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Capieulo 1 LA FISICA DE UNA TIERRA MOVIL Por extrafio que pueda parecer, los puntos de vista que tienen muchas personas sobre el movimiento forman parte de un sistema de fisica que fue propuesto hace més de dos mil aifos y que se mos- {26 experimentalmente inadecuado hace por lo menos mil euatrocien- quiero deeit que est > la Tierra esta en reposo; ai se les pregunta responderin que de hecho Tiezra describe una revolucidn diacis saben que je y que, al mismo tiempo, se maeve en una gran érbita a rededor del Sol. Aun cuando Ilegan a explicar ciettes si comunes, estas mismas personas no son capaces «le explicar que pueden suceder estos fenémenos cotidianos, tal y como ocurten, sobre una Tierta mévil. En particulat, estos etrores de fisica tien- eDonve caera? En Ia incapacidad de enfrentarse a cuestiones de movimiento en relacién con la Tierra mévil, el individuo medio esté en la misma si- ” 18 EX nacimiento de Ia nueva lisica tuacién que algunos de los més grandes cientificos del pasado, lo cual Buede ser una considerable fuente de consuelo. La principal iferen cia estf, no obstante, en que para ico del pasado la incapa- Cidad de resolver estas cuestiones era un signo de los tiempos, mien- incapacidad es, desgraciadamente, istico de estos problemas es un gra: sna shctonbeet Ds (cvolet a ica a Tierfa est en reposo, no hay duda ente en ef aire deberfa finatmente de que la bala disparada ver volver ditecamente de nuevo al interior del cain. Peto qué sucess | fealladton probene’ nln mis Snape ie vite complejo de movimiento, Aqi necesitamos advertir que la naturaleza de la wayectoria de un © proyectil arrojado © dejado caer verticalmente fue contemplada ‘Suponga que la Tierra est4 en movimiento. Entonces una flecha disparada al aire debe moverse junto con la Tierra mientras asciende y. mis tarde desciende; de otro modo, encontratia a la Tieiza a mu- cha distancia del arqueto. Una respuesta tradicional inmediata es que el aire debe moverse con Ia Tictta y que, pot tanto, la flecha, en su cla con el. Peto los oponentes tenfan se supusicra que el aire sc mucve —~una suposicién dificil, puesto que no hay causa aparcnte para que ¢l aire se mucva con la Ticrra—, ¢no podria moverse mucho mas lentamen- te que la Tierra, ya que es tan distinto en esencia y en cualidad? De aqui que, en cualquier cA50, ¢ 2 eY qué sucede con jos fuertes vientos que un ee zs pial: tun momento a la Tierra misma, Después de todo, el hombre y la muyjet medios podrian muy bien replicar: Yo no soy capaz de explicar cémo una bola soltada desde una torte chocaré contra el suelo al pie de la misma aun a pesar de que la Tierra esté moviéndose. Pero si sé ge ura bola que se deja set descend verialmente yt sé ae la erra esté en movimiento, Por tanto, debe existir alguna ex aun cuando no sepa cudl es. Ocupémonos entonces de otra situacién com Simplemente suponga que somes capaces de con: vehiculo que se mueva muy répidamente —tan cance una velocidad de aproximadamente 30 kilémetros por segun- do—. Un experimentador esté en el extremo de este vch{culo, sobre 1, La fisica de una tiers mévil ~ tuna plataforma de observacidn cn el dltimo vagén, si'se trata de un tren, Mientras el wen se precipita hacia adelante a una velocidad de 50 cildmetos por segundo, toina de su bobsillo una bola de hietro de alrededor de medio kilo de peso y la arroja verticalmente al aire hasta una altura de 5 metros, El ascenso dura alrededor de un segun- do, y la bola inviette otto segundo en caer. gCusn lejos se ha des- plazada el hombre en el extremo del tren? Puesto que su velocidad es de 30 kiléietros por segundo, habea 60 kilémetros desde al lugar donde arrojé la bola al aire. Estamos en una posicidn parecida a hombre que trazé el grabado de un cafién disparando una bala al aire. Preguntamos: ¢D%n- de caerd? ¢Encontraré la via cn 0 muy cerca del lugar desde el que fu? 2O bicn, de un modo v otro, lleyard tan cerca de las wombre que ta lana’ que éste serla capaz de recogerla, dec que su tren esta movigndlose a una velocidad de 30 ki segundo? Si responde que la ‘bola encontraté a Ja via algunas millas por detris del ten, entonces claramente no entiende la fisica de Ia Tierra en movimiento. Peto si cree que el hombre en el extremo posterior del tren podid recoger la bole, entonces tendrd que afrontar esta cues »» hace que la bola se mueva hacia adelante a una undo a pesar de que el hombre que la lana Ie imprime una fuerza hacia attiba y a0 a lo largo de la via? (Quienes puedan sentirse preocupados por las