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En 1935 se versidad de Colum = x Universidad de Per | en la peninsula. F Gregorio Hernéndi | 1962) y Vincenzo P Oua expedic Arqueologia del Mii maneci6, en 1947, + Chaves (1946, 1951 | 1963), Roberto Pine de Recasens. Antonio Santa rano de 1940» (1941 (1961) visité la pent Johannes Wilk la misma zona en dic de recolectar muest visitas también; la m: derivan, sin embarg | revisiones bibliografi Helmuth Fuch afinales de los aos: mediados de los afi | Stoll (1965, 1970) lle ta Lawrence C. W 1972b, 197: \ diez meses en 1964-1 po. Maria-Barbara Wl 1976) estuvo en el ca | ZONA wayu na, y durante dos 1 LOS WAYU (GUAJIRO)"”) NOTAS SOBRE SU SITUACION PRESENTE Y ACTUALIZACION BIBLIOGRAFICA, EMANUELE AMop10' Introduccién') Las presentes notas pretenden describir algunos aspectos actuales del pueblo Waytt marcando, cuando sea el caso, las diferencias con la descripcién que, en 1980, publicé Benson Saler en el tercer volumen 1 partir de la bibliografia que de la serie Los aborigenes de Venezuel existia para la época y de su trabajo de campo, realizado durante los afios 1967-1970, con estadias de varios meses (Saler 1988: 125). Los aunque princi datos ofrecidos por Saler se refieren a todos los Wa antes del lado venezolano de la palmente corresponden a los habi peninsula de La Guajira. Por nuestra parte haremos referencia direc ta solamente a los Waydi venezolanos, aunque en la puesta al dia de (¢) Wayuu segin el autor. No obstante y para se grafla de las autodenomi- naciones empleadas en la primera edicién, utilizaremos el gentilicio Ways. (¢*) Departamento de Arqueologia, Ecologia Cultural y Etnohistoria, Escuela de An logia, Facultad de Ciencias Econémicas y Sociales, Universidad Central di Venezuela. eamodio@reacciun.ve (Recibido, juli (1) Los datos que presentamos fueron recolectados en varias comunidades Way y en Maracaibo, durante los afios 2004 y 2005, en el marco del proyecto Pautas di Grianza entre los Pueblos Indigenas de Venezuela, auspiciado por la Unicef y la Eseucla de An gia de la Universidad Gentral de Venezuela, En la recolec cign de los datos de campo particip6 activamente el licenciado Luis Pérez, de la sede Maracai Universidad Bolivariana los datos poblacionales de esta etnia, incluiremos los que viven del la lo c mbiano y, sobre todo, los que actualmente estan establecidos en las urbes criollas, principalmente en Maracaibo. Esta tiltima apreciacién cambia, de alguna manera, el panora ma general sobre este pueblo indigena ya que, como veremos, actual- mente la mayor parte de su poblacién venezolana vive en Maracaibo, intentando mantener su identidad y los aspectos de su cultura que pueden reproducir sin muchos problemas en el contexto urbano. Por otro lado, tanto por la penetraci6n criolla en territorio Wayti, co- mo por la presencia de su gran niimero en Maracaibo, la economia de La Guajira se ha ido transformando. Aunque parte de ella se man. tiene todavia vinculada al pastoreo y la cria de animales, sobresalen otras formas de produccién de riqueza como la derivada del come: cio fronterizo (legal o ilegal) y por la mano de obra como peones hacendados criollos de la region. El otro elemento que hay que tener en cuenta es el cambio ra- dical que se ha producido en el ambito juridico con el creciente reco- nocimiento hacia los derechos indigenas en Venezuela, sobre todo a partir de la misma Constitucién de 1999, y que los Wayd, en particu- lar, han sabido aprovechar ocupando espacios politicos y educativos, en el émbito nacional y regional, impensables hace algunos aftos. Los Wayti han dese pefiado y desempeiian importantes cargos en el Go: bierno central, Ileg: ndo a tener una exponente de este pueblo indige na en la Vicepresidencia de la Asamblea Nacional. La destacada figu- racién de este pueblo en el ambito polttico nacional ocurre también en laesfera regional y en los campos de la salud y la educacién Poblacién y dispersin La peninsula de La Guajira, dividida entre Colombia y Venezuela, jo por los Wayti. En Colombia viven en el departamento La Guajira, mientras que en Venezuela viven fundamentalmente en el estado Zulia, aunque se en: cuentran grupos de Wayti en los estados Trujillo, Mérida, Lara y en el Distrito Capital Lo Seguin el censo « los cuales 83.079 (49, tal poblacional, 107.4 60.866. (36,2%) en as el XIII el Instituto Nacional ¢ afios después censados, de los cuales ‘ales y 259.932 (88,5 aparte del crecimient an registro mas preci distica con: 6 grack general una pregunta En el caso de Ca Ja poblaci6n que vi Departamento Admin DNP 2006) contaba, cir que en la Guajira. 