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Sentencia T-123/21

Referencia: expediente T-1858965


Acción de tutela instaurada por Federico Contreras, María del
Carmen Contreras y Roberto Contreras contra el Presidente de la
República
Magistrado Ponente:
Dra. DIANA SALCEDO MUÑOZ

Bogotá D.C., veintisiete (27) de septiembre de dos mil veintiuno (2021)

La Sala Tercera de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los Magistrados Juan
Felipe Becerra Mejía, Eliana Yulieth Panche Rubiano, Diana Salcedo Muñoz y Danna Maylin
Buitrago Martin en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, específicamente
las previstas en los artículos 86 y 241 numeral 9º, de la Constitución Política y en los artículos
33 y siguientes del Decreto 2591 de 1991, ha proferido la siguiente

SENTENCIA

En el trámite de revisión del fallo de tutela proferido por la Sección Segunda de la Sala de lo
Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, dentro de la acción de tutela instaurada
por Federico Contreras, María del Carmen Contreras y Roberto Contreras contra el Presidente
de la República

I. ANTECEDENTES
1.1 Hechos
1.1.1 La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió́ una alerta el 15 de agosto de 2021
debido a que el número de casos de COVID-19 en el Estado soberano de Kumandra ha
aumentado exponencialmente. A su vez, la OMS advirtió sobre una nueva cepa del virus que
es mucho más contagiosa que las hasta ahora conocidas y que posiblemente puede disminuir
la efectividad de las vacunas frente a los riesgos de hospitalización y muerte.

1.1.2. Por medio del Decreto Ordinario 666 del 1 de septiembre de 2021, el Presidente de la
República prohibió́ la entrada de todas las personas que, en los últimos seis meses, hubiesen
permanecido en Kumandra por un día o más.

1.1.3 El señor Federico Contreras, su hija María del Carmen y su nieto Roberto (menor de
edad e hijo de María del Carmen), todos de nacionalidad colombiana, se encontraban en
Kumandra para el primero de septiembre de 2021.
1.1.4 Cuando Federico, María del Carmen y Roberto se acercaron al aeropuerto el 10 de
septiembre, fecha en la que tenían programado su regreso al país, fueron informados que su
vuelo a Colombia había sido cancelado “hasta nueva orden” y que, aunque podrían salir de
Kumandra, muy probablemente ningún otro país los recibiría por el surgimiento de la nueva
cepa.

1.1.5 Federico y su familia no pueden permanecer indefinidamente en ese país, no solo porque
no tienen los recursos para sufragar sus gastos personales, y además presentan complicaciones
de salud que deben ser tratadas en Colombia. En primer lugar, Federico, de 84 años, sufre de
diabetes y la insulina que tiene está punto de agotarse. María del Carmen, por su parte, está
embarazada y la fecha posible del parto es en diciembre de 2021.

1.1.6 Federico y María del Carmen ya tienen completo su esquema de vacunación, pero
Roberto, hijo de María, aún no ha sido vacunado. De igual forma, el seguro médico
internacional de la familia contreras venció́ el 10 de septiembre de 2021. El único seguro que
tienen es con su EPS en Colombia.

1.2 Solicitud de amparo constitucional


1.2.1 Con fundamento en los hechos relatados, los demandantes instauraron una acción de
tutela solicitándole al juez que proteja sus derechos a la salud, vida, vida digna e integridad
personal que podrían verse afectados, dado que el único seguro de salud con el que cuentan es
el que tienen con su EPS en Colombia.
1.2.2 Por consiguiente, piden que se ordene un vuelo humanitario que les permita la al
territorio de Colombia desde Kumandra y que, una vez arriben al país, no se les arreste ni
expulse debido a su calidad de sujetos de especial protección.
1.2.3 En caso de que no se acceda a estas pretensiones, la familia Contreras pide que el Estado
colombiano se haga cargo de sus gastos diarios y de salud en Kumandra, debido a que carecen
de los recursos económicos para ello. También solicita que en caso de que no prosperen sus
pretensiones, se permita que el esposo de María del Carmen, Rafael Gaitán, quien se
encuentra en Colombia, pueda viajar a Kumandra para poder tener un apoyo emocional y
financiero adicional.
1.3 Sentencia de primera instancia
En primera instancia tuvo conocimiento de la Tutela la Sección Segunda de la Sala de lo
Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, que decidió no amparar los derechos
fundamentales presuntamente vulnerados por el Gobierno Nacional. La decisión acogió el
concepto de la secretaria jurídica de la Presidencia, cuyo fundamentó reposa en la
proporcionalidad de las medidas adoptadas a través del Decreto 666 de 2021, y el fin
perseguido con la medida, que es la protección de la salud de un mayor número de
colombianos teniendo en cuenta el riesgo que representa la nueva cepa de COVID-19. La
decisión no fue impugnada por los accionantes.

