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a Revisién a la experiencia .~, de la Ciudad de México =“ UNIVERSIDAD -AUTONONA chustiateeve UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA D.R. © Universidad Autonoma Metropolitana Prolongaci6n Canal de Miramontes 3855 Col. Exhacienda San Juan de Dios Alcaldia Tlalpan, C.P. 14387 Ciudad de México, 2019 Isp: 978-607-28-1583-4 La va es una institucion de educacién piblica que hace critica e inves- tigacién cientifica, literaria, tecnologica o artistica como parte de sus funciones sustantivas y sin fines de lucro. Con base en el Articulo 148 de la Ley Federal de Derechos de Autor, las imagenes reproducidas en este libro son utilizadas para fines de investigacion cientifica, sin alteracién de la obra y citando la fuente. Se prohibe la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio sin el consentimiento escrito de los titulares de los derechos. SEGUNDA PARTE. REFLEXIONES CONCEPTUALES Y METODOLOGICAS La arquitectura participativa en el mejoramiento barrial Gustavo Romero Ferndndez La accion colectiva redefinida desde la participacidn en los barri Francisco Javier de la Torre Galindo ‘Transformaciones de un espacio pablico: el jardin de San Fernando Georgina Sandoval TERCERA PARTE. RECONOCIMIENTO DE ACTORES, PROCESOS SOCIALES Y LA DIMENSION TECNICO-OPERATIVA, Anilisis desde las identidades de los actores clave en dos proyectos de Iztapalapa Leonel Alcdntara Hernéndez Apropiacién ciudadana del espacio piblico: reflexiones y experiencias desde el Plan Comunitario de Mejoramiento Barrial Carmen Serdin Yuriria Orozco Martinez La pobreza del espacio urbano y el mejoramiento barrial. Caso de estudio colonia Miravalle Enrique Meneses Guillén Reconstruccién de ciudades con mejoramiento de barrios y participacién ciudadana. El caso de San Miguel Teotongo Lucia Belmont Angeles 137 187 177 179 203 215 237 Transformaciones de un espacio publico: el Jardin de San Fernando Georgina Sandoval | Introduccién En la primera década del siglo xx1, cuando todo parece ain mas complejo, —propuesta por Josep Maria Montaner. s GARR (montaner, 2008) i ; por lo que se requiere de “un proyecto”. Hoy esa iniciati a es una politica ptiblica con recursos limitados que per- miten la participacién activa de los vecinos, se le conoce como Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial (pcmB). Los principios de la Universi- dad Auténoma Metropolitana (vam) permiten los trabajos de vinculacién que Transformaciones de un espacio piblico... * 157 -— ligan las necesidades de comunidades y la propia universidad (en este caso, a partir de una asistencia técnica), que realiza un ejercicio de diagnéstico y ela- boracién proyectual ejecutado en el Taller de Diseito Arquitect6nico III (Tri- mestre 10P). Al mismo tiempo es un espacio revalorado en el siglo xx1 por los propios vecinos de la colonia Guerrero que convocaron a la Divisién de Ciencias y Artes para el Disefio, mediante un eje mejorar las condiciones fisicas del lugar y modificar cicio de disefio urbano, a las condiciones de vida de la poblacién local; Las condiciones de conectividad del lugar -estacién del Metro y linea de Metrobis-, la gran cantidad de servicios con importantes museos (Museo de San Carlos, Museo de Bellas Artes y el Museo Panteén de San Fernando), hacen del lugar un remanso, un lugar para estar y contemplar, al mismo tiempo de que puede reconocerse como un espacio cuya funcion es de centralidad eee Una referencia general La Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal en su Articulo 3, : 015). Sealamiento e & 3 a S genérico que puede indicar “todo” lo que no es privado. Ante la diversidad de espacios piblicos con los que cuenta Ja ciudad, se hacen necesarias las particularidades que ayuden a la identificacién de norma- tivas de diseio urbano para la misma. Este trabajo sélo pretende dar cuenta de un ¢jercicio que basado en una recopilacién historica, plantea ser respetuoso 358 © El Mejoramiento barrial con el acumulado histérico al realizar un proyecto de adecuaci6n y conserva- cin del espacio piblico. El lugar