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LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS 7 Los asistentes sociales, en innumerables oportunidades, se de- baten en torno a dos concepciones, dos tesis sobrelanaturaleza y el proceso de génesis del Servicio Social. Ahora bien, tales concepciones, que podemos, con relat generalizacién, agrupar en dos posiciones, se comportan como ver- daderas tesis. Ellas contienen un arsenal valorativo y teérico-meto- dolégico que extrapola la mera consideracién sobre la génesis del Servicio Social. Efectivamente, la ubicacién de los tedricos que piensan esta tematica se vincula, légica y teéricamente, a sus concepciones sobre otros tépicos: cudl es el fundamento de legiti- macién de esta profesién, y cdmo son interpretadas las funciones de las politicas sociales dentro de un orden socioeconémico y politico determinado. Ast, el trfpode “génesis-legitimacién-politicas sociales” presenta una relacién légico-teérica que nos permite situar cada tépico en una u otra posicién, en cierta armonja con las respectivas concepciones sobre las restantes tematicas. Lo que aqui consideramos son dos tesis sobre tres fenémenos relacionados al periodo de creacién, de surgimiento de esta profesién. Que ellos tengan repercusiones en la practica y el debate del Servicio Social contempordneo es una realidad; pero también es verdad que la evolucién de la profesién, de su practica, de su produccién a ~——————stvareauu tun uamS teérica, de su MICO-OpeErativo, de participacin en las instituciones ptblicas, yel surgimiente a organizaciones empleadoras de asistentes Sociales, todg hn distinguir y distanciar Ja profesién en su actualidad, de ov pei esis, andlisis lebatido” in, sobre cial. Los Produccign icidn de sy En este capitulo nos concentraremos Por Io tanto, en los y concepciones con los cuales los profesionales se han “q sobre el momento que marca el surgimiento de la Profesi el fundamento que explica la emergencia del Servicio Si elementos de distanciamiento o continuidad, de ruptura o Te] del Servicio Social contempordneo Tespecto a la tradi génesis serén tratados en el capitulo IL. Sin embargo, hablar de “debate” entre las dos tesis no reproduce el verdadero percurso en relacion a las consideraciones hechas sobre estas tematicas. Los andlisis que los diferentes autores de cada una de estas perspectivas realizaron sobre la génesis del Servicio Social y sus derivaciones fueron desarrolladas en contextos espacio-tem- porales diferentes. Efectivamente, si la primera manera de pensar la emergencia de Ia profesién se vincula al Pperiodo que va hasta la Reconceptualizacién (inclusive) y, en este caso, fundamentalmente ligada al debate hispanoamericano, la segunda surge en el debate contempordneo (posterior al segundo lustro de los ’80) particularmente en el Brasil. Es en este sentido que afirmamos que estas tesis no plasmaron realmente un debate manifiesto y abierto; las dos perspectivas no Se confrontaron directamente. La referencia explicita que los autores de la segunda tesis sobre la génesis del Servicio Social hacen d2 la primera es minima, lo que confirma la casi ausencia de debate critico explicito y abierto sobre ambas maneras de pensar a cuestiOn. Asf, las enormes contribuciones, avances y cambios . petspectivas — que se han desarrollado en los andlisis de los autor’ Vinculados a la segunda tesis no parecerfan substituir los Se de la primera, generéndose una convivencia pacffica entre a as Convivencia pacifica que, por tratarse de dos perspectivas lear Puede derivar en errores de interpretacién del real alcance de es qe rbuciones ltimas, ya que al lector y estudioso de [8s me ae autores de la primera Perspectiva, que después eae erafia vinculada a la segunda, puede no aparecerle con cl Escarieauu con Lams LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL. EN SU GENESIS 5 el antagonismo entre las dos, concluyendo en una visidn ecléctica sobre la génesis y naturaleza del Servicio Social. Nuestro propésito, en este capitulo, se centra en la puesta en escena de los autores mds significativos, primero agrupados en dos tesis contrarias, y segundo, como contrapuestas, enfrentadas en un mismo espacio y tiempo y debatiendo una con otra. Asi, los objetivos delineados para el presente capitulo son establecer una sfntesis critica y organizada de las distintas contri- buciones que diversos autores aportaron al debate de estos t6picos. Constituye por lo tanto, un estudio sintético sobre tales temiticas, que tiene la pretensién de traer a la reflexién ciertos elementos, estableciendo padrones comunes en una sintesis bipolarizada. La consideracién en profundidad, necesaria para la apropiacién real de estos debates, implica necesariamente la remisién a las fuentes, alcanzando los elementos diferenciadores, originales y particulares de las consideraciones de los distintos teéricos. Evidentemente, el andlisis minucioso de los autores aqui tratados excede nuestros objetivos. 1. LA GENESIS DEL SERVICIO SOCIAL Dos tesis sobre la naturaleza profesional EI Servicio Social es una profesién que por su ambigiiedad en las expectativas y conceptualizaciones y por sus cambios de Tumbos, a veces significativos, hasdedicadowunsimportantesespacio como profesién y su legitimacién, asf como cudles las funciones — Existen dos tesis claramente opuestas sobre la génesis del Servicio Social. Estas se enfrentan como interpretaciones extremas sobre el tema, siendo que, tal como fueron formuladas se constituyen en tesis alternativas y mutuamente excluyentes. 1.1. Lamperspectivasendogenista; la primera de las tesis sostiene el origen del Servicio Social en la evolucién, organizacion Escaneauu con Lams / ; ie veprofesionalizacién, io) Pons Natterioresjormas-deayyy . caridad y de la filantropia, vinculada ah la J ora a la ‘inierye sae k Asi, las bases de la profesién datan de las ams denayuda, encontrindose generalmente en las ob 4 Aquino y Vicente de Paul algunos de los primeroy de Toms de la asistencia social. Esta tesis es defendida ot Precutsores de tedricos que consideran el tema de la historia, én ison de ls del Servicio Social; lo que expresa una amplia gama i pee y perspectivas que confluyen, para la consideracién de. Ia ee profesional, en la misma tesis. Sin embargo, no otlemos dejar de, destacar dos significativas distinciones internas en los ae aue aqui se condensan; primeramente, aqui coparticipan autores prove- nientes de un Serwicio:Socialetradicional conjuntamente con miembros del movimiento=quesmareéslasintenciénadesmptura” con aquel, la reconceptualizacién; en segundo lugar, hay autores en esta tesis que entienden los “antecedentes? delServicio"Social como siendo @nal- retrotrayendo su anilisis a la Edad Media 0 incluso al origen de la historia, mientras otro conjunto de autores piensa los antecedentes sdlo ligados a las’ organizadas y winculadas a la Seuestiénesocial”! (post-Revolucién Industrial). Aparecen como Ander-Egg, Natdlio Kisnerman, de Almeida, Balbina Ottoni Vieira, Jos ~usion en la i i Jena repercusion © una tesis que tiene, por lo tanto, plem’ san sobte Py ‘agar 4 ‘a u oficial interpretaci6n S° actualidad, apareciendo como la uinic ; aeagn. el tema en la mayorfa de las instituciones de ensefian7” sconce" a a las primeras etapas © én recupera una dist Jatino® del Servicio Social Ia equiel autores de esta tesis: Herman Kruse, oe Boris Alexis Lima, Ana Augt é Lucena Dantas, entre otros + En esta corriente, vinculad tualizadoras, Herman Kruse (1972), Greenwood para definir las tendencias mericano: inves : ay la inv’ . -avestigacion pura YIM. nein entre Ia investigneiin FT, sci “Partiendo de una disti i acion wood clasificé dos tipo tigacién aplicada, Green’ 1. Sobre Ia “cuestién social”, ver nota 15. Escaleauu con Lams LA NATURALIZA DUL SERVICIO. SOCIAL UN SU GENESIS las (Ciencias tories O-puras y lus Ciencias wphicndas (.), Para él, el servicio social era una tecnologia, pues su accién buseaba el cambio” (dem: 63), De esta forma, Kruse identifica un paradigma det Servicio Social en la perspectiva que lo coloca como aplicacién de teortas, y otro que sitia su prictica como fuente de teorias (ver Faleiros, 1993: 124). El primero representa la adiciéi del) Servicio Social, cuyos antecedentes datan de Vicente de Paul; el segundo es carac- terizado por la Reconceptializacion, + En un sentido semejante, Natilio Ki comprender la historia del Servicio Social evaluando “sw propio destino” (dem: 11%. De esta forma, remonta el origen de la profesién al positivismo de Comte, es decir, al siglo XIX. La génesis del Servicio Social aparece identificada aqui “claramente como una forma de-ayuda, sistemitica de orientacién protestante, por un lado, © como forma’ practica de la sociologia, por otro lado” (dem.: 19), pero negando como antecedentes de la profesién, al contrario de Kruse, todas las formas de ayuda no sistemiticas, Asf, Kisnerman, squematizando una pretendida perspectiva dialéctica, resume dicien- do: snerman (1980), pretende “el proceso del Servicio Social es dialéctico, La superacién de cada etapa crea una nueva, que la contiene y la niega, La etapa Asistencia Social constituyé la tesis, Duré a partir de 1869 (fundacién de la C.O.S. de Londres) hasta 1917 (aparecimiento del ‘Social Diagnosis* de Mary Richmond), Durante muchos aiios no se pudo controntar con otra forma de auxilio y al hacerlo surge el Servicio Social como