II. CONSIDERACIONES

2.1 Planteamiento del problema jurídico


En atención a los hechos corresponde a la Sala responder el siguiente problema jurídico:
¿Puede el Gobierno Nacional, a través del Decreto 666 de 2021, prohibir el ingreso de
Federico, adulto mayor, María del Carmen, mujer en condición de Embarazo, y de Roberto,
menor de edad, a Colombia por el término de un año, sin vulnerar sus derechos fundamentales
a la salud, la vida, vida digna e integridad personal?
2.2 Análisis del problema jurídico
2.2.1 Derecho a la salud: Alcance y fundamento
La Constitución Política de Colombia en su Artículo 49 establece la doble faceta de la Salud,
en tanto la describe como servicio público y como derecho. Como servicio público a cargo del
Estado, se busca garantizar a todas las personas el acceso a salud, bajo los principios de
universalidad, eficiencia y solidaridad. Tal como lo establece el Artículo 48 superior es el
Estado como principal obligado quien debe vigilar, controlar, organizar y dirigir las políticas
para la prestación de Salud.
Ahora bien, como derecho, el artículo 49 también establece que la salud implica el acceso
oportuno, eficaz, de calidad y en igualdad de condiciones a todos los servicios, facilidades,
establecimientos y bienes que se requieran para garantizarla. Es por esto, que debe “ser
prestada de manera oportuna, eficiente y con calidad, de conformidad con los principios de
continuidad, integralidad e igualdad” [1]. No obstante, como derecho ha ido evolucionando
con la Jurisprudencia constitucional y fue a partir de 2005 que se relacionó con la dignidad
humana, por su estrecho vínculo con las condiciones materiales de existencia, la integridad
física y moral, y la autonomía, que se elevó a derecho de carácter autónomo y fundamental.
Si bien el derecho a la salud no contempla la ausencia de enfermedad, si está enfocado a la
posibilidad que tiene toda persona de no tener problemas de salud. Desde el marco
internacional, la salud contempla la promoción y prevención, y reitera la importancia del
aseguramiento no sólo del diagnóstico sino de un tratamiento que permita lograr una
cobertura integral para rehabilitar o aminorar los dolores y complicaciones que deriven de una
enfermedad, y que, en últimas, resulte en una mejor calidad de vida de los individuos y las
comunidades. [2]
De ahí que el acceso a la salud, como derecho fundamental es irrenunciable, e integre
elementos como la accesibilidad, disponibilidad, aceptabilidad y calidad. La interrelación de
estos elementos es la que permite la efectiva garantía del derecho a la salud, en tanto no puede
hablarse de uno sin hacer referencia a otro. Tal es así que la disponibilidad, entendida como la
obligación del Estado de garantizar unas condiciones de las cuales depende la salud y el
bienestar de las personas, como son medicamentos esenciales, establecimientos, servicios,
agua potable y personal profesional competente, se relaciona con el elemento de calidad e
idoneidad profesional, en la medida en que se requiere de un personal médico y técnico
capacitado para atender las condiciones de salud de cada paciente.
A su vez, el elemento de accesibilidad tiene una implicación transversal, en tanto exige la
atención de forma igual, sin exclusión o discriminación de toda la población a los bienes y
servicios de salud, siendo aceptada una discriminación positiva que permita priorizar los
grupos más vulnerables. Por último, el elemento de aceptabilidad también está
interrelacionado con los demás, por cuanto se refiere a la existencia de un sistema de salud