posibilidades de Ia friceién del aire pueden imaginar que el expe- rimento se fleva a cabo en el La idea de que une bola lan: iento continuard moviéndose a yectoria vettical, asi como la de que caerd sobre Ja via en un punto alejado por dezras del tren, estén estrechamente relacionadas con otra idea sobre [os objetos en movimiento. Ambas forran parte del siste- ma de fisica de hace unos dos mil afios. Vamos 2 examinar por un momento este segundo problema, ya que sucede que las mismas per- sonas que no entienden edmo los objetos parecen caer verticalmente sobre una Tierra mévil, tampoco ¢: que sucede cuando caen objetos de i ciente, de hecho, de que 1a caida de un cuerpo en el sire depende de su forma. Esto pucde demostratse facilmente si hace un paracaidas con un pafvelo, anudando las cuatto puntas del pafiuelo a cuatro tro- zos de cordel y sujetindolos aun pequetio peso. Enrolle este paracafdas en una bola, lancelo al aire y:observaré que descenderé pausadamente, Pero ahora eni je nuevo en una bola, tome un troz0 de seda y Ifelo en torno al pafuelo y al peso de modo que el pafiuelo no pueda abritse en el aire y, como observard, el mis- jor de un vagén cerrado del tren.) hacia arriba desde el tren en mo- 20 EL nacimiento de la nueva fisica mo objeto cacré a plomo al suelo, Cuerpos det mismo peso, pero de dlistinta forma caea' con diferentes velocidarles. Pero equé sucede con objetos de la misma forma, pero de distinto pesa? Suponga que fue- ra a la cima de una alta torte, o al tercer piso de un edificio, y que dejase cact desde esa altura dos objetos de forma idéntica, bolas «s- féricas, una que pese 10 kilos y la o1ta 1 kilo. ¢Cual llegaria primeco al suelo? 2¥ cuén répido lo alcanzaria? Si la sclacién entre [os dos pesos, en este caso un factor de 10 a 1, marca una diferencia, ¢se observaria la misma diferencia en el tiempo de caida si los pesos fue- tan, respectivamente, de 10 y 100 kilos? z¥ gué sucederia si fuesen de 1 y 10 miligramos? RESPUESTAS ALTERNATIVAS La progresién usual en el conocimiento de la fisica procede, apro- ximedamente, asf: Primero, existe la creencia de que si las bolas de I y 10 kilos se sueltan simultaneamente, la bola de 10 kilos llega- t4 primero al suclo, y que la bola de 1 kilo tardard diez veces més en alcanzar cl suelo que la bola de 10 kilos. Sigue entonces una etay de mayot sofisticacién, en la cual el estudiante probablemente aprendido de un libro de texto elemental que la anterior conclusién estd injustificada, que la «verdadera» respuesta es que ambas Iegarén al suclo al mismo’ tiempo, sean cuales ucten sus- pesos. espectivos ede denominarse «aristotélicar, debido a que cipios fisicos que el filésofo griego Aristételes formulé unos 350 afios antes del inicio de Ja era cristiana. La segun- da cjemplifica el criterio del «libro de texto elementals, puesto que se encuentra en muchos de tales libros. Hasta sc dice cn ocasiones que este segundo parecer fue «probado» en el siglo xvir por el cien- tifico italiano Galileo Galilei. Una versiéi de esta historia es que Galileo «hizo que unas bolas de naiios y materiales cayesen en cl mismo instante desde lo alto de la Torre Inclinada de Pisa, Vieron [sus amigos y colegas] 2 las bolas iniciar juntas la cafda y caer juntas, y las oyeron golpear conjuntamente el quedaron convencid tal» estén equivocados, como ha sido demostrado por el experimen: to desde hace al menos 1.400 afios. Retrocedamos al siglo vt, cuando Juan Filopén (o Juan el Gramétice), un crudito bizantino, estaba es- tudiando esta cuestién. Filopén argty6 que la experiencia’ conttadice las opiniones sostenidas comtinmente sobre la cafda. Adoptando lo 1, La Bisica de una tiesta mévil a ue podriamos llamar una posicién bastante «moderna: tun argumento basado sobre la «observaciGn reals es muc tivo que «cualquier tipo de argumento verbal». He aquf su argue mento basado en el experimento: Si dejas caee desde Ja misma altura dos pesos de fos cuales uno es muchas veces més pesado que cf otto, vetis que Ia proporcién de tos tiempos teque sidos para cl movimicnto no depende de la proporcién de los pesos, sino que el doble que el otro. En esta afirmaciin encontramos una prueba experimental de que el parecer «atistotélico» esta equivocado, debido a que los objetos que dificren grandemente en peso, o aquellos que difieren en peso en un factor de dos, legarén al suelo casi al mismo tiempo. Pero observe que Filopén también sugiere que el parecer del «libro de texto elemental» puede ser incortecto, porque ha encontrado que los, cuerpos de distinto peso pueden