido a la vista para haeer la indicacion.
He notado desde el principio U11 deseo de detener la lei,
i trate como co-
par esto creo tanto mas necesario que se

rresponde, es decir, que camine par donde call1inan todas


las leyes, pOl' que, al paso que llevamos, bien podrian pa-
.

sar Ües cuatro años sin que eoncluyamos con ella.


0

La cuenta es mui clara. Hasta ahora hemos examinado


un solo artíeul.o. Véase d tiempo que hemos empleado en
este exál11en, véase ~~uántos artÍculos bene el proyecto, i el
resultado será que necesitamos tres 0 cuatro años por 10
.

menos.
No es mi deseo precipitar la discusion de In lei; al con-
trario, deseo que haya diseusion sobre ella, que haya ilus-
tracion, que se ]a mire bajo todos 10s aspectos que se pue-
da, pOl'que la considero de bastantc importancia; pcro no
puedo convenir en que se la deje para una época indefinida.
Al proponer el Gobiemo esta lei, no ha obrado por irri-
tacion ni por tcmor. De un Gobiemo que cuenta con las
simpatías de la nacion, i que ha dado del11asiadas muestras
de impasibi1idad i tolenmcia, no puede decirse quc obra pOl'
irritacion ni par temor. Estas dos eausas estÚn, pues, mui
]éjos de la intencion dd Gobiemo, i de los verdac1eros moti-
vos que 10 ~lan impelido a presentar la lei que nos ocupa.
Mas agradable, mas halagiieño es, sin duda, consu1tan-
do la conveniencia del momento, obrar de oÜa manera; pe-
ro el Gobierno consu1ta la conveniencia pública, cua]quiera
que sea la idea que pueda formarse, enÜegando sus reso]u-
ciones al buen sentido de la nacion.
La Cámara aprohó la indicaciol1 por ;~o votos contra 10.
-

84-

EL SEÑO[{ RE~J1FO haec indieacion para que, apcsar de haberse


acon1ado cclehrar sesiones diariamen tl:, se eontinÍtt' c1estinando
como ántes ]as de ]os ]ímes, miéreo]es i yiérnes, a ]a lei de impren-
ta, en atencion a que 10s señores Tocorna1 i Garda Reyes, que
han tomado parte en el dehate, han dicho que no podrán con en-
rrir otros dins.
EL SEÑOR MOK'fT (lì1inistro del Interior.) Es ùe sentir
ciertamente, señor, qne no se encuentren prescntes cn la Cá-
mara dos ell' 10s señores c1iputac1os que habian tomado 1a
palabra cn 1a discusion de esta lci. Mucha provecho poc1ría-
mos saear de la ilustraeion que estos señores cliesen aeerea
de eUa; pero eUos vo1untariamente se han negado a asistir,
han rehusado someterse dcliberaeion de la Cál11ara que
ala
acorùõ tener sus sesiones diarias. Por que dos de 10s senores
diputados no pueden concurrir, ~serájusto que la CÚl11ara
postergue sus resoluciones, abandone sus negocios, i en una
palabra, se resuelva a dejar 10s asuntos pendicntes? Adop-
tado este principio, fåcil seria que cualquiera de 10s señores
diputados postergase todas 1as deliberaciones de 1a Cft-
mara.
Me pareee que seria un funesto ejemp10 el que c1iese 1a
Cál11ara sometiéndose a la voluntad de uno 0 dos de los se-
ñores diputm1os. Por otra parte, si las oeupaeiones que les
impiden eoneurrir en los dias estraordinarios, se estenclie-
sen tambien a 10s ordinarios, ~qt1é haríal11os?
Si propuse que se reuniese la Cál11ara diarial11ente, fué

en consideracion a1 poco tiel11po que queda de scsioncs or-


dinarias; alas muehas dificultades que OCUlTen para rcu-
nirse en las estraordinarias; i a que, en el poco tiempo CJue
quec1a, no es posiblc que se a1cancen a cOl1siderar 10s asun-

tos pendientes. La enenta de inversion i 10s presnpuestos


estÚn todavía por examinarse, reuniones ordinarias no
-

85-
quedan mas que diez doce, c:qué debemos haeer? lDebere-
0

mos resignarnos a no sancionar nunca esta lei, establecién-


dose por principio que toda lei que pase de diez 0 doce artí-
culos no deberá despacharse nunca? c:Haremos prevalecer
la vol un tad de dos 0 euatro individuos contra la mayoda
de la Cámara? c:Será bastante que se oponga una fuerza de

inereia para postergar cualquier asunto por importante


que sea? Clara i tenninantemente se dijo en la noche pasa-
da, que convenia que esta lei fuese discutida en dos períodos
lejislativos, es decir, que se desea que no se diseuta en el pe-
dodo presente.
Al proponer ]a ee1ebracion de sesiones diarias, no se ha
querido evitar la oposicio11 que pudiera hacerse a esta lei;
al contrario, se la desea como U11 medio de ilustracion, como
un medio de eorrejir los defectos que la lei pueda tener, por-
que 110 se pretende que esté escenta de e11os; se c1esea tam-
bien como un medio de manifestar los fundamentos en que
esttin basad os caela uno de sus artículos. No concibo, se-
ñor, que rcuuiénc10se diariamente la CámanL haya imposi-
bilidac1 de que se verifique csta discusion con toda la calma
i madurez consiguientes.

Hace mas de veii1te dias que se publieó este proyeeto, ha


sido eI asunto de todos los diarios, i por consiguiente todos
]os señorcs diputados deben estar poco mas 0 ménos en co-
nocimiento de éI. Pero si veinte dias no han bastac10 para
considerar dos artículos, i e] proyecto tiene novcnta i ocho,
lcuánto tiempo necesitaremos para considerarIo todo?
Creo, señor, que si postcrgamos la c1iscusiol1 de esta lei,
declaramos desdc ahora que no la consideraremos nunca.
Dec1aramos mas, que las Cámaras en Chile nunca podrán
sancionar una lei que tenga mas de diez 0 doce artículos,
pOl-qnc en cualquier otro caso sucederá 10 mismo. I iquiera
Dios qne no sc snsciten discusiones igualcs en los presupues-
tos! porqne sicnc10 estos por naturaleza compuestos de tan
-

86-
distintas partidas, con un sistema igual sel"ia preciso medio
siglo para despacharIos.
Si se ha abandonado pOl' algunos señores diputados la

discusion, es de sentirse como 10 he dicho ántes; pew Ia Cá-


mara no debe creer que pOl' este abandono dejarán de sel'
espuestos con toda latitud todos 10s fundamentos en pró i
en contra del proyecto.

EL (Alinistro del Interior.) No conozco 10s


SEÑOR lVIO~TT

asuntos que están actual mente en secretarÍa en estado de


ser considerados porIa Cámara, es decir, informados ya
porlas comisiones i puestos en tabla. He oido al señor se-
cretario referirse a los presupuestos i ala cuenta de inver-
sion. Los presupuestos ocupan actual mente al Senado i
aun no han sielo remitielos a esta Citmara.
Si ha sielo, pues, preciso postergar algunos asuntos de
importancia, esta es una razon mas toelavia para que nos
apresuremos a considerar la presente lei, a fin de que haya
tiempo bastante para que se disc uta sobre los presupuestos
oportunamente.
Que se considere eliarim11cnte la lei ele imprenta, 110 quie-
re decir que se considere con precipitacion, ni porque es una
materia importante debc considerm'se un dia sÍ i otro nó.
Si 10s senores diputados no tuviescn conocimicnto antici-
pado de Ia lei i necesitasen meditarla, sin duda que seria
mui justa pcdir tiempo sufìciente para ello. Pew si esto se
ticne ya pensado, i aquÍ se viene a manifestar Ia opinion
que se ha formado en virtud de ese exámen, lqué mas de-
tencion se quiere?
Yo insistiré, señor, en que cs un principio funesto, el mas
funesto que podria adoptarse, el que la Cámara, como he
dicho ánÚ~s, se someta a la volu~had de uno 0 dos de los
señores diputados. Yo pregunto, señor, lcJejaremos que
-se oponga In fuerza de inercin para que el proyccto no sea
-

87-
discutido, i se rechace pOl"que es largo, pOl"que pide la aten-
-cion de algunos dias 0 de algunos meses, sin atender si es 0
nó convcniente? Si es conveniente, es necesario que la eft-
mara se ocupe constantemente de él. Si no 10 es, debe de-
j ado de la mano: asuntos graves tiene e1 pais que pueden
ocupar dignamente a 108 señores diputados.
La indicacion del scñor Renjifo fué rechazada par 24 votos so-
bre 33.

AUT. 18. Se entiende que la persona del autor no pucde scr ha-
hida, no solo cuando falta dellugar del juicio, sino tam bien cuan-
<10 por Stl caráctcr no pudiere c01l1parecer ante los juzgados 0
tri-
bunales de la H,epública, cuando se hallare sufriendo prision 0
pre-
sidio, cuando se hallare procesado por delito que mcrczca ma-
0

yor pena que el 1l1íni1l1u1l1 que señala est a lei para castigar los
abusos de imprenta.
EL SEXOR P ADL\ ( don J. G.) Se conoce el espíritu de la c1ispo-
sicion de este artículo, pero para mayor claridad, propongo que se
Ie agreguen estas palahras 81 tiempo de ]Et publieacÎon aquí donde
dice ewíndo se hallare sllfriel1do prision 0 presidio; porque no cle-
terminándose el tiempo, pudiera quedar el artículo con un senti-
do dudoso, i querer aplicarse la responsabilidad al que no es real-
mente culpado. Si al tiempo de la publicacion el impresor ha to-
mado todas las medidas que Ie conviene, i ha visto que la persona
que Ie lleva el orijinal es capaz de responder, ha hecho todo 10 que
debiaj pero si despues de este tiemp9 esta persona, que ántes era
solvente, deja de serlo, 0 pOl"que está en prision, 0 por alguna de
las otras causas que espresa este artículo, ya no es culpable el im-
pres or; i por e:so he propuesto ~la indicacion que ha oido la Cá-
111m-a.

EL (Ministro del Interior.) No he en ten-


SEÑOR MO;>;TT
dido bien la indicacion, i quisiera penetrarme de eHa.
Hai dos tiempos, uno que se refiere a la publicacion del
escrito que se aeusa, i el otro a la formacion deljuicio. No
-

88-
.

sé a cuål época se refiere preclsamente la inclicacion del se-


nor diputado.
El artÍculo dispone en jeneral cuando no pueda ser ha-
bida Ill. persona, i bien claro se deja entendcr que habla del
tiempo en que se verifica Ia acusacion, pOl'que inútil seria
c1
que autor hubiese tenido habilidad para responder al.
tiempo de la publicacion, i no la tuviera en la acusacion.
Supongamos un escrito acusado de injurioso dos meses
despues de su publicacion. EI impresor comparece presen-

tando un condenado de los carros, i dice: "este es e1 autor


a

del artículo.1I Mui fåciI seria que uno de estos criminales


consintiera en darse pOl' autor del tal escrito, pucsto que
no arriesgaba incurrir en mayor pena. Bien, pucs; éste que
se brindaba a pasar pOl' autor del articulo habia sido håbil
.i abonado al tiempo de la publicacion, es decir ántes de sel'
condenado, i no 10 era ya para responder a la acusacion.
No sé, pues, a cua1 de las dos épocas se refiere 1a indica-
cion del señor diputado.
EL SEXOR PALMA (don J. G.) Mi indicacion se refiere al tiempo
de la publicacion, i no al de la acusacion.
EL SEÑOR MONTT (Ministro del Interior.) ~Cómo vienc
a quedar el artÍculo con la indicacion, senor secretario?
EL (lee.) Art. 18. Se entiende que la perso-
SEÑOR SECRE'l'AIUO

na del autor no pucde scr habida, no solo cuando falta del lugar
del juicio, sino tamhien cuando pOl' su car{leter no pndiere compa-
recer ante los jnzgados 0 tribnnales de la RepÚblica, cnanda sc-

hallare snfriendo prision 0 pFesidio 1I1 tiempo de fa pllblieucio1J......


EL SEÑOR MONTT (Ministro del In terior.) La adicion
tiene pór objeto, segun entiendo, detcrminar que si a1 tiem-
po de la pub1icacion del escrito acusado era håbil su autor
responsable, aun cuando se haya inhabilitado para pre-
sentarse al juicio, se dejc libre al impresor del escrito.
Bien se conoce porIa colocacion misma dc la aclicion, que
se contrae a dos de los casos a que alude e1 artícu10; i si
-

89-
el principio que en él se trata no sé qué razon
es justo en sÍ,

haya para hacer esta division, pOl-que si se d~ja subsistir In


disposicion para dos 0 mas casos, es natural que se 'haga
10 mismo con los otros.

Dice el artículo en discusion que se entiende que no puede


ser habida la persona, no solo cuando falta del lugar del
juicio, sino tam bien cuando pOl' su carácter no pudiese
eomparecer ante los juzgados 0 tribunales, 0 euando se ha-
llare sufrienc10 prision, ete. Para que fuese exacta la ob-
servaeion heeha en la adieion, deberia c1eeirse que se reputa
que no puede ser habida la persona cuando falta de1lugar
del juieio al tiempo de la publieaeion, i tambien c1eberia
agregarse que se reputa que no puec1e ser habida cuanc10
al tiempo de la' publieaeion no puede comparecer ante los
tribunales a responder.
La inc1ieacion tiene, pues, para mÍ c1 principal c1efecto de
introducir una desigualdad, 0 mas bien, una eontradieeion
en el artículo, porque en la primera parte se estableee un
principio, i en la segunc1a otro total mente opuesto.
Pero el principio mismo establecido en la indicacion me
pareee que seria de fatales consecuencias si bastase que el
autor fuera hábil al tiempo de la publicacion, aunque no 10
fuera al tiempo del juicio. Resultaria de esto que no seria
po sible hacer efectiva la responsabiliclac1 en ninguno. Mui
fáeilmente pocIria cIecir un impresor: "este escrito fué im-
preso pOl' órden de don Fulano de Tal que murió, 0 por
órden de don Zutano que ayer fué preso por un crímen.II
dContraquién se seguiria el juieio en este easo? Tan ~spedito
seria por medio de esta escepeion eludir la lei que me parece
que no se pod ria llevar adclante ninguna acusacion, pues
aun cuando solo mcdiasen veintieuatro homs entre la pu-
blicacion i la acusacion, no faltaria quien se hubicse muerto
durante esas veinticuatro homs para imputarle el cscrito
acusado. POI' estos ineonvenientes creo que es mejor que el
90-
-

artículo quede tal como está en el proyecto, pues así no se


deja la puerta abierta para frustrar todos los designios de
Ia lei.
I adviértase que pudiéndose eluclir la lei de este modo, se-

rian inútiles todas las restricciones, inútiles las penas, pues


no habria persona alguna sobre quién hacer efectiva la res-
ponsabilidad contraida por la infraccion de la misma lei.
En vano seria, pues, entablecerla.

EL SEÑOR MONTT (Ministro del Interior.) Seré breve,


señor.
En primer lugar, repito, que no he comprendido aun la
razon de la diferencia que habria para establecer una regIa
respecto de dos de los casos del artículo, i otra cliversa res-
pecto de los otros dos. En segundo lugar, la prueba que se
exije al impresor no evita que se pueda eludir la lei con mu-
cha facilidac1 una vez admitic1a la inc1icacion propuesta.
EI impresor para c1eseargarse de toda responsabilidac1no
tiene mas que presentar una persona que c1iga: "yo soi t'es-
ponsable de este escrito." ~Faltaria alguna persona que
quisiera arrostrar esa responsabilic1ac1? No c1ebemos presu-
mir que llegue faltar, si nos fijamos en los casos en que
a

se pone el artículo, pOl'que podemos suponer que se procu-


rará que esta responsabilidad recaiga sobre una persona
condenada ya a una pena mayor, i a quien la pena que Ie
traeria la acusacion del impreso no podria perjudicarle en
manera alguna. Ayer se publicó un escrito, pOl' ejemplo, i
hoi se ha condenado a t111 hombre por un asesinato; se en-
tabla acusacion contra el escrito, i entónces el impresor po-
dria clecir: "este individuo que acaba de ser condenado es
el autor." ~Qué perderia este individuo con que se Ie hiciese
aparecer como autor del escrito? Una pequeña recompensa
bastat"Ïa para hacerlo consentir en aparecer como reo de
un delito menor que aquel por que fué conc1enado a una
91-
-

pen a mucho mayor. He aquí eludida Ia lei. Admitiendo,


pues, Ia indicacion, no quedaria persona sobre quién reca-
ycse la responsabiIidad que quiere Ia lei que haya.
Seha dicho que la condicion del impresor scría dura si
se Ie sujetasc a responder en estos casos, i que scría triste
imponerle una pen a cuando él habia tomado todas sus pre-
<:auciones. Rasta aquí se ha miraclo solo la condicion del
impt'csor; pero mírese la del ofen dido, a quien se ha hecho
un mal mui grave, i a quien se deja sin Ia merecida ijusta
t'eparacion pOl' los agravios 0 males que se Ie han inferido.
Una persona que ve atacado su honor se queda sin tencr ab-
solutamente medios de vindicarse, i sin recurso para pedir
el condígno castigo de quien Ie ofen de, pOl' no csponernos
a
agravar la condicion del impresor. Este impresor, cuya
<:ondicion no se quiere agravar, pudo preveer el mal a que
se esponia, i pudo tomar sus precauciones ai pubIicar el es-
<:rito abusivo. iI sin embargo de esto, se prefiere amparar
]a condicion del impresor fLntes que 1a del ofen dido! iSe en-
cuentra triste la condicion del impresor i nó la del agra-
viado!
Pesando los males que pueclen resultar en ambos casos,
vale mas dejar el artículo como está, porque así tiende a
que se reparen Ias ofcnsas en In forma en que deben repa-
rarse.
Se' aprobó el artículo del proyecto pOl' 24 votos contra 5.
La il1dicacion del señor Palma fué desechada par 21 votos.

Art. 66. Si el fallo fuere contrario al acusado, se estenderá en

est os términos: lies culpable de infraccion del artículo tal, 0 de


los artículos tales de la lei sobre abusos de ]a libertad de impren-

ta.II Si el fallo parte condenatorio i en parte absolutorio, se


es en

estenderá en estos términos: IIculpable de infraccion del artículo 0


.artículos de la lei sabre abusos de ]a libertad de imprenta, e incul-
pable de infraccion del artículo 0 artículos de la misma lei".
92-
-

EL SEÑOR MONTT (Ministro del Interior.) Sobre cste ar-


tículo creo que hai presentada una enmienda, señor.
EL SEÑOR SECRETARIO. No, señor, fué una indicacion que se hiza
en e1 curso del debate.
EL SEÑOR MONTT (Ministro del Interior.) Pero ~no está
redactada est a indicacion?
EL SEÑOl{ SECRETARIO. No, señor; fué hccha con el objeto de
proponerla a 1a ilustracion de Ja Cámara para que vicsc 10 que rc-
solvia sobre ella.
EL SEÑOR MONTT (Ministro del Interior.) La enmienda
propuesta al artícv.1o me parece que está red ucida a que
se cstablezca que el jurado declare el abuso i al mismo tiem-

po imponga Ia pena.
En c1 proyccto cI jurado declara el abuso i e1 juez ordina-
rio imp one Ia pena. Segun este sistema, Ia imposicion de Ia
pena hecha por el juez ordinario queda sujeta a la revision
de un tribunal superior que examina Ia conducta del juez, i
modifica 0confirma su sentencia, segun Ias razones de jus-
ticia que puede haber en el1a. En la enmicnda propuesta Ia
imposicion de Ia pena hccha por el jurado no quec1a sujeta
a revision
alguna. ResuIta, pues, que el condenado tiene Ia
garantÍa de Ia revision de Ia sentencia, garantía que no Ie
da la enmienda propuesta. Hai dos instancias, dos vistas
en dos tribunales diversos, miéntras que con Ia moclifica-
cion que se propone, no habrá mas que una resolucion, una
resolucion inapelable.
Bajo todos aspectos, no solamcnte es mas favorable al
acusado el procedimiento establecido en el proyecto del Go-
bierno, sino que tam bien 10 encuento mas conforme al cspí- .

ritu de Ia Constitucion. .

Segun Ia enmienda propuesta se confundcn en un mismo


jurado Ia facultad de declarar
c1
abuso i Ia de imponer Ia
pena. La Constitucion ha querido que estas dos funciones
se ejerzan por tribunales distintos. En 1a. parte 7.a del ar-
93-
-

tîculo 12, no puede condenarse a ningun escritOl"


se dice que
sin que previamente se califique el abuso pOl' un jurado i se
siga i sentencie la causa con arreglo a la lei. Se deduce de
esta disposicion, de una manera clara i precisa, que debe pre-
ceder una declaracioll 0 calificacion del abuso, i que de be
continuarse el juicio i sentenciarse en conformidad a la lei.
Es, pues, manifiesto que e1 artículo constitucional no ha
querido reunir estos dos aetos en uno, confundirlos, sino
pOl' el contrario confiarIos ados majistraturas diversas; la
declaracion del abuso al jurado, i la aplicacion de la pena
al juez ordinario; i bajo este aspecto, e1 proyecto es, pues,
indudahlemente confonne al espfritu i a Ja letra de la Cons-
titucion.
Se ha creido que la aprobacion del artículo del proyecto
deja reducido el jurado a funciones poco importantes, i ade-
mas que limita tanto sus facultades que no Ie d~ja la de ca-
e1
lificar abuso.
sabre este punta porque pareee ser cl princi-
lYre c1etendré

pal argumento que se ha hecho contra el proyecto.


En primer lugar, el proyecto confiere al jurac10 In faeul-
tad de dee1arar el abuso, i esto eS 10 que quiere 1a Constitu-
cion: no Ie da ni maS ni ménos. Pero se ha c1icho que no Ie
califica, i para probarIe se ha ido a buscar la palabra cali-
licar en el diccionario. Se ha c1icho, calilicar es dccIarar pOl'
buena 0mala una cosa, segun sus calidades i circunstan-
cias, i de esta acepcion se deduce que el jurado no IH~ce esto
en el presente caso. Mas yo contesto que el jurado 110 puede
hacerIo, pOl"que el jurado no puede declarar pOl' bueno 0
malo el abuso, pOl"que no puede haber abuso bueno. Lo que
ha querido la Constitucion, i 10 espresa de una manera bas-
tante clara, es que el jurado califique el escrito que se Ie pre-
scnta i diga si es bucno 0
no abusi,.o. Al decir
malo, si es 0

que c1 escrito es bueno 0


malo, hace indudablemcnte una
calificacion, inc1uyéndose en el1a mil otras propicdades que
94-
-

pueden pertenecer a Ia cosa misma. EI jurado en este caso


no hará, si quiere, una calificacion en que se esprescn par-
se

ticularmente todos los atributos de la cosa; pero cuando


dice: este eserito es abusivo, sin dud a alguna que hace una
califieacion. Pern la caIificacion que hace el jurado no es
una ealificacion vaga. EI jurado, segun el proyeeto, haee
mas toda vía que 10 que la Constitucion quiere; no solo dicc:
es abusivo el eserito, sino que dice que es abusivo por tal

cosa, por infraccion del artículo tal, de modo, pues, que no


solo caIifica el abuso de una manera jeneraI, sino que deter-
minH la clase especial de éI.
EI señor diputado que impugnó el artículo quiere que el
jurado pase todavía mas adelante; quiere que no solo cali-
fique el abuso, sino que, por decirlo así, ùiga tambicn cuán-
ta es la cantidad del abuso. Esta operacion, en mi concepto,
no debe pertenecer al jurado sino al juez ordinario.
Fijar el grado de culpabilidad, 0 para espresanne de un
modo material, si me es lícito deeirIo así, medir Ia estension
del mal, es una operacion moral delicadísima, operacion
que solo un hombre que tenga el hábito de juzgar, i que por
esta circunstancia se haya hecho dueño de ese tino, de ese
taeto, de esa intelijencia que se requieren para apreciar las
casas morales, solo él, repito, puede ejercer con acierto
para fijar el grado de culpabilidad.
I pesar de esto, véase euåntos embarazos no encuen-
a

tran en los tribunales hombres eneanecidos en la judica-


tura para l1egar a determinar cuánta es la cantidad de
pena que merece cl abuso que debenjuzgar! No conozco yo
en la administracion de justicia nada mas grave, mas di-
fícil, nada que requiera mas preparacion i mas inte1ijencia,
que medir la estension del ahuso. Pero no solo se requiere
un largo hábito, sino tambien eonoeimientos profesionales
para determinar euånta es la cantidad del abuso.
CREACION DE EMPLEO
POR CONSIDERACIONES PERSONALES

(Sesion de la Cámara de Diputados de 28 de Setiembre de 1846)

Discutíase un proyecto de reorganizacion del consulac1o de co-


mercio que c1ejaba uno sólo de ]os dos porteros que servian en estc
tribunal; para indemuizar de la pérdic1a de su empleo a la persona
que iba á quedar cesante, el c1iputado don M. A. Tocomal
propuso aumentar en una plaza el número de los receptores de
Santiago, indicacion que al fin retiró al tiempo de irse a a votar.

EL SEÑOR MONTT. No creo justa la indicacion que se


ha hecho, por varias razones.
Primera, por que está fundada en un principio funesto,
que aceptado, ataria las manos a la lejislatura pm-a supri-
mir todos aquellos destinos que crea conveniente, sin que
a los individuos que los ejercen se Ies dé otros. Este ejem-
plo pod ria seguirse mas tarde i embarazar cosas de mayor
interes.
En segundo lugar, porque para un caso accidental, pa-.
ra solo premiar los servicios de una persona, se manda
crear un destino, cosa que tam bien me parece impropia.
En tercer lugar, el proponer la creacion de los destinos
públicos ha correspondic1o hasta ahora al Ejecutivo, i no
veo razon de importancia que obligue a la Cámara a .

arrogarse esta facultac1.


Si la persona que hasta ahora c1esempeña ese cargo se
-

96-
ha conducido bien, 8i sus set'vicios han sido buenos, mu-
chos empleos hai en que pueda ser colocado; i creo que el
Ejecutivo no 10 desatenderá; pero que la Cámara no pue-
clasuprimir un empleo sin crear otro, inneeesario talvez,
puesto que no cxiste en el dia, me pareee una cosa irre-
gular.
POl' otra parte, par favoreecr a
una persona
va ase

perjudicar a otras muchas. Los reeeptores no tienen mas


renta que los emolumentos que resultan de las clilijencias
que haeen, i su número está mui bien calculado. Si se es-
tablece, pues, mayor mímero de reeeptores que aquel que
las necesidacles del servicio piden, quedan indotados, como
sueederia en el caso presente. De manera que se va a fa-
vorecer a uno en peljuicio dc otroSj miéntras que dejando
al Ejecutivo que tome en consideraeion los méritos de ese
individuo, puede ser eolocado en otro destino con igual 0

mayor ventaja talvez, i sin perjuicio de ninguno otro.

EL SEÑOR lVION'l'T. Como la cuestion no es de mucha


importancia, me abstenc1ré de hacer observaciones a al-
gunos puntos que se han tocado en eHa.
Sabre uno dc los principios que se han sustcntado, ma-
nifcstaré solo mi opinion de que los destinos públicos no
son una propiedad personal, 10 mismo que una cosa muehle
a un bien
raiz, dc que no se puec1e despojar al dueñoj i
como es sabido que sucede todo 10 contrario, me parece
inútil haeer sobre este punto reflexiones que estarán al al-
cance de todos.
la medida propuesta, diré quc si la Cáma-
Volviendo a

ra quicrc nombrar receptorcs, cnhorabuena, quc los nom-


bre. Pero no mc parcce regular que 10 haga, porque cstos
destinos se dan a las personas que tiencn a acrcditan me-
jores aptitudes. ~Está segura la Cámara de que la perso-
97-
-

na que servia el c1estino suprimido es la que va a obtener


Ia preferencia para ocupar Ia nueva plaza de'receptor?
Yo creo que, de proceder as], la Cámara va a crear un
destino que no conviene en el dia, i va a
arrogarse una
.

facultac1 que no Ie compete.

7
DE LA DISCUSION
DEL TRATADO CON FRANCIA

(Sesior! de Ia Cámara de Diputados de 2 de Noviemhre <Ie 1846

El diputado por Talca, don A. Garda Reyes, hizo indicacion


para clifcrir hasta las sesioncs ordinarias del año siguiente 1a
diseusion del tratado de amistad, eomereio i navegacion ajus-
tado con Francia, que aeahaba cle api'obar el Senado. Fundó su
indieaeion, que sostuvo en clos estensos diseursos, en que 10 nue-
vo de la materia se prestaha a largos desarrollos en que tal vez
Ia CÚmara no habria' pensado, i, que no estaria en situaeion de
oir, fatigada por meses de trabajo; en que eonvenia resolver pre-
viamente una solicitucl de los navieros naeionales qne no eran
favorables al tratado, i que pedian proteccion para su industria;
en que las franquieias que pOI' él se eonecdian a Francia tal vez
iban impcdir celebrar un tratado vcntajoso con e1 Perú, que
a

acababa clc cnviar un mi'nistro autorizaclo para csto; i pOI' fin, en


que Úntcs de ajustar un pacto eon Francia, pareeia prudente ave-
riguar si 5U gobierno era a nó favorable a ]a espcdicion que,
segun anunci~ba, el jeneral eeuatoriano don J. J. Flores 01'-
sc
ganizaba en Europa con annclleia de los gabinetes de Ing]aterra
i de España
para invadir algun punto de este continente.
La CÚmara empczó a oeuparse del tratado en la sesion del
11 de Novicmbre, i poeos clias despues eoncluyó de aprobarlo.
E1 señor Montt ]0 habia cclebrado como Ministro de Re1a-

eiones Estcriorcs; pe1'O, no habicndo podillo coneurrir a ]a CÚmara


en esos clias, no tomó parte en su discusion, (lue sostuvieron, de un
1ado don Manuel Camilo Vial, su sucesor en el ministerio, ì don
Antonio Varas, i del otro el señor Garda Reyes.

EL SEÑOR MONTT (Presidcnte de fa Cámara). COll0ZCO,


99-
-

señor, que hai en el país una preocupacion jeneral, 0 mas


bien dicho, una prevencion algo estendida, aunquc no jene-
ral, en contra de 10s tratados.
Yo he opinac1o siempre de otra manera. Creo que alas
naciones débiles les conviene tratar con las naciones pode-
rosas, pOl"que de esta mancra se cstabIccen reglas, reglas
que pcr:iudican mas bicn a 108 fuertes, i quc sobre todo
redunc1an en beneficio de los débilcs.
Si cn cualcsquiera circunstancias, si cn cualesquiera ne-
gocios se preguntase si convenia 0 no establecer rcglas de

conducta, indudablemente se responderia quc sí, que conve-


nia establecer reglas fijas. Ahora, pues, en las rclacioncs in-
ternacionales, que en muchos casos no. dejan de ofrecer difi-
cultades, wor qué no hü de convenir establecer esas re-
glas, cuando las dificultades que se suscitan en esas mate-
riàs se resuelven de ordinaria en contra de los débiles i en
favor de los poderosos?
No es mi ånimo entrar en el fondo de esta cuestion: he
tornado la palabra solamente eon el objeto de manifestar .

mi opinion sobre la indicacion que se ha hecho para que se


difiera la consideracion del presente asunto.
Con este fin se han alegado varias razones mas 0 ménos
plausibles; pero hai una que pod ria exitar tal vez. preven-
cioncs, i ofus car en lugar de convencer. Tal es la de los ru-
mores que se estienden sobre que se ha preparado una in-
vasion contra uno de 10s Estados de América, en uno de
10s paises europeos.

Fero, si atendiendo a estos mismos rumon:s aparece que.


la Francia no tiene ninguna intervenciOn en este asunto,
wor qué habríamos de praceder desde luego de una manera

tan poco favor~tble i como hgraviando a esa nacion? dSon


tan sólidas, tan estrcchas las relaciones de aquellas nacio-
nes entre sí, que no puede obrar la una sin que esté ligada
la otnt a esos procedimientos, de modo que todassean soli-
-
100 -

dariamcntc responsables dc Ios aetos de cualquiera de ellas?


Pcro yo me pongo en cl caso, señor, de que In Francia
tuviera dcsignios hostiles contra Chile, que hubiese tommlo
parte en csta invasion que se vocifera. La realizacion de es-
tostratados, lno scríaentónccs unatraba que seopondria.a
que l1cvasc acIe1ante sus miras? He aquí tam bien par quc
he dicho åntes que los tra tacIos son jencralmcnte útilcs para
1<1s
naciones débiles.
La solicitud dc 10s navieros elevac1a al Gobicmo, i que ha
dado Iugar a varios in formes i proyedos, no la juzgo
tam poco suficicnte causa para quc se dificra la consic1era-
cion del presentc trataclo. En él cstÚn consign ados aque-
110sprincipios jcncra1cs, principios de franf[uicias de co-
mercio que ha seguido el pais hasta ahara. No concibo
yo pOl' qué se iria introducir un trastomo en toc1os cstos
a

principios; 0
mas bien diré que la idea que me he formado
de Ias necesidadcs dc nuestra marina mercante, no está de
ningun modo cn oposicion con Ios principios consignados
en este tratado. Aquel10s individuos que encuentren opo-
sicion entre Ios medios de adelantar nuestra marina mer-
i 10s
principios consignados en e1 tratado, harán
cante
ml1i hien. no solo en opinar porql1e se ditìcra, sinu por
su desaprobacion; pero si no se ha [armada una idea sabre
este punto, cs postergarlo talvez sin fundamento.
El fomento de l1Uestra marina mcrcante es un asunto
de mucha importancia, un asunto que ha Ilamado Ia aten-
cion del público en jcneraI, j sobrc el cual, mediante 10
que se ha escrito, 10s hombres l1amados a dirijir 10s ne-
gocios públicos deben haberse ya formado una opinion.
Si la aetual administraeion no ha tenido ocasion de ma-
nifestar S11 juicio sobre esta materia, no me parece quc Ia
Cámara deba espcrar cl juicio del Gobiemo, porque el1a
debe habcrse formado tambien el suyo propio.
Sería, pues, éste el caso de cIecir: 0 estån en oposicion oD
101-
-

los principios consignados en el tratado con la proteccion


de la marina mercante, 0 no 10 estÚn; si 10 están, se decre-
tará la postergacion, i no en el caso contrarÎo.
e1 desco de estrechar nuestras relacio-
POl' último, señor,
.

nes con el Perú, objeto sin duda laudable, no puede ser


I

tampoco motivo para clifcrir los tratados con la Fran-


cia; i entre otros fundamentos que tengo para opinar de
est a manera, espondré a la Cámara que, el cambio de los
procluctos que puede hacersc entre Chile i el Perú, es
mui diverso del que puede hacerse entre Chile i Francia.
Soi, pOl' tanto, de opinion que Ia Cámara se oeupe des-
de luego en consickrar e1 prescnte tratado.

EL SEÑOR MaN'!''!' (Presidente de 1a.


Cámara). Entre las
nuevas razones que he oido esponer pant que se difiera la
eonsideraeion del tratado, hai para mí una que obra de
una rhanera poderosa, i eon tal fuerza que, aun cuando
otra no hubiera, ella deberia bastar para deeidir desde
luego a la Cámara a dar su voto para entrar a su discu-
sian.
viene a flner1ar l'er11Ieidn. a 10 signiel1tc: "110 /Jellios
r~l1a
pensado en esta materia, no tenemos voluntacl de hacerlo
par ahora, esperemos que el Gohierno forme su juicio para
formal' en seguida e1 nuestro." Esta razon que serviria de
base a la Cámara para su resolucion, sería, pOl' cierto,
poco deeorosa, porque el Gobierno podria deeir entónees,
icon mueha justieia: "Si ustedes no han pensado, piensen;
si no han estudiado, estudien; este es su objeto, esta su

vocaeion, esta su misiol1."


Fuera de esta razon, señor, no he oido otra nueva.
Dos hechos equivocados, me parece, que he oido al se-
ñor diputado pOl' TaIea, i sobre ellos quiero llamar la
atencion de la Cámara.
Es el primero suponer que el tratado, conc1uido el perío-
.

102 -

do que se fija para su duracion, se estenderia indefinida-


mente de diez en diez años, cuando un artículo del tratado
dispone que dure pOl' un año, 0 mas bien, que se dé aviso
con un año de anticipacion, pOl' cualquiera de las partes
é1.
contratantes, de la ccsacion de
El segundo hecho equivocado a que me he referido, es
suponer que no podria establccerse entre e1 Perú i Chile
un arreglo para que los productos chilenos se llevasen al
Perú en buques chilcnos, i vice-versa. No conozco en el
tratado una sola parte que pudiera impcdir este arreglo.
Agregaré que cl señor secretario ha hecho indicacion
para que se cite al señor Ministt.o de Relaciones Esteriores
para la discusion de este asunto. Si parece a los señores
diputados, así se hará, a fin de que la discusion se difiera
hasta una sesion a que el señor Ministro pueda asistir.

.
ABOLICION
DEL FUERO DE LOS SENADORE" I DIP'jTADOS

(Sesiones de Ia Cámara òe Diputa,los de 18 i 21 de Junia ,Ie 1847)

Este proyecto que habia sido aprobado por 1a CÚmam de Se-


nadores con la agrcgacion del fncro dc 10s militares en las cans as
civiles, encontró en la Cámara de Diputados tres acIversarios:
don Fernando Urízar Gárfias, qne hiza indicacion para snprimir
por parejo todos 10s fueros; don Fernando Lazcano, qne sostnvo
la convenienciade mantener e1 dc 10s miemlJros del Cangresa, i e1
coronel don Justo Arteaga, qne se Iimitó a pedir el rechazo de 1a
agregacion hecha por el Scnado.
Don Antonio Varas i el scñor Montt sostuvicron el proyccto tal
eomo' habia sido propuesto por c1 Gobicrno, pero aceptando
inc1nirlc' e1 fnero dc 10s Consejcros de Estado, propncsto por don
J. G. Palma.
La version oficia1 de 1as scsioncs, bastantc imperfect a cn 1a ma-
yoría de 10s casos, 10 es mas todavía respecto de 10s discursos qne
pronunció e1 en este debate.
señor Montt
Reproducimos e1 mensajc can que el señor Montt, en su carÚc-
ter de Ministro de Justicia, propuso e1 proyecto a1 Senado con
fecl)a de 3 de Agosto de 1843.

Conciudadanos del Senado i de la Cámara de Diputados:


No dcbcll ya dejarse subsistir par mas ticmpo los per-
juicios que ocasiona al público la lci quc concede fuero
privilcjiado en causas civiles a 10s senadorcs i diputaclos
a1 Congreso. Sin producir ningun beneficio efcctivo a sus

agraciados, clla no hace mas que entorpecer 1a acciol1 de


1a justicia, aumcntar considcrab1emente 10s gastos de 10s
-
104 -

litigantes, i retardar la espedieion de 10s asuntos mas sen-


cillos, pOl' 1a llecesidad de oeurrir siempre ante la Suprema
Corte. Males son éstos que, si en 1a capital de la Repúbli-
ca no impedirÚll que se entablen lejítimos recJamos, toman
una magnitud indeciblemente mayor para 10s habitantes
de las provincias. de re1aciones en Santiago i el
La falta
temor al gran aumento de costas que exije la. distancia,
harán que para éstos sea casi imposible, en muchos casos,
.
e1 demandm' a un diputado 0 senador. El mismo tribunal,
a quien porIa lei compete en el dia el conocimiento de esta

especie de causas, tiene que sufrir no pocos obstáculos cn


Stl marclul, a causa dc In inevitahle )'epeticion de los )'CCIl1'-
sos de súplica en que necesita Hamar a
gran número de
jueces estraños.
Es llecesario, pues, que los miembros del Con~reso se
despojen ya voluntariamente de un privilejio contra el cual
110 cesande cJevarse los justos clam ores de la nacion, i que
solo puede ser útil a 10s que intenten hallar en él un refujio

para burial' diferir el cumplimiento de sus obligaciones.


0

Si los representantes del pueblo han de procec1er en sus


asuntos privados con toc1a la delicadeza i buena fé que son
tan propias de su elevado carácter, mucho ménos oneroso
i mas espcdito les será oeurrir a ventilar sus derechos ante
10s juzgados ordinarios. Si se reflexiona, ademas, que todo

fuero privilejiado es c1iametralmente opuesto nuestras a

ideas e instituciones repuhlicanas, no preveo qué objeciones


de peso pudieran alegarse contra un paso que seria tan
honroso para las mismas eámaras lejislativas.
Solo un argumento poc1ria oponerse, func1ac1o en una
mera preoeupacion, i es e1 c1e consic1crarsc inc1igno que un
alto funeionario se someta a 1a jurisdiccion cOtllun. Pero,
~será justa que, pOl' halagar un scntimiento tan impropio
de la igua1r1ad que proclamamos, c1ejemos que toc1a la na-
cion continúe sufrienc10 los verc1ac1eros c1años que la resul-
-
105 -

tan de esalei? ~Será bien visto que aquellos en quienes han

depositado los pueblos su eonfianza i el cuidado de sus pd-


mero8 intereses, se obstinen en retener una distincion que
solo ha de aprovecharles cuando quieran hacer abuso de
ella?
Mui conveniente es, sin duda, que los miembros de am-
bas cámaras, inviolables en sus personas, no puedan ser
encarcelados por deudas, sin que 8U respectivo cuerpo haya
previamente autorizado la prision. Este privilejio es indis- .

pensable para que ellos conserven sicmpre en sus opiniones


toda la independencia necesaria. Pero, ~en qué puede pelju-
c1icar [11 c11111pJido dCSC111pdio de 811 c0111ision cI CJ11e se 811je-
ten, pam el csclarccimicnto de sus derechos u obligacioncs,
a los mismos jueces que los demas ciudadanos?

EI fuero de que gozan los mismos funciouarios en causas


criminales tampoco ti<;ne mejores fuudamentos. Si como
micmbros de una repúhlica debcn ellos estar sometidos a
las propias leyes que todos los otros individuos,los delitos
que lleguen a cometel' deben sel' tam bien juzgados por los
propios tribunales. Una sola ditereneia es justa que subsis-
ta para que no queden espuestos a .los golpes arbitl'arios
de la autol'idad; tal
la garantía que les concede nuestra
es

carta constitucional de no poder ser enjuieiados por deli-


to, sin que la cámnra a que pertenecen, 0 en su l'eceso In co-
mision consel'vadora, haya ántes declarado haber lugar a
fol'macion de causa. Esta oportuna traba alcda todo recelo
de que lJegue a ejercerse una funesta influencia sobre sus
opiniones, 0 de que se prive arbitral'iamente a los pueblos
de su representacion en el Congreso, atribuyendo crímenes
.
supuestos a sus comisionados.
Una nueva resalucion que, conciliando los objctos I'efe-
ridos, conservase solamente a 10s c1iputados i senadores
los privilejios indispensables para el buen cumplimiento
de sus deberes, i les quitase todos aquellos que no pro-
~
,

-
106 -

duccn otro efecto que el de molestar al público, no puede


ménos de encolltrar un decidido apoyo en el patriotismo
de las presentes cámaras lejislativas. Movido de esta con-

fìanza, propongo a su deliberacion el siguiente proyecto


de lei:

Art. 1.0 Los senadores i diputados no gozarán de fuero


privilejiado en sus causas tanto civiles como criminales.
Art. 2.0 Los senadores i diputados des(1e e1 dia de su
eleccion, no podrán ser enjuiciados criminal mente, sin que
la cámara a que pertenecen, 0 en su receso la comision
conserv.adora, haya declaraclo haber lugar a formacion
de causa.
Los jueces ordinarios poclrán, no obstante, formar de
oficio 0 a peticion de parte, la respectiva sumaria, para
que la cÚmara la tenga presente al tiempo de haccr su
dcclaracion.
.

Art. 3.0 Los senadores i cliputados no podrÚn ser en-


carcelados por deudas si la ~:Úmara a que pertenccen, 0
en su receso la comision conservadora, no autorizasen
la prision.
Art. 4.0 Las causas pendientcs de estos funcionarios
continuarán hasta su conclusion en el tribunal en que ac-
tualmente se encontraren.-MANuEL BÚLNES. Manuel -

Montt.

Er. SEÑOR Mowl'T (Presidente de 1a Cámara). Me pa-


rece peor destruir cle un solo golpe los fucros que existen
actualmente, que clejarlos subsistentes con todos los males
que ellos acarrean. La palahra fuero no siempre quiere cle-

cir un privilejio, no siempre quiere clecir una superioriclad


respecto de los que no 10 gozan, ni que sea establecic10 en
beneficio de las personas, que 10 disfrutan.
Supongamos que el proyecto aprobado por el Senado hu-
biC'se quitado iambien el fuero a los minish-os del despacho;

I
-

107 -

110 por esto deberÍamos aprobarlo con esta agregacio11.


Yo no cOl1sidero este fuero como un favor que la lei
concede a estos funcionarios; 10 considero sí como un fa-
vor que la lei concede a las personas que tienen que tratar
con ellos; pues a nadie se Ie ocurre que el que tiene que pre-
sentarse para ser juzgado pOl' un tribunal respetab1e, com-
puesto de altos funcionarios públicos ante quienes ningun
poder tiene influencia alguna, se per:iudicarã, en vez de pre-
sentarse ante un juez subalterno, en quien puede ohrar el
deseo de ascenso u otros motivos particulares.
Segun esto podria decirse: este fuero es destructor de la
igualc1ad. Al contmrio, la lei fortalece la igualdad pOl' cste
medio.
posicion social de un ministro cla mas importancia,
La
mas influencia, que la influencia e importancia que puede
tener cualquier otro individuo en la sociedad; i segun esto
yo creo que en lugar de ser útil, seria peljudicialla supre-
sion del fuero en el caso a que aludo.
El ejemplo de 10s ministros del despacho 10 he sentado
solo para probar que no se debcn abolir todos los fueros
en el pais. Yo rcconozco que hai algunos que son necesa-
.

nos.
Así, pues, sin entrar en el exámenjeneral sobre si deben
onó dcstruirse todo~ los fueros, me voi a contraer especial-
mente al artículo primero, que establece solo la supresion
del fuero de diputados i senadores.
No creo que haya quien desconozca 10s inconvenien tes que
produce este fuero, pues. que, sin dar garantía, sin contri.
buir en nada a 1a inviolabilidad de las personas, es en
muchos casos una completa denegacion de justicia que se
haee a las personas que tienen negocios con 10s senadores
o diputados, obligãndolas a concurrir, aun de 10s puntos
mas distantes de la República, para venir a demandarlos
a Santiago, cosa imposible en much as ocasiones,
ya por la
108
--
-

pequeñez de la demanda, ya por falta de medios para


emprender el viaje, ya, en fin, por otras mui divers as cir-
cunstancias. De manera, pues, que se ve perjuclicada por
este fuero de los senadores i diputados la mitacl de la pobla-
cion por 10 menos, por hallarse a gran distancia de 108 tri-
bunales superiores ante quienes tiene que pedir justicia.
Los diputados' i senadores, turno, se pueden ver
a su
tambien pe1judicados, porque, aparte del corto tiempo que
tengan que residir en la eapital durante las sesiones del
Congreso, tendrÚn que residir tambien en ella por mucho
tiempo mas, privándose de seguir sus causas en su propio
i:
domicilio, ante sus propios jueees, sin necesidad de los
gastos que él i su contendor tendrian que hacer aun en los
negocios de pequeña entidad.
Me limito estos casos, pues ob-os de mayor gravedacl
a

están espuestos en las consideraciones que preceden al pro-


yccto en discusion, i que, creo, pesarán igualmente en el
ánimo de los scñores diputados.
En cuanto al fuero de 108 consejeros de estado, yo creo
que realmente no 10 tienen, pues no conozco dis]Josicion
legal que se los acuerde.

Hubo un consejo creado por la Constitucion del año 23,


que 10 tenia; pero la del 33 nada determina sobre este
particular, no ser que se consic1ere que dejó subsistcnte el
a

fuero que concedia aquéJla, 0 los privilejios que gozaban


los consejeros de Castilla.
Se suprimió el conscjo del 23, i sc formó por la Constitu-
cion del 33 otro mui cliverso de aquel. Si, en el concepto de
q1;1esubsiste aquel fuero, se ha propuesto la agregacion al
artículo, en este caso es útil i conveniente.
Pero, si 110
hn-
biere mas razon para considerarlo subsistente que 10 dis-
puesto por la Constitucion del 23, yo creo que ese fuero
eesó con ella.
En cuanto al fuero de los ministros del despaeho, 1a incli-
101}-
-

cacion propuesta es complctamente inaceptable. Mi opi-


nion es que gocen eJ que actualmente tienen, y que se les
conserve siempre tal como subsistc en el dia.

Ee SEÑOR MONTT (PresÍdente de la Cámara). Como


sabre el artículo que se diseute se ha presentado una indi-
cacion que clebe ser votada de prefereneia, me permitiré
deeir clos palabras acerea del objeto a que eJla se l"efiere.
Par eJla se cstablece que no haya fueros privilejiados
de ninguna clase, i para probar que no debe ser admitida,

me parece que basta hacer una pequeña reflcccion.


EI gremio del comercio goza de un fuero funclado en la
conveniencia pública, fund ado en la naturaleza misma de
10s asuntos mercantiles, i en otras razones de justicia bas-
tantes para abogar par la conservacion de ese fuero. Los
mil1eros gozal1 a su vez de otro fuero semejante al de los
eomerciantes, pnesto que sus causas ilO las juzga el mismo
juez que entiende en las ordinarias. De la misma manera,
hai otros fneros concedidos a ciertos gremios, a ciertos
il1tereses jenerales que no podrian echarse par tierra par
la razon de que todos los fueros son malos. No descenderé
alas demas fneros de que se ha hecho mcneion en la sala,
pOl"que creo tambien que tienen en su apoyo graves con-
sideraciones. I siel1do, pues, en mi concepto, inadmisible
la indicacion que se ha hecho, paso a considerar Ias indi-
0
caciones presentadas contra el artículo 1.
Tiene, en verdad, la abolicion del fuero de los diputados
i senadores sus inconvenicntes; pero es necesario pesar es-

tos incon venientes pOl' una i otra partc, para juzgar can
imparcialidad sobre su mal.
Dejando el fuero subsistente se cometeria una injusticia
notoria, de aquellas de que no es posible desentenderse par
mas tiempo, pues es una desgracia para 10s indivicluos
que pueden tener negoCios conlos cliputac10s i senaclores.
110-
-

E1 fuero de estas personas consistc en que sus causas

seanjuzgadas por la Corte Suprema. 'Es preciso, pues, que


los que tengan que Iitigar con ellas ocurran a Santiago a
entablar sus dcmandas. Este privil~jio, tal como cstá con-
cedido por las leycs, cs jeneral, absoluto; comprende todos
los ncgocios, cuaIquicra que sca su importancia. Un criac10
no puede demandar pOl' su salario sin que para esto no se
yea obligado a ocurrir a la Corte Suprema de Justicia,
porque no hai otro tribunal c~mpctente en el pais ante
quien pueda entablar su quereIIa.
lY podrèmos suponcr que de un punto distante de ]a
capitál pOl' 25 pesos, pOl' 10, pOl' ménos, se venga a deman-
dar a ninguna persona ante un tribunal superior? dNocs ne-
gar a tales dcmandantes el amparo dc la lei, no es dccla-
rarlos csccntos dc la proteccion que esta debe a todo ciu-
c1adano? dHai algun inconveniente, alguna eonsideracion
que pueda equipararsc en fuerza con cstas razones?
Cuando sc trata de evitar petjuicios, l)Ue~o cs quc se
tomen todas las 1l1edidas regulares para conseguido; pero
cuando se trata de no petjudicar aeciones que no puec1en
ménos que ser respetadas; entónees debe haeerse a un lado
la consic1eracion de 10s petjuicios que, se diec, van a ino- .

garse; debcn sufrirse, si es necesario sufridos; i yo creo,


1

eon satisfaecion, que 10s señores diputac10s se resignarán


a
clio, si por clesgraeia se viesen en ese caso, pOl' no ncgar
la justicia al resto de sus eonciudadanos. Yo, pOl' 10 ménos,
.
si me hallase en est as circunstancias, me rcsignaria gustoso

ántes de quitarJes de una mancra tan franca i abierta el


derecho que ticncn para exijir justicia.
POl' otra parte, el [uero de los diptJhtc10si senadores está
constituido de un modo irregular, sujcto a inconvenicntcs.
Uno es el fucro en las causas criminalcs, otro en las causas
civilcs, i esta misma desigualdad hacc que no haya ninguna
razon de conveniencia para quc se conserve ni uno ni otro.
111-
-

La Corte Suprema conoce en las causas civiles, i la de Ape-


laciones cn las criminales, ~por qué, esta razon de desigual-
dad?
Hai otra razon grave, señor, que por fortuna no ha teni-
do lugar hasta ahora entre nosotros, i es la de que puede
llegar caso de que se quiera hacer un abuso de este fuero. A
mÍ me consta que much os señores diputados han sido so-
licitados para prestar su nombre a acciones ajenas; i gracias
a la noble delicadeza que les es caracterÍstica, han rechaza-

do con la indignacion que merccen semcjantes proposicio-


nes. Esta delicadeza en 10s casos a que me refiero, no es
bastante; es preciso que la lei 10s garantice, 10s hag-a remo-
tos, 10s haga imposibles, si es dable espresarme asÍ.
He visto de cerca la secuela de algunos juicios contra al-
gunas de las personas favorecidas con este fucro, i he vista
que cuarenta 0 cincuenta personas han sido sacadas dc sus
hogares para tracrlas a un pueblo donde no tienen recur-
sos, donde todo les es caro, en una palabra, donde no 'pue-
den resistir a todas estas desventajas, resultando, por con-
secuencia, triunfo de 10s que no pueden ser demandados
e1

sino ante los tribunales superiores. .

Si este espectáculo no fuera bastante para abolir el fuero,

no podrán presentarse razones mas poderosas.


Un inconvcniente de la abolicion del fuero, segun 10 ha
espuesto el señor c1iputado que me ha precediclo en Ia pala-
bra, consiste en que 10s diputados pueden tener pleitos en
sus puehlos aI tiempo de abrirse las sesiones del Congreso,
i
que, debiendo por tal motivo separarse de éstos, se yen
preeisados a abandonar sus pleitos. Este inconveniente es

aparente. Un diputado 0senador es una persona de cierta


representacion social, de ciertos, bienes de fortuna, i al inc1i-
viduo que sc encuentra colocado en esta situacion no 1e
faltan medios, no Ie faltan arbitrios para hacer valer sus
derechos, i para haeer que en su ausencia no se perjudique
.
-

JI2 -

Ia lejitimidad de su accion. POl' oha parte, si un diputado


o senador tuviese un asi.mto de gravedad, uno 'de aquellos
que fuesen a decidir en su fortuna, en el bicnestar de su fa-
milia, u
otro pOl' este estilo, valdria n1as que cse diputado
se quedase allí, valdria mas que privase ala lejislatura de
sus luces.
La subsistencia del fuero presenta, pues, males graves, i

para su remedio no debcmos retardar pOl' mas tiempo la lei


que discùtimos.
Pcsando las consecuencias que trae la abolicion del fuero
de los diputados i senadores, no encuentro otras considera-
ciones en contra que las ya espuestas; débiles a la verdad,
.

comparadas con los graves inconvenientes que


.
se sufrirían
si la lei no se aprobase.

I
I
CESION
DE TIERRAS BALDIAS A LAS MUNICIPALIDADES

(Sesianes de la Cámara de Dip\1tadas de 7 i 9 de Julia de 1847)


.

E1 Gobierno pidió autorizacion para ceder alas l11unicipalidades


eiertas tierras que consider.aha solJrantes de 10s pneb10s de indios,
i la eomision informante, juzgando que tal recurso era insuficiente

para incrementar las escasas rentas de aq~leIIascorporaciones, pro>.


puso estender la autorizaeion para adjudiearIes las baldías de sus
. . .

respeetIvas prOVll1elas.
E1 señor Campino (don J.) preguntó si habia enlos antecedentes
del proyeeto alguna noticia acerca de la estcnsion i valor de esas

tierras, e insinuó la d1Hla de que ta1vez cstu viesen hipoteeadas a.


los aereedores de la. deuda cstranjem. Para dcsvanecer esta dmla
i suplir la faIta de aquellos antece<lelltes, que no habian sidö acom-
M i
pañados, don Salvador Sanfuentcs, inistro de] usticin, los scño-
i e1 setior Relljifo espu-
res Lira i Palma, miembros de la comision,
1<:s
sieron cunnto sobre amhos puntos constnha personalmellte.
En la segunda diseusion, pedida por señor Campino, reprodu-
el

jo cl Ministro del Interior don Miu1l1cl C. Vial


10 queya lmhia sido

dicho sohre las disposieiones patrins referentcs a pueblos de indios;


i en cuanto tierras bal<lías, asegnró que habia provincias en
a

c1 Gohierno me<litaba un plan de


que casi todas 10 eran; pero qne
si se nconlaba cederlas
colonizacion que no pod ria IIC\:arse a cabo
alas municipalidades.
dijo en apoyo de la en-
Sin atemler esta salvedad, el sefior Lira
a

10 que c1 señor Millistrq aeaha de


mienda: "La e0111ision ha ereido
el proyedo a solo
esponer a la Cámara, esto cs, que n:fìrié1Hlose
i
10s pueblos de indioSo, In conccsioll era mui.pequcña ningulI:L cn
'

a los terrenos
111t1chos easos. Dcjándose, pues, amplittHl respecto
111Cjor disposicion
haldíos i sobrantes, c1 Gohierno se ha11aria en
.

.
-
JJ4 -

111ejorar c1 estado lamentah1c de las municipalidadcs...... Los


para
p11eblos de indios, a juicio de la comi::;ion, son pequeños, i han ido
perdiendo sueesivamente una parte de sus terrenos, pOt'que la ve-
cindad de 10s propictarios colindantes con estos puehlos, la. nccesi-
dad de mayores pobladores, i otras mil circunstancias, han ido res-
trinjien.do a indíjenas este derecho dejado por 10s españoles. No.
10s

es decir con esto que el Gobierno haya contrihuido a ello, porque

no es asi. Lo que ha suceclido es quc los indios han ido penliéndo-


los, bien por ventas, pleitos u otras causas. Poco 0 nada cree la
comision que se conseguirá ce(EendO estas pequeñas porcioncs en
beneficio de las munieipa1idadcs. En otra 'parte es domlc ha en-
eontrado la eomision el verdadero remedio: en la mu1titud de te-
rrenos haldíos que tcnemos, en C11YO númcro eomprcndc tamhicn 10s
terrenos sobrantes de i11(Eos; de estos cntiendo que hai muchas pe-
queilas porcioncs que no las aprovechan ni el pueblo 11i las muni-
eipalidadcs, 11i 10s indios, sino que las defrauda un hacendado que
en lugar de te11er mil cuadras, por ejemplo, tiene cuatro 0 seis mil
mas de esta clase rle terrenos. Pero las municipalidades, eelosas de
tener para sí esta parte de terrenos, denunciarán con oportunidad
este ahuso, i (lirán al Gobierno: don Fulano i don Zutano tiencn
como pertenencia suya tantas cuaclras de terrenos de este jénero.
Sé que hai m11<;hos de estos terrenos en la provincia de Atacama,

que 10s hai mayores en la de Concepcion, i que los hahrá talvez


mas en las otras provineias... Las municipalidades, empeñadas en
su hien particular, serán las mas empeñosas en descubrir donde
existan estos terrenos. Los hai indudahlemen te i se carece de el10s
por el åumento de las poblaciones i 1'01' !as mayores vcn tnjas que
producen, ventajas que serán mayores, eediéndolos en parte a 10s
cabildos...11
En vista de semejantes declaraciones el señor Mon tt en tr6 a im-
pugnar el proyecto del Gohierno i la enmicnda con que se '[11cria
com1>lemen tarle.

.
El Ministro del Interior sostuvo c1 fundnll1ento legal de su pro-
yecto, i aun
c1 de la
enmienda propuesta por 1a comision, sin em-
bargo de repetir que no Ja aceptaba. "Es bien conoeida, dijo el ~e-
ñor Vial, alegando sobre esta e!lmiemla, es hien conocida la lei
que concede al denunciante de las indicarlas demasías una parte
considerable de e1las, i es bien sabido tam bien que esa disposicion
se ha1la en prflctica. Agregaré tamhien que ese dcrceho solo tienc
-

IlS -

lugar cuando c1 sohrantc consta de los. .mismos Lít ulos dcl propic-.
tario, i que sin e110s no puedcn dcnunciarse los sobranLes.II En un
l}uevo discurso, despues de referirsc a la existencia de la misma Ici,
coneluyÔ por afìnnar que "csto 10 dccia únieamente cn qhscquio dc
la vcrdad, pero quc no prctcndia apoyar el dictámen de la comi-
.

Slon.II
Los miembros de ésta argun~entaron pOl' SI1 parte contra 10~ ra-
zonamientos del señor Montt; mas, ccrrado el debate, i al irse a to-
mar la votacion sobre el artículo primero del proyecto, cl Ministro
señor Sanfucntes pidió que sc la suspendiese porque su colega el
Ministro del Interior seproponia prcscntar algunas 1110òifìcacio-
nes a ese articulo que se acababa de discutir.
Tales modifìcacionos no lIegaron a ser presentadas, ni la Cáma-
ra volviÔ a ocuparse en e1 proyccto.

ELSEÑOR MON'r1.' (Presidente de la Cámara). Uno de los


objetos mas importantes que puedcn ocupar las meditacio-
nes del Gobicmo i de las Cámaras, cs pro veer de fond os a
las Municipalidades, porque 8U falia de recursos es tal que
no les permite atcnc1cr alas llcccsidadcs de mas urjcncia
que se hacen sentir enlos ramos puestos por 1a lei bajo su
cuidado; mas 10s terrenos de 10s pueblos de ind~jenas no
.
pucden servir a este fin, no tanto por las razoncs que ya se
han espuesto la Cámara, sino
a POl" otras que en mi con-
cept<? son de mayor gravedad.
c1
Bastará, cn cfcdo, considcrar corto valor de 10s tcrre-
nos que sc prctendc cedcr los cabildos para conoccr que
a

este arbitrio no ]Juedc aumcntar sus rentas; pero es prcciso


adcmas tencr presente la injusticia notoria que se va a co-
meter con 10s a~tuales propietarios, privándoles de aquello
que lejítimamente poscen.
Los indíjenas ticncn un derecho incontestable a 10s terre-

nos de que se cncuentran en posesion, i tanto las leyes a que


se refiere el proyedo del Gobiemo, como el proyedo mismo,

contienen un verdÙdero ataque a csc derecho de


propicdad.
Aqucllas dispon~n que se mensuren las tierras ocuphdas pOl'
-
116 -

10s pueblos, se asignc una pequefia ('antidad a eacla jefe de


familia, i 10 restante se acljudique al Fisco; i e1 proyecto del
Gobierno propone que se ceda alas mttnicipalidades est a
Þ orcion declarada fiscal. No obstante, no puede de ninguna
manera ponerse en c1ucla c1 derecho que tiencn 108 inc1ios a

la propiedac1 de esos terrenos q~le ahara poseen en comun.


lCon qué fundamcnto ida, pues, la lei a ataear esa pro-
piedad limitándola, a despojar alas indíjcnas de 10 que han
heredado de sus padres, i de quehan estaclo en posesion par
una larga sêrie de años, quizá de siglos? Si las clisposiciones
e1
a que 8e refiere proyecto, establecie'ron que se c1icsen solo
diez cuaclras a los caciques, side a los inJios, i una eanti-
dad menor alas viudas, el proyedo, mandando llevar a
efedo semejantes leyes, participa Je la misma injusticia que
ell as eontienen. En uno i otro caso hai violacion de propie-
dad, porque en ámbos se d~ja alas indíjenas solo una parte
"

de 10 que les pertenece, privándoscles de 10 restante a que


tienen igual derccho. Ninguna consideracion pOl' grave que
sea puede autorizar este procedimiento.
Si de la comunidad en que actualmel1te viven 10s incH-

jenas resultan inconvenientes para la riqueza p6blica i e1


adelantamiento del pais, destrúyasc csa comuniclacl, reclúz-
caseles propietarios particulares, pues p'ara esto tieoe un
a

poder inclisputahle 1a sociedad. Pero en ]a division que sc


haga de los terrenos, es preciso, no solo ohrar en estricta
conformidad alas reglas de jnstieia, dánclo1e a eacla nno 1a
parte que Ie correspond a, sino distribuírselos 'todos ínte-
gramente sin reservar. ningun sohrante, ya ,sea en favor del
fisco, ya para cec1edo municipalidac1es. Tan inc1ebi-
alas
do e injusto fuera incrementar las rentas públicas como las
municipales costa de las propieclades privadas de ttnoS
a

pocos indivicluos. Si par fortuna aquellas leyes no han re-


cibido su ejecucion sino en dos 0 ires pueblos ck la provin-
cia de Santiago, 'deténgase aquí su funesto. erecto, i léjos de
-
117 -

querer hacerlas estensivas los otros pueblos de indios si-


a

tuados en las demas provincias de la RepÚblica, mándese


que todos los terrenos que les pertenecen i poseen en el dia,
les sean repartic10s en una justa proporeion.
El 1'espeto debido al dereeho de propiedad no pennitirá,
sin duda, que la Cámara preste su aprobaeion a un proyee-
to que manda l1evar a cfecto leycs que)o atacan directa-
.

mente. Esta observacion se clirijc de p1'eferencia al proyecto


orijinal del Gobierno. En cuanto ala agregacion hecha por
la eomision para que se autorice al Presiclente de la RepÚ-
bliea para cecler alas munieipalidacles terrenos balclí'os, hai
otros funclamentos que la hacen igualmente inaclmisible.
Si los balclíos de que se son aquel10s terrcilOs incul-
trata
tos, no ocupaclos por nadie i de propiedad nacional, van a
ser sustraiclos mediante la cesion propuesta al importante
objeto indicaclo por c1 señor Ministro del Interior. La colo-
nizacion que se piensa establecer en el1os, es en verclacl una
materia de alta importancia a la que 110 clebe oponerse obs-
tÚeulo alguno.
El contexto de la adicion me persuaclió a primera vista
cleque no comprenclia otros terrenos que 10s yaespresados;
pero cuanclo he bido al señor cliputado miembro de la co-
mision, esponer que la mente ésta era abrazar tambien
cle

aquel10s terrenos incorporaclos en las propiedades particu-


lares, aunque sin título ni derecho para el1o, i autorizar al
Presidente de la RepÚhlica. IJara cederlos alas municipali-
clades, he visto que la adicion sufria mas graves objeëiones.
Las municipalidacles van pOl' este medio a tener un in-
teres inmetliato i directo en investigar si las propiedades
particula1'es comp1'enden mas ten-enos que los que designan
sus títulos, i a aclqui1'ir un de1'echo para practicar estas
investigaciones. jFigÚ1'ese la Cámara los males i trastor-
nos a que csto puetle clar lugar! Jene1'almel11;e mal cleslin-
dadas de de1'echo las p1'opiedacles tcrritoriales, no habrá
-

lIS -

quizÚ una que no sea objeto de inquisicioncs c investigacio-


nes pOl' parte de los cabildos, quienes verán en esto un an-
cho campo para incremental' sus rentas.
Entre tanto, no solo el injusto detel1tador de la propie-
dad ajena sufrirá 10s erectos de esta lei, sino que tambien
ellejítimo propietario que no pueda manifestar 10s títulos
de su heredad, 10 que entre nosotros sueede con frecuencia,
se verá despojado en provecho del tesoro municipal de 10
que justamente Ie pertenece. La confusion, Ia inseguridad,
serán jenerales, i el dominio pOl' sÔlido i afianzado que esté,
quedará, pOl' 10 ménos, sujeto a contradicciones molestas i
dispel1cIiosas. Este resultado esmil veees mas funesto que
cuanta vel1taja pudiera producir la autorizacion que se pre-
tende cIar al Presidente de la República.
POl' el proyecto del Gobicrno se mandan llevar a efecto
lcyes que atacal1 la propiedad, i porIa enmienda de la co-
mision se va a introducir la inseguridad consiguientc al de-
recho de invcstigacion conferieJo a las municipalidadcs.
Ambos son, pues, inacltnisibles.

Er. SEÑOR Mowl'1' (Prcsidentc de la Câmara). EI espíritu


de las malas instituciones que pOl' c1esgracia rijicron al pais
durante la época colonial, se ha pel"peiuado en algunas de
las que postcrionnente nos hemos dado nosotros mismos, i
estc espíritu se descubre entero i verdadero en las leyes que
son materia de la presente discusion.
Divididos los hombres bajo cl r~jimen colonial en diver-
sas dases, que tenian derechos, otros que los tenian Ii-
11110S
i
mitaeJos 0
no poseian ninguno, amos los unos siervos 10s
otros, no se a1canzÔ, sin embargo, a dcsconocer completa-
mente en 10s inclíjenas cl c1erecho de propiedad alas terre-
nos cIe que disfrutahan. dI ahora queremos llevar mas ade-
Jante aqucl1as clistinciones Ofliosas hacienda l'cvivir kyeR,
efecto deplorable de aquel1as preocupacioncs [unestas?
-

119 -

Despttes que cl senado eonsulto de 1823 habia reconoci-


do los indios la propiedad de sus terrenos, despues que,
a

por un efedo neeesario de la revolueion, diversas leyes los


habian dec1arado iguales en dcrecho a los demas ciudada.
nos, vino la lei de que me estoi ocupando a degradarlos en
su eondieion, a esquilmarles sus propiedades, a privades de
aque110 a que telliall un derceho incontrovertible.
V oi a leer a la Cámara la disposicion de1 senado consul to
de 1823. Dice así': "1.0 Que cada uno de los intendentes de
las provineias nombre un vecino que con cl respedi vo agri-
mensor se instruya de los pueblos de illdí'jenas que existan
o hayan existido en su provincia; 2.0 que midall i tasen las
tierras sobrantes perteneeientes al Estac1o; 3.0 que 10 actual
poseido segun lei pOl' los inc1í'jenas, se les (leelare en perpé-
tua i segura propiec1ad." Los sobrantes de que habla est a
lei son aquel10s terrenos que no poseen los illdios, pOl'que 10
que e110s poseen se les dec1ara en eompleta propiedad.
lNo seria vergonzoso en la época presente que viniéramos
a destruir esta lei mandando 11evar a efedo la injusta divi-
sion ordenac1a pOl' disposieiones posteriores? La mera po-
sesion que han tenido los inc1í'jenas forma pOl' sí' sola un
tí'tulo tan respetable en c1erecho como 10 seria la eompra 0
.

cualesquiera otro c1e los medios legales c1e adquisicion. Los


que han poseido cstos terrenos pOl' un largo espacio de
tiempo, deben ser tan escudados i garantic10s en sus aceio-
nes, como cl rcsto de los ciudac1anos. La division que ahora
se pretenc1e haeer, viene a destruiresos tí'tl1los que se les tie-
nen solemnemente reeonoeidos.
I
no se dig-a que la ejecucion de esta medicla va a conver-
tirse en beneficio de los indios, pOl"que e11a va a rec1ucidos a
mayores privaciones que las que adualmente sufren. lQué
provecho les resultará los indíjenas de que la lei eeda en
a

favor de las municipalidac1es una parte de los terrenos de


que ahora saean Sl1 subsistencia? Si pOl' este medio sc facili-
-
120 -

d <.:stablc<.:imicnto de pobla<.:ioncs, <.:scuelas,


ta etc., <.:omo 10
ha clicho el scííor Minisl1'o del Interior, cste resultado puede
obtenerse salva'ndo el respcto debido ala propiedad, i solo
con rcpartirles to([os SLlS terrenos sin reserva alguna i en
una justa proporcion, como 10 propuse :al principio.
Esto era 10 poco que podia agregar en euanto al artículo
propuesto pOl' cl Gobierno. Con respecto al de la comision,
he dicho que él iba a introc1ucir el dcsórden i la inseguridad
en las propiedades, i 10 que he oido al señor Ministro del
Illteriol- en defensa de la enmienela bajo este aspeeto, no al-
eanza a desvancca mis tètllores. La mala. designacion de
1ímites que se hacia en tlluehos casos en las mercedes de te-
rrenos, la incuria que ha habido en la conservacion i custo-
dia de 10s archivos, los frecuentes'trastornos que éstos han
sufrido pOl' motivos que a todos son notorios, son causa
de que muchos propietarios no puedan manifestar los titu-
los de sus heredades i se vean obligados a acojerse a, una.
la.rga. posesion para defencl~r sus derechos. La facultad que
se quiere conferir alas tllunicipalidades para apropiarse 10
sobrallte de 10 que cada uno tellga, producirá por resulta-
do un juicio indagatorio sobre eaela fundo, una investiga-
cion sobre cada terreno, i una inseguridad jeneraI.
No conozco en la lejislacion actual lei alguna que dé la
mitad al denunciante de terrenos indebidamente poseidos,
no obstante creo en la existencia de esta lei puesto que es
aseverada pOl' el seííor Ministro del Interior. Sin embargo,
la existencia de esta lei no serájamas un motivo bastante
para que se confìera alas municipalidac1es la faeultad de
que estoi hablundo. Mediante In lei que se dice, 108 partieu-
lares tienet1 un estímulo fuerte para entablar rec1amos i
pleitos, i este estímulo será en 10 sucesi vo mas gran de dando

mayor interes a los cabildos.


No pretendo yo defender las uSttrpaeiolles que hagan
105 particulares, sino que quiero f1l1icamente que, bajo' cl
-

.
-
121 -

prctesto de precaverlas 0 evitarlas, no se vaya a privar a

un os 0 a otros en 10 que legalmente les con'es-


inquietar a

ponde. Para adquirir las municipalidades en algun caso


un corto terreno indcbidamel1te ocupa~o, tcnc1rán quc so-
mctcr ajuicio a veinte propictarios quc posccn de buena
fé icon justos títulos.
qué ganaria 1a socicc1ac1 con est a mutacion de due-
II
ños enlas propiedac1es? Haciénclolas pasar de los actuales
ocupantes los cabildos, las arranca quizás de las manos
a

que las cultivan para trasladarlas a corporaciones que ni


puec1en ac1ministrarlas, ni enajenarlas, ni hacerlas rel1(lir

los provechos de que son susceptibles. La riqueza pública


sufriria un perjucio considcrable, i la cnmienda propucsta
porIa comision, tal como ella la entiende, vend ria a
pro-
ducir efcctos mui contrarios a 10 quc sc pretende obtener.

EL (Presidcnte de 1a Cámara). Pam apo-


SEÑOR MONTT

yar el jt1Ício que he manifestado acerca del primer artículo


puesto en discusion, mc es preciso tomar las cosas desde el
principio, pOl'que mis opiniones no han estado de acuerdo
en algunos puntos capitales con las de otros señores dipu-
tados que han tomado parte en este debate.
La propiedad es UI1 clerecho anterior a tocla lei civil, i
tanto estas como las poHticas, no hacen mas que robuste-
ceria i afianzarla. La propicdad, pues, que tienen los 1ndÍ-
jcnas en los terrenos que lejÍtimamente han poseiclo, es
un derecho que debe ser siempre respetado,'i toda disposi-
cion que 10 contrarie, ataca un principio consignado en la
carta const1tucional, i menoscaba el respeto que la Cá-
mara debe manifcstar pOl' este código.
Dije en otm vez quc las leyes españolas habian sido mui
poco favorablcs con 10s indios, pucs 10s habian dcspojado
dc la mayor parte dc SUR dcrcchos reduciéndolos a
una
I
condicion tal quc casi no podian subsistir. Sin cmbargo,
-
122 -

esas mismas leyes les reconoeieron cl derecho a la propie-


dad de los terrcnos de que estaban en I~iítima posesion.
Parecerá inútil tal vez que reeuenle en este lugar algu-
nas de aquellas disposiciones; pero como este ha venido a
ser uno de los puntos prineipa1es de la presente diseusion,
me pennitirá la Cámara que haga meneion de algunas de
aquellas leyes. La título 12, I.ibro 4.0, de IncIias,
lei 7.a,

manda "que los repartimientos dc tierras sc hagan con


toda justifieacion i sin inferir agra vio a 10s indios.1I Esta
disposieion estampada en un eódigo tan poco ÙLVorablè a
10s indíjenas, cuida, sin embargo, de que no se Ies cause
per:iuicio, ni se les irrogue agravio. La lei 33, título 1.0,
libro 6.0 del mismo código, establece que 'Ies justo que a
10s indios quede tiempo para labrar sus heredades.1I Grava-

dos estos con diversos servicios personales en estremo one-


rosos, se les dejó, 110 obstante, algun ticmpo para el cul-
tivo de las heredac1cs que lcs pertenecian. Muchas son las
disposiciones de aquella recopilacion que manifiestan de

un modo claro que serespetó siempre COn mas 0 ménos


restricciones el derecho de propiedad en los indios. La lei
27, título 1.0, libro 6.0, les pennite enüjenar sus bienes
raices, establecienclo e1 modo en que deba verificarse la
enüjenacion. De esta manera si alguna duda pucliese caber
en la materia, queclaria reconoeido uno de los efectos neee-
sarios inmecliatos del domil1io pleno i completa que co-
e

rrespondia a los indios en sus tierras. I esta no es una


disposieion aislada del código de Indias, sino que está Cll
armonía con otras muchas, i viene a ser el resúmen de cua-
i
tro reales cédulas espedidas en 1571 1572.
Nuestra lejislaeion patria mantu vo consecuente con
se

cstos principios, i el senac10 consulto del año 23, que es la


primera lei que se ha dictado sobrc este as unto despucs de
nuestra cmaneipaeion política, los reconoec i respeta en
toda su estel1siol1. !-Ie reconlado en otra Vcz a la CÚmara
-
123 -

las palabras de este senado eonsulto, i Ie pido tenga pre-


.

sente que él estableee en su artículo 3.0 que todo 10 que


aetualmente posean los indios "se les declare en perpétua
i segura propiedad." No les haee,
pues, una gracia, ni les
dispensa un favor, sino que les reeonoee un dereeho preexis-
tente, respetado por las leyes anteriores i garantido en el
dia por la Constitueion polítiea del Estado. Cuando en esta
lei se habla de terrenos sobrantes, se entienden por tales

aquellos que nadie cultiva ni ocupa, porque los aetual-


mente poseidos son declarados en perpéi:ua i segura pro-
piedac1. Parece que la lei ha querido usar en este easo de

un lenguaje especial, como para manifestar mayor respeto


por estos dereehos ya cstableeidos. Ella no dice solo que
los terrcnos poseidos sean de propiedad de los indios, sino
que añade que esta propiedad sea segura i perpétua.
Tal era el estado de la lejislacion cuando se decretó el
repartimiento de pueblos que se quiere ahora poner en
planta. En este repartimiento solo se daban a los caciques
diez cuadras de terrenos i una cantidad menor aun a los
demas indios, aplicándose to do 10 sobrante a beneficio del
fisco. 'Esta disposicion eontiene una abierta violaeion de
todos los principios reconocidos tanto pOl' las leyes espa-
ñolas como pOl' las leyes patrias; i no podrá jamas He-
varse a efecto, sin ofens a de los dereehos de propiedad
que tienen los indíjenas. Sean estos pocos 0 muchos en
nÚmero, el Estado no tiene ningun título para reducir sus
goces, para limitades el terreno que les pertencce, i apro-
piarse una parte de ese terreno.
Si un pueblo de indios comprende cien cuadras de terreno

por ejemplo, i en él no existen mas que tres 0 euatro


inclios, leon qué fundamento se les habria de repartir solo

la quinta 0 sesta parte de esas tierras? Por qué no se


les hahria de d~jar sin menoscnbo algt1110 las eiel1 cuach-as
dc que estftn gozD.ndo?
-- 124 -

Pcro ni cl prctesto hubo siquicra en 1a época cn quc sc


.
dictÔ aquelIa disposicion, dc decir quc cstos sobrantes iban
a al Estado, POl"quc nada valim1, de mancra que
sei- útiles

se comctiÔ una injusticia sin provecho alguno. Pcro dondc


se puso mas de bulto csta injusticia, i se conoció mas el
ataque violento e ilcgal dado a 1a propiedad, fué en la eje-
cucion que de esta lei sc hizo en algunos pueblos, que pOl'
Fortuna fueron pocos. Para hacer c1 repartimiento fué nece-
sario quitarles 10 que tenian, arrebatarlos dellugar de sus
.

afecciones, dc11ugar en que habian naeido elIos, sus padres,


i los padres de sus padres. Los indíjenas eontinuaron

haciendo uso de los mismos terrenos, pero no ya como


propietarios sino como arrcndatai-ios, i pagando una renta
por que les d~jasen cultivar los campos de donde (mica-
mente podian sacar su subsistencia. Los rec1amos de los
indios a este respecto debieron ser tan fundados, i los cfec-
tos de aquel1a lei tan funestos, que al fin se mandó sus-
pender su ejecucion pOl" c1 congreso en 3 de agosto de
c1
1832. Posteriormente Gohierno investido de facultades
estraordinarias, ordenó quc se lIevase a cfccto, 10 que pOl'
Fortuna no se ha cumplido.
Pregunto yo ahora, la Cámara haciendo quc se ejecute
aquc1 repartimiento, lno va a reagravar la injusticia con
respecto a los infe1ices posecdorcs dc los terrenos? ~I qué
van a
ganar las 111unicipalidades con la cesion que se pre-
tcnde hacerIes?
Se ha dieho que la presente lei, léjos de perjudicar a 108
inclfjenas, va a favorccerIos, porque mediante ella se esta-
blecerán poblaciones en que haya parroquias, escuelas, etc.,
etc. Yo no puedo ménos que hacer justicia a la buena
intencion i celo pOl' el adehntamiento de los pueblos que
ha movido a presentar este proyecto; pero rcspetando esta
pureza de intencion, creo, sin embargo, que si la Cáma-
ra mandase hacer cste repartimicnto, dada tin ejemplo
-

-
125 -

fccundo cn funcstas consccucncias. Imposib]c me parcec;


pOl' oÜa parte, que pudicra persuadirse a ]os indios de que
disminuyéndolcs 1a escasa propiedad que ticncn cn e1
dia,
se ]es iba a beneficial'. El10s dirán entónees, icon mucha
razon: si la comunidad de bicncs en que vivimos cs pet:ju-
c1icial al Estado, dcstrÚyase en hora buena; pcro repár-

té.\senos con igualdad i justieia todo 10 que poscemos, sin


que se reserve porcion alguna para las municipalic1a-
des.
Insistiré tam bien en que el provecho que van a sacar 10s
cabilc10s pOl' este medio' es mui insignificante, i que pOl' mas
g-rancle i positivo que fucra, no compe'lsaria el pc1igro que
hai en no respctar 1a propiedad, uno de ]05 mas impor-
tantes derechos que ex~stcn en la sociedad.
He manifestado ya mi ?pinion a la Cámam sobre la
adicion propucsta porIa comision; pero, como 1a materia
es de tanta gmvedad, rec1amo su l11duljeneia pOl' el tiempo
que voi oeuparla de nuevo.
a

La ac1icion I)ropone que se auto rice al Gobierno para


ceder alasmU11icipalidades 10s terrenos baldíos que exis-
'ten en la RepÚblica, i entiende pOl' terrenos baldíos no solo
]os que están incultos i no ocuþados pOl' nadie, sino tam-
bien aque110s terrenos que están incorporados en ]as pro-
piedades particulares, pero sin un justo título para su in-
corporacion. Dije en la noche pasada a la Cftmara que las
propiedades en Chile no están bien deslindadas 11i tienen H-
mites seguros en la mayoi' parte, ya pOl'que 10s primeros
deslinc1es fucron mui inciertos, ya pOl'que no habia quien
hicicse las mensuras, ya pOl' trastorno que ha habido en 10s

archivos pÚhlicos, 10 que segummente impediria que se


presentasen 10s venladeros títulos de 10s que poscen.
8i las municipalidades, pnes, guiadas del interes que van
a tener con este artículo, entablasen una investigaeion so-
bre cada heredad, pondrian en inquietud a la mayor parte
-
126 -

'de 10s propietarios, les promoverian p1citos, Ios incomoùa-


rian constantemente.
I no'se diga que Jas municipa]idades solamente tendrian

derecho para tomar Ia posesion de aqueIIo que no sea bien


poseido, de aqueIIo solo sobre 10 cual el propictario no puc-
da alegar un justa títuJo; pOl'que para saber si el propie-
tario pod ria 0 nó a1egar este justo título, seria nccesario
hacerlo por medio de un proceso indagat~rio, i esto ya se-
ria una turbacion, una inseguric1ac1 introc1ucida en Ia mis-
.ma propiedad.
He espuesto estas observaciones contra el artículo 1.0 cn
discusion, con verc1ac1ero pesar, i solo por ceder a un senti-
mien to de justicia, pOl' hacer que se respete Ia propiec1ad.
Conozco i estoi perslJadido de que cs necesario pro veer de
l'entas alas municipaJidac1es, porque eIIas están encargadas
.

de satisfacer Ias necesidac1es mas inmcc1iatas i que con mas


cnel:jía se hacen !?entir en los pueblos; pero, a pesar de csta

conviccion, juzgo que es inadmisible el artículo.


ABOLICION
DEL DERECHO DE RETRACTO

(Se,inn dè la Chmara [Ie Diputados [Ie 28 de Julio de 1847)

Lla1l1flbase en nuestra àntigua lejislacion española retracto jen-


ti1icio 0 (~esangre, 0 si1l1plc1l1entc derecho de rctracto, Ia facultad
que tenian los parientes den tro del cuarto grado para ser preferi-
dos soùre 10s estraños, igualando e1 prccio, en la c01l1pra de 10s hie-
nes raices que habian pertenccido al padre 0 al abuelo com un. EI
diputado don Fernando UrÍzar Gflrfias presentó un proyecto para
aboJirlo, proyecto que tuvo en su favor al seño~' Montt i al señor
Palma, i en contra al señor Lira. La Cámara 10 aprobó pOl' 21 vo.
tos contra 8.

EL S~ÑOH MONTT (Presidcl1tc Cámara). Opino que


de la

en materia de lejislacion no deben adoptarse aquellas dis-


posiciones que no l1even en S1 un earáeter de manifiesta uti-
1i.dad, i que una lei, por el hecho de haber existic10 largo
tiempo i habcrse observado constantemente, debe conser- .

..
varse si no se presenta ningun fun(lamento para c1erogarla.
Estoi, pues, perfectamente de aeucrdo en esta parte con el
honorable señor diputado que ha combatido el proyecto;
pero no puedo eonvenir en que en c1 presente easo falten po-
derosas razones para abolir el derecho de rctracto jentilicio,
.

ni en que este derecho tenga la antigüedad que se Ie quiere


dar, ni en que haya sido adoptado por 1a lejislacion roma-
Si se fuese únicamcnte aqu1 pesar autoridades al
na. a
to-
mar en cnenta cl valor de las que se han citado en apoyo de
-

u8 -

este dereeho, no podria desconocerse (lue la e~reunstancia


de no ser admitido en cl derceho romano ni tampoeo en cl
cÔdigo frances, seria por S1 sola. una razon bastante pode-
rosa para deseehar1o.
Pero, cntrando en el fondo de ]a euestion, dejando apar-
te todo csto que no la toca directamente, yo creo en verdad
que e1 dereeho de l'etracto es perjudieial e inmo1'ål, i que
coarta lnc1ebidamente 10s dereehos de
propiedad.
Es peljudicia1 este derecho porque, dando pn~fcrencia
para la compra a eiertas personas, disminuye e1 n{unero
de compradöres, i por una eonseeuencia precisa, haee baja!'
e1 precio de ]n cosa. Dcsde el momcnto que Un inclividuo

puede haeer uso de esta preferencia i tomar la eosa por ]0


que cualquiera otro haya dado por cUa, a]~ja a todos 10s
intercsados en adquirir1a, i destruye la concurrencia que
fija c1 verdadero valor 0 cstimacion. He aqu1 uno de los
males graves que resultan de estc derecho.
.

Perm1taseme descendcr a un cjcmplo. Sc vendc un fundo


en.20,000 pesos; hai un pariente que quiere haeer usa del
retracto, icon este earácter se presenta a la enajenacion
públiea que se va a haecI': lQuién será aquel que se tome la
molcstia de prcparar c1 dinero, saearlo del destino luera-
tivo que Ie habia dado, ponerlo cn disposicion dc cntrcgar-
]0, para luego despues que haya hccho Ia eompra, verse
prefcrido pOl' cJ pariente que ha cstado espcrando estc mo-
-

mento? Seguramcnte que desde que un eomprador eoneibe


que hai a]guno que pretend a retraer ]a eosa, Se ~deja, i c1
pariente en estc caso, único eomprador que queda, da la lei
en el preeio fijándolo eon arreglo a su sola voluntad. Se vc-
rifica, pues, una espeeie de enajenaeion forzada, que cede de
ordinario en pe1:juicio de las personas mas dignas de una
protceeion espceial de la lei, Los quese vcn obligados a C11a-
jcnar StlS hiencs pam satisfaccr sus créditos, los 111e11or<:,s i
las personas que no pucden ~'endcr sino en subasta 0 en
-
129 -

ventn púhlicn, son 10s que surren estas bajas lnevitahles en


]os preeios, consecuencia inmcdiata del rctracto. Yo apelo
al testimonio de todos los que hajo a1gun carÚctcr hayan
tenido que intervcnir cn ycntas dc cst a natura1cza, pucs
e110shabriín ohscrv:tdo por ~'í 111is1110S 10s grm'cs i notorios
pC1juicios que: se csperimentan. I cn venlacl que no \'eo ra-
zon alguna de eonvcnicncia púhliea para dejar subsistente
por mas ticmpo este 6nlen de COSHI'.
Creo tamhicn quc c1 rctrncto es inmorn1 i orendc Ins buc-
nas costumhres, como se afinna cn la csposieion del proyec-
to. No solo se haec uso del rctrncto en favor de 10s parien-
tcs, por aquc110s que tienell dcrecho, sino que tamhien sc
0

estic1Hlc a 10s estraños pOl' :dgm1O de 105 pri vilejia<los.


Aeontece algun:ts veees quc un paric11te presta una perso-
ncrta falsa, cngañosa, una pcrsoncría quc Hcva cn sí un
peljurio, pues, como ha dicho mui bien el señor diputado
que eombate cl proyecto, es necesario que el que retrae la
eosa jure que la quiere para sí i no para ott-o; mas cstc ju-
ramcnto no bastantc .~g:uantía, i en mnchos casos solo
cs
sirvc paw 11egar pOl' medio (leI erímcn a la adquisicion de
In cosa.
No es estc n huso (Ie t:111ta f n'euencia como cl que noté
anteriormente; pcro 110 pOl' eso orcnde ménos las huenas
eostumbres i la 1110rnlidatl p(lhlica.
POI' último, hc die1Jo quc'el rctrncto m~orta los dercchos
(Ie propicda(l porque no pcrmite nl ducño tmsmitir 5U cosa
a quien quiera, sino qtle Ie ohliga a enajennrla C11 favor de
un privilcji:Hlo, ohligncion incompatible Iwsta eierto punto
con cl derecho dc propic(I:Hl, de euya esenein cs disponer li-,
hre111ente de las eosns. 1 con vicne i es justo respetar esta
librc disposieion, nun en nquc110s nctos que parezcan ménos
pruden les si de e110s no se siguc nlgun mal a la soeiedad.

II qué mal puede resu1tar de que el propietario venda a Pe-


dro en 111o'nr
b
de vender a TU:l11?
..I lIai al eoub-ario un:! con-
10
.
- r 30 -

venieneia pll1>1iea en dejnrle la [aeul tad (le enaÎcnar en fa-


vor de las personas que 1c inspiran mas confianza.
Las mismas trabas que Ia lei ha puesto al uso de este
derecho, pruc1>an que es odioso i que está sujeto en su ejer-
cicio a gravísimos inconvenientes, no siendo uno delos me-
non's los freeuentes i dispendiosos pleitos que orijina, que
HlTuinan Ias fortunas i turban i destruyen Ia paz de las [a-
milias. ~I hahrÚ alguna mzon para scguir tolerando este
abuso sin ningtm proveeho púhlieo?
EI derecho de rctracto puec1e tener alguna conveniencia
bajo 10s gobie1'nos monÚ1'quieos, esto es, senir de apoyo a
1 a nobleza i eonservar ellustre de las familias, pOt"que real-

mente lig-a en a]guna nwnem ]a posesion de ciertos bieHes


alas clases p1'ivilejiadas. Pero entre nosotros, que no nece-
sitamos de estas eosas, sino de ]a libertad de nuestras tran-
sacci ones, del ac1elantamiento en nuesÜa industria, ~eon
qué fundamento dej:uiamos subsistir por mas tiempo este
derceho? Los 1'ehactos, 10 misnw que los mayorazgos i sus-
titl1eiolles, son privil~jios que l1odehel1 S11hsistir en Ul1 pais
c01Jstituido bajo un gohicr11o repuhlic:l1Jo.
Sc Iw dicho que del derecho de rctrneto no nacen t:l11tos

males como los que resnltan de otras 1l1uclws !eyes existen-


tes, i que dcheria principiar In (lcmgacion por cstas. Es cste
un mal fundn1l1ento de impugnacion al proyecto una vez
que estcmos eonvencidos de que el rctrneto es per:ÎtHlieial.
Conveniente es, sin (lu<1a, <1esternt1' (le nnestra lejislacion
to(lns las disposieiones malas que eontenga; pero ya qne
esta oh1'a impo1'tante no pue(le ser ejeeutada de una sola
ver., no (lehemos privarnos (1c atloptar nquellas re[orm:ls
pareia1cs de noto)"ia utiJida<1. Con un sistcma contrario 110S

ata1'Íamos las m:11108 i nos con<1cnaríamos a vi\'ir con Jas


mismas leycs h1~ÎOcuyo impcrio estamos, por una séi"ie (Ie
sig-los.
Segun mi opinion, c1
rctracto no til'ne mas ventaja<J.tfc 1a
-
131 -

que he indicH(lo Úntcs, csto eR, scrvil- dc apoyo a 1a nohlczn


i conscrvar cllustre (It: las familiaR, cosas a que, mc parccc,

no abrigamos ninguha pretension, al mismo tiempo que es


pcrjudicial, inmoml i ofcnsivo de los de1'cchos de propieclad.
Yo opino po1' su abolicion.
LEI DE EXVINCULACIONES
(S<:siones d" la C:ímara de Diputados de 17, 19. 21 i 24 de Julio de 1848)

EI proyecto en euya diseusioll p,'onullció cstos diseursos el señor


ManU hahia sido propncsto a la Icjis1atunl dc 1R4.fj par don An-
tonio García l~eyes para cU111p1ir can el p1'ecepto de 111. COllstitn-
cion (jue mi1.n(laha clue una lei particular (lcterminnse 1n I11nnera
de hacer cnajenahles 10s hicnes raice" vineu1ados.
Modifieado ese p1'oyceto par la C:ímam de Diputados que 10
diseuti(, estensa111cnte, i luego par 111. de Senadorcs (lue 10 someti()
a1 exámen de dos comisiol1cS, fu~ a1 fin pro111u1gado lei de 111. RcpCt-
h lien cn Julio de 1852.

SEÑOII V.\HAS hi7.0 1a siguiente indicacion: La Ülsacian de 10s


EI.
peri tas sc s0111clcr{í :1 la Corle de ^ pclaeÎollcs, q l1e ,II'aceder{í en la
misma fonlJa quc ell 10s casos de lasaeioll de hicncs de men ares
11
que u hicrcn de c!wjenarsc.
rk sEÑon MON'l"L' (Prcsidcntc dc la Cámnrn). E1 seilor di-
putado autor del proyeeto ha dado su aprohaeiol1 a In el1-
mienda pn>puestn cntendiéndola en el sCl1tirlo (lc que 'c\ln
,

eonfìere a los tribunaJes In facultad de aprohar 0 reprohar


las tnsnciol1cs hcchas po1' tos perilos. Yo opino tamhicn en
favor de ]a el1l11ienda, pel"O k (loi una intelijcneia cntera-
mel1te cOl1traria, csto es, quc los Üihunalcs ('on ('onoei-
miento de causa pucclan aprohm- 0 reprohar 10 que se hu-
hierc heeho. Entcndi(h In enmicnda en cstc scntido sc funda
a mi juicio el1 hucnas razones de justicia.
La materia principal, cl acto mas importante que con-
-
133 -

ticnc esta lei, es e] de fijar e1 valor de 10s biencs vinculaùos.


Este resu]tado va a obtenerse median te un verdaelcro juieio
en que 10s peritos obran en virtud del encargo que se les
confiere. HI proyecto ha querido separarse para este caso
ele los prineipios jel1era1es i comunes i forma con 10s peritos

un tribuna] que f~t11a el1 úniea instaneia, que no decide por


11wyoría de votòs como en toc1os 10s cuerpos co1cjiac1os, i en
que basta UIH~ sola opinion para resolver en caso de que el1-
tre ]os tres no haya igua]dad en sus pareceres. II al juieio
de un solo individuo, a veees en eontradiceion con otros
dos, ]Jodremos fiar este acto de tan alta importaneia? En
csta matcria es de temer clue se pongan naturalmente en
juego [>oderosas influencias, va en un sentido, ya en otro.

..
.

lNo seria convenicnte que cstc juieio de 10s pel'itos tuvicse


un frcno para que en 10s casos notables de agravio pudiera
ser correjido i reducido a susjustos 1ímites?
Se cn:e que 10s tribunales de justicia son ineompetentes

para este efecto pOI' la especial i distinta Ilatundeza de Jas


atrihuciones que onlinal'iamente ejercen. Nadie, en efecto,
desconoceria su eompleta ineompeteneia si dlos tratasen de
haeer una apreeiacion exaeta de las operaciones de los peri-
tos, esto es, si se injiriesen en practicar las tasaciones que
son de la incumbencia de aquel1os; ]Jero no hai ninguna in-
com petencia cuanc10 se va a decidir (l11icamcn te si la tasa-
cion de los peritos es buena 0
mala, esto es, si es escesiva-
mente subiela 0 escesi vamcn te baja, sin determinar cosa
alguna euanto debe aumentarse 0 c1isminuirse
I
para redu-
.

