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ABREtusOJOS1 220927 101622
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EDNA WENDERDEL
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ABRE TUS OJOS
Índice
Finalmente................................................................................................. 32
Cuando yo tenía veintinueve años y trabajaba como abogada, casi cada vez
que íbamos a almorzar con amigas me sorprendía contándoles la misma
historia. Sobre cuánto sufría yo en mi relación de pareja.
Y lo hablaba una y otra vez, yo creo que para poder yo misma entender qué
era lo que no funcionaba bien.
Entonces, ahí estaba yo, almuerzo tras almuerzo, hablando del dolor de mi
vida (porque no era el amor…) Y cada vez que terminaba con mi perorata me
decía a mí misma: “Qué estás haciendo. ¡Otra vez con lo mismo!”
Es que había algo difuso, algo que no podía explicar claramente, que me
hacía sufrir. Solo sabía que tenía la sensación de que él no me quería,
porque muchas veces yo me sentía mal junto a él. Me decía cosas que me
dolían. O era totalmente indiferente y no me comentaba nada cuando yo le
hablaba de algo. O me daba esa mirada tan enojada, haciéndome sentir tan
culpable.
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ABRE TUS OJOS
Y así fue como un día, al entrar a una librería, vi por segunda vez
consecutiva ese libro rojo, como gritándome: ¡Ábreme, soy lo que buscas!
Al inicio del libro había una especie de test, donde se indicaba que si tú te
reconocías en más de alguna de las situaciones que se presentaban ahí, tú
estabas viviendo abuso emocional en tu relación de pareja.
Ayayai… ¡Yo estaba en el noventa por ciento de los casos del pequeño test!
Así es que si estás leyendo estas palabras es porque, al igual que yo por esos
años, quizá sospeches que existe algún tipo de abuso o maltrato en tu
relación. Y estás cansada de sufrir. Y cansada de la confusión.
Había una vez una mujer que se retiró a una cueva en las montañas con un gurú.
Quería, decía ella, aprender todo lo que pudiera saber.
El gurú le dio montones de libros y la dejó sola para que pudiera estudiar. Cada
mañana, el gurú regresaba a la cueva a verificar el progreso de la mujer. En su
mano llevaba un pesado bastón de madera.
Cada mañana le hacía la misma pregunta: “¿Ya has aprendido todo lo que se
puede saber?” Cada mañana, la respuesta de ella era la misma. “No”, decía, “no
lo he hecho”. El gurú entonces le pegaba en la cabeza con su bastón.
Esta escena se repitió durante meses. Un día el gurú entró en la cueva, hizo la
misma pregunta, escuchó la misma respuesta y levantó su bastón para pegarle
de la misma manera, pero la mujer cogió el bastón del gurú, parando su golpe en
el aire.
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ABRE TUS OJOS
Aliviada de haber dado fin a los golpes cotidianos, pero temerosa de la represalia,
la mujer volvió la vista hacia el gurú. Para su sorpresa, el gurú sonrío.
“Felicidades”, le dijo, “te has graduado. Ahora sabes todo lo que necesitas saber.”
“¿Cómo es eso?”, preguntó la mujer. “Has aprendido que nunca aprenderás todo
lo que se puede saber”, le contestó. “Y has aprendido a parar el dolor.”
Esta historia la leí por ahí, no se conoce el autor. Pero me sirve para decirte
que eso es lo que aprenderás si trabajas conmigo. A parar el dolor.
Partamos.
*Una aclaración importante: generalmente voy a hablar del maltratador como hombre
y de su pareja como mujer. No porque los maltratadores sean solo hombres, que no es
así, sino porque yo trabajo guiando, para salir del ciclo del abuso, a mujeres que sufren
abuso emocional respecto de sus parejas masculinas.
En cualquier caso, todo lo que yo diga aquí del maltratador, se puede aplicar a cualquier
persona que cometa maltrato psicológico respecto de otra.
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ABRE TUS OJOS
En tu relación, ¿te ha pasado que has tenido la creencia de que hay algo
básicamente errado en tu capacidad de comunicación, en tus percepciones
o en tus sentimientos?
Por ejemplo, le dices “está nublado”. No, te dice él, eso no es así. Está
parcialmente despejado, no es lo mismo. Hasta ese momento él se había
mostrado feliz y tú, con tu comentario, parece que lo hiciste enojar. Y eso no
te gusta, piensas que estás haciendo algo mal.
Tal vez niegue haberte dicho algo que tú sabes que te dijo. Y te preguntas,
¿por qué oigo lo que, según él, nunca dijo?
O, si te dice que estás exagerando, ¿por qué te sientes de esta forma si según
él no deberías sentirte así?
"Existe maltrato psicológico en una relación de pareja cuando una de las partes
intenta rebajar a la otra, menospreciando sus ideas, percepciones, sentimientos,
habilidades y características de personalidad, con el fin de controlarla."
¿Qué pasó?
