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La Sostenibilidad, características, implicancias

y alcances en los bosques

Ronnie de Camino Velozo


Jan Breitling1

¿Que es la sostenibilidad? ¿Hace aún sentido?

Partiremos por una definición y los supuestos que implica el concepto que nos ocupa.
Sostenibilidad es una característica o estado que puede ser mantenida en forma indefinida
a un cierto nivel. Para el planeta Tierra, es entonces la intención de suministrar los
mejores resultados posibles para el ser humano y su ambiente natural, tanto ahora como
en el futuro indefinido2.

No haremos una historia de la evolución del desarrollo sostenible. Sólo recordaremos el


concepto que nos ha intentado regir, sin éxito 3, desde 1987:

"Desarrollo Sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias
necesidades”4.

La definición parece muy simple, pero requiere de un análisis más detallado: el


Desarrollo Sostenible, debe definirse como equilibrando la satisfacción de las
necesidades humanas con la protección del ambiente de manera que estas necesidades
puedan ser satisfechas no solo en le presente, sino en un futuro indefinido.

Frente a esta definición, ¿dónde nos encontramos? Estamos en un punto en que la mitad
de la población no satisface sus necesidades, y para el bajo nivel de satisfacción que
alcanza, debe abusar y destruir los recursos naturales. Adicionalmente, una pequeña
proporción, sobre-satisface sus necesidades, en niveles de consumo absurdos. Es tal el
grado de sobre-satisfacción, que ya no hay preocupación por satisfacer las necesidades,
sino que lo que busca la sociedad efluente, es satisfactores cada vez más sofisticados y
que demandan mas recursos naturales y mas energía para su manufactura5. No basta

1
Profesores, departamento de Ambiente, Paz y Seguridad, Universidad a la Paz afiliada a Naciones Unidas.
2
http://en.wikipedia.org/wiki/Earth
3
La aplicación del concepto ha tenido éxito a escala micro y medio regional, en comunidades, en algunas
cuencas hidrográficas, pero a nivel nacional y global, los resusltados ha sido pobres.
4
WCSD. 1987. Our Common Future. Report of the World Commission on Sustainable Development.
5
Ver Manfred Max - Neff. Desarrollo a Escala Humana. Cepaur. Fundación Dag Hammarskjold 1986. que
sostiene que los individuos y la sociedad reemplazan satisfactores de necesidades simples por complejos e
ineficientes y preocupa a ciertos niveles mucho más el satisfactor que la necesidad misma.
transportarse, sino que hay que hacerlo en un insultante Hummer (exceso de materiales,
exceso de consumo de combustible, ofensa al pobre). Tampoco basta la recreación, sino
que debe hacerse en un campo de Golf, que consume ingentes cantidades de agua,
mientras las comunidades aledañas tienen serias dificultades de abastecerse para beber y
para sanidad.

Desarrollo sostenible, no es sólo respeto al ambiente. Es también respecto a la situación


de lo seres humanos, respecto a la economía, respecto a las instituciones, respecto a la
tecnología, respecto a la política. Desarrollo sostenible requiere de desarrollo, en el
sentido de elevar los estándares de aquellos que no satisfacen sus necesidades, pero sin
destruir la naturaleza, e incluso recuperándola. Desarrollo sostenible, requiere la
contención del consumo, e incluso la reducción del consumo, el cambio de los patrones
de consumo, el salir de la economía de lo desechable.

Pero el Desarrollo Sostenible, tampoco es tener un gran parque natural para aquellos que
desean una naturaleza intocada, que ofrecen soluciones técnicas y ecológicas, pero que no
piensan en los agricultores, los propietarios forestales, sino como enemigos depredadores.
Desarrollo Sostenible, si hace sentido y además es cada vez más urgente, pues en la
relación entre el hombre y la naturaleza, hay cambios que han pasado el punto de no
retorno6 y ya no es un problema solamente de satisfacción de necesidades, sino de
seguridad y sobrevivencia. El tema entonces es actual y es urgente y requiere de una
REVOLUCIÓN, en una sociedad de poder que es cada vez más “light” y más hedonista.

Los objetivos del milenio y los bosques.

Hemos dado este rodeo, pues queremos desarrollar el tema del bosque y su
sostenibilidad. En primer lugar, trataremos de relacionar el bosque, con los Objetivos del
Milenio 7.

El séptimo objetivo se enuncia como “garantizar la sostenibilidad del medio ambiente”.