Clr ] a
.

a SllJUStO valor.
Este eonocimien to del eseesi YO aumcnto 0 la eseesi va
.

disl11inucion del precio, 10 puedc tener cualquiera hombre ell'

buena razon sin que sea un profesor 0 perito en la materia;


es elmisl110 conocil11iento que dirije a each indivic1uo en 10s
cOlltnttos i compras que ~jecuta con freclleneia. Ahora,
pues, si se atiende a que el juicio de 1013 tribunales en este
-

'34 -

pun to va a fundarse en los datos i observaeiones q lie pre-


sentan las partes, se verá que ellos tienen bastantcs mati.
vos para decidir can acierto, i no podrá desconocerse su
competeneia. Una operacion análoga ejecutan los tribuna-
les ya en los casos de ventas de bienes de mellores, ya en
los de enajenneion forzacla.
Un deudor embargado en sus propicc1adcs, se Ie tasan,
es
se Ie oye, icon su audiencia el tribunal aprueba 0 reprueba .

la operacion. EI deudor alega que el valor fijado es 111ui b[~jo


i que se Ie va a perjuc1iear rematándose la especie pOl' aquel

precio. En vista de las razones ide los fundamentos aduci-


c1 tribunal decide
dos, juez 0 0 que se proeeda a !a venta
pOl' aqueJla tasaeion, 0 que se practi.<1ue una nueva. ~I-Iai
algun inconvenientc para pronunciar cste juieio? E1 mismo
procedimiento se observa cuancIo se trata de bienes de me-
nores, porque no se enajenan sino despues que han sido jus-
tipreciados i aprobado cl justiprecio lior e1 juez 0 tribunal
que eonoce del asunto. Esta es la regIa jcneral i comun, de
cuya observacion no hai fUllcIamento para separnrse euan-
do Be va a verificar la cnajenacion de los bienes vincu!ados
que, a mas de los privilejios (klos biencs de mcnores, van a
tener los caracteres de una venta forzada.
l-Iaré )J1"esentc a la Cámara que este pmyecto en muehas
de sus llis)Josicioncs se separa (Ie las leyes jencrales, i esta-
bleee prineipios escepeionales, 10 que no puede ser admitido
sino en raros cas os i en virtud de una manificsta con vcnicncia
o neccsidad. Las .!eyes que tenemos i de que se haee un a
.

aplicacion diaria sin quc sc esperimentc dificllltad de llin-


gun jénero, cllentan con esta circllnstancia en su favOl"; i si
las cllcstiones que van a naeer con c1 presentc proyecto son
de una. naturaJeza igual 0 an{doga, parece que seria mas
oportuno i prudente dcjarlas somctidas a los 111istl1os prin-
cipios. Las leyes jenera]es en virtud de las cuales Se a.prue-
ban !as tasaciones de 10s bienes <1<: menores i las de 10s den-
-
135 -

dorc!: que son cjccutados, pue(lcn scrvir igualmente para


.

aprobar i rcprobar las que sc practiquen de les bienes vin-


euJados.
La indiem:ion dd seíÏor Varas fué aprobada.

Art. li'! Una vez lijado d valor de la \'ineulaeion se dedueirÚ


de él el illlporle de los eosl()s de Ia tasaeion, i d reslo quedarÚ a
eenso re(1Îmible en Ios 1I1is1l10s fundos 0 en otros distin tos, en
cuanto 10
pennita eI valor de Ios sudos.
EL SHÑ()U 'focouNAL (don M. A.) hizo iwlicaeion pant que se
alJOnase a los aclua\cs poseedores de los 1I1ayorazgos \as nH.;jorm;
Í!lilcs 0 neeesarias (1t1e hubieren hee110 en 10s fLlndos ama)'orazgn.-
dos.
EL SEÑOR MONTT (Presidente de In Cáméll"a.) La eues-
tionquc envuelve la enmienda propuesta es de importan-
cia porque va aafectar valiosos intercses. Se trata de saber
si los poseedores de bienes vinculados tienen derecho a Jas

mcjoras que en ellos hubieren cjeeutado, 0 si estas mejoras


con el precio de los fundos debcn fonnar en 10 sucesi vo el
valor de J.osmayorazgos; en otros térll1inos, sc va a dcsJin-
dar derechos privados entre 108 actuaJes poseedores i los
sucesores in111ec1iatos.
Antes de considerar Ja cuestion conviene tener prcscn te
qne ella no estÚ ligada ninguna razon de conveniencia
a

p(tblica 0 de intcrcs jcneral, pOl' cuya consideracion debie-

sen adoptarse reglas diversas de aquellas que se siguen al


dcterminar cn cstricta justieia dercchos entre particu]arcs.
Este punto, en crecto, no está cn ninguna mancra conex.o
con la conversion de las vinculaciones de cosas en vincula-
ciones de va]ores, pOI-quI.' destruido 1.'1 obstáculo qne impid e
enajenar estos bienes, que intcresa al pais en jene-
cs 10 que

ral, no queda mas que un asuuto de intercs privado, re-


c1ueiùo a dcslindar cllunto debe reservursc al poseedor i
- T 36 -

el1Hnto delle pasar a Stl stleesor inmedialn para lj ue forme


en 10 sueesivo el valor ùelmayorazgo.
Mirada la cuestion bf~jO cste aspecto, pregunto yo, si en

las presen tes eireunstaneias [alleeien' pOl' desgraeia aJgu-


IIO de los poseedores, tend ria eJ stlcesor inmediato dereello
alas mejonls? Me pnreee que lladie dcseollocerÚ cste dere-
ello, i que su decision en Jos trilHlnalcs <Jc.justicia no ofrcee-
ria dificultad aJguna. Luego, si seg:UIl las lcyes actuales las
mejoras de los bienes vinculados no pertcnccen a los posee-
dores, ~por qué el presente proyecto il;ia a rcgalarles estas
mismas mejoras? ~Pucde la lei sin ninguna razon de con ve-
niencia pÚblica despojar a un individuo de 10 que Ie perte-
l1eee para dÚrselo a otro?

I{epetidas i recientes suecsiones hemos visto de bienes


vinculados, i en todas ellas no se ha pro111ovic1o siquienlla
presente euestion de mejoras, pOl-que éstas, como parte del
víneulo, han pasaùo a 10s sucesores, que han
entrado en su
goee. Este hecho prucha la cOIH.:iencia jeneral que hai de que
las mejoras no corresponden al poscedor segun las leyes
vijentes, de cuya observancia no hai fundamcnto alg-uno

para separarnos en el presen te caso.


Resuelta, pues, la
cuestion pOl' 10s principios de justieia establecidos, por Jas
lcyes actualmente en vigor, ereo que no puede privarse a
los sucesores de los dereehos que tienen adquiridos.
Se ha pensado eneOlltrar apoyo en favor ell' 10s.posee<10-

res, ya en la Constitueion de 1828, va en la del aÏ10 33. lYie


. .

fì.jaré primero en aquella. Segun la inte1ijencia que se da a


aquel código, éJ dcstrl1Yó las vinel1laciones i adjudie6 a 10s
poscedores las espccies vincl1lalas.
Suponiendo exacto cste scntido que resultaria del racio-
einio que en él se funda, ~c1enlOstraria acaso <lue todas las
mejoras de 10s fundos \'ineulados hechas en cual<[uiera épo-
ca i aun ántcs de 1a cxistcncia de aque! cÔc1jgo, correspon-
dian a los actuales poseedorcs? EI proyecto, sin embargo,
-
137 -

110 estabb:e distineion ni limitaeion atg-una; i para guar-


dar consecuencia con el func1amento que se in voea, seria ne-
cesario distinguir entre las mejoras ~jeeutadas ántes de
aquel1a lei, i las verifieadas durante su imperio, para que
aquel1as formasen una parte del víneulo, i estas perteneeie-
sen en propiedad a los poseedores que las habian hccl1o.
Seria preciso aun IIcvar mas adelante las distineiones, por-
que, habiendo fal1ecido a1guno de los poseeclores de vÎncu-
los que los gozaron durante el r~jimcn de la Constitueion
del 28, i trasmitíclose estos víneulos a otras personas, seria
1>ajo todos aspcctos injustificable dar a estos poseedores
el prceio de las mcjoras practieadas pOl' sus antcecsores. El
e1
proyeeto es, pues, contraclictorio con funclamcnto jeneral
que Ie sirve de base.
No es mas sólido el
apoyo qne para la enmiencla pm-
puesta puede encontrarse en la carta fundamental del año
33. Este eódigo solo establece que las vincu1aeiones no im-
pedirán la libre ennjenacion de las pmpiedades, asegurán-
dose a los sucesores cl valor en la forma que determine la
lei. Esta disposicion no puede proclucir efccto alguno sino
desde In época en que se dé la lei a que dla misma se refie-

re. dÀ quéfin nos estaríamos ocupanclo en


e1
presente
proyecto, si e1 artíeulo eOllstitucional hubiese reconocido el
d011linio de los posccdorcs sobrc 10s hicncs vinculados?
InÍ1til de todo pun to seria la presentc cliscusion i la lei que
se de dictar, pues nadie necesita de una especial auto-
trata
rizaeion para disponer de sus propias cosas i ser dueño
esc1usivo de las mejoras que en el1as haga.
E1 artícu10 constitueional no debió crear en los poseedo-
res esperanzas de gozar descle luego de las mcjoras, sino
Únicamente para la époea en que se pmmu1gase la lei que
élmismo exije, i que viene a ser S11 l1ecesario eomp1emento;
todo 10 demas que se eoncibió fué una mcra ilusion, lIna
quimcra liue no pucde scrvir de apoyo a dcrecho algullo.
-

13a-
Yo, pOl' mi partc, no crco que ninguno dc los posecdores se
hubiesc figurado de buena fé que las mcjoras quc dcsde
aquclla época hacia Ie pertenccian en plena propicdad. EI
que mas confianza abrigase en el artículo constitucional en-
tendido en la forma en que se entiende para fundar la indi-
cacion, tcnclria por 10 mél10s duclas a este respecto que no
Ie permitirian considerarse con un derecho claro alas me-
.

Joras.
Estas dudas es natural que Iwyan tcnido pOl' resultaclo
cl que 110 se hayan hecho ell los funclos vinçulados mejoms
de la clase de aquellas cuyo eosto no se compensa sino en
un largo tiempo. Bs mas probab1c pcnsar IltlC las Iltle se
han emprendido estÚn ya compensadas con ]a utilidad i
provecho in111ediatos.
POl' estas razones soi de opinion quc la CÚmara dese-
che là cnmienda prcscntada.

EL SEÑOR MOWfT (Presidcl1te de la C;íl1wrn). La indica-


cion no distinguc las épocas en que las mejoras hayan te-
nido lugar, i c0111prcnde tanto Jas que sc vcrifiearon ántcs
de la Constitucion de 1828, como las que se hicicron des-

pucs de promulgado el e6eligo de 1833.


El honorable diputado autor dc lÚ indicacion ha funda-
do su pensamicnto: 1.0 .en quc durantc cl imperio de la
Constitucion del 28 las vinculacioncs estuvieron elistlc)-
tas, en que los poseedorcs dc bienes vinculados fueron pro-
pietarios de cllas, las tuvieron como cosa suya, i como tal
les pertenecen las mcjoras que hiciel"On; 2.0 en quc la Cons-
titucion elel 33 restablcciendo las vinculacioncs, las rcsta-
blcci6 en su valor, no en espccies, dcjÚnclolas por consi-
guiente en la mismasituacion cn que ántes se cneontraban.
Finalmentc sc ha recurrido a 1a antigua Icjislacion cspaño-
la, i sc ha qucric10 dcclucir de sus disposicioncs que las mc-
joms. de los bienes vinculados pertcncecn a los posceclores
-
139 -

que Ins haeen. Este Último fundamento eseusaria todos los


anteriores, i haria innecesarin tam bien In misma disposi-
cion que ahora se trata de dictar.
Si el señor diputado está segura de que las mejoras son
propiedad del poseedor, ~a qué estableeer10 en la presente
lei? Déjese decidir el caso por Ias disposiciones vijentes, i

cuando se vaya a juzgar por consecueneia de llevarsc a

cfecto la enajenacion de 108 bienes vinculados, el poseedor


las harÚ valer en favor suyo. Premunidos de este c1erecho
que dan las leyes actuales, los poseedores no necesit.an de
la eoncesion que ahora se prctende otorgades.
c1
Pero recorreré los argumentos del señor diputado en
mismo órden en que los l1a espuesto.
La Constitueion de 1828 no destruyó de hecho Ios ma-
yorazgos i en tales términos que los bienes de Ias vineula-
eiones pasasen inmediatamente a ser del dominio de c1eter-
minados individuos; ella eoncedió a los poseec1ores Ia faeul-
tad de disponer libremente de aquellos bienes, de mancra
que en aquell08 easos en que no se usó de este c1erecho, las
vineulaeiones quedaron existel1tcs en la forma en que ante-
riormente estaban eonstituidas. Si se diese a la Constitu-
cion del 28 una intelijeneia eontraria, léjos de favorecer la
indicacion que se sostiene, la destruiria pOl' su base.
Sup6ngase, pues, que porIa disposieion de aquel eóc1igo
los biel1es vineulac10s pasarnn a ser propiedad de algunos
individuos, ~de la enajenaciol1 de qué bienes vineulados se
trata ahora en presentc proyecto? Despues del año 28 no
c1

se han fundado nuevos mayorazgos, i csta lei careeeria de

objcto i de aplicacion a algun easo posible. La discusion


que oeupa a la Cámara i la neeesic1ad jeneralmel1te sentic1a
de una lei que arregle el modo eómo debe proeederse a la
vcnta de biencs de mayorazgos, son tin testimonio irrccu-
.
sable de la cquivocada intelijencia que se da al código del
28 en este particular.
-
140 -

.Fíjese la CCtmma en el tenor literal del artículo referente


a esta materia, i cneonÜarÚ demostraùo can la mayor c!a-
riùad que se eonfirió a ]os poseedores no e] dominio inme-
ùiato, sino el derecho de disponer de 10s bienes. Los que
no quisieron aproveeharse de este derecho, ]0 dejaron como
Úntes se eneontraba, i así se ha trasmitido sin alteracion
alguna en Ins sueesiones ocurridasdespuesde nqueJ1aépoca.
Los mis11108 biencs formaron ]os víncu]os i quedaron su-
jctos a las mismas reglas que no recibiero11 variacion a

causa del 110 uso del dereeho dc 10s agraciados.


Tal era ]n situacion de las cosas euando en 18~33 se pro-
111ulgÚ la Constitucion del Estado. El1a no inÜodujo 110-

vedad alguna, ni hizo mas alteracio11 que ]a de pennitir


que se em0enascn 10s bienes vineulados. en ]a forma que 10
establcciese la lei que habin de dictarse. Pennnneció, ]Jues,
vijeÌ1te toda la antigna lejislacion de este ramo, salvo el
(mieo i eselusivo punto de la venta de Ios bienes. 8i por
Ias leyes antiguas !as mejoras no eorrespondia11 a 10s po-
seedores, en la Constitucion nada hai que Ies dé cle.recho a

este respecto.
Pero la Constitueion, se dice, ha creach) en 10s poseedo-

res esperanzas de aprovecharse de las mejoras, i estas espe-


ranzas, cuya existencia se da por eierta, constituyen un
dereeho segun el honorable diputado autor de la enmienda.
Yo pido a ]a Cåmara que cOllsidere 8i Iwn podic1o existir
semejantes espectativas atendidos ]os heehos que han ocu-
rrido.
La Constltueion del 28 dió a Ios poseedores la facultad
de disponer libremente de 10s bienes, i sin embargo, no 10
hieieron. ~No dieron, pues, con esta conclucta un testimo-
nio claro de que no querian aprovecharse dell~lvor que se
lcs eoncedia? ~De qué naturalcza fucron estas esperanzas

que no quisieron realizarlas cuando pudien)l1 haccrlo? Pu-


blicado ya cl cÔdigo del 33 que dejó en vigor tad as las Ie-
14 T
.-
-

yes prexistentes relativas la aecesion de las mejoms al


a

vínculo, ménos puec1e suponerse que han existic10 espeda-


tivas que tengan pOl' apoyo alguna disposicion legal.
Me fijaré tam bien en el fun(lamento que se ha querido
encontrar en la lejislacion española para dec1arar las me-
joms de 10s bienes vinculados como propiedad de los (lue
las ejeeutan.
La interpretacion que se haee de las leyes a este respeeto
es enteramente infunc1ada. Sin entrar a hacer un exttmen
prolijo de toc1as las disposieiones' eoncernientes a esta ma-
teria, porque esto fastidiaria a la Cámara, no vacilo en
afinnar que la intel~iencia que se da a la lei es infundada, i
que segun su sentido claro i espreso, las mejoras siguen
siempre la suede de la vin~ulacion, sin que e1 que las hace
tenga derecho de reservarlas para S1. Si alguna c1uda Im-
biera poc1ic1o ocurrir sobre la materia, semejante c1uda hu-
biera quedado disipada pOl' el uso jeneral i constante que
ha habic10 en este punto, pues no puede presentarsc un solo
caso oeurric1o en Chile, i quiza en España, en que las mejo-
ras de los fund os de una vinculacion hayan perteneeido al
poseedor. ~Puede haber un testimonio mas decisi va de 1a le-
jítim:1 intelijencia (le esta lei? La prÚctica, en efedo, ha fi-
jado esta intelijencia, pm-que ella ha sic10 constante, se-
guida pOl' larguísimo tiempo, i ohservada sin interrupcion
pOl' los tribunales, euyas senteneias constituyen uno de los
mas respetab1cs principios de interpretacion.
POl' otra parte, si los aetu:11cs poseedores in vocan 1:1s

disposiciones de las lcyes españolas para apropiarse las me-

joras, con igual fun(lamento 10s hermanos de estos po see-


dares reclamarian las que sus padres hicieron en el víneulo;
i teniendo pOl' guia el misl110 principio, seria preeiso re-

tmcedcr hasta la fundacion del mayorazgo para ir adjucli-


cando In jeneracion de cacla poseedor las que el10s h u hie-
a

ren hccho. ^ tales cO\1secuellcias conduciria inf:dihle\1wute


-

142 -

cl sentido qne se cIa a la lei, pOl"que no se porlria aplicar


a t1110S poseedoJ"es sin estcn(1crJa tamhicn, icon igual justi-

cia, los que les han prccedido. Los que se enenentran en


a

actual posesion de los mayorazgos i gozan pOl' este título


de las mejoras acumulac1asen los fundospor una largasérie
de años, mejoras que en algunos casos constituirian quizá

un valor equivalente a ~uperior al que tenian los bienes al


ticmpo de la funclacion, no deben ser favorecidos con pre-
rrogativas especiales de que no disfrutamn sus anteeeso-
res, i que tampoeo se les eoneeden par la presente lei.
H.ecordaré aquí a la Cámara 10 que espuse en
oÜa oca-
sion, a saber, que scan cuales fueren las espectativas que se
supongan en los actuales poseec1ores, e]Jas, además de no

cstar apoyadas en ninguna disposicion legal, fueron siem-


prc incic\-tas i vacilnntcs. Esta 111is111a inccrtirlu111hrc no ha
pcrmitido, pOl' rcglajeneral, que se hagan mejoras sino de
Ja clase de
aqucllas cuyos g'astos sc compensan conla uti-
lidad inmediata que de ellas se recibe. Anticipaciones cuan-
tiosas euyos provechos solo debian recojerse en un tiempo
I~jano, no es probahle que se hayan hecho pOl' personas
que solo poseian por vida, i pOl' consiguiente, de una ma-
.

nera preeana.
Una parte aislada de una lei no puecIe ser apreciada
pOl' si sola, sino en su J"elacion con las demas, pOl"que to-
(Ias ellas Corman un tocIo cuyo espíritu i efeeto deben te-
nerse en vista. El presente pmyeeto da a los poseeclores Ja
faeultac1 de adquirir los bienes vinculados reeonoeiendo el
valor de tasacion censo de un euatro pOl' eiento anual.
a

.Este es un beneficio de importancia, porque el preeio de los


bienes vinculados Humentará eonsiderahlemente des de el
momento en que sc dividan en hijuelas, como pueden ha-
-cerlo los que van a adquirir su dominio. Este aumento de
v:dor cede en utiJidad esdusiva de los poseedores, a Jos que

no dehe otorgarse otro nuevo l~tVor dánrlolcs las m~jorns

,
-
143 -

que por derecho forman parte del vínculo i dcben pasar a

los sucesores en la forma en que 10 establecc el proyccto.


En otra ocasion he considerado este punto como un an-e-
glo de derecho entre particu]ares, como un acto en que se
distribuye entre varios individuos]o que a cada uno lejíti-
mamente eon-esponde, porque restituida a los hienes de
mayorazgos la capacidad de ser enajenados i puestos en el
]ihre comercio, el pÚblico ningun interes tiene en que se asig-
ne de estos bienes tal cantidad a] poseedor ita] otm al su-
cesor. Los derechos de ámbos deben fijarse segun estrietri
justicia, i In Cámara pOl' esta vez, va, ami juicio, a ejercer
funciones de la misma naturaleza de las que ejercen ordina-
riamente los tribunales. No debe, pues, dec1arársele al po-
see(lor 10 que no Ie corresponde con pe1:juicio del sucesor, a
fjuicn dc dCI'ccho pcrtcnccc.
Las Icyes p,'eexistentes en 6rùen a mejoras deben eont.i-
nnar cn pleno vigor, puesto que para altcrarlas no 11ai
ninguna consideracion de convcniencia pública. Si el Go-
hierno, como se 11a <'Jicho en la Cåmara, invcstido de facul-
tades epmpctentes, declarÚ en favor (le algun posce(lor las
mejoras quc lUlcia en su vínculo pOl' funda111entos que nos
son (leseonoei<los, solo hizo una escepcion que prueba CU(l11
equivocada es ]a intelijencia que se ha dado alas leycs so-
b,.c 111ejoras, i que no ha tenido despues imitadores, ni pue-
de servir de regla jenera1.
Final111cntc, rec1uciendo 1a cucstion en términos mas pre- .

cisos cspresaré mi opinion cn pocas palabras. Los suceso-


res tienen dcrecho a Ias_mt(Joras, no hai ninguna razon de
cOl1veniencia pública paraquitárselas, i pOl' consiguiente,
deben ser protejidos en este c1ereeho.
c1
Supóngase 1a muerte de uno de los poscedores bajo
imperio de nucstras leyes actuales, wasaria c] \'Ínculo con
todas sus 11lejoras al inmediato sucesor? Si el hononthle
autor (lc la indicacion afÌrmara que él obrando como juez
- ] 44 -

resolveria que separasen !as m<::jonts para m1juc1icarlns a


Sc

10s demas herederos del poscedor, pucde pretender que se

consigne cste principia en e] presente proyecto. Yo, por mi


parte, crco que un trihuna] mamlaria to(lo ]0 contra rio, i
10 mismo, en mi opinion, clehe estab1ccer ]a CÚmara para
no dar a
uno ]0 que a
otro corresponde sin un solo 1110tivo
de interes pílblico.
La indieaciol1 de] sciior Tocorna] tilt- (1cscchada.

EI articulo propuesto par seiior nareia Rcycs i a que sc refie-


cl

ren Ias olJscrvaciones siguicntcs, no aparecc transerito en 1a PII-


blicacion oficiaI de Ins SCSiOl1CS, ni het110s po(lido consultarIo en cl
Iihro de 1as aetas orijinaIes de lR4.8 pOl' halJerse estravia(lo; Stl
testo, por ]0 demas, no cs in(]ispcnsahIe para In in tc1ijcl1cia de la
discusiol1 a que dió ]ugar.
EL SEÑOR MONT'!' (Presidcntc de la C:imam.) La dispo-
sicion de este artÍculo parece fundada en notorios princi ]1ios
de justicia. La lei desde
promu]gacion confiere n los ae-
SU"

tunIcs posecdores un clereeho que dehe trasmitirse n sus he-


rederos si aque110s no han alcanzado a usnrlo; pern e1
artículo en su redaeeion actual deja por resolver dos eues-
tiones de importaneia.
Primera: la quién perteneeen los frutos de ]os hienes vin-
eu1aclos en el tiempo que media entre In mucrtc del posee(lor
1 c1 dia en que se 11eve a cfecto la ennjenneion mediante ]a

imposicion del censo?


Segunda: la quién eorresponde In nd111inistrncion de cs-
tos hienes durante este 111ismo tiempo?
Estas dos cuestiones merecen séria atencion, pues trat{ln-
dose de bienes cuantlosos que han de c1ar injentes produe-
i
tos, es eonveniente prevenir ]as c1isconlias p1eitos que pue-
den nacer, i que son tanto mas peljudieiaJes, euanto que van
a oeurrir entre miembros de 1111a misma famj]ja. No sé si en
145-
-

oha parte (lc estc pmyedo tcngnn solucion estas cuestio-


nes; pero si no la tienen, yit CS ne<:e~wrio deçidirl~ls en estc

lugar en algun sentido.

EL sEÑon MON'f'l' (Presidente de ]fl C:ínwra.) Mi ånimo


al proponer las dudas que he hecho presente ala Cámara,
ha siclo, como 10 cspuse ántes, prevenir en tiemJ>o 10s liti-
jios que este art1culo del proyecto haria naeer.
Muerto el poseedor, sus hcrederos pretenderán haeer va-
ler en su favor la disposicion de este art1culo, puesto que a
confieren para mlquirir 10s bienes vineulados los
e110s se les

m1smos derechos que tuvo 1 no usó su padre. El sueesor en


cl vínculo, por su parte, prctenderá entrar desde luego en
la poses10n, pOl"que cl víneulo continúa en las mismas espe-
cies pOl' no habcr sido cst as e1U\jenaclas, prévia la tasacion
eimposieion del censo.
Sabido es que 1a suces10n en el mayorazgo no adm1te de-
moras, i que porIa muerte del que 10 goza pasa inmediata-
mente 1 de derecho al1Jamado a él. El prcsente artículo es-
tablcee que los b1encs vinculados, trascurrido un nño, pasen
al snccsor, i esto hace mayor la dificultad indicada.
lPasan estos biencs porque los heredcros del poseedor
difunto los han dctenido durante este año en posesiol1 i go-
ee de los frutos, 0 solo se quiere dar a entender que eoneIui-
do el año, el sueesor los adquiere en plena propicdad i do-
minio?
El scñor diputado autor del proyccto sostienc que no se

necesitan reglas cspcciales pam cstc caso, porquc los hicnes


de la vinculacion scrán admin1strados 10 mismo quc las de-

mas propiedades libres que pertcnccial1 al posccdor diful1to.


Accpta, pues, el primcro de 10s cstrcmos ántes insil1uados, i
esto, en m1 conccpto, no seriajusto. La sucesion cn cI ma-
yorazgo no debe quedar en suspcnso, ni ha1 fì111damento
pant quc cl succsor quede privado de la administracion i dc
11
-
146 -

10s frutos de unos bienes a que él tiene derecho miéntras no


hayan sido enajenados en beneficio (Ie otras personas. Esto,
no obstante, no impide que 10s herederos del poseedor di-
funto se aproveehen de la faeultad de adquirir aquel10s bie-
nes haciéndolos tasar e imponiendo el eenso, porque todas
estas opcraeiones se pueden practicar estando los bienes en
poder del sucesor.
Esta seria a mi juicio la mas justa resolucion de las
euestiones' propuestas, resolucion que, insisto en creer, que
no sc cncuentra ni en un sentido ni en otro en cl artículo cn
quc se ocupa la Cåmara.
Er. SEÑon TOCOHKAL hizo la siguicnte indicacion: Los derechos
que confìcre la prcsente lei a los actuales poscedorcs de los 111ayo-
razgos, pasarfl11 a sus lejíti1110S herec1eros si los pri111cros fallecic-
sen ántes de habcrse hecho In i111J>osicioll del ccnso,

EL la Cámüm.) La indica-
SEÑOR MON'l'T (Presidenle de
cion propuesta para subrogar al artículo d~ja en cicrta
manera los mismos vados qucconticne el artkulo principal
del proyeeto.

La indieaeion difiere del artkulo en que este eonfiere a

10s herederos del posee(lor actual un año para acensuar cl


valor dcl mayorazgo sobre los mismos biencs vinculados; i
la indicacion no pone 1ímites a este térinino, permitiéndoles
U8ar de esta faeultad en la época quc tengan a bien. Re-
sulta, pues, tanto de la indieaeion como del proyecto, que si
un poseedor muere åntes de eierto tiempo, no se sabe si los
bienes han de pasar al poseedor, 0 han de quedar en poder
de 10s herederos del poseedor que falleci6. Si quedan en po-
del' de éstos, no restrinjicndo a un ticmpo dcterminado el
derecho de 10s hereclcros para acensnar, poclria suceder que
eonservasen en su poder los bienes amayorazgados reser-
vando al sueesor los proventos a que tiene dereeho.
Si cl espíritu de la indieaeion no impidies~ la trasmision
de los bienes al suc.esor, dcjaria vijente en esta parte Ias Ie-
.

-
147 -

yes actuales, de manera que a la muerte del poseedor 10s


bienes se trasmitiesen al sucesor, qucdanto cstos biencs, sin
embargo, sujetos la autoridad que eonfiere el proyecto a
a

10s herederos del poseedor actual para aeensuarlos i tomar


una parte de ellos. Creo que seria entónces mas oportuno i
conveniente que la lei 10 espresase de una manera clara.
Cualquiera que sea, pues, el camino que se quiera trazar,
es neecsario que se diga en esta lei.

La indicacion deja un vacío que podrÚ dar lugar a plei-


tos como he dieho otras veces.
EL SEÑOR GARCIA REYES lSe servirá el señor Presidente propo-
ner clmedio que crea mas conveniente?
EL SEÑOR MONTT (Pres;dente de la Cámara.) 8i el señor
diputado c1esea saber euál es mi opinion entre 10s dos cstre-
mos, diré que mi opinion es que los bienes deben pasar a 1a
posesion del sucesor, sin perjuicio de 10s derechos que la lei
confierc al poseedor actua1; ì yo redactaria e1
artículo de
este modo:
Los dereehos que eonfiere la presente lei a los actuales
poseedores de mayorazgos, pasarÚn a sus lejítimos herede-
ros si los primeros falleeieren ántes de haber heeho 1a impo-
sicion del censo, sin pel:iuieio de los inmec1iatos sucesores a
quienes pasarán 10s bienes vinculac1os.
EL SEÑOR GARCIA REYES. Yo estoi de todo pun to conforme con
esta indicacion; par mi parte no lc pongo el 111enor e111harazo. Te-
mo so1amente que, formando esta lei intereses encontrados entJ'c
cl succsor delmayorazgo i 10s hijos segun,dos del finado, par cttan-

to el primero ticne interes en que se prolongtte 1a vinculacion para


gozar de los proventos miéntras 10s scgundos están separados de
la division de la especie, (j u izás se susci tarian plei tos ruidosos cn
las familias. Para precaver esto propondria yo que el sueesor cn..
trase a 1a administracion, pero (jue no hiciese suyos los frutos, a
no ser que los hermanos segundos renuncicn espresamen te el derc-
cho a cl1os. Desde e1 1110mcn to en que el Sl1cesor tenga intercs en
retener la especie, es cvidcnte que IDS inconYl:nientes de 1a vincula-
cion suhsistir{l11. La C{uuara verá si cs prudente cste te1110r.
.
.

- 148 -

Ee SEÑOR MONT'l' (Prcsidcnte dc la C1l111ara.) Permíta-


me la Cámara hacer una observacion.
EI censo no se Ie puede dar al sucesor porqne no se sabe
cuánto da tampoeo Ia posesion de 10s biencs vin-
eSi no se Ie

eu1ados, dC/ué pereibe entonces el sueesor inmediato?


I si éste no pereibe nada, i tocIos esos produetos van acre-

eicnc10 en favor de ]os herec1eros, dno se lie varian cternamcn-


te la posesion de ellos? Miéntras tanto el sucesor que segun
la lei debc ser el de mejoreondieion, viene a quedar redueido
al estado mas triste i lamentable. Es neeesario, digo, darle
al sueesor inmediato e] eenso 0 los proveehos del fundo. E1
censo no se Ie puede dar porque no se sabe cuánto es; debe
dárselc el produeto.
EI artículo flucdó en la forma propucsta por cl sclÌor Montt.

.
LOCAL
PARA LA CÁMARA DE DIPUTADOS

(Sesiones de 31 rle Julio i 9 i II (Ie Agosto de 1841))

Un proyecto del Presidente de Ia Repúbliea propuso ceder a In


Munieipalidad de Santiago para que edifiease un teatro, el sitio en
que se levantaba la cas a de la estinguida universidad de San Feli-
pe, en uno de cuyos saloncs, cl jeneraI. que (Iaba a Ia calle de San
Antonio i que era de tlueve varas de nncho pOl' treinta de largo, se
reunia la CÚmara de Diputados.
No trascrihiríamos la discusion de este asunto sencillo sino sir-
viese a recordaI' ]a honrada pobreza dc esos aiios en que IIuestros
poderes púhlieos se albergaban en modestos edificios. I, eosa que
debe Damar la atencion, era tal su dccOl'o que, sin embargo de fun-
eionar el teatro en un patio contiguo, pared pOl' medio i casi b;\jo
e11l1is1l10 teeho que la CÚmara, a ningun periodista del tiempo se
Ie ocurrió Iwcer alusiotles a una vccindad que ahora no dejaria de
sujerirlas.
E1 proyecto fué aprobac1o con Ia li1l1itacion imlicada pOl' c1 seiior
MonU, de (lite no se entregase Ia sala hasta que la Cámara elijiese
otra ac1eeuada para sus trab[yos.
E1 seiior MonU seiialó entónces la conveniencia de que la Cft-

l1lara tuviese una biblioteca, idea (jue no llegó a realizarse sino


en 1885.

EL MONTT(Presidente de 1a Câmara.) La primera


SEÑOR

pregunta que se ocurrc al oil' leer el mensaje, es a dónde sc


traslada la Cámara de Diputados que actual mente funciona
en ellocnl que se t.ratade ceder para construccion de un tea-
i
tro; aunque el mensaje contesta a esta pregunta diciendo
que se trasladará a Ia antigua sala de gobierno, sin embar-
- J $0 -

go, toclos sabemos que af!uel local es inaclecuaclo para este


ohjeto. Es angosto, no ofrece comoc1idad de ningun jénero,
i ademas, está eolocado en un edificio oscuro i antiguo.

Reune, pues, cuantos inconvenientes pueden impedir a la


Cámara cl trasladarse a aqucl lugar. Si el presente tiene
tam bien algunas desventajas, son eiertamente mucho me-
nores que las que aquel ofì'ece.
Resulta de esto que, 0 la Cámara de Diputados ha de fun-
clonar con una grave incomodic1ad, 0 que porahora no pue-
tle pen~arse en este proyccto sobre teatro hasta que no hay a
un local medianamente adeeuado para que la CÚmara pue-
ùa funcionar salvanclo los inconvenientes que par ahora sc
nos presentan.

1/1
Er, SEÑOR MONTT (Presidenie de Cámara.) Cuando se
trató de este proyecto en jeneral, hiee presente que la autori-
zacion que se pide para ceder ala Munieipaliùacl este local,
iba aclespojar la Cámara dellugar en que eelebra sus se-
a

siones; que no habia en Santiago otro apropósito que des-

tinar a este objeto, i que por eonsiguiente se ibaasaerifiear


un bien real a
una eosa que no es necesaria, aunque en sí
sea conveniel1tc.
El Presidente de la Repltblica indica en el discurso que
precede a su proyecto, que la Cámara podrá funeionar en el
local que oeupaba In antigua shla de gobierno. Fáeil me
parece conocer que aquella sala es inadccuacla enteramente
para este objeto, que aJIí no poclrá celehmr sus sesiones la
C(unara con 1a comocliclacl que 10 haee en ésta, pues que la
cstrcchez de la situacioll en que cstá colocada, haec SUnIa-
mente embarazosa no solo la asistencia de los señores di-
putaclos, sino tamhien Ia de las p~rsonas que gustan de
asistir a los debates.
Sin contravenir, pues, al fill que sepropone e1 gohiernoen
el proyecto, i sin entrar a examinar si Incollstruccion de un
-

ISI -

es c1
objcto mas neeesario en las actuales cireuns-
.

teatro
tancias, i no mas bien edificar un presidio urbano u otro
cualquier tralJajo de estanaturaleza, sin entrar examinar
a

ninguno de estos puntos, creo yo que 1a autorizacion para


ceder a la Municipalidad este terreno, no c1ebe llevarse a

efecto miéntrns la Cámara de Diputados no tcnga un local


aparente en que celehrar sus sesiones.
lnsisto en hacer cstas obscrvacioncs, porque creo que pue-
den rcsu1tar gravcs JJcljl1icios de In adopcion del presente
,

proyccto si á.ntes 110 sc ha prcparac10 e1 local COITcspon-


cliente para Ia Cámara.

EL SEÑOR MONT'!' (Presidcnte de la Câmara.) Una con-


sideraeion que 110 espuse a ]a sala la otra vez que tomé la
palabra sobre csta materia, me mueve de nuevo a 11amar
su atencion hácia el artículo que actual mente se diseute.
La presente Cámara va a concInir el período ordinario
va a renovarse totalmente, i
de sus funciones en estc año,

pareee en cierto modo inoportuno que ésta legue a la otra


un local ineómodo e inadecnado a su obieto. .

EI proyecto de construeeion de nn teatro no era tan


urjente; podria haberse esperado la reunion de esa Cámara
para que ella 111isma acorclase su traslacion a otro local, i
clejase espedito entÔnees este I)ara que [uese empleaclo en 10

que sc desca. Quizá la Cámara que sc reuna encontrarÚ ven-


Ü~as en la traslacion, venh~as que yo clesde luego no veo.
Para mí se presenta no solo el inconveniente en cuanto a la
mayor espedicion la concnrrencia, sino tamhien en que
en
se im pone gra v Úmcncs de algu na consicleracion al tcsoro
pÚblico.
EI local quc se destina cs la antigna sala del (lcspacho
del Presidentc de la RepÚblica. .Sabemos q tiC aqucI edificio
sirve en cl din (lc eomnndancia de arl11as, de clespaeho de la
illtclldencia i atms ofieinas pÚblicas; está p or consiguiente
-
rsz -

aquel editicio somctido una guardia que no puede depen-


.

der de 1a Cámara, ni m ueho ménos la Cámara depender de


ella.
Seria neccsario, pues, que se desalojase aquel ec1iticio de
toc1as las oticinas que contiene actualmente, i que fuesen és-
tas a tomar casas en arrienc1o, imponienc1o de este modo al
erario gastos de cOl1sideraeiol1. Pennaneeiendo la Cámara
en este lugar, no habria ningltl10 de esos incotlvenientes.
El medio propuesto por cl señor diputado concilia hasta
cierto punto todas las opiniones, pero temo yo que pro-
duzca algunos embarazos de otro jénero.
Se quiere que haya teatro i CÚmara en un mismo local
como sucec1e en el dia. Si esto se tolera ahora por la necesi-
dad i por eircunstancias espeeiales, es necesario no estable-
eerIo de una manera pennanente. Recuerdo que ha habido
neeesidad de celebrar sesiones diarias i se ha dicho: no
puede ser pOl'que hai funcion de teatro; i se ha visto la CÚ-

mara en la necesidad de postcrgar sus tareas por U!Hl mera


diversion.
Coincic1iendo, pues, con c1
señor diputado que acaba de
hablar, yo propongo una modifì.cacion al proyccto, redu-
cida a que el cumplimiento de esta lei se reserve para
euanc10 la CÚmara clija otro local para sus sesiones.

EI. SEÑOR MONT'!' (Presirlcnte de 1aC;ímam.) Entre 1a


indicaeion que yo he somctido a la Cámara i la que se aea-
.

ba de proponer, hai csta diferencia: que en la propuesta por


el señor diputac10 se quiere que en un mismo local haya tea-
tro i Cámara; yo quiero clue haya teatro cuando deje de
existir la Cámara en este local. .

Para sostener esta indicacion me fundo en que creo in-


compatible la existcncia en un mismo lugar del teatro j de
la C{l1nara. Han existido pOl' much a tiempo reunidas estas
dos casas, pcro causÚmlose il1con vcnicntes de consideraciun.
-
153 -

Andando el tiempo es probable que los inconvcnientes


crczcan, i entonccs tal vcz no sea posiblc quc pueclan existir
las .clos en un mismo sitio. Habrá ocasiones en que sea
preciso que los trabajos sean mayores, que las reunioncs de
la Cåmara scan noche a noche, i entÓnces será necesario
que no haya teatro 0 que no haya Cámara; i clacla la lei ya
no serÚ posible suprimir el teatro, pues los empresarios ten-
drian un motivo de queja i de reclamos, en que quizá se
veria Ia Cámara en Ia nccesiclacl de ceder i de suspender sus
tra})[~ios, a
no ser que se hicicse un
venimiento para que
a

un as veces hubiese Cámara i otras teatro, i va se ve Ios in-


.

convenientes (l1.le esto acarrearia al servicio pÚblico.


Los ejercicios del teatro, Jos ensayos, Jas preparaciones
de él. son incompatibles con la Cámara, interrumpen las
sesiones. ~CÓmo cs posiblc conciliar estas dos cosas tan
opuestas entre sí, i reunirlas en un solo edificio?
Si la Cámara hubiesc de continual' pOl' mas largo tiem-

po en este lugar, seria prcciso que tu viese una secretaría


adecuada; que se pensase, como dcbc pcnsarsc, en quc tcnga
una biblioteca, un archi vo arreglaclo, i las demas oficinas
que ncccsita; i todo esto scrá incompatiblccon la existencia
dc un teatro.
H.esulta, pues, de Ia indicacion, que la CÚmara queda
siemprc en un mismo lugar con c1 teatro.
POl' otra parte, ~qué gran pet:iuicio resultaria al pÚblico
de esperar que se mude Ia CÚmara a otra sala para empe-
zar a eonstruir el teatro a que se clestina este lugar?
-

PROYECTO DE LEI
SOBRE HURTOS 1 ROBOS

(Stsi"nes òe la Címara de Dì, ulac10s de 14 i 16 de Ag'''ln de 184S)

Sostuvieron el nrtículo impugnn(lo por el selÌor MonU los se-


ñores Palma i Garcia I{eyes, micmlJros de la <:omision (Iue habia
prcparado cI proyeeto.
El proyecto JIegó a ser lei en Agosto de 184!).

Art. 14. EI robo euyo importe no pase de 15 pesos serf! eastiga-


do con uno a tres años ell' presidio.
Si exeediere ell' esta eantidad i no pasase de :WÜ, se aplieará de
un año a cÏneo de presidio.
Cuando e1
importe del roho exeediese de 300 pesos, In pena sent
de dos a siete años dclmisl110 presj(lio.

Er. SEÑOR MONTT (Prcs idcnte de 1/l Câ111/l1'a.) El presen-


te articulo divide el 1'obo en tres elases. Coloea en Ia prime-
1'a el que no excec1e de 15 pesos, en In segunc1a el que sube
de este valor i no pasa de ~WO, i en la tcrcera el que com-
prenc1e mayor cantidad, i sobre esta base detcrmina las

penHS. Este proeedimiento es anÚlogo al que el proyecto ha


adoptado, i la CÚmara ha aconlado ya,con respccto al
hurto, pucs reputa mas grave Ia criminalidad del delito en
la proporcion en llue crece Ia cantidad hurtada 0 robacla.
Sin embargo, la natura]eza de estos c1elitos es l11ui (]ivcrsa
S1.
entre
El hurto consiste solo en Ia sustraceion fral1c!u]cnta d.: 1a
co sa ajcna, i al robo ]0 constituyc escncial i cspecialmentc
Ia fuerza 0 violencia cmp1cada contra la persona para apo-
.
-
JSS -

dcrarse de hs casas de otro. Esta c1iferel1cia c1ebcria dar


par resultado difcrcntc basc segun In escala de c,-jminali-
dad de uno i otro c1clito.
Estå bicn que el hurto se divida segun cl valor de la cosa
hurtada; pero el robo no deberia diviclirse sino segul1 cl
grado de violencia dc que se hubiere hccho uso para comc-
tcr1c.
Establcce cl proyedo un hurto que no pasa de 15 pesos,
i que yo Ilamaré mínimo; otro mayor de esta suma quc

llega hasta 300; i pOl' {tltimo, el máximo que excede de este


valor: estas mismas tres especics pueden i dcben establecerse
en cl robo, no por la eanticlad de la cosa robada, sino por
cl grado de fuerza cmpleado en su perpetracion.

La di vision del artículo mi concepto defectuosa por-


es en

que está fundacla en una mala base. Yo opino que es mas


arreglado i confolïnc a los principios sustituir en esta divi-
sion Ia fuerza 0 violencia a la cantidad robada, dcjando
solo cl mayor 0
mcnor valor de esta como una circunstan-
cia agravante del c1elito.

EL SEÑOR MONl''r (Presidente de fa Cámara.) Los fun-


clamentos de las opiniones que indiqué en la sesion anterior
con. respecto a Ia base adoptada en este artículo para la
division del robo, pueclen resumirse en pocas palabras, i
esto es 10 que me propongo hacer en cuanto me sea posible
para al10rrarle tiempo ala Cámara.
En e1 mbo considero yo principalmentc dos elcmentos
constitutivos, el ataque a la persona i cl ataque a la pro-
piedad. Entrc cstos dos elcmentos prcdomina el primero,
porque las personas son sicmpre ante la lei acreedoras a
mayor protcccion quc la que se debe alas propicdades, i
el ultrajc hecho a aqucllas es mas culpable que la violacion

dc cstas. E1 roho dc una fuerte suma de dincro ~iccl1tado


solo mcdiantc amcnazas, cs indudahlcmcnte 11lucho méno~
-
156 -

criminal que cl que recae sobre objetos de corto valor, pero


que está aeompañado de heridas graves 0 dc tratamientos
crudes que ponen en peligro la .existencia del individuo
acometido.
Tiene, pues, la violencia inferida la persona una im por-
a

tancia tan superior sobre cunlquiera de los otros elementos


de este delito, que dc esta misma violencia era de donde na-

turalmentc dcbia partir la division del robo. E1 quc estå


acompnñado de tal grado dc fuerza quedaria colocado en
la primcra espeeie, una violencia u fuerza mayor constitui-
ria la segunda, proced iéndose en conformiclad al mismo
principio para la tercera. El valor de la cosa robada for-
maria, como 10 im1iqué en otra ocasioll, una circnnstancia
agravante únicamcnte.
Preveo una observacion de peso que puedc oponerse a

este sistcma. La lei al estableccr los di versos grados de vio-


1cncia, no puede ménos que proeeder de una mnnera hasta
cierto punto vaga, pOl'que no cs posible someter la violcn-
.

cia a una apreciacion, a una medida 0 cuenta tan exacta


como 10 estå una suma de dincro. En la aplicacion de las
reglas quedm-ia siempre algo confiado al criterio i discre-
cion del juez, 10 cnal poclria dm- lugar ala arbitrariedacl.
No desconozco el valor de esta observacion, pero no la
reputo de grande importaneia. Establecida la fncrza i vio-
leneia como una CirCl111stancia agravante del robo, ~no
tienc ncccsiclad el jl1CZ dc apreciar su gravedad, de medirla
por decido para proporcionar In can ticlad de pena qne
aS1,
clebe imponerle? Esta apreciaeion no es, por otra parte,

una operacion tan dincil que no pueda cstar sujcta a prin-


cipios i reglas.
E! ataque a la persona en el mho tiCl1C
trcs catnctetes
distintos que constituil'ian otras tantas especies de este dc-
lito. Primcro, In simple amcnaza con armas 0 sin armas
cmplcada para apOLIcrarsc de In. cosa ajena; scgundo, los
-
]57 -

malos tratnmicntos quc no van aeompañados dc contu-


sion, herida 0 daño grave; i tcrcero, 10s malos tratamientos
L ,

que 111anifiestan crucldad de ánimo c infiercn heridas 0 da-


ños de gra vec1ac1 al ofenc1ido. En algun caso se vacilaria
quizá en coloear un hccho dcterminado en la segunda 0 ter-
ccra c1ase, pOl' eje111plo, i estc en vcnlad cs un il1convcnientc
que yo reconozco.
Comparémoslo, pucs, con 10s quc p1"CSenta la base dcl pro-
yecto, i veamos cual cs menor. Este modo dc juzgar es 01'-
,

dinariamcnte mas seguro, p01"que en la fonnaciol1 de las


,

leycs no se consigue una perfeccion absoluta, i casi sicmprc


cs preciso adoptar las quc cstÚn sujetas a ménos incollve-
niclltes.
EI proyecto divide e1
roho segun la cantidad robac1a; pc-
esta base pOl' sí sola, i dcsnuda dc otras eonsic1cracioncs
1'0

como se presenta, ni es en sí equitativa, ni ofrece aljuez una


buena regIa para formal' su juicio. Para esto seria nccesario
que contuviese otros desenvolvimientos de que el proyecto
carece. ~Cómo se reputaria de igual gravec1ad el 1'000 de ca-
torce pesos hecho a una persona que nada en la opuleneia,
con cl de igual 8U111a hecho a un pohre i desvaIido que no
cuenta para sus mas U1:jentes necesic1ac1es sino este pequeño
reeurso, fruto quizás de largos años de sacrifieios? Siempre
que se ha dado la eantidad robada por regIa para medir la
eulpabilidad del deIito, sc ha cstablecic10 tambicn como una
eircunstancia que dcbe tencrse cn vista para este ohjcto, la
mayor 0 menor Fortuna de la persona agraviada. Señalo
estc defecto en ]a base adoptada en el proyecto por via de
ejemplo Únicamente, i para que se yea que está sujeta a
mayores ineonvenientes que el sistema que aeabo de pro-
p(mer.
He espuesto mi idea en jcneral, no combato formalmen-
te e1
proyccto; pero juzgo que seria mas confonnc i arregla-
do alas principios de ]a Clcncia tamar Ia division de cste
- 158 -

de1ito del elemento dominante que constituyc su natu-


raleza.

EL SEÑOH MONTT (Presidente de la Ctlmara.) No vuelvo


a
tomar la palabra sobre este asunto para presentarnuevas
observaciones desde cl punto de vista en que ántes 10 eonsi-
deré, pues no tengo el designio de que la Cámara varie c1
proyecto. Los resultados prácticos pueden quizás ser 10s
mismos, ya se siga un sistema, ya oho, puesto que eJ pro-
yecto estab1cce sus grados en la violencia hecha a Ia perso-
na para considerarlos como <:Ìrcunstancia agravante del
robo.
Si uso nuevamente de la palabra, es tan solo pal a mani-
.

festar mi disconformidad con la idea que acaba de emitir el


honorahle diputado miemhro de la comision, de que Ja vio-
lencia 0 injuria que entra en el robo es UI1 delitoespecial que
debe castigarsc por separado.
La violencia injuria en este caso, no es.ni puede ser un
0

deJito distinto del roho. lCómo podria concehirse estc deli-


to sin la fuerza 0 injuria a la persona? Despojado de esta
circunstancia no pasaria de la categoría de un 111ero hurto.
La idea que combato daria porresultado que a un rohador
se Ieaplicaria una pena par la cosa robada i otra diversa
porIa violencia de que hahria usado para robarJa, dehicn-
do infrinjírsele únicamente una pena pOl'que no hai mas que
un delito. EI proyecto reconoceeste mismoprincipio porque
estahlece que no hai mho sin violencia, i solo distingue 105
grados de 1a violencia 0 fuerza para considerarlos como
circunstancias agravantes.
e1
Comhato la idea emitida por honorable diputado pOl'
que temo que conèuzea a maIns consecuencins en la nplica-
cion de esta lei.
CONTRI BUCION
SOBRE LAS MINAS A FAVOR DEL HOSPITAL
DE COPIAPÓ

(Sesiones de Ia CålllJra de Diputa(los de 27 tie Setiembre i de 2 de O.:tubre de 1848)

Desde antiguo erogahan ]os mincros de Copiapó, pOl' compro-


miso vo]untario, medio rea] pOl' cada marco de plata esportado,
erogacion quc proelucia mas de 11,000 pesos a] año i que se desti-
naba a sostencr la policía de los mincralcs; mas como algunos
mineros so]ian ncgarse a cuhrir su cuota, ]a Municipa]ielad i el
Intendente so]icitaron que ]aerogaeion vo]untaria se convirtieseen
contribucion. A] pasar csa so1icitud al Congreso, cI Gohicrno pro-
puso que ]a tasa del impucsto sc subicse a un rea] para formar can
ese aumento un fondo que pcrmiticra a] hospital ele la ciudac1

mantenerse con recursos propios.


E] aumen to fué sostenido por 10s señores Renjifo, Lira i Egllña
(don J. M.), e impugnado pOl' don Miguel Ga1l0, quien manifestó
que e] hospital, que habia sido edificac10 can donaciones de parti-
cu]ares, contaba con recursos sufici~utes para suhsistir.
Tambien impugnaron e1 aumento propuesto pOl' e] Gohierno 10s
señores Tocorna] i Montt.

Er, SEÑOR MONTi' (Prcsidclltc dc fa Cfzmara.) Seré breve


en 10 poco que voi a esponer a Ia Cámara. Prescindiré de
toda Ia esposicion que ha hecho el señor diputaclo, relativa
n los gravámenes que pesaron sobre la industria minern án-

tes de Ia inclepcndencia, bien que sabre estos gravámenes sc


ha pac1ecic1o una equivacacion. EI señardipntaclo ha supues-
to que In cstaca real sc cxijin para In corona, que era una
preemincncia de eUa, euando tal adquisicion no era mas que
-
160 -

c1
1111 dereeho concerlido a todo que 10 pe(lia, pero nunca a

costa del descubridor ni de ningun otro minero, en virtud


de un dereeho que tiene en el dia eualquier individtto. Pero
prescindiendo de esta consideracion que serÚ inÚtil, me fija-
ré en otra de mas fundamento.
La carta constitucional dice que II asegurna todos 10s ha-
bit antes de la RepúbJica la igttal reparticion de 10s impttes-
tos i contribuciones a proporcion de 10s haberes, i la igual
reparticion de las demas cm-gas públicasll. PuC's bien, ltiene
estas circunstancias la contribucion que se trata de esta-
blecer? Si no la tiene, warn qtté contrariar la base ya esta-
b1ecic1a?

lSobl-e quién va a recaer estn contrihucion? Sobre los


que estraen metales. lIes a proporcion de 10s haberes de
cada uno? NÔ; la mayor parte de 10s contribuyentes son
personas que no cuentan eon otro recurso que con el pro-
c1ucto de su trabajo. Sin embargo, estos indivic1uos tienen
que pagar contribucion igual a la que paga una persona
puc1iente. Ca1cule la CÚmara ladesigualdad monstruosa que

enciena esta contri1mcion, i 10s efectos que esa desigualdad


e1
va a producir. Uno de e110s scrá abandono (lc 1l1uchas
minas que no pudiendo soportar 10s i1l1puestos que ya tie-
nen, mucho ménos soportarán estc nuevo con qne se les
.

qUlere eat'gar.
Concluiré reconlando la Cámara una de las razones
a

que se han espuesto en contra de esta contribucion, i es la


de que el voto de aquellos pueblos es contrat'io a dla. Yo
no tomo cI voto aislado de uno u otro individuo, tomo el
de] gremio de mineros, cl de la municipalidad de Copiapó
que, 10 espresa terminante1l1ente e1 intendente de 1a provin-
cia, no ha pedido oficialmente mas que un mcdio real; torno,
e1
pues, voto espresado por las personas eompetentes.
Ahora hien, jcuánta consideracion no debe In Cámara a

un voto de personas de esta im portancia! mucho mas cuan-


-
161 -

do ese mis1110 pueblo 110S dice: "hem os construido un hospi-


tal con nuestra caric1ac1, 10 sostcnemos, 10 a1imcntamos; pe-
1'0 no queremos tal contribucion".

EL SEÑOR MONT'I' (Prcsidcnte de la Cft111tlra.) Cuando


se ha1>la a nom1>re dc la humani(1ad do1iente es imposiblc
dejar de encontrar simpatía en corazones ;enc1'osos, i la Cft-
mara ha dado recicnte testimonio de que abriga estos senti-
mientos. Mirada 1a cuestion bajo este punta de vista debe
establecerse la contribucion, no solo de tres cuartil10s de .

real en cad a marco, como 1a propone el señor secretario,


sino de un l'eal en cada marco, como 10 indiea e1 Ministerio
en su proyecto. Ella está destinada a socorrcr e11fermos
fa1tos de recurso, i nadn se pucde oponer a este (leber. Pero
~csnecesario para cstc objeto clmcdio real cn cada marco
que se prctende aUl1lcntar cn la contribucion? Hc aquí e1
aspccto en quc a mi .inicio dcbe cOllsiderarse 1a materia, i
bnjo e1 cua1 voi a somcter a In Cámnra nlgunns pocas re-
flexiones.
Tengo el plcllo cot1vencimicnto de que este aumcnto de
con trilmcion no eR ncccRaxio para 1a m:'lRtcncia de los cnfer-

mos en cl hospital dc CopiapÔ. Ell e1 metlsaje del Presi-


clelltc de 1a Repílblicn sc propone estc numento de contribu-
cion, no para satisfaeer una neeesidad actual e inmecliata,
sino para rcunir un capital que acumulaclo pOl' cliez años,
puecla proc1ucir en intereses una rCllta bastante para man-
tener el hospital en 10 sucesivo.

FÚciJ eR preyer lOR funestos 1'csn1t:ulos dc este sistema,

espccialmente si sc .icncraliza i se ap1ica alas c1emas im-


pucstos cstab1ccidos para cl servicio público. Con igna1
ft11Hlamcnto pod ria c1ecrctnrRe que cn 10s clos 0 tres años
siguicntcs sc pagasc cl dolJle ell' todas las contribnciones
pílbJicas para qnc 1kgase till tie'1)po en qne pOl' otros dos
o tres aiios 110 hubiese neccsiclad de satis[acer impuesto
IZ
-
J62 -

alguno. No se quiere que las eontribueiones aU111enten 0


disminuyan guardanclo la debida proporeion con las neee-
sidades, sino que se trata de proveer a éstas de una soJa
vez i de manera que en adelante no haya que oeurrir a nue-
vas erogaciones. POl' este medio se sacan los capitales de
las manos industriosas i pmductoras para trasla(larlos a

manos muertas, a un cstablecimiento que no puecle alimen-


tal' con e110s la industria.
Este es el pensamiento que parece haber servido de base
al proyecto, i juzgo no equi voearme entendiéndolo de este
modo.
Para qt1e la CÚmm'a forme su juieio con mas faeilidacI
voi leer una parte del mensajc. Dire as!: "La pension de
a

un media l'eal en cada mareo de plata por solo el ténnino


de diez años suministraria los reeursos neccsarios para
concIuir el edifieio del hospital que se ha principiado en Co-
piapó a espensas de la earidad públiea, i pam format" tt11
fondo que, bien administrado, asegure en Úmbas pohlacio-
nes con ChañarcilIo el sostenimiento de los enfermos, sin
10 cual serian enteramente infructuosos e in útiles ]os sn-
erificios que se han hecho i continuen hneiénclose para
levantnr los edifieios."
Se quiere, pues, dar al hospital un capital i no una rcnta
anual pmporcionada a sus actuales neeesidades. Estc cs el
punto de vista cn que he mirndo la euestion, i que me ha
movido oponerme al aumento del impuesto.
a

Es en efecto, n mi juicio, poco conrorme a los buenos prin-


.

cipios i aun a In jl1sticia, estabIccer sohre 1a jcneracioll


presente un gravÚmen superior a SuS ruerzas a fin de exone-
rar de toda earga alas jeneraciones quC han de venir cles-
pues; i éste es el resultaclo a que conduce eI proyecto de
aumento.
HI hospital tiene rondos con qne sostenerse cn un estado
adecuado alas presentes exijcncias del pueblo, i tan cierto
-
163 -

es esto, quc, si eareciere de ellos, el gohiertlo no pensnrin


quc can la contribucion que se tratadc imponer, crearia

para este establecimiento una renta estable i permanente


subsistiendo aquella contribucion par solo cl término de
diez años.
He dicho que el hospital tiene f011(1os bastantes, i los da-
tos que se han sUl11inistrado a la sala sabre cste punto, sa-
cad os de doeumentos auténticos i oficiales, no dejan lugar
a duc1a
alguna. EI producto de la eonÜibueion de medio
real en marco, que no bajará de rloce a trece mil pesos anUH-
ks, el ell' las multas en elmineml, eomiso de metales i otros
arhitrins que se han indicado, clevarán esta suma a dieci-
seis dieeisiete mil pesos pOl' nño. Deduei(lo de esta canti-
0

rlac1lo que sca preciso para atencler a la buena polida dc


los minerales, queclará siempre anualmente de tres a euatro
mil pesos que, unidos alas fondos propios eon que ya euen-
ta el hospital, Ie rlarán una renta de side mil pesos pOl' año.
Esta St1ma es sufieientc para el cstarlo Iwesente (leI pue-
hlo, seg-un los informes que he recihiclo de pel'sonas que cn-
110ccn perfectnmente aquella prm'incia. I en vista de estc
rcsultado, wuede presentnrse ante Ia CÚmara el triste as-
pecto de un moribundo sin socorro para eonl11over su
scnsibi1idad en favor del aumento de contrilmcion? Narla
hai mas laurlable que entregarse a impulsos jenerosos, pc-
1'0 teniendo siempre por guia la razon i eI conveneimiento.
Se niega que eI aumento de contribucion va a hnccr

abandonar muchas minas quc trabnjan en hroceo. No


sc

obstante, este aumcnto recayendo tambien sobre 10 poco


que se cstraiga de estas minas, elevará a mayor suma !as
pénlidas, las hará insoportah1es para los mineros, i les ohli-
gará abandonar unos trab~~jos en que tienen que satisfa-
a

eel' un impuesto sobre !as mismas pénlidas que esperimen-

tan. EI nspecto ell' nlgunas po{'rtS e injcntes fOl'tunas au-


mcntaclas en pocos años cn las minas, deslumbra i no per-
- J 64 -

mite vcr Ia situacion de muchas personas que eonsumen su


tiempo, sus eapitales, i en algunos easos Ios ajenos toma-
dos a ereeidísimn in teres, por persegui1' In realizaeion (Ie
una esperanza mnehas veees engañosa.
Como ]a diseusion se ha pmlongado ya demasiac1o, eon-
c1uil'é pidienclo a ]a Cámara que c1~jeal hospital con Ia ren-

ta de siete mil pesos que debe tener, pat'a que, si 1a espe-

riencia manifestare que esta suma no es bnstante para Ins


necesic1ac1es actuales, se aumente esta conÜihueion () se re-

eU1'1'a ob-os arbitrios.


a

Antes de deja1' la palabra 1'edificaré un hecho que en In


sesion anterior espuse a Ia Cámara. Afinné quc cI Intenden-
te no habin pedido ofiei.almente mas quc un me(lio real de
eont1'ibucion; me apoyé para clio en In asereion espresn
que estc respedo contiene el l11ens[~jc del Prcsidcnte de
a

In Rcpttbliea i en otros datos dignos tambien (Ie todo eré-


dito. Si algun señor diputado tiene en su po(kr 0 1m visto
documentos contrarios a csto, Ie ruego dé eonocimiento de
ellos a la Cámara.
I NTERPELACION
SOBHE LA SUBSISTENCIA DE LA LEGAClON EN ROM A

(Scsion ,Ie la Cámara d" Diputa,Ios ,1" ]6 de Octuhre de ]848)

Propuso cl señor Tocomal (don M. A.) suprimir ]a ]egacion


en Roma, fundÍlndose en que, segun ]a j\1c111orÌn de1 Ministerio de1
.

Culto, no habia dado otros frutos que eI envío de algunos misio-


e1
neros. Agregó señor Tocoma] que ]as adua]es cOll1110ciones po-
lílicas de]a Europa en que se vcia envue1ta ]a corte romana, no
las est.imaba propicias para negociar d rcconoeimiento de] patro-
nato naciona], reconocimiento a clue é] no daba mayor importall-
.

cia, desde que el Papa aceptaha siempre a ]os ohispos propuestos


por cl Gohierno.
81 señor Vial, M inistro de ReIaciones Esteriores, espuso que di-

sentia de tales opiniones i estimaba a] contrario como mui favora-


bles las comp]icaeiones en que se hallaha en vuelta la corte romalla,

para negociar con e]1a i alcanzar el recollocimien to del patronato lIa-


ciona!; añadió que la reserva dip]0111áti('a no permitia dm conoci-
miento a ]a CÍlmara de ]as instrucciones que tenia c1ministro p]e-
nipotenciario, ni de ]as comunicaciolles que de éste habia recibido;
pero que espondria COil 111ucho gusto todos estos antecedcn tes ante
una cOl11ision que Ilomhrase ]a CÍlmara para que se impusiera de
c110s i ]a informara en seguida con ]a reserva dc1 easo.
m señor Montt aceptaba ]a subsistencia de ]a legaeion, i a] tçr-

ciar en e] (]ebate se li111itó a eomparar ]as afirmaciolles de] Minis-


1.ro de] Cu]to COil ]as de] Ministro' de ]~e]aciolles Esteriores.

La C{l1l1ara desechó, a indicaeion de! señor García Reyes, la idea


del señor Via],' por 20 votos contra 10.
- 166 -

Ik SEÑOR MONTT (Prcsidente de luCánwra.) 1'res puntos


se han tocado en la discusion presente. El primero mira a
In natura1eza de las negoeiaciones de que ha sido encarga-
do e1 ministro plenipotenciario de Ia Repúhlica en Ia corte
de Roma; el segun(Io concierne a Ia conveniencia de que
esta legacion permanezca en aquella corte, atendidas las
eireunstancias en que actualmente ella se eneuentra; i el ter-
cero, es sobre Ia l10tieia que ha eireulado de careeer de ins-
trucciones pOl' habérsele suspendido Ias que llevó.
En cuanto al primero de estos puntos, me abstendré de
pedir que se dé conocimiento a 1a Cámara de ]as instruccio-
ncs del ministro plcnipotenciario, porquc una manifesta-
cion de csta naturaleza cn ]a mayor parte de ]os easos, per-
judiea 0 frustra las negociaejolJes.
En euanto al seg'undo pun to, he juzgmIo que In perma-
nencia de Ia 1cgm:ion es infructuosa en las preselJtes,eir-
eUllstaneias, i he fundado I1Ij jujcjo ell la opinion emitida
pOl' cl señor Ministro del Cu1to en la Memoria que haec
poco dias ha prescntaclo al Congreso.
,

Voi leer los términos en que 51.' espresó Stl señoría:


a

"Los prineipales arreglos i rcformas que el ramo del eulto


demanda, Iy:nden de las negoeiaeiones que ha ido a enta-
bJar cn Roma nuestro ministro plenipotenciario cerca de
Su Santidacl. Es de scntir que las azarosas eircunstaneias
de que se ha visto rocleado el gobiemo pontificio desde la
lJegacla de diclJO ministro a aquclla capitaJ, no Ie hayan
penniti'do dar a esos importantes asuntos el impulso que
hubiéwmos deseado. Ménos podrá esperarse todavía que
la llcgociacion mareharft con paso mas ace]erado en 10 fu-
turo, si se atiende al cstaclo de gravedad que las tormentas
políticas van tomando en, aquella corte. EI únieo pun to en
que pm'ece próximo el 111inistl'O a arribaI' a un rcsultado
definitivo, es el envío dc ]os misioncl'Os para Jas pl'Ovincias
del sur, que se Ie tienen encargados.1I

.
-
t67 -

H.esulta, plieS, del párrafo que precede, que no ha podido


hacerse nada, i que el señor Ministro del Culto solo espera
que se ~uribe resu1tados definitivos en el único punto
a

del envÍo de misioneros para las provincias del sur.

La esposicion que acaba de hacer el señor Ministro de


1{e1aciones Esteriores hace vacilar el juicio quc mc tcnia
formado sobre esta materia.
EI scñor Ministro de H.elaciones Esteriores "juzga las cir-
cunstancias presentes como las mas favorables para el
buen éxito de las negociaciones;" las reputa "Ias mas pro-
picias que pueden lograrse en atencion a las concesiones,
como sc ha cspresado su señoría, quc diariamcnte está ha-
ciendo la corte de 1{oma a otros Estados i que no hai moti-
vo dc creer quc nieguc al Gobicrno dc Chile. 'I
Sin datos bastantes acerea del estaclo de aquella corte,
sin los conocimientos llue el Gobierno tenc1rá i en los que
[undarÚ su opinion el señor Ministro, i obligado, en lìn, a

juzgar en cierta manera por autoridad, no sé que concept a


[ormar.Las dos opiniones opuestas de los dos señores Mi-
nishos del Despacho producen enmÍ una incertidumbre que
no me permite sostener la opini~)ll que habia concebido, de
que la legacion no conseguirá resultados en las presentes
circunstancias.
En órden al tercer punto, esto es, sobre haber suspendido
cl Gobierno las instrucciones al ministro plenipotenciario,

no puedo l11énos que creer que existe una grave equivoca-


.

cIOn.
Entre las li-ases de algunas nobs que e1 señor Minis-
tro de Rclaciones Esteriores acaba de leer a la Cámara,
noto estas fonna1cs i terl11inantes palabras estal11padas en
una cOl11unicacion de junio del presente año: "no aguarde
ustecl las nue\'as instrucciones que se Ie han prol11etido i
obre arrcglándose a las instrucciones que anteriorl11ente
Ie fueron dadas." EI ministro plenipotenciario no estaba,
-
168 -

pues, espedito para. haeer uso de I<~s primitivas instrueeio-


nes, puesto que sc Ic habian prometido otras nuevas;
i las
esperaba para conformal' a ellas sn conducta, pucsto que
se Ie previene que no las aguarcIc para obrar. Esta es una
deducion natural i lejítima de la frase que se ha leido, i que
quizá estará desarrollada en la continuacion dc la nota.
Las nnevas instruceiones, pOl' otra parte, rccaian sobrc la
misma matcria de las antcriores, eomo se infiere de la cir- .

cunstancia de prevenirsc al lllinistro plcnipotcnciario que


no las espere i se espida con arrcglo a las antiguas.
Si al anunciarle que se Ie enviarian nuevas instruciol1cs
se Ie dejaba, sin embargo, en la Iibertad de iniciar i conti-
o
nuar la negociacion en confolïnidad alas antiguas instl'uc-
ciones que iban a sel' variadas, es cosa que no se podrá juz-
gar COt:J. acierto, sino cn vista de notas de que no tenemos
conocimiento; me parece natural que cualquiera pen-
pel"O

saria que pOl' el hecho dc anunciarle que Ie scrian enviadas


e1
nucvas instrucciones, no podia ya lllinistro plenipoten-
ciario eon[ormarse alas antiguas.

""'.t................................................t'ol..................,................
BL SEÑOR VIAL (1I1inistro de Relnciones Bsteriorcs.) Me parece
que se ha hecho una in tcrpelacion casi directa sobre si hai 0 no
esperanzas de conseguir algo por medio de la Legacion; i sobre 10
que he indieado repctidas veres, solo puedo agregar que clministro
en una (Ie sus notas (lijo que no tenia esperauza algllua, i cn otra
posterior, quc creia ([ue con una decidida constaneia, cclo i asídua
eonsagracion, po(!t-ia alcanzar algo. Si correspondcráll cstas eS]Je-
ranzas, si serÚn satisfechos sus buenos descos, nada ]Juedo ase-
gurar.
EL SEÑOR MON'f'l' (Presidente de In Camara.) Ruego al
señor lVIinistro se sirva decirmc si el scñor Irarråza va] se ha
considerado sin instruccioncs a consecucncia de la lllanifes-
tacioll (lue Ic ha hecho cl Gobierno de estar dispuesto a al-
terar las quc lIevc>.
EL SEÑül{ VIAl, (lVIiIlistru de N.c/aciolles Bsteriores.) Contestau-
-
169 -

do a prcgun ta del seìior l'residcn te din:' aUllllue no he Icido re-


1a

eicntemcnte !as notas del seìior frarrftzaval, que éstc no ha podiclo


ni <1ebido crecr que sc le suspenclia la faeu1tad de continuar sus
negociacioncs, i que ha dcbido creer que se le ordenaba iniciarlas i
eontinuarlas sobrc las bascs <IUC ántcs hc espucsto.
Ik Cánwrn.) No he pre-
SEÑOR MON'!''!' (Presidente de In

gUlltado al señor Ministro 10 quc cl scñor IrarrÚzaval ha


debjdo 0 podic1o en tender, sino 10 que realmcntc ha entenc1i-
do, i si Ie ha espresado al Gobierno que se creia sin instruc-
ciones para obrar.
EL SEÑOR VIAl- (Afinislro dc RclilciollCS Hslcrjorcs.) Relìriendo
10 flue el seìior lrarrázaval ha po dido i dcbido creer he responùido

al hecho.

I
ASIGNACION
PARA CASA AL INTENDENTE DE VALPARAISO
GRATIFICACION AL COMANDANTE DE MARINA

(::iesiones de la Cámara de Diplltados de 18 de octllhre i de 4 de rJíciemhre de 1848)

El proyeclo de presupuesto dclM inisterio del In terior proponia


mil pesos para el pago de 1a easa hahitaeion del in tenden te de Val-
l'araiso, a pesar de que una lei de J10vicmbrc de 1847 habia fija-
do el suc1do de este funeionario en ateneion a que no se Ie c1aha
casa.
Sostuvieron la legalidad de !a asignaeion el setìor Vidal, Minis-
tro de Marina, i los señores A1"teaga, Lira i Call1pino, quicnes in-
vocaron como prceec1entes cn su apo)'o algunos hcchos antcriorcs
a la lei.

La Cámara, dcfiricndo a la opinion del seiior Montt, aeon16


ot
suprimir la asignaeion.
e1 de mil quinicntos
Tamhicn impugnÓ señor Montt la partida
pesos quc como asignacion de cmbareado se eonsultaba para el
comandante de marina, cargo anexo a la in tendencia (Ic Valpa-
raiso; pero la Cámara acon16 mantener est a parti(la, que sostu-
vo cl señor Lira, pot-lf> votos contra 14.

EL SEÑOR MONTT (Presidente de 1a CAmara.) En 1a se-


sian anterior perlí que se c1~jase esta partida para segunc1a

discusion, porque noté en ella que, a


mas del sueldo señala-
no a1 intendente de Valparaiso, se eOl1sultaba la eantidad
de mil pesos para pago de casa, haciéndosc referencia en

apoyo de estaasignaeiona la lei de 3de no\'icmbrc de 1847,


Esta lei eontiene una c1isposieion totalmente eontraria.
-

171 -

Su artículo 1.0 está concebiùo en estos términos: "Desele 1a


pro111ulgacion de esta lei gozarán de 3,000 pesos anualesde
dotacion ]os intendentes de ]as provincias dc Aconcagua,
Colchagua, Talca i Maule; 4,000 pesos el de Santiago;
5,000 e] de Valparaiso, debicnc10 este últil110 funcionario
gozar 6,000 pesos anunlcs 11liéntras tanto no se Ie pro-
ell'

porcione a costa del erario una casa para S11 dcspacho i ha-
bitacion. "

No obstante que 1a disposicion de este artÍ<:ulo es 11lui es-


presa i clara, en eI Hem del presupucsto que se examina, se
colocan 6,000 pesos para renta del intendcnte, i 1,000 pe-
sos mas para el alquiler de casD..
Quizá habrÚ algul1a otra lei que yo no conozco, que au-
toriee este aUlllento de gasto, i esperaré, pOl' tanto, que
alguno de los señores de la cOlllision de presupuestos me
ilustre sobre este punto para manifestar mi opinion de una
manera mas dccisiva.

Ee SEÑOR MONT'!' (Presidcntc de in CáJ1wra.) Despues


de las esplicaciones que acabo de Oil", me he forlllado la ple-

na conviccion de quc la cantidad ell' l,OOO piliìOS señalada


al intendente de Valparaiso en este ítelll c1e1 presupuesto es
enteralllente ilegal.
La Cámara debe tener prescnte que aquí se trata de se-

ñalar la renta del intendente de una provincia, i no la de un


jcfe militar, i que la partida misl11n del presupucsto solo eli-
c~ "sueldo del intenclente ell' Valparaiso don Manuel Bian-

CO," sin haccr referencia al carácter 0 graduaciol1 l11ilitar


que tenga eI il1dividuo que desempeña actuallllente aquel
destino. I en erecto, si se hubiera tratnc10 de designar el
sue1do ell' un jefe militar, se habria colocado este gasto en
cl presupuesto del ministerio de la guerra, i no en c1 del in-

terior, que es eI que ahora examinamos. dQué objeto puede


haber en poner el suelc10 de un militar, parte en un presu- .
~
-

172~-
puesto i parte en otro <Jue no tienc ninguna re1acion con d
primero?
La persona que sine en la actualidad la intendencia de
Valparaiso es un vice-almirantc, pero ni Hun en este cm-ác-
tcr Ie correspondc la rcnta que pretende dade. La lei que
sc
cstablece los sue1dos de marina no deja lugar a dudas a cstc
rcspccto. He aquí el testo literal del artículo 1.0 de la lei
0
quc se promulgó en 1. de dicicmbrc dcl ano pasado: "Vice-
almirante, suc1do mensual, 291 pesos 5 reales; gratifieacion
mensual de embarcwlo, 250 pesos."
Ahora bien, si la gratificacion que la lei señala al oficial
dc guerra que está embarcado, se da al quc no 10 está, como
cs el intendente de Valparaiso, se olna dc una manera inde-
bida i contrariaa 10 que dispone esamisma lei. Pcro lomas
digno de notarse es que almismo tiempo de concederle la
gratificacion como embarcado, sobre todos csos emolumen-
tos i gratificaciones, se le dan 1,000 pesos para c1 alquiler
de casa.
Un vice-almirantc solo es acreedor a cstas gratificaciones
en el easo tan claro i distintamente fijado pOl' la lei, esto
i
es, cuando eitá embarcado, no cuando presta otro servieio
público en cualquier otro ramo de la administracion. Su-
póngasc que eI vice-aJminlllte J"uese n0111brado Minisho de
Guerra i Marina, ~tambicn se sostel1l1ria, en esta hipótesis,
que cstaba cmlmrcac1o, i que debia gozar de la gratificacion
de tal? Enteramente análogo a éste para la p1:esente cues-

tion, intcndente de Valparaiso, porque no


es eI destino de

seria mas impropio 1Iamar embarcado al que reside aquí en


Santiago que al quc ticne su resideneia fija i permanente en
aquella eiudad.
Tan eomplctamente ilegal cncuentro esta partida del ,

presupuesto, que si algo se ha gastado de las cantidades a


que ella se refiere, no aprobaré con mi voto en esta parte
1a cuenta de inversion cuanda se presente a la Cámara.
-
T7J -

EI. (Presidcllte de III Cámara.) Si la par-


SEÑOR MON'I'T
tida de! presupuesto que se examina fuera una gracia espe-
cial en fa VOl' del jeneral Blanco, me habria abstenic10 (Ie
tomar parte cn la discusion. Yo no he considerado en cste
asunto la pcrsonn quc desempeña la intendencia, sino unn
cuestion de principios que con viene (lcsde lueg-o fijar de una
.

manera ]WeClsa.
Hai, pues, entre estas dos cosns una línea de separacion
que conviene dejar a salvo. Aunquc no tencmos mas flue
un vice-almiral1tc, cxistcn muchos oficiales de marina que
puec1en l1egar a obtener ese gra(lo, 0 que en inferior jerar-
Cjuía deben tamhien estar sujetos para cI goee de sueldos i

g-ratificaciones a
una regia uniforme. E1 favor que se eoncc-
de uno se
a cstcnderÚ a todos los det11as, i si cst a amplia-
cion de la lei es indchi(la, se i1Togarian al tcsoro público
peljuieios quizas de t11ucha cOl1sidcracion.
HI señor Ministro dc Ia Guerra acaba (lc afinnar quc cI
intendente comandante (lc marinn (1che residir en Valparai-
.

i cl momcnto en que se cmharease cesarin en ('1


so, que en
.
ejeJ-cicio de sus [l1nCiol1es. 1 sill em hargo, sc insiste p[l ra rln 1'-
le sue1c1os j .gratifìcaciones, en Ilamar embarcado a1 que no
10 est(llli pue(le estarlo. Con/ìeso quc me es imposible com-
prenc1er que se Ilame emhnrc:[(lo :tl que no puede embarcar-

se. En anterior por 10 ménos no se tomaba en este


el año
sentido ]a pa]abra embareado, euando en esta CÚmara se
discutia la lei pam los sue1dos de la marina. Si 10s señores
r1iputados dahan aquella intelijeneia a Ia palahra emhal'ca-

do, yo ciertamente no la entiendo de esa manera.


Cualquiera que sea el mando que tengn eI eomanrlnnte
jenernl de marina, 110 a(lquiere pOl' estc solo car{ldel' del'C'-
cho a gratifieaeion, p()1'que csta solo se goza bajo la COIl-
dieion precisa de cstar embarca(lo. Un jefc militar que sine
un empleo puedc escojer en tre 1a rentn (le este i el suc1c1o (Ie
su gra(luacion, pcro l1unca 1e serÍl penniti(lo acut11ular Jos
-
174 -

dos sue1c1os i gozar de e110s simultáneamente. Ménos serÚ


líeito asignarle G,500 pesos como embareado i 1,000 pesos
mas para easa. Sorprcsa habria eausado en otras circuns-
tancias oir afirmar que debia pagársele easa al embarcac1o,
o dársele gmtifieaeion de tal a aquél a quien se Ie pagaba
.

easa.
La intclijencia de la lei rclativa a los SL1clc1os de la mari-

na no debe buscarsc en las leyes anteriores, ni mueho ménos


en las españolas. Esa lei fì1é una crcacion de ayer, pues so-
lo se promulgó en el Último mes del año anterior. Al dictar-
]a se tuvieron presentcs nuestras eireunstancias actuales,
10s recnrsos del pais, i las recompensas que reciben los de-

mas servidores dcI Estac1o. ~Cómo, pues, podrá esp]icarse


por 10 que c1isponen las lcyes españolas? Para esto seria ne-
cesario equiparar las rentas de una república naeiente con
las de una antigua monaquía, i en este easo habria yalido
mas por cierto no haber c1ictac1o semcjantc lei.
EI ~spíl'ittl de c~un()lllía i 1110d~nl~ion ~!1 Ius gastos qtl~
dió oríjcn a nuestro arreg"lo en los sL1eldos de marina, esUI
mui léjos de avenirse con 10s esfì1ezos i las larguczas quc 11n
Estac10 poc1eroso empleaha para c1ar impulso i aereeentar
unac1e ]os primerosresartesde su pader i rcspctabilidad. In-

yocar las leyes españolas para estc caso en qnc las tenemos
propias i adeeuadas a nuestras exijeneias, seria 10 mismo
quc adoptar para nuestra esetladra de dos 0 tres btlqucs, el
personéd de la nrganizaeion marítinw (lc tin estado que tu-

viera algunos eentenares.


La presente euestiol1 redueic1a a sns justos 1ímites no vie-
ne ser mas que 10 signientc, ~sc conccden al intcndente de
a

Valparaiso 6,000 pesos de sneldo i 1,000 para emm? Tal es


como está redactac1a In partida en el presupuesto, i como
se presentn al exámen de la Cámara.
Si se aprohase en estos términos, resu]taria precisamente

que cualqniera que [uese 1a persona que sìrvicra la Inten-


-
T75 -

dencia, gozaria de ]a asignacion ùe 7,000 pesos anuales.


Fasando el vice-alminmte que la desempeña a otro ùestino,
co mo pucde ser Ilamado, el que le succdiese rcc1amaria con
un título indisputable 10s 7,000 pesos íntegros, puesto que
la asignaeion no es a II persona, sino al empleo.
Preseindo de otras obscrvaciones a que da ]ugar est a ma-
teria, pues mi Animo al volver a tomar]a pa]abra, fué espe-
eialmente el de manifestm- a ]a CÚmara que mira en este
as unto una cuestion de principios, i que hago com p]eta abs-
traccion de las personas.

EL MONTT (Presidente de la Câmnra.) Tratnc1a


SEÑOR

ya esta cuestion pOl' varios seîiores diputa(los. me encon-


traba distante de pensar que 111e fuese preeiso 'lo]ver a ocu-
par sobre ena la atencion de ]a Cámara; pero c] aspecto lm-
jo cl cua] se
la acaba de considerar, me ob1iga a pratestar
por segunda 'lez que no miro en cste asunto una cuestion
de pen;Ollns, i quc pl-escil1diel1do del ';CI1CI'[11 BJilllco 0 dc
eUllJ<jllicr otJ'o incli,.jdllo que Plleda Cl1eUIILrnn,c CI1 su enso,
solo trato de sostener principios jeneraIes, sea cual fucse Ia
aplicacion lnmediata que tengan.
DOl'esta csp]icacion por ]a natura]eza dc las considera-
ciones que se acaban de esroner. Se dlce, en cfecto, que e] je-
ne1'a] B]anco es un vete1'ano de la im1ependencia, circuns-
tancia que seria influyente si se tratase ahora de acon1ar
premios 0 recompensas a 10s que tengan en su favor este tí-
tulo, pe1'o que ningun valor puede tenercuando solo se ocu-
pa ]a CÚmara en fija1' e] sentido de una lei i determinar con
arreg]o a eIla 1111 sue1do comun i ordinario. Se afirma tam-
hien, 1 csto como un hecho decisivo en e] asunto, que eljene-
ral B]aneo es muiqueric10 de los pueblos; i en ve1'dad queno
conciho cómo en este fundamento pueda apoyarsc c1
goce
de cmolumcntos 0 rent as l11ui superiol-es a las que cstån fi-
jadas por las leyes. lPodria la Cámara decir: por el amor
-

176 -

dc 10s pueblos al jeneral maneo Ie coneeclcmos 10 que ]a lei

no Ie da?
Se agrega, por último, quc el jcncral
manco cumple pun-
tualmentc con sus dehcres, deduciendo de aqul que debe rc-
compcnsársele fuera del órclen comun. POl' fortuna la I~Cp{l-
blica cuenta en los diversos ramos del servicio público con
much as empleados ce!osos en el dcsempcño de sus 0 bligacio-
nes, i puntuales i exactos en todo 10 quc se reficrc a sus de-
bercs, i a nadie se lc ha ocurrido pretcndcr por esta cireuns-
tancia susb-aedos alas reglDs cstablecic1as, i reclumar en su
obsequio mayores sucldos. No habrá cn mi concepto quicn .

se repute con un mérito estraonlinario por solo eumplir


con 10s deberes que Ie son propios.
Ni estos func1amentos ni ningunos otros scrán hastantes
para que se establczcan malas reglns, cuyas consecuencias
inmediatas van a pesal' de una mancra gravosa sohre el tc-
soro pÍtblico. No es estc un temol' vano. Acaho de oir al se-.
ñol' (liputado micmhro de la comision afinnal', sin duda co-
mo conducentc a la materia de que nos ocupamos, que es-
tando cl jcncl'al Blanco sirvicn(lo cn otro tiempo en la
marina. pas6 [l desempcií;:r la e01llandancia jClJeral dc [11'-
mas de Santiago, i qne no ohstante eOl1scrvÚ las gratifiea-
cioncs (lc que gozahn. Si estc Itceho fucse sufieiente para
conceclede tambien ahora estas gratificaciones, lqué oficial
de marina dcjaria de solicitarlas con justieia en 10 sucesivo,
cualquiel'a quc [uese c1 earåctcr dc1 empleo quc dcsempc-
ñase?
Estos serinn los resu1tmlos a que dnria lugar cl prineipio
quc se pl'ctcndc cstableccr. Se eita ahora un heeho anterior
alas lcycs que rijcn S01>1'C la materia, i en adelante sc C01TO-
boral'ia esto mismo conlo que 1a Citmara rcsolviese al prcscn-
tc, i queclaria cstableeido quc eI oficial de marina que l1na
vez gozÔ gratifieaciol1 como emharcarlo, ni se dcsembarca
-
,

ni cesa l1ul1ea de gozar la gratifìeaeion.


.

177 -

No me oeuparé ahora de Ias ordenanzas de marina, ni de


otras disposicioncs postcriores, en todas las cuales sc deter-
mina de una manera espresa i clara que el que no está em-
bareac10 no goza gratificaeion de tal. EI mismo jeneral
Blanco en Ia última vez que tuvo elmando de Ia escuadra .

que march6 al Perú ~gozó de la gratificacion de cmbarcado


desde cl dia que se Ie confi1'ió este mando, 0 solo desde que
real mente se embarcó? I si huhiese aeonteeido 10 primero,
habria un heeho algo atendible, pero siempre inaplicable a
las circunstancias actuales en que tenenios nuevas Ieyes .
a

que debemos conformarnos.


V oi a reconlar las disposicìones de estas leyes. EI art1cu-

101.0 de la promulgada en 1.0 de dieiembre del año pasado,


dice literal mente 10 que sigue: "Los oficiales de guerragoza-
rán ]os' sue]dos i gratificaciones siguientcs: vicc-almirante,
sueldo mensual 291 pesos 5 reales, gratificacion de embar- .

cado mensual 250 pesos. II EI artículo ,13 de esta misma lei


está coneebido en estos ténninos: "Todo oficial de.guerra 0
cirujano emp]eado en ticrra en clestinos de marina, tcndrá
sue1do Íntegro de tierra." Al que sirve, pues, destinos de
marina en tierra, como es Ia comanclancia jeneral, solo se .

]e debe dar su sueldo Íntegro, i no gratificaciones ni emolu-

mentos estraordinarios, porque en estos casos no existen


las razones que ha habido para concederlos a ]os que es-
tán embarcados. Si el sentido de estos dos art1culos de la
lei es claro i espreso, no puede caber duda en la presente
.

cuestlOn.
Si yo estoi equivocado, acataré la resolucion de la CÚma-
1'a; pero entre tanto el 1'esr:eto que se debe a la lei, i el que

cada uno clebe profesar a sus propias convicciones, cleben


alejar de esta materia toda consicleracion de personas.

13
INTERINATO
.

DE LA FISCALIA DE LA CORTE SUPREMA

(Sesiones de Ja Cámara ùe Dipl1tados de 23 i 30 de Octl1hre de 1848)

La fiscaHa hallábase senic1a interinamente desde el fal1ecimien-


to de su propietario don Mariano de Egaña, ocurrido en Junio de
1846. Las obsenaciones del señor M onU obligaron a] Ministro
de Justicia a prometer que tal irregularidad no se prolongaria par
mucho tiempo mas; i a 10s pocos dins el señor Sanftlentes nombra-
ba fiscal pro'pietario a don Manuel C. Via1.

EL Cámara.) Al tratar
SEÑOR MONTT (Presidente de 1a
de est a partida me parece que es necesario averiguar un he-
cho grave, i es que el emplco a que ella se reficre ha estado
sin proveerse pOl' mucho tiempo.
Siento que d señor Ministro de Justicia no esté presente
en la sala, pero quizas algunos de 10s senores de la comi-
sion quienes puede haber llamado la atencioneste asunto,
a

tengan conocimiento de él; en el caso c~ntrario solicitare-


mos la comparecencia del señor Ministro del ramo.

EL MONTT (Presidente de 1a Cámara.) En Ia sesion


SEÑOR

anterior llamé Ia atencion de Ia Cámara hácia un hecho que


presenta esta padida, tal es el de encontrarse vaeante cer-
ea de dos años i medio ya, uno de 10s empleos de In Corte
Suprema, hablo de Ia fiseaHa; heeho a que debe llamarse la
ateneion pOl' el buen servicio de Ia administracion de jus-
. .

tlCW.
179-
-

Los señores de la eomision de presupuestos no tenian,


sin duda, eonocimiento de este heeho, i yo he creido de mi
deher hacerlo presente la Cámara para que cese esta irre-
a

gularidad contraria a la lei. Tal ha ~ido mi ánimo.


Como no se ha hahlado nada sobre esta partida, ni se ha
dado ninguna razon en que pudiera fundarse el heeho a que
aludo, pOl' esto solo hago mencion de él; i me reservo para
hablar en caso de que se abra discusion.
EL SEÑOR SANFUENTES (l'vlillistro de Justicia.) Para satisfacer a
la indicacion que se ha 11e('11o, me limitaré a decir que ese destino
que el señor Presidentc 11a notado hallarse en la actuaJidad vacan-
te, i servido solo interinamente, se proveerá mui luego en propie-
dad. Por 10 demas, creo que esa indicncion no será un motivo para
que la Cámara d~je de aprobar la partida.
En la discusion del presupuesto solo se trata de saber si se otor-
ga 0 110 In cantidad necesarla para pagar el destino, sobre 10 cun!
me parece que no se ha hecho ohservacion alguna; 0 si el sueldo del
,
cmpleo es esccsivo 0 dimlnuto. i tal11poco ha rodado sobre esto la
indicacion.
EL la Cámam.) AIllamar
SE~OR MONT'I' (PresÎdel1te de
Ja atencion de la Cåmara háeia el hecho de estar vacante i
servido solo interinamente uno de los empleos de Ia admi-
nistracion de justicia pOl' mas tiempo que el que la lei per-
mite, no ha sido mi propósito pedir la supresion del sueldo
de este empleo, ni modificacion alguna en el presupuesto; he
querido tan solo que la Cámara tuviese conoci~niento de
este heeho, òe que quizas no tendria eonoeimiento el señor
Ministro de Justicia, pucsto que la vacante i su provision
interina habian ocurrido ántes de que su señoría se hiciese

cargo del Ministerio que desempeña.


Mi inc1ieacion, que tiene pOl' principal fin que se l1enc en
propiedad esa vacante, no es de ninguna manera estempo-
ránea; i hago esta achertencia porque veo que se quiere res-
trinjir la facu1tad de 1a CÚmara de ocuparse cn estas mate-
-

180-
.

rias pOl' razon de estar cOllvocado el Congreso a seSlOnes


estraordinarias.
Esta faha de facultad en la Cámara a que ha almlido el
señor Ministro, daria porresultado que en las presentes cir-
cunstancias no podríamos hacer otra cosa que dccir sí 0 nó
acerca de los proyectos que se nos prcsentascn, i todo 10
que salicse de estos mOllosílabos seria ilegal.
No puede desconocerse la competencia de la Cámara para
propender al m~ioramiento del servicio público, para pedir
el cump1imiento de las leyes ligadas con este objeto, i para

procurar par los medios lejítimos todo 10 que tienda ai bie-


nestar del pais. Limitaclas las Cámaras en las sesiones es-
tnwrdinarias al exámen i discusion de los asuntos que han
motivado la convocatoria, no pic I'd en el derecho de ocupar-
se tam bien de aquellas otras materias Intimamente cone-

xas con est os asuntos. Esta concxion existc entre el sueldo


de un empleo i su pcrcepcion, porque al decretarse este
sueldo clebe cuidarse que se dé de una manera legal.
El hechoque he aludido ántes es de importancia a mi
a

juicio, i 10 he puesto en eonocimiento de la Cámara i del se-


ñor Ministro para que se provea ei remedio necesario.
No puecle haber vcrdadera independencia en 1a adminis-
traeion de justicia miéntras sus empleados no sean inamo-
vibles. Ahora bien, esta inamovilidad no cxiste con majis-
trados interinos, que 110 tiencn la propicdad de suscmpleos,
i a quienes una mera órden gubernativa basta para separar
de sus funciones.
La Constitucion del Estado establece csta inamovilidad,
i una lci posterior vino haccr efectiva en toc1as sus partes
a

esta garantíaclisponicndo que ninguna mnjistratura pudie-


sc estar vacante i sin proveerse en propicdad pOl' mas de
.

sels mescs.
Hoi
tolera el interinato de un majistrado, mañana el
se
de otro, i así sucesivamente qucdará toda la administra-
-
J8! -

cion dc justicia reducida un estado vaciIante, i sujeta a


a

influjos que no deben tener cabida en ella. No me refiero aI


hacer est a úItima observacion a Ia actual vacante de Ia fis-
calía de Ia Corte Suprema, sino a 10 que regulannente
acontece en el órden comun de Ias casas.
Tales son Ias consideraeiones que me han movido a ocu-
par la atencion de Ia Cámara sobre esta materia, i puesto
que el señor Ministro de Justieia acaba de asegurar que se
proveerá pronto Ia fiscaIía de Ia Corte Suprema, yo queclo
satisfecho con cste resultaclo.
GASTOS

FUERA DE PRESUPUESTO

(Sesiones ùe la Cámara ùe Diputados de 30 de Octubre i de 8 de Noviembre


de 1848)

A e1
una indicacion hecha para consultar en presupue::;to las su-
mas que requeria el establecil1liento cIe Ins cortes de apelaciones de
Concepcion ide Coquimbo, mandadas crear por una lei dc 1845, el
Ministro de Justicia manifestÚ que cI Gobierno se proponia e::;ta-
blccerIas dentro de poco, i que consideraba inútil presupuestar par-
tidas con tal objeto, porqne estaba suficientemente autorizado pa-
ra haeer todos los gastos ùel establecimiento de esos tribnnale::;
por la lei de su creacion.
EI señor Montt impugnó esta opinion del señor Sanfnentes con-
traria a los prcceptos constitucionales. La Cámam ac1hirió por
considerable mayoría a S11 modo c1e pensar.
EI señor Huneeus reproc1ujo en S11 obm La Constitueioll ante el
Congreso los c10s c1i::;cursos que van en seguida, recomendándolos
por su cIaric1ac1 i precision.

EL SI<:ÑOR MONTT (Presidente de la Cámara.) Se ha emi-


tido una opinion que juzgo de malas consccuencias en el ór-
den administrativo, i esto me mueve a tomar la palabra.
Se dice que se pueùe hacer un gasto que no está incluido
en el presupuesto con tal que se halle autorizado por una
lei. Yo creo que no basta Ia existencia de una lei, sino que
es preciso, ademas, que el
gasto esté comprendido en el pre-
supuesto del año en que va a tener lu~ar. Es una de las atri-
buciones de Ias Cámaras fijar anualmente IDS gastos del
-
lX3 -

servieio público, i csto es, precisamente, 10 que hacen por


medio de los presupuestos, cu yo valor i fuerza solo dura pOl'
un año. El gasto, pues, que no está comprendido en los pl-e-
supuestos, no está fijado en aquel año porlas Cámaras, i
pOl' consiguiente, no puede llevarse a efecto.
POl' este principio se consultan en los presupuestos, tan-
to las cantidades que deben gastarse en virtud de una lei.
como las que están destinaclas asatisfacer neeesidadeseven-
tuales i que esperimentan frecuentes variaciones: escluidn
alguna de estas canticlades, no se pod ria llamar fijada en
aquel año, i, pOJ-lo tanto, no seria Hcita su inversion.
AutorÍCese cl gasto pOl' solo la existencia de una lei die-
tada tres años ha, i tendremos pOl' consecueneia que se pue-

den emplear todas aquellas sumas que autorizaban las leyes


espanolas, i se puede proveer y dar renta a empleos, como
el de lenguaráz de indios, par ejemplo, creados pOl' aquellas
leyes. Habria en este caso para el cuerpo lejislativo la mas
completa incertidumbre de la. inversion de los caudales
públicos, que solo él debe fijar i determinar en cada año.
La discusion misma de los presupuestos seria en su ma-
yor parte inútil en esta hipótesis, porque debia quedar limi-
tada a solo las partidas eventuales, no habiendo ninguna
vent8;ja en examinar las que están fundadas en una lei,
puesto que basta la sola existencia de la lei para autorizar
permanentemente el gasto.
El artículo de la Constitucion que manda "que ningun
pago se admita en euenta alas tesorerías del Estado sino
se hieiese a virtud de un decreto en que se esprese la lei 0 la
parte del presupuesto aprobaclo pOl' las Cámaras en que se
autoriza aquel gasto,., dió en otro tiempo lugar a c1udas
graves sobre la presente cuestion. En efecto, este artículo
parece no requerir para la lejitimidad del gasto mas que una
de estas dos cosas, una lei que 10 auto rice, 0
una parte del
presupuesto en que se apruebe. Pudo, pues, sostenerse en
-
184 -

otra época de una manera mas 0 ménos plausible que era


lícito gastar una suma que emanase de una lei, aunque no
. estuviese comprendidn en el presupuesto. Mas,la inteli-
jencia del al'tículo constitueional ha sido determinada. i
deslindada pOl' unac1isposicion lejislativa, i en e1 dia no
pueden suscitarse dificultarles i cuestiones, ni abrigarse du-
da alguna.
Es, pues, ya convenido de que las leyes de que habla este
artÍculo de In Constitucion son Jas posteriores al presupues-
to, que son un suplemento de él, 0 un presupucsto adicional
que conserva su valor hasta qúe en el año siguiente vuelve
a aprobarse pOl' las Cámaras elnuevo presupuesto jenera1.
Si el Gobierno, como se ha dicho, está dispuesto a verifi-

car In'onto los nombramientos de jueces para las cortes de


la Serena i Concepcion, es preciso inc1uir en el presente pre-
supuesto 10s sueldos de estos empleos.

