You are on page 1of 3

ACCIONES PARA TRIUNFAR ESTE 2023… ¡TÚ PUEDES!

En cada inicio de año tenemos miles de propósitos, que con el paso de los meses no cumplimos o dejamos a
la mitad. Y en vez de proponernos cosas que sabemos que no cumpliremos es momento de cambiarlos por
acciones.
Estas son más razonables a lo que queremos y deseamos lograr en este 2023. Pequeños actos que nos
ayudarán a ser mejor persona y no solo fingir que lo somos.
Muchas personas piensan que comenzar de nuevo tiene que ver con comenzar desde cero, pero son dos
cosas muy distintas, puesto que las experiencias pasadas bien aprendidas definen los éxitos en el futuro.
Para Son Acosta, la mejor manera de crear un futuro prometedor es estar presente en tu presente; por ello,
los propósitos de Año Nuevo son una herramienta que te sirve para tener claro tus objetivos en los
siguientes 12 meses.
pequeñas acciones que te llevarán a cumplir tus propósitos
De acuerdo con algunas encuestas, la mayoría de las personas abandonan sus propósitos de Año Nuevo en
la tercera semana de enero, ya sea por cansancio, indecisión o porque en el fondo sienten que no tiene
ningún sentido.
1 Reconoce qué fue lo mejor y lo peor que te sucedió en el año
Muchas personas tienden solo a ver los momentos difíciles como lo peor que les ha pasado en la vida, pero
dejan de lado lo bueno. Tener en cuenta ambos lados de la moneda te dará herramientas para alcanzar el
equilibrio emocional.
2 Fluye
Si uno cambia, tus amistades y tu entorno también cambia. Deja ir todo lo que ya no necesitas.
3 Pide ayuda
Si alguna vez sientes que las cosas te están rebasando, recuerda que no estás solo, recuerda que hay ayuda
en la vuelta solo necesitas ser claro y pedirla a los expertos en salud mental.
Si tú quieres hacer un verdadero cambio, estas son algunas acciones que tienes que hacer hoy:
1.- ESTUDIAR. Al estudiar te permite tener una visión amplia de lo que ocurre en tu entorno esto te genera,
la posibilidad de diseñar estrategias de como intervenir en ese mundo que enfrentas.
2. TRABAJAR.
Nada te va a caer del cielo, si quieres algo tienes que trabajar por ello, debe ser arduamente y debes
disfrutar de lo que haces. Así estarás inspirado todos los días y no te costará trabajo levantarte por las
mañanas.
3. AHORRAR.
Esencial para lograr todas tus metas, nunca sabes lo que pueda pasar el día de mañana, tus ahorros podrían
salvarte de una emergencia.
4. MEDITAR.
Tener momentos en los que despejes la mente y te tomes un tiempo contigo mismo es muy sano para el
cuerpo y el corazón.
5. ABRAZAR.
A un amor, a tu trabajo o a la vida misma. Nunca hay que perder el momento de abrazar a lo que se ama.
6. DESCANSAR.
Dormir 7 horas es lo ideal, así podrás descansar y retomar la energía necesaria para realizar todas tus
actividades.
7. BAILAR.
No necesitas ser un profesional, bailar en momentos de alegría o incluso para eliminar el estrés mejorarán
tu día.
8. CANTAR.
Pasa lo mismo que con el baile, el punto es soltar todo lo que hace daño a través de una forma sana como lo
es el canto.
9. ACEPTAR.
Hay cosas que no puedes cambiar, así que debes aceptarlas. Las quejas y el enojo no te servirán de nada, así
que deja todo fluya.
COMO APRENDER A DECIDIR
No hay viento favorable
para quien no sabe a dónde va.
Sócrates
La RAE define “decidir” como formar un juicio resolutorio sobre algo dudoso o contestable; a su vez, como
formar el propósito de hacer algo; también, como determinar el resultado de algo y como hacer una
elección tras reflexionar sobre ella.
Al comenzar cada año, las personas suelen, por costumbre o necesidad, hacer una serie de propósitos que,
por alguna razón, no siempre y no todos suelen tener un final resolutivo. Y no es porque la decisión cambie
o la elección haya sido equivocada, la mayoría de las veces esto ocurre porque se pierde uno a sí mismo en
lo deseado, le falta motivación o, simplemente, porque se abandona uno en las urgencias del momento o en
la desidia o la procrastinación.
La primera decisión que debemos hacer es comprometernos con propósitos reducidos de manera razonable