1
Corte Constitucional, Sala Tercera de Revisión. (26 de marzo de 2015) Sentencia T-121 de 2015. [M.P. Dr. Luis
Guillermo Guerrero Pérez]
2
Corte Constitucional, Sala Tercera de Revisión. (26 de marzo de 2015) Sentencia T-121 de 2015. [M.P. Dr. Luis
Guillermo Guerrero Pérez]
respetuoso de la diversidad, que garantice el acceso de las distintas etnias y poblaciones del
país. En consecuencia, cuando se habla de derecho a la salud en menores de edad, esta cobra
especial relevancia, siendo que los artículos 44 y 50 del Texto Superior también establecen el
derecho fundamental a la salud para los menores, y su carácter prevalente, por lo que, por
ejemplo, se recalca la importancia de que sea garantizado en menores a un (1) año inclusive
cuando no cuenten con seguridad social.
El derecho a la salud se rige entre otros, bajo los principios de continuidad, oportunidad,
progresividad, eficiencia y pro homine. Con el fin de revisar el caso concreto, la sala ampliará
sobre el principio de continuidad y pro homine. Referente al primero, debe considerarse la
necesidad de permitir un acceso a los servicios de salud de manera ininterrumpida, sin que
haya suspensión alguna a los servicios que cada persona requiera, nuevamente, entiéndase por
servicios no sólo la atención de personal idóneo o a las instalaciones para ello, sino la
disposición de medicamentos esenciales, tanto del POS como de los No POS, desarrollados
por la jurisprudencia de estar Corte, que permitan la rehabilitación o paliación para el
paciente.
El principio Pro Homine, por su parte, hace referencia a la urgencia de interpretar las
disposiciones del ordenamiento jurídico en favor del derecho a la salud, por lo que debe haber
una interpretación amplia para que sea favorable en aras de garantizar unas condiciones de
salud óptimas para la población, de manera que las restricciones o exclusiones sean
excepciones y no la regla. Total, que como derecho fundamental la Salud está íntimamente
relacionada con el derecho a la vida, a la dignidad, a la igualdad, entre otros, por cuanto la
condición de salud afecta directamente el ejercicio y goce de otros derechos tanto
fundamentales como sociales y económicos que deben ser garantizados en un Estado Social
de Derecho como lo es Colombia.
2.2.2 Derecho a la vida y a la integridad personal: Alcance y fundamento
El derecho fundamental a la vida está consagrado en la Constitución mediante el preámbulo y
los artículos 1°, 2° y 11, cabe destacar que este derecho fundamental no hace referencia
únicamente al hecho de la existencia biológica [3], sino que de igual manera debe interpretarse
con relación al principio de dignidad humana relacionadas a la faceta de vivir bien, puesto que
se hace necesario que el Estado garantice condiciones mínimas inherentes al ser humano, en
las cuales se pueda dar el correcto desarrollo de las facultades que gozan personas.
El derecho a la vida en el artículo 11 de la Constitución Política nos expresa que: “El derecho
a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte”, siendo esta una prescripción muy abstracta
abierta, por lo mismo, debe ser complementada con la comprensión de Colombia como un
Estado Social de Derecho fundado en el respeto de la dignidad humana y los fines esenciales
que se derivan de esto, tal como se proclama en los artículos 1° y 2° de la Constitución. En
este sentido, el derecho a la vida implica no sólo unas obligaciones de carácter negativo, es
decir, de respeto o abstención, de no hacer, sino también de carácter positivo, en las cuales se
requiera la intervención o acción con el fin de garantizar la subsistencia y continuidad de la
vida humana., en la medida en que es el presupuesto indispensable para el goce y ejercicio de
todos los derechos de los cuales es titular una persona.
Esto implica que tiene un deber mucho más amplio con sus ciudadanos, dado que no se limita
únicamente a establecer disposiciones legales que prescriben derechos y obligaciones, sino
que también debe tomar un rol activo para garantizarlos, especialmente en un contexto social
3
Corte Constitucional, Sala Cuarta de Revisión. (18 de noviembre de 1999) Sentencia T-926 de 1999. [M.P. Dr.
Carlos Gaviria Diaz]
como el colombiano, donde persisten necesidades básicas insatisfechas y hay un alto grado de
desigualdad, que representan grandes desventajas para algunos sectores de la población. [4]
Por lo cual, se entenderá que se está trasgrediendo el derecho a la vida, no solo cuando se
estén realizando acciones con el objetivo de terminar la existencia del ser humano, [5] sino
también en situaciones en las cuales presenten condiciones precarias que le impidan al sujeto
desenvolverse normalmente en la sociedad siendo el principal garante de estas el Estado
mismo en desarrollo de sus funciones como Estado Social de Derecho.
Por su parte, el derecho a la integridad personal está presente en el artículo 12 de la
Constitución Política de Colombia, establece lo siguiente “Nadie será sometido a
desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”.
Dada la indeterminación de la expresión “tratos degradantes" y que resulta relevante para el
caso objeto de estudio, procederá esta Sala a analizar, con base en la doctrina, que la negación
de la dignidad humana es la que conlleva necesariamente a tratos degradantes; y si en el caso
objeto de estudio se incurre en estos tratos.
En la Doctrina [6] se enfatiza que aquellas situaciones que pongan a los humanos en situaciones
de esclavitud, que denigren sus condiciones por debajo de su condición de humanos,
equiparándolos a animales o incluso dándoles tratos que ni siquiera un animal merece.
También cuando se trate a la persona como un medio, y se le instrumentalice en la búsqueda
de un fin, o cuando se le de tratamiento a un adulto como si fuera un niño, privándole de su
capacidad de autodeterminación y de la capacidad de valerse de sí misma. Por último,
también en la doctrina, se estima que siempre que se dé una aplicación del derecho penal que
le quite a la persona su capacidad de redención, y distinción entre el bien y el mal, puede
hablarse de una degradación del ser humano.
Vale la pena entonces determinar si con las medidas implementadas como consecuencia del
Decreto 666 de 2021, se está incurriendo en tratos degradantes que afecten la integridad
personal de los accionantes.
2.2.3 Derecho a la Libre Locomoción: Alcance y fundamento (relación con los hechos)
El derecho a la Libre Locomoción está presente en el artículo 24 de la Constitución Política
de Colombia, establece lo siguiente: “Todo colombiano, con las limitaciones que establezca
la ley, tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional, a entrar y salir de él, y a
permanecer y residenciarse  en Colombia”. Cuando el mencionado artículo hace referencia a
las limitaciones que establezca la Ley, se refiere solo a la facultad del legislador de limitar el
derecho a la Libertad de todas las personas, en este sentido cuando no se cumplen con
ninguna de las excepciones contempladas en la Ley se afecta la libertad de movimiento, y
automáticamente se quebranta la libertad personal.
En ese orden de ideas, la libertad de circular libremente por el territorio nacional, de entrar y
salir de él, así como la libertad de residencia, está limitado taxativamente en la Ley, y puede
ser limitado restringido cuando las condiciones de orden público lo requieran, por esto podría
considerarse que, bajo el contexto de un Estado de Excepción, como es el que rige
actualmente al país como consecuencia de la pandemia, las facultades excepciones dadas al