EL SEÑOR MONTT (Presidel1te de Ia Cámara.) Aunque en


Ia sesion pasada se discutió la cnestion que ahora se pro-
mueve, voi, no obstante, a recordaI' algunas observaciones
ala Cámara, porque en mi concepto importa mucho que en
esta materia queden sin eontradiecion reeonoeidos los prin-
, .

ClplOS.
Se dijo entónees, i se sostiene
ahora, que el Presidente de
I
la.Hepública pod ria decretal' un gasto que emanase de una
lei, aunqueno estuviese incluido en el presupuesto. Yo juzgo

que esto no es lícito.


Es una de las atribuciones esc1usivas del Congreso fijar
-

anualmente los gastos de la administracion pública, para-


que en cada año se gaste solo las cantidades que han sido
fijadas i determinadas, i no mas. Para llenar este deber se
examinan i aprueban todos 10s años 10s prcsupuestos, de
10 que 110 está inc1uic1o en e110s no puec1e gas-
manera que
- 185 -

tarse, aun cuando exista una lei anterior que disponga tal
gasto.
Si los presupuestos no tienen cste efecto, poco ménos qnc

inútil seria su adopcion anual, pOl'que la mayor parte dc


las partidas queen e110sse encuentran no son otra cosa que
la repeticion de 10 que disponcn leyes anteriores. Sostenién-
dose que se pueda pagar sneldo a los funcionarios que se
nombren para las cortes de Ia Serena i Concepcion, porque
tres años há se dictó una lei sobre esta materia, deberia
pretcndcrsc tambien quc sc borrasen del presu]Juesto las
.

rentas de todbs los empleados en los diversos ram os de 1a


administracion pOl'que aeerea dc todos e110s existen igual-
mente leyes anteriorcs que determinan estas rentas. Pero
no es esto 10 quc quiere la Constitucion, pues exije tenllinan-
temcnte, sin distinguir cntre los gastos, que todos ellos sean
fijados i determinados en eada aiio. Ya en otra vez me pa-
rece haber manifestado el diverso cfecto que producen las
,

leyes anteriores i las postcriores al prcsupuesto rclativa-


mente ala presente cucstion.
La opinion que acaho de cmitir estå de acuerdo con la
práctica observada pOl' el Gobierno. Una lei del Congreso
autorizó al Presidente dc la Rcpública para invertir 250,000
pesos en la construccion de una casa que sirviese para el
Instituto Nacional. Anualmcnte se ha colocado en el presu-
puesto la cantidad que prudencialmente se ha creido podia
gastarse en este objeto en cad a año. Agotada la suma que
se lIabia ealculado para el presente año, el Prcsidente de la
Rcpública ha pedido ocho mil pcsos mas para continual' la
obra, i el Congreso acaba de acordar este gasto. Estos oclIo
mil pesos son una parte de los 250,000, i ni el Presidente de
la República pensó que para invertirlos Ie bastaba la auto-
rizacion de la lei anterior, ni las Cámaras se formaron tam-
poco semejante concepto, pucsto que cspidieron una nueva
-
186 -

lei que habria sic10 enteramente supérflua si conservara la


primera el valor que se prete11de dade.
He aluc1ido a este caso pOl' ser mui reciente, no obstante
que hai otros much os que poc1rian servir igualmente de
comprobacion del principio que estoi sosteniendo.
Recurrir no ya a los presupuesto sino alas leyes anterio-
res para invertir una cantidad, es ejecutar gastos que 110

han sido fijados pOl' el Congreso para aquel año, i esto no


puec1e ménos que producir confusion en la inversion de las

rentas pÚhlicas, j tambien en las cuentas que de cl1a debe


rendirse.
Este resultado es el que me ha movic1o a tocar de nuevo
csta cuestion.

.
'\
RENTAS
DEL OBISPO I CANÓNIGOS DE CONCEPCION

(Scsiones de la Cámara de Diputados de 8 i 10 de Noviembre de z848)

Las ohservaciones del señor Montt refercntcs a la re~aja hecha


alas sueldos del obispo i canónigos de la Diócesis de Concepcion,
dieron lugar a un debate largo i hasta acalorado, en que tomaron
parte los señores Campino, Varas i Garcia Reyes de un hulo, i
Sanfuentes, Renjifo i Lira del otro, i cuyo resultado fué la aproha-
cion de In partida tal como estaba propuf'sta, en atencion sólo a
que 10 a vanzado del tiempo no permitia introdueir en ella 11l0difi-
caciones <[ue no retardasen el despaeho del presupuesto.

EL SENOR MONl'T (Presidellte de ]a Címara.) Esta par-


tida tiene pOl' encabezamiento "rentas fijas invariables i sin
c1escuento alguno de la catedral de Concepcion."
Desde épocas anteriores a1 cabildo eclesiástico de Concep-
cion se ha pagado la cuenta capitular, i ahora se Ie señala
una renta fija e invariable. No sé si esto es del presente
presupuesto. 0 si ha habido alguna lei que haya quitado es-

tas ren tas.


Pero no punto que llama principalmente mi aten-
es este el

cion, sino el de saber si la cantidad que se pagaba a los ca-


nónigos era la misma que se les seña1a aquí pOl' renta fija c
.
invariable, 0 si era
mayor ántes que ahora.
Quiero tener algunos datos sobre esto pOl' medio de los
señores de la comision, para segun ellos esponer algunas
observaciones acerca de esta materia.
-
188 -

EL MONTT (Presidellte de la Ctímam.) En la se-


SEÑOR
sian anterior indiqué que en esta partida se hacia una alte-
racion sustancial en las rentas del reverendo obispo i canó-
nigos de In diócesis de Concepcion.
No he visto en la Memoria del Ministro del CuI to presen-
tada este año alas Cámaras, ni enningun otro c1ocumento
públieo, espresado ninguno de los fundamentos que h~ya
habido para haeer estas redueeiones en aquellas rentas.
Entre tanto haré notar ala Cámara que iniciadas estas
modificaciones de sueldos solo en los presupuestos; se da 13;

entender de una manera bien c1ara que el Prcsidente de la .


.

Rel)ública no desconoce la facultac1 que cl Congreso tiene


para modificar las rent~s de los emplcados al tiempo de la
discus ion de los presupuestos. Rago esta observacion, no
porque yo censure estos procedimientos, sino únieamente
pOl'que parece que algunos señores diputados han negado
esta facultad ala Cámara, a pesar de que una mayoría ha
manifestac10 un juicio contrario.

EL la Cámam.) En vista de
SEÑOR MON'TT (Presidcl1te de
,

10 que se ha espuesto manifestaré mi opinion ace rea de las


reducciones propuestas cn las rentas del reverendo obispo
i canónigos de la dióeesis dc Concepcion.

Antes de todo repetiré que al inc1icarque cstadisminucion


se proponia en los presupucstos i no en una lei especial solo
quisc lwcer notar esta circu11stancia a aqucllos señores di-
putados que parece habia11 negado ala Cámara esta facul-
tad. Esto supuesto, paso a ocuparme de la cuestion.
El rcverendo obispo ticne asignados de renta seis mil
pesos anuales, i el presupuesto disminuye a cinco esta can-
tidad. La diócesis de Concepcion es tan estensa con.1O llena
de nccesidades de todo jénero, las que no pueden ménos que
pesar sobre cl prclado que está la cabeza de ella. A él,
a

pues, se ocurrirá para que las rcmedie, icon la renta que


- 1139 -

ahora scñala tendrÚ el pcsar de no po del' hacerlo, ni


se Ie

aun en 10 mas indispensable i mjente. Cinco mil pesos, en


cfecto, cs una cantidad insignificante i qne de ninguna ma-
nera permite cumplir.ni aun en parte con este deb cr.
La dignidad del episcopado imp one tambien gastos cspe-
cialcs de que se puede prescindir en otra condicion. Habita-
cio,n, sirvicntes i
todos 10s gastos quc se rcfieren a la per-
sona son indudablemente mayores si e1 obispo se hade con-
ducir con e1 decoro que exije lacostumbre i la rcspetabilidad
del cargo. Para cste solo objeto no son ciertamcnte bastan-
tcs 10s cinco mil pesos.
EI revercndo obispo tiene cedidos mil pesos anuales de su
renta para ]a construccion de su catedral; pera {>! sin dud a
no qucrrá hacer csta cesion al fisco, i puesto que los fondos
de la iglcsia no necesitan esta cantidad, no debia en ade-
lante tener lugar ]a rebaja. No encuentro yo ninguna razon
para cOlwertir cn fa VOl' del fisco 10 que era cn fa VOl' de la
iglesia; para hacer permanente un acto temporal, i cn fin,
para mudar en obligatorio 10 que ha sido espontáneo i vo-
luntario.
En cuanto a la reduccion de la renta es
10s canónigos,

tambien, a mijuicio, escesiva, pues no se lcs alcanza a dcjar


dos tercios dc la que les corresponde. La que han gozado
hasta ahora, hecho el descucnto para la fábriea de la igle-
sia, no pucde reputarse de llinguna manera exhorbitante, i
.

llada pOl' consiguiente puede justificar su disminucion.


Si e1
tereio de ]a cuarta capitular que se ha estado desti-
llalldo ala fábrica no es ya preciso para este fin, tam poco
eI fisco tiene necesicIad de él, i deberia par tanto aplicarse
en bencficio de la misma iglesia. Como aquel cabildo solo
consta cn 1a actualidad de mui pocas prebenclas, parecia ,

muijusto i convcniente aumentarlo. De esta manera se iria


complctando gracIualmente hasta que lIegase a ponerse en
el pié en que dcbc cstar segun su ereccion.
-
I go -

Distribuida la cuarta capitular completa entre mayor n{1-


mero de beneficiados, podrian 10s presentes conservar las
rentas de que gozan, al mismo tiempo que habrinn otros
prebend ados que 10s ausiliasen en el desempeño de sus ear-

gos. Este procedimiento, mas conforme a los fines de la


.
creecion,ofreceria tam bien In ventaja de presentar mayores
estímulos a 108 párroeos de aquella diócesis, 10 eual es sin
duda de una vital importaneia para aquellos pueblos.
Tales eonsideraciones S011 las que sustaneialmente me
mueven a no dar mi voto por est a c1isminucion de Ias ren-
tas del reverendo obispo i eanónigos.

,
ASIGNACION
AL SEMIN ARlO DE LA SERENA

(Sesiones de la Cámara de Diputados de 8 i 13 de Noviembre de I8.~8)

La indicacion del señor cuatro mil pesos la


Montt para subir a

asignacion a este establecimiento, fué aprobada par gran may-oria.


Mediante tal suma pudo al fin instalarse el seminario de la Se-
rena qne, como Diócesis de reciente creacion, no contaba todavia
con entradas suficientes para éste i otros servicios.

EL SEÑOR MONTT (Presidente de 1a Cámara.)En esta par-


tida se colocan 1,200 pesos para e1 seminario de Ia Serena.
Este obispado necesita un semillario, icon est a suma es
imposible mantenerlo en e1 estado que requieren Ias necesi-
dades de Ia diócesis.
Hago, en consecuencia, indicacion para que se aumente
est a suma hast~t Ia cantidad de cuatro mil pesos, que es Ia
misma que se ha acordado rccientemente para el seminario
de Ancud.
EL SEÑOR LIRA. Las cantidades destinadas para el pago de los
gastos del culto en el obispado de Coquimbo son mayores que las
que produce la masa decimal en ese obispado. Aumcntándose,
pues, la cantidad presupuestada, como pide el señor Presidente de
la Cámåra, el pezjuicio que rccibirá el fisco será de consideracion.
El fisco no tiene mas ohligacion que invertir, a 10 sumo, la can.
tidad que produzca la masa decimal; invertir mas de esta canti-
dad seria perjudiear las rentas de ]a nacion. Por 10 tanto, no ereo
conveniente el aumento que se propone.
-

192 -

EL SEÑOI{MO~TT (Presidcl1tc de fa Cámara.) La obliga-


cion del fisca, es decir de esta persona moral que ]lamamos .

naeion, es invertir todo 10 que fuere necesario en los gastos


del cuIto. Debc atcnder a ellos no solo con los productos
de ]a masa decimal, sino tambien en caso preciso con el de
cualquiera de las otras contribuciones públicas. E! objeto
especial dc 10s diezmos no csc1uye ]a facultad, ni aun el de-
bel' de aplica1' al mismo fin el producto del catastro 0 de
10
otro ramo, con tal que la necesidad requiera. Entrc 10s
gastos del culto i los dcmas del Estado no debe hacerse
otra clistincion que 1a de su mayormenor importancia i
0

urjencia, i pocos, en verdad, pueclen compararse bajo este


aspccto al gasto propuesto. Abanclonar c1 culto porque la
masa decimal no a1canza a satisfacer sus necesidades, i
atender a 105 demas objetos i gua1'c1ar despues el sobrante,
seria obrar de una manera contraria ala conveniencia pú-
bEca.
E! obispo i 10s canónigos, ha dicho el señor diputac1o,
absorvenen sus rentas una cantic1ad ma:yo1' que 1a p1'oduci-
da por la masa decimal, i cs por tanto inc1ebido este gasto
ac1icional quc se propone.
En cste hccho noto yo una confirmacion del principio que
he sentado, pues cuando el Congreso votó aqueIIas rentas

no a tendió al monto de la masa decimal, sino a 1a necesi-


dad que habia para el servicio del culto de aquellos benefi-
cios. De la misma manera debe procederse ahora tomando
en cuenta la necesic1ad del gasto propuesto i no el monto
de los diezmos.
No deja de ser digno de obscrvarse que se proponga 1a
disminucion de las rentas ec1esiÚsticas en Concepcion, i que
parte de 10 que eorresponde a1 obispo icanónigos en ]a
.
masa decimal de ese obispado, se aplique a1 fisco, i que
cuanda se trata de satisfacer en ]a Serena una necesidacl
manifiesta, se a1egue como único obstácu10 Ia escasez de 1a
.

I93 -

omasa decimal. Segun csto cl fisco pucdc aprovecharse dc


10s diezmos en U11 obispado sin estar obligado
gastar ena

-otro obispac1o mas que 10s mismos diesmos permiten.


EI aspecto bajo el cual debe'mirarse mi indicacion es cl
.dc su necesidad 0 convenicncia; i como no se la combate

por este lado, i 11a de quedar para otra discusion, terminaré


.con 10 que dcjo espuesto.

EL (Presidente de la Cámara.) En una de'


SEÑOR MONT'!'
.

Jas sesiones anteriores propuse que se aumcntase hasta cua-


tro mil pesos la cantidad señalada en el presupuesto al semi-
nario dc la Serena. Poco tiempo ha el Congreso ha acorda-
.do una 1ci para el seminario de Ancud, lei promulgada en 5
de agosto del presente año. El obispado de la Serena se en-

.cuentra en las mis111as circunstancias que el de Ancud en


.cuanto a la f~tlta de eclesiásticos i a la cscascz de rccursos
.para quc sc formcn los quc son precisos.
En aquel obispado solo hai un pequeño número de cura-
.tos atendida su grandc cstension, pues sino me equivoco,
no pasan de quince las parroquias; no obstante, no es posi-
ble dividirlas proporcionando mejor el servicio pOl-que no
JHti sujetos quienes encomendarlas. Entre las pocm~ a que
a

<cstá limitado en el dia, varias de cllas han sido largo tiem-

-
po desempeñadas pOl' regulares pOl' no haber sacerc10tes se-
-.culm-es para su servicio. Llega a tales términos la falta que
se siente a este respecto, que cuando el reverendo obispo se

preparaba para haeer la visita que poco tiempo h~ practi-


có con tanto provecho de su diócesis, solicitó algunos eele-
siåsticos de esta ciudad para quc Ie acompañasen en eI
cjercicio de su ministcrio, pues temia distraer a los pocos
que allí existen de otms atenciones igualmente importan-
-tes a que estån consagrados.
EI seminario no cuenta con mas renta que los mil dos-
cientos pesos que Ie están señalados en el presupuesto, i
'4

.
-
194 -

can esta cantic1ad poco nada puec1e hacerse. Un pequeño


0

nÍ1mero de jóvenes podrá con estos recursos rccibir alguna


instruccion elemental, pero nunca Ia educacion completa i
propia de un ministro del cÜlto.' Para esto, adcmas de so-
meter a los alumllOS a Ull intern ado, SOl1 precisos profeso-
res i otros gastos que esceden a los actuales rccursos del
seminario. Yo pido, en consecuencia, que se Ie asignen cua-
.

tro mil pesos, como se ha hecho con el scminario de Ancud.

EL SERoR MONTT (Presidellte de 1a


CAmara.) Dcseando
confinnar las noticias que tenia sobre est a materia para
presentarJas ala Cámara con entcra confial1za, hablé con
e1
señor Ministro de Justicia cQnsultándole si aquel semi-
nario tenia otras rentas a mas de los mil doscientos pesos,
i si se la pod ria ausi1ìar con los cuatro mil que he propues-
to. 8u señoria me manifestó que el seminario no contaba
con otros recursos, i que Ie parecia conyeniente e1 aumento
indicado, agregándome que, pOl' haber.recibido las Í1ltimas
comunicaciones habidas'sobre este punto despucs dc pre-
sentados los presupuestos al Congreso, no habia inc1uido
en ellos una partida con este fin.
Si los mil doscientos pesos consultac1os en el presupuesto
anterior no se han gastado por no haberse cstablecido
hasta ahora el seminarÏo, será esta una nueva razon para
que 10s señores diputados acuerden una suma bastante
para poderlo abrir.

.
AUMENTO
,

DE LA FUERZA DEL EJERCITO


.

(Sesion de la C:ímara de Dipu:ados de 13 de Diciemhrc (h~ 1848)

fmpngnaron el anmento ùel t:jército pedido por eI Gobierno, lo~


seiiores Garcia Reyes i M ontt, fundados en consideraeiones de
eeonomia, contra ]a opinion del Ministro de la Guerra, coronel
don P. N. Vidal, i de ]os se]ìon's Campino i Lira. La C{imara
conc1uyó por fijar la fnerza del ~jército de línea para 1849 en el
mismo número ùe plazas flue tenia en 1848, reservando para oha
sesion, que al fin 110 ttwo lugar, el ocuparse de una lei referente
al aumento propu.esto.

EL SEÑOH lVIO~TT (Presidel1te de


la Cámara.) Este aumen-
. .

to de la fuerza me ha l1amado la atencion, no bajo el aspec-


to de la mayor 0 menor conveniencia que de él pueda resnl-
.
tar al servicio, sino con 1'elacion a 105 gastos qne demanda.
~Hai en el tesoro pú hlico fondos suficientes para cu brir
este mayor gasto? .

Esta es una materia que exije un csclarecimiento previo,


i sobre la cual voi a presentar algunos datos que considero
de importancia.
Los presupuestos que ticne aprobados el Congreso as-
cienden a 1a cantidad de 4.426,079 pesos i 3 realcs.
E1 costo del aumcnto de la brigacla de marina no puede
bajar de ;-W,OOO pesos anuales.
En cste cálculo me reficro a-
1a opinion que sobre la materia me ha manifestado el señor

Ministro cle la Guerra a cOl1secuencia de haberle hecho pre-

.
-
196 -

sente antes de ahora las observaeiones que estoi esponienc1o


a la Cámara.
Resulta, pucs, de estos dos Í1n}cos datos, i sin tomar en
cuenta las varias leyes que se han dado en el presente año
autorizanc1o algunos gastos i que no estÚn incluidas en los
presupuestos, que estos presupuestos con la creaeion de la
nueva fuerza subirån a 4.456,Oï9 pesos i 3 reales.
Las rentas pÚb1icas en el pasado año de 184ï solo pro-
dujeron 3.714,Oï8 pesos i ï% realcs. Hai, pues, en los preJ
supuestos tm exeso de ï 42 mil pesos sobre las entradas, 0
en otros términos, faItan ï 42 mil pesos para cubrir los gas-
tos decretados.
En el año de 184ï los presupuestos subierol1 a 3.ï91,15ï
.

pesos, i de esta suma solose gastó 3.685,842 pesos i 6 re'a-


hubo un menor gasto respecto de 10s pre-
les, de suertc que

supuestos, de 105,314 pesos 2 reales. Comparando ahora


la SUl11a total de 10
gastado en ese año con el producto ya
dieho del mismo año, se nota una difereneia de 38,236 pe-
sos, Úniea cantidad sobrante de las rentas de aque1 año.
Ahora, pues, leon qué fondos se'piensa cubrir estos sete-
cientos i tantos mil pesos en que los presupu~stos eseeden a
las rentas?
Bien sé que dejarán de hacerse l11uehos de 10s gastos con-
sultados en 10s presupuestos, i que se economizarán euatro-
eientos 0 quinientos mil pesos; pero siel11pre quedará un ex-
eeso de consic1eraeion que es neeesario satisfaeer de a]guna
manera. I téngase presente que supongo el menor gasto del
año entrante en medio mill on de pesos, a1 paso que elme-
'nor gasto que hubo en 184ï solo fué, como 10 aeabo de es-
presar, de 105,:n4 pesos 2 reales.
La naturaleza del gravámen que este aUl11ento de la bri-

gada de marina va imponer al tesoro público, es tam bien


a

un punto que mereee séria ateneion. No es uno de aqudlos


.

-
197 -

gastos transitorios i que una vez cjecutados no hai para


qué tornados en cuenta, sino que tiene un carácter de esta-
bilidad i permanencia, i decretado ahara durará probable:
mente por algunos años. Este gasto no puede, pues, eu-
brirse con los sobrantes 0 acumulaciones anteriores al año
de 1847, i es preciso buscar en las entradas ordiriarias i su-
cesivas algun fondo con que satisfacedo. Por dcsgracia yo
no eneuentro esté fondo. .

Estos datos son los que, haciéndome prescindir por aho-


ra de ]a ma vor 0 menor conveniencia de aumentar Ia bri-
.

gada de marina, materia sobre la que no tengo ideas bas-


tante daras, me mueven a opinat. desde luego en contra del
proyecto que se discute.

EL Mol':l'l' (Prcsidcnte de hl Cámara.) Lo que


SEÑOR

aeabo de oir al señor diputado miembro de la comision de


presupuestos confirma en gran manera el temor que me
hizo tomar la palabra anteriortnente.
EI señor diputado ha dicho que de 1acomparacion resul-
.

taba que ]as entrac1as escedian alas gastos. Prescindo de .

]a exactitud de est a comparaeion, 1a supongo tal como se


ha presentac10 a la Cá1l1ara. Sin recordar, pues, toc1os los
gastos que hará la República, me fijaré en uno solo, el que
c1emande eI establecimiento de las cortes (le justieia en Con-
cepcion i en la Serena. Ya tenemos, pues, que los gastos de
la nacion, agregado éste, esceden en mucho alas entradas.
Si a ahora los gastos que deman-
este esceso agregamos
dan los de1l1asproyectos que he1l10s aprohado:\'cremos que
todos ellos van a eehar sobre el crario una carga que no
podr{l soportar, i que, agotaclo el resíduo que hai, llegará
pronto el tiempo en que cstos gastos que hemosestablecido
no se poc1rán sostener.
Este ha sido el pensamiento que he tenido al tomftr la
.198-
-

palahra sobre este as~mto, i por el cual he peùiùo a la Cá-


mara que no apruebe eI aumento de cuatrocicl1tos i tantos
hombres que se propone en la brigada de marina.

.
.

PROYECTO
PRESENTADO POR DON ANTONIO GARCIA REYES
SOBRE INSTRUCCION PRIMARIA .

(Sesianes de la Cámara de Diputaùos ùe 9, i 18 de Junia d~ 1849)


II

Este proyecto, segun espusieroll ante la Cftl11ara los señores


Garcia Reyes i Lastarria, habia sido preparado pOI' el seÙor l~as-
i s0l11etid0 a la aprobacion de la Facultad dc HUl11anida-
tarria
des de la Universiclad, quien confió a uno de sus miel11bros, el
~eñor Garcia Reyes, el prcsentarlo al Congreso.
TOl11arOIl parte en su discusion, ademas dc los referidos dipu-
tados, los seÙores Tocomal, Infante (don M. R.), Eyzaguirre
(don J. 1. Y.), Bello (don J.), Vallejos, i Solar (don F. de B.), que
adhirió a las ideas del seÙor Montt.
Dc cst a discl1sion resultó cl compromiso que conuajo el seÌ10r
Montt de presentar el proyecto sobre instruccion primaria que se
verÚ adelante.

DisCllSioll jenera1.
EL SEÑOR MOr\TT. Ignoraba, señor, que se huhiese pucs-

to en tabla para esta noche el importante proyecto sabre


instruccion primaria. En otra vez habia tenido ocasion de .

instruirmc de él, i su 1ectura i consideracion me habian su-


jerido algunas reflecciones sabre este asunto, que no es fáciJ
que ahora reuna i esponga a 1a Cámara, tal como se me
han ocurrido pensando detenidamcntc en In materia. Sin
embargo, rceonlando algo i cspresando 10 que me ha suje-
.

-
200 -

rido nuevamente su lectura espol1dré mi juicio sobre él,


pOl-que creo In materia sumamel1te importante para que In
Cámara se detenga a cOl1~idcrar1a.
.
El proyecto tienc1e mas a fayorecer lÙ il1struccion prima-
ria dándole forma i métoc1o, quc a difu11dirla 0 mantel1erJa,
a hacerla hast ante efìeaz en sus resultados en todas las
cla-
ses del pueblo.
Principia pOl' establecer la cJase de instruccion que dcbe
darse los jõyenes i los premios i recoriJpensas que deben
a

señalarse a losmaestros, i fijar lainspeccion a que dehen es-


tar estos:sometidos. Unido todo eno, ~qué habrá a yamado el
pais? ~Quc mejore el sistema establec.ido? ~Que las eseue-
se

las que tenemos esten en mejor pié? Pero no es esto 10 que


necesita el pais. La importante es que las escuelas se multi-
pliquen, que se estiendan par to(1a la RepÚblica; i este ob-
jeto esencial parece enteramente desatendido en el pro-
yecto.
EI yado capital que, a mi juicio, tiene el proyecto consis-
te el1 que las escuelas estÚn a cargo del Gohierno, dehicl1do
estar cargo de las localidac1es. Si e1 Gobierno dehe atender
a

a proporcionar los medios necesarios para satisfacer las


exijencias de cada una de Ins poblaciones de la Repúblicn,
~qué cal1tidad poc1ria destinar del erario nacional al estn-
blecimiento de escuelas primarias? Destil1aria veinte mil pe-
sos, que seriala mayor suma eon que pudiese reeargar las
rentas públicas, i para esto tend ria que hacer un gran es-
fuerzo. No obstante, esta cantidad es insignificante, atendi-
da la necesidad que hai de estender i difundir ]a instrnccion
primm-ia en todos los puntos de la RepÚblicn.
Puesta la instruccion primm"in a cargo de la munieipali-
dad, costeados sus gastos pOl' el mismo departamento, i C11-
trat}do el Erario como un mero ausiliar, como un eoope-
rador, no como un :ajente principal en ese objcto, pod ria
.

conseguirse el fin que debe proponerse la crunara.


.

-
201 -

La lei, pues, en ese easo debe detcrtninar el número de es


cuelas quc ha de habcr en cad a poblacion con rclacion al
número de habitantes, debe fijar Ja cantidad de los ausilios
que del tesoro pílbEco han de darse a cada pueblo. Esta se-
ria la basc esencial del proyccto. Sin esto no cs posible espe-
rar que las escueJas se pongan al aleance de 10s que las ne-
cesitan.
Si no se tierie, pues, presente esta consideracion, poco 0

nada sc avanzará con el proyedo; todo 10 que se haga que-


clará reducido a 10 que existe en el dia.
EI nuevo proyecto, pOl' otra parte, parece que no se ha
fijado mucho en la necesidad que hai de que la instruccion
primaria sea completamente gratttita, que abrace a tochs
las c1ases de la sociedad; i por eso estableee 1a ac1mision
gratuita de unos jÔvenes en las eseuelas i la remunerada
de otros. Miéntras exista esta c1istincion, cs imposib]e que
puec1a )wber venladera instruccion primaria gratuita.

Todos los que pucden deben contrihuir; pero todos cleben


gozar de! beneficio, 10s que e;mtribuyen i los que nÔ. Esta
debe sey la base escncia!.
Me abstengo de hacer otras reflecciones de
mayor impor-
tancia, pOl"que solo he qnerido eonsidcrar este asunto en sn
objcto principal i en la ineficacia del proyeeto para realizar-
10. Sin embargo, eneuentro en él muehas otras disjJosieio-
nes ealculadas para producir mas benéfìeos resultados.
Creo, pues, que estrayendo 10 quc hai de bueno en el pro-
yeeto i fundándolo sobre otras bases, se podria hacer C0111;
pleto; i esto se cOllseguiria remitiéndolo a una eomision
especial eompuest:i de personas competentes, la que se en-

eargaria de reformarIo i presentarIo en seguida tal como


seria de desear que existiese para lIenar el importante obje-
to que se propone.

EL SEÑOR MONTT. He dicho ántes i me compJazeo en


.

202 -

rcpetir ahora, que en el proyccto encuentro disposiciones .

sumamente Í1tiles que darán resultados mui benéficos para


el pais; que 10 he mirado solamcnte como incficaz para con-
. .

seguir todos los objetos que pueden apetecerse, i que pu-


dicnc10 contraerse a dos fines, se contra.e a uno solo en
particular; es decir que, dcbiendo propender el proyecto
a
mejorar la instruccion primaria i a c1ifunc1irla, se con-
trae solo a mejorarJa. ~Por qué est a escepcion? ~Por qué
asustan los obstãculo's que puede haber r>ara difunc1ir la
instruccion?
Hai Cll rea1idad c1ificultac1es
grayísimas (lue no c1esconos-
co; pero esto será para c1ifundirla en la cstcnsion precisa
i conveniente,
para difundirla .en tales térniinos que nada
c1ejase que desear al pais. Pero, tpor qué no se puec1e consc-

guir el todo, deberá renU1~ciarse a la esperanzfl de c1ifun-


dirla en parte?
~Qué disposiciones contienc el proyecto? ~Que los con-
ventos i c011\'entillos estah1ezcan escuelas? Por cierto que
esto es bien ineficaz, i par cierto tambien que no es nuc\'a
semcjante disposicion.
~Cuál es el medio que propone para promover 0 estender
la instruccion? 0 no hai nada en el proyecto refcrente a este
ol~ieto, 0 yo me equivoco por la lectura rápida que de él sc
ha hecho. Si al proyecto pucden agregar, pues, unas
se

cuantas disposiciones a estefin, sin contrariarlo, sin desa-


tendcrlo, sin retardarlo tampoco pOl' mucho tiempo, ~(lué
inconveniente resultaria de ello? ~Es acaso objcto tan poco
importante el estender la instruccion que no merezca la
pena de demorar el proyecto un poco de tiempo mas?
La Universidad ha mandac10 levantar un estado prolijo
de los habitantes de la RepÍ1hlica que han reeibido instrue-
cion primaria, i de estos datos t:esulta una desproporeion
excesiya entre el nÍ1mero total de habitantes i el de las per-
sonas que sahen leer. Triste cosa es cleeirlo en es.te lugar;
-
203 -

pero 10 cierto cs quc de esos cálculos resulta que cl pais tiene


mueho que hacer a este respecto, i que talvez es uno de los
mas atrasados en este particular.
Si hai, pues, una necesidad tan sentida, tan imperios'a,

tan indispensable de atender c1esde luego, ~pOl' qué cerramos


los ojos aella? ~Por qué preferimos la eeleridac1 en el despa-
cho de la lei, a su perfeccion i conveniencia? Todo el conjunto
del proyeeto me parece bueno, repito; pero deseo que produz-

ea mayores bienes, deseo que vaya un poco mas adeJante.


Para conseguir, señor, este objeto no es necesario entrar
en muchos ni mui engorrosos pormenores que absorverian
mucho tiempo. Si a la lei, por ejemplo, se Ie agregasen algu-
.

nas c1isposiciones útiles, tales como la de que en cada pue-


blo hubiese tantas escuelas pOl' tanto número de habitan-
tes, i que esas escuelas las mantuviese la munieipalidad en
virtud de contribuciones que saeara mediante la autoriza-
cion especial que el Congreso Ie diese, 0 que los vecinos fue-
sen ob]igados a contl'ibuil' segun los l'ecul'sos de cada uno,
habria, sin duc1a, pueblos, como Valparaiso, Coquimbo,
Santiàgo, i otms de esta importancia, en que esta c1isposi-
cion podria llevarse a efecto, i este sel'ia el medio de ir
.

dando campo para que se estendiese esta disposicion al


resto de ]a República.
euarenta mil pesos que el Gobierno emplea
Treinta 0
.

anualmente en e1 sosten c1e ochenta eseuc1as, no alcanzan


de ningun modo a llenar el objeto en cuestio~1. ~Qué son
ochenta escuelas mal pagadas pai-a toda la República?
Si se sustrajeren algunos fondos a Ja instruecion
superior,
~qué cantidad pod ria sel' ésta para favorecer de algl1na ma-
nera útil l'a instruccion primaria? No será mas que de diez
a veinte mil pesos. ~I qué sucederia con eso? ~Que se po-
drian estableeer diez 0 veinte escue1as mas? Esto tam bien
es mui poca cosa atenc1idas las necesidades dc1 pais en este

ramo.

-
-

204 -

Yo no me alucino tan to que quiera dictar una d isposi-


cion mediante In cual toda la Repúbliw estu \'iese pro vista
desde 1ucgo dclnúmero neccsario de escuelas pri marias; pero
quiero una disposicion que ponga al pais en cstado de mar-
char; quc empezando por los pueblos de mayor l-iqueza, se
comunique al fin a otros que carezcan de recursos.
Yo no me opongo a la aprobacion del proyecto; 10 en-
ct1entro buel;o, vue]vo a repetirlo por tercera vez. He so-
metido estas reflexiones a la Cámara pOl"que me anima el
deseo de quc sea mas completo.
No me o[rezco, tam poco, prescntar un nuevo proyecto,
a

porquc no sé el tiempo en que pucda hacerlo. He pedido

que se remita una comision pOl"que consic1ero que en ella


a

habrá mas luees que las que poc1ria tracr yo a cste pro-
yecto, que es de una materia complicada, difícil i de suma
,

i m portancia.

- -

Artíeulo 5. '! Habní. dos clases (Ie escuelas pÚblieas, a saher: ele-
mentales i'superiores.
En las elcmen tales se cnscñará la lectura i cscri tura del idi01l1a
patrio, la doctrina cristiana, nrhanidad, elemcntos de arit1l1ética
práctica i el sistema legal çle pesos i mcdi(las.
En las superiorcs, ademas de los ramos designados It las prime-
ras, se enseñará el dogma i moral reJijioso, la gramática práctica
del idiom It, la aritmética eomcreial, el (1ibnjo lineal, noeiones ele-
mentales dejeografla i el compendio de la historia naeional ide la
constitncion política del Estado.
Unas i otras recibirán mayor ensanche ~uando las circunstaneias
10 pcrmitan.
EL SEÑOR MONTT. Me he abstenido de hacer obsen'acio-
ncs sobre 10s artículos anteriores i el
.

guardaré mismo mé-


toc1o en los siguientes, por \'arias mzones que inc1iqué en
]a discusion jeneral de este proyecto; pero en este artículo
5. nota una disposicion cuya aprohacion por la Cámara
'.'
.. .

-
205 -

daria a cntender q:H~ cUa cia poca importancia a la cnst:


ñanza del dogma.
Sc dispone"por cstc artkulo que en cierta c1ase 'de escue-
]as se dé 11na instruecion rcligiosa, tan limitada que puede
deeirse que está reducida a poco ménos que nada, i se åu-
menta esta instruccion re]ijiosa en otra c]ase de cscuelas
que la lei llama superiores. Como estoi yo persuadido de
que 1a instruceion primaria debe ir acompañada de ]a re-
1ijiosa, creo que en este punto no ha de haeerse diferencia
entre 11nas i otras escue]as; que sc cnseñen en ellas mas 0
ménos. ramos, la instruccion relijiosa debe ser igual en to-
das. .

Yo pediria csta modi:ficacion pOl' el principio que he ma-


nifestado ántes. a sahel', para que no se crea que la Cámara
profesa ]a opinion de que la instruccion rclijiosa puedc se-
pararse de lå primm-ia.

EL SEÑOI{ MO!'\TT. E1 defecto que he notado en este ar-


tkulo nace de otro principio que no he querido I!Htnifestar
ala sala. Nacc, señor, de que la lei limita i fija de una ma-
nera irrevocable ram05 de cnsei1anza que dcben darse,
105

tanto en las cscuelas inferiores como en las superiores. La


lei no dcberia contencr este principio de una manera itTevo-
cable; deberia únicamcnte decir se enseilarii par 10 ménos
dejando quc por ]as circunstancias i el progreso natural del
pais se llegue a dar e~ las escuelas una enseñanza tal como
In que debcmos e~ijirles.
Adviértasc, señor, que la lei est{t llamada a sistematizar
la enseñanza i a dirijirla, i que se la prepara para largo
ticmpo. Uno de sus artículos transitorios dice: la presente
lci estará, plantcada cn toda la República despues de dicz

años de 511 promulgacion. Durará por 10 ménos vijente

otros diez años; cs decir, pues, que vamos nosotros a csta-


cionar la instruccion primaria, a fijar]a de una manera
<#
.

-
206 -

irre,"ocable, 0 no permitir que dé un paso de ade1anto ni


progreso determinando desde luego en esta ]ei 10
.
CJue

pttede hacerse dentro d'e veinte a1Ìos pOl' 10 que puede 11a-

cerse en el dia.
~o tenemos en In actualidad maestros a propósito que
pueclan haeerse cargo de la enseñal17;a; pues bien, dispon-
gamos en In lei que se c1é
una instruceion incomp]eta, insig-
.

nifieante!
Yo espero que cl pais no marchará como ha marchado
Jwsta ahora. Veo plante1cs ya estableeic10s cuyo progreso
gradua1 promete grandes resultados en el porvenir.
Abl'igo tam bien la esperanza de que en pocos años mas
puedan con tar Ja mayor parte de nuestras escuelas con
maestros idóneos quc hagan cargo (le la instruceioll de
se

una nwnera que produzca ]os resultados que c1eben exijirse


de eHa.
~Pol' Cjué, pues, fijaríamos ]a instruceion re]ijiosa de un
1l10l10tan incompleto en atencion a que ]os maestros pre-
sentes no puec1en darla mejor?
La eonsiderncion de que 1a ig1esia no exije mas que el co-
noeimiento del cateeismo, vale poco a mi juicio. Exijc' esto
s010 cuanclo no se puede 0 btener mas, i yo me conten taria
con la lei sino se pudiese obtener nada; pero si podel11os
aspiral' n
mas, ~por qué hcnlos dc limitarnos?

EL SEXOR SOL.\H (don F. dc B.) Hacc indicacion pam qne el


proycdo vnch'a a comision a fin de qnc se con-lian sns vacios.
EL SEÑ"OH MONTT. Sin CJue la Cámal'a ahandonc el traba-
jo 'que
ya tiene hecho cn la aprobaeion de los mtículos del

pn~sente proyecto, cl'eo que podrian agl'egarse algunos ar-


tícu]os a] fin dclmismo proyecto, oyenclo Ins observaciones
tanto del seïíor diputado pOl' IIlape1 como de otl'os micm-

bl'os competentes de la Cámara acerca de 10s vados del


"

107 -

proyecto, 0 moclo de lIennr 108 fines a que se aspint en ma-


teria de instrueeion primaria. Difiriendo, pues, la conside-
rncion del proyecto pOl' quince 0 veinte clias mas, podria
.
,

en este te1'111I110 presentarse un nuevo proyeeto mas com-


pleto que talvez ]a Cál11am encontraria prefel'ib]e a cstc. 8i
trnscurriclo este término no se presentase a la considera-
cion de 1a CÚmara otro proye~to soljre ]n materia, se lIe-
vará aclelnnte este i se pasará al 8enado, de manera que
pueda tener su aprobacion en e] presente año.
La materia nò solamente es importante, sino b111biel~
nueva en cierto modo para nosotros. Hai personas que han
hecho esttHlios espcciales sohre el1a, pero no hnn poc1iclo
agregar a sus meditaciones 10s resultados de 1a csperiencia
p,ropia, CJue S011 10s que vienen siempre a sazonar 10s frutos
de 10s estudios teóricos.

Hai, pues, peligro de que nos equivoquem08, i Hunca será


demas ]n meditacion C011 que proeec1amos para consegtlir
un buen resultado.
No estoi conforme con las bases del proyecto. como 10

espuse en otra ocasion; sin embargo, volveré a repetir 10

que c1ije entónees, que no confio en mis propias fuerzas so-


bre este punto.
Dije tam bien que una buena lei sobre instruccion prima-
ria deberia prineipiar creal1clo la escuela i establecienc10
fondos pm:a su mantenimiento; la presente lei eonsidcra a

la eseueln ya ereada, i deten11ina 10 que ha de ser: Creo,


adem as, que clebe determinar dónc1e ha de ponerse esa es-
cuela, i eÓl110 se costeará, es decir, señalar la parte de cos-
tos que correspu11de a 10s que deben eoneun-ir al fomcnto
de e]]a, esto cs ]a parte que eon-esponde a la 111unicipaJidad
donde se estahlezca 1a escuc1a. i In que corresponde al Es-
tndo en jenera1.. En 1a 801ucion de esbs cuestiones se pre-

sental1 puntos c1ifíciles (1(' resolver.


Se dice que es imposihle establecer lma c011tribucion pnra
-
208 -

nHlntener ]as escuc]as; yo no cncueritro esta imposibi]idad.


8i se fuera a establecer una contribucion cuando sin ne-
de ella pl1diera sostenerse la cnseñanza, confieso que
c<.:sidac1

110 seria esa ccntrihucion bien recibida, i que hahria natu-

ra1mente dificl1ltac1es para Ilevarla a cabo. Pero cuando no


puede conseguirse por otros medios e1 objeto que la lei se
propone, el!a ha de propender a crear 10s arbitrios que juz-
gue mas condueentes a] fin. 8e opondrä resistencias. Cier-
tamente las habrä; pero miéntras mas fuertes sean esas
resistcncias, mas clebe ]a lei empeñarse en vencerJas. 8i en eI
dia se contribuye para el alumbmdo i para otros objetos
Íttiles, wor que no se ha de obligar a ]os vecinos a contri-
huir para ]a cnseñanza? Hågase el ensayo, establézcase la
contribucion en Santiago i Va1pamiso, véase ]os fond os
que produzea en uno i otro departamento, preséntese e]
ejemp]o a ]os demas pueblos de ]a República, i veremos cuäl
es el resultado. Veremos cómo estos se apresuran a solici-
tar igual beneficio.
Con la contribucion de serenos ha sucedido una cosaexac-
tamente igua!. Esta contribucion no se estableció al princi-
pio cn todos los pueblos de la RepúbIica, sino en uno que
atro; 10s demas c0I10Cie1'011 su importancia i la solicitarol1,
i gozan de el]a mas 0 ménos regu]armente establecic1a.
Los benefìcios de la instrueeion primal'ia son una cosa
que toea mas de cerca alas individuos, aun a los mas indi-
ferentes; con mayor razon debemos servirnos de estímulos
mas fuertes, mas poderosos, para vencerse 10s obståculos i
resistencias que puedan oponerse al fin que perseguimos. I
sin Ia contribucio11 inmediata es imposible que pueda haber
fondos para sostener las escuelas.
.
Repito que treinta 0 cuarenta mi] pesos, 0 doble suma si
sc quiere, es insignificante cosa para lIenar este objeto.
Otra de las gmves cucstiones que se toca, es sobre si la
instruccion primm-ia debe dejarsc a cargo del departamen-
-

209 -

to, ponerse bajo la direecion del Gobierno. Yo tengo la


0

conviccion Intima de que para que exista la instruceion


primaria, es necesario que se ponga a cargo de 10s departa-
mentos. En çuanto a dade el impulso, estimular a los
maesb'os, señalades premios, debe partir esto de la fuerza
.superior, del Estado. POl' eso debe establecerse una especie
de inspeccion jeneral que tenga sus ramificaciones en toda
Ia Hep(lblica i que lleve la \'ida i 1a animacion a todo e1 ser-
vicio de Ia instruccion primaria.
Estas euestiones que se han tocado i sobre Ias cuales he
c1eseado manifestar mi opinion, harán vel' que tal vez po-
drian hacerse modificaciones en el proyecto, objeto que se
alcanzaria difiriendo Ia eonsideracion del mmnto pOl' al-
gunos dias mas; de este modo se estudiaria mejor Ia ma-
teria, se detenninaria Ia obligacion que el Estado tiene de
mantener escue1as, i se dictarian Ias medidas mas con ve-
nientes para crear fondos en f~l VOl' de Ia instruccion, sin los
cuales no existirá ésta ni habrá maestros competentes que
Ia dirijan.
A esta ventaja, suponiendo, como he dicho ántes, que se

,difiera Ia discusion del proyecto, puec1e agregarse otra, i es


que se haga estensivo tambien a la educacion de Ias muje-
res. En eI proyecto no se diee l1tHl palabra sobre est a mate-
ria. Media educacion no mas habríamos dado al pais 01'-
ganizando la educacion de los homl?res i dejando a un Iado
la de las mujeres.
Vuelvo a repetir que mui poco tiempo bastaria para
completar la lei que hoi se discute.
i'
En asunto de suyo tan arduo complicado, es necesario
a
mas del estudio, la meditaeion i Ia obsen'acion práctica.
Un nuevo pro}'ecto, 0 el actual mas completo 0 mas Ijerfec-
to, fijará la enseñanza primaria de manera que se obtengan
10s buenos resultados a que aspiramos.

15
210-
-

EL SE~()R GARcfA REYES. Cua11l10 se anuneia, señor, In propues-


ta de mejorar i ampliar e1 proyeeto, no seria propio ni aeeptable
a la Cámara que algun señor diputado' se opusiera a la eonseeu-

cion de un mayor benefieio. En este sentido la indicneion que aeaba


de haeer el honorable señor diputado por Santiago mereee mi
aprobaeion. Empero, euando se haula de mayor eopia de luees que
puedan agregarse al proyecto, es preeiso que la Cámara, para
aeeptar la indieaeion, tenga siquiera algul1a garantía de que Ia
promesa se verifieará......
Estoi, pues, por la indieaeion del señor diputado por Santiago,
con tal que su señoría se eomprometa a presentar a la Cámara el1
un períoclo dado las mejoras que se propone; de 10 eontrario seria
privarnos de los benefieios que se reconoeen en la presente lei tal
.

cual se ha presentado a la Cámara.


EL SEÑOR MONTT. El tcn-cno en que se acaba de colocar
la indicacion que hice me pone en algunas dificultades. Yo
dcsde luego ofrezco a la' Cámanl presentar un nuevo pro-

.
yecto; pero por mis sola'S fuerzas no confio mucho en 10 que
pueda haeer en la materia. Lo único que puec10 haeel' para
cumplir mi promesa es redactar las observaciones que se
han hecho.
EL SE~OR LIRA (Presidente de]a Cámara). Creo que quedarian
eonciliadas las varias indicaciones que se han hecho si se reuni~-
sen al señor diputado por Santiago los demas señores que han to-
rnado parte en esta discusion, i tambien podria reunirse el visita-
dor de escueIas.
EI. SE~OR VALLEJO (don J. J.) La pro mesa del honorable señor
Montt me parcce que ha de ser suficiente para con tar con que e1
proyecto será presentado con oportunidad; seña1arle un plaza
determinado. no seria pntdente. El señor Montt ofrece presentar
cuanto ántes un nuevo proyecto; si para este trabajo necesita de
ausilio, si neeesita consultar a los señores diputados 0 a otras per-
sonas que en su concepto crea que pueden ayudarlo con sus luces,
10 hará; dejémosle en absoluta libertac1, i confiemos en su
promesa.
EL SEÑOR SOLAR (don F. de B.) Me parece mui bien la observa-
cion del honorable c1iputado que deja la palabra. EI señor Montt
esmui capaz de formar sobre e1 asunto que nos ocupa un proyecto
acabado, i no necesita para ello de ausiliar ninguno. Ha prometido
-
211 -

presentar10 10 mas pronto posible i debemos c1escansar en su pro-


mesa. Si yo pec1í que pasara este proyecto a la comision respcctiya,
fué porqueeseera el Ítnico aroitrio que me daoa el reglamento para
interru111pir la discusion, i creia necesario que así se hiciera para
que se meclitase de nuevo el proyecto i l1él1asen sus vacÍos.
EL SEÑOR MONTT. Me permitirá el señor Presidente decir
dos palabras para c1ar una esplicaeion que ántes no habia
dado pOl' haber comprendido bien 10s términos de Ia in-
110

dieacion que se hizo. Yo no solo ac1mito con gusto sino que


soIicito Ia eooperacioll de Ios señores a que se ha referic10
eI señor Presidente para que se asocien cOllmigo este
a
tra-
bajo.

. .
.

REFORMA
DE LA LEI DE IMPRENTA DE 1846

(Sesion de la Cámara de Diputados de 16 de Junia de 1849)

La entrada al Ministerio Tocomal i Garda l~e-


de los señores

yes, que hahian impugnac10 con calor la lei


c1e
imprenta de 1846,
pareció al señor Lastarria 11na oportunidac1 favorable para propo-
ner la derogacion de esta lei i el restahlecimiento c1e las leyes de
1828 i 1830 sohre la materia "miéntras se saneionaba una refor-
ma mas vasta"' para 10 cual se proponia presentar un proyecto el
mismo señor Lastarria. EJ señor Tocomal c1ec1aró a nombre del
gabinete que convenia en la necesic1ad de la refonna. pero no viel1~
do una razon que aeonsejase "rechazar una mala lei para tomar
otra igualmente defeetuosa, propuso que se difiriese el tratar sohre
este asunto hasta que se prcsentase cI proyecto de rcforma ofreci.
do. EJ señor Vallcjos dijo que clesde que tuvo noticia dcI proyecto
de c1erogar la lei de 1846, se propt)so c1ade su voto, mas no se ima-
jinó que presentara con un preiímbuJo que sublcvaba los sen-
se
timientos de la jente scnsata; "la misma administracion, mìadió,
que presentaba csa lei, sometia a la Cámara en ese mismo tiempo
cl proyecto sabre abolicion de [neros, recibido por eJ pais con entu-
siasmo i aplauso." EJ seiior Lastarria espuso que no habia hecho
;>ino calificar las cosas con propiec1ad sin consic1eracion a personas;
j conc1uyó por repetir sobre la lei los conceptos que
ya habia emi-
tic10 en e] preámbulo de su mocion.
Ese debate sujirió al señor Montt el c1iscurso siguiente:

. EL SEÑOR MONTT. A pesar dehaber tenido una parte


bastante considerable en la actual lei de imprenta que se
trata de derogar, habria guardado silencio a Jas cali fica-
.
213-
-

ciones de absunla, i11justa, despótica, etc., que se Ie ha11 he-


cho, si a ~stas no se hubiera agregado otra de que no puedo
desentenderme, cual es Ia de inconstituciona1.
Esta última supondria un crímen en ]os que Ia apoya-
ron, en
e1
Congreso que la sancionÔ, i en el Gobierno que ]a
promuIgó.
En cuanto a 10s
primeros calificativos, no me han afec-
tado, ni creo que afcctarán a ninguno de 10s hombres que
tuvieron parte en esa lei. No Ia hicieron para ganar popula-
ridad; la hicieron en vísperas de c1esccnder del poder para
\

satisfacer con ella 1a imperiosa necesic1ad que el pais tenia


de una lei semejante. Esto prueha Ia sinceridad de sus miras,
10 desinteresado de sus pensamientos. Dejaron sus puestos
cuando gozaban de una mayoría en est a misma Cámara,
cuando no habia un síntoma de descontento, cuanc10 el pais
estaba tranquilo. ElIas se separaron de la direccion de 10s
negocios púb]icos que les estaba confiada, dando así un tes-
timonio de que sacrificaban el ejercicio de sus funciones ante
el bien de la nacion.
Será, pues, ]a actual lei de imprenta absurd a, despótica,
todo 10 que se quiera, pero no es inconstitucional; no se ha
infrinjido con ella ninguna de las disposiciones de nuestra
Constitucion.
~Cuál es el capítulo de Ios que ella contiene que pueda me-
recer este cargo? ~Dispol1c algo la Constitucion sobre la
manera dc tratar csos de1itos de la prensa, sobre la natura-
leza de la penn con que se castiguen?
En venlad, señor, qnc no puedo encontrar nn artículo de
Ia Constituciån que esté en abierta contradiccion con nin-
guno de 10s dc la lei de imprenta que nos rije. Esas pen as en
que sc fija un máximum i un mínimum para que ]0 ap]ique
e]juez segun ]as circul1stancias del delito, nada tienen de
incol1stituciona]; son el buen sCl1tido de hdejislacion, son la
.

filosofía de ]a lei. Si e11a no ha de poder precaver todos 10s


-

2f4 -

casos, toc1as las espeeies de esos deIitos, preciso es que c1eje


UI1campo en e] cual c1eba ejercitarse la pruc1encia del que ha
de apIicar esa misma lei. ~Qué hai, pues, de inconstitucional
en esto?
Fácil me seria recorrer ]os demas capítulos de la lei i 111a-
nifestar que sean cuales fueren los errores que puede haber
e1 sentido que se Ie dé, no se Ie eneon-
en ella, sea cual fuere
trará nada de inconstituciona1.
Sé que ]a lei de imprenta no goza de favor en el púbIico;

pero cua]quiera que sea e] favor de que goce, yo siempre Ia


dcfènderé con todas mis fuerzas, pOl'que nunca me negaré
a manifestar mis con vicciones, aun cuanc10 puedan des-
agradar por un momento, porque 110 trato de ganar aplau-
SOS, sino de satisfacer mi cOl1ciencia.

.
PARTIDA
DEL PRESUPUESTO REFERENTE A LA UNIVERSIDAD

(Sesiones de la Cámara de Diputarlos de 16 de Junia i 6 cie Agosto de 1849)

Una indicacion de ]a comision mista de presupuestos, apoyada


por los señores Infante (don M. R.), Errázuriz (don F.), Eyzagui-
rre (don J. I. V.) i Taforó, propuso Ia supresion de ]os sueldos de los
empleados de Ia Universidad, por razones de economÍa. Aprobada
esta indicacion, se formuló 1a de conceder a las personas que go-
zaban de esos sueldos que continuaran percibiéndolos hasta la
conc1usion del perÍodo para cI cual habian sido clejidos.
EI señor Montt, que como Ministro del Interior habia dcfendi-
do anteriormente 10s sueldos universitarios, volvió a defenderlos
ahora desde su asiento de diputado, sin aceptar por esto la se-
gunda indicacion que probaba que eI argumcnto dc la economÍa
habia sido no mas que un pretesto para herir a ]a Univcrsidad.

EL SEÑOR MONT'!'. Si no estnvicra persnadido, como e~.

toi, de qne 1a supresion dc 10s sue1dos de qne gozan 10s indi-


vidnos ele 1a Universidad destruiria completamcntc csta
corporacion, me abstcndria de tomar parte en e1 debate.
Pero creo imposib1e que snbsista e1 consejo de 1a Universi-
dad privando a sns miembros de toela asignacion.
E1 servicio qne prestan es
oneroso, rcqniere nna atencion
constante. No exajero si digo que tiencn en sus manos 1a
direccion de 10s intereses mas importantes de 1a República,
In direccion de 1a instruccion pública en todos sus ramos.
Ademas de cstas funciones, de suyo dcmasiado arduas i
de1icaelas, tiene caela individno de 10s que componen el con-
-
216 -

sejo de la Universidad, obligaciones especiales a que ha de


contraerse tambien con celo para desempeñarlas debida-
men te.
Cada decano tiene un deber especial: uno es el protomé-
dico, majistratura importante, de deberes penosos i frecuen-
tes; otro preside la academia de leyes i práctica forensc; el
decano de teolojía dirije Ia academia de ciencias sagradas, i
por este órden siguen 105 demas. No hai, pues, entre dlos
uno solo que no tenga un deber particular que atetlder a

mas de los que Ie son comunes todos. Ultimamente, e1


a

Gobierno, dando una nueva organizacion a la instruccion


superior, ha conferido al consejo universitario oÜos clebe-
res que Ie imponen nue\'as cm'gas, tales como la de que vde
cada decano porIa enseñanza de Ios ramos que perteneeen
a In facuItad que preside.

Véase, pues, si pesanc10 gratuitamente estas funciones


.

sobre los inclivic1uos que las c1esempeñan, será posible espe-


rar que uno que otro por excesivo celo cumpla eomo corres-
ponde con sus deberes. En 10 jeneral no debe temerse sino
que haya abandono, de 10 que resultarán graves perjuicios
para la c:nseñanza.
LOS resultados obtenidos hasta aquí mediante Ios. es-
fuerzos de Ia Universidad, manifiestan cuanto se debe espe-
10 sucesi
rar de ella en yo.
Si se recorren uno a uno todos Ios ramos de In instruceion
púb1ica, se verá cuantas mejoras importantes se han hecho
en la enseñanza superior, todas ellas dcbidas a Ia dediea-
cion i luees de aquel cuerpo. La enseñanza primaria Ie ha
c1ebido tambien atenciones de toc1o jénero. Esta vijilancia
que Ia lei ha encargado al consejo de Ia Universiclad sobre
Ia instruccion así superior como primaria, no puede desem-
peñarse pOl' otra nu0istratura, pues ninguna seria tan a
propósito como ésta, siendo Ia materia sometida a su ins-
pecci on tan ardua i comp1icada. lA quién se confiaria esta
-

217 -

comision? No puedc confiarsc sino a


una reunion de pcrso-
nas para que todas en COmt111 contribuyan a la propaga-
cion i perfcc'cion de la enseñanza.
EI consejo dc la Universidac1, por otra parte, no cs un
cuerpo de puro lujo, de puro adorno, aun prescincliendo de
los henefÌcim; que está reportando. Es una 111ajistratura
cuyas funciones están señaladas por la mis111a Constitu-
cion. ~CÓ1110 se llevaria a cfedo esa superintendencia sobre
la educacion pública señalada en Ia Constitucion del Esta-
do destruyendo el consejo de la Universidad?
Es laudable ciertamente eI celo por hacer economías; pero
éstas se convierten en verdaclero pel:iuicio cuando mediante
ell as sc reciben verdaderos males de consecuencia, i esto su-
cede en el caso presente.
Si hai, pucs, algl1n arbitrio para conciliarla economía con
la necesidad de sostener ese cuerpo, estoi dispuesto a dar
mi voto al proyecto presentado por la comision; pcm si no
se consigue este objcto, se 10 negaré siempre.

EL SEÑOR MONTT'. La continuacion del sueIdo que pro-


pone el artículo en favor de los actuales empIeados de la
Uni versidad, pttede lIegar a scr un precedente funesto cuando
se tratc de efectuar reformas cn aIgl1no de los ramos del
servicio pítblico. Este artículo establece en cierta mancra el
principio de que no puede dcspojarse del sl1eldo a un C111-

pleado, aunque se cOl1sidere inútil el servicio que presta,


sino que es prcciso que continúe en el goce del sueldo por el
tiempo que dcbe durar su n0111bra111iento.
Si se considera, pues, que los servicios de los empleados
universitarios no deben ser premiados, ~por qué dejades e1
sueldo a los que 10 disfrutan en la actualidad?
Si se quiere recompensar inclividuaImente los buenos ser-

vicios que han prestado estos funcionarios a la naciol1, no


en estos clestinos, porque cn ell os no sc Ies considera acree-
-

211:S-

dores ninguna recompensa, sino en otros del servicio pú-


a

blieo, deelÚreseles 1;1n premio especial, pero no se estab1ezca


U11 principio que mañana pucde conducir a funcstos rcsul-

tados, quc pucde ser invoeado con antccedcntes que 1c den


algunos visos de justicia.
Opino, por tanto, que, aeonlado como está ya porIa Cá-
mara que no gocen sudc10 10s empleac10s de la Universidad,
no deben gozarJo 10s que actualmente sirven estos destinos.

EL MONTT. Cuando me he opuesto al artículo en


SEÑOR

discusion, he estado mui léjos de deseonocer los buenos !'er-


vicios de 10s empleados de ql1e se trata; i tan persuac1ido
estoi de 10 contrario, que cuando se discutió el artículo que
les privaba de la renta, voté contra éI. Entónces, como aho-
fué que las rentas de la Universidad dl~bian
ra, mi opinion
continual' en el mismo estado en que se encuentran.
Pero aquí no setrata de la renta de los empleados de la
Universidad, se trata de concesiones especiales a los actua-
les empleados, concesiones que son mui justas i debidas.
Pew una vez adoptado pOl' .la Cámara el principio de que

los servicios que se prestan en la Universidad no deben ser


retribuic1os, la a13robacion del artículo que se discute darin
lugar, como he dieho án tes, a un antecedente funesto. Jamas
se presentará el caso en 10 sucesivo, de que tratándose de

suprimir un empleo perjudieial 0 inMil para e1 servicio pú-


])]ico, no se invoque e] principio de que e] emp]eado actual
debe continual' gozando de la ren ta pOl' el tiempo de su
nombramiento.
No veo yo pOl' qué establecer como razon preferente el que
sea temporal1a eleecion del empleado. 8i al que ha entrado
a servir temporalmente un destino es justo que no se Ie prive
de él pOl' el tiempo que debió tener esperanzas de servirlo,

wor qué no se ha de considerar con igual justicia al que ha


entrado a servi1' un empleo permanente con esperanzas de
-

219-
descmpeJiado sicmpre, al que ha renunciado a ventajas tal
vcz reales i cfectivas al aceptar semejante cmpleo? Si hai,
pucs, aJguna raZOl1 de justicia en estos casas, cicrtal11cntc
quc ha dc scr en eJ
que tiene un empJco pcrpétl1o.
Encuentro cierta espccie de contradiccion cntre la dec1a-
racÎon que acaba de haeer Ia Cámara, de que 10s sen-icios
de la Uni versidad no mereeen reeompensa peeuniaria, i 10
estableeido en el presente artíeulo, de que 10s actuales em-
plcados c1eben continual' gozal1do rcnta porque Ia han go-
.

zado anteriorl11cnte.
~I por csta razon debe eontinu{ll"Seles abonando el sueldo?
Es preeiso, pues, 0 reconoeer que 10s servieios que prestan
lÇ>s cmpleados de la UnÌversidad 10s haecll aereedores
go- a

zar renta, 0 dec1arar desde luego que no debcn gozar nin


guna-.
DESTITUCION
DEL PROCURADOR DE CIUDAD DE SANTIAGO

(Sesian de ]a Cámara de Dipl1tados de 24 de Agosto de 1849)

Siete rejidores que formaban la mayoría de la Municipalidad de


Santiago, ide los cuales seis eran a la vez eliputados, se propu-
sieron separar elel puesto de proeuraelor de ciuclacl a don Evaristo
del Campo, clue siendo diputaclo tambien, no los acompañaba con
su voto en eJ Congreso, i Je pidieron privadamente Sll renuncia,
amenazándole' con destituirlo si se negaba a presentarla. Kegóse
él, en cfecto, a la intimacion, i luego Ia pusa en noticia del in ten-
dente, quien consultó al Gobierno sobre la facultad del cabilclo pa-
ra removcr al procurador. Responclió a est a consulta el Presidente
de la Repúbliea con un decreto de 21 de Agosto, en e1 cual eleclara.
ba por punto jeneral que, hasta que la lejislatura no sancionase un
proyecto de lei que ante eIla pcndia sobre atribuciones de las l11uni. .

cipalidades, estas corporaciones no porlian remover al procurador


de ciuelad, funclando la resolucion en que ning-una lei las autorizaba

para separar a su arbitrio a un funcionario que segun el reglamen-


to municipal de 1831, era fiscal de los procedimientos de los reji-
dores.
ElmisI110 dia 21 en Ia noclle e! in tendente comunicó Ia resolucion
gubernativa a los I1lunicip~tles reunidos, en el momento en que uno
de eIlos hacia indicacion para destituir aI procurador de ciudad; les
decIaró que no podia presidir la corporacion paraceIehrarunacuer-
(10 ilegal, i se retiró de Ia sala. Los municipales continuaron en se.

sion, resoIvieron por unanimidad de vatos protestar del decreta, i


par seis votos contra uno, separar aI señor Campo, a quien en
eI acto Ie nombraron reemplazante.
Uno de los rejidores quc habian concurrido al acuerdo, el diputado
don Marcial GonzáIez, interpe16 aI dia siguiente en 1a Cftmara al
-
221 -

Ministro de1lntcrior don J osé J oaql1in Pérez sobre cI decreto que la


1l1uJ1icipa1ill:H1 habia acon1ado dcscoJ1occr C01l10 atcntatorio de StlS

facl11tadcs.
EI señor Pércz espuso que la facultad de nombrar a ciertos fun-
cionarios, no siempre suponia la de destituirJos, i que esta facultad
no la tenia eJ cabildo rcspecto del procurador; quc cl Presidcnte dc
Ia Rcp{lblica, que jura al entrar al desempeño de su cargo cumplir
i hacer cumplir Jas leyes, hahia obrado dentro de sus atribuciones

al dictar e1 decreto reclamado.


A ]a esposicion del señor Pérez rcspondieron los diputados i re-
jidores Gonz11ez (don Marcial), Tagle (don Ramon), i Errázuriz
(don Federico), invocando las leyes de Indias i las prÚcticas pOl'
las cllales sc r~jian los antiguos cabildos para probar la ilcgali-
dad del decreto; el scñor Errázuriz concluyó formulando indicacion
.

para que la C{l111ara dec1arara que eI decreto era IInulo, ahusivo,


ilegal, i de ningun valor. II
EI seÎ10r T ocorna1, Ministro de Justicia, despues de in terrogar a
Ios sostcnedores dc ]a interpelacion sobresi no tenial1 otras le-
yes que adllcir que las rccon1adas, citó dos senados eonsultos de
1819 que cxijian la aprobacion del Gobierno para e1 nombramicnto
dc procllrador; sostuvo quc en el sileneio de la lejislacion rcspecto
a la facultad del cabildo para separar a tal fUl1cionario, habia po-
dido Presidente de laRepública dentro de sus atribuciones dictar
eJ

el decreto del 21; así como en UI1 rec1amo de nulidad contra una
eleccion de cahildantes habi(Ja en VaUenar, habia dictado, no ha-
cia 111uc110 tiempo, UI1 decreto para suspender de funeiones a los
clcjidos hasta que la lejislatura determinase a. qué alltoridad co-
rrespondia conocer del reclamo, rcsolucion que pOl' nadie fllé obje-
tada; sostuvo tambien qì.1e los 111unicipales quc cOl1eurrierol1 al
acuerdo de separar al procurac1or de ciudad, scsionaron de UI1
modo ilegal, no habiéndolos presidido el intendente, sin cllya pre-
sencia tenian valor sus acuerc1os.
110
EI señor ErrÚzuriz opuso a los senados consultos invocac1os
pOl'
e1
señor Toc'ornal, UI1 artículo de Ia Constitucion de 1828; i en
euanto al carácter político dc los motivos que habian inducido al
cabildo a separar al procurador de cim1ad, c1ijo que accptaba cl
cargo, que pOl' miras poHtieas se habia proccdido a destituir a un
h0111 hrc que impedia la uniformic1ad en la corporacion a que per-

tel1ccia.
EJ seilor Lastarria considcró 1a cuestion como un conf1icto de
.

-
222 -

atribuciones entre el ~iecutivo i la 111unicipaJidad para cuyn reso-


lucion no debian invocarse las le\'es de Indias sino 1a Constitucion
.

i las leyes patrins; recordó di\'ersas disposiciones dictadas sobre la

materia, i una consulta hecha al Gobierno con posterioridad a


'

aqucl código, sobre si podia ser nombrado proeurador de ciudad


una persona que no era cabildante, consu1ta Cjue fui: r('suelta afir-
mativamente "respetando Ja facu/tad que tienen las l1lunicipalida-
des para eseojer su procurador donclc quieran,.. "Esta prftctica,
ailadió cl seilor Lastan-ia, el Gobierno la ha rcconocido de un 11l0do
esplícito i solcmne en un proyccto presentado de acuenlo con el
Consejo de Estado ante las Cámams para la organizacion del po-
dcr l1luniciFaL No cito esto como una lei sino como un testimonio
de la opinion del Gobierno, que es preciso quc respetemos, i los se-
liores M inistros se hallan en el caso de respetarJa, pOt'que no solo
es la opinion del Presidente de la RepúbJica sino tam bien del Con-
sejo de Estado, es dccir de ]a ndministracion Bú]nes, que debe
guardar consecucncia can sus principios. "Propuso, en conclusion,
e1
un proyccto de aeuenlo que moc1ifieaha proyecto del scilor Errá-
zuriz, i que "fijaba un punto de derecho público, respetando In
pr{lctica i Ins Ieyes...
El seilor Garcia Reycs, Ministro de Hacienda, repJicó "~eómo se
va a reso1\'er una cuestion de esta naturaleza por interpelaciones?
Qué! ~acaso Ja Gámara puede sobre una interpelacion dnr resolu-
ciones i reglas en ctlestiones de casos administrativos?...... Pero,
seiior, sc habla dc principios, de Ieyes conculcadas, ~cu{tlcs son cstos
principios teóricos a Ios cuales ha faltado el Gobierno? Cuftl es el
principio que se cxije en la resolucion administrativa? ~Qué es 10
que (luicre la 111unicipaJidad? El.derecho miscrable de destituir sin
causa, pOl' antojo. No se ha tenido rubor de decirlo en Ia Cá-
mara. "

EI seilor Errázuriz sostuvo de nuevo que e1 Gobierno habia


cometido un atentado inaudito contra 10s derechos de las munici-
palidades, pcro retiró su indicacion adhiriendo a la del se110r Las-
.

tan-Ia.
El se110r Pérez volvió al debate pam decir que las dos indicacio-
nes prol)uestas significahan la misma cosa, i Cjue nada conseguiria
Ia Cftmara adoptando cualquiera de ellas, aun cuando Ia comuni-
case al Presidente de la RepúbJica, porque éI haria cumpJir el dc-
creto del 21.
EI seiior Lastarria caJificó Ias palabras del Ministro dcI Inte-
-
223 -

rior como un reto la Cftmara i prometió presentar por e!Ccrito


a

en 1a sesion siguiente su proyecto de acuen10.


EI conflieto provoeaclo por la municipaliclarl exitó singularmcnte
los Ílni1l10S. Era ésta la pri1l1era vez que sê presen ta 1m en n uestras en-
maras una proposicion dc censura contra un ministro, i eI tonG
con que se ]a sostenia, ántes desconoeiclo tamhien, no era propio
por cierto para calmar esa exitacion. TemÍase que e] eje1l1pJo clc' ]a
reciente rcvo]ueion franccsa i de Jas conmociones de Paris encahe-
zada por su eomuna, lIegasc a ser imitarlo en Santiago, i que elne-
garse la munieipa1iclad a acatar un decreto supremo no fucsc sino
el primer paso que se daba cn estc camino. La actlsacion que los
municipa1es entablaron contra cl Ministro de] Interior, ide]a cua]
se dió cuenta a la Cámam en ]a sesion de 23 de Agosto, eonfinnó
los temores.
El seiior Lastarria presen tó en esta se~ion Stl proyecto dc
acuerdo en 10s términos siguicntes:
"Conoeido e1 negoeio de ]a 1l1unicipa]idad de Santiago, ]a Cft-
mara considera que dicha 111unicipalidad ha obmdo cn el drcula de
sus atribueiones destituyendo procurador de eiudacl.
a su
"Coll1unÍquese estc acuen10 al Presiòente de la República pam
que tenga presente 1a opinion de Ia Cá111aJ'a,. espresftndolc que ]a
C{unara clesea que S. E. use de sus atribuciones eonstitucionales
para evitar los funcstos resultados que traeria a la nacion 1a opo-
sic-ion cn que se eneuentra e]ministerio eon la representacion na-
cional, a conseeucneia òe ha1)er deelarado el seiior Ministro del In-
terior que hará cump1ir, apesar del acuen10 de la Cá1l1ara, el cleere-
to relativo a la euestion de la 111unieipalidad."
Este pròyecto de acuerdo [irmncó al sel10r Tocomal algunas pa-
labms rlcmasiado fogosas, i sin duda imprudentes, i 1a sesion se le-
.

van tó en mcdio de un gran desórden eausado par los aplausos i sil-


bidos de'los asistcntes a la barm.
Tal habia sido el dcbate, i
tal em la exaltaeion de los ánimos en
]a Cá1l1ara i en el púhlico al abrirs'e la sesion en que se votaria e]
proyecto de aeuerdo del seiior Lastarria.
"Las eseenas del 23 cn 1a noche, dice cion Isidoro ErrázurÍz en
su brillante bosquej? de nucstm historia política 1, con vencieron a

I, I!isto/'ÎI/ de!a AdminÎstmcÎon E''I"cÍZ1iI'ÎZ,


prccedida de una Jntroduccion
que contiene la reseña del ll1o\'ill1Îcnto de los partidos dcsde 1823 hasta
1871. Valpar~iso, ,87ï.-480 pájs. Es lástill1a que esta (jura (que fué prill
.

224 -

los opositon:s de quc sus clementos de popu1aridad cran sufi-


110
cientes para luchar contra lajuyentud ministeriaL..... Este C011\'cn-
cimiento les inspiró la determinacion de concluir el debate pendien-
te en sesilJnes sin barra; i en efecto, en la maiiana del 24 los dipu-
tados fueron con"ocados a scsion para e111lism6 dia......
"Los diputados ministeriales murtnuraban agriamente por la
esclusion de la barra, i pOl'que, segun se aseguraba, la citacion ha-
hia sido hecha can precipitacion, i no habia alcanzado a muchos
diputados...... Montt profundamcnte exitado bajo las aparie11cias
de su hahitual serenidad, reelamó "igorosamente contra la c011(luc-
ta de la mesa, i propuso que se rlifiriese... la discl1sion del asunto.
Siguió un animado dchate cn cl curso del cual laexal tacion fl1é poco
a poco tras11litiéndose del esterior al rccinto parJamen tario. Los
gritos, sordo rumor de la muJtitml npiñada en el zaguan i empu-
e1

jada por las olèadas sucesiyas de 10s que se .acercaban al edificio,


i los golpcs aplieados a la puerta, JJegaron entre tanto a hacerse

tan insoportables quc algunos de los diputmIos de la mayoria lIa.


maron hÚcia 10 que pasaba la atencio11 de] presidente i de sus. co-
legas.
"En presencia rlel inmincnte pc1igro de un ultraje grosero..... quc
amenazaba a la Cá111ara, cl presidcnte comisionó a Montt i a San
fucntes para quc saliescn por las piezas de secretarÍa a call11ar i ha-
cer retirar a la l11ultitud empeiiac1a en dcrribar la ])ucrta del salon,
Montt, acojido con entusiasmo i repetidas aclamaciones, pic1ió a
los concurrentes a nombre de ]a Cámara i en el suro propio, que sc
retirasen, asegurándoles quc aquella cU111pliria dignamente su de-
her. Estas palahras hastaron para calmar la exasperacion i apla.
car el tU111ulto. Lajente agl0111crada en 10s zaguanes i en la calle
,
I'
C0111e11ZO a (Ispersarse........
"

La indicacion del seiior Montt para que no tomasen parte en


la votacion del proyecto de acuerclo con que iba a cerrarse el de-
hate los diputados-111unicipales asÍ como las personas que estaban
con ellos dcntro de cierto grado de parentesco, fué desechada por
26 votos contra 10.

cjpi~da can un espiritu i eontinuada con otro lIlui dil'erso) solo lIegase has-
ta 1850 ljucdando por consiguiellte ell la lIlitad de la introduccion. Como
todas las obras de historia escrjtas sobre recuerdos e illlpresiofJcs de 10 que
sc ha oido visto, no estå cxenta de bastantcs errorcs que no se habrian
0

cOllletido con un poco de estudio de los doculllentos.


.
-
225 -

EI señor Tocomal impugnó con todo eI calor (le que sc sentia


eapaz Ia proposieión del seÜor Lastarria eonsiden1ndola por Stl
lado dc censura polítiea.
El señor Lastarria rep1icó al primer (liscurso C11 que el señor
Montt trató la encstion legal i la cnestion polítiea.
EI señor Toeomal volvió al debate,. i Ie replicó eI se'-lOr GOI1-
ziilez.
Una proposicion del señor Gallo para pasar a In órdendel diafuê
deseehada par 22 votos can tra 14.
Al fin, ]a primera parte de Ia proposieion del señor Lastarria fué
aprobada par 20 votos con tra 1 G, (Ie 10s euales G salieron d~ la
mayoria. La segunda parte ft1é rctirarla.
"Duran te side horas, dice el señor Errflzuriz en sn obra ya citada,
(lnrante siete hams la tenacidar1 inqnehrantahle (hastaha can Iwher
dicho]a firmeza) dc ~ron tt sostnvo i prolongú cste debate a que asis-
tian desrle léjos millares de hombres profu11daÍl1cntè impresionados,
Ia eiudad e11tera instruida de cnando en eua11do de 10 que pasaha
par rnmores no siempre exactos i abu1tarlos al pasar de boca en
boca i dc aid a en oido...... AI fin de lajomada cnando la fatiga co.
111enzaba a
postrar cI vigor (le los mas esforzados orad ores i las

pril11eras sam bras de 1a 110che envolvian aquel eainpo de guerra


parlamentaria, Ia vaeilaeion de los opositores estm'o de manifies-
to. Una proposicion de a\'enimiento i transaeciot1 fué hecha conti-
dencialmente en uno (le 10s momentos de calma i pansa del debate,
i eonsistia en ahamlonar la segun(la parte del proyecto de aenen10

conservando Ia primern, i reeonociêndose en eonseeueneia la facuI-


tad de In l11unicipalidad para destitnir al proenrndor i Ia lejitimi-
dad de \0 obrado par Ia corporacion. Esta tentativa fnê rechazada
enêl:iieamente, i Ia oposicion se vió obligacla al pr:oeederse ala vo-
tacion, a retirar sin eompensaeion ningnna esa segunda parte en
qne se declaraba netamente eI ehoque i la inl'ompatibilidad entrcla
Ciimara i el gabinete, i sc pronuneiaba Ia eensura......
"La notieia deeste resn!tado i eI eonocimicnto mas cxacto rlelas
peripeeias de Ia larga i trelllen(la Illcha del dia. se difllndieron can
eeleri,lad entre 10s grupos <[He al eaer In lloehe se hahian formado
.
de nuevo ell las inlllediaeiol1es del erlilìcio del Congreso, i en seguida.
en la cillrlad entera. Esla hahia perma11eeido durante mas de ein-
euenta horns en exeitaeion e inqllÎctud suprema; en el eoncepto je-
neral estabajugfmc10sc en ('SC tiempo Ia suerte del pais entre eI an-
16
-
22(, -

tigno clcmC'nto rOl1scnador i cI elcl11cnto lihl'rnJ, jn\'cnil, il1fjnido


e inesperto; i probablemcn Ie In paz 0 Ja
guerra, el órden 0 la rcyo-
1ucion estaban al cacr de 10s pliegnes misteriosos de Ia IÚnica de1
Congreso. El resultado de 1a sesion no (lejaba a l1adie satisfecho;
pero el proyecto de censn1"a habia penlido casi toda sn gnwedad, i
esto era dcbido inc1l1dahlcmcn Ie a 10s esfnerzos hcróicos, a Ia tìrl11e~
za, ala cnel:jía i a1 talcnto del hombn' a qUil>1I ]a opinion pelucolla
consideraha desde tiell1po alms C0l110 e1 \tniro capaz de l'lII]Jltñar
vigorosal11ente 1m; riendas qllc raycrol1 dc !as lIIanos de Portales
ell la sangrienta agonía del Baron.II

EL SEÑon M ONTT. Antes de enÜn r a In c1iscnsioll dcseo


11:1
saber pOI' Cjué 5e nos con\'oc:ulo estrnonlinnriamentc a

sesion seeretn.
Er. SEÑOI:LIIIA (Prcsir/cnfc dc It! C:í11lnrn.) Anl1qtte cl regla-
I11cnto interior de la saJa 110 mc ill1pOl1e Ia ohlignl'ion dc dar razol1
de los moti \'OS !jnc tcngo para ci tar a sl'sion sccreta, no obstan-

tl', no tengo cmharnzü cn clccir que dcsplles del r<.'suJtado de la se-


sion (Ie anoche i de los dcsc'mlencs Ill. la IJ:\1Tn, I11C ha parccido COI1-
vcnÎellte i llccesario pnm tratar e1 nSlllJto en Cllcst!On, COI1\'ocar
a l1na sesion sin harra; csl:1 medida dl'jar:í :1 la sa In en 1a tranlJui-
lidad sl1fìl'iel1tc para segllir cl dcbatl'.
lk SEÑOI{ MONT'I', [-fai un neuenlo de In CfUllar:l sohrc
1:1s sesiones sin hnrrn que pido que sc ]en, U't'e Je)'rl,)
Segl1n cste aeucr(]o, ]a puetlc ser escJnida de pre-
barm no
s~neiar los (lcbntes sino el1nndo estos linn sidn internlll1pi-
ÒOS pOl' snculpa (lnrnntc dos scsi ones. POI' fnrtnna csto no
ha acontccido, i cstamos PO!" tanto en el imperioso deher (le
cUlIlplir el ncuenlo qne pocn 111l eelehramos. Por otrn parte,
no deja ré de I1lnni resta r algu na sorpresa por Ita hérscnos
con\'oc:ulo n110ra con tantn precipilal'iol1, el\:1I1<<1o no se lIn
podido citm" a todos los dipnt:ulos para tin ast1nto t:111 gra-
ve COIllO e! presente, nil nSllnto ql1e "n n nfl,etar a todo el
.

pais.
..............................................................................................
E(, SEÑOR TACLE (Don Ramon.) Para cortar esta cuestioll hago
-
227 -

il1dicnciol1 pnrn qne d ~C'Ì10l' prc~itl(,lIl (' C()l1~nll (' a 1a ~:dn ~i es sr-
116 la ~csioll.
creta 0

EL SEÑOR LIR.\ (Prcsidcnlc de In C:í/lJllrtJ.) Esta indicacion 111e

despoja de una atriLucioll qne a mí soIa cOl1fÌere e1 rcgJa11lento;


110 pucdo, pncs, ad11litirb.
Be SEÑOR MONTT. Si cl rcg-lal11cnto da nl prcsi(1entc In
faeultnd de eonyoen r n sesiones seerctas, 1:\ Cft mara un:\
yez conyoead:l, tienc den:eho p:lra neordar sohre este Jlun-
to 10 que 111ejor Ie parezea. ~ü crec el señor presidente quc .

la CÚmara estå obligada someterse a 10 quc él quiera? ~Se


a

estiende 1a facultad del presidente hasta i1l1]Jonernos la ma-


nera i hora en que debc1l10s tencr nuestras (leliberaeiones?
Si el señor presidente ha podiclo cOlwoear seeretn1l1cnte n
la Cámara, no Jlega S11 facultad hasta ohligarla a tencr I1na
sesion de ('ste e:lr{lcter euall(1o ella no 10 quiere. Si el señor
presidcnt<' ha po(1ido c1eclarar de :lntemano quc se:~. ~;:::crda
1a ses;on, nosotros porlemos detenl1inar 10 eontmrio. (0 e1
SeJ-10r Jlresidcntc quiere ill1poner SI1 \'0111I1t[\(1 n Ia Ciin1:1rn?

Bien 10 estamos csperill\<.'ntando en olrns eosas, pcro no (le-


lw1l1oS tokmrlo por mas tiempo. Anoche JlO se hn eitndo a
Ios dip11ta(los, eomo se hn c1icho; yo he sido cit:lflo poem;
monH'ntos fllltes de Ia horn p:lrn ql1e se fìjaba ]a rel1niOI1, i
10 mismo que :t mÍ /es hahrÚ sl1cedido a I11l1ellOs diputados.
.

~I I1n nSl1nto grn\'e sc tr:ltn asÍ eon 1)J'ecipitaeioll illlpi-


<1ielldo que asistan todos? ~Uué prisa h,li, [fué objeto se pro-

pone e1 seÎÍor presidentc eon est:1 sesjon estmonlinarin? Lo


tcngo par con\'clIientc, 111C ria el n~t:!,'I/lllIcl1io In /f/c/r/Ual de

haeer cstns COI1\'OcneÎollcs, IIOS !la c1ie!lo cI seìíor jlrcsitlt'nte.


Pero eI señor presidentc dehe tenl'r 1l1oti\'os para lIS:\l' de
esta faellltad, i csns lJ!otivos dehell :\pan:eer a<JuÍ CII 1n Cft-
111:!rn. L:ls raenlt:ldes que cOllfìere el n:glallH:llto no SOli
para que sc 11se de C!l:IS sill rlllHI:lIl1Cllio, sino COli diserec.ioll
i pnlt!ellein.

Yo crco qut' I:t prcsf'nte scsiol1 del)!' dili'rirse,i trntnrse la


-
228 -

materia cnando convenga, no ahora cuando no ha podido


citarse a todos Jos diputnclos. Hago indicacion cspresa
pam este objeto.
No me he referido a 1n asisteneia de Ja barra con el ohjcto
de quc haya desórden, pucs ning'uno Jamcnta mas que )'0
Jos estravíos de esta natumlcza.

EL SEÑOR SECÙETAHIO. Como se ha dieho que no sc ha citado a


todos 10s señores diputados, debo th'eir a Ia Ciimam que yo he
mandado haeer las eitacÏones alas dicz de 1a mañana....................
EL SEÑOH LIRA (Presidcntc dc Ia C/imam.) La Ciimam debe
o~uparse de Ia indieàcion hecha por ell10nomhle señor Montt, que
creo dehe considerarse C01110 un proyecto de acuen10.
BL SE5iOR ElmÃzuInz (Don Federico). No negaré yo que la cucs-
tÏon CJue ocupa a Ia Cftmara cs i por su mis111a graveùad
grave,
exijiria que ahora misllJo se tratase. Sé que IJai interes en demo-
rarJa......
EL SEXOR LAs'rARRIA. Cuando se de resolver si 1a sesion de-
trata
he ser permanente 0 si dehe diferirsc, es preeiso proce(ler con pres.

teza. M ultjtuc1 de jen tes hai a las pucrtas de 111. Cámam CJue can
sus gal pes han in ten-umpido a 10s señorcs di pll tados; pucdc ser

que esto se lleve a(lelante, que l,a representaeion nacional se com-


prometa; yo l1amo la ateneion de la Cii1l1am sobre esto para que
iesuelva 10 que ha de hacerse......
EL SEKOR VALLI~I(). Que se disuclva el club rcvolucÏonnrio forma-
do por algunos individuos de la 1l1ayoría......
VAIHOS DIPUTAnos (poniénddsc de pié). Quiéncs son los revolu-
cionarios? Los nombrcs?
EL SE5iOR VALLEJO. Los municipales.
UNA VOZ DEL CaSTAno DERECIIO. E1 club que clebe scr in1l1edia-
tamcnte disuelto cs el de 10s godos.
EL SEÑon TAGLE. Hago indicacion formal para que el señor Pre-
sidente espela de 1a sala al diputado por Vallenar que acaha de es-
presarse en lérminos indccorosos i ofcnsi vos.
En estc momenta In 171ultitud de puehIo a.t;oI[Jfldn a 1/1 entrndt}
de It! snIn eOl11cn7.() n
Iwcer csfllcr7.os por dCI'rihnr In pllcrt tl.
HI, SEÑ()!{ HI{!{Á~U!{'~ C01110 municipal i como diputac10 me y~o
-

H9-
cnla necesÎ(]ml de pedir a1 señor presidente i a Ia CII marn que se
anne de todos 10s medios clue pueda tener a su c1isposicion para
contener el tumulto.
Er. SEÑon V A LU']O. AI señor prcsic1en te Ie eorresponde ofieiar in-
mec1iatamente al cjecutivo para que ponga a su c1isposicion la fuer-
za que sea neeesaria a fÌn de contC}ler cl desónlen del pueblo.
Er. SEj:;OI~ No convcngo en (lue se eche mano de 1a
INFANTE.
fuerza; nó, señor, no cs pruden te esta mcc1ic1a. Yo ereo que saliendo
algunos señores diputados a hablar al puehlo se sosegará el tu-
multo.
Er. SE~OR LIIu (Prcsidclltc de IlL Câmara). Ruego alas seiio-
res 1\1 on tt i Sanfuen tes que tengan 1a h011llad de salir .
a hahlar al
puehlo.
,

Sc slIspcm/ió Ia scsioll.
Rctlhicrtn IlL scsio/1:
EL SEÑOR MONT'!'. La indieaeio11 que hice antcrlormcntc

era dirijida a Cjue se difiriese la consideraeion de este aS1111-

to, indefinidal11cntc, sino c1c U11a manera que diese lugar'


110

a que pudiesen eoneut-rir todos l?s señores diputados a fin


de que pudiera tratarse con calma cste negoeio que pOl' S11
naturaleza esdc111asiado gravee importante. Cualqu1era re-'
solueion que sobre é[ se cIicre CIl ('stos mOl11entos, 1lcvaria el
sello de las eireunstaneias, i c1lo no scria prudente 11i opor-
tUIlO. Hai exitaeioll en el pueblo, wor qué contribuir a
HUl11entarla vinicndo a diseutir en el misterio? Al contrario,
pocle1110s contribuir a
calmarIa, a haeerla desaparecer en S11

totalidad, c1ifiriendo 1a eOllsideraeioll de este asunto para


otro dia.
Ladiseusion ha prineipiado de un modo borraseoso, iquie-
ra Dios que 110 eontinúc de la misl11a manera! Ahora, pues,
si pOl' desgraeia suectlicsc estn, ~IlO eOlltl'ibnil'íamos a au-

mental'la alanna derra111ada en cl pueblo? ~Ql1é interes hai


en que sc trate este asunto con tanta preeipitaeio11? No veo
11 ingun l11eon veniente en que se difiel'a
para mañana 0 pa-
sado mañana.
.
-
230 -

1\1 i 1n(1 it:at:iun eB, plies, para q ut: 5e n'st:rvc t:stc aSlI1J to

lwsta ellÚnes a Ia una i media dd dia.

HI. SEÑU[{!'vIONTT. Voi Iwecr una illdieHl'iull que serÚ


a

1l111i
upurtu1Jo l5e tenga presenlt: ell la resulueio1J de este
asunto.
La proposieion en Jos iérmi1Jos en que est{\ presentada
i 111 dd Gu bie1ïlo al
purta ulla repro bal'jull de Ja eond uda eS-
pedir d de que se ha het:ho rt:ferelleia, i por t:01JBi-
(kndo
guie1Jte, Ia aprobat:Îoll de la conducla obBervada )Jar In
11I111Jit:ipalidad ;11
pl"Ot:eder t:Olltra ese deercto". Creo, pues,
que cstÚn interesados t:ll eslt: asunlu ludos los tI1unieipaks
que son di pu tudos, i de t:unsiguiell te, que debe sah'árse1es
de la vutaeion, iguall1len le que a sus parien tes l'ollsanguí-
neos !Jasta cll'uarto gradu, de la ll1isma
mallera flue delJe
separarse de l,a \'otal'ioll al seÌJor Ministro delll1tcrior.

Br. SEÑ()[{ Mow!''l'. Cuando didlO que cste aSlIlltu in-


ht:

tercsa a la l11unil'ipaliclad ùe Santiagu, u Illas !Jiell (lue inte-


resa a Jus indivicluos que 11nnaru1l d acuerdo que 1m nado
oríjen a esta l'uestion, quidl 110 he dejado traslucir clara-

mente l11i idea, voi a espliearJa.


SantiHgu ha t:011ldido UII atentmlu
La l11unieipalidad ell'

al c1csobedeecr un mandata supremo, i se ha (luerido veni1'


a hust:ar un asilu en la CÚl1Iara
para impedir t:1 t:ursu de Ja
justit:ia. (l'ient:n u nó interes personal t:n esto !us itJdi\.i-
duus ell' Ia CÚuwra que perte1let:en a la I11tl11it:ipaliclad? Res-
{Jalllb eltalquiera t:ol1sultandu Slt t:ol1t:it:l1t:ia. Nu lw tCl1ido
}l1as oujetu la ill t~rpelaciol1, no se Ie puedc dt:seulJrir otro
blanco.
lis de toc1o punta eviclel1te que Ja cttestion pertel1eee alas
personas de 10s mUl1ieipaks t:sdltsivamellte.
~En q ué 1llanera se oJclluell Ius illtcrcscs ud pueblo pOl'
.

2jl -

que se.diec a la JUtwieipaliòad ele Santiago que 110 pucde


ckstituir eapricllOsamcnte al proeurac1or òe eiuòad? ~Quicre
]a 111unieipalidad estar sin freno, sin sujecion a ningun prin-
.

cipio? ~Es ese el interes que se quiere trasmitir a todas Jas


111unieipalic1ades de la RepÚbliea?
Ja 111 as ning'una de ellas reelalllaria se111 ejan te in teres,
ni aeeptaria tal cuestiun. Estui scguru de que todas e11as
se cOl11plan:rÚn en que SlIS ados sean vijilados, i cn tencr
a ese funciunario a quien la lei Ita encargado deberes espe-
ciales.
.

.
No Iwi, pues, IIi pucde haber interes de euerpu ell SC11lC-

que intereses de personas, i ellas de-


.
jante casu; 110 Itai 1I1as

bell ser escluidas òe Ia vutaeioll.

EL MUNTT. Si cs Ilunru:;u a un minÎstru rcnunc;ar


SEÑUL{

a sus dereeltos i pedir <!lIC aUII las mÎsmas personas impli-


eaelas vcngan ajuí:gar sobre su cOlHlucta, no pOl' eso es mé-
110S imperioso el cleber que llosotros tenemoscumplir es- <1e

trictamente con 10 que previene cl reglamento de la CÚmara .

i ohservar las reglas de justieia l!lle dehen dlrijir nuestros


pruecllimie11 tos.
Estc punto no solo es una euestioll de deeeneia, sino tam-
bien de estricta justieia.
Digo eucstion de deecl1eia pOrllue natEe podrá desconocer
quc no es c1eeoroso, que no es digno quc 10s 1l1ismos inc1i-
viduos que sentac10s en la 1l1unicipalidad eelebran un aeuer-
do, vengan ahora, juntos con sits parientes i sentados co-
mo diputados, aprohar esc mis1l10 acuerdo que les afecta
a

personalmente. ~Permi ten la dccencia i cl c1ecoro lJ tiC los lJ tiC


ayer cjecu taron un hecho culpable vengan hoi a jUí:gar ese
111ismo hccho?
Es manifiesto el intercs de 10s munieipa1cs en obtener un
yoto de aprobaciotl de In C{\111ara CJue debilite i disminuya
8U responsahiIiJnd, i Ia justicia no pucde tolcrar que cllos sc
-
232 -

juzgucn a sí mismos. jSi lwi alguien que con 1a coneienda

tranquila i puesta ]a 111'ano en el eorazon afirme que este


asunto n.i alccta ni interesa a los 111unieipales, yo suscribo a
la opinion de que voten toc1os e110s sobre el prdyecto de
aeuerdo presentado ala CÚmara!
Si e110s no son interesac1os, ~por qué ese sorprendente e111-

peño en votar sabre este acuerdo? ~Se tcme, aeaso, que los
demas miembros de la CÚ111ara scan inca paces de hacer jus-
tieia, que no tengan la sufieiente eneljía para deeidir eon-
forme a su eoneieneia? Ineoncebible es, en venlad, la insis-
teneia de que entren a resolver una cuestion los que no
Plleden resolverla sino (Ientro de sus propios intereses.
No quiero pasar mas aclclante sobre cste pun to, es una
ineic1encia de la cuestion principal que toda vía no se 11a

tratado.
No volv(;ré ocupanllc dc esta incidencia quc abandono
a

a los sentimientos de honor i de .justicia ùe los señores di-


putados.

EL MONTl'. Se ha prolongado ya demasiado el de-


SEÑOR

bate sin haber deseendido hasta ahora al exåmen de las ma-


terias prineipalcs de la presente diseusion, i temo par esie
motivo que se fatiguen los senores diputados entrando yo
a tratarla can toda la estension que requiere su naturaleza
e importaneia. Me esforzaré pOl' tanto en espresar mi juicio
de la manera mas breve i compendiosa que 111e sea posible.
La primera cuestion decidir la Cámara puede re-
que va a

sumirse en estas palabras: ~pttdo la municipalidad de San.'


tiagodestituir sin causa ni nlOti\'oalguno al proeurador de
ciudad? Esta es la base de la diseusion, ivai par tanto a

eonsiderarla bajo este punta de vista.


Siento en primer lugar i como un hecho inel1estionable i
fuera de toda dmln, que no existe lei alguna que eonfiera a
.

las111unicipalidacles la facultmlde destituir alos proeurado-


-
~j3 -

res de ciudad sin causa ni prcccdente que justifique e1 acto.


