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ENSAYOS DE MASONERÍA
Y SIMBOLISMO
Colección Especial
© Nelson Ospina Franco
nelosfra@hotmail.com
© Caza de Libros
ISBN: 978-958-5435-79-7
Caza de libros
cazadelibros@gmail.com
fundaproempresa@gmail.com
www.cazadelibros.com
Impreso en Colombia
II
I. REYES 5
1- REYES CAPÍTULO 6.
1 Aconteció que Salomón comenzó a edificar la
casa de Jehovah en el año 480 después que los hijos de
Israel salieron de la tierra de Egipto, del cuarto año
del reinado de Salomón sobre Israel.
2 La casa que el rey Salomón edificó para Jehovah
tenía sesenta codos de largo, veinte codos de ancho y
treinta codos de alto.
3 El pórtico delante del lugar santo del templo
tenía veinte codos de largo, a lo ancho de la casa, y
diez codos de ancho en el frente de la casa.
7 Cuando edificaron el templo, usaron piedras
enteras labradas en las canteras, de manera que
mientras lo construían, no se oía en el templo el ruido
de martillos, hachas ni otras herramientas de hierro.
9 Construyó, pues, el templo y lo terminó. Luego
cubrió el edificio con vigas y tablas de cedro.
Nelson Ospina Franco
C. CONSTRUCCIÓN DE EDIFICIOS
ADICIONALES,
LA CASA PARA LA HIJA DEL FARAÓN,
LAS OBRAS DE HIRAM-ABIF Y LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS COLUMNAS
1 REYES CAPITULO 7
2-Crónicas capítulo 2
INTERPRETACIÓN SIMBÓLICA
E INICIÁTICA DE LA CONSTRUCCIÓN
DEL TEMPLO
V
LAS COLUMNAS DE ISIS
IV
INICIACIÓN MASÓNICA:
HIEROFANÍA SOLAR Y ALQUÍMICA
DEL ESOTERISMO MONOTEÍSTA.
CÁTEDRA PITAGÓRICA
“Todo es número”
Pitágoras
Muy ayer
cuando no había nada
y todo estaba en la mente de Dios
en oscuro y plácido silencio
una vibración en los cristales de la soledad
hizo existir la música del tiempo
y se levantó del horizonte
el sol del pensamiento.
Entonces:
El señor ha jurado
y no cambiará de parecer:
I- El Oriente eterno......................................................113
II- La Orden..........................................................114
III- El mundo profano............................................115
IV- La ley masónica................................................116
V- El eterno retorno del masón....................................117
I- El trabajo iniciático.............................................135
II- El cerebro: una máquina de soñar..........................138
III- Iniciación: Catarsis, Número y Geometría......140
IV- El colegio iniciático..........................................142
V- La fiesta de los dos solsticios..............................143
112 Nelson Ospina Franco
VI- El templo y la caverna.....................................145
VII- El ritual esotérico...........................................147
VIII- La fiesta........................................................148
IX- La Medalla al Masón Operativo.......................149
X- Iniciación femenina, logias de adopción y Land-
marcks.............................................................150
XI- Clausura de trabajos.........................................157
1- EL ETERNO RETORNO
Y LA MASONERÍA
I - EL ORIENTE ETERNO
II- LA ORDEN
En él estaba la vida
y la vida era la Luz de la humanidad.
VI- EL INCONSCIENTE
V- LA DIDÁCTICA MASÓNICA
I- EL TRABAJO INICIÁTICO
I- Introducción.......................................................163
II- De la Religión Pagana al Solsticio.....................167
III- La Caverna iniciática.......................................173
IV- América, la desconocida...................................177
V- La Fiesta Masónica del San Juan......................186
VI- Del Solsticio Estival a San Juan Bautista.........194
INTRODUCCIÓN
I- DE LA RELIGIÓN PAGANA
AL SOLSTICIO
Continúa Guénon:
Ha de hacerse notar aún que cuando la misma
caverna es el lugar de la muerte iniciática y el del “segundo
nacimiento” debe entonces ser considerada como acceso
no solo a los dominios subterráneos o “infernales”, sino
también a los dominios “supraterrestres”. La caverna
se convierte así en modelo del mundo, su piso simboliza
la tierra y su techo la bóveda celeste. El símbolo de
la caverna es mucho más complejo, pues a su vez se
identifica con “la caverna del corazón”, con el eje y con
el “huevo del mundo”.