caer desde la misma altura en tiem- pos ligeramente diferentes. Talcs difercneias pueden ser tan pequetias como para tomarse «imperceptibles», Un milenio més tarde, el inge- niero, fisico y matemdtico flamenco Simon Stevin rcalizé un expe- simento similar, Su inforine dice: La cxpeticncia contra Aristéveles es la siguie docto Mr, Jan Comets de Groot, diligentsim la naturaleza, y yo mismo hemos hecho}, dos est mayor y més pesada que la ora, y dejémesias caer 30 pies sobre un tablero o algo sobre fo cual prov Se encontrar entonces que le mis ligera no se demorard en su camino diez veces iis que la mis pesada, sino que caetin juntas sobre el tablero tan siniulténca mente que sus dos sonides parecerin ser uno y el mismo golpe. Stevin estaba obviamente més interesado en demostrar que Aris les estaba equivocedo que en tratar de discernir si habia una muy ra diferencia, la cual podria haberse acentuado un tanto si hubiera ido exer Tos pesos desde una altura mayor. Por tanto, su informe tho ¢s tan preciso como el que Filopén dio a fines del siglo v1. No omé leracién la pequefia, aunque quiz con frecuencia eimpercep- ferencia en tiempo. Galileo, quien realizd este experimento en particular con mayor cuidado que Stevin, inform6 definitivamente: 2 EL nacimiento de la nueva fisiea Pero yo ... que he hecho 1a prueba puedo asegurar que una bala de caiién, ‘due pesa uno o dos centenates de libras, 0 mis, alcanzaré el suelo apenss un instante por delante de una bala de mosquete que pest sdlo medio onze, con tal que ambas se dejen caer desde una altura de 200 codos ... la may ‘2 Ja menor dos pulgsdss, es decir, cuando la mayor ha alcanzado el suelo, la otra estd a dos puilgadas del snismo, LA NECESIDAD DE UNA NUEVA Fisica ,Qué tiene que ver, puede todavia preguntars ‘de la caida de objetos ligeros y pesados con w en el que la Tierza esté en movimiento 0 con fos primeros sistemas, .a reposo? La respuesta esti en el hecho de que el viejo sistema de fisica asociado con el nombre de Atisté- teles efa un sistema completo de ciencia «lesarrollado para un univer. 0 en cuyo centro la Tierra est en reposo; por tanto, derrocar ese sister vimiento requirié una acepta el ‘en repose momento no Supongo, de hecho, que usted, el punto de vista «moderno», que so: y que los planetas se mueven a su alreded ie simplemente nos con- i en movimiento. ¢Cuin no a su eje una vez cada 24 En el ccuador, la circunferencia de Ia Tierra es aproximada- de 40.000 kilémetros, y por tanto la velocidad de rotacién de un observador situado en el ecuador terrestre es de unos 1.660 « kilémettos pot hora, Esto supone una velocidad lineal de alrededor de 460 metros por segundo. Conciba te experimento. Una piedta se lanza af aire verticalmente hi iba, El tiempo durante el que sube es, digamos, dos segundos, que para su descenso se requiere una duracidn similar, Durante cuatto segundos la rota cién de la Tierra desplazaré ‘el lugar desde el que fue lanzado el jcto a una distancia de unos 1.850 metros, un poco menos de dos kilémetros. Pero la piedra no encuentra a le Tierra a esta distanci cae muy cerca del punto desde el que fue lanzada. Pregunta eCémo es posible esto? ¢Cémo puede estar girando le Tierra a e: tremenda velocidad de 1.660 kilémetros por hora sin que oigai 1. La fisica de una tietra mévil . B al viento silbar a medida que la Tierra deja el aire tras ella? O, para tomar otra de las objeciones clisicas a la idea de una Tierra en movi- miento, considere un péjaro posado sobre la rama de un arbol. El pila ve un gusano en el suo y se arroja del dcbo, Mientras tanto a a gitando a esta enorme marcha, y el péjaro, a pesar de que puede, nunca cobrard suficiente velocidad para aptopiarse del gusano —a menos que el gusano esté situado al oeste. Pero es un hecho de observacién que los jaros vuelan desde los este como al oeste. ca moderna, y pata usted la asercién de que la Tierra gira en torno a su eje una vez cada 24 horas no tiene verdaderamente pleno significado fisico. rotacién diatia presenta un serio problema, piense en el nual de la Tierra en su étbita, Es relativamente simple calcular la velocidad con la que Ia Tierra se mueve en su érbita dedot del Sol. Hay 60 segundes en un minuto y 60 minutos en una hora, o 3.600 segundos en una hora. Mult 24 para obtener 86.400 segundos en un dia. Multiplique esto por 365 14 dias, y el resultado seré algo més de 30 millones de segundos encontrar Ia velocida i por el tiempo que tarda la Tierra en comple aproximadamente un cfrculo con un radio de i de kilémetros, y una circunferencia de unos 