You are on page 1of 36

DENUNCIAN

Waldo Wolff, DNI 20.470.321, con el patrocinio letrado de


Tomás Farini Duggan, ambos constituyendo domicilio en la calle Viamonte nº
867, Piso 2, Of.201, CABA, y virtual en 20-21668208-5, en representación del
Foro Argentino por la Democracia en la Región (FADER) integrada por
ciudadanos dedicados a la defensa de los derechos humanos, la política, la
cultura, el periodismo entre otros referentes sociales, a V.S. nos presentamos y
respetuosamente decimos:

I.- OBJETO.-

Venimos a presentar esta denuncia en los términos del


artículo 174 del Código Procesal Penal de la República Argentina, ante la
inminente visita al país de Nicolás Maduro Moros -como presidente de la
República Bolivariana de Venezuela-; de José Daniel Ortega Saavedra -
presidente de la República de Nicaragua- y de Miguel Mario Díaz-Canel
Bermúdez -como presidente de la República de Cuba-.
Los hechos relatados a continuación podrían constituir
graves delitos de lesa humanidad –así reconocidos por el derecho internacional
de los derechos humanos-, por los que deberán responder Nicolás Maduro
Moros, José Daniel Ortega Saavedra y Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, y
que deben ser juzgados en nuestro país, en función de las siguientes razones:

I. a) Jurisdicción universal conforme al derecho


internacional
La jurisdicción universal es un principio que cualquier
Estado puede instrumentar toda vez que tenga el interés de llevar ante la
justicia a los autores de ciertos crímenes de trascendencia internacional, como la
tortura, los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, con
independencia de dónde se cometió el delito y de la nacionalidad de los autores
y las víctimas1 .

En general, las autoridades nacionales solamente pueden


investigar un delito si existe un nexo entre su país y el delito 2. En los casos de
crímenes sujetos a la jurisdicción universal, y de conformidad con el derecho
interno, las autoridades nacionales pueden –y en algunos casos deben–
investigar y juzgar estos delitos, incluso cuando fueron cometidos en el
extranjero, por extranjeros y contra extranjeros. Estas investigaciones y procesos
penales son un aspecto cada vez más importante de las iniciativas
internacionales para que los responsables de estos crímenes atroces rindan
cuentas por sus acciones, las víctimas que no tienen adónde más acudir
obtengan justicia y pueda contribuirse a que ningún país se convierta en un
refugio seguro para los responsables de violaciones de derechos humanos.

Varios tratados internacionales exigen que los Estados


Parte “juzguen o extraditen” a los presuntos responsables que se encuentren en
sus territorios. Entre estos tratados se incluyen los Convenios de Ginebra de
1949 para los delitos cometidos en un conflicto armado internacional, la
Convención de 1984 contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes (la “Convención contra la Tortura”) y la Convención
Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas, de 2006.

1
Ver, por ejemplo, Comité Internacional de la Cruz Roja, “Alcance y aplicación del principio de jurisdicción universal”, 13 de
octubre de 2017, https://www.icrc.org/es/document/alcance-y-aplicacion-del-principio-dejurisdiccion-universal-declaracion-del-
cicr-ante-la (consultado el 24 de noviembre de 2018).

2
El nexo suele ser el territorial, es decir, que el delito, o un elemento significativo de este, se cometieron en el territorio del país
que desea ejercer la jurisdicción (principio de la jurisdicción territorial). Muchos Estados también ejercen la acción penal en razón
de la personalidad, lo que implica que el presunto autor es ciudadano de ese país (principio de la personalidad activa), o que lo sea la
víctima del delito (principio de la personalidad pasiva).
Por ejemplo, la Convención contra la Tortura, en virtud de
la cual el expresidente chileno Augusto Pinochet perdió su inmunidad en el
Reino Unido y se determinó que era pasible de extradición, establece que el
“Estado Parte en el territorio de cuya jurisdicción sea hallada la persona de la
cual se supone que ha cometido [torura], si no procede a su extradición,
someterá el caso a sus autoridades competentes a efectos de enjuiciamiento”.
Como lo manifestó lord Browne-Wilkinson, el juez principal en el proceso
contra Pinochet, “el objeto de la Convención fue introducir el principio aut
dedere aut punire, es decir, o se extradita o se castiga”3.

En el caso Bélgica c. Senegal, la Corte Internacional de


Justicia (CIJ) determinó que la Convención contra la Tortura “obliga al Estado a
realizar una investigación preliminar inmediatamente a partir del momento en
que el presunto responsable se encuentra en su territorio”4. La CIJ determinó
que, al no hacerlo, y no juzgar ni extraditar al expresidente de Chad, Hissène
Habré, Senegal estaba incumpliendo sus obligaciones conforme a la
convención.

También existe un consenso de que, conforme al derecho


internacional consuetudinario, los crímenes de guerra, incluidos aquellos
perpetrados en el contexto de conflictos armados no internacionales, como el
conflicto en Yemen, están sujetos a la jurisdicción universal5 .

I.b) Jurisdicción universal conforme al derecho argentino

3
R., ex parte Pinochet v Bartle and ors, Appeal, [1999] 24 de marzo de 1999, Reino Unido; Cámara de los Lores.
4
Questions relating to the Obligation to Prosecute or Extradite (Belgium v. Senegal) [Cuestiones relativas a la obligación de juzgar
o extraditar (Bélgica vs. Senegal)], Sentencia, I.C.J. Reports 2012, pág. 422., párr. 94.
5
Ver, por ejemplo, Comité Internacional de la Cruz Roja, Customary International Humanitarian Law, norma 157, https://ihl-
databases.icrc.org/customary-ihl/eng/docs/v1_rul_rule157 (consultado el 24 de noviembre de 2018).
La Constitución argentina de 1994 prevé la jurisdicción
universal respecto de los crímenes de guerra y otros crímenes internacionales.
El artículo 118 de la Constitución establece lo siguiente:

Todos los juicios criminales ordinarios, que no se deriven del derecho de


acusación concedido a la Cámara de Diputados se terminarán por jurados, luego
que se establezca en la República esta institución. La actuación de estos juicios se
hará en la misma provincia donde se hubiera cometido el delito; pero cuando éste
se cometa fuera de los límites de la Nación, contra el Derecho de Gentes, el
Congreso determinará por una ley especial el lugar en que haya de seguirse el
juicio6 .

La Ley 26.200 de Argentina, que implementa el Estatuto de


Roma de la Corte Penal Internacional, establece que los tribunales argentinos
podrán ejercer la jurisdicción respecto de ciudadanos extranjeros que cometan
delitos en el extranjero, siempre que así se establezca en los tratados y
convenciones internacionales de los que sea parte Argentina7. Argentina es
parte de los Convenios de Ginebra y los Protocolos I y II, que obligan a la
Argentina a juzgar o extraditar a autores de graves violaciones infracciones a
las convenciones que se encuentren en el territorio del país.

Conforme al artículo 4 de la Ley 26.200, cuando se localiza


a un presunto autor de un crimen de guerra en cualquier territorio alcanzado
por la jurisdicción de Argentina, deberá iniciarse una investigación en la justicia
nacional, a menos que la persona sea extraditada a otro país o entregada a la
Corte Penal Internacional. De esta manera, la ley incorpora al derecho interno el
principio aut dedere aut iudicare (extraditar o juzgar).