Ensayos de masonería y simbolismo
Los solsticios son verdaderamente lo que puede
llamarse los polos del año, y estos polos del mundo
temporal sustituyen entonces a los polos del mundo
espacial. Siendo así, la caverna cósmica podrá tener
dos puertas zodiacales, opuestas según el eje que
acabamos de considerar, y por lo tanto correspondiente
a los dos puntos solsticiales.
La mitología romana tiene al dios Jano, el portero
que abre y cierra las puertas del ciclo anual con las llaves
que son uno de sus principales atributos; él guarda las
llaves de las dos puertas solsticiales. Una de las llaves es
de plata y corresponde a los “misterios menores”, y la
otra, la de oro, corresponde a los “misterios mayores”.
Jano es un dios de tres caras, una que mira al pasado,
otra que mira al futuro, y la tercera que es invisible, pues
mira al presente que, en la manifestación temporal, no
constituye sino un inaprensible instante.
Sigue Dolmatoff:
El calendario horticultural coincide con el cere-
monial y las principales ceremonias se efectúan con
el fin expreso de “dar la vuelta al sol” en los solsticios.
Estas ceremonias del solsticio de invierno se celebran
para terminar el verano y llamar las lluvias mientras
que las del solsticio de verano se celebran para terminar
las lluvias e introducir el llamado “veranillo”. Las
ceremonias de los equinoccios se hacen exclusivamente
en Hukuméiji ya que “allí vivía el sol”, mientras que
las fiestas de los solsticios toman lugar en Takina,
Makotáma, Seijua, y, ocasionalmente, en Naaváka.
Los Kogi dicen que cada vez, “cuando el sol está en sus
casas”, éste se “demora” allí durante algunos días sin
moverse de su lugar. El Máma determina el día en el
cual el sol se pone de nuevo en marcha, recompensando
así las diferencias anuales en su calendario. En lo
general, solo los Mámas poseen algunos conocimientos
sobre este calendario y toda información al respecto
se considera como muy secreta. Es muy posible que
estos conocimientos fueron antiguamente bastante
profundos, pero en la actualidad se trata sólo de un
confuso recuerdo y las informaciones obtenidas sobre
cálculo de tiempo son contradictorias.
De lo anterior, y en vista de lo que venimos
exponiendo, no es difícil ver que el fenómeno solar
produjo en los Kogi simbolismos míticos análogos a
Ensayos de masonería y simbolismo
los tradicionales euro-asiáticos de los cuales veníamos
hablando. No es extraño que el hombre americano
separado del europeo por no menos de veinte mil años
produjera análogos simbolismos culturales basados
en los mismos fenómenos naturales, veinte mil años
que no produjeron cambios genéticos significativos y
sí el aislamiento necesario para producir diversidad
cultural; sin embargo llegamos a los mismos postulados
espirituales, pero toca decirlo y hacer hincapié en ello,
pues parece que no fuera cierto, ya que aún hoy en
día nosotros mismos no podemos concebir que los
amerindios fueran capaces de los asombrosos logros
culturales, cuyos vestigios encontramos en sus ruinas
arqueológicas y en sus sobrevivientes.
Dice el libro Astronomía en la América antigua
respecto de los observatorios solare de los indios anasazi:
El observar el sol con el propósito de establecer
un calendario anual o de marcar las ceremonias
religiosas ha sido parte importante de las costumbres
históricas de los indios pueblo. Los descubrimientos
en el cañón del Chaco apoyan la evidencia de que
los antecesores de los indios-pueblo históricos tenían
también la costumbre de observar el sol e inclusive
de que los indios anasazi que habitaban el cañón
del Chaco hasta alrededor del 1250 de N. E. habían
llevado sus observaciones a un nivel más refinado
que sus descendientes.