Además, en la expresión más operacional del objetivo, se especifica:

- Incorporar los principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas


nacionales;
- Invertir la pérdida de recursos del medio ambiente.
- Reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua
potable.
- Mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de
tugurios para el año 2020

6
Es muy posible que los cambios en la atmósfera, aún cuando se pararan todas las fuentes de
contaminación instantáneamente, el calentamiento global todavía continuaría por 40 o 50 años todavía.
7
http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/
Es decir, relaciona la sostenibilidad del medio ambiente con el hombre, su salud y su
dignidad. Además, al analizar los restantes objetivos, es evidente que el medio ambiente
tiene relación de mutua causación circular y acumulativa con la pobreza, la educación, la
salud, la distribución de los recursos y la responsabilidad del sistema internacional.

La FAO nos informa que cada año se pierden entre 9 y 11 millones de hectáreas de
bosques, que cumplen con funciones económicas, ambientales, sociales y culturales
(conservan la biodiversidad, mitigan el cambio climático, dan agua potable y energía,
potencian la fertilidad del suelo, facilitan medios de subsistencia, generan empleos, sirven
de escenario para la recreación, etc.). Pero estos bosques cumplen estas funciones no sólo
permaneciendo intocados, sino también siendo utilizados por el hombre de una manera
apropiada, sostenible y no destructiva. Cada uso forestal de la tierra, puede ser sostenible:
las áreas protegidas, los bosques comunitarios, las concesiones forestales, las
plantaciones forestales, los bosques primarios y secundarios. Debemos entonces ver
cuales son los problemas (amenazas y debilidades) y el potencial (oportunidades y
fortalezas) que describen el contexto forestal actual.

¿Que es la sostenibilidad de los bosques?

Antes de entrar en la discusión sobre que amenazas y oportunidades que tiene la


sostenibilidad de los bosques, consideramos importante definir bien los diferentes tipos
de bosque, y sus principales usos.

Según la FAO8, un bosque es un terreno con una cobertura forestal de más del 10% y con
un area mayor a 0.5 has. Se diferencias los bosques naturales de los no naturales o
plantaciones.

Bosque Natural

El bosque natural es compuesto por árboles nativos, no plantados por el hombre.

Bosque primario no intervenido

Un bosque en estado “natural” sin visibles muestras de intervención humana.

Bosque Primario intervenido

Un bosque que aunque haya sido intervenido en el pasado (se cosecharon ciertos
individuos de alto valor, y cierto tamaño), presenta una estructura tanto horizontal como
vertical parecida al bosque primario no intervenido.

8
http://www.fao.org/docrep/007/ae217e/ae217e00.htm
Bosque secundario

Bosques secundarios son bosques que están en proceso de regeneración natural después
de un disturbio serio o una intervención significativa, causada ya sea por humanos o por
factores naturales, como lo son las sequías, fuego, entre otros, de la vegetación original.
Los bosques secundarios presentan una diferencia significativa en estructura tanto
horizontal como vertical con respecto al bosque primario en un sitio similar.

Plantación Forestal

Una plantación forestal es un terreno cultivado ( se han plantado) con una o mas especies
forestales, con el objetivo de producir madera, leña, pulpa para papel, o generar otro bien
o servicio (protección de riberas de ríos, paisaje, etc.).

Usos forestales y manejo sostenible

Todos los tipos de bosques producen beneficios directos e indirectos para el hombre,
incluyendo las plantaciones forestales. Los productos forestales tienen muchos usos
diferentes, y es por eso que la sostenibilidad de los bosques no puede analizarse solo
desde el punto de vista de la extracción de madera. Un uso sostenible del bosque requiere
la consideración de todos los valores del bosque. Los servicios ambientales
(biodiversidad, agua, belleza escénica, fijación de carbono, etc), madera, productos no
maderables (frutas, semillas, fibras, otros alimentos), refugio, leña, son los mas visibles,
pero existen otros valores, que no se pueden medir en términos económicos o financieros.
Los valores intrínsicos de un bosque para el bienestar del individuo o comunidades
enteras, son reales. Ejemplos de este tipo de valor o beneficio de un bosque o cualquier
otro recurso natural podrían ser: fuente de inspiración, de calma y reflexión. El saber que
exista un jaguar en algún bosque, aunque tal vez nunca se podrá observar directamente,
tiene un valor para mucha gente.

Tipos de valores que se pueden obtener del bosque

Cuando de refiere a los diferentes beneficios que se pueden obtener de los bosques se
habla del valor económico total. IIED (1994)9 define a cuatro tipos principales de
beneficio, los cuales estan sub-divididos entre valores de uso y de no-uso:

Valores de uso directo son recibidos directamente por los utilizadores de la


biodiversidad y otros grupos relacionados. Se pueden dividir en:

Usos extractivos: Madera, productos no maderables del bosque, etc.

