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Kahler, Gach, Wastes ldbnictos bab: Sonn’ José Utila, Marita, FCETER, pe SHR vee 1812” epee > 38 CULTURA ¥ BVOLUCIGN ‘nacia mis elevados niveles de consciencia. EL pro- <=30 comienza con los pueblos. Estos constihiyen das unidades que, relevindese, por decitio asi, He- van el proceso evolativo y desatrollan, en sus for. sus inferiores y exteriores, en sus formas psiquicas y sociales, Ia cualidad y'la conciencia especificas del hombre, Gradualmente, este Ambito en expan. sin produce nuevas y mayores unidades que, des. pués, se encargarin de conducie el proceso esencial, En nuestes época, estamos presenciando el gra- dual desprendimiento y Ia independiente difusiéa gradual de lo que podemos identificar con nuestra Clvllizacién occidental. No obstante, esti. por ‘verse si esta civilizacim occidental atin significa aultura en el sentido original de Ia palabra, {1960} E & su altededorr todo esto delata el afin’ midimenta: CIENCIA E HISTORIA EMPECEMOS con. una pregunta fundamental; gpara né sirven todos nuestros conocimientos? ;Cuil es, © debe ser, Iameta de mestro constante afin de adquitic cada vez més conocimientos? Bs convenien- te —de hecho, es necesatio— plantearnos esta pre- ania, de cuando en cuando, para no olvidat Ia inalidad iltima de nuestras apetencias intelectug- les. Nuestra actividad mental se ha institucionaliza- do y fragmentado taiv y los problemas que nos caipan se han'hecho tan abrumadoramente ‘com: lejos y constantes, que podemos ‘perder de vista este objetivo gata, oe Volvamos nuestros oscutos origenés. jCuél fue" ¢l primer aff ‘que puso al hombre en ‘bisca conocimientos? La. preguata ‘ios. lleva a esa tiva etapa del. hotbre’ea la cal aquellos Boge : podemos Hamar “instinto” se convirtié, ea via seo constiente, Las fronteras son nebulosas, pero” algo podemos aprender de ta ‘observacién dak in: fante al que, gradnalmente, tratamos de enfrentarlo. sn mello us primeros movimienos; a parecer sin objeto, él palpar de sus manecitas, sus’ ojos inquietos, ansiosos de percibir todo. lo que ocurre rio del set hiamiano por Hegar a conocer. st med por aprendet ‘a vérselas con. él, EL eg, infaatil , asiiismmo, ‘une cuestiéa may seria, diferente. del Sugar del adulto; es Ia continuaciéa, “en ua dtmbito wun poco mis vasto,.del tentalear del infante, Es una especie de preparacién, con objetos y abjetivos 39 6 (CIENCIA E HISTORIA ‘asi experimeriales, para Hegar a dominar su mun- do, Ysst continga en la vidn del adalto, en la Vide del hombre, ct deseo de orientarse en’'su me- dio y, al mismo tiempo, de aprender cémo actuat en Al, y cémo ponetlo a su servicio. La cutiosidad, considerada a menudo como et primer motivo del afin. de conocimientos del hombre, esta lejos de set el incentivo original. La curiosidad es ua sub- pfoducto de Ia necesidad de orientacién, de Ja nnecesidad humana de automantenimiento y expan- sién, un subproducto que: se desarroll6, bastante tardiamente, hasta llegar a ser un motivo daminante, tuna especie de Part pour Part del conocimiento quando 10s medios pasaron a ser’ fines en toda regia. La guna de Ia expansién del hombre ‘se ampli ‘ada vez mis en el curso de Js lucha, Ia explora- ibn. y Ie explotacién ‘de su medio, hasta que Ja taféx conceptual Ileg6 a superat’la'capacidad del individuo ya requetit un esftietao colectivo, con instramentos y métodos de la més abstracta’‘con- ‘entracion., Pero, en todas nuestrasebsorbentes “Sexplotaciones de’ las mis remotas fronteras, debe- ‘mos /permanecer ‘conscientes det objetivo original ¥ ‘timo de estos esfuerzos: et mantenimiento de Ja humanidad, del set hiimano. Desde el momento