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\ Siti el. eae eto ieee Ese cg Pia Re e oe bere pens 14 Guin lachien a shacba gh ( a sa cn Bases Podrén participarlasescritorasy los ‘escritores mexicanos que residan/en los estadas fronterizos de México (Baja Galifornia, Sonora, Chihuahua, Coahuila, ‘Tamaulipas y Nuevo Leén), y de Estados Unidos (California, Texas, Arizona y Nuevo México), de hasta treinta y cinco afios de ‘edad al cerre dela convocatoria. Quedan ‘excluidos deesta convocatoria: obras que hhayan sido premiadas en otro certamen; trabajos que se encuentren participando en otros concursos en espera de dictamen; lasautoras y los autores que hayan recibido. este Premio en emisiones anteriores y el personal dela Direccién General de Publi- ‘aciones del Conacuura, asi como del Centro Cultural Tijuana. Lasy los concursantes debersin en- viar una novela inédita, en espafol, con tema y forma libres, con una exten sin minima de 80 (ochenta) cuartilas y tuna maxima de 50 (ciento cincuerta) Los trabajos deberdn presentarse por cuadru- plicado, escritas a méquina o en com= putadora. doble espacio, en papel tamario ‘eat y por una sola cara. Cada concursante deberé participar con seudénimo, Adjunto al trabajo, len un sobre cerrado e identificado cone! mismo seudGnimo, debers enviar su nom- bre, domicilio, nimero telefénico y, de contar con ellos, ntimero de fax y direc- ci6n de correo electr6nico, as! como copla fotostética del acta de nacimiento y una ficha curricular. Estas plicas de identifi- «cacion serén depositadas por la comisién organizadoraen una notaria publica dela ciudad de Tijuana, B.C 4 Los trabajos deberdn ser enviados a Sala de Lectura del Centro cultural Tijuana, Premio Binacional de Novela Joven, Paseo de los Héroes y Mina, Zona Rio GP, 22320, Tijuana, B.C. La fecha limite de recepcion es el viernes 127 de febrero de 2004. En el caso de los trabajos remitidos or correo, se aceptarn aquellosen los que la fecha del matasellos de la ofici- na postal de origen no exceda la del mie dela convocatorla, El jurado calificador estar@ integra do por especialistas en la disciplina liveraria y sus nombres serén dados a cono- ceren el momento de emitirse el fallo. Rees CCU i) Rent aor Uc PER Cac er eC Moke c Blue UU Una ver emitido el falo del jurado, se procederd ante notarioa la aper- ‘ura de la plica de identificacién de quien resulte ganador, y de inmediato le seré no- tificado, asl como divulgado a través dela prensa local y nacional 3 No se devolverdn los originales nas oplas de los trabajos no premiados, los cuales seran destruidos con el objeto de proteger los derechos de autor. Los organizadores cubrirén los gas- tos de transportacién, hospedaje y alimentacién del ganador para que asista al acto de premiacién y presentacién de la obra ganadora en la ciudad de Tyuana, Be. 41 Es facultad del jurado descalificar ‘cualquier trabajo que no cumpla ‘con alguno de los requistos exigidos en esta convocatora Ae ee neeains seré dado a conocer através de peridicos de circulacin nacional y locale ‘1p deabrilde 2004. 12 Premio nica e indivisible $50,000 (cincuenta mil pesos ‘00/100 m.n.) en efectivo y diploma, asi como la publicacién del libro.en el Fondo Editorial Tiera Adentro, 41 3 El ganador cede los derechos de su obra al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes para la primera edi- on, ; AA eerie desierto, En este caso as ciones convocantes se reservan el riterio de aplicar el recurso correspondiente en ac. «ones de apoyo a ia iteratura AB 2icrsinnreniain plica la aceptacon de as condi- ciones de estas bases 41 6 La comisi6n organizadora re- solver fos casos no prevists. = PRESENTACION PARAFRASIS CON UN POOO DE AMOR EN AQUEL DORMITORIO DE FLORES AZULES ems Lavin Cerda 5 a LACARRERADELVUELO, | UN REPASO POR LA. HISTORIA DE LA AVIACION EN MEXICO. Bienes ‘on Manuel Ruz Romero. {Guta Zepeda Earn Lein AaRCIELAGO iyacavn 1 LOS COMIENZO8 DE LA AVIACION EN MEXICO’ aul ara Head Yer UN JOVEN : YESFORZADO [CARO Alberto Cue 23 PINOGHO UNAPAGINA, EN LAISTORIADELA AVIACION MEXICANA, Moisés Guzmin Pérez i 25 UN NATURALISMO. EN VERTIGO, LA PINTURA E CESAR RANGEL li Espinosa BL FRANCISCO SARABIA, Elconqitder del clo ‘Mane Ruiz Romero 33. FRANCISCO