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Lazos y prácticas
Módulo 3
El jardín como espacio de encuentro
Introducción
Les damos la bienvenida al Módulo 3 del curso Enseñar en el nivel inicial. Lazos y
prácticas. En este módulo nos proponemos pensar el jardín como espacio de
encuentro de la comunidad educativa. ¿Cuáles son las condiciones que hacen
posible un encuentro? ¿Cómo nos encontramos a la distancia? ¿Cómo estamos
juntas y juntos en nuevos modos de presencialidad en el jardín? Como docentes
del nivel inicial, resulta imprescindible pensar colectivamente sobre los modos de
encontrarnos. Siguiendo a Carlos Skliar, nos preguntamos si estar juntos se limita
a estar presentes o significa existir para y con el otro (Skliar, 2010).
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En este recorrido de la clase, integramos imágenes de la obra del artista
plástico Claudio Gallina, que nos permite sumar otras maneras de decir e
interpelar. Les presentamos a continuación la primera imagen seleccionada.
Gallina s/f
Una ronda, un patio, ¿qué nos sugiere la imagen?, ¿qué nos invita a pensar acerca
del jardín?
Objetivos
Considerar el jardín como espacio de encuentro que garantice la educación
y el cuidado de la primera infancia.
Fortalecer el trabajo docente para la mejora de la propuesta pedagógica
institucional construyendo nuevos saberes como producto del tiempo vivido
en la emergencia sanitaria.
Promover el análisis situado y colectivo de las prácticas de las y los
docentes del nivel inicial.
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Contenidos
El jardín como espacio relacional de escucha y diálogo con las familias, los
niños y las niñas.
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complejidad de muchas situaciones propias del jardín se volvieron acuciantes. Por
caso, la violencia intrafamiliar, la privación y el derecho al juego de los niños
asilados, por mencionar sólo aquellas situaciones de más difícil resolución. Por
eso, nos interesa poner el foco en el derecho a la educación, que se expresa en
formas de encuentros de las y los docentes con las niñas, los niños y sus familias.
En este tiempo, las familias vieron modificadas sus rutinas, sus tiempos y espacios
de organización en el hogar. Y a su vez, las familias han sido aliadas
imprescindibles para sostener y afianzar el vínculo con el jardín. Hoy,
parafraseando a Terigi, tenemos educación en el hogar comandada por la escuela.
Por lo tanto, el vínculo construido con las familias se hace fundamental e
indispensable a la hora de hacer escuela por otros medios (Terigi, 2020). Ese
vínculo es el que permite sostener la continuidad pedagógica de las niñas y los
niños del jardín, aunque también, es una preocupación. Manifiesta Redondo: “La
preocupación por alcanzar a las familias en su conjunto, por no perder a ningún
estudiante en el camino, fue adquiriendo mayor densidad; como también el
develamiento y el reconocimiento de la heterogeneidad de situaciones sociales,
culturales y económicas que modelan la experiencia infantil en las comunidades.”
(Redondo, 2020 p 140).
Como docentes del jardín, ¿qué estrategias desplegamos para relacionarnos con
las familias? Los recorridos con los que nos encontramos actualmente presentan
un alto grado de heterogeneidad: niñas y niños que no han tenido oportunidad de
concurrir al jardín, otras y otros que iniciaron su escolaridad en marzo por dos
semanas y quienes han concurrido por dos o más años. También, los que se han
relacionado con el jardín de manera intermitente. A su vez, es necesario
considerar las situaciones epidemiológicas propias de cada distrito, las normativas
jurisdiccionales y las condiciones edilicias, entre otras variables, para poder
ofrecer la continuidad pedagógica de manera presencial (Curriculum prioritario,
2020). Esta diversidad de condiciones complejiza el armado de los encuentros en
el jardín.
Compartimos otra obra de Gallina cuyo título nos resulta sugerente: “Saltar el
muro”.
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“Saltar el muro”. Óleo y acrílico sobre tela 200 x 120 cm. Colección del artista Gallina, 2008.
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frente a etiquetamientos y estigmatizaciones de las niñeces y sus familias, con el
fin de construir conocimientos fundados en la centralidad de la palabra libre y
plural, inscripta en cuerpos heterogéneos atravesados por deseos y saberes
(Gagliano, 2019:2). Implica también, sostener y afianzar los vínculos con las
familias, “poner palabras que calmen las expectativas y ansiedades y, brindar
seguridad y confianza en las capacidades de niñas y niños y en sus docentes”
(Curriculum Prioritario, 2020).