6
Constitución Nacional Argentina, art. 118 [énfasis agregado].
7
Ley 26.200, publicada el 9 de enero de 2007, http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=123921 (consultado
el 24 de noviembre de 2018).
Asimismo, el artículo 75 (22) de la Constitución establece
que la Convención contra la Tortura tiene jerarquía constitucional. Además, el
artículo 21 de la Ley 48 dispone que la justicia argentina deberá aplicar, entre
otras normas, “los principios del derecho de gentes”8.

Como se señaló anteriormente, existe consenso


generalizado sobre que el derecho internacional consuetudinario concede a los
Estados el derecho a aplicar la jurisdicción universal respecto de crímenes de
guerra. Existen antecedentes en los cuales los tribunales argentinos han tenido
en consideración el derecho internacional consuetudinario.

Por ejemplo, en el caso Arancibia Clavel, de 2004, la Corte


Suprema de Justicia de la Nación entendió que el derecho internacional
consuetudinario volvía imprescriptible los crímenes de lesa humanidad
cometidos en el país9.

Nuestros tribunales también han reconocido que pueden


ejercer la jurisdicción universal. Concretamente, y a modo de ejemplo, la Dra.
María Romilda Servini de Cubría ha estado investigando casos de torturas
perpetradas por ciudadanos españoles en España durante el franquismo. Así,
en septiembre de 2013, la jueza determinó que Argentina podía juzgar estos
delitos aplicando la jurisdicción universal, ante la ausencia de procesos en
España, y pidió la extradición de presuntos responsables a la Argentina10. Las
autoridades españolas rechazaron el pedido de extradición.

En marzo de 2015, cuatro expertos de la ONU manifestaron


su preocupación por el rechazo de las extradiciones, y destacaron que España

8
Ley 48, publicada el 14 de septiembre de 1863, https://www.argentina.gob.ar/normativa/ley-48- 116296/actualizacion (consultado
el 24 de noviembre de 2018), art. 21.
9
Ver Corte Suprema de Justicia de Argentina, Caso de Arancibia Clavel, 24 de agosto de 2004, Fallos 327:3312.
10
“Lesa humanidad: ordenan la detención de cuatro ciudadanos españoles en una causa por crímenes durante el franquismo”, CIJ,
18 de septiembre de 2013, https://www.cij.gov.ar/nota-12190-Lesa-humanidad--ordenan-ladetenci-n-de-cuatro-ciudadanos-espa-
oles-en-una-causa-por-cr-menes-durante-el-franquismo.html (consultado el 24 de noviembre de 2018).
debía extraditar a los presuntos autores para que fueran juzgados en Argentina,
o bien juzgarlos en España11.

II-. FADER (Foro Argentino por la Democracia en la


Región). Antecedentes.

El Foro Argentino por la Democracia en la Región (FADER)


nació en agosto del 2020, a raíz de la necesidad de un grupo de referentes de la
política, el periodismo, la academia y la actualidad de Argentina, asiduos
defensores de las libertades individuales y colectivas, de dar apoyo a los
ciudadanos venezolanos, cubanos y nicaragüenses, que huyen de las
autocracias en sus países, así como a todos aquellos ciudadanos
latinoamericanos que creen y trabajan por la democracia y los derechos
humanos.

Entre los miembros de dicho foro nos encontramos Waldo


Wolff, Elisa Trotta, Karina Banfi, Daniel Sabsay, Santiago Kovadloff, Graciela
Fernández Meijide, Ricardo López Murphy, Jorge Faurie, Alfredo Leuco,
Maximiliano Ferraro, Jorge Ferronato, Eduardo Feinman, Alfredo Cornejo,
Diego Guelar, Álvaro De Lamadrid, Paula Bertol, Brian Schapira, Héctor
Shamis, Sabrina Ajmechet, Marcelo Birmajer, entre otros.

Desde sus inicios, los miembros del Foro han sido


consecuentes con las denuncias de las violaciones a los derechos humanos en
todo país de la región donde sean cometidos, y todos tienen un compromiso
ineludible con la democracia y la libertad en toda la región.

11
“España debe extraditar o juzgar a responsables de abusos de derechos humanos, dicen expertos de la ONU”, Noticias ONU , 27
de marzo de 2015, https://news.un.org/es/story/2015/03/1326621 (consultado el 24 de noviembre de 2018).
La misión de FADER, tal como emana del acta constitutiva,
es la de promover actividades político-cívicas para apuntalar todo tipo de
actores y acciones tendientes a restablecer la democracia en Venezuela, Cuba y
Nicaragua, así como denunciar y repudiar todas las acciones que constituyan
violaciones al sistema de derecho y que vulneren los Derechos Humanos y la
vigencia de las libertades individuales y colectivas en los países de la región.

III.- LOS HECHOS.-

En adelante describiremos las violaciones del derecho


internacional por las cuales Nicolás Maduro Moro, José Daniel Ortega Saavedra
y Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez podrían ser penalmente responsables.
Reiteramos: estos hechos deben ser investigados en nuestro
país ante la ausencia de investigaciones sobre presuntas violaciones al derecho
internacional de los derechos humanos por parte de las autoridades
venezolanas, nicaraguenses y cubanas. Ello conforme la jurisdicción universal,
sustentada en el derecho internacional y en el propio derecho argentino.

III.A)Graves violaciones a los derechos humanos, que


podrían constituir delitos de lesa humanidad en Venezuela.

Según la Misión Internacional Independiente de


Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela:

El 27 de septiembre de 2019 el Consejo de Derechos


Humanos de las Naciones Unidas estableció una Misión internacional
independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana
de Venezuela mediante la resolución 42/25 por un período de un año. Su
mandato es evaluar presuntas violaciones de los derechos humanos cometidas
desde 2014. Este mandato de investigación fue prorrogado por el Consejo
mediante la resolución 45/20 y la resolución 51/29, hasta septiembre de 2024.

Primer informe:

La Misión investigó casos de violaciones de derechos


humanos desde 2014. Se relevaron casos de tortura, desapariciones forzadas y
ejecuciones extrajudiciales.

El informe concluyó que en Venezuela han ocurrido


violaciones graves de los derechos humanos, incluyendo crímenes de lesa
humanidad, cometidos por los grupos de seguridad. Según indica, altos
funcionarios se encontrarían involucrados. Estos actos fueron cometidos por
dos motivos: para mantener el poder del gobierno y para controlar el crimen
común. Hay evidencia de uso de estas tácticas para atacar a la población, lo que
se considera crimen de lesa humanidad.

Las ejecuciones extrajudiciales tuvieron como principales


víctimas hombres jóvenes, los cuales se determinó fueron asesinados luego de
estar bajo la custodia de las fuerzas de seguridad. Estos actos fueron cometidos
en su mayoría por las FAES, DCGIM y SEBIN, cuyos objetivos en su mayoría
eran activistas políticos y sociales de alto perfil público.

Se documentaron casos de abuso sexual y torturas


cometidas por el SEBIN, cuerpo que en múltiples oportunidades se negó a
liberar a los detenidos a pesar de tener órdenes para hacerlo, así como casos de
tortura que incluyeron amenazas de violación, acoso, asfixia y electrochoques.
Hay evidencia de que estos actos fueron realizados bajo la supervisión de sus
oficiales al mando, quienes también tienen responsabilidad.
Para realizar el informe se revisaron más de 400 ejecuciones
extrajudiciales y se seleccionaron 18 para demostrar lo que ocurre en
Venezuela.