En Iadiscusion anterior hahida sobreeste asunto no ha po.
dido indicarse la cxisteneia de semejante lei, i apesar de las
prolijas inyestigaeioncs que posteriormente se habrán he-
cho, tumpoco será posible que sc seí1ale a]gu1Hl que directa
a il1directamentc reeonozca esta faetiltad en los e[tbilc1os.
Yo afirmo, pues, can toda la confianza que pueclen iÚspirar
cstos an tccedcntcs i 1a med i tacion deten icla de la materia,
que no tcnemos lei par In cual arbitraria i disereeionalmen-
te puecla scr separaclo de sus funeioncs el proeurad.or de
ciudnd i solo par que tal sea la voluntacl del cabildo.
lis atribuciol1 propia de las municipalidac1es nombmr a

los procuradores, i tanto,las Leyes de lndias como las dic-


tac1as posteriormen te, establecen estc principia con mas 0

ménos amplituc1.
Aguellas confì.ercn la faeultad sin queotra autoric1ad ten-
ga que intervenir en e1nombramiento, i los scnac10s consul.
tos promulgados en los aiios 18 i lD, de que en oha vcz se.
ha hecho mencion en la Citmara, aunquc conservan e1mismo
clereeho, dejan no obstante sujeto el acto a 1a aprobacion
(leI Jefc Suprcmo del Estac1o. Tan claro i cspedito es cl clerc-

clio de nombrar, como cierto i positivo que no existe el de


destituir sin causa.
La facul tad dc nombrar supone precisamen te In de c1estituir
i hai entre una i otra una relaeionneeesaria, de manera que

reconocida la primera, debe admitirsc Ia segunda como una


cOl1seeuencia prccisa e indispensable: esta ha sido 1a base
principal en que se ha pretendido fundar lajustifieacion de la
eond ucla de Ia m unieipalic1ad de San tingo, Ilegándose hasta
cl punto de sostener como un prineipio inconeuso que c1 de-

reeho de nombrarpara un empleo, cla siemprc el de destituir


al funcionario que 10 desempeìía. Peroesta asereion léjos de
ser un pri I1ci pio, esU't en l11anifiesta i evirlen te contradiccion
tanto COil \as kycs cspaiwlas como con nucstro adual réji
-
234 -

111en:t(ll11inistrativo. Cu:tndo sc ha citaelo ante Ia sala cl


~jcmplo dell'resil1entc dc la Rep(tblic:t quc puede nombrar a
los nu0istrados del órc1en judicial, i que apesar de esto no
puede destituirlos, sin em bargo de que en este easo no es po-
sible deseol1oeer que qucda eompletamentedestruidoel prin-
cipio de que una faeultac1 !lenl neeesaria1\1en tc consigo 1a

otra, se Ita pcnsado satisl~lcer respondicndo que esta escep-


eioil cstÚ fundada en Ia ina11lovilidwl (lue las kyes eonfieren
a losjueees. Dando esta respuesta d ",dol' quc se quiera,
a

pues yo c1ebo eonfesar fra1H:alllel1 te que no CO 1\1 prcnJu bien


su sentido, siem pre resultarÚ que el Presi(1cu Lc de la l~cpÚ-
Llica que poria COllstituciul\ dd EsLado 1l0ndm:l a losjuc-
CCS, careee del dcreclto de dcsLiLuir1os.
~Peru son estos solo aeaso los fum:iunarios 110lllbrados
pOl' cl Presidente de laHep(tblica a quienes elmis1\1o no pue-
de destituir? Al Presidente cOt'responde tambien proveer en
el ejéreito par si solo los emplcos desdc tenien te coronel aba-
jo, i sin embargo, no puede destituir a estos jeres, ni aun a un
111ero alférez, sin precedente causa legal mente sustanciada

par los trilmnales eOll1pctentes. Sabre e1 I'residente pes a cn


especial el i1l1perioso deber de mantener la tranquilic1ad i ór-
den p(1bIico, i nom bra para este jìn sinm:ts reglas que su pru-
deneia a las personas a quienes Ita de confiar clmanc1o, en ma-
yor 0 menor escala, de la fiterza armada, i no obstante, una
-

vez conferidos IDS empleos, no Ie es líciLo quitarlos por su


sola volut1tad. Bajo el réjimen español existian las mismas
trahas respedo de 1I1ucl1os fUl1cionarios i corporaciones que

nomhmban para ciertos cargos i que no tcnian la !"acultad


ùe Jestituir.
Para no alejarme c1cmasiado del punto especial de vista
en que estoi considerando la prescnte eltestion, me bastará
la Cámara que los cabildos mismos, segun las le-
recordar a

yes espaftolas icon particularidad las dc Indias, tcninn cl


dcrecho de llombrar a los alcaldes orJinarios, i jamas nadie,
-
235 -

ni los l1lisl1los caIJill10s pretenl1icron tener el dereehq de des-

tituir los alcaldes sin causa ni 11l0tivo. Esta pretension


a

que masjcneralir,ada ahora se Cjuiere miraI' como un princi-


pio, habria sido reputac1a en aquel1a époea como absurcla,
e incapaz de ser imajinada siquiera. Si el tiempo diera lugar

a reeorrer Jas atribueiol1cs de los funcÌouarios que existian


1>ajo el r4jimcn espaîlOl, 0 Jas dc Ius quc sc han estahlecido

posLeriolìnente 0 ha cn:atlo Illlcstra Constitucion, se en-


COil trarian cell tcnares de ejelll plos en que la facul tad de
nOl11hrar ('stft entcra i absoluta1l1ente separada de 1a de
dcstituir. Estaha reservado ala l1lunicipalidad de Santiago
vcnir a erijir cnLre esLos dos dereehus una union necesaria
e inseparable, i
proclaularla como Ull priucipio que reehaza
Loclo eX{lllleu!
La segunc1a i ílltima consideracion que se Iw espuesto a
la Cámara, pues no lIago memoria de llue se haya aducido
11 inguna otra
para estab1ecer cI clereellO del eahildo a desti-
tuir sin causa al proeurador, la segunrla i última eonsidera-
eion eonsiste en que la municipalidad no poc1ria espec1irse
con acierto en el ejercicio de sus funeiones sino tuviese cl
poder de remover al proeurador cualldo 10 encontrase I~or
conveniente. He alJuí prohada la existencia de un derecho
Cll el cucrpo municipal por solo la conveniencia de que 10
Lenga, i creada una lei i supuesta en vigor con todos sus
credos obligatorios, por la sola razon de que es convenicn-
te i úLil que se prol11ulgl1e. dQué límites tendrian1as atribu-
ciol1es ùe las diyersas 11lr~iistraturas que gobiernall el Es-
tado, si caela una de eUas pudiesc él1l1pliar i cnsanchar Stl
poder a 1l1cdida del juicio que se formélse élcerca de la utili-
dad 0 illteres pílblieo que en eJlo habria?
Las /~lcl1ltéldes de 10s podcres públicos no deben establc-
cerse de una manera abstracta, i pOl' eonsidcraciones ell' 10
<j ue seria mas 0 mél10s favorable para la prosperic1ael del

pais, sino pOl' las prcscripciones de las lc)'cs vijentes i por 10


-
~j6 -

que e11as dispongan de un modo claro i esprl'so. La utilidac1


púb1iea no eonfiere dereehos a los cabildos, aunque puec1e ]

ser una razon bastante para que el Congrcso sc los confìera


mediante una lei c1ictada al efecto.
Pero las Ìnunicipa1idadcs no ncccsitan tampoco para
cumplir bien con los deberes ùe sn cargo del derecho de re-
mover al proeurador de eiudad. Tanto el cabildo como el
proeurador tienen obIigaciones espcciales seìialmlas poria
lei i de las etulles las unas no impiden el eumplimiento de
la~ otras. Ábmse la carta eonstitueional i véase en ella los
c1iversos objetos a que los cabilc1(js c1eben atenc1er, i se en-

contrará que sobre todos pueden aconlar i tomar las re-


solueiones mas con venientcs i oportunas, sin que cl procu-
rador les esté enteramente sometido, sin eonstituirlo en una
dependeneia poco deeorosa i hasta cierto punto servi1. La
policía, 1a ec1ueaeion, las eáreeles, los eaminos, 10s estable-
eimientos de beneficencia, todo puede ser debidamente aten-
dido i 111ejorado sin obstfLculo alguno pOl' parte del prOCl1-.
rador dc eiuclad i cualquiera que sea la posicion en que éste
csté colocado en órc1en a su c1cstitueion. Cec1ienc1o a mi pro-
p6sito de scr breve en la manifestaeion de mi juicio, pres-
.

eindo pOl' ahora de haeer notal' e61110 las 11lunicipalidac1es


proveen a 10s
varios ramos eonfìados a su cargo, para qne
no quede duda algunac1c (1ue cl dcsempeño de sus dchcrcs
no se embaraza en ningun easo poria estabilidac1 0
per-
maneneia del proeurac1or.
El proeurac1or de ciuc1ad cs el únieo que no podria eum-
plir con su cargo si esitt viesc en cl arbitrio del eabildo re-
moverle lisa i te, i sin el prctesto siq
lIanamelt de alguna
uicra
causa 0 moti\'o que hiciese ménos {ttiles sus servicios. ~Cuál
es e1 earåcter del procumdor? ~Es el ajente pasivo ides-
tinado ejecutar meramente los acuenlos 0 resolucio-
a

nes del eabilùo? El no representa solo los intereses de este


cuc1'po, sino tambicn los dc la comunidad, los del dcparta~
:-. 237 -

mento entero; debe promoverlos pOl' sí mismo i sin necesi-


dad de especial encargo, cn el seno l11isl110 del cabildo i ante
cuales<juiera otras autoridades dcpartamcntales 0 naciona-
.

]es. Para este fin asiste alas. scsiones de la corporacion,]a


ilustra con su juicio, lc pide que acuenle 10 que conviene al
interes del departamento, 1a estimuJa a obni.r en este sen-
tido, vela sobre que su conducta no se separe de ]as leyes,

rec1al11a sobre las intì-aceiones que cometa, i


porúltimo, per-
sigue la rcsponsabiJidad que contraign i ][1 hace efediva
ante la autoridac1 competente.
.
.
EI procurador es propiamente el promotor de ]os intere-
ses departamenta1es en las l11atcrias señaladas por la lei, i
cn cierta manera elfiscal 0 censor de las operaeiones del
cabildo en 10 concerniente a estas mismos objetos. dI qué
co sa mas irregular que pennitir una corporacion que se
a

]ibre 0 deshaga por sí sola i sin fundamento de ninguna cb-


se deun ccnsor qtle quizá no 1e es odioso pOl' otro prineipio
que pOl' su misma solicitud i celo? lnconsecuente i contra-
dictoria consigo mismo seria lit lei si impusiesc al procura-
dol' de ciudac1 el debcr de estimular al cabildo al cump1i.
mien to de sus ob1igaciones, i e1 de acusar a sus miel11bros
en ciertos casos en que faltan a e]Jas, si dejara al l11iS1110
eabildo el derecho ilimitado ae c1estituirlo como el último
de sus 10entes subalternos. dPuede haber compatibiJidad
.

ante 1a lei 0 e11mcn sentido sil11plemente entre estos dos es-


tremos? dEl subalterno amoviblc discrecio11almente puede
.
exijir que su superior no falte a sus <lcberes? Afirmar i sos-
tenersemejante cosa seria una subversion de todos 10s prin-
eipios i establecer un prececlente funesto.
En to<los tiempos se ha reconoeido In il11portancia de las
funeiones del procurador de ciuù1H1, i pOl' esta eonsiùeracion
quizÛ los dos senados consu1tos a que ántes se 11a allHlido,
somctieron su nombramiento a la aprobaeion del Jefe Su-
premo del Estado.
.

-
238 -

Veall10s en tre tnnto curt les son Ins cl isposiciones n 1'1iea-


bles al caso presentc cOllsignadas en la Constitucion 0 en
Ias leyes e111anadas posteriarmente de ella. Un artículo de
Ia Constittleion dispone que las 111unicipalidades no puedcn
repC'tir cl testo i voi a leerlo literalmente.
haeer...... prefiero
EI ;ixtículo 129 (lice así: "ningun aeuenlo 0 resolucion ck In.
11Itlnicipalicl;td que no sea en observnncia de Ias reglns cstn-
blecidtls, po(hfl llevarse a cfceto sin ponerse en noticia del
gobemmlor del stlbdelegado en su easa, cluien podrÚ sus
a

pender su ejeeueion si eneontrare que ella pe1:iudiea al Ôrclcn


públieo."
~Cuú1 es pues la regln estnblccidn en vit'htd de In eual
pm-
eediÔ la 111unicipalic1ad de Santiago a Jlevm a efedo la des-

titueion (lei proeurador contra la voluntacl del intenc1entc,


que es su jefe natural c i11ll1ediato? ~Cu{tl es la regia poria
que puede Ja munieipalidac1 voluntariasnmentc deponer i
destituir al censor (le StlS operaeiones, al encargado de velar
sohre el eumplimiento de sus (lehcres? ~En dc'JIlt1e existe es-
tahleei(la se1m:iante regia? ~EI1 las !eycs quc reglan Ins atri-
Imeioncs de estas cuerpos? Pero se lw cle11lostrado I1nsta ]a
evidencia que ni 1a 1cjislaeion española ni ]a kjislacio11 pa-
tria eontienen clisposicion alguna a cste rcspedo.
~Existe aeaso esta rcg-la establceida en la pnktiea forma-
(la pOl' el modo hnhitual de pmcec1er de las ml11lieipalidn-
des? Larga i lml1entab!e es la historin de l111esLrosestravÍos
polítieos i nclministrativos, pe1"O en tocln el1n 110 se cncon-
traríl un solo ejcmplo quidl que sinn de [llltecedente :l Ia
munÎcipalidad de Santingo, i que 1c de.:
pn'testo para fl1n.
clar,sil1o eluso,c1 nhusopor 10 11le.:IIOS de]a raeultnd {ul1plia
e dIn pl'etcndc arrogal'se ahora.
ili11litac1a que
~ [ qné es 10 Cjue la Constitueion llama regIa estahIcei(ln
en el artículo que poco Úntes he lei(lo? Ella no clltiende pOI'
regia cstableci(ln 10 que exijc In ('()11\'enicllcia jenend entC'J)-
dida ,Je la llHI11P.r:L qlle a ('ada cualle sl1jiern snjuicio pl'i\'a-
.

-
239 -

do, 0 S11S afecciones pcrsonales; no llama regla estahleeida


10 que se ha hecho cn uno 0 muchos casos particulares, sino
10 que estå escrito espresa l1iteralmcnte en alguna lei. Esta
es la intelijeneia que rla a estas palahras la lei del Réjimen
Interior.
Se me perJnitirft reconlar a la CÚl11ara el testo de esta lei.
EI artículo 1~~B, que \'oi a leel", estÍl. cO\Jcehido en estos tér-
minos: "euando una mlmicipaliel:ul pusiere cn noticia, eomo .

debe hacedo, del gohernador, su presic1ente, alguna resolu-


cion qne no sea ohservaneia de las reg-las estahlecidas, esto
es, que no sea mal1ifiesta i exactamente confon11e a la letra
de las leycs i onlel1anzas municipales, LIebe el gobemador
snspender 1a ejeeucion de 10 resnelto si encontrare que per-
.iudica a1 órùen púhlieo 0
alas intereses confiados a aque1

cuerpo, el que, sino se confom1[1re con la sl1spension, ]Jodrå


haeer ohservaeiones sobre ella a1 jefe que la orden(), 1 nun
rec1amar en easo nceesario al Gohierno Supremo por el eon-
rlneto que eorresponda."
Vésc, pues, qne 1a lei no permite a I:ts ml1nicipnlidarles e.ie-

eutnr contr:l la volunt:ul de S11 presirlcnte nq11clJas resolu-


eiones que no scan 1l1anifÌesla i cxndnmcnte con formes a
la Idnl ell' !as lcycs i onlcnamws municipales. No lwi, p11CS,
que husenr cn d cspíritu de las d isposicioues legales razones
de cOlweniencia ptlblicn, u otras de naturaleza 1I1ns 0 ménos
especiosn: t()(la interpretneion, toda dcduecion qt1l~da es-
cluida, i cs prceiso la !etra csprcsa i litcral de la lei que pam
. el <,1crecho de municip:tlid:H( sea especlito i fumlado. Im-
1:1

posihle scria cmpknl" esprcsioncs mas significntiyns i pro-


pias para cerrar 1a IHlcrta a 1:1 arhitrnriec1ad i a In nn'oga- .

cion indehida de facnltac1es por parte de 108 cabilc1os.


Mas,el aCl1erdo propucsto n 1a aprohnciol1 de In Cåmara
no solo tiencle a reeonocer e\1 Ins 111unicipalicl:ulcs el derecho
de destituir sin callsa a 10s procurarlorcs (Ie cilHlnd, sino
tambicl1 a aprohar tnda b conducta i proccrlimicntos de In
-
240 -

municipalidad de Santiago en cl caso especial que ha dado'


oríjen a est a discusion. La municipalidad, pretendicndo usar
de un derecho, despreció la nutoridad del in tenclente i deso-.
bedeció las órdenes (Id Prcsi(lente de la República. Acuerd a
destituir al pro('urador de ciudad, i ejecuta i llcva a efecto
su acuerdo nombrando otro que Ie subroguc, i contrarian-
do de una manera cscandalosa las providencias del inten-

.
dente i los decretos del Supremo Gobicrno. Si juzgaba fun-
dado su derecho, wor qué no ocurrió a los mcdios legales
para hacerle valer? ~Por Cjué cn lugar dc respetar las rcsolu-
ciones superiores i de obedecerlas, como era su deber, 110 re-
presentó contra cllas esponienc1o los fundamentos' con que
se creia, i procediendo como la lei i la simple razon natural
prescriben?
Claro i terminantemente esUt dispuesto 10 que ]n munici-
palidad debe hacer en los casos en ql1(~ se juzgue embaraza-
da en alguna de sus atribuciones, i el artículo
el ejercicio de

mismo de la lei dcl R~iimcn Interior que poco ántes he ]eic1o


Ie manda que haga observaciones sobre 1a suspcnsion de su
acuerdo al jefe que la ordenó, i aun en caso prcciso, reclame
al Supremo Gobierno por el conducto que corresponde. De-
hió, pues, dirijirse al intendente, i ncgåndose éste, al Presi-
dente de la República. Si su derecho era dcsconocido en este
,{lltimo recurso i desatenc1ic1as sus razones comdiéndose
-una infraccion de]a lei, aun no ]e cstalwn cerrac1as toc1as
las vias legales para conseguir su objeto. Vivimos, fclizmen-
-te, en un pais en que todos los funcionarios púb]icos son
responsab]es de sus procec1imientos, i existe una Cámara

ante la cual pudo acusarse al Minisb'o quc, segun se pre-


ten de, hahia despojado de 1111 dcrccho ala municipalic1m1.

1'ero Lt municipalidad abanc10na enteramente la senda


legal, entra en ]as vias dt' hecho l1cyando adclante i ejecu-
tando en el
acto misl1Jo s1.1 acuerc1o, desconoce la a1.1toridad
del Presidente de Ia Repttblica, 1.1ltraja la del intendel1te de

.
-
24r -

la provincia, i contra su tenninallte prohibi<.:Îon, continúa


en scsion secreta para obrar sin mas regIa que su propia
voluntad. Aun hace mas, hace imprimir i circular el acta de
esa sesion secreta que provoca a la desobedicncia, despicrta
malas pasioncs, i sine de tea de la discordia. Esta es la
conducta que se quiere que Ia Cámara justifique con su
aprobacion.
Veamos ahora cui'll procedimiento del Gobierno pa-
es el

ra compararlo con cI de Ia municipalidad i poder apreciarlo


mejor. Consultado por el intendente, el Presidente de la Re-
pública se limitó a decir: 'iyo no puedo autorizar la l11edida
.quela l11unicipalidad piensa t<?mar; toca a la lejislatura re-
solver este punto; hai un poder a quien la Constitucion ha
conferido la facultad de establecer las reglas conveniel1tes
en la materia. II ~Puede haber una conducta mas legal, mas
arreglada, i mas prudente?
Pero en este acto se 'Ie pOl' algunos un abuso del
l11isl11o

Gobiemo, par cuanto ninguna lei Ie conferia e1 derecho de


dictar esta resolucion. Pero, ~a gué está reducida la resolu.
cion del Presidente de la Repúhlica? A ninguna otra cosa
e1
que a ordenar que se espere In lei que ha de dictar Con-
greso, i a reconocer su propia incompetencia para variar el
órden establecido hasta que el cuerpo 1cjislativo dispusie-
l'e i arreglare la materia de otra manera.
Al Presidente de la República incumbc indudablcmente e1
deber de cumplir i haccr cumplir las leyes, i no habrin cum-
plido con este debcr permitiendo que la municipalidad dc
Santiago se arrogasc una facultad que no Ie compcti~ por
Ias disposicionesvijentcs. EI puc10 i debió contenerla en sus
atribuciones tales C01110 actualmente Ie están trazadas.
Dominado siempre por mi propósito de ser breve omito
esponer a la Cámara otras cosas, quizas de mucha impor-
tancia; pero no puedo prescindir de hacerle presente que,
dando a este asunto el aspecto mas favorable para In 111U-
J7
.

242 -

nicipalidad, vendria reducÎrse tocla In cuestion a 'una


a

competencia de facultaclcs entre el cabildo i el intenclente.


Ahora bien, In resolucion de esta clase de cuestiones con-es-
ponde al CQnsejo de Estado segun 10 dispuesto en la Cons-
titucion. Este cuerpo seria el que, aun en esta hipótesis,
tend ria que resolver de parte de quien estaba la razon i la:
justicia, si de parte de la municipalidad que quiere exone-
l'arse sin causa ni pretesto de su fiscal, del censor legal de su
conducta, 0 de parte del intendente que' sostiene que no hai
flerecho para semejante cosa.
El conocimiento de este asunto está, pues, deferido a una
corpor[lcion, quien al resolvcrlo debe proceder por sí sola i
sin depcndencia ni sujecion a otra autoridnd. ~Qué es, pues,
10 que se pretcnde con
elacucnlo propncsto a laaprobacion
de la Cämara? ~Se quiere acaso que la opinion que 1a Cá-

111ara adopte vaya a influir en Ia resolucion del Consejo, i

que el juicio de la Cámara vaya a formal' 0 prevenir pOl' 10


ménos el juicio del Consejo? La materia es estraña, absolu-
tamente ajena alas atribuciones de Ia Cámara, i cs invadir
Ias facultades de otras corporaciones n.nticiparse a pro-
nunciar juicios sobre puntos que deben ser decididos pOl'
ellas. Esto es 10 que resulta consideranclo solo el asunto
bajo el aspecto de Ia equidad; que si de otro Iado se Ie mira,
no se verá en éI mas que una pobre cuestion de miserables
.

rencillas recojidas de la calle i traidas al scno de la Cilmara


para producir irritacion en 105 il11imos, para cncender 1a
discordia.
Concluyo mis ohservaciones relativas ala primera parte
del acuerdo rogando al señor secretario se sirva leer de nue-

vo el artículo de la lei del Réjimen Interior a que ántes .me


he referido, i suplicando a Ia Cámara 10 tenga mui pre-
sente.
EL SE~OR SECHEl'AHIO lee d artícu10 133 de 1a Lei de Réjimen
e1
Interior, antes cit:l<lo por
.
orador.
7.U
- -

EL SERoR Pielo tambien al señor sel.Tctario se


MO:'o<TT.

sirva dar una nue\'a lcctura de la segunc1a parte del pro-


-
veeto de aeuerdo.
EL SE~OR SECRETAHIO IIComuníquese este acucnlo n] Presi-
]1.'1.':
.

dente de ]n Repú!J]icn para que tenga presente In opini6n de In Cá-


mara, espresándo]e que ]n Cál11arn desea que S. E. use de sus atri-
IH1eiones constitucionalcs para e\'itar ]os fUllestos resultados que
traeria a ]a naeion ]a oposieioll en que se eneuentra. 1.'] ministcrio
con la represen taeion naeiona], a eonsecuencia de haber deelaraelo
1.']
Ministro del Interior que had cU111p]ir, apesar ell.']
acnerdo de la
1.'1 decreto. relati,:o In cucstion de]a municipa]idad...
Cámara, a

EL SEÑOR MO:-<TT. Voi


oeuparme eonla hrevedad po-
a

sible de esta segunda parte. En e])[.l se Ie dice al Presidente


de la RepÚbliea que el ministerio estÚ en oposieión con la

representacion naeional, i que provea a 10s medios de evi-


tar los males que pueden segliirse de este estaclo de eosas.
~Quién ha f;icultac1o a la Cftmara de Dipntados para que
pueda arrogarse pOl' sí sola el carÚcter i títnlo de represcn-
tacion naeional? ~No hai otro euerpo que representa tam-
hien ala naeion i que es enteramente c1istinto de la Cámara
de Diputados? ~EI Senado pOl' aeaso ha dejado de existir, 0

no representanada, ni tiene funeiones que lienal' en nuestro'


sistema eonstitncional? ~ Qué pruebas tiene esta Cámara
para afirmar que c1 ministerio está en oposieion con el Se-
nado? Al eontrario, los hechos manifiestan que e1 Senado
ha prestac10 un apoyo ehcaz al ministerioen todos los pro-
yeetos de lei que Ie ha presentac10 para el bien público.
POl' otra parte, ~ qué desaeuenlo ha habido entre esta
Cámara i cl ministerio en nna materia grave, en una mate-
ria de prineipios? He asistic10 a la mayor parte de las sesio-
nes de esta Cámara, i he visto eonstantcmente al ministe-
rio sostener los prineipios que mejor pueden afianzar i esti-
mular la prospcridad i progreso del pais, ala vanguanIia.

. .
-
244 -

de las mejoras i reform as adaptables a las circunstancias


de la República.
.

~Es la mala voIuntad de algunos diputados hácia eI mi-


nisterio 10 que constituye la oposicion de este con Ia Cá-
.

mara, 0con Ia representacion nacionaI, segun se espresa?


i fijé-
"Pero, apartemos Ia vista de este Iado de Ia cuestion,
mosla solo en el fin que se proponen consegÙir con esta
parte del acuerdo.
Se pretende nada ménos que" dm- un golpe aI ministe-

rio, derribarlo, echar pOl' tierra 1a mayor parte de Ia admi-


nistracion, i llevar al poder otros hombres i otms ideas.
~ Cuáles son est as ideas con que se pretencIe formal' una
nueva administracion? ~Qué caråcter tienen, i que confian-
za puede depositarse en su realizacion? Me abstengo de to-
car est as cuestiones i me Iimito solo a enul1ciarlas: pOl' sí
solas presentanla gravedacI que en sí tienen.
Los momentos presentes son solemnes en In historia del
mundo. La revolucion conmueve Ios estados de Europa, des-
truye gobiernos al parecer sóIidamente estabIecidos i a111e-
naza remover Ios cimientos de Ia sociedad actual. En las
Repúblicas de América, aunque por causas quizft divcrsas,
la anarquía una dolencia casi crónica; gran parte de eHas
es
son presas de esta terrible plaga. Chile durante largos años
se ha presentado próspero i como una de las cseepciones fc- .

lice!? a esta calamidad jeneraI. A fa \'or de la paz i del órden

se han hecho aqueI!os progresos que enl11 compatibles con

nuestras circunstancias. jI de un momento a otro se quiere


sepamr aI pais de este camino i precipitarIo en un abismo!
Esto importa en sus consecueneias el acuerdo que se propo-
ne a la aprobacion de la Cåmara. Los señores diputados
deben considcrar su magnitud, i por mi parte confio en que,
escuehando solo los sentimientos de patriotismo i de amo1'
por eI bien públieo de que natural mente estarán poseidos,
Ie ncgarán su aprobacion. Todus ellos han prestado servi-
.
.
-

245 -

eios importantes al pais, i åIgunos por largos años; i todo


va a quedar inntilizado, destruido, si pre\'aleeiere c1 espíritu
del acuerdo que sc propone.
Su bnen criterio me haec esperar que, abanclonando este.
asunto, querrán pasar a la consideracion de otros de posi-
tivo interes i de \'erdadera utilidad púb1iea.

Ee SEÑOR MONT'!'. Procuraré nuevamente en esta oea-.


sion ser breve en 10 que voi a esponer a la Cámara.
Se ha pensac10 eneontrar un nuevo apoyo para la eonduc-
ta (Ie Ia municipalidad cle Santiago en el mensaje pasado
al Congreso pOl' el Presiclente de la República para In orga-
nizaeion de 10s cuerpos municipales. Es venlacl que en este
mensaje se proponc como una de Ias atribuciones de 10s ca-
bildos 1a de nombrar i destituir a Ios procurac1ores de ciu-
dad; pero semejante mensaje no es lwsta ahora mas que
un mero proyecto que no ha siclo discutido ni aprobado pOl'
ningunH de las dos Cámaras. A falta de una lei espresa vi-
jente en que fundal' esta facultad de.clestituir sin causa, se
recurre n los proyectos, a Ia manifestacion de opiniones
que, aunque partan de personas constituidas en eI poder,
no tienen sin em bargo nillguna fuerza legal.
Del proyecto sobre municipalidades, por otra parte, solo
puecle deducirse que el Presidentc de la Rcpúblicajuzga con-

venientc que en adclante tcngan esta atribucion, no que se


Ias r('conoza en el dia i antes que se promulgue la lei.
Pero la administracion Búlnes, se ha dicho, no debc re- .

chazar hoi 10 que Cjuiso ayer, porque debe tener unidad i


ser consecuente consigo misma. Yo no me pondré a exami-
nar hasta qué pun to puedc ser 0 no cxacta esta idea, i sin
admitirla 0 rechazarla completamente pOl' mi parte, me Ii.
mitaré a decir que tomo nota de este principio para 10 que
acontezca en 10 sucesi\'o. Quizá lIegará oportuniclad en que
-
246 -

yo inyoque contra los que 10 aceptan i 10 sosticnen ::onlO


10

una razon decisiva en la prescnte discusion.


Pero sea 10 que fuere de este' principio, al cual. solo he
aludido para advertir que tomo nota de él, 10 cierto es que
110 hai inconsecuencia alguna en la admillistracioll del Jenc-

ral Búlnes al sostcner ahoraque los cabildos no tienen en el


dia ]a facultad de destituir sin causa a los procuradore~ de
ciudad, i al iniciar en el Congreso una lei que entre otras
les confiere tambien esta atribucion.
Las municipalidades carecen de regla3 para cl desempefJo
de sus deberes, i en la mayor parte de los casos proceden
consultando solo su discrecion 0 su juicio pri\'ado. 8i In
Constitucion ha designado los objetùs
. .
ramos en que de-
0

ben entender, falta aun In lei reglamentaria que determine


la manera en que han de yerificarlo, i trace 10s Hmites has-
ta dondc puec1en lIegar. En este estado de indeterminacioll
de facultades, las funciones del procurador de ciudac1 como
censor de las operaciones de los cabildos, i en cierto modo
fiscal de su conducta, tienen una importancia especial. Pu-
diendo ser mas frecuelltes 105 abusos, la accion del que debe
reelamarlos es preciso que sea no solo mas espedita, sino
mas segura inc1ependiente de Ia voluntad bucna
e 0
mala de
aquellos contra quienes ha de c1irijirse.
El proyecto del Presidente de la RepCtblica tiende a
dar
estructura a estos cuerpos, a demarcarJes sus deberes, a des-
lindarlos con precision i claridad, i en una palabra, a orga-
nizm:los de la manera mejor que se pueda. Dada una lei de
.
esta naturaleza, no hai necesic1ad de consen-ar al procl1ra-
clor de cil1dad las mismas atribuciones que ahora tiene,. i
que hace precisas la falta dc organizacioll de las munici-
palidades. Habrå una notable ditèrencia entre la carencia
absoluta de reglas a que las mUl11cipalidades ajusten su
conducta, i el réjimen a que quedarán sometic1as c1espues
mediante la lei que se dicte. En el pri111er caso conyiene que
-
247 -

. .

eI proeurador de eiuòad no clependa esclusi nlmentc de ]a


yoluntad i quizá del capricho de los mismos a quicnes ha
de vijilar i que están mas espuestos a cometer en"ores i abu-
. . .

sos; en el segundo caso puede convenir queel procurador


no sea mas que un ausiliar de los municipales en el desem- ,

peño de sus debcres, i no necesite, pOl' tanto, de esa perma-


l1encia ü' estabilidac1 en su destino de que goza i clebe gozar
en el dia. Sin inconsecucncia de ninguna c!ase puede, pues,
sostener la administracion Búlnes que el procurador de ciu-
dad no debe ser removido sin causa en Ia actualidad, i so-
meter al Congreso un proyecto de Ici para que, c1ando un
nuevo arreglo alas municipalidac1es, haga cesar esta pre-
rrogativa de los procuradores.
Se insiste en lIamar empleö de confianza el del procurador
de ciudad para fundal' en esta denominacion el derecho de .

dcstituirlo arbitrariamcnte. Ya ántes he dicho 10 que es el


procurador de ciudad, i ahora voi a comprobarlo con cl
testo de la lei que fija sus deberes.La lei de 8 de Julio de
831 dice en su capítulo 5.') 10 siguiente: "Art. 48. EI prOCl1-
radar es el defensor de los dercchos municipalcs, i como tal
proeurará instruirse de todos los acuerdos de la cOl"poracion
para que pueda reclamar de aquellos en queconformc a este
reglamento son responsables los rejidores. 'I Se ve, pues, cla-
ra'mente que el procurador de ciudad no es cI procuraùor
del cabildo 0 de sus miembros, sino dè los intereses del te-
rritorio 0 del departamento en que está colocada la muni-
cipalidad. EI debe promover e~tos intereses i defenrlcrlos;
pero no pOl' esto se Ie puede comparar ni con u'n procurador
de causas judiciales ni con un mero abogado. lCómo puedc
lIamarse al procurador de ciudacl simplemente el abogado
del cahildo cuando ticne que defender los intereses i derechos
de la comunidad contra ese mismo cabilclo? HI carácter
de mew abogado a quien s:: Ie cnearga la defel1sa de un
pleito mediante una suma de dinero i se Ie retira esta defen-
-
248 -

sa cuando se tiene por conveniente, ,será compatible con el


deber que ticne el procurador de ciudad de l-ec1amar de
aquellos aeucrdos en que son responsables 10s rejidores?
Seria preciso para esto trastornar hasta tal punto el len-
guaje que se llamase abogado de una persona al quc esta-
ha obligado a cclar su conducta i a perseguir i haeer efec-
ti va la responsabilidad que eontrajese pOl' sus. aetos.
Los dos artÍculos siguientes de la lei a que me estoi refi-
ricndo, ac1aran aun mas la naturaleza de Ias funciones del
procurador de ciudad. El artÍculo 49 determina e1 tiempo
en que el procurador debe haeer sus reclanlOs contra ]os
acuerdos del cabildo, para 10 cual solo Ie concede quince
dias; i el 50 está eoneebido en los términos en que voi a leer-
]0: "La asamb]ea, luego que reciba el reelamo de que habla
el artículo anteri,or, hallándolo justo,
remitirá los antece-
dentes a los jueces respeetivos para que hagall efectiva la
responsabilidad de los contraventores, poniéndolo en noti-
cia del tesorero municipal para 10s fincs que previene el ar-
tículo 72."
POI' último, omitiendo otras disposiciones relati\'as a este
objeto, no puedo prescindir de hacer presente a la Cámara
10 establecido en e1
artÍculo 54 de esta misma lei, que dice
"EI procurador 0 su sostituto es responsable en los mis-
aS1:

mos términos i casos que los rejidores, si no eumple con las


obligaciones que se Ie prescriben en' este reglamento, "

La naturaleza de las funciones dcl procurador, la manera


como debe desempeñarlas i la rcsponsabilidad que pesa so-
bre él, todo demucstra que no puede comparársele ni eon
un abogado ni con un procurador del número dc los que se
apersonan en 10s t1'ibunales de justicia. El cabildo puede
dar al procurador de ciu(lad instrucciones para la jestion de
algunos negocios, pero este no está tan ceñido a ellas que no
.

pueda obra1' en muchos asuntos sin haberlas recibido, i de


oficio aun en algunos casos contra esas mismas instruccio-
249-
-

nes si contrarian los intereses del departamento. No es un


simple comisionado del eabildo que desempeùa un cargo
con la .amplitud 0 restricciones que al cabildo Ie agrade 1m-
ponerle, sino un funcionario que sirve un empleo tan real i
positivo como cualquiera otro. I no importa para este efec-
to que sus funciones esténcircunscritas a una localidad, por-
que tambien los jueces de letras solo ejercen jurisdiccion en
su provincia sin que dejcn de ser verdaderos empleados de
dignidad eiinportancia. Persístase siempre en Hamar al-
proc'.1rador de ciudad empleado de confianza un as veees,
subalterno del cabildo otras, para fundal' en estas denomi-
naciones el arbitrario derecho de destituirlo caprichosa-
mente: pero yo siento en mí la mas profunda conviccion de
que el subordinado, el dependiente, el subalterno, no puede
haeer efectiva In responsabilidad de su superior. i que ja-
mas pudo entrar en la mente dellejislador tan inconcebible
idea.
Me permitiré agregar clos solas observaci?nes para con-
cluir. Es la primera que, como ya 10 he dicho en otra vez,
no hai lei escrita ni práctica que autorice al cabildo para
destituir sin causa. Ahora bien, par el artículo 133 de b lei
del Réjimen Interior, solo se permite alas cabildos lIentr a

efecto aqueHos acuerdos que son estrictamente, conformes a


In letra de una lei, a no ser que el intendente a el goberna-
'
.

dorIes preste su aprobacion; i en el caso presente, léjos de


haber habido aprobacion, ha habiclo una prohibicion espre-
sa i terminante par parte clel intendente.
La segunda observacion es que cuando se defiende la con-
clucta del cabildo de Santiago, no se trata de ensanchar
las facultacles de las municipalidades. Si este es el objeto
que se proponen, ~por qué no se ha presentado un proyecto
de lei para dar a ]os cabildos el derecho de clestituir a ]os

procuradores de ciudad? El tiempo que se ha perdido en la


interpelacion habria sido suficiente para c1 cxámen i discu-
-
250 -

sion del proyecto, i para ocuparse en otros muchos asuntos


de indisputable preferencia para el pais. Pero la verdad es
que solo se quiere justificar un hecho ya consumado, 'legali-
zar un acto de desobediencia e insurreccion que ojalá no en-
cuentre imitadores.
La reprQbacion de la conducta del ejecutivo se intenta
haeerla t;eeaer no solo sobre el Ministro del Interior que
autoriz6 el decreto, sino tambien sobre el Presidente de la
Rcpública, cuya firma aparece estampada al pié de csc mis-
mo decreto. Hai ánimo, sin c1uda, de que e1 Presidente se
c1esdiga de aquel acto, se arrepienta, i venga humillado a

prosternarse ante un mero aeuerdo de la Cámara. ~n nl1lO


se invocan para apoyar este aeto prácticas propias de los
paises monárquicos. En ell os el rei no tiene responsabili-
dad, ella reside enteral11ente en los l11inistros; i entre noso-
tros la misma responsabilidaclliga al Presidente que a los
secrdarios del despacho. Si Sc confunr1e todo, sino se respe-

ta la independeneia de los poderes, respétese por 10 ménos

la dignic1acl de las personas, la c1ignic1ac1 de hombre que


nac1ie puec1e abandonar.
Debo c1ecirlo cón franqueza, yo por su espíritu traduzco
la última parte del acuerdo en cstos términos: el Presidente
de la Repúbliea ha infrinjic10 la lei, las municipalidac1cs no
Ie deb en ni aun los menores actos de c1eferencia 0 consicle-
racion, no están obligaclas a obedeeerle en caso alguno, i
dcben resistir con hechos a sus mandatos. He aquí orga-
nizac1a la revolucion i la anarquía, i atraidas todas sus
conseeuencias funestas sobre cste pais que ha sido durante
largos años en In Al11érica del Sur quizá In (mica feliz eseep- .

cion de las ren1eltas i el desórden.


.

DESAFUERO
DE LOS D1 PUTADOS-MUNICIPALES
ACUSACION AL MINISTRO DEL INTERIOR

(:i~siulI~s de la Cámara de Diputados de 12 i de 15 d~ Ocluùre de (849)

Las poem: palabras que eI sl'ñor lVIontt prol1unció soIJre csos


dos asuntos' esplican algunas incidencias de la sesion en que se
trató el negocio del procurador de ciudad.
Pedido por el ajente fiseal el desafuero de los diputados que
como municipales hahian desohedecido el decreto suprem:o de :.n
de Agosto, don Bruno Larrain hizo indicacion para desechar Ia
solicitud porque c~n ella se vol via a una cuestion ya resuelta por
la C1ímara a favor de los acusados, i ademas, odiosa i de partido,
prometiéndose él opinar del mismo modo cuando se tra tase de la
acusacion entahlada contra el Ministro del Interior.
La Cámara acordó por 26 votos contra 11 resolver el asnllto
en votacion públK:ai i en seguida, por el mismo número (Ie votos,
no dar lugar al desatUero.
En In sesion siguiente pidió don Federico Errázuriz, fundac10 en
Ias mismas consideraciones del serlOr Larrain, que se diese por reti.
rada la acusacion que él i los demas diputados-municipales tenian
.

presentada contra el Ministro del Interior, aUllque Ia hahian hecho


"'con entera conciencia."
EI s<:i1or Montt rechazó retiro liso i Ilano de -Ia acusacioTl; i
cl

en cuanto a la votacion del dia 24 reconlada, por los sei10res


Larrain i ErriÍzuriz, observó qne para apreciar su significado no
debia olvidarse qne hahian tomado parte en ella 10s diputados-
lllunicipales i sus parientes inmediatos.
E1 asunto quec1ô para segunda discusion; p<:ro no volvió a ser
.

tratac10 por Ia Cámara.


-

252 -

EL SEÑOR MO:-lTT. Considerar i discutir la indicacion que


se ha hecho seria entrar en el fondo de la cuestion sin ha-
berse anticipado la discusion de est a materia, i sin haberse
.

puesto previamente en tabla. Me abstendré, pOl' consiguien-


te, de mirar la indicacion b8jO este punto de vista; pero re-
cordaré a la Cámara un hecho importante. .

Cuando se tom6 el acuerdo a que ha aludido el señor


diputado Larrain, se dijo: la Cámara no resue1ve en esto un
asunto particular sino un asunto jeneral. EI acucrdo, pues,
.

no afecta particularmente a los señores diputados-munici-


pales que atropellaron la disposicion suprema; ellos mismos
sostuvieron ésto, i el señor vice-prcsidente, con la conciencia
-
-

tranquila, dijo que debian votar 10s diputados que habian


tomado parte en el acuerdo de la municipalidac1..
Hago esta observacion i traigo ala mcmoria cste hecho
pOl' 10 que se
pueda ofrecer cn este asunto. No quiero que se
promueva nuevamente una àiscusion odiosa sobre él, pero
la Cál11ara debe tener preßente que una c1isposicion de su
reglal11ento l11anc1a que todo aeuenlo particular pase a co-
l11ision. Este reglamento cOl11prende las f6rl11ulas que la
Cál11ara misma ha aprobado para rejirse en sus discnsio-
.

nes. Si puede desentenderse de sus disposiciones en algunos


casos, no es este precisamente el caso en que deba hacerlo.
Es verc1ad que la Cámara puede alterarlo pOl' el hecho de
ser ella quien 10 ha sancionado, pero nunca sin precedeI'
ciertas fonnalidades.
~Por qué no se pasa el asnnto a comision, i oido que sea
el dictámen de ella, se rechaza 0 aprueba, obsenÚndose las
f6rmulas prescritas? Hoi infrinjimos el reglamento en una
materia no tan capital. pero con este ejemplo poc1emos
máñana hacer mismo en otnt de mayor graved ad i de
10

mayores consecuencias. La Cámara debe dar el ejcl11plo del


respeto a sus resoluciones.
Repito pOl' segunda vez que no es mi ánimo cntrar en cl
-
253 -

fonrJo de Ia cuestion, ni deseo que se trate este asunto; pero


10 que se quiere hacer ahora, puede hacerse despues de haber
C11l11p1ido con el reg1amento.

EL SEÑOR MONTT. lSe va a votar así nomina1mente? La


votacion debe ser privada.
EI. LlIU. (Presidente de la Cámara) No 10 habia ad ver-
SEÑOR

tido, tiene razon su señoria; Ia votacion debe ser secreta.


EI. SEÑOR LARUAIN. A mí me parece que no es personal el asunto.
La indicacion que he hecho la he fundado en la dignidad ùe la
Cámara, en cl respeto con que se deben miraI' sus resolucioncs, en
la ncccsidad de arrojar a un lado este asunto, motivo de tantas
aIarmas c irritacion.
EL SEÑOR LASTARRIA. Un artícuIo del regIamento dispone que
principiada una votacion no puedc interrul11pirse.
EL SEÑor{ MONTT. Creo que puede i dehe interrumpirse
una votacion cuando se }1a principiado ilega1mente.
EI asunto es enteramente personal como 10 ha reconocido
el mismo señor Presidente al decir que la votacion debe ser
secreta. Si por equivocacion se ha principiado a votar 11n
.

asunto de un modo contrario a 10 que disponeel reglamen-


to, lpor qué no se ha de poder interrumpir la votacion pnra
]wcerla Iegalmente? EI articulo del reglamento que dispone
que una vez principiada una votacion no pueda interrum-
pirse, ltiene mas fuerza que el que dispone que esta clase de
votaciones se hagan secretas? lPor observar un artículo se .

viola otro?
EI aS11nto es de interes personal porque en él se trata de
queta Cámara apruebe 0 deseche una indicacion para que
se somcta a juicioalgunos miembros de eJla. Si esto no
a

afecta a tas personas, confìeso que no sé qué pueda Jlal11arse


personal. EI señor diputado que se opone a que la votacion
sea secreta, puede tener motivos para eHo, yo no quiem
entrar a examinarlos. La cuestion afecta a ciertos indivi-
duos de la Cámara, i para cuestiones de esta clase ha esta-
.hlecido ct reg1amento votacion secreta.

.
-
254 -

C0110ZCO que el resultado será elmismo, perf) q l11cro que


.

se cUl11pla con el reglamcnto.

EL NloNTT. La acusacion estå sometida


SEÑOR a
una
comision, la cual110 ha informarlo lwsta ahora.
Me p.arece mas prudente esperar el in forme, i en \'ista de
é], pucde considerarse la proposicion que se acaha de hacer

para retirar la acus3eion.


La manera como se ha propuesto elretirarla la agra-
va mas. La acusacio11 alMinistro se ha h('cho por haber
atropellado las leyes; se diee que 1a C{LInara ha declarado
esto mis1110, i que los testimonios repetidos de la Cámara
SOI1 una condenacion espresa de ht con(lucta del MinÍstro.

Ai10ra se propone retirar ]a acusacion, c:qué quiere decir


ésto? ~8e quiere acaso perdonar, conceder un fÜvor?
.

La ÇÚmara al tratar e5ta. materia, dehe considerar que


no está aquí para concedcr perdoncs inmerccidos, sino
para hacer justicia. 8i hai <:onciencia, pues, de que elGobier-
no ha cometido un H\'ance, que ha incurrido en un verdade-
ro c1elito, ~por qué no se persigue ese delito? ~Por qué no se
hace efeetiva la responsabilidad de los que 10 cometieron?
Al contra rio, si existe un convencimiento de que cn la con-
ducta del Gobiemo 110 ha habido av~plCC de ninguna espe-
cie i de que no ha dado motivo para tal acusacion, enhora-

huena retírese i quede eoncluido el aSt1nto. Pero por la


11wn~ra, repito, como cstá concchida la propuesta de reii-

rar la acusaeion, pm"ece que no es sino un acto (Ie piedad


10 que no puede ser sino un acto de estrieta justieia.

Yo no quiero entrar a ocuparme en algunas consideracio-


nes que se han hecho presentes en la Cámara, pero Ie re-
corclaré sí que tenga presente eU{\I1tos votos hubo en el
acucri!o a que sc ha aluc1ido. Rec1.1érclese que en ese Hcuer-

.
-
255 -

do yotarOl1 Ios mismos intcresac10s cn el asunto de Ia mu-


nicipaIic1ad; quítense Ios votos de éstos ide sus parientes,
i yeremos si Ia Cámara acordó 0 no acorcló que Ia munici-

palic1ad habia ohmdo bien.


.

.
PROYECTO DE LEI
SOBRE INSTRUCCION PRIMARIA
PRESENTADO POR DON MANUEL MONTT
.

(Sesion de la Cámnra de DifJutndos de 15 de Octubre de 1849)

El señor Montt habia encargaclo preparar un proyccto sabre


instrl1ccion primaria a don Domingo P. Sarmicn to CJue acahaba de
esturliar 1a administracion de ese ra1110 en su reciente vinje a Eu-
ropa i Estados Unidos, del cual fué resultado su lihro De la BrllI-
cacÍon Popular. Santiago. 1849.
Ese proyecto, modificado en eiertos detalles pOl' don Miguel
de la Barra i don Antonio Varas, ]0 presentó el señor Mantt a
la Ciimara haciéndolo preceder de una espasician en que resumi6
105 antecedentes CJue se hahian considerado para formularlo.

La 1nstruccion pr1mar1a ha Hamado con sobrado funda-


.
mento la atenc10n de la Cámara desde sus pr1meras sesio-
nes. En paises rejidos pOl' 1nstituciones repuhlicanas, en
donde todos 10s micmbros son lla;mados a trabajar en el
bien comun, 1 a tomar una parte mas 0 ménos 1mportante
en los negocios pílblicos, el primer deber de los encargados
de rejirlos, es preparar a 10s' ciudadanos para que llenen
sus funciones, 11ustrando su 1ntelijencia, i desanollando en
su corazon 10s princ1pios de moralidad j de v1rtud. Aun
cuando se prescindiera de esa considerac1on poderosa, bas-
taria reflecc10nar que el mayor bien social para el mayor
número de individuos, no puede lograrse sin una instruc-
cion primaria competente, que almismo tiempo que ilustre
-
257 -

i perfeccione cl juicio, despiertc la actividad i habilite


para
sacar partido de nuestros recursos person ales i mejorar
.
nuestra condicion con un trabajo intelijente: una instruc-
~ion que, dirijida a reforzar el scntimiento relijioso, a gra-
bar cn corazon los deberes de una conducta moral i vir-
el

tuosa, disminuya i prevcnga los dc1itos, i haga que un


espíritu mas fraternal i justa presida alas relaciones de los
miembros de la soeiedad.
Objcto de tan aIta importancia ha exitado como era na-
tural el celo de las autoridac1es. Es[uerzos constantes i re-
petidos se han hecho pOl' estenc1er i mcjorar la instruc.cion
primaria, pero están mui léjos de llenar las nccesidades que
a este respecto se sienten. Scgun los datos suministrac10s

par el distinguido rector de la Universidad en la memoria


prcsentada a la scsion solcmnc del año antcrior, en la pro-
vincia c1e Chiloé recihen instruccion primaria uno entre
diezisiete individuos, en Valparaiso uno entre veintiocho, en
.

San tiago uno cn trein tn i tres, en Valdivia uno en treinta i


oclIo, en Atacama uno en cuarenta, en Talca uno en cin-
cuenta i tres, en Coquimbo uno par cincuenta, en Aconcagua
uno par setenta, en cl Ñuhle uno pOl' sesenta i sicte, en Con-
cepcion uno pOl' sctenta i cinco, en Maule uno pOl' noventa
i seis, i finalmente en Colchagua, que a este respecto está
.

colocada en la última línea, uno par ciento cincucnta. EI


número de habitantes en estado de concan-ir alas cscueias
dcbe calcularse en un quinto c1e la pohlacion, i bien se vc pOl'
'los datos de que acaba de hacer mérito, euan inmcnsa-
se

mcnte distamos de proporcionar instruccion siquiera a una


parte bastante con sid crable de los individuos que se ha11an
en aptitud de recibirla.
Sorprendcnte es cste rcsultado; pero aun 10 es mas la no-
table, desproporcion entre'tas personas de uno i otro sexo.
Par seis hombres que eoneurren alas escuelas establccidas
solo po(lr{l contarsc como término mcdia una mujcr.
18
- 258 -
'

;.1 cuåntos de 10s individuos que las frecuentan aprenden

siquiera 10s primeros rudimentos que en el1a se enseñan? La


:f!eglijcneia de 10s padres, la falta de una buena organizaeion
.de los establccimicntos, la poca idoneidad de 10s maestros,
.i c1
otras eausas anÚlogas hacen que en corto número de
educandossea toc1avia 111ui l~educic1o c1 de 10s que sacan pro-
veeho de la enseñanza limitada e imperfecta que se les da.
Situaeion tan poco Iisonjera reclama imperiosamcnte me-
.c1idas mas efìcaces que las que hasta ahont se han tomac1o,

,medic1as que al mismo tiempo que proporcionen rccursos

para hae~r la enseñanza tan jencral eual conviene, la en-


sanehen i la organiccn de 111anera que pueda dárscle el im-
pulso que neecsita. Tal cs d objcto que mc hc propuesto cn
el proyecto clue pOl' eneargo c1e la CÚmara tengo ahora el

. honor de prescntar.
Enel primcr artículo se reconoce el derceho que todos 10s
que se les dé la instrueeion
hahitantes del Estac10 tienen a

primaria, indispensable para el ejcrcicio de 10s dcrechos i c1


.eumplimicnto de los dchcres que como hombres i como indi-
viduos de una soeiec1adles eorresponde. EI dereeho a Ia ins-
. truccion eompetel1te reposa en los l.nis1110s fU11<lamentos que
el que tiel1e el
eiudadano para que se Ie proteja en su pen;o-
na i propiedad, para que se Ie aùminístre justicia en sus
contienc1as, para ,que sé Ie asegure Ia libre publicacion de
sus pensamientos, i allado de eHos ha sic10 consignado ya
,
en las eartas eonstitueionales ~dealgunos pueblos de Euro-
.

i habremos eonsig-
pa. ReconozcÚmosIo nosotros tam bien
nado en Ia lei un principio fecundo en biencs para Ia l~ep(!-
hlica.
EI cIerecho ala instrueeion impone al Estado c1
deber de
toc1os los que se hallcn en aptitud c1e
.
proporcionarla a reci-
birla, cstableciendo eseuclas en' númer? sufìcicnte. Amhos
sexos 111erecen igual ateneion.La preferencia que se ha (lado
a los hombres, si cn In prÚcticn ha ùcbido clisculparse por
-
259 -

Ias mayorcs dificnltades que se presentan para crear escue-


Ias de mujcres, se'ria en la lei una injusticía que pri varia a la
mitad de los habitantes del Estado de las ventajas de ]a
instruccion, i prccisamentc ala mitad que tiene a su cargo
Ia formacion del contzon i de la intelijencia en la época de la
vida en mas se graban los en-orcs 0 vcrdac1cs que se
CJuc

inculcan hasta decidir con frccuencÎa de la snerte del inc1i-


vic1uo.
Pero es mencster quc la lci no sc contente cO!1lostérmi!1os
iencrales de escuclas en nÍ1mcro suficicntc, cs prcciso quc fijc
ese nÍ1mero, i que almismo tiempo detcrmineelmínimum de

la instruccion quc deba <larse. P~ra lienal' la Í1ltima condi-


cion, eI proyecto señaln los ramos que han de enscñarse cn
toch escuela elemental, i a fin de cl1sanchar]a instruccion en
toc1os los puntos cn que sca posihk, prescribc cI cstahlcci~
micnto dc escueIas superiores en las cabcceras de dcparta-
mento.
En ónlen al n(tmero dc escuclas, el proyecto manda csta-
blccer cn todas las pohlaciones una dc hombres i ob-a de
mujercs por cada dos mil hahitnntes. Los datos quc me
han scrvido para fijar esta proporeion son 105 siguientes.
En Francia de cinco hahitantes uno sc halla cn estado de
eoncunir a la cscucla; enPrusia uno de seis, i en Massa-
chussetts, en (lonc1e la asistencia a ]a eseuela principia alas
.

euatro años i sc esticnc1c hasta los c1iez i scis, dos en siete


lwbitantcs. Segun ]a Bstndísticll del1\1:1l11c \ los niños de
seis a catorce años cstrln ell la proporcioll de uno a
eua-
tro con cl resto de la. pohlaeion. Tomando por base estos
resultados, a fal ta de antecedentes mas seguros, puec1e sen-

Esll1dislica de III RcpÚblicl1 de Cliile, l'1'<llIil/cia del iJ/l1ulc. 5(/11/11/,1[(>.1845.


1.

Trahajo Illlli estiIllable dcbid.. al intcndcnte (k esta provincia don Jose i\li-
gllel BasclI1Ìan, i al jllez letrado i a.~rimen>(Jf" de la II,ixmH, dOll Jose Migud
Barriga. Ilabíase propllex(o vI gouicrno formal' In cstadística jClleral del
pais pOl' mediu de comisiollcs de vecillos presididas pOl' los intcndentes;
pero no Ilegó It publicarse mas que ]a parte rcfercnte a aquella pro\'jncia.

.
-
260 -

tarse con bastante aproximacion que en toda la República


los niños de seis a eatoree años form an el quinto de la po-
blacion, la que compuesta de miUon i medio de habitantes,
darå treseientos mil niños de uno i otm sexo en estado de
educarse. Con arreglo estos cá1culos, dos mil habitantes
a

darán euatroeientos niños, i aunqne para este número se


presenten desde luego como insuficientes dos cseuelas, no
sucederá así en la práctica hasta pasados algunos años.
Una parte no reducida de los niños reeibirÚ la instruccion
primaria en establecimicntos privados, otros en sns pmpias
casas, i final mente, muchos serán los que dejen de asistir,
porque no hai jcneralmcnte en 10s padres el interes bastante
para preferir la instrueeion de sus hijos a 1a mezquina uti-
lidad que de su trabajo personal ohtienen. Tomadas en
cuenta estas cireunstancias, i c1 tiempo que trascunir{t
.
para que se venzan las dificultadcs que se han de eneontrar
para la jeneral asisteneia de los niños, hai sobrada razon
para tener ahora como suficientes dos escuelas por
pOl'
eada dos mil habitantes.
Es, por ob-a parte, mui convel1iente reducir cuanto sea
posible el gravÚmen qne la consel:vacion de las escuelas im-
pone alas diversas 10calidadcs para no embarazar la ejecu-
cion de la lei. Cuando la asistcncia. a las escuelas píJ1J1icas
vaya haciéndose mas jeneral, la ereacion de segunclos maes-
tros i ayudantcs las hará bastai.'a mayor riúmero de niños;
i cuando llegue c1 easo de que alas estab1ccidas
concurran
easi todos los que la poblacion presenta, la necesidad de
nuevas cscuelas apareccrá de manifiesto, i c1
interes porIa
instruceion, que es de suponer entÔnces en los. vccinos, aUa-
narå las dificultades que la creaeion de nuevas escuc1as pu-
diese presentar.

Enlas villas i aldcas quc no tuvieren dos mil habitantcs,


i en que no fuese posible costear consb.n temcnte
una escnc-
In para 111ujeres i otm pam hombres, sc cxijc, por 10 ménos,
- 2~r -

que mantengan en ejercicio pOI' un ticmpo que no bEÙe de


Se

cinco meses en caela año. Las escuelas temporales, si no tan


eficaces como las permanentes, so'n, sin embargo, de Üna uti-
1idad notoria. Ðedúzcase la inHsistencia que a las est able- .

cidas hai en e1 dia por abandono, apatía i cien pretestos fd-


vol os, i se verá que ordinariamente no funcionan un tiempo
mayol". Se aprovecha, sin embargo, en eHas, i se l"ecojeria
mayor fruto sin la influencia de causas de diverso jénero.
Esta práctica de escnelas temporales se halla estab1cçida
con l11ui buen éxito en los Estados Unidos i en varios pue-
blos de Europa.
Estas escuelas seriall, sobre todo, vcntajosas para 10s
can?pos, en d011l1e 10 disel11inado de la pohlacion, i la poca
Fortuna de los vecinos hacen casi imposible la creacion de
escuclas pcrmanentes para niños de uno i otro sexo. ElIas .

se avendrian tambien mcjor con la l1aturaleza de Ias ocupa-


cioncs de Ios vecinos, dejándolcs li.bres a s~s hijos durante
la época en que han mel1ester de su ausilio cn sus trabajos.
En las escuelas de lugat'ejos de campo, de aldeas i aun de

villas, nota jeneralmente que desde fines de Diciembre a


se

Mayo se reduce a una quinta 0 sesta parte, i aun l11énos,


el'número de niños que asisten çonstantemente en c1 resto
del año. Una escueIa tcmporal para estos lugares, se aeo-
modaria mejor alas nccesidades de In jente pobre, i podria
contar con una asistencia constante durante seis l11eses, i
sacarse de ella UII fHtrtido en favor dcl aprovcchamiento de
los niños que no se a1cal1í:a en las escuelas penllanenies su-
jetas interrupciones e'inasistencias inevitables. En mu-
a

chos lugares quizá serin posih1e que durante seis meses Ia


escuela sirviese para homhres i durante los otros seis para
mujeres. En las épocas en que Ios padres necesitan del ausi-.
lio de sus hijos para sus trabajos de campo, no neccsitan
igualmcnte del dc las hijas. De csta mancra seria tambien
ménos gnl\'osa la educacion, puesto que a' un tiel11po 110 sc
-
262 -

Ie privaria a un padre del servieio de todos sus hijos, ni se


Ie preeisaria haecr para todos los pcquei'íos gastos que
a

son indispensahles en la asistencia ala eseuela. Podria tam-


.
bien reducirse el impuesto que indtHlablcmente ha de esta-
bleeersepara costear en cwla localidacl la instruecion pri-
maria, 10 que por eierto cs una ycnbja de importancia.
Poco se avanzaria crean(lo cscuelas, si no sc formascn ,

tam bien 10s 111aest.1"OS a Cjuicnes han de eneargarsc. La me-


jora que lIa rceihiclo ]a instruccicjn Pl'imaria cntrc nosotros
dcsc1e lJuela Escuela Normal ha poc1ido proporeionar maes-
tros, me cseusa de akgar r<lzones CI1 ~IPOYO del artículo del
proyeeto que exije que Iwya cscuclas normales para prceep-
tores i preeeptoras. La formaeiol1 de esblS (1!til11<1s prcscnta
difieultades espeeia~es; peru que es preeiso Yeneer. Quizá
haya 11ecesic1ad de el1sayos parcinles para l1egar a aeerbr
en clmodo cL csblJ1cccr una Esctlc1a Norma] de esta clase;
.

miéntras t'lnto d(~ben por 10 ménos tomarsc mcc1idas para


que reeiban una edw.:aeion compet<.:nte las que sc destinen a

preeeptora~. En este scntido se ha concebido eI art.ículo del


proyecto que se rehen: a este punta.
La 1ib.:rtad de la el1sei'íanza 110 stlstrae ahsolutamente
Ias eseL1elas pnrticularcs a la accion de b autorida(l. Ensé-
ñense Jos ntmos que se quiera i par 10s métodos que se quie-

ra, pero hiígas~ todo lIe manera que ni la salud ni la mora-


lidacl de los nii'íos snfra detril11cnL0. E1 c1erecho de inspee-
eionar 110 será sin influencÎa en In cnsefíama. EJ jnieio de
fnneionarios eompdentes, ~)11
censura, lwrftn abandonar
111étodos vieiosos 0 malas prÚcticas.
~Cómo debe proveersc a 10s cuantiosos gastos que el es.
tahlecimiento 1 conservacion de eseuelas cn número sufi-
ciente para las neeesirlades del Estac10 exijen? Esta es In
enestionmas grave que la materia presenta. El proyccto
haec pesar sabre c] Estado los gastos de inspeccioll i for-
macion de maestros i los premios i jubilaciones; i sobre
-
263 -

cada departamento los que exije el sostenimiento de 1m,

eseuelas superiores i eIcmentales que Ie correspondan. EI .

Estado, a quien 1a lei confiere la direccion jeneral de la ins-


truceion primaria, debe tener bajo su il1mediata depel1clel1-
cia a los inspectol'es que han de haeerla efediva. Las eseue-
las normaIcs satisCacen una 11eeesic1ac1 jeneral, 110 local, i al
Estado eol'respondia costearlas. Pero las escuelas superio-
rcs i elementales sin'en a eiertas 10calidadcs detel'minadas,
i aU11Cjue como clcstinadas a lIcnal' 11na nccesidad pública,

bicn pmlieran ser 'costeadas can rondos nacionales, conside-


1'0 preferible que su sostenimiento pcse sabre 10s vecinos (lue
.

inmccliatamcnte gozan de StIS vcntajits.


EI tcsoro nacional con sus rCC11rsos onlinarios no ptIcde
haecI' 10s gastos que las cscuclas supcrion's i elcmenta1es de
to(Ja la Hepúb1ica dcma\1(lan. 1..0 mismo debe deeirse de las
municipa1idades. Para costear ]a instruccion i satisCaeer ]n
. urjcntc nccesidad de estcnderla i mejorar]a es indispensa-
ble un impuesto cspecia1. Si se cstablece eomo fiscal, scrá

mas onerÖso i por consiguiente méllos aceptable para el


pueblo. Los gastos de recaudacion en comun i de distribu-
cion entre las di\'ersas loea1idades impol'tarian un gravá-
men adicional a] contribuyente, ta]vez de 11n trcinta pOl'
ciento. Un impuesto municipal, 0 pOl' ]ocalidades, Cuera de;
no exijir esos gastos inútiles, tend ria Ia vel1taja de 'exitar'
mas c1 interes de ]os veeinos, pucsto que dlos ]ogran inme~,
diatamente 1a utilidacl i provecho, i sicndo invertiâo bajo-
su inspeccion, cllos tC11<lrian oportunidad de ~elar e influir'

para que la distribucion fuese mas aeertada. Un impucsto;


de esta c]ase puede proporeionatse mejor a ]as vcrdaderas
l1ecesidades que en órden a la instruceion primaria presen~.
tase cada departamento, se presta fácilmente una ejeeu-'a

cion gradual i sucesiva en las diversas provincias, i per-


mite ir vcnciendo j)or partes !as dificultades que In p]antca-
cion del proyedo no pucdc ménos que ofrecer.
-
264 -

EI proyecto toma pOl' base para 1a contribucion la que


ha fijado.1a Constitucion, esto es, los haberes de caela indi- ,

viduo. Se obliga a contribuir a todos los vccinos del depar-


mento, sean nacionales 0 estranjeros domieiliados, eseep-
tuando, como era del caso, a los que no gocen de cierto
grado de fortuna, 0 que dehcn reputarseeomo miembros de
otm familia que eontribuye.
La cantidad que ha de imponerse, se detcnÙina atendidos
los gastos que en cada departamento exijan la dotacion
de los ma'estros i el sostenimicnto de las cscuelas superiores
i elementalcs que deba mantener en ejercicio. F~rmado el

presupuesto porIa 111unicipalidad respectiva, se dispone que


se cleve de la Repúhlica para que este cuide de
al Presidcnte
una manera especial de que se cumpla la lei, i de que no sean
111ui reducidas las dotaciones que se asigncn a los precep-

tores. .

Para determinar lacantidad con que cada inclividuo debe


contribuir, la municipalidad dividirá el departamento en
distritos especiales, i nomhrará en cada uno de ellos comi-
siones de vecinos que fijen la renta de cada individuo del
distrito, proveniente ya del ejcrcicio de su profesion 0 indus-
tria, ya de sus hienes 111ueb1es 0 capitales en circulacion, ya
de sus propiedades raices situadas en el mismo departa-

mento. Las comisiones obrando cn distritos de corta esten-


sion, harán apreciaciolles discrecionales i prudentes, guiadas
pOl' sus propios conocimientos i pOl' los informes que debe-
rán tomar. "IIecha la apreciacion, se notificará a los veci-
110S para que si 10 creyeren justo, reclamen contra ella ante

la. municipalidad, quien resolverá los rcclamos definitiva-


mente i sin ulterior recurso.
.

Las listas de todo el departamento dan cl capital impo-


llÎble, i el presupl1csto la suma de 103 gastos, de manera que
.
las funciones del cuerpo municipal vienen a quedar reduci-
"'- 265
-

das determinar el cuanto pOl' ciento debc pagar el depal'-


a

menta i par consiguientc cada individuo.


Entre 10s diversos sistemas seguidos en otros paises a

que pueden adoptarse entre nosotros, ninguno me pareee


preferible' al presente. .E1 es equitativo en su distribueion,
espedito i hasta cierto punto fácil en sus aplicaciones, eeo-
nómico cn su recaudacion, i e1 mas eficaz quizá en sus resul-
tados.
Los inconvenientes de falta de reglas para que las comi-
siones hagan el avalúo de la renta de caela individuo, son
mcnorcs de 10 que a primera vista aparecen. La certidum-
bre que tendrÚ la comision de que ella ha de ser juzgada cn
el año siguientc pOl' 10s mismos quc juzga en aquella vez, el
cuic1ado que dcbe haber de eonferir este cargo a las personas

mas dignas de confianza pOl' su probidad, i principalmente,


Ia facultad del cucrpo municipal para revisal', correjir a
enmcndar, alejan cuanto prudentemente puede desearse, las
pro babilidades de injusticia a en"ores trasccndentales. ~CuáI
de las contribuciones estab1ccic1as pudicra sostener bajo es-
te punta de vista una comparacion ventajosa can Ia pro-
pucsta cn e1 proyccto? El diezmo i eI catastro que solo gra-
van a una especie de propiedad, la alcabala, el papel sellado
i el estanco, defectuosos pOl' principios anÚlogos, están mui
léjos de sostener victoriosamente semejante prueba. La mis-
mo c1ebe decirse de Ia contribucion de serenos, alumbrac10 i
demas c1enominadas lll1.1nicipales. Es preciso resignarse a

10'S inconvenientes anexos a toc1as Ias obras humanas, espe-


cialmente cuanc10 sc trata c1e satisfacer una gran nccesidad
i de cumpIir uno de Ios deberes primordiales de la socicdad.
Sicmpre se opondrá resistencia a todo nuevo gravámen,
cualquiera que sea cI objeto a quc se aplicjue su producto.
Pero ~seria este nn func1amento bastante para renunciar a
Ia cspcranza de vcr organizada entre nosotros Ia instruccion
prinìaria, i para c1escntendcrnos de Ia impcriosa obligacion
-
266 -

de estenderla i difundirla todos los habitantcsdel Estado?


a

La manera en que se ejeeute la lei i Ia con veniencia inmc-


diata que encontrarán en e1la Ios mismos contribuyentes,
debilitadln poderosamente est a resisteneia, que el trascurso
del tiempo vendrá al fin a dcstruir. Lo aconteeido' con la
contrib1.1eion de serenos i aI1.1mbrado eorrobora Ia exactitud
de esta ded1.1eeion.
EI impuesto para esq~e]as tiene en sí peculiaridar1cs que 10
harán mas aecptable que cU<llquiera otm. E1 serÚmui mode-
rado ell 5U cHota, i su pago para el mayor mímero se con-
ycrtirii cn un vcn1adcro <lhorro de gastos. Un padre, pOl'
rcducitb que sea s1.1 Ül111ilia, gastará bajo el sistema actual
ell pruporcionar instruccion prilllaria a SLIS hijos mayor
suma que Ie eabrÚ satisj~lecr por eI nuc\'o impucsto. Por
Í1ltimo, si cada distrito IIcga a eotizarsc, iainvertirencierta
. . . .
,

r::1~nera por S1 1111smoe1"ogncloncs cn su proplO e 111me-


S1.1S

diato provecho, como el proyecto pCr111ita que p1.1eda h<1cerIo,


1a 1'esistencia desapa1'cecrá del todo. E1 mantenimiento de
]a cscueIa no tCI1(lria en este caso otro nspecto que d de una
.

de aqucllas operacioncs, que en la industria se emprenden i


eonservan para utilidad i a cspensas de los socios.
El esta blccimicn to de 1a escuc1a 1 su 1'en ta [orman 1a mate.
ria de los dos primeros títulos dd proyecto: los dos siguien-
tes están dcstiitados a 10s preceptores i ala inspeccion.
E1 proyecto reeonoce el principia de que eualquiera ])uede
ejercer las funciones de institutor ])1"Imario con tal que no
tenga malas costumbres ni ninguna de aql1ellas inhabilidn-
des que señaln In lei. Queda, pues, salvada la libertad de 1a
em;eñanza sin Ins trabas de exámencs, comprobaeion de
aptitudes i toc1as aql1cllas otras formalidac1cs embarazosas
i mo1cstns, que no son ménos soberanamente injustas apli-

cadas nl ejcreicio de estc dereeho, que 10 serian impuestas a


Ia enseñanza de la mÍ1sica, del canto, de Ia pinturn, 0 algul1 .

ra1110 de industria. ~Cuántosit1divirluos no renuncian n una


.

- 267 -

vocacion venladera i dccidida por no SOl11ctcrse a trál11ites.i


procel1imiclltos siemprc repe1cntes? \

Si para abrir ullaescueb particularbastajustificarbuenas

costul11bres, para servir una cscHela pública, se requicre.


ademas dar prucbas de tener las aptitudes eompetentes. El
que sirve una escuela dotada con rondos nacioi1a1es 0 111uni-
cipalcs, dcscmpcña un cargo público, i la autoridad a quicri
correspomla nombrar d preceptor, dcbe haccrlo ell persona
cLlya iclol1eidad haya sido prcviamente calificada. Un diplo-
ma dc jJl'eceptor ohLcnido en una cscuela norma], un cerLili-
caelo de haber estu<li~ldo con provccho cn tin cstablecimien-
to púbJico dc e(1ucacion Ius nl1110S que hayan de enseñarse
en Ia escue1a, 0 In aprobacion 0 ccrtifìcado espcdido dcs-
pues de un exámen de preceptor por un:l comisioll de pcrso-
nas intelijentes nòmbraùa para cstc fill, son los medios que
c1 proye~tó
señaIa para asegurarse de bs aptitudes del
preceptor.
La cOÌ1dicion del
instibltor primario está abatida, no obs-
tante que ha tonwdo una importancia cOl1JparativamenLe
grai1de desde la creaciun de la escucla normal, que tan hue-
nos preecptorcs ha daclo ya. Para realzarJa revistiéncJola
de la dignic1ad compatible con la modesta esfera cn que e1

preceptor debc vivir, i para hacerJa mas apetecibJc, se esta-


b1ccen en su fit vor algunas prerroga ti vas i premios. All ueHas
i éstos, sin imponer gravámen notable a la socieclad, servi-

rán para con vertir la enseñanza primaria en una profesion


.

h011r05a a Ia que el venladero l1Jéritn no d.esdeñarfl con-


sagrarse.
La inspeccion de Ias cscuelas eS el complcmento Í1eccsario
de 1a lei, i sin e]lo. todas sus prescripciones serian cstériles e
infructuosas. Para velar sobre ]as escuel'as, dirijirlas con
acierto, promover sus mcjoras i hacerlas marchar siempre
ei1progreso, se necesita una cOl11petencia especial. La peda-
gojía es una vcnladero. ciencia con sus reglas i principios
.
-
268 -

solo bien conocidos por los que de ella hace11 una profcsio11.
La falta de esta compctencia es la causa del pocofruto reco.
jido del cdo de algunas autoridadcs que han prestado aeste
.

ramo una séria atencion.


La inspeccion, de la 111anera establecida en el proyecto i

con un centro pone en eontacio, por decirlo así, la


C0111un,

enseñanza primaria de toda In RepÚblica. Ella Ie dará la


unidad conveniente sin escluir las diversas formas que la
c1
índole 0 talento de cada individuo Ie sujiera. La observa-
.

cion, 1a csperiencia adquirida cn Ul1 punto de 1a RepÚhIica


setrasmitirÚ de un modo f{leil a 10s otros, i el proveeho será
pronto i seguro. La mútua eOl11unicacioll de bucnas idcas es
ventajosa en todo, pero especialmente entre las personas
destinadas la enscnanza.
a

Hai otra funcion importante que los inspectores puedcn


ùesempeñar: tnl es la de propagar el fluido vacuno en In.
Rl:pÚhlica. La misma moviliùad a que Ius ubliga ]a 11atu-
raleza de su empleo, i 1a supcrioridad de conocimientos que
debe suponersc en ellos respccto de 10s vacunadores el11plea-
dos en el din, haránIa propagacion de este útil prescrvativo
tan estensa como sc necesita. Los maestros de cscuelas ini-
ciados en cste eonocimiento, i cuic1ando de inoeular a sus
propios alumnos i a las personas de las inmcdiaciones, aea- .

barian de jeneralizarlo. EI Estado estaria l11ejor servido


por estc medio i ahon-aria Ia suma de nueve mil pesos
anuaImcnte.
Tal cs el bosquejo del proyccto qne prcscnto a la CÚ-
.

111ara.
Cuidadosamcnte he evitado dcseendcr a porl11enorcs que
sino son oportunos en ningul1a lei, sc acomoc1arian ménos
ala prescoteen 'que se trata de una materia hasta cierto
punto dcsconoeida i en que 11ltlchas veees IwbrÚ neeesidad
de alterar 10 hceho. La aeeiol1 espedita del reglamcnto se
acol110da mejor a esta eircunstancitt que la inf1cxibilidml
- 269 -

inexorable de la 1ei. E1 reglamento, fruto de la esperiencia


recojida resultado de las peculiaridades de 10s diversos
0

pueblos, vendrá a resolver, fund ado en los principios esta-


blecidos, aquc1 gran número de cucstiones secundarias, pero
de grandc importancia, que nacen con 1a introduccion de un
nuevo sistema. En ónlen contribucion, i ala inspeccion
ala
principalmente, hai una vasta materia de interesantes por-
men ores que no conviene sean decididos pOl' la lei. ~Qué
venÜ1ja resultaria de que est a fuese a trabar i detener el

progreso que se desea impulsl1r?


Las autoridades cncargadas de l1evarla a efecto, consul-
tando siempre su espíritu, encontrarán un ancho campo en
que ejer'cer su celo pOl' los adelantamicntos de cste ramo.
La construccion dc cdificios para las escuelas, que cstá su-
jeta a reglas que no es Hcito desatender sin peljuicio de la
enscñanza, i la organizacion formal de la misma escuela,
.
quc exije atcneiones mas eSlllcradas, son materia en que la
nd1l1inistnlcion pClbJiea par meùiu de n.:gJumcIltos uclJe tnl-
zar e impulsar In marcha que ha dc scgnirse.
E1 proyecto solo fija 10s ramos de enseñanza neccsarios e
indispensables; pero a mcdida que se vayan formando me-
jores preceptores, deberán aumentarsc pOl' medio de regla-
mentos. Entónces será tamhien la oportunidad dc dar a la
enscñanza de .las escuclas superiores una tendencia indus-
trial i dc comprender cn el1a ramos de aplicacion qucmcjo-
ren la condicion matcrial del pueblo como c1 estado del pais
10 cxije.

E1 cstablccimicnto del impuesto ofrcccrá igualmellte in-


cOl1vcnicntcs imprcvistos, i cuya mcjor solncÏon dcbe to-
marse dc las circunstancias de los hechos i dc la esperiencia
quc se vaya adquiriendo. Todo 10 relativo ala recaudacion
del im puesto, alas épocas en que dehe pagnrse,
etc., queda
tambien como materia de reglamcnto. Par último, deter-
minar 10s dcberes i atribuciones del inspector jeneral, cuálcs

.
-
270 -

dcha c.ierccr pOl' sí, i euÚ!cs en union del COllsejo de Instrtlc-


.

cion Pública, dcslindar 1a dcpendencia en que han de estar


10s inspectores de provincia i 1a que con respccto a éstos
deben tener 10s maestros, será del mismo modo obra de dis-
posiciones especinles que enHlI1Cn de In autoridac1 compe-

tel1te.
Si el temor de embarazar la ejecucion de la lei no me hu-

biera detenido, habría consignado cn ella una disposicion


quc obligase a 10s inspecto1"es a reunirse anualmente para
tratarde 10;; -rcsultados dc su inspeccion i ocuparse de Ins

mcjoras prácticas que rcc1amc Ia instruccion i proponerlns


aIn nutoridad competcnte. Solo los quc ticnen esc conoci-
micnto cabal i práctico dc 10 que son las escuc1as, de 10s ele-
mentos con que en ellas se cuenta, de los c1cfcctos que se no-
tan, pueden proponer mcc1idas que a11anen las dificultadcs
con quc ]a instruccion primaria Incha ul presente. Confio,
sin embargo, en que pOl' rcgJamcnto se estabJecedw.cstas
r~uniones pcriódicas, así como Ia formacion de una acade-
mia a que concurrall pOl' algun ticmpo 10s preccptores de
toda una provincia, i en quc el inspector los instruya para
que desempeìíeilmcjor su cargo. Muchos aüos pasarán to.
davia para que las cscuelas normales provean de precepto-
res a todos 10s establecimientos de Ia Rq>(lbIica, i miéntras
tanto, hueno cs que sc vaya suplicndo dc la manera que
sea po sible la falta (1c instruccion (1c que e110s adolecel1.
Dando la lei Ias bascs para la organizacion i confiriendo
al poder ejccutivo ámplias facultadcs para reglamcntarla,
desaparecen 105 obstác1110s que podrian haeer concebir te-
mores por SII faltade ~iccucion. Pucsta en práeticêL primera-
mente en un dcpartamento, se observarán en éIlos inconve-
nientes q l1e tenga, sc in vestigarÚIl 10s me<:1ios dc sal varlos,
i aun cuando no se lograse verla rca1izada sino a1 fin de dos
o trcs años, se podria asegurar que una vez obtenido esto,
,habia triunfado el principio que ha de dar a Ia instruecion
.

-
27t -

un estenso desarrollo. larga i requierc esfuenl,Os


La obra es

no interrumpidos para llcvarla 3,. su término; pero no de-


biendo a1terarse el sistema actual sino en aquellos puntos
en que la lei sc ponga en planta, no 3C harån sentir los in-
convenientes anexos ordinariamellte a las époeas de transi-
cion 0 de prueba. Yo por mi parte abrigo la plena convic-
cion de que el proyeeto es completamente realizable, i que
'sus frutos compensarÚn con abullc1ancia los afanes de 10s
que se c1ec1iquen a ponerlo cn planta.
E! deseo de acelerar estos buenos resultados i la apatía e

indolcncia, por desgracia bastantc comun de los padres de


'familia, me han hecho pensar si seria conveniente pn::scrihir

como un deher la concurrencia a 1a cscuela de 10s niños de


cierta edad. En Prusia esta asistcncia cs compulsoria, al
'paso que en 10s Estados Unic10s hastan los estímulos de la
propia eonveniencia para ohtener los mismos efectos. Bajo
cstos opucstos sistcmas ha lIcgado la instrueeion prima ria
en aquellas naeiones un alto grado de perfeeeion, i sc ha
a

jeneralizado cn la masa del puehlo en tales términos que


1
para nosotros parcee apcnas creible.
EI último de, estos :sistcmas, mas anÚlogo a nuestros hÚ-
bitos i eostumbrcs, no abandonado, sino cn cl caso
c1cbe ser

de que una csperiencia de algunos años, obtcnic1a bajo una


huenél organizaeion dc la instrl1ecion primaria, vcnga él ha-
ecr sentir su inefÌcacia. Los reglamcntos pueden, no obstan-
te, habilitar a los maestros, alas comisiones de eseuclas i a

'los inspcctorcs, dc los medias prceisos para despertar i csti-


mular en los padrcs el anhelo quc parccenaturaJ por la edu-
eacion de sus hijos.

I. La Prusia con 2;\,OJO CSCltclas i 27,!jr)() mailticilc Ull cstahlc-


lIl.lCSt 1'0,
r.imiento òc csta clasc pOl' C 1(1-1 4')0 hahitantcs: Cll alg-tlnos cstados dc la
Union Amcricana la pruporciun cs mayor, ì en Mas,;achllssct, p')r c)cmplo,
hai una cscuela pOl' cada 214 indil'iduos.
-
272 -

TiTULO PIUMERO

DE LAS ESCUELAS

Artículo dará bajo la direccion del Estado ins truc-


1.'.' Se

cion primm'ia a todos los habitati.tes de la RepÚblica que es-


tuvieren en aptit~td de recibirla.
Art. 2.<:>
La instruccion será gratuita i comprenderá a

las personas de uno i otro sexo.


dos cIascs de eseuelas, elementaIes i su-
<:>

Art. 3. Habrá
.

penores.
En las primeras se enseñará pOl' 10 ménos lectura i escri-
tura del idioma patrio, doctrina i moral cristiano, elemen-
tos de aritmética práctica, i cl sistema legal de pesos i me-
didas.
En las superiores, a mas de los ramos designados, se
dará mayor ensanche lainstruccion relijiosa, ise enseñará
a

gramática castellana, aritmética, dibujo lineal, jeogt~affa, el,


compendio de la historia de Chile i Constitucion PoHtica
del Estado, i si las circunstancias 10 pennitieren, los demas

ramas señalados para las escuelas narmales.


Art. 4.'-' Se establecerá enlas poblaciones decada depar-
tamento una escuela elemental de niños i otra de niñas pOl'
caela dos mil habitante.s que contuviere Ia poblacion.
Art. 5.<:> En las aldeas en que no hubiereel nÍtmero de ha-
bitantes que quec1a espresado, i en 10s campos en que 10
permitiere la diseminacion de la poblacion, se establecerán
escu'das que durarán en ejercicio en cad a año cinco meses
pOl' 10 ménos.
6.<:>
Art. En Ia cabecera ele caela departamento se colo-
cará una escue1a superior, puclienclo clade este carácter, en
10s departamcntos en que hubicse faItHs de fondos, a una
-
273 -

de aquel1as que deben fumlarse segun 10 dispuesto en el ar-


(~
tículo 4.
Art. 7.9 Todos los conventos i conventillos dc regulares
mantendrán una escnela gratuita para hombres. i los mo-
nasterios de monjas, para mujeres, siempre que el estado de
sus rentas 10 permitiere a juicio del Presidente de la Repít-
blica, quien determinarå tarÌ1bien si la escuela ha de ser ele-
mental 0 superior.
Q
Art. 8. Se establecerån 10 ménos, dos es-
par ahora, a

cuelas normales costeadas pOl' el tesoro pítblico, una para


.

preceptores 1. otra para preceptoras.


.
Si esto último no pudiere verificarse desde luego, se pro-

veerå l11iéntras tanto de otra manera a la educacion de las


l11aestras.
Q
Art. 9. En Ias escuelas normales se enseñarå, a mas de
los ram os señalados para Ias superiores, elementos de jeo-
metría, historia sagrada, historia de América i en especial
de Chile, dogma, fundamentos de Ia fé, música vocal, ele-

mentos de agricultura, vacunacion, i pedagojía teórica i


.

práctica.
A estos ram os se agregará, si fuera" posible,
nn. idiom a
vivo en Ia escuela de preceptores, pudiendo .para ello supri-
mirse algun ramo enla enseñanza de Ias preeeptoras.
.

Art. 10. La instruccion que se diere pri vaclamcnte a 109


il1dividuos de una fa111ilia, no estarå sujeta alas disposicio-
nes de Ia presente lei.
Art. 11. Las escuelas coste:lClas pOl' padiculares 0 con
los c111olu111cntos quc pagaren Ios alu111nos, quedal1 someti-
clas a Ia inspeccion cstablccida porIa presel1te Ici en cuanto
a la moraliclad i tn"dcn del establecimiento; pcro no en cuan-
to a Ia enseñanza quc en ellas se diere ni a los métodos que
se emplearcl1.

'9
-
274 -

TiTULO II
DE LA IU~NTA

Art. 12. Cada departn11lento costenrá las eseuelas ele-


mentales i superiores que debe tener segun la presente lei.
Esta obligaeion comprende: 1.0 EI honorario de los pre-
eeptores. 2.0 El arriendo de locales para las esenelas, mién-
tras d departamento no 108 posea en propiedacl. 3.') Los
libros i Miles de enseñanza, de que ba de proveerse gratui-
tamente a los niños que por su pobreza no pudieren pa-
garIos.
Art. 13. Formarån parte del fondo de eseueJas las ean-
,tidades que las l11unieipalidades destinaren de sus propias
rentas al1ualmente a este objeto, i las fundaciones
.
0 òona-
ciones que esluviesen aplieadns n1111is1110.
Art. 14.. Ikhel1 cOlltrihuir al I1wntenillliclllo dt' las cs-
cuelas en carla depqrtamento to(lns los illdividuos nacioo,,-
.

les 0 estrnnjeros dOl11ieiliados, en proporeion n la fortnna


e1
que en depnrtamento tuvieren,.
Los qllc poscyorcn hiencs en dns n l1ÚIS dcpHd.a11lcl1tos.
contrihuil'Ún en cada IIno dc cllos en p1'oporeioll a los bie-
nes que en cada departamento ttwieren situac1os.
Art. If). Qucnnn escento!-\ de la COli tribncíon: 1.') Los hi-
jos de familia que estén h:~io la patria potestad () 110 admi- ,

nistren negoeios propios LOll separacioll de 108 del padre.


2.'! Todas las personas quc vi\':\11 a espensas de olro 0 que
]10 htvieren la rentn qne porIa lei se nccc!-\ita para ser elec-

tor en el departamento.
Art. 16. La Mnnicipalidnd, dividicn<1o cl depnrtamcnto
en distritos cSJ>eciales, nombrará una comision en caela unu
de cllos p"ra que determine can rcspecto a Lada individuo
-
275 -

.Ia rellta anual (Ie que gozare. i que PUClla sel' gravacla con
\
la contribucion.
Art. '17. Las Iistas que se forman~n, scgUll 10 dispuesto .

en cl artículo que precede, se harÚn saber alas contribuyen-


tes, quicnes interpondrÚn ante la municipalidad 10s rechl- "

mos que tuvicren quc entablar. Bstos reclamos serÚn re-


sueltos pOl' In t11unicipalidad aumentando 0 disminuycn-
do Ja cantidad fijadn a each individuo, i proccdicndo gu-
bemiltivamentc.
Art. 18. Apr~)badas las listas par In tnunícipalic1ad en
vista de In eantic1ad a quc asciendan todas cl1as, i cn eonsi-
<leracion ala suma qnc se necesite para las escnehts del de-
partamento, hecha deeluccion de 10s fondos dy que hnbla el
artículo 13, Ia mismn tnunicipalidarl resoherÚ el cuanto
por ciento deba contribuir cac1a ilHlividuo.
A fines de cada año formar:í Ia M unicipalicta(l un presu-
ell?
puesto los gastos que en el año siguiente ban (j(' (leman-
(jar las escuclas en d departamento, i cste prcsnpncsto eÚ

que se eomprcndcn'ill 10s sncldos de ]os preeeptores, ]0 so-


metcrá ala aprobacion del Presidente de la RepÚbliea.
Art. 20. El produeto de la contribueion se administraní
sepamrlamente par ]a tesorerín de]n t11unicipalidad, j caùa
"ailO se puhlicaní cuenta detnll[l(ln de In cantid:ul a que
1111:1

lillbierc asccndido, i (11: In in\'CI'siOI1 quc sc Ie hllhicrc dado.


Art. 21. Esta contrihl1cion solo poclr:í aplicarse alas es-
cllelas.
Cua]quiera otm in\'crsin:l cs ilegal i cOl1stitnye 1'espon-
sables a los que ]a acordnrcn i a los que In llcyarcn a

e/ecto.
Art. :22. Las 11lullicipalidades propolldráll a la aproba-
I.:ioll dcll'residente de In Repílh]ica ]os reg]amentos precisos

para. l1('Vl1 l' it ciecto est:! l'ontrilH1cion, llisponÍemlo en ellos


eltiempo i modo l'11 que deha hneersc SI1 pago, i cn:lnto
eondl1jere a fncilitm: sn cjccucion.
.
"P':

'276-

.
TiTULO III
'DT~ LOS PRECEPTORES .

Art. 23. Ningnna persona poc1rá ejercer las fnnciones de


preceptor de instruccion p1'imaria sin acreditar previa111en-
te ante el gobemador del departamento, con el testimonio
de dos sujetos fidec1ignos, tener buena vida i costumbres.
8i se estableciere una escnela sin este requisito, será ce-
rrada inmediatamente, i su preceptor castigado con una
multa c1e vcinte pesos 0 quince dias de p1'ision; i esta pena
,

sc duplicará cn caso dc "t'ctl1ctdcncia.


.

Art. 24,. Las cscuclas costeadas pOl' loi:) departmnentos,


por el fisco, 0 aquellas de que habla el artículo 7. Q, serán
servidas"por alumnos de las escnelas normales que hayan
obtenido el competente diploma de aprobacion, i en su de-
fecto, pOl' personas que, mas de 10 dispuesto en el artículo
a

23, acrediten tener las apitudes neeesarias.


Art. 25. La prueba de aptittHles pnede consistir, 0 en un
exámen rcndido en la forma que dispongan los reglamcn-
tos, en un título literario otorgado poria Universidad, 0
0

en un eertifieac10 espedido pOl' el director de algnn estable-


cimiento en que se puedan remEr 'exÚmenes conforme ala
lei, en el cual conste que e1 individuo c1a ha
a cuyo favor se
sido aprobado en los mmos de instruccion primaria a euya
enseñanza va a dedicarse.
Art. 26. No pueclen ser preceptores de instruccion prima-
ria, aunque eumplan con 10 prevenic10 en el artículo 23; 1.
Q

los que se hallen procesarlos pOl' un delito que mereza pen a


aflicti va infaman te, ohayan siclo condenados a penas de
0

2.<;>
esta clase; los que hayan sido destituidos de sus fun-
-
277 -

de preceptor por causa averiguada que comprometa


ciOl1CS

su moralidad i costumbres.
"

Art. 27. Los preceptores de instruccion primaria que


11nbieren obtenido diploma 0 comprobado sus aptitudes

para el cargo, miéntras estén en ejcrcicio, gozarán dc las si-


guientes prerrogativas: 1.'.' escensiòn del servicio compul-
sivo cn e1 ejército i èn la guarc1ia nacional; 2.'-' escension
de toc1o cargo concejil; 3.'-' escencion de cualquiera otra
comision en servicio de! Estac10 0 de. 1111 pucblo, a ménos
que no sea relativa a la inst1'uccion p1'imaria.
Art. 28. EI que hubiere c1escmpe11ac1o por diez a110s con-
til1uados e1 cargo de preceptor, si se retirare de 1a profesion,
quedarå escento par vida del servicio compulsivo en el ejér-
cito.
Art. 2U. Los sueldos de /os preceptores de Ins cscl1e)ns
costeadas por los departamentos serán fijados por las res-
pectivas nÜ1l1icipalidadcs con la aprobacion del Presidente
de la RepÚblíca.

Art. 30. Los preceptores, tanto de Ias escuelas de depar-


tamento como de las nscales. que c1cspues de haber servido
quince aiios continuados se inutilizaren para el cjercicio de
su profesiol1, gozarán sobre el tesoro pÚblieo de una pen-
sion equivalente a los a110s que tuvieren de servicio, divi-
diendo el sucIdo de su Último empleo en cuarenta partes
.

iguales.
Art. 31. La jubilaeion se conced~rá en Ia forma dispucsta
por la lei para los cml)lcados p(tblicos, i prévla la constan-
cia dcl buen c1esempe11o del preceptor ide huber enseñado
todos los ram05 correspol1c1icntes ala escuela que servia.
Art. 32. Si cesare la imposibilidad del jubilado, podrá
destinársele de nuevo a la enseñanza 0 a otro ramo en el
servicio pÚblieo ~n que goee de una renta igual ab. que {lis-
frutaba al tiempo dc la jubilaeion. Entrando en el nuevo
- 275 -

empleo 0 l'eÍtusaudo aeepLarlo, ecsadl Lodo dCl'edlO ala ju-


bilacion.
Art. :~3. E! consejo de 1nstruccion pública podrá dispo-
11er anualmcnte de la can tidad de mil pesos del tesoro na-
cional para prem10s de aqucl!os preceptores, tanto de es-
cuelas particulares, como departamentales 0 fiscaIes, qne
mas se hayan distinguido en el ejercicio ell' su profesion.
ESto5 premios 5e cOllcederfLn en In forma quc clispusieren
los rcgIamel1tos.

TÍTULO IV

11.1<:
J,.\ I:-\SI'EéCIO:-':

Art. :14 llabrÚ ulla inspeceioll tjlle yijilc i dirija In ins-


truceion primuria en toda la Repílb1ica.
ele'
Art. a5. Esta inspcceion se cOl11pol1clrá un inspector
jeneral i (ll' 1111 inspector especial para caùa una de las pro-
vincias del Estado.
Art. H6. EI inspector jencral será nombrado pOl' e! Presi-
dcntc de laR<;públiea a propllesta del consejo "de instruc-
cion pública, i los inspectores ùc provincia, a
propnesta del
inspector jcncral.
Art. 37. EI inspector jel1cral scrá miembro del conscjo de
1nstruccion públiea, i tenddt un escribiente para e1 desem- .

pc1Ïo de las funciones especiales de su cmpleo.


Art. 3S. El 1nspector jencral euidará de In buclla direc-
cion de In enseñanza, (le la mornlirlad de las eseuelas i
maestros, i de todo cuanto conduzca a la c1ifusion i adelan-
tal1liento de la instruccion primaria.
Art. B9. EI inspcctor jeneral tenc1rá a RU cargo un archi-
vo en que sc rCUllan i c1asifiquen con 1a dcbic1a c1arirlad
i;odos los doculllcntos cOllccrniclllcs al e.stado de 1a ins-
-
279 -

truccÎon primaria, i en especiallos que se refìerall a Ia esta.


dística de este ramo.
Art. 40. Amwll11ente prescntarii, por medio del COl1St:jo
de instruccion pública, un informe comp1cto sabre cl estado
de la instruccion primaria, indicando los medios de adeIan-

tad a i perfeecionarJa, los cfectos que haya producido est a


lei, i las demas c1isposieiolles dictadas sobre la materia.
krt. .11. Los inspedores de pnJ\'iucia depellderàn (lei ins-
pector jenera1, cuidar{ul de las csctlelas estah1eeidas ell Stl
provincia, i Ins \.isitarÚn COil la frçeueneia i en la nHl11\;ra
can veniente.
Art. Los inspedores especiales, en aquellas pro\'in-
-1~.
cias en (1m: Îucre posible, teml.rán a su cargo 0 ensdiarÚn
;dgul1os ralllos en algullas de las escueJas superiores.
Art. .J..:J. Los indi \.icluos de la ins1'eceio11 go;mrán de las
prerrogativas i premios conceclidos pOl' 10s artíeulos 27, 28
i 30, los pn:ceptores; pero para los efeetos de la jubilaeion
a

solo se tomarÚn en cuenta las tres cuartas partes de la ren-


.

ta de que disfrutaren.

Art. 44. Las rentas de los individuos dc la inspeceion


serán detcrminadas por una lei especial, i pagac1as por el
tesoro púhlieo.
Art. 45. Los pÚrroeos tienen dereeho de inspeceionar i
dirijir la enseñanza relijiosa que se diere en las eseuelas de
su parroquia, i si no pudieren e!1menclar los defectos que no-
taren, 10 cOl11unicarÚn ala autoridad eompetcnte para que
elide un pronto i eficaz rcmcdio.
Art. 46. Las municipalidacles podrftn eneargar alas cu-
misiones de que habla cl artíeulo 16, u a otras nue,'as, d
euidado i vijilancia de las escuclas de su departamento;
pero estas comisiones no podrán alterar las regIas prescri-
tas porIa inspeeeiol1.
.

280
-.
-

I)(SPOSIClUNES jENIWALES

Art. 47. El Presidente de la l{cpública call audiencia 0


a.
propuesta delconsejo de instruccion pCtblica, espedirá 10s

reglul11entos necesarios para el cOl11plel11ento i ejecucion de


1a presente lei.

Art. 48. La ~jecucion de lu lei se verificará desde luegb en


aquellos departamentos que e1 Presidente de la Rep{tblica
.

designare, i se irå estcndiendo gradualmente a 10s demas


segun él mismo 10 dispusiere.
Art. 40. Anua1mente sc dcstinará una cantidad de 10s
fondos pCtblicos para ausiliar la pJanteaciol1 de la presente
lei en aquellos departal11cntos en que se pusiere en vigor,
continuando en los dcmas el sistcma actuall11cnte estable-
cido.

2 de Agosto de 1849. .