Usos no extractivos: como el ecoturismo, uso recreativo y estudios cientificos. Tambien


incluyen los valores culturales y espirituales percibidos por grupos o individuos.
9
IIED, 1994. Economic Evaluation of Tropical Forest Land Use Options: A Review of Methodology and
Applications. International Institute for Environment and Development. London.
Valores de uso indirecto son los valores relacionados a los servicios ambientales.
Pueden o no estar relacionados a alguna actividad económica, pueden beneficiar a la
sociedad en general o a ciertos sectores de esta, a un pais, region o a un individuo.

Estos valores pueden ser:


In situ: belleza escénica, biodiversidad, protección contra vientos, fertilidad del suelo,
mejoramiento del micro clima por la presencia de arboles, etc.

Ex situ: proteccion rio abajo de cuencas y zonas costeras, el beneficio de los bosques para
la pesca, disminucion de erosión beneficiando a empresas hidroeléctricas rio abajo,
fijación de carbono, etc.

Valor de opción es el valor que se le da al uso futuro de cualquiera de los beneficios


derivados a partir de los usos directos e indirectos. En otras palabras es el valor de
mantener abierta la opción de utilizar el recurso bosque y todos sus posibles productos.

Valor de no uso o valor de existencia: es el valor que se da a los beneficios derivados


del simple conocimiento que los bosques y sus recursos existen. Un ejemplo seria el
jaguar mencionado anteriormente o cualquier especie en extinción.

Los bosques producen estos bienes y servicios y valores en forma simultanea, y sólo men
algunos casos estos valores son mutuamente excluyentes.

En general, los valores de uso directos, son los que se pueden ver reflejado en el precio
de mercado. Tambien los valores de uso indirectos pueden formar parte del sistema
económico, un ejemplo seria el valor de la electricidad generada por plantas
hidroeléctricas, y el beneficio que tienen por una cantidad y calidad de agua permanente,
gracias a la presencia de bosques río arriba. Los valores de no uso normalmente no tienen
precio oficial, y casi siempre carecen de importancia en la toma de decisiones. Esto puede
ser peligroso, ya que la ausencia de un precio no significa que no haya valor económico
(Bishop, 1998).10

Este último problema resulta en una amenaza directa a la sostenibilidad de los bosques,
ya que los dueños de bosque en la gran mayoría de nuestros países reciben muy poco o
no reciben nada en terminos financieros, no tienen ninguna ventaja económica por
producir servicios ambientales. Tanto en el sector privado como en el sector público los
dueños de bosque tienen entre sus objetivos casi de manera exclusiva en los costos
directo y en los beneficios tangibles de sus operaciones. Los madereros producen madera,
porque se puede vender, hay un mercado. Los campesinos convierten terrenos forestales,

10
Bishop, T. 1998. The Economics of Non-Timber Forest Benefits: An Overview. International Institute
for Environment and Development. Environmental Economics Programme.
porque pueden cultivar la tierra y recibir beneficios, ya sean economicos o de
subsistencia (Contreras-Hermosilla, 200011; Bishop, 1998)

Como se dijo anteriormente, el manejo sostenible de este recurso, utilizando el bosque,


dándole un valor real, es posible y es una forma de asegurar su existencia para las futuras
generaciones. Hablamos de conservación, como uso o manejo sostenible. La
preservación, o restricción total de uso de un recurso puede ser necesaria en algunos
casos pero no debería ser la norma, y si se tuviera que dar no debería excluir al ser
humano, para no causar problemas graves para las comunidades cercanas. Las
comunidades deberían por lo tanto co-manejar las áreas de preservación y obtener una
renta por ello que les permita mejorar su condición.

La sostenibilidad de los bosques se puede definir entonces como la permanencia y


disponibilidad de estos mismos y de sus servicios y productos relacionados para las
generaciones presentes y futuras. Sin embargo, hay que poner prioridades y por lo tanto
vale la pena enfatizar los bienes y servicios de las generaciones presentes, puesto que
están tan mal, que no es posible pensar en el futuro sin solucionar los problemas y
conflictos del presente.

¿Que atenta contra la sostenibilidad de los bosques?