Disponible aquí.
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Sumamos la imagen de otra obra de Claudio Gallina: “La creación”.
¿Qué nuevas formas de hacer jardín estamos creando? ¿Cuáles vale la pena
potenciar?
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las y los invitamos a visitar: “Seguir a un autor de los cuentos
que viajan en la continuidad pedagógica” y “Escribime una
carta”.
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componentes característicos de los encuentros en el jardín (gestos, sonidos,
palabras, rituales) y se intentó que algunas formas de la educación inicial fueran
posible en los hogares, teniendo en cuenta realidades familiares diversas. Para
ello, “se definieron propuestas de enseñanza que promovieron el juego, la
alfabetización cultural, las manifestaciones a través de distintos lenguajes
expresivos, el conocimiento y exploración del entorno natural y social, las
prácticas del lenguaje, los conocimientos matemáticos, las posibilidades del
cuerpo en acción, entre otros” (Resolución CFE Nº 367 p 6). Llevar adelante las
propuestas de enseñanza para las niñas y los niños del nivel inicial requiere
especial atención al fortalecimiento de los lazos de la comunidad educativa.
Siguiendo a Walter Kohan, creemos que “La educación es política porque exige
formas de ejercer el poder, de organizar un colectivo, de construir comunidad”
(Kohan, 2020: 41).
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instituir la sala en los hogares de los niños/as, esperando
generar un ida y vuelta que fortalezca el vínculo que con
mis alumnos habíamos establecido desde el comienzo de
clases.
Esta situación de aislamiento, que me ha generado un
sentimiento de tristeza y a la vez de búsqueda de
soluciones, me llevó a reflexionar sobre cómo transmitir
los gestos, la contención y el cariño que intercambiamos
diariamente con los pequeños /as a través de una
pantalla. Cómo atraer la atención de las familias, que a
partir de este momento serían los interlocutores, los
mediadores entre docentes y alumnos, los que llevarían
adelante las propuestas pedagógicas que, en este
contexto, estarán atravesadas por sus saberes. Cómo
utilizar los recursos digitales como potenciadores de las
propuestas y evitar que se conviertan en un fin sin un
propósito educativo. Cómo contemplar la asincronía que
presenta la educación a distancia no sería tarea fácil para
los docentes, ni para las familias, pero nuestro deber
indelegable es enseñar y sostener la continuidad
pedagógica cueste lo que cueste, intentando evitar
desigualdades de cualquier índole, respetar los derechos
de los niños/as y establecer los vínculos a través de la
distancia.
En los comienzos de la modalidad virtual, y teniendo en
cuenta que las familias solo cuentan con celulares y
utilizan datos para móvil, la sala verde funcionaba en el
horario de jardín, me parecía que sería de ayuda
mantener el ritmo de las clases, con la posibilidad de
publicar las respuestas de las actividades, en ese
momento diarias, durante toda la jornada. Las familias
participaban activamente de las mismas. En todo
momento las propuestas enmarcadas en las
planificaciones anuales y de las diferentes áreas de
conocimiento, fueron transmitidas mediante videos cortos,
fotos o audios de los que era y soy protagonista. Siempre
con mi pintor, porque soy de las que creen que los niños,
caracterizados por su pensamiento simbólico, piensan que
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las docentes viven en el jardín, como los protagonistas de
los cuentos.
Todo indicaba que la continuidad pedagógica estaba
funcionando como debía ser, recibía videos de los niños
realizando juegos y actividades, lo que me permitía verlos,
saber de ellos, anímica y físicamente, hasta que, el día 25
de mayo, la mayoría de las familias, que residen en Villa
Azul, barrio vulnerable de necesidad de atención
privilegiada, entró en aislamiento obligatorio.
Inmediatamente se produjo en el grupo un silencio
preocupante que me llevó a reflexionar nuevamente, pero
esta vez, desde otra perspectiva, cómo sostener la
continuidad pedagógica a partir de este momento donde
las emociones encontradas serían predominantes. Debía
asumir los desafíos que la situación me presentaba, rever
los tiempos y las propuestas, era momento de acompañar
y contener aún más que antes, sin abandonar la reflexión
pedagógica y garantizar que la continuidad siga en
marcha. Socialicé en el momento un mensaje
tranquilizador en el grupo y realicé cambios que
beneficiarían mi intención de estar presente en este
momento de angustia para los niños/as y las familias.