E Hoy dia, el Jardin de San Fernando es parte del lindero poniente del “Perime- tro A” del Centro Hist6rico de la Ciudad de México que, a su vez, se encuentra en Ja Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad a partir de 1987. Su ubi- cacién corresponde al cuadrante nororiente del cruce del Eje 1 Poniente (Av. Guerrero) y Puente de Alvarado (antes Calzada Tlacopan). Casi es parte de la ciudad colonial. La transformacién histérica del lugar En el texto, (BOISHIIGUEHEEOMn caso de deterioro urbano (Suarez Pareyén, 1977), ste recordar que la calzada esta fuera de los limites de la ciudad espafiola, en Ia historia se la recuerda como una calzada, trazada y construida en tiem- pos mexicas, sobre el lago, y cuya funcién era conectar la gran Tenochtitlan con tierra firme. Segiin Suarez Parey6n, la tendencia natural del crecimiento urbano fue a lo largo de la calzada Tlacopan. A sus orillas fueron surgiendo instalaciones e iglesias conventuales como las de San Diego, San Fernando y hospitales como el de San Hipélito. “Se trata de un crecimiento practicamente lineal”; para el siglo xvii, muchas familias ricas tenfan alli sus fincas campes- tres. Hoy la calle se llama Puente de Alvarado; para recordar el salto que salvé Ja vida al conquistador (Tovar de Teresa, 1992). Por otro lado, retomando las ideas emanadas (Gazal prin ROUELASRUCRTATBA. en primer término aparece el templo que, para entonces, equivale a la escuela, centro de recreacion espiri- tual (Garcia, 1961). Segiin este autor, durante la colonia, la plaza es un espacio abierto, arbolado para tener sombra, pero no invadido por monumentos ni Transformaciones de un espacio piblico... © 159 fuentes de ornato, ni tampoco invalidando su paso a través de ella, ya que el jardin no existe. Garcia Ramos aprecia que cada plaza no distaba més de 400 metros de otra, (...) en ocasiones hay ampliaciones frente a un templo (plazoletas), que seguramente obedecen a celebraciones religiosas. Por lo que sostiene que para finales del siglo x1x la plaza mayor y en un radio no mayor a kilémetro y medio, existieron 63 plazas. Cuando se observa el grabado de Casimiro Castro: “Vista Aérea de la Cit- dad” realizado en 185, se puede verificar, en el extremo inferior derecho la presencia del enorme Convento de San Fernando, asi como una plaza abierta con un monumento al centro. Una foto de este grabado se encuentra presente» en el texto La Ciudad de los Palacios, crénica de un patrimonio perdido (Tovar de Teresa, 1992), aunque se sabe que el original se encuentra en el Museo de 2 Cambas sehala apa ibado en 1862; pero la iglesia no tuvo cambio alguno. El titulo de su relato plaza de San Fernando, con Estatua de Guerrero (Rivera Cambas, 1980). autor sefiala que delante de la iglesia hubo un atrio muy importante, que s i6, como todos los atrios, de cementerio (suprimido en 1836); por lo que lo: ndinos hicieron un pantedn anexo que hoy dia es uno de los panteones 9 fue un gran negocio debido a que el reglamento de colonias era Hoy en dia, ain con reglamentos precisos (que no se cumplen cionamientos sigue siendo un gran negocio (Figura 1). , realizar frac- 160 * El Mejoramiento barrial Figura 2. Jardin de Guerrero. Plaza de San Fernando, octubre 1905, Fuente: Museo Archivo de la Fotografia. Para conocer como era su aspecto al final del siglo xix, se recurrié a una busqueda de archivos que incorporé los anales fotogrificos del Museo Archivo de la Fotografia, Entre las piezas encontradas aparece una foto del monumento del insurgente Guerrero (en mal estado) de 1905 (Figura 1) que permite ver la base y, curiosamente tiene, una leyenda que dice: “Jardin de Guerrero-Plaza San Fernando”. Sobre el trazo del “Jardin de San Fernando” la misma fuente proporcioné una foto de un plano (Figura 2) fechada en mayo de 1925; se observa que la estatua ya no tiene un parterre redondo, sino cua~ drado; que existia una calle entre el jardin y la iglesia; que frente a la iglesia Figura 2. Plano del jardin de San Femando, 1925. Fuente: Museo Archivo de la Fotografia, Transformaciones de un espacio piiblico... © 161 estaba