antitesis, ney encia Social como momento, pero queda alienado al no fundar una nueva teorfa, A partir de 1965 los imientos de Reconceptualizacién niegan el Servicio Social — que ahora es calificado de tradicional — y procuran superarlo en una sintesis...” ((dem.: 23), En este proceso de sucesivas etapas, donde el origen del Servicio Social se remontarfa al siglo pasado, Kisnerman no consigue 2. Vemos aqui una concepcidn focalista de ta historia; la evolucién det Servicio Social esta contenida en su “propio destino”. Quizds esta naturatizacién de la historia explique cl camino tedrico seguido por los autores de esta t Escaneauy con Lams LA NATURALEZA DEL uu RVICIO soci, Santa Caridad, encomendandosele a atencién de los pobres” (id 13). ‘em: De esta forma, para Alayén, el pasaje en 1822 de la “Herm, de Caridad” para la administraci6n estatal, y su posterior “autorian para establecer una sociedad de damas, bajo la denominacién so Sociedad de Beneficencia” (fdem.: 13-14), estarfan marcando, ie antecedentes claros de lo que, luego de un “proceso de institecin: nalizacin” de estas “tareas benéfico asistenciales””, sera la profesion del asistente social. + Ya en la perspectiva del Servicio Social tradicional, la idea pero de esta vez ligadas a modelos de intervencién, es de etapas, da por José Lucena Dantas (in Batista, 1980), también desarrolla Aqui el autor clasifica: a) “él modelovasistencial’ como aquél que “define la naturaleza de las practicas y de la problemética s cial que antecedieron hist6ricamente al aparecimiento del Servicio Social, vigente en Europa en todo el perfodo que va de la Edad Media al siglo XIX, asi como en los Estados Unidos, hasta los afios °30, cuando la prdctica del Casework asumié su encuadre psicoldgico-social del cual no evolucioné mas”; b) “el modelo de ajuste”, que “se refiere especificamente al sentido de institucionalizacién de las prdcticas conocidas como Servicio Social y define la naturaleza del Servicio Social nortea- mericano, cuyas practicas, finalidades y valores se volvieron para el ajuste o adaptacién de los individuos al Sistema Social”; y __©) “el modelo de desarrollo y cambio social”, “atin en elabo- racién” y al cual pertenecen dos corrientes: la del «tevolucionario” “eminentemente politico-ideolégico” y a del “Set minentementeientifico” (i Batis', esr 1980: 74-75). __ Mismo teniendo una perspectiva tesrico-metodolégica ¥ politica distinta de los otros autores anteriores, Lucena Dantas coincide con varios autores que sittian los “antecedentes” del Servicio Social desde la Edad Media. 7. Como marcan sus presentadores (in Alayén, 1980: 6). Esvareauu con Lams LA NATURALIZA DE. SERVICIO SOCIAL EN St G@NESIS + Mucho mas “osada” que los te6ricos ya considera Ottoni Vieira (1977) inicia s la profesién aclarando que: los, Balbina indagaciones sobre la génesis de “como hecho social ¢ intervencién del hombre en el mundo, el Servicio Social solamente fue conocido con este nombre en el siglo XX. Pero el hecho o el acto de ayudar al préjimo, corregir o prevenir los males sociales, llevar a los hombres a construir su propio bienestar, existe desde el aparecimiento de los seres humanos sobre la Tierra. Con otro nombre podemos seguir la evolucién del Servicio Social en el transcurso de los siglos” (fdem.: 27) (grifos nues Ottoni Vieira Heva su anélisis de los antecedentes que crearon las condiciones para la emergencia de la profesién del asistente social a los orfgenes mismos de la humanidad. En realidad esta autora, al considerar que “uno de los factores que nos permitiré comprender el Servicio Social de hoy es el estudio de las formas pasadas de ayuda al préjimo, de la caridad a Ia filantropia” (dem 15) es mds consecuente en su anilisis: si las formas de ayuda desarrolladas, por ejemplo, por Vives son consideradas como “an- tecedentes”, precedentes del Servicio Social profesional, gpor qué no considerar todas las formas de ayuda como antecedentes de la profesi6n? Lo cual nos Ilevarfa a los orfgenes de la vida humana minimamente socializada, Para ella, hablar de caridad, filantropfa y Servicio Social, en cualquier caso, significa considerar las formas de ayuda, apenas diferenciadas por su modus operandi y su organizacién. Asf, la “ayuda a los otros [puede ser vista] en cualquiera de sus dimensiones, sea caracterizada como caridad, filantropfa 0 Servicio Social” (/dem.: 14). + En un més reciente trabajo, Garcia Salord (1990), avanza en la consideracién de la génesis del Servicio Social al situar su nacimiento en el siglo XX y derivado de tres elementos: — la institucionalizacién de la beneficencia privada, — la ampliacién de las funciones del Estado, encargado de la confeccién e implementacién de las politicas sociales (que crea un espacio laboral y legitima la profesién bajo la condicién de asalariado y con un signo ideolégico), y Escaneauy con Cams DEL sep, 16 VICIO Socry, — el desarrollo de las ciencias sociales (que genera un cam, diversificado de saberes tedricos y técnicos) (ver idem: 30-31), te! No obstante eso, la autora contintia Sosteniendo la tesjs de que la profesién “se desprende del ejercicio de la caridad, entendida como Ia puesta en acto de un mandato divino: i ‘amor a’Dios; y deviene también del ejercicio de la filantropia, como la puesta en acto de un imperativo ético: alshombre” (idem.: 24); entendiendo que “la referencia hist6tica de la especificidad de Trabajo Social remite a las Ilamadas formas de ayuda y asistencia social, no como meros antecedentes, sino como las practicas de donde se desprende Trabajo Social como una profesi6n” (fdem.: 23). — Todos estos anilisis representan, en realidad, diferentes matices y distintos énfasis de la misma tesis: @/ Servicio Sociales) la profesionalizacién, organizacion y sistematizacion de la caridad y- dela filantropia. Sin embargo, esta tesis sobre la génesis no congrega, como ya fue dicho, un conjunto arménico y homogéneo de profesionales; muy por el contrario, aqui participan autores de las mds variadas concepciones politico-ideolégicas y tedrico-meto- doldgicas, y de estratos socioeconémicos diversos: desde un Boris Lima, pasando por un Ander-Egg, hasta el otro extremo en una Ottoni Vieira. _ Cémo entonces pueden existir en ella autores con perspectivas te6rica, filoséficas e ideolégicas, con opciones de clase, con vinculos politicos y con historias tan dispares — Ilegando en algunos casos 4 posiciones contradictorias? a a Pensadores se diferencian en relacién a su vineulo politicas, a sus ‘ clase Social, a sus convicciones y afiliaciones isis prayoncs referentes te6ricos, a su ideologia, y por Io tanto, referentes a | Profesionales; es decir, se enfrentan en cuestiones as concepciones y posicionamientos frente a la realidad ocial. Sin embar, 0, A ; funcionaidad del Servicio Geers ate, hacen sobre la naturales» Escareauu con Lams LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS realidad) no consideran la realidad (la historia de la sociedad) como el fundamento y causalidad de la génesis y desarrollo profesional, apenas situando las ctapas del Servicio Social en contextos histo- riograficos. En ese entido, las diferencias entre ellos, tan marcantes cuando se trata de lo social y de sus opciones politic: desaparecen al considerar la profesién a partir de sf misma, Tiene, por esto, ing endégenap donde el tratamiento tedrico le confiere autonomfa histérica respecto a la sociedad, una al Servicio Social ur a las clases y luchi Esta tesis tiene, por otro lado, una clara visién particularista © focalista, en la medida en que ve el surgimiento del Servicio Social directamente vinculado a las opciones particulares, tanto personales como colectivas, de los sujetos “fildntropo-profe: ional en hacer evolucionar (sistematizar, organizar, profesionalizar) | acciones que ya desarrollaban de forma asistemitica, desorganizada y voluntariamente. El surgimiento de la profesién es visto como una opcién personal de los filintropos en organizarse y profesio- nalizarse, con el apoyo sea de la Iglesia, sea del Estado, pues la explicacin de su génesis es intrinseca al Servicio Social y remite siempre a si mismo. Los “actores”, los “protagonistas” del surgimiento y evolucién del Servicio Social (lo mismo ocurre cuando analizan la Reconceptualizacién) son, en esta perspectiva, siempre personas singulares, nombres, en definitiva, individualidades*: Vicente de Paul, Juan Luis Vives, Tomas de Aquino, Thomas Chalmers, Mary Richmond, entre otros, (0, en la Reconceptualizacién: Herman Kruse, Ezequiel Ander-Egg, Boris A. Lima, Seno Cornely, Vicente de Paula Faleiros, Paulo Freire). No se analiza, porque no se percibe, la existencia de actores colectivos?, de actores y relaciones sociales vinculados a categorfas socioeconémicas y polfticas, y condicionados por un contexto sociohistérico: la clase politica dominante, la bur- Marx y Engels “emo es absurda la concepeién de Ia historia hasta seiones de Mideres y de Estados y deja de lado las “La ideologfa alemana"; in Bobbio, Norberto: 8. Ya decia hoy corriente, que se limita a las Felaciones reales” (Marx, K. y Ei 1987: 31), a oat, cammo se analiza (ver Boris Lima, por ejemplo) apenas es como referencia ntexto, no como actores en lucha que determinan In necesidad histériea de nuestra Profesién y en el cual se insertan aquellas personali Escaneauu con Lams ADE SRvte4e sey Seta ado, ele, ‘acion: el movin sional/milit dentro ge MO