Segundo informe:

En su segundo informe la Misión concluyó que el sistema


de justicia ha servido al régimen para perpetuar las graves violaciones de
derechos humanos en el país.
"La Misión tiene motivos razonables para creer que las
juezas, jueces y fiscales han desatendido su obligación de proteger a opositoras
y opositores al Gobierno, reales o presuntos, contra detenciones y arrestos
arbitrarios realizados sin orden judicial".

"La Misión tiene motivos razonables para creer que juezas,


jueces y fiscales han desempeñado un papel clave en las detenciones arbitrarias.
Han fundado órdenes de aprehensión y prisión preventiva y acusaciones en
hechos y pruebas que no implicaban actos delictivos".

"De las 183 detenciones de personas opositoras o percibidas


como tales ocurridas entre 2014 y 2021 documentadas por la Misión, 82
personas que fueron presuntamente sometidas a tortura siguieron siendo
imputadas de delitos por las autoridades fiscales y judiciales".

"En 113 de los 183 casos de detenciones examinados por la


Misión, las personas detenidas o sus representantes denunciaron la comisión de
tortura, violencia sexual y/u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes".

Tercer informe:
El más reciente informe de la Misión Independiente,
identifica los patrones de conducta en los métodos de tortura utilizados por
funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM),
tanto por hombres como mujeres, contra las personas detenidas.

El patrón es el siguiente:

Violencia física:
• Fuertes golpes con bates y objetos punzantes;
• Descargas eléctricas en partes sensibles del cuerpo;
• Asfixia con sustancias tóxicas y agua;
• Cortes y mutilaciones, incluso en la planta de los pies y debajo de las uñas;
• Esposas excesivamente apretadas;
• Posiciones de tensión conocidas como “el pulpo” y “crucifixiones”;
• Uso de un aparato llamado “señorita”, para levantar y deformar cuerpos y
bajarlos a tanques de agua.

Violencia sexual y de género:


• Violación con objetos;
• Amenazas de violación;
• Desnudez forzada, incluso durante actos de tortura;
• Golpes dirigidos a los genitales;
• Descargas eléctricas en los genitales;

Condiciones de detención:
• Privación de alimentos y agua;
• Comer del suelo;
• Iluminación constante u oscuridad constante;
• Calor o frío extremos;
• Falta de acceso a los aseos;
• Denegación de tratamiento médico;
• Alimentación forzada de heces y vómitos.
Violencia psicológica y otros
• Amenazas de muerte y de violación hacia la víctima y a sus familiares;
• Simulación o tortura real de otras personas detenidas;
• Períodos prolongados de aislamiento y confinamiento solitario;
• Administración de drogas supuestamente para obtener confesiones;
• Amenazas con animales vivos, incluso con perros.

También detalla el informe que, en algunos casos ,“estos


actos provocaron lesiones físicas graves y/o permanentes en las víctimas. Los
casos identificados por la Misión incluían la pérdida de funciones sensoriales o
motoras, lesiones reproductivas (tales como daños permanentes en los
testículos), un embarazo perdido, sangre en la orina y costillas rotas, entre
otros. Estos actos también provocaron traumas psicológicos graves y depresión.
Las personas detenidas declararon sufrir estrés postraumático y tener pesadillas
recurrentes. Al menos tres personas intentaron suicidarse durante su
detención”.

“En varios de los casos investigados, las víctimas no fueron


llevadas a un/a profesional médico/a antes de su comparecencia inicial ante el
tribunal. En muchos casos, los profesionales médicos del Servicio Nacional de
Medicina y Ciencias Forenses (SENAMECF) evaluaron a las personas detenidas
y certificaron que estaban en buen estado físico, a pesar de que tenían lesiones
visibles. También se obligó a algunas víctimas a firmar documentos en los que
se declaraba que estaban en buen estado físico. En algunos casos, las
evaluaciones forenses se hicieron días o meses después de que se llevara a cabo
la tortura y cuando las heridas ya se habían curado. Esto incluye a un detenido
que no recibió atención médica hasta varios meses después de haber sido
torturado”, agrega el informe.
Señalan que “los testigos también informaron del uso de
duras medidas disciplinarias tras la reclusión. En algunos casos examinados, las
personas también fueron sometidas a castigos severos mientras esperaban el
juicio, incluidas represalias en caso de que se quejaran. Las personas detenidas
también sufrían este tipo de maltrato si otras personas eran sorprendidas
infringiendo las normas”.

- Informe Mundial 2023 sobre Venezuela de Human Rights Watch del 13


de enero 2023
https://www.hrw.org/es/world-report/2023/country-
chapters/383809

Persecución, detención y tortura de opositores políticos:


Destaca el número de presos políticos para octubre según
la ONG Foro Penal (245), número que ha incrementado. En 2022 la Oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH) dejó de tener acceso a los centros de detención donde hay presos
políticos.

El informe destaca las “presuntas” ejecuciones


extrajudiciales de los cuerpos de seguridad de la tiranía. Vuelve a mencionar la
increíble cifra de 19.000 asesinatos a manos de las FAES entre 2016-2019. "Las
pruebas indican que muchos fueron ejecuciones extrajudiciales".

• Grupos armados:
Sobre los grupos armados en el país, el informe destaca que
en Venezuela operan las FARC, las FPLN y el ELN. Con estos últimos, agentes
de las fuerzas de seguridad venezolanas han llevado a cabo operativos
conjuntos.

• Independencia judicial e impunidad de los abusos:


Sobre la independencia judicial el informe es claro: "El
proceso de selección de magistrados (en 2022) no fue independiente". Recuerda
lo mencionado por la Misión Independiente de la ONU: "las autoridades
judiciales han tenido complicidad en abusos al emitir órdenes de detención
para arrestos ilegales a posteriori, ordenar la prisión preventiva de forma
rutinaria, confirmar detenciones sobre la base de pruebas dudosas y no
proteger a las víctimas de torturas, entre otras cosas".

• Derechos indígenas y minería:


Sobre los derechos indígenas también empeoró todo
durante el 2022. Amputaciones, agresiones armadas, asesinatos, trabajo forzado
y la explotación sexual, eso es el "Arco Minero", además de un ecocidio.

"Varios líderes indígenas han sido amenazados o atacados


por actores estatales y no estatales. En junio, el líder indígena Virgilio Trujillo,
que se oponía a la minería ilegal en la comunidad Uwottuja y había recibido
amenazas de muerte, murió tras una agresión armada".

• Orientación sexual e identidad de género - Derechos de la


mujer:
Sobre los derechos de identidad y derechos de las mujeres,
obviamente no ha habido ningún avance. Han hecho que Venezuela retroceda
100 años. En todo, incluyendo derechos.

No existen en Venezuela leyes civiles integrales que


protejan de la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de
género. El Código de Justicia Militar castiga con hasta tres años de cárcel y
despido las conductas consensuadas entre personas del mismo sexo por parte
de personal militar.
En septiembre, la Misión de la ONU documentó que
mujeres y niñas han sufrido violencia sexual por parte de agentes de la FANB
que trabajan en retenes y de grupos armados que controlan áreas mineras.

• Emergencia humanitaria:
Sobre la Emergencia Humanitaria, el informe destaca que
según la ONU hay 5,2 millones de personas que precisan asistencia en áreas
como salud, seguridad alimentaria y agua, saneamiento e higiene.

"El acceso al agua potable y al saneamiento se redujo de


2021 a 2022, según informó HumVenezuela, y expuso a cerca de 4,4 millones de
personas a una necesidad acuciante de agua potable y a 1,3 millones a una
necesidad urgente de servicios sanitarios básicos".