un bebedero (Figura 3); ademas, tenia un drea de juegos infantiles en un lugar de escasos arboles. Por altimo, el trazo del jardin corresponde a trazos cir- culares y caprichosos. Cabe recordar lo sefialado por el arquitecto italiano Fariello, de que el jar- din francés posterior a 1860, bajo la eje- cucién de Barillet-Deschamps, imprimié una vision compositiva: “su trazado pre- senta amplios circulos y elipses tangentes entre si, un rasgo caracteristico del gusto de la época” (Fariello, 2000). Por otro lado, Obregén (1968) se encarga de describir que en el centro del jardin esta una estatua del general Figura 3. Fuente en el jardin de San Femando, " Fuente: Museo Archivo de la Fotografia, sin fecha. Guerrero, quien fue el héroe titular de la barriada. La gesta revolucionaria del pais pone inactivas las manifestaciones artisti- cas, arquitectonicas y urbanas, no s6lo en la Ciudad de México, sino también en el resto de las ciudades del interior de la repuiblica. La vuelta a la paz social tiene consecuencia e implicaciones en el territorio: la Ciudad de México ejerce una centralidad de funciones, produccién y concentracién poblacional, tam- bien presenta el fendmeno de deshordar de sus limites fisicos y trastoca la ciu- dad construida, Para el sociélogo Armando Cisneros: “todas las explicaciones espaciales podrian entenderse como parte de obras que reflejan una mirada sobre el espacio, surgida a su vez en un espacio tiempo, y no como una verdad absoluta” (Cisneros Sosa, 2006). Una intervencion en el siglo xx Para 1967 durante la inauguracién de la Exposicién de proyectos para la remo- delacién de plazas, el regente de la ciudad Alfonso Corona del Rosal dijo: “Esta- mos ante nuevos imperativos, ante nuevas exigencias que nos plantean las grandes concentraciones urbanas... pero junto a esas, hay otras no menos importantes: la de conservar los simbolos vivientes”. En esas frases, dice el 162 * El Mejoramiento barrial arquitecto Jorge Creel de la Barra, se encuentra la justificacién y trascenden- cia de los proyectos: en estos simbolos de la vida urbana, en estos organis [..] porque es en las plazas, mos determinantes de la estructura de la ciudad, donde se requiere de la constante renovaci6n, ante las presiones que establece el desarrollo urbano; sin embargo reno- var no significa, por ningin motivo, destruir. (...) renovacion significa incorpora- cién de las experiencias, de los simbolos, de las formas del pasado, a las necesidades de nuestro tiempo (Creel de la Barra, 1968: 23). s Ortiz, Macedo, en colaboracién con el arquitecto Jorge L. ] el arquitecto L Medellin, intervino en las plazas de Santo Domingo, Santa Catalina, Regina Coe- Ili y Santa Veracruz, ademas en el Jardin de San Fernando y en la Rotonda de las, Personas Ilustres del Pantedn de Dolores, todos ellos espacios fundamentales de la Ciudad de México a los que se consider6 oportuno rescataq@eO GO eon OOD tecto Ortiz, Macedo gesté bajo la idea de ~promover la restauracién integral— en la que el monumento ¥ el contexto urbano se pertenecen mutuamente, y al revitalizar en uno se revitaliza al otro. Para este investigador de la Facultad de Arquitectura, ¢ percibe la mano del restaurador que comprende el origen estas intervencion evolucién de los edificios y su contexto, y la del arquitecto preocupado por realizar una obra en la que la volumetria, la escala y el detalle permitan una lectura clara entre lo viejo y lo nuevo (Ramiro Palomo, 2010: 25), Se realiz6 una busqueda para verificar lo escrito por el arquitecto respecto a su concepto de disefio, asi como la posible valoracion de la obra ejecutada y las condiciones normativas a las que se enfrent6, Su ejercicio se refiere a la recuperacién historica de la arquitectura, no asia su obra ejecutada (Véase por ejemplo Ortiz, Macedo, 2004). Transformaciones de un espacio ptiblico... © 163 (Ortiz Macedo, 1968: 21). Por lo que propone que cualquier proyecto de revitalizacién de un area urbana que va paulatinamente perdiéndose de su funcién primaria, @Q)0CUaD _pacidny aproveehamiento sutren diversas modiiaciones, mn pa por