estudi, ante, vinculado al m S$ (Q en la Reconceptualiz; profesional/docente, el pro obrero). Las en esta tesis sobre s Servicio Social derivan de una Perspectiva tedricg.. (muchas veces no asumida — lo que lleva a Netto a c como ingenuas y acriticas; ver las notas de pie n° ttalo y n° 22 del capitulo Il) que entiende Ia histo, 5 de los hechos y sucesos, 63 y ss.). En este sentido, ar historicamente los eventos ins Social y las personas Protagonistas del desarrollo Profesional. La ‘oria_y la sociedad son puestas apenas como el escenario de ollo profesional (no como su determinante), como una “ma- ta” donde se inserta una pieza auténoma del contexto. En esta sronica historiogrifica se realiza, Por lo tanto, una descripcién dz los eventos histéricos y en ellos, como siendo auténomos, se sitdéan S eventos profesionales, sin relacién inmanente visible entre él saollo del Servicio Social y la historia de la sociedad. De esta forma, los hechos, tanto del Servicio Social como de la historia, son naturalizados, se construye la “historia” (y la “historia del cio Social”) sin recuperar la procesualidad histérica, en = claro etapismo. Pero estas etapas se configuran en meros cores formales: se separa el Servicio Social de la sociedad y se or el primero; se definen etapas para uno y otro (para la historia ce la profesién y para la historia social); se vinculan o ae cronolégicamente las etapas de uno (del Servicio Social) a Me - la otra (de la sociedad), siendo estas tiltimas los marcos ita, sittan las primeras (aunque no en una relacién de determinac! ¥ voila: se obtiene la “hi: ja del Servicio Soci: «co ¥ Aqui no aparece un andlisis del contexto social, core politico como determinante 0 condicionante del proceso ne sitiia de esta profesién; apenas, en la mejor de las hipétesis, s° hist6ricamente este fenémeno sin que éI redunde en eT exégeno, estructural, del surgimiento del Servicio Soc jtoria tanto, en esta tesis, la relacién del Servicio Social con la a clara ¥ la sociedad es adjetiva, circunstancial, accidental; hay ¥" OVimients BEnesis (6 historia) doy Metodolégic, ‘AraCterizarlo, 32 de este tia como |g como his loriografia (ver tal cronica sirve apenas titucionales de] Servicio Escareauu con Lams LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS v visién de externalidad, de exterioridad, en la consideracién de lo social para el anilisis de la historia profesional!®, No se analizan las luchas de clases fundamentales como substrato en el cual se elaboran proyectos de sociedad antagénicos, lo que no permite visualizar el vinculo de nuestra profesién, como de tantas otras!!, al predominio hegeménico de una de cllas, la alta burguesfa. No se analiza el Estado como instrumento del referido proyecto de clase, sino apenas se lo concibe como el campo privilegiado de empleo de estos profesionales. Aqui no se considera el papel que el Servicio Social representa en el orden social. El no cumple, en esta perspectiva, una funcién socioeconémica y politica dentro de este orden; su tarea sdlo es considerada auténomamente en la prestacién de servicios a Personas, grupos 0 comunidades particulares. Vale decir, se ve apenas al asistente social y a las funciones que desempefia en relacion a los “usuarios”, a los destinatarios de su intervencién; no se consigue visualizar, en esta perspectiva, el Papel del Servicio Social en telacién a la institucién empleadora de este profesional y en relacién al orden socioeconémico y politico. La génesis del Servicio Social es considerada aqui, como una evolucién de las anteriores formas de asistencia y ayuda; siendo que el limite puesto en los antecedentes, en las fuentes, en los Precursores que habrian Ilevado a la creacién del Servicio Social es absolutamente arbitrario!2. ;Seré que no existieron formas de ayuda anteriores a Vicente de Paul, o a Juan Luis Vives? Siguiendo este criterio deberfamos entonces remontat la génesis del Servicio Social, a Eva (para los cristianos) 0 a los primeros primates (para los datwinistas) como antecesores y precursores del Servicio Social. —__ 10, Recuérdese como los hechos sociales son considerados por Durkheim: anteriores, xteriores y superiores al individuo, 11. Ver el estudio de Lukées sobre cl surgimiento de la sociologia y las ciencias Sociales particulares en su obra “EL asalto a la raz6n”. (Lukics, 1975: cap. VI; también en Lukées, 1992: 132-172) 12, Esta afirmacién s6lo reconoce Ia excepcién relativa en el andlisis de Kisnerman, quien limita los “antecedentes” del Servicio Social a las formas organizadas y sistemé icas de ayuda, y en los autores que entienden estos “antecedentes” de la profesién como Siendo apenas aquellas formas de ayuda vinculadas a la “cuestién social” Escareauu con Cams 10 Soc, Esta linea de pensamiento representa un camino que es S teGr. ente equivocado, en la medida e que: 1) considera cam “ dentes” del Servicio Soci “Ta UN ntimer tan vasto de “anteceden| es el ervicio Social que Plerde cual, ero perspectiva critica de la historia de la profesién; 2) no cea gue explicar por qué no desaparecen aquellas prdcticas filantrépica caritativas que segtin esta esis habrian dado lugar al y = tanto, habrian sido substituidas por el) Servicio Social profeo ° 3) no visualizan que se da una ruptura del significado, aT funcionalidad y de la legitimaci6n, entre aquellas prdcticas file picas, voluntaristas, y el Servicio Social, cuando el asistente social aparece como un trabajador asalariado, como un profesional (e| Yinico elemento diferenciador entre los “antecedentes” y el “Servicio Social profesional” es, en esta tesis, la propia racionalizacién, organizacién y tecnificacién de esta Ultima); 4) con el argumento de que el surgimiento de la “cuestién social” dio lugar a la génesis del Servicio Social, no se consigue explicar cémo hay més de un siglo de distancia entre aquéllas y éste — el Servicio Social surge en los afios 1890-1940, en Europa occidental y en los Estado Unidos; conformandose en 1925 la primera Escuela latinoamericana (Dr. Alejandro del Rio), en Chile; mientras tanto, las “cuestiones sociales” aparecen con fuerte y masivo impacto ya en la instauraci6n de la Revolucién Industrial’. uuscando un nuevo 1.2. La perspectiva histérico-critica: b una segunda camino de andlisis surge, en oposicidn a la anterior, aaa tesis de interpretacién sobre la génesis y naturaleza del cea Social. La misma entiende el surgimiento de la profesion ia asistente social como un subproducto de la sintesis de los proyectr politico-econémicos que operan en el desarrollo historico, ee se reproduce material e ideolégicamente la fraccion a : lad hegeménica, cuando, en el contexto del capitalismo aes tin monopolista, el Estado toma para si las respuestas 4 Ia “cues: social”, a8 ‘ones sobre 13. Algunas de estas ideas surgen de innumerables conversaciones jal”, en ¢ cuestiones con Netto, tanto como de su curso “Historia del Servicio ce Janeir®s Programa de Posgrado de Servicio Social de la Universidade Federal do Rio 1996, escaneauy con vans A NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS 24 AN En esta perspectiva, sostenida diferentemente por Marilda Villela Jamamoto, José Paulo Netto, Vicente de Paula Faleiros, Maria Licia Martinelli, Manuel Manrique C ‘tro, entre otros, se entiende al asistente social como un profesional que desempefia un Papel cla- ramente politico, teniendo una funcién que no se explica Por sf misma, sino por la posicién que ocupa en la divisién sociotécnica del trabajo. . + La primera a pensar en esta Ifnea teérica, realizando una yerdadera inflexién en este debate, Marilda Villela Iamamoto (1997, 1992 y 1992b), pioneramente ya en el inicio de los *80!4, procura captar “el significado social de esa profesién en la sociedad capitalista, situ&ndola como uno de los elementos que participa de la reproduccién de las relaciones de clases y de la contradictoria relacién entre ellas. En ese sentido, se realiza un esfuerzo de comprender la profesion histéricamente situada, configurada como un tipo de especializacin del trabajo colectivo dentro de la divisi6n social del trabajo peculiar 2 la sociedad industrial” (lamamoto, 1997: 85). Asf visto, el Servicio Social tiene un papel a cumplir dentro del orden social y econémico — como un engranaje en la division sociotécnica del trabajo —, enmascarado en la prestacién de servicios: “al asistente social le es demandado (y para eso fue creada la profesién) participar en la reproduccién, tanto de la fuerza de trabajo como de la ideologia dominante. - la profesién es comprendida por la autora, como un “producto Pant ¥ NO como un desarrollo y evolucién internos de las ormas de ayuda, descontextualizada o apenas, en el mejor de los naa insertada en una realidad social. “Asf, su significado social cpende de la dindmica de las relaciones entre las clases y de éstas ———— 14. Como la Castellana, “esta Ste trabajo ¥ de la soci ¥ ed max Sfurdany critica Propia autora expresa en la introduccién de su obra para la edicién Suna linea de andlisis que hasta el momento de Ia elaboracién de 12 cneontraba soporte en la bibliografia especializada del Servicio Social Sar ao Profesiones, apuntando para la necesidad de Tecuperar la teoria enios del Saris ‘lisicos. Es en este sentido que este libro explicita los al debate pg? Social en la divisin del trabajo, como una contribucién M€ Profesional Latinoamericano (lamamoto, 1997: XXV1). Escaneauu