y objetiva y, para lograrlo, cada propósito debe contar con una meta, un plan.
La meta es un conjunto de objetivos que debemos asumir disciplina y mucha determinación. La vida tiene al
final de cuentas más de un juego de póquer que de ajedrez –como dice la doctora Rosa Molina–, estamos
tomando decisiones de manera continua, en condiciones de incertidumbre, con más o menos aprendizaje y
sometidos al factor suerte. Por esa razón necesitamos un plan.
Ese plan necesita decisiones, las decisiones son actos de sopesar y evaluar en un tiempo concreto las
condiciones y características de una situación para escoger, finalmente, una serie de opciones. Las
decisiones son funciones ejecutivas que constituyen un conjunto de capacidades y habilidades cognitivas a
través de las cuales podemos resolver las situaciones que se presenten y queramos solucionar. Decidir,
además, permite controlar y autorregular nuestra propia conducta, y establecer acciones dirigidas a una
meta específica.
De ahí que el exceso de propósitos jamás se alcance, nuestra capacidad cerebral no puede abarcar con buen
enfoque y éxito demasiadas metas, debido a que las decisiones tomadas –con un grado de compromiso
serio– implican para nuestro córtex prefrontal actos complejos como son: mantener en la memoria las
opciones disponibles y prestar igual atención a todas ellas; calcular en virtud de experiencias y conocimiento
previos los escenarios; percibir las propias sensaciones y estímulos ambientales; hacer predicciones a corto,
mediano y largo plazo y, sobre todo… tener la motivación suficiente para llevar a cabo las acciones
necesarias. Además, no podemos dejar de lado la autoestima personal, el autocontrol y las emociones… Lo
que somos, quiénes somos y cómo elegimos vivir esas metas, porque debemos tener muy claro que habrá
que seguir tomando decisiones sobre la marcha, resolver problemas que se vayan presentando y, ante todo,
mantener una visión objetiva sobre la supervisión de nuestro propio desempeño durante el proceso y
nuestra capacidad de flexibilidad cognitiva, es decir la capacidad para modificar nuestro pensamiento y
conducta ante situaciones novedosas o cambiantes.
Como puede observar, no son pocos los requisitos a prever para comenzar un propósito y llevarlo a cabo de
la mejor manera posible… Por eso, insisto, tenga pocos propósitos, cada uno de ellos con un plan y con
metas claras, específicas, medibles y dentro de un tiempo lógico. Elija sólo aquellas de las que dependa su
cumplimiento de usted y blíndese. Blindarse es protegerse, cuidarse, apoyarse, amarse, tener un diálogo
positivo consigo mismo; dejar de someter sus decisiones y acciones a la aprobación de los demás, hacerlo a
pesar del miedo y mantener un equilibrio emocional. Y por sobre todas las cosas, como prioridad, escuche
sus necesidades personales físicas y emocionales. Si usted no está bien nada puede estarlo, se trata de su
vida y de sus propósitos, celébrelos y viva con entusiasmo su proceso. Y no olvide nunca tener una buena
actitud y abrazar la incertidumbre, que no por incierta es mala, sino todo lo contrario. Como siempre, usted
elige.
Los propósitos brindan claridad a nuestras actividades cotidianas, moldean nuestro estilo de vida para
alcanzar lo que buscamos. Al centrar nuestras decisiones, pensamientos, sensaciones y acciones alrededor
del propósito, nos sentimos gratificados y plenos. Quienes conocen su propósito tienden a impactar en
todas las áreas de su vida: familia, amistades, trabajo, etc.
Consideremos el ayudar a otros a encontrar su propio propósito, el ir más allá de uno mismo, lejos del reto
que implica, es la gratificación de perseverar y continuar hasta alcanzar las metas, Les invito a reflexionar
acerca de los verdaderos propósitos a los que quieren enfrentarse y se comprometan a cumplir, a identificar
aquellos que les mueve a ser mejores en todos los ámbitos, aun cuando todos somos diferentes, hay
caminos comunes que unen nuestras vidas con un solo propósito: la felicidad.

You might also like