Una de las seis grandes kivas (edificación de
forma cilíndrica con ventanas y nichos en las paredes)
conocida en el cañón del Chaco como casa rinconada,
está en el lado sur del cañón pasando por Pueblo
Bonito y Cetro Ketl. Se asemejan a otras grandes kivas
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en que tienen nichos en las paredes, bóvedas en el
piso, una escalera interna y una chimenea.
Se ha determinado que la luz del sol que pasa
a través de la ventana noroeste ilumina cierto nicho
durante cuatro o cinco días alrededor del solsticio de
verano. También se han descubierto alineaciones con
el solsticio de invierno tanto en la salida del sol como
en su puesta durante el solsticio.
También se ha encontrado que las ruedas
medicinales de los indios primitivos de las grandes
llanuras norteamericanas tienen rayos radiales
alineados con los solsticios.
Revisando el antes mencionado libro de la
astronomía en la América antigua descubrimos que
eso de determinar los solsticios es una de los más
primitivos logros de los amerindios, pues los pueblos
más desarrollados como los mayas y los Toltecas no solo
se dedicaron a los astros mayores, el sol y la luna, sino a
la astronomía de las estrellas y los planetas, en especial
Venus y las Pléyades. Dice un especialista hablando del
sistema calendárico maya: “… al concebir las ruedas
calendáricas como eternas repeticiones a partir de un
punto fijo, y al medir el tiempo con un sistema preciso,
los mayas fueron capaces de fechar sus eventos con
una precisión que no es superada ni aun por nuestro
método de medir el tiempo”. Esto decía el arqueólogo
por allá en 1914; puede que hoy, casi un siglo después,
no sea válida su observación, lo cual no le quita mérito
al inmenso logro de exactitud del calendario maya.
Estos vestigios amerindios de culto ritual de
los solsticios que hasta acá hemos examinado se
encuentran todos en el hemisferio norte, y hay
Ensayos de masonería y simbolismo
necesidad de aclarar que cuando vamos a estudiar
los solsticios en el hemisferio sur, en este caso en el
calendario inca, los solsticios ocurren a la inversa de
los del norte. Cuando para nosotros, situados en el
hemisferio norte, el 24 de junio el día es el más largo
del año, en el hemisferio sur este mismo día es el más
corto del año. Por eso en junio es para ellos el solsticio
de invierno y en diciembre es el solsticio de verano.
Entonces:
¿Qué es la masonería? ¿Por qué tiene a un santo
cristiano por patrono? ¿Por qué celebra el solsticio de
verano?
Buenas preguntas para hacerles a las páginas
de masonería que hay en el internet, unas 16.500.
Encontraríamos respuestas innumerables, y si
buscáramos sacar una síntesis de las 16.500 posibles
respuestas, de seguro que la diversidad sería alta,
inajustable a una síntesis unitaria.
Pero las preguntas merecen una respuesta de
fondo, y ésta no puede darse sin marcas subjetivas.
“Una verdad o una mentira no se expresan sin su
propia pátina”. Esto que hoy decimos aquí lleva el
Ensayos de masonería y simbolismo
aroma del ahora irrepetible, que el mañana hará
nostálgico. Intentaremos, pues, unas respuestas al
modo del conferencista; es inevitable, y solo serán
unas respuestas más entre tantas.
Lo primero por dilucidar es la relación de la
masonería con la cuestión religiosa. ¿Es o no es la
masonería religión? Y si lo es, ¿qué clase de religión es?