con Lams , en el enfrentamiento Es en la implementacién de politicas sociales ( oo Socias Servicio Social”, segtin entiende Iamamot AUC ingresa al : ‘0 al ava sus reflexiones sobre la génesis profesional (19526: 933" los 90, De esta forma, la autora entiende que : de la ‘cuestig “el Asistente Social es solicitado no tanto ‘técnico-especializado’ de sus acciones, por las funciones de cujio ‘educativo’, (...) el Asistente Social aparece como y del consenso, cuya accién recae en 1997: 145). Por el cardcter prop sino, antes y paremene ‘moralizador’ yt el profesional de | ae, COerCiGy el campo politico” (lamamoin * En una perspectiva tedrico-metodold; Paulo Netto (1997) contribuye para esta te en la interseccién del conjunto de procesos econdmicos, Sociopoliticos y tedrico-culturales que ocurren en el orden burgués, en el capitalismo de la edad de los monopolios, que se gestan las condiciones hist6rico-sociales que permiten la emergencia del Servicio Social como profesién en Europa. De lo contrario, “sin la consideracién de este cuadro especifico, el anélisis de la historia del Servicio Social pierde concrecién y termina por transformarse en una crénica esencialmente historiografica y lineal”!6 (/dem.: 63) Asj, “la profesionalizacién del Servicio Social no se relaciona decisivamente a la ‘evolucién’ de la ayuda’, a la ‘racionalizacién de la filantropfa’ ni a la ‘organizacién de la caridad’; se vincula, por el contrario, a la dindmica de la organizacién monopélica (idem.: 68). - Por esto mismo, dice el autor, no es un accidente one que la institucionalizacién de la profesién coincida riser add con el transito del capitalismo competitive al monopolist2, gia semejante, José Sis, afirmando que es ab jén y desarrollo ee ion 15. Entendida ésta como expresién del “proceso See exigiendo clase obrera y de su ingreso en el escenario politico de la SN nan Teconocimiento como clase por parte del empresariado y del 1997: 91 y Netto, 1997: 5 - nota n° 1). pte y ae e sim] 16. Netto Hama este camino, tratado en la tesis anterior, d¢ ingenuo. Escareauu con cams IRVICIO SOCIAL EN SU 2B LA NATURALEZA DEL en el segundo cuarto de siglo, en Europa, luego de la gran depresién'’. Para Netto, “BI proceso por el cual el orden monopélico instaura el espacio determinado, que en la divisién social (y técnica) del trabajo (...) propicia la profesionalizacién del Servicio Social, tiene su base en las modalidades a través de las cuales el Estado burgués se enfrenta con la ‘cuestin social’, tipificadas en las politicas sociales. Estas, ademas de sus medulares dimensiones polfticas, se constituyen también como conjuntos de procedimientos técnico-operativos; requieren, por Io tanto, agentes técnicos en dos planos: el de su formulacién y el de su implementacién” (idem.: 69) (grifos nuestros). De esta forma, la formulacién e implementacién de las politicas sociales, propias de esta nueva fase del orden socioeconémico, estimulan la creacién de diversas nuevas profesiones “especializadas”, entre las cuales el Servicio Social aparece para desempefiar su papel, ocupando una posicién subordinada en la divisién sociotécnica del trabajo, vinculada a la ejecucidn terminal de las politicas sociales’. En cuanto profesién, concluye Netto, el Servicio Social no es s6lo una posibilidad, no se crea a partir de sf mismo, no surge apenas como una evolucién de las acciones que los fildntropos resolvieron imprimirle a sus practicas. El es dinamizado y estimulado (pues es necesario a los fines y a la manutencién de este orden) por el proyecto conservador que contempla las reformas dentro del sistema. Es que, como afirma el autor, “el capitalismo monopolista, por su dindémica y contradicciones, crea condiciones tales que el Estado por él capturado, al buscar legitimacién politica a través del Juego democratico, es permeable a demandas de las clases subalternas” (idem.: 18). Asi, el surgimiento de la profesién debe su existencia a la Sintesis de luchas sociales que confluyen en un proyecto politico- econémico de la clase hegeménica de manutencién del sistema —__ IT, Perfodo que va desde 1873 a 1893, reapareciendo em 1914 (crisis de "29 mediante) hasta el pos-Segunda Guerra, 18. “En este Ambito — dice Netto — se sitiia el mercado de trabajo para el aistente social: éste es investido como uno de los agentes de las politicas sociales” (Netto, 1997; 69-70). Escaneauu con Cams _ ‘A NATURAL frente a la necesidad de legitimarlo en funcién dl populares y de aumento de la acumulacién capita ma i la “cuestién social” no determina por sf sola la sen ‘ Social. Ella s6lo da base para el surgimiento de ges del Servicig se trasforma en objeto de intervencién del Estado ofesion chando una mediacién politica entre la “cuestibn so ial” cuando mediacién ésta instrumentalizada por las_politicas u al Estado: ejecutor terminal es el asistente social!” feet dem; a. Para Netto les cuyo * Desde otras fronteras (nacionales y profesionales partir de una investigacién programada por el CELATS& gf” : Manrique Castro (1993) procura pensar la génesis del oe Social latinoamericano no como un “mero reflejo”2 de ames sino como un producto histérico vinculado a las relaciones as y a la divisién del trabajo, y no apenas ‘por opciones de en cr n. de filantropos que quieren sistematizar sus tareas =e Su preocupacién es determinar “qué fuerzas operan en su génesis” (Manrique, 1993: 21) y no qué personas participaron en ella. De esta forma, dice Manrique, “Consecuentemente [a los cambios y crisis del capitalismo], diversas modalidades de accién social pasan a suftir alteraciones substanciales; cambiada Ia perspectiva de su funcién, se reservaron para elles — y éste es el caso del Servicio Social — ciertas tareas que requerian niveles especiales de preparacién, Nétese que no se levanta, sobre las formas previas del Servicio Social, una nueva y moderna modalidad fo por Netto, sobre “Historia 19, Consideraciones desarrolladas en el curso presentad del Servicio Social" (UFRJ, 1996). 20, Investigacién que tuvo también como resultado los trabajo Carvalho, de Maguifia y de Alayén (este tiltimo, sin embargo no suPes “endogenista”). 21. “Limitarse — dice Manrique — a esta simple Servicio Social latinoamericano fue, hasta ef momento en que dio tun mero reflejo de concepciones claborad: dejar pasar sin reservas” (idem.: 33). Ash, de tamamoto ¥ a1 la perspectiva ual (de que uo clita» yo powletnos iin del constatacién fact quem ia comprensi de articul papel de las relaciones de produccién y sus formas se isa recurre a Ia experiencia europea para entender nuestro continente Y 77 ° eqiantes el desarrollo del Servicio Social puede ser prehendido como mero Fé ¢ serviel® primera eset ei ao tacider 9 oct Escaneauu con vams 5 SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS 2 LA NATURALEZA DEI de accién que suprime las anteriores — las formas de accién social no emergen o sucumben segin la voluntad de sus agentes; al contrario, son objetivaciones de la situacién social prevaleciente, expresando a su manera las earacteristicas de las sociedades donde se articulan nuevas relaciones de produccién” (idem.: 32). Resulta que Manrique esté mas preocupado con “establecer cémo entendemos la funcidn concreta que el Servicio Social de- sempeita en el interior de las relaciones sociales entre las clases” (idem.: 39). + Por su parte, Maria Lucia Martinelli (1991), marcando una inflexién con anilisis anteriores®2, se propone “la comprensién del real significado de la profesién en la sociedad del capital, su participacién en el proceso de reproduccién de las relaciones sociales” (1997: 7). De esta forma, entiende el surgimiento del Servicio Social en Europa y Estados Unidos como un instrumento necesario de la burguesia que, aliada al Estado y a la Iglesia Catélica, buscaba dotar de legitimidad el orden social burgués, ocultar sus contradic- ciones y desmovilizar o desarticular las reivindicaciones colectivas de los trabajadores. La autora, luego de un importante andlisis, a partir del referencial tedrico marxista, de la historia del capitalismo — donde surge la necesidad histérica de “agentes ejecutores de la prictica de la asistencia social” (1997: 71) como producto histérico de las contradicciones del modo capitalista de produccién y de pensar — ve “el origen del Servicio Social como profesién (...) [como teniendo] la marca profunda del capitalismo y del conjunto de variables que le son subyacentes — alienacién, contradi cidn, antagonismo ; es [por lo tanto] una profesién que nace articulada con un proyecto de hegemonfa del poder burgués como una ilusién de servir (.) (fdem.: 191, ver también pg. 71). — 22. Recuérdese que en el "78 Martinelli afirmaba que “dentro de una concepcién hist6rico-sociolégica, se Puede considerar que el Servicio Social, en su versién profesional modetna, constiuye la fase profesionalizada de un conjunto de prdcticas anteriores + siendo que “el proceso de profesionalizacién del Servicio Social tiene, por lo tanto, iit Uayectoria histérica, significando antes de mas nada una evolucién del fendmeno “sstencia’, encontrado éste con una funcién persistente en la historia del hombre en |t sociedad” (1978: 15), EScdileauv CUll cams oO Asi, Martinelli examina “|; cuando la profesién, capituland @ operar permanentemente con la identi iby; 191), donde era prioritaria “su funcién econo ta i més que su funci6n social” (édem.: 151), By este ae gig