• Libertad de expresión y defensores de derechos


humanos:
Las autoridades han estigmatizado, hostigado y reprimido
a medios de comunicación, clausurando medios disidentes. La autocensura es
generalizada debido al temor a represalias.

Las autoridades invocan la Ley contra el Odio, una norma


imprecisa adoptada en 2017, conforme a la cual se prevén penas de hasta 20
años de prisión para quienes publiquen “mensajes de intolerancia y odio”, con
el propósito de restringir las expresiones contra el gobierno.

Las autoridades venezolanas hostigan y persiguen a


defensores de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil que
responden a la emergencia humanitaria y de derechos humanos.

• La crisis de refugiados:
Todo esto ha llevado a que nuestra crisis de migrantes y
refugiados sea la segunda más grande en el mundo, apenas (y por poco) por
detrás de Ucrania, cuyas razones conocemos todos.

Apróximadamente 7,1 millones de venezolanos han huido


desde 2014, según indica la Plataforma R4V.

Las nuevas restricciones de visados han impedido que los


venezolanos tomaran vuelos a México y países de América Central,
aumentando de forma significativa el número de personas que atraviesan el
peligroso camino selvático del Tapón del Darién, en la frontera entre Colombia
y Panamá. Más de 107.000 venezolanos cruzaron el tapón entre enero y
septiembre, en comparación con cerca de 1.500 durante 2021. Estos se enfrentan
a abusos aberrantes, incluyendo violencia sexual.

-. Otras publicaciones de Human Right Watch:

a. Venezuela: El gobierno de Maduro busca retrasar la investigación de la


CPI. 22 de abril de 2022.
https://www.hrw.org/es/news/2022/04/22/venezuela-el-gobierno-
de-maduro-busca-retrasar-la-investigacion-de-la-cpi
b. La Corte Penal Internacional abre investigación sobre Venezuela. 3 de
noviembre de 2021.
https://www.hrw.org/es/news/2021/11/03/la-corte-penal-
internacional-abre-investigacion-sobre-venezuela
c. Venezuela: Atrocidades por fuerzas de seguridad en la frontera con
Colombia. 26 de abril de 2021.
https://www.hrw.org/es/news/2021/04/26/venezuela-atrocidades-
por-fuerzas-de-seguridad-en-la-frontera-con-colombia
d. Venezuela: Ejecuciones extrajudiciales en zonas de bajos recursos. 18 de
septiembre de 2019.
https://www.hrw.org/es/news/2019/09/18/venezuela-ejecuciones-
extrajudiciales-en-zonas-de-bajos-recursos
e. Venezuela: Violenta respuesta a las manifestaciones. 3 de mayo de 2019.
https://www.hrw.org/es/news/2019/05/03/venezuela-violenta-
respuesta-las-manifestaciones
f. Venezuela: Arrestos y asesinatos en protestas contra el gobierno. 25 de
enero de 2019.
https://www.hrw.org/es/news/2019/01/25/venezuela-arrestos-y-
asesinatos-en-protestas-contra-el-gobierno
g. Venezuela: Tortura de acusados de conspiración. 9 de enero de 2019.
https://www.hrw.org/es/news/2019/01/09/venezuela-tortura-de-
acusados-de-conspiracion
h. Venezuela: Abusos sistemáticos contra opositores. 29 de noviembre de
2017.
https://www.hrw.org/es/news/2017/11/29/venezuela-abusos-
sistematicos-contra-opositores
i. Arremetida contra opositores. Brutalidad, tortura y persecución política
en Venezuela.
https://www.hrw.org/es/report/2017/11/30/arremetida-contra-
opositores/brutalidad-tortura-y-persecucion-politica-en

En abril de 2017, decenas de miles de personas salieron a


las calles en Venezuela en repudio al intento del Tribunal Supremo de Justicia,
controlado por el gobierno, de usurpar los poderes de la Asamblea Nacional.
Las manifestaciones se multiplicaron rápidamente por todo el país y siguieron
durante meses, alimentadas por el descontento generalizado con las prácticas
autoritarias del Presidente Nicolás Maduro y la crisis humanitaria que ha
devastado al país durante su mandato.

El gobierno respondió con actos generalizados de violencia


y brutalidad contra manifestantes críticos del gobierno y personas detenidas, y
ha negado a los detenidos sus derechos al debido proceso. Aunque no fue la
primera arremetida contra opositores durante la presidencia de Maduro, la
magnitud y la gravedad de la represión en 2017 alcanzó niveles inéditos en la
historia reciente de Venezuela.

Miembros de las fuerzas de seguridad y pandillas armadas


partidarias del gobierno (llamadas “colectivos” en Venezuela) atacaron a
manifestantes en las calles, empleando fuerza extrema y en ocasiones letal,
provocando decenas de muertes y cientos de heridos. Las autoridades
detuvieron a miles de manifestantes y transeúntes, muchos de los cuales fueron
luego procesados por tribunales militares.

Un conjunto, preparado por Human Rights Watch y el Foro


Penal sobre la base de un trabajo de investigación en el país, documenta 88
casos que afectan al menos a 314 personas que fueron víctimas de graves
violaciones de derechos humanos entre abril y septiembre de 2017. Estos abusos
fueron cometidos por miembros de distintas fuerzas de seguridad y por
“colectivos”, en Caracas y en 13 estados: Anzoátegui, Aragua, Carabobo,
Barinas, Bolívar, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Sucre, Táchira, Vargas y
Zulia.

Lo mismo ocurrió en 2019, cuando las autoridades


venezolanas respondieron a manifestaciones masivas en apoyo a Juan Guaidó
con violencia y detenciones generalizadas, incluyendo violencia dirigida contra
periodistas que cubrían las protestas, según medios de comunicación y
organizaciones venezolanas.

III.B)Graves violaciones a los humanos en Nicaragua


- Resolución aprobada por el Consejo de Derechos Humanos (31 de marzo
de 2022) sobre Nicaragua.
https://documents-dds-
ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G22/303/69/PDF/G2230369.pdf?Open
Element

Con la adopción de la resolución 49/3 del 31 de marzo de


2022, el Consejo de Derechos Humanos otorgó al Grupo de Expertos en
Derechos Humanos sobre Nicaragua el siguiente mandato:

a)Emprender investigaciones exhaustivas e independientes


de todos los presuntos abusos y violaciones de los derechos humanos
cometidos en Nicaragua desde abril de 2018, en particular las posibles
dimensiones de género de esos abusos y violaciones, y sus causas estructurales
profundas;

b) Establecer los hechos y las circunstancias relativos a los


presuntos abusos y violaciones, reunir, consolidar, preservar y analizar
información y pruebas y, de ser posible, identificar a los responsables, y hacer
que esa información sea accesible y pueda utilizarse en apoyo de las iniciativas
actuales y futuras de rendición de cuentas;

c) Formular recomendaciones con vistas a mejorar la


situación de los derechos humanos, prestar asesoramiento sobre el acceso a la
justicia y la rendición de cuentas, según proceda, y asegurar un enfoque
centrado en las víctimas, incluso abordando los efectos de las formas múltiples
e interseccionales de discriminación;

d) Colaborar con todas las partes interesadas pertinentes,


incluidos el Gobierno de Nicaragua, la Oficina del Alto Comisionado, las
organizaciones internacionales de derechos humanos, los organismos
pertinentes de las Naciones Unidas y la sociedad civil, con objeto de
intercambiar información, según proceda, y prestar apoyo a las iniciativas
nacionales, regionales e internacionales para promover la rendición de cuentas
por los abusos y violaciones de los derechos humanos en Nicaragua.