én que el hombte ha Hegado a 12 etapa en que una ‘eligién mundial y las realizaciones: mismas de la iencia Le han ensefiado —o debieron’ ensefiarle— Ja igualdad natural de-los derechos ‘huimanos, es ‘decig, 1o-que Ilamaré Ia identidad del “hombre, ya ‘no ¢ ef individuo imano 0 algin grupo de in- ividuos, sino la humanidad, ta forma y. dignidad Jbumanas.las que hay que mantener. | | CIENCIA E HISTORIA cs ‘Vivimos hoy en un mundo cada vex mis go- bernado: por Ia ciencia, un mundo dominado por los. principios y métodos de Ja ciencia y de st aplicacién: Ia tecnologia. Esto no significa, me aptesaro a afadir, que la mayoria de la gente actée de acuerdo con el principio de la ciencia, Io ‘que significaria tomar sus decisiones mis razona- lemente que nunci, Al contrario: ea lo que se refiere a la orientacién de la vida humana, ef hom- bre de hoy tiene una particular tendencia’ a actuar irracionalmente. Esto ¢s justamente el resultado y Ju subte-compensacién de esta supet-racionalizacién funcional. —mecanizacién, cuantificacién, orguniza- ida, burocratizacién— que es la consecuencia ine- vitable del progteso de Ia ciencia y Ja tecnologia, y de la Jabor, cada vez més intrincada, de regulat Jos asuntos piblicos de una:poblacién y'una maqui- natia vital en rapido crecimiento. Las personas siea- ten su vida personal reducida por esta. vasta red de control colectivo, organizativo y- cientifico-tec- nocritico; no-ven por.qué ha de ocuttir. esto, ni cémo ‘esti tode entrelazado. Se inclinan, irtacional- ‘mente, a-desechar todas las complefidades que son incapaces’ de comprender, y a tratar de restaurar Jas condiciones que existian antes de los recientes y, trascendentales.avances de la ciencia y Ja tecnolo- slay. antes de. que se estableciera “Ja. consecuente fnterdependencia té&nica.de. personas y pueblos por todo ef planeta. jg Zia. a suaciin —sumamente peligro en que hoy. nos’ encontramos, El estado psiquica y mental de los, individuos no logré mantener el. tt- mo de-las realizaciones funcionales colectivas. La gente se ha desorientado en este mundo; la mueven HAE HISTORIA ‘exigeticias ‘del. momento y_ sus carencias locales. Y Sie siti que tn pecldo a sete de historia, el seitido de la evolucién de’ las condi- i as. ee eee | Gaetiaieg agullises an. sereto. que avestn Epc |< es antihistica y antievolutiva. Desde. Inego, hay ampulosos discursos oficiales sobre el progreso, pero | -o Sloque:en tales ideclaraciones:se-entiende por pro- | « L.avance de Ias-realizaciones funcionales en ciencia: y Ja tecnologia. Incluye, sin: duda, la seguridad: y/'a legislacién: sociales, pero csto’ es predicate a Toque se'oponen ‘grandes segmen- “tos. dé ‘auestra poblacién. Casi-nadie’ se da. cuenta eaquees0s logros.cientifioos y temol6gicos-teper- ‘cuter sobre: as’ céndiciones sociales. La: gente desea disftutar’.de*las'-ventajas' y ‘comodidades ‘de nues- ids, nuevos -conocimientos- y, capacidades’ téenicas, erd| Se niegaia-aceptar las. consecuencias socal mbargo, ent"los miétodos’ mismés’ de’ su: oposi- ede libtarse'de la. influencia'de las icas sde"organizacion. 1.9202)" Sotie partes considers rai contunidad intelectual y académica, SHizonés pritcipates: la. primera: ¢s esultado ‘tuéStras: experiencias’ desde Ia «primiera’ Guetsa india que ban desacreditado toda “creencia en ‘hombre ‘y' riedad. del; éspiritahumano', Por cl otro" lado, encontramos Jas.rigidas, cuasi cientificas“leyes.de la hhistoria"ystelscomo las’ proponen: los:tsorizantes: de. la historia: oso. ost Biche ‘Yo, por: mi patie,’ mies inclino’ { dos id ‘elle eae se | los idets desda historia,:que teflejaa, en’eldominio, intelectual, "1a ‘actual “y: Splatt altuna