Las mujeres y la danza escénica.
Construccion de discursos
aay y practicas alternativas
a danza escénica ha significado
para las mujeres un espacio di
realizacién fuera del dmbito pri-
vado, y se valen de él para
desarrollarse integralmente. A
pesar de las codificaciones y
disciplinas corporales que impli-
ca esta préctica y la hacen ser, siempre estd
presente en ella el cuerpo viviente y pensante
‘como una alternativa de construccién plena del
ser humano en el hacer-sentir-pensar: es una
posibilidad de autoconocimiento, de autovalo
raci6n y de transgresién de los patrones domi-
nantes, y un medio para revolucionar el cuerpo.
AA diferencia de la tradicional y social, la
danza escénica (también Hamada teatral y de
concierto) implica una formacién académica y
disciplinaria que permite la construccién del
cuerpo fuerte, joven y bello, tiene vocacién
amtstica y cobra sentido en el escenario, ante la
mirada de los otros. Los aportes que las
mujeres hicieron a esta préctica en el pais
durante la primera mitad del siglo XX son
enormes; éllas han sido las protagonistas cen-
trales, las constructoras del campo y capital
dancisticos y quienes han logrado que se con-
solide como arte y profesidn. Si bien los
varones, desafiando prejuicios, han estado pre-
sentes en este proceso, las mujeres han partici-
pado en forma mayoritaria y definitiva
La historia de la danza es casi descono-
cida por su naturaleza efimera y su situacién
* Candidata 2 doctora en Ciencias Sociales de la
UAM-X, investigadora del Centro Nacional de
Investigacién, Documentacién ¢ Informacién de la
Danza del INBA,