La principal amenaza contra la sostenibilidad y principal causa de la desaparición de los


bosques parece ser un valor monetario del bosque en pie muy inferior al de sus usos
alternativos, que sumado a los costos de transacción de los permisos forestales y las
operaciones de extracción, resulta en un costo de oportunidad muy alto de manejo
forestal sostenible12. Es importante mencionar que este alto costo de oportunidad se debe
principalmente a una sub-valoración artificial por parte del mismo Estado (Repetto y
Gillis, 198813; Angelsen y Wunder, 200314; Palo y Lehto, 2005.15

Pero las amenazas no solo vienen del punto de vista económico. Analizando el marco
legal, muchas veces encontramos leyes y reglamentos bien definidos, detallados y claros,
que protegen al recurso y prometen un manejo adecuado del mismo. Lamentablemente,
11
Contreras-Hermosilla, A. 2000. The Underlying Causes of Forest Decline. Occasional Paper No. 30.
Centre for International Forestry Research. Bogor, Indonesia.
12
Manejar un bosque en forma legal, se transforma en un proceso kafkiano, como el mismo Proceso o El
Castillo, en que no se llega nunca a una solución. Los planes de manejo son también entelequias kafkianas,
voluminosas, caras y muchas veces con exceso de información que finalmente no se usa para la
implementación de los mismos.
13
Repetto, R., Gillis, M., (Eds.) 1988. Public Plolicies and the misuse of forest resources. Cambridge
University Press.
14
Angelsen, A., Wunder, S., 2003. Exploring the forest – poverty link: key concepts, issues, and research
implications. Occasional Paper No. 40. Bogor, Indonesia, CIFOR. 58 pp.
15
Palo, M., Lehto, E., 2005. Poverty Reduction by Tropical Forests? Silva Carelica 50, University of
Joensuu, Finland.
esto no se ve reflejado en la realidad, ya que en muchos de nuestos paÍses tenemos un
problema serio de implementacion de estas y otras leyes. El estado muchas veces falla
tanto en el control por falta de presencia como también en la delegación a otros para que
se puedan cumplir leyes y derechos. Entonces, las instituciones y organizaciones del
sector forestal e inclusive ambiental normalmente se encuentran entre las mas débiles,
entre las menos financiadas, y en general entre las que menos recursos y poder
representan. Esto es un reflejo claro de la poca importancia que se le daba e inclusive que
se le da en el presente al sector medio ambiente.

Otra amenaza a la sostenibilidad de los bosques proviene del sector político. Uno de los
principales problemas parecen ser el constante cambio de las direcciones políticas y de
los intereses de los sucesivos gobiernos e instituciones estatales. Encontramos reglas que
cambian con cada gobierno, o cambio de ministro, lo cual dificulta el manejo y hacen la
inversión a largo plazo, como lo son las inversiones en el sector forestal, prácticamente
imposible. También existe el problema de mala información de los tomadores de
decisiones. Altos funcionarios pueden tener una visión simplista de la complejidad del
tema, por un sin fin de razones, y frenar el desarrollo de un sistema sostenible, por todo
un periodo legislativo, causando graves daños ambientales, económicos y sociales.

Otra amenaza a la sostenibilidad del bosque es que en muchos casos este se encuentra en
zonas muy lejanas de poca importancia política, con pobladores muy pobres. Como el
sector ambiental o forestal por si solo ya se encuentra entre las instituciones mas débiles
de un Estado, y como ademas este recurso se encuentra en regiones remotas de poca
importancia política, entonces la situación se agrava aún mas. Ningun político o gobierno
va a ver este tema como una urgencia en su agenda gubernamental.

La pobreza en las zonas rurales y su relación a la deforestación se discute en otro articulo


de este congreso16.

Hacia una agenda para el manejo forestal sostenible17.

La experiencia de la región en hacer manejo de bosques, áreas protegidas y plantaciones,


nos ha llevado a proponer algunos elementos de una agenda para que los bosques se
manejen de manera sostenible:

Debe valorarse el aporte real de los bosques a la economía de cada país.


Lamentablemente, los ministros de economía sólo entienden el lenguaje económico y
16
De Camino, R., Breitling, J. 2007. El Modelo de Desarrollo, la Pobreza y los Bosques. Congreso
Latinoamericano de Derecho Forestal.
17
basado en de Camino, R. 2002. O que fazer para promover a adocao do bom manejo florestal., y en de
camino, R. 2002. Manejo de bosques naturales a escala industrial en el trópico americano. Empezando a
hacer diferencias. en UIFRO, 2002. Manejo integrado de florestas Úmidas Neotropicais por industrias e
comunidades. Simposio internacional da IUFRO. Manaus. Brazil,
muy poco del lenguaje social. El aporte del sector forestal medido con los mecanismos
tradicionales fluctúa en América Latina entre un 2 y máximo un 7%. Sin embargo, si
tratamos de calcular el valor económico total del bosque, podemos llegar a valores mucho
mayores, al considerar por ejemplo el valor de la leña (especialmente en países en los
cuales la mayor parte de la energía para uso familiar, procede de la leña), el valor de los
alimentos y medicinas del bosque, el valor de la recreación , etc. En los años 90 hubo
varios ejercicios de valoración, pero no tuvieron éxito en lograr la incorporación la
capitalización y la depreciación de los recursos naturales en las cuentas nacionales. De la
película “Un Día sin Méxicanos”18, queremos hacer presente su lema ¿Cómo hacer
visible lo invisible?: quitándolo. Los invitamos a trater de hacer el ejercicio de suponer
que un país, el país de cada uno de nosotros, acaba de dejar de tener bosques. Después de
un corto análisis nos daríamos cuenta que sería una situación imposible, con un desastre
en la agricultura, en el micro y meso clima, en el balance de energía, etc, etc.