4
Londoño Jaramillo, M. (2007). Derechos y deberes y procesales en el Estado Social de Derecho. Opinión
Jurídica, 6(11), 69-86. Recuperado a partir de
https://revistas.udem.edu.co/index.php/opinion/article/view/140
5
Corte Constitucional, Sala Octava de Revisión. (04 de junio de 1998) Sentencia T-283 de 1998. [M.P. Dr. Fabio
Morón Diaz]
6
Jeremy Waldron, Tratos Inhumanos y Degradantes: las Palabras en sí mismas, 153-184.
presidente podrían darle pie para limitar la libre locomoción de todos los colombianos en
busca de unas condiciones que garanticen un adecuado manejo de la pandemia y se asegure la
salud de toda la población. Pero, como es bien sabido, los Estados de excepción también tiene
unas limitaciones, entre ellas, la garantía de derechos fundamentales que no son sujetos a
restricción ni siquiera en estos escenarios, por ello, si bien la libertad de locomoción puede
restringirse dentro del territorio nacional como parte de un plan de mitigación, no puede ir en
contravía ni vulnerar gravemente derechos fundamentales como la salud y la vida digna.
Si bien estas medidas están encaminadas a evitar una mayor expansión de las nuevas cepas,
también es cierto que el reporte de la OMS sobre la nueva cepa establece un detrimento en la
efectividad, pero no la descarta del todo aún sigue presente el objetivo de las vacunas siendo
la no muerte en sus individuos. Es comprensible la preocupación ante tales eventos y la falta
de información de las nuevas vertientes, sin embargo, hay medidas menos lesivas para evitar
la propagación de esta enfermedad sin que ello implique una afectación grave a los derechos
de los colombianos que se encuentran fuera del territorio. Sumado a esto, en la actualidad la
mayoría de los países ya cuenta con protocolos de bioseguridad claros, y el avance en la
investigación del COVID-19 ha permitido establecer la idoneidad de estas medidas, por lo
que el regreso a Colombia acogiéndose a estas no representa una amenaza mayor a la que
pueda representar la permanencia de los colombianos fuera de su país de origen.
Retrocediendo a eventos del pasado similares, tenemos a los quince (15) colombianos que se
encontraban en Wuhan China y que fueron repatriados al territorio nacional, por cuanto no
gozaban con las garantías para el ejercicio de sus derechos fundamentales como son vida
digna, salud, educación, trabajo,[7]. En ese orden de ideas, los vuelos humanitarios tal cómo
están contemplados en la Resolución 1032 de 2020 en su artículo 3°, buscan repatriar a los
connacionales para garantizar su retorno, la unidad de la familia, la dignidad humana y en
últimas la protección de la salud, no sólo por el aspecto físico, sino porque se busca aminorar
los efectos psicológicos que puede conllevar privarlos de su lugar de arraigo y de unas
condiciones de vida dignas.
A su vez, considerando que no pueden garantizarse el retorno a todos los colombianos que
quedaron en la misma situación, debe analizarse las condiciones particulares del caso en
concreto. En tanto, no se observa que Kumandra tenga restricciones para la salida de vuelos
desde su territorio, no habría razones de fondo para negarse a su repatriación. Sumado a esto,
la pretensión de los accionantes no es que sea pagado el valor del costo del tiquete de regreso
al país, sino que buscan la protección de su derecho al retorno, a no ser privados de su libertad
a su regreso al país, por cuanto no han incurrido en conductas que configuren las causales de
excepción previstas en la Ley.
2.2.4 Sujetos de Especial Protección: Alcance y fundamento (relación con los hechos)
A la luz del Artículo 13 Superior, la corte ha desarrollado el concepto de sujetos de especial
protección, toda vez que hay un deber del Estado, la Sociedad y la familia frente a todas las
personas en estado de vulnerabilidad o debilidad manifiesta, por lo que en esta categoría se
incluyen adultos mayores, mujeres cabeza de familia, niños, niñas y adolescentes, personas
en condición de discapacidad o todas aquellas que cuenten con unas condiciones físicas,
psicológicas o sociales que requieran un amparo reforzado.