Para la sociedad moderna, hija de la civilización
cristiana, de la que formamos parte todos los aquí
presentes, la única forma de misterios que conocemos
son los que nos ha enseñado la Iglesia. Por cierto, fuera
de la solemnidad mística que le ponen cuando nos los
enseñan, no guardan sino un simbolismo muy sencillo,
apenas remembranzas de aquellos misterios de los
que derivaron cuando el naciente cristianismo los
relevó. Ante el surgimiento exclusivo y excluyente de
la religión cristiana, primero en el Imperio Romano y
luego en todo el mundo, el cristianismo borró cualquier
culto religioso distinto al suyo, especialmente las
religiones mistéricas, pues eran las más poderosas, y si
hubo dudas heréticas para eso instituyó la Inquisición.
Religiones mistéricas son aquellas religiones
paganas del mundo clásico, a las que solo se podía
ingresar por iniciación. Algunos de estos cultos
mistéricos fueron los de Dionisio y Orfeo, los misterios
de Eleusis, Cibeles y Atis, la Isis de los egipcios y Mitra,
este último, fuerte competidor del cristianismo en
sus inicios, para solo nombrar los más importantes.
De ellos se sabe poco, pues existía la costumbre de
juramento de silencio sobre los misterios revelados en
la iniciación; si violaban el juramento eran condenados
a muerte, pues muchas de estas religiones eran la
religión del Estado, como el caso de los misterios
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de Eleusis que eran la religión oficial de Atenas. Es
famoso el juicio que le hicieron a Alcibíades, sobrino
de Pericles, por hacer parodias de los rituales secretos.
Una religión mistérica es una religión secreta; las
principales formas de su culto se realizan en secreto, no
porque no guarden nada, acusación que les hacen los no
afectos a lo esotérico, sino porque la forma de su práctica
no es apta para cualquier persona sin la debida preparación
y examen de su capacidad intelectual y psíquica, como en
cualquier academia moderna. Claro que toda iniciación
gira sobre un acervo cultural, conservado como una
estructura mítica, edificada simbólicamente con una
arquitectura ritual y mágica, más ensueño que discurso,
pues la palabra allí es solo poética.
No olvidemos que nuestra religión, la judeocristiana,
gira alrededor de un libro sagrado, la Biblia; nuestro
culto religioso es fundamentalmente verbal, las ideas
religiosas cristianas las aprendemos y enseñamos con
palabras, a veces con actos. El mundo de las ideas
religiosas del pagano está construido con imágenes
simbólicas. El despliegue de la teología pagana se hace
sobre un escenario visual, mientras que el despliegue
de la teología judeocristiana se hace sobre un
escenario verbal; esta diferencia es de fondo y marca
profundamente la didáctica y la práctica religiosa de
paganos y judeocristianos, haciéndolas diferentes.
Hay dos grados diferentes de lo mítico: el monoteísta
o judeocristiano, y el politeísta en sus múltiples formas,
a las que hemos llamado genéricamente paganismo.
Y si somos justos nos parecen dos formas válidas de
lo religioso y no necesariamente antagónicas, pero lo
han sido agriamente a través de la historia, como en
la conquista de América. Con la espada en una mano
Ensayos de masonería y simbolismo
y el Cristo en la otra, los españoles borraron todo,
humillaron las almas nativas y las dejaron sin símbolos
religiosos propios. A los amerindios les tocó disfrazar sus
ritos de santos cristianos para poder conservar el culto
a sus dioses; es así como muchas costumbres rituales
de los amerindios se conservan hoy como folclor, como
en el Tolima Grande a propósito del solsticio de junio,
pero lo mismo ocurre por toda América.
El esoterista construye un mito para representar
sus ideas místicas; considera que las palabras son
incapaces de comunicar todo el sentido y acude al
símbolo para comunicar lo inexpresable. Para enseñar
utiliza representaciones dramáticas en las que se
involucra al aprendiz como un personaje mítico, para
transmitirle la enseñanza compartiendo colectivamente
con él la misma experiencia mística, algunas veces
haciéndolo comulgar con la sangre y carne del dios,
que no es otra cosa que el jugo y la pulpa de alguna
planta psicoactiva, como en Eleusis, o también en los
ritos védicos con el soma, o en los rito de Baco con el
vino, el cual hereda el rito cristiano como uno de los
elementos simbólicos del sacrificio de Jesús.
