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Evangelio Del 15 de Enero Del 2023
Evangelio Del 15 de Enero Del 2023
Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida estaba cansada de luchar. Parecía que
cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, Chef de profesión, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres recipientes con agua y
los colocó sobre fuego. En uno colocó zanahorias, en el otro huevos y en el último preparó café.
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad con el agua
hirviendo; pero habían reaccionado en forma muy diferente.
La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había
vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después
de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
El café sin embargo era único; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
Si eres como el grano de café, que cuando las cosas se ponen peor, tú reaccionas mejor y haces
que las cosas a tu alrededor mejoren, entendiste todo.
PALABRA
DE DIOS
GUÍA Y DIARIO DE ORACIÓN
Del libro del profeta Isaías 49, 3. 5-6
-Te hago luz de las naciones, para que todos vean mi salvación-
El Señor me dijo:
"Tú eres mi siervo, Israel;
en ti manifestaré mi gloria".
He anunciado tu justicia
en la gran asamblea;
no he cerrado mis labios:
tú lo sabes, Señor.
R. Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre
y habitó entre nosotros.
A todos los que lo recibieron
les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
R. Aleluya.
En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó:
"Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Éste es aquel
de quien yo he dicho: 'El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí,
porque ya existía antes que yo'. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar
con agua, para que él sea dado a conocer a Israel".
Entonces Juan dio este testimonio: "Vi al Espíritu descender del cielo en forma
de paloma y posarse sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a
bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre quien veas que baja y se posa el
Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo'. Pues bien,
yo lo vi y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios".
Reflexión
Dios sigue siendo para ellos el tirano que impone su voluntad caprichosa, nos
complica la vida con toda clase de prohibiciones y nos impide ser todo lo felices
que nuestro corazón anhela. Todavía no han comprendido que Dios no es un
dictador, celoso de la felicidad del hombre, controlador implacable de nuestros
pecados, sino una mano tendida con ternura, empeñada en «quitar el pecado
del mundo».
Son bastantes los que necesitan liberarse de un grave malentendido. Las cosas
no son malas porque Dios ha querido que sean pecado. Es, exactamente, al
revés. Precisamente porque son malas y destruyen nuestra felicidad, son
pecado que Dios quiere quitar del corazón del mundo.
A los hombres se nos olvida, con frecuencia, que, al pecar, no somos sólo
culpables, sino también víctimas. Cuando pecamos, nos hacemos daño a
nosotros mismos, nos preparamos una trampa trágica, pues agudizamos la
tristeza de nuestra vida, cuando precisamente creíamos hacerla más feliz.
Por eso, cuando Juan nos presenta a Jesús como «el que quita el pecado del
mundo», no está pensando en una acción moralizante, una especie de
«saneamiento de costumbres». Está anunciándonos que Dios está de nuestro
lado frente al mal. Que Dios nos ofrece la posibilidad de liberamos de nuestra
tristeza, infelicidad e injusticia. Que Dios nos ofrece su amor, su apoyo, su
alegría, para liberamos del mal.
El cristianismo sólo puede ser vivido sin ser traicionado, cuando se experimenta
a Jesucristo como liberación gozosa que cambia nuestra existencia, perdón que
nos purifica del pecado, respiro ancho que renueva nuestro vivir diario.
Notas
DE INTERÉS
De Interés
Francisco resaltó a los chicos, que le llamó la atención cuando le enviaron sus
cartas, que cada una estaba presentada por el nombre de cada chico.
“Esto agrada a Dios, que nos conoce a cada uno por nuestro nombre. No somos
anónimos, no somos fotocopias, ¡somos todos originales! Y así debemos ser:
originales, no fotocopias, dijo el beato Carlo Acutis, un muchacho como uds.”
A todos ellos, el Pontífice les dijo en términos sencillos, coloquiales, que “Dios nos
conoce uno a uno, con nuestro nombre y nuestro rostro, que es único” a pesar de
nuestras limitaciones. Dios, les dijo, nos ve con la mirada del amor. Dios ve
nuestras limitaciones, y nos ayuda a soportarlas.
En su discurso, el Papa les dijo que Dios mira sobre todo al corazón, y ve a cada
persona en su plenitud, nos ve a “imagen de Jesús, su Hijo único, y con su amor
nos ayuda a parecernos cada vez más a Él. Jesús es el hombre perfecto, es la
plenitud de lo humano, y el amor de Dios nos hace crecer hacia esa medida
plena, hacia la plenitud”.
Sonreír, les dijo Francisco, es un signo que muestra cuando una persona es
acogida con amor, es mirada con la mirada de Dios. Al hablar de la figura del
padre Oreste Benzi, quien creo las "casas de familia", el Papa les dijo era un
sacerdote que miraba a los niños y a los jóvenes con los ojos de Jesús, con el
corazón de Jesús.
“Y estando cerca de los que se portaban mal, de los que se descarriaban,
comprendía que les faltaba el amor de un padre y de una madre, el afecto de
hermanos y hermanas”.
De Interés
Así, afirmó, Don Oreste, con la fuerza del Espíritu Santo y la implicación de las
personas a las que Dios dio esta vocación, comenzó esta experiencia de
hospitalidad a tiempo completo, de compartir la vida; y de ahí nació lo que él llamó
la "casa familia". Una experiencia que se ha multiplicado, en Italia y en otros
países, y cuyo objetivo es el de acoger en casa a personas que se convierten
realmente en sus propios hijos regenerados por el amor cristiano.
“Un padre y una madre que abren las puertas de su casa para dar una familia a
quienes no la tienen. Una familia de verdad; no un trabajo, sino una opción de
vida. En ella hay sitio para todos: menores, discapacitados, ancianos, italianos o
extranjeros, y cualquiera que busque un punto fijo desde el que volver a empezar,
o una familia en la que encontrarse. La familia es el lugar donde todos son
atendidos, tanto los que son acogidos como los que acogen, porque es la
respuesta a la necesidad innata de relaciones que tiene toda persona”.
Por último el Pontífice, se dirigió a cada uno de los chicos que le escribieron por
su nombre, y lamentó que Francesco de 6 años, no pudo asistir porque su madre
está enferma, y tampoco Biagio, de 14 años, a ellos dos les envió una bendición
especial.
“Y tú, Sara, que tienes 13 años y has escapado de Irak, guarda en tu corazón tu
santo deseo de que no se robe a los niños su infancia: ¡Dios te ayudará a
cumplirlo! Tú que quieres ver a tu abuela que se ha ido al cielo, háblale en tu
corazón y sigue sus buenos ejemplos, y un día la volverás a ver. A ti que, como a
muchos adolescentes, te cuesta percibir la belleza de la Misa, no temas: en el
momento oportuno, Jesús vivo te hará sentir su presencia”. Gracias, amiguito, por
acordarte de los inocentes que son asesinados en el vientre materno. Y gracias,
niños y jóvenes, que cada domingo por la tarde se reúnen en línea y rezan el
Rosario”.