ie --— ~ vvergencia ‘entre: stipetmcionalidacime ‘ieracionalis: - | i mo." Aunque me esforrara, ‘no‘podriaobligarmé.a | reconovee ‘una regulatidad’presuatamente.cientifica de los. procesos:histéricos tal: comor as sugiérenJos teorizantes ‘dela. historias, tathpoco. me. es posible. convenir coa' aquellos historiadores para. quienes historia carece de todo':orden sinteligible-yn0°es | mis que una seouencia’intrfnsécamente incoherénte’ {de hechos citcunstanciales’¢ invenciones huinanas, Ja que, para mi, consituye la verdadera naturaleza (CIENCIA: E/HISTORIA Co ? “Sint did alguna, persistibun elemento de estabili- dadien la bisqueda de una regularidad estitica de os procesos .genéticos.' Pero recientemente parece Ye habetse puesto en duda. hasta Ja validez. absoluta | del: mendelisimo, sen la fisica’se:ha efectuado undesarrollo simi- | “lac, EL estudio. de las “Fuerzas de la materia” elec- tromagnéticas realizado por Faraday condujo, con -el-tiempo, al modemo concepto del campo eléctrico. La teotia de, Maxwell de los fendmenos electzo- cos. fe el punto de partida de la teoria } de Ja. selativided y ‘de° su invalidaciéa del espacio yrel tiempo absolutes, El desarrollo fue acelerado | por gh esaubrimient, relizado_por Berquerel-y | los. Curie, dela espontinea desintegeacién radiactiva Ri edélarmateria, y por Ja transformacin, lograda por (Rutherford, de elementos: quimicos (el elemento” P-uidej6 -hace ‘mucho de-ser elemental). ¥; para ter: seminar, lafamosa f6tmula dé Binstein,’que guala -materiary ‘énergis, significa Ja-disolucién. de. la an- iguasmatéria: “material”. La fisica nuclear,” ast gm la secinte atenonya musta la Natwalen, en ‘particulary en general, :como un proceso, La “sstronomia, sha convetido en una disciplina his- casino es is Por? todo: ello vemos que,’ ent las. fronteras ‘del tunivetso nnidad Jaica (todavia’ el Imperio. Romano. feta prepondérincin'dé IEPs set am Ta ntncoies tara si, Por tricia de los prin feudales, que:fueron los primeros en dat politico: al territorio no urbano, a do- is terrtoriales; de los dominios terttoriales, a “iestados' | CIENCIA E HISTORIA, n He llamado a la historia Ia evolucién del hom: bre, que consta de una creciente interaccién e inter creacién de Jas estructuras humanas y de Ia cons- ciencia humana, de realidad y conceptualidad, Pucsto que la historia’es perceptible, y de hecho, experi- ‘mentable, “de tamaio natural”, por decitlo asi, en todos sus _movimientos, direclamente .en nuestra propia esfera humana, ‘podemos observar en ella una realidad completa, que es una mezcla de cam- bio.y continuidad, de patticularidad y generalidad. Hasta cierto punto, sin’ doda alguna, as caracteris- nets dal proceso se sepiten en cl cuso de la‘historia: “As, vemos que Gambia cx le hic toria existe un grado de regularidad cientificista. Pero estas regulatidades historicas estin inextricable- mente entrelazadas con particularidades; en Ia his- toria no podemos separa claramente las. generali- dades: de'las particularidades. La diversidad es de- ‘masiado. poderosa, y por lo mismo: es imposible y falaztratir: de. establecer “leyes de la. historia” comparables: a‘las cientificas “leyes de la natura- Neza®, ‘En sla nataraleza- exttahumana —que com. el ispecto puramenite fisico de Ia naturaleza jumana— bien podemos aislar las regularidades ‘causa,’ pfobablemente, de sus. descomunales distan- cis, temporales:y espaciales, que nos impiden Hegar ‘una: completa'percepcién de su realidad completa. “Estamos condenados' para siempre a. captar tan s6lo una redial aril dela nattalen. Ta la hidorts, ‘nuestra: propia: esfera co-dimensional, el aislamiento ide “generalidades. siempre