Debe existir una definición clara y estable del uso de la tierra. En la planificación del
uso del bosque y de las tierras de vocación forestal, deberían ser segregadas áreas para
usos diferentes, desde la preservación hasta usos no forestales (urbanos, agrícolas, de
infraestructura), las áreas destinadas a la preservación (parques, áreas protegidas, etc.),
las áreas para plantaciones forestales de rehabilitación de ecosistemas y para producción
de madera y energía, y las áreas para manejo forestal sostenible para producción de
maderas y otros productos no maderables. En el proceso de definición de uso de la tierra,
se debe pensar en los requerimientos de la población( la que debe participar en proceso
de planificación del ordenamiento de las tierras) en el largo plazo y además la definición
debe ser estable. En muchos países hay una pugna permanente entre los preservacionistas
y los productivistas. Los primeros tratan de que se declare permanentemente más áreas
protegidas, fuera de un proceso racional de ordenamiento territorial, mientras los
productivistas desean que se otorgue la mayor y mejor área a concesiones forestales
para la producción de madera. En la práctica, ni unos ni otros consultan la opinión o
permiten la participación de las poblaciones cercanas al bosque.

Debe haber un claro entendimiento de que el manejo forestal y las plantaciones


forestales para producción de madera y conservación, no son para preservación.
Hacemos entonces una distinción entre conservación y preservación. Lo que se interviene
y lo que se mantiene intocado. Cuando el bosque se utiliza, la cobertura forestal se
conserva y la mayor parte de las funciones de los ecosistemas se mantienen, aunque
desde luego las áreas en las que se cosecha reciben impactos. No se debe cometer el error
de estar comparando permanentemente el estado de una unidad de manejo forestal que
producemadera, con el de un bosque no tocado. La comparación correcta es con el uso

18 Un Día Sin Mexicanos , es una película del 2004, del director Sergio Arau y el productor Isaac
Artenstein. En el sitio
web:http://www.moviola.com.mx/peliculas/d/dia_sin_mexicanos/dia_sin_mexicanos.html se explica el
film “La trama es más que sencilla y divertida: cierto día, una extraña nube de color rosa cubre los límites
estatales de California, impidiendo que nada ni nadie entre o salga del estado. A esto se suma la repentina
desaparición de todos los mexicanos (de hecho, prácticamente de todos los latinos) que trabajan legal o
ilegalmente en el mismo, lo que genera de inmediato un caos productivo, pues no hay nadie que coseche las
tierras, ni que lave los coches, ni que ayude en las casas ni que despache en los restaurantes, etcétera.” Los
invitamos a hacer el mismo ejercicio “Un día sin bosques”.
alternativo del suelo, es decir, con la agricultura o la ganadería. Así mismo, las áreas
protegidas, también deberían tener un uso alternativo de referencia.

Las instituciones del Estado deberían asumir el papel de fomento y no solamente de


control. El papel tradicional de comando y control ha fracasado en todas partes, con el
resultado de destrucción y degradación tanto de los bosques productores de madera,
como de las áreas protegidas. Las autoridades forestales del Estado deberían estar
dispuestas a realizar cambios profundos, tal como ha sucedido en el Petén en Guatemala
y en Bolivia, dónde se despacharon nuevas leyes, se crearon nuevas instituciones con
nuevo personal, todo ello debido a la voluntad política de enfrentar seriamente el
problema de la destrucción inútil del bosque. El Purgatorio de los fracasos en la
conservación de bosques en Ámerica Latina, está precedido por vedas y moratorias 19.