SaRABIA lensten Antonia Fiippranesde P ‘Que Fl Congr bien Iasagusdel Ri Potomac 4 ‘Vicente Quan 37 CERVEZA FA f taco Zepeda ooo DEL YUELO José Lui Rivas 46 ATL ¥ LOS AVIONES: | AAETALES ALADOS: LOS AVIONES, QUE LE TRAJERON ; eae tirenae | LACIVILIZACION ‘SUERTE 8 1 LOS INCONFORMES: EER Noy S | LoscIELosDEANTIGUA | Mavafions | MIstoria MiNi reieigewmen | SEE 150 J peer BREE voaco | | ussesciowia vo | DEREGRESO | Bernardo Ruz | ROSAEROPLANOS Be | MibapeseutspeLavpa | 222. eon = : one _ | Bensesnm t | BT IMAGENES DE LA AVIACION | * ‘SALTO AL VaCIO. | MBXIGANA EN LOS ANOS pRiMER ANIVERSARIO Vitor Manvel Conposeco DELAREVOLUGION DE LA REVISTA TRAGALUZ 58 | 96. Carmen Valo ye : "148 Suen CARLOS PELLICER j ‘Ste ni At _ ENPLENO VUlELO a ee tase FRAGUAS | tare : | LAAVIACION CULTURAL, Gin | UNPILOTO EN Cat Antonie dea Sera | HUIS. CROSS BARRAGAN, UN PILOTOEN Adin Corl Rivera ‘TAN LEJOS, TAN CERCA SCENE: ‘Victor Hugo Vazquer Renteria oo | EL GLTIMOVUELO | 0. PROLOGO A TEMAS" MIS PRIMEROS i + YIARIACIONES DE VUELOS ALA SEL : | TRINO MALDONADO LACANDONA i ‘Abert Chins | 5M. Con Boraain 152 IMAGEN Y FIGURA, AariFEx NwicuLaRiUs —_/ ABROPLERTO agen veiguy AlVarush ‘Mario Bojérquez 2 DELAMIRADA 108 | ie in i 15S s DONA MARTINA i Tienes Grok Rein’ | Goan Co | DEL naRRO AL PAPEL | U0 ‘Marco Antonio Leegi Villarreal eevee | 155. EL YURLOEN Bway | oe TRAZODEVUELO EX-TERCIOPELOVIOLITA" | HABITACION PROPIA PARA Spee epee | Migr Manvel wera dela Cuz | crowica miniva ' ‘an eo Singnune Anse LLETHAG OON sAn0R it PU i | Yaneth Léper Gonzalez \ | LEGENDARI ee Las cu EGENDA / Ben eSehtton BELAWINGON civ, | ronson an © Coman | La Conquista at aire | povel Hombre (setae), | templesmasonite, 1937-1938, Presentacién ace ciem afios, el 17 de diciembre de 1903, los hermanos Orville y Wilbur Wrigth, Jograron el primer despegue de un avi6n. Volaron, en el primer intento, unos treinta metros durante doce segundos, sin duda los segundos més importantes para la navegacin aérea moderna. Con motivo de ese centenario, la poeta chiapaneca Elva Macias, ditectora huésped de este ntimero doble de nuestra revista, convoed a un grupo de escritores, investigadores, periodistas culeurales, poctas, artistas plisticos ypilotos aviadores para que, desde sus diferentes perspectivas y creaciones, nos brindaran sus Horas decueh Despegan, vuelan y aterrizan en estas paginas escritores como el poeta chileno Hernin Lavin Cerda, quien cumple exactamente treinta afios —desde octubre de 1973— de ra- dicar en nuestro pais, y el periodista y narrador mexicano Gerardo Jiménez Valdés con el cuento que gané el Premio Casa de América Latina correspondiente al segundo lugar del Concurso de Cuento Juan Rulfo 2002 organizado por Radio Francia Internacional. Para el recuento de las Horas de vuelo abrimos con una conversacién con el periodista Manuel Ruiz Romero, docto en la historia de la aviaci6n, y un breve ensayo de Paula Barra y Heladio Vera, investigadores de’ia Fototeca Nacional del INAH, instituciGn a la cual le agradecemos su importante colaboracién para buena parte de las ilustraciones de este rimero, Mencién aparte merecen los homenajes a dos célebres navegantes precursores de la aviacién en México: uno al legendario Francisco Sarabia y otro al recientemente de- saparecido capitin Luis M. Cross. Enel campo de la creacién, entre otros, estin presentes las plumas de Kyra Galvin, Vi- conte Quirarte, Eraclio Zepeda, José Luis Rivas, Beatriz Espejo, Adolfo Castafion, Naief Yehya, Alejandro Sandoval, Elsa Cross, Al Varush, Malva Flores, Raquel! Huerta-Nava, Bernardo Ruiz, Mario Bojérquez, Adridn Curiel Rivera y el propio Franz Kafka, este dti- ‘mo con un fragmento de “Los aeroplanos en Brescia”. En torno alas revistas culturales, tenemos un breve texto sobte el primer aniversario de la pujante Tragalus, en vor de su Girectora Carmen Villoro; y los tres encartes: cl vértigo de la pintura de César Rangel, una muestra de artistas plésticos contemporsineos con su propia prictica de vuelo y unas ima- ‘genes de la aviacién en México del Fideicomiso Archivos Plutareo Blas Calles y Fermando “Torreblanca. Para cerrar,en la contraportada, ofrecemos el célebre poema “Primera ver” de nuestro no menos célebre poeta Carlos Pellicer, Por timo, agradecemos en especial la generosa colaboracién de José Luis Cuevas, Ast que, amigos lectores, tomen asiento, bajen su mesa de servicio, aflojen su cincurén y celebren con nosotros nuestros primeros veintinueve aflos en diferentes pistas y j tec“ en los mas PARATRASIS COV UN! poco DE AMOR: EN AGUEL DokMitoRio DE FlokeS AZULES ( F rea ante, A) vanes mds iv doemctori® dey ambhed, vidasmia, amis atubes hcl conc todes sus eshinttes bengnas yamabignes, anoy simipihied anki bdpices, pocicSeS, oasis mantle de anmer/ crs Lote ne j tpl, erdivaiars ruc con bes rma enswkviats onli end. C Quer ceuine/ em Hic cobra? 