Estas largas conversaciones con mi hermano fueron muy útiles para
mí, porque me hicieron reflexionar profundamente sobre la necesidad de tener siempre juntos los puntos de vista de las ondas y las partículas (corpúsculos). Como en mis conversaciones con mi hermano, siempre llegábamos a la conclusión de que, en el caso de los rayos X, uno tenía ondas y corpúsculos [las dos cosas] de repente -no puedo dar la fecha exacta de cuándo sucedió, pero ciertamente fue en el curso del verano de 1923- tuve la idea de que había que extender esta dualidad a las partículas materiales, especialmente a los electrones. La partícula es una superposición de ondas con diferentes frecuencias que conforman un paquete de ondas. Para un momento dado y en determinada región del espacio, las ondas que componen al paquete se refuerzan unas con otras, y fuera de esta región se anulan. Mientras mayor sea la masa de la partícula, menor será la longitud de onda asociada.