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Fungar vice cotis, acutum


Reddere quaferrum valet.
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LONDRES.
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En la imprenta de S. M'D owall,
No. 95, Leadenhall Street.
" 1813.
FABULA I

EL ZORRO Y LOS BURROS.

AL LECTOR.

E n los tiempos dichosos,


en que los brutos, como el hombre hablaban,
y por campos y selvas esparcidos,
tranquilos y gozosos
ellos alia entre si se gobernaban;
la Borrical república, (cuidado,
que de los Burros fueron conocidos
este y otros aun mas ilustres nombres,
de que despues los hombres
mil veces à su antojo han abusado,)
la Borrical república, decía,
tras una paz burral, mas que Octaviana,
no lexos de su ruina se veia,
porque à unos quantos Burros les dio gana
de trastornarlo todo;
y aunque el Senado roznador quería
curar de qualquier modo
los males que afligían al estado,
y mas de un Burro fue desorejado,
que si bien el ahorcar se conocia,
nunca usaron castigo semejante,
A 2
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y que en la calle el buche mas zonzon
por ser cosa muy fea un ahorcado, gritase: “ ahi vá el Señor del cartelon.
no por eso veia,
que fuese menos necio el ignorante, Si como el Zorro llego à conseguir,
ni mejor el borrico adinerado, que los vicios y falta de saber
ni que la ley mas clara mis fabulillas logren corregir,
dexase de burlar el intrigante» ¿que mas puedo, Lector, apetecer?
Y en tanto ¡Cosa rara!
algunos Senadores
solian ser à veces los peores,
y ellos daban las leyes,
y eran los primeritos transgresores. FABUJLA I I .
¡Miseria humana! ¡Que en los altos reyes
nunca esté el barro de flaqueza exento!
Mas volviendo à mi cuento; LA ESCALERA DE MANO Y EL
un Zorro que viajaba
FAROLERO.
por los vastos dominios borricales,
y entre los asnos de opinión gozaba, Cierta noche, ya à deshora,
propuso à los burrisimos mandones en su quarto un Farolero
fácil remedio paro tantos males: escuchaba grandes voces,
y solo fue pedir le permitiesen quando él solo estaba dentro.
el fixar ciertos grandes cartelones, Levantóse de la cama,
que zorramente al mundo previniesen, juzgando que fuese sueño,
sobre todas las puertas pero cada vez mas claros
de los que él perniciosos conocía, oia distintos ecos.
mas que à todos asi no pareciesen. ¡ Como no había de oirlos,
Adoptóse el proyecto, si estaban muy descompuestos
y surtió à pocos dias buen efecto de su Escalera portátil
que mas de un Asno preferido habría los escalones riñendo!
verse desorejado, Paróse absorto á escucharlos,
à sufrir ser de todos motejado,
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;
y entendió que los primeros
a los ultimos decían: han de ser, voto à mi abuelo
'Vosotros sois los plebeyos; los que eran primeros últimos;
que nosotros por mas nobles y los últimos primeros.”
ocupamos alto puesto." eorci.n r:o • . c.-pñsrí tur n2
Cada clase un escalón
Riéndose los de abaxo
en las repúblicas es:
respondían: " ¡ Bueno es eso!
no se olvide el Papelón
i Pues de la misma madera
de la Escalera al rebés
no hemos sido todos hechos? ”
en qualquier revolución.
"Y a, reponían los otros,
más, porque sucios no estemos,
siempre el amo sus zapatos
limpia en vosotros primero.”
“ Sino fuéramos nosotros
de esta máquina sustento,” FABUJLA I I I .
los últimos replicaban,
" no hablarais asi sobervios,
porque seriáis tal vez EL LORO, EL GATO, Y LA VIEJA.
carbón destinado al fuego.” Cierta Vieja con esmero
" Dispúsolo la fortuna, criaba un Loro y un Gato:
contestábanles aquellos, aquel grande zalamero,
“ y siempre sobre vosotros pero este dé esquivo trato,
mas que os pese estar debemos.” si bien cazador certero.
De tan fútil arrogancia Deseoso de lograr
indignóse el Farolero, ser en todo preferido,
y acercándose al rincón, trató el Loro de alhagar
y la escalera cogiendo, à su Señora el oido
puso lo de abaxo arriba, con un inútil charlar.
ylesdixo: “ Caballeros, El Gato, muy al rebés,
à dormir; que en adelante jamas à su dueña hablaba,
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mas dos à dos, tres à tres limpia la casa tener,
los ratones atrapaba, y que nada merecía
poniéndolos à sus pies. su servicial proceder,
En un tiempo que en ratones De la casa se fugó,
la casa todita hervia, ya apurado el sufrimiento;
la Vieja mil expresiones mas de ratones se vió
al útil Gato le hacia, la casa llena, al momento
celebrando sus acciones; que el Gato de ella faltó.
Pero el Lorito, no obstante, La Vieja su chocolate
siempre sus delicias era, cien veces halló roido,
y à su jaula iba al instante que ni arcon, ni escaparate
quando venia de fuera le tenia guarecido
y le llamaba su amante. del ratonil alicate.
Porque habiendo el observado, Y aunque el Loro se ofreció
que su fluxo era la edad, à remediar aquel daño,
la decía descarado: ni un ratón pillar logró,