.
DISCUSION COMPARATIVA
DE LOS PROYECTOS DE LOS SEÑORES MONTT
I GARciA REYES

(Se,iones de la C<Írnara de Diputados de 15, 19 i 22 de Octubre de J 849)

E1 !'Iencil1ísimo aSlll1to (leresolver si se tom aha par tema de la.


diseusiol1 e1 proyedo dd señor Montt eon prefcreneia ål dd señor
Garda Reyes, dió orijen a un dehate que se prolongó pOl' tres se-
siones, i etl el cual el señor Lastarria i sus amigof' poHtieos manifes-
d propósito de no dar Jugar Ja considcracion de aquel
bran a
pro-
yect-o.
E1 señor Montt aprov~ehó debate para haeer en dos esten-
ese
sos discursos una esposicion de su proyccto, i dejar ùe manifiesto
(lite Jlcnaba las exijeneias de una lei de instruecÏon pÚblica en COtl-
sonaneia can las necesidadcs del pais.

lk SEÑOR LIRA (Presidente de In Cânwrn). Debo advcrtir a la


Cámara que, eomo eJla misma recordaní, estaba aprobado cn su
mayor parte el proyecto prcselltado' par el señor diputado por In
Ligua eltando sc cllcargó al señor Montt la redaccion de un nuevo
.
proyecto. Este cs el que se va a considerar ahara, i me parece que
]a Cámara debe resolver previamente si se diseltte solo este pro-
yecto 0 ámbos a la vez.

.
Ef. SE~OR LARRAIN (DiplItado por Am'lId). Me pareee que este .

proyectO es ell temmen te distill to del que se discutia ántes, que está
reclactlulo sabre nuevas hases, i par consiguiente crea canveniente
. .

(lite pase a e0I111SI011.


EI. SE:7jOl{ LASl'AIWIA (lJi/JllUU!U por Rancllglla). Yo creo (1Itl' cl
-
28: -

l)roycdo de que se lraln conticne sino indicaciollcs para 11lodi-


110

ficar c1 proycdo principal; si 'hni ditercncia cn Ia base dc ]os ÒOS, ]a


cOl1lision no pOl]ria haccr otm cosa que emitir 1a opinion que emi-
tió sabre c1 primcro.., De consiguicnte, no esloi por la opinionlJuc
1m manitèslado d honorahle diputado que acaba de hab]ar, para
(IUC pase l'ste proyecto a cOl1lisioll.... Apoyado cn cstc fundamcn-

to, pida llue se ol1lita esc tnÎmitc, i qUl' se pasc a tratar ahara
.

1111SIll0.

EL SEÑOR :M O:>:TT. E1 seiior diputado pOl' Raneagua ha


dicho que pa:wn(\o cl nue\'o proYl:do a l:olllisioJl, eH~n no
pod ria espOller sobre él oti'as ideas qUI: las que )'a ha eJlliti-
do al exal1linar cI pmycdo primitivo prcsenbulo pOl' el
seÙor diputado porIa Ligua. Partil:ndo (Ie I:stc dato, pien-
sa <jue ]a CÚmara puede c1ar pOl' supuesto el informc, i por
escusac10 el juicio dc la 1:011lision, tcnicndo presente 10 <Jue
la misma eomision informÔ en cl otro proycdo.
Hai en \'crdad entre elproyecto tlucval1lcnte presentado
i el anterior, no solamente Indiferenl:ia de la base de la con-

tribucion, sino otras a mi modo de vel' hastante sustan-


ciales, i háeia Ias cuales fluisicra llamar 1a atencion de 1a
CÚmara pa~a fll1e pueda resolver las diversas euestiones
que se han suseitado.
EI proyecto primiti vo principia disponiendo 10 que se ha
de enseñar en las escuelas, determina los ramos de que .ha
de constar Ia enseñanza, i divide para este fin las eseuelas

en dos clases. A este solo ohjeto estÚ c1estillado cl título 1.


''>

del proyecto. EI 2.''> título trata de losj>reecptorcs, deter11li-

na las condiciones bajo las cmdes deben éstos haccrse cargo


de Ia enseñanza; i el 3.''> 10 consagra a conceder algunas

prcrrogativas i prc11lios a estos 11lis11l0S preceptores; i eon-


c1uye seiiaJanrlo el tiempo en que debe COl11cnzar a tcner

efcdo esta lei.


EI proyccto nucva11lente preseutado trata de dar un
nuevo ensanche a In cducacioll, 111Hnda flue se fuuden eseue-
las, dclcrl1lilla clllt'tIl1CrO de cHas, i como hall de ser diriji-
- 2B3 -

das. lln eI proyectu anterior, llu se malllla estableeer una


soja eseuela fuera de Jas que existen actualmcute.
Pucsto en planta cl proyecto anteriorquedaria sin cusan-
ehc la edueaeiou primaria. I-Ie aquí, pucs, una difereneia
bastan te sustaneial mi modo de ver.
él

Mancladas cstabJeeer las eseueJas i dderminac10 el nú-


.
mero que de ellas c1ebe haber, se design au tambien las di-
\'ersas esealas dc CIISerWI1Za qne debeu abrazar. I no sulo
~l' cuida d uuC\'o proyedo de organizar esos estabJeci.

11lientos, sino que estatllye talllhiell la eseuela Cll ùunde sc


preparen maestros para la edueaciol1 primaria. Ell el ante-
rior pro,yccto 110 lwi nada de esto, los maestros se forma-
r:-ín como Pios quiera.
Este primer eapítlllu del IltIC\'U pruyecto cUlnpara-
es el

do con el tIel anterior, i e:-:;tas l:ls dilerencias que hai cntrë


.

UIlO i otro.
En el proyecto primitivo no se dice quién ha de eostear
la eclueaeion; en lInos artíeulos parcee que clebe scr costea-
cia pOI' las municipalidades, en otros pOI' cl fiseo, i en otros
pareec que promiscuamente par Jas municipalidades i el fis-
co. En el presente proyecto se determina pOl' quien debe ser
eosteada la edncacion. Serii buena 0 mala idea; pero Ja
Cámara puede modifiearla a alterarla como mejor 10 halle
par can \"enien te. Se designa la parte que eorresponde al de-
partamento en doude se Iwllen las eseuelas, la. que eorres-
ponde al fiseo, i eÓl110 debe eontribuir uno i otro a este fin.
Aeerca de los preecptores hai tambicn diferencias sustan-
eialcs. En cI proyecto primiti vo se haee un 1l10l1opolio de 1a
el1:;eíianza, en el presente sel1landa ensetÏar a todoel111undo.
Par cl proyecto primiti \'0 110 pueden enseñar sino los que ten-
gall tales i clwJes reql1isitus ml1i espeeiales, i par el presente
solo se nccesita 'probidac1 i huena eonc1l1eta. En los demas
pÚrrafos hai bastantc analojía entre uno i otro proyecto., .

1'0r Últ.iIllU, en cuant.o ala il1speeeiull de las cscuelas, ell


.
-
284 -

el proyecto primitiyo
establecen yisitadores para este
se
objeto; pero estos yisitadores obran porsí solos, no se ]es da
un centro comun de accion; en el nuevo proyecto se ]es da
una direecion i se ]cs sujeta a ciertas reg]as para que puedan
viji]ar con mas acierto ]a instruccion primaria en toda ]a
Repúb]ica. En cuanto a premios i castig03, elnueyo proyec-
to ha tomado Ias disposiciones de] primitiyo, como éstc ]a~
tomó de la lei francesa de 1833.
.

Estas son Ins diferencias capitales que hai entre uno i otro
proyecto, i de ell as twcen otras que estiin tambicn c1etermi-
.nadas par elnuevo proyccto de lei.
En cuanto a 10 que ha dicho c1 honorable c1iputac1o por
Rancagua, juzgo escusados 10s trft1l1ites de comision a que

..
.

nuevamcntc sc qUlcre sUJetar esta matena.


Sc acarùó, par 26 vatas can tn\. 9, no. pasar c1
prayceto a comi-
.

Slo.ll.

--
-

EL (Prcsidcntc de la Cámara). A mi juicia Ia Cáma-


SEÑOR LIRA

ra debe resolver sobre cuM de 1as dos proyectos ha decollsiderarse,


si e1 primero, de quc ya tiene aprobados algunos artícu10s, 0 é!>te

esc1usivamen te.
.
HI. SEÑÛH INFAN'l'E (Diputado por ()S0r!10 ). Yo creo que C(ueda-
ria saIvada esa dificu1tad 1eyendo 1as àrtícu1as de amhospraycctas
en Ia discusion, i comparan<1o unos con otros poc1ria <lecidirse 1a
.

C'amara por 1os que creyerc mas COnVCllICntes.


EL GAHcfA REYES (Diplltado par 1a Liglla). Como hai di-
SIÛ~()R .

fercncias tan capita1cs entre ambos proyectos, i como 1a base


del uno cs diferente de.1a del otro, yo propondria (lucseabriesc una
discusion especial ace rea de cuÚI de estas dos bases distintas es pre-
ferible. Si 1a Cámara estu viese par la base del nuevo proyeeto, se
tomaní este por testo de la discusion, i el proyecto primitivo Yen-
drÚ a ser un eÚl11ulo de indicaciones que se haccn aI eIejido para. Ia.
discusion. Si 1a CÚma.ra. toma. par testo Ia. basc del primer proyec-
to, eI segun<Io sen'irÚ tam bien C01110 de un CÚ111uIo de inc1icaciones
al primcru. Aun cuando est.c 110 sca un proccdimicllto (IUC haya cs-

.
- 285 -

iado en práctiea en otros asnntos, el interes del qne diseutimos 10


.
.

haee aceptable.
La indicacion del señor diputado por Osorno para qne se vayan
haciendo inc1icaeiones en el curso de la diseusion sin haber ántes
e1cjido uno de 10s dos proyeetos, pnede tl'aer graves
emharazos......
EL SEÑOR LMn'AIWIA (Diputnrlo par Rnncagzw). La Cámara re-
corcladl que cstanc10 mui avanzada la c1iseusion i votacion sohre
este proyecto, se suscitó la euestion sobre C[l1ién dcberia proveer a .

la instruccÏon primaria, si el los partieulares. En tónecs,


Estado 0

sc reeonlarft tambicn, que al honorable c1iputado por Santiago se


Ie eneargó que formubse una lei especial sobre la provision de los
fondos, si mal no me aCl1erdo, en el ténnino de un meso EI honora-
hIe dipl1tado por Santiago ha crcido conveniente estenderse en su
proyecto a reformar los aCl1erdos que la Cftmara habia consign ado
ponnenor del proyecto primilivo. A mi modo de ver, la Cft-
en el
mara no pl1edc volver a retroc~der en cl asunto..:...
EL SEÑOR MONT'!'. Cuando se diseutió pOl' primera vez
en jeneral el PI"oyccto sobre instrl1ccion p1"imal"ia, manifes-
té, :tllnqlle :\ Ia Jijenl, PCI"O ell sl1staneia. Ins mismas ideas
consignndns cn cl presente proyecto. Cuanc10 volví a csprc-

sar ll1i juieio sobre el proyeeto prill1itivo. valví a ell1itir Ias


mismas ideas, espresando mi opinion sobrc todos los pun-
tos eapitales. Cuanda la Cámara, pues, eOl1vino en que
presentase yO mi pensamiento pOl' eserito, juzgué que el
Únil110 de eUn era que se 10 propusiese pleno i eOl11pleto, tal

como yo 10 concebia. Si mc hc cscedido dc 10 quc la CÚmara


me encargó, si habiénc10me cncargado que me estenc1iese
sobre un punto solamente, yo me he avanzado a
mas, no
ereo que esto merezea un reproehe.
Sicste eseeso de mi parte, en el que no he tenido otro ob-
jeto que satisfaeer las neeesidades que se sien ten en el pais
de una lei buena i eomplcta sabre la materia, puecle ser
.

causa de que se retanlc 0 cl11baraee Ia c1iseusion, la Cámara


poc1rá deterl11inar 10 que halle p'er eonveniente.
.

Creo que el pais neeesita de una lei sabre instruecioll pri-


maria, pcro no una lei eualquiera, sino una lei que satisfa-
-
286 -

ga cumplidamente laf; l1ecesidades que siente In sociedad en


este ón1en, como en toc1ns los otros n1mos de ]a instruccion
pÚblica. ~Cómo se tm ta, plies, de satisj~'1cer esta urjencia
de la sociedad, dando una lei pronta, () una lei huena?
Es \'en1ad que 1a Cámara tiene aproba(la ya t1l1n bucna
parte de] proyecto
primitivo; pero esta circnnstancia me"
parece que no puede ser impedimento para que se considere
un nuevo proyecto. Si este procedimiento de reproclucir l:1

"discusion de una lei se hicicsc cOlllun; si sc nballc10nasen 105

proyeetos una vez empezacla In c1isel1sion de el10s para con-


sidernr otms nuevos, ciertamente CJue tal prá.ctica seria
perjuclicial i funesta. Pero, ~qu(:iticonveniente hai en que la
Cámara compare dos proyectos sobre unn mismn materia,
i clija ahora el que Ie parezca mejor de entre los dos? Ni In

Cá111ara en esto pierde su digniclad, ni 5e haec confusion en


10s dehates, ni seda lugar a ning-un oh:o ahuso. .Mírese la
cuestion hajo el nspecto vital que tiene para los intereses
(leI p:lis; pero eX:lt11íllese, discllt:lse, hrlg-allse las ref0I"111:1S

que se cOIl\'\:niente. ~Por qué cerrmnos eJ oido a toda


{.'J"ea

cuestioll sohre tste pun to? Las inc1icaciones que en otro


ticmpo se hicieron sahre estas bases, n~ puc1ieron tener un
en dIeter ma(htro i reflex; \'0 como 10 req uiere In
.
materia;
fueron hcclws a In lijerll.
Hai (los cOl1si(leraciones para que se proccda. (lc 11tH! ma-
nera especial en cl presente caso. La primera cs In impor.
tancia del 1'a.lllo gue se tnl ta dc reglamcntar, i In segunda,
es la n()\'e(lnrl de estc mislllo arreglo, porque no 10 tel1Cl11m;
ni entre nosotros ni en los paises veeinns; és Ul1a materia
que ofreee StlS d ifictll tades especiales. A hora hien, tlna ma-
teria gTave, de suyo jmport:mte i difícil de arrcg-Jar, pide
\.111:1 con trnccio!1 nH1S rleten id:i I mas Cirel111Specta de parte
(Ie la C{\11ta1'a,
Cicrtalllente que si sc adoptam ('1 tcmperamento pnJ-
pucsto pOl' e1 señor diputado por Osorno, cmbroIlaríamos
-
287 -

]a ûiseusion perdicndo cl ticmpo inMiImentc. 8e propone


como medio pam eontinuar la c1iscusion que en el eurso del
dehate del proyeeto antiguo sl' "ayan injeriendo las nucvas
disposieiones que sl' eneuentre convenientc -adoptar del pro-
f
yectopresentnc1o con posterioridfld. Estc proccdimicnto mc
,

parece imposible de adoptarse.


80n dos proyectos que tienl'll anaIojía, pero que se sepa-
ran en Ias bases. ~C6mo eoOt'dinar el U110 con el otro? Este
trabajo seria grave para tlna eomision que 10 eOl1siderase
con toda la calma que lleeesita; ahora, considerac1o en el
seno mismo de 1a Cámara, me pareceo de todo punto im-
posible. Desde 10s primeros pasos toearíamos las difienlta-
des de poner en planta este proeec1imil'nto. Con él no solo
no poc1ríamos eonseguir un buen sistema de ec1ueaeion, sino
que, si pOl' un raro evento, llegånl1110S a saneionar un 1'1'0-
yecto, quec1aria sin ]a eoonlinaeion que debe existir en toc1a
huena lei.
Se ha ido mas <1de1antc, se IIn die-hn: diseútasc cl pro-
yecto antiguo, i IIna \'e7, hecho cstn, rlisclÍtasc cl punto
sahre quién dehc ser c1 que contrilmya a la erluc!\cion pri-
maria ~I para CJué se discutirÚ est a base? ~Para "prohnr el
-

proyeeto Hntiguo sohrc t11W hase n!1c\-a?

Intítil me parece c1ecir


nada a estc rl'speeto, pOl'que In
nueva basc ha de traer indudahlemente algounas dif1eulta-
des. ~Cómo se montará. e1 antiguo proyecto ya saneionado
sobre una nueva base sobre Ia cua1 no sc fundú? POl' e1
lteeho mis1l1o de llamarse 1a base, dehe teller una cliscllsion
prévia, antieipada a los artíeulos que \'a11 a lìtndarse sohre
ella. Este 111e parcel' que es cl Ôrc1cn l1:tturaJ, cl ()n]en 16jieo.
La indicacìoll del señor c1iputaclo por la Ligot1H
no haee
pen1er a b CánHlra sino Ull solo dia, porque, si mal n~) Ie
he cOl1lprcndido, esbí rcducida a clue se difiera la eonsidera-
cion de estc aSUl1to pOl' una sola noehe, pam que cn 1a sc-

.
-
283 -

sion siguiente discuta Ia Cámara sobre cuáI de Ios dos pro-


yectos dehe preferir en el debate.
.' Ya he dicho ántes que Ia materia es grave de suyo i de
mucha importancia. lNo merecerá Ia pena de sacrificar un
'soIo dia no mas, de consagrar una sola noche a Ia conside-

raeion de un asunto que ofreee tan sérias dificultades? 8i


hai cn algunos señores diputados 1a conviccion profunda de
que el proyecto primitivo no dehe alterarse en nada; si a

cst a eonvieeion sc agrega que las bases 0 Ias disposiciones


contenidas en el nuevo son inaplieables 0 inútiles para pro-
ducir buenos efcetos, puede ser que todos no tengan Ia mis-
ma convieeion, puede ser que otros eonsideren In cuestion
b~o un diverso aspecto.
8i en cualqt1ier materia lisa i lIana se cx1jiria que se la
dejase para segunda discusion i se pediria tiempo para mc-
ditarla; cn ésta, grave i gravísima, no creo que es mucho
peelir un dia mas. 8i despues de resuelta In cuestion jene-

ral, se encontrase inneccsnrio elnuevo proyecto, Ia Cámara


estará en su derecho aI deseeharlo i continual' ]a discusion
del antiguo.
EL SHÑOR LAS'I'ARRIA (DJÌJutado pOl' Rallcagu:z). Si hemos de
considcrar el proyecto del señor (1iputado por'San tiago, infrinjimos
el reglamento. Estoi seguro de que si hemos de ohservarIo, tenc-
1110S que continual' ]n (Iiscusion sobre el proyecto primitivo desc1e
c1
arttculo que se dejó pendien te eI'18 de Julio, en que sc dió al
señor dipntado la comision de a(1icionar el proyccto. Si adopta-
mos Ia proposicioll del señor di.putado porIa Ligua, infrinjimos
ignaImcnte c1 regIamento i rctanlamos toùavía mas Ia resolncion
de este
asnnto................
EL SEÑOR MONT'!'.Invoear el regIamento para que no se
discuta nuevamente una niateria )'a discuti(1a, me pareee
que no es haeer una argumentacion que pueda tener valor
en e1 presente caso. EI reg1amento 110 cierra In pucrta a 1a
considcraciol1 de Jas materÎas una vez diseutidas; csto ereo

.
-
289 -

qne es nna eqnivocilcion. 1111[>ondria entónces cl reglnmen-


to qne la Cámara era infalihle en sn8 re50lncionC8. ~Por qné
si Ia Cámara sc ha equivoeaclo 110 pue(le volver sobre St1S

pasos, 110 digo mañana, ahora mismo, i alterar 0 variar Stt


ùictÚmen? Un asunto g-rave, cuando se ofreeen nuevas eon-
sideraeiolles, se "uelve a tomar en cuenta. Esta es la con-
ducta que observiln los hombres en sns negoeios partienla-
res; no pareceestraiio que 10se11erpos eolejiac1os la observen
tambien. Es reglajeneral i eom11n.
El reg1al11ento no eierra la puerta a que se hag-an nue-
vas ohservaciones en un proyccto, enanda están funcladns
en la misma e01wenicncia pi1blicn. Si ('I Congreso entero,
no cligo una CÚmara sola, hubicra dado una lei mala, "no
solo no estaria impecliclo por su reglamento para variarla
o l110clificarJa, sino que estarin en 8U deber, en la dignidac1
suya ellweerlo.
~lno podemos \'oh'er atms nosotros? ~Nuestra cligniclacl
nos 10 impide? No, señor, no puecle haber pel:juicio, ni [alta
de cliglliclad, ni de carÚter en el exal11inar, en cl oir razones.
EI reglilmento, pues, que da clisposicioncs para 10s cas os
eomuncs i orclinnrios que ocurran, no puede lIevarsc a estc
estremo.

EL SE:;:;on 1 NFAN'I'E (Diplltndo par OSOrtlo). Propuso t1Iw. ill(1i-


eaeioH así coneelJít1a: "Pase llucvamente estc ncgoeio ~ una eomi-
sion especial formada dc lrcs illdividuos ùe la Cilmara para que
t0111ando dc uno i Olro proyecto 10 (jue ere[1 cOllvcniellte, prescl1te
uno sohre el eual del)[\. reener la diseusion, fìjando l1111i particular-
mente su atencion en arbitrar medios para proycer a 1a el1sc1Îall?:a
pílblica, a 1ìn de e"itar 10s ineOilYenienles que prcscnta Ia eontri-
hl1eion rjue estahleee el proyecto presentndo por el señor diputaùo
par Santiago; et1eargando igna1mente n la eomision el pronto des-
pacho de estc aSUl1lO."
20
-
290 -

EL SEÑOR lVlo:-:TT. La nueva imlicacÎon (tue voi a some-


tel' a la Cåmara cstÚ rcducida a
que, consideradas las hases
de 10s dos proyectos sobre instruccion primaria, rlé la pre-
fercl1cia cn In rliscusion al proyccto tÍltimamente prcscn-
.tado.
No hahia pcnsado entrar en esta materia ni haeer la pre-
sente indicaeion, pOl-que en la noche anterior solo se discu-

.
tió una cuestion ell' una eucstiol1 de 111ero procedi-
órden, 0

miento; pero la indicaeion hecha par c1 honorable dipl1tac1o


por 0801'110, que aeaba de ck:iar la palabra, aunque en apa-
riencia estÚ dirijic1a almismo fin, tienc1e sin cmbargo a pre-
juzgar elmérito del proyecto últinHlmente prescntado, i cs
re~tl i verdac1eramente en la sustnncia una repulsa de este

.
proyecto. .

El honorable diputado ha pedido quc pasen ambos pro-


yeetos a una c0111i8ion especial, a quicn sc Ie encargará que
procure arbitral- mcdios de proveer a 108 gastos de In ins-
truccioll prinwria en atenciu:J fI los gTa\'CS illcol1\'enientcs
que presentan los medias propl1estos en c! {dti1110 proyee-
to. 5i la Cámara adoptase esta opinion, quedariall pOl'
el111is111o hecho c1esechadas todas las disposiciones del nuc-

vo proyeeto relativas a 10s fondos con que dehe costearse

la lnstruccion prim:u-ia, sin haherse abierto sohre cstc


punto un debate especinl; i sin que se hl1hicse exnll1inado si
aquellas disposiciones eran 0 no aceptah1es. Para p1'onl1n-
ciar nn juieio de esta J1:ttnndeza, cs p;'ceiso eonsielerar c1ete-
njdamcnte estn cuestioJ1, i comparar entre sí los dos ]>1"0-
)'eetos, tanto hnjo este aspecto, como en 10s clemas puntos
que eo.ntienen 0 debcn contcner. Solo Cll \,Ü;ta de esta com-
paraeion pucr1c estahlccerse la prefcreneia para el (lebate.
EI proycdo CJltC he presen tado a la CÙmara rlescansa en
un prineipio fundamental del cualnacen torhs sus cIisposi-
ciones, tal es cl derccho que los hahitantcs del Estado tic-
nen a. CJue sc les dé instrnceion primnria ,gratuita, i e] (lebcr
.~

-
291 -

consiguicntc (leI Estado de darks csta instnwciol1. No me


netenr1ré en la demostracion de este principin, pOl'que 10 re-
puto manificsto i notol;io, i no presu1110 que nadic quiera
]1oncr1o en duda. üna ve;r, aceptac1o, C01110 no puede ménos
de serlo, toelos los otros artículos de la lei 110 serán mas que
consecuencias mas 0 ménos inme(liatas, i la lei tendr{t en
sus prescripciones ]a armonÎa c011\'cniente. EI primer pro-
vecto no reeonoceeste derecho de los ciudnclanos ni e] deber
.

del Estado, i ahanrlonando este principio que dehe presidil'


a ]a ]ejis]acion ell materia de instruccion pl'imaria, no se
funcla tampoco en ninguno otro quc yo puec1a señalar.
Examinados eletenielamente caela uno de los artículos de
aqucl proyecto, no se descuhre ningun yestijio de la obliga-
cion del Estado, ni de otro principio fundamental que sirva
e1e basc a sus (1isposiciones.
Dc csta difercncia esencia] ell e] pun to de partida de am-
bos proyectos. l1nce In di\'crsidad qne hai elltre cllns i, ami
juicio, las gTa\'es omisioncs i Ins (lefectos eonlenidos ell el
.

pnmero.
NillgunH de las cl1estiones illlpOrUIII les en materia de ins-
truceion primarin !la sido resuelta en aquc] primer proyec-
.

to, al paso que el1 e] segundo todas ellas recihen ulla soltt-
cion. AI espresal' estc jl1i<.'io a ]n Cftmara, elebo protestar mi
l'espeto a ]os cOl1oeimiel1tos de las personas que inten'Înie-
rOI1 en el proyecto primitivo, i mui especialmcntc a Ia pu-
rez:1 ell' su inteneion i al ('elo de que se sintieron animarlos
nl e1l1pre11der nquel1n ol>nl.
No hart- unn larga cnu111craC'ioll de todas !as euestiones
omiti(lns ell el primer proye<..~to i rcsueltas ell el segulldo;
111e limitaré
sciial:tr algunas de las que yo eonsidero fun-
a

daml'ntaks i que 110 puedell ménos que resolverse en una lei


111edianamentc cOlllplcta sohre este ramo.
Sl'11 In primcra, si la iIlStl"uccioll primaria dche ser gTa-

tuita 0
no. EI proyecto primitiyo llada contient' a cstc res-
-
292 -

pecto, i uno 5010 de sus artíeulos solo por ilH.:i<]cl1cia toea


este punto. Este artículo, que cs el G.':>' est{t eoncebido en
10s términos que voi a Jeer: liEn la cabccera de cacla depar-

tamento habrå precisamente una eseuela de cnseñanza su-


.

perior gratuita que costearÚ c1 gobierno nacional si los


fond os de las municipnlidades no bastnren para clIo. II
He nquÍ 10 único que ha dispuesto aeerca de estn gravísi-
ma euestion. Solo se c1ispensa enseñanza gratuita en una
escuela pOl' departamento a un corto número de in(livi-
duos, miéntras que la gran mayoría del pueblo, 1a que mas
eareee de reeursos, i a favor de la cual pesa de una manera
mas imperiosa sobre eI Estado el deber de cIispensarla, va a
ser privada de este dereeho.
Es digno tambien de observarse que estas eseuelas en que
debe darse enseñanza gratuitn, son de las que el proyeeto
1Iama superiores, al paso que las element ales en quc solo se
enseñan las noeiones mas neeesarias e indispensables al
hombre, deben ser pagadas pOl' 10s que quieran aproveehar-
se de eJlns. Esta sorprendente nnoma1ía haec traer a la
memoria Ia que existe en la aetualic1acI entre la enseñanza
profesional 0 científiea i In primm-ia, pues aquc1Ja se da
graeiosamente, i se haee pagar esta {tltima qne mereee una
prefereneia indisputable. Aludo a esto para haeer notal'
{ll1ieamente la inversion de 10s principios, i de ning-una ma-
nera para censurar el ensHnche que tieue la instruccion pro-
fesional, no coincidiendo con las opinioncs emitidas por el
honorable dipl1tado que ha dejado la palabra, quien pm-eee
desear algnnas trabas sobre este pun to. Yo cIeseo, al eon-
trario,que continúe dispensándosc1e tadn la proteccion i
fomento que se pueda, porque es tambien una de las prime-
ras necesiclacles del pais.
La falta del primer proyeeto de no resolver In importan-
te ctlcstion que queda insil1uadn, nncc dc que 110 l'ecanocc
en cl Estac10 el deber de c1ar instruccion pri111arin, ni pOl'
-
29'3 -

consig1l1cntc cn.los ciuùadanos el derecho de exijirla. Dc 10.

contrario, ~cómo pod ria guarclar silcncio sobre estc punto?


E1 reconoc1l11icnto de aqucl
principio habria dado pOl' re-
sLtltado inmcdiato In solucion que sc ha ol11itido. En cl
proyccto ílltimal11"nte presentado sc resuc1ve este punto
dispoiliéndose qne la ensefiaza elemental primaria sca ente-

ramcnte gratuita. Hai, cn cfccto, la mas estrecha rcIncion


entre una i otra cosa, ùe mancra que la una no es mas que
1a dcduccion inmcdiata dc ]a otm. Rcconózcasc cn e1 Esta-
do el deber dc dar instruecion, i ya no po(lrá cuestionarse
si scrá 0 no gratuita.

La segunda cuestion de importancia no restlelta en d


primer proyecto, consiste èn salJcr a quién pertenece la di-
receion de In instruecion primaria. Tan léjos está de resol-
ver estc punto flquel proyecto que, mcditadas todas sus
ùisposiciones, parcce que se ha queriùo que la instruccion

primaria marche por sí sola i sin la c1ircecion con veniel1te.


Solo en el título que trata de los visitadores sc prescriben a
éstos algunos debercs respecto alas cscl1clas costeadas con
fondos nacionalcs, no confiriéndolcs otras facuItades en ]as
municipales que la de inspeccionar para dar consejos. Sin
embargo, csta dircccion dc la enscñanza primm'ia cs un
dcber a quc' c1 Estado no pttedc rcnunciar sin peljudicar a
la misma el1señanza. No sc crea que aquel proyeeto ha pres-
eindido de cste punto pOl'que cxistc un cucrpo universi tari 0,
una de cuyas facul tades ticne a]gunas atribuciones referen-
tcs a La Faeultad dc Humanidades no pucde
cste objeto.
haecr otra cosa quc preparar libros 0 cntender en mate-
rias análogas, sin que Ie sea posib1e ejcrcer una venladcra
Podrá cooperar i allsi]iar para estc fin, i cttando
clireceiol1.
i
mas, si se quierc se me perl11itc la comparaeion. haecr cn la
enseñailza 10 que cl euerpo kjislat!vo haec Cll cl gobienlo
dcl Esbdo; pcro siemprc faltará el poder director. En el
úl-
til110 proycdo se rcstteh'e csta cucstion c1ánùo]e al Estado
-
2{),1 -

prillwria, i l1eterminando la
1a direeclon de la instrncciüll

manera en que debe hacerse dèctiva.


Antes de pasar adelante séame permitido hacer una ad-
vertcncia que se aplica tanto 10 que he espnesto, como
a
ya
a eontinuaré espüniendo en este asunto. AI compnrar
10 que

uno i ütro proyecto solo me propongo manifestar lJue en el


primero no se dceiden laseucstioncs que clchen decidirse, i
ell cI segundo sc n:sueh'en, sin que entrc por ahura soste- a

ner lJue las solucioncs dadas son las liUC dchian ser. Si se
discntc particularmcnte estescgundo proyeeto, tendréopor-
tUllidad de presenlar los fundamentos de bs disposicioncs
que él eomprel1lk. Esta larea pOl' ahora seria anticipacla c

inoportuna.
La tercera cuestioll de ~dta il1lportancia ell estc ramo, cs
si la instruecion prinwria debc eOl1lprellclertanto a loshom-

bres C01110 Ias 111ujcres. EI primer proyecto se rehcre solo


a

a ]os hombres, i por cl tinal de sus articulos esc1uye espresa-


mente mujeres, rcse1"\'Úndo!as para hacerlas J\lÚtcria
alas
de una lei que ha de dictarse despues. Nútese que aquel pro-
yecto solo debe ponerse en planta en todas sus partes en el
.

ténl1iuo de diez años desde sn promulgaeion; de manera que


es probable (lue hasta despues de traseurrido este largo
tiempo no se piense en Ia instt'uceioll de Ins mujeres. Esta
esc!usion de Ias mujeres, 0 mas bien csta lnjnsticia notoria
c011letida con respecto a. elias, naee igtlalmente de no ha-
herse reconocido en aqnel proyecto el dereeho dc todos 10s
habitantes ùel Estac10 a qne se 1es c1é instruccion primaria,
Sentado este principio, jamas se habria esc1niùo a In mitad
de In sociedad,]a parte mas cles\'alida de eJ]a i mas dio'na
a
ð

,dc proteeeion, del goce de un clereeho que es comnn a todos


10s habitantes, cualqüiera que sea su scxo. EneI (tltimo pro-
.
yecto 110 sc establecc ùistincion entre hombres i mtlJ'eres i ,

toc1os indistintamentc son lIamaclos a gozar de los mismos


bcnelìcios, C01110 10 cxijc Ia justicia i la convellicncia púb]icH.

.
-
~95 -

Para mí es iJl(:oncebiblc 'una bl1ena lei de instruccion pri.


maria que no comprenda alas mujc!"es, i cuando mas podré
reputarJa C01110 la 'mitad de la lei, como Ia mitad de 10 que
debe hacerse. Tampoeo cOllcibo ningun 111otivo de eonve-
niencia en que se separen dos cosas (lue dehen estar unidas,
porqne la instruccion primaria de la mujer es un ausiliar, un
complemento necesnrio e indispensahle de b instruccion pri-

maria del hombre.


Ya ántes he espuesto a ]a CÚmara que ell el primer pro'

yecto no se ]/ro\'cc a 108 mcdios de formar H los maestros e


insti tu tores prima rios, i en el segundo ße mandan establecer
escuelas nOfluales, tan to para preceptores COl1l0 para pre-
ceptoras. Este cs tamhicn tin punto de vital importancia, i
sin el llue 110 debc esperarse orgiUli:wr jal1Jas la jnstnJccio11
prillwria cn la /{epública. .

Otra de las ctJestiones que no cede a ninguna de las ante-


riores en interes c importancia, es cómo deben establecerse
las escuelas, mas bien en qtJé nÚl1Icro 0 pn,>porcion deben
0

ftJndarse para que toclos 10s habitantcs del Estado gocen


de 10s benefieios a llue tienen dereeho. EI primer proyedo
solo impone a] Estado, C01110 se ha vista, eI deber de mante-
ner una escuela superior en la cabccera de cada departa-
mento, Nadie mas, segun dieho proyecto, tiene obligaeion
de fundal' eseuelas, ni 1as 111unicipalidacles, ni ninguna otra

corpowcion ni ind i \'icluo. Lo q lIC S~ exije ùe los monasterios


ide los COJwentos i conventillos de los regu1ares, a mas de
ser insignifìcante para 10s fines que debe proponcrse la lei,
110 es tam poco nt1c\'o. Tenemos en la aetualidad una c1ispo-

sicion vijente que onkna la ereceion de estas escuelas.


En~re tanto, ~cuÚI es e1 objeto a quc 1a lei c1ehe propender
espeeialmente en materia de instrl1ecion prinwria? 8u prin-
cipal conato (1ebc scr estender]a, c1ifundida a todas las cIa-
ses de la socieclad, a tOl]OS los Úng"ulos de la Repílblica, de

manera que, si es posihlc, 110 haya un solo habitante que


- 29(-, -

110 pueda disfrutar de sus yentajas. EI primer proyecto, lé-


j os de fa vorecer este propósito, 10 contraría; léj05 de jene-
ralizar In instruccion, In disminuye i 1a reduce a ténninos
mas estrechos que 10s qt1e tiene e11 el dia. En lugar de las
119 eseuelas fiseales que existen allora, solo habrÚ en 10 SU,
ce~iyo, adoptanc1o este proyecto, 50, porque cl Estado solo
de be mantencr una cscuela en la cabcccra de cada departa-
c1
mento. He aquí efeeto inmediato que darin In aproba-
cion del primer prayecto. 1110 se piensc que cl Estmlo que-
daria con la libertad de fundal" otras cscuclas, pOl"que no se
Ie pic1e mas, no se Ie exije mas qne 50 como cl alto término
de los esfnerzos que debe Iweer para c1ifunc1ir la instruecion
. .

pnmana.
A cada paso qne se aVHncc en el exÚ111cn de cste
prayec-
to, .Iwbrá ocasiones de conoeer 108 \'arios errores a que ha
dado lugar elno haberse reeonoeido espresamcnte el princi-
pio fUl1f1amen tal del (lcrecho de los ci uc1ad anos a In instrue-
cion primaria competente. Lamentable seria la conc1icion
en que nos dejase este proyecto. Restrinjidos 10s c1erechos
del gobierno, exhoneradas las mU11icipa1itladcs de toch
obligaeion respecto a la instruccion primaria, pucs ninguna
se les impone, quec1aríamos condena(los vcr trascurrir los
a

aîìos, i a vcr la inmcnsa masa de 11uestra poblaeion aumen-


tarse mas i mas en medio de la eomp1eta ignorancia (lc las
]1oeiones mas rudimcntalcs de sus deberes. Preferihlc es la
situaciol1 actual cn la que, si careccl110s de escuelas, no cs-
t~l1110S por 10 ménos con las manos ataclas para fundarlas

cn adcIantc.
En el proyccto nuevamcntc presento.(1o se manclan csta-
1Jlecer clos cscnelas par caela clos mil habitantes, una para

hombres i otra para ml1jcres. En la csposicion con que prc-


scnté cste proycdo cstån espucstOs los ertlculos i funda-
mcntos que me sirvierol1 para estahlcccr esta proporcio11.
.

Solo ng-reg-aré cn esta \'cz ([LtC csLc nLllnero de escudas 110


-
297 -

debe reputarse escesivo, i que cs 10 1l1énos que poclc1l10S exi-


jir si tenel110S prctensiones de 11a1l1nrnos un pueblo civili-
zado.
La cuestion de saber CÓI110 se Ita de pro veer
los gastns
a

de la instrueeion, l'eSttlta en el segunrlo proyecto i no toea-


da siquiera en el pril11ero, ha sido la materia principal del
disel1rso del honorable cliputado que me ha prceedido en la
palabra.
Siguiendo mi propósito, haré notar ántes de todo CJue ell
el primer proyecto no se dispone f}uién ha de haeer los gas-

tos ni de donde IH~n de salir los fond as, i aunque, atendido


elespíritu de nlgullos artkulos, pareee atribuido este deber
alas munieipalidades, esto mas bien es una presuneiol1 que
una dedueeion de 10 espresamente estableeido en el proyee-
to. Alas l11unicipalidades, par otra parte, no se les aumen-
tan sus rentas or(linaria~, eseasas e insignifìcantcs para
costear Ja instrueeion; de manera que si algun l1uevo deber
se lesimpone, vendrá a ser completamcnte estéril ivana, i
110 saldrá de la eategoría de un mero eOt1sejo. En el segun-

do proyecto se crea una contribueion directa aplicable a


cste únieo i esclusivo objdo,' en tales términos que eual-
quiem otra inversion que sc Ie clé cs dcclarada iJegal.
No dcberia quizá dctenerme en refleceiones aeerea de esta
contribuciüll, pat'que no cs esta 1a ocasion oportuna de
cxaminarla; pcro como el honorable diputado que me ha
prccedido en la palabra la ha eombatido, neeesario scrii de-
eir algo aeerea de c11a. Dcsde ;ucgo debo eonfes[tr que esta
es una de Jas 1l1aterias que ofrece mas difìeultades, pero al

mis1l1o tiempo 1a de que ménos puede prescindirsc, so pen a


de fì-ustrar todo 10 que se intente para la mejont de la 1115-
trl1e~ion. Sin relltas no podrá l1ul1e[t func1arse cscue1as.
E1 honorable diputado quc combate csta parte del se-

gundo proyccto, consid<:ra a] pucbJo esccsivamcnte gra-


vado de cOllLrilmciolles i temc aJIijirlo mas cOllla illlposi.
-

21)8-
cion de una nucva que ha de ser cuantiosa. c;.uiado pOl' este
fundamcnto, pretc1Hle que los fondos que se lwn de dcstinar
.

a la instruecion primaria se saqucn diredamentc de las


areas naeionales, mediante algunas eeonomÎas en los gas'
tos públieos, i que 110 sc recurra a pcclirlos directamente a
los partieulares pOl' el estableeimiento de un nue\'o impucs-

to. Estc proecdimicnto en concepto dcl honorable di]J11tado


.

seni mas henéiìco i fav'omble para el pucblo, porquc no


pesarÚ sobre "I sino soJJ1'e cl fisco el nue\'o gasto quc sc
trata de haeer.
llai, ami juicio, 11lla equivoeacion en esta manera de mi-
raI' las contribueioncs, equi\'oeaeion que 110 J!ucde ménos
que tlar Iugar a en-ores en los resultados prÚdicos (1uc 5e
trata dc obtencr. ,::l>e dÚnc!t: Ie han vcnido al fisco los teso-
r05 que tiene guanlados en las arcas naeionales? ~Los ha
ereallo 0 producido él pOl' aeaso, olos ha adquirido de al-
guna manera prodijiosa? Si las areas públieas no pueden
proveerse sino pOl' las contribueioncs, claro cs quc las ren-
tas fisealcs han salido dc la fortuna de los particulat'es.
Equivocalla, pues, ('s la pretension de oeurrir al fisco para
exonerar al pueblo, ponlue en último resu1tatlo el pueblo es
el que 10 paga todo. Dado este antecedente solo qucdaria

c1etermillar la manenl ménos gra vosà para el pueblo de sa-


tisfacer los gastos de la instruccioll; i cn este pUll to yo
opino que Ie. serÚ mas favorable pagarlos par medio de
una contribucion directa i especial que no bajo la forma de
gastos liscales.
Haun'! indisputablemcnte mas economÎa ell eontrihuir
.

con ]a soma precisa para las cseuelas, quc en remitir alas


areas públicas ulla cantidad quc se disminuirÚ tlujr.as en
una tcreera parte pOl' su recaudaeion i ac1ministraciol1. Los
impuestos fisea1es son mui onerosos h~0o estc aspcdo, i al-
gunos quizas, como el diez!11o pOl' cjemplo, cuesta un cicnto
par cicnto. [ en venlad que naclie podrÚ sostener que eS me-
-
299 -

jor que el pueblo pagne doscientos pesos de contribueÎon


para qtie solo cntren cicnto en las arcas fiseaks i puedan
.

ap]icarse alas escuc1as, en ]ugar de qne solo pague cicnto


mediante el impuesto dircdo de] proyecto, que se destinen
inmec1iatamcnte almis1110 objeto.
ElllOnorah]e diputmlu ha ealculado en -.\.UO mil pesos la
.

SU1l1a <Ine demandará la organií:aeion de la instruceioll pri-


maria; i COJ1!O no trato de oeultar ]as difienltadcs, debo
dccir COil frallqueí:a que csa snl1Ul parcel' mui rcducida, i
que anll aU11lclltada COli una mita<l mas, no lIenarå quií:HS
completamente SlI objeto. Que se exija esta escesiva canti-
dad sorprcnc1e sin dnda a primcra vista, icon este moti\'o
voi a haecI' presel1 te a ]a Cámara a]gunas observaeioncs.
La lei, ell primer Ingar, no estÚ destinada a llenlrse a
efedo a UI1 misl1lo tiempo en toda la RepÚbliea, SillO que
dehe irse ejeeublldo pOl' ]oealidades, prineipiando por uno
o mas departamentos, i no pasalHlo a ]os c1emas hasta que

110 esté p]antca<1a ell ]os primeros. El impuesto no va a re-


C:ler de una sola \'CZ sobre todo el pais, sino de una manera
gradual i slIeesiva.
Estc mismo impuesto, Cn segundo lugar, no será en S11

totalidad till gas to nuevo para ]os contribuyentes, porqne


una \'CZ orgal1izac1as ]as esenclas, no tenc1rån que pagar
cosa a]gnt1a para 1a il1strllceion de sus hijos. Un padre de
familia serÚ pOl' una parte gravado con e] nuevo impuesto,
pern por otra f(nedará ]ibrc dc ]os gastos que haee en la
eseuela par ]a familia, i estos gastos, pOl' limitada que sea
]a familia, suben sicmpre mas qnc ]a enota de la contri-
.

bueto 11.
En esta materia no debe perderse de \'ista que sill fond os
cuantiosos Pllede hahcr instruccion primaria, i que no
110

debe cspcrarse sacarlos de las rcntas on1inarias del Estado.


Aun conseguidas las eeono1l1ías de que sc ha hnhlac1o, ellns
no ùastarún de ninguna manera, i aun cneontrarån quizas
-
300 -

mas útil 0 mas necesario empleo en las mismas necesidades


fisea les.
EI honorable diputado ha censunt(1o cl sistcma de nues-
tras eontrihucioncs l1amánc1olo c1efcctuoso i ~Ibsurdo, i cl
imponer ahora al fisco una nueva carga con la.inst-ruccion
primaria, alcjaria mas i mas In época dc la ref01"111 a que
tanto apetece. EI ahorro de 200 0 dc 300 mil pesos que se
juzga posiblc én 10s gastos púhlicos, sin ser su{ìeientc para
la instruccion primnria, penniti,'ia, en efi.'do, modifìear 0
suprimir algunas dc las contrihueiones existentcs con nota-
ble proveeho de In industria.
Toda contribucion es un mal h~00 eierto aspecto, pero no
pOl' eso debe reehazårsela cualquiera que sea su naturaleza
i objcto. Este modo infundac1o, empírico de oponerse a toch

contribucion soJo pOl' ser contribucion, nos dejaria reduci-


dos a In imposibilida(1 de emprenc1er cualquier reform a que
dem.audase algunos gastos, i cerra ria Ia. puerta a mejoras
importantes. Con scmejante sistema jamas debíamos pen-
sar en eosa alguna de provecho.
No desconozco los inconvcnientes a que cstå sujcta la eon-
tribucion propuesta en cl pl'oyecto, pcro ~cual será la que
carezca ahsolutamente de el1os? Si se cOlwiene que IHli ne-
cesic1ad de fèmdos para arreg1ar In instruccion primaria, 110
debe rechazarse e1 medio que se propane para obtencrlos,
sino euan(10 se presente otro ménos gravoso i que 111ejor
l1cne su objcto. Debe, pt1es, compararse, i escojerse 10 ménos
perjuclicial, a no ser que se deje a 1a instruceion pública en
eI estado lamentable en quc se eneuentra.
EI primer pro)'ecto, como ya 10 he hccho
notal', no ofrece
nÌngun término para esta comparacion, i cl honorable cli-
putado que com hate el segundo proyedü, ticnùc tam bien a
deseehar cl arbitrio propuesto sill sosLituirle atr<> nuevo.
Se pOl1dera el peso de un nuevo impnesto, pero no es este el

campo de la c1isctlsion. Dcbe exitminarse, en primer Jugal', si


-
301 -

cs prcciso; i ell seg-!1!1do cnitl arhitrio esUi sujeto a t1l~!10S

ineonvcnientes. Encontrar uno que los sah'e to(los es una


pretension de todo punto va11a.
Sin haberse heeho este ex~imC!1 comparativo, pOl' 10s tér-
minos en que estÚ cO!1cebic1a In indicaeion del honorable
cliputado, pnrece que se rcpele la nueva rcnta i se Ie pide
a In comísion algo diverso de 10 indiendo.
.

EI exámen atento i cletenic10 de la contrihucion propuesta

cleberá efectuarse en la c1iseusion parti~ular, pues en la pre-


e1
sente, c1estinada a eonsidernr en conjunto toclo
proyecto,
5010 puec1c toearse pOl' ineidencin i mui a Ia lijera. Debe mi-
dlrsela tanto con relacion a 1a instruecion primarin, como
a 10s principios económicos que c1ebe11 consnltarse al decre-

tal' cualquicra nueva eontribuciOi1, i eso se harå oportuna"


mente.
Mi principal fin al detenerme un momellto sobre este pun-
e1
to, ha sic10 ad vertir que en primer proyecto no se encucn-
tra Halla sobre él, ni bue110 ni malo. Esta omision parece
tanto mas estraña cuanto que la lei francesa del año 3;~,
r1c c1
donde parece haberse tommloprimer proyecto, e011sa-
gra casi Ull titulo a crear la contrihucion con que c1eben
mantenerse Jas escuelas. En Francia misma no se creyó po-
sible que el Estaclo ~rgase inmec1iatamente con aquel10s

gastos, i all1cliendo a esto misl11o, cl ministro que pres(.ntÔ


la lei decia alas cåmaras franeesas: "Cuanclo el Estaclo quie-
rc hacerJo todo acomete U11 imposible, i como 110 se puec1c

correr largo tiempo tras un imposible, alas ilusiones jigan.


tescas sucedcn hien pronto el desalicnto, la languidez i la
muerte.1I En cl estaclo presente de llucstras rentas, tanto
nacio11alcs como mU11ieipales, cste funcsto resuItado scria
pronto i seguro.
.

mas
Me fijaré, pOl' ítlti1110,cn otro puntode inmcnsa gravec1ad,
tal cs el que coneierne a 1a inspeccion de ]as escuclas 0 sea ]a
1118.11e1'a en que clcba orgal1izarse ]n direeeiol1 que al Estado
-
302 -

corresponde en la instruccion prima ria. Las providencias


mejor comhinadns serfm i11líti]es si no hai C]uien \'ele sohre
las cscuelas, i si no'se cstr1blccen funcionarios que descm-
peñen cn nomhre de] Estado los dcheres que Ie eompe-
ten a este respecto. E1 p~imet. proyecto tam bien es clefcc-
tuoso en esta parte, porque solo establcce algunos visi-
tad ores, sin determinar su mímcro, sin clades un centro
comun de accion, i sin que sepa quizá para qué son erea-
se

clos. Elmodo en que estÚ combinada la inspeccion en el se-


gundo' proyecto, no sufre, a mi jÚicio, estas objeciones.
Manifesté ántes que 1a parte que la Universidad una de 0

sus facultades ptlcc1e tener en este particular, no salva los


.

lncOlwenientes del primer 1)1'oyecto, 1 ahora agregaré que


despues que ]a Cámara ha suprimido los sue1dos (Ie ]os fun-
cionarios de]a Uni\.ersic1ad, ni aun esta remota esperanza
puede ahrigarse. En efecto, empleados sin rem uneracion 1 que
desempeñan cargos ]aboriosos, no prestarán a la instruc-
cion prima ria la a tencion eonstan te i esmemda que req l1iere.
Faltando, pues, .una de las hases del primet' proyecto pOl'
consecuencia de las resoltH:iones tomac1as por Ja Cámara
despues de haber sido presentac1o, hai otro motin> mas pa-

ta dar l:l prefereucia al segundo proyccto, que ]w s.ido for-


marIo en vista de la mudanz:l introducida en el cuerpo uni-
versitario.
.

Omito intencionalmente indicar otros puntos de ménos


interes no tocados en el primer proyecto, i sobre los eualcs
se encuentran en cl segundo disposiciones oportun:ls. Todo
]0 lÍti\ que aqllel contel1ia ha sido a l1Ii juieio refutHliclo ell el

nue\'o proyecto, de mal1era que puede ya cO!1sic1erarse eje-


cutada ]n tarea que se Cjueri,1 encarg'ar a l1na comisiol1. Las
nucvas Juces i datos que se apeteceti, se pt1eden tracr a] dc-
hate por cada uno de 10s señores dipntados, sill neeesiclad
de ac1optal" tin tr{lmite quc prolongnria tal \TZ lnJefini(1a-
mente 1111 aSl1nto de 1I1:jeute reso)t1ciol1.
-
303 -

Finalmcntc, la indicacion de que vuelvan los pro)'cctos ,(


comision suCre ohjeciones de otro jéncro. Aut1que no gTtsto
de haecr uso de eierta clasc dc arg'umentaeion, recordaré a
1a CÚmara que este mismo punto fué yotado i deseehado

en la noche pasada. Ami turno tendré tam bien CJue oeun-ir


n1 reg1amcnto pam pedir que no sc admita 10 que a)'èr sc
deseehó. En consecuctH:in, eoncluyo solieitando que sin pa-
.

sarse e! asunto de nuevo a comisiol1, se dé pretercncia para


el debate al proyeeto ftltimamcnte prcsentado.

"'0"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""
EL SEj:;O({ RENJIFO
(IhlJlltnrlo par Pllchncni) Se tmta ell' saber
cnM ùe ]os (los proyeetos deberá ser adoptado para ]a ellseusion, i
e1
este caso ]0 resl1elve artÎeulo 8ï clc1
reglamento."....
He asistido a
una sesion anterior en qne la CÍlmara aeon16 eo-
misionar al seÎ10r Montt para que présentase las adieiones i modi-
ficaeiones q\t(~ creyesc e011\'enientes al proyecto primitivo; ]1ero re-
enenlo que se Ie coneecli6 e] largo plazo de I1n mespara que
desempe1Ïase este trabajo, ]0 enal persuade (le qne no se trataba
cnl{JI1ees de lijerns ac1iciones 0 modifieacioncs sino de I1n proyecto

comp]eto...... Si cstc es el tn1.bajo de in eomision, si el reglamento


tiene estahlecielo que enando se presentare I1n proyecto en que]a
comision refunda otro, el iíltimo sea el que se aclopte para ]a dis-
ctlsion, teniéndosc Ins disposil,j(?nes del prill1cro como itH.licneiones
hechns a] segundo pnra cI dehate, todo ]0 quc sea separarse de esLa
línea de C'onducLa, cs inycrtir cl (,rc1en......
Er. SEÑOR MONT'I'. Cuando yo prometí prescntar algo
ell csta materia, fué eOl1forme alas idcas que habia cmiti-
do en la CÚmara. EntÔnccs impl1gné toc1as Ins bases del
proyedo primitivo,a la 1ijera sí, pcro en su totalidac1. Yo

no recucnlo ~i espresé en csos 11Iomcntos cIaramcntc mi in-


tellcioll de presentar un nuevo proyeeto, ]>ero claro es que
yo me pro11lctia haeerlo. dNi cómo hahria de poncrmc a
sureir una co sa que estaha rota pOl' todas partes?
He qucriclo rectificar este heeho, no por 10 que él "alga
Cll sí, sillo pOl'que no se ere~ que yo me he eseedirlo al pre-
-
304 -

sental" un lluevo proyccto, ann que C01110 miembro de Ia Cft-


mara poùia haccrlo.
La indicacion dc1 sciiorRenjifo para eonsiderar eomo testa (1e Ia
diseltsion, en eonformidad al reg/amenta, cI proyecto del seÌ10r
Montt, fué dcsechada par 27 volos eontra 11.
AI tiempo de ir a votarse la indicaeion del seiior Montt, el seiior
Solar pidió segl1lJdn diseusion sobre db.

.-
Segunda c1iseusion de la ilH1icacion del señor Montt.
EL SEÑOR MOXTT. Reclamo la induljencia de la Cftmara
par un carta momento; conozeo que se fatjg-a Ya con csta
discusion, i que 10 que se puec1c agregar sobre la materia
serå recibic10 con cansaneio pOl' 10 mueho que se ha pr010n-
e1
gado (1ebate.
Se in voea el reglamen to para que se prefìera la discusion
de1 primer proyedo, suponiendo que el reg1nmento prohibe

presentar un nuevo proyceto para no dar 1ugar a que se


abanclone otro que ya estaba aprobado en parte. En el re-
glamento no hai tal prohibicion lli puede haberla. Pues que
lno puede un diputado pcc1ir a la CÚmara que 1'eforme un
aeuerdo que aeaha de ce1ebrar? lPor qué si tiene la concien-

cia de que ese acnen10 no es eonvenicnte, ha de cstar privn-


do de proponer otro que a su juieio llene mejor Ins minIs
que la C{lmara quierc conseguir? Ni la C{ullara careee del
derceho (1c conoeer de un n\1evo proyecto, 11i ninguno dc los
diputados del de prcsentarlo. Lo (mico que dche exami-
narse es si cl nue\'o proyecto esUi basado C11 la justicia, si
tiene bastan te apoyo en su fa \"01', para que de csa manern
se juzgue con mas acierto respecto de {ullbos i se dé In pre-

fcrencia al que la merezea. Este exåmen es el que yo hice en


In noehe anterior, movido s010 por c1 deseo de que la lei
sobre instrueeion primarin produ7.cn mejores rcsnltados.
Estos prineipios jenerales. que he eSpl1csto rcspc.cto a1 t.c.
-
305 -

glamento, me seria fácil comprobarlos con Ia pr{tctica ob-


servada p<:>r Ia misma Cá1l1ara en otras ocasiones. Yo he
visto que despu~s de haberse discutido i aprobado en su
mayor parte un proyecto de lei sobre canales de desagiie,
se presentó otro que se encontró preferible al primero, i co:"
.

mo tal sc adoptó pàra testo de Ia discusion, hasta que por


fin se presentó un tercero que fué el que obtuvo Ia aproba.
cion de Ia Cámara, i creo que pasó a ser lei del Estado.
Entre las disposiciones del reglamento se encuentra una
por la cunl se permite que en cualquicr estado en que se en-
cuentre un proyecto pueda pasar de nuevo a comision; ~i
con qué ohjeto? Para que ésta reforme e1 proyccto, abra
nuevo dictámen sobre él, i presente a la Cámara nuevos
antecedentes.
Si el reglamento prohibiera tan absoluta111ente volver a

considerar un proyecto .va aprobado, en ningun caso mcjor


que en el prescnte poclria aplicarse esta disposicion. EI,se-
ñor diputado Larrain indicó en una de Ias sesiones Hnterio-
res que pasasen 10s proyectos comision i la C{u11ara des-
a

echó esta peticion. Ahora se pide exactamen te 10 mismo, i


se insiste en ello in vocando e1 reglamento al mismo tiempa
que se sostiene que el reglamento prohibe alterar 0 destruir
un acuerdo va celehrado.
.

Se ha encontmdo inexacta la compamcion que establed


en una de las noches pasadas entre las bases funclamen tales
de {ttnbos proyectos. Puedo asegurar, por 10 ménos, que
entré en esa comparacion sin ningun espíritu de antago-
n ismo, i sin ninguna mira ajena al fin de que se mejore en-

tre nosotros la instruccion pl'imaria.


Lo que llamé cuestiones e~l aquella noche, no 10 son en

realidad, sino prillcipios patentes i reeonocidos pOl' todo el


e1
mundo, ménos por proyecto primitivo, que los ha con-
trariado abiertamente. V éase sino 10 que dispone aeerea de
Ia instruccion gratuita. Solo manda que se dé esta il1struc-
011
-
306 -

cion gratuita en una escuela que e1 Gobierno debe fundal'


en la cabecel'a de <:ada departamento, es decir, en cincuenta
escuelas únicamentc. En cuanto alas escuelas costeadas
por las municipalidarles, una parte de 10s niños que a cllas
concurran pagará su educacion, i la oÜa parte la recibirá
gratuitamente. ~I cuántas son estas escuelas muni;ipales?
Son setenta únicamente en toda la República. No habrá.
pues, segl1n el pro)'ecto primero, mas instruccion gratuita
que la que se dé en las cincuenta escuelas del Gobierno i la
mitad de la que se da en las setenta escue1as municipales.
Esta es la manera en que el proyecto trata de poneI' en
práctica un principia que sc confiesa ser reconocido por
todo e1
mundo.
Si es tambien un principio notorio i que nadie ha puesto

en duda hasta ahora, que la instruccion primaria flebe es-


tenderse a hombres i mujeres, ese mismo principio es el que
me ha impuesto el deber de impugnar el primer proyecto,
pD'rque ese proyecto escluye alas mujeres. Proclamándose
las mismas venlades teÚricamente, 110 se sah'an los inl'on-
"enientes de una lei que las coÌ1traría i que adopta resolu-
ciones diametralmente opuestas ellas. a

Hai tambien una eonciencia p6blica f01ïnada ya de que


al Estado pertenece la direccion de la instruccion prinwria;
esto ademas estrl sancionado en nuestra carta fundamen-
tal; pero hasta ahora 110 estÚ reducirlo a la priictica, no
cstá ai'reglado el modo en que el Estac10 c1ebe ejercer esta
dircccion, i csto es cahalmente 10 quc el primer proyecto de-
bia habcr dispuesto, i 10 que de
ninguna manera ha hecho.
Visitadores nomhrados al acaso, sin número fijo, sin atri-
buciones l'ompetentes, no pueden nunca ejercer a nombre
del Estado esa direccion que la Constitucion Ie confiere, i

que se confiesa que dehe correspondede.


Me veo obligado a no continual' adelante en cl exámen
comparativo de 1<:>$dos proJ'ectos; noto, como 10 indiqué al
-
307 -

. "

pnnClplO, que 1n C~11lnm estil l11ui fntigncla e1c cstn discu-


.

SlO11.

Pocm; pa1abras voi


agrcgar para conduir, contrayén-
a

domc esclusivamente a la contribucion. Ella es cnonne, sc


.

dice, i el pais no puede soportarla. [ poco fLntes se hnbia

pregul1tado: ~n fJué se 110S viene a demostrar 1a necesidad


(1c In instruccion
primaria? ~Quién c1tldn que debc'dársele
todo cI cnsanche pasihle? [cuando se rechazn el únieo mec1in
(1(~ propagada vien(lo Ins cosaS en cl estado lamentable en
que están, no dehe estrañarsc que se diga quc la instruceion
primm'in es neeesaria, i quc dehemos haecr esfuerzos cons-
tantes i repetidos pant mcjomrla i estendcrJn. Hai com'cn-
cimiento dc esta nccesidad, pcro cstc. convcncillliento es cs-
téril, inefiraz, na(la pro(l11ee, no nos mue,'c a
obmr, i nos
(leia el1 1a J1JiSmH sit11acioll en quc csblJ1Jos. No so1amentc
ine111ca r so lIrc csta ncccsidad scria poco, si no :1 tll1 declam:1 r
sobrc ella, si cI declalllar pudicra proe111eir resultados práe-
tÍeos CI1 esie Ón1cn ell' cosns.
Me he nhstenido Ílntcs d(' prescntar n 1a CÍI mnra (lnto5
preciosos 50hre esta materia, pero en est:1 ocaslon indiearé
siq11iern dos dC.e]]os. TAl provineia de Coklwg11a, con S11 fér-
til territorio i Stl 11\1111erOSn pohlacion, no contiel1ecn su sel10
quizÍl dos mil hahitantc!'. que sepall Jeer. En till (kpnrtamen-
to situado n pOC[l distanci:1 de Sal1tingo ll1islJlo, IIn acontc-
cido no lllt1cho ticmpo hrt, fI'.IC 110 se encontrÍ> en 110a (le sus
sqbdelegaciones un solo hOl11hre quc supiera leer i quc pu-
<liesc (:iercer el cargo de suhdclegn<lo. 1 csto st1ecdc ,'i,'icndo
bajo IIn sistema reprcscl1t:lti,'o en que todos los hombres
estiÎn 11[1l11aJos a c.icl'cer ft1ncioncs de cst:! nahlraleza! iCe-
nemos en "Îstn de ('stf) 101' ojos ante b ne,'csidnd de propa-

ga I' In instruecion pri mat-in! i Censíll'ese que sc Însistn en in-


clllear, en Iwcer'scntir pOl' todos los 1l1edios posibles estn
neecsidad!
.

Tomada Cll masa In contriu1.\cion, 0 mas bien, mirada en


,
.
- 30B -

abstracto, pareee que naturalmentc debe infundir terror.


jSeiseientos mil pesos de pronto, se ha dicho! ilmposible es
que pueda el pais soportar esta cargal Pero esta lei no está
destinada a gravar inmediatamente a toda la' República;
seva a plantear pOl' via de ensayo, a estabiC'ceria en un de-
partamento i clespues a pasarla a otro hasta que al fin
venga a comprender a todo el pais.
En ohsequio de la brcvcdad me abstengo de reflecciones
jenerales, i }jara hacer conocer i apreciar mejor c1 gra\'á-
men de la contrihucion, yoi a tratar de aplicar a la ciudad
de SantiHgo las disposiciones del ú1timo proyecto. Supon-

go a Santiago con una pohlacion de 80 mil habitantes,


i en eonsecuencia Ie corresponde scgun el proyecto mantener

ochenta escuclas, cuarenta para hombres i euarenta para


mujeres. Supongo tam bien que el costo de las escuclas, por
téI'mino medio, sea de 500 pesos pOl' año cada una, 10 que
daria un gas to total de 40 mil pesos anmtles. Ln munici-
palidad de Santiago, que la que destina mayores sumas
es
a In instruccion primarìa, invierte 7 mil pesos por año en

este ohjeto, i segun cl proyecto dehe continuar haciendo cl


mismo gasto. Quedan, pues, :\3 mil pesos únieamente como
gravámen de la contribucion. De ]os quince monasterios,
conventos i conventillos que Iwi en Santiago, supongo que
-
ocho estén en la posibilidad de cump1ir con la lei mante-
niendo una escuela, 10 que daria una nueva baja en la eon-
tribucion de 4 mil pesos al año. Restarian solo 29 mil pc.
sos que repartir entre toc1os 10s eontribuyentes de Santia-
i esto, preseinc1iendo de las muehas eseuelas de funda-
go,
cion piadosa que existen en la capital.
Ahora hien, est os 29 mil pesos no serian de ninguna ma.
nera un gravámen enonne, insoportable para el pueblo,
como se pondera; i una eomparacion 10 demostrará mejor
'

que el raeioeinio.
La contribuciol1 de serenos i alumbrado pror1ujo el año
,
-
309 -

pasado en Santiago 46,062 pesos 2% reales, i se repartió


en 3,545 casas. Los que deben contribuir almantenimiento
de las escuelas segun el proyecto de lei, no son solo los pro-
pietarios de casas, sino todos los que gocen de una renta
superior a 10. que se exije para ser elector en el departa-
mento. Los 29 mil pesos destinados alas escuelas deberán,
pues, repartirse por 10 ménos en tre c1iez 0 doce mil con tri-
buyentes, de manera que tomando en cuenta 10. sumo. que
c1ebe
erogo.rse i el nú111cro de personas que debe'n erogarla,
resultará que la cuota de 10. contribucion para escuelas que
cacla uno ten(lrá que pagar, será equivalente a
una sépti111a
u octavo. parte cle la que
puga por sereno 0 alu111brado.
se
Esta es 10. contribucion quc, almismo tiempo que se confiesa
la neccsidad de difunclir i cnsanchar la instruccion primaria,
sc 1a llama en01111e, insoportable para el pueblo!
~I cuánto gas tan los padres de t~lmilia en Santiago ell
pagar en el dia la instruccion primaria de sus hij,)s? 8i se
fuese a tomar datos prolijos sabre esta materia, quizás se
encontraria quc 10 que sc gasta en la actualiclad, atenc1ien-
do al número de niños que paga su educacion en las eseue.
las, es una cantidad mayor que la que hahria que erogar
por la nueva Ici. Aunque sin datos bastante averiguados
para formar un cålculo seguro, puec1e Si!1embargo ereerse
que se paga por 10s particulares en Santiago no ménos de 1

29 mil pesos al año por los nii105 que asisten alas escuclas.
P:lgac1a, sin embargo, esta SU111a por contrihucion ala mu-
l1icipalidad en lugal: de satÎsfacerJa directamente alas pre-
ceptores, In instruccioll primaria poc1ria. establecerse bajo
l11cjores bases, i estcnderse a toclos los que estu viesen en
aptitud de recibirla.
Cuando se trató de organizar lacontribucion de se1'enos,
la oposicion fué tcnaz, cOl1stal1tc, de una gran parte de Ia
poblacion; fin se vcnció, i en el dia sc paga sin disgusto.
0.1

,Por qué ùesesperamos de conseguir un resultaèlo 19ual

-
-
310 -

para un .0 bjeto igimlmcntc santo, igualmcntc nccesario? Si


hai una materia qu<.: exija vcneer resistencias, es la pre-
scnte. Las contribt1l:ioncs sun siempre lIIal reeibidas, el pue-
.

blo orc1inaria111cnle las. mira por la parte gTélVOSa; peru a


los hombres superiores por las luees, a 10s hombres de ins-
.

truccion, es a lluiencs loca ilustrar In upinion, perseguir


C011 constancia loda resislencia hasta vcncerla por el con-
vCllci111ietlto. ,Sc telllcrit acaso )Jerder la pO)Jularidad pOl'
poncrse al frenl~ dc esta ohm cmincntelllcnte Í1til?
Se ha didw qne d scgulldo )Jruyedo cs Ulla mcra ilu-
SiUll, i est a circunstancia e~ la lIle ha Ilevado a demos-
LJue

trar en un eiemplo la lIH.Lllera l'{lCil COIllO puede ejecularse.


Vo alméllos cada dia ahrigo mas la Întillla eonviccioll de
que es tall realizable como eualquiera otro; que 110 eut1tienc
nada de lluimérico, ni nada de imposible.
Por úJtimo, adoptar del segundo proyecto
sc pretende

algunéls ideas para injerirléis en el primcru i contilluar con


In diseusioll de éste. Va he dicho ÚlIles, i repito ahora, quc
cste procedimicnto cs imposiblc, porque In aprobacion del
proyecto primitivo cstá yamui aVélnwda, ide esta manera
saldria la lei un todo inforl11c, sin union, sin trahazon en
sus partcs; una COS:I que nadie puec1e concehir. Tenemos ya
aprobado del primer proyedo todo el título 1.9 que trata
(Ie la enseñanza i de las cscuclas, i aun alguIlos de lus ar-

,tÍcl1los siguientes. Y u q uiero, por t'jc1l1plo, que ~e cstublezca


una eseuela (Ie hombres i una dc mujeres pOl' eada dos mil
habitantes; ~a ùónùe iríamos eolocar este artíeulo si la
a

Cámara Ie prestase Sll aprohaeion? ~Seria al fin de la lei?


~Se iria a injerir en el título 1.9 a que eorrcspondc pOl' su
materia? iOh! éste cs Ult sagmdo, se me diria, que 110 puede
toearsc, pOl"que Ull tít1110 de ki aprohado par la Citmara
.no puede sometersc él n ue\' a rc\.isiolt. He aq uÎ, pues, la ra-
zon poniue pidu que se deseche el primer i se aù-
proycdo,
mita a dis.cusioll el segundo.

.
3!!-
-

En este segundo sc han injel'ido todas las disposieiones


del primero que parece ticnen alguna ap1ieaeion, aig-un rc-

sultaùo. I hago esta pre\'enCiOll, no solo pOl' 10 que pueda


eontribuir a dar la prcferencia ell el debate al segundo pro-
yedo, SillO para haecI' notar mui especiaImcnte qlie al com-
parar UllO i otro proyccto no me l110viõ un espíritu de
antagonis111o. EI segulldo proyecto ha recojido cuanto se
juzg() de provcdlU ell el prilllcro, porquc toda idea Í1til dcbc
adoptarse cualquiera que sea c1 or~ien dc donde vcnga.
,

En la lloehe allb:rior hicc 1111a cOllll'aracioll dctallada


entre UllO i otru I'royecto; :lhora he querido dcselllpcìiar
olra tarca, a s:tlJer: demoslrar, aUlllt1lc a Ia lijcra, que el se.
gundo proyed!) L'S realizahle ClI lodas sus parles. Ag1'l'garl-,
pOl' conclusion, quc la opinioll quc cmilo cn cste momento
no cs (ormaùa (Ie algunos dias a esta partc. Es opinion for
mada de aÌlOS atras, el1 que mc he ido afianzando cada vez
mas hasta tener una COli viccioll profunda de quc pucde eje-
cu tars~ i realizarse cuan to sc coli tiene en cI segundo pre-
ycdo.
La il1dicacion del seÌ10r desdc ILlego su pro-
Manit, para tomar
yecto par base dc Ia (liscusion, fué descchada par 2G \'otos C01I-
tra 11.
La indieaeion del Infante para .mandar los dos proycctos
serlO1'
a una comision especial, fué aprobaùa
pOl' 32 yotos contra G.
Estn comision ljuedÚ c01l1[>ucsta dc los SCt-10res Sanfucntes (dun
Salvador), Bello (don Juan), Solar (don F. dc.J\.), c Infante (doli
~lanucl Ra1l1on).

..
DE LAS VOTACIONES
.

DE LA CAMARA EN ASUNTOS PARTICULARES

(Sesion ùe la Cámara rle Diputados ùe 5 de Noviemhre de 1849)

EI diputado don M. R. Infante propuso que Ias votaciones de


ia Cåmara fuescn pÍtblieas, aun las rcferen tes a asuntos privados,
porque en las votacioncs secretas se pcnlia tl1ucho tiempo, i eran
contrarias a1 sistcma rcprescntativo, quc perEa que to(hs Ias opi-
lIiones se matJifestascn pÍtblicamcntc icon franqucza.

Ex. SEÑOR MONTT. Durante largos años Ia Cámara ha


pbservac10 Ia pråctica de resolver en votacion secreta Ias
solicitudes particulares i Ios asuntos de in teres privac1o. En
çsta prtctica no se ha notado ningun inconvenientc, i aho-
ra que se pide su derogacion no se señala tam poco ninguna
causa ni 1110tivo que la haga perjuc1icia1. Si 110 hubiera otro
fun::1amento para conservada que la sola circunstancia de
haber cxistic10 pOl' l11ucho tiel11po sin habel' producido mal
alguno, e11a sola bastal'ia para desechar Ia irinovacion que
se propone.
~Qué vcntajas se van a conscguir con que las votacioncs
sean p(tblicas en todo caso? Esta pnblicic1ac1 de las votacio-
nes, ~se rcputa acaso como unacondicion esencial del siste.
ma representativo?, Esto seria c1esnahraJizal' las cosas 11e-
vamlo la exajeracion hasta un estrcmo inconcebiblc. ~No
habria el mismo func1amento para exijir que el ministel'io
de relaciones csteriores c1iese publicic1ml nun alas negocia-
ciones mas secretas en que pncc1a elltenc1er, i para (lue toc1os
.

313-'
.10s otros depositarios del podà, cuaIquiera que fuese la
parte que les' estÚ confiada, publicasçn dia pOl' dia las ope-
.raciones que practican? Esta publicidad, tno.seria tamhien
una condicion necesaria del sistf?ma representativo? Lo que.
debe examinarse es, no si el sistema representativo en In

manera que cad a cual 10 entiende exije tal 0 tal cosa, sino
si la'exijen la conveniencia p(lbIica i el acierto de las resolu-

ciones. Esta es Ia verc1adera medic1a para apreciar las pro-


videncias que se quieren acloptar.
.

Estoi acostumbrado a hablar el lenguaje severo de Ia


vcrdad, i haciendo uso de éI deho decir que si se adopta la
indicacion del scñor diputado por Osorno, todas Ias solicitu-
dcs particulares que se presenten a la Cámara serán des-

pachadas favpråhlemente. No pretendo ofcnder alos seño-


res diputados i hago toda Ia justicia dehida a sus senti-
mientos de probidad i de patriotismÇ>; pero conozco nuestro
carácter nacionaJ, nuestros hábitos i costumbres, i este
conocimiento me inspira Ia completa conviccion de que,
resolviéndose en votacÎon púbIica los asuntos particulares,
no se procederia con la entereza e imparcialidad neccsaria.
~De clónde nace que cuando se pone en discusÎon una par-
tida de cuatro pesos para aIumbmdo i otms tan insignifi-
cantes como esta, se trabal1 debates acalorac1os, se discute
con ardor; i cuando se propone una pension cuantiosa, i las
mas veces inmerecida, ningul1 diputado toma Ia. pabbra
para preguntar siquiera por los antecedentes en que puede
fundarse aquella gracia? Este procedimiento no es solo de -

In presentc CÚmara, es pOl' dcsgracia el modo can que en


muchos casos han solido procec1er los cuerpos lejislativos.
Este mal resulta de que nadic quiere tomar compromisos
en asuntos de il1teres particular; i esta verdad, pOl' dura
que parezca, dcbo decirla a In Cåmara con entera franque-
za. Es un defecto de nuestro carácter nacional sobre el cuni
110 dcbemos hacernos ilusion. .
-

314-
Aprobando la indicacion propucsta, vamos a destruir
una prádica quc ningun illconvenicntc ha prescntado, i a
sustituir1e un sistcma que no pl1cde 1I1énos que producir
111ui fimestos efecto!'. .

Yoopino por qucno se hag-a"ninguna alteracioll sahre


este punto en cl método abservado hasta aqui.

.
ESPORTACION
'DE TRIGO POR CUENTA DEL FISC0

(S~siun d~ ,,, Cámara ,Ie \)ipul~dus de 5 de Dicicl1Il"e de 1849)

Al discutirsc la parli(!a del prcsupucsto rdcrclIte al pago de la


deuda inglcsa, propusu cl seilor (;Ollz:í lez (doli i\lan:ial), que ell
proteccíon de la agricultura, los dÍvíden(los llue pcrí(ídicall1cnte se
enviaban a LÓI1l1res, se remítiesen, no en barras dc plata, como
era eostulIl brc, sino en trigo, sicll1pre que su precio no esccdiesc CII
Valparaiso de 1 GO cts. por fancga.

.'
,

Las obscrvaciones del sl'1Ìor MonU i del Ministru de Hacienda


s~1Ìor Garda Rcycs indujeron al seÚur González a rdimr su in(lica-
,
cion para prcscntarla dcspucs mcjor estudiada.

Er. SEÑOR MONTT. No voi a contracrme a1 exåmen de 1a


partida, sino a decir unas pOl:as palahras sobre 1a indica-
cion prescnta(1a.
En primer lugar, 1a 111anera en que estå coneebido e1 ar-
ticulo 1.<:' de]a inclieacion manifiesta clara111ente que no es
tlna reeomendacion que se haee al ~jecutivo, sino un pre-
cepto que se Ie impone, porquc en aquel articulo se orclella
que la cantidac1 flue se destine para pago cle los intereses i
a111ortizaeion del cmpréstito, se remita en trigo. Esto pa-
l'eec no dejaI' al GobierilO cl arbitrio de \'crificar las rel11e-

sas en otra forma. En segundo lugar, cI trigo fJcbe mandar-


se por Cl1cnta de los partieularcs que quieran hacer este
negocio. anticipáw]oles cll;obicrnu ducc rcales por faHega;
pero dirijiéndolo precisamel1te a cOl1signacioll de In cas a de
-

31G-
Baring. No descubro por qué funrlamcnto si las remesas
tienen lugar pOl' cuenta de los prapictarios, sc priva a éstos
dc la libertad de elejir para sus consignaciones las casas 0
personas que mas les ag-raden.
POl' último, i esto cs 10 que mas me ha llamado la aten-
cion, la indicacion tal cualla he comprendido, fija tambien
1.'1 precio 0 cantidad que la casa de Baring debe percibir por
estas consignaciones, i ordeIia quc no cohrc mas que 10 que
cl Gobicrno Ie paga cn cl dia por comision de vcnta de las

pastas mctálicas cn que acostumbra haeer sus remesas.


Quizá me haya cquivocado en la intelijeneia que doi en
lOa
este pun to a la indicacion, pOl'que ha siclo rápida leçtnra
que se ha hecho de losdiversos artículos quc coiltienc. Pera,
si mi juicio es exacto, la casa de Baring pod ria con mucho
fundamento decir "que ella, hablanclo con cl dcbido rcspeto,
dccJinaba In competencia de la Cámara dc Diputados de
<;hile para tasarle la comision que debe cobrar pOl' las con-
signaciones que reciba." Scmejante limitacion cs, por otrn

parte, contraria a 10 estipulado por cl Gobierno con la casa


de Baring en 1.'1 contrato dc ajencia para los negocios del
.
,

emprestIto.
Agregaré algo sobre el fondo dc la indicacion. 'fodos los
.
.

comcrciantes mandan en 1.'1 dia sus remesas on1Ïnariamentc


en pastas en letras, i las pocas canticládes de trigo que se
0

han remesado solo pueden mirarsc hasta aquí como una


especic de ensayo. Los comerciantcs, adoptando este proce-
climiento, obran sin ducla pOl' 1.'1 conocimiento qnc tienCI1 de
que este es elmcdio quc les proporciona mas vcntajas. Na-
die Ic disputará al comcrcio su compctencia para juzgm'

con mas acicrto de las operacioncs que Ie son favorablcs, i


Ia compctcncia del Gobierno bajo estc punto de vista es
ciertamente mui inferior.
Cuando el Gobierno ha nivclaclo sn C011Lructa porIa que
observa e1 èomercio enla remision de fonclos, ha adoptaclo
-

317 -

11na regIa de pruclencia i cordura que yo no quisiera que


abandonase sin mui poderosos funrlamentos. POl' much os
que sean 10s conocimientos que posea sobre lamateria la
Cámara de Diputados, yo reputo mas segura la regIa cle-
ducida de la prÚctica obscrvacIa por eI comercio en 10s
casos análogos al dc que tratamos ahora.
La CÚmara de Diputados, al prescribirle al Gobierno que

110 haga 10 que toc\o el comercio cree


ventajoso hacer, 10
obliga a entrar en una nucva via, peligrosa quizÚ, i a em-
pre11cler una esp~culacion desconocida, de cuyas dificultades

es de temer <]ue no salga bien. No juzgaria yo par 10 ménos

prudente la conducta del Gobiemo que, anticipándose en


esta elase de negociaciones alas comerciantes, se pusiese en
eierto modo a dades Iccciones sobre cuál negocio era venta-
joso para que 10 emprendiesen, i cuá! les era peljudicial para
que 10 abandonasen. Esto es 10 que res~lta miradalaindica-
cion bajo estc aspeeto.
Ahara, si se pretellde que el
Gobiemo remita los fondos a
Lónclres en trigos, aunque sufra pérdidas en las remesas,
para dar de esta manera protecciol1 a la agricultura, se
presenta la Cámara una euestion mui grave i que no pue-
a

de ser tratada a la lijera i en el corto tiempo que podemos


destinarle hoi.
Aunque sea omitienclo los funclamentos de 'mi juicio en
esta cucstion, debo cIceir ala Cámara cjue no acepto la idea
de que cl Gobiemo, por protcjer la agricultura, emprenùa
especulaciones que Ie oeasionen desembolsos i pérclidas tal.

vez de mucha importancia.


Vale mas, cn mi concepto, que las can tidacles que pOl' este
medio van a perderse, se disminuyan de los gravÚmenes que
pesan sabre la agricultura, porque libertarla de estos gra-
vi'tmenes es la proteccion que yo consiclero como mas se-
gura, mas eficaz, i de resultados mas favorables.
POSTERGACION
DE LA LEI DE CONTRIBUClONIi:S

(S'e_j"nes ~e la Cámara de Diputados ,Ie 7 i 9 ,Ie El'ero ,Ie 1850)

En s~ion de 2 de Enero pidió d dipntado don José Agustin Seea


e1 de~paeho de 1a lei f1e
,que eontribueiones se difiriesc hasta. ('1 Illes
de Junio pr6ximo, porque se proponia pedir para entÚnees la su-
pre~ian del eatastro; don Brullo Larrain hiza suya 1a i.ndieaeiall
porfJuc, adel11a~ de såher que "m"ios diputados se prometian pre-
sentar proyecto~ de refor111<l sohre algunas de las contrihuciones,
e1
plazo de scis I11c~es q lie to(hwia Ie qucda ha a la lei en vijencia,
Ie quitaha el cnrácter de l11jcnte al de~paeho de 1a nueva lei, La
'indit'acion, impugnada pOI' los St'Ì1ores t;nrcía J{eyes i ToeorIwl,
Ministros de Hacienda i de J1Istil'ia, fné :'poyada por el seilOr Lns-
'tnrria en rnzones de eonstitueionnlidad,
A la sesioll sig-uiente cI señor Larrnill 111 odi fi d) :>11 illdicnl,joll cn
esios términos: "Sc (1ifiere 1a nprohncioll de las cOlltrihllciO!~cs
hasta e1 1,'.> de Ahril pr(lxi111o, CII cuya l-p")ca sel"Íln las Cií111arns

t'
seslOnes ('8 t'rI'Ion l'I11nl"las, "1'1
,

eonvoe:\( ! as
-

e n
I1IH~\'nl11en .. scnor
!J1Il' C0l110' 1a C'
t' 1" "
Hmara no pOI l'Hl 0 11'
"
\J '

nznr bar 1:IS a sn vez (1.10 ) 1-

gar a1 Pn'sidenie de la ({epídlliea a


con\'ol:Hrla a st'~iones estrnor-
(linaria!>, proponia qlle aquella :Îprohacioll se difirit,sc hi'sta e1 Illes
1n
de Ahril en ('nso que Ciílllnra estlll,jcl"c lìwcionanclo, i Itnl"tnJu-
uio en l'asO eoutrario."
"EntÍJnees, diet' don lsidoJ"O Erriíwriz ell el bOSqUl'jO histÍJrieo
que iintes hel110s citado, cut<íuct'S ,en medio del profnndo i solemne
silelleio de ]os dipntacJos i de Ja Ul1U1erosa cOllenrreucj[\ de 105 dos
partidos qne oeupaha. cl reeinio destinado al púhlico, prolltl11l'ió
'Montt el diseurso que mas ha coutrihl1ido a l'olHJuistarle la n:pu-
t[tcion de poderoso, docllenk i hábil orador, La estrnctura de cst a
!Jieza, tnl como nos ha siùo trnsmitiùa pOl' ~I bole1ill ùe sesiones.
-
3t9 -

del Cong-reso, que ]a reeihi() prol>ah]ell1ente redactada porsu au-

tor,es seneilla i anåloga a ]a de easi todos los grandes diseursos


anteriores de Montt....." Este diseurso es efeetivamente uno de ]os
poeos que el seilor Montt revisó sabre las notas estenogrMieas.
J)espucs de haeer un resltl11en del discurso, e] seilor Errázuriz eon-
tinúa: ilIa voz vibrante i aeerada del Ol'ador espiró en medio de un
eompleto si]encio 'que era en unos admiraeion i en otros estupor.
Ofreeida dos veees la ra]ahra, nadie la pidiÔ i se procerliÔ avatar.
Dc los 42 diputados presentes, 21 votaron negativamente, i 21
pOI' In afirmativa: La inrIieacion del diputado Larrain que(ló para
ser resuelta en la sesion siguiente......"
~eabierto el debate en esta sesion, qne tuvo lugar dos dias des-
pues, ]os seilores Infante i Lastarria eontestaron al señor Montt,
quien a su vez replicÔ al señor Lastarrin. Los seilores Taeomal i
(;arLÍa I~e)'es añadie:on algunas eonsideracioues a las que hnbiall
espuesto al il11pugn~r par vez primera In inrlieaeioll rlel señor La-
.

rra 111
La indieaeioil para postergar el despaeho de la lei de can trihu-

eiones resultó deseehada pOl' un voto de mayoría.


Del segtmdo discurso del señor Montt no rejistra desgraciacla-
men te eI boletin oficinI sino 1111 ho!'qucjo. QniziÎs la misma impel"
tancia de la sesion hizo creer a los estcnúgrafos ([Ill' el orarJor dic-
tarin su nuevo diseurso, i en l'sta confÎanza solo se limitaron a

tomar notas l1Iui imperfectas. Lomismo p:lrccc que sneediÔ al


seìlOr Tocoma], quicn no consinti() qne las notas rle Sl1 segundo
(liscurso fignrasen cn c1 boletin. .

EI ]Jrimer disCIIl'SO del sciior MOIILt ha sido reproducido ]>01' !a


prensa pcriódica cada \'('Z qu(' sc ha disel1tido ell cI Congreso In
poster~~H'ion (Ie Ia lei (h~ contri\H1ciones. AI principia de cstc yo1\1-
men damos un iuicio de (lon B:1rtoJomé M it!"e s011re esir discurso.

EL SEÑon MONíT. La mo(lificacion I1\H."'am2ntc propucs-


tn (\ifierc poco 0 nada dc \a qne anteriormcntc se hizo, por-
que {uuhas tie11l1en a reservnr e\ ncuenlo sabre las contri-
hueiones para un dia mas 0 ménos Pl'Óximo a aquel en
que terminn In lei adunlmcntc \.ijcnte sohl'(' esta materia.
Desdc que sc (lidÚ In Constitucion se hnn c1ecrctado en
\'ada a110 las contrilJ\1Cioncs pÚblicas, ~in que ;'0 recuçrdc
.
-
320 -

un solo hecho que pueda servir de escepcion a esta práctica


unifol'me i constante.
Esta costumbre il0 h[( sido caprichosa i
arbitraria, sino
que está arreglada a 10 establecido en el mismo código fun-
damental. EI artículo 37, que voi a leer a Ia Cámara, dic~
nsí: "Solo en virtud de uila lei se puede: 1. f) ih1poner contri-

buciones tle cualquiera c1ase 0 naturaleza, suprimir las exis-


tentes, i detel'minar en caso neccsario su repartimicnto en-
tre las provineias 0 departamentos; 2.0 fijar anualmente los
gastos de la administmcion pública; 3.0 fijar igualmente en
cada año las fuerzas de mar i tierni. que han de mantenerse
en pié en tiempo de paz 0 de guen:a. Las contribuciones se
decretan por solo el ~iempode dicziocho meses, i las fuerzas
de mar i ticrra se fijan solo por igual término."
Esta parte tereera, segun se acaba de vcr, establece una
completa igualdac! entre las fuerzas de mar i tierm i las
contribuciones, tanto en cuanto al tiempo en que deben de-
crctarse, como en cuanto ala duracion que deben tener las
leyes que se espidieren sobre el particular. Con respeetó a
ámhas cosas se manda que el Congreso determine 10 con-
veniente en cada año, i si algunaduda pudieraeaber en este
punto, quedaria allanada por el modo constante en que cl
cuerpo lejislativo ha entendido esta disposicion.
La asimilacion de las fl1erzas de mar i tierra i de las con-
tribuciones hajo el aspecto en que las estoi considerando, es
tan de bulta que 110 puede dcsconoccrse sin contradccir el
testo liteml. de estc articulo i su espíritu bien manifiesto.
Tanto para las fuerzas como para las contribueiones, ha
tenido en cfecto la Constitucion funclamentos análogos
para qucrer que los decretos que sohre estas materias se
espidan, precedan Uti tiempo eonsiderahle al dia en que de-
hen tener su cumplimiento.
En órden a la fijacion de las fuerzas de mar i tierm, fáeil
es percibir que, atenc1ido el tiempo en que cleheÍ1 fijarse i e1
-

321 -

término que debe'durar]a lei, e] nuevo acuen10 precede or-


dinarial11ente en seis mescs a] dia en que r1cbe ejeçutarse.
Estc tiempo que media entre ]a promu]gacion de ]a nucva
lei i ]a époea de su ejeeucion, es rcquerido porIa prudencia,
i en muchos casos pOl' una notoriajusticia, para (PC ]as a]-

teraeiones hechas pOl' e] Congreso cn e1 pié de fuerza se 11e-


yen a cfedo sin ]os inconvcnientes al1exos pOI' 10 comun a
cstas a]teraciones. Ya sea que clnúmero dc la Îuerza se au-
mcntc 0 se disminuya, el gobierno l1ecesitará easi siel11pre
de algun ténnino, hien para completar e] nuevo número
-que se 11ame al servieio, bien para preparar ]0 preeiso en
,

obsequio de aque110s que sean despedidos ~Seria prudente,


seria justo que el Congreso sin razones mui Uljentes cleere-
tase en un clia la disolueion de un cuerpo para que se 11evase
a eÎecto a] dia siguiente, 1 entregase de esta
manera a la
miseria n hombres que hnn eonsagrado su vida entern al
set'vicjo, i que quizá por causa de] 'mismo servicio no pueden
c1ec1icarse in1l1ediata1l1ente? Ln Constitu-
a otra ocupaeion
cion no puede haber querido semejante cosa, 1 entenderJa
en otro scntido es clesconoccr 1l1anifiestamente su espi'ritu. .

Sueede 10 mismo con respecto alas contribuciones. E11as

estan destinadas a eubrir los gastos de 1n ad1l1inistracion, i

anua]mente, como no puede poner-


si estos c1eben decretarse

se en duda, nnua]mente tal11bien cleben fijarse las contribu-


ciones para que entre ]os miS1l1os gastos i ]os ingresos se
observe ]a proporcion debida. La inohservancia de este pro-
cedimiento claria pOl' resultacla, 0 que 10s impuestos no
alcanzasen satisfacer ]os gastos púb]ieos, a que, cubiertos
a

éstos, quedase en las areas fisea]es un sobrante pereibido


sin necesiclacl i connotab]e peljuieio de la industria.
Es pOl' otm parte un principia elemental de buena aelmi-
.

nistracion que las a]teraciones en las contrihuciones no se


Heven a efedo inmediatamente despues de aeordadas, i que
-se coneeda un tiempo eompetente para que ]os negoeiantes
22
-
322 -

j demas personas cuyos intereses pueden ser afectacJos, arre-


glen sus operaciones. Si el Congreso decretase hoi la conti-
nuacion de.las contribuciones i a! mismo tiempo libertase-
del pago de derechos de internacion a los azúcares, por
ejemplo, para que gozasen de esta franquicia en el acto, ~no
arruinaria pOl' el mismo hecho a una gran parte de los ne-
gociantes que se ocupan en este jim, haciéndoles perder un
"einte por ciento 0 una cantidad equivalente al monto de-
10s derechoscon que están gravados los azúcares? Lo mismo

sucederia si se quitasen los dereehos de 1a plata en barra, 0


los de cualquiera otra de 18s mercaderins a que se ha aludi-
do en la Cámara, i se quisicsc que estas dis]Josiciones princi-
piasen rejir en el111omento misll10 de ser dictadas. El tras-
a

torno introducido pOl' este meclio en las fortunas seria


inevitable, pues sabido es que 10s impuestos aumentan el
precio de las cosas, de la misma manera que 10s gastos de
produccion, i que, qtìitAntlose 0 disminuyéndose aquél1os,
baja prccisamente el valor dc 10s objetos agraciados.
Nunca quizá se han perdido de vista entre nosotros estas
consideraciones cuando se han hecho nuevos .arreglos en
algunos de 10s impuest()s; i la Constitncion las ha tenido
tambien 111ni presentes cnando ha querido que prcceda on]i-
nariamente seis meses el acuerdo anual sobre contribucio-
nes al dia en que dehe comcnzar a tener su cumplimiento.
Ya seå que se considere la letra del artículo constitucio-
nal, ya sn espíritu, esplicado, bien pOl' sus fundamentos, 0
bien por clmodo cn que 10 han entendido 10s cuerpos lejis-
lativos anteriol-es, se verá que no es conforme a este mismo
artículo retardar el acuerdo sobre contÓbuciones para 10s
dias inmecliatos a la terminacion de In lei actual mente vi-
.

Jente.
He buscado en 10 que se espuso en
una de las noches pa-
sadas en apoyo de Ia indicacion Ias razones que pudieran
hacerla admisible, j si 111is recuerdos no me faltan, solo se-
-
323 -

dijo que no habia ningl1na. urjenein en decretm desde 1uego


Ias contribuciones; que difiriénc101as era posible que se pro-
pusiesen algunas reformas, i por último, que era mejor me-
c1itar mas el asunto. Si hubiera a1gun:l eosa que justifiease
e1 desvlo de una disposicion constituci.onúl, no serinn eierta-

mente Ios fundamentos indicados, débiles i de ningun valor


, .

en S1
m1smos.
Si se reconoee que la lei manda deeretar anunlmente Ins

eontribueiones, no se neganí que es mjente clecrdarlas


desde ]uego, p01-que siempre i por siempre será urjente el
eumplimiento de la lei. Ya en una de Ias noches pnsac1as se-
demostró tam bien por uno de 10s señores c1iputac1os que re-

servando este asunto paraJunio, no quedaba ni aun el 6('m-


po bastante para que se comuniease la resolueion alas cli-
versos pun tos de la República, i sin insistir yo ahora ('n cste
particuJar que se presentó eon tnnta elaridad, agregnré í1l1i-
camente que la nueva indicacion no saJva los apuros i Ins
c1ificuJtades consiguientes ala falta
de tiempo.
Pero en aquc1Ja época, se dice, cs posibJc <jile se presenten
aJgunas reformas sohre las conÜibuciones existentes, i csta
vcntaja compensará e1 retanlo. Pero In mern posiLiIiclad,
~será moti vo sufieicnte para que sc posterguc la .l.ei 501)1"('
contribucioncs? Todas las instituciones, todos los ramos
del servicio público son susceptibJes de refor111as i mejorqs, i
aceptado el fundamcnto ántes inc1icado, ùebiéramos diferir
todas las que se propt'isicsen i emp1azarlas para una época
que yo no sé cuando llcgaria al fin. En Ia Cámara no se ha
h\lb1ado sino de mem posibilidad de reformas, sicmprc de
un modo vago e indetermil1ado. ~Quiénes el señor diputado
que se compromete a presentar estas reformas? ~Sobre cuft!
de las contribucioncs cxistentcs van a recaer? ~Van por
a\:aso a nbrazar todo e1 sistema fiscal 0 de hacienda? Esto
es 10 que hai derecho a conocer i 10 que yo prcgunto a los
-

324 -

señores diputados que pretenden se difiera el acuerdo sobre


contribuciones pOl' est a causa.
La sanciol1 inmediata de la lei sobre contribuciol1es no es
tam poco un obstáculo para las nuevas reformas que quie-
ran introducirse. Vijente la lei de contribuciones, se han he-
cho siempre todos los nuevos arreglos verifjcados despues
de la Constitucion. Ni se concibe <jué,c1ase de embamzo se
encontraria para modificar e1 catastro, los c1erechos de es-
portacion de la plata en barra, 0 cualquicra otro de los im-
pucstos a que se ha aludido en la Ct'imara, con la lei jeneral
de contribuciones, pOl'que se didaria un arreglo parcial so-
bre cualquiera de estos ramos, i principiaria a tener efedo
desde e1 dia lIne sc señalase. Si 110 se qnierc 1a lllodificacion
de todas las contribuciones a un mismo tiempo, será siem-
pre mas oportullo i cómodo ocupa1'se en cada una de cl1as
en particular para verificar las rcformas que se juzguen con-
e1
venientes. Yo insisto en reeordar a 1a Cámara modo en
que se ha procedido hasta aquí en este punto.
Bajo cualquieraspecto que sc mire lapretensioll de diferir
la lei sobre contribueiones, se la encuentra desprovista de
func1amento; i no se divisa en el1a un motivo de conveniencia
púbJica. Tiene, sin embargo, un objeto que toc1os conocen,

que todos yen i pal pan, i que, no obstante, no se ha espuesto


ala Cámara. Yo voi espresarlo con entera franqueza.
a

La pretension de di[erir las contribuciones no es mas que


.

una amcnaza hecha al Presidente de la República de que, si


no entra en tales vias, si no contenta tales intereses, si no
accede ciega i sen-ilmente a tales exijencias, serál1 ncgadas
las contribuciones.
Este propósito induce un trastorno c1e todos, los princi-
pios constitucionales i una traba puesta a la acciol1 lejítima
de las autoridades dentro de la esfera que la lei les señala.
~Con qué derecho 0 título se cree autorizada la Cámara
para convertir al Presidel1te de la República en un mero
.