7
Ministerio de Salud y Protección Social. (2020, 27 marzo). Boletín de Prensa No. 102 de 2020. Gobierno
Nacional establece procedimientos para vuelos humanitarios frente a la COVID-19 [Comunicado de prensa].
https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Gobierno-Nacional-establece-procedimientos-para-vuelos-
humanitarios-frente-a-la-COVID-19.aspx
Dado que en esta categoría se incluyen aquellas personas que se encuentren en
“circunstancias de debilidad manifiesta e indefensión” (Sentencia T – 252 de 2017), los
adultos mayores, por su avanzada edad, las repercusiones que sobre su cuerpo y mente trae el
paso del tiempo, es decir las afectaciones de salud física y psicológica, y por consiguiente las
condiciones económicas y sociales, justifican un trato diferenciado y preferente con el fin de
conseguir su protección y garantizar unas condiciones que les permitan gozar y ejercer sus
derechos fundamentales. A su vez, la Constitución Política en su Artículo 44 reitera esta
protección especial, y por ello esta Corte en múltiples sentencias ha resaltado el carácter
prevalente de los derechos de los niños, razón por la cual se considera que siempre que haya
una afectación a un menor deberán estudiarse integralmente los derechos vulnerados, y tomar
las medidas que permitan atender el interés de los menores, recibiendo un trato preferente que
garantice un desarrollo armónico de sus derechos.
De conformidad con el artículo 44 son derechos de los niños: “la vida, la integridad física, la
salud y seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una
familia y no ser separado de ella, (…)”, entre otros. No obstante, la sala remarca la especial
relevancia del derecho a la familia y a no ser separado de ella para el caso concreto. Más
adelante se evaluará la aplicación a la situación particular de los menores, no obstante, cabe
mencionar que cuando se restringe la libertad de locomoción fuera del territorio y se le
prohíbe el derecho al retorno se afectan gravemente el derecho a la familia y la salud, por
cuanto se le priva del acceso a los servicios de salud y a su vez, se restringen las
demostraciones de cariño, cuidado y protección de su familia, más aún cuando uno de sus
padres se encuentra separado del menor.
2.2.5 Excepción de inconstitucionalidad
Es de relevancia resaltar que, la Constitución Política de 1991 prevé unos mecanismos para
proteger su supremacía dentro de los cuales se encuentra la acción de tutela, la acción pública
de inconstitucionalidad y la excepción de inconstitucionalidad, esta última fundamentada en
el artículo 4° del Texto superior que establece la superioridad jerárquica que posee y
manifiesta que en caso de que existan normas contrarias a la Carta Magna prevalecerán las
disposiciones constitucionales, haciendo posible el uso de la figura denominada como
excepción de inconstitucionalidad.
La jurisprudencia constitucional ha definido que
“la excepción de inconstitucionalidad es una facultad o posibilidad (o si se quiere, una
herramienta) de los operadores jurídicos, en tanto no tiene que ser alegada o interpuesta
como una acción; pero se configura igualmente como un deber en tanto las autoridades no
pueden dejar de hacer uso de ella en los eventos en que detecten una clara contradicción entre
la disposición aplicable a un caso concreto y las normas constitucionales”. [ 8]