“ Ama mia, no es verdad ni le pillara en un año,
que à los treinta no has llegado?” que à charlar solo aprendió.
Y con esto y con gritar
siempre que habia visita, Si aprecio siempre se hiciera
“ no hay dama, que en el lugar del hombre trabajador,
con mi señora compita,” y ensalzado no se viera
llegó su afecto à ganar. tanto vil adulador,
Asi que para él buscaba mas la sociedad valiera.
la Vieja lo mejorcito;
todo al Loro se le daba,
todo era para el Lorito,
y el Gato de hambre rabiaba.
De modo, que el pobre, al ver
quan de poco le servia
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quando el sol asoma
se ponen alegres;
FABUJLA IV . que la luz es madre
de todos los bienes,
y que al claro dia
nada se parece,
EL MOCHUELO Y EL TOPO. que vida y colores
al mundo le vuelve.
T odo el mundo sabe, La opinión contraria
que el Mochuelo tiene ^ el otro sostiene,
brillantes ojazos diciéndole al Topo:
azules y verdes; " y a Vsted ¿quien le mete
pero nadie ignora, en hablar de cosas
que la luz le ofende, que apenas entiende?
que ama las tinieblas, Si naturaleza
que por ellas muere, dado à Vsted hubiese
y es de dia ciego, los ojos rasgados,
y es de noche duende. que adornan mi frente,
Cierto paxarraco vaya.. . .¡mas si apenas
de esta odiosa especie, tiene con que verme!
tuvo con un Topo, Sepa el señor mió,
de ojos harto breves, que la noche excede
razones muy serias, con mucho à ese dia
debates muy fuertes, que alaba sin verle.
una madrugada La noche al reposo
antes que de oriente convida y previene,
la risueña aurora trabajos y afanes
las puertas abriese. à la luz suceden,
Defendía el Topo, y ” . . .. Ya tras el alba
que todos los sere* sacaba esplendente
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su carro encendido
el sol como suele,
y al triste avechueho
sus rayos le hieren, F A F U F A V .
y en un tronco hueco
procura esconderse.
Pregúntale el Topo LAS ABEJAS Y LOS ZÁNGANOS.
“ Compadre, ¿que tiene? E n un valle frondoso
Mas él sin respuesta
tenia su morada
la espalda le vuelve. cierto enxambre de Abejas bullicioso,
Qual sea la causa que llego à ser, República ilustrada.
el Topo comprende, El ocio y la pereza
y del embustero sesudas proscribieron,
vengarse bien quiere; y al ver que la abundancia y la riqueza
pero aunque à sus ojos siempre los pasos del afan siguieron,
no la luz ofende, Del cáliz de las flores
fáltale soltura, solicitas chupaban
de vigor carece, la esencia y fragantísimos olores
y asi cabizbaxo que artificiosamente trabajaban;
vá à buscar su alvergue.
Y todas à porfía
la obligación cumpliendo,
Donde se encuentren à miles
sin perdonar trabajo noche y dia,
hombres, como el mochuelo, que serviles
iban de cera y miel su valle hinchendo,
huyan de la ilustración,
Entre ellas admitidos,
muy bien pueden los Topos liberales
y un tiempo respetados,
dexar de ser tan Topos animales, por ser de alas mas luengas revestidos
è dexarse poner el albardon. los Zánganos vivían descansados.
Yguales en figura,
si en porte desiguales,
para tener, sin trabajar, hartura
supieron darse tonos magistrales;
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Y asi entre ellos se usaba
la vil hipocresía,
que aquel que mas de sobrio se jactaba, FABUJLA V I.
/. • ■y otío lo mef O fuf i o aban aam
ese mayor porción de miel comia.
Un tiempo las Abejas
sufriéronlos prudentes; EL ESCOPLO, EL MAZO, Y EL
mas como todo se volviese quexas,
CARPINTERO.
y fuesen cada vez mas insolentes.
Por fin determinaron E n el banco de un pobre Carpintero
hacer varios decretos,
disputa reñidísima trabaron,
y como ley eterna promulgaron, sobre qual à su dueño era mas útil,
que todos al trabajo estan sujetos. el Escoplo cortante y boto Mazo.
Los Zánganos mamones
Decia aquel, que à su invencible filo
ni de esto hicieron caso,
el mas grueso tablón no era embarazo,
mas ellas, esgrimiendo sus rejones rompiendo hasta los nudos resinosos,
Jos echaron del valle mas que à paso. y abriéndose por todas partes paso.
Replicábale el otro con cachaza,
Si en esta sociedad, en que vivimos,
que si él no diese el golpe necesario,
tantos Zánganos hay perjudiciales,
de poca utilidad seria al dueño
é P°r1ue con tal estupidez sufrimos el Escoplo tener bien amolado;
coman sin trabajar nuestros panales? y que pues el impulso de él nacía,
suyo debía ser también el lauro.
Enojóse el Escoplo fuertemente,
colérico también se puso el Mazo,
y quando mas fogosos disputaban,
habiéndolos oido, llego el amo,
que cogiendo el Escoplo con la izguierda,
y luego el Mazo en la derecha alzando
dixo; “ Tu filo la madera dura
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traspasa, Escoplo mío, no hay dudarlo
y tu la dirección que necesita, Si ya desde pequeño
tu se la prestas, mi querido Mazo, jamas quiso empinarse,
mas nada el uno sin el otro vale, locura es molestarse,
y por eso à la vez uso de entrambos.” que hoy no lo ha de lograr. ’