-
325 -

instrl1mento de sus pretensiones? Semejante sistema haria


imposible el gobiemo entre nosotros, porque provocaria
necesariamente otros aetos de igual naturaleza. Si la Crt-
mara de Diputados hiciese esta ilegal intimacion al Presi-
.

dcnte de la República, lno haria 0 pod ria hacer a su vez 10


mismo la Cámara de Senadores? Si la de Diputados dice: ne-
garé las contribuciones en e1 caso que el Presidente de la
República no acceda a mis exijencias, lla Cámara de Sena-
dores no pod ria i deberia decir: yo pOl' mi pa!'tc me negaré
tam bien a sancionar las contribuciones si el Presidente de
la Repúbliea accede a tan indebida pretension? lQué se haria
en cste terrible conflicto? ~Desconoceriala Cámara de Dipl1-
tados iguales pode]'es, iguales atribuciones en el Senado
para este caso? He aquí cerrados todos 10s caminos legales
para la marcha del Gobierno pOl' haber ahandonado la Cá-
mara de Diputados la senda de la lei ide la Constitucion.
II qué límite tendrian las faeultades de la CÚmara si,
convirtiendo las contribuciones en un arma terrible, lograse
pOl' este medio que nada resistiese a su voluntad? lNo cli-
ria tambien mañana: si los tribunales de justicia no sen-
teneian tal causa cn tal sentido, me negaré a prorrogar las
contribuciones? De esta manera se coneentrarian en la CÚ-
111ara todas las facultades de ]os pOlleres del Estado, i se

.constituiria el despotismo mas oclioso i funesto, e] despo-


tismo de muehos, el despotismo il'responsable, e1 despotis-
1110 eseudado con las ap.arieneias de la ]ega]idad.
Hai, señor, un alto grado de inmoralidad política en
amenazar con el uso indebido de un derecho, de man<.:ra
que cause graves daños, para arrancar al favor de esta
amenaza coneesioncs aotros.lQuién no puede abusarde los
derechos, i cuántos 110 se sentirian tentac10s a imitar eI
ejcmplo que diese la CÚmara? Al Presidente de Ia República
corresponde, pOl' ejemplo, la facultad de indultar, i si el
Presidente algun dia dijese a la Cámara: si no se me auto-
-
326 -

riza para tal objeto, yo indultaré i pOlldré inmediatamente


en libertad a los 600 u 800 presidarios que hai en Santiago
para que saquecn e incendien la poblacion, ~cómo recibiria
la Cámara tan inaudito lenguaje? tEncontraria cspresiones
bastante propias para caracterizar cste acto? En el Presi-
dente de la RepÚblica existe el derecho de indu]tar; pero
csta circunstancia en uada atenuaria el hecho.
Sin quercrlo la Cámara, i yo abrigo la confianza de CJue
110 10 quiere, presenta precedentcs de este carácter, i adop-
tando hacienda ]a amenaza va a haccr una intil11Hcion
0

mas grave aun. La ccsacion de Jas contribucioncs no solo


arrojaria a los presidarios de los presidios no habiendo con
qué mantenerlos, sino que 10s dejaria sin freno, cesando los
funcionarios que pudieran evitar sus depredaciones.
Los males de la ccsacion de las contribucioncs no recae-
.

rian únicamente sobre el gobictï1o, porque se estenderian él


toda la RepÚblica, entregándola toc1a ella a la anarquía.
~Cómo recibil-ia la nacion un hecho de este carácter? Yo
llamo la atencion de la Cámara hácia este puuto. HI pue-
blo, por desgracia, confunc1e con frecuencia los hombres i
Jas instituciones, i el resultado inevitable scria cl completo
descrédito de todo 10 que reconocemos como mas digno de
respeto.
El derccho terrible de suspender las contribuciones no
puede usårse sino en casos sumamente estraonlinarios,

contra un gobienlO, pOl' ejel11plo, que concuJcase todos los


derechos, que violase todas las leyes, i que ejerciese en todo
sentido una verc1adera i odiosa tiranía. Para evitar los le-
vantamientos populares que suelcn acontecer en estos ca-
sos estremos, ha puesto la Constitucion cn manos del Con-
greso esta anlla terrible, cuyo uso no puede ser lejítimo sin
que intervengan I as. mismas causas que lejitimarian una
revolucion. Sobre las revoluciones de be caer la execracioll
.

-
327 -

pública i sobre los actos que encamman necesariamente a


.

ellas.
He manifestacIo francamente mi opinion a pesar cle la
confianza que tengo en la Cámat'a, para que si no surte
otro efecto, se mire como una protesta de mi parte contra
tales prop6sitos e ideas.

EL SEÑOR MONTT. Es de lameniar que el honorable cli-


putado por Rancagua se hubiese sentido en la última reu-
nion de la Cámara con la indisposicion 0 molestiå que Ie
letargo de que, dice, estaba poseido, i
])l1S0 en esa espccie de
que par esta causa no hubiese podido su señoría compren-
de. 10s fundamentos que espuse en mi discurso.
Si el señor diputado ha buscado el esplritu de mi discurso

en las re]aciones que se Ie han dado privadamente, i en In;


esposiciol1 0 version que han hecho alß"ul1os diarios, desde
luego debo protestarle que entre mis discursos i 10 dicho
pOl' los diarios, no hai ninguua mancomunidàd.
Si cl señor diputado huhiese atendido a 10 que dije, nos

habríamos ahorrado quizas las cuaho quintas partes de su


discurso. Esta especie de mancomunidad que se ha querido
establecer entre las opiniones de los diputados i la prensa,
ha dado lugar a ocuparnos en oide durante largas horas la
defensa propia, clistrayendo a la Cání.ara del tiempo que
tanto necesita para contraerse a 10s asuntos de interes je-
,

nera!.
Yo protesto formalmente á la Cámara que si alguna vez
vengo a ocupar1a de m1 mismo, no me escuche; mas altos
son 10s intereses a que debe atencler. Ante la patria cleben
desaparec~r los intereses personales; debe queclar a un lado
el hombre con sus pasiones 'de parti.do i sus i.ntereses indivi-
clualcs. EI hombre que abriga sentimientos tan patrióticos
como los que ha manifestado el señor diputado por Ranca-
-
328 -

gua, debe atenerse a sus principios, i no tocar la persona


cuando se trata de sostcncr opiniones.
Brevemente i en las ménos palabras que me sea posible, .

voi a dar algunas lijeras espJicaciones acerca de 10 que án-


tes dije.
Espuse,'" en primer lugar, la costumbre queha habido de
aprobar las contribuciones en caela lejislatnra; i aduje esta
costumbre como el único intérprete de 10 ordenado por la
Constitucion, la cual debia el1tenderse como la habiall en-
tendido anteriormente los cuerpos lejislativos. Dc este ante-
cedente, ~cómo ha podiclo deducirse que yo he alegado que
la Cámara debe precisamente hacer ahora 10 que han hecho
otras anteriormente? ~Quién ha de desconocer Ia lei de pro-
greso que regIa las operaciolles humanas? Pero en ónlen al
cumplimicnto de las leyes, deben entenderse hoi como se han
entendido ayer, porquc est a es la mejor regIa para juzgar
acerca de la intelijencia de la letra misma del art1culo cons-
titucional, i de su espíritu.
Espuse en aquella sesion que la Constitucion asimilaba el
voto de las contribuciolles al de las fuerzas de mar i tierra.
El artículo 37, en efecto, en su parte primera señala como
uno de 10s objetos propios de una lei cl imponer contribu-
cioncs, i en su parte tercera, el fìjÚr anualmentc las fuerzas
de mar i tierra, fijaeion que debe dural' un año. Estas dos
disposiciones no pueden confundirse entre sí; la primera

trata de los nuevos gravámenes que se establecen; la terce-


ra habla en jeneral de Ia let de contribuciones establccidas,
i no de la creacion de otras nuevas. Se puecle en cualquiera

época establecer una nueva contribucion, modificar las exis-


tentes segunlo exija la conveniencia pública; pem est a lei
anual que debe decretar la Cámara para que haya 10 nece-
sario para el servicio de la nacion, debe darse caela año.
Dos func1amentos alegué para manifestar el espíritu de
Ia Constitueion en esta parte.
-

329 -

Fué el primero que era preciso establecer una propon:ion


entre las contribuciones que se decreten i los gastos del ser-
vicio público que se hu biesen decretaclo pòr el euerpo ]ejis-
lativo.
Se ha ereido que esta proporcion l>uede fijarse mejor en .

una época posterior. Téngase presente que los gastos del


servieio púhJico ]os decreta regularmentc el Congreso con
alguna anticipacion, no para que vayan a tener efecto des-
de luego, sino descle el principio de] año siguiente, 10 que cia

pOl' resultado ]a obsen-ancia de las leyes establecidas.


No es posible, se dice, prcnr descle ]uego cuá] será e] mon-
to de ]as contribuciones si desde ahora se decretan. Cuando
mas podria yo convenir en que es (lifícil ])rever ese resulta-
do, pero no imposible. Afortunadamcnte, nuestro sistema
de eontribuciones es tal que mi estimado amigo el señor
don Manuel Iknjifo sabia de antemano curti seria elmonto
de ellas en ]os años yenideros. Fáci] es comprohar e] hecho
consultando ]a memoria en que hab]a de este asunto.
.

E] segundo fundamento que aduje para manifestar e] es-


píritu del artículo constitucional, fué la necesidad que habia
de que la lei de contribucioncs sc decretase con anticipacion
al tiempo en que dcbia de lIevarse a erecto.
Se ha desconocido este principio, mas yo 10 reputo tan
indispensable que sin él no puede haber administraeion pú-
biica.
No comprendo cómo ha podido desconoeerse este princi-
pio, de tal modo que lIego a creer que sufrí alguna equivo-
caeion al esponer 111is ideas.
Las contribueionesconsideradas con relaeion al preeio de
las cosas vienen a producir elmisl110 efecto que una alza 0
bl0a repentina. 8i disminuye la eontribucion, disl11inuye el
precio de las cosas. 8entado, pues, este hecho, ~conviene aI-
terar el precio de las cosas súbitamente, sin dar el p]azo
preciso para que Ios espceuladores tengan tiempo de arre-
-
330 -

glar negocios? Si se responde que sí, abanc1ono Ia cues-


StlS

tion, i no sigo adelante.


Aduje tam bien como ejemplo que si la Cámara dijese
hoi: desde este mismo dia quedan sin derecho de importa-
cion los az{teares; el resultado de esta declamcion seria la.
baja de los precios. ~I convendria que todos los especu1ado-
res en azÍ1car se àrruinasen pOl' esta declaracion de Ia Cá-
mara, puesto que venclrian a perder el 20 pOl' ciento, pongo
por caso, de Ios capitales que tienen empleados en este ar-
tícu]o?
El efecto que produciria una resolucion semejante a la
que se propone en la actualidad, seria una anarquia en
cuanto al precio de las casas afectadas pOl' un cambia súhi-
to en las contrihuciones; i pOl' eso yo reputo como un prin-
cipio fundamental el que siempre que se baje la contribucion,
sc dé eJ
tiempo necesario para que los particu1ares arreglen
sus negocios segun la variacion que se acuerde. De estc mo-
do tendrian conocimiento de 10 que iba a suceder, i podrian
precaver Ias consecuencias funestas que de 10 contrario cae-
rian soh1'e e11os.
Si he insistido en esto, es no solo pOl' defender un princi-

pia, sino por evitar aJ pais depJorab1cs resultados. La Cit-


mara no necesita que se lwga ante el1a ]a c1elcnsa de este
principia porque, ami juicio, cs claro como la luz.

Reservar, pues, la considemcion de Ias contribuciones


para elmes de Junio no tiene objeto. Se ha dicho que cI ob-
jeto es hacer reformas. Pues bien ~esas reform as se van a
11evar a efecto en elmismo mes de Junio? Si así no es, como
no puec1e ser, se va a proc1ucir un mayor mal que el que
puec1e resultar de la continuacibn dc las contribucioncs pOl'
mas viciosas que scan. Si no se van a quitar esas contribu-
ciones, si solo van
,
a votarsc ahora para que tengan efecto
cnatro 0 seis mcses despues, wor qné se c1~ja estc negocio
para un tiempo angustiac1o: para 10s últimos momentos?
.

-
331 -

Se dice que es nccesario tiempo para meditar 1a materia.

Tiempo ha habido elesde e1 principio de 1a lejislatttra


para
estudim 10 que por su importancia vital debió Ilamm su
atencion con preferencia a otros asuntos.
Omitiendo algunas consideraciones i pasando a mirar
la cuestion bajo otro aspecto, diré a la Cåmara que de 10
que he oido no sé qué deducir. Se ha dicho que hai amor a1
órden. Me complazco en reconocerlo, en que se den ala Cá-
mara estos testimonios tan esplícitos. Pero lse ha negado
acaso que el retardo de las contribuciones era una. amenaza
al Presidente de la República?
Seha dicho que era solo una amenaza para llegar a una
transaccion. Si tal fuese, el Presidcnte miraria la cosa con
mui poco aprecio. Seria esto como si se Ie presentaseun ejér-
cito cuyos fusilcs fueran ele palo.
iAmcnazar para transijir! No sé qué relacion pucda tener
esto con el asunto presente. II qué se transije? lEI que no
se digan par la prensa dcsvergiienzas a 10s señores diputa-
dos? Yo seré el que mas 10 desee, pucs no salelria-el pe"or
librado; pero dJodria e1 Presidente de la Repúh1iea impeclit'
las c1esvergÜenzas? iDios mio! iOponerse alas contribucio-
nes para reprimir las licencias de In prensn! Ménos concibo
ahora e1 fin que se proponen con esto.
Mucho pod ria estenderme sobre este punta, pero quizå
he abusado ya de la paciencia de In Cámara. La cuestion
se ha prolongado demasiado, i quisiera par mi parte dar fin
a ella para que 1a Cámara pueda emitir su yoto sobre este
particular.

.
.
I

INFORME
SOBRE LOS DOS PROYECTOS DE INSTRUCCION

DISCUSION DEL PROYECTO DEL SEÑOR MONTT

{Sesiones de la Cámara de Diputados de


5,10, 12 i 14 de Junia de 1850)

La comision especial l1al11ada a informar sabre los proycctos de


10s señores Garda Reyes i Montt propuso que se adoptase para
.

tema del debatc el proyccto del sei10r M on tt, no solo porque ha-
bia ref1.1ndi.do las di"posiciones de mayor interes del otro proyecto,
.

sino porque sus demas partes estaban coneehidas en el sentido mas


conveniente alas circunstancias del pais. Esceptuó de e"ta aproha-
cion el título referente al estahlecil11iento de una contribucion di-
recta para el sosten de las escuelas, sustituyendo este arhitrio por
una asignacion anual del Pisco i una contribucion establecida so-
bre los educandos.
E1 señor Montt sostuvo la contribucion directa contra los se-
ñorcs Lastarria i Sanfucntcs, que apoyaron el infonne; pero no
obtuvo a favor de su idea mas que 12 votos contra 30 que favore-
cieron a sus impugnadores.
HI resto del proyccto fué aprobado sin modificacioncs de consi.
deracion, apesar de la oposicion que los señores presbíteros Eyza-
guirre i Taforó hicicron al artícu10 que il11ponia a los monasterios
de relijiosas Ia obligacion de man tener escuelas.
E1 Scnado discutió en dos años consecutiYos, en 1853 i 1854, a
indicacion de don Diego]. Benavente, la idea de costear'la instruc.
cion primaria por una contribucion directa, i en ambas oc~siones
fué rechazada.

La lei de instruccion primaria de 1860, que todavia rije, es el


proyecto del señor M ontt con algunas 1110dificaciones aconsejadas
por el mayor desarroIIo que alcanzaba e1 pais en ese año.
333
--
-

Informe de la ComisÎoll

La c01l1Ísion especial nOl11brada por la Cál11ara para examinar


los dos proyectos sabre instruccion pril11aria que sucesivamente Ie
l1an sido presentados por los honorables c1iputados Garda Reyes i
Montt, despues de haberlos comparado (:on detencion, ha creido
deber recomendar para la discusion el segundo de dichos proyectos,
no solo porque en él se han refundido las mas importantes disposi-
eiones del pri l11ero, sino tam bien pOl-que las adieiones i modifica-
eiones que contiene estÚn concehic1as en el sentido mas conveniente
alas actnalcs circunstancias del pais. Cree, no ohstante, la comi-
sion deber eseeptnar todo el t1tulo 2. Q del proyectade1 señor M ontt,
que trata de la renta, i proponer la snstitucion de clicho título por
los art1culos que formnlarÚ al fin de este informe, pasando desde
luego a esponer los motivos que la han inducido a opinar de este
modo.
Si es venlad, como el autor del proyecto ha dicho, que obligando
a los ciudadanos a
pagar una contrihucion esc1usivamente desti-
nacla a la educacion primaria de sn departamen to, se les da un in-
teres directo en e] fomento i m~jora de esa educacion, tamhien 10
es que los efectos de talmedida, como los de cualquiera otra que se
adopte para comunicar de pronto ala enseñanza primaria todo el
desarrolIo que se desea, serÚn toda vía pqr algúnos años mucho
ménos perceptibles en nuestro pais que 10 que serian en otros mas
fa vorecidos por las circunstancias. La diseminacion notable en que
se encuentra aun la mayor parte de nuestra pohlacion, la poca dis-
tribucion (Ie la ri(lueza en las clases inferiores, i, sobre todo, su
apat1a e ignorancia, que las hacen mirar con la mas completa incli-
ferencia la educaeion de sus hijos, prefiriéndole los ausilios que en
sus quehaceres industriales 0 domésticos pueden éstos suministrar-
les, son obstáculos tan efcctivos como poderosos que solo eI tiem-

po podrfl vencer. Aun cuando esa contribucion se estahleciera, nu-


merosos padres de familia dejarian de aprovecharse de los benefi-
cios que con ella se deseaproducir, ya por la distancia a que siem-
pre quedaria su residencia de las nuevas escuelas que se planteasen,
ya porque considerarian el ausilio que les diesen sus hijos en sus
faenas, de mayor valor que la cuota de contribucion que se les 1m-
biese designado. A esto hai que agregar que notándose principal-
-
334 -

mente entre las clases mas pohres la indiferencia de que acnha de


hablarse, i no correspondiendo a ellas erogacion alguna segun eI
proyecto, el mayor gravámen ql1cenconsecuenciaredl1ndaria súhre
las acomodaùas, vendria a ser infructuoso, pues por 10' jeneral, aun
en el dia, dan éstas siempre a sus hijos alguna ec1ucacion, bl1ena 0
incomplcta. .

La cOl11ision recol1oce quetoda contribucion tiene sus inconve-


nientes. No Ilamará, pues, Ia atcncion de !a Cámara hácia las gra-
ves dificultadcs que presentaria la que hoi se propone para su equi-
tativa distribl1cion, sobre todo euanc10 han de praeticar1a guher-
.

nativa111ente i sin lugar apelaeion las l11unicipalidades guiánc10se


a

.
par ddcu]os dcmasiado sujetos a] error; 110 ]a Jlnl11Hní tHmpoco
h{lcia la disminucion que en su 1'cndimicnto proùucirian 108 gastos
.dc recaudacion i administracion. Pero, aunquc 10s comisionac1os
opincn con el autor del proyecto qile la educaeion p1'imaria dehe
ser una carga de la nacion, juzgan que en eI estado actual de nucs'
tro pais, mereeen tOl11arse en consideracion los clamores i resisten-
cias qne opondrian a
nna contribuciol1 especial con ese objeto 10s
.

flue no hubiesen de reportar un bencfieio inmec1iato de ella, sea pOl'


no tener hijos que educar, 0 bien pOl'que no dfreciéndoles las escue-
las p{tblicas la suficiel1 te confianza para envianH:Jlas sus hijos en la
edad mas tierna, prefiriesen colocarlos en una particular [jue se la
inspirase, costearles Ia enseñanza en'sus propiascasas. Dificu1ta-
0

des son ('stas que lentlrÚn cierlaI1H:nll: lIlénoi'i illl]Jo1'LHIII.:lil <:lH\!l\lo


una hncna partc de los cimlarJanos comprenda que, fuera del pro-
vecho inmediato que ellos huscan, existc otro jcneral i mui impor-
tante en que por media de la difusiolt de la instnlccion se morali-
cen torlas las dases, se disminnyall los de1itos, i se prOl11ueya la
prosperidad cOl11un.
f]ucda espuesto, se hahní advcrtido quc fa comision
POl" 10 (lUC

no desecha absolntamentc el arhitrio propnesto de la con tribncion.


Persuadidri, par eI contrario, rlç su conveniencia, i rlisintienclo solo
en cnanto a su oportuniclad i necesiclad prescnte, eree que la C{(-
mara, hasta cierto punta, cleberia dejar eonsignado
e1
pensamicnto
en 1a presente lei. Pero leuándo será lIegado el tie1l1po ùe reaJiznr-
lo? dCómo se provcerá entretanto al dccidido fomento que alas

ojas' de tados ncccsita nt1cstra primaria educacion? Talcs SOil las


cuestiones que rlcsde luego sepl'escntan, i la comision ya a 1'esoh'er,
ad virtiendo que, a pesal' (Ie euanto ha dicho, ella no vaeilal'ia en
-
335 -

aceptar ahora mismo el arhitrio propuesto pOl' el honorablc Üipu-


tado lVIontt, si de absoIuta necesidad 10 creyera para dar a esa
educacion todo 1'1 desarrollo realizable por 10 pronto.
~Cuiíndo serÚ llegado el caso de reaIizarIo? CUi1.ndo se haya refor-
mado nuestro viciosÍsimö sistema actual de contribuciones respon-
demos; cuando 1n distrilH1cion ùe las cargas pÚhlicas se haya efec-
tuaclo con mas equid ad i economÍa; cuando 1'1 mOllstruoso impucs-
to del dicZ1110 no arranque ya su sustancia la primera ilHlustria
a

del pais para proporcionar aJ Erario Ia tercera 0 talvcz 1a cuarta


1'1
parte de su producto, distribuyélldose resto entre un sinn úmero
de especuIa(lores. La naeion que entónces economizará nn capital
de ïOO a 800 mil pesos, que hoi eraga a pura pérdicla, dcsel11 bolsa-
rÚ gustosa 500 0 600 mil pesos para 1'1 santo ohjeto de In instruc-
cion primaria. El propietario, que ya no sufririi in útilmente la exac-
cion de una buena parte, 0 quizÚ la mayor de sus ganancias, darii
sin clificultad Jo necesario para que se civijice a sus inquilinos; i la
haja eonsiguien te 1'1\ e1 preeio de Jos frut05, proporcionarÚ a todo
c1puebJo un altolTo que cederú can elltusiaSlllo en favor de In ilus-
tracion. Las principale~ dificu1tades, pues', que ahora se preveen
para Ja
contribucion, desaparecerÚn si se aprovecha para S1\ esta-
blecimiento Ja opolJunidad que la 'comision indica; pero ella estÚ
segura de que todos sus buenos efectos se frustrariill, si ftntes de
verificar reforma alguna en ese sen tido, se quiere sustraer sin 1'0111-
pcu:mdoll dn:dvil IlL CIIUrIllC SllIlll1 ele 1lH1:i dc llIedio lIliJlolI de pe-
sos, a la produceion ya agohiada hajo 1'1 peso de sus actuales
gabe1as. No basta dar meras esperanzas de esa reforma, pOt-qne eJ
pueblo sabe apreeiar mni bien 1'1 vaJor de tales promesas miéntras
no se eonvierten en realidad; i Jéjos de haUnr en elJas nil lenitivo,
encontraria, porel eontrario, un:! nueva razoll para odiari oponer
una n'sistel1eia a to<1o trnncc [I] nnevo impncsto.
Llegamos ya n. ]n. segunc1n. cuestion de lI~cómo se provcer:'i en-
tretanto al fomento qne 1ft ec1ucaeion primaria necesita?" Antes
de inc1iearlo, Unmaremos In consideracion de la Cftmara hftcia la
imposibilidad qne pOl' algunosmïos se csperimentaril todavía para
que esa edueaeion se desan-oUe, no c1iremos en la proporcion pru-
dente (Iue 1'1 proyeeto señala, pera ni mm en otra mncho menor.
AIgul1as de las prÌneÌpales dificultmlcs qne para clIo se presentan,
Jns be1110S ya apulltado al hab]ar de la discminaciol1, pobrcza,
apatía e ignorancia de la mayor parte de l1uestra poblacion. I si
-
336 -

se qUlslera tener la prucha mas irrecusable de estn venlad, in vita-


ríamos a que se solicitase de todos 10s Intendentes una razon (leI
número de escueIas que, con arreglo a los cÚ1eulos del proyecto
mÎsmo del señor Montt, podrian nbrirse en cada uno de los depar-
tamentos de sus respectivas pro\'incias, siempre que huhiesen de
concurrir a cada una de elias, con mediana constancia, no ménos
de 30 0 25 niños, que cs ]a dotacion Ínfimn quc puede concederse a
esos cstabIecimientos para que no sean malharatados los fon<1os
que en sostenerlos se inviertan. Par Ia csperiencia que sohre este
punto asiste a algtÙl0S de los comisionados, se atreven a asegurar
que, despues de ohtenidos esos datos, se veria palpablemente que
can una cantidad de 50,000 pesos por eI primer año, i otra mucho
menor que se agregase en cad a uno de los sucesivos, destinadas a
dar a la instruccion primaria toda ]a estension que par 10 pronto
puede recibir, i la quc irii sncesivamcnte necesitnnc10 a medida que
la poblacion se aglomere Í vaya en disminucion la inc1ifcrencÍa de
los padres de familia, habria mas que suficiente para conseguir el
objeto. Crecerá todavía e1 com'encimiento de la exactitud de este
aserto, si se recuerda In. imposibilidad de hallar inmediatamente
un nÚmero de maestros considerable que merezcan una dotacion
mayor que la de 200 pcsos anuale5, C01110 tam bien Ia de que Se
construyan con igual prontillHl 105 locales correspondientes; i se
advierte, en fin, que no habrrl nccesidad de nombrar desde luego
todos los inspectores 0 visitadores rcntados que el proyecto indica,
bastando se nombre por ahora uno para cada dos provincias, que
no sean de las principales. iI 110 se halladt eI tesoro naeio11al en
aptitud apur05 a esas crogaeioncs, por 10 mé-
dc haecr frcnte sin

nos durante el espacio de cuatro aÎlOs, quc es e1 término mayor


que }Jodria concederse para preparnr i (l.cjar saneionac1o un lJUcn
proyecto de reforJna de nucstras yiciosas eontribueiones, si cl Go-
bierno, como tenemos dcreeho a esperarlo, no deja df> Ia mano cste
aSl1nto de tan vital importancia para Chile?
La eomision opina que c1ifíeilmente se presentará despues una
oportunic1ad mas favorabJe que Ja presente
para que el tesoro
púhlieo tome sobre sí csta carga, puesto que en el ailo actual i si-
guientes, debe verse libre dc di \'crsos gastos de consideracion que
ha hecho en los anteriorcs; i cslo sin contnr con otras no despre-
ciablcs economías quc toc1avia J1l1dicran realizarse en algunos ra-
mos de la administracion. il qué c1cstino 111ejor que el que la co-
-
337 -

l11isionprop one, podria cbrsc a los fondos que par consecuencia


fluedarinn en las nreas nacionales? No estnní de mas recordar que
.el departamcnto dc illstruccion pública es cl que hasta ahara mé-

nos crogaciones que cualquiera de los otros cuesta a la naeion,


euando tal vez deberia sucedcr iodo 10 contrario.
A un es fácil
proporcionar un aumen to digno de atenderse al
fondo que sc conce(la a la instrueeion pril11aria, así en las sumas
que las municipalidades se hal1en cacla aiio en aptitucl de destillar
al cfecto de sus' propias rentas, como can las que recaudascn a vir-
tud de una autorizaciqn que deberia eonferírseles para cobrar una
euota detcrminada por caela niño hijo de padres pudientes, que
concurriesen alas eseuelas gratuitas, fiscales 0 municipales del res-
pecti\'o clepartamento. Cui(lándose que esas cuotas que, se perci-
hirian pOl' las l11ismns municipalidades, fuesen siempre inferiores a
la que importaria la educaeion del misl110 niii.o en un estableei-
miento particular, ellas producirian un ansilio no pequeiio, sin dis-
l11inuir la eoncurrencia alas escuelas púhlicas, ni suscitar resisten-
cias 0 dificu]tades 'de ningun jénero. ElIas, por otm parte, serian
una preparaeion que faeiJitaria despues el estahlccimien to de lacon-
~rihucion jeneral; i en rigor ni at111 podria imputárscJes la violaciol1
del principio de la educacion gratuita que se consignase cn la lei.
þ

Fundada, pues, en Ins razoncs que queclan espuestas, pasa la eo-


<;>
l11ision a proponer la suhsti tucion de todo e1 título 2. ya citado,

par los artíeulos siguien tes:


AR'1'ÍCULO PIHJ\1EIW. M ién tras no se establezea una contribucion
especial, esc1usivamente destillac1a al sostenil11iento, difusion i me-
..iora de laÎnstrueeion primaria, en cada departamento fOlïnarán
]os fond os destinac10s a este objcto:
1. 'I Las can ticlatles que las municipalitlacles seiialaren anual-
mente de sus propias rentas, i las fundaciones 0 clonacioncs que
estll vieren aplieadas a ese fin.

2.'1 Las erogaciones que eatla n1t11lieipaliclad podrft haeer co-


brar a padres pucIientes euyos hijos se ec1uquen en las eseuelas
10s

del respectivo departamento sostenidas con fondos fìscales 0 11111-


nieipales, en la forma que indicarÚ el artículo 2. <;>

3. 'I Las sUIIlas del tesoro pú blico que anualIIlente concederá el


COllgreso para. cIar a la instruceion prim aria en la Repúbliea todo
cl fOl11en to i estension de que siendo susceptible, hasta lIegar
vaya
al estado preserito por la presente lei.
23
-
338 -

Q
Awl'. 2. Las ll1unicipa1idades fijarán con aprobacion del Go-
bierno la cuota que, con arreglo a 10 prevenido en el ineiso 2. Q de!
artíeulo 1. Q, haya de pagar eada niño, segun las cirel1nstaneias
del lugar i la clasc de la eseuela a CJue eoneurriere, procurando
aelemas que Ia eelueaeion en las eseuelas p{thlieas sea siempre mé-
nos costosa que en las partieulares.
AnT. 3.Q Heeha est a fij aci 011 las misl1las J11ul1ieipalielades 0 las
,

eomisiones que ell as nom bren en los diversos elistritos ele sus de- .

partamentos, c1etcnninarán can respecto a cada escucla los aJulI1-


nos que sc hallnl'cn en c1 cnso de hncc!" csas erognciol1cs. qnc recnn-
darit í a<lministraní por sepan,do 1a lcson'l"Ín IIlllnicil'aJ, a fin cjue
su producto se in vierta esc1usivall1ente en el fomento de 1a instruc-
cion primaria del departamento.
Q Q
An-r. 4, La stllna inelicada pOl' el inciso 3. del artículo 1. Q, será
de eincuenta mil pesos para el aÙo 1850.
.

Para determinar Ja que haya de concederse en los años sucesivos,


se so1icitaní can antieipacion dc 10s intendcntcs, por cl ministerio
respecti vo, una razon ele toelas las escuelas, asi de hom hres como de
niñas, i fijas am hulantes, quc can arreg]o a ]0 dispuesto en ]os
0
.

artíc1110s 4. 'I, 5.9 i 6. 'I, título I de la presente lei,fuesc neccsario crear


en catIa departamento de sus rcspectiv'as provincias, siempre que, a
caela una de c11as puec1a concurrir sin dificu1tad un n úmero de niños
qtie no baje de veinticinco.

Awl'. 5.0 Los datos de que hahla eI artículo anterior se forma-


rÚl1 con audicncia de las respectivas I1Itlnieipalidac1es, las cuales, al
emitir Sll informe, pasarán tamhien el cákulo del i11lpor~e que hn-
yan de tener las rental' de los preceptores, la construccion 0 arrien-
do de locales donele 110 los huhiere, i los lihros i útiles que hayan de
proporcionarse a ]01' niiios que par su pobreza no pudiesen pa-
garlos.
ART. 6.9 Al niisll10 infonne agregarán un presupuesto del pro-
ducto total que hubiesen de rendir ]os arhitrios indicados en 10s in-
cisos 1. Q i 2. '! del artículo 1.':>, a fin que se pague la correspondiente
deduccion en 10 que se so1icite del Congreso.
La comision opina que con 1a sanciol1 de los artículos que prece-
den, se realizarán los importantes fines que se desea conseguir, sin
10s lnconvenientes .que la contrilJucion especial ofreee por ahara.
Solo Ie resta advertir que si esa sancion tiene. lugar, parece que de-
.

339 -

hen igualmente suprimirse ]os artíeu]os 48 i 49 de] proyecto del


señor Montt.
Santiago, Noviembre 7 de 1849.
Snlvudor Sallfl1cl1tcs.-]ZU/11 Bcllu.-Mw1l1el R. 1l1fnl1tc.
EI comisionado que suscrihe. acorc1e con e1 dictámen precedente
en cnanto a sn parte resolntiva, no ]0 estÚ respecto de l11nchos de
sus considerandos, sobre ]os cuales cree de su deber Ílntes de fir-
marlo hacer algunas lijeras esp]icaciones.
Piensa dcsr]e Inego que ]0 diseminada qne !ie halIa ]a pohIacion
cn nuestro sudo I'udiera talvez justnlJJcnte nlegnrse contra el ar-
tÍcu]o del proycdo del sciiol' Montt, ell cl <ll1e sc pt'cscri1Jc fluC pOl'
cac1a c10s mil almas se cstallczean dos esenelns, una de hom bres i

otra de mujeres; pero qne de ningun modo debe darse csta circuns-
tan cia como causa que se oponga a Ia realizacion del sistema de
rentas arbitrado en clicho proj'ecto, porque las c1isposieiones que
allí se dictan 10 mismo puec1en aplican;e sabre una hase c1e dos mil
que sobre otra de tres 0 de cuatro. Ademas, no estÚ clemostrado el
heeho de halIarse la mayor parte de nucstra poblacion de tal modo
clisemit1[u1a, que en un cspaeio qnc comprcnda c10s mil individuos
no sea fÚeil reunir un número e0111petente de niños para plantear
.

una escnela, i si es positivo que csto sueeda en algunos lugarcs,


toclo qucdaria salvado con ampliar en e\Jos la base mencionada.
No CI'CO tampoco qne la il1(lifereneia qne se nota en muehos pa-
dres de familia respecto de la educacion de sus hijos, sea un 1110-
tivo para rechazar e] plan de con trihncion propnesto pOl' eJ proyec-
to. PorCJne investigando bicnlas causas de esta apatía, hai razones
para creer que parte proviene de haberse visto repeti.
el1a en gran
cbs veces el poco fruto qne reporta un niño que asiste dos, trcs i
mas años a una escuela; 0 de] vieio mism? qne se ]amenta, es deeir,
.

10 poco qne entre nosotros se halla propagada la instrueeion, 0 de

]a ereencia que jenera]mente se tienc, que sobre el particular toea al


Estado haccrlo todo. Así, pucs, me pareee .qne no debe a]egarse esa
apatía como func1amento para no aclmitil' la innovaeion que se
prop one, la cual tiende directamente a exitar e] interes i aetividacl
de ]os particu]ares hÍlcia el fomento i mcjora de ]a enseñan2a.
Es cierto que en Jas c]ases pobres cuiclarÚ l11ui poco e1 padre r1e
enviar sus hijos ala eseuela poria neeesiclad que tienc de sus scni-
cins para ]os quchaeeres doméstieos e industriales; pero esto que-
clar{l debilitado, sino c1estruiclo ell' tin todo, pOl' medio dcJ estable-
-
340 -

cimicnto de escl1elas tempondcs indicadas en el proyecto. I fuera


de eUo, esc inconveniente existc cualf/uiera que sea el arbitrio cIne
se adopte para dotar las cscl1e1as. Si se alega ahora pucde con
igual razon alcgarsc diez, vein te i cien años c1espues, porf/ue habrá
sicmpre clases pohres cada vez mas nUl1Jerosas, ide las cuales po-
drá en toc1o caso decirse 10 mismo que en la actualidad, sino se
trabaja ya por vencer los ohstáculos que clIas poneu, infundiendo
gradnalmente en sns :1nimos e1 hÚbito de mirar 1a educacion como
una las necesielarIcs mas principalcs.
ele

Dícese tam bien que el padre de familia que IH1ßa Ia educacion de


sus hijos tcndria que dar mas que 10 que ahora Ie cuesta, estable-
cida quc fuese In eontribueion de que se trata; pero yo no admito
este hecho, ni haidato en que fundarIo. ~é que entónccs serÚn gra-
vados un gran número de indi viùuos que ahora IHula pagan, i 10
scrán para quc participen dc un bcneficio que cn la actualidael no
aIcanzan: i esta misma cstcnsa rcparticion indica que la cuota que
hubicre de correspondcr a cada uno ni aun llegarÚ a 10 (lue de on1i-

nario gasta en dicho objeto.


Lo que ha obrado, pues, enmi ánimo para opinar por que se su-
prima del proyecto del señor. MonU el capítulo de las rcntas, i se
lc sustitu)'an los artículos formulaelos en eJ c1ictfllnen, es eJ mal

concepto que jenera!mente se tiene de las escl1elas públicas, siendo


por csta causa buscadas con preferencia las partic111ares. He tem i-
elo que cxistienc10 csta prcV('IJcioIJ. se ma]ograse eJ éxito dcl siste-

ma proyectado i se penJiesen así todos 10s afanes que exijiera su


planteacion; i juzgo por eso que es mas prudente i seguro ceñirse
ahora, en ]0 CJue respect a al estahlecimiento de nuevas escneJas, a
las que sean mas IJecesarins, i eontraerse particuJarmente a 1a orga-
nizacion i 1l1ejora de todas elIas, penetrado como estoi de que euan-
do se aerediteIJ i 1l1erezean toda In confìanza de! púhlico, lwhrá fun-
dadas esperanzas de realizar con felices resultados a(~uc]Ja parte
del proyecto.

Me aparto, por eonsiguien te, de mis honorahles eolegas en


cuanto fìjan la suprcsioIJ elel (Iiczmo como eondicÎon precisa para
IIevar a cfedo Ia contrilJucion especial de las escuc1as. Tengo el
mas p]eno conveneimiento de Jo gravoso i ahsunlo que es aquel
impuesto, i deseo como e1 que mas verlo de una vez destruido; pero
conozeo tam bien que no es todo suprimirJo, sino que es necesario
1m sear otro que 1e reemplace; i 1a Cámara sahe bien las graves diti-
-

34r -

cu]Üu1es que esto prcsenta, si como es natural sc Ie qUiCIT cambiar


por una can tribucion que recaiga (lirectamente sohre la renta te-
rritorial, in(lustrial i mobiliaria. Creo tamhicn que léjos de aguar-
dar]a alJolicion del diezmo para c1ar principio a la obra de crear
foildos para las escuelas, debia ésta ser un prelil11inar de aqué!1a,
puesto que los tralJajos qne se practiearen para organizar las con-
trilJuciones especiales, serim1 un gran paso dado hácia ]a reforma
dc Ia con tribucion decimal.
Debo, por ÎIItimo, esponer ala Cámara tjue no veo en qué con-
siste 10 favorable de In situaeion prescnte para que el Gobierno
eehe sobre sí torla 1a carga del sostcn de 1a instruccion primaria;
.

veo sí, una situacion creada por malos antecedentes que hace necc-
saria por ahora 1a continuaeion de aqucI sistema, pero no c1iviso
que la hacicnda jJÚhlica esté mas suelta i rlesahogada que :'intes.
Es ven1ar1 que en los Últimos años se han hecho algunas mejoras i
emprendido obras de utiIic1ad pÚblica, i ~se acahÔ con csto 10 que
hai qnc haeer en bien del pais? Si así sueediera yo cliria que nos
manteníal110s estaeionarios, por que nadie dint que hemos l1egado
ya a ]a cima de Ia Ijrosperidml; i por otm parte sabe 1I1ui bien ellal-
quiet'a que al paso que l11archa un pucblo en el sei1tido del progre-
so, siente nuevas 11ccesidadcs (lue Úntes no eonocia. Don(k es ncce-
sario ahora un l11uel1e, por ~jemplo, un puente, habrian sido ente-
algunos arios atras, porque el 'comercio i la
1'an1('11te i11Útiles
industria no tenian entÔnccs Ia actividad c incremento que despues
han tomado. 1 siguiendo éstas en su erecimicnto progresivo, cs se-
guro que pcdirÚn tambicn e ineesantcmcntc nuevos objetos para
su servieio i su I"omento. No creo, pues, que deha cifrarse en las eco-
nomías del erario In obra de IIcvar a Sli eomplcmen to la p1'opaga-
cion de la instrucciol1 primaria.
Por 10 pronto i miéntras se organizan las eseuelas de suerte que
e11as adquieran la confianza pÚblica, convengo con mis honomhles
e1
colegas en los artículos propuestos en informe.
D de 184D. f
Santiago, Novicl11bre

F. de Bo(;a Solar

Awl'. 3.0 Hahrá dos clases (Ie eseuelas, elementales i superiores.


En las primeras se enseñarft por I,) mrnos lectura i escritura
-
342 -

del idioma patrio, doctrina i moral cristiana. elementos de arit-


mética prÚctiea, i el sistema legal òe pesos i medidas.
En !as superiores. a,mas de los ramos designados, se claní. ma-
yor ensanche a la instruccion relijiosa, i se enseñarÚ gramática
.

castel1ana, aritmética, dibujo lineal, jeografía, el compendio de la


historia de Chile i Constitucion PoHtica del Estado, i si las cir-
cunstaneias 10 permitieren, los demas ramos señalados para las es-
cuelas nonnales.
EI- SEÑOR EVZAI;UIRRE (don J. 1. V.) haee inrlicacion para que
a esos ramos se agregue la historia sagrada.
EL SEÑOR MON'I'T. La indicacion que acaba de haccrse
puede rccaer, 0 sobre la enseñanza que se da en las escuelas
elementales, 0 sobre la que se cIa en las superiores. Si se re-
fiere esta Última, parece innecesaria, pOt'que elmismo ar-
a

tículo prcviene que se dé a la enseñanza relijiosa todo el en-


sanche que fuere posib1e.
Yo no sé si el señor c1iputaclo que hizo la indicacion se re-
firió alas escuelas elementales. Solo en ese caso poc1ria te-
ner lugar su inclicacion, i no en las escuelas de instruccion
.

supenor.

EL SEÑOR Mown'. Cuando reputaba innecesaria Ia Ìndi-


cacion propuesta, me fundaha en que la enseñanza relijiosa,
estensa i completa como debe darse en esas escuelas, no po-
dia proporeionarse de ninguna manera completa sino com-
prendia tambiel1 e1 nimo a que se refiere la inclieacion. A
mi juicio, para que sea eompleta la enseñanza re1ijiosa no
basta el conocimiento de un catecismo, como 10 he manifes-
tado otm vez cuando se trató del proyecto orijinal que dió
lugar al que yo presenté a la Cámam.
Si se cree, pues, que es preciso agregar de una manera es-

prcsa esta enscñanza de la historia sagrada pOl' no estar


,comprendida en los términos de que usa la lei, no tengo
embal'azo en aceptar la Ìl1dÌcacion.
-
343 -

Q
AnT. 5. En las aldeas en que no hubiere cI número de habi-
tantes que queda espresado. i en los campos en que 10 permitiere
la diseminacion de la poblacion, se cstablecerán escudas <[ue dura-
rfin en ejen:icio cn caela año cinco meses por 10 ménos.
.
Ik SEÑOR MO:-lTT. La restriccion puesta en el prescnte
artículo, l~jos de limitar la enseñanza a un término menor,
fija al 'contrario un término de que no debe b<~jar: no dice
que la duracion no pueda esceder de 5 meses.
Este sistema de escuelas temporalcs adaptado en las pe-
queñas poblaciones, puede adaptarse a necesidades mjentes
que de otro modo no seria posible satisfacer. Una poblacion
de 300 alnHLs puede tener una escuela por cinco meses con

un maestro regularmente pagaclo, i ese maestro en los me-


ses restantes del año, se irå a la aldea inmediata a buscarse
por este mis1110 l11ec1io Ia suosistencia.
Si la pbblacion fuese tal que la escuela pucliera
mante-
nerse toc1o el añQ, el artíctlJo no 10 prohibe. Al contrario,
dice que haya escuelas por toclo el tiel11po que sea posible, i

con esto, léjos de restrinjirse el térl11ino de la el1señanza, se


deja completa libertad para darla con toda estension.
.

---
Art. 7.0 'fodos los conventos i conventillos de regulares man-
tendrán una escuela gratulta para hombres, i los monasterios de
monjas, para mujcres, siempre que el cstado de sus rentas 10 per-
mitiere a juicio del Presidente de la Repúbliea, qui en detenninará
tam bien si la escuela ha de ser elemental 0 superior.
Ey. SEÑOR MON1'1'. A clos están limitaclas las objeciones
hechas contra el artículo en discusion. Primera: que se.
.

impone a los conventos de regulares una carga difícil 0 im-


posible de soportar en algunos casos, mandándoles estable-

cer escuelas para hombres; i segul1cla: que impone a los


~onventos de monjas la misma obligacion de mantener una
escuela de mujeres. La Cámara, se dice, cscede sus faculta-
-- 344 -

des porque va a inhOlllH:irse en ajena jurisdiccion, a


intro-
dueirse en los institutos monåstieos.
Consideremos par partes estas objeciones.
EI artíeulo dice que tüdos los con ventos mantendrán es-
.

cuelas en caso de que sus rentas se 10


pcrmitan, etc. Está,
pues, mui léjos de exijir un imposible, de mandar un.a cosa
que no esté en las facultades de los eonventos.
No es posihle que la lei en abstracto entre a deslindar
desde luego euales son los conventos que pueelen eumplir, i
cmdes los <]ue n6. ~CÓmo ha de tener presen te la lei que el
con vento granc1e de Santo Domingo de Santiago, pOl' ejem-
plo, puede mantener escueh, i el de Quillota nÓ? ~Como se-
rá posible hacel" esta distincion?
No dejaré de hacer notal' a la CÚmarn que si está salva-
do ese inconveniente eon respecto a ]n obligacion impucsta
.

a 10s conventos, el señor diputado convieneen que esta ob1i-


gaeion ni cs nueva ni es injust?!'. No es nueva porque Ja lei
que mamlÓ devolveI' las propiedades a los regulares, 10s gra-
vÓ con esta c[!l"ga; ni es injusta, porque e] mismo honorable
diputado. ha reconoeido 'tjue es mui justa que 105 conventos
de regulares earguen con esta Òblígacion.
Sin embargo de esta con[esion esprcsa i terminante, 5U
señoría dice que no se debe exijir a Jas monjils igual ob]iga-
.

CIon.
~Gozan 10s monasterios de monjas exenciones distintas
de los demas? ~Hai alguna razon que ]os ponga mas fuera
de] alcanee de la lei que a los conventos elc regu]ares? Ambos

son institutos re]ijiosos, monásticos, con atribuciones espe-


! , cia]es determinadas porIa silla apostÓlica. Si es justo, pues,
que los rcgulares mantcngan escueJas, ~por qué ]n Cámara
110 ha de onlenar CJue las mantengan tambien las monjas?
Al detenninar e] Congreso que 10s monasterios de monjas
tengan eseue]as, no va a alterar la vida monástica, ni su
institueion, ni sus hábitos, en una palabra no va a turbar
.
-

345 -

en Ia mas pequeña parte In vida contemplatinl a que se


han eonsagrado.
Cuando la lei dice que haya eseuc1as mantenidas por los
eonvel1tos de monjas, ~pone acaso ,a éstas en la ob1igaeion
de enseñar pOl' sí mismas? lNo pueelen teneri as a
una legua
de distancia dirijidas pOl' preceptoras pagarJas pOl' el con-

vento? Lo mismo dispone la lei respecto de los regulares, no


]es ohliga a que enseñen eJlos mismos; i tan cierto es esto,
que la mayor parte ele sus escuelas están dirijidas pOl' pre-
ceptores Jaicos a quienes pagan cllos su pension,
No veo, pues, incon veniel1te alguno para que los mOlJas-
terios de monjas hag-an 10 mismo que ]05 de regu]ares.
Solo queda una euestion que tratar: les justo 0 nó que se
obliglle a
llIantener eseuelas? Bé\jO estc punto
las monjas a

no ha l11iraelo e] articulo e] señor diplltado; 10 ha mirado


bajo e] de ]a cOl11petencia, bajo e] de 1a i1111lunidad de ]os
111onasterios, i puesto que no ]0 ha miraelo de oho modo,
hai razon para creer que ]0 consielcra justo.
Si los conventos de 11l0njas tienen como 11lantener eseue-

las, si puec1en llaeer este servieio 'a ]a pob]aeion" si pOl' este


medio pueelen prop agar Jét i]ustraeion, las buenas eostum-
bres, lpor qué Ia lei no les 11a de imponer esta obligaeion?
8i es una eargn que elebe pesnr sohre todos los ciudaelanos,
justo tam hi en sobre In sociedael en jeneral. Los
es que pese

monasterios, que partieipan de los bienes socialcs, de Ia se-


gllridad, de ]a proteecion i de todos ]os demas beneficios de
que se gozn en la sociedacl, elehen contrihuir por su parte al
mantenimiento ele las escueJas, i compensnr de este mpdo
los heneficios que reciben bajo otra forma. Los monastel'ios
de monjas están sujetos en e] din alas misl11as contribucio-
nes a que están sujetos los clel11as vecinos, a ]a eOl1trihucion
de el11peclrados, ala a]ul11brado púh]ico, etc., i
ele serenos,

nadie ha cleseonocido In eompctencia de la autorielad ei\.il


para elal' sèmejante Ôrelen; i cuando ésta rueda sobre un oh-
-
341) -

jeto tan altamente ligado con la felicidad pública, se dice


que la lei no puede meter la mano en 10 que pertenece a 10s
monasterios.
Ninguno mas que yo respeta las inmunidades òe que go-
.zan 10s institutos relijiosos. Mi ánimo al disponer esto en el
proyecto, es que se conserven en todo su vigor sus privi1e-
'

jios i no reciban menoscabo alguno.


No concluiré sin hacer notar a ]a Cámara que entre este
artícu]o i una parte del proyecto hai una estreeha relacion.
En el segundo capitulo de] proyecto primitivo se dispone
.
que Jas eseuelas sean dotadas pOl' los partieulares; las mon-
jas i estaban cxentos de Ia eontrihueion; pero si
108 padres

no pesaba sobre cada una de aquellas personas el deber de


contribuir, pesaba S1 sohre la congregaeion el1 jeneral. De
ese modo, pues, no era una cosa escepcionalJa que se haeia
con respecto a el10s ohligi"tnc101es a contribuir a 1a carga que
iba a.recaer sobre los demas ciudadanos para que pesase
sobre todos conla misma igualdad.

Er. SEÑOR MO,NTT. La presente discusion debia recaer


únicamente sobre materia de instruceion primal-ia, pero el
debate ha tomado un aspecto en cierta manera canónico, i
me será pOl' tanto preciso haeer una lijera incursion en este
campo, aunque sea eontrariando mi propósito. Mi deseo .

hubiera sido que se mirase cste. asunto como de mera ins-


truecion primaria.
Al examinar el articulo en (liscusion, 1a primera observa-
cion que se presenta es la siguiente: d artículo iguala 10s
.

eonventos de regulares con 10s monasterios de monjas, dis-


poniendo que 10s
primeros mantengan una escue1a para
hombres i los segundos para mujeres. Se encuentra ilegal, .

anti-constitucional, impracticable el
deber impuesto a 10s
monélsterios de costear escuelas de mujeres; ~i por qué no
se opina 10 mismo cuando se trata de 10s conventos de re-
-

347 -

gulares? ~Qué razon siquiera plausible puede alegarse para


hacer distincion entre t1110S i otl-os?
No hai ningun fundamento en que pueda apoyarse la
obligaciol1 impuesta a los conventos, que no obre con igual

fuerza i en la l11isma estel1sion respecto de los monasterios.


"
"La ilegalidad que seve en e1 deber impuesto a los monaste-
rios, se hace consistir en que estos pOl' sus estatutos no
.
"reCOnOcel1 semcjante obligacion, ni las personas que pOl' sus
votos se hallan ligadas a ellos han profesado sobre csta
base con este cargo. Si algo valiese esta consideracion
0

debicra favorccer tambien a los conventos de reguhlres.


~Imponel1 Hcaso sus constituciones alas órdenes regulnres
de hombres el deber de mantener eseuelas gratuitas; ola
.enseñanza primaria es tlno de los votos que hacen los reli-
,jiosos al profcsar en 10s claustros? Tan cierto es el hecho
respecto de los monasterios como de los conventos, i no
obstante, esta alegacion se hace única i esclusivamente en
favor de las monjas i no en favor cle los relijiosos.
Sigo adelante en mi compa.racion. La inconstitucionåli-
clad de la obligacion impuesta a Jas monjas se funda en que
los monasterios son corporaciones a quienes la Constitu-
cion del Estado concede los misl110s derechos i garant1as
que los particulares, i que no es por tanto Hcito imponer-
a

les este gravámen. Mas yo pregunto, ~los conventos de re-

gulares no son tam bien corporaciones que gozan de los


mismos derechos i de igual proteccion de la lei? Con respec-
to a estos conventos se ha reconocido que es justa i lejHima
la obligacion de mantencr eseuelas, i desaparece pOl' consi-
guiente todo cargo de inconstitucionalidad; pero respecto
de los monasterios, par razones que me es imposible conce-
bir, subsiste sicmpre esta inconstitucionalidad, i se rcputa
injusto e indebido cl misl110 e idéntico deber.
Par último, se dice,
costear cscuelas para mujeres cs en
10s monasterios un cargo incompatible can 10s fines a que
-
348 -

se 'han consagnulo 1as rclijiosas, i que 1as sustraerá dc1jénc-


1'0 de vida qt1C h.an abrazado. ~l los rcguIares no tiencn de

Ia misma manera algunos fines en la vida relijiosa CJue adop-


tan? ~ POl' qué no se abriga temor ninguno ele pci-tu1'barlos
en sus fines con el estab1ecimiento de escnelas, i se guarda
este temor únicamcnte de 1as mon-
para cuando se trata
jas? No guiero prolongn1' trias esta comparacion, i la con-
clni1'é manifestando mi sorp1'esa de que se encuentren con-
venientes i laudab1es las clisposiciones del art1cuIo aplicadas
a 10s conventos, i se pretenda establece1' una escepcion reln-
tivamente a las monjas.
ocuparé ahora en un breve exámen de las razones aIe-
::VIe

gad as contra e1 proyecto. Es venlad que nuest1'Os monaste-


rios no han sido fundados para 1a enseñanza. ni Ias perso-
nas que en ellos profesan han contraido esta ohligacion.
.Mas, para ap1'cciar debidamcnte la refIexion que se deduce
de este hecho, conviene 11111Ç110 tener prcsente la venladera
clisposicion del artícnlo. En éste no se mandn que las mon-

jas enseñcn pOl' sí mismas. sino CJue únicamente se dispone


que cl monasterio. esto es, la eorpo1'acion. mantenga una
escucla para mujeres, ya sea di1'ijida esta cscnela pOl' Ias
mismas monjas. ya 10 sea pOl' pn~ccptoras particnlares 0 ell'
fuera del monasterio. 8i las reJijiosas guicren cnscñar pOl'
sí,cumplirán con 1a lei; si prefieren pagarpreceptonls estra-
ñas, eumplidtn igua1mente con la lei. El objeto ell' ésta ~s
únicamente que Ia eorporaeion sostenga una escucla sin
fijarse de ninguna manera en la persona que dé Ia enseñnn-
I espucstos estos antecedentes, i conviniel1c1.o en eI hecho
za.
de que las monjas, segun eI proyecto, no son obIigadas a
enseñar inmediatamcnte pOl' sí mismas, ~a qué viene a que-
dar redueida la ineompatibilidad de 1a vida contemplativa
COI1 las fU11e10ne8 de la enseñanza?
'S1
los monaster10s no se han fì1l1c1ac10
POl' otm parte,
bajo este principio, no poc1rá negárseme que puec1en moc1ifi-
-
349 -

carse 1as bilses de su fundacion, agreg{l11cloles nuevos debe-


res, nuevas ob1igaciones, que los tiC111pOS, las circul1stan-
cias, 1.'1 convcl1iencia pÚbliea hagan preeisos en 1.'1 situacion
presente. Aconteeeria en este caso a los 1110n.'1sterios 10 111is-

1110 que a todas las


instituciones, que se van modifi.
dC111as

cando con 1.'1 trascurso del tie111po; pero ni aun 1110dificaeio.


nes, por Ieves que parezca11, se introdueen con Ia disposicion
del proyecto.
Con este proyecto, la vida que han ahrazado 1as re1ijio-
sas, r~ji111en qne observan los 1110nasterios, eontinÚa sin
1.'1

alteracion de ninguna especie.


escuela costeacla pOl' cl monasterio no n1 a ejercer in-
La
fluencia a1guna elentro de los c1austros del monasterio, co-
mo CJue independiente de la yida
es el1tcra111entc cstraña e

contemplativa adoptada pOl' las relijiosas. E1 deber de


111antener la cseuela segun e1,proyecto, pesa sobre 1.'1 corpo-
racion en jenentl, i no inclivielualmente sobre caela una ell.'
las personas q lie a clla pertenecen. En vano, pues, se in vo-
can los votos de est,as personas para cosas qne 110 les ligan
persona1111ente.
Pero esta carga, se dice, .es anti-eonstitueionaI, porqne
segun1a COl1stitueion, no se les pueele imponer tal grayá-
men. Confieso que no alcanzo a comprender 1.'1 fuerza ell.' esta
argumentacion. Yo sé que todos los individnos de la so-
ciedad, sin distinciol1 a1gnna, están obligados a contribuir
para proveer alas necesiclades elel Estado. Si los monaste-
rios de 1110njas tienen fondos, ~por qué no 1wn de ser gra-
vados estos rondos en In parte conveniente para eontribuir
a1 sostenimiento rle una de ]as Cal-gas mas necesarias e in-,
elispensahles? No es 111énos acreedora al respeto de 1a lei In

propiednd de un particular que In de una corporaciol1. Ante


la Constituciol1 son igua1es ämhas. Si a un individuo sell.'
imponcn contribueiones, gra "Úmenes en beneficio de la so-
ciedad, a estos mismos gravámenes cstán sujetas Jas 1.'01'-
-
350 -

poraciones. ~Qué nueYa doctrina es esta que haec ahora a

Jas propiedades de corporacion de mejor derecho que las.


propiedades particulares? ~No gozan ámbas de los l11isl11os
beneficios i dc la misma proteccion de Ia lei? ~Por qué en-
tónces algunas de eJlas han de estar exentas clc Jas cargas
con que se cOl11pensan estos beneficios?
Hubo, por desgracia, cntre nosotros un tiempo en que se
creia que era Ikito despo.iar de sus propiedades alas cor-
poraciones relijiosas; i ahora veo quc pasa al eshemose

opuesto, i se pretende para estas propiec1ac1cs priYi!ejios i


exenciones a que están mui I~jos clc aspimr las propiedades
particuJares. Estos priYilejios no nacen de Ia Constitucion,
ni son conciliables con la buena razol1. Mantenicnrlo el sis-
tema de 19ualdad que In carta constitucional estahlece
entre unns 1 otras propiedades, se reconocerá que no existe
In inconstitucionalidnc1 que se ohjeta aI artículo.
Tampoco Iwi nada dc ll11practicable en el deber i111puesto
a 10s monasterios de mantcner una esctlc1a, 111 este deber
impide de ninguna manera ]os servicios de oÜq jénero que
prestan los :llonasterios. Ellos, es verdac1, prestan asilo
a
gran nÚmero de personas desvaIidas, las socorren, ]as.
atienden i las preservan de ml1chas desgracins, i este seni-
clo es reaJmente de gran ll11portancia. ~Pero es acaso in-
compatible eon eI la escuela? L~jos de no-
sostenimiento c1e

tar oposicion entre una 1 otra cosa, concibo yo que åmhas


.
pueden ausiliarse, i que por medio de este servicio puede fa-
cllitarse i lIegar a ser masespedlto el cumplimiento del man-
dato de mántener la escue]a. ~Por qué esas personas a quie-
nes los monasterios conceden un refujio i Socorren en sns
necesic1acles, no poclrian encargarse de dirijlr las escl1elas de
]os 1111smos monasterios? De esta manera se facilitaria to-
do, i no tenienclo Jas JJ10njas ni Ia nccesidad de pagar pre-
ceptoras. podrian a 111ui poca COSt~l cumplir con la disposi-
cion del proyecto.
-
351 -

La obligacion de los mOllasterios de mantener escuelas


de mujeres no es nueva entre nosotros, como no 10 es tam-

poco la que pesa sobre los conventos de regulares respecto


de las escuelas de hombres. La Cåmara me permitirá leerle
un decreto de 21 de Agosto de 1812 cn que ya se les impuso
a las monjas este deber.

Dice así: "La indifcrencia con que mir6 el Hntiguo gobier-


no la edueacion del bello sexo, sino pudo ser un resultado
del sistema represivo, es el comprobante ménos equívoco
de Ia degradacion con cluC era mirado el americano. Pare-
cerá una paracloja en e1 munclocu1to que la capital de Chile
poblada de mas de cincuenta mil hahitantcs, no haya m111
conocido una escue1a de mujeres; acaso podria creerse, a la
distancia, un comproballte de aquella máxima bárbara de
que americano no es susceptible de enseñanza. Pero ya es
eJ

preciso desmentir en-ores, i sobre todo dar ejercicio a los


claros talcntos del sexo amable. I para verificarlo con la
decencia, relijiosidad i huen éxito que se ha prometiclo el
Gobierno, orden a que, a ejemplo de 10 que se ha hecho en
10s COllventos d<î regu1ares, destine
cada monasterio en su
patio'de [uera 0 compases, una sala capaz para situar la
enseñanza de niñas, que deben aprender pOl' principios la
relijion, aleer, escribir, i los demas menesteres de una ma-

trona, a cuyo estado debe prepararlas la patria; aplicando


el ayuntamiento de sus fondos 10s sa1arios de maestras que
bajo la direccion i clausum de cada monasterio sèan capa-
ces de lIenal' tan loable como indispensable objeto. Tras-
críbase al cabildo i monasterios, e
imprímase.-Prado.-
Carrera.-Portalcs.- Vial, secretario."
Este decreto, que en la ,coleccion Últimamentc publieru1a
pOl' órden del Gobiemo se tm'o buen euidaclo de prevenir
que estaba vijente, pOl'que ninguna clisposicion posterior 10
ha derogado, dispone alga mas que el artÍculo del proyeeto.
Manda que las escuelas estén situaclas precisamente en ]08
-

352 -

monasterios, en los patios de afuera 0 en los compases. El


articulo del proyecto no IIega a
tanto. Permitc a los mo-

nasterios esta bleeer Jas escuelas c101l(1e mas les aeomode,


aun cuando sea gran di~t<l1lcia del monasterio. Sin em-
a

bargo, no me pareee que se Iwrá la injuria a los hombres


iJustres que firman e] decreto que acabo de Jeer, dc atribnir-
les ]a intencion de turbar ]a vida relijiosa de !as monjas i
de imponerles deberes inconciliables con sus estatutos. Este
decreto, bcnéfico como es, altamcnte saludablc, c1estinado
a un fin tan santo, tU\'O quizas sus ccnsuras infunc1adas
como las tiene el presente proyecto; i (1e aqul naeió talvez
que el gobiemo manc1Ó pu bliea rIa n:soluciol1 c1e,Su San tidad
Pio VII, que ordena que las monjas den enseñanza alas niñas
cn escuelas de sus monasterios pOl' tndo el ticmpo que 10
juzgue preciso e1 gobierno español. Esta rcsolucion pontif!-
cia eomprende a todos los monasterios observantes i no
observantes, i en ella misma se dispone que si algunas reli-
jiosas no pudieran cumplir con las ohligaciones de su estado
pOl' razon de la enseñanza, queden exentas de estas ohliga-
ciones en Ia parte preeisa. Esta disposicìön es mu(clara i
terminante. Se eneuentra publicada en c1 tomo II, núm. 56
.

de la Gaeeta MinisteriiLl, i pOl' ser aJgo estensa no pido a Ia


Cftmara qne me permita su lectura.
Pero, dejando a un lado Ia cnestion canónica, que no fut>
mi ánimo tratnr, como dije al principio, i mimndo este
asunto como una materia de instruccion primm-ia Í1niea-
mente, si se reconoce quc es sobremanera l11jcnte funcIar es-
cuelas para mujeres, si se conviene en que es preciso aprove-
char todos Ios medios conducentes para estefin, i porúltimo
si se supone que Ias monjas pueden fundal' cómodamente
.

tales cscuelas, ~quién encontrará injusto, ilegal i ménos aun


inconstitucional el deber qne se les impone? Digo si se supo-
ne que c6moc1amente puedan fundal' escuelas, porque el
artkulo solo se refiere a este caso, i las esceptúa espresa-
-
35,~ -

mente' e'11:IIlr]O Jos fì)11(los del JJlol1:1sLcrin 110 1'llercl1 suJ1rirn-


ajuieio del Presidente de la H.epí1hlica. Los monasterios
t<:s

pohres nnda tienen qne temer porque estÚn es<:eptnndos de


todn ohligacion en mnterin d<: escuelns por los tér11linos .

mist110s del proyecto; los rieos, aqnellos a qniencs qneden


sohrantes (lespncs de satisfeehos sns gnsLos, es justo i c1<:hi-
do que <:mpleen una parte de sus sohrantes en dar a las per-
sonns de su sexo enseñanw, icon elln hábitos de tral>njo,
hnenas costum hres i eonocim it'n to de sns (kb<:res relijiosos.
Concll1'yo esta discnsion, pOI' mi parte, con 10 que III'
<1idw.
EJ nrtícu]o de] pmycdo 1'11(.
aproh:uln,

niseltsÎon de1 Infol'll1e de Ia COlllision en.Ja parte que sllpri:me


('1 título II (lcl proyeeto del seflnr i\1
on U i pmpone en Sl1 rce111 pia-

'1 1,'
.

zo l os artJell os COp1<l( I os en a [1:1.1' ')"-


,)i) I ,

HI. SEÑOR MONTT. Ell las discnsioncs allteriorcs hahidm~


sabre esta materia, In CÚmara ha :uloptado algullos prin-
cipios i ha aeeptado las eonsecueneias que de cllos nnee11;
i al ocnparse ahora cn c1 títnlo del proyedo que ticne
pOI' objeto detcrminar los fondos con que dehcn111antcllersc
las eseuelas, parcce 'que no \'a a linceI' otnL cosa qne esta-
hl<:cer los m<:<1ios de rcaliznr icon ,'crtir en hec1JOs aquellos
pri11cipios, Los medios quefije 0 (letermi11e la lei dehel1 ser,
i bastantes
pucs, proporcionados, competentes para qne
csos princi pios adqu icrall 11na existencia real i efecti \'11, i
p<lra que salg<ln de la csfcra de las teorí~ls, de las meras
ct1<:stioncs ahstraetas, i <[11ede11ejecntados en 1a pr(lctica.
I-Ia dcclarado In Cámara, primero, que d Estado debe
dar instrueeion p1-i11wria a t()(los los habita11tes de 1:\ I~t'-
pÚhtil'<I que cstJwiercn ('n aptit11!1 de rl'cihirl:l; i segundo,
24
-
3$4 -

que esta inst:rl1cciol1 ha de comprenrlcr tnnto a los hombres


como a las mujen.~s, i que debe ser completamente gratuita.
Al reeOl1ocer en la nacion eSIC deber, se lIa dado un derecho
clam e indisputable a torlos los inrlivirluos quc sc encuen-
tran el1 e~tado de n.'cibir la instruceiol1 primaria. Declarar-
les un (1creehopor una parte, i no darles par otra los me-
dios de Iweer erecti"o ese derecho, sería una eontnuliceion
en la CÚmara; sería hácel' mas cruel, mas {lesgraciada la
eondicion de esas personas que yacen en un estado' harto
deplorable por falta de instruccion primaria. Dechl7.CO ell'
e.~tos pocos anteceelentes que acabo d(. insimwr que los me-
.
dios que la lei adopte para 1a organi7.aeiol1 prÚetiea de 1a
'.
instruccion primal'ia, deben ser tales que la propon:ionen i
faciliten a todos los individuos que tienen elerecho a recibir-
1a. Estos medios, por otm parte, es prcciso que sean nH1S 0

. ménos eficaces, segun 105 mayores 0 menores obståculos


.
e1
que haya que veneer, atencliclo estado de la instruceion
. .

pnmana entre nosotros.


Sin present:u- a la Ciímnra cuadro exnl'to ell' In ins-
I1n

trueeion primm-ia, bastan't rceonlnde alp;l1nos hechos para.


que forme un jllieio ciel.to de su situaeion presente, i se pe-
netre de cuan imperrecta i atrasarla se encuentm. De los
eÚlculos eontenidos en In esposieion con que presenté mi
1:1 Rep(thliea :WO
proyecto, resu~ta que hnhr{t en mil niìíos
en cstado de'conculTir n !as cscuclns. Scgun los datos del
estado In Memoria de Instruceion P1Íhliea, pre-
;\11eXO n

sentarla en H~4S pOl' el seìíor Snnfuentes ministro del nlml'>


en aquel1a époea, solo eoncurrieron alas escuelns en toda
]a Rep(tblicn, eseepttwrb h pnn'incÎa ell' Chiloé, 17,980 ni-
Dos. No recihen, por tanto, Ia instruccion primaria a que
tienen dereeho, ni la déeima parte de los individuos a qnie-
nes e1 Estado dehe sttministrarla gratuítamente. En este
l11Ímero (Ie 17,980 niìíos, están comprendir1os toclos 105 que
asisten alas eseuelas munieipales, alas cseuelas fiscalcs i a
-
355 -

las particularcs; i estån adcmns comprcndidils las personas


de uno i otro sexo.
iNo hai, pues, absolutamente mas que 17,980 niños ri
quienes se dé il1struccion primaria, cn lugar de 300 mil a
quienes les es dehida por una ohligacion declarada por la
Cftmara! En presencia de estos hechos vem110S cuitles son
los medios que 1a lei ofrece para atender a la instrueeion
primaria i para hacer cfectivo el derecho de todos los que
deben recihirla. EI proyccto de la Comision destina para
estc ohjeto en cl art. 1.'.' dcl titulo que se discute los fondos
siguientcs: 1.'.' las cantidades que las municipalides señala- .

ren anualmente de sus propias rentas, i las funciones 0 do-


naciones que fueren aplicadas a dicho fin; 2.0 las erogaeio-
nes quecada municipalidad podrá hacercobrar a los padres
pudientes cuyos hijos se eduC[uen en las escuclas del respec-
tivo departamento sostcl1ic1as con fondos fiscales 0 munici-
pales, en 1a fo1'111a que indicará cl art. 2.~'; i 3.'-', las sumas
del tcsoro púhlico que anualmcnte concederá el Congrcso

para dar a la instrueeion primaria en 1[;1.Rep(tulica todo e1


fomento i estension dc qlle \'aya siendo susecptilJle, hasta
llcgar al esÜulo prcserito por la presente lei.
Trcs son, pucs, las fucntes quc seìíala el proyccto de la
Comision: fondos de las municipalitlades, contrihuciones a
los padres que manden sus niños i asigna-
alas 'esctlelas, ,

ciones sobre e] tesoro púhlico.


Las sumas con que las l11unicipalidac1cs pucc1cn contri-
huir para cl fomento tIc la instruccion primm"in, son en cs-
tremo !imitaclas i escasas. Conocido es c] atraso de las
rentas municipa]~s, i ]a h]ta de rceursos con qu~ tropiezan
siempre estas corporaeiones para atender alas neeesidades

mas imperiosas i m:ientes de sus respectoi vos territorios., Es-


timuladas en ]a aetualidad pOl' e] cclo del Gobierno, que mi.
ra el' adclanto dc la instruccion primnria como uno de sus
principales dchcrcs, consagran las munieipalidades a cste
- 351) -

1 sin em 1m-go ~q11é


r:lmo to(las las cantic1mlcs quc pucdcn.
suma es la <[ue se gasta pOl' todos 10s cabifdos de la H.epú-
hlica en pagar la instruccion primaria? Segun rlatos toma-
dos con prolijidad (Ie los presupuestos de 10s eabildos pa-
el prescnte año, solo se
destina pOl' todos cllos para la
nt
instruccion primaria 1a canti(lad de 35,592 pesos [) reales.
I no hai que esperar que esta suma se aumente. l~ccorriendo

los presupuestos (Ie 10s cahildos e infonnåndose pOl' mCllor


de la inversion que dan a sus rentas, se adquiere un pleno
eonvcncimiento de que no les es posible (listraerlas de los
01jetos que las tienen aplicadas para designar mayor S11-
a

ma a la instruccion primaria. Solo debe contarse con 1a es-


casísima i mui limitac1a de 35,592 pesos 5 reales.
Hai otra consideracion que c1isminuye toda vb 1l1ucJJO la
eficacia del a11silio que de esta cantic1ml pucde saear la ins-
truccion primaria. Varios departamentos no puedcn mantc-
ner una sola escuela, otros solo eoste:m una, algunos pocm;
sostienen dos, i son raros los que pasan de este nlll11ero.
He aquí una nota tommla de documentos otìciales: Iwi
1:~ departamentos que no nwntiel1en una sola escuela, sin

incluir en e110s todos los de Ja provincia de Chiloé que care-


cen completamcntc dc rentas; 10 (lcpm'tamentos solo pa-
!) dcpartamcntos sostienen dos
gan una escueln eada 11110;

eseuclas; 1 mal1tiene cuatro; i Jos restantes, con csecpcioll


de Santiag"o i Valpamiso, no pasan tam pOl'O (Ie cste nll-

mcro. Pero ni en cstas mismas pohlaeiones sc eneuentran


las cseuelas en número mcc1ianamentc proporcionado a los
habitantes que contienen.
'pOl' cstas lijeras indicaciones se ver(t q11e, eonfi:ula 1a
instrueeion primaria alas rentas 1l1unieipaJes, no dehc es-
perarse (lue dé un solo paso dc progreso, <[tie aVHnce nna
c1 din se enc1len.
sola línea de! cstado de atraso en qne en
tra.
m proyecto de 1a ('omisiol1 agrcga dos ramos mas, a
sa-
-
357 -

IJcr: las cOlllrilJttciollCSlos pad res que CII vicll sus niìíus
a a

las escuclas, i las asignaeioncs del tesuro pÚhlico.


Examincl11us pues cuan to sc pucdc sacar (le Ins con tribu-
.

ciones a los padres tOl11ando en cuenta c1 nÚmcro de nilìos


que en la actualidad pagan la escuela. Segun el estado dc
In Illemoria dc illstruccion pÚblica a quc álltcs me referí,
solo asisten alas cseuelas en ealidad de pensionistas 7,4.80
llilìos. No espccifìca cl cstado cuálltos de estos concunen a
las e~uelas particulares, i cuÚntos alas fìscaIcs 0 lllunici-
pales, que soil los ít11icos sobre quienes debe recacr la con-
tri bucion secrlt11 ell 11'0 vcdo de la cOl11ision' l'ero fácil es ill-
,

,........
Jcrir <!lIC cI nÚmero de los primeros cs 11Iui superiur al dc los
scguHdos, pucsto quc las escuclas particulares no ticnen

otro emolu111ento para sostcncrse (jue las pcnsiones dc los


alulllllus. SeÌ1álesc, pues, la cOl1trihucion quc se quiera,
gr{t\'CSC a los padrcs dc la lIlancra quc se tCllga pOl' cOllve-
niente, i 11t\1lca se obtelldr:'l por csie arbitriu sino un ausi-
liu miscrable i l1H.'ZlJ uino.
Si la contribucion sobrc los alumnus no puecIc producir

resultado ningullo en f~lVor de la instruccion primaria, lu:,.;


producirÚ sí, i realcs i positivos. cn su daÌ10 i peljuicio,
111ui

Conocida es la apatla i aun rcsistencia de los padres dc fa-


milia mandar sus hijos alas escuclas. Si a csta cir-
para
cunstancia dc suyo desfa vorable, se agrega Ia ncccsidad de
pagar una contribuciun, de soportar un nuevo gr~lVåmen
por cl 11cc11o solo de mandar a 10s hijos a Jas escue1as ~cuáll-
to no disminuirå eInÍ1mcro de niños que reciben instruccioll
primaria? Esta medida propucsta por la cOl11ision para fo-
mcnto dc las escuelas, tien(lc a Jestruirlas eomplctamente;
i si pOl' desgracia la Cámara l1egase a adoptarla, no temo
asegurarlc que en poco tiempo quedarÚ limitaclo a un tel'-
c1
cio cscaso nÍ1mero dc 10s quc rcciben instruccion primaria.
HI ítltimo recurso prescntado pOl' 1a comisioll para pro-
veer de fondus a 1a instruccion primaria, es c1 tesoro uacia-
-
3SS -

11a1.En csto lwi mudlO de v<lgo e imlc[l11ido. Es mcncster


rec1ucir este arlJitrio a su justo valor i cxalllinarle cn sí

para saber eunn to puc~1csaearsc (le esta fuente. El tesoro


pllblico en medio de sus atenciones, en medio de los divcr-
.

sos objetos de utilitlad jeneral puestos a cargo del Estado i


quc reelaman su ausilio, no puede dcstinar gran eosa cn be-
ndicio de Ia instruccion prima ria. Ministros ha habido en
el departamcnto de instruccion pÚblica anim,lllos de un

verdatlero desco pOl' los progresos de este ramo, i qtle, sin


embargo, no han podido aplicar mayores canti(lac1es a pro-
movcrla ponjue tenian que distribuir 105 caudalcs pÚhlicos
entre este i otros ohjctos. La comisioll infol'lnante, obli-
gada cn cierto modo pOl' Ia llccesidad de presentar algunos
fondos para la instruccion prilllaria, solo ha dicho que el
tesoro Pltblieo conÜibuya con 5U mil pesos. Supucsto que
sea posible csta erogacion, ~qué vienen a ser 5u mil pcsos
en hcnefieio de la instruccion prim aria? Con 50 mil pesos
tOlllados dc las arcas nacionales no se puede fundal' una
.

sola escue/a mas dc las que existcn en Ia actualieIacl, ni una


sola pOl' pequeiia i miserable quc se suponga. La dcmos-
tracion es l11ui seneilla.

La lei maneIa crear dos cseuelas llorlllaies pagadas pOl' el

tesoro nacional, preceptores i otra


una para prccep- para
toras. Existc la de prcceptorcs, pero can tan pocos alum-
nos quc cs preciso elcvarla a1 estado quc dehe tener, i haeer
que admita en 511 SCllU ochcn ta 0 eicH j()\'enes 1'01'10 111énos.
La de prcceptoras es neccsario crearla i coloearla sobre un
pié análogo. E1 tesoro nacional ticnc <ldemas quc costcar
la inspeccioll de las escltclas, en 10 quc inyertiria Stl111aS de
no poca consic1eracion. POl' último, al tesoro púhlico está
señalado tambien porIa parte del proyecto ya aprobada,
pagar las ju hiJaciones de los maestros que se inhahilitcn en
el sen-ieio de Stl c1estino. Todas cstas cargas pcsan sohre el

crario nacional, ~i podria atendersc a todas cllas con solo


-
359 -

50 mil pcsos? Esta suma casi cntcra cs prccisa, a mijuicio,


para solo cstabkccr las do:,; cscuda:,; llort1wle:,; en cI pié que
eorrcspo1Hlc i quc dcmanclan las ncccsidades <Ie 1a cnseiian-
za. ~A qué viencn a quedar, pues, reducidos los rondos scría-
lados porIa comision para estel1(lcr la instruccion prima-
ria enbs proporeiunes lìjadas pur la lei? A nada, absoluta-
nlente nada.
a

Los arhitrios seì1alados porIa c0l11i:,;ion son complcta-


mente indieaee:,;; dejal1 la illsLrLlceiun ell cl cstado cn <Iue
esti'l, no proveen de nillg"ulla Illanera a Sl1 progreso i suee-
sin} deSarrollo, i léjos lIe adelantarla, la estaciollan i aun
"
.

Ia hacen rctrograc1ar.
~Cúm() sc sosticnen lus cscuelns en cl <lia? Parte eon las
rentas de los cabildos, parte con los rOl1(los naciona1es, i
.

parle COil las el'ogaeiolles de 108 alumnos, que Ia comision


quiere que 110 se pagUl'n a los macstros como se haec ahora,
sino què se satisragan en la tesorería municipal. COl1vertir
en una erog"aeion forzosa 10 que es en la actualidad una
erogacion volul1taria, cs cI tÍnico ariJitrio l1t1e\'o, e1 tÍnico
fondo cliverso de 10 que existe que nos presenta Ia comi-
sion. Toclo, pues, permanecc como se eneuentra. ~I qué 1Je~
nefieio iríamos reportar continuando en este mismo esta-
a

do? Es evidente que 10 que existe en materia de instruceion


primaria es malo i mui malo, pohre i mui poInT. Menester
era husem' algunos rondos para estender 1a instrueeion pri-
maria, para haeer efedivo eJ" derecho que a ella tienen todos
los habitantes del Estac1o, i para estab1ceer dos eseuelas
pOl' cada clos mil personas, como 10 tiene dispuesto la parte
aprohada de la lei. OEste arhitrio, sin emhargo, este nuevo
fondo no puede eneonharse sino ell una nue\'a conhihu-
cion, especial i esclusiv<1mcntc destinada a la instrueeion
. .

pnmana.
La comision misma no ha po<1ido dcscol1ocer del to<1o la
;necesiùad de esta nueva contribucion, i así es que solo sc-
-
360 -

Îí:da Jos arhiLrios ya 111em:ionadus miénLras esta pncdc


tener Ingar. ~ I para cnft1ll1u haec esta reserva la e011lisioll?
Para euando sea oportuno, eontesta ell su informe, porque
por :lhora no puede establceerse. Tenemos, pues, Ja cuestioll
de la oportunidad, i en este punto yo l'reo que las eire1111s-
tancias preselltes no solo SOil las mas oportullas, sino que
1:1 Uljeneia es tal que no puede c1emorarse un solo dia. EstÚ

a
nuestra vista el ma] estado de la instruecion primaria,
el corto i escaso nÍ1mero de niños que la reeihcl1, ~i harel110s

todn \'Ía reservas para una éPOC,1 Jejann e indefinida? La


oportunidad de rell1ediar el m:1I es euando se Ie conoce,

enélndo, se haeen sentir sus electos, cU:lndo todos clalllan


porque eesen. La ohra, pOl' otra parte, es i c1ehe11los
brga
a pl'esurarnos a prineipiarla.
1'eme la comisioll gn1\'ar :11 puehlo con' una nuC\':! enr-
g'a, porque In reputa lJ1ui gra\'ndo con los i1l1puestos fisca-
les. con trihucioll p:! 1':1 1:Is esclleJ,ls será la q ne
l'ero 1111:1

ménos gradlmen i11lponga, porljue estária exenta de la '

mayor parte de los im:onven1entes que hacen tan pesadas


i odiosas las c'ontrihuciones fiscales. Una eontt-ibueion de

esta naturaleza va a hacer que Ius padres de familia aho-


.rren desde luego 10 que pagan pOl' sus hijos, va a difundir
la instruceion prima ria pOl' todo eI Estado, a hacer sentir
sus huenos efectos pOl' todas partes, i pOl' ítltimo, a (lar
realidad ala repÍ1hlica, porque una repíthlica eon diezisiete
mil individuos que aprenden a'Jeer, i por eonsiguiente eon
.

diezisicte mil, ciudadunos SOI~U1)ente,es una quimcrn.


HI proyecto qtle he pn:sentado ala C{lIl1ara est:lhlcee
tlnrl
l'ontrihueiOf\ direda, proporeionada a 10s haheres de eada
indi"iduo, que ha de recaudarse pOl' ea(h munieipa]id,ul, i .

qtle 1m de invertirse en proveeho inmediato i cn eierta ma-


tlera pOI' los misl110s que I:-t crogan. Esta contrilJucion, aeer-
.

ea de la dtal he presentado otra "cz a In Crtl11ara considc-


,raeiunes alg-o cstensas, tienc sus ventajas i StlS desvcntajas.,
-
36J -

No es mi ahora ddel1t'rl11e en t'xa111inar coil proliji-


{l11i1l1o

d:td las un:ts i las otras, i me limitaré por tanto a Cl1ume-

rar las principalcs,


La t'ontrihucion proput'st:t está fundada en una hast' de
ig'u:ddad, porque va a
rt'caer sohre los individuos que pue-
den pagarla, i carla uno de ell os la satisfarå en proporcion
a sus haheres. HI rico propictario pagará scgun cI estado
dc StlS. l'elÜas, el de COl'ta fOl'tuna erog-ar!l 111ui pot'o, i eI

pohrt' en nmla st'rá gravaclo. Es, por otra parte, pot'o dis-
pt'ndiosa en Stl rt't'audat'ion, i por 1l1ucho qtle se hagan su-
hir sus gastos, sit'111J>re costará infinita111ente 111énos que
t'llaiquiern de las contribUt'ionesfiscales 111ejol' estahlecidas.
II Úgase a cstt' respecto una comparacion, aunque lijera, i
:-iC \'endrÚ ell conoci111iento rid resuJtado. ElJa, ac1ema:-i,
va
a
proporcionarse alas nt'eesidades de caela (1epartamento,
.

porque en cada uno de ellos se i111ponrlrtl 10 que la instrttt'-


.

CiOI1pri111aria t'xijt', i no ménos ni mas. Esta t'ontrihucion,


st'gun t'l 1)J'oyccto, no va a ser tampot'o el único fondo de
las cscuelas~ sino que dehe ser ausiliar1a pOl' las el'ogado-
l1t'S de los cahildos i eI fisco en la parte )Josible. EI gravá-
men que elJa imponga serA, pucs, 111ui limitado. Pero
que 10

mas disminuirá este gravámen será el gran n(l111erO de indi-


vi(1uos entre quicnes de be repartirse, de manera que a t'ada
uno en particular cabrá una cuota pequei'ía..
E1Jtre otms vcnt:~jas tiene pant mila conb'iJmcion una
qtle reputo de importancia, j consiste en clade a In lnstruc-
cion primaria una existencia propia einclepcncliente que la
ponga ftlCra de los vaivcnes i vicisituc1es a que quccl:l1'ia es-
JHlcsta si se pn>\'cyera del tesoro nacional. Doi importancia
a esta vcntaja, porque he visto casi siemprc que sostenida
1a instruccion primaria pOl' cI tesoro pú blico, cuanelo se

han prcsentado otras exijencias del servicio, t'lla ha sido


,

dcsa tcndida. Sea que hai mas personas intt'rt'sadas en re-


damar la satisf~lt'cion de otras net't'sidadcs, sea que 110 se
-
362 -

cono~e bastant~ lJien la importan~ia de la insÜu~~ion pri-


maria, 0
sca, pOl' Jin, qu~ int~n'~JI<ra
b otra ~ausa flU~ vo no
-

~onoz~o, d h~cho es que los gastos de la ill{5t1'lH:~ion SOil de


ordinario postelogados, i no siempre pOI' otrus mas urjen-
tes. DÚndo!e una existeneia propia se la eoloearia fuera de
estas con tinjeneias, i tomaria su natu ral desarrollo, sin que
ningun obstáculo ~straño viniese a embarazarlao
No dcs~onozco <]u~ al ]ado de esta i otras venbvas en- se

cu~ntran algunos in~olwcnieJ1tes; pero ant~ totlo deho decir


a 1a CÚ111ara que no Ie prcsentu la ~ontrihl1eion ~01ll() ahso-

1l1tamente bllcna en sí, sino como un JIIcdio I1ccesario para


l1evar a ejecucion la lei, para estender Ja instruccion prima-
ria, i para tlar realitlatl a b Rep(lhlica.
En primer lugar, conozco que hahrÚ resistencia, C01l1U la
hai d~ onIinariu para todo nuevo il11pu~stu; p~ru esLa 1'csis-
tcncia puerle i rse vcncientlu pur parLeso ~i se ensaya 1a lei
en un departamento, i se cstiende en seguida otro, i (Ies-
a

pues a unÜ provincia, no será ohra dincil jeneralizarla en c1


resto de la Repú hlica.Lus efectus mismos'Cjue 1a lei prod uz-
ea a Ia vista de Ius eiudadanos i en su propia utilidad, es
otra razon que permite esperar que las rcsisteneias se irán
debilitando gn!dualmente. POI' (dtimo, es preciso ctlanclo se
tratn de estas materins importantes, sohre Ins cuaIes no
hai en la masa del pueblo eonviceiones profundas, tlest1'uir
estas resistencias con constaneia i con.el cun vcneimiento de
10s benefieios que se ohtener. Si no procununos ven-
van a

eer eshlS resisteneias, i ante ellas cruzamos los hrazos, de-


be1'1H1110s renuncia1'toda esperanza de mejora, porque,
a

creciendo el tiempo icon élla pohlaciol1, lwhrá mayor I1Ú-


i que
mel"O de hahitantes qtle carczcan de toda instrucejon
opongan pOl' consiguiente una .resistencia mas fuerte.
Gtro de los inconvenientes de la contrihueion, i de peso
i
eiertamente, eonsiste en que su. base es algo vaga, en que
para determinar ia cuota que ha de pagar cad a individuol
-
363 -

ha de proeecIerse pOl' aprceiaeionl's discrcl'iona1es en que


pucden in lenl'nil: el error i eI eapridlO. PCI"O la graycllad de
estc ineonyenicnle no es en mi eoneepto tanta que baste
para dcsechar porsí s()lo el (mieo mcdio que hasta ahora
se 1m presentwlo para que la instruccion primaria tenga 5U
debido desarrollo i Ia H.cpÚbliea lIegue a ser una verdad
entre nosotros. Esta vaguedad de la base de la eontribu-
eion no puecle prmlueir males de larga duraeion. Toc1os 10s
aÎ10s se puede re\.isar la euula fìjada a calla individuo, i
practicada csla operaciol1 por personas. diycrsas, se corre-
jirá COil Caeilidad el error 0 abuso comctido en el aìlO ante-
rior. DiCkil i easi imposible mc pareee imajinar un medio
que esté exenlo de lodo ineonvenienle, i llue no se preste
algo a ]a objecion que pOl' esle eapítulo puede haeerse al
proyecto que he presentwlo.
I-Jai, ademas, otn~s objeeionl's de que no me hago eargo

porque las rcputo de poea importaneia. Pero repetiré a 1a


CÚmanl que no presento esta contribucion como hucna en
sí bajo todos aspcctos, sino como una ohnt de la nccesidac1.
Propóngase otra que esté Jihre de estas difìcultades, icon
el mayor placer me asoeiaré a ella con mi voto. Entre tan-

to, c1ijiendo entre 10s arhitrios indieaclos pOl' 1a comision i


la eontribucion propuesta en mi proyecto, doi la prc!eren-
cia a última. COil los Condos señalaclos porIa comi-
cst a
sion la instruccion primaria nada ade1antaria. Con la eon-
trilmeion se difundirá i estendci"á en las proporeiones eon-
venientes. En el primer easo jamas pasarÚ de 17 mil- el
número de ninos que eoncurran alas eseue1as; i en e1 segun-
do, con algunos años de eonstancia, vendrÚn a gozar de
este henefieio toclos 10s habitantes del Estadå que tienen a

él un dereeho que no podría negárselcs.

EL SEÑOI{ MONT'!'. Quicl'O rectif1eal' algunos Iicehos sola-

mente, i seré breve.


- 364 -

EllJOIÚmlbk diputado señor SanCuentcs que deja 1a pa-


Jahra, si maln.o he cOl1lprendido Sll pensal11iento, juzga que
]a instrueeion pril1laria 110 se eneuentra en ellal1lenÜtl)]c es-
tado en que yo la. eonsidero, i que 110 es posih1e tal11pm."o
e1
pOl' al101'a ùade ensanehe que el proyceto dctenllinLl. Es-
tn pril1lera ascreion pucde condueir a resultados prÚeticos
bien funestos, porque si se ahriga la crcencia dl' qul' Ia ins-
truccion pril11aria estÚ en huen pié i que no neeesita esHllIlI-
los fuertes i dìcaces para su ùesan-;)l1o, nos resignaremos
sin duda a saportarla tal cual Ia tellell10S, i :tlJallùonarc-
mos 1a idea de Jmscar medios lIe estenderla i cliCullùirla ell
toda la RepíJl)lica.
No entraré en una larga cliscusion para dl'lllustrar flue la
instruecion primm-in se cncul'ntra en un cstacla de atraso i
.

pm;tracion que da vcrgiicnza deeirlo. RefÚi ré sin ple1llen te


hechos. HI principal es elnúnH:ro de ni.flOs que conCU1Ten a
las escuelas en toda la Hepíl hliea, i que, sq.~'un los llatos ma-
nitcstados, es de 17,D~W. Este níll11ero se c01llpone de los que
asisten alas eseuelas partieulares, alas fiseales i alas I11U-
nicipales. Ðedúzeanse ahara Ias 111ujeres que tal1lhiçn están
cOlllprcndidas en este nÚ111l'ro, i pOl' rants que sc supongan
las escuelas de niiías; nunea l(uedarán mas de 15 mil niños
que reeiben instruecion pl'imaria. En pocos aiíos mas ten-
ùremos una Hepúbliea can solo 15 mil indi viduos que pue-
ùan ejereer los ûereehos de ciuùadanía. Si este no es el últi-
1110 atraso clue puede haher, ya no eoneibu hasta donde po-

r!e1110sllegar.
Si prescindiendo del escasa níUl1ero t0111a1110S en considc-
radon la enseñanza que en jcneral se tla en las eseuclas, ha-
brá otro ft111damento mas para calificar l1uestra instruccion
primaria ell' atrasada en último grado. La ense1;anza es es-
casa cn .Ios ramos quc ahraza, il11perfecta en los medios de
quc se vale, i de ordinario consume un tiel11po precioso sin
llingun provccho. La mitad quizas de los 17 mil niiíos llue
-
365 -

('onctn'rcn:l I:ls ('scuelns, salen (le ell:ls sin conoccr siqnicra


los l"udimentos de las materias que debian haber apren-
dido.
Pil'nsri el señor diputado que no es posihlc dnr mas cn-
sanche a la instruccion prim:lri:l pon(lte no se poeden cst:!-
hleeer escuc1:1s en muchos lugares a causa (1<: ]() diseminado
ùe la poh]acion.
COl1\'engo con eI señor (liputmlo en este último hecho;
pern, las capita]es de provincia, las ciudades de primer ór-
den, ]os pueh]os de mnyor número de habitantes, ~no cnre-
cen tamhil'n de l'scueJas?Por los datos que en otra vez pre-
senté a Ja CÚmarn. tomaelos de ]a memoria del rector de ]a
Universidad, se lwhrá visto que en Chi]oé es donch:, mas je-
neralizada estÚ la instruccion, i Chiloé no es por cierto la

'.
.

provincia que tenga pohbciones mas numerosa8, 0 en que


est as se encuenÜen mas coneentmc1as. La falta de eseuelas .

se haec sentir en toelas partes, i quizá prineipnlmentl' ell


Jas pohbeiones m:ls rieas i que mejor podrian costeadas.
La ítltinw rectifieaeion que deseo lweer, es la de un ('{deu-
10 del honorahle diputado. Con ~\5 mil pesos erog-ados por
las munieipalidndesi 40 mil por el tiseo, se instru)'en, segun
Sl' supone, eeren de 18 mil niños. Agregnndo, pues, a este
fondo GO mil IJl'SOS mas de] tesoro naeional, sl' podrá dnr
instrneeion de pronto un número mui eonsidernhle de j(>-
n

vem's. If a i un e!Tor notahle en este eÚlcu 10. Los 17 mil


niños no se cd uea n solo en Ins eseueln.s fiseales i munieipn les,
sino tnmhien en Ins pnrtieulares, que son en ma)'ornítmero.
No hni mns que 71 esel1elns mlt11icipnles en toda la H.Cpíl-
11lien, i 11!) fisc:des, al pnso que existen 291 png:ulas pOl'
pnrticulnres. Vése, pues, que es necesnrio deseontnr de Ia
1):lse del c{dculo la 111itad de ]os niños por ]0 ménos.
lIago estas ohsenaeiones ]J:\jo el supuesto de que con ]os
GO mil pesos del Jìseo se pmeecliesc inmedintnmente n
crear
eseuelas. 1VI ns, en este enso, ~con qué rondos se eostenrirttl
- 366 -

Ins cscuc1ns nonnn1cs? t Con qué sc pngaria 1a inspcccion,


sin In cunl ningun provecho debe esperarse de Ins escuc1as?

Yo abrigo intima cOlwiccion de que eI estado presente


1a
de ja instrl1ccion prÎmaria es malo, j quc con 10s arbitrios
que In comision propone, no se 111ejor(lrÚ de ningunH 111ft-
nera; j creo por tftnto que no es aceptahlc c1 proyccto dc Ja
. .

eomlSlon.

EL SEÑOR MONTT. Conside1"O a 1n. Cát11[1r[l cansada va


por 10 mueho qtlc sc ha prolongado csta discusion; pero
allora se ha prescntndo Jmjo una [HZ ntH:va que no es mi

Únlmo considcrar; IIHmaré sflH a tencion de Ios seÎ10res dipu-


tndos hficia e]Ja.
Segun 10 que se lIa cspucsto, 1 suprimidH la contrihucion
sohre los alumnos, quedan como rondos pHra Jas esctlcbs
bs e1"Ogaciones mUll1eipa1cs, que suben a poco mas dc ~~[) 111il
pcsos, i las cantidadcs eon que (1ebe contrihuir el tcS01"O pÍt-
hli('o.' Esta ("tima suma es cI principal rccurso de dondc
dchcn proveersc 1as ncccsidadcs de In instruccion pri111ariH.
Con traida I:t cl1cstion a cstos t{>rI11Înos, \'icnc a q ucdH r
rcducida a 10 sigl1icnte: tC[)nViel1e n1:ls saCHr fa rent:! de las
escl1elns dc l1na nl1c\'a cOJ1trihl1ciol1 pnrticulnrcs, 0 de n Jos

Ins eontrihucioncs hsca1cs? En (dtimo rcsultHdo Ins particu-


lares lwn de pagar estos gastos, hicn .en 1a formH dc tin
ntlevo impttesto, hien como lIna parte dc 10 que pag:11l en cI
dia ahcnefìcio del tìsco. De las conÜihttcioncs fìsc:dcs sc aca-
h:! de deeil' <(l1e SOl1 !l10nstrllosas, injl1stas, que Sl' rcc:ll1d:11l
.

por t11edíos inlcl1os, i que prodtleen otros 111tlchos 111ales.