La iniciación consiste, pues, en una catarsis,
de pronto con raptos alucinantes, producida por
el mensaje verbal, y más profundamente por las
impresiones sobre el inconsciente de la representación
dramática. El objetivo de cualquier doctrina religiosa
es el de impresionar el alma del discípulo más allá
de las palabras. En las religiones mistéricas es donde
está el origen del teatro, la música y la poesía griega;
fueron ellas las que primero elaboraron escenarios
dramáticos con el fin de impresionar espiritualmente
a los participantes. La riqueza poética de los himnos
órficos sigue impresionando hoy en día.
Nelson Ospina Franco
Es necesario captar la diferencia entre una religión
exotérica como lo son las modernas, abierta a todos sin
excepción, y formas religiosas de carácter iniciático, a
la antigua, como lo es la masonería, la cual se supone
que ejerce una aristocracia espiritual, que no es ni
proselitista ni abierta, aparentemente lo más alejada de
una organización democrática, pues pretende ejercer
una selección muy parecida a la académica, donde es
necesario seguir escalonadamente un aprendizaje y
dar enseñanzas más intuitivas que racionales, de ahí
sus métodos del lenguaje simbólico y lo secreto; la cosa
mística se aprehende por revelación, son enseñanzas
psicodramáticas en las que se encarna un mito.
Otra característica de la masonería, además de la
iniciática, y quizá la que la define más certeramente,
es la de ser heredera de las ordenes constructoras
medioevales. En la antigüedad los secretos de oficio
artesanal siempre se conservaron y desarrollaron
alrededor de un mito constructivo. El aprendizaje de
cualquier oficio implicaba a su vez una iniciación, y así,
fuera de aprender las técnicas artesanales específicas,
el fundamento teórico se hacía en lenguaje y simbolismo
mítico, haciendo que el ejercicio de cualquier oficio
artesanal fuera a su vez una mística, tal como lo describe
René Guénon respecto de los Collegia fabrorum.
Y esto es lo que es la masonería: un mito cons-
tructivo; enseña la transformación del alma a través
de una simbología espiritual del arte de construir
templos, tanto así que a Dios lo llaman Gran
Arquitecto del Universo, y los grados básicos de su
estructura iniciática es la tradicional de cualquier
obra de construcción, aprendiz, compañero y maestro.
Los masones son místicos del número, como los
Ensayos de masonería y simbolismo
pitagóricos. Y aun despertando un poco de alboroto
entre ellos, pensamos que la masonería es una religión
iniciática de la naturaleza, cuyos fundamentos como
la cábala, el hermetismo y el neoplatonismo la hicieron
encarnar la historia esotérica de la sociedad cristiana,
desde el Renacimiento hasta la Revolución industrial.
Claro que es posible retrotraer sus orígenes hasta los
templarios, caballeros de la espada y la llana, gnósticos,
esoteristas. Sería difícil probarlo, pero en lo esencial
la masonería es heredera histórica de los templarios,
y los ha asimilado simbólicamente en alguna de sus
variantes míticas.
En resumen, la Orden Masónica es esotérica,
mistérica, deísta, iniciática, mística y judeocristiana,
y, por contradictorio que parezca, heredera de la
rebeldía iniciática de la Edad Media, la cábala, la
alquimia, la Rosacruz y la caballería mística, todo
sintetizado sincréticamente alrededor de su mito
fundacional: el de la construcción del Templo de
Salomón y la trágica leyenda del maestro Hiram Abif,
director general de obras y maestro forjador de las
columnas. La masonería tiene el origen de su mítica
esotérica y religiosa en la edad de oro del pasado judío,
cuyo templo simbólico intentan reconstruir entre los
“hombres libres y de buenas costumbres”.