- Capítulo sobre Nicaragua del último INFORME ANUAL 2021 de la


CIDH.
https://www.oas.org/es/cidh/docs/anual/2021/capitulos/IA2021cap
4B.Nicaragua-es.pdf

La respuesta estatal violenta a las protestas sociales


iniciadas el 18 de abril de 2018, desencadenó una grave crisis política, social y
derechos humanos en Nicaragua. Esta crisis, continúa profundizándose debido,
entre otros factores, a la instalación de facto de un estado de excepción en el
país, así como al prolongado debilitamiento de las instituciones democráticas
por la concentración del poder en el Ejecutivo, la falta de independencia del
Poder Judicial y del Ministerio Público, y la percepción del funcionamiento de
la Asamblea Nacional en plena alineación con el Ejecutivo. Al mismo tiempo, la
población nicaragüense continúa afectada por la instalación de un estado
policial que posibilita la permanente coordinación entre la Policía Nacional y
grupos simpatizantes del Gobierno para agredir, vigilar, amenazar y hostigar a
cualquier persona identificada como opositora al Gobierno actual.

Como consecuencia de estos factores, a más de tres años


del inicio de las protestas sociales del 18 de abril de 2018, la CIDH observa que
persiste un contexto de impunidad generalizada respecto de las graves
violaciones a derechos humanos cometidas en el marco de la represión estatal,
las cuales resultaron en la muerte de 355 personas; más de 2,000 personas
heridas; más de 1,614 personas detenidas; cientos de despidos arbitrarios de
profesionales de la salud y; más de 150 expulsiones injustificadas de estudiantes
universitarios. Asimismo, según datos registrados por ACNUR, más de 110,000
personas se habrían visto forzadas a huir de Nicaragua y a buscar asilo a causa
de la persecución y las violaciones de derechos humanos.

Ante la continuación de la grave crisis de derechos


humanos y el profundo deterioro de la institucionalidad democrática en el país,
las elecciones generales realizadas el 7 de noviembre de 2021 representaban
para la sociedad nicaragüense la posibilidad de iniciar un periodo transicional
para lograr el restablecimiento del Estado de Derecho y la democracia, así como
la garantía del derecho a la memoria, a la verdad y el acceso a la justicia de las
víctimas de la violencia estatal.

Sin embargo, desde el inicio de 2021, la CIDH constató la


intensificación de una nueva etapa de represión, caracterizada por de un
conjunto de acciones estatales que tuvieron por efecto poner fin a la
participación de la oposición aún antes de realizarse las elecciones generales. En
particular, a través del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua
(MESENI), la CIDH recibió información preocupante sobre la cancelación de la
personería jurídica de los partidos de oposición; la detención y criminalización
de líderes y lideresas, incluyendo personas pre candidatas presidenciales
mediante la aprobación y utilización de leyes penales con contenido ambiguo y
que restringieron arbitrariamente los derechos políticos de la población
nicaragüense, reformas a la ley electoral contrarias al derecho internacional de
los derechos humanos.

- Informe Mundial de Human Rights Watch 2023, capítulo Nicaragua.


https://www.hrw.org/es/world-report/2023/country-chapters/383713

El gobierno del presidente Daniel Ortega y de su esposa, la


vicepresidenta Rosario Murillo, ha profundizado la represión sistemática contra
críticos, periodistas y defensores de derechos humanos. Decenas de personas
detenidas arbitrariamente continúan tras las rejas.
Desde que asumió en 2007, el gobierno ha desmantelado
todos los controles institucionales al poder presidencial. En medio de una
escalada represiva contra críticos y opositores políticos, el presidente Ortega fue
electo a un cuarto mandato consecutivo en 2021.

En 2022, el gobierno clausuró más de 2.000 organizaciones


no gubernamentales e intensificó la violencia contra miembros de la Iglesia
Católica.

Siguen impunes los abusos cometidos durante la brutal


represión de 2018 por agentes de la Policía Nacional y grupos armados
partidarios del gobierno, que dejó un saldo de más de 300 muertos.
Otros problemas que persisten en Nicaragua son la
prohibición total del aborto y severas restricciones a la libertad de expresión y
de asociación.

-. Otras publicaciones de HRW:

a. Nicaragua: brutal represión deja cientos de muertos.


https://www.hrw.org/es/video-photos/video/2018/08/02/nicaragua-
brutal-represion-deja-cientos-de-muertos
b. Nicaragua: Despiden a médicos por criticar el manejo de la Covid-19.
https://www.hrw.org/es/news/2020/06/23/nicaragua-despiden-
medicos-por-criticar-el-manejo-de-la-covid-19
c. Nicaragua: Represión de críticos de cara a las elecciones.
https://www.hrw.org/es/news/2021/06/22/nicaragua-represion-de-
criticos-de-cara-las-elecciones
d. Informe de Naciones Unidas alerta sobre la represión brutal en
Nicaragua.
https://www.hrw.org/es/news/2022/03/07/informe-de-naciones-
unidas-alerta-sobre-la-represion-brutal-en-nicaragua
e. Los críticos del gobierno que languidecen en las cárceles de Nicaragua.
https://www.hrw.org/es/news/2022/03/10/los-criticos-del-gobierno-
que-languidecen-en-las-carceles-de-nicaragua
f. Nicaragua: Embestida contra la sociedad civil
https://www.hrw.org/es/news/2022/07/19/nicaragua-embestida-
contra-la-sociedad-civil

La ex Alta Comisionada para los derechos humanos de


Naciones Unidas, Michelle Bachelet, identificó un “patrón de graves violaciones
de derechos civiles y políticos” que suprimió las voces disidentes en el marco
del proceso electoral de noviembre de 2021 y que “creó un ambiente poco
propicio para que se lleven a cabo elecciones genuinas, imparciales y creíbles”.
Estos graves abusos incluyeron la detención arbitraria de 39 críticos del
gobierno antes de las elecciones, dentro de los cuales se encontraban siete
candidatos presidenciales que actualmente permanecen privados de la libertad.

La mayoría de esas personas han sido procesadas por


“conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional”. Sus derechos
y garantías más básicas de debido proceso han sido violadas. A muchos se los
mantuvo absolutamente incomunicados y, a algunos, en régimen de
aislamiento durante un período prolongado de más de 15 días, lo cual
constituye tortura.

Según la Alta Comisionada, incluso cuando se permitían


visitas familiares, estas eran muy restringidas. Además, los detenidos no
recibían suficiente comida ni tenían dietas adecuadas, lo que se reflejó en
visibles pérdidas de peso. No se les permitía recibir alimentos de sus familiares,
y los guardias penitenciarios mantenían las luces de sus celdas encendidas
durante toda la noche. A algunos detenidos con enfermedades crónicas se les
negó la atención especializada que necesitaban.
-Alto Comisionado de las UN para los Derechos Humanos
Volker Türk sobre Nicaragua: El clima de opresión sólo se ha
intensificado

El clima de opresión se ha intensificado en Nicaragua, con


la existencia de un “esfuerzo sistemático para sofocar a opositores y
disidentes”, afirmó el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, Volker Türk, en la sesión especial del Consejo de Derechos
Humanos de la ONU sobre Nicaragua, el pasado 15 de diciembre. Asimismo,
países miembros del Consejo y organizaciones de la sociedad civil llamaron a
no cesar el escrutinio internacional.