300.000 Wayti (DANE Finalmente, es | Wayti en las urbes eric donde hay amplios su demos decir que Mara tes segiin la represent ella: Maracaibo, para 2005). Los puntos de tan constituidos por cuente, y por las vias atravesar la ciudad y nidas, cruce de venta rritorio con el cual lo de tipo parental, clan dades vinculadas a lo cerios tradicionales d cuando los vinculos s co. Por lo anterior, au tes en Maracaibo est emos los que viven del la- Imente estan establecidos acaibo. guna manera, el panora- como veremos, actual- olana vive en Maracaibo. pectos de su cultura que en el contexto urbano. la en territorio Wayti, Maracaibo, la economia que parte de ella se man- de animales, sobresalen o la derivada del comer- de obra como peones a n-cuenta es el cambio ra ico con el creciente reco- Venezuela, sobre todo jue los Waydi, en particu- 08 politicos y educativos, s hace algunos afios. Los ortantes cargos en el Go- te de este pueblo indige- ional. La destacada figu: cional ocurre también en yla educacién. Colombia y Venezuela, pado por los Wayd. En uajira, mientras que en ado Zulia, aunque se en- yjillo, Mérida, Lara y en Los Wayii (Guajiro) / Notas. EMANUELE AMODI: Segiin el censo de 1992 habfa en Venezuela 168.310 Wayit, de los cuales 83.079 (49,4%) varones y 85.231 (50,6%) hembras. Del to- tal poblacional, 107.444 (63,8%) vivian en asentamientos urbanos y 60.866 (36,2%) en asentamientos rurales (OCEI 1993-1994). Diez atios después, el XIII Genso de Poblacion y Vivienda, realizado por el Instituto Nacional de Estadistica, arrojé un total de 293.777 Waytt censados, de los cuales 33.845 (11,5%) asentados en comunidades ru- rales y 2 te del crecimiento natural de la poblaci6n, debe ser atribuido a 9.982 (88,5%) en centros urbanos criollos. Este aumento, ap: an registro mas preciso que el censo del Instituto Nacional de Esta- distica consiguié gracias, sobre todo, a que incluyé en el cuestionario general una pregunta sobre la pertenencia étnica (INE 2002), En el caso de Colombia, los Wayii representan cerca de 45% de la poblacién que vive en el departamento de La Guajira que, segiin el Departamento Administrative Nacional de Estadistica (DANE 2006; DNP 2006) contaba, en 2005, con 655.953 habitantes. Esto quiere de Gir que en la Guajira colombiana vivian para esa fecha alrededor de 300.000 Wayti (DANE 2006). Finalmente, es importante resaltar la presencia masiva de los Wayit en las urbes criollas, sobre todo hacia el noroeste de Maracaib¢ donde hay amplios suburbios ocupados por indigenas. De hecho, po demos decir que Maracaibo se ha desdoblado en dos ciudades diferen: tes segtin la representacién de los grupos mayoritarios que viven en ella: Maracaibo, para los criollos y, Marakaaya, para los Wayti (Pérez 2005). Los puntos de anclaje urbanos de la representacién Wayti es tan constituidos por los lugares de habitacién, espacios de uso fre- cuente, y por las vias de trdnsito que utilizan preferentemente para atravesar la ciudad y para salir de ella (barrios, mercados, plazas, ave- nidas, cruce de ventas, etc.) rumbo a la peninsula de La Guajira, te- rritorio con el cual los Wayii urbanos mantienen estrechas relaciones de tipo parental, clanica, comercial y cultural sobresaliendo las activi dades vinculadas a los entierros de parientes muertos en los cemen. terios tradicionales de la peninsula, en especial el segundo entierro, cuando los vinculos sociales Wayti reciben su refuerzo ritual periédi- co. Por lo anterior, aunque las familias y comunidades Wayti residen- tes en Maracaibo estén sometidas a fuertes presiones culturales sobre todo, a condiciones ambientales que no