de identidad profesional fragiliza la Conciencia raed iF : Useneia profesional, determinando un Percurso alienado, alieng rs COlectiyg de practica profesional” (‘dem.: 9), “impidiéndola aie alicnado, universo de la ‘clase en si’ y de la ‘clase Para sf’ fay toes €n ef obrero (...) [y de] Participar de la Practica Politica de ento obrera” (idem: 12), © Ia clase Segtin Martinelli, este profesional estaria, talmente] sujeto y condicionado Por una “identidad atribuida”, talmente externa e independiente de su voluntad, lo que signitiea para la autora, en una Perspectiva en cierta medida divergente de los autores precedentes?3, el tetiro de la posibilidad histérica de construccién de su propia identidad, en la medida en que aquella ‘a Compleja Situaci6n ue lo frente a Ja lgica del ¢, en su génesis, [fa- “expresaba una sintesis de las practicas sociales pre-capitalistas — Tepresoras y controladoras — y de los mecanismos Y estrategias producidos por la clase dominante Para garantizar la marcha expan- sionista y la definitiva consolidacién del sistema capitalista” (idem.: 72). De ese modo, considera la autora que el Servicio Social nace con funciones controladoras, integradoras, y por lo tanto politicas, necesarias a la manutencién del orden social, cubriéndolas de un Manto “filantrépico”, lo que conformaria un verdadero “fetiche de la practica”™ (yer Martinelli, 1997: 11, 72, 102,152). Para esto son Mamados los asistentes sociales a cumplir esta tarea. . dential’ 23. Martinelli procura la naturaleza del Servicio Social bajo la forma al vended Asf, Ia autora considera la génesis del Servicio Social a Lee catlica, atribuida” desde fuera de la profesién, desde el Estado burgués y a Sperspectv aliados de la clase burguesa, trasluciendo de esta igre peeeren OT determinista” — Ja misma que Iamamoto critica por ésta ane de Ia socied® Profesional como socialmente determinada apenas por fuerzas dominan! (ver Iamamoto, 1997: 190) ia clos 24. “Fetichizado misticamente como una préctca al servicio dela ei ¢l Servicio Social cra pues, en realidad, un importante instrumento .e trabajador® burguesi 8 Escaneauu con Lams an LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS Martinelli hace una clara distincién entre las dos tareas que la burguesfa debja enfrentar para atenuar los efectos de la “cuestién social”: “la primera (...) — reorganizar la asistencia (...) — la clase dominante la asigné a la Sociedad de Organizacién de la Caridad”, en cuanto “la segunda — proponer politicas e implementar medidas legislativas — quedé reservada al Estado burgués (...)” (Martinelli, 1997: 99); de esta forma, la autora parecerfa “volver” a la primera tesis por cuanto coloca la londinense C.OS., en la segunda mitad del siglo XIX, como palco en el cual surgieron “los primeros asistentes sociales, como agentes ejecutores de la prdctica de la asistencia social, actividad que se profesionalizé bajo la denominacién de ‘Servicio Social’” (dem.: 71), situando asf, la génesis profesional anterior e independientemente del momento en que, en el marco del capitalismo monopolista, sf las respuestas a la “cuestién social”25, el Estado toma para * También podemos encontrar en Vicente de Paula Faleiros (1993)°6 algunas contribuciones tempranas a esta tesis. Asi, estudiando el Servicio Social en América Latina, Faleiros niega la existencia de la profesién antes del siglo XX. Para él, “el Servicio Social se ‘fundamenta’ en la negacién de los antagonismos del modo de Produccién capitalista. El actiia en la prdctica, en el ‘camuflaje’ o en la disminucién de esos antagonismos. Deriva de allf su propia contradiccién” (idem.: 14), Asi, esta profesién, segtin Faleiros, factores que guardan relacién con el surgimiento del capitalismo: el desarrollo de las fuerzas productivas en la metrépolis y el desarrollo de las técnicas y de la ciencia” (fdem.: 18-19). “nacié dependiente de to de consolidar su identidad atribuida, apartandola de la trama de a ls, del espacio social mis amplio de la lucha de clases y de las Contradicciones que las engendran y son por ella engendradas” (Martinelli, 1997: 72). 25. Articulando la génesis de la profesién al “capitalismo industrial” (Martinelli, 1997: 72) y no a su fase monopolista, afirma la autora que, “al iniciarse el siglo XX, &! Servicio Social estaba presente en la mayor parte de los paises europeos y también fn los Estados Unidos ..." (idem: 104), 26. Faleiros (1993), revisiGn critica de: “Trabajo Social. Ideologia y método”; Publicado originalmente por la Editora ECRO, Buenos Aires, 1972. Escaneauu con Cams LA_NATURALE: ViCIO oc Esta perspecti iS SC constituye para el aut paradigm: el paradigma de las relaciones de fuerza, explotacion; en contraposicién a la tesis anterior, que él el paradigma de las relaciones, interindividuales, tor, en up Poder y Na como — En sintesis, esta segunda tesis sobre la génesis del Servic Social’? parte de una visi6n totalizante. Ve el surgimiento de i" profesién vinculado, determinado y formando parte de un orden socioeconémico determinado, de un contexto, en fin, de Ia sintesis de proyectos enfrentados y de la estrategia de la clase hegeménica en esa lucha, en el marco del capitalismo monopolista. En é] entiende la “particularidad’ — Servicio Social — insertada y constitutiva de una “totalidad’ més desarrollada que la contiene y determina, Aqui surge el anilisis de “actores sociales”, “colectivos”, constituidos a partir de segmentos socioeconémicos y politicos, y formando parte de un contexto, como los verdaderos protagonistas. No mas las individualidades y los nombres propios son los que hacen la historia (y la historia del Servicio Social), sino que ahora son sujetos colectivos y determinados histéricamente. El contexto encuadrado por las luchas de clases en tomo de proyectos antagénicos de sociedad, en la etapa monopolista del capitalismo, se presenta aqui como el marco explicito del surgimiento del Servicio Social. Se desarrolla asf una estrategia del capital, para revertit la que va expandiéndose desde finales del siglo XIX (1870) y que se extiende hasta 1929, con ella se procura también consolidar (legitimar, perpetuar y desarrollar) él sistema capitalista, asf com”? aumentar la acumulaci6n ampliada del capital. Esta estrates! ae en la ereacién del monopolio (corporacién que controla la produ a y comercializacién de dreas estratégicas revirtiendo la caida tendene! a de la tasa de lucro), en | expansion in ernacional de la produce y el comercio (necesidad inmanente al capitalismo), €9 eld cri resarrollo cio Social ‘come profesio™ como 27. Notese que aqui no cabe hablar de la “génesis del Servi profesion”. En esta concepcién el Servicio Social se refiere siempre * No sicndo cualquier forma de ayuda anterior considera tecedente”> Servicio Social “pre-profesional”, Escareauu con vams LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS » de un Estado intervencionista (Welfare State, Estado de Bienestar social, keynesianismo, “populismo”, segtin las diferentes experiencias) — yen él, de las polfticas sociales, de la expansion de la democracia, de la cindadanfa y de los derechos y legislacién del trabajo. Esta estrategia integral muchas veces fue tratada por tedricos sobre diferentes pticas o énfasis; asi, Ia nueva fase del capitalismo que surge en el pasaje del siglo XIX para el XX y que se conforma a partir de esta estrategia global del capital para revertir los efectos de la “Gran Depresién” fue denominada, bajo diferentes aspectos, de maneras diversas: imperialismo (Lenin, Rosa Luxemburgo), ca- pitalismo monopolista (Baran, Sweezy), capitalismo monopolista de Estado (Boccara) y, en autores liberales, Estado de Bienestar social o keynesianismo. Efectivamente, la fraccién de clase hegeménica, en el viraje del capitalismo competitivo para su fase monopolista, precisa dotar de legitimidad al sistema socioeconémico y politico que Ia sustenta. De esta forma, frente al aumento de conflictividad — real 0 potencial —, producto del desempleo, de las precarias condiciones laborales, de la cafda del salario real y frente al aumento de la organizacién popular, especialmente sindical (piénsese en las “internacionales”), la hegemonfa burguesa amplia el Estado (ver Coutinho, 1994: 42 y 8s.), retirando la exclusividad de las luchas de clases de la érbita i econémica y de la sociedad civil y Ievandola también a la esfera politica y estatal. Asf, la [égica vinculante que representa la parti- cipacién democratica® deberia institucionalizar las disputas politicas y econémicas, reduciendo el factor critico y revolucionario de las luchas de clases. En este marco democratico se desarrollan luchas en torno al aumento de los derechos civiles (libertades individuales), Politicos (ampliacién de la participacién democratica) y sociales 28. En un régimen democratic, 1a participacién social, electoral etc., hace con Que los miembros de la sociedad acepten las decisiones estatales como legitimas, inclusive a pesar de contrariar sus intereses. Las reglas del juego democritico son que todos los miembros tienen el derecho (0 la obligacién) de participar con su voto en las decisiones y que, por lo tanto, estas ultimas, adoptadas por la mayorfa, deben ser Tespetadas por la/s minoria/s, quien/es debe/n someterse a tales veredictos. Escaneauu con vams 30 LA NATURALEZ, DEL ERVICIO 5 OAL, (legislacién laboral, mayor parti Pacion en Ia distripy bienes