El Alto Comisionado también destacó otras situaciones que


le preocupan, entre estas: las más de 3000 ONG nacionales e internacionales que
han sido canceladas desde el año 2018, dejando a innumerables personas sin
acceso a sus servicios o asistencia; la clausura de 26 medios nacionales y tres
medios internacionales; la decisión del Gobierno de Nicaragua de negarle el
ingreso 12 ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses; los actos de intimidación,
acoso y arrestos a personas defensoras de derechos humanos, periodistas y
miembros del clero; y la falta de cooperación del Estado con varios órganos de
tratados de derechos humanos de las Naciones Unidas en el contexto del
examen de sus informes periódicos.

Por otro lado, Türk se refirió a las elecciones celebradas el


pasado 6 de noviembre como un “ejercicio autocrático”, en el cual se dieron
actos de intimidación y negación de acceso a los centros de votación a las
personas consideradas disidentes. “Policías antidisturbios habrían reprimido a
simpatizantes del partido político indígena YATAMA, que aseguraban haber
ganado en el municipio de Waspam, en la Costa Caribe Norte” y al menos 19
personas, en su mayoría jóvenes indígenas, fueron arrestadas y “detenidas
durante varios días”, agregó el Alto Comisionado.
III.C) Graves violaciones al derecho internacional de los
derechos humanos en Cuba

-Capítulo sobre Cuba del último INFORME ANUAL 2021


de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
https://www.oas.org/es/cidh/docs/anual/2021/capitulos/IA2021cap
4B.Cuba-es.pdf

La CIDH tomó conocimiento de las persistentes


restricciones a los derechos políticos, de reunión y asociación, y a la libertad de
expresión y de difusión del pensamiento. Además, dio seguimiento a las
vulneraciones masivas a la libertad, seguridad e integridad personal; a la
protección contra la detención arbitraria; a la inviolabilidad del domicilio y de
circulación de la correspondencia. De igual forma, las afectaciones a las
garantías judiciales mínimas y a la protección judicial continúan limitando de
manera sistemática los derechos humanos de los habitantes de Cuba.

Este contexto ha afectado principalmente a las personas


defensoras de derechos humanos, líderes sociales y políticos, activistas y
periodistas independientes, así como a personas afrodescendientes, mujeres,
personas LGTBI, entre otros grupos en situación de vulnerabilidad. En este
sentido, la CIDH expresa su fuerte preocupación ante los niveles de acoso y
hostigamiento que enfrentan las personas defensoras de derechos humanos,
activistas y opositores en Cuba, quienes han reportado ser víctimas de
detenciones arbitrarias, procesos de criminalización y persecución judicial.

La Comisión ha monitoreado con especial atención las


repercusiones de las protestas del 11 de julio en Cuba, las cuales han generado
una situación de agudización de la represión a la disidencia en el país y graves
afectaciones a los derechos humanos. Desde el inicio de las protestas en
referencia, la Comisión ha recibido numerosas denuncias de organizaciones de
la sociedad civil, en cuales se reporta la existencia de un patrón sistemático de
criminalización y persecución a manifestantes pacíficos, activistas y opositores
políticos, a través de hostigamientos, detenciones arbitrarias y procesos penales
que no observan las mínimas garantías del debido proceso legal.

Durante 2021, la CIDH observó con extrema preocupación


la persistencia de las vulneraciones al derecho a la libertad, a la seguridad e
integridad de la persona, a la protección contra la detención arbitraria, a la
inviolabilidad del domicilio, a las garantías judiciales mínimas, y a la protección
judicial de las que son objeto, al desempeñar sus labores, las personas
defensoras de derechos humanos, líderes sociales y políticos, activistas, y
periodistas independientes. En particular, la CIDH destaca que, en el 2021, la
represión a la disidencia ha sido agudizada en el contexto del estallido social
iniciado el 11 de julio en Cuba.

Tal como la CIDH ha advertido en anteriores


oportunidades, existe en Cuba una sistemática represión por parte de agentes
estatales y grupos afines al oficialismo, que buscarían impedir las protestas o
reunión es pacíficas organizadas por defensores de derechos humanos,
activistas y opositores del gobierno para reclamar por violaciones a los derechos
humanos y/o asuntos políticos o sociales. En este sentido, la Comisión entiende
que la discrepancia ideológica sigue siendo el principal motivo para reprimir y
judicializar expresiones artísticas e ideológicas de diversa naturaleza que tienen
como fin la protesta.

- La ONU Dictamina Crímenes De Lesa Humanidad Perpetrados Por


Cuba Contra José Daniel Ferrer: “Una Práctica Sistemática En Cuba”.
https://www.prisonersdefenders.org/2020/11/09/la-onu-dictamina-
crimenes-de-lesa-humanidad-perpetrados-por-cuba-contra-jose-daniel-
ferrer-una-practica-sistematica-en-cuba/

El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de


Naciones Unidas, formado por funcionarios, expertos y técnicos de numerosos
países, tras meses de litigio entre Prisoners Defenders y el Gobierno de Cuba,
ha sido demoledor en su dictamen sobre el caso José Daniel Ferrer de su 88º
período de sesiones. No sólo la privación de libertad de Ferrer fue arbitraria,
sino que se llevó a cabo sólo por el ejercicio de derechos que son fundamentales
(cita la libertad de opinión y expresión, su derecho a la libertad de reunión, y
participación política, entre otros), certifica que es imposible invocar
fundamento jurídico alguno para la detención, afirma que se ha inobservado el
derecho a un juicio imparcial y sentencia todo ha sido como resultado de una
discriminación de pensamiento y opinión.

Además de esto, el organismo de la ONU va mucho más


allá, y describe lo que en el Estatuto de Roma conforma la definición de
crímenes de lesa humanidad de “encarcelación” arbitraria, “tortura”,
“desaparición forzada”, “persecución” y “otros actos inhumanos” (arts. 7.e, 7.f,
7.h, 7.i y 7.k del Estatuto de Roma).

- Informe sobre Cuba de Amnistía Internacional


https://www.amnesty.org/es/location/americas/central-america-and-
the-caribbean/cuba/

Miles de personas tomaron las calles el 11 de julio para


protestar pacíficamente contra la situación económica, la escasez de
medicamentos, la respuesta del gobierno a la COVID-19 y las duras
restricciones a los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica, en
una de las mayores manifestaciones en décadas.
En respuesta a las protestas, las autoridades cubanas
detuvieron a muchos cientos de manifestantes, de los cuales casi 700
continuaban en prisión al concluir el año, según la ONG Cubalex. Las
autoridades también sometieron a activistas y periodistas a arresto domiciliario
y detención arbitraria, violaron el derecho al debido proceso y, en algunos
casos, infligieron malos tratos a los detenidos, al tiempo que interrumpían el
servicio de Internet.

La mayoría de las personas detenidas estaban acusadas de


delitos históricamente utilizados para acallar la disidencia y a menudo
incompatibles con el derecho y las normas internacionales de derechos
humanos, como, por ejemplo: “desórdenes públicos”, “resistencia”, “desacato”,
“instigación a delinquir”, y “daños”.

Tras las protestas, muchas de las personas excarceladas


quedaron formalmente bajo arresto domiciliario en espera de juicio. Las
autoridades cubanas también sometieron a activistas y periodistas a vigilancia
física apostando permanentemente a agentes de seguridad frente a sus
domicilios y amenazándolos con detenerlos si salían, lo que constituía
detención arbitraria.