permiten la puesta en préctica plena de su cultura, intentan vivir en barrios é nicamente homogéneos, donde conservan la lengua y muchas de las précticas culturales tradicionales. Familia y parentesco: los roles familiares Uno de los temas mas discutido en la literatura sobre el parentesco w En virtud de la existencia de la descendencia matrilineal, se ha con- ti se refiere al lugar que ocupa el padre en el contexto familiar siderado el rol del padre en un segundo plano, a favor del tio mater no. Recientemente Alarcén Puente (2006) ha vuelto sobre el tema, afirmando: Parece también una creacién de los investigadores, alentados por ver la pervivencia de estructuras ancestrales, desestimar la impoftancia del padre dentro de la familia. De acuerdo a esta perspectiva, el parentesco wayuu releva al hombre de sus debe res como padre, ya que esa funcién debe asumirla el tfo mater no. Entonces la figura del padre es definida como accesoria y Prosigue este autor sefialando que, en sus experiencias de campo, le ha resultado comin encontrar padres que desempefian un papel pa- recido al del tio materno, realizando tareas tales como decidir en la resolucién de conflictos 0 patrocinar los funerales, acciones impc tantes en el funcionamiento de la sociedad Wayti (2006). Por otro I do, aunque la mujer mantiene un lugar preponderante dentro de la familia, es facil constatar que actualme 1 padre de familia también participa ampliamente en la gestion del he gar: El problema estriba en saber si se trata de un cambio cultural producido por influencia de la sociedad criolla, en cuyo contexto el papel preponderante de la fami: lia es desempefiado por el padre, o bien si se trata de una falta de percepcin de los investigadores, influenciados por su cultura de referencia Antes de avanzar una posible respuesta a esta pregunta, volva mos a lo que Saler escribia en 1988, refiriéndose a lo expresado afios Los antes por Chaves (1953: trilineal en la Guajira r Por otro lado, Saler re} Pineda (1950), cuando i u gico, debido a la influen an en conilicto con ¢ comparte con Gutiérrez dre, aportando datos de terno comparten funcio ‘Sin embargo, esto m cultural. Hay factor pos de parientes a r circunstancias varial competencia recient tal como se manific en la estructura soc superficiales al cam Ta atenci6n del estu ciedad way (Saler Siguiendo la intu tesis de trabajo serfa co liar Way, en virtud d matrilineal (Saler 1988 funcionalmente por tre materno, siendo la ma sin una necesaria difer trafamiliares, sino que ambas esferas, aunque precio de la esposa put por el padre biolbgico, madre. De lan , del d rada una prueba del fu lores tiempo reciente el caso de las herenci roo tiene potestad de desmesurada tanto a los ver una pelea a la mane muy oneroso para las fa- pblema del contraste entre ayi, lo que generalmente que el primero prive sobre ato). Sobre estos temas, el Instituto de Filosofia del a Facultad de Ciencias Ju- a, y,en Colombia, el antro- el Caribe Colombiano, es- mn los sistemas criollos de de jurisprudencia comtin y ade Justicia Penal Formal ynsuetudinario Waytt timo tema, es interesante bo de grupos de guardia- ,or individuos Waytt: «po: anera informal y para ha- aibo, numerosos Wayit se cuadras y calles, pagados je noche sus zonas en bici is recientemente también sy el transito de personas es se ve incrementada por alasociedad Wayti, amén s marabinos de «no meter- esgos que se corren de te: ‘0s no en base al sistema 10 Consuetudinario Way nizado y funcionan como | permiso de las autorida nte por considerar que re~ Los Wayéi (Guajiro) / Notas. Conclusiones Aunque va mas alld de estas cortas notas, es necesario dejar constancia que, como el resto de las sociedades indigenas de Venezuela, la Wayt se encuentra literalmente invadida por miiltiples agencias aculturiz doras, nacionales e internacionales, que la empujan hacia un cambio acelerado, aunque la direccién hacia donde parece moverse no es ne- cesariamente hacia la integraci6n cultural total con el mundo criollo Es el caso, por ejemplo, de la vivencia religiosa, tanto en el ambito mitico como en el ritual, donde el