producidos) (sobre esto ver Marshall, 1967 ’ oe los alet, 1989) Dentro de este contexto de conflictos, institucional que surgen las polfticas sociales como instrumentos de cr Nadas y consolidacién hegeménica que, Contradictoriamente, son Btimacién Por conguists de la clase wabajadora (ver el sites peas Por otro lado, también debemos consi . tardia, a partir de los afios °60 — ver Mor Social en el campo empresarial. Es que, capitalista precisa, ahora en el Ambito de |; derar La emergencig (més ta, 1991: 41) del Senvicig con légica Semejante, e] ‘a industria, mi . ous ve nimi: nivel de conflictividad, maximizar Ja Productividad de} taka y, por lo tanto, reducir el valor de la fuerza del trabajo? Asi como afirma Mota, ° “la cuestin social pasa a ser asumida Contexto que es permeado tanto por dominacién’, esto es, con el Estado, Teproduccién general del capital, com 10 por una tensién entre em- Pleado-empleador, identificada en 1a presién que la clase tabadora cjerce por ta via de ‘sus’ problemas, infiriendo en el proceso organizativo de la produccién” (Mota, 1991: 47). Por la empresa dentro de un la existencia de ‘pactos de a través de sus politicas de Para la autora, los “problemas del trabajador”, refracciones del Proceso de explotacidn, son asumidos, por la empresa, como “obs: taculos a la produccién”, lo que leva a la empresa a crear “politicas asistenciales, cuando no Privatiza los programas de las instituciones publicas, intentando mantener en equilibrio la relacién empeade empleador” (fdem.: 56). Siendo que, “justamente para ejecar tales politicas, la empresa requisita el asi im.) (gritos nuestros). ente social” (ibide 29. Ya en 1919, como afirma Harvey, procurando diseiplinar & 10 dandoles “ingresos y tiempo de ocio suficientes para que consumieran” res” un (tércto de asistentes sociales a tos hogares de sus trabsjadores “PVN io (Harvey, 1993; 122). Sin embargo, dado el abandono de esas experienci deb el New Deal de Roosvelt para salvar el capitalismo — haciendo. oe esi intervencién del Estado, lo que Ford intent hacer solo” en el am! (ibidem), ECScdileauv CUll éams LA NATURALIZZA DE. SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS 3 Sin embargo, continda Mota, el tratamiento de los problemas del trabajador por parte del asistente social encuentra su Ifmite en Jas cuestiones salariales, despidos, negociaciones sindicales, problemas caracterizados como “de la empresa” y no “del personal” ((dem.: 60), — es decir, en una Idgica de segmentacién de la realidad (ver infra y el punto 2 del capftulo II) en esferas autonomizadas, estas cuestion rfan “econémicas” y no “sociales” —, por lo tanto, fuera de la 6rbita de Ia responsabilidad del asistente social. Es en este sentido que “el profesional [de Servicio Social] recibe y, por lo general, asume un mandato institucional de agente conciliador y apaciguador de conflictos de intereses entre empresas y empleados” (idem.: 61) (grifos nuestros); llevando este control més alla de la industria, hasta el espacio familiar del trabajador. El efecto, segtin Mota, de esta practica profesional, est4 en despolitizar “la problematizacién del trabajador acerca de sus con- diciones de vida y de trabajo, metamorfosedndola en un desahogo momentdneo, emocional, individual” (/dem.: 62). En este sentido, vinculado a los postulados del Movimiento de las Relaciones Humanas (que tuvo en Kurt Lewin su principal exponente) — corriente que substituy6 la hipétesis taylorista del “homoeconomicus” (que establece la motivacién del trabajador me- diante incentivos econémicos) por el “hombre social” (que propone la idea de que el trabajador es mis eficiente desde que se encuentre en un ambiente mas humano, con relaciones mas directas y amenas) —, la empresa contrata asistentes sociales para ejecutar justamente las polfticas de cambios organizacionales y relacionales, y para gerenciar convenios (asistenciales y beneficientes para los trabaja- dores) desarrollados entre la empresa y otra organizaci6n externa (generalmente el Estado)*°, De esta forma es que el Servicio Social también se vincula a las politicas sociales, no apenas estatales, sino ahora también (fundamentalmente en el Brasil) empresariales. = 30. Véase los tiquets de alimentacién, los convenios de transporte, los comedores, 40s convenios con colonias de vacaciones; pero también, Ia participacién del asistente Social, hoy, en los programas de Calidad Total, de incentivo al Despido Voluntario, del proceso de Tercerizacién etc. Escareauu con vams LA NATURALEZA Dex g ERVICIO soc A, Efectivamente, estas politicas sociales tales, aunque también empresariales) se con: privilegiados de reduccién de conflictos, ya " populares, siendo éstas transfiguradas como concesiones del Mistas Todo indica que la preservacién de estas Politicas social Estado, incorporacién de los sujetos a ellas es e] Tesultado de ae y h de acuerdo, de un “pacto social”: el Estado Concede estgg cee a la poblacién carenciada a cambio de que esta Ultima acti legitimidad del primero. Asi, de la misma forma como ef me la destinar préstamos a un Pafs exige de éste una “carta intencign donde este tiltimo renuncia a ciertos grados de libertad y atonge en la orientacién de su politica econémica Y Social, dictaminanis el primero aspectos centrales de la vida Politico-econémica del at de semejante forma, el Estado (y los organismos Tepresentantes dg las clases hegeménicas) al aparentar “conceder” los beneficios de las politicas sociales (mediadas por la intervencién de los asistentes sociales) — fetichizando el hecho de que son Producto de conquistas y derechos sociales usurpados por los que detentan el poder — pretende la pérdida de libertad de la poblacién y el control de la vida privada — dentro y fuera de la fabrica — del trabajador. (undamentalme te stituyen en in, ty ost. We contienen cong, 8 Pero estas politicas sociales no son disefiadas a partir de una perspectiva de totalidad de la sociedad, la cual permite ver la realidad social como histérica y estructural. Por el contrario, la racionalidad burguesa, fundamentalmente después de los sucesos de 1848, incorpora una visién tecortada, pulverizada de la realidad. Aqui surgen las ciencias sociales particulares (a este respecto ver Lukacs, 1992; también Coutinho, 1994: 91 y ss.); aqui se des-eco- nomiza y des-politiza la esfera social, se des-economiza la politica y se des-politizan las relaciones econémicas; como si la sociedad pudiera ser entendida a partir de “recortes” de realidad (sobre la racionalidad burguesa ver Guerra, 1995). De esta forma, con esta Perspectiva segmentada de la realidad, las politicas sociales se constituyen en instrumentos focalizados a cada una de las “‘cuestiones sociales” fragmentarias, transformandose en respuestas puntuales (ver Netto, 1997: capitulo 1) Asi, . las A Para el desarrollo de estas politicas sociales fragmentad OS act 7 : ifique tores son necesarios; por un lado, un profesional que planifiq Escaneauu con vams LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS x y las disefie (a partir de los conocimientos tedricos y de las orientaciones politicas de otros actores), por otro lado, un profesional que se encargue de la implementacién de tales instrumentos estatales, De esta forma, el Servicio Social surge, dentro de e: segunda perspectiva, como aquella profesién cuya fincionalidad en la sociedad remite a la ejecucién terminal de las politicas sociales segmentadas (ver, sobre este aspecto, Iamamoto, 1997; Netto, 1997; Martinelli, 1997), Aparece entonces como un actor subalterno y con una prictica biisicamente instrumental. Su campo privilegiado de trabajo es el Estado (subordinado, ademas de a los “cientistas”, a una légica politico-burocrtica) y su base de actuacién la conforman las Politic: sociales, Aqui recae, pues, la base de sustentacién Suncional-laboral del Servicio Social (ver Montaito, 1997): un profesional que surge dentro de un proyecto politico, en el marco de las luchas de clases, desarrolladas en el contexto del capitalismo monopolista clisico, cuyo medio fundamental de empleo se encuentr: en la 6rbita del Estado, este tiltimo contraténdolo para desempefiar la funcién de Participar en la fase final de la operacionalizacién de las politic: sociales. Allf radica su funcionalidad Y, por lo tanto, su legitimidad. No obstante estas determinaciones, la practica del Servicio Social (particularmente en la empresa y en el Estado), asi como la Practica de tantas otras (si_no todas las) profesiones, se presenta como una practica tensionada, saturada de contradicciones, donde el asistente social aparece como un “profesional de la coercién y del consenso” (lamamoto, 1997: 143 y ss.) como un profesiona marcado por el dilema de “servir a dos 0 mis sefiores” (Estevez, s.), como un profesional también presionado por los intereses de los trabajadores (organizados 0 no) (Mota, 1991: 63-64) (sobre esta discusi6n volveremos en el punto 1.3 del capitulo ID. — Veamos entonces: la distancia entre las dos tesis apuntadas NO es apenas una cuestidn de énfasis distintos; no es simplemente una diferente opinién sobre las “causas” de Ia génesis profesional. Expresa, por el contratio, andlisis cuyos puntos de partida (pers- Pectivas ‘e6rico-metodolégicas) distintos arriban a conclusiones ra- Escaneauy con vams uv dicalmente diferentes sobre la naturale: del Servicio Social, en una forma de ayuda (mis organiz que las anteriores — y_ simulténe: vineulada al tratamiento de la “cuestion social de los “antecedentes” profesionales la misma (formas de a esta tesis estarfa entendiendo como semejantes la naturales Juncionalidad de la profesion y de las formas de ayuda “anterior — lo que Ileva a estos autores a ver la relacién: formas “anteriores” de ayuda / Servicio Social, como una relacién de continuidad, fundante en la idea de “evolucidn” entre las diversas formas de ayuda (caridad, filantropfa etc.) con el Servicio Social (0 el “Trabajo Social”) en la Ifnea final. MY lecnificad, dad, filantropia ete) Siendo la naturaley, dleza Ya en una perspectiva de andlisis vinculada a la segunda tesis, la naturaleza y funcionalidad de las \lamadas “protoformas” profe- sionales debe ser entendida como formas de ayuda que tienen como fundamento una misién moral o religiosa (mesiénica, misionaria, de apostolado), que parte de la vocacién personal de la ayuda al préjimo; asi, la “misién confesional-cristiana” de la caridad, 0 la “misién moral” de la filantropfa, vinculada a los “criticos rominticos del capitalismo”, de revertir las injusticias sociales. Mientras tanto, en esta perspectiva, la naturaleza y ‘funcionalidad del Servicio Social es esencialmente diferente; ella no recae en la ayuda como ee, altruista, sino que es entendida a partir de su funcionalidad a orden burgués, cuando el Estado toma para si, en el Pa a capitalismo competitivo a la fase monopolista, la respuesta 4 vcnestién social”, mediante las polttcas sociales. Aqut la fu del Servicio Social es de legitimacién del orden y eee , acumulacién capitalista, teniendo, por Jo tanto, una nal jyisorias ene ineas divisorias ineas ome moto, “ahf se establece una de las I vntractual : te In actividad asistencial voluntaria, desencadenada por mmotivacone 7 ¢ idealistas, y la actividad profesional que se establece mediane Ort TC aros put que reglamenta las condiciones de obtencién de los medios i, 100), reproduccién de ese trabajador especializado” (lamamoto, 1997: 31, Como apunta lama Escareauu con vams LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS a funcionalidad politico-econémica y no altruista (como en las “pro- toformas”) — lo que hace con que en esta perspectiva la relacién: “protoformas” / Servicio Social sea entendida como una relacién de ruptura, fundante en la comprensién de diferentes tipos de actores sociales que, coincidiendo en alguna medida en los tipos de pricticas desarrolladas en torno de la “cuestién social”, son en su naturaleza y funcionalidad, esencialmente distintos. Asf, mientras la primera tesis entiende que hay continuidad (identidad) entre la esencia del Servicio Social y las pricticas de filantropia, caridad etc.: todas ellas serfan formas de ayuda, mismo existiendo diferencias en las caracteristicas de cada una: profesio- nalismo/voluntarismo, formacién técnico-cientifica/espontaneismo, institucionalizacién/desarticulacién; inversamente, la segunda tesis concibe la ruptura en la esencia y funcionalidad del Servicio Social en relacién a las Ilamadas “protoformas”, a pesar de estas tener algunas caracterfsticas comunes. En otros términos, considerando la relacién “Servicio Social/formas de ayuda”, si en la primera tesis la naturaleza es la misma, teniendo caracterfsticas diferentes, en la segunda la naturaleza es distinta, teniendo caracteristicas semejantes. De esta forma, rechazando la tesis “particularista” y “evolu- cionista” sobre la profesionalizacién de las formas “anteriores” de ayuda, esta perspectiva histérico-critica se presenta como una al- ternativa terico-explicativa enteramente distinta. En realidad estas tesis engendran una contraposicién: “parti- cularismo” vs. “totalidad’, apareciendo como necesaria y mutuamente excluyentes. Sin embargo, tal contraposicién debe ser analizada matizadamente. * Para poder comprenderse clara e hist6ricamente condiciones de surgimiento de la profesién de Servicio Social es necesario aprehender la particularidad Servicio Social como un subproducto histérico, a partir de una perspectiva de totalidad, presente en la tesis que entiende su vinculacién a un orden socioecondmico y al Proyecto politico que viabiliza su instauracién y desarrollo; viendo al asistente social como un trabajador asalariado que ocupa un lugar especifico dentro de la divisién sociotécnica del trabajo, vinculado a la ejecucién terminal y segmentada de las politicas sociales. Escaneauy con cams LEZA DEL SERVICIO SOCIAL la participacion y opcion hasta ingenua™, de los tes sociales legitimaron s necesario reconoce Sidiera ser acritica™? ¥ + No obstantey aunque P conscientes. wales. Los asisten riemtess Mores. profesionales: stentes Soc primeros agentes TTT sidentidad atribuida’ transformandola en cciones “I 4 racionalizaron sus con sus 2 oe Prentidad propia. Ellos papel en ¢ I cepta hast Ellos aceptaron Y ta ; s 1 orden social; revistieron éstos, debido funciones Y. St Pag agentes, de un manto de filantropfa, de una Se rente, de caracterfstica confesionales. Ellos ayuda al ¢ » des ivel de profesionalizacion, de imagen de Hlevaron a ampliar el campo i: laron un 1 specializaron rrollaro sec: : anizacié ue lo: scnicismo, de organ'zi cion, ql . Acti i ’ ve ién, su eficaci “socializando” su practica y ampliando las de accién, jales que les dan empleo y que, contradictoriamente, polfticas soc! — 32, Entendemos la participacién de los precursor como acritica, del mismo modo Khe: ® acriticos tanto los “apologistas del capitalismo”, cuanto los gue Laks econ del capitalism Ellos — dice Lukdcs — huyen cobardemente de Ia expresién de Ia realidad y enmascaran Ja fuga mediante el recurso al “espiritu e aifico objetivo” 0 a “ornamentos roménticos”. “En ambos casos es esencialmente ere fica, no va més all de la superficie de los fendmenos, permanece en la inmediaticidad retoma al mismo tiempo migas contradictorias de pensamicnto, unidas por el lazo del cclecticismo” (Lukacs, 1992: 120). Esta opcién acritica e ingenua esti cargada de resignacién ante los “males” de tina sociedad naturalizada e inmodificable; parece fundada en una “tendencia en buscar wn ino de la salvacion de la barbarie de la civilizacién no en la direccién del b futuro, sino en el pasado” (idem.: 118). 33, Guerra afirma que “ocupando hist6ricamente funciones terminales profesional se realiza al margen de las instancias de formulacién de directrices y de a toma de decisiones acerca de las politicas sociales. Aqui, la escisién entre trabajo manual e intelectual cumple su funcién histérica: limita 1a comprensiGn de la roralidad de Jos intereses, intenciones y estrategias contenidas en el proyecto de la clase © segmentos de clase que elabora y controla la ejecucién de las politicas sociales. A esto se afiade el hecho de que la accién del asistente social se realiza en el dmbito de las estructuras técnicas, legales, burocriticas, formales y por lo tanto, de la légica en que se inscriben las politicas sociales” (1995: 158). se ar en a ee Pa ce re Soe atte ae eee ucto histérico, se debe considerar “la préctica profesional los agentes que a ésta se Fea y ay Eng tiempo como producto tedrico-practico de En otro trabajo, s wea COT 18-0. demandas Renita eee que a respuestas del agente profesional 3 tas objetivas (..), dependen tambien pees fundamentalmente por las variables sociales respuestas son también un producto gra . de desarrollo interno de Ja profesion. Tale Cionadas por estos agentes” (Vv. A; creado por los asistentes sociales, estando condi- Aa. 1991: 60-61), Ja intervencién escaneauy con Lain LA NATURALIZA DIL SERVICIO SOCIAL EN SU_GFNEStS 7 prestan servicios a los usuarios, mientras legitiman y mantienen el orden social, econdémico y politico que las crea*, Una nota debe ser hecha, Verificar el relativo protagonismo de los primeros profesionales (y si se quiere, de las “protoformas del Servicio Social) no puede Hevarnos, bajo ninguna hipétesis, a considerar la génesis de la profesién a partir de la mera voluntad de ciertas personas en tecnificar sus précticas filantrépicas; ni el hecho de que los primeros asistentes sociales provenfan de institu- filantrépicas y de caridad nos debe evar a suponer el “anteriores” de cion Servicio Social como la evolucién de las practica: ayuda’, Es confusiones, propias de los estudios vinculados a la primera tesis, parten de la verificacién factual de las primeras generaciones de asistentes sociales haber estado vinculadas a insti tuciones de caridad, filantrépicas etc. Tal hecho, en un estudio meramente historiogrifico 0 empiricista, estarfa confirmando la idea del Servicio Social como una fase més evolucionada de las formas (0 “protoformas”) de ayuda “anteriores”. Sin embargo, debemos hacer algunas consideraciones analiticas. Entre los varios elementos que confluyen para caracterizar una profesién (formacién profesional, procedencia de clase de sus miem- bros, tipo de instituciones de las cuales son reclutados etc.) uno de ellos se constituye en fundante para el estudio de su génesis: la practica que desarrolla como trabajador vinculado a una organizaci6n; lo que le confiere /egitimidad. Asf, lo que dota de legitimidad a una profesién es basicamente el hecho de que ciertas necesidades 35. Esta actitud parcialmente protagénica de los asistentes sociales fue Hevando al colectivo profesional a un relativo protagonismo y autonomfa cada vez mayor, Permitiendo, en determinadas condiciones, tanto el desarrollo de corrientes modernizadoras, como procesos de ruptura parcial con su herencia, como fue la propia reconceptualizacion. 