La Ley y su execucion Racionales Culebrones,


en un estado qualquiera que arrastráis en la ignorancia,
qual Mazo y Escoplo son, ¿las antiguas opiniones
que uno sin otro es quimera. abjurar os vere yo?
El descaro y petulancia
con que hicisteis, siempre necios,
à la ciencia mil desprecios,
respondiendo estan que no.
FABUJLA V I I .

EL CULEBRON Y EL LOBO. FABUJLA V I I I .


U n Culebrón un dia
el cuello enhiesto alzaba,
probando si podia EL LEON, EL CAMELLO, Y EL TIGRE.
marchar como en dos pies;
Y en vano lo intentaba: U n León poderoso,
su cuerpo acostumbrado debaxo cuyo imperio
à andar siempre arrastrádo vivia muy gustoso
caia de través. de los de quatro pies el vasto pueblo,
Viole un taymado Lobo, En su consejo de estado
y dixo: “ ¡ bravo empeño! concedió el lugar primero,
no sea, hermano, bobo, solo por ser su privado
que se ha de lastimar; à un idiota colosal Camello;
Y el mérito que tenia
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para exercer tal empleo la discusión, el arte, y tu proyecto"
ninguno lo conocía, “ Y i porque ha de ser,” gritó
por mas que el rey le honraba con exceso. el corcobado Camello, ..........
Fue el caso que una ocasión, “ quando sin molestia yo
deliberando en secreto quarenta arrobas donde quiera llevo,
sobre cierta expedición, Y aunque no llegue á encontrar
que era preciso hacer en un desierto, ni un cenagoso arroyuelo,
Se trataba seriamente sin beber me sé pasar
de buscar todos los medios, quince soles seguidos por lo menos?”
para que la bruta gente A la solución precisa
no careciese en él de agua y sustento; de tan bestial argumento
Y despues que hubieron dado soltaron todos larisa,
su parecer, malo ó bueno, y aun al León se le asomó a los bezos;
en punto tan delicado Mas el Tigre enfurecido
algunos del quadrupedo congreso, vomitó dos mil denuestos
Llegó el caso de que hablase contra el bruto, que engreído
el favorito Camello, juzgaba mas que todos haber hecho;
que con tosca y ruda frase, Y al monarca guedejudo
sin preludio, perifrasi ó rodeo, dixo el semblante volviendo:
Expuso su parecer, “ ya ves, señor, quan agudo
y era, “ que, nemine excepto, discurre tu apreciado consejero:
quanto hubiese menester Si al elegirle juzgaste
llevase cada qual sobre sus huesos.” por su volumen su ingenio,
Un Tigre astuto y ladino muy mucho te equivocaste,
replicóle en el momento: porque un Camello siempre es un Camello."
“ si à lo rudo del camino
¿Quantos hay, que por desgracia
se añade el embarazo de tal peso,
ocupan muy altos puestos,
Se moriran de cansados
sin llegar al fin propuesto, à los quales aplicarse f
y entonces son excusados puede bien de esta fabula algun verso ?
B 2
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tanto que al triste burro
mataba la fatiga,
y al fin llegó a ponerse
FABUJLA I X . mas flaco que sardina. -
El Leñador con todo
jamas de el se dolia,
ni de la enorme carga
EL JUMENTO Y EL LEÑADOR. jamas quitó una libra.
Fue el caso, que una tarde,
E n pos de su Jumento,
que al pueblo se volvia,
no de grande valida,
la aniquilada bestia
un Leñador al monte
cayósele sin vida,
por las mañanas iba;
y al ir à levantarla,
cortaba algunas ramas,
juzgando estaba viva,
mientras aquel pacia, con un troncón disforme
y atándolas en haces, se hirió en una rodilla:
que le cargaba encima,
tomando solo à casa,
para vender su leña donde por muchos días
tornaba al mediodía. para curar la pierna
Llegó un invierno crudo, estuvo boca arriba,
en que mayor estima, gastando sus ahorros
por ser intenso el frío, con médico y botica.
tuvieron las astillas,
y entonces, no ya ramas, El gobierno, que imprudente
y si medias encinas cargue al pueblo demasiado,
al triste jumentillo ¿ que logrará? Solamente
le echaba en las costillas. que uno al Jumento cansado,
Quexabasele el pobre, y otro al dueño represente.
pero él peor lo hacia,
y mas de quatro veces
¿ palos le molía;
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Y si habladome no hubieras,
ya ves tu quan fácilmente
fueras pasto de su diente,
FABUJLA X pero yo te libraré.”