2 Por gud mame tras y ee cesmadeacs coms eh olvidem w Netraninae de acunds con tis “potelaes diy anion bat anta’e ir adits oe unte, amevenis, 7 Ai be sabes dersdes que Lb anand 5 Drain ons ee der mitre de Samy Luis Fotese come Canta flows azules vurlan/y se/ incendiary de Ia a fan de ke er ag 4 Aa deswudez absoluta’ er) rede der otter eae es jam, de, besarte, Z tons dahil de este, cleumstrug- 3 des aligns Lag’ Mav fe bee a =~ — ETN Pardfrasis con un poco de amor en aquel dormitorio de flores azules —Lievamos més de una hora en este dormitorio de flores azules, vida mfa, mas azules que el cielo con todos sus espfritus benignos y malignos, muy simpéticos ym antipaticos, graves y graciosos, pero td no me besas ni me abraza casi muerto de amor, con aquella temperatura y aquel entusiasmo con los que me envolvias antiguamente. Qué ocurre en tu cerebro? Por qué no me tocas y me desnudas como el olvido ala memoria, de acuerdo con tus palabras de amante solitario? —Lo que dices no es cierto, amor mio, y ti lo sabes desde que el mundo es mundo en este dormitorio de San Luis Potost con tantas flores azules que vuelan y se incendian, de pronto, a partir de un beso cuya tinica virtud esi augurar la desnudez absoluta “Pos, elisa ens Sng Chi, 19, Reside ca Mex dese 173.1974 le fra sido pe scence ets Hol esac Fisted BUNAML Sh i sec Lat wc ‘et Es et er 2) en medio de otros besos que no dejan de besarte ¥y de abrazarte bajo la Juz tan débil de este dormitorio: nunca dejaré de besar esa desnudez tuya que ilumina, me asombra y me ilumina, yo me ilumino de inmensidad a través del vuelo de tus flores azules, las tinicas flores que me abrazan desde que el mundo es otto mundo. —Esstd bien, todo est muy bien, pero gpor qué no me tocas? Resumen dela semblanza hecha por Manuel Ruiz Romero, enc ibuo Legndarar onl erndatca de Msc, México, iana, 1977, 237 pp. 33 TOT ROOTTES marca lagunera. Se establecié en More avin Curtiss transports pasajetos y cer 1952 decidié que el estado de Chiapas, con su gran extensi6n y falta de comunicaciones, era el Jugar ideal para crear una empresa de trans- porte aéreo, Se instalé en Tixtla Gutiérrez y fun- dd6.con sus hermanos Jests y Santiago la empresa Sarabia Hermanos, que en 1933 se transformé en ‘Transportes Aéreos de Chiapas. Movia cosechas dde cacao, chiele, café, coreo y personas, animales y cuanto se pudiera ofrecer. Formé pilotos, esta- blecié rutas y construy6 campos de aviacién en Jas citdades y en la selva, Pese aser reservado y timido, se granjeé la admiracién y el carifio de quienes lo trataron. Ademés de los servicios espe- ciales, Transportes Aéreos de Chiapas atendié rutas con itinerarios fijos como Arriaga~Tuxtla Gutiérrez-Sun Cristébal y Tuxtla Gutiérrez-Pi- chucalco, Taxtla-Comicén-Tapachula, Porla im- portancia de los servicios que prestaba en la re- 34 gién, el general Lézaro Cardenas proporcioné a Francisco Sarabia un gran apoyo, Le fue con- cesionada la ruta México-Oaxaca-lxtepec y pos teriommente extendié la empresaa Tabasco, Cam- peche, Yucatén y Quintana Roo. Asi fueron integrando una red de pistas en todo el sur con a colaboracién de gobiernos estatales y muni- cipales ycon la ayuda del ejército mexicano, En esa areolinea se formaron pilotos, mecdnicos y personal administrativo. A la muerte de Francis- co Sarabia, Transportes Aéreos de Chiapas tenia un gran prestigio y contaba con una flota de avio- nes trimotores Stinson y Fokker, monomotores Lockheed Vega, Bellanca y Tiavelair y entrena- dores Spartan. Las instalaciones de mantenimiento se habfan trasladado a Mérida y se establecieron escuelas