36. Como afirma famamoto, “afirmar que la institucién Servicio Social es producto © “teflejo” de Ia realidad social mas amplia, apenas expresa un dngulo de la cuestin, insuficiente si es considerado aisladamente. De otro lado, reducir el tratamiento a los clementos “internos” — que supuestamente atribuyen a Ia profesién un perfil peculiar: Su objeto, objetivos, procedimientos y técnicas de actuacién etc. — significa extraer atificiaimente al Servicio Social de las condiciones y relaciones sociales que le dan inteligibitidad y en las cuales se torna posible y necesario. Significa privilegiar la vision focalista y ahist6rica que permea muchos de los andlisis institucionales” (1997: XXIV). —_— ~—Estarreauo corrcams LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL, 38 i an reconocidas y respondidas por determinadas instituciones oes s, las cuales contratan a los profesionales para estudiar » OBA ron esas realidades. Vale decir, la legitimidad (funcional) ee em 2.2 de este capitulo) es dada por el érgano empleador ca re on | — aquel que transforma su prdctica en una actividad See se recibe un salario a cambio de la venta de su fuerza de trabajo, con el fin de dar respuesta a una necesidad social, — En este sentido, e/ Estado (como producto histérico de las luchas sociales) se constituye, en los primordios de la Profesién, en el principal 6rgano empleador, y por lo tanto legitimador, de} Servicio Social. Es de esta forma que 1 estudio de la génesis de esta profesién debe contener el andlisis del Estado, en la fase monopolista del capital, que ampliado e incorporando las luchas de clases, se constituye en instrumento de manutencién del orden y de la hegemonfa burguesa. En él, las politicas Sociales conforman elementos significativos. Finalmente, para su ejecuci6n terminal, fue preciso la constitucién de un actor especial: el asistente social, — Por otro lado, no dejamos de verificar ciertos elementos que caracterizan, diferenciadamente para cada pais, a los primeros profesionales, por ejemplo: la mayoria de género femenino, prove- niente de fracciones sociales altas y media-altas, reclutada muchas veces en instituciones de caridad y filantropfa, habiendo sido formada, segtin las diversas realidades, en organismos ministeriales en el drea de la salud, instituciones ligadas a la Iglesia etc, Estos elementos caracterizan a los primeros asistentes sociales, sin embargo nada nos dicen sobre la fundamentacién y legitimacién de la génesis Profesional, Asi, si el anilisis del Estad los asister lo, principal é6rgano empleador de ntes sociales, y de las Politicas sociales, principales ins- tnumentos de insercién Prictico-profesional, al determinar Ia legiti mmidad funcional de la Profesién, nos permiten comprender la fun- Cionalidad de] Servicio Social, Por otro lado, el estudio de las sass de los Primeros Srupos de profesionales nos lleva 4 6 s Nal ‘car cémo estos elementos que Particularizan a los agen ™mina redundando en una caracterizacién de la profesion: and sisi Fi 4 fsticas S asistentes sociales terminan siendo caracterist! caracteristicas de lo, del Servicio Social, escaneauy con vain : ats ” LA NATURALEZA DEL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS v Es este fenémeno que lleva erréneamente a identificar ty confundir) causas de la génesis profesional (y su funcionalidad) con las caracteristicas de los precursores de la profesién (y de las “protoformas” profesionales). En realidad, solamente a través de esta distincién analitica es que podemos percibir el doble Proceso que contiene continuidades y rupturas del Servicio Social con las formas “anteriores” de ayuda. Al estudiar los fundamentos y naturaleza del Servicio Social en su génesis — donde el Estado (y sus politicas sociales) aparece como el Grgano empleador e instrumento de control popular y manutencién del statu-quo — no hay evolucién de formas de ayuda no profesionales para una forma mas desarrollada: Ja Profesién de Servicio Social”; por lo tanto no hay continuidad y si “ruptura”. Sin embargo, en el estudio de las caracteristicas de los Primeros asistentes sociales, individualmente considerados, — donde gran parte habfa pertenecido (0 atin pertenecfa) a instituciones filantrépicas, de caridad etc, — Se puede verificar una cierta evolucién de pricticas de ayuda asistencial y voluntarista para una intervencién profesional desarro- ' llada por estos mismos sujetos (ahora como profesionales de Servicio Social), lo que lleva a la consideracién del elemento de continuidad; pero una “continuidad” en las caracteristicas, no en los fundamentos "0 “protoformas” de la profesién vicio Social, como si existiera un al que suftié un proceso de profesionalizacion 38. Como sefiala Neto, “la fesionalizaci Seyret » “la profesionalizacién creé un socioocupacional del propio a . asignado al atendimiento de una demanda Sarroll6 una operacionalizacién préctica substantivamente ya dada [en sus ‘protoformas’}” (Netto, 1997:97) Escaneauy con Lams actor nuevo [alterando de isistente social (y el propio IATURALEZA DEL. SERVICIO SOctAy, LAN 6n de que, por ciemplo, F radi . de un determinado pats fueron EL equivoce F ntes sociales ¢ de origen cristiana y formadgs ; eros asi tr6picas, rcarfa la génesis profesional s la propia Iglesia. En este C80 s¢ ea contintia siendo mayoritariamente lea ahi la explicaci6n de funcionalidag consideract separacin analitica entre fundamentacién de la Claro que esta s oa (vinculada a las necesidades estratégicas énesis del Servicio onopolista del capitalismo) y las caracteristicas, del Estado en i Pe de los pioneros, sdlo puede ser considerada procedencia y prac en realidad estos procesos se manifiestan histé- ee Pn simulténea y concomitante. Sin embargo, sy a os aa la confusion (muy comtin) entre fundamentacién ra ness y caracterfsticas de los primeros profesionales, Con esta perspectiva estamos en condiciones de comprender més adecuadamente el alcance y significacién de los anilisis que los autores hacen sobre la historia del Servicio Social. Asi, Ottoni Vieira, al investigar el origen profesional, entiende que esta tiltima se constituye en una fase mas evolucionada de las anteriores formas de ayuda, dado que el estudio que realiza se remite apenas a lo que aqui denominamos como las caracterfsticas de los primeros profesionales (procedencia social, género, instituciones de las cuales son reclutados, instituciones en las cuales se forman etc.), de forma tal que considera esas caracterfsticas (de los pre- Cursores) como siendo de la Profesién de Servicio Social. En este sentido, Para la autora el Servicio Social “profesionalizado” tendrfa una relacién de continuidad con las for ayuda; seria una evolucion de éstas, Contrariamente, Mart de la Profesién al analis Concibe al Estado intervey rmas no profesionales de inelli remite su estudio sobre el surgimiento S$ del desarrollo del capitalismo, el que ncionista como instrumento estratégico de tencién del Statu-quo, y donde surge !* S de los pi . ‘OS primeros Profesionales leva a la autor * Escaneauu cull cams pL SERVICIO SOCIAL EN SU GENESIS LA NATURALEZA ici i “atribuida”’ identi Social como meramente dentidad del Servicio com I ‘ ol la diferenciacion poco expresiva de I i mare, Fo amo enpleador (el Estado y las organizaciones Pe dominantes) en relacién a las instituciones formadoras e los profesionales (en muchos casos instituciones mis ligadas a Ia Iglesia) 0 de donde son reclutados inicialmente (agi encia 7 a entender la génesis i i fi rtinelli de caridad, filantropia etc.), Ileva a Mat h del Servicio Social como un instrumento de la burguesfa que se vale tanto del Estado cuanto de la Iglesia catélica®”. No obstante, Martinelli establece una clara distincién entre las tendencias inglesas y europeas (social service — como “ana practica servil, de donaci6n, de ayuda, de prestacién de servicio) de las norteamericanas (social work — que, diferentemente de la expresion inglesa labour, que refiere a la venta de la fuerza de trabajo, a la actividad de subsistencia, “remitia a un ‘trabajo’ que busca mds la realizaci6n personal, la recreaci6n intelectual, que la remuneracién propiamente dicha” (Martinelli, 1997: 133). Ya otros autores, como es el caso de Boris Lima, mismo haciendo un anilisis del Estado dentro de un contexto de desarrollo del capitalismo y de luchas de clases, no hacen mds que remitir ES i es icictaraeas es primeros asistentes sociales ieee co. Ala ora de entender la funcionalidad cae ‘ocial subordinan el andlisis social-global (que es Senden codeualizar la etapa histérica) al estudio de las le los “precursores” (y sus “protoformas”). Di forma, se vuelve a la idea del Servicio Social oe i a las “anteriores” formas de ayuda, enh Es C Cm cera Tamamoto y Netto que podemos observar Helin as el andlisis de la fundamentacién de la formar el Estado yy Apen a wales) on a tatoo ae mir us , ociales) en un instru clases Leas del sistema, tanto cuanto de la ee a rd rehvindkeari ; Permear el Estado con sus demandas aa ¥ las caracteristicas de los primeros profesionales 39. Un a i ndlisis diferenci Gialmente ta lisis diferenciaa: 7 or ae : eccién 2.4), Sle respecto se encuentra en Netto, 1997, (esp. . 1997, (espe- Escaneauu con Lams

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