Dixo asi, y à paso lento


por la orilla le guiaba;
EL CONEJO Y EL GALAPAGO
ya en los juncos tropezaba,
U n Conejo descarriado ya caia en un zarzal:
del vivar perdió el camino, El Conejo muy contento .
y confuso y ya sin tino le seguia despacioso,
junto à un lago vino à dar. mas saliendo un horroroso
A un Galápago enconchado culebrón descomunal,
que su alvergue alli tenia,
preguntóle, si quería Los embiste con fiereza,
el camino irle à enseñar. y al Conejo descuidado,
y en los juncos enredado
con la cola derribó;
En el soto no lejano
Mientras pies, rabo y cabeza
tengo, " dixo,” mi morada;
el Galápago escondiendo,
pagarete la jornada,
vio qual se le fue engullendo,
si à el me quieres conducir.”
y su piel salvar logró.
El anfibio casquivano
respondióle en tono grave: De los Gefes la impericia,
" me convengo; pero sabe, y no fábula parezca,
que me debes el vivir; muchas veces dó perezca
lleva al pueblo sin piedad;
Pues culebras las mas fieras Y entretanto con malicia
este lago ñ miles cria, quédanse ellos no tocados,
y aun hoy mismo à medio dia en la concha resguardados
dos 6 tres alli encontré; de su injusta autoridad.
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perseguidas del hambre y otros males,
à cientos se morian.
Asi los enemigos fácilmente
FA BU LA X I.
penetraron por todo el hormiguero
saqueándolo al fin impunemente,
sin dexar ni un granero;
LAS HORMIGAS. Que nada libertar para el sustento
las ricas codiciosas alcanzaron,
E rase un hormiguero muy poblado y, vuelta la fortuna en un momento,
de industriosas Hormigas diligentes, mendigas se encontraron.
que en estío acopiaban con cuidado
Siempre el misero egoista
semillas diferentes.
se hace à si mismo la guerra,
Mas como es imposible hallarse iguales
como à los otros no asista.
de los que el mundo habitan las fortunas,
muchísimas habia sin caudales,
ricas eran algunas.
Una vez sucedió, que guerra dura,
instigados del hambre, las hicieron FA B U LA X II,
varios insectos, y ellas con bravura
sus choques recibieron.
Y como larga la contienda fuese, LOS CANGREJOS.
preciso fue que todas se esforzaran,
y todas, cada qual como pudiese, Cansados una vez muy seriamente
la guerra sustentaran; de no andar como todos los Cangrejos,
Mas algunas ricotas, mal halladas el abuso de andar por la trasera
con esto de arriesgar su pertenencia, trataron de abolir por varios medios;
las leyes al proposito dictadas y pragmáticas, leyes, estatutos
miraban sin paciencia. con intención bonísima se hicieron,
Por lo tanto escondieron sus caudales: y el sistema de andar acia adelante
y las que su morada defendían, fue mandado observar en todo el pueblo.
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Pero como à mudanza de costumbres mas no faltaron otros que dixesen:
siempre suelen seguirse mil enredos, “ ¡ Insensatos! ¿Que pueden hacer estos?
algunos de ya duros zancarrones Si el andar acia atras ya es prohibido,
la nueva ley de muerte persiguieron; y si todos sus miras conocemos,
otros con grande gozo la abrazaron, anden ellos según les diere gana,
y estos los mas, sin disputarlo, fueron. que nuestro palo los pondrá derechos."
Los que el nuevo sistema defendían
En la Cangreja Nación
libremente increpaban à los viejos,
tal un tiempo sucedia:
amigos siempre de la vieja usanza,
si hay Cangrejos en el dia
y siempre miserables rutineros.
fácil es la aplicación.
Mas como había muchos poderosos
y algunos con gravísimos empleos,
corrio cierto- run run de que pensaban
mancomunarse todos en secreto
para embaucar al pueblo, publicando
que hasta la religión de sus abuelos F A B U jLA X I I I .
iba à verse muy pronto destruida,
si se adoptaba el infernal proyeeto.
Ya se ve: les llegaban à lo vivo,
porque se les quitaba el magisterio, LAS MONAS Y LA ABUBILLA.
y con él la opinión, las dignidades;
P royectaron las Monas en Tetuan
ni ademas era fácil que sus huesos
Academia de música tener,
en andar acia atras envejecidos
y para dirigirla, con afan
fuesen ayrosos en sentido opuesto*
Mas dexando esto à un lado,, pues no importa; quisieron un buen músico poner.
luego que, traslucido ya su intento,
se notó la invencible repugnancia Fixose edicto à toque de clarín,
que tenían de andar al uso nuevo, llamando à todo páxaro cantor,
llegaron à temer malas resultas en que ofrecieron titulos sin fin
algunos de los tímidos Cangrejos ; al que fuese elegido por mejor.
jjlÇQIAtMç·K·a