de pilotos y mecinieos. En 1938 a compafifa te- nia 34 aviones en servicio y rutas de 2 400 kiléme- tros. Volaron en esa compaifa: Horacio'Thomas ‘Torruco, Jorge Mason, Calixto Lépez, Miguel To- rmuco, José Antonio Saavedia, Alfredo D” Argance, Jorge Luna y otros. En 1935 Francisco Sarabia intenté un vuelo ‘entre México y Espafia, pero el avin construi- do con ese fin no tuvo la resistencia necesaria y_ abandoné el proyecto. En 1938 se trasladé a Los Angeles, donde adquirié un avién Qe» fabricado por Gransville Brothers Aircraft. Era el avién con que Jacqueline Cochram y Wesley Smith compi- tieron en la que fue calificada como la més impor- tante carrera aérea del mundo, entre Londres y Melbourne. El avién salié de competencia, por dafios en el tren de ateitizaje en Bucarest y fue ‘enviado a Estados Unidos por barco. Ya repara- do lo adquirié Charles Babb y después Sarabia. Pintado de blanco, y en su poder, lo bautizé como “El conquistador del cielo”. En él vold, sin esca- las, de Los Angeles a la Ciudad de México y rea- liz6 muchos otros vuelos en la Repiiblica, en pre- ppracin para su gran meta: México a Nueva York sin escalas. E124 de mayo de 1939, a las 6:52, despegd rabia de Balbuena rumbo a Nueva York, donde se celebraba la Feria Mundial. Después de 10 horas y 48 minutos, aterrizé en el campo Loyd Bennetde esa cindad, Habia establecido un nue- vo record mundial certficado por la Fal. Sarabia se trasladé a Washington y fue recibido por el presidente Franklyn Delano Roosevelt. E17 de junio de 1939, al iniciar el vuelo de regreso a Mé- xico desde la capital de Estados Unidos, el pilo- to perdié el control en el despegue y el avién se precipit6 en las aguas del rio Potomac y all falle- i6 Sarabia. Presenciaron el accidente, pues asis- tieron a despedir a Sarabia, Luis Quincanilla y Manuel Zermeiio Araico, consejero y agregado a LEGENDARIOS EN LA AERONAUTICA DE MEXICO — == militar de la Embajada de México en Estados Unidos. Ambos se echaron al rio para tratar de sacar al piloto, hicieron grandes esfuxernos y, agota- dos, desistieron de su empefio pues fue imposi bleabrirla carlinga. Francisco Sarabia murié apri sionado por el cinturén de seguridad. El gobierno de Estados Unidos proporcion6 los medios para sacar el avin del rfo, extraer el cuerpo y trasladarlos a México, Sus restos legs- ron a México el 10 de junio en un bombardero Boeing Xb 15 de la Fuerza Aérea de Estados Uni- dos. Una multitud recibi6 al piloto y lo acompafié porlas calles hasta la Secretaria de Comunicacio- Obras Paiblicas, en la calle de Tacuba, don- Francisco Surabia esté sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilusttes, Le sobrevivieron su es- 1posa, dofia Agripina Diaz, y sus tres hijos: Fran- cisco, Conchita y Nivea. “El conquistador del cielo” estuvo abandona- do por muchos afios en diversos lugares de Ci dad Lerdo, su ciudad natal, hasta que en 1972 el capitin Herculano Sarabia, primo de Francisco, Io rescat6 y costed la reparacién total del mismo; inicamente la hélice es una réplica. Fue coloca- doen una rotonda cubierta y cerrada entre gran- des ventanales de vidrio, ubicada en un parque de Ciudad Lerdo y convertida en un pequefio musco con forograflas y documentos personales dde Francisco Sarabia, entre los que desta x ean sus bitdcoras de vuelo. y ———— —— ENTE QUIRARTE Francisco Sarabia piensa en Antonia di Filippo antes de que El Conquistador del cielo caiga en las aguas del Rio Potomac Washington, D. C.—7 deni de 1989. De a crrsponcalto— Constermacon on todos os crcl ha proowcada el ccidete ates dand ped ta ida Francia arabia. Eljosen plat mexicans haba de ‘peta paris prs closing ys smile Bates siesta para recat sw avibn, El Conquistador del Ciel dels aguas de ro Potomac, lam la atin tanta dena ‘cen gue respondia al wombre de Antonia Di Filippo, quien suite el ntbrafo que arabia rnd ‘para la antes deemprender ef ue ia a ser su timo cue. El Siglo de’Tomen, 9 unio de 1939 Partitura en el agua, aire para la escritura de los pjaros, un concilio de truenos reverbera en el cruce de caminos. Esta hoja en blanco, ala espeta del golpe de la cinta, anhela una incisién, el signo que rescate tu mirada de manos del olvido. (La voz de la matraca tiene la vida