ningiin motivo, de un principio de restitucién historica, desposeido del contexto humano y vital para resolver el urbanismo. * Habla del trénsito de plaza a parque, aunque también convoca a regenerar los “centros civicos”, lo reconoce como una necesidad de Areas arboladas en lugares y barrios que por lo visto carecen de ellos, situacién seguramente pro- ducida por el rapido crecimiento de la mancha urbana y sus propios habitantes. Para el desarrollo de proyectos recuerda los elementos que contiene una plaza: — Cuidado de sus materiales y proporciones. — Ensayo espacial y volumétrico. — Especial tratamiento a la iluminaci6n nocturna. — Racional aprovechamiento de anilisis tipo histérico y cuantitativo del estado actual en sus areas y locales adyacentes. Lo anterior tiene como propésito incrementar el uso y la vida cotidiana en estos espacios. Del texto-conferencia también lama la atencién la afirmacién siguiente: “Toda restauracién, si no lleva dentro de su programa el servicio de la comunidad, es ociosa y, por ende, antisocial”. Las obras desarrolladas por los arquitectos Ortiz Macedo y Medellin son des- critas a lo largo de dos niimeros de la Revista Artes de México (ntimeros 109 y 110). Asi mismo, algunos dibujos @ lapiz, del propio arquitecto Ortiz Macedo, de la plaza de Santa Catalina Martir y la Plaza de Loreto, estin contenidos en el libro Plano de la Ciudad de México de Pedro de Arrieta (De la Maza y Ortiz Macedo, 2008). A través de ellas y de recorridos se puede comprobar la idea moderna de los autores: parterres de geometria evidente forman cuatro recua- 164 © El Mejoramiento barrial dros y un centro; sendas que marcan la simetria y los ejes; cambios de nivel para distinguir la presencia de la plaza y recinto como material base de modulaci6n. El proyecto del Jardin de San Fernando (1968) La descripcién del jardin est contenida en el niimero 109 de revista Artes de México, pero no presenta autoria alguna. Ahi se sefiala: [...] la calle que corria frente al templo fue eliminada para dar paso a una plaza que da visibilidad al templo; la nueva ordenaci6n del jardin se proyect6 con base en una avenida central pavimentada en piedra, bordeada por fuentes de surtidores vertica~ les que acentéan la perspectiva del eje principal que remata frente a la portada de templo; al centro en su posicién original, quedé ubicada la estatua y monumento del insurgente Vicente Guerrero. tablemente alterado al suprimit monumento, en afios anteriores, habia sido lamen- fe las rejas que lo limitaban y los escalones de su basamento, los cuales fueron repuestos siguiendo el proyecto original. Asi, el jardin fue conformado mediante cuatro recuadros de pavimento en tepetate apisonado, bordeados por setos naturales de truenos recortados y banca de fierro fundido, uti- lizables como areas de reposo y juegos infantiles. Con el propésito de crear una entrada al jardin y un limite al espacio frente a la Avenida. Hidalgo, se construyé un portico de idéntico disefio al de los del pantedn (Artes de México, 1968). ss el pantedn fue La descripcion anterior no sefiala que la intervencién logré una disposicién arménica, de formas geométricas; con mucha claridad marcé ejes, jerarquia y simetria, tampoco ha sido identificado como un ejercicio de la modernidad arqui- tecténica, 0 como una exploracién de disefio urbano de la segunda mitad del siglo xx en un lugar de caracter patrimonial. Las construcciones del lado poniente no tienen mayor mérito artistico, no asi las construcciones del lado oriente de la Transformaciones de un espacio publico... © 165 plaza. Tampoco se sefiala que el centro, sobre el eje principal, no es el lugar que ocupa el procer Guerrero, mas bien, el monumento se encuentra ligeramente cargado hacia el oriente, ello para dejar como principal vista la portada de la Iglesia de San Fernando. _vecinos de la colonia, y esté contenida en la “Carpeta Técnica” pars ci concurso publico del Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial (Ramirez Palomo, 210 ET aS SS Sano ST SSAA les que han influido, tanto a la sociedad local como a la del pais