900.000.000 de kilémetzos (la circunferencia ¢s igual al radio multiplicado por 2). Esto equivale a decir que la Tierra se mueve a través de unos 900.000.000.000 de metros cada afio. La velocidad de Ia Tierra es centonces 900.000.000.000. metros = 30,000 metros; 5 30,000,000 segundos tease Cada una de las cuestiones suscitadas sobre la Tierra en movimiento puede ser planteada de muev. Tierta moviéndose en una éxt por segundo, o de 30 kilém por segundo, nos muestta la gran ificultad eacontzada al principio del capitulo. Preguntémonos esta ccuestidn: ZEs posible que nos movamos a una velocidad de 30 kilé- metros por segundo sin ser conscientes dello? Supongamos que re dejamos caer un objeto desde una altura de 5 metros; le tomarfa dedor de un segundo Ilegar al suelo. De acuerdo con nuestro céleulo, 4 El nacimiento de 1a nueva ffsiea mientras .este objeto estaba cayendo, la Tierra tendria que haber , estado desplazéndose rapidamente por debajo, jy el objeto Hegaria al suelo como a unos 30 km def punto desde el que se dejé caer! Y en cuanto a los psjaros sobre Jos arboles, si un péjaro agarrado desesperadamente 2 una rama se suelta por un instante, ¢no se per- derfa para siempre en el espacio? Con todo, el hecho es que los paja- ros_no estén perdidos en el espacio, sino que continéan habitando la Tiesra y sobrevolindola con sus alegres trinos. Estos ejemplos nos mucstran cuén dificil es en realidad afrontat Jas consccuencias de una Tierra en movimiento. Es evidente que huestras ideas comunes son inadecuadas para explicar los hechos de a experiencia cotidiana obsetvados sobre una Tietta que est girando © movigndose en su drbita, No cabe dudar, por tanto, que el cambio desde el concepto de una Tierra estacionaria a una Tierra en movi- miento implicé necesariamente el nacimiento de una nueva fisica. Capitulo 2 LA VIEJA FISICA A la vieja fisica se la conoce a veces como Ja fisica del sentido comin, debido a que es la fisica en la gue cree Ja mayor parte de la mnte y de acuerdo con la que acta intuitivamente. Es el tipo de Fisica que parece atractiva a cualquiera que usa su inteligencia natu- ral, pero que no ha sido educado en los principios modernos de la dinémica. Sobre todo, se trata de una fisica que est particularmente bien adaptada a los conceptos de una Tierra en reposo. Algunas veces se conoce como fisica aristotélica, debido a que Ia i cién de la misma en la a Steles, quien vivid en ule de Platén, y fue él mismo tutor de Alejandro Magno, igual que Aristételes, procedia de Macedonia. La FISICA DEL SENTIDO COMUN DE ARISTOTELES Atistételes fue una figura is te en el desarrollo del pensa- i sélo por sus conttibuciones a la ciencia. Sus escritos y economia son obras macstras, y sus trabajos sobre ética y sica desafien todavia a los filésofos. A Aristételes se Ie ve como el fundader de la biologia; Charles Darwin le rindi homenaje hace un cemtenar de aiios: «Cuvier y Linneo han si muchos sentidos mis dos dioses, pero ninguno de clos Hega a la sucla de los zapatos del Arist Fue Aristételes quien primero introdujo el concepto de clasificacién de los animales, y 25 2% EL nacimiento de la nueva fsica también quien Hlevé a una alte cota e! método de obscrvacién con- trolada ea his ciencias biol6gicas. Uno de los temas que estudis fue i era descubtir Ia secuencia icamente en dias sucesivos cuidadosas comparaciones cuales se desatrolla el pollue- desde un embrién informe a un joven pollo perfectamente for- mado, También fue el primero en formalizar el proceso de razona- miento deductivo, en la forma del silogismo: Todos los hombres son mortales. Sécrates es un hombre. Por consiguiente, Sécrates es mortal. Aristételes sefialé que fo que hace de tal * ciones una progresién valid de tres afitma- por 110 es pesado. Esta es una de las mud 5 de silogismo que describié en su gran tratado sobre I6gica y razonamiento, que abar- caba tanto Ia deduecién como una forma de induccié Aristételes también subrayé la importancia de la las ciencias, especialmente en la astronomia, Por ejemplo, entre los muchos argumentos que formulé para probar que nuestro planeta ces més © menos una esfera, se hallaba la forma de la sombra proyec- Tierra sobre la Luna, tal como se observa durante un eclipse, Si Ja Tierra es una esfera, entonces In sombra que proyecta asf cunndo la Luna coira en ln sombra de la Tera, la forma de esta sombra serd siempre aproximadamente circulae. La importancia de Ja observacién puede verse claramente en la descripcién de Ariststeles del atco iis producido por la Luna: El arco iris se ve de