parecer forzado ¢ im- Procedente, 'y-los historiadores. suelen reaccionar ante sus iisuficiencias afirmando que Ia historia consiste vexclusivamente en particularidades y_sos- “CENCIAE HISTORIA feiendo. que, ‘enconjunto, Ia historia carece de ty m izan a pasar por alto el ico inhetente- a la historia, ‘Bite orden especifico de los acontcimientos his trios, ‘en: mi opinién, consiste en la. ev «tsp que be tatado ei Re tinier niveles de existenc ie esta evolucidn, Es posi ia, de desarrollo en el * equivalent histérico de dicat, y en los dis- His que marcan los pasos ible demostrar una coheren- curso de la historia, y el Ja exactitud de las’ ieyes ede apreciasse en el sigor de esta mt expresatme con mayor clatidad en ddebo afiadir unas cuantas obsetvaciones ignificados de hecho y causalidad en la ‘comparindolos con sus significados para coneda un hecho: con , Para que los hechos sean apro- causal, deben estar firmemente idos; de hecho, con- Posible en un orden estatico dindmico, como la coheren. le de la evolucién histérica, te delimitables ni la stricta fenerse, Sin duda alguna, tam- contamos con hechos claramente Gitiedles y da Hinados. Y esto sélo:es -estuble. Ea in orden » dia fécilmente observabl tf Ios. heckos clarament yy Gausalidad logran sos (oS ign en. ia-historia Iguien, cuindo se librd una Mas esos datos_his- lecidos tienen un. papel y de sus equivalentes en sin relacién causal rencia de nexos, no ©. se fitmé. un tratado, 1) tbticos fiememente establ un catécter muy diferent la ciencia. Permanecen sisa entre sf,'y debido a esta car CUENCIA-E HISTORIA op ex=plican naida. Sélo adquieren significado mediante tuna conexién con ‘hechos de una indole absoluta mente distinta, hechos que no’ pueden sosterierse or si mismos, sino que sélo existen en combina, iones, en grupos, ent racimos, en cadenas de fe. ‘némenos, en los que se unen. Y ésta es la razdn or la que tequieren esa tan lamentada seleccion ¢ jnterpretaci6n, que slo pueden obtener cortobore, cin de validez desde un punto de vists situado ea un nivel supetior y mas extenso que el de los fendmenos observados y desctitos. Asi, al trate de comprender- Iz historia, nos" veiius wonduckiog auevamente de un nivel a otro, (Tomemos como ejemplo In. Revolucion francesa, ue el profesor Barraclough no ean cone Siderat como-un suceso cataclismico de_ primer on dea, en el cual, como él dice, 10 nueve, "1 for tuito '€ imprevisto. .. se abren paso sin las-ttabes del ‘pasado’." Ahora bien, la Revolucién, francesa, Punto decisivo-si alguna vez hubo' uno, en realidad fardé en llegat, y tovo sus-otigenes en una. gran Vatiedad "de “lugares, . movimientos ‘y_niveles...Barn Regt? Bropésito, no puedo ni necesito detaar la historia de estos preparatives, mimuciosamente acne izados y descritos por grandes sabios. "Tans colo deseo recordar, para nuesttos_propésitos, la. enosme Geatidad de preliminares y_ requisites. que conduje: on al acontecimiento final, En el: orden. religioso, el. proceso. de. seculatiz gion habiahecho grandes avances desde el final dela Edad: Media. La reforma.calvinista, com oor fonsttuciones presbiterianas y —cougregacionales, habia entrado en conflicto con’el principio monde, ico. Sus efectos politicos se manifestaron en ine FILOSOFIA Vietpas ‘Busttas gon Tos hagonile®'Yen Ia decisiva’ influen- eis de tos. Niveladotes’ en la. Revolucién inglesa. Ea.Jo politico, It Revoluci6n francesa. fue precedida for liliberactin del Pass Bajos, por la Revolu- ida ingles, que. ofrecib el ejemplo de 1a ejecucién de un rey; ys con poca anticipacién, por Ia 3 [Sahiba andeuspione! ‘aaya repetcusién en las ‘mentes europeas seria. dificil: de. exagerar. ‘Si ob Zservames.tn situacién: social y econémica, ‘veremos S' que ef gobierno francés se hallaba en bancarrota, ricticamente desde Luis XIV, y los intentos de Eker, Vena Targot y. Necker por persuadir 4 los scyes a adoptar una nueva politica. ecoribmica, apropiada a Iss cotrientes de-ln época, fracasaron por-los cambios politicos y sociales que entrafaban, {Los “campesinos, cuyas.