en su conjunto, un ejemplo de ello es en la década de los veinte del sigh de apoyo social en el lugar, y con la consigna de “inquilinos a colgar la rojinegra”, se colocaron mantas y banderas observables en muchas de las vecindades. por la zona dejando una cauda de solidaridad con los estudiantes rechazo a las acciones del gobierno; desde la mitad de la década de los aitos setenta del siglo xx se desarrollé el proceso organizativo de los inguilinos que dio lugar a la Coordinadora Inquilinaria del Valle de México y, posteriormente, fue “el cristal madre” que permitié el agrupamiento de los damnificados por los. sismos de 1985 y la formacién de la Coordinadora Unica de Damnificados con alcance limitado en la zona y a cargo de la Union de Vecinos de la colonia Gue- rrero ~UVCG~ que acuiié la frase: “soy de la Guerrero... y aqui me quedo”, Cabe sefialar que también la Asamblea de Barrios tuvo bases de apoyo en la zona. Para el desarrollo de la intervenci6n del grupo de la vaM-A, ademis del estudio historico y fotografico ya relatado, se llevé a cabo el reconocimiento y levan- 166 * El Mejoramiento barrial (6n de la Organizacién Mundial de la Salud~ y los pobladores el censo de 2010, la relacién deja mucho que desear para an Fernando, O-del perimetro A. Sobre el estado del jardin se realiz6 un diagnéstico a partir de Ja situacién y un levantamiento del arbolado existente, a través del cual se identificé que se han sembrado Arboles a distancias no éptimas con lo que se dan som- bra unos con otros, evitando su sano desarrollo. Entre toda la presencia vege- tal destaca la presencia de un ahuehuete de grandes dimensiones y cuya edad fisi debe ser, por lo menos de 100 afios, aunque también hay presencia de otros pequefios ahuchuetes. Por otro lado, las raices de los Arboles han generado distintos niveles y desniveles en el pavimento. Al centro, ligeramente cargada hacia el poniente, existe una estatua del General Guerrero, la cual no le quita presencia visual a la fachada principal del templo. Los arboles se encuentran con distintos grados de afectaciones: enfermos, mal podados, mal conservados, mal sembrados. Las banquetas y guarniciones se encuentran en mal estado, debido a la fuerza de los Arboles, cuyas raices rompen la loza de concreto y recinto que los cubren. Es un resul- tado de la mala seleccién de especies para la zona. Ademis, el asentamiento e inclinaci6n del templo de San Fernando pone en riesgo no sélo el recinto colo- cado en el atrio y la plaza civica del Museo, sino el propio templo. La relacién funcional del jardin distingue, usando cambio de niveles, la plaza civico-religiosa del resto del jardin. El eje central tiene un corte perpendicular ‘Transformaciones de un espacio piblico... * 167 creando un centro en donde civica que funciona en las ceremo- otra plaz al précer insurgente. El eje central del jardin y las fuentes que nias realizada Je bordean se mantienen en buen funcionamiento, comunicando la plaza de acceso a la iglesia y al pantedn con el portico de acceso que a su vez tiene otra plaza, paralela a la calle de Puente de Alvarado usada por el comercio ambu- lante; la cubierta del portico presenta humedades y deterioro. Asi, el eje central del jardin y su perpendicular creaban 4 parterres que fueron alterados creando otros dos parterres. En cada uno de los 4 parterres originales convirtié en lugar privado usado por poblacién de calle. e crearon una especie de niicleo con un solo lugar de acceso, que se niran la television, hacen sus necesidades fisio- ica fun- légicas e incluso Hevan a cabo relaciones sexuales. Si bien la caracteri damental de un jardin es que es pitblico, el sitio no cumple con esta condicion, debido a que la forma en que se usa lo vuelve cerrado y repele a todo aquél que desee pasear por ahi. Incluso, se dice que cuando se realizan actividades civicas y culturales en el jardin, las personas que lo habitan le “prestan” la plaza a las autoridades (Figura 4). Figura 4, Jardin de San Femando antes de su intervencién en 2010. Fuente, Foto Georgina Sandoval, 168 * EI Mejoramiento barrial Durante