dia, y antigu roche como un steo itis de la Luna, tecimiento; no fue observado porai ‘La razén es gue los colores no son ficiles de ver en la oscuridad y que deben ‘coincidir muchas otras condiciones, y todo esto en un solo dia del mes. Para ‘que haya un arco iris de Tuna debe ser Luna lena, y ademds s6lo cuando Is ‘Tana esté saliendo o poniéndose, De modo que hemos conocide sélo dos casos cde un arco iris lunar en més de cineuenta aos e se pensaba que munca aparecia de Estos ejemplos bastan para mostrar que A\ cribirse simplemente como un «filésofo de ‘embargo, que no sometiS cada afirmacién la prueba del expeti- 2 Le vieja fisica az mento, Indudablemente daba crédito a 1o que habia oido contar a modo que generaciones sucesivas creycron. Jes. A. menudo se toma esto como base tanto a Aristételes como a sus sucesores. wue los estudiantes nunca verifiean 5 a mayor parte de ellas, espe- los libros de texto o manuales. La por «cuatro elementos», fuego y agua, Estos 50 mentos» de los que hablamos en le conversacién ordinaria, coan: decimos que alguien afuera, en una tormenta, ha «desafiado a los elementos». Queremos decir que tal persona ha estado en un hura- én, en un vendaval de polvo, us esforaado a través de un tornado de hidrd tételes observé que algun 9s de la Tierra parecen ser ligeros 08 parecen ser pesadk uy la propiedad de ser pesado o a la proporcién ei cuerpo dc los distintos elementos indo la tierra «naturalmente» pesada y el fuego «naturalmente» ntre estos dos extremos, ¢Cudl, les, el movimiento «natural» es ascendente o descen- largo de una linea recta del observador. te de que muy a memudo sa las que se acaban de impedimento' dente, caleuléndose vador. Une bola en el extremo de una cuetda puede set volteada en un circulo. Una piedra puede ser lanzada verticalmente hacia arriba. 2 EL nacimiento de Ja mueva tsica Tal movimiento, de acuerdo con Arist6teles, es «violentos 0 contrario @ la naturaleza del cuerpo. Dicho movimiento acontece silo euendo alguna fuerza esté actuando para iniciar y mantener al cuerpo mo- viéndose conttariamente a su naturaleza. Una piedra atada con una cnerda se puede levantar y asf someter a un movimiento violento, pero en ef momento en que la cuerda se rompa comenzard a caet con_un movimiento natural, buscando su lugar natural. ‘Vamos a considerar ahora el movimiento de objetos celestes: las los planetas, y ef mismo Sol, Estos cuerpos parecen moverse en citculos alrededor de Ja Tierra, saliendo por el este el Sol, la Luna, fos planetas y las estrellas, visjando a través del cielo, y poniéndose por el ceste (excepto aquellas estrellas circumpolates que Se mueven en pequefios circulos, y que nunca se ocultan por debijo del horizonte), De acuerdo con les, los cucrpos cclestes no estén hechos de los mismos cuatro elementos que los cuerpos tres. Estén hechos de un equinto elemento» o «éter». El movimiento natural de un cuerpo compuesto de éter es circular, de modo el movimiento circular observado en los cuerpos celestes ¢s su movi- miento natural, acorde con su naturalezs, tal como el movimiento hhacia arriba o hacia abajo en linea recta es el movimiento nataral para un objeto terrestre. LoS CIELOS «INCORRUPTIBLES» En Ia filosoffa aristotéliea, los euerpos celestes tienen una o dos propiedades més de interés. El éeer del cual estén hechos es un mate: rial que es inmutable 0, pata usat el viejo término, «incorruptible». Esto contrasta con los cuatro elementos que encontramos sobre la Tierta —estin sometidos a cambio, es decir, son «corruptibles sobre Ia Tierra encontramos tanto «nacimietio» como «degrad: 8 ‘cdo permanece planetas eternos, el mismo Sol, la misma Luna. Los planetas, las estrellas y el Sol se consideraban eperfectos» y a lo largo de los siglos se compararon ¢ menudo a ctemnos di ciosas debido a sus cualidades inmutables. El tinico objeto el que podia detectarse algin tipo de cambio o «imperfeccin» era Ta Lona —pero Ja Luna, después de todo, es el cuerpo celeste mis prétimo @ le Tierra y se tenia como une especie de frontera entre la regién tertestre del ca idad) y Ia regién celeste de permanencia e incorry 2. La vieja fisica 2 Obsérvese que en este sistema todos los objetos celestes qué cundan a la Tierra son ms 0 menos semejantes y son todos distintos de la Tictta —en caractetisticas fisicas, composicidn, y «propiedades esenciales», Se puede entender asi por qué la Tierra permanece en reposo sin moverse, mientras que todos los objetos celestes se mue- ven, Ademés, no sdlo se decla que la Tierra no tenia «movimiento local», © movimiento de un