eterna en ese nombre). * Poctaensyina, taut, Mésico DE, Celebremos el desfile triunfal, el paso bajo el arco, penetracién del héroc bajo las picrnas de la ciudad, pero hablemos también del ignorado inicio: dejemos lugar en los anales para ese ser, inicialmente oscuro, que suefia lo que fragua, que fragua lo que suefia. Este metal se hunde con mas profundidad que tu mirada, pero quiere ser ella. Este punto metilico penetra el papel y su origen. ste metal te toca y te trastoca: hard de tus sébanas banderas pero nunca de paz. Porque si no Hegas nunca, ya has llegado: Ia victoria comienza en la declaraci6n de guerra. u Rasga esta hoja la piel de mis falanges. La troza tu mirada, gris como la Iluvia que una nifia atesora en el frasco de perfume de su pueblo fantasma. La poesfa es apostar las cartas a lo incierto, elevar un avién, vencer al aire y observar a la muerte cara a cara y comprender la vida gota a gota en el rotundo azul de las alturas. Ml Toco la puerta de la primavera, como si mi mano fuera prolongacién de su textura ylahiciera de nuevo. Me quedo en ese umbral para decirle que salga a recibirte, para que aprenda a ser en cus pupilas. IV Si volviera, te traeria un élbum de imagenes que no hubiera nacido si no fueras en mf este libro de horas s por tu aura. “Qué milagro”, dirias sin saber de cierto la inmensa verdad de esas palabras. Te llevaria la niebla tendida en la testuz de los venados de Leesburgh que velaron tu infancia; amarraria en tu cuello la cola de una ardilla que escalaba un arbol 39 plantado por unos nifios en memoria de su padre, vecino del cielo para siempre; te traeria la pobreza de Alabama, la sonrisa cortés de los vencidos, Ja carcajada negra de una muchacha que me servia cerveza mientras gozaba el sonido espinoso y 4spero de la palabra México, Y te traerfa mi voz transfigurada, tu presencia cada vez mas necesaria, pero eso no vendria en la maleta. Encuéntralo en mis ojos. v Qué bueno haber mirado ese mechén que cae sobre tus ojos mientras afuera estalla el coraz6n de las jacarandas. Qué bueno hubiera sido volver a mirarte, decirtelo con un lenguaje igualmente nacido de mi boca. Qué bueno saberme por ti més vivo mientras el avién se desploma, angélico y vencido, y es tu rostro la diltima imagen que me llevo. == PEyYaeteta 2) - ~ Cerveza fria son dificles. Cuando los viajeros Hegan, exhaustos, a las primeras casas del pueblo, la flor del café perfuma fa tarde. Atrds dejaron el infierno del lodo, la llovizna terca, el fro de la humedad, Llegar a Yajal6n a caballo, o a pie, es proeza grande. De dos aios 2 la fecha, 1934, el capitén Sarabia,piloto aviador, atertiza tres veces por sema- rnaen el aeropuerto que él mismo ha construido, con la ayuda de las autoridades locales y de algunos vecinos notables. Bl “campo-aéreo”, como le nombran en el pueblo, st dilicilmente acomodado entre dos cerros, El descenso es dramético: ances que nada, el capitin Sarabia ‘efectia dos o tres pases de vuelo rasante para que los caballos, las vacas y los burros que pas- tan en la pista, abandonen ese potrero y el avién pueda tomar tierra. El capitén trae su cargado de productos escasos en Yajaln: cemento, cal, petr6leo para las kimparas, pélvora pa- ra las escopetas, cerveza. Guando apaga el motor y la hélice alcanza el reposo, se acercan los comerciantes interesa- ddos en adquirirla mercancia y en oftecerle los productos de su fincas: hule, café, cerdos vivos, para que él los transporte a los mercados grandes. Elcapitin Sarabia tiene buenos amigos en el pueblo. Cuando escuchan el rugir del motor, ‘muy temprano en la mafiana, montan en sus caballlos y se acercan a la pista para saludarlo, Entre sus amigos, los mas cercanos, estén e] comerciante don Javier Uzcanga, don Porfirio Lastra, ganadero, y Panchito Caledneo, heredero cercano a la cuarentena, Los tres se presen- tan cabalgando, vestdos de fiesta, como corresponde saludar a piloto que ha llegado, otra vez, a Yajalén. El capitén porta camisa cagui con hombreras, pantalones de montar y botas fede- ricas. Desciende del avién con el gorro de volar en la mano izquierda y se peina con los dedos de la derecha. Don Porfi de su voluntad. —Es mi error —dice el capitin—, debf haber trafdo hielo. —Se hace agua —opina Calcineo. —De Villahermosa a Yajal6n hago media hora de vuelo. Si hubiera comprado un bloque Mega completo. Allé arriba no hay tanto calor, —iQué alegre usted, capitén! Libre como los gavilanes para ir y venir por el mundo. Mientras \ 7 ajal6n ese! fin del mundo. Montatia tras montafia, tamontando el camino, sus veredas Lastra compra tres cajas de cerveza y ofrece asus amigos se sirvan lo que sea * Narador, Chiapas. 