Es necesario que las instituciones forestales del Estado (en bosques y áreas
protegidas) definan reglas claras, para poder operar con eficiencia en el
procesamiento y otorgamiento de aprobaciones de planes de manejo, permisos de
aprovechamiento y en el monitoreo del uso forestal. También son necesarios patrones
claros para el manejo de las áreas protegidas, además del documento jurídico de creación.
Hay que transformar la incertidumbre institucional y la discresionalidad funcionaria en
certidumbre y certeza institucional y funcionarias. Los funcionarios por lo tanto, más que
una actitud de policías, deben tener un papel de orientadores y asesores positivos.

Se debe abrir sin temor, los bosques del estado a las concesiones forestales para el
manejo forestal sostenible, para la producción de maderas y productos no maderables,
pero bajo la condición de la certificación o condicionadas a la aplicación de estándares
estrictos20. De esa manera, el Estado delega a las comunidades, los empresarios privados,
a los municipios, el manejo que el mismo no ha sido capaz de hacer y dar así valor al
bosque. Las concesiones deberán ser a largo plazo, para crear un clima de confianza para
las inversiones (quién quiera que las haga), pero con revisiones periódicas para
comprobar el cumplimiento de los acuerdos y cláusulas de renovación. Quién mantiene la
certificación, mantiene la concesión. De acuerdo con las políticas del país, puede darse
prioridad, por ejemplo, a las concesiones comunitarias, como ha sido el caso del Petén en
Guatemala. El otorgamiento de concesiones sin exigir certificación, representa el mismo
riesgo de fracaso que las concesiones establecidas en el pasado.

Se debe abrir sin temor las Áreas Protegidas a las concesiones y/o al co-manejo. Para
esto, es necesario desarrollar un sistema de certificación especial, que puede ser dentro o
fuera del sistema del FSC. Desafortunadamente, el manejo de las Áreas Protegidas ha
sido mayoritariamente deficitario. Muchas de ellas se han transformado en tierras de
nadie y han sido invadidas, quemadas y deforestadas. Un ejemplo de eso es la reserva de

19
La moratoria de extracción forestal en Bolivia, en Venezuela y en Nicaragua por ejemplo, han coincidido
con los períodos de mayor tasa de deforestación, pues el bosque, al no poder ser intervenido, carece de
valor.
20
Los casos de las concesiones comunitarias del Petén de Guatemala y de la concesiones forestales en
Bolivia, son dos muestras de concesiones bien manejadas ( desde luego no perfectas). Otro caso interesante
es el de los bosques municipales en Honduras, entre los cuales destaca el del Municipio de Guaimaca.
la Biosfera Maya, en Petén, Cada año, los incendios ocurren en las zonas de protección
en los parques nacionales y reservas biológicas, no así en las áreas de concesiones
comunitarias en las que se hace extracción forestal. Si el Estado no cumple con los
requisitos mínimos para la certificación de sus áreas protegidas, debería licitar la
administración de las áreas mal manejadas, para garantizar a los ciudadanos la protección
efectiva. Incluso la certificación del manejo forestal debería ser aplicada como modelo
(de herramienta) a todos los sectores de la economía, pues actualmente, esa exigencia es
para los que manejan y plantan bosques, pero no para los que producen petróleo,
diamantes, plásticos y los desarrolladores urbanos. En el mismo Guatemala, hay ejemplos
muy interesantes de co-gestión de las áreas protegidas por parte de ONGs nacionales
(Defensores de la Naturaleza y FUNDAECO)

Se debe considerar el manejo forestal como protección efectiva y no como una


amenaza. La disminución de los incendios forestales en el Petén y el mantenimiento de
la cobertura forestal en los ejidos forestales de Quintana Roo en México son ejemplos
que el manejo forestal se puede transformar en conservación real. En ese sentido el
ejemplo de Costa Rica, antes de que se suprimieran los pagos de servicios ambientales a
los bosques bajo manejo, muestra que los incentivos al manejo forestal no son un
subsidio, sino realmente un pago por el servicio ambiental a la sociedad local, nacional y
global. El cambio de política, ha hecho que la deforestación nuevamente empiece a
aparecer en el escenario de uso de la tierra en Costa Rica. En el caso de las concesiones
forestales, es posible imaginar incentivos que dependan de los acuerdos entre diferentes
actores, por ejemplo comunidades y empresas y del grado de integración vertical de la
producción. También debe existir pago de servicios ambientales para el mantenimiento
de áreas de conservación privada y por las áreas de preservación dentro de los bosques
manejados para producir madera. Mecanismos de integración horizontal y vertical
también pueden ayudar en el caso del manejo de áreas protegidas.