los siguientes cuarenta aiios, el deterioro fisico social también est presente en el Jardin de San Fernando. Es una zona de paso, invadida de ven- dedores ambulantes y con claro ejercicio de la prostitucién. A través del trinsito histérico de las denominaciones y las normas, se ha valorado el saldo en el siglo xx1. Para organizar la informacion se hacen fun- damentalmente dos distingos: la forma-entorno y la relaci6n uso-funcién. Es a través del ejercicio de disefio que se incorporan valores ligados a la construc- cidn simbélica de los propios habitantes. El anteproyecto realizado por la vaM-a, bajo una iniciativa vecinal, tuvo las consideraciones siguientes: if isieade) lugar es una propuesta del periodo moderno en arquitectura, en la temporalidad de la inter- vencién, la solucién geométrica y funcional coinciden con ese momento. Se trata de una intervencién del siglo xx en una zona patrimonial. 2 Gon el pas de ns af, las condiciones soioecondmicstenen como importante participar en el ejercicio de disefto, Ellos vierten informacion respecto a la cotidianidad del lugar; dan cuenta del valor significativo que este espacio tiene en la vida de la comunidad, asi como sus temores respecto al tratamiento de la poblaci6n de calle que vive en el jardin. . De parte del grupo de Taller de Diseiio IIL, a cargo de la profesora Geor- ina Sandoval, se vierte lg informacién generada a través dQUARALSSD lebate que pretende explicar su propia colonia en el contexto histérico de ciudad y de los datos poblacionales. 5. Grupo de asistencia (el Taller de Disefio 111) (§¥@SiROSTaISCuRERNRIbD Eze tener y definir un anteproyecto para el jardin. $s un ejercicio basado en los principios del diseno participativo. Transformaciones de un espacio piblico... * 169 6, Entre los vecinos surgié la idea QED COND EAEESTEHEAD) sin embargo, ellos mismos desecharon la idea al reflexionar que eso le quitaria centralidad y jerarquia a la fachada prin- cipal del templo. 7. Sobre las necesidades identificadas por los vecinos y que se converti- rin en @QWMGUSeNO Para el grupo de 12 alumnos,! se encuentra: 1) el (QRH ERUSHMERESARIG|ARAD por parte de los propios vecinos; 2) mejorar las condiciones fisicas del lugar, lo que incluye recuperar los cuatro parterres originales; poner a nivel el piso de la plaza, 3) recupe- rar lo visual, hoy obstruido por la cantidad de drboles. 8. La propuesta de anteproyecto de adecuacién consider que los parte- rres deben cerrar los nuicleos completamente para dejar de funcionar como area privativa. Los “nuevos” parterres que trastoca la disposicion geométrica y que resta relacién visual con el monumento del insurgente deben desaparecer, para regresar al proyecto de 1968. No sin olvidar identi 1 los elementos naturales que hoy existen, asi como clas carlos e identificar su situacién pensando en un proyecto de poda; sobre los pavimentos dafiados, se plantea recuperar las piezas de recinto (hoy fuera de mercado) para ponerlos en nive 9. Surgieron otras ideas, como 1) MGUPEEC INGA MONEDA ra el riego y mantenimiento del jardin y sus ahuehuetes y, 2) generar un portico a todo Io largo del costado oriente del jardin, ademas de funcionar como galeria abierta, seria una senda a cubierto para vincular el museo panteén con la calle de Puente de Alvarado. 3) También se realiz6 un proyecto de iluminacin para el jardin. Sin embargo estas propuestas fueron desechadas de cara a lo limitado del presupuesto asignado. 10. Durante el proceso de gestién de realizacién de este proyecto se tuvo que recurrir a distintas instancias: Autoridad del Centro Histérico, Sitios patrimoniales de Seduvi, Fideicomiso del Centro Hist6rico, Dele- gacion Cuauhtémoc, INAH € INBA. Todos opinan, pero nadie asume 1. Los alumnos participantes son: David Avilés, Alberto Lozornio, Luz Reyes, Karen Solfs, jorge Lopez, Oscar Lozano, Claudia Olascoaga, Missael Anastasio, Mariano Palleco, Nancy Pérez, Juan José Cruz, Ricardo Luengas. Trimestre 10+, tuo vespertino, 170 * El Mejoramiento barrial responsabilidades claras en este tipo de intervenciones en “el espacio ptiblico”, en tanto es un ejercicio que no tiene norma. 