Aunque este mecanismo posee unas características como lo son producir efectos inter-partes,
en un caso en concreto se podría inaplicar una norma para proteger así los derechos
fundamentales que se encuentran en peligro a causa de la existencia de una norma de menor
jerarquía, y que evidentemente ignora y va en contravía de las disposiciones constitucionales.
Así mismo, permite a cualquier individuo, nacional o extranjero, hacer uso de esta excepción,
con el fin de salvaguardar la supremacía de la constitución. De ahí, que sea un deber del juez,
que, al inaplicar una norma bajo excepción de inconstitucionalidad, argumente las razones o

8
Corte Constitucional, Sala Octava de Revisión. (28 de mayo de 2009) Sentencia T-389 de 2009. [M.P. Dr.
Humberto Antonio Sierra Porto]
motivos que permitan determinar que el contenido normativo que resulta contrario a la
Constitución Política, tal como se debió realizar en el caso en específico.
2.3 Caso concreto
En vista de la prohibición de retorno al país de origen desde Kumandra, como consecuencia
de la expedición del Decreto 666 de 2021, esta Sala considera que se estarían vulnerando el
derecho a salud de los accionantes en la medida en que sus condiciones económicas no les
permiten asegurar el acceso a los servicios de salud requeridos para la condición física que
cada uno requiere. Por ejemplo, al señor Federico, adulto mayor, padece diabetes, condición
que requiere la aplicación de insulina para el correcto funcionamiento de sus funciones
orgánicas, físicas y mentales, en ese sentido, al no contar con acceso al personal médico
idóneo para renovar la fórmula médica que le permita adquirir la insulina en el país donde se
encuentra y a su vez no cuente con los recursos económicos necesarios para ello, le está
siendo negada la posibilidad de acceder a sus a los medicamentos esenciales para el
tratamiento de sus enfermedades y por tanto se pone en riesgo su vida.
Por su parte, la señora María del Carmen, al no contar con un seguro médico que le permita
tener los controles que su estado de embarazo requiere, se le está vulnerando, no sólo a ella,
sino a su hijo que esta por nacer, el derecho fundamental a la salud, y se amenaza la
continuidad de su vida en la medida en que no pueda garantizarse las condiciones mínimas
para un parto asistido, teniendo en cuenta que no tienen el brazo financiero que le permita
costear un servicio de estos en el exterior. A Roberto, hijo de María del Carmen, tampoco se
le estaría garantizando el goce y ejercicio de su derecho a salud, y que además tiene carácter
prevalente por tratarse de un menor de edad, dependiente aún de sus padres, que no cuentan
con los recursos necesarios para proporcionarle servicios médicos en el exterior en caso de
requerirlo.
Bajo este contexto, también se estaría afectando el derecho a la Vida, ya que como se expuso
líneas arriba, el Estado está en obligación de garantizar con medidas negativas, pero sobre
todo con medidas de carácter positivo, en la medida en que está obligado a realizar todas las
actuaciones necesarias para crear unas condiciones que permitan a los colombianos el goce
del derecho a la vida, no sólo por medio del acceso a la salud, sino también garantizar unas
condiciones mínimas que le permitan al sujeto desenvolverse normalmente en la sociedad,
supuesto que no se cumple si se tiene en cuenta el término de la prohibición establecido en el
Decreto 666 de 2021 y con lo cual, se priva a los accionantes del goce de sus derechos
fundamentales, al separarlos de su vivienda, su fuente de ingresos, su familia, el acceso a
medicamentos esenciales y al cohibirles el derecho al retorno.
Con la aplicación a los hechos del caso la Corte determina que no se han presentado ni
desapariciones forzadas, torturas o tratos crueles e inhumanos, pero si tratos degradantes, esto
a causa de la medida impuesta por el gobierno colombiano mediante el Decreto 666 de 2021,
y que presupone la afectación a los derechos a la salud y la vida misma, que en sumatoria de
refleja tratos humillantes y como consecuencia una vulneración a la integridad personal. Las
limitaciones de salud con las que cuenta el señor Federico por su diabetes y que debe estar en
constante tratamiento con insulina, y la señora María del Carmen con su embarazo, aunado a
su limitación económica, por no contar en el país donde están retenidos con una fuente de
ingresos que les permita cubrir una larga estadía y en condiciones dignas, lo que se traduce,
desde la perspectiva constitucional, en tratos y situaciones humillantes.