1937 que uno est sembrado aquf en la tierra y sus lodazales. —jAmigos! —propone el capi- tin—. Vamos a Tintlaa beber cer vera fra. iA Tuxtla? 2A la capital? {undo Hlegamos y cuando vol- vemos? —pregunta desconfiado don Porfirio Lastra En cuarenta: vito al Hotel Cano. Hay un co nero espafiol, Paco, muy bueno. ina el mejor lechén de todo Chiapas. Comemos, dormii una ligera siesta en las mecedoras del corredor y antes de las cinco de la tarde estamos de regreso en Yajalén. {Eso si! yo meq dormir aquf para volar mafiana Vamos? Lostres se miran indecisos. Es propuesta. Iral es otfos, sino inutos. Los in- edoa muy tentadora otro mundo. Qui clos, pudieran iry volvera Tuxtla para tomar cerveza fia? —No se hable mis, jArribal Nos vamos —decide porlos tres don Javier Uzeanga—. jNos va- mos! Por primera vez ven la tierra desde el cielo. | Es un carro oficial que queda a su serv Pequefias las casas, los pueblos, os animales, la poca gente que miran, Lo tinieo grande es el mi do, Cuando elavién aterriza en Tuxtla recobran 1a tranquilidad. El capitin carrecea por la pista hasta el hangar. Abre la puerta y saltaal suelo, —Abajo, sefiores —dice entre la cortesia y la orden. Un polica llega corriendo con el mausser em brazado. —jA sus drdenes! —se presenta asesando. —Mira, muchacho, te recomiendo mit avi Locuidas. —Para eso me mandaron aqui, sefior. —iMejor! Consfgueme un carro de alquiler para iral centro. 2 FETS -Ya esti listo, sefior, Pero no es de alquiler. —Viya, pues—comenta asombrado el capitén. Instalados en el automévil, el capitén ordena al chofer: —Llévanos al Hotel Cano. Queremos comer ‘con Paco el espaol —Me va a usted a perdonar, mi jefe, pero no do levarlo al Hotel Cano, Los estin esperan- pu do.en la casa de gobierno. —sCémo? —Es orden del gobemador. Por eso me man- daron a esperarlos. —Hombre! Qué sorpresa, qué amable es el sefior gobernador. Los tres amigos, en el asiento posterior, se mi- ran entre sfen silencio. Allegara la casa de gobierno, el chofer baja presuroso para abrir las puertas del automévil. Enel portén de la cas les aguarda un joven vesti- do.con traje de dril y corbata —Bienvenidos, caballeros. Soy el licenciado José Burguete, secretario general de gobierno, Elsefior gobernador me instruy6 que les dierala bienvenida en su nombre. No tardaré en llegar para presentarles sus respetos. Estd en palacio atendiendo un negocio urgente. Por aqut, se- Fores, pasen. Los amplios corredores de la casa de gobierno delimitan un jardin interior donde se alza una ‘construccién de bambiies, un techado con hojas de palma abierto a los vientos para mantener la fiescura. Ahflos conduce el secretario, En el cen- tro hay una mesa larga, vestda con manteles blan- os, con platosy cubiertos, vasosy servilletas dis- puestos. Esti reunido un grupo numeroso de ceabaleros, la mayorla vestidos como el secretatio, con trajes de dril y corbata, a pesar del calor. Elicenciado Bunguete, secretario general de go- biierno, se detiene en el centro de laestanci local capitén y a sus ccompafantes a su izquier- dda, Con una disereta sefial de cabera indica alos reunidos que pasen a saludara los huéspedes. seflor presidente de la Cémara de Dipu- tados, el sefior presidente del Ttibunal Superior de Justicia, el seior oficial mayor, el sefior secre~ tario de Obras Piiblicas, el sefior editor del pe- riddico Renovacién... Llegan serios hasta el momento de estrechar Jamano de los invitados, y entonces despliegan ‘una sonrisa ancha, apoyada con inclinaciones de cabeza. Presentados todos, el secretario general de Gobierno pregunta {Se les apetece tomar algo, sefiores? —Una cerveza fifa, Para eso venimos —reve- 16 don Porfirio Lastra —|Cerveza frfa para todos! Y usted, maestro marimbero, arranque la msica con los mejores sones chiapanecos. Los meseros reparten