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29
Asi que hubo un concurso sin igual
de pretendientes, muchos de aptitud,
que todos presentaron memorial F A B U L A X IV .
para empleo de tanta magnitud:

Entre ellos el ufano colorín, LA PANADERA Y EL HARNERO.


el canario y el mirlo silvador,
el cardenal vestido de carmín, Cierta Panadera,
la oropéndola y dulce ruyseúor. nueva en el oficio,
compro diez costales,
Con verdad, ò sin ella, cada qual al parecer de un excelente trigo;
sus méritos expuso en el papel; Mas revuelto estaba
'
prodigio de la ciencia musical con avena y millo,
este en los sones, en la voz aquel. de modo que siempre
sacaba un pan moreno y desabrido.
Mucho antes de llegar à decidir La pobre quería
quien la academia había de ordenar, que fuese exquisito,
mas de una Mona se dexó decir, para que acudiesen
que al Ruyseúor trataban de nombrar; à comprársele todos los vecinos;
Y asi diligente,
fuese el tiempo frió,
Pero, llegado el dia de elección,
fuese caluroso,
la fétida Abubilla electa fue,
lo llevaba ella misma hasta el molino;
que formande en cu, cu, su diapasón
Y despues la harina
mas apta era que todos, ya se ve.
con afan prolixo
en el cernedero
¿Porque, Monas con habla, sin rubor
la pasaba al traves de un lienzo finó.
los pobres pretendientes convocáis,
Pero ni por esas:
si en el puesto debido al Ruysenor
el trigo era el mismo,
la Abubilla cien veces colocáis? y apenas hallaba
quien quisiese comprarla un panecillo.
30. 31
Quexàbase de esto --] s
haciend.0 el cernido,
y al frágil cedazo
decía que era suyo aquel delito; FABUJLA x y .
Pero un viejo Harnero,
que dado al olvido
como trasto inútil LOS RATONES Y EL GATO.
yacía en un rincón, asi la dixo:
“ Si antes de molerlo P erseguía en la casa de un ricote
no cribas el trigo, un marrullero Gato
¿que ha de sucederte, al pueblo Ratonil, que sin recato
quando ni se llalla puro ni esta limpio? untaba en todas partes su vigote,
Este en otros tiempos y en todas partes lo roia todo.
era mi exercicio; Hizo el Gato de modo,
si en el me repones y con tanta destreza
veras que pan amasas tan íloi’ido.' por fin llegó à tomarles los caminos,
que apenas asomaba la cabeza
el infeliz Ratón en su guarida,
Bien liara qualquiera,
quando ya entre los dientes asesinos
que al que gobernare
pagaba la imprudencia con la vida.
con la Panadera
Los Ratones formaron su consejo
llegue à comparar;
para ver de tomar una medida,
Y mas si afirmare
con que tener à salvo su pellejo;
que sin un harnero
y hubo quien propusiese
su afan y su esmero
que le debían de embestir à una,
se pueden frustrar.
porque ademas de que él estaba viejo
siempre al valiente ayuda la fortuna.
Pero como arriesgado pareciese
lo de atacarle à rostro descubierto,
esta proposición fue despreciada.
33

"N ada de fuerza, nada,”