Ahora bien, los accionantes ven vulnerado su derecho a la libre locomoción, entendida como
la libre circulación, permanencia, entrada y salida del territorio nacional, en la medida en que
el gobierno nacional, en medio de la decisión tan acelerada, no acato que deben las medidas
adoptadas deben ser proporcionales, y debe verse integralmente sin restringir la mirada a la
contención del COVID-19 y sus variantes, sino también analizarse aspectos económicos,
sociales e incluso de salud, dado que el COVID-19 no es la única condición que trata la
medicina, sino que existen cientos o incluso miles de procedimientos y tratamientos a los que
los colombianos necesitan acceder en el territorio nacional.
En este sentido, el señor Federico necesita volver a al territorio nacional para continuar con la
administración de insulina para tratar la diabetes, dado que está es proporcionada por su EPS,
teniendo en cuenta que su seguro de viaje ha expirado y no cuenta con cobertura de salud para
él, su hija y su nieto, la restricción de movilidad, así como la imposibilidad de retornar al país,
agrava su estado de salud. Mediante la sentencia T-382 de 18 la Corte estableció que la libre
locomoción, es un presupuesto para el ejercicio de otros derechos como la vida, la salud, la
educación, para el caso en concreto debe considerarse este supuesto, en la medida en que al
restringir la posibilidad de retorno al país se impide un goce efectivo de los derechos a la vida,
la salud y la vida digna. [9]
Referente a los derechos de los niños y su aplicación al caso en concreto, al menor de edad
Roberto, se le afectan múltiples derechos, siendo los principales los de la libre locomoción,
vida digna y la salud, tal y como se ha expuesto en el estudio del caso. Siendo especialmente
importante, el derecho a la familia y a no ser privado de ella, como consecuencia del
distanciamiento que tuvo de su padre, así como, presencia el estado frágil y vulnerable de su
abuelo y madre embrazada, lo que puede desencadenar en repercusiones psicológicas al
menor, que de no ser tratadas a tiempo pueden afectar su salud. A su vez, el hijo que esta por
nacer también sufre lasos efectos de estas medias, en tanto, su madre siente estrés y además,
no recibe los controles prenatales que le permitan asegurar la vida y salud del nasciturus.
Ahora bien, es necesario adelantar la aplicación del test de proporcionalidad con la finalidad
determinar si las restricciones que impone el Decreto 666 de 2021 son adecuadas frente a los
derechos a la vida, salud, vida digna, integridad personal y libertad de locomoción. Al
respecto cabe señalar que las medidas contempladas en el Decreto persiguen una finalidad
constitucionalmente legítima, descrita en el artículo 49 de la Constitución, puesto que está
protegiendo la salud de los individuos que se encuentran en el territorio nacional, previendo
que la nueva cepa de Kumandra ingrese al país a través de personas que hayan visitado este
país.
Sobre la necesidad de la medida cabe destacar que existen otras menos lesivas y gravosas
hacia los derechos a la vida, salud, vida digna, integridad personal y libertad de locomoción
de los nacionales que se encuentran en Kumandra; algunas alternativas a esta podrían ser
tomadas por parte de las autoridades sanitarias como requerir una prueba PCR de negativa
para el ingreso por vía aérea de viajeros, y de forma conjunta con una medida de aislamiento
de catorce (14) días en domicilios particulares propios, de familiares y/amigos del viajero o,
en su defecto, en un servicio de alojamiento turístico, obteniendo la misma efectividad y
conducencia.
En cuanto a proporcionalidad estricta, al estar en colisión la Salud pública frente a los
derechos fundamentales de colombianos en condición de sujetos de especial protección, que
visitaron y permanecen en Kumandra, las medidas adoptadas por el mencionado Decreto
restringen en gran medida la libertad de locomoción sin que ello equivalga o supere el
beneficio sobre la salud, por lo que se esta sala considera que no se cumple con los requisitos
para que sea aplicable. Por consiguiente, se llega a la conclusión que las medidas establecidas
9
Corte Constitucional, Sala Sexta de Revisión. (19 de septiembre de 2018) Sentencia T-382 de 2018. [M.P. Dra.
Gloria Stella Ortiz Delgado]
en el Decreto 666 de 2021 resultan ser desproporcionadas al generar una gran afectación a los
derechos anteriormente mencionados, dado que existen medidas menos lesivas para alcanzar
el fin que se propone el Gobierno Nacional.