11. Sobre el aprendizaje situado, en el proceso de aprendizaje significativo Para los jovenes estudiantes de arquitectura, se trata de que los alum- nos se enfrenten alumnos| GEARED. Fate mass importate es entender que la profesion de arquitecto no es sélo saber proyectar. 12. a partir de la en la convocatoria del Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial 2010, el cual les otorgé un pequeito recurso para su mejora. Para par- ticipar en esta convocatoria contaron con la asistencia técnica desde un curso normal de la materia “Taller de Disefio Arquitectonico” de la Universidad Auténoma Metropolitana-Azcapotzalco, donde se generd el anteproyecto que participé en el concurso y fue seleccionado. Para el aiio siguiente participaron como ejercicio de continuidad para poder terminar las obras iniciadas (Figura 5). Figura 5. Ee principal del Jardin de San Femando. Fuente: Foto Georgina Sandoval. Transformaciones de un espacio ptblico... © 171 Reflexiones para Ia intervencién de espacios publicos en zonas patrimoniales Mas de 40 afios después de la intervencién gestada por los arquitectos Ortiz Macedo y Medellin, seguimos en la misma batalla: procurar la salvaguarda de los centros historicos en donde cada cambio de administracién implica cam- bios de directrices, intereses, objetivos y hasta la busqueda de financiamiento y gestion __ giana lanormatvdad eminaconradicindose ene Pi ia Ley de Desarrollo Urbano de 2010, prefiere generalizar la denominacién del espacio piblico. Como se puede deducir, en realidad se trata de una ambigiie- dad, sin que se precise nada. Por su parte, el Reglamento de Desarrollo Urbano de 2003 atin vigente, en sus articulos 60 y 61 se consideran parte del patrimonio cultural urbano las plazas, los evisamos la Ley del Medio Ambiente, tminos administrativos, se tienen instancias o depe que les Jbleintervencion en plazas: el Insti ional de Antrop s ddel Espa- cio Publico, las Delegaciones y, por lo menos, dos Secretarfas. Intervenir el espacio publico puede ser una tortura que implica “el control de los usuarios": los vendedores ambulantes. Hoy en dia el Centro Histérico tiene un Plan de Manejo (cpr, 2011), que no s6lo no registra la intervencién hecha por los vecinos; tampoco realiza pro- puestas para la zona y es parte de un Plan ms, que al final de una gestién poli- tica administrativa vendré otro plan. Pensando en arquitectura, una de las discusiones hacia finales del siglo xx, que atin es vigente, se refiere a la relacion existente entre la propia arquitectura y la ciudad, por lo que hay quien propone que el vinculo légico es el espacio piiblico, Pero ello trae aparejado muchos cuestionamientos empezando por la pregunta: gqué es el espacio publico? La discusién sigue sin respuesta Ante la ausencia de normativas especificas para tratar este tipo de espacios piiblico situados en perimetros patrimoniales -originalmente sélo intervenidos por la autoridad—, los vecinos se enfrentaron a un peregrinar para solicitar y obtener “vistos buenos” de distintas autoridades involucradas (Sitios Patrimo- 372 © El Mejoramiento barrial niales, INH, Autoridad del Centro Historico, Autoridad del Espacio Piblico, Delegacién Cuauhtémoe, entre otros), sin que ninguno tuviera mayores clemen- tos formales para tratar el caso y s6lo terminaran dando un nuevo “visto bueno” (clanteproyecto consiguié el visto bueno del propio arquitecto Macedo). Ello sin contar con las complicaciones de tipo social que se debaten entre un uso para la poblacién de la zona o para la poblacién en transito, que a su ver tiene que convi- vir con poblacién en situaci6n de calle. Por eso, lo mas sencillo es considerar que Jo puiblico nos coloca a todos en igual circunstancia, lo ptiblico es lo democratico, Los vacios y Ja problemdtica continuardn en tanto continée la “ausencia” de una norma de atencién y hasta de denominacién de los espacios piiblicos patrimoniales. Y como si no fuese lo suficientemente complicado para este caso, resulta dificil atender los problemas de intervenir un espacio publico “aparen- temente antiguo” -por su ubicacién-, pero que ha sufrido diversas transfor- maciones urbano-arquitectonicas durante el siglo xx. Por lo que es necesario reflexionar y proponer sobre los parametros como se debe intervenir un espa- cio urbano-arquitecténico. Hoy dia, lo nico cierto es que el espacio se transforma para adecuarse a las. nuevas condiciones de la sociedad. Conclusién en prospectiva Estas lineas pretenden ser un ejercicio reflexivo de cara al futuro, Es decir, el cmp ha sido un ejercicio que hay que valorarlo como aprendizaje. 