dixo un Ratón de hocico colmilludo, F A B U L A X V I.
à quien todos tenían por sesudo:
“ yo he discurrido un medio portentoso,
que es una friolera,
y ha de darnos la vida y el reposo. Ï.A MARIPOSA. Y EL CANARIO.
¿ Qunl es? ¿ Qual es?—“ Despacio: si viniera
no con tanto silencio ese maldito, E n una jaula dorada,
pocos cayeran, cierto, en el garlito: bien comido y bien cuidado,
pues bien ¿ hay mas que atarle en una pata cierto Canario encerrado
un grueso cascabel de bronce ó plata, vida hacia descansada.
cuyo son nos avise de que viene? “ Nada me falta, “ decía,”
Asi lugar sobrado nada debo desear:
el mas cobarde Ilatonzuelo tiene canto, si quiero cantar,
para esconderse descansadamente, sino callo todo el dia.
dexandole burlado.” De cañamones y alpiste
El Gato, casualmente me llenan el comedero,
estaba haciendo entonces centinela, y me preguntan, que quiero,
detras del agugero agazapado; quando piensan que estoy triste:
pudo escuchar la dicha bagatela Si hace sol, en la ventapa
y dando un maiillido cuelgan mi hermoso aposento,
y echando por la boca espuma y hiel: y entonces la voz al viento
“ ¿Quien,” les gritó, “ ha de ser el atrevido, suelto, como tenga gana;
que me venga à poner el cascabel? En la sala, si hace frío,
de las visitas disfruto
Muchas veces sucede a una Nación, y en amoroso tributo
que aquellos que la deben de guardar, las ofrezco un dulce pió.
si es algo peliaguda la question ¿Quien jamas tener logró
en lo del cascabel vienen à dar. una suerte mas dichosa?"
la dixo à una Mariposa,
“ Hijo del alma mia,
que à la jaula se acercó,
yo se por experiencia
Y que, alegre revolando,
que el cebarse en la sangr
iba de si alarde haciendo
de las mansas ovejas,
por unos hierros saliendo,
ademas de exponernos
y por los otros entrando.
à graves contingencias,
Ella la risa soltó
nos hace tan crueles,
al oir tal boberia,
que todos nos detestan.
y con gran soflamería
Si próvida natura
de este modo respondió.
nos da con mano Hena
“ Feliz seras en verdad;
raíces saludables
mas ¿nunca has pensado, di,
y frutas donde quiera,
que aunque mas goces, aquí
¿porque nuestra comida
no gozas de libertad?”
no ha de ser antes esta,
Miserables Cortesanos, que la carne viviente
esclavos de la opinión; carne igual à la nuestra,
encargos y honores vanos que tan grandes fatigas
sin la libertad ¿que son? el adquirir nos cuesta?
Desde hoy en adelante
ley à nosotros sea
mantenernos tan solo
F A B U L A X V II -
con frutas y con hierba,
sin que en l'edil ninguno
nuestra garra sangrienta
LOS DOS LOBOS.
en los pobres corderos
U n Lobo ya viejo, haga violenta presa.”
no de grandes fuerzas, Tal discurso el Lobato
à su hijo mozalbete oyó con reverencia,
le habló de esta manera, y prometió à su padre
guardar la ley propuesta.
36
y en efecto guardóla;
que por valles y sierras
buscaba diligente
las raíces mas tiernas, FA B U LA X V III
y las dulces bellotas,
y las nueces y almendras.
Mas esto duró poco; LA CULEBRA, EL CARACOL Y EL AGUILA.
pues con grande sorpresa, • e-< oís oupuiij;
bien contra su esperanza, A l pie de una alta roca
vió à su padre una siesta tenían su morada
detras de unos zarzales una Culebra pintada
comiéndose una oveja, y un cornudo Caracol;
llegóse à el callandito, Su cumbre, que al cielo toca,
y asiendo de una pierna servia de excelso nido
le dixo: " no es extraño al Páxaro que atrevido
que yo à tanto me atreva; mira de hito en hito al sol.
si Vsted, que predicaba Mientras que pausadamente
que esto mal hecho era, por la tierra se arrastraban
se atraca de vianda los reptiles, y buscaban
mientras yo como hierba; con fatiga que comer,
y según me lo indican El Aguila prestamente
las blancas calaveras, del valle à lo alto subía,
por mas que Vsted lo niegue y desde alli descendia
no es esta la primera.” como un rayo al parecer.
¿ Como obedecer la Ley El Caracol envidioso
el pueblo rudo podrá, miraba su raudo vuelo,
quando no la obedece quien la da? mas viendo que à él desde el suelo
le era imposible volar,
No creyó dificultoso
poseer esta ventura,
38 39
sí de la roca en la altura
llegase una vez à estar.
La Culebra por su parte FABUJLA X IX .
las ricas presas veía,
que el Aguila siempre hacia ;
y esto su envidia picó.
Asi con secreto y arte, EL HERRADOR Y EL POTRO.
aunque no era cosa poca,
el trepar toda la roca “ Yo te la plantaré por vida mia,"
entre los dos se trató. con vanidad cierto Herrador decía
Resueltos ya, comenzaron à un Potro de valiente catadura,
en buen amor y compaña quando le iba à poner una herradura,
à subir, pero la maña sin saber que al dichoso animalito
en entrambos era tal, de sus brabatas se le daba un pito.
Que cerca de un mes tardaron Hizo atarle de manos y de pies,
para arribar à la cumbre, y con un grueso cañamo despues
que infinita pesadumbre al hocico le dió crudo tormento,
les guardaba por su mal ; sin que hiciera el mas leve movimiento:
Porque el Aguila altanera, en seguida cogiendo el pujavante
compañía no sufriendo, el martillo y tenazas, arrogante
con un graznido tremendo le insidiaba diciendo: “ Señor Jaco
su cólera demostró, Vsted la llevará, voto al Dios Baco,”
Y sin darles escalera, y con ayre de triunfo se acercaba,
ni cumplimientos gastando, y el Potro ni por esas resollaba.
los hizo baxar rodando - Atónita mirábalo la gente,
y con su vida acabó. quando el forzudo bruto de repente,
sufrir mas tal ultrage no pudiendo,
Tal vez sube arrastrando un hombre vil
y las trabas añicos mil haciendo,
al puesto que no debe de tener, le privó de la vista y de la voz
pero también le vemos perecer, derribándole al suelo de una coz.
que à uno ayuda la suerte, mas no à mil.
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Sufre callando el Pueblo con tesón y tratando de encontrar