“utilidades personales se hhabfan convertido cast completamente en impuestos, eran sensibles a las demandas revolucionarias, pre. cisamente, porque: su situacién ya no efa tan Sais tr6fica que no pudieran imaginar un. mejorami dese cudons vide clase media se habia cenriquecido lo suficiente. para consideratse obstrui- apr las. sestrieiones:gubetnamientales a las: em: presas comerciales y sentifsé lentada: por el ejem- plo. de: los industiiales.ingleses,-que empezaban’a liberarse de tas antiguas: regulaciones gremiales. La nobleza daba sefiales de-bastio, de agotamiento.y de una relajada segutidad en si misma que abrix sus cerebros a lassideas revolicionarias de Rousseau, de los fisiécrates y los enciclopedistas: ‘Se habia’ di- fundido la filosofta: materialist, y todas’ las innova: ciones teenolégicas habfan-sobustecido la fe en el pprogreso. Todos estos acontecimientos se reflejaeon en as artes, -y fueron estimulados: por ellas. | | separa. cién entre lo que ¢s inicial.y.lo, que: es" tradicio. ‘nal, la mayor parte-de la calidad. artfitica ‘de estas obras. puede. captarse. de’ su forma ‘sensible. Nj siquiera aqui puede captarse: la. totalidad, .pero si cultad en Jas grandes culturas.del: Oriente,” ‘También estas grandes. culturas china,’ pers, hindé, japonesa, etcétera— sorr-relalivamente’ esta: bles y m0 dinémicas ‘en. comparacién: con - nuestro, ° modemo Occidente. Asimismo, estuvieron ‘muy, I gadas por la tradicin, y hasta hace poco, antes de que Ja Tierra. fucse inundada por’ lacivilizacién fecnolégica de Occidente, permanecieron: én, una. fase de desarrollo humano en. que:la vida toda es condicionada por una actitud: religiosa, En. sui arte, [92 obstante, "son perceptibles cietos-avances. “la: mayor parte: ED resto. puede apecianse: sin lifi-\04> 188 ‘ARTE, B HISTORIA + periods “alternos aunque’ mis’ lentos, y extendi- bie thls ‘largos “periodos que en Occidente. yy froce ee y faeccnlats épocas de décnaciéa én que las formas se vuelven esquema- tizadas, ‘mecanizadas, pettificadas: el atte de los bbronces’chinos, por ejemplo, que floreciera en el eriodo Chang y a fines del Chou, (1523-1027 “ar, ¥ 473-256 a. c.), 0 1a curva del desarrollo de Ia pintura china, desde Ia preparatoria era. pre- ‘Tang (hasta 618 d. c.), hasta su climax en T'ang- Sung (de 618 a 1278'd. c.), y su decadencia en ls épocas Yiian y Ming-Ching (a partir de 1278); 0 Ia pintura miniaturista istamicay con Jos centros de sa estilo macuro: los’ abasidas en Bagdad, los fatimitas en el Cairo,slos de* los principes mongo- les en Tabriz, Samarcanda y Herat, Jos samanidas en Bujara,_y' especialmente el de” Sha- Abbas. el Grande en Ispahin. En iuchos ejemplos —China, Japéin, Petsia—.cettos avances ‘especficos ya" s¢ hhan.podido conectat con determinados atistas, cu- yes nimbres y obras han: legado hasta. nosotros. Hs! indudable- que también en el arte de. estas * gtandes ‘caltutas, la “talidad “ististca’ de una “obra “se manifestaré, hasta’ cietto-punto, en. la. frescura «Ye genuina-energia de su inspiacién; Pero, en tanto “-que-To. que nos. sorptende: en’ el ‘arte “primitive 8, antes que nada, su magnifico poder expresivo, el atte‘oriental-ha’alcanzado la maduréz, del 04 libro attistin. La unidad ‘desis: creacionés, sin "embargo, Bo sélo se etiende sobre las