luger a otro, sino que tampoco se supo- nfa que girase sobre su eje. La principal razdn fisica para esto, segin el viejo sistema, era que no es «naturals para la Tierta tenet un cular; esto serfa contrario a su naturaleza, ya se tratase to orbital alrededor del Sol o de una rotacién diurna LoS FACTORES DEL MOVIMIENTO Vamos 2 examinar ahora un poco més de cerca Ja fisica aristo- tlica det movimiento de cucrpos terrestres. En todo movimiento, decfa Arisiételes, hay dos factores pris a fuerza motriz, que denotaremot agut por F, y Ja resistencia, que denotaremos por R. ~ Para que exista movimicnto, de acuerdo con Aristételes, es necesario que la fuerza mottiz sea mayor que Ja resistencia, Por lo tanto; nues- tro primer principio del movimiento es F>R un cs decir, Ia fuerza debe set mayor que la resistencia. Vamos a explo- rar a continuaciéa los efectos de distintas resistencias, ‘manteniendo constante en todos los casos a fuerza motriz, Nuestro experimento se Ilevard a cabo con cucrpos en caida, cada uno de los cuales se do Ia caida a partir del reposo, a través xo, Para mantener las condiciones cons- tantes, procuraremos que’ todos los cuerpos en cada scan esferas, de modo que el efecto de su forma sobre su movimiento sea el mis- mo. Por supuesto, Aristételes era perfectamente consciente de que Ia velocidad de un objeto, a igualdad de todas las otras condiciones, depende en general de su forma, un hecho que ya hemos demostrado con nuestro paracaidas, - ‘Ahora, el experimento. Se usan dos bolas idénticas, ‘del mismo tamaiio, forma y peso. Permitiremos a las dos caer tuna a través del aire, la otra a través del agua. Pa este experimento se necesita un largo cilindro leno de agua; sostenga Jas dos bolas una junto a otra, una sobre al agua y la otra a la misma altura, pero justo fuera de esta columna de agua (fig. 1). Cuando 30. EL nacimiento de ta nueva fisica las suelte simulténeamente, verd que, sin lugar a dudas, Ia velocidad de Ia que se mueve a través del aire es muchisimo mayor que la de Ta que estd cayendo a través del agua. Para probar que el resultado Yelexperimente na deriva del hecho. de que las bolas estén bechis de acefo 0 tengan un peso en particular, el experimente puede repe- tirse usando bolas de acero meni ‘un pat de bolas de vidsio 0 era puede repetir este expe. i cde whisky lleno cidn, mediante Ja cual expresamos el hecho de que, cias iguales, la velocidad en el agua (que oftece ef dificultad al movimiento) es menor que la velocidad en el aire (que no impide el movimiento tanto como el agua): 1 Vo — Q1 R cs decir, que fa velocidad es inverssmente proporcional a la resisten- cia del medio a través del que se mueve el cuerpo. Es una experiencia comtin que el agua resiste al movimiento; cualquiera que haya inten- tado corter por el agua a la orilla de una playa sabe cudnto frena el ‘agua su movimiento, en comparacién con el ‘Ahora Hlevaremos a cabo el experimento con dos cilind: «Meno de agua y el otro leno de aceite (fig. 2). movimiento atin més que el agua; cuando se sueltan Cl Pome te pte Ficua 1 2. Le vieja fisica an Ponto de putida ai") Ficus 2 jue cae a través del es mayor que la re ia Ree del agua, pode- ue, Si cualquier par de objetos idénticos se deja 0 fos, el que cae por el agua recorrerd una altura dada més répidamente que el que atraviesa al aceite. Est diccién es fécil de verificar, Por cons que fa resistencia Rye es mayor que la re Rac > Rep Rag > Ree GB) 4a esistencia del sete tiene necesariamente qe ser mayor que, a aire, Ree > Ri [4] También puede verificar esto repitiendo el experimento inicial con un cilindro lleno con aceite en vez de agua. ‘Vamos a considerar ahora los efectos de distintas fuetzas motri- ces. En este experimento usaremos de nuevo el cilindro latgo leno de agua. En él dejamos caer simulténcamente una bola de acero rande y otra pequefia. Encontramos que [a bola grande, la més pesa- ia de ambas, llega al fondo antes que la mds ligera. Aqui, se puede atgumentar, el tamafio podria tener algun efecto, pero si tiene alguno, la bola grande deberia encontrar una resistencia’ mayor que fa peque: smueva fisica 32 EL nacimigoto de la |. Por Io tanto, el expetimento podria setvirnos como indicio de ae. resanno mayor la fuerza empleada pata superar una resistencia Ea “tanto mayor es la velocidad, Se puede repetir este experimento do esta ver una bola de acero y otra de vidrio, de forma que fambas tengan exactamente el mismo tamafio, pero pesos distintos. Una ver mis hallamos que la bola més pesada parece ser mucho mis capaz de superar la resistencia