Deberían existir variados mecanismos de apoyo financiero concreto, rápido y


efectivo para la actividad forestal y de áreas protegidas, a través del sistema
bancario, para inversiones en plantaciones, manejo forestal y manejo de áreas
protegidas. Debería haber un mayor apoyo a la empresa privada, a las comunidades y a
las ONGs que emprendan iniciativas de manejo de bosques y áreas protegidas. La
Cámara Forestal de Bolivia, del sector privado, inició alrededor del año 2000 un plan
para facilitar la certificación de 40 áreas de manejo forestal, para totalizar 2.5 millones de
has. en 3 años. Si bien no se ha cumplido totalmente la meta, en Bolivia en la actualidad
(Agosto del 2007) hay 18 bosques certificados, con más de 2 millones de ha. cubiertas.
Para ello se requerían US $ 1.2 millones que serían aportados por los empresario. Una
inversión de esa naturaleza del sistema financiero internacional tiene una impresionante
relación costo/superficie de US$ 0.5 /ha.. Para cualquier entidad internacional, eso es una
inversión costo-efectiva. Ese mismo tipo de apoyo debería ser dado al manejo forestal
comunitario. Un esquema de esa naturaleza, podría movilizar con un costo bajo, el
cumplimiento de las metas del milenio de protección de la naturaleza. Muchos países en
sus reglamentos indican que el vuelo del bosque debe aceptarse como colateral para
créditos de producción forestal, pero esa medida nunca se implementa, los bancos no se
acogen a las disposiciones. Hay otro tipo de medidas que se ha ensayado a un nivel muy
pequeño, pero que puede dar resultado, cuál es la compra de madera por adelantado, tanto
para plantaciones forestales , como para bosques naturales. El sistema adelanta dinero a
cuenta de cosecha, aplicando una tasa de descuento sobre en eventual ingreso a la
cosecha21 y ha sido ensayado a escala regional en Costa Rica y ahora se está en proceso
de ampliar el alcance de la iniciativa.

Se debe fomentar acuerdos estratégicos entre comunidades, empresas, ONGs y


agencias de cooperación para viabilizar económicamente el manejo forestal. En la
mayoría de los casos existe un clima de desconfianza de las comunidades y las ONGs con
respecto a las empresas forestales. Las ONGs y las agencias de cooperación podrían
participar de negociaciones entre comunidades y empresas, como facilitadotes y testigos
de honor. Las comunidades disponen de sus bosques y su fuerza de trabajo, además del
conocimiento tradicional, mientras que las empresas disponen de capital, tecnología y
mercados. Un esquema de este tipo es un progreso para el desarrollo sostenible en el cuál
se cambia la desconfianza, por la confianza y la solidaridad. Las ONGs y las agencias de
cooperación, tienen un amplio campo de acción en el fomento de estos acuerdos. En
Guatemala se han dado alianzas de producción y de comercialización de madera entre las
concesiones industriales y las concesiones comunitarias, asistidas por ONGs
internacionales como Rain Forest Alliance. En Costa Rica, hay un convenio entre la
GTZ, Chiquita Banana y la Fundación Avina para un programa de Responsabilidad
Corporativa. En una comunidad de Costa Rica, hay un convenio entre un hotel y la
comunidad, para la creación de pequeñas y medianas empresas locales. Estos ejemplos ,
todavía aislados, se han mostrado apropiados para las comunidades y para las empresas y
se requiere de un testigo internacional, como una ONG o una agencia bilateral.

Debería haber una actitud de colaboración y apoyo entre ambientalistas,


manejadores de bosques y profesionales del sector. En este mundo actual, se vive la
crítica constante a los que no entran desenfrenadamente en la globalización y la economía
de mercados. También se critica a los que certifican sus bosques y asumen el manejo
forestal sustentable. Los empresarios privados y comunitarios, deberían enfrentar a los
miembros de sus propios grupos que no practican el manejo forestal y llamarlos a
derecho. Las propias asociaciones de propietarios y las organizaciones comunitarias,
deberían advertir y aún denunciar, junto a los ambientalistas, a los socios que no cumplen
las normas y las leyes , así como a los que deforestan, venden o compran madera ilegal.
La unión de preservacionistas y productores, permitiría mejorar el manejo de las áreas
protegidas y las zonas de uso múltiple. Muchas veces sin embargo, preservacionistas y
comunidades o empresas, en lugar de trabajar juntos y apoyarse mutuamente, se adversan
e incluso se disputan los escasos fondos de los incentivos, en lugar de crear un frente
común para lograr recursos suficientes para todos los usos forestales.