dimensiones de nuestros sais sao mais al hicia ona d- sneasién peculiarmente ‘espiritual;, y-en las ‘etapas eee Ee pee) coe a Europa medieval que.ca” las. culturss orientales ;- inextricablemente unidas, parecen, ~ €¢star sepatindose, El’ problema “ARTE E HISTORIA 189 en general— el papel del simbolo, Ia omnipresen- cia, en cada forma, del simbolo, el tratamiento especifico, Ia intespretacién, la integracién de este simbolismo, contiibuyen con algo” esencial 2. In (alidad artistica de una obra. Es difiel ver ime Ja pintura china en patticular puede ser valoreda por ‘un occidental desconocedor' de las ensefianeae faoistas y budistas y del sentido de la adiitud de 4a persona china —tan esencialmente distinta de Ig snuestra— ‘hacia Ie naturaleza y su lugar en ella, Pero en nuestro Occidente dinimién es perfacta ‘mente iniposible captar la calidad attistica de ‘wea obra sia alguna especie de premisa histéricn. Aqui, el desarrollo de Ia consciencia del hombre y desu vision del mundo han seguido todo sa curso hasta el presente, -y; en este: proceso de transformacion conceptual y-real, las attes han desempetiado un Papel considerable. En el Occidente. las artes. han evolucionado hacia una esfera especial, una ma, t2 duténoma vy, secular de expresién, di de ‘Ia vida en general. La funcién especificamente astistca 0! estética. —complementar una eterna ine tegrilidad “artistica— y fa funcién del ‘arte ‘mis Seneralmente humana —aqui, esto s6lo puede sig. hificar una funciéa evolutivamente dindmica: dar a luz una siempre cambiante realidad humana 1 estas. dos, funciones del arte, que en rigor estén ie en nuestra épo- 6 volver a ver- a5 como tuna sola Bn Cézanne, ambas estaban todavia unidas: la clevacién dela forma pictorica, la profundizacion de Ia -visién., Después ‘vemos 8 un pintor ‘como Matisse; ocapado antes que nada en la, forma pic. : 190 ARTE E HISTORIA térica, y a su sival, Picasso, enteramente absorto ‘en Ia exploracién de nuevas felaciones estructurales dentro de lo visible. Pata Picasso, la conquista de tuna nueva realidad visible a veces es mis urgente que toda perfeccidn estética, para In cual —apre- ‘miado por Ia fuerza’ de su impetu explorador— fio le quede mucho tiempo. Reprocharse esta oca- sional insuficiencia, como Jo hacen ciertos pintores, ‘es mera pedanteria. Sus realizaciones han sido for: midables: no slo ha abierto nuevos campos y di ‘mensioncs visuales, sino también ha creado una mucva clase de simbolismo, engendrado por 10s ho- rrores'de nuestro tiempo. ‘Sus errores mismos han, sido de incalealables. consecuencias. Un tompimiento tan profundo pone de mani- fiesto la doble tarea del artista; 0, més bien, su doble aspecto, Muestra cuin imposible es, al eva- Tuar una obra de arte occidental, excluir su calidad cevolutiva, sit esencis! avance estilistico. Sélo tene- ‘mos que imaginar 2 Ticino o a Durero, de gran técnica ambos, frente a un cuadro de Van Gogh ‘0 de Picsss0, para ver cufnto del contenido huma- fno de nuestia epoca esti presente en estas obras, y eudnto se debe conocer, si se desea apreciarlas, acerca de los acontecimientos —objetivos, espiri tales y visuales— del siglo pasado. Peto el experimento inverso también es instruc- tivo. Bl arte de la Grecia del siglo V, como el del Renacimiento Superior, no corresponde precisamen- te, como-ya lo indicamos, a nuestro moderno sen- tir, y precisamente sobre: las personas de mayor sensibilidad ejercerin mayor atractivo las obras sds problemiticas, no s6lo porque estin mis cer ‘anas:al mando ea que vivimos, sino porque una Si, como me mos nin, lidad astistica, por ott la visién

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