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Entrevista entre Benito Juárez y Santiago Vidaurri

Quiene era José Santiago Vidaurri Valdéz 

(Nació en Lampazos, Nuevo León; 24 de julio de 1808 – Murió en Ciudad de México, 8 de julio de 1867),

fue unmilitar y político mexicano, oficial de frontera, perseguidor de indios comanches, promotor de un proyecto


separatista en 1855llamado la República de la Sierra Madre y gobernador de los estados de Nuevo León y
Coahuila.

Tras el estallido de la Revolución de Ayutla contra la dictadura de Santa Anna, Vidaurri proclamó el Plan
Restaurador de la Libertad con la que secundó la Revolución en el Norte, logrando el derrocamiento y expulsión
del dictador.

A pesar de haber prestado sus servicios a favor de los liberales, sus deseos de crear una nueva república en el
norte de México le acarrearían varios y múltiples enfrentamientos con Benito Juárez, tanto durante la Guerra de
Reforma, como durante la intervención francesa, lo que lo obligaría a pasarse al bando imperial. Tras la caída
del imperio de Maximiliano, Vidaurri fue fusilado a las pocas horas después de haber sido capturado por tropas
del general Porfirio Díaz.

El 10 de febrero de 1864, Juárez parte de Saltillo a


Monterrey declarada capital de la República. Quiroga e
Hinojosa intentan retornar urgentemente a Monterrey. No lo
consiguen. El día 14 la postergada entrevista Juárez-Vidaurri
termina en ruptura. Doce días después el presidente expide
un decreto declarando a Nuevo León separado de Coahuila.
El 5 de marzo de 1864 decreta traidor a Vidaurri así como a
sus subalternos, Julián Quiroga entre ellos.

Intervención Francesa
Reelegido para un nuevo periodo constitucional en febrero de 1863, Santiago Vidaurri gobernó Nuevo León casi
con absoluta independencia del centro. De hecho sus distanciamientos con el gobierno federal son célebres.

En la huida hacia el norte del gobierno de Juárez, perseguido por los conservadores e imperiales, la Presidencia
de la República se instaló en San Luis Potosí. La carencia de recursos era enorme, el ejército, convertido en una
serie de grupos más guerrilla que fuerza regular, bajo presión en todos los frentes.

Juárez pidió a Vidaurri que apoyara a la Federación con el dinero de las aduanas de Nuevo León y Coahuila,
que el gobernador había estado reteniendo. Vidaurri se opuso con el argumento de que eso “le traería la ruina al
estado” y de pasada soltó algunas amenazas contra el gobierno republicano de Juárez.

Juárez, obligado a seguirse replegando, llegó a Saltillo y finalmente se reunió con Vidaurri en Monterrey el 12 de
febrero de 1864. Guillermo Prieto narra en Lecciones de historia Patria el encontronazo. Juárez había llegado
acompañado de su gabinete y Vidaurri se presentó con una multitud:

“La entrevista fue fría y llena de majestad por parte de Juárez. Un hijo de Vidaurri (Indalecio), sacando su pistola,

rompió toda contestación y declaró el motín. Lerdo había previsto el desenlace y tenía listo el coche: con suma

precipitación subieron a él, el mismo Lerdo, Juárez, Iglesias, Suárez y Navarro (...) Entonces se desencadenó el

populacho y siguió al coche, haciendo disparos. El coronel Guiccione, con unos cuantos hombres y haciendo prodigios

de valor, detuvo a la multitud enfurecida.”


El atentado contra el presidente Juárez fue celebrado por Vidaurri y sus amigos con repique de campanas,
salvas de artillería y otras demostraciones de regocijo. Y como para que no quedara duda del camino que había
tomado, el gobernador dio a la publicidad una carta circular en la que insultaba al gobierno y a la camarilla que
pretendía introducir la desmoralización en todo el estado; al mismo tiempo prevenía a las autoridades de la
entidad, “que no obedeciesen al gobierno de Juárez, se aprehendiese a sus agentes y se desconociese esa
autoridad.”

Juárez respondió movilizando a las tropas de Naranjo y Escobedo hacia Monterrey. No podía permitirse en


plena ofensiva de los imperiales un flanco abierto. Tras aquél incidente, el gobierno de la República desconoció
su administración y Vidaurri, en su afán por conservar el poder, entabló una cruenta batalla contra las tropas
juaristas, las cuales terminaron por derrotarlo.

Habiéndose refugiado en Texas, Santiago Vidaurri regresó a Nuevo León una vez que Monterrey fue ocupada
por los franceses y se sometió al Imperio; reconoció a Maximilianocomo emperador de México y se comprometió
a serle fiel, dándole la espalda al gobierno al que había jurado lealtad. Durante este periodo fue designado
consejero imperial y llegó a ser ministro de Hacienda.

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