Las personas detenidas que luego fueron liberadas y


familiares de quienes continuaban en detención informaron ampliamente de
una diversidad de violaciones del debido proceso y de detenciones en régimen
de incomunicación. Aunque la Fiscalía General de la República negó que se
hubiera privado de asistencia legal a las personas detenidas o se les hubiera
aplicado el régimen de incomunicación, los testimonios señalaban lo contrario.

Las detenciones masivas también dieron lugar a informes


generalizados de malos tratos, infligidos también a mujeres. Las autoridades
sometieron a mujeres periodistas y activistas a arresto domiciliario, vigilancia y
hostigamiento. Negaron que se hubieran cometido violaciones de derechos
humanos como consecuencia de la represión y, utilizando su monopolio de los
medios de comunicación, emitieron una selección de imágenes de los incidentes
de violencia ocurridos durante las protestas para hacer ver que éstas habían
sido violentas en general.

El presidente del Tribunal Supremo insistió en que el


sistema de justicia y los jueces actuaban con independencia y señaló que los
medios de comunicación estaban publicando información falsa distribuida por
“enemigos de la institucionalidad y de la revolución cubana”. Por otra parte,
durante el periodo de protestas, las autoridades interrumpieron el servicio de
Internet y bloquearon frecuentemente las aplicaciones de mensajería
instantánea tales como WhatsApp, Telegram y Signal.

En noviembre, el gobierno rechazó las solicitudes de la


sociedad civil para organizar la llamada “Marcha cívica por el cambio”,
demostrando así de nuevo su actitud de intolerancia ante las protestas.

Defensores y defensoras de los derechos humanos

Durante el año, el gobierno encarceló a numerosas


personas del mundo del arte, el periodismo y el activismo político.

En abril, las autoridades detuvieron en La Habana Vieja a


los presos de conciencia Esteban Rodríguez —periodista independiente que
trabajaba para ADN Cuba— y Thais Mailén Franco Benítez —activista de los
derechos humanos— , junto a otras 12 personas, por manifestarse pacíficamente
en apoyo del artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara, quien en ese
momento estaba en huelga de hambre como protesta por la permanente
vigilancia policial frente a su casa.4 Thais Mailén Franco Benítez salió
posteriormente de prisión para cumplir su condena bajo arresto domiciliario,
pero Esteban Rodríguez seguía encarcelado al concluir el año.

En mayo, las autoridades detuvieron también al preso de


conciencia Maykel Castillo Pérez, uno de los autores de la canción crítica con el
gobierno cubano “Patria y vida”, que se había adoptado como himno de las
protestas, y por la que él y otros artistas ganaron el premio a canción del año en
la edición de los Grammys Latinos celebrada en noviembre.5 El músico fue
acusado de “atentado”, “resistencia”, “evasión de presos o detenidos” y
“desórdenes públicos”. En junio, las autoridades encarcelaron a Hamlet
Lavastida, artista gráfico y expreso de conciencia, supuestamente por proponer
en una conversación de mensajería privada una representación artística que
nunca llegó a materializarse. Posteriormente, el artista fue liberado con la
condición de que se marchara de Cuba.

El 11 de julio, el día que se produjeron protestas en todo el


país, las autoridades detuvieron al preso de conciencia Luis Manuel Otero
Alcántara —miembro del Movimiento San Isidro, que se había movilizado
inicialmente contra una ley que censuraría a los artistas—, justo después de que
anunciara en las redes sociales que pretendía sumarse a las protestas.
Posteriormente el artista contrajo COVID-19 en prisión y se declaró en huelga
de hambre como protesta por su prolongado encarcelamiento. Al terminar el
año continuaba en prisión.

Agentes de seguridad del Estado detuvieron a José Daniel


Ferrer García, activista y líder del grupo de oposición política no oficial Unión
Patriótica de Cuba, cuando intentaba asistir con su hijo a las manifestaciones en
Santiago de Cuba. Las autoridades ocultaron después su paradero, lo que
podría constituir desaparición forzada. A pesar de la permanente política de
represión de las autoridades, los artistas y activistas siguieron colaborando e
innovando en solidaridad a lo largo del año. El artista Erik Ravelo lanzó “La
llama eterna”, un memorial conceptual digital en apoyo a la libertad de
expresión en Cuba.

Derechos económicos, sociales y culturales

La situación económica continuó deteriorándose y, según


información publicada por los medios de comunicación, hubo escasez de
alimentos, medicamentos básicos y otros artículos esenciales. En mayo, la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó su preocupación por
“la persistente y aguda escasez de alimentos en Cuba”, especialmente en el
contexto de la pandemia de COVID-19. Hubo cortes de electricidad durante
todo el año.

En varios momentos se tuvo noticia de que los hospitales


estaban desbordados por los casos de COVID-19, pero a mediados de año las
autoridades ampliaron su programa de vacunación.

El gobierno seguía culpando de la situación de escasez


exclusivamente al embargo económico que, si bien violaba los derechos
económicos, sociales y culturales en Cuba, no anulaba la obligación del país de
garantizar esos derechos hasta el máximo de sus recursos disponibles.

- Informe Mundial de Human Rights Watch 2023, capítulo Cuba.


https://www.hrw.org/es/world-report/2023/country-chapters/383695

El gobierno continúa reprimiendo y castigando


prácticamente cualquier forma de disenso y crítica pública, y los cubanos
siguen padeciendo una crisis económica severa que impacta en sus derechos
básicos.
Las autoridades respondieron con represión y censura
brutales y sistemáticas cuando miles de cubanos salieron a las calles en julio de
2021 en protesta por las violaciones de derechos humanos que ocurren en la isla
hace décadas, la escasez de comida y medicamentos, y la respuesta del gobierno
ante la pandemia de Covid-19. Los juicios de cientos de esos manifestantes en
2022 a menudo violaron las garantías básicas de debido proceso y dieron lugar
a penas de prisión desproporcionadas.

Las manifestaciones continuaron en todo el país durante


2022, como consecuencia de los apagones, la escasez de comida y
medicamentos y el deterioro de las condiciones de vida.

La represión que lleva a cabo el gobierno, así como su


evidente falta de predisposición para abordar las causas subyacentes que
llevaron a la gente a las calles, forzaron a miles de cubanos a abandonar el país
en números sin precedentes.

Los funcionarios de seguridad casi nunca presentan


órdenes judiciales para justificar la detención de críticos. Los agentes han
impedido que las personas asistan a las protestas arrestando a críticos y
periodistas que se dirigían allí o impidiéndoles salir de sus viviendas.

El 11 de julio de 2021, miles de personas salieron a las calles


durante las manifestaciones más multitudinarias contra el gobierno que se
registraron en todo el país desde la revolución cubana. Uno de los
manifestantes —el cantante Diubis Laurencio Tejeda, de 36 años— habría
muerto como resultado del accionar de la policía.

Organizaciones cubanas de defensa de derechos humanos


contabilizaron más de 1.500 personas detenidas, la mayoría de ellas
manifestantes pacíficos o transeúntes; hasta octubre de 2022, permanecían
encarcelados más de 660 detenidos. Muchos estuvieron incomunicados en la
detención. Algunos fueron sometidos a maltratos y, en ciertos casos, torturas.