Y digo “basada en”, puesto que no basta con que de repente un miembro de
la pareja le grite al otro, lo insulte o le dé el tratamiento del silencio de vez en
cuando, para considerarla una relación basada en el maltrato psicológico.
Pero el control no puede ejercerse entre iguales, ¿no? Para dominar al otro,
el controlador tiene que situarse en un lugar de superioridad respecto del
dominado.
Muchas mujeres pueden pasar años en una relación donde saben que
sufren, pero no tienen muy claro por qué y, por otro lado, se culpan por lo
que viven.
Una pareja puede permanecer unida por treinta años sin ningún episodio
de violencia física, pero con un nivel severo de angustia y trauma en la
mujer, debido a la violencia psicológica ejercida por su marido.
Por otro lado, es importante comprender que siempre que existe violencia
física en una relación, ésta fue precedida por maltrato psicológico.
“Yo llego a la casa temprano después del trabajo y con los niños pasamos un buen
rato. Hasta que llega su papá. Entonces, sin que nadie diga nada, todo el
ambiente cambia. Nos ponemos serios y estamos muy atentos a no molestarlo
para nada. ¡El problema es que nunca sabes qué lo va a enojar! ¿La verdad? Es
una sensación de estrés constante”.
Con ella tuvimos que trabajar la fijación de límites, solo como primer paso,
para que la situación comenzara a cambiar.
¿Te pasa que siempre tienes que andar con guantes de seda, atenta a que tu
pareja no se enoje? Claro, entonces seguramente has aprendido a vivir en
modo alerta, pensando que quizá haya algo malo en ti que lo hace actuar a él
de ese modo. Y, sin embargo, no logras entender en cada ocasión qué fue lo
que lo hizo enojar.
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ABRE TUS OJOS
Cuando tú intentas conversar con tu pareja sobre por qué está enojado o
molesto, en general te quedas con la sensación de que no logras llegar al
fondo del asunto. O te dice que exageras, o que te imaginas cosas o que tú
eres la culpable. Aun así, no te queda claro por qué.
(Lo que no sabes que él quiere que eso sea así, para mantenerte confundida
y manipulable).
3. Te sientes culpable
“Tal vez se enojó porque hablé muy fuerte. ¿O porque no lo miré a los ojos
cuando me habló? O quizá porque me reí mucho. O porque no entendí lo
que me quiso decir. ¡Ay, no lo sé!”
¿Te pasa?
Quizá te preguntas “qué habré hecho yo para que él esté así”, porque sueles
creer que tú tienes que haber causado ese enojo. Claro, él te lo ha hecho
pensar con su actitud, con su mirada, con algún gesto. O bien, te lo dice
directamente.
¿Y qué pasa? Tú tienes muy claro que tu pareja es irascible y que parece que
“todo le molesta”. Y has aprendido a identificar muchas de las situaciones
que le disgustan, por lo que tratas de evitarlas a toda costa.
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ABRE TUS OJOS
(El cuerpo no está diseñado para operar en constante estrés, por lo que esta
situación vivida por semanas, meses, e incluso años, te puede acarrear todo
tipo de molestias o enfermedades: desde dolores de estómago o jaquecas,
hasta enfermedades graves).
5. Responsable de la relación.
Debido a que él te hace sentir culpable por sus estados de ánimo, es lógico
que te sientas muy confundida y hasta perdida. Sí, porque pareciera que la
felicidad de la relación es tu responsabilidad.
Y pasa que hay algo que parece que no estás haciendo bien, pero no logras
entender qué es.
Claro, porque es posible que ante tus amigos o familia él se comporte tan
bien, que llegan a decirte que “tienes
todo lo que una mujer puede querer de
una pareja”.
9. Te mantiene lejos
¿Te pasa que realmente no tienes idea de lo que pasa por su mente?
Basta con que tú des tu parecer sobre algo, para que tu pareja opine
justamente lo contrario. Incluso si llega a ser absurdo.
Por esto es muy importante entender cuáles son todas las posibles
categorías de abuso o maltrato que tu pareja puede estar ejerciendo sobre ti.
No compartir
Opinar lo contrario
Humillar
Por ejemplo: “¿Qué más se puede esperar de una mujer?” “¡Mujer tenía que
ser!”
Una consultante me contó que un día, justo antes de salir con su pareja, ella
comentó: “Sé que algo me falta llevar, pero no recuerdo qué”. Y él le hizo un
gesto, apuntando con un dedo a su sien, con una sonrisa burlona. Con esto
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ABRE TUS OJOS
quiso decirle que lo que a ella le faltaba era intelecto. Cuando ella lo miró
enojada, él le dijo: ¡Pero si es una broma!
Bloquear la comunicación
Culpar
¿Te pasa que tu pareja te culpa si él se enoja? Es decir, si él está mal, tú eres la
responsable. Lo mismo, si tienen problemas en la relación o con los niños, la
culpa es tuya.
Criticar
O bien, puede disfrazar una crítica como ayuda: “Si hubiera sido tú, no lo
habría hecho así; deberías haber hecho esto; deberías haber usado otra
cosa; mira lo que se te olvidó”.
