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Dimi! El nifio fe cons pare. con el mismo atropello con que se lo ha bia relatado a LicYon. Al final dio: ~Gracias, Nochith. Te quiere. Lian tome el elefone: -Paloma. =jAbue! Abue querido Quiero decirce algo, pero debes guardarlo en secreio por el moment. Sey toda oidos, Bueno. 5 un pace dificil de decir... -dijo LiYien titubeando-, (Crees que un viejo como {yo resist atzavesaz el océano para enfrencarse 2vla Furia de ss hijo y la mirada de su madre? Xachit], conteniende a duras penas la emo- ‘élite enenentro com su cién. te dij ~Albue yo estar ado. Cuando Lice colgo el tléfono. Dimi lo abrazd en silencio, um instante despues le di ~Ta dices que a las cometas les gusta ser li bres. ygte por esos esapan, porque no quieren viviratadas Pero yocteo que a nosotros nos hace falta sentisosatidos os que amamos. para sr bres isu med « Dimitri como st fuera un mar iano, y se trogend con esa mirada de rey en st ‘ono que ledecia que la sabiduria no tenia edd. "Afuera, por una extraia coincidencia.o por aque la sabidusia y la maravilla van de la mano. tas cometas que ondcaban en laterraza de LicYon emprendicron el vuelo, todas al mismo tiempo. ‘como sina mano invisible hubiese cortado los bios ban en un estante de La biblioteca. El nia loi tuba en silencio desde el soft ~Suponigo que tenis se. Y sin esperar respuesta les iri, ebieron en silencio. Dimitri, con una vor ‘que delataba la immpaciencia, die =No nos hemos encontrado para quedarnos callados. Carlo sours ysesent6 su lado. “Lion se va a poner feliz cuando sepa que thas yenido le dio el nif. Elisa lo mizé estupefacta y pregunt(: ~ Sabie algo de eto LiYun, Dimitri? El nifio no tuvo mis remedio que concarle tado, lla fo oy6 en silencio. fm te tba a hablar, mami... No vayas a cenojarte con él. ni con X6chitl .. le dijo el iio, suplicamt. No, principe, 0. En realidad, no era es lo que la preocupabs. Era lo que ibaa seguir. ,Podria ella, como Sa- lomé, dejar de lado os rencores? La vor de Dinmitri la sac6 de sus pensanien- tos. El nino hablaba a su padre de Li-Yun, de échitl. de a escuela de Las cometas.. Elisa lo jon wor baja 1 ia conmovida, Su nifio habia encontrado al pa dre tan anhelade; ahors solo habia que dejar hhaver a la vida, Pens6 en Néchitly sontife si es ruviese presente, seria capaz de organizar una ‘boda en menas de nada. Vio que Carlo la miraba de resi. Al otto dia, Dimiesi se precipita la casa de Lian y le conté con vor atropellada el encuen: acon su padre. Dimitri estaba radiante, Li-Vun lo estrech6 uy Fuerte contra su pecho y le dio: Ya verds como aprende rapido a ser papa Contigo iré como un rav0. —Quisiesa que Xéchit! Jo supiera ~dijo el “Anda lémala -le dijo LiYun sefalandole el telefono. = (De veras? ~jClaro! A ver,yote dicto los ndimeros. Un instante después, una vor sof pondi6. = Nochitl! -grité Dimitri, Alorra lado de la linea hubo un largo siles io. y de pronto: ns realicen sus descos, que el pasado vuelva, que los s que hemos amado y que nos han dejada regresen y nos amen de nuevo. Y todo lo que nos ha parecido tan imposible, sucede un dia El ausente vuelve su regreso nos parece irr Y no sabemas qué decir, ni como conducirnos; peor aiin, no sabemos si nos sentimos felices A lo mejor lo que sentimos es miedo, porque la felicidad asusta, Entonces tenemos que serena. nos, dejar que el tiempo nos ayude a conocer nuestros verdaderos sentimientos, nuestros ver daderos descos, A Dimitri no debe pasarle est. Dimitri es un nifioy no tiene necesidad de creer, porque él sabe, Dimitri esperaba, pero sabia gue no podia esperar toda la vida. ,De dénde ha sa lido Carlo? ,Cdmo ha llegado