Queda, pl1es, por avcrignar curt! cOl1trihllcÎoll cs pcor, si las
fìscalcs, clnsiíi.cac1as como se acnhn de oirlo, () 1a quc se pro-
pone dc 1luevo,
No scria 111\1 i d ifícil l1:[ccl' un eXfL1l1e1l c01l1pn rnti \'0 de
i
ttnas i otras contrihllciones, avcriguar cuft! reunc mayor
11(1 111C
ro de n(luc11ns circul1stancins que sc rcputan neccsarias
-
367 -

pnrn tener p01-1meno un impuesto; i nunque de este exftmen


resultnria la preJercncia en fa-.'o1' de la nueva contrihucion,
no quiero entrar en él ponj11c me llevn1'in demasiado léjos.
SoJo pOl' via de ejempln 1'eeordnré a In Ciinwrn :dguna de
esas ci1'eunstaneias.
Elíjase cualquiera e1c las contrilmcionesfiseales, c1eliezmo
pOl' ejemplo. ~Cuánto cuestn su 1'eeaudaeion? ~ Cu{wtn cues-
ta la recaudacion de las clemas contrihuciones? En mi
conéeptn, no haja de un eincuenta pOl' cicnto toma11l1n un
té1'mino medin. La eont1'ihl1cion para las cscndas, pOI' dis-
penlliosa que se la suponga, no costa1'Ú nunca una cantillad
tan subidn.
Si se aticnde n In igualdad que debe hahc1' en Ins contri-

buciones, me parcce que Ia ven taja estA tam bien pOl' Ia 1111e-

vamente propuesta. Dcbcn pagarla todos los individuos se-


gun sus haberl's, de manera que el que tenga una rentn de
veinteo mas mil pesos, pagarÚ en esta proporcion, co sa quc .

no suceele en las contrilmcinnes fiseales, pOl'que en todas


c1las las cargas estÍln el istrihu idas con 11111cha desigl1a Idael.
Si se eOl11parnn Ins mo1cstias de In recaudacion, los vcjrt-

I11cnes que de onlinarin se surren pOl' csta c:tusn, me bnstn-


rá 1'efe1'.irme n los térl11inos del seÌÍo1' diputado por Rnnca-
gun respecto ele las cout1'ihucioncs fìscalcs: las hn 11:1marlo
in1cuns. Yo ncepto la pnlahm, !'on inÍl'uas. 1'ucs hicn, no
lwh1'á iniquidad en 1:1 !'cc:wdacion ele Ia nl1eva contrihu-
cion que se propone. Ell:1- \'a a ser (listrihl1irla i recnuelnda
porlos mismos que de erog':lrla. Pnedc hahcr abusos
h:111

tah'ez; pero yo tcngo mns cnn!ìnnza ('11 cl modo en que usa-


r{111 de sus dercchos. los cillcladanos que 11:111 de intervcnir
'

en cste asunto.
No rlilato mas In eompa1'aeion, aunque pori ria Iwcer1o. A
mi jnicio qn('ela sicmpre ]a cucstion como In estahlccí al
pl'incipio. ~ Conviene mas snear Ins fond os para las esellelns
de un nuevo impuesto, 0 (le las contribllciones fiscales, que
- 363 -

son mOl1stntOs~s. injustns, i nun illíelt~S,' como sC' las 11:1.

lInmac1o? Esto es 10 que dehe,resolyersc.


E1título elel proyecto del scìlOriVIontt rut: eleseehaelo por:W vo-
(ns contra 12, i cl de la comision.nl'rnhaelo par l1iayoría aiJsollli:l.

Artícu]o 4.0 del proyecto de ]a comision:


"La Sl1111a indicada por el inl'iso H.'! del ariíclllo 1.':>, serri (~e i"i0
mil pesos para cl año de 1850.
"Para detenninar la que haya de eonccclerse en los arlOS sucesi-

'vos, sc so1icitarÚ con anticipacionlos Intendenies, par e1 Mi-


ell'

nisterio respectivo, una razon de todas las eseuelas, así de homhres


como ùe niñas, j fìjas () ambuJantes, que can arreglo a 10 dispuesio
en 10s artícuJos i G título 1.'.> de la presente lei, fuese necesario
4,5
crear en cada departamento <Ie SI1S l'es(Jectivas provincins, siemprc
que a cada una de eJlas puecla eoncurrir sin dificulta(l un nÚmcro
de niños que no baje de 2G.

E!. SEÑOR MONT'l'.La designneion de 1a suma que haec


cste nrt1culo debia haber Ü:nido efedo en el prl'Scllte nr\(),
suponiendo que Ia aprohal'ioll de la lei se huliiese cla(lo ell e!
ailo pasado. Esto haee vel' que es inoportuna la asig-n:l-
cion espresada. Ademas, esta lei está destin:.lda a surtir
crectos permanentes, i el artículo en discusion es transitorio
i no está hi en eoloeado en este lugar. No me parCel', pues,

que haya nccesidad de insertarlo ell 1,1 lei para que eJ COII-
. g-reso al'uerde eada a1Ìo pnra In instruceion primaria una
cantic1ad cualquiem.
Aun cncuentro otro pcquefío inconvcnicnte naeido de]a
redaccioll del artíeulo. Sc habla en él de cseuclas Hmhulan-
tcs. En cl proyedo que yo he presentac10 no se Il<1ce l11érito
de tales cscuclns; i ac1el11as se cxije para ahrir Ius escuclas
que eOllcurran 25 niños sin dificultud. No sé qué se quierc
dar cntendcr con esto, i quizas podria pensarse que para
a

<.'stahleccr unH eseueln cs prceiso que conClHTan a cUa 25.i(,-


venes cspontiineamente i sin esfl1en~o ni estíml1lo ning1Jno
-
.169 -

estraño. Tal, sin emhargo, no puede ser c1 espíritu de la


disposicion, ni con vend ria de ninguna manera que 10 fuese,
pOl'que esto debilitaria eI deber que incumhe a algunos fun.
cionarios de procurar Ia concurrencia alas escuelas.
Yo opino contra eI artícuIo pOl'que no 10 creo necesario.
Disponer que en los presupuestos se fije ]a cantidad que se
quiera destinar Ia instruccion primaria, me parece
a 10 sufi-

ciente para dm cumplimiento a ]a lei.


Fué desechado el artÍculo 4. '!, asÍ como los dos siguientes del
proyecto de la comision.

En segunda discu~ion:
ART. 23. Ninguna persona poùrÍl cjercer las funciones de pre.
ceptor de instruccion pri11laria sin acreditar préviamente ante el
gobernador del departamento, con el testimonio de dos sujetos
fidedignos, tener huena vida i costumbres.
Si se estableciere una escuela sin este requisito, scrá
ccrrada in'.
I11cdiatamente, i su preceptor castigado con una l11ulta de veinte
pesos 0 quince dias de prision; i esta pena se (]uplicar{l en caso de
rcincidencia.
Ik SEÑOR EVZAr.uIRRE (don J. 1. V.) Propone que al testimonio.
de Jas dos personas se agregue el del pÚrroco.

EL testimonio del párroeo aeerca de


SEÑOR MON'M'. E1

]a buena eonducta de In persona que quiera abrir una es-


cuela, me parece uno de Ios mas importantes que pueda
darse. Es el testigo mas ilustrac10 i competente; pero no
pOl' eso reputo yo aI párroeo como un testigo indispcnsa-
ble sin cuya informacion no puec1a abrirse una escuela.
En muchos casos serf\. imposibIe quc el párroco puecIa
cIaI' informes sobre Ia persona que quiera abrir una eseueIn.
Si en una parroquia aparece un individuo dc (lis~into pun-

to, que no es conocido del párroco, ic6mo dará testimonio


de ]a conducta de aquél? Un párroco reeien instaIado en el
cjereieio de sus funciones ie6mo poc1ria c1ar testimonio acer-
25
-
370 -

ca (Ie 1a buena mala conducta de Ios vecinös estnblecidos


0

en eI lugar, entre 10s cuales hai uno que quiere poner escue-
la? Tenclria e1 párroco que tomar informes de otras perso-
i
11ns, Iuego dar aviso aI gobernador, segun eI resu1tado de

Mas pronto, mas oportuno es que el


sus inyestigaciones.
gobernador proceda a tomar Ios informes por medio de las
personas que conozcan al indiyiduo pOl' si mismas, i no de
oÎdns, 0 por noticias estmìías. No debe exijirse, pues, como
una condicion prccisa]a intervencion del pÚrroco.
EI nrtículo quc<16 nprohnclo sin In modificncion propncstn.

En scgnncln discnsion:
ART. 29. Los suc1dos dc los prcceptorcs de Ins cscuc1ns costcn-
das par los dcpnrtnmcntos seriin fijndos por las respcctivas 111nni-
cipnlidndcs COI1 ]a aprohaciol1 del Presidcntc de la Repúhlicn.

Ik Esta cMusula "con nprobncion del


SEÑOR MONTT.
Presidente de Ia I~ep(lblica" 0 sea cl derecho que se da al
Presidente pam aprobar 10s sueldos de 10s preccptores fija-
dos pOl' Ins municipalidades, es una consecuencia del sis-
tema adoptado en el proyccto que prcscnté a la Cámara.
Se tcndrá prescnte que la renta principal de 1a instruccion
i)1'imaria en ese proyecto lH1.cia de una contribucion <[ue de-
hia gravar a 10s yeCillOS de cada (lepartamellto, inclusos
los municipa1cs mismos que desigilHhan el sueldo del maes-
tro. Cuanto mayor era cste sucl(lo, tanto mas (le1.>ia subir
la contrilmcion, i aI contrario, disminuyelldo cI sueldo,
Ia
contrihucion dehia tamhien disminuir. Habia, pues, interes
en Ios <[lie desigllahan el honorario del preccptor en <[ue
fuese bajo para que de esta mancra pesase ménos sobre

cmga de la contrihucion. Tanto podia clisminuir eI


e110s In.

honorario del mnestro que las escuelas lIegasen a ser por


tal causa 1l1Ul mnlns e lnadecuadas para proc.lucir 10s fru-
tos que deben clar.
37!-
-

La interveneion del Presidente de la Repú bliea tenùia a

salvar este inconveniente, pues siempre que las municipali- .

ùades señalasen una renta mui pequeña para el maestro, el


Presidente tenia el derecho <le aumentada i fijada de una
manera competente. Esta intervencion cra en hcnefieio ùe
los preceptorcs i para cvitar c1 abuso que en su c1año ]Judie-
ra eometerse.
Este temor no era quimérieo. En algunos <le los Esta-
dos de la Union Ameriea:1:t en que ]a instruccion se provee
.

de fondos por medio de eontrihuciones directas a los par-


ticulares, se ha nota(lo que suelen éstos c1isminuir mucho
la renta del maestro para disminuir el impuesto que pes a
sohre el1os. Se ha evitac10 el mal dando a otra autoridacl cl
derecho de fijar las asig-naciones de los maestros; i en el sis-
. ~

tema del proyecto en que hahia el mismo temor, se confiriÔ


con igual fin este derecho al Presidente de la Repúhliea.
La Cámara ha desechado 1a contrihucion ùel pmyecto, i
por consiguiente, cm'ece de objeto la illtervencion especial
d,el Presiclente de la Rep(tblica en la designaeion ùe los snel-
dos de los preceptores. Por otra parte, los sneldos (le los

maestros clehen apareeer en 10s presupuestos qne las mnni.


eipalidades pas~m anualmente al Gobierno para su aproha-
cioil, i pOl' este medio el Presidente (le la Repúhlica podrft
intervenir en esta materia.
A mi juieio, no existe
ya funclamento alguno para con-
servar en la lei 1a interveneion especial cle qne habla el pro-
yecto.
E1 artículo fué aprohado con la snpresion propncsta por cl sc-
ñor M ontt.

Awr. B3. EI eonsejo dc instrnccion p(thlica poddt <lisponcr


anualmcntc de la cantidad de mil pesos del tcsoro naeional para
premios de aqneJlos preeeptores, tanto de esenelas particnlares,
f

-
372 -

eomo clerartamcntalcs 0 fìscn1cs, clue mas sc hayan distinguiclo cn


el ejcrcicio de su profesion.
Estos prcmios se concedcr{l11 cn Ia Torma que dispusiercn Ios re.
gIamcntos.
EI. SEÑOR SOLAR. Proponc quc se diga "conscjo de In t111iversi.
dad" en vcz de "consejo de instruceion pÚblica."
EL SEÑOR MONTT. Es
maspropia Ia enmienda propuesta,
porque Ia autoric1ad encargada entre nosotros de velar
sobre la instrucciol1, se llama consejo de Ia universidad, i
no eonsejo de instruccion púh1ica.
Yo redacté est a lei hajo la i111presion de ]os acuenlos que
en aquelJa época hahian tenic10 lugar respeéto de 1a Univer-
sic1ad. En mi concepto, pOl' aquel10s acuerclos 1a Universi-
dad habia siclo juzgada i eonclenada a pereceri pero, puesto
f)ue par fortuna suhsiste hasta ahora, 1a Cámarn dehe refe-
rirse en In presente lei al consc:jo de la universidad, 1 colo-
carse esta espresion en Iugar de 1a de consejo de instruceion
p{th1iea.
Sc aprobó In 1l1odifìeaeion propucsta.

Awr. 45. Los r{lrrocos ticnen dcrecho dc inspeccionar i dirijir


Ia enscñanza rcIijiosa quc se cliere en las eseucIas de su parroquia,
i si no pucliercn cnl11endar los ùefcctos quc notaren, 10 cOl11Uniearíln
n Ia autoridad eompetcl1te para quc dicte un pronto i cficaz rC1l1c.

dio.
EI. SE~cm EImÁzuRIz (don F.) Pidc la surrcsion dcI artículo
para que Ia escucIa no tcnga dos dircctores.
EI. SEÑOR T A FORÓ. No solo se orone a ]a indicacion del señor
Errázuriz, sino que pidc que sc aÙacln un inciso ('n que se establcz-
en quc eI pÚrroeo ve1ará pOl' In moral de Ia eseuela,
EL SEÑOR MONT'!'. Temo equivocarme al hahlnr de los
deheres de Ios párrocos, 111ntcria en que eiertamente no soi
mui conocedor; pero creo que todos ]os párrocos tiencn
ohligacion de promo vel' 1a huena moral cntre sus fe1igreses,
-
'373 -

de aconsejarlos i exortarlos para que eonfor111en a ella sus


acciones. Los maestros de eseuela que residen en una pa-
rroquia son un os de esos feligreses a quienes eomprende el
deber jeneral del párroco. Pareee por 10 ménos innecesa-
rio que la lei venga ahora a lwcer una distincion en este
pun to.
Si en el dia un maestro tuviese malas costumhres i co-

rrompiese a sus disdpulos, el párroeo que supiese esto i no


pudiese remediar!o, ~no se ereería en la obligaeion de dar
euenta autoridacI? Si ,esto es asi, la lei no iria a dispo-
ala
ner nacIa de nuevo, i en este easo vale mas (1tle los párrocos
se queden eon sus clcheres actuales, i el artkulo del proyecto
quede tal eomo está.

SEÑOR M ONTT, Este articulo me parece de mueha im-


EL
portancia, i supri111ido, se suscitarian euestiones dif1eiJes i
e1111mrazosas sohre si ]os párroeos poc1ian 0 no intervenir
en la instruccion re]ijiosa que se diese en las eseue]as. El se-
ñor diputado que deja la palahra cree ineuestionahle este
derecho, yo ta111bien 10 creo. Mas el señor diputado deduce
de su ereencia que dehe suprimirse e] articuJo, i yo deduzeo
de la 111ia que este derecho deue eonsignarse en la lei de una
manera eSlwesa i ter111inante., Todos estamos eon venidos
en la aeeptacion del principio, i no puede ponerse en duda
que espresarlo en ]a lei ahorrará difieu]tades sérias que en
10 sueesivo pueden suseitarse. Yo opino, pues,por la penna-
lleneia del artkulo.
En cuanto alas clemas 111aterias queeonstituyen el fondo
del diseurso del señor diputado, nada tengo que agregar, i
solo 111anifèsbm: no cstoi mui eonfo1'111c con sus prinei-
Cjtlc

pios. La enseñanza rclijiosa en la latitud en que la ha to-


mado, no es de la eompcteneia del pár1'oeo esclusivamente;
yo puedo inst1'ui1' a mis hijos, a mis amigos, a todos los que
crean clue les eohvicne seguir mis instrueeiones. Cacla uno
-
374 -

pucdc cnscñar otro, i hará en esto una obra de caridad i


a

cumplirá con un precepto divino.


EI artícu10 fué apmbado con 1a agrcgaciol1 propucsta par e1

señor Taforó.
Los artícu10s 48 Í 49 fucrol1 suprÍ::liùos.
MERCADERÍAS
RETORNADAS DE CALIFORNIA

(Sesiones de la Cámara de Dipulados de I.U i S de Julio de 1850) .


.

Sabidus son los pcrcances i descIIg-aiíos que espcrimentarun 10s


primcros chiJcnos que 1Jegaron a California it poco de haht.:rsl' des-
cubierto sus placercs dc oro. Un proyecto dc lei, iuicim10 pOI" c1
Presidente de 1a I{eptÍb1ica i moclificado por 1a Comisioll de Ha-
cicnùa dc 1a CÚ1l1ara, propnso quc se dcc1arasen Jibres de derc-
ehos de in ternacion las 1l1ercaderías naciona1es rctornadas de
California.

Ik SEÑOR MONTT. Lns condiciones exijidas pOl' este artí-


culo, S1 110 he eompnmc1ic1o mal su designaeioll, parecc (jue
se rel1crcn al caso cn que las mcn:adcrias mandadas dc Chilc

sc hubiesen dcsembarcado en California. Pero las quc no


han tenido lugar de dcse111barearse porque no hacia cuen-
ta cl espenderlas en aqucl punto, ~estarán sujetas tambien
a cstas fonmdidadcs?
Yo crco que cl cspíritu de 10s artículos aprobados ya par
la Cámara es conceùer ]a 111isma exencion, tanto alas unas
como a la otras, es deeir, alas descmbarcadas ì que 110
fucroll espendidas, i a his que no tu vicron lugar de ser de-
scm barcac1as i vol vieron a importarse en Chile.

EIJ SEÑOR MONT'!'. Ados c1ases de mcrcnclct'Ías comprcllc1e


e1
favor quc Sc tratn de dispensar par la prcsentc lci, a Jas
-
376 -

l11ercaderías llacionales i alas estranjera nacionaJizac1as.


Si no estoi equivocaclo, habrå mÙi pocas de estas ú1timas
que pueclan gozar del privilejio de esta lei, porque entiendo
que pocas 0 ningunas mercaderías nacionalizadas se han
lIevado a California que no hayan poJido espenc1erse allí
i que haya siclo preciso volverlas a il11portar a Chile.
EI error de los especuladores ha consistido principalmente
en conducir l11ereadedas nacionales de aquellas que pOl' 10s
usos i costuJ1lbres, 0 pOl' otras causas diversas, no podian
tener salida en aquel pais. A su 1Jegacla poc1ian conocer al
primer golpe de vista cuÚles artículos no tenian venta, i es
regular suponer que estos artículûs no fuesen c1esembarca-
dos i quedasen siempre a bonIa. Los crecidos gastos del
desel11barque, all11acenaje, etc., pOl' 10 subido de 10s sala-
rios i alquileres, hacen mui probable esta suposicion. Los
espeeuladores (lue lie varon pelloncs, pOl' ejemplo, u otms
cosas de esta natura1eza, ~cómo las habian de desembarcar
si 110 eran vendibles en aquel l11ercado? No les qucd6 pues

otro arbitrio que volverse can estas mercaderías para in-


troc1ucirlas acluí nuevamente al consumo.
Ahora, pues, estos especuladores que son 10s únicos qui-
zas aquicnes puede aprovechal' 1a lwesente lei, van a sel'
esc1uidos de los favores que ella concede porque no pueden
cumplir con las fonnalidades del artículo que se discute.
.

Desde el momento que se suponga que no c1esembarcaron


sus mercaderías en California, es fácil conocer que no puc-
den presentar 10s c1ocumentos especlidos pOl' aquella ac1ua-
na que exije cste artIculo.
Piensa el señor diputado que con la presentacion del
l11anifiesto par mayor que habrian hecho a su lIegada a Ca-
lifornia 10s especuladores chilcnos,
pueden cumplir con 10s
requisitos CJue se piden, pOl'que sU]Jone que todo buque al
.

arribar a aquel10s puertos prescntará un manifiesto pOl'


pwyor de las mel'caderías que lIëva a su bordo. Yo 110 liC
-
377 -

si los buC(ues que llegan California presentaràn este ma-


a

nifiesto par mayor, ni si aqucllas aduanas estar{ln ,monta-


das a este respecto en el pié de Ias nuestras. Mas dado que
al1í sc aeostumhrase tamhicn Ia presentacion de estos ma-
nifiestos, me parecc que can ellos no podrian llenarse los
reljuisitos del artículo, porque e1 artíeulo habla de eertifica-
dos de los administraclores de aquel1as aduanas en que
.

COl1sten las marcas i números cle los hultos i tam bien su


conteniclo, i otras cireunstaneias sabre las euales nacla po-
clrian afirl11ar aquellos el11plcados, sino cn el caso dc que
los efectos hubiesen siclo desembarcados i sc hubiesen vuel-
to reembarear.
a

Conozco que las trabas puestas en el artículo tiencn par


objeto evitar que so pretesto de mercadcrÍas retornadas de
California intcrnen librcs dc c1crechos otms que se intro-
sc

ducen por primera vez. Es sin cluc1a conveniente evitar este


tì'aucle. Pero los medias seîìalados por el proyecto son tales
que 10 hacen ilusorio i 10 destruyen completamente, en espe-
cial para las mercaderias chilenas, que son talvez las únieas
que sc encontraràn en el easo de aproveeharse de él.
No conozeo los procedil11ientos que se usan en el despacho
dc las acluanas, i no puedo, por tanto, inclicar otros arbi-
trios que eviten el fraucle que cl artículo se propone il11pedir
sin que qucde frustrada la lei. Juzgo, sin embargo, que a
Jas personas competentes cn este ramo no puede dejar de
ocurrírseles algunos medias de esta naturaleza.
Si esta parte de la lei quedam reservacla e1
para que Go-
bierno clispusiera sohre ella 10 convenicnte, se habria canci-
liado toclo, porq~Je e1 Gobierno, oyendo a las personas de
conocimientos en la materia, dictaria las proviclencias que
evitasen el fraucle sin impeclir almismo tiempo los henefieios
de la lei.

EL SEÑOR MONTT. La esposicion del honorable diputado


-
378 -

que deja la palabra i que ha sido uno de 10s autores del pro-
yecto que se discute, me confìrma en la persuacion en que
he cstado de que esta lei solo va a favorecer alas mercade-
rías que se hubieren realmente desembarcado en California.
Parece, pues, fundada dicha lei en el hecho de que no hai
mercaderias que hayan retornado a nuestros puertos sin
haber descmbarcado en los de California. Yo cn verdad no
tengo conocimiento de mcrcaderías devucltas sin haber sido
desen1barcadas, pero prcsumo que esto habrá acontecido
en muchos casos. POl' elmodo como se ha verificado cste
comereio, i pOl' las circunstancias que' en él intervinieron en
los primeros tiempos en que se abrió aquélmcrcado, pienso
(1ue es mui natural i prudente la presuncion que he formado.
l\'luchas de las mercac1erias que l1cgaron a California, en
aquellos primcros dias en que todo era confusion i dcsór-
den, en que se ca.'''eía de habitaciones, de almacenes adecua-
dos para el depósito, i hasta de la seguridad personal nece-
saria pOl' no haberse organizado un gohiemo como exis-
te al presente, muchas de est as mercaderías, digo, habrán
sido retornadas sin haberlas hajado ántcs a tierra, cn don-
de sus dueños no en contrarian tal vez dónde guardarlas.
En otI-a sesion indiqué que muchas de las mcrcaderías
conducidas en aquclla época se encontraron sin salida en
aquelmercado, i creo mui prudente suponer que los dueños
ålltes de desembarcarlas, se informasen de la situacion de
la plaza, de los erccidos gastos del desembarque, de las
altas comisiones que habia que pagar, de 10 suhido de los
alquileres de almacenes, i de otras cireunstancias; i que en
vista de todas ellas resolviesen retomarlas a nuestros puer-
tos sin haberlas bajado a tierra, åntes de esponcrse a sufrir
10s crecidos eostos de un nuevo embarque.
Repito ala Cámara que no tengo datos positivos para
asegurar que esto haya acontecic1o; peru no puedo ménos
que suponer, atendido el eurso ordinario de los sueesos, que
-
379 -

así se haya verificac1o. Ahora pues, si existen realmente


mercac1crías (lUC han yuelto sin haber dcsemharcado en
California, ~porqué estas mcrcadclias no dehcrán gozar de
10s favorcs conccdidos en 1a prcscntc lei? Antes se ha di-
cho que con la prcscntacion del manifiesto pOl' mayon]ue
dehió hacerse en California se puedcn l1el1ar 10s requisitos
exijidos. Pero hastarÚ observar, como 10 ha heeho cl señor
diputac10 H.enjifo, que no salJcmos si en aquel1a época era

costumbre en California prcsentar estos manifiestos a In


l1egada de cada buque. Paises hai cn que no se exije esta
presel1tacion sino en los casos en que e1 buque quiera de-
sembarcar 5U carga. Quizas en California aeonteceda 10
.

mlsmo.
8i la Cámara adopta los procedimientos que estalJlece es-
te artículo, van, en mi opinion, quedar sin efccto las dis-
a

posiciones de la lei, pOl'que reputo mui difícil que 10s espe-


culadores que vieron tì'ustrac1as sus esperanzas en sus nego-
ciaciones sobre California, puedan cumplir con todas estas
formalidades. Justo i debido es, pOl' parte, impedir
otra
que el fisco sea defraudado;. pero, dejando toda cst a parte
1'eglamentaria de 1a lei para que el Presic1ente de Ia Repú-
blica determinc 10 cOlweniente pOl' ordenanzas especiales,
se podrá conciliar ei intcres fiscal COil el interes del comer-
cio, i conscguirse cl fin que In lei se propone.

EL SEÑOR MONTT. Todos los artíeulos que se han leido,

me parecen reglamentarios, a escepcion de este último.


8i no he entenc1ido mal el pcnsamiento de Ia Cámara ai
desechar el artículo 1.0 que propuso la comision, el1a ha
creido que esta materia, como puramente reglamcntaria,
dehc reservarse alas ordenanzas especiales que espíc1a el
Presidente de la Repúblic.a.
Yo propondría en consecuencia de este mismo pcnsamien-
to, un artículo que auto rice al Presidente ùe ]a Repílblica
- 380 -

para que al dictaI' 10s


rcglamentos nceesarios establezea en
.
eUos 1as mu1tas que tuviese a hien imponer.

Rago esta :indicacion porque veo que en a1gunos artí-


cu10s se fijan multas, eosa que creo mu:i conveniente; pcro
como est a facultaù de impanel' muItas excede de las atri-
buc:iones del Pres:idente de la Repúbliea, conv:iene que se Ie

Hutorice para imponerlas.


Con estc artíeuIo :i 10s ya aprobados me pareee quc que-
dará completo c1 proyecto.

.
LICENCIA
PARA EL CASAMIENTO DE LOS MILITARES
(Sesion de la Cámara ùe Diputados ùe 12 de Julio de 1850)

Esta opinion (leI señor Montt respccto ala inutiIiùad del tr{uni.
te impuesto a Ios militares de pcdir permiso al Gohierno para con-
traer matrimonio, fué emitida al discutirse un proyecto que dec1a-
raba con derecho a montepío alas viudas de ciertos militares que
se habian casado sin solicitar aquel permiso, pwyecto presentado
e1
por coronel don Justo Arteaga.

EL MONTT. E1 artículo en sí nada me ofrece que


SEÑOR

observar en contra de él; noto solamente que se dispensa


una gracia á los que han contraido matrimonio sin la licen-
cia necesaria del Gobierno.
Ya que se trata, pues, de establecer una lei sobre esta

l11ateria, poc1ria hacerse de una manera mas completa.


~Es necesario, es indispensable que para el casamiento dc
los militat'es se exija esta licencia? Esta es una c1uda que
siempre he tenic10 i tengo ahora mismo, i que c1esearia que
los señores c1e la comision me 1a satisfaciesen.

BL sEROR ARTEAGA. Crco que Ia Iicencia exijida para c1matri-


monio es necesaria para la contabilidad de las oficinas pagadoras,
porque, tomando par este medio conocimiento de Ios enlaces "con-
traidos, pueden impc"dir los fraudes que se intentasen cometer por
aquellos que sin corresponderIes solicitasen pension de montepío.
Aùemas, conviene que Ia autoridad tome tam bien conocimicnto de
estos matrimonios con el fin de quc impida los irregulares que po.
<1rial1 COIl tt.aCl.se....
............ ............. ......,................ '0""""""'" """""
-"........,...........,........,...........,........."........,.........................................
-
382 -

ELSEÑOR MONTT. Antes ùe haccr uso de 1n palabra me


per111itir{1 e1 scñor diputado que la deja, preguntarle cuttles

son las condiciones que por la orùenanza 111ilitar debcn te-


nerse presentcs para contraer matrimonio.
HI. SEÑOR ARTEAGA. Para optar al 111ontcpío sc rcquicre que cl
oficial IUl\'a servido dicz aiios.
Reeuerdo rlue a1 honorahle diputado que cleja 1a paInbra 10 con-
su1té sobre este proyecto, que ha tres 0 euatro aiios he rer1actaclo,
i
8.8. 10 aprohÔ en todas sus partes, haIlan<1o hastantcs 10s funcla-
111entos qne entónces Ie espuse, i aun hn'o la bonclad de decinne
que 10 aeeptaha por su parte, Como ha tl'ascurrido tanto tiel1lpo,
es natural flue hayan horraclo las idcáS, i por 10 tanto no ten go
se
presente todas las razones que 111ovieron a In eomision a e111itir su
1nforl11e,

EL SEÑOI{ MONTT. Mi opinion no cs contra el proyecto,


i los datos que he perEdo manificstan que estoi mui distan-

te de oponenl1e a que sca aprobado. Quisiera al contrario,


si de clio no ha de resultar inconvenientc, quc se quitase

completamentc para en m1cJante la ncccsidad que tienen 105


militarcs de obtcner licencia prévia para contraer matrimo-
nio. Esta licencia, en mi concepto, carece de objeto, i las es-
plicaciones que acnho de oil' al honorable cliputadoque deja
la palabra, no.Ja moti van suficientemente.
El arreglo de la cC)1]tabiliùaù en 10s cuerpos, i cl cvitar
enlaces inclebiùos en 1n clase militar, son los clos funda111cn-
tos espuestos para apoyar la convenicncia 0 utilidac1 dc la
lieencia. Confieso que no conozco hasta que punto pucde in-
fluir en 1n buena eontabilidadla concesion de la liccncia; pcro
si de esta concesion no setom a razon en 10s cuerpos del ejér-
cito, i el docnmento que la contiene se enhcga al intercsado
para que 10 guarcle hasta qne l1egue e1 tiempo de quc sc
haga uso de éJ, 110 concibo qué clasc de relacion puede haber
entrc In liccncia i e1 mecanismo interior del cucrpo a que
pertenece cl militar que la eonsiguc. Cuando lIega In época
de solicitar un montepfo, se prueba la lejitimiclad del ma-
- '383 -

tril11onio i de 10s hijos, i entÔnces es únicamente cuam10 se


hace yaler la licencia con e1 solo objcto de hacer constar que
se cumpliÔ con este requisito.
En CUHnto a evitar enlaces indehidos, la licencia a mi
juieio es completamente ineficaz. Al prescribirla con este fin,
la on1enanza española no da a estas palabras "enlaces in-
dehidos" e1 nlismo senti(lo en que pareee tomarla el ho~
norahle c1iputado, sino que se propone evitar entre los
militares enlaces con personas de inferior condicion para
conservar pOl' este media c11ustre de la carrera militar. Se-
mejante fin aparece mas claro teniendo presente que la 01'-
denanza militar hahlaba algo de la dote de Jas mujeres.
Ahora ni puede ni c1ehe
pcnsarse ya en estas casas.
Mi opinion es, pues, que no c1cbe exijirse licencia prévia
pm'a q l1e los militares contraigan matrimonio; i como el
proyecto ticnde a dispensarlos de este requisito pOl' cicrto
tiempo, poc1ria quitarse completamente si pOl' alguna oÜa
causa no resul tan incon \'enientes.

.
JUZGADOS DE COMERCIO
(Sesiones de la Cámara de Diputados de 12 i 15 de Julio de 1850)

Proponíase que Ias causas mereantiIes fue~en juzgaùas por 1111


juez Ietraclo aeompaiJado Ù~ dos eomcrciantes CI1 vez del eOl1sula(lo
dc eomereiÓ, tribl1n:t! eompuesto ùe comerciantcs soIamcnte. Sos-
tuvo el proyecto eI seiJor Garda I{eycs.

Ik SEÑOR MONTT. La supresion dc1 ~onsulado de Valpa-


raiso en virtud de los procedimientos que establece la pre-
sente lei, me parece de U11 11otorio petjuicio. En este pro-
yecto, porIa organizacion los nuevosjuzgados
que se cIa a

(le comercio, se sup rime la conciliacion, i se impide pOl' con-


siguiente que las diferencias que ocurran entre comercian-
tes, puedan terminarse pOl' una conferencia habida ante el
.

)uez.
El trÚmite que por las leyes actuales se ]lama concilia-
cion, es un recurso fácil que los comerciantes tienen para
evitar un largo litijio; suprimirlo seria causar un perjuicio
notorio i evidente al eomercio, peljuicio que 110 puede mé-
nos de hacerse sentit. en un pueblo como Valparaiso, euyas
transacciones son de alguna importancia.
Entre Valparaiso i Santiago hai a este respecto una no-
table diferencia. En Santiago son poeos los asuntos comer-
ciales que ocurren; el comercio (le Santiago, pasi vo en eierta

manera, eomereio por menor, lleeesita tanto de un con.


110

sulado en que eomereiantes espeditos, acostumbraclos a


esa brevedacl, a esa espedicion cIe los llegocios mercantiles,
esten eneargados de resol verlos.
-
385 -

Rs indlHlahle qne c01wicnc fine 10s ncgocÌos mercanti1cs


scan rcsue1tos de una manera cspcdita i sin sujeeion a las
fÔrmulas, los trámites que se obscry;m pant 10s nego<;ios
a
.

comuncs. Aunr]l1e cn este proyecto se c1ijcra que cljuzgaclo


de letnls \'a a mismas atri1mciones
rct111ir en [u1e1nntc las

que e1 eonsu1ado, i fine él conciliadt 10s asuntos de In mis-


ma mancrn quc el con~ulado, me pnrece que no es de espe-
rar que se consiga tal cosa. Los jucces de 1ctrns, hahitua-
(1m; a las 'providencias onlinarias, homhres mas' de foro
que dc comercio, darán a las cucstiones una tramitacion
mas lata, habdt mas morosidad de la que 1whria si se deja-
ran 10s asul1tos ell manos de eomcreiantes. Se va a C(uitar
]lues a 10s çomerciantes una faci1iùad grande para sus
asun tos.
La j(1ca (1e rennir 10s eonsnlados a 10s jnzga(los ele letras
es digna de el1sayarse, pe1'0 este el1sayo ereo yo que (lehiera
haeerse so1amcnte en Santiago por ahora; j 8i 1a esperien-
ein nereditase que eOl1venia implantar dicha idea en Va1pa-

rniso, así se haria. Santiago se halla co1oea(lo en una esea-


la menor respccto de Valpnrniso en el rnmo de cOl11ercin; i
en este easo, ~qué C5 10 mn5 prudente? Sin du(la, el1sayar
]os elèctos de esta lei en esa eseala inferior para estmliar]a
eOl1vcnicl1cia (1c estah1cccrla con mas ncicrto cn una esea1a
.

su pelïor:

MONTT. POI' estc artículo pareee que huhiera


By. SEÑOI~
I1ccesidad de crear otro juzga(:o dc lctrns en Valparaiso, en
easo de que la Cámara eliese su aprohneion a 10 (lispnesto
en el artícu10 anterior. Esta cs 1a intc1ijeneia que tiene para
mí el artíeulo, no ohstante que el ånimo de los sei10res de 1a ,

comi8ion no 1wl)dt siclo tal, puesto qne e1 jnzg:Hlo qne se


halla estahlcci(lo en :In actnalicl:ul en Valparaiso, desem-
]lciia satisfactOl'iamente sus atcncioncs. No hai, pues, ne-
ccsid:ul de crear otro nuc\'o; eO!107.CO pcl'fectamcnte 1as
26
.

-
386 -

ateneioncs del juzgado '(le


Valparaiso, i sé quc' cllas no
son tan erccidas quc e11lbaraccn de ninguna mancra cl dcs-
pacho. .
.

EI. SEÑOR MONT'I'. Hc t011la(10 rccicntcmcl1te informes


dc algunas pcrsonas quc hnn servido en cl consulado dc

Valparaiso, i de algunos majistnt(los dc ~antiago qtlc tn-


vieron en otro ticmpo a su carg'o tas coneitiaeioncs quc te-

nian lugar ante los jucecs on1inarios. Los tcsti11lonios (lc


estas pcrsonas est{lI1 eontCf,tcs cn que habia un gn1n ntÍmc-
el trå11litc (lc eonei-
.ro dc eausns quc sc eortahan me(liantc
.tiaeion en quc las partes l1egahan rcgula rmcn tc a tér11linos
dc avcnimicnto sin pasar adcta ntc en StiS jcstiones.
En tos iuicios on1inarios, seg;un cstaha cstahtceida tn
..
.

coneiliacion cn'otro tiempo, produeia a]gl1nos inconvcnien-


tes por los trá11lites que la Ici cxijia para quc se vcrificnse.
En la actuaticlad son sencitlos: tienen las partes una con-
fqcneia antc cl jucz, eada una csponc su pretension, i el
juez dcspucs dc haecrsc cargo de elIas, las invita a l1cgar
a un tér11lino (le avcni11licnto. Estc trá11litc no las rctar-
cIa un soto dia, ni les oeasiona cl 111cnor gasto; cat'cce,
pues, de todo inconvenicnte bajo euatquicr nsp'ccto clue se te
.

11111'C.

Pero adcmas !.-le 10 que hc dic1lO ántes refirién.dome:11 tes-


timonio (le esas personas, ~podrcl11os ncgar que ta coneitia.-
cion es et111cdio mas pru(lcnte que puede adoptarse en to-
dos tos easos de la vida? Si dos personas ticnen diferencias
entre s1, wor qué no ocurrir ante otra que tas oiga, tås
aeonseje, i tas haga avcnirse? Privar a tos eomcreiantes de
estc trámitc, es ohligarlos a titig'ar por eosas 11111Chas veees
insignifìeantes, en que una mera confèreneia bastaria para

que se pu siesen de aeuen1o.


Yo no encuentro qne' la eonciJiacion proc1uzca ningun .

mat resultado en losjuicios de eomereio; i pOl' cl eOl1trario,


.
-
387 -

cncucntro quc pro(lucc bicncs cfecti"os, ,Yrt rttcncl icndo a In-


formes que me 11a11 (lado, ya tmnhien
se a 10 quc succ(le e11

10s clcmas negocios dc la "l(la.

.
LEI SOBRE EL MODO
DE ACORDAR I FUNDAR LAS SENTENCIAS

(SesÍones de Ja Cám.,ra de Dil'uta.1os de 14 i 21 de Julio de 1851)

Este proyccto de lei, ohm hien 11lediÜl{h del serlOr Varas i so-
mctido por él ala Cil11lara de Diputados en la scsi on de 1847, fué
aprohado par la Cill11ara de Senadores can solo dos llIo(lifìcacio-
ncs. Par ilHlicacion (lei setJor M ontt la CÍt1l1ara de or~ien aceptÚ
una de esas 1110(IÎtìcacÍones i rcehaí:ó la otm. .

Hegla 2." (lei proyeeto aprohar10 par el Scnado:


En los demas casos de e11lpate sohre algunas de las cuestiones (1e
11ec11o de derec110 que 11a de ]'esolver el trihunal, se Je ngregnr:í un
0

jl1ez i se procc(1crií de nuevo a la resolueion del punto de que se

trata.
EI. SEÑOIÎ INFANTE (don M. R) lIaec i11flicacÍon pam que en
Jugar de l1amar un solo juez a d irÍ1l1ir la disconlia de opÍnioncs, se
11a 111 en tres.

Er. SEÑOH MONTT. Segul1 yo concij,o, In CÚnwra IlO tielle


mas q11e un temperamento que tomar en la presente (jiseu-
sion: 0 insiste en su primer acuen1o, 0 se conforma con las
mo(1ificaciones hechas pOl' el Senado. No puec1c, In1es, cntrar
ahonl a modificar esas 1l1is1l1as 1l1odifieaciones.
En el proyecto aproIJw1o pOl' In. Cttl11ara de Diplltados
no sé si se cstahlcee que sc l1a111e uno 0 tres jucees. Sírvm;e,
. señor secret:uio, leer el proyecto a quc 111e rcfìcro.
EL SEÑOR SECRWI'AntO lee: 8i dos 0 mas opiniones con iguaJ níl-
111ero de voios dividiercn al t riIHtn:d, se lIamaní para formnr sen-
-
389 -

tcnl:Îa tantos jucccs cnantos scan ncccsarios para rlue I1nic1os sns
yotos a 105 <Iuc sosticnen cualql1icra de cstas opinioncs, puec1a
consti tuirsc ma)'oría ausoluta.
Cuando vcrificada Ia votacion cn esta forma no rcsultarc scnten-
cia, sc procederií conforl1lc a csta rcgIa, olas dos anteriorcs, segun
105 casas.
.

BL SERoR MONTT. Por esta regIa, pucs, está dispuesto


que para 10s casos en que se (1ividan las opiniones, se l1a-
men tailtos jueees cuantos sean 11ceesarios para constituir
sentcneia.
Es, pues, claro segun este prineipio que habicnc10 cmpate
dcbe ser llamado un solo juez, pOl'que no se neccsita mas
que pai'a dirimir la discorc1ia, eomo sucederia si en un
11110

trihunal dos opinasen de una manera i dos de otnt; el juez


que se l1amase, uniéndose a el1a]quiera de las pon:iones
eonstituiria senteneia.. La lilOdifìeaeion propuesta ahora
pOl' e1 seiior Infante seria, como se ve, contraria a 10 acor-
dado por la Cámara an teriorInente, i tend ria ademas e] in-
eonveniente (Ie no ser opGrtuna.
En cuanto alas razones en que sc ha apoyado la indica-
cion, no ks doi l11ueha 1l11portanc1a, sin cmhargo dc que
puedcn pesar algo en el ánimo de la Cámara.
Be pi ens a que llal11ando tres jueces habrá mas probahili-
c1ades de aeierto; pero eon\'ie11e tener presentc que en cstos
casos de disconlia, In diseusion se agota de onlinario pOl'
las partes i se presentnn al tribunal todos los eselareeimien-
tos posiblcs. EI nuevo juez que viene a juzgar 10 haec en
.

vista de todos estos datos reunidos, i tiene para fOrInar su


juicio can rectitud todos antecedentes que ha menester.
10s

Dos individuos mas agregados al tribunal pocas luces nue-


vas pucdcn l1c\'ar a 1a discusion.
Ademas de csto, la rcgla de 11amar tres inclividuos c1ebe-
ria ser estensiva a todas !as cortes de la Hepiíblica, 1 en al-
guna de cllns no .seria posible cUl1lplirla en l1luehos casos.
BnJa Serena i Concepcion reside un corto niímero de abo-

I
-
390 -

gados que teniendo ~ su cargo In c1efensa de las causas, es-


tarial1 en 1a imposibilidad de concurrir como jueces, i acon-
tcccria cn alguno dc cstos casas quc no poc1ria integrarsc
c1
tribunal. Par otm parte, dividiéndose la responsa biliûac1
cn un mayor número de individuos, ocultándose pOl' decirlo
así enb'e toc1os ellos, no" es tan real i efectiva como cuando
pesa lIe una manera directa sobre uno solo.
Donde cI seiior diputmlo que ha heeho 1a indicacion v~
un inconvenicntc, yo yco; pues, una gran venÜ~ja. Ni con-
cibo tam poco qué jéncro dc c11lbarazo pucda prcsentar cl
quc sc lJamc a un individuo dirimir la discordia porquc
a

lwya de ser conocido su voto. lAcaso este indivic1uo que


descubre su voto no se cncuentra cn el11lismo casu que los
jueces de letras que a cada instantc i cn toda sentcncia 10
estÚn dcscl1bricndo dia a dia?
EI que estas pocas cucstioncs se "resuclvan pOl' personas
que no seàn rcntadas i se lIamc a los abogac1os, tam poco
cs incollvcnientc, pucs cstc es un cargo an~xo [1,1 ofìcio. No
'

es un grayåmen sin c011lpensacion, sino quc pOl' el eontrario


cstå dcmasiac10 c011lpensaùo, pucsto quc ninguno que 110
tengfl el titulo de abogac1o sc puedc prcsentar a "Ios tribu-
nales ]wccr defcns'as de aJguna importancia.
a

Repito que no eneuentro inconvcnientes para aprobar e1


artículo en In fOrlna en que está, ni tengo por oportuno el
hacer las l11oditìcm:iones proptlestas.
Fué deseehada la indicacion del sl'ÌlOr Infante, accptÚndosc Ia
1110diticacion del Scnado.

I~cgla 4." del proyccto nprohado por Ia éÚmara dc lIiputados:


Si hechos 10s l1amamientos a iJuc 5C rcficrc eI nltmcro an-
terior, i vista nucvamcntc la causa, rcsultarc <{uc mas dc dos
opinioncs can c1ifcrentc númcro de votos dividiesen al Tribunal, i
recojida par segunda vcz la votacion 110 sc obtuvicse sentencin, los
mie111bros que sostengan ~a opinion que cttenta. en Stt favor can
-
.~91 -

mcnar yatas dchcrÚn alira7.ar Cttalr[tlÎera (le Jas atms


n(III1CrO (lc

apiniones manifesladas. Si httljierc mas de una opinion que se ha-


lIare en este casa, decidirÚ cl Trihunal cuM dehc ser esc1uida, i cl
.

miemhro a micmhras quc la sostcngan deherÚn optar entrc las dc-


mas apiniones <jue dividan al Trihunal.
EL SEÑOR MON1'T. Esta regla que se adoptÔ án tes porIa
CÚmara (Ie DipuUulos, 1 que d Senmlo ha suprimido, ÜI\'O
par olJjdo preseriliir 10 que se ha de haecr en d caso en que
aeumul(tndose gran 11lÍ111cni dcjucccs, sc vayan dividicndo
talllbil'n las opinio11es. La regIa (lc1' Senado 110 prevce este .

caso.
Estab1ere esta regia que enanclo haya ùispers10n de vo-
tos, se voten una pOl' una toclas las opiniones, i que si to-
(las son rl'chazadas por mayoría, se lJame mayor nlÍllll'ro
de jucel's. Enti-a, pUl'S, a tener lugar el caso de la regIa que
110S ocupa ahora. Sin el1a no podría tener fin d pkito, i d

tribunal la precision de adoptar algun tempe-


se ver1a en

ramento estraonlinario, como snee(leria si los jucccs que


van a jttzgar en una causa, se c1ividiesen en tres opiniones,
i ninguna de ellas tuvicse mayoría para constituir scnten-

cin. Si votacla cada una ùe eslas opiniones es n..'cJwzH{la,


serÚ prcciso l1anwr mayor 11(ll11cro dejuecl's; pero eon estos
puede aconÜ:cer 10 mislllo que con los anteriores, esto es,
que adhicrall a Calla una de las opi11ioncs l11anilcstadas {(n-
tes. No lwhria, }Jues, sentencia.
Solo ]a regia adopt;ul:l par 1a CÚmara dL: lJiputados, i
en euyo exÚl11en 110S oeu palllos, sal va este incon venien te.
ElJa dispone que lIeg'ado esle C:.1S0 se eseluya Ia opinion
'que tenga me110r 11(II11erO de volvs, i entúnces los indivi-
ùuos que la soslcnian qucclar{tn ohligaclos a optar cntre
!as del11as opiniol1es, desaparccie1ltlo) pOl' eOl1siguiel1 te, la
dispersion. '

Se ha didw que para la s('sion siguiC:l1h: cOl1cUITirít a la


Cámara el señor Ministro del Interior; él como diputado
-
392 -

peesentó en oteo tiempo estc proyedo, i seria con venicatc


oil' su dictámen sobre el particular.
Se aeordÔ suspender la discusion hasta clue concnrricra cl seiíol;
.

Varas.
EI. SHKOH VAHAS (ùon Antonio). lIc sido invitado a tomato
parte en este asunto, i desearia saher cuM es cI punta en cucstion
o clmotivo de Juda que hai.

I.k SEÑOR MaN'!''!'. El ineiso ;>'.0 del articulo 2.0 aproh:u1o

porIa Cámara de Senaùores dispone: "que siemprc que so-


bre alguna de 'diehas cuestiones hubiere dispersion de votas,
caela una de cllas serÚ somdida separadamcnte a votacion,
i si todas fueren rec1wzadas
porIa 1l1ayoría absolutadel tri-
bunal, sc lIamarÚ para la rcsolucion dcl pun to tan tos jueccs
euantos en cl eoncepto del tribunal scan neecsarios para ob- .

teneda."
que hahia adoptado anteriormcntc'la CÚ1l1ara
La regia
de Diputac1os, estÚ eoncebida en estos términos:
"3.0 Cuanc10 Ia votaeion se c1ividiere de l11ancra que hu-
biere mayoría mayorfas respectivas, i 1l1inorías que cuen-
0

ten can igualnÍ1mcro de votos, i repctida pOl' scgunda \'ez


1a votacion no se obtuviere mayoría absoluta, dccidirÚ c1
tribunal cuál de las minorías debe scr escluida. Los miem-
bros que estaban por la opinion esduicla, debcrÚn optar en-
tre las demas opiniones que c1ividen al tribunal."
EI casoque sc rcfiere esta regia, csc1uida ahora par el
a

Senado, no 10 encucntro c01l1pn:ndido cn ninguna dc las re-


,

soIuciollcS tomadas par ]a otra CÚmara.


.

Considcro que cs de absoluta necesidad que sc estabkzca


alguna rcgla para este easo, IHtes aeonteee que, di vidiéndose
gradualmcnte las opiniones, i acumulÚndosc e1 número de
jueees, se embaraza enda vez mas el proceso, sin clue sea po-
sible outcner un resultado final. .

La regIa de la Cámara de Diputados comprende, pues,


c1 caso en quc haya mayorfas respectivas i minorias, i para
.
.

-
39J -

resolverlo fija un procedimiento defJ.nitivo. Mas 1a CÚmara


de Senac10res se con[orma con c1ecir: euan{lo estü oeurra llá-
.

mense nue\'os Jueces.


Pero ~si estos se di\.iden en Ja misma proporeion en que
'si
estahan ántes? ~I llamados otms nuevos, se repite por
tercera vez In dispersion ele votos? I si se suseita un cum-to
caso en que pueda ~mcedcr ]0 mismo que en e1 segundo i en
el tercero, ~qué se harÚ? ~Cu{d será cl medio de arrilmr a
c1
un resu]tado decisivo? Porque al fin se ha de terminar
pleito, i deslinclarsc los derccllOs de las partcs, que no han'
de q uedar para siem pre en incerlidt1Illl)re. No se encuen tra,
e1
pues, otro partido que t01l1ar que adoptado pur la Cá-
mara de Diputados.
Esta es 1a razon principal poria eua! dije yo ala CrUllara
que, con[ormándose con las demas variacioncs hechas pOl'
e1 Slfnado, insistiese
en este pun to eSJiecial.
Agregué en la pasada, i creo convenientI.' repetirJo
scsi on

ahora, que este caso no es quimérico, que yo ]0 he visto oeu-


rrir en ]os tribuna!cs d~justieia: c1ivididos 10s jueces en cli-
\'ersas opiniones, i habiendo suceclido ]0 mis!llo c1espues de
. lIamados otros nuevos, pOl' un proccdimiento pruc1encial 0
de equidad, 10s tribuna]es ]1<In teniclo que mandaI' a Jas par-
tes que se som<:tan al faJIo de un juez {irhitro.
Este easo sc ha repctido muehas veees ya, i se hacc neee-
sario que Ia !ci determine cómo deb~ procec!crse cuanclo ocu-
.

rra.
EL SE~cm VARAS, En apo)'o de la rcgla de la C:ímara dc Dipu-
tados dijo quc la regla ,1,'.' aconlada pOl' 1a C:í1llara de Sl'I1ac1ores
LL:nia pOl' olJjeto com[Jrendcr las rcglas :-I,'.L i 4."\ de la C:í1llara de

Diputaclos, Jas cnales cran mas c1ar~s ï seguian mas paso a paso
la marcha c1d tribunal. AI cfcdo cntrÔ a haecI' algunas cspJicaeio-
l1CS en vista del particular conocil1licnto que tenia del asnnto, i de
h ahcr eonfcrcncia(lo con los seilorcs (1nc cn cl Scnado I1lOd ifìcaron

cstc proycdo.
,.
HI Bo/etil1 dc IllS SCSiOIlCS, aiiade:
-
394 -

El señor Montt, esti1l1<lndo .que 1a euestion era de suyo


mui abstrada, concrctó en un c:tS::> prÚcticù la opini.on quc
Úntes hahia emitido, i por este 1l1cdio corrohoró 1u1l1inosa-
mente sus asertos.
La Cámara de DiputaJos insistió pOl' 17 yotos contra 13 en
mantener]a regla 4.'.' de su proyect'o.

.
.

SUBVENCION
^ LA COMPAÑIA DE VAPORES

. {.3esion de 1.1 C:im~ra de !)iplltados de 27 de Diciernbre de 1850)

m proyedo que impugn(, cl señor Montt liluitaba la subvcneiol1


liseal ala navegaeioll entl'c Valparaiso i los puertos del sur. Su ill-
dieaciol1 para suhveneionar a la cOl11pañia <juc.nHlIlttwiese la co-
111unil:aeion coil los pucrtos delllorLl' i la via de Et~ropa, fué desc-
chada por 18 votos contra 1.1.

EI~ SEÑOR MONl'T. Con bastante deseonf1anza, porque


.
.

conlÌeso que no eO!1ozeo bien la materia, voi a someter Oll-


.

gunas ideas ala eonsideraeion de la CÚmara.


Se ha dado pOl' sentado hasta ahora que la navegaeion
a
vapor en las pn)\'ineias del norte sc"erif1earÚ sin neeesi-
dad de. l1ingun ausilio estraño, i que la subvencion debe
ap1icarse solamente aIwga en las costas del sur.
]a que se
.

Yo erco que nos hallamos e{Juivocados acerea de la seguri-


dad de la naycgacion por'el nortc. lIai. dos puntos que pOl'
su il11]>ortancia i porIa cJase de eOl11ereio que tie11en, 110 lle-
eesitan quizas de un ausilio estraño, tales son Valparaiso i
CopiapÔ; peru temo muehu que los puertos ~lel II uasco i la
Serena, que son de importancia tambien, se lJueden priva-
dos (Ie la navegacion vapor sino se les da UII allsilio es-
a

traIio. La compaIiÎa adllalmiéntras no tenga compcteneia,


seguirÚ ha~icndo la misma carrera que en cl din; pero ma-
ñana se establece la competencia, viene un vapor a navegar
-
398 -

e1 eomereio de estos puehlos no serinn sufìeientes


parn ha-
eel" que 10s \'apores del sur llegasen hasta aM, si se estahle-

eieseotra Hnea entre Va1paraiso i Copiap6.


Par otra parte, si la suhvencion se estiende a Ia navega-
. .

cion que se haga entre clnorte i el sur de la Rep(lhliea, po-


(lria ohligarse a.esa misma Hnea toear en otros puel'tos
a

en que en el (lia no toca, como, pOl" cjcmplo, cl puerto de la


I-TernHlur:l, el (lc Pichidangui, i otros que pOl' cstc medio
pudieran tomar incremento, EI gravámen quc se impusiese
aI crario pOl' esta comunieaeÍon seria insignifìcantc com-
.

paraclo can las ventajas que resu1tarian a la industria (le


.aqucllos puehlos.
En cuanto a 1a segunda cuestion, es (lecir, a Ia de ansi-
liar de algun modo nuestra comunicacion con Europa, me
parece clue hai una gran ventaja en :tutorizar a1 ~jecntivo
10 que
para propongo.
En una palabra,.mi indicacion pue(le reclueirse a estc pen-
samicnto: eonvÍene asegurar de una man'cra cstah1c i p05i
tiv:a la comt111icacion con el nortc i con Europa.
.

REMINISCENCIAS
SOBRE EL 20 DE ABRIL .

( Sesion de la Cámara de Diputados de 13 de Junia de 185I)

E1 (liplltado don Marrial G01l7.rilez intcrpe\() al presidente de la


Cámara pOl' haher citado, COIl el acuerc10 tricito de ésta, a los sn-
plcntes de 10s dipntados por San Felipe i Laia, e\' primero de los
cnales se ene011traha en CopiapÓ en desempeño de una comision
que se Ie hahia confiado en su cariieter de emplcado de a(lnana, i e\
.

segnn(lo Cll la mismaciu(lad en virtud decompromiso que hahiacon-


tmi(lo con e\ golJierno para snstraerse a la responsabilidad que po-
dia afectarle por S11 participaeion en la asonada del 20 de Ahril.
Tereiaron en este debate los ministros señores Mujica, Urmeneta i
Varas COIl 10s diputados señores GonzÍtlez, Larrain
Infante; tam-
e

hien terci6 en él el señor Montt con un arra11flue de nohle indigna-


cion, único artehato de S11 vida parlamentaria, i casi poclríamos
(lecir, (le sn larga carrera ptíhlica.

c1
EL SI<:ÑOJ{ GONZ,\I.EZ. La C(ul1ara conoce como todo mnnclo
los antece(lcntcs que ohligaron a1' señor Dcl10 a salir de Santino'
.

dc1 succso infausto (lcl 20 de Abril se le (Iuiso


go. Desp11es formar
un proceso criminal por habcr pronunciado cnatro palahras sohre
1a tumha de un hombre valiente a fluien sus enemigos pretend ie-

ron cnvilccer hasta el estremo dc querer engril1ar su cadáver, pero


a qnicn 1a historia vindicarÍt a1gun clia.

EI. SEÑOR O[.IVOS. Reclamo c1 ()l'dcn, señor presidente; se trata


de justificar el suceso del 20.

RI. SI\ÑOR GONZ.\LEZ. Se me interrumpe, señor presidente, i es'


toi en mi rlerccho.

.
-
400 -

EL SEÑOR MOr-:TT. Sí, estÚ en 8n dereeho!


EL SE5!0R GONz.\LEZ. El señor Bello dehiÓ scr cllYlIclto en un
praccso criminal a conseclIcncia dc Jas palaJJl'as que dijo sohre 1a
tllmlm de cse hombrc clesgracia<lo......................
Ee SEÑORMO~TT. Tomo la palahrn no con ánimo de .

tratar la cuestion con toda Ia amplituc1 quc se Ie h:l dado,


pero he oido ciertas cspresiones al señor diputado qne, .

segun Jas hnn repetic10 ya los dinrios, se me atrihuyen a 1l1Í,


EI señor dipntac10 ha c1icho qne se qniso cargar con grillos
el cac1(lver del coronel UITioJa......
EL SEXOR CONz.\LEZ. No sc ha atrihuic]o al sCliòr cliplltrulo estc
hccha.
EL SEÑOR MOl'\'I"f'. iI a quie:n sc rcfiere entónces cl seiìor
c1iputado?
EL SEÑOR C;ONZ.\ LEZ. Se mc ha clieho <[lIC clmiuisterio flit: <[nim
10 intenLó.

Ee sEFi(m MON'I''I'. iEs falso! EI ministerio no l1a ahri-


ga(lo jamas semejante pcnsamiento; cs mas nohle i jcnc-
]'oso.Elministerio que lw sabic10 pcnlonar a los qttC ('1:-
eontró con las arl11as en la l11ano en aqnc:l dia de nefanc1n
mcmoria, csc mÍn.istcrio no ]Jucde
mancharse con una nc-
cion inrame. Tienen concicneia de esto 10s que así sc per-
mitcn hahlar, i sin emhargo, Janzan esa im!)oslnra C()t1lO
nna anlla cnvenella(b. Cuando ha caido el coroncl Urriola,
'yo fní el primcroen manifestar mi sentimiento par 5um11er-
te tr(ljica. El coronel GanaestalJa prC'sente. E1 c01"Onel Gana
me ha dado entÔnces la mano!
Se ha tmido a Ja Cámara una cl1cstion pl1mmcnte de

partido. Yo quicro ser franco, quiero rasgar el \'elo qne la


cncuhre. Una fi-acciot1 de ]a Cftmnra pirlc 1a asistellcia de
(los diputndos, otra la niega, wor que: no se pide que e011-
enrrn11 0<:110 0 diez mas quc fnltan? lPor (j11~ no sc ponc el
mismo cmpcño en quc \'etlgan los scñores (~an<l i Tocornnl?
Esta C8 In ]Jura \'cnlad, i esto no mas digo.

.
".

BANQUETE
.

DE 6 DE SET1EMBRE DE 1851

Los senadores i diputados eontrarios a ]a eandidatura del se-


ñor Mourt, ~.e proponian impedir, privando de quont111 al Cougre-
so, qne hicieEe el cserutiuio jenera! i proc1amase a! presidente e1eji-
do,' Uua lei acababa de dedarar que e] 30 de Agosto, dia fijado por
la Constitueiol1, no era plnzo fatal para eumplir COil esa fOr1na]i-
dad; mas por fortuna, algunos dc ]os diputados que hahiau abri-
ga(lo propÓsito tan suhversivo, desistierou (1e él, i ]a proclamneion
(le] señor Monit 8e hizo (lentro del término legal.
'

Este feliz desl'nlnee de nn eonflicto que se pre8entnba preiiado de


pe]igros, f"ué ee1ebrado con un hanquete de noventa cuhiertos en ]os
salones de ]a soeicdad filarmóniea, Como una euriosiclad,de ]a mo-
da del tiempo, diremos que cl hanquete se sirvió en (105 mesas, las
viandas en una, i en otra 10s postres.
:1e brind() por]a prospericlacl de 1a Rep(tblica. par 111. paz, par
]a reeoneiliacion c1c los parlidos poHticos, "pOI' que ]05 oposi tores
(hríndis del seiíor Varas) cooperasen con decision al aeierto del
nuevo gobicrno," por.d eandidato eleeto, por e] jeuera] BCtlnes, por
elministerio de Abril, "par e] jenera] Pin to (bríndis del seïlOr Ga-
rrido) que hahia trazado al partido conserva(\or ]a ]ínea de con-
ducta debia observar," Uno de ]os eoneU1Teutes. que ]uego ha-
clue
ht'ia de ser adversario del golJierno del selior Moutt, "hrindó por
que la firmeza i Ja enerjía caräcterizasen eI sistema de ]n nueva ad-
1l1inì!!traeion: que el que clelinquiesesufriera eI rigor de]a Jei," HI Se-
iior Varas hizo en cI acto uu aleanee a esle hríndis. "Si bien es cier-
to, dijn eon Sl\ acostul1Ihracja clocueueia, que <1chc ohrarse con
27
-
402 -

encr:iín cn tcrrcno de la lei i CII IJicn de Ins insti tucioIles, t:un hien
('1

10 cs que en 1I111chos casos In prudencia debe guiarnos en estc terre-

no, i que hai mil consicleraciones de con yeniencia social que no es


dable desatender sin incnrrir en In nota dc Iijeros i de tel11erarios."
"Los aplausos que estc hríndis Hrmncó, dice el diario La TriúutUl,
a qnien dchel110s parte de estas noticias, atrona1'on la sala del con.

vi te por espacio de un cnarto dc hora."

TIríndis del seiior Montt en 1a pril11era mesa del hanquete:


SeñOt'Cs: AI celebmr el rest1ltado del escmtinio de! 30 de
Agosto, veo bien qbe no celehrais la elevacion de un.indi-
viduo n In presidcncia de la. República; i por esto, 10 cligo
f1'aI1Ca111e11te, a ese i11C1ividuo no Ie alhaga la vanidad, ni su
amo1' propio Ie hahla.
Si
yo me compla7.co con vosotros, cs pOt'que veo que eele-
hmis cl triu1Jfo de un principio, el del padi(lo eOl1se1'vmlor.
Es porqt1e ven que celehrais el triunfo (Ie las il1stituciones a

cuya sombra lw de obrarse el m<:íoramiento moral i mate-


rial del pueblo pOl' l11edio de las artes il1(lustrialcs i de 1a ins-
truccio11 púbJicil; i porque jU11tamente C011 esto ceJehrais el
il11pet-io de In libertad i del ónlcn público. No cl (Ie la ]iher-

tad COI1mengt1a del órden, ni el (le1 Ônlen con \11engua de 1a


libe1'tad, sino In justa at'l1lonín de estos dos principios sal-
"adores de In RepÍ1bIica.
Pero 10s que vamos pOl' estn via, 111an:11al11os pOl' un te-
1'1'el1O ).a pOl' otros homhres prepnrndo.

Bendigatl10s 10s frutos que esos hombres nos d<:ían; i en


Jas l11anifcstaciones de. 5U entusiosmo èOllságrelcs el pais

ahom i siempre un recuerdo de


gratitud.
Brindo pOl' el actual Presidente de la RepÍ1hlica.

Segunùo hrín(lis, a 1a conclusion del banquete:

Señores: Entre 1ns diversas manlfestaciones de e11tusias1110


-

403 --
que ahora se han sucedido, resaltan dos ideas principnles: In
.

paz i In prosperi dad de Chile.


Pues bien! P~m realizar estas dos gran des ideas por Ias
eua1cs tan fervientes votos haceis, mis fuerzas son in sufi-
cientes. Necesito para clio de la cooperacion de todos voso-
tros, de la ayuda de todos los ciuda<lanos, así amigos como
enemigos de la nueva presidencia.
Habeis querido ponerme a la cabezn de una falanje de
obreros para que todos juntos, animados de una misma.in-
.
.
.

tencion i de una misma csperanza, levantemos en la Repú-


b]ica el templo de 1:1 paz, el monumento de 511 prosperidad,
ique Dios sea con los que trah~\ien!
.

.
.

BANQUETE
EN VALPARAISO EL 9
DE MARZO DE 1852

Una comision ell' \'ecinos Ïelc comcrciantes invitó al Presielent~


:Montt a pasar a Valparaiso, c10nde fué recibiclo eomo huésped de
la eiudad, qne preparó pam hospedarlo un clcgante dqJartamento
en el Hotel ell' la Union.
Dióse en su honor, entre ohos obsequios que Ie fueron ofreeidos,
UI1 halJell1ete ell' ciento cinencnta eubicrtos, en eI que Sf hal1a-

ran representac1as toelas las colonias estranjeras par sus ajentes


consuIarcs i losjcfes c1esus naves ell' gl1erra surtas en 1a hahía i par.
sns mas caracterizados vecinos; c1 cnm de ]a igJesia anglicana
cstuvo sentac10 no léjos del obispo de Concepcion. "Durante 1a co-
mida, dice El 1I1crcllrio, 10s palcos ele primero i segundo ónlen se
ha11aron coronados de damas <Jue como otras tantas consteIa-
ciones hertnoseahan el cicIo de a<Jl1e11a gran solcmnidad popular."
El seiior Ovalle, clan Matias, reconl6 qu~ la eandidatura del se-
ñor M on tt habia salido de los deba tes pari am entari os de 1 R4~);
el señor Alberdi hrindó por 1a majistratum judicial, cuya alta pro-
hidad era un timbre de honor para el pais; e1 seiior Lyon dijo que
can el señor Montt habian triunfado la rcpÚblica i 1a de111ocraeia;
el seiior Guliérrez hizo volos por<Jl1e cI nucvo l'residente l1egara
fL
realiz~lr dos grandes ohms, difl1ndir 1a instruecion ,primaria i
unir a Valparaiso can Ia capital par cl ferroearril; el almirante in-
glcs Moresliy, a clIya salnd se pidió una copa, al agradecer el ohsc-
quia, aí1aelió que habienelo pasado ya 1a bormsca, era un deber re-
canaceI' la prudcncia i diserecion con qne hahia sido elirijida 1a na \'e
del Estado, pOl' 10 cual hrilldah:! pOl' cl hÚ],il pilato que hal)ia sa-
-
405 -

bido vencer 1a tcmpestad. Pronunciáronse tamhien brímlis enta-


siastas por el ejército, poria marina, par las colonias estranjeras i
.

sus mas caracterizac10s represen tan tes, por el ex-presiden te BÚlnes,


por la prensa (lue en la reciente crísis habia sostenido los buenos
prieipios, porIa amnistÍa.

OfrccÎó cl hanquete cl contra-almirante Simpson.


EI scfJOr MonLt contestó en estos términos:

Señores: Valparaiso se apropia dia pot' dia algunéls dc


las gral1c1es conquistas de la eicneia i dc la industria 1110-
dcrna.
Centro de comercio, vi vi fica con sus eapitales los Úngulos
mas apartados de la H.qJtíblica, al mis1110 ticmpo (lue cje-
cutn cn su suelo importantes ohms de utilic1acl. Acaba de
poner agua conducic1a pOl' cañerías a disposicion de los
c1

vecinos, ide adoptarla a la estincion de los incenc1ios, una


de las terribIcs plagas que ha sufrido este pucblo. En poco

tiempo mas, el gas iluminará sus hermosos ec1ificios.


Mañana partirá de su centro la primera 1ínea de teIé-
grafo eléctrico que 1m de cruzar cn hrcve toc1a laRepítblica;
i quizas Úntcs de separarme de su suclo, tcndré la grata

satisl~lccion de d~jar fonnada con sus capitales Ia socicdad


que ha de l1cvar a cabo la grandc obra del fcrroearril a

Santiago.
.

Una 111anifcstacioll111as aIta, si cabc, del cspíritu dc Val-


paraiso, son 1~IS di \'ersas institueiones dc hencfiecncia (IUC
ha ercac1o, i cntrc cllas lleho una mcncion espccial alas
c0111païíias de b0111beros, hcr111oso plante! quc no pucdc 111i.
rarse sin c0111plaeeneia, i sin formal' al 111is1110 tiC111pO cl vo-
to de (lue cste cjc111plo, Iccundo en gran des aplicacioncs, sea
i111itado en toc1a Ia I{epúbliea.
Las manifcstaeiones de estc pnehlo hÚeia cl .ic[e dcl Esta-
do, Ie haccn olvidar en cierta mancra su pro pia debilidad,
-
406 -

i contanclo con las fuerzas de su valiosa eooperacion, cobra


alientos i adquiere nueva eonf1anza para el rlesempeño de
sus penosos deberes.
iA la prosperidad del pueblo de Valparaiso!

Ala conclusion dcl hauqnctc cl SCÌ!or Montt dijo:


Señores: Un sentimiento me ha dominado desdc (tue pisé
este hermoso suelo, sentimiento que no ha crcej(lo esta no-
che, porque no {Juede erecer, pero que se ha avivado en
gran manera: mi gratitud hácia Valparaiso.
No nace este sentimiento de la vanidad del hombre, sino
del corazon del republicano, pOl"que veo bien claro qlte las
manifestaciones de que he sido ol~jcto, efedo del pa trio tis-
mo, dirijen al triunfo, al imperio de la lei.
se

Séame tam bien lkito espresar el mismo sentimiento de


gratituc1 pot' la parte que en alguna de estas manitestacio-
nes 1m tenido relaciol1 COI1 mi persona.
fA la prosperidad de Valparaiso!
BANQUETE
.

OFRECIDO POR DON JOSUE WADDINGTON


EL. 12 DE MARZO DE 1852

Este bal1f[llete tn\'o eierta significaeion polítiea, debida a qne cl


seÌ10r Wa(]dington era considerado, par su canícler i sus atios de
n~sidencia en eI pais, como decano del eOI1len:io de Valparaiso quc
no oenltó sus simpatías porIa eandidatura del señor Montt. Par
10 demas, la amista(] de ámbos tntía larga feella, pues el señor
Montt habia sido cl1los prineipios de su carrera forense, ftntes de
cntrar en la majistratuw, abogado de la çasa de comcn:io del sc-
liar Waddington.
Rcunió el seÌ10r 'Vaddington a su mesa ciento cineuenta con vi.
d:t<]08, elmismo nÍtmcro quc hahia conel1rrido al hanquete que el

eomercio aeabaha de dar al prcsidente; para 10 eual transformó


cn 8,alon, b;~jo pahdloncs de verd lira' orlados dc banderas, una de
las avenidas de su hermosa quinta.
J
EJ lujo de los vinas corres-
pondió al de 10s platos.
Dc 10s numerosos bríndis pronnneiados, easi todos de earÚder
social, la prensa no rejistró sino nnos poeos.

1. La quillta del seClO1'Waddin:,:toll, porIa helle1.a de sns jarJillcs i 10


pilltol'eseo del sitio, solo illferinr al p:ll'tjlle do Lota, o-taba situada :\ tres
clJa(lms do I:t :tctu.d e;,taeion tIel BarOIl, oCllpanrlo IIn:l partc del plan idol
corro. En la p:ll'te baja so levant:m hoi l'al'Ìos odificios, i la easa, a la eual
se lIe:,:a pOl' una elogante oscalill:lt.:l, sil've :t un colejio lie Salesiallos. Un:t
PC<jlwlìa column:l do mftmwl hhnco, que ha dC.Qllpareeido con J08 j;jrtlil)e~, ~e-
rmlaba ell IIna do SUH :wonidas (.J ,itio dondc esuvo la modesta habitacion en
que falleeiú el piaduso al'zobispo ViCIUi:L
- 403 -

EI seiior Wadllington dellie() su absequio en eahallerosas (rases


dieiendo: reeibo eon la mayor gratitud la honra que S. E. me ha
dispensado al aeeptar mi invitaeion amistosa, Î mira estc din como
uno de los mas satisfactorios de los de mi permanencia en Chile.
El sC1ïor Montt contcstó:
Señores: Las manifestaeiones hechas al hombre público
10 e1
alientan para eumpEmiento de sus deberes, como
10 he dicho en otra oeasion. Las que naeen de la am is-
tad, i de una amistad que me compla%co en reconocer mui
sincera, producen otra clase de impresiones que 110 es fÚcil
descrihir, pero que todos 10s señores prescntes habrÚn
esperimentado alguna vc% en c1 eurso d~ su vida. Yo sien to
estas 1mpres10ncs en este ohsequio de m1 dist1ngu1do am1go
cl señor Waddington.

Hago mui sinceros votos por su fClicidaù, 1 creo que to-


clos los caballeros presentcs me acompañan en .este dcsco.
ill.. la salud i prospcridad de] señor Waddington!

Mariano Sarra tea !)\'Îlld6 pOl' cl período de progreso i ade-


Dl>n
tanto material que se abria para Chile con Ia presideneia del se-
1Ìor Montt, i ponlue su mensaje de 185 ï fuese trasmi tido a Valpa.
raiso en cinco horas.
E! seiior
Montt can testó:
~eñores: Las palabras entusiastas del seiior Sarratea me
ani man a manifestar una esperanza.
E] voto ùe mis eonciudadanos me l1amó a ]a primera mH-
j1stmtum en circunsta11eias hien ùifkiles: la revolucio11 habia
estal1ado en e] norte i en e] sur de la Repúhlica, ]a mayor
parte del ejército estaha insurreceionada, i toc1os fos ele-
mentos de desorganizaeion obmhan con grande nctividad.
E1 patriotismo de los buenos ciudadnnos comprenc1iÓ ]n si.

tuaeio11, i e11 noventa dias sc u11ifon11a1'o11 10s es[uerzos, se

ereó un nuevo ejército, se dieron batallas, se ohtu \'ieron es-


pléudidas victorias, i la anarquia quedú vencilla. .
-
409 -

En este inmcnso resultac10 no mc eab~ ninguna partc per-


sonal. Todo fué obra del buen espíritu de la Repttblica, i cn
gran parte, de la ilustrada poblacion de Valparaiso.
Qucc1an aun dificultadcs iguùlmcnte graves pOl' veneer,

pero cstá vivo tamhien cl patriotismo (lue sa1vó 1as que.


acabo de mencionar. Justo es abrigar la esperanza de que
el pais marchará hácia sus pr6spcl"Os destinos guiado
par
el mismo patriotislllo que hasta hoi 10 ha conducido.

Esta es la esperanza (lue qllcria manifèstar. Brindo pol'-


que ella se realice.

.
DESPEDIDA
.

DEL CUERPO DIPLOMÁTICO

Dice m Fcrrocarri! del 1 7 de Sct ic 111 hre de 1861:


"Ayer alas 2 de Ia tank c1 coerpo dipJomfLtieo acreditado een:a
del golJierno de Chile, fué reeilJido el1 audieueia púhliea por S. E. d
Presidente de la HepúbJiea para despedirse de él {l\1tes de deseender
del elevado puesto que ha oeupmlo, i en c1 que no ha sido una de
las menores ateneiones ni la ménos fruetífera cl euItivo de las bue-
nas relaeiones de cordiaJ amistad en (lue se halla Chile can Jas ua.
eiones estranjeras."
A esta at1Clieneia eoneurrieron los ministros seìí.on:s IJigler, de
Estados U ni<108, i Polar, del Perú; Jos encargados de negoeios,
seÌ10res CazoUe, de Fra1Ìeia; Ta vira, de Espmïa; Levenhagen, de
Pmsia; Trisarri, de Guatemala; Santiv:uïel, de Bolivia; I'iedrahita,
del Ecuador; Escobar, (It: Nucva Granada; i varios seìí.ores seere-
tarios.

El diplomfitico, dijo: que apro:,i-


seìí.or Bigler, dceano del euerpo
m{lI1dose In hora en (lue V. E. abandonará eI (lesempeìí.o de los ár-
duos deheres de la presideneia, c1 Cuerpo Diplomútieo residente
cerea del Gobierno de Chile, habia solicitado esa cntrevista can c1
objeto de despedir8e de V. E. como Presidente de Ja I{epúhJica, i
que con talmotivo tenia Ia homa de esprcsade su aprecio i cordial
estimacion pOl' toclas las consideracioncs i In invariable eortesÎa
con que 108 micm hros derespresa(lo Cnerpo 1Iabian sielo acojidos i
trataelos en sus conferencias tanto por V. 1~. C0l110 por cl seJïor se-
crctario de H.l']aeiones Esteriores. Al :;cpararnos de V. E., concluy6

.
-

411- "

cl sciior Biglcr, IIOS CO 111 plm:clI1 n:llovarle las pwtcslas de


os CII
J1ucstra mas alta cslimaeioll i sillccro respdo, descalldo que la Vi-
vina I'roviclcncia Ic cOllccda Inrga ,"ida i toch claRe de prosperi-
clades.
Bl sciior Mon Ll conlcstó:
Seii.ores Ministros: Me cs altamente grata la manifcsta-
cion que el Cl1erpo DiplomÚtico me haec en este momento.
Animado del sineero dcseo de c111tivar i estrechar las
rclaciones de 1n Heptlblica con los diversos paises amigos,
hc propendido con cclo n ese fin, he c1irijido a éll11is eons-

tantes esfuerzos, i debo reeonocer con satisfaccion que he


encontrac1o en los senores Ministros aqui presentes la dis-
posicion mas benévola i îavorable.
Al obrar de esa manera me he confo1'111ado a los senti-
"mientos que cI pais abriga respccto de pueblos i gobiernos
tan ac1'eedores a su simpatia i estil11acion como son 10s qne
los señores Ministros representan.
Séall1e permitido en esta ocasion lI1anifestar cuanto es-
timo la manera amistosa i conlial can que 10s señores
Ministros hun entendido con mi Gobierno, que tan
se

efieazmente ha eontribui(lo a cil11entar las buenas rc1a-


ciones entre nuestros respectivos paises; i espresa1', almis-
mo tiempo, cnan to ngrac1ezco Jas muestras de aprecÎo que
he mcrccido a los sdiorcs M inist.ros, i cuan sinceramentc
hago votos pOl' su [elicidac1.
BANQUETE

DE 23 DE SETIEMI3RE DE 1861

Al bajar ck 1a presidcncia el señor Mon Lt, sus amigos políticos


k ofrecieron un hanquete que tam bien fué dcdicado a don Antonio

Varas, su ministro en dos ocasiones, i su consejcro. Este banquetc,


.

de mas de trcscientos cubiertos, tu\'o lugar en1a platea del Teatro


Municipal, clue fué artísticamentc decorada con cortin1~jcs i mcda-
Hones cn que se recordahan las obras de la administracion quc
concluia: fcrrocnrril, tclégrn(o, cscUl:lns, cúdigos, inmigrncjo/l, cré-
dito hipotccario, etc., ctc.
El señor Benavcnte, reteniclo en su casa pOl' sus dolencias de oc-
tojenario, envió una carta de adhesion que l11erc;ce ser rccol'dada
como compcndio i resúmen de casi todos 10s bríndis que sc pronun-
.

claron.
"Sicnto cn alma, dijo en csa carta, C1UC mi mala salud no me
e1 .

permita aceptar vuestra benévola invitacion; hal>ria bebido con


vosotros i pOl' vuestras intcnciones diciendo: sosteniendo con enel'-
jía el principio de autol'idac1 sin cl CIUC no pucclc halJcr ón1cn ni
libertad, i el que ha sic10 tan frecucntc i rudamente comlmtic1o en
los cliez últimos mios, poddln habersc cnjcnc1rado odios i aun ren-
corcs; pero callal'Ún al bramido del vapor de las locomotoras i al
paso dc la clcctricic1ad de 10s tc1égrafos, calladln al vcr 10s cons-
tantes esfuel'zos para lJ10rijerar a Jas maims par 1a edllcacion pri-
maria i a Jajuventud par el cllitivo de las ciencias superiorcs; a
todos 10s ciudadanos rejidos par cóc1igos eoncebidos ala altura
del siglo; a Ja agricu1tunt, industria i comcrciocon divcrsos medios
de viabilitlatl icon institucioncs dc crétlito; i pOl' ú1timo, pOl' habcr
-
4T3 -

"

eorítrihl1ido tan cfieazl11ente nomhrar tin sneesor tan hi en aeep-


a

tado por Ia l11a)'oría, obra esclusi va de Montt i de Varas."


E1 setinr Varas dijo en Sl1 bríndis que esa fiesta era ttt, desmenti-
do a1 dicho popular cl IJn.~() de Chile can el cual se habia queri<lo
;;ignifìear la ingratitud dc Ia Rcptthlien pant SitS servi<lorcs.

E1 seiior TIalmace(ln, don Manuel .1os<\ ofreei6 cI hanqucte di-


eiendo que con él se querin dar n los seìlOres M ontt i Varas una
111uestra de los sentimientos de gratity(l i aprecio que por Sl1S ser-
vicios Ies profesahn el pais.
E! señor Mon tt (lijo:
Señores: Hace diez aiios, en una 1"etmion análoga a la pre-
sentC', impetrahn
e1 ausilio (leI
cicIo, i pedia la cooperacion
de los hombres de n~ctas intenciones para In ohm que íba-
1110S a cmprender. He1110S lleg-ado al término de la tarea, i

no hn faltado ni la proteccion de la Providencia, ni la ayu-


da de los buenos ciudadanos. Doi gracias pOl' clIo al dispen-
sador de estos bienes.
En medio de las vicisittHles de este lat"go tiempo, t1110S
e1 desa1iento;
pocos han siclo dominaflos P01" pero en 1a
gran mayoda se l1a conservado viva la f<S, an1iente el pa-
triotismo, firme la vo1untad para proseguir la obra de la
mejora i progreso de 1a RepúbJica.
En los ciudadanos privados ha habido 11n civismo ilns-
trndo, i todo pensamiento de convcnienciajeneral, ha mere-
cido S11 apoyo í patrocinio. En los funcionarios no se ha
desmentido el celo, i, penetrados de Ia importancia de su
mision, no han desmayado ante los obstáculos que a ella
se oponia11. jCuántos 110mbrcs pudiera citar en la majis-
tratura, en los gobiernos de las pr0vincias, en 10s diversos
puestos de la administracio11, acrcedores a la estimacion
p(tbJica i a mi especial gratitud!
Entre los que han compnrtido mas inmcdiatamentc con-
migo Ins tarcas del gobic1l10 i cllyn amista(l SCdl sicmpre
414-
-

para mí un títu10 de honor, 110 puec10 dejar de meneiOnal" a

u.no euya elevaciol1 de miras i jenerosielad de sentimientos


han sido eonstantes, i que, daÏ1clo un ram ejemp10 de abne-
gacion, ha sella do su larga carrera pública eon un acto que,
~i 110 fué aprobado por toc1os, ni eS en 1a actualic1ac1 com-'
prenc1ido de unos pocos, exitará siempre e1 respeto i hs sjm-

paHas jenera1es. No es preeiso que pronuncie el nombre de


mi amigo el señor Varas, porque él está siempre presente en
vuestra memoria i estimacion!
En las demas seceiones del servicio público ha hahido
tamhien una larga série de 11echos altamente 11onrosos. La
guardia naeional, colocada a la altura de su institucion, ha
sido en toelas" ocasiones]a constante rlefensom del 61"(len i
de la lei; i e1 ejército, ~\ieno alas amhiciones que par <leg"
c1e ordinario en las almas vulgares
gracia erijenc1ra 1a pose-
sion de 1a fuena, severo consigo mismo en su eonducta,
modesto en sus aspiraciones, sl1miso i respetuoso, valiente i
11umano, ha hee110 una relijion del cumplimiento de su de-
her, i se ha mostrmlo digno <le1 ejemplo que 1e <liÔ e1 ilustre
jefe con e1. noble i en vi(1 ia hIe sncrifieio de Sl1 vida Sl1pO
<111C

mm-ellde 1a send a de la sÔli<la i venla(lera gloriil.


I ,

~Cu{des han sido, señores, los resultados de estos patriÚ-


tieos esfuerzos? Yo <leheria enumcrarlos aquí para manifcs-
taros mi gratitu(l; pero n1i reeonoeimiento no neccsita ser
espresaclo con palahras. 1.0 conoeeis, i ('sto basin para mi
.
,

propostto.
Por mas satisfechos que os encontreis con los pasos <In-
(los, la Rcpúhlica dehe mm-ehar al.m a mas altos destinos,

(lesarrollanclo su bienestar i prosperidad en ('1 interim", es-

1. EI jeneral don Ju:ln Vidaurre Leal, intendente de Valparaiso,


alevosamente en esta ciudad el 18 de Setiembre de IX6o, en c1
ro1l1erto

momento en que salia de la iglesia Matriz, donde se hallaba presidien-


do las fiestas cívico-relijiosas de 'ese dia, para sofocar un mOlin que
aeababa de estallar.
-

4'5-
tcncliC'nc1o su rcspctahilic1acl i cr~llitocn cl cstcrior. Mis mas
ardicntes votos en estc momenta, a que espero os asocia-
reis, son que nunca faHen 10s esfuerzos i ausilios de 10s hue-
nos ciudadanos a nuestra qucriclfl patria.

El puh1icista colol11biano don Flm'(:ntino Gonzfilcz brillcl'Î par el


cjcmplò (jue (lahan 10s señores Montt/i Varas al desccndcr 1110(1es-
tal1lentc del poder. ejel1lplo tan raro ell Al1Iérica, dondc la trasl1Ii.
sion (leI mando es easi siempre causa de guerra ci viI.
A contÎnuacion cI séiJOr Montt clijo:

Sciï0res: Una c1e las cnusas de In prosperiùad i engran-


decimionto que ha alcanzado la Repí1hlica, es la hcnévola
acojiùa c1ispcnsach alas estranjeros CJue han venido a es-
tahlecersc en nuestro suelo. I1ustres unos pOl' su ciencia i
conocimientos, importantes otros par su inc1ustria i capita-
les, Miles toc1os pOI' sus háhitos de mora]jc1ael i de trabajo,
hacemos en c(lda tWO ell' ellos una adquisicjon de que dehc-
1110Sfelicitnmos.
jQuc cstos sentimjcntos de confrnternic1ad se ensanchen,
c1c.m:tncrn que todo homhrc honr:u1o, aJ pisnr cl territorio
de la Repíthlica, puecln decir con vcrdad: aclquiero una I1ne-

va pa tria!

E1 Ministrodcl fnterior Manuel Alcalde hrindé> pOl' (jue el


clon
1)[11'[ iclo nacional, i en especial sus jefes los serlores 1\1011
tt i Varas,
prestascn 1111a coopera.eion efieaz a Ia nueva m1ministraeion.
E1 coronel (lon Eras1110 Esca1a: haee [liez aiios el cjército no COIl1-
prendia Slt dcher respecto a 1a nacion; en Ia época de (as señores'
don Manuel Monit i don Antonio Varas ha sahido que SIt mision
es sostener a C[I1Îcn legalmente ha sido constituido. Esta misiol1
que lw sahido comprenrler en 1a administracion pasada, no la oh'i-
(1
,.
anl]amas......
EI señor 1\1 ontt rcsponrliÔ a. am hos hrín(lis clicicndo:
- 416 -

Señores, Si algo hl1eno hn beis eneontrnr1o en la nc1minis-


tracion que lw concluielo, teneis justo motivo para rego-
cijaros pOl' clio. Es ohm vuestm, de yucstros comuncs
esfuerzos i patriotismo.
EI valiente coronel que acaha de hahlaros, os (lará una
medida de vuestros esfuerzos en las honrosas cicatrices quc
11cva en su cuerpo, llohlemcnte recihj(las en el campo (lel
honor.
Yo me asocio tamhien con placer a estos sentimientos
(Ie alegria, pOl"que en 10 hueno que se ha hecho, mc cahe
una parte, aunque pequeña.
.

Hai, todavía, otro motivo mayor de complaccncia, i es


el aspecto que present a el porvcnir de la Rep{thlica.

Ella se ha elevado a tal altum que rin(le eulto Í/nic<lmen-


te a 10s principios.
Los principios de progreso prudente que In apartan de
Ias exajeraciones de In utopia i del estagnamiento, ha11 siclo
Ia enseña que ha reunido 10s sufrajios cÌl favor ell' la aclmi-

.,
.

11lstraclOn ql1e se maugura.


Esta administracion los ha accptado i los confirma aho-
rn pOl' medio (leI señor Mi11istro del Interior. Es, pues,
acrceclora 11uestras simpaHas, i dehemos dàrselas comple-
a

tas para que realice esos pri11cipios leal i estensamente.

1:1
Hríndis a conclusion (leI hnnql1ctc:
Señores: Doi las gracias a los caballeros que se ha11 ser-
vido reunirsc el1 <:stc lugar i tjuc me han ]>1"Oporcio11ado tan
hello dia.
Esta manifestaeion de su amistad cl<-:Îar{l en m1 una eter-
11a memoria de gratituel.
Drinclo por la fclicidad de mis h11el1os amigos i de toc\os
10s clemas cahallcros que se hallan presentcs.
REUNION PATRIÓTICA
,
DE 24 DE SETIEMBRE DE 1865

Dice E/ Perrocarril de] 111:1rtes 2G de Setiembre:


"E] Domingo tuvo ]ugar en casa del señor don JOSl: l\Iallucl GL1Z-
man Ja reunion patriótica a que dicho señor i ob-os cahaIlcros Im-
hian inyitado a] vecindario. Sin embargo de que Ia Cftmara ele
DijJu tados celcbraba en esos momen tos, en media de una concu-

rreneia de mas de dos mi] :dmas, Ja solcmnc scsi on (eIl que se auto-
}.izcJ In
dcc/arnciol1 de l;uelTfl a Espnfw) de elue hemos dado cuen ta,
]a casa de] se1Ìor Guzman se hallaba invadida por Ull crecic1ísimo
númcro ciudadanos de toelos los eolores poJíticos...
ell'

"EI se1Ìor clan Mantic] M?ntt, cuya e]ocucnte palabraful: peeJida


jJorla coneurreneia, hizo Qir e] primero su autorizada voz.
"Siguieron cn el uso de I,a pa]abra ]os ~eñores Varas, Puelma, i
otro's caballeros, i por fin se acloptaron las siguientcs rcsoluciones:
"Los ciuclac1anos aquí presentes, acuenlan unir sus esfuerzos a
10s dc1 gohicrno j de'sus c1emas conciudaclanos para cooperar par
todos los medias que esten a su a1cance, i sin ami tir saerificios, ala
defensa de Ia homa i c1ignidad del pais, contra Ja vio]enta c injus-
tifìcable agresion de las fucrzas cspa1Ìolas;
"Aeuenlan dirijirse a sus.amigos de ]as provincias can elmismo
'e] pais
objeto, de manera que enh:nJ, inspirac10 ele su ardiente pa-
triotismo, tenga (micamente en mira en estos m0111e11tos un solo
ol~jcto, sa]var la patria de ]os ])e]igros qne Ia amenazan;" etc.,
EI se1Ìor MonU dijo:
Señores: Los' amigos que han pro1l1oviclo esta reunion
mc C1H':~\1'gD.n mD.nifcstar su objcto.
28
-

418-
Agr~dida la República por el mas odioso abuso de Ja
fuerza, cumple a todos los ciudadanos, i quizas especial-
mente a los que hemos disentido hasta aquí de la poHtica
interna seguida por ]a administracion, mancomunar sus
esfucrzos, i coopcrar, caela cual ell In esfera de sus medias
de accion, a defender i salvar la hOllra i dignidad naciona1.
Dehemos dar testimonio de que este supremo interes absor-
he tocIos los pensamientos i domina todas las voluntades, i
de que a su presencia desaparece toda otra consideracion.

La escuadra española,
que se presentó en nuestros puer- ,
-

tos bajo la ensena de la amistad, que dió a conocer como


,
.

objeto de su viaje la idea que mas podia reeomendada, el


arribo de una comision eienHfiea, fué acojidn con anlo1"o-
sas i desusadas muestras de bene\'oJencia. Saludó las pla-
yas del Perú en el mismo caråcter i recibió al1á la misma
-

çorclial hospitalicIad; pero, con una inconcebible alevosía, se


apoderó s01"presivamente de J~lS Chinchas, ultmjó el pabc-.
110n de aquella República, la hostilizó de todos modos en
media de su indefension, i lIevó su temeridacI hasta arran-
carJe una injente cantidad de dinero bDjo el pretesto de que
un dia no quiso recibir el rico territorio de que tan clesleaI-
mente In habia despojado. Esta misma eseuadra es ]a que
viene hoi a vengar nuestras afeceiones i simpatías por]a
.

noble i dcsgraciada causa (leI Perii. La que ha hecho (la Ia


meclida de 10 que hará en adelante. Pero este conocimiento,
léjos de desalentar, debe servir para afianzar mas eI propó-
sito de rechazar enérjica i deeidiclamente la agresion, i esta-
b1ccer entre toclos los eiudaclanos una estreeha union para
cl
efencler i salvar el honor de Ia Repúbliea.

En nuestra es,fera de eiuc1adanos nos cum pIe cIar testi-


monio de estos sentimientos, estil11ularlos i fortalecerlos en
nuestros Hmigos de Ias provincins, a quienes no ha lIegado

quizas aun Ia noticia de estos graves aconteeimientos.


1
419-
-

Mantcngamos inalterable la confianza que dehe existir


en los destinos de la República i cn la justicia de su causa, i
eI comcrcio proseguirá con seguridad, i la vida industrial
del pais no esperimentará ninguna perturbacion que In dc-
tcnga 0 barace en su desarrolJo. Consagrado cada cual
e111

a sus tareas, i todos, como objeto preferente, a In causa de


la Repílblica, ésta saldrá triunf~l11te de In ruda prucha a

que se la provoca.
La escuadra de las Chillchas, In que se hizo
pagar tres
millolles por el despojo que cometió, la que cifra mas altas
pretensioncs sobre aquel gran dcpósito de riqueza, no cs"
señores, la España. No confulldamos 10s designios de un
gabinetc mal inspirado con 10s sentimientos de una nacion
que hasta ahora nos hemos compJacido en considerar i tra-
tar como amiga.
En nuestro justo resentimicnto por las ofens as que se
nos infieren, en ]a espnnsion del p:ltriotisl11o, i en el empleo
ùe 105 medios con clue debe vengarse el ultraje recibido,
demos un testimonio de civilizacion propio de la cultura
del pais, i proeuremos que 10s espanoles que viven padfica-
mente entre 'nosotros continúen seguros, para que su con-
dieion demuestre al mundo la diferencia que hai entre Ia
conducta de In RepúbIica ultrajada, i Ia conducta del go-
bierno que nos mandó la espedicion científica.

I
MANIFESTACION
DE 24 DE SETIEMBRE DE 1865

Dice tin supIcmcnto al cliario HI Ferrocarril dc 25 de Sctiemhre:


"Eran Ias G i media de la tarde cuanelo sc Icyantó ayer la sesion
.

de Ia Cftmarade Diputados... Los miemhros de la CÚmarase pusie-


ron en marcha a casa de S. E. eI Presidcnte en mcdio de: Ia inmensa
concurrcncia... De casadel Prcsidente Pérez la concurrcncia cl1cahe-
zada por 10s scñorcs Ministros Coyarrúbias i Rcycs i acompañada
de:
una banda de música, se dirijió a casa del scÌ10r ìvlontt (don
Manuc]), inyac1ió 10s sa]oncs i cJ
patio dc ]a cas a entrando a sa]u-
dar a estc patriota.
"Despucs de Ias mas corclia1es saIutaciones 10s cOl1currentes pi-
dieron que e1 seÌ1orMontt Ics dirijicm Ia palabm, i éste 10 hizo pro-
fundamentc conmÜ'.irJo, rJiciel1do:

SExorms:
~a distincioll can quc sc mc l1011ra, me COllmUC\'C i calma'
de grata satisfaccion.
Dcsde 110i han desaparccic10 en ChiJe 10s partic1os, i solo
aEenta nucstros córazones el sagrado amor a nucstro pais.
Nucstra situacion actual me recuerda el lema de la pri-
mera meùalla que sc acuñó en 10s primeros dias de la inde-
pcndencia, i creo oportuno rccordároslo.
En esa medal1a se leia: Firmcs i 1111idos scremos i11\'Cll-
cibles.
Pues bien! CJuc este mi5mo sea nuestro lema, i la yictoria
será nuestra.
.
.

MANIFESTACION
DE 9 DE NOVIEMBRE DE 1868

Una numerosa concurrencia de personas del mayor respeto,


l1luehns de las cnales no eran amigos po1íticos del seiior :\Iontt,
esperó en ]a barra i en c1 patio rIel Congreso c1 resultaclo de la
sesion en que la Cámara de Diputarlos dcbia resolver sobre e1 pro-
yceto de aeusac10n a la Corte Suprema. Una yez conoeido su resul-
tado, eran Ias 10 1;2 de la noelle, esa coneurrcncia, a In que se
unieron diputados de la l11inoría, se dirijió a CH!;Ja riel seiior Montt
para manifestarle cuanto reprobaba el voto de la Cámara que ins-
pirada e:1 maIas pasiones, tendia a destruir la independencia riel
poder judicial para someterlo alas in(]uencias del ejecutivo.
AI n:tirarse 10s manifestantes, el selior Montt Ies dirijió ]a pala-
bra en estos ténnÎnos:
Esta 111anifestaeion, señores, es una prueba elocuente
de que 1a justieia hrilla s1empre en 1a conciene1a de 10s hom-
bres honrados. En cuanto a 111Í, esa justicia me basta.
Esta manifestac10n me e0111plaee sohremanera, no pOl' In
parte personal que en ella pudiera eabenne, sino pOl'que 1m-
porta el reconoeimiet}to de un gran principio, de un princi:
pio de justicia que yosotros e0111prendcis i sosteneis, i que
yo defenc1eré con empeño miéntras me quc(1e un soplo de
vida.
Scñorcs: si el estraYÍo l1e las pasioncs pnc(lc triunfar por
un momento, confiemos quc cn bre\;"e la \'enlad s~rá conoci-
da de todos, i que aun 10s mas apasionados, reconociendo
-

422
.-
su error, tributarán homenDje ala veròad. Esto no tardará
mueho en sueeder.
Toda buena causa exije de parte de los que la sostienel1,
eonsagracion i constaneia. No abandonemos un momen to
en la defcnsa de los buenos prineipios nuestra decision i
"

nuestra el1erJla.
Terminaré, señores, dándoos las mas espresivas gracias
a nombre de mis eompañeros i en el mio pOl' esta espontá-
nen manifestaeion.
.