de un Gobierno la bárbara impiedad* un medio, en qualquier manera,
hasta que estimulándole un baldón para remediar sus males,
pónese como el Potro en libertad* que muchos y graves eran
y venga con la fuerza su razón. se convinieron por fin
en nombrar por su cabeza
à un Sapo, que en sus orillas
gran reputación tuviera.
Coronáronle en efecto
FA B U LA . XX,- con la regia diadema,
y, sin saber lo que hacian,
le juraron obediencia.
LAS RANAS Y EL SAFO. Mas el taymado, en el trono
miróse sentado apenas,
Erase una laguna cenagosa, quando empezó à hacer sapadas,
de verde lama cubierta, y con no vista sobervia
donde innumerables Ranas contribuciones exige,
pasaban la vida quietas. veneraciones ordena,
Pero como las pasiones y hace dar al punto muerte
à todo viviente alteran, à la pobre que se quexa.
con su gobierno empezaron Las Ranas su error conocen;
à mostrarse descontentas: pero ya se hallan sin fuerzas,
hoy quitan uno, mañana y sufren tristes el yugo,
ponen otro en forma nueva, que ellas se labraron necias.
de este pronto se fastidian
y ya el antiguo desean. Si en las naciones del mundo
De modo que al fin se vieron tal vez alguna se encuentra
en peligrosas contiendas, à quien la Fabula punze,
defendiendo unas lo mismo, mal hara si no se enmienda,
que muchas otras detestan:
42 43
Pero, este tiempo pasado,
mas de una noche viose el gallinero
FABUJLA X X I , con sangre todo regado,
del mismo modo que se vio primero:
Y aunque el Podenco decía,
que estaba como nunca vigilante,
solo el cuidado ponia
LAS GALLINAS, LA RAPOSA, Y EL en tragar quanto hallaba por delante,
PODENCO. Comiéndose vorazmente
demas de la ración que le asignaban,
Cierta Raposa atrevida aun el triste remanente,
dió en asaltar de noche un gallinero, que las Gallinas para si guardaban.
y en cada arremetida Viose al fin reconvenido
cortaba à dos Gallinas el garguero. por aquellas con modo y con blandura,
Las pobres procuraban, mas dando un ronco ladrido
cosa muy natural, hacerla frente, dixo; “ no quiero voces, quiero hartura.
mas poco adelantaban, Si à libraros me ofrecí
porque no siempre basta ser valiente. de la astucia y poder de la Raposa,
Ofreciólas comedido también con esto crei
ponerlas à cubierto de aquel daño llenar mi piel, que estaba bien rugosa.”
un Podenco cari-hundido, Asi, pues, las que pudieron
que à la verdad no estaba de buen año. los dientes evitar del enemigo
El cielo vieron abierto con hambre perecieron
con la graciosa oferta, y sin tardanza por la voracidad del fiel amigo.
de campeón tan experto
fiaron su salud y su venganza. ¡Que exemplo tan provechoso
Mantúvose el perro alerta para un Pueblo que es poco cauteloso!
durante pocos dias cuidadoso,
y su alegria antes muerta
revivió en las Gallinas el reposo;
45
44 para el dia en que conformes
nombrasen su Secretario,
Oïsoiiljio Is >;• an» Todos su oferta admitieron,
y cada qual sin reparo
FABUJLA X X I I . le dixo: lo que es mi voto
le tiene Vsted de contados
pero como somos muchos,
LOS PERROS. no esta por cierto en mi mano
el que Vsted sea elegido.
E n un grande íugaron No obstante, si es que yo valgo
los Perros del vecindario Vsted llevará la plaza,
para estar mejor regidos y vaya Vsted descuidado.
cierta Asamblea formaron. Como la misma palabra
Sucedió que por la muerte todos le dieron, ufano
de un venerable Perrazo pensó el pobre, que sería
en el congreso vacase para la plaza nombrado;
lo plaza de Secretario, y despues de disponer
y como era la tal plaza un convite con gran fausto,
un excelente bocado, de la asamblea en la puerta
se presentaron no pocos estuvo alegre esperando
con su memorial al canto. para recibir albricias
Entre ellos, muy reverendo de su decoroso cargo,
vino un Gozque rabilargo y conducir al banquete
de quien fió la Asamblea à los Vocales honrados.
mil veces asuntos varios; Estos, que al fin eran Perros,
y este, creyendo sin duda en nada menos pensaron
que era el medio de obligarlos, que en el tal Gozque, y asi
à los miembros uno à uno halláronse embarazados,
fue muy cortés visitando, quando al disolver la junta
y à un espléndido banquete
convidólos de antemano,
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del banquete se acordaron; Pero yéndose à su casa
y viendo que à su palabra mandó al punto h su criado,
todos habían faltado, que en una grande caldera
pues à pesar de lo dicho juntase todos los caldos,
no le hicieron Secretario: que hicieron, por ser diversos,
Yo no voy; muchos decian: un potage de los diablos.
¡que vergüenza! ¡que descaro! Llegó la hora de comer:
ir à comer à la casa à todos los convidados
del que habernos engañado! se les sirvió una escudilla
“ Poco à poco, caballeros,” de aquel brevage, y mil ascos
gritó un Perro barbi-cano,” empezó à hacer cada qual
dirémosle que otra vez diciendo: “ voto và à tantos,
será bien acomodado; esta no es la sopa mia;
pero no le avergonzemos, ¡que sabor tan poco grato!”
quando el pobre ha hecho ya el gasto.” “ Señores, no hay que enfadarse,”
“ Mas,” replicóle un Mastín,” dixo el Gozque muy pausado;
no será fuera del caso, “ esta sopa, que compuesta
por si tal vez resentido está de los varios caldos,
quiere darnos algun chasco, que Ystedes no ha media hora
que cada qual nuestra sopa de sus cocinas enviaron,
le enviemos con un recado, es lo mismito que Vstedes:
diciendole; que aunque cierto todos buenos, separados;
un gran banquete esperamos, mas todos juntos malditos,
no hemos querido dexar todos perversos, ingratos.”
nuestrofavorito plato."
Apenas hay una Asamblea tal,
Dicho y hecho: salen todos,
aunque quiera venderse por mejor.
danle al Gozque mil descargos,
à quien la Fabulilla siente mal.
y propónenle el proyecto,
que aceptó sin embarazo.