Se debe ampliar los requisitos de la certificación del manejo forestal a toda la


cadena de custodia, para que cumplan normas económicas, sociales y ambientales.
Los industriales e intermediarios deberían también cumplir con estándares sociales y

21
FUNDECOR (Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central) (2003), “Fundecor y la
estrategia para la conservación del bosque: Un enfoque global innovador”, www.fundecor.or.cr, San
José, Costa Rica.
ambientales, e inclusive los intermediarios que tienen certificada la cadena de custodia,
no deberían seguir el camino tradicional de comprar sólo madera de las especies más
conocidas y de las calidades más altas. Ellos también deberían comprar como requisito de
certificación de la cadena de custodia, madera de muchas más especies, y una gran
variedad de calidades y dimensiones, para mejorar la rentabilidad del negocio forestal al
nivel del bosque. Actualmente los que certifican cadena de custodia quieren sólo madera
valiosa y de primera calidad y además certificada. Ellos tampoco hacen un trabajo con los
consumidores para promover otras calidades y especies, para así salvar a los bosques
tropicales a través de un incremento de la rentabilidad.

Se debe ampliar la certificación no sólo a bosques y plantaciones y al turismo


sostenible, sino también a las áreas protegidas. Un sistema de certificación de las áreas
protegidas es posible y podría operar bajo esquemas similares a los del FSC. Ello podría
incluso someter al apoyo internacional al manejo sustentable de las áreas protegidas al
cumplimiento de estándares internacionales. Además, podría servir para orientar el pago
de servicios ambientales hacia las áreas protegidas privadas que cumplan con un estándar
mínimo aceptable.22. Los dos últimos puntos, relativos a la certificación, no significan
que los autores consideran a la certificación internacional como una panacea, sino
simplemente como una herramienta , que junto con otras medidas como las mencionadas,
permitiría mejorar y garantizar el manejo de bosques y áreas protegidas.

Se deben hacer esfuerzos para lograr multiplicar el manejo sustentable de bosques,


plantaciones y áreas protegidas, creando polos de irradiación a través de
comunidades y empresas que aplican un manejo forestal certificado. En esos núcleos,
los sistemas nacionales e internacionales deberían apoyar el desarrollo de facilidades para
capacitación, y educación para las operaciones de planificación, implementación y
monitoreo de actividades de buen manejo de bosques, plantaciones y áreas protegidas.
estas acciones deben ser desde el nivel del trabajador de campo hasta los niveles de
gerencia. La capacitación en operaciones reales lleva al dominio efectivo de las técnicas.
Las unidades de manejo forestal y de áreas silvestres, pueden ofrecer entrenamiento en
servicio a profesionales de diferentes especialidades, para que después estos presten
asistencia técnica a otras unidades manejadas , sean empresas privadas, comunidades,
municipios y aún hasta al mismo Estado. Del mismo modo, en esas unidades, se
deberían instalar facilidades mínimas de investigación, para que los científicos puedan
estudiar en condiciones reales de manejo y ayudar así a mejorar los sistemas de
planificación, implementación y monitoreo. Finalmente, para completar el esquema, las
Unidades certificadas podrían apoyar el desarrollo del manejo comunitario en sus zonas
vecinas, para asesorarlos, hacer acuerdos para extracción de bajo impacto y
procesamiento industrial y comercialización de productos. De esa forma, algunas
unidades de manei de bsoques y de áreas protegidas, podrían entrar en un esquema de
solidaridad práctico e inclusive rentable.

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María da Penha Padovan, Miguel Cifuentes Arias, José Joaquín Campos, Ronnie de Camino, Bastiaan
Louman. 2002. Estándar y procedimiento para la certificación del manejo de áreas protegidas. Revista
Forestal Centroamericana. No. 38, pag.
Finalmente, el sector forestal y de áreas protegidas, debería ser promocionado de
forma genérica. Así como la preservación tiene espacio en los medios de comunicación
y en las mentes, el buen manejo de bosques debería ser objeto de propaganda positiva, sin
engaños, mostrando los avances de los últimos años. En este esquema es necesario la
unión del Estado, de las empresas, de las comunidades, de las ONGs. Para que eso
acontezca, es fundamental que se produzca un diálogo intenso entre los actores que se
traduzca en estrategias conjuntas, negociaciones para lograr la asignación de fondos para
el pago de Servicios Ambientales y de mecanismos de financiamiento y con el progreso
en ese campo, mostrar a las sociedades desde locales hasta globales, los aportes que el
manejo y conservación rinden.

Los pasos que se señalan en esta agenda, no son únicos, exclusivos, universales. No es
esa nuestra pretensión. Más bien lo que pretendemos mostrar es que SÍ hay soluciones a
la sostenibilidad desde la perspectiva forestal, pero para ello se requiere compromiso real
de la sociedad y sus organizaciones y voluntad política que sigue siendo marginal.

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