MODIFICACION
DEL PROCEDIMIENTO PENAL, PENA DE AZOTES

(Sesiones del Senado de 12 i 19 de Julio i 21 de Agosto de 1876)

Esperimentóse en 18ï5 un aumento


de criminalidad que causó
una alanna jenera1. Las fundos de las provincias de Colchagua,
Curicó i Ta1ca se vieron recorridos con frecucncia par grupos de
malhechores que ponian a contribucion a hacendados e inquilinos
cuando no los asaltaban para ascsinarJos. El Gohierno trató de
rcmediar el mal can el envío de algunos piquetes de tropa de H-
nea a los lugares mas amagauos, i creyendo haber hecho con clIo
cuanto ie permitian sus facuItades, se hizo interpclar en la Cftmara
de Diputados para ohtencr por cste medio, sin proponcrlas direc-
tamcnte, la adopcion de medidas estraordinmias.
Del debate a que dió lugar la interpelaeion, resultó que se prc-
sentase proyecto suscrito pOl' veintiocho diputados, el cual,
U11

apcsar dc las obsen'aciones de los señores Matta i Varas que 10


combatieron, qucdó aprobado cn esta forma:
"AR'rícULo I'IHl\fEIW. En toclos los proccsos criminales que se
siguieren por homicidio, hurto, robo, incenclia i acciclentes de fe-
rrocarrilcs, tan to los jucces de primera instancia camo los tribu-
nales superiarcs, apreciarán la prucba con en tera libertad, i absol-
vcrán a condcnarán al reo segu11 crcycren en su .::onciencia que es
inoccnte a culpablc.
"Awr. 2.<:> Quedan sin aplicaciol1 a 10s .procesas de esta clase
todas las Ic)'es relati vas ala apreciacion que los jueccs dcben hacer
dc la prucha en causas criminales.
-

424 -

"ART. 3.':) EI culpahle de robo


tentatiya de este críl1len, scní
0

castigado con la pena de muerte, siempre que 'al misl1lo tiel1l po se


hiciere reo de homieidio, violacion u otra injuria grave de obra
contra las personas.
"Awl'. 4.') Los cOl1(lenados pOl' hurto
robo serán castigados.
0

adernas de las penas que a diehos delitos impone cl Código Penal.


con vcinticinco azotcs par Calla seis mcscs de presidio.
En ningun caso sc podrán imponer mas de cicn azotes en yirtucl
dc una misma scntcneia.
"Awl'. 5.') EI Presidente de la RepÚblica, de acuerdo eon cl Con-
sejo de Estado, c1ictA.rÍL los reglamentos que cleben re.iir en 1a apli-
cacion de las penas cstablecidas en la presen te lei.
"Awl'. G.Q La prescnte lei cmpezará a rcjir en toda la RepÚhIiea
vcintieineo dias dcsp\1es de S\1 pu blicacion en e1 periódieo olìeial."
En el Scnado eneontró este proyecto mayor oposieion que en Ia
otra Cámam. Lo sostuyieron los señores Valenzuela Castillo,
"

Pmt, Encina, Guerrero, BIizalde, Blest Gana i Valdes Vijil, contra


los señores Rcycs, Claro, Vicuña lViackenna, Varas, Gallo, Vergara
(J. E.) i MonU. Aprohado por la mayoría en todas sus partes,
fué promulgado lei dc la RepÚbliea.
E1 seÎlOr Vicuña Maekenna propuso Ii1l1itar la vijeneia de esta
lei de escepcion. .r su proycdo, acorcIó cl SCllado aplazarlo inde-
fillidamente: decia así:
"AWl'íCULO ÚNICO:" La lei de 3 de Agosto rejirá por el lénnillo
de un año, a méllos que el Congreso Nacional apruebe {[ntes de
terminado este plaw una lei (1c segnridad jeneral i de polieía
rural.
BI señor Montt apoyó este proyecto.
.

Discusion del A rtículo 1. 0:


EL SEÑOR MüNTT. He cOllsiderado el proyecto en cliscu-
sion bajo un aspecto diverso de aquel en que 10 han exami-
.

nado especialmente los señores senadores que Úntes han


hecho uso de la palahra; i mirado el proyecto bajo este
aspecto se me ha presentado como inaceptable. Espondré,
pues, al Senado, con la brevedad que me sea posihle los [un-
damentos de miopinion.
.
-
425 -

El presente proyecto, eomo se ha rceonlado ántes al


honorable Scnado, naeió del desco de pr)11er término a la
ercciente repeticion de erímenes 0 de clisminuirlos al ménos.
Fué í~probado en la honorable Cámara de Diputados como
el medio mas oportu no icon venientc para 0 btener el fin .

que se perseguia i pam restituir a 108 ánimos Ja tranrluili-


clad i calma penlidas. La larga i luminosa discusion que
ha oido el honorable Senado ha clemostrado si este medio
era eonforme a los principios de la cicncia, si trastornaba
sin suficiente razon el actual sistema de enjuiciamiento, si
, .

producia otros inconvenientes, disminuyendo la responsa-


bilidacl judicial 0 introcluciendo una lei de esccpcion, de
ordinario de funestos cfectos.
Pormi parte, miro proyecto rle ríivcrsa manera, i sin
el

desconocer la fucrza i exacti tud de las observaciones de que


ha sic10 materia, me prcgunto únicamente: deste proyecto
conducirå al fin que se husca? dDisminuirá la crcciente pro-
.
.

gresion de la criminalidad? .

En mi concepto, es (,olllpletamente ineficaz, del toclo


impotente para ohtener el fin propuesto; i solo senirá para
distraer la atencion del Congreso i evitarle que busque el
remec1io dclmal en cloncle debe
encontrarlo.
Las dolenéias, ya de los individuos, ya de la sociedad,
no pueden curarse COil acierto sin conocer su estension, las
causas que ]a proc1ucen, i las circunstancias 0 accidentes
que dan mayor actividad esas causas. Proceder sin este
a

conocimiento prévio, es obrar empíricamente, i esponerse a


desatender empeorar la situaeion en lugar demejorarla.
0

No puede, clesgraciadamen te, ponerse en d uda que existe


un aumento de eriminalidad; pero este aumento no dehe
medirse pOl' la intensidad de las alarm as que despierta. i
pOl' ]a inquietud de que están poseidos Únimos ordinaria-
mente serenos i tranql1ilos aprcciar aun 105 aeonteci-
para
mientos mas graves.
-

426 -

No puedo ofrecer a Ia Cámara cifras exactas que demues-


tren Ia proÒorcion en que ha crecido Ia criminaIic1ad en est a
última época. Computados Ios datos que suministran Ias
causas criminaIesjuzgac1as en Santiago por los tribunales
de justicia, deberia pensarse que real mente los crimenes no

han aumentac1o, porque Ias causas criminales fa1!adas en el


año pasado de 1875, son poco mas 0 ménos iguales en
número sentenciadas en 1874. A pesar de esto, reco-
alas
nozco un aumento en Ia c"riminalidac1 que no puede espli-
carse de otm manera quepor unadisminucion proporcional
de celo de parte de las autoridades snbalternas a disposi.-
cion de Ia justicia.
Si eI crimen no ha aumentado consic1erahle111èl1te en ní1-

mero, ha aU111entado mucho en gravcdad, revelando mas


audacia en sns antorcs, masferoeic1ad en Ias eircnnstaneias
que Ie acompañan. EI crímen 110 queda solo en 108 campos,
no invade' únicamente la habitaeion del }Jobre desvaIido; se
dirije .ahora contra la casa del rico propietario, se ostenta
en Ias pobIaciones i eiudades, i Santiago mismo, con mayo-
res elementos para proveer a su segnridad, es tea tro fre-
cuente de estas escenas. He aquí el oríjen de Ia mayor alar-
ma que se esperimenta, i el 1110tivo tam bien que la justi-
fica.
Este aumento i esta reerudescencia del crímen no son, pOl'
fortuna, eomunes a toda Ia República. Se ha hecho notar
en Ia Cámara con much a exactitud que las provincias de
Atacama, Coquimbo, Aeoncagua i Valpara.iso no son vícti-
mas de esta calamidad. En cl1as cxiste la misma èOnhallZa
en la seguridad de Ias personas i de Ias propiedaclcs de que

han gozado anteriormente. La mismo acontccc en la es-


tremidad sur de la Repú blica. Tampoco las provincias de
ChiIoé, Llanquihue i Valdivia han camhiado de condicion
bajo este aspecto. En ell as no aparecen grandes malhecho-
res que espa.rzan alarmas, i hai tam bien la seguridad que

.
-
427 -

corresponde su estado de cultum i de pohlacion. Las pro-


a

"incias de Concepcion i el ~uhle no están en U11 estado


igualmente satisfactorio. Hai quiz as en ell as alguna mas
crimina]idad i a]guna mas inquietud; pem sicmpre se ha-
lIan mui distantes de ]a situacion en que se ve a ]a parte
central de la República.
EI teatro verdac1ero del aumento de crímcnes i de la ma-
yor gra vedad en su ejecucion, es e] territorio que se cstiende
desde el Maule, 0 si se quiere desde Linares hasta Santiago.
En esta rejion es clondc se nota Ia mayor crimina]idad i se
observa Ia mayor alarma, i a elJa se refierel1 en jèl1era] to-
dos ]os que dan al mal dimensiones estraordinarias.
De esta circunscripcion de ]os cdmenes mas graves con-

tra las personas i las propiedades a punto's i pueblos deter-


minados, se ha deducido, de una manera tan lójica como in-
contestable, que Ias causas del aumcnto de ]a crimina]idad
no deben bllscarse en los defectos de ]as ]eyes que reg]an
nuestro sistema de enjuiciamiento. Estc sistema es comun a
toda la H.cpública, todos ]os jucces cstån sujetos a SliS re-
glas i se rijen por el1as. l Cómo podria esplicarse que este
sistema produjese en Atacama i Chiloé, en Coquimbo i
Llanquihue di\'ersos efectos de ]os que produce en Curicó i
Colchagua?
Los defectos del sistema de enjuiciamiento,. que no desco-
n02CO, pOl'graves que sean, no pueden reputarsc como las
causas inmediatas de la criminalidad. Estas causas cstán a
]a vista de todos, i me permitiré recordar al honorable Se-
nado solo dos de eUas porque Ias reputo Ias mas esenciales
i como el fundamento i raiz de todas las otras.

Es Ia primera dc estas causas la falta completa de toda


instrucciol1 intelectual, moral i re1ijiosa de la gran masa del
pueblo; i la segul1da, la completa impunidad de 10s de1in-
cucntcs.
No necesita, por fortuna, el honorable Senado que se !la-
-
428 -

mc su atencion hÚcia los funcstos j-csultaclos cle la ignorancia


del mayor nÚ111ero. EI entcnclimicnto que no ha rccihiclo
ninguna cultura i es incapaz de apreciar con exacti ttHl las
consecuencias de las acciones, 1a conciencia en que no se ha
grabado ningnna nocion cle las ob]igaciones que ligan al
hombre a sus semejantes, a ]a sociedad, i a su Creaclor,
lqué contrapeso pueden oponer en el ánimo cle] indi,'icluo
al incentivo de 1a utilic1acl inmediata, del ]ucro persona] que
Ie ofrece cl crimen? Ese indi,'iduo toma en cuenta su propio
proyecho i no se detiene para obtenerlo en ]os me(lios Cjue
emplea, porque"1l0 esperimenta rcmonJimiento en su con-
cicricia, porque no sufrc e1 tormcnto del deber infrinjido, i
pm-que no tcme ni aun el castigo de ]a lei, halagán(losc con.
la impunic1ac1 cle ëlue, pOl' clesgracia, ve a su alrclkc10r tan-
tos ejemplos.
lCÔmo contrarrestar cn este indi,'ic1uo crrorcs i prco-105

cupaciones de su ánimo i los ma]os ihstintos de ]a natura-


lcza? Escusaclo es insistir cn que una instruccion funclada
en el desarrollo del espfritu i en los principios morales i re-
Iijiosos, es no solo In mejor ban-era que pueda oponerse al
cdmen, sino tamhien cl antfcloto mas ef1caz para pre"e-
nirlo.
Sobre la impunidad, que es 1a seguncla causa de los crí-
menes, Iwi, pOl' desgracia, nociones ménos exactas, porque
aun cuamlo sc la rcconoce, pç)Cos son 10s que pucclen medir
su estension. Estc mal es grave i n1t1i gra \'e. EI honorable
Senaclo ya a convencerse de e110 cchando una rÚpida ojeada
a 10 que acontece en ón]en a la represion de la crimina-
lidad.
De los crímenes que se cometen en 10s campos, aunque
esten acompaii.ac1os de cierta gnn.edad, cs C0I11t111 i frecue11-
te que no sc dé noticia n 1a autoridad judicial, i pOl' consi-
guic11te, que no se fonnalice sabre cllos ni proeeso ni ill-
vestigaeion. Este es un hecho quc 110 poc1rán ménos de re-
'P9-
-

eonoeer todos los que se fijan en 10 que sueede fuera de


los grandes centros de polJlaeion, i que podrÚ tamlJien com-
probarse poreualquiera quc tome 'en sus manos un pro-
eeso criminal, en que IwllarÚ la etlumeracion de muchos i
diyersos cdt11ines, diversos de aque! sobre el cual yersa la
causa, i aeetTa de 10S euales no se ha tom ado proyidencia
algUna. Los auto res mismos de estos cdt11enes dc onlinario
solo se dan la 1110lestia de alejarse pOl' pOl:O tiempo dc1lu-
gar en que 10s eometieron, para volver poeo dcspues con
mas hahi[idad i destreza, eon mas auùaeia, a continual' sus
hazaiias.
Desgrnciadamente, elnúmero de est?s crímenes no puede
reducit-se 11 cifras exadas; pero a falta de èste dato, que
seria preeioso e importante, he eonst,ltado la opinion de
yarias personas notahles por su ilustracion, por su eonoci-
mien to de t1uestros hábitos i eostum bt-es, i por su larga
esperiencia en materias que los ponen en aptitud de formar
un juieio digno de confianza. La opinion de estas personas
es que se quedan sin ser objeto de ninguna inyestigacion
juc1icialla mitad de los delitos i crímenes (lue se cometen en
la I{epíthlica. Esta la primera fuente de la impunic1ad.
es

No siunpre, sin embargo, lwi la misma neglijencia de


parte de las autoridarles su balternas para trasmitir al cono-
cimicnto de la justieia los c1elilos cometidos. I,os que sc per-
petran a inmec1iaeion de las poh]acio11es 0 e11 10s pueblos

mismos, SOI1 dCl1ttnciac1os a la nutoric1ad judicial, i sobre


ellos se fOrIna un sumario; pero es tam bien por c1esgracia
freeuente que. al C01lOcip1icnto del hecho 110 acompaiie la
aprehension de su autor. 8i cl dclincuente no l1a sido apre-
hendido al principio, puede abrigarla confianzadeque nadié
]0 mo1cstará en adc1ante. Despaehar requisitorias de un
pueblo a otro para llue se aprehenda a un criminal, ha lIe-
g:i.c1o a ser un procedimiento
raro, i mas raro aU11 que en
yirtud de esta requisitoria se captùre real mente a] reo. Estns
-

430 -

jestiones no pueden ejceu tarse porIa autoridac1 judicial


misma que careee de medios para llevarlas a ('fecto, de ma-
nera que dcpenden de 1a mayo l' 0
menor voluntad de lo~
ajentcs del poder cjetuti,'o.
EJ juez, con noticia del crÍmen comet.ido, pcro sin e1 deJin-

cuente a sn disposicion, il1\'estiga el hecho, 10 comprueha de


la manera posible i falla la eat1Sa pronnnciando una senten-
cia que produce poco 0 ningnn efedo. Esto es 10 que en c1
foro l1aman un proceso en rebcldia. En este caso, como en
e1
anterior, Ia impunic1ad es completa, porque el culpable se
ha sustraido tam. bien a la accion de Ia j usticia. Las cansas
en reheldia,lo oirÚ sin duda con sorpresa el honorable Sena-
do, son la sesta parte de tochs las cansas criminaJes que se
jnzgan en Santiago.
Si IHli mas celo en los encargado del gohicrno dc los pue-
blos, si tiencn a su disposieion una policía mas 0 ménos
proporeionada alas necesidades de la localidad, entónccs,
cometido un c1elito 0 cr1men, se c1a cuenta a la autoridad
judicial i al mismo tiempo se pone a su disposiciol1 al pre-
sunto autor. Esto, sin embargo, no basta para los fines de
la justicia. Es necesario tamhien que se Ie acompañen los
comproha:ntes que hayan podido rcunirse, que se Ie señalen
los illdicios que se hayan reeojido en eI acto de cometerse el
crímen iencllugar mismoenqueseperpetrÔ, qlle seleseñnlen
Ios testigos qne 10 hayan prcseneiado 0 sepnn otros hechos
que suministren algun hilo para condt1cirse en medio de In
oscuríc1ac1.Nada de esto, pOl' desgracia, se ejecuta. EI juez
procede pOl' si mis1110 n Ia il1Yestigacion, pero 110 pudiendo
ahandonar el asiento de su juzgac1o, marcha con lentitud,
con embarazos que frustran Ia il1vestigacíoll misma. Estå,
pues, ohligado eI jucz a ntlerse de manos estrañas para
todas Iasdilijeneias Ia mayor parte de Ias quehan c1eprac-
0

ticarse fuera de su c1espaeho. I ~a quién ocurre eIjuez para


confiarle esta tarea mui deIiea(1a e importante, i que no
-

43[ -

puede desempeñarse con acierto sin sagacidad, sin esperien-


cia, sin celo? Es comU11 que eI juez se yea en Ia necesic1ad de
eonfiar este encargo a un sm:jento 0 cabo de po1icía, i a
veees hasta a1 mismo portero del juzgad o.
Con estos antecedentes no elebe, pues, estrañarse que en
gran número de causas criminales 110 se reunan prucbas de
ninguna clase, ni aun de aquelIas que en e1 foro 11aman se-
mi-plenas, i pOl' tanto que el jl1ez proven un auto de sobre-
seil11iento, hasta que aparezcan mejores datos. EI número
de estas causas en que no se obtiene ninguna clase de prue-
ba i en que, por tanto, se sohresee, es c1 tercio ell' toc1as las
causas criminales que se juzgan en Santiago. La falta de
ausiliares del juez deja impunes en estos casos mayor nú-
mero ell' delincuentes que en el caso anterior.
Apresurémonos a l1egar a los procesos en que se aprehen-
de alos c1elil1cuel1tes i en que se reunen pmebas. En ellos el
juez interroga a los procesados, examil1a a los testigos, 10s
confronta entre sí, los confronta con el reo, i practica cuan-
ta c1ilijencia Ie sujiere su pr{lctica i su celo para descubrir
la vercbd. No siempre pOl' desgracia arriba a este elescubri-
mien to. En 11110S procesos la prueba es completa, tal cual
la requiere Ia lei, i eljuez L'ondena 0 absuelve al procesaclo;
pero en otros la prueba no alcanza investir este carácter, a

es incompleta, es semi-plena, i el juez tiene que absolver al

reo, 0 de la il1stancia, 0 de la acusacion.


Entre los procesos que lIegal1 al cst ado que acabo de
describir, no son pocos aquelIos en que los reos salen ab-
.

sueltos pOl' falta de prucha. Este es un nuevo i abundante


oríjen de impunidad.
Se piensa pOl' los qUe no tienen práctica i esperiencia en
juzgal11ientos cril11ina1es, que son much os i l11ui frecuentes
los casos en que 10s reos son ahsueltos pOl'que la prucha
csincompleta ante las exijcncias de la lei, pero bast ante i
suficiente para C01wencer al juez de que la absolucion recae
-

432 -

subre un verdac1ero delincue11te. Esta es una equivueaci.on


funesta. La lei i la coneiencia del juez están easi sie11lpre
aeonles en la estimaeion de la pmeba i en la fuerza que
c1ebe dárscle, i si en alg'un caso cl juez absnclvc con duc1as
" .

acerea de la inoeencia del reo, estas dudas están mui léjos


de eùnstituir en él una e01wiceion tal que 10 autorizara

para declararlo culpable eon eoncieneia tranquila. Los ca-


.

sos de \'enlaclero antagonis11l0 entre la eoneicneia del hom-


.

bre i la del juez, son escepeionales, i repito, sumamel1te ra-


ros. Quizas no podrian computarse en mas de uno, dos,
tres, i en último término, un cuatro pOl' ciel1to de aquellos
en que hai anilOni'a entre cl precepto de la lei i el juieio pri-
vado del que la apliea.
Miéntrns mas esperiencia tenga un juez, ménos dispuesto
está a elevar sus dudas, sns presuneiones mas 0 ménos
fuel'tes,. mas 0 ménos vehementes, a la categori(': de una
eerti(lumbre suficiente para im]Jo11er penas, p01'que ha
aprencliclo mas a conoeer cuan engañosas son las apa-
riencias de criminalidad que suele11 rodear a lainocencia.
iCuántos ejemplos pochia o[recer ala Cámara de combi-
naciones de circunstancias en quc pareeia haber hasta la.
cvide11cia del crimen, i que, disipaclas al fin, dejaron C01!OCer
la inocencia!
Necesario es seguir a1 ju~z en sus tareas hasta la conclu-
sion del proeeso. POI' tì'uto de sus investigaciones C011lprue-
ba la criminalidacl del 111<1ividuo a quie11 juzga i ]e.impone
la pena qu~ la lei señala al dclito. Aqui' a] ménos, se d.irá,
tiene término la impunidad i principia el escarmiento. Nue.
va i perjudicial equivocacion tambien. EI reo c011dcnmlo va
a] presidio, pero elude la pena mediante la evasion i la fuga,
i esta es la última fucnte de la impu11idacl i e1 último campo

que se abre a su esperanza.


H] estado 1 ]a conclicion de los presidios i estabiecimientos
penales en toda la Repúhlica son tan malos que no o[recen
-
433 -

scgllriclnc1 niÙguna
para guanlar a los detcnidos. FHcrn de
la pcnitcncimÍH de Santiago 110 l1:(i quizÚ otro estableei-
111iento pcnal en ([He pHeda contarse con qlle el reo conde-
nado eumpJir{t su com1cna. Si esta no es de 111ui corta dura-
cion, freet1entemente se la abreyia con el quehrantamiento
CJue de ella se hace.
Estos son, ret1nidos a 1a lijera, [os diversos or1jenes (~e In
impHnidHd, i ya por 10 cspuesto \'erÚ el Honorable Senado
euÚn abundante es est a fHente de Cr1l11enes. Si sc quisiera
formar una idea mas aproximacla de los dc1itos que queclan
sin represion, 0 en otros ténnÍnos, de la estension de la il11-

punidad, podria representarse por ciento e1 núl11ero cle cd-


111enes eometidos en la I~epúbliea. De estos, eineuenta que-

dan sin ser materia de ninguna investigacion porque no se


da conocimiento de ellos a la justicia. En mas de la mitad
de lås restantcs, 0 se juzga cn reheldfa, esto es, estando los
reos ausentes; manda sobrescer por falta completa i
0 se

absoluta de prucha. En los restantes, reducidos ya a lÚen


corta espresion. 0 se ahsllclve a ]os n~os por no -haber prue-
ba eomplcta, 0 se les cOl1(lena, quedanclo pOl' tanto impunes
los de la primcra clase. I por úl timo, los eonclcnados mis-
1110S se fl.1gan i aumcntan el número de los impunes.
.

Heehas todas cstas dedueeiones, sin exajeraeion icon


parsimollia, puedc decirsc que de ]os cjel1 cdl11enes que he-
mos SHpt1esto que se cometen en la I~epÚblica, no pasan (lc
un diez por ciel1to los ([He son debidamente reprimidos. Es
inclispensable que el Honorable Senado conozca la estcnsion
(leI mal para que excite sn cdo a fin de ponerle remedio.
Las clos callsns de criminalidad que he enul1ciaclo i sobre
las cuales hc dctcniclo ]n atencion del Honorable Scnado, 80n
jencrnles i comt1l1es a toda la Hcpílblica; pero en to(h ella
no prodl.1ccnlos mismos cfedos, 110 al.1melltan ni exaecrhan
en el mismo grac10 los crÍmt'nes, porque Iwi en eicrtas loca-
lidades circustaneias c incidclltcs a que almH al principia, i
-"9
.
-
434 -

que imprimen mayor movimiento a esas causas, i las haeen


mas activas i fecundas en sus frecuentes efectos.
Importa tam bien que el Honorahle 8ena(10 eon07.ca esas
circunstancias, i voi a enumerarlas a la lijera para no fati-
gar pOl' mueho tiempo su atencion.
La parte centt-al de In República, teatro de 10s cri'menes
mas frecuentes i mas graves, que exitan mayor a1arma, es
tamhien la mas pohlada. Natural es, pucs, que se eneucntre
en cl1a mayor número de delincuentcs. Es tam bien esa parte
la mas rica, i pOl' tanto la que mas atractivos prcscnta a
los dc1incuentes para ejercer sus depredaeiones, i porIa den-
sidacl de su pohlacion les ofrece igualmente un asilo maS se-

guro para sustraerse a la aeeion de la autoridad.


Estn parte de la H.epúhlica euenta, pncs, en sn seno, no
.

solo a sus propios eriminales, sino a 10s que vienen de Ias


demas provineias, 0 huyendo de la justicia, 0 buscando'mas
ancho campo para sus hazañas.
Con mayor número de criminnles propios i estraños, pOl'
deeirlo así, los presidios i estah1ceimientos penales de esta
parte de la RepÍtbliea son l11as 11Ul11erOSOS, es mayor i mas
activa la propaganda que en ellos se haec de la eorrupeion,
i mayor eI número de grandes deJineuentes CJue se forman.
EI que entrÔ aprcnc1iz no es raro quc salga maestro, i si en
las eseuelas de la infaneia e1 escesivo n(lmcro de alum110s
embaraza la aceion dcl maestn> i debilita el aprovecha-
miento; en est as eseuc1as de inmoralidad c1 progreso en las
artes del c1"Ímell creel' a proporcioll del mayor 11(I111erO (lue
]as frecuenta, pOl'que en cstas escue]as todos son a la vez
discíp11]os i maestros. De este centro de infceeion parte m11-

chas ,'cecs]a iniciatinl de grandes crímcncs que sc realizan


esparciendo la a]arma i la consternaciol1 en ]os campos i en
las poblaciones. Los presidios, par la comunicacion cons-
tantc cn que sc mantiene a tacIos 10s reos c11tre sí, pOl' In
fa1ta de trabajot pOl' In confusion de Ias e( laùes i de 10s deli-
-
435 -

tos, i en una palabra, por elmal sistema, 0 mas hien por la


falta de sistema que Iwi en to(los el1os, csparcen constan-
temente cse contajio moral tan rápido i funcsto como e1 de
las grandes epic1cmias quc de yez en cuando diezman nues-
tras poblaciones.
Determinadas las causas (lcl crímen i 1<Is circunstancias
que mas 10 excitan i agravan, cs nccesario, si se quicre eon-e-
jir cl aumento de criminalidad, remover esas eausas, traba-
jar paciente e incesantcmentc en este objcto, pOl"que todo
arbitrio, toda providencia que no remueva 0 atel1tíe pOl' 10
ménos esas causas, no condueirá al fin que se husea.
Despues de estos antecedentes, m1rese el proyecto en dis-

cusion i el articulo 1.0 ([ue parece su di~posicion mas impor-


tante, i véase 10 que puede esperarse de cOllYertir en lei cse
proyecto. Se liberta a losjueces de toda traba puesta por la lei
para apreciar eI valor de la prucba, se entrega esta opera-
cion, la mas importante i la que mas influencia puec1e tener
en In buena administrac10n de justicia, a la sola voluntad
del majistrado, 1 una vez investidos 10s jucces de este ilimi- .

.
tado poder, ha consegu1do el objeto que se buscaba?
~se

Me(1iante este poder, terrible para tlllOS, saltHlable para


otros, ~el puehlo serf! mas instrui(10? ~Tendrá en su concien-
cia mayorcs noc10nes de moral i de relijion que 10 (letcngan
en el camino en que 10 empuja su desgraciado estado pre-
sente? Mediante este in men so poder, ~Ios delineuentes serán

mas segummente aprehendic10s i Imestos a disposicion del


majistrac10 que debe juzgarlos?
Con estc ilimitaclo poder, ~cl juez obtendrá ausiliares que
Ie ayuden en la inyestigacion de los crímenes, que Ie husquen
i suministren los datos que no se hallen en las inmediacio-

nes de su juzga(lo i que él no puede ir a buscar pOl' !'1mis-


mo? Mediante clmayor poder del juez, ~los ajentes ausilia-

res, si 105 tiene, serán mas actiyos, mas cclosos, mas


-
436 -

jntel~jentes pmn c1esempCÙ:11' laR clificiles taren,; quc se les


confien?
POl' (lltimo, mediante este poder inmenso e ilimitado, los
reoscondenados, ~(lc.iarÚn de fug-arse de los presidios, i estos
estahlecimientos dejnrån de sel' un centro (1csc1e el cual se

esparce constantementc cl funesto contajio de ]a criminali-


(lad?
Si el prcsente proyecto ha sido propl1esto con cl fin de

atacar el progrcso del crimen, 81 con cste propósito ha sido


aprobado pOl' ]a otra Cámara, i sin embargo no remueye
ninguna de las causas del crimen, no las atenúa, ni las debi-
lita de ninguna manera, ~para qué sirye semejante proyec-
to? Es ciel'tamente nulo e impotente para el ohjeto a que se
Ie destina, i pOl' tanto debe ser l'echazado.
Ocupar mas tiempo en ]a consideracion de este proyecto
es distraer la atencion del venladero orí'jen del mal, i buscar
cl rcmcdio donde 110 puede cncontrárse1c. EI tiempo, sin em-

bargo, pasa, el Congreso tenninará sus sesiones, i el año


entrante nos encontraremos enlamisma 0 mayor recrudes- -

.
cencia del crímen, sin que este proyecto, aprohado no 0

aprohado, haya serviclo ahsolutamcnte para disminuirlo


.
,

en Stl mas m1111n][1 parte.


Pero sc dirÚ quiws: el proyeeto, ensanchando las facul-
tades del juez, Ie pen11ite castigar at clelillcucntc en to(los
aquellos casos Cll que 1a prucba cs bastnnte segul1 su con-
ciencia, atmque IlÓ ante la lei: i por consiguicntc, disminuye
la impunidad i evita por cste medio e1 progreso del mal. ~r
cuántos son cstos que cstá en pugna la conciencia
C:ISOS en

del jucz con las exijencias de 1:1 lei? 140 he (licho ántcs i 10
. .

repito ahora: son son rarísimos, i forman cscepciones


raros,
cstraÖrclinarias al acuerdo jencral que existe elÜl'C el carác-
ter dc la prucha legal i la conviccion del majistmdo.
~I para cstos casos rarisimos i cstraon1inarios sc pone
Jci de cRcepcioJ1, i cuya (lurncioJ1 se reconoce clue es
una nc-
-
437 -

ccsario limitar? Esto seria poner]a mano sobre una heric1a


de 1a epidérmis, i descuidar con cste motivo de aplicar algün

remcùio profunda ling-a formada por c1 vírus de la


n 1a

ignomncia del pueblo i de la impunidad dc los delincuen-


tes. .

Elmal que se sicnte es grave, pero no se rcmediarÚ con


leyes como 1a que se discutc. Es necesario penetrar mas
aelentro i dictar no solo 1cycs que ataqucn este mal en S11
or~ien: sino tambiell que se ejecuten con iJuena voluntad,
con fé, con celo. Entre tanto se J>uedc correjir i BC elehe co-
rrejir la recrudescencia de la cril11inalielad can mcdielas ad-
ministmtivns no difíciles de adoptar.
El establecimiento temporal de una brigada de policía
poco numerosa, bajo elmando de un jde håiJil, esperimcn-
tndo i que se constituyese un titulo de honor en contribuir
a dismil1uir la crimil1alidad, una brigac1a compucsta de los
individuos mas idÔncos i adecuados que se encontrasen
en las filas dc Inmisma polida, en las elel ejército 0 fuera
de elias, distrihuida pOl' sccciones en los lugares mas in-
festados del .:rímcn, produciria efcctos saludab1cs e inme-
diatos. Esbs partidas de fucrzas i1l\'estigarian la residen-
cia de Ios criminales, los aprehenderian i Ios ponclrian a dis-
posicion del juez. Ayudando tam bien ell la recoleccion ell'

10s datos i pruebas para 10s procesos, quitarian (lei ånimo


de Ios crimina1cs, tan to como es po sible, sin curar radical.
mente elmaI, eI alhago de la impunidad.
En c0111unicacion entre sí estas diversas partidas de fuel'-
za, no hahria punto en que los cril11inalcs pudiesen esperar
confiadamcnte sustraerse a su vijiJancia, i los críl11enes dis-
minuirian, i se restahleceria Ia tranquilidad en los Únin1Os.
Despucs ell' la época de (lesgracins en que 111ontoneras in-
festaron una partc de 1a Reptíblicn, qucdaroll 111uchos elc1in-
euentes i se notó i esperimentÔ unn reeruc!esccncia de cd-
nlcncs. Par un medio anÚIogo ai illdicmio se contuvo cl
- 438 -

111al i se Ie hizo desaparecer. ~Por ql1é ahorn igual medio

no.eonduciria al mismo resultado?


Si no se ahriga conf1anza en el éxito de este meelio, met'e-

cia al ménos clue se Ie ensayase para aprovechar el tiempo,


miéntms se discute si el p:'oyecto aprohaùo porIa honora-
ble Cámara de Diputados es 0 no conforme a los principios
de la ciencia; si conviene ausiliar la razon del jucz para la

aprceiaeion de la prucha eon algunas reg-las a que <leha


somctcrse, nHeidas ele la esperieneia i de la práctiea de 11a-
ciones mas adelantadas, 0 si eonvicne m:18 abandonarlo sin
guía ni hrújula sus propias inspiraeiones. 'foclas estas
a

diseusiones son venladeramente importantes i serán tam-


bien fructuosas, pero no. correjirán de ningl1na manera el
mal que se trata de remedial'.

Discusion del art. 4.':>,

Er. SEÑOR MONTT. No es mi ánimo, señor Presidente, en-


e1
trar en debate aeerca de la justicia 0 con veniencia del ar-
ticulo en diseusiol1. Despues de 10 que se ha dieho relativa-
e1
mente a la pena de muertc a cLue se refiere articulo ante-
rior, me parcel' que puedo ahòrrar a la Cámara la molestia
de oir refleeeiones respecto de la pena de azotes que estable-

ee estearticulo.
He pedido la palaJ1t-a para eorrespondcr ala invitaeion
que me ha hecho el honorable senador par Curieó 1, que l1a
invoeado mi testimonio aeerea del mal estado de 108 esta-
hleeimientos penale8, i debo repetir eon este motivo 10 que
otra vez he espuesto, esto es, que el estado de 108 presidios
es enjeneral mui malo, i que la mayor parte de ellos no
prestan seguridad sufieiente para guardar a los detenidos.
I
ya que doi mi testimonio a este respeeto, manifestaré

1
Don Manuel Valenzuela Castillo.
-
439 -

tal11bien que lni voto será contmrio a la aprabacion del at"-

tíeulo, sin que erea que deba ocupar la ateneion del Senado
csponicndo los func1al11en tos en que apoyo esta opinion.
A la pena de azotes son aplicab1cs la mayor parte de las

eonsidcraciones CJue se han ac1ueido contra los artículos de


]a lei ya aprobada por el Honorable Senac1o, i es por tanto
inútil reproducirlas de nuevo. Pera no dejaré de hacer pre-
sente que el artículo en debate dispone que se ap]ique ]a pe-
na de azotes a todo hurto, ya sea de UI1 eentH\'o, de un pe-
so 0 de una gruesa cantidad; i a tocla persona, sea hombre,
nUljer, viejo niño. Es decir, es una lei arbitmria i 1110ns-
0

truosa que no atiende para nada a la gravedad de la fa]ta


o delito, ni a las ein.:unstancias de la persona que 10 eo-
mete.
Yo he sido uno de los queen otro tiel11po he to]erado i he
eonsiderado hasta eierto punto necesaria ]a pena de azotes;
pera una Iarga esperiencia me ha hecho cambial' de parecer.
Hc visto quc se ha abusac10 en tales términos de la pena de
e1
azotes, que aclemas de ser mas terrible de los eastigos, ha
pasado tambicn a ser el medio de averiguar 105 delitos.
lCÔmo no temer que esto se repita euando sabemos que en
la práctiea ]a tendencia jenera] easi es apliear ]os azotes no
como pena a un erímcn juzgado i eondenado, sino para
an-anear la eonfesion del que se cree que 10 ha eometido?
Esta es Ia verclad, señor. Se pt"ineipia por tomar a un indi-
viduo, se Ie
amenaza con los azotes primero para que eon-
fiese, se ]e aplican cfectivamentc si no 10 haec, i una vez que
ha confesado, se Ic vuc]ven a ap]iear de nuevo par via de
pena.
Este, scñor, es el sistema que va a renaeer con ]a apt"o-
bacion de est a lei. Es nccesario quc c1 Senado 10 sepa para
que eon p]cno eonocimiento de los resultados que va a
producir la lei, dc1ibere i resuelva sobre el particular.
Preseindicndo, pues, de otras consideraeiones soure In nu-

.
-
440 -

turaleza de esta pena i sus inconvcnientcs, solo me pcrll1ilo


obsenar que eualcluiera clue sea cl credo que eUa hubiera
produeido en el aiio 18:W, i aun suponiéndola tan fayora-
ble COmo 10 ha espresado el honorable Senador pOl' Curieó,

a(luella pena no era de necesaria aplicaeion a 10s dclitos, de


manera que el juez podia imponerla a 10s reos cuando In.
reincideneia u
otra graye circunstancia la hacia en su con-
cepto necesa ria 0 con yen ien te.
No acontece 10 mis11l0 con Ia pena de azutes ell la 11lane-
el
ra establccida por arllclllo en disCllSioll.
POl' todo hurto 0 robo se 1m dc aplicar precisamcnte 25
azotes por eaela seis l11eses de presidio, de modo que eual-
quiera que sea Ia condicion del ladron i cualquiera clue sea
su sexo, j aun cuamIo el hurto sea de pequeõísima canti-
dad, los azotcs hall ùe ser siempre aplieados. Concebida la
lei en estos términos no 110S hará retrograc1ar aI uño 1830,
en que se c1ice qUC 10s azotes proc1ujeron bUèll0S cfectos,
sino que nos harÚ rctrogradar una époea para m1 desco. a

110cida, pues no recuenlo que en ningun tiem'po s:: 11ay:m


eastigado los pccllleños hurtos neccsariamente con la peiul
ùc azotes.
EL SERoR PHATS (Ficc-Prcsidcntc dcl SClwdo).. .......... Dccia el se-
ñor Senador que todo hurto, pOI: insignifìcante que sen, de un solo
centavo, dehia ser castigac10 pn:cisnmcnte con Ia pcna dc nzotes.
Probahle11lcnte no se ha fijado hien el seîíor Scnador cn la rcdac-
cion del artÍeulo. Scgun él dchen npJicarse 2:i azotes por carla sc:is
l11escs dc prision, de 1110do que cuando la condena no llega a seis

11lescs, no tiene lugar Ia pena de nzoL~'s. I la con{lcna no llega a seis


l11eses en c1
easo a referia, i aun en otros mns gra-
que su selÌorÍa se

ves. Su selÌorÍa sahe que son reputadas C01110 fnHas 10s hurtos que
no cseeden de diez pesos, en euyo caso 1a eondena es de prision, 110
de presidio, i no puede esccder de sesel1ta dias. POI' consiguiente, no
solo no se apEca 1a pen a de azotes euando se hurta 1111 ccnta vo, si.
ì10 cuan{lo el hurto no escede de diez pesos. DelJe quedar, pues, la
lei vindicada de estc cargo (Iue realmente parecia 1I1ui grave.
Deho tall1bicll \lamar la atel1ciol1 del Senado a la cireunstaneia
-
441 -

de (lue ni e1 que habln, ni ninguno de 10s que sostenemos d proyee-


i prohahlcmente tam bien nillgun homhre de mediana ilustra-
to,
cion en toda 1a RcpÚhlica, pretcnden hoi man tener cl azote eOl11o
tormento, como medio de investigaeioll. POl' eonsigniente, 110 es el
caso <lc tracr a 1a (liscnsion los azotes C0l110tormento, porqne to-
dos estamos 1l1ni Iéjos de qnerer qne se restah1ezca en el pais e] tor-
menta que solo !Judo aplicarse pOl' las Ic)'cs españoIas.
Par eso he creido que 1a autorizada palahra del señor Presidc11-
te de ]a Corte Suprema haeia i1H1ispensahle una rectificaeio11 inl11e-
diata............
EL SEÑOR MONT'!'. EI proyedo dice:
"Articulo 4..0 Los condenados pOl' hurto 0 robo ser{ul
castigados, ac1emas de las pcnas que a clicho elelito imponc
el Código Penal, con 25 azotes pOl' caela seis meses de pr~-
sidio.
"En ningun caso se podrÚ imponer mas de 100 azotes en
vixtud de una misma sen tencia."
Esta es la disposicion literal <lei proyecto. EI lenguaje de
este proyecto no estÚ de acuen10 con e1 del Cóeligo Penal;
habJa de hurto 0 mbo en jeneral, no se refiere al deli to de
hurto 0 a la falt~1. ell' hurto, cosas l11ui distintas segun cl
Código.
EI Código Penal 11ama roho no solo al ejecutado con vio-
1encia en la persona, sino tamhien e1 que se verifìca con fuer-

za en la cosa; de manera que e1 acto en que se sustrae una


pcqueñísima cantielad, forzando una pucrta, quebrando un
vielrio, rompienclo una chapa, 0 con otra especie de fuerza,
.
debe prccisa i necesariamen te ser castigado con azotcs.
Ahora sc dice: si la pena que mcrece c1
hurto no llega a
seis meses de presidio, no se le puede imponer veinticineo

azotes; pero con In aficion que algunos tienen a los azotes,


no dirÚn: lsi seis meses de p1'esidio 111erecen veinticinco azo-
tes, tres meses l1lerecerÚn doce, un mes cuatro; i 10s harán
aplicar?

Iii. SHÑOI( HEYER t dUll A leþltl dro , ) Pcr1l1ftal11c cl seiiOt'SclHllluf


-
442 -

que Ie intcrrumpa. HI sclÌur Scnador recurdadl talvcz quc en c1 1'0-


bo no hai falta, que cl roho se considera sicmpre deli to, i quc, pOl'
lotanto, el
roho, aunquc seaclc un solo centavo, se castigará sic11l-
pre con veinticinco azotes.
EL SEÑOR MONTT. Lo reeon1aba, señores, i 10 iba a haeer
presente aI 8cnado.
Esto porIa que haec al hurto. POl' 10 que haee al robo,
es

me refiero alas observaciones que se han heeho i eseuso to-


cia ampIifieaeion.

Queda, pues, establceido que se puede imponer mmtes, i que


se impondrán pOl' hurto de pequeñísima eanticiad. Pero
eoncedi~l1do que csta intelijeneia de Ia lei no deba ser In que
tiene, no se podrá negar, sin emhargo, que un hurto que He-
ga a diez pesos puede ser eastigado con azotes. I si existe
una lei de esta elase, ~no se aplieará el azote indistintamcn-
te al que hurta pOl' primera vez una eantidad de diez peso~, i
alladron que tiene tres 0 mas eondenas eneima, que es rein-
cidente en e1
misl110 delito, i
quien es preeiso eorrejir de
a

una manera mueho mas efieaz? ~Qué igualdac1 de pena es


esta? Una misma pena para de!itos de gran magnitud i pa-
ra c1elitos pequeños.

No se diga tampoeo queva a usar cl azote para easti-


se

gar, i no para apremiar. iCuántos heehos 110 podria 1-eferir


ala Cámara que han asombrado al pais pOl' su i11humani-
dad, e11 que se ha empleado el azote para arranear e011fesio-
l1es1

No es el easo de referir heehos partieuJarcs;


pero que se
va a emplear esta pena eomo medio de apremio, 110 10 dude
la Cámara, tanto mas euanto quc ya sc reconoec como buc-
nos efectos dc la sola diseusion de la lei que can la ame-
naza de azotes se han arrancac10 eonfesiones,
8i es tan bueno el efecto de amenazar con azotes, mejor
será indudablemcnte su aplieaeion; pem es neeesario ad ver-
tirllue ante la lei igual crílllcn se COlllctC COil amClluzur a un
-
443 -

inclivicluo l:on azotes que eon aplil:ársclos, porque ámbas


eosas importan Ia violacion de un dereeho individual i la
infì-aeeion de Ia lei.
UJla penosa esperieneia, repito, me ha heeho l:onoeer Ia
grave i jeneral propension que hai (le emplear el azote, no
ya para l:astigar un delito, sino eomo medio de averiguarlo

arraneanclo al reo una eon[esion de eulpabilidad. 8i se ha


visto que ]a sola cliseusion del proyecto ha servido de medio
de intimidm' a los n:08 amcnazåndolm3 para que eonfiesen,
i esto se
reputa lkito i laudable, ~cómo no temer que jentes
méno8 ilustradas crean laudahle i lkito no solo amenazar
eon los azotes, sino im ponerlos i hacerlos aplicar tam bien?
Pod ria presentar a IaCál11ara ejel11plos terribles del abu-
so que se ha hecho de esta pena; pero me limito a pedirle
tome en consideraeion que al autorizarIa va a dar lug-ar a

estos m1Sl110S abusos i a haeerlos reeaer sohre toclos los


rebs sin clistincion de eclades ni de sexos.

DisCLtsion del proyccto que fija un ténl1ino a la vijencia de la lei


de 3 de agosto,
EL MONTT. No me propongo rcnovar Ia prolon-
SEÑOR

gada cliseusion de que fué ohjeto en esta Cámara la lei a que


se trata ahorade sefíalar un término; pero como en eierto
modo se ha heeho eon este 1110tivo un elojio del azote, re-
firiendo 1 aplauclíendo los l:asos en que se ha empleaclo can
hucn éxito para l:omprobar algunos clelitos, no pucc10 mé-
nos que espresar entera i l:omplcta disl:onformic1acl con
l11i

cstas ideas. 1\1 uéveme eon mayor fundal11en to a haeer esta


manifestaeioll la ein:unstaneia de ser profesadas esas doe-
trinas por un antiguo majistraclo que goza de mcreeido cré-
1. I
(Ito ,

1
EI senador dun Ramon Guerrero.
-
444 -

Al recol"dar en otra vez el frecuente abuso que se habia


hecho de]a pena de mwtes empleándoln como un medio de
an-ancar confesiones a ]os reos, no imputé estos hechos a
una c1ase determinada de mnjistrados 0 funcionarios, por-
que no se trataba de hacer efectiva ]a responsabiJidad en
que hubiesen incurrido, sino únicamente de evitar]a repeti-
cion del mal que ocasionaria el restablecimiento de esta pe-
na. Ahora como en otra vez puedo, sin cmbargo, asegurar
al Honorable Senado que es real i efectiva la repcticion dc
este abuso.
El Honorab]e Senado pod ria oil' sin conmoverse la
110

re]acion de crueldades ejercidas con pretesto de comprobm-


de1itos 0 descubrit" delincuentes. Casos ha habido, i no en
épocas distantes, en que se han nplicac10 a supuestos cri-
mina]es mas de dos mil azotcs, i a los nutores de estos crí-
menes se ]es ha hecho gracia de la penn que ]es habian im-
puesto 10s tribuna]es de justicia 1.
Mi voto contra ]a imposicion de la pena de Uí~otes será

tam bien por la me110r duracion posible de la lei que]a ha


restablecido.

un cOlliandante de palicía de Rengo que, con den ado


1
Se alude a

en 187.1 a dìez años de penitenciaiÍa, Ie fué conrnlltada esta pena par


el Presidente de la Rcptíblica en relegacion a V;ddivia.

..
ORGANIZACION
JUDICIAL PARA MAGALLANES
(Sesion del Senado de 2 r de Julio de rS76)

Se diseutia un proyceta presentado par eI Gabierna, que entre-


gaba pravisoriamen te la colonia a la jurisc1ieeion de la Corte de
A pc1aeiones de Santiago i de los jueees Ietrados de VaIparaisa. EI

~eñor Montt ohservó el artíeulo 2.ode cstc pro)'ccto, ([ue dceia así:
"E! Presidcnte dc la Repúbliea n01J1!)rarÚ cacla tres años trcs al-
caldes que deberán c1escmpeñar en Ia eolonia el juzgado de la 1."
ilJstalJcia, calJ arregJo aI artíeu]o 52 de Ia lei de orgalJizaeiolJ i atri.
buciones de los tribunales."

EL SEÑon MONTT. Yo deseo conoccr el a1cance de la dis-


posicion contenida en el articulo que va avotarse.
El articulo dispone qne el. Prcsidente tIe la Repúbliea
l10mbre tres alcaldes catIa tres afios, i segun se ha dicho,
estos funcionarios solo tendrán Jas atribuciones judiciales
que tienen los akaldes de las municipalidades. Estos alcal-
des, señor, reemplazun alas jueccs de letras en los lugares

en que no 10s hai. Pero 10 comun i ordinario en Magallanes


no son jnicios qne correspond an a los jueces de letras, sino
a los su bdelegacl os e inspectorcs.

Scgun la lei de organizaeion de tribunales, cstos últimos


[uncionarios no puec1en seguit" entendiendo en asuntos con-
tenciosos; han pasado a ser simplementc [uncionarios del
ón1en administrativo. En su recmplazo la lei orclena que se
-
446 -

nomh1'cn jueccs de suh(lelcgneion i de (listrito, i cstahleee 1a


111anera i fon:la como (1cherÚn Iwcersc estos nomhramiell-
tos.
Pues bien, señor, el proyedo na(la dice a este respecto,
asi es. que no comprendo cÔmo se yaya a administrar en
aqu('.1 punto In justicia de m<:nor 1 (le mínima cLwntía.

I, a tcndido e1modo como se 110m bra a los jueces de su b-


ddegacion, creo que el nombrnmient<:> no pod!"á tener lu-
gar en Mngallanes. No hai al1í un gobernndor de dcparta-
.

mento, porque 10 que existe"Cs un gobernador de territorio.


El juez de letrns de Valparniso, a enya jurisdiccion está suo
jet a In colon1a, no pod dt tam poco proponer pntùcntemente
a 10s individuos que puedan ser jueces de subdelegacion.

Los alcaldes que crca el proyecto IJemu:án solo una parte de


las necesidades, ql1edanc1o por lIenarse las otras, porque
nuestro actual sistema de ac1ministracion de justicia crea
.

toùo ese tren de funcionariosjucliciales.


En cuanto a1 modo de hacer 10s 110mhramientos, creo
que 1a Honorable Cámara puede adoptar el que mas con-
venga.
Magallanes no es un departamento de la Repúb1ica si-
no un territorio de co!onizacion; hasta cierto pt1l1to He go-
hierna con disposiciones especiales del Congreso, pOl"qne no
está sujeto a la lei comun. Por ignal con5idcrnc10n se han
dado disposiciones especiales sobre ]a mn11era de j'.lzgar los
pleitos en e1 territo1'io de Aranco, 1eyes enteramcnte c1istin-
tas de Jas que 1'ijen en cl comun dc la RepCtblica. Lo mismo
puede hace1'se ahora respecto de Magallanes, (leterminÚn-
dose el modo de proveer los empleos judiciales.
Si cl ánimo de ]os que han propuesto la ereacioll de alcal-
des, es que cstos cntiendan en to(las Jas eausus de i
mayor
de cuantía, seria conveniente esp1'esarlo en la lei; i
111Cl101'

si ese no cs su ánimo, ereo que 1a lei tiene un vado que es


preciso llenar, 1 cuyo medio no p1'opongo, porque (lehicn(lo
-
447 -

conserVHrse In armonía en toc1o cI pro.vecto, corresponde


proponerlo n sus antores.
EL SEÑOR REYES. Sohre la illdicacion del honorable senador por
Chiloé, me perl11itiré clccir clos palahras. SI1 señoría ha hecho pre-
sente un inconveniente que pod ria suscitarse en 10 futuro.........
Para salvar este ineonveniente pod ria estahleeerse en la lei cl
misl110 ónlen de nOl11hral11ientos que existe en e\ resto de la RepÚ-
b1iea. Pod ria agregnrse un artículo final que dijiem: "EI juez d~
lett'as respeetivo propondrÚ en 1a forma legal a1 gohernaclor de
Magallanes losjueees de suhdelegacion i dc distrito........."
E1. SEÑOR PRESllJENTE. En tal caso la indicacion forl11ulada por
el hOllorable senador por Santiago vendria a ser UII artículo final
de la lei.
EL SEÑOR REYES. Sí, pues, señor. No se si el honorahlc senador
pOI' Chiloé accptaria ese
artículo.
EL SEÑOR MON'l'T. Sí, señor; querin únicamente salvar cl
inconveniente que resu1tn de Ia falta de jurisdiccion del go-
bernador para llombrar esos jueces de subdelegacion i de
.

distri to.

..
GRATIFICACION
A LOS MAESTROS DE ESCUELA

(Sesion del Senado rle 27 de Diciembre de 1876)

EI Prcsidente de 1a RepÚhlica piclió que se 1e autorizasc para in-


vertir hasta 1a SU111a de 40,000 pesos en In conclusion dc un edificio
destinado lieeo cn Valparaiso. Despucs (1e las primcras obsena-
a

ciones del señor Montt con tra esc gasto, cl M inistro de lnstruccion
Pública, señor A11111nfttegui, tlcelaró que habian sido encargadas
a Bstados Unidos las puertas i vcntanas i quc, estando
para lIe-
gar, haùia J!cecsiclad de pagarlas.
La indicacion del señor 6
Montt obtuvo voros contra 15.

EL SERoR MONTT. Pido Ia paIabra, señor presidente,


porque para aprohar c1 proyecto necesito tener dos datos.
Es eI pr1l11ero saber 81 sc cuenta C011 Ios fondos 11eccsar10s
para 1nvertir estos cuarenta mi\ pesos; si se tiene en las ar-
eas fiscales esta suma.
En segundo lugflr, si 11ai cn las flreas fisealcs e~tos eua-
renta pesos d1sponihles, c1eseo salJer sino scria mas {tti\
1111\

destinarIos a aumentar \a dotacion de los maestros de es-


cuc1a que cstån en una situaeion vcrdadcramcnte insosteni-
hIe dcspucs de suprimida la gratificacion del 25 pOl' ciento.
Esta una nccesiclad m:icnte i prcl11iosa que no se pucde
es

desatender, al paso que la construceion del lieeo (k Valpa-


raiso sc puec1e dejaI' para mcjor époea. Sin cluda que In de-
1110ra dc un año 0 dos scrá pCl:iudicial para 105 cducandos;
e1
pero 11unca tanto como abandono completo en que cstán
10s pI'cecptorcs. I digo ahandono, porquc cs 1mposihle de
449
.-
-

toda imposibilida(1 que con la dotacion que se ks ha (Ieja-


do puedan subsistir.
Si en nombre de una neeesidac1 qt1e no ad mite répliea, en

nombre de la carencia ahsoluta cle rondos, se dijo: los maes-


tros de escuela qucc1an sin la clotacion conveniente; ahora
que se dice que hai cum-enta mil pesos disponihles, wor (lué
no se les c1estina a los macstros de escuela, i no se les dis-
tribl1ye como sea posible?
Este último objeto me parece prcfcrihle a la conclusion
de un ec1ificio para colejio.
Si hai, pues, fondos c1e
que el Estado puede disponer, a
mi juicio c1eben c1estinarse al fin quc he 'Ìndieado, i porconsi-
guiente, debe reservarse la conclusion del edificio para épo-
ca mas favorable.

EL SEÑOR MONTT. Cuan(lo he propuesto, señor, que se


distrilmyan los cunrenta mil pcsos de quc trata c1 proyecto
como grntificacion a los maestros de cscueln, he indicado
una idea de fácil realizacion ami juicio.
Si sc dijicra, pOl' ejemplo, todos los maestros c1e escuela

que gown de ménos de 4.00 pesos de ren ta, rccibirån una


gratifieacion proporcional de los cuarcnta mil pesos que
se quicre dcstinar al licea, seria una eosa mui fúcil de eje-

cutar, i almismo tiempo mui justa. No hai, pues, incon-


venientes para que pucda lIevarse a credo esta gratifiea-
cion, sin necesidnd de dictar un plan jenernl de sueldos (Ie
10s emplenclos deinstruccion primaria.
Quedaria par averiguar qué es mas ventajoso para el
pais: que se eonstruya en Valparaiso un liceo dc 111joen que
se ecluquen 100 0 150 alumnos, a que se atiencla a 400 es-
o

.
cuelns miserablcs i pobrcs que funcionan en lugares en clon-
de la escasez cle rortuna de los veeinos no les pennite ausi-

liarlas, i que viven costeaclas (tIlicamente pOl' c1 tesoro


p(, hli('o.
30
.

-
450 -

No se trata de decidir si uno (1e estos pensamientos es


útil i el otro no 10 es. Nadie pondrá en duda que es mui útiI
el Iiceo de Valparaiso, i ojalá tuviéramos uno igual en
todas Ias provincias. Se trata de comparar utilidad con
utilidad. dQué es mas necesario en e1 estado presente: aten-
der a Ios maestros de escuelas, 0
ala construccion de liceos?
Para m1 la cuestion está resne1ta. Creo que atender a ]os
.

maestros de escuc1as es 10 primero.


Siendo esto aS1, mil veces mas convendria decir: postér.-
guese 1a constrnccion de] ec1ificio del liceo, aun cuando se
pierda todo c1 capital lIn'crtido en él, pero no se desatienda
alas escuelas ni pOl' un momento, porqne csto puede impor-

tar que se prive de recibir educacion a una jeneracion cnte-


ra. Rl detcriol'o de un e(1ificio pncde rcmediarsc, pero no Ia
fa]ta dc instruccion.
Se ha dicho que se pidcn estos rondos para cuhrir gas-
tos \lue ya sc han hecho. No entiendo cómo puc(h~ sel' esto.
dExistia autorizacion para invertil' estos cuarcnta mil pe-
sos? dSe ha hecho el gasto sin que se diese
órden para ello?
Pues esta ser{l una nlzon mas para que yo niegue mi voto
al proyecto.

...
PREMIOS
,

A LAS OBRAS CIENTIFICAS I


LITERARIAS QUE SE
PUBLIQUE:N EN E:L PAIS.
(Sesiones del Scnadu de 16 i 18 de Julio ,Ic 1877)

Un nrtíen10 de I1n proyl'clo sobrc org:\11izacioll (]C 1a instrneciol1


p{tb1iea dccin:
En cada aiio sc proponrldlll scis prcmios sobre matcrias eientí-
ficas i 1iLerarias. Cada Faeultad rlesignarÚ 1a mnteria de su pre-
.

11110 .

EI SCì101' Montt propnso I1na modificaeion qne, nprobacla con


<108 volos cn contra, P:lsÍl a sel' cn In re\,ision final del proyecLo, e1

artíenlo 21 .cle ]a :lclual1ei de instnlceion públiea.

HI, SEÑUR MONT'!'. En este proyecto se han estab1ccido


dos clases de premios: la pril11cra para consnltHr 1a perlna-
nencia dc 10s p1'ofcsorcs p1'emiámlolos en 1'aZOl1 de la anti-
giieclad de sus servieios; h segunda, paraestimular su com-
petcncia p1'emiando las ohras Cjue esc1'ilwn dcstinadas ala
instruccion p(d)lica, i que tcngan cierta i111j>orbmcia. Este
segun(lo pre111io pod1'ia consiclcra1'se como cliscernido a la
ca pacidad de los p1'olcso1'es.
premia que estahb:e e1 articulo 40 es en 111i concepto
E1

un premio jencral dcstina(lo a [omcntar 1:\ difusion de los


conocimientos científicos. Toch oh1'a sobre materins eienti-
ficas lite1'arias que tcnga una impo1'tancia yerùadcra, i
0
.

que en razon de estn importancia pucda contrihuir a ese


-
452 -

ohjcto, puede ser materia de un premio diseernido pOl' las


faeul tudes de In U ni versidad.
Nada mi parecer mas 'justo que las disposieiones ante-
n

riores. Son tan pocos los estímulos que tienen Ips profesores
congagrados a la enseiinnza, que la lei obra mui prudente-
mente consignando esta rccompcnsa clestinacla a [omental'
esta clase de estuclios.
1'cro el artkulo no designa qué elasc dc premios debcn
discernirse, ni tampoeo especifica bien el límite que deben
tener estos premios. En la lei que crcó la Universidad hai
una disposicion anÚloga que establece un premio anual de
doscientos pesos para la l11ejor de Ius memorias que se pu-
bliquen sohre temas i materias que la misma Universiclad
c1esignc;premio apropiado para aquclla época en que hahia
pocos profesores, pero que no seria sostenibleahora des-
pues de treinta i b.ntos aiios.
Al decir, pues, este artlcllJo que se concede un premio sin
desigIHl1' Ia canticla(l, tal vei: va a crcersc que queùa vijente
aqueJla lei, 10 que, ami juicio, seria pe1judicial.
Seria tam bien pe1:jwlicial que se creyese vijente el otro
articulo la parte qne dice (pIe los premios no pUl'(lrn re-
en

eaer sino sohre ouras cuvo tema 0 materia hava sielo cle-
o .

signada pOl' In Universiclad.


8i el articulo 40 del proyecto ha (le tener la amplitud que
1c corres]>onele i
que exijen las circunstancias actuales del
pais, no deben limitnrsc los premios a ohms espccialcs, sino
que c1chen hacerse estensi,'os a las que sc .escrihnn sohre
ennlquier ramo que contribuya a la difusiol1 (le los conoci-
micntos humanos.
No sé en que scntiùo mira cl seiior Ministro de Instruccion
Pública cste artículo, i si 10 eree, como yo, susceptible ell'
algunas moelificaeiones en el sentic10 que he elicho. Pero sea
eomo quiera, yo forl11ularia una jndicacjon el1 los términos
cn (file a 111 i j uieio c1chcria n.:dactarse cl artktdo.
-
453 -

HI, SEÑOR MONT'I'. En la sesion pasac1a espuse al Senatlo


que pen saba pì'oponer una moùificacion n este artículo.
A m1 juicio con viel1e redactarlo en 10s siguien tes térmi-

nos: eada una de las Faeultades de In Universidad eoneede-


rá en cada hienio un premio alas obms de importaneia
que se publiearen relativas alas materias de su asignatura.
Un reglamcnto acon1aelo pOl' e1 consejo superior de ins-
truceion i aprobado pOl' el Presidente de la Heptíbliea, de-
terminarÚ 10 'concerniente a 1a eoncesion l1e estos pre11110s.

Un artículo rel1actado en estos términos se difèreneinria


del q lie está en discusion, primero, en que los premios no se-
rian HJlUa1es, porque qui:ms no es de esperar qlle caela aiío
se public!uen ohras que scan acreedoras a p1'emios; i segun-

do, en que podria asignar mayor cantidad para clic1lOS


se

premios. 1'or 10 demas, ampliaria d a1'tícÙlo en euanto a que


los premios fuesen coneedidos a todas las personas que es-
e1'ihan ouras de )mportnneia, ya scan profeson.'s de esta-
bleeimientos ptíblieos, ya inc1ividuos privados.
En Ia modificaeion que he propuesto noto ahora que he
olvic1ado designar In cantidnd del prémio. Agregaria en
cl1a que la cantidad dc que pueda disponer c~t(la facultad
sca de mil pesos al ailo. EI Estado sc suscribiria con cinco
mil pesos todos los afios para quc 1a Universidad pudiese
. /
conCCl 1er estos pren110S.
En 1a misma modifìeaeion que acaho dc proponer me he
rcferido a un rcglamento que lIche1'ia aconlarsc pOl' el C011-
scjo de instruceion i aprolnrsc pOl' d Prcsidcntc de la He-
p(tblica, porCjuc Iwi pormcnorcs dignos de tomarse en cucn-

ta cuando sc tratc de c011eedcr estos premios, pormenores


q uc no pucd en tener ea hida cn los artÍl'ulos de una lei. Mas
propiamcnte rejirÚn todos dlos pOl' una on1c11an%a 0 re-
sc

glamento especial euyas disposicioncs pucdan. variarse


cuando sea convcnientc aeol11oc1ílt\(losc a 1:ts inc1icaciulIcs

que vaya sujiriel1l10 la cspcricncia.


-
456 -

-
.

Esta obscrvacion, quc 110 Iwgo mas (lUC indicar, i otras


quc omito pOl' ahora i quc csprcsaré despucs si fuerc 11CCC-
sarin, me 1l1uevcn a pedir a 1a Cå1l1anL que reservc Ia con-
sidcraeion (le estc asunto hasta cl prõxi1l10 pedodo lcjis-
lativo.
HI- SEÑOR ZEGER:'; (J1.1inistru de II:zeicndu.) Sien to profunda-
mcnte se haya heeho Ia indicaeion que acaha de oir la Cámara. HI
fundamento en que ella se apoya pod ria ser alendihle en circuns-
tancias ordinarias i normales, pero 110 Cll eirCl1llSLancias como las
actuales, en que 11ecesida(1es (1e la mayor importancia para cI pais
aconsejan dictar una lei de con trilJt\cion. Por otra parte, 110 atri-
huyo gran mérito ala ohservacion principal que se ha heeho para
postergar la consi(kracion de esLe proyecto. A rni juieio, cl Con-
greso es una en tidad moral. Heun ido en níl1nero com petenle, resucl-
ve eomo en níl1HerO dolJle 0 triple. En cl1a](lllicra de estos easos,
indistintamente, su resolucion Liene la misma fuerza.
Pero 110 quiero prolongar cI dehate. Solo me permitiré ]Jamar la
atencion de los señores senadores hácia la idea ùominan te de servir
nuestra deuda nacional i mantener el crédito del Estado como se
ha mantcniùo cuarenta años a esta parte. Esto, indudable-
(1esde

mente, no se consigue con un simple deseo; preciso es dictar la lei,


realizar la idea que venga a manifestar que cl deseo es sincero.
1'ero, como pienso que entrando en oLras ohservaeiol1es no ha-
ria sino emlnlrazar la discusiolT del proyecto en (h:bale, dejo Ia pa-
labra.
EL SE):;UR In.í.):;E%. ~No esbí en diseusion cl arLÍl:lIlo 1.'.' del pro-
Jecto?
lÜ, SEÑOR REYES. (Vicc-Prcsidellle.) Sí, señor.
EI- SE~OR InÁÑE%. ~I seria toda via oporLuno tomar ell cOllside-
racion Ia indieacion del honorable Senador por Chiloé?
EI- SH~(JR REYES. (Viec-Presirlelltc.) Sí, señor; cahc aun e]Ja den-
tro de las preseripciones del reglamcnLo. Puedc interrumpirse In
discusion particlllar del proyectu para aplazar tcmporal 0 il1dcfìni-
dal1lcnte la discusion ùc] asunto.
EL SEÑOI{ MONT'!'. Mi indieacion In he apoyado en uno
solo de 108 fundamentos en que pucdc basarsc. Hai conside-
raeiones no solo del (mien que ya he cSl'ttesto, sino (1<: otro
110 ménos elevado que aconsejan la )>ostergacion de cste ne.
-
457 -

gocio. Estas considcraciones son tales que, a pesar de ser


urjente proveer al tesoro naeional de los fondos neeesarios,
debe, en mi concepto, postergarse .Ia discusion de este
asunto.
Es indudahle que el tcsoro ptthlico nccesita fondos; pera,
para suministr~rselos hasta aquí no se han indicado mas
me(lios q1:Je c1 de nuevas contrilJt1cioncs. Por mi parte, mién-
tras no se recurra a otros arhitrios, declaro que negaré mi
voto a toda eontribucion que no vaya acompañada de la
condidon de establecer eeonomÎas en los gastos pttblicos.
Sin cste re(ltÛsito, yo rechazaré tOtla nueva contribucion tiue
. .

q tt tera 1111 ponersc.


Si almismo tiempo quc se impone una conÜibucion no
.
se dislllinuyen los gastos llacionales, 10 rcpito, no estoi dis-

pttesto a aceptar la ('ontrilJt1cion que se propone.


c1
Sc dice en este il1stante que caso es ttljente, que no hai
tiempo para aùoptar otras arbitrios. POl' l11ui urjente que
el caso sea, me parece que aun podria esperarse hasta la
época en que se reunen todos los miem bras del Congreso;
pttes, aproveehar Jas presentes eireunstancias i traer este
proyecto de improviso, como de sorpresa, aunque no se
tenga este propósito, me parece un mal sistema.
Venlad es tlue los senadorcs i diputados reunidos solo en
cl núl11ero eompetente para dc1ihcrar, ticnen fucrza bastan-

te para (Ectal' una resolucion; pero ltienen la misma fuerza


moral que reunidos en mayor número? lSe quiere solo que
la lei imponga Ull deher, quiere tambien la condicion de
0 se

que sea fÚeil i espedito su cumplimiento?


Si actualmcllete concurre a la CÚmani solo c1número ne-
cesario para formal' quorum, en mi humilde opinion juzgo
prudente postergar este gråve asunto para tratarlo'des-
pues con mayor concurrencia de luces.
No serÚ preciso tam poco esperar hasta la época t1c las se-
si{>I1es c1
onlillarias; ptlede Congreso ser convocado cstra-
-
458 -

onlinariamente en e!
tiempo en que sus miemhros regrcsan
a Santiago. Se csperaria l11es i medio 0 dos meses.
lEs tanto e/ apuro çjue no puetla abso/utamentc aplazar-
se Ia consitIeracion de este proyccto? La tiene ahora mismo
tan estudiac10 esta CÚmara quc puedc dar voto con ple-
su
11:1. c011ciencia? SerÚ así seguramente.Por l11i parte dedaro
que no me encucntro en igua! caso, i en ,"cnIad quc no me
atrcvo a imponer al pais una lei de efedos trasccndenta1es,
dcspucs de una discusion tan prccipitada, lestinando la COI1-
sideracion del proyecto.
POI'otra parte, si la materia Furse consic1et:acla en todo
su desarrollo, tal vez yo tend ria oportunidad de haecI' oh-
sen"acioncs de otro caråcter.
.

I~inalmente;al haeer la inc11.eac1.on que se ha o1.do, pes an

tambien cn mi ánimo cOl1sic1eraciones de eierto ón1en que


me ahstengo de cspo11er a Ia Cámara.

..
.

DECLARACIONES
DE GUERRA A
BOLIVIA I
EL PERÚ
(Ses\ones secretas d, I Senado de 24 de Marzo i 2 ,le Ahril de 1879)

En Ia primera de esas scsiones e1iscllLiÓ:se un proyecto elite apro-


lJaba Ia reivindicacion del tcrritorio cedido a Bolivia por el tra-
tado de 18ï4, i nutorizaba al GohienlO para declnrar Ia goerra a
ese pais, aumentar el ejército i In escuaelra, hacer gastos hasta
eierta sut11a, cte., etc.
m señor Vergara (donJ. E.) pregontó,entn: oLras C053m;, <[ué no-
tieia se tenia aeen:a ek la condllcLa qne eI Períl se proponia obser-
var cn cl prcsente confJieto; cuál scria. la que observascn Ia Repú-
blica Arjcntina, cI Urllglwi, cl Brasil i eI EcuaeIor. m señor Dlcst
Gana, Ministro accidental del Intcrior, contestó de un 1110do vago,
sin prccisarsc sohrc ningltno de esos pun Los. EI señor Vieltña Mac-
kenna, (Iest)ltcS de consideraeiones sabre el estado en que se cncon-
trahan uucstras rebeiones con Bolivia i el I'erú, concluyó dccla-
rando quc la aprobaeion que (1aria al proyecto no signifìcaba uu
voto de confianza al Minister'io. EI Ministro de Hacienda, seíior
Zegers, elijo que esa aprohaeion importaba la union e1e todos lo!!
chilenos en h presente eonLienda, i sin que cl Ministerio 10 preten-
diese, talllhien un voLo de confianza. A segltnda hora, i despucs dc
haber retirado el señor Zegers, a pcticion del setior Vieltña Mac-
kenna, último coneepto, cI seÙor Illest Gana apoyó este rcLiro
Sl1

del ,"oto de eonfìanza; i luego espuso "que diversa;; cireunstaneias,


eOl11o]a limitacion del crédito, la c1ificnltad de pron:er a sos naves
de víveres i a su ejército (1c armalllcnto, podrian influir cn que el
Gabindl.' dc Lillla no se dccidil.'sl.' alJierLalllcnLc pur 1a gllerra;"
"que era l'rllJl.'lltl.'jllzgar de la::; rdaciollcs l.'nlrc Chile i cl l'crÚ a.
.
-
460 -

]a 1uz de 10s hechos ofieia1cs, (lue el seiior Lavalle no hahia Lmido


]a úl Lima pahbra de Gobicrno i era posih1e esperar Cjue con ins-
su
truecioncs mas {.mp1ias, se deflniese pronto la situacion." ......
Er, SEÑOR MONTT preguntó si Ie constaha aI Gobierno Ia
existencia de un tratado secreto entre Bolivia i el Perú; i si
de Ins confercncias celebradas con el ministro de esta últi-

ma nacioll se hahia dejado e1


protocolo respectivo.
Ik SEÑOH BLEST GANA (J1inislro del Interior pOl' cnfì:rmcdnd
del sc1Îor Pmts), conLcsló que d scÌlOr interrogado sobre
Lavallc,
e1 primer
punlo, hahia manifeslado que ignoraba la cxisleucia de
dicho Lralado, agrcgando quc cI congrcso pcrnano 110 sc hahia
l'l'unielo cn cl aiio en que se suponia haherse cclebrado.
En euanto al scgu1ltlo punlo, su seiioz-ía espns.o qne 110 tenia eo-
noeimiento de él.
EL SEÑOR MONTT func!r, ell scguicla 511 yoto favorable al
proyecto, haciendo presente que t1ebia cstimarSl', no como
un voto de eonfÌanza al Millisterio, sino eomo una manifes-
taeion del deseo de eontrihuir en S11 calidac1 de representan-
te dcl pais a proporcionar a éste 10s mcdius necesarios para
su defcnsa.
Votaclo cI proyccto cnjencral fué aprolJado por unanimiclad.
A propuesta del señor Monlt se acon1ó discutir10 en particular,
10 (lUC <lió oportunidad al seÌlor Varas para proponer varias en-

mie11llas (pte fucron aprobadas.

II
En Ia sesion de 2 de Abril se consieleró un mensaje del Presidente
de la Repúbliea que pedia autorizaciol1 para declarar la guerra a1
Pcrú, cu)'o gohicrno Lenia celcbrado con I\ölivia un pacio sccrelo;
cl señor Fierro, Ministro ele Rclaciones Esteriores, le)'ó una copia
de ese pacto que habia hecho miénLras se 10 leia el representanLe
del I't:Tíl, señor Lavalle.
EL SEÑOR InÁÑEz espuso llue clmolllento presentc se creia en
CI1

cI deber de eompletar 10s infol'mes It:i(1os a ]a C:imara por cI señor

Ministro. Que d pac to a1ucli<)o tenia un ohjeto mas estenso del que
aparecia, i si Sll señoría no 10 !lahia revcIado, era porque ereia que
110 estaha au Lorizado para hacerlo; que d Gobierno arjenlino habia
-
46r -

sido tamhicn invitado para apro1>ar cl trataùo sccreto existentc


eIitre ell'erÚ i Bolivia, i CJue pasado al eongreso de csa nacÎon, la .

e;Í.mara de Diputados Ie habia prcstado su asentimicnto, qucdan-


do, no obstante, sin efedo por haherle negado cl senado su aeuerdo
mediante los esfuerzos del señor R:nvson, micmhro de estc último;
que el Gobicrno de Chile, en ]a imposihilidml ùe desbaratar esos
fines proditorios, habia eneargado a Europa los huq ues blindaùos...
EL MONTi' pl'eguntó si cl estmeto dèl tratado
SEÑOR
leido por cl sciíor Ministro dc Rclaciones Estcriorcs cstaha
solo [undaclo en sus rccuerdos, 0 se hahia Icvantado algun
protoeolo.
Er, SEÑOR FIIWRO (Millistro dc Rclnciollcs Estcrion's) con testó
quc no se ha1>ia levantado acta sobre el particular, porque el scñor
Lavalle se hahia resistido tanto a ello como a permitir que se sa-
case copia del tratado.
EL SEÑOR MONTT espuso cn scguida que la euestion habia
llegac10 a un punto tal quc 110 cahia (liscusion. Que 1a con-
ducta del gohierno pcrl1ano jnstificaha plcnamentc cl pro-
ccc1imicnto eJcI Gohicrtlo dc Chile, pt1CS a mas dc SCl' aliado
de l1ucstros encmigos, sc prcsentaha como 111erliador ami-
gahle oeultanelo sns vcrdaderos designios.
Quc lc asomhraha, sin emhargo, 10 que se hahia cspucsto
a Ia CÚmara sobre el conoeimicnto dc antiguo que se tcnia
(le csc pacto, sin que c1 Gohierno hubicra dado con ticmpo
paso alguno para conjurar sus deplorahles cfectos.
EL SEÑOR III.\ÑEz contest6 las ohservaeiones del sciior Montt,
manifcslando quc e1 (~ohicrno de que su scñoría form6 parlc no
hal)ia conocido ofìcialmente la cxistcneia ùe csc paeto sino por re-
fercncias privadas; pero que, sin cmhargo', hahia procedido a ar-
marse I, tOl11ando así ]a (mica mcdiela posihlc en prescncia de
.

cnemigos alen's; que en la imposihilidad dc cneontrar alia<los i sin


los elementos neccsarios para lIevar la guerra a Bolivia, que ha-
hia trai(lo consigo las hostilidadcs de tres naciones, se habia ereido'

I
La lei que autoriz6 la aÙ'ltlisieion de dos blindldt)s es dc 4 dc
F:ncro de rS]:!, treçe meses anterior al tratado secreto, q lIC IIcva I:t
fceha dc 6 de Fcbrero de 18] 3.
-
462 -

con vcnien te (leshncerse ell' b.euest.ion penllien tc con elb, ('elehmn-


do el pncto (11le allOw Iw bia sido \'iolado.

...... .......................,........,......,..,..............,.............,........,.........,....,..
EL SEÑnn Cu HO' pidió en seguida ]a paJahra para in lerpelar al
señor senador par Vnldivin a (ìn de que su señoría espliease con
alguna dcteneion elmodo i forma en que el Gohierno hahia lenido
conoeimicnto del paeto en 18ïi!. A juicio de su seilOrÎa. Ia impor-
tal1eia (lc prccisar todas las cireunsla11l:ias que sc relacionahan con
este hecho era in111ensa, pues no eomprel1dia C<Jlno hahiendo t.e-

nido desde haee cineo niios el Gohierno datos mas 0 ménos preei-
sos rclalivamenlc a la eclehracion de aquc1 acto. se huhiera penlido
el ticmpo i dejallo all'erÍ1 en Iihcrlad para arnwrsc; i pOl' Í1ltimo,
dcseaha saber si en el Ministerio de I{elaciones Esteriores ohraban
desdc aquella époea algunos antceeelentes ofìeialcs sobrc cl parti-
cular.
HI. SE~()]~ IBÁ;:;;Ez ohservó quc annquc elndaha (leI (1crceho que
ptHliera tener otro señor senaùor para interpebrlo, conttslarin,
sin embargo, en vista de la graved ad del asunto. Al efecto, espuso
que c1 señor Godoi Ie comunicó desde Lima en 1 RïB que hahia te-
niùo eonocimiento de que algo se trataha entre BQlivia, cl PcrÍ1 i
la RepÍ1blica Aljenlina en contra de Chile; que con este anteceden-
te hahia escri to al señor Ble~t Gana a Buenos Aires, quien Ie tras-
mitió !as nolieias privadas que hahia podido reeojer sobre c1 par-
ticular, pero sin eomunicarle ningull dalo oficial i auténtico que
diese fucrza a los rU1110res qne cireulahan. Que solo posterionnel1te
Ie hahia sabiclo que aquel lratarlo habia sido aprohado pOl' 1a
cÚmara de diputndos de In HepÚhlica Arjentil1a i rechazada ell cI
Senado (Ie dicha nacion, sin que hasta hoi se htlhiese tenjllo tin eo-
naeimienlo mas 0 111él10S cahal de sus clÚusulas; que, como !as noti-
eias trasmi tidas en tónces no aulorizahall para haecI' jestion a 19una
diplomútica, el (~ohierno, cn pre\.isiol1 de eual!juicl' el11el:iel1eia, pro-
cedi6 a i\rmarSC eOl11o c1 Único medic> de lweer Crenle a los l11anc:ios
sccrelos de SliS vceinos, i que esta l11edirla era tall to mas :tutoriza-
c1a
enanto qtle, si la cncstion pen(licntc con Bolivia estaba ell \.ias
de arreglarse, la qlle se soslenia call la RcpÚhliea Arjel1lina se COIII-
plicaba cada dia mas.
EL SEÑOR FIERRO (J.\.finistro de Rclnciones Bsteriores) esptlso
qtle !lahia encon1.rndo en el Minislerio ningun anteceden1.e ofì-
110

cial refercnte a la existcneia'del pacto seerctòj (JIll' solo clll del


-

4(,3-
pa~ac1o c1
seìíor Vic1e1a 1e hahia dieho qne a sn salitla de 1a Paz algo
habia oido sobre el particular, pero el cor to ticmpo de que [Judo
disponer fin tes de partir no Ie permitió adelan tar mas en sns inves-
tigaciones.
A propuesta del seilOr V aras ~e acon1ô proceder a la votacion
del proyecto, reservando continuar en segnida 1a disension del in-
eiclcnh'.
Votac1o el proyecto, re~u1t() aprobado por nnanimida(l.
A segunc1a hora.

lk SEÑOR MONTT manifestÔ que eomo tnl\'ez]a alusion


que habia hecho Antes de suspen(1crsc la scsi on em la causa
del incidente que ocupaha ]a atencion de la Cåmara, se veia

en el easo (1e precisar el sentido de sus ohservaeiones.


Que en el curso del dehate se ha1>ia dicho que el Gohiernò
tenia de tiempo atras conocimiento (le] tratndo secreto ce-
leh1'n(10 entre 10s gobiernos delPeríl i Bolivia, i que ese co-
nocimiento le habia inducido a aumel1tar la escun(lra i a
proveerse de 10s elementos l1eeesarios para el caso de un
rompimiento probahle con aquel1as naciones; pero que esto
mismo probaba que aquel hecho no era un simple rumor,
sino un aconteeimiento revestido de <:ierta autenticidad,
que dehió impulsar al Gohierno de Chile a dirijir las nego-
ciaciones diplomáticas en el scntido de ohtener de una mn-
11era fehaeiente la certcza de la existencia del traÜHlo para
pn1'aliza1' sus cIeetos, i procurar que vol\'ieran a lmen cami-
no las naciones que 10 habian ,úustado.
Que cl asomhro quc hnhia mani[estado al \'er que se ha-
hin descuidado aquel1a oportunidad, no envolvia el propÔ-
sito de hacer cargos en contra del Gobierno, i sí solo sacar
(1e ese hecho pon'enir, i sen-
una leccion pnwcchosa para el

tar un precedente que hiciese al Gohierno mas eauteloso i


dilijente en 10 succsivo.
Que dados 10s antecedentes que, se decia, ohrahan en e1
.

archivo del Ministerio de Relaciones Esteriores, era lójieo


espcrnr que eJ Gobicrno sc hnbiera cmpcñnrlo cn dcshamtar
.

-
464 -

In proyectadn alianza entre cl Perú i Bolivia i In RcpÚblicn


Aljcntina, i que esa olÌ1ision Ie inspirabn un justa temor
por las opcraeiol1es que mas tarde han de realiznrse.
Que si tembJaha par la sLtcrte futura del pais, cra porque
notnba omisiones; i descaha que cn 10 sueesivo se proee-
diese eonmayor èautela.
Que lanzarse a Ul10- guerra sin sahel' con qué alianzas
eOl1taba e1 enemigo, no era tolerahle, tratÚm10se (1<: la suer-
tc (leI pais.
I par (dtimo, que al diseurrir sohre estos hecllOs, su úni-
eo ohjeto era llamaI' 1a ateneion hácia ellos, i a In nprccia-
cion que en otra époea pudo haeersc respedo de su akanee
i significado.

if
IN DICE DEL TOMO I

PÁG.
ADVERTENCIA V
Prólogo
"""""""""""""""""""""""""""""""""
XIII
"""""""""""""""""""""""""""""""""""'"
José Antonio XIX
Don Manuel MonU, par Torres.......................
Juicio sobre don Manuel MonU del representante de Francia en
XXXI
Chile..... ..
... ......, .... ......... .... .. ..
.
.. "" ... .... .. .. .. ....
. . . . . . . . . .

Bosquejo psicológico de don Manuel MonU por Francisco Anto-


nio Encina
... ,.., ,... ... ...0. """" ......... ..... ...... ".. .... ........ ...
XXXIII

Alocución en el Instituto Nacional


1842

Intervenciones en la Cárnara de Diputados


1843-1851

Discursos varios
1851-1868

Intervenciones en el Senado
1876-1879

Repartición de premios en el Instituto Nacional (2 de marzo de


1842)
Noticia 1
.................................................................
T ex to . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1
"""""
. . . . . . . .
-466-
HONORES ala memoria del capitán general don Bernardo O'Hig-
gins (Sesión de la Cámara de Diputados de 26 de julio de 1843)
Noticia 3
Texto
"""""""""""""""""""""""""""""""'" 3
.... "" ......... "'" ,.... """ ...... """'" ..... """""'"
.

OBISPADO de Concepción. Discusión de esta partida del presu-


puesto. (Sesiones de la Cámara de Diputados de 19, 21 Y 28 de
agosto de 1844)
Noticia 6
""""""""""",""""""""""""""""""""" 6
Texto .

..0. "" .... """""""""" ..... ,..... ..... .......,..........

LEGAClÓN aRoma. Discusión de esta partida del presupuesto


(Sesiones de la Cámara de Diputados de 11 y 13 de agosto de
1845)
Noticia 17
""""""""",,"""""""""""""""""""""'" 17
Texto ...
.... ...". ..0. "'" ..... ,.... ...... ...0.., .... .... """""""

INSTITUTO Nacional. Universidad. Discusión de estas partidas del


presupuesto (Sesiones de la Cámara de Diputados de 18 y 22 de
agosto de 1845)
Noticia 20
"""""""""""""""""""""""""""""""'" 20
Texto
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
DE la contestación de las cámaras al discurso presidencial de
apertura (Sesiones de la Cámara de Diputados de 3 de junio de
1846 y de 7 y 10 de junio de 1848)

Noticia 27 Y 29..
"""""""""""""""""""""""""""........ 27 Y 30
Texto
.... .... .... """"'" .... """ ........ "" ........... ........
CONTRIBUCIÓN beneficio de los fondus municipales de la Serena'
a

(Sesión de la Cámara de Diputados de 15 de junio de 1846)


Noticia 33
... .... ..... """""""" "'" ............. .... ....... .... ....
T exto 33
""""""""""""""""""
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CONTESTACIÓN de la Cámara de Diputados al mensaje de apertu-


ra de 1846 (Sesiones de 17 y 19 de junio)
Noticia 36
.................................................................
Texto 37
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
CONTRIBUCIÓN sobre la sal de Curicó (Sesiones de la Cámara de
Diputados de 10 y 10 de julio de 1846)
Noticia 46
T exto
"""""""""""""""""""""""""""""""'" 46
"""""""""""""""'"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- 467 -

FACULTAD del presidente para aumentar el ejército durante el


estado de sitio (Sesión de Iii Cámara de Diputados de 5 de julio
de 1846)
Noticia 55
Texto
"""""""""""""""""""""""""""""""'" 56
.0. ...0.." ...... ......... "0""'" "0" "'0. ..... '.0. ..... ".. ..0

LEY çleimprenta (Sesiones de la Cámara de Diputados de 27, 29 Y


31 de julio, y 3, 4, 7, 8 Y 14 de agosto de 1846)
N otlcla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
70
..
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Texto 73
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
CREACI6N de empleo por consideraciones personales (Sesión de
la Cámara de Diputados de 26 de septiembre de 1846)
N oticia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
95
..,
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.

T exto 95
"""""""""""""'"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . .

DE la discusión del tratado con Francia (Sesión de la Cámara de


Diputados de 2 de noviembre de 1846)
Notícia 98
..............,............ '-""""""""""""""""""
Texto 98
...................................................................

ABOLICI6N del fuero de los senadores y diputados (Sesiones de la


Omara de Diputados de 18 y 21 de junio de 1847)
Noticia 103
.................................................................
T ex to 103
""""""""""""'"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

alas municipalidades (Sesiones de la


CESI6N de tierras baldías
Omara de Diputados de 7 y 9 de julio de 1847)
N oticia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
...........
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Texto 115
...................................................................
ABOLICI6N del derecho de retracto (Sesión de la Cámara de Dipu-
tados de 28 de julio de 1847)
Noticia 127
...... ........ .... .... "" .... ....., """"" "'" ...... ..,. ....
Texto 127
......................................................"""""'"
LEY de ex vinculaciones (Sesiones de la Cámara de Diputados de
17, 19, 21 Y 24 de julio de 1848)
Noticia 132
.................................................................
T exto . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
"""""'"
. . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-468-
LOCAL para la Cámara de Diputados (Sesiones de 31 de julio y 9 Y
11 de agosto de 1848)

.. """""""""""""""","""""""""'".......,...
N otlcla ]49
T ex to 149
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
PROYECTO de ley sobre hurtos y robos (Sesiones de la Cámara de
Diputados de 14 y 16 de agosto de 1848)
N oticia 154
..........,.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Texto 154
""""""" ....,...,...... ..... """ .... ,. .... ..... """ """

CONTRIBUCIÓN sobre las minas favor del hospital de Copiapó a

(Sesiones de la Cámara de Diputados de 27 de septiembre y de


2 de octubre de 1848)
N oticia 159
T exto . .
"""""""""""""""""""""""""""""""'"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
159
.. .

INTERPRETACIÓN sobre la subsistencia de la legación en Roma


(Sesión de la Cámara de Diputados de 15 de octubre de 1848)
Noticia 165
.-....
T exto
"""""""""""""""""""""""""""""" 166
.

""""""""
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

ASIGNACIÓN para casa al intendente de Valparaíso. GratíficaCÍón


al comandante de marina (Sesiones de la Cámara de Diputados
de 18 de octubre y de 4 de diciembre de 1848)
N otlcla 170
"

................................................................. .

Texto "" 170


""""" ..., """"" ..,. ..,.... "'" ..., """ "'" """"
INTERINATO de la físcalía de la Corte Suprema (Sesiones de la
Cámara de Diputados de 23 y 30 de octubre de 1848)
N oticia 178
"""""""""
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

T exto 178
""""""'"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

GASTOS fuera de presupuesto (Sesiones de la Cámara de Diputa-


dos de 30 de octubre y de 8 de noviembre de 1848)
Noticia 182
'" ........ '.".'" ....... ..... """" '.""""""""""'"
.

T exto 182
""""""""""""'"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

RENTAS delobispo y canónigos de Concepción (Sesiones de la


Cámara de Diputados de 8 y 10 de noviembre de 1848)
Noticia 187
T exto
"""""""""""""""""""""""""""""""'" '

187
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
-469-
AsIGNACIÓN al Seminario de la Serena (Sesiones de la Cámara de
Diputado~ de 8 y 13 de noviembre de 1848)
Noticia 191
....... ...... "'" .... .... "'" ..... .......... .... ,.,... ...... ...
.

T exto 191
..................................,................................
AUMENTO de la fuerza del ejército (Sesión de la Cámara de Dipu-
tados de 13 de diciembre de 1848)
NotlCta .. 195
"0' ....... ...,. ...... .... ..0....... .... """" .... ...........
T exto 198
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
PROYECTO presentado por don Antonio Garda Reyes sobre ins-
trucción prima ria (Sesiones de la Cámara de Diputados de 9, 11
Y 18 de junio de 1849)
N oticia 199
.....................
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Texto 199
...................................................................
REFORM AS de la ley de imprenta de 1846 (Sesión de la Cámara de
Diputados de 16 de junio de 1849)
Noticia 212
.................................................................
Texto 212
...................................................................

PARTIDA del presupuesto referente a la universidad (Sesiones de


la Cámara de Diputados de 16 de junio y 6 de agosto de 1849)
Notlcla 215
.................................................................
Texto 215
...................................................................
DEsTITUCIÓN del procurador de ciudad de Santiago (Sesión de la
Cámara de Diputados de 24 de agosto de 1849)
N otlcla 220
................................................
. . . . . . . . . . . . . . . . .

Texto 226
...................................................................
DEsAFUERO de los Diputados-Municipales. Acusación al Ministro
del Interior (Sesiones de la Cámara de Diputados de 12 y de 15
de octubre de 1849)
Noticia 251
.................................................................
T exto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
252
..........:
. . . . . . . . . . . . . . . .
. . . .

PROYECTO de ley sobre instrucción primaria presentado por don


Manuel Montt (Sesión de la Cámara de Diputados de 15 de
octobre de 1849)
N otlcla . . . .
256
.................,................
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Texto 256
...................'................................................
- 470 -

DISCUSIÓN comparativa de los proyectos de los señores Monlt y


Garda Reyes (Sesiones de la Cámara de Diputados de 15,19 Y
22 de octubre de 1849)
N oticía 281
""""""""""""""""
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Texto 281
"""""""""""""",,"""""""""""""""""'"
DE las votaciones de la Cámara en Asuntos Particulares (Sesión'
de la Cámara de Diputados de 5 de noviembre de 1849)
Noticia 312
"""""""""""""""'."""""""""""""""'" 312
Texto
"""""""""""'" .'.........................................
EXPORTACIÓN de trigo por cuenta del Fisco (Sesión de la Cámara
de Diputados de 5 de diciembre de 1849)
Noticia 315
T exto
....0"'.........""""""""""""""""""""""""" 315
. .

.......................,...
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

POSTERGACIÓN de laley de contribuciones (Sesiones de la Cámara


de Diputados de 7 y 9 de enero de 1850)
N oticia \
318
"""'"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Texto 320
"""""","""""""""""""""""""""""""""
INFORME sobre 105 dos proyectos de instrucción. Discusión de
proyecto del señor Monlt (Sesiones de la Cámara de Diputados
de 5, 10, 12 Y 14 de junio de 1850)
Noticia 332
""""""""",""""""""""""""""""""""" 333
Texto
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
MERCADERJAS retornadas de California (Sesiones de la Cámara de
Diputados de 10 Y 8 de julio de 1850)
Noticia 375
T ex to """""""""""""""""""""""""""""""'" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
375
.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

LiCENClA para el casamiento de 105 militares (Sesión de la Cámara


de Diputados de 12 de julio de 1850)
Noticia 381
..... ... "" """"'" "" ........... .....................,.....
T exto . . . . . . . .
381
...
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

JUZGADOS de comercio (Sesiones de la Cámara de Diputados de


12 y 15 de julio de 1850)
N oticia 384
""""""""""""""""""""",,"""""""""'" 385
Texto
"""""""""",,"""""""""""""""""""""'"
- 471 -

modo de acordar y fundar las sentencias (Sesiones de


LEY sobre el
la Cámara de Diputados de 14 y 21 de julio de 1851)

Noticia 388
.... .... ..... ..0.. ..0.. .... ...... ..... "0'" "0"""'" .... ,....
Texto 389
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SUBVENCIÓN a la Compañía de Yapores (SesrÓn de la Cámara de
Diputados de 27 de diciembre de 1850)
Noticia 395
....0.....' .... ..0.... ..... ................ ........ """""""
Texto 395
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REMINISCENCIAS sobre el 20 de abril (Sesión de la Cámara de


Diputados de 13 de junio de 1851)
Noticia 399
T exto
"""""""""""""""""""""""""""""""'" . . . . . . .
399
......
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . .

Banquete de 6 de septiembre de 1851 401


.."""......".""'"
Banquete en Yalparaíso el 9 de marzo de 1852 404

Banquete ofrecido por don Josué Waddington el 12 de


marzo de 1852 .., ...0 ..... .... ...... ..... ..... ........... ...,. .........,... 407

Despedida del Cuerpo Diplomático (en 1861) 410


..............
Banquete de 23 de septiembre de 1861 412
.......................
Reunión patriótica de 24 de septiembre de 1865 417
"........
Manifestación de 24 de septiembre de 1865 420
................'
9 de noviembre de /868
Manifestación de 421
"..."...'''.'...
MODIFICACIÓN del procedimiento penal, pena de azotes (Sesio-
nes del Senado de 12 y 19 de julio y 21 de agosto de 1876)
Noticia 423
.................................................................
Texto ..0"" .....0 ,...... .... ..... ......,.. 424
........... ..., ..... .... .....

ORCANIZACIÓN judicial para Magallanes (Sesión del Senado de 21


de julio de 1876)
Noticia 445
"""""""""""""""""""""""""""""""'" 445
Texto
................................,...................,..............
472
.

-
-

GRA TIFICAClÓN maestros de escuela (Sesión del Senado de 27


a 105

de diciembre de 1876)
Noticia 448
.....................................................,...........
Texto 448
..........................................................,........
PREMIOS alas obras científicas y literarias que se publiquen en el
pais (Sesiones del Senado de 16 y 18 de julio de 1877)
Noticia 451
Texto
"""""""""""""""""""""""""""""""'" 451
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
CONTRIBUCIÓN sobre haberes (Sesión del Senado de 15 de enero
de 1879)
Noticia 455
..............................................................,..
Texto 455
""""""""""""""""""""""""""""""""'"
DECLARACIONES de guerra Bolivia y el Perú (Sesiones secretas
a

del Senado de 24 de marzo y 2 de abril de 1879)


Noticia 459
Texto ..
"""""""""""""""""""""""""""""""'" 460
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FIN DEL TOMO I

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Termináronse de imprimir las 44 primeras páginas de esta obra,
I a XLIV, al igual qùe las 12 páginas finales, 465 a 476 en

los taUeres de la Editorial Universitaria


en el mes de mayo de 1982.

Cual se consigna en la advertencia inicial de la presente publicación,


.
las páginas intermedias 1 a 464, que constituyen el grueso de la obra,
fueron impresas en la Imprenta Cervantes de Santiago de Chile
por el año 1905.

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