1. Aprender de la historia, es aprender y reconocer el lugar. Pero “el lugar” no esti solo, forma parte de un sistema; veamos las plazas como un gran sistema de ciudad, estableciendo relaciones y jerarquias entre ellas. 2. Aprender del lugar-plaza, significa reconocer la idea de la plaza tratada como lugar central, como centralidad, que vincula a otros espacios. 3. Hoy que se habla de sustentabilidad de manera insistente, es impor- tante recordar que la plaza, el espacio piiblico, es un reducto del “lugar natural” que permite la absorcién de Iluvia; podria ser el lugar de cap- tacion de agua de luvia, Con lo que se espera que el mercado de las tecnologias alternativas, se ocupe y también aprenda. Transformaciones de un espacio pablico... © 173, 4. De la plaza —del espacio piiblico~ se aprende que nos ofrece un lugar de referencia, donde se gestan relaciones sociales y econémicas, ambos han conformado no s6lo identidad, sino también significados que hay que saber leer e interpretar. 5. Tenemos que aprender a establecer relaciones “medibles” a partir de la plaza, hoy mas que nunca, cuando se insiste que el futuro de las ciuda- des atraviesa por reconocer la densificacion. Pero los limites a la altura, a la intensidad, a los usos y la relacién entre lo publico y lo privado deben de quedar claramente establecidos. Es decir, la forma en que se relacionan y dénde el espacio ptiblico tiene como condicién inherente la relaci6n entre el espacio arquitecténico y el espacio urbano. . 6. Del pcm debemos rescatar la importancia del ejercicio de disefio que requiere de profesionales que le atiendan. Por eso las universidades han venido ayudando a reconocer: a) la relacién con unos usuarios; asi sus productos no son producto de la invencién de estudiantes, sern unos profesionales habilitados para entender colectividades; b) trabajar en ejercicios situados implica entender que Ia realidad y su profesion no es aséptica y que requiere de otras disciplinas que coadyuven a inter- venciones exitosas. 7. Aprender que los requerimientos sociales necesitan del disefio de polt- ticas piiblicas y que la operacién de sus acciones necesitan de una asis- tencia técnica. Bibliografia Artes de México (1968). Artes de México: La Ciudad de México, No. V1: Sus Pla- zas. Primera y segunda parte (109 y 110). Cisneros Sosa, Armando (2006). El sentido del espacio. México: Miguel Angel Porrta. Creel de la Barra, Jorge (1968). “La ciudad y los centros civicos”, en Artes de ‘México: La Ciudad de México, No. VI: Sus Plazas. Primera parte (109): 23-25. Fariello, Francesco (2000). La Arquitectura de los Jardines. De la Antigiiedad al siglo xx. Madrid: Celeste. 174 * El Mejoramiento barrial Garcia Ramos, Domingo (1961). Iniciacién al urbanismo, México: UNAM. Maza, Francisco de la y Luis Ortiz Macedo (2008). Plano de la Ciudad de México de Pedro de Arrieta, 1737. México: Instituto de Investigaciones Esté- ticas-UNAM. Montaner, Josep Maria (2008). Sistemas Arquitecténicos Contempordneos. Bar- celona: Gustavo Gili. Obregon, G. (1968). “Bosquejo histérico de las plazas de San Fernando y Santa Veracruz”, en Artes de México; La Ciudad de México, No. VI: Sus Plazas. Pri- mera parte (109): 26-43. Ortiz Macedo, Luis (1968). “Los Centros Historicos frente al urbanismo actual’, en Artes de México: La Ciudad de México, No. VI: Sus Plazas. Primera parte (109): 20-22. (2004). La historia del arquitecto mexicano: siglos xvi-xx. México: Grupo Editorial Proyeccién de México. Ramirez Palomo, Armando (2010). 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