vasos rebalsados de es- puma. Caledneo acaricia el suyo, lo frota en sus mejilla, lo eleva 2 a altura de sus ojos, ve las go- tas heladas que descienden porel cristal, y decla- raen vor alta: co to ¢$ lo que se llama cervera fia. Lo de- més son pendejadas Los meseros reparten chicharrones, tostadas de camarén seco, de came marinada eon limén y queso de Cintalapa, era tostad: sero. seflores? —pregunta el me- —Deeso tenemos en Yajal6n, Con la cervera fra basta, contesta uno del tri. El eapitén, complacido, sontie. La marimba toca FI Rascapetate cuando, bruscamente, la pieza se transforma en La Diana para anunciar el ari- bo del sefior gobemador. El coronel don Victérico Grajales, gobernador constitucional, Hega son- riendo, saluda con la mano derecha en alto, vesti- do también con traje y corbata perono de drilsi- node lino. tf usted en su cas, amigo mfo—aice al ca- pitin Sarabia—. Y ustedes, sefiores, acompaiian- tes de mi amigo tan distinguido, considérense co- mo lo que son: huéspedes del estado de Chiapas. —Muchas gracias, sefior gobernador. Ya hemos 43 TTETOTTES tomado posesin de su generosa casa —expre- 86 don Javier Uzcanga, quien estudié en Mérida Inescuela primaria y sabe de frases y protocolos. —Sentémonos a a mesa, queridos amigos — dice el gobernador y toma del brazo al capitén Sarabia —Usted a mi lado, por favor. A los sefiores, Chepe, distribsiyelos entre nuestros funcionarios para que se vayan haciendo amigos. —Asi lo haré, seftor gobernador —contesta elsecretario general de Gobierno. Sentados ala mesa, son atendidos por los me~ seros que sirven, como entrada, carnes fifas de San Crist6bal y después una sopa de fiesta, cer- doal homo, aro, frijoles negrosrefritas, quesos y mucha cervera frfa. Los expedicionarios de Yajal6n estén encantados. Conversan con sus ve- cinos de mesa temas de trabajo diario en el ran- cho: la vaca que parié en la maffana, el toro padre que sélo trabaja de noche porque no le gusta el calor, que las ubres de tres de sus reses rinden iis que todo el rancho de su vecino donde sus vvaeas, en lugar de dar leche, dan léstima. La marimba no tiene descanso, De los sones pasan a los valses, alos corridos y también a las no- vvedades musicales como el fx rot el two steps. Elsefior diputado Querubin Besares, del sex- to distrito electoral, a medios tonos, acerca su cer- vveza al vaso de don Porfirio Lasta, para un brin- dis privado. —Brindlemos por el progreso—dice. Ychoca su cristal con el del sefor Lasta. Ydigame, sefior secretario, zcuinto tiempo hicieron de vuelo? —Poquito mis de media hora, —:Media hora? :Desde Xalapa, la capital de Veracruz? —2Xalapa? No caballero, nosotros venimos de Yajalén, —Entonces, del jefe de ustedes no es el gene- ral Jara, gobernador de Veracruz? —Nies nuestto jefe, nies el general Jara, Es el capitin piloto aviador don Francisco Sarabia. Nos invité a tomar cerveza fia aquien la capital y desde el campo de aviacidn, empezaron a pre- sentarse los enigmas. El gobernador tan gentil, yo nunca lo hubiera imaginado. —Con permiso, ciudadano, Debo informaral sefior gobernador. Por la espalda, el diputado se acerca al coro- nel Viet6rico Grajales yal oido del jefe pasa la in- formacién. —Sefior gobernador, los invitados no son los in- vitados, No es el sefior general Jara, gobernador de Veracruz. Ahora entiendo que el mal tiempo no Je permitié volar hasta nosotros, como habiamos planeado, Pero estos que estén comiendo son de Yajal6n. Vinieron en el avin del capitin Sarabia, —gEl capitin Francisco Sarabia? 2Asf djiste? {Hace tiempo que lo quiero conocer! —Esta aqui a su lado, sefior gobernador. La mano de don Victérico restalla en la espalda de Sarabia en ademiin amistoso. —Caramba, sefior capitén, tantas cosas que me han contado de usted. Todas buenas y algu- nas mejores, Quiero que sepa que sus vuelos son, de gran importancia para estas terras, sin eaminos ni ferrocartiles. Sila montafia nos detiene, usted nos ha ensefiado a ganarle el paso por el viento. CCuente usted con la simpatia de mi gobiemo para pulsar sus tareas. Que no quede un solo pueblo de Chiapas sin el auxilio de sus aviones. A ver, muchacho, mas cerveza fria para el capitén y sus amigos. {Y que la marimba no se detenga! —Muchas