del medio; asi, lego primero al fondo Giulcanza mayor velocidad. También es posible realizar el experi: mento con aceite y con varios otros liguides —aleohol, leche, ete — para llegar al mismo zesultado general. En forma de ecuscién, po mos constatar las conclusiones del experimento como sig VoF Cs] es decir, siendo iguales todas Tas, ra restates, cuanto ie focrat tate, mayor es la veloida ay demos combinar ahora la ecuacién [2] con Ja ecuacién [5] fen una dnica ecuscién como sigue: ver 61 R ine Ta velocidad es proporcional a la fuerza moitiz © inversa- Stee Morcional la resistencia del medio, o bien, la velocidad Tr proporctonal a la fuerza dividida por la sesistencia. Esta ecuacisn se conoce frecuentemente como In ley ari del movimiento. Debertamos sefialar que el mismo Arisidteles no escribié sus resul- tados en forma de ecuacioncs, una manera moderna para expresar tate tipo de relaciones. Aristételes y la mayoria de los primetos cienr ficos’ inclusive Galileo, preferfan comparar velocidades con velo- dades, fuereas con fuerass_y resistencias con resistencias. Ast, en Vea de escribir Ia ecuacidn [5] como Io hemos hecho, babrian prefe- rido Ia asercidn Vo: Vart Bot Fo Fl cociente de las velocidades de las bolas de vidrio y de acero se ‘compara con el cociente d hacia abajo, Esto es eq velocidad de la bola de vidrio es como la fuerza mottiz de la bola de oe eae ete estudiar ahora Ia ecuacién (6), a fin de descubrir algu- ras de sus limitaciones. Estf claro que esta ecuacién no se puede 2, La vieja fisica 3 icar en general ya que, si la fuerza motriz fuese igual a la resis- , la ecuacién no datia el resultado de que la velocidad V es igual a cero; ni un resultado cero cuando la fuerza F es menor que la resistencia R. Por lo tanto, la ecuacidn [6] estd somerida - taci6n arbitraria impuesta por la ecuacién [1], y sélo es cierta cuando Ja fuerza es mayor que le. resistencia. En oitas palabras, la ecuacién es una constatacién limitada, y no universal, sobre las’ condiciones del movimiento, Se ha dicho en ocasiones que esta-ecuacién pudo surgir det estu- dio de una balanza de brazos desiguales, digamos con pesos idénticos en los dos brazos, 0 quizds de una balanza de brazos iguales con pesos distintos en sus extremos. En este caso es imposible que F sca menor que R, ya que el peso mayor es siempre la fuerza mottiz, mien- tras que el peso menor siempre es Ia resistencia, Ademés, traténdose de una balanza de brazos iguales, si f=R no habré movimiento. La ley det movimiento tiene dos dltimos aspectos que debemos introducir antes de abandonar el tema. El primero es que la ley en sf misma no nos dice nada sobre las etapas segan las cuales un objeto cae desde el reposo adquiere la velocidad V. La ley sélo nos dice cerca de la velocidad misma: Obviamente es algin tipo de velocidad «promedion 0 velocidad «final, ya que simplemente se mide el intervalo de tiempo empleado en atravesar una distancia determinada D Vor 7 T ica) Jo cual es aplicable a una velocidad media 0 al movimiento a velo- cided constante, pero no al acelerado 0 a velocidades que cambian constantemente. ZNo sabia Atistételes que la velocidad de un cuerpo que estd cayendo comienza desde cero y alcanza su valor final pot etapas gtaduales? EL MOVIMIENTO DE LOS CUERPOS QUE CAEN A TRAVES DEL AIRE Quizd de mayor importancia para nosotros que cualquiera de los argumentos antetiotes es e] resultado de otro experiment. Hasta aquf fnos hemos referido al tipo de experiencia positiva que nos harfa con- fiar en la ley del movimiento de Aristételes, pero hemos omitido un experimento muy crucial. Volvamos 2 considerar dos objetos dei mismo tamaio y forma, pero de distinto peso, o de diferente fuerza * 34 El nacimiento de Ja mueva fisica motriz F. Hemos dicho que si éstos. se dejasen caer simulténeamente fn apaa, © aceite, se observaria que el més pesado desciende mis répidamente. (El lector —antes de continuat’ con el resto de este capitulo y Jo que queda del libro— encontrard interesante detenerse i experimentos por si mismo.) Llegamos ahora al wlti- ia de experimentos; consiste en dejar cact dos tamafio, pero de diferente peso, en el mismo objetos demi medio, que debe ser el aire. Vamos a suponer que el peso de uno de nuestros objetos es exactamente el doble que el peso del otto, To que podsfa implicar, segin el ntiguo, que la velo- cidad de objeto més pesado deberia ser justamente el doble de la del més ligero. Para una altura de caida constante, la velocidad es invetsamente proporcional al tiempo, ast que Va 18] o bien, = S [9] es