hasta aqui? Iba como sonémbula y no supo en qué mo- mento habia agarrado la mano de Dimitri. Allllegar Ja casa,a Elisa nose leocurri6 otra cosa que ira preparar una limonada. Ella tenia tanta sed que le parecia normal que Carlo y Di mitri extuviesen sedientos también, ‘Regres6 un momento después, con la jarra y Jos vasos en una bandeja. Carlo estaba de pie yy miraba las fotos de Dimieri que se encontra 1m “Bueno... -respondi el nifie, mieneras in conscienvemente lo guiaba hacia un de los cafés de la plaza DDimmeri mir hacia la libreria donde traba- jabs sa madee,al otro lado de la plaza Se senta ron en una mesa al fondo del café e hicieron el pedi. No sé qué decirte -susutté Carlo nervioso Sélo quchicisteisNéchitl ye por encontrarme. “Ahora que me has wsto, na sé si quieres gue sea tu papa, Ferdona, Dimieri, pero no sé cdmo se habla a un nif, no conoaco ls profesion de paph. EI nino no le quitabs los oj de encima, y es mirada profunda infundia temor & Carlo a la vvez que lo maravillaba,;Cémo podia mixat asi un nifio? Sesincio desamparado, Sin saber por ‘qué, cmpez6 a hablar de las cometas, del con- ~ {Camo es posible tener miedo de un nif, de un bebe? La preguata dé a Carlo con su taza a medio camsiso, Un instante despvés dijo con vox tone: ~No la sé, Dimitsi, nolo sé.Es una buena pre- 180 -Mamé siempre me ha dicho gue,aungue no te ocupatas de mi, siempre serias mi paste. De todas maneras, yo no queria otro papa distinto deri Pero no he sido un paps, Dimitri Si, pero porque no habias creido. Bueno, es lo que dice mama -dijoel nfo entojeciendo. Carlo no pudo contestar nada, porque esa frase ‘encerraba toda la verdad. Es mis, ni siquiera ha bia intentado crecer. Con mano nervioss, cari i ef cabello de s hijo. ~2\ sifueramosa vera mamé? -pregunt6 Di smitriala vez que hacia una sea al camarero. A Bllsa se le cayeron de las manos los libros que iba a colocar en un estante. Abi estaban frente alla los dos hombres mis importantes de su vida. Los miré sin decir nada, dio media vuelta, dio algo a su patrén, romé su bolsoy s- 1i6 con ellos. Caminazon en silencio un buen tuecho, Finalmente Elisa dijo: Vamos a casa, Por el camino, Elisa trataba de poner orden a Jos pensamientos que se agolpaban en su mente Uno se pasa Ia vida soinando, rogando que se Bt ‘pasajeros del vuelo de Xéchitl-La chica abraxéa ‘Lian con todas sus fuerzas, mientras le deca Abe, irame que note vasaenfermar y mucho menos a moi. Tengo que volver a verte muchas ve ces; muchas, Ademas tenes que vera papa y ala abuelay Paloma, no sigas arseglando la vida de los ‘otros. Piensa en th Pensando en Jos otros pienso en mi,abue Li-Yun no dijo nada. La bes6 en la frente con ternura y deshira el abrazo para que Nochiel se espera de Dimitri. -Dimi.. Se abrazaron muy, muy fuerte, No se dijeron nada, no era necesario. La dejaron partir sin quitarle los ojos de en cima, Cuando su silueta desapareci6 al fondo de tun largo corredor, Li'Yun cogié a Dimitri de la ‘mano y lo conduje a una cafeteria. No queria irse hasta que el avin despegase 73 Loos dias pasaron. El otoo se fe istalando lene ‘amen, el viento afilaba cada dia sus cuchillos tun poco mis y las hojas de los arboles iban ca endo como mariposs. ‘Aquel dia, Dimitri sali tarde de a escuela. De sezen cuando le gustaba hacer alli mismo sus de- teres para sentirse bre en casa. Ten puesta una gorra que Xéchitl le habia dejado ycaminaba so bee las hojas seas. Iba a cruza a ealle cuando lo vio en la acera de enfrete. Dod unos segundos Iucgo se dete. Carlo fo irs derenidamente Se quedaron quie tos un instante, exarnindndos, tratando de calmar

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