La masonería desde su renacimiento profano el 24 de
junio de 1717 fue la portadora del germen revolucionario
del Siglo de las Luces; ella llevaba implícita la rebeldía
de la Reforma, la cual había sido propiciada por los
rosacruces y su Fama Fraternitatis. No fue entonces
gratuita la excomunión que le hizo la Iglesia en el siglo
dieciocho, fantasma que aún parece rondarla, pero sin
ningún sentido en pleno tercer milenio.
Nelson Ospina Franco
La masonería fue portaluz del principio demo-crático,
del Estado laico, del sufragio universal y de la igualdad
entre los hombres. Inspiradora de la independencia de
Estados Unidos, donde asomó el mundo moderno, para
mal o para bien; luego vino la Revolución Francesa, y la
masonería fue protagonista y víctima. Más tarde las logias
fueron las catalizadoras del fervor independentista
entre los latinoamericanos, pues ofrecía secreto, sigilo,
los principios democráticos y elementos de simbolismo
crítico frente al misticismo reaccionario de la Iglesia de
entonces. Fueron las logias las semillas que comenzaron
a organizar la independencia en las colonias españolas y
se escondían de la Corona tras sociedades filológicas,
tal como lo hacía Nariño.
La fila de los masones en la historia de este
país es cuento viejo, y hoy cuando la democracia es
la panacea política, con sufragio universal, libertad
religiosa, Estado y educación laicos, divorcio civil, y
muchas cosas más, la masonería parece haber perdido
la beligerancia de otros tiempos, e intenta salir del
clóset, dirán sus contradictores; pero no, no puede
salir del clóset, así lo quiera, pues su carácter iniciático
la hace trabajar a puerta cerrada. Sin embargo, eso
no disculpa que guarden silencio, sobre todo en este
país con tantos problemas sociales y morales, aún más
cuando el principal grado masónico es el de Maestro, y
solo se es maestro cuando se imparte enseñanza.
Hoy, cuando ya no produce temor político y menos
religioso, tiene la masonería que cumplir su labor y
enseñar públicamente su perspectiva espiritual y
simbólica sobre temas que atañen al espíritu de la
naturaleza, la sociedad y el hombre.
Ensayos de masonería y simbolismo 193
El vínculo masónico con el judeocristianismo
no es difícil de mostrar, pero sí difícil de explicar. El
centro de cualquier logia masónica es el Ara de los
votos, lugar santo del templo, consistente en tres
candelabros alrededor de una mesa sobre la que está el
libro de la Ley, el cual es la misma Biblia judeocristiana
que todos conocemos; sobre esta Biblia se colocan una
escuadra y un compás, simbolizando que la lectura de
este libro sagrado hay que hacerla con la mística verbal
de la cábala, la cual es una técnica de simbolización
verbal donde las letras son símbolo y número, poética
y geometría. Y si el mito fundacional de la masonería
es el de la construcción del Templo de Salmón y su
libro de la Ley es la Biblia, es muy difícil decir que la
masonería no es ni religiosa ni juedeocristiana.
Al conservar una tradición iniciática, la masonería
conserva los rasgos esenciales de los cultos mistéricos
antiguos, sobre todo los vínculos con el simbolismo
astronómico de la caverna iniciática y sus dos puertas
solsticiales, por lo cual tiene por fiestas los dos solsticios.
Siendo la fiesta principal el solsticio de verano el día
24 junio, hacen una ceremonia solemne para festejar
que el Sol abre la puerta iniciática de los hombres, y se
pide ayuda al dios correspondiente para que facilite el
rito; por eso le consagraron a San Juan Bautista, para
que él guardara la llave de la puerta cósmica de los
hombres. Es entonces el momento propicio para los
misterios iniciáticos, tal como lo ejerce no solo la Orden
masónica, sino innumerables asociaciones de esoteristas
independientes regados por el mundo de la Nueva Era.
194 Nelson Ospina Franco
VI- DEL SOLSTICIO ESTIVAL
A SAN JUAN BAUTISTA