Trivializar
Trivializar consiste en decirte o hacerte ver que algo que tú has dicho o
hecho es insignificante.
Por ejemplo, el marido llega del trabajo y ella que no trabaja fuera (porque él
la ha convencido de que no es necesario), después de hacer todo el trabajo
de la casa, teje. Y ha terminado un sweater
que implicó mucha dedicación y
creatividad y le quedó precioso. Cuando él llega, ella se lo muestra y él le
dice: “Bueno, algo que tengas que hacer con tanto tiempo libre…”
Debilitar
Una clienta me contó que ella tenía ganas de dejar su trabajo y estaba
analizando una idea de negocio. Se juntaron a almorzar con su pareja y ella
feliz le comentaba cómo iba con su proyecto y que tenía algunas
dificultades con la manera de llegar a sus clientes.
Y él, con una sonrisa falsa, le dijo: “Hay gente que nace con la habilidad de
vender, pone cualquier negocio y le resulta”.
No se lo aclaró, pero lo que le transmitió con su mirada y tono de voz era que
ella no era de ese tipo de personas. De hecho, ella recibió el mensaje y le
dieron ganas de renunciar a su idea.
Hay muchas formas de debilitar a la pareja. Todas ellas tienen por finalidad
hacerla perder la confianza en sí misma para que él pueda sentirse superior
y, de esa manera, controlarla.
Amenazar
Insultar
También puedes ser insultada por tu pareja de una forma soterrada, donde
él puede usar expresiones cariñosas para disfrazar el insulto, tales como:
“Cariño, si ni siquiera entiendes lo que lees…”
Olvidar
(Una consultante me contó que su pareja olvidó ¡que había prometido irse a
vivir con ella!)
Uno puede olvidarse de algo que dijo, ¿verdad? A todos nos ha pasado. Pero
cuando justo lo que olvidas es tus actos de agresión en contra de otra
persona o promesas importantes, ya no podemos hablar de olvido.
Tienes que darte cuenta de que, si esto pasa en forma reiterada respecto de
actos abusivos de su parte, él no ha olvidado nada, está mintiendo y con eso
te está agrediendo directamente, porque está negando una realidad y te
está haciendo dudar de ti misma.
Negar
Tienes que saber que él te está mintiendo, pues sí dijo eso, no lo estás
inventando y no estás loca.
Dar órdenes
Culpa y responsabilidad
Frustración creciente
Cada vez que inicias una relación, entras en ella con la confianza en que allí
encontrarás el apoyo, el cariño y la comprensión que has estado buscando
toda su vida. ¿Verdad?
Pero a poco andar, tus deseos se han visto frustrados. ¿Por qué? Porque no te
sientes comprendida y porque crees que tú tienes un problema de
comunicación, debido a que tu pareja te critica constantemente, te culpa o
te hace sentir tonta.
Entonces, has intentado por todos los medios entregar bien tu mensaje,
decirlo más claramente para que él te entienda. Y tienes la secreta
esperanza de si pudieras lograr que él comprendiera que no quisiste decir lo
que él cree que tú quisiste decir, que no quisiste hacerlo sentir como él te
dice que fue tu intención, que no estás
pensando lo que él dice que tú estás
pensando, entonces todo se resolvería.
¿Te ha pasado que has querido compartir una alegría con tu pareja y él se
enoja o de alguna manera te hace sentir que es algo sin importancia, se ríe
de tus logros o cambia el tema?
que él lo hace a propósito para hacerte sentir mal contigo misma, que en
realidad a él le molesta verte feliz, entonces podrás levantar cabeza y
resolver no gastar su tiempo con una persona que no vale la pena.
Tristeza
Y esta se debe al dolor profundo que te genera el que la persona para quien
tú debieras ser más especial, sin embargo, es la que más te hace sufrir.
Sobresaltos constantes
Miedo
caso del abuso físico queda más claro a qué se le puede tener miedo, pero
cuando se trata de violencia psicológica, es más difícil determinar su causa.
Lo que te causa miedo es sentir el dolor del rechazo, generado por cada una
de sus expresiones de maltrato. Y este miedo te va insegurizando de tal
modo que, para no sentirlo, intentarás hacer lo que sea para mejorar tu
conducta, expresarte mejor para que él te comprenda, hacerlo sentir más
contento y, con esto, pasarte a llevar a ti misma, a sacrificarte por él.
Estar perdida
Finalmente…
Espero sinceramente que este mini e-book te haya dado mayor claridad
acerca de cuál es tu situación actual. Lo hice con mucho cariño para ti y para
todas aquellas mujeres que, como yo en aquellos años, se encuentren
perdidas, sufriendo en una relación sin tener claro por qué.
Solo cuando entiendes lo que está pasando, puedes hacer algo realmente
efectivo para recuperar tu bienestar y tu poder personal que
momentáneamente pareces haber perdido.
¡Abrazos!
Edna
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ABRE TUS OJOS
Sobre la autora