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deben ser sin duda
p fc m o JJ9 »' [.. ;, . f,¡ mejor qué las mias:”
FABULA X X III. y tras esto luego
soltaba la risa.
Mas duróle poco
tal bufonería,
LA GOLONDRINA Y EL GILGUERO. porque siendo al dueño
sus ramas precisas,
T enia nido
su con hierro cortante
cierta Golondrina desmochó la encina,
en un pobre establo y el triste Gilguero
detrás de una viga; se halló sin guarida,
casa muy segura, mientras que gozosa
mas de poca vista. vió la Golondrina
Cierto Gilguerillo, intacto su nido
cantor de por vida, tras la negra viga.
en frente al establo
sobre una alta encina, El que por ocupar un alto puesto
en medio la copa à la seguridad prefiere el fausto,
colgó su guarida, siempre à graves caídas se halla expuesto.
y de alli zumbaba
siempre à su vecina,
cada vez que alegre F A B U L A X X IV .
à los campos iba.
“ Magnifica casa
LA ARANA Y EL MOSCON.
tiene Vsted;” decía,”
“ de buen ver, por cierto, T endió la Araña diestra texedora
de fachada linda. su fuerte red un dia,
¿Tiene buenas luces? y el gusano y la mosca voladora
diga Vsted, amiga: à cientos los prendia;
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Mas dió un Moscon en ella que atrevido con su sangre teñida la campaña:
sin cuidar de sus lazos, volvióse la fortuna, como suele,
atravesó por medio del texido, y el que ayer de victoria cogió palmas,
y la hizo mil pedanos. abatido miróse en pocos dias,
fiando al fin la vida de sus plantas.
Las Leye suelen ser tela de araña, Mas entre unas y otras, poco à poco
que rompe quando quiere el poderoso, iban exterminándose las razas,
mientras sufren los débiles su saña. y los pastos, motivo de la guerra,
iban valiendo ya menos que nada:
de suerte que cansados à la postre
FABU LA XXV. acordaron dar fin à la demanda,
y sin aprovechar los tales pastos,
se quedaron las selvas despobladas.
LOS ANIMALES EN GUERRA ¡ Quantas veces los hombres neciamente
S obre la posesión de ciertos pastos suelen unos à otros destrozarse,
encendióse disputa sanguinaria y el imbécil, lo mismo que el valiente
entre muchos diversos animales, sin lo que causa su rencor quedarse!
que unas frondosas selvas habitaban.
Pretendía el León, que aquel terreno
por derecho y natura le tocara;
el Tigre carnicero se oponía,
y la Hiena y el Oso lo negaban.
Cada qual por su parte en el terreno,
que miraba por suyo, puso guardas;
cada qual, reuniendo sus parciales,
los exhortó animoso à la venganza.
Llegaron à las manos los partidos,
y pelearon con bravura estraña,
y vencedores y vencidos vieron
52

FABUJLA X X V I.

LA PIEDRA DE AMOLAS, Y EL CUCHILLO

AL LECTOR.

U n Cuchillo muy viejo y muy roñoso


con una Piedra de amolar reñía,
porque aun quando ella mas se revolvía,
no por eso él estaba mas lustroso:
« Si no me das un filo portentoso:
poca destreza tienes,” la decía;
y la Piedra taymada respondía,
" e n donde está el acero generoso?”
<' Se gastó.” “ Pues no quieras neciamente
echarme à mi la culpa que no tengo,
quando es tuya la falta solamente.”

¿Lo entendiste, Lector? Pues te prevengo . ..


mas te veo reir malignamente:
a Dios, y sabe que ni voy ni vengo.

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