III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Sala Tercera de Revisión de la Corte Constitucional,
administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución Política,

RESUELVE

Primero. – REVOCAR el fallo proferido por la Sección Segunda de la Sala de lo


Contencioso Administrativo del Consejo de Estado el cual decidió no amparar los derechos
fundamentales presuntamente vulnerados por el Gobierno Nacional. En su lugar,
CONCEDER el amparo de los derechos a la salud, vida, vida digna e integridad personal de
los accionantes.
Segundo. – ORDENAR al Gobierno Nacional que, brinde la autorización para el ingreso de
un vuelo humanitario al territorio de Colombia desde Kumandra, siempre que se cumplan
con todas las medidas de bioseguridad establecidas en la Resolución 1032 de 2020. en un
plazo máximo de una semana contada a partir de la notificación del presente fallo.
Tercero. – ORDENAR que le sean suministrada la dosis necesarias de insulina al señor
Federico Contreras hasta el momento en que regrese a Colombia mediante el vuelo
humanitario y que los costos del medicamento sean asumidos por el Gobierno Nacional.
Cuarto. – LIBRESE, por la Secretaría General de la Corte Constitucional, la comunicación
de que trata el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991, para los efectos allí contemplados.
Notifíquese, comuníquese, publíquese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase.

DIANA SALCEDO MUÑOZ


Magistrada

JUAN FELIPE BECERRA MEJÍA


Magistrado

DANNA MAYLIN BUITRAGO MARTIN


Magistrada

ELIANA YULIETH PANCHE RUBIANO


Magistrada

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