El gobierno reconoció la condena de más de 380 personas


detenidas en el contexto de las protestas, incluidos varios niños y niñas, por una
variedad de delitos contra el orden público. Muchos fueron procesados en
juicios sumarios por cargos vagos e imprecisos, como “desorden público” o
“desacato”. A otros se les imputó el delito de “sedición” en juicios ordinarios —
en relación con hechos de violencia, como arrojar piedras— y recibieron penas
desproporcionadas de hasta 25 años de prisión. Algunos juicios fueron llevados
a cabo en tribunales militares, lo cual viola el derecho internacional.

La fiscalía presentó como conductas delictivas acciones que


constituyen un ejercicio legítimo de la libertad de expresión y asociación, tales
como protestar pacíficamente, proferir insultos contra el presidente o la policía
o cantar canciones críticas del gobierno. Además, los fiscales utilizaron pruebas
poco confiables y sin corroborar, tales como declaraciones tomadas únicamente
a miembros de las fuerzas de seguridad o supuestas “huellas de olor” de los
acusados, y los tribunales emitieron condenas en base a estas cuestionables
evidencias.

Algunas de las víctimas y sus familiares, luego de ser


blanco de reiterados actos de hostigamiento por parte de la policía, se fueron de
Cuba.

-. Otras publicaciones de HRW:

a. Cuba: Represión contra artistas y periodistas.


https://www.hrw.org/es/news/2021/06/30/cuba-represion-contra-
artistas-y-periodistas
b. Cuba responde a manifestaciones históricas con represión y censura.
https://www.hrw.org/es/news/2021/07/20/cuba-responde-
manifestaciones-historicas-con-represion-y-censura
c. Cuba: Decreto de telecomunicaciones cercena la libertad de expresión.
https://www.hrw.org/es/news/2021/08/25/cuba-decreto-de-
telecomunicaciones-cercena-la-libertad-de-expresion
d. Cuba: Detenciones y abusos sistemáticos contra manifestantes pacíficos.
https://www.hrw.org/es/news/2021/10/19/cuba-detenciones-y-
abusos-sistematicos-contra-manifestantes-pacificos
e. Cuba debe liberar a artistas encarcelados.
https://www.hrw.org/es/news/2022/05/26/cuba-debe-liberar-
artistas-encarcelados
f. Cuba: Represión a las protestas genera crisis de derechos humanos.
https://www.hrw.org/es/news/2022/07/11/cuba-represion-las-
protestas-genera-crisis-de-derechos-humanos

El gobierno cubano comete violaciones sistemáticas de


derechos humanos contra artistas y periodistas independientes, señaló hoy
Human Rights Watch al presentar un video sobre estos abusos.

En los últimos meses, las autoridades cubanas han


encarcelado e investigado penalmente a varios artistas y periodistas que critican
al gobierno. En otros casos, policías y agentes de inteligencia se han presentado
regularmente en sus viviendas y les han ordenado quedarse adentro, a menudo
por días o incluso semanas. Las autoridades también han restringido de forma
temporal y selectiva el acceso de estos artistas y periodistas a datos móviles en
sus teléfonos para limitar su acceso a internet.

El gobierno cubano ha llevado a cabo, de forma sistemática, detenciones


arbitrarias, maltratos contra detenidos y procesos penales abusivos en respuesta
a las protestas abrumadoramente pacíficas de julio de 2021, señaló hoy Human
Rights Watch. Los patrones consistentes y reiterados de abusos por parte de
múltiples fuerzas de seguridad en distintos lugares de Cuba sugieren de
manera sólida que estas violaciones de derechos humanos responden a un plan
deliberado de las autoridades cubanas para suprimir y reprimir la protesta.

El 11 de julio, miles de cubanos salieron a las calles en todo


el país para participar en manifestaciones históricas en protesta por las
violaciones de derechos humanos que sufren hace décadas, la escasez de
comida y medicamentos, y la respuesta del gobierno ante la pandemia de
Covid-19. Las autoridades cubanas arrestaron a cientos de manifestantes y
transeúntes, incluyendo críticos conocidos y ciudadanos de a pie.

Muchos de los detenidos fueron sometidos rutinariamente


a abusos brutales durante su detención, incluyendo casos de violencia de
género, y decenas fueron procesados mediante juicios que violaron las garantías
más básicas del debido proceso. Al menos un manifestante falleció. Cientos
siguen encarcelados o bajo reclusión domiciliaria, incluidos algunos menores de
18 años.

“Cuando miles de cubanos salieron a las calles en julio, el


gobierno respondió desplegando una brutal estrategia de represión destinada a
infundir miedo entre la población y reprimir el disenso”, señaló Juan Pappier,
investigador sénior para las Américas de Human Rights Watch. “Manifestantes
pacíficos y otros críticos han sido sistemáticamente detenidos, incomunicados,
sometidos a abusos en condiciones carcelarias nefastas, y juzgados en procesos
que son una verdadera farsa. Los patrones en estos abusos demuestran que
claramente no se tratan del resultado de conductas abusivas de unos pocos
oficiales”.

Human Rights Watch ha documentado en detalle


violaciones de derechos humanos, incluyendo detenciones arbitrarias, maltratos
y procesos penales abusivos, contra 130 víctimas en 13 de las 15 provincias
cubanas, así como en la Isla de la Juventud, que se considera un “municipio
especial”. Entre julio y octubre, Human Rights Watch entrevistó a más de 150
personas, entre ellas, activistas, víctimas, familiares, periodistas, y abogados con
conocimiento directo de los casos; consultó documentos judiciales, multas
impuestas a manifestantes, artículos de prensa y publicaciones de
organizaciones de derechos humanos cubanas; y corroboró numerosos videos y
fotos.

Los funcionarios implicados en abusos incluyen a


miembros de los servicios de inteligencia, que en Cuba se conocen como
“seguridad del Estado”, las fuerzas militares, la policía nacional y la brigada
especial del Ministerio del Interior conocida como “boinas negras”. Las
“brigadas de respuesta rápida”, nombre por el que se conoce a grupos de civiles
organizados por el gobierno, estuvieron implicados en varias golpizas. Jueces y
fiscales, que en Cuba no tienen ninguna independencia respecto del gobierno,
facilitaron procesos penales abusivos y participaron en ellos.

IV.- PRUEBA.-
La descripción de los hechos se encuentra documentada por los
numerosos informes de organismos internacionales cuyas publicaciones se
ofrecen aquí como prueba.
Asimismo, se informa que contamos con el testimonio de víctimas
de los hechos descriptos, cuyos datos personales serán aportados por el Dr.
Tomás Farini Duggan -quien patrocina la presente denuncia- para que sean
convocadas a declarar por V.S.

V.- PETITORIO.-
Por los motivos expuestos precedentemente, y considerando que
los aportes de Foro Democracia Regional pueden contribuir a promover la
justicia para las víctimas de graves abusos, solicitamos que tome en cuenta la
información y los estándares internacionales presentados en esta denuncia al
evaluar la responsabilidad penal de Nicolás Maduro Moro, José Daniel Ortega
Saavedra, y de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez por presuntos crímenes
internacionales en exclusivo caso que están sujetos a la jurisdicción universal, a
la luz de las obligaciones de Argentina conforme al derecho internacional de los
derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Consecuentemente, se tenga a los suscriptos por presentados en el
carácter invocado y por formulada esta denuncia; se corra la vista prevista por
el artículo 180 del CPPN y se cite a prestar declaración testimonial a las víctimas
de los delitos denunciados cuyos datos serán aportadas en un escrito aparte por
el Dr. Tomás Farini Duggan.

Proveer conforme, que


ES JUSTO.-

You might also like