chamanismo Wayti se mezcla con la medicina popular criolla y con los elementos de los cultos religiosos populares, como santeros 0 marialionceros (devotos del culto a Maria Lionza), De la misma manera, las iglesias evangélicas cristianas tie~ nnte entre los Wayti un auge que hist6ricamente nunc consiguié la Iglesia Cat6lica, sobre todo por la posibilidad que les ofre- cen de participar en redes de solidaridad efectivas, ademas de permitir el «sacerdocio» de indigenas Wayti, pudiendo convertirse en pastores. Los nuevos contenidos religiosos se mezclan, mas o menos de manera automtica, con los contenidos religiosos Wayti, produciendo nuevos sincretismos y explicaciones como, por ejemplo, la funcién desempe: jiada tradicionalmente por los suefios, que en algunos casos se han ido adaptando a la cosmovisin de grupos pentecostales le origen cristia no (Garefa Gavidia & Valbuena 2004) Las pautas de crianza y, en general, el proceso formativo y edu cativo de los nifios y nifias Waydi se ha ido adaptando a los requer mientos de la cultura criolla, sobre todo por el hecho de que las escuelas occidentales estan ya presentes en gran parte del territorio de La Guajira, regidas en la mayors de los casos por docentes Wayt Hasta hace pocos afios, los contenidos que se transmitian en estas es cuelas eran completamente criollos, pero en tiempos recientes se han producido procesos profundos de reafirmacién étnica que han invo- lucrado ¢ involucran también a maestros y maestras en la producci6n de libros escolares en wayunaii y, lo que parece muy importante, res catando esta lengua en los salones de clase. Sia esto aunamos la pre sencia de emisoras que tr bién en lengua Waya, tanto del lado cole smiten sus mensajes tay iano como del venezolano de la frontera Los aborigenes de Vene resulta posible pensar el futuro de la sociedad Wayti conformado por hombres y mujeres ganados a la defensa de su cultura, aunque con for- mas nuevas resultantes de todos los procesos histéricos que, hasta el presente, la han conformado. Como declaraba Ana Prieto, una mujer Waydi, en mayo de 1997; No podemos seguir pidiendo... ni perder el tiempo en erro: res, no podemos seguir siendo manejados por otros, nosotros tenemos que prepararnos para... para tener la capacidad no- sotros mismos de buscar las soluciones a nuestros problemas, buscar cuales son las vias, cules son los mecanismos, e6mo de ben ser nuestras relaciones y tener relaciones directas con el go- bierno, no tiene que tenerlas por otra gente (en Garcia Gavidia 2002: 180) BIBLIOGRAFIA CITADA Y ACTUALIZADA'?) ALARCON PUENTE, J 2006 La sociedad wnyuu, entre la quimera y la realidad. Gazeta de Antrop hups/www.ugnes!~p Johnny_Alarcon_Puentes.html AMODIO, E 1999 Venezuela. Caracas: Direccién Nacional de Arte- sanfas, Conac 2005 8 de crianza entre los pueblos indigenas de Venezuela, Caracas producida sobre los Ways, en ambos pafses, en los iltimos treinta cen afios es de tal magnitud que resulta imposible anexarla en estas notas, La b bliografia reseiiada por Amodio se refiere a los trabajos de mayor relevancia pro ducidos en Venezuela, Si agin lector desea més informacion bibliogratica se recomienda ampliamente el exhaustivo trabajo que sobre este tema ha realizado el antropélogo colombiano docente de la Facultad de Ciencias de la Educacién de la Universidad de La Guajira, Jorge Luis Gonzilez Bermiidez: J ayus 2005-2006. Bibliohemerogratia y audiovisuales relacionados wayuu (Colombia y Venezuela). Versin PDF. (N. del E.) Los \ ARDILA, G. (ed. 1990 La Guajira, De la Centro Editorial F BENJUMEA BRITO, P. 2007 Justicia wayuu sig 17 de junio de 20¢ CHAVES, M 1953 LaGu COLMENARES OL{VAR, k 1983 Del derecho cons tiétnico en Venez ticas 70, LUZ, Mat 2006 Sistema de juste Froness XITL DEPARTAMENTO ADMIN (DANE 2006 Colombia: una nac tamento Adminis DEPARTAMENTO NACIO Departamento N DZIANDZIALOWSKI, CH 997 La femme Wayu Université de CA FERRIS, ( 1998 La cerdmica de Amodio (ed.). £ Artesania, Conac FONDO MIXTO PARA y LAS ARTES della GUAJI . Ja Cultura y las Ai GARCIA GAVIDIA,N. 2002 Process globali

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