El primer cambio realizado fue la organización de las
temporalidades asincrónicas, extendiendo el horario de
funcionamiento del grupo hacia la tarde. He agregado al
grupo a la Directora de la Institución, para el
acompañamiento, asesoramiento y la atención directa de
las necesidades de las familias. A la fonoaudióloga del
Equipo de Orientación Escolar, con quien acordamos
conjuntamente trabajar con propuestas literarias que nos
permiten jugar con el lenguaje, rimas y poesías, que
invitan a participar y colaboran en el desarrollo de la
conciencia fonológica. El trabajo con adivinanzas a través
de títeres. He continuado con actividades que implican la
interacción con los números a través de juegos. La
construcción de juegos de mesa para jugar en familia. Las
profesoras especiales envían propuestas de música y
educación física semanalmente para acompañarnos.
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Las propuestas comenzaron a limitarse a tres por semana,
pensadas con la intencionalidad de ser realizadas por los
niños de forma autónoma, asesorando a las familias
sobre la importancia del desarrollo de la autonomía.
Estas decisiones didácticas me permitieron continuar con
mi propósito, instituir el jardín en los hogares, lógicamente
con las mesetas temporales en la participación de las
familias que conlleva este contexto de aislamiento,
realizando relevamientos de quiénes reciben las
propuestas, sosteniendo estrategias de comunicación,
asesorando y acompañando, proponiendo, invitando,
felicitando, estrechando vínculos, aprendiendo día a día.
A menudo reflexiono sobre el regreso a clases. ¿Se
construye el aprendizaje en este contexto, sin interacción
entre pares y la intervención fundamentada de los y las
docentes? Se presentará sin lugar a dudas una importante
desigualdad en los saberes que debemos conocer. ¿Qué
tipo de evaluación debemos hacer? Al finalizar esta
situación de aislamiento social, tendremos que evaluar
colectivamente si las medidas de enseñanza que hemos
propuesto han logrado su propósito, cómo ha llegado a
cada uno de los alumnos ese aprendizaje que hemos
querido comunicarles. Rever y reformular propuestas que
no fueron realizadas. Si fueron claras las consignas, si
fueron significativas, si estuvieron al alcance de todos.
Evaluar para conocer y mejorar. Evaluar los lazos que
hemos logramos construir desde la distancia y que al
momento de estar frente a frente con nuestros alumnos,
podamos sentir que nos hemos visto todos los días.
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Las y los invitamos a escuchar a Carlos Skliar (2010) en un
fragmento de su charla “Estar Juntos”, de 2010.
Para escuchar
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Como docentes, nos preguntamos:
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Aprender de la experiencia para tomar decisiones
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Las y los invitamos a leer un fragmento de Pedagogía de
la esperanza, de Paulo Freire.
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Sabemos que en el Nivel Inicial el juego es una actividad privilegiada y
fundamental para el desarrollo de las niñas y los niños. Jugar promueve la
construcción de significados, sentimientos, percepciones, representaciones y
contribuye a la adquisición del lenguaje. Creemos que la centralidad del juego en
las propuestas de enseñanza es un aporte valioso para articular el pasaje del nivel
inicial al primario, especialmente en este contexto. Que el juego esté presente
implica hacer que las niñas y los niños jueguen, que aprendan a jugar, que
jueguen de diferentes maneras y a distintos juegos. El juego, entonces, es una
oportunidad para integrar propuestas de enseñanza de ambos niveles.
Elegimos las palabras de Patricia Redondo para cerrar este módulo: “reemplazar la
seguridad por la hospitalidad, el miedo por la conversación y el reconocimiento, la
condena por la aprobación, el prejuicio por el juicio sensible a la diferencia”
(Redondo, 2012 p 114). Creemos que estas son condiciones para el encuentro en
el jardín. Un encuentro que tiene distintas modalidades posibles y como docentes
debemos garantizar para incluir a todas las niñas y todos los niños.
Sala de Ensayo
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qué la eligieron?
- ¿Nos habla de lo que pasa cotidianamente en
sus salas, patios u otros espacios de la
institución o, por el contrario, nos remite a una
situación excepcional? ¿De qué prácticas y/o
vínculos da cuenta?
Referencias
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Ministerio de Educación de Nación (2011). Actualizar el debate
en la educación inicial POLÍTICAS DE ENSEÑANZA
-Documento de trabajo-2012. (pág. 4)
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Imágenes
Video
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