decir, las velocidades son inversamente proporcionales a los tiem- pos de descenso. Por lo tanto, el tiempo de descenso de Ia bola mis pesada deberia ser exactamente In mitad del ticmpo de descenso de Para Hevar a cabo esta experiencia, péngase de pie y deje caer juntos Jos dos desnudo, Una buena manera ineamente es sostencrlas horizor y corazén de una mano, Entonces abra de repente tos dedos, y 1s dos bolas empezarén a cacr juntas. ¢Cusl es el resultado de este experimento? En lugar de desctibirlo, permitame sugeritle que lo haga usted mismo. Luego compare st re con los obtenides por Juan el ico y también con la descri finalmente con la que no: nuevas ciencias hace unos 350 afios (véase pp. 20-22 ante- ‘Como Juan el Gramético, Stevin, Galileo y otros hallaron fl experimento contradice las’ predicciones de la tcorfa menos dos if + Para distancias de caida telativamente cortas, digamos desde ef techo. al suelo de una habitecién ordinaria, ambas bolas tocarin ef suelo con un tinico 2, La vieja fisiea 33 _Una pregunta que se deberia hacer en este punto es la siguiente: Evident ta ecuncién [6] no es vélide pata el aite, pero clo id para Jos ottos medios que hemos explorado? Para ecuacién [6] es 0 no es una asercién cuantitativae jamas bay objets de peso desigual a través del aire. LA IMPOSHMLIDAD DE UNA’ TIERRA EN MOVIMIENTO Pero, se preguntard todavia, gqué tiene que ver todo esto con el tema de'si [a ‘Tierra esté en reposo en lugar de en Busquemos la respuc ibro de Aristételes Sobre los cielos. ‘Aqui se encuentra folpe, a no ser que haya un sercor de paride», un error ene de que fo oe bol nose dolarom simulintatee, Se encore une ges ls: te como chtrvarn Caley Juan et Grands, pre un ogo Cero 1544 que eAristételes y todo scteyeron y afirmaron» que la de su peso, pero la «pr bra, Ambar Hegan af mismo tierapos, rcho Ts procba (prove) de ellorno und vex, tno nic Labia hina un ensayo con bolas del mnno tania pero ld que, coun sc mln ay dos tnultdveamente dese uo Tuga scien 9 lean a ict o's silo ene miso insu de Uempen 36 EI nacimiento de la nueva fisica fa Tierra en reposo, mientras que otros han dicho que se mueve. Pero existen muchas tazones por las cuales la Tierra no puede mover- se, Segtin Aristételes, para poseer una rotacidn alrededor de un eje, cada parte de fa Tierta deberia describir un cfrculo, sin embargo, el estudio del comportamiento real de sus partes muestra que el movi- miento tetrestte natural se produce en linea recta hacia el centro. ;0, siendo impuesto [violento] y no natural, no pod in embargo, el orden del mundo es etetno.» E] movimiento natural de todas las porciones de materia tetrestte se i verso, que da le casualidad de que coin jerra. Como «pruebar de que los cuerpos terrestres se mueyen realmente hacia el centro de la Tierts, di teles: «Observamos que los graves que s¢ mucven hat no Io hacen en lineas paralclas», sino que aparentemente for- lanza a una distancia si/un cuerpo se lanzara en derechura hacia artiba y entonces cayera directamente hacia absjo, calculando estas direcciones con respecto al centto del universo, 1 valo, Esto es una consecuencia dicecta de la cuatidad «nat movimiento rectilineo de los objetos terrestres. Los argumentos precedentes mucstran cémo se pueden aj principios de Aristételes sobre ef m (no natural) para demostear Ta i tre. Pero equé sucede con le «ley del movi expresada ‘en In ecuacidn [6] @ ep Ia ecuaci relacién especifica con el reposo de Ja Tierra? La respuesta esti expresada claramente al principio del Almagesto de Protomeo, la sgeocéntrica, Ptolomeo escti- aque si la Tierta antigua obra estdndar siguiendo los. a cualquier otro cuerpo que cay de tamaio, y habria dejado at indo en el aite a los animales y 4 todos fos pesos separad que Ia Tierra, por su patte, @ esta gran velocidad se habria caido del mismo universo». Esto es ‘] consecuencia de la nocién de que los oppo cae na raporcional a sus pesos respectivos. Y muchos ci ‘Ehicton esta de acuerdo con el comentario inal de Proomeo: de hecho, esta sugetencia debe cansidecarse tan sélo para ver que es totalmente ridicula.» Capitulo 3 LA TIERRA Y EL UNIVERSO x08 gt a importante seria Galeno. El libto de Copémnico introducfa un nuevo sistema de astronomla, que se oponfa a la nocién generalmente acep» tada de que la Tierra estaba en reposo, Aquf solamente pretendemos tos rasgos determinados del y_desven- haremos explorer qué consecuencias tuvo el concepto de una Tietta en movimiento para el desarrollo de una ciencia: la dindmica

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