gracias, sefior gobernador —dice Sarabia—. Esté ya muy entrada la tarde, No debo volar en estas condiciones. Pasaremos la noche qué y mafiana muy temprano volaremos de te- ‘gfes0, Sélo pido a usted que ordene un telegra- maa Yajaln avisando que todos estamos bien para que las familias de mis amigos puedan dor- mir tranquilas. —Encantado ordeno lo que usted quiere. A ver... Marianito, trae papel y tinta para hacer un. telegrama, ¥ prepara alojamiento para nuestros huéspedes esta noche. —En el Hotel Cano, seftor gobernador—pide Sarabia— Y que avisen a Paco, el espaftol, que nos prepare un desayuno tempranero como s6lo su ciencia sabe. Y unas tltimas cervezas frias 7 ‘para mis compaiieros que no van a pilotear. — eae Del vuelo Volar como los pajaros —en suefios te prometes— Pterodactilo que muda las alas primigenias el tronco corpulento gana la oquedad la suave ligereza del que se mezcla al aire. Poet, Toxpan, 1950, Eas —— Atl y los aviones que le trajeron suerte los tres afos era un nifio con cara de nifia, Tenia mechitas rubias y esas facciones fi- nas que siempre conserv6, Estaba engalanado con un traje de terciopelo, encajes y botitas abotonadas que le llegaban hasta las odillas, Parecfa un burguesito que mira~ baa la cémara con fijeza; pero habja nacido en el barrio de San Juan de Dios en Guadalajara. Quizis sus padres lo endomingaron para el retrato y no sabfan entonces, probablemente nun- alo supieron, que por més que se esforzaran su hijo no pertenecerfa a i \guna clase social ria una persona de excepcidn. Por instrucciones del fotdgrafo tomaba una corneta con ambas manos, como si quisieran arreba~ tirsela, sefial dela curiosidad que siem- pre le despertaron los artefactos, sefal también de que iba a tocar los clarines, de gloria de nuestro Himno Nacional al convertise en muralsta frustrado, cuien- tista de mérito, amante tumultuoso, po- ico enfebrecido, ateo irteverente, pro- motor de las artes populares, caminante infatigable, charlsta capaz de tenera un auditorio nutrido 0 eseaso con la boca abierta gracias a un chorro imparable de historias verdaderas o modificadas, ge- neroso impulsor de otros pintores y el més grande paisajista del siglo xx mexi- ano. BI Dr. Atl fue un mito que no se deshace en el aire cuando se dejan de contar anécdotas en torno stryo. Se sos- tiene por la calidad de su obra y de sus inventos asentados en la imaginacién. Sentia pasiones inusitadas ante las miquinas y quienes conocen su vida y * Naridoa, investizndor cstedtica universitaria, Verse, Vet, 1938 az ste es el comrido ide Emilio Carranza Z-que murié volando tras una esperanz volver a su patria cubierto de gloria / para que su nombre: quedara en la historia / Carranza, Carranza, tu pueblo te llora cORRIDO CARRANZA ilagros lo explican al recordar su cereania con Marinetti Tal vez Martin Luis Guzmén nose detuvoa explicérselo. Coment6admi- rado el apego enfermizo de Ad por un auto- movil cuyas cualidades lo trafan sin seso. Lo habia robado de la Tesoreria Nacional duran- te una trifulea revolucionaria, Y acabé ta- pindolo para evitar que se lo arrebacaran xcendia la marcha y el chas chas chas del ‘motor llevaha al Porvenir. Sus orejas de artista ofan lo infinito en lo finito. Y de ahi alavién que resoplaba mis fuerte, remon- taba los aires y permitfa contemplarel esce~ nario del mundo des uunos cuantos pasos que tarde o temprano daria con sus dos piernas cabales o mutila- das, El panorama se ensanchaba sin fin con ka dumbre estérica de la Tierra, le loalto no habfa sino ise des- ccubrimiento lo tuvo pronto. Yaen 1922 habia dibujado el Popocatépet! desde un avidn mediocarcacha, de cuatro alas. Prefiguraba cuadros importantes de madurez, una de sus Manifesto Futurista 6lo hasta finales de los cuarenta se aplicé a tomar apuntes y Fotografias aéreas. Vivia en un estudio de la calle San Juan de Letrén, convertida hoy en je vial. Buen andariego acostumbrado al campo, nada més necesitaba otcar el cielo para predecir el buen término de la travesi Sacaba la cabeza por la ventana, probaba el tenor del viento con un dedo ensalivado yy se ponfa de acuerdo con el sefior Octavio Barocio, propietario de una Bonza matricula-

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