CHORONZON Y NOSOTROS por Frater Estanislao

Cátedra Privada Venezolana de Estudios sobre Magia del Caos

De Alberto Lovera ElpropioPoseidon

La raíz de lo que somos todos nosotros, a un nivel físico y a un nivel espiritual, se le conoce en la
magia tradicional como el Ángel Guardián, y en la Magia del Caos como Kia. Esta chispa de
divinidad es todopoderosa, e interesantemente carece de juicio, de conocimiento de lo que es
"bueno" o lo que es "malo". Es la fuente de nuestra conciencia, de nuestra magia, de nuestro
genio. Es el punto inmaterial que hace que el ADN se multiplique en nuestros cuerpos a nivel
microcósmico, y que la voluntad nuestra se manifieste por medio de la magia a nivel
macrocósmico.

Nuestro ego es sólo un subproducto de la personalidad, que surge dentro de este cuerpo físico, y
es moldeado por el cuerpo mismo y las circunstancias que le rodean. El ego es una ínfima parte
de todo lo que genera Kia. Por eso Kia no es nuestro ego ni puede serlo. 

Choronzon

Desafortunadamente, es por medio del ego que nosotros confundimos la fuente de nuestro genio
(Kia) con los productos de nuestro genio, creando así una adulación y una obsesión por lo que
produce nuestro genio. Esa obsesión falsa es la manifestación por excelencia del demonio
Choronzon.

Un buen ejemplo de quien es Choronzon sucede cuando alguien supuestamente tiene una
experiencia extática, y cree que su ego se ha disuelto en el vacío del universo, uniéndose con ello
a Dios, o a la divinidad como concepto, para quienes son ateos. Sin embargo, lo que más
probablemente ha ocurrido en esta ocasión es la expansión de su ego a un nivel gigantesco, en
donde el ego se identifica con su percepción de lo que se supone que sea dios o el plano divino.
Una trampa mental, que al final lo que hace es reforzar el ego a un nivel más grande. Choronzon
es el demonio que crea esa trampa.

Choronzon es un inflador de egos, que se alimenta de nuestros egos y es, por lo tanto, producto
de nuestros egos; en síntesis: un gran usurpador.

Para el mago moderno (y de todos los tiempos) es esencial conocer sobre este demonio. Es muy
fácil envolvernos en nuestros mundos mágicos y de repente creer que somos "la mamá de
Tarzán", los seres espirituales más avanzados del universo. Con esto de la magia es muy fácil
caer en todo de tipo de trampas tendidas por el propio ego, haciéndonos creer que hemos entrado
a tal o cual estado de sapiencia espiritual, cuando en verdad, sólo estamos siendo engañado por
espejismos ególatras creados por Choronzon.

Kia y el Ángel Guardián

La idea de lograr la "Conversación con el Ángel Guardián" de los magos ceremoniales (lo que es
la apertura de Kia para los magos caotes) es la meta trascendental del mago que practica la
llamada "magia blanca" tradicional. 
Sin embargo, el término "magia blanca" no es nada más que una denominación utilizada por
grupos particulares para implicar que su estilo de magia es más "pura" o más positiva que otro
tipo de magias, particularmente, la que ellos han denominado como "magia negra". Vista bajo el
lente inquisidor del mago blanco en su torre de marfil, la Magia del Caos es exactamente eso:
magia negra. 

La diferencia fundamental entre la magia blanca y la magia negra, desde el punto de vista de los
magos ceremoniales "blancos", es que -según ellos- la meta trascendental de la magia blanca es
lograr la "Conversación con el Ángel Guardián", mientras que la meta del mago negro es usar la
magia para resolver problemas mundanos.

Este punto de vista de los magos blancos tiene dos errores fundamentales. El primer error que
estos supuestos magos blancos se niegan a ver es que, practicar magia, aún para resolver asuntos
mundanos, como se le acusa al mago negro o mago caote, es de por sí un ejercicio profundo de
iluminación, no importa lo "mundano" ni el resultado de lo que se haya deseado, pues involucra
la apertura de Kia para que muestre uno de los fragmentos del "espejo roto en mil pedazos". El
segundo error fundamental tiene que ver con Choronzon.

Muchos magos blancos, incluyendo a Aleister Crowley, han escrito libros sobre su encuentro con
su llamado Ángel Guardián (el cual, de acuerdo con él, se llamaba Aiwazz, y cuya acción
principal en su vida fue "dictarle" el Libro de la Ley). Hasta existe un libro antiguo llamado La
Magia Sagrada de Abramelín el Mago, el cual dedica todo su texto a la preparación para ese
encuentro. En esos textos, estos Ángeles Guardianes son personificados por espíritus de
cualidades antropomórficas, humanas o humanoides. Si la idea sobre Kia es correcta: un punto
inmaterial y ajeno a todo tipo de juicios, entonces lo más probable es que tales "Conversaciones
con el Ángel Guardián" no hayan sido nada más que un espejismo de Choronzon.

Kia es un punto inmaterial, una partícula única e irreductible. Conocer a Kia implica meditar en
el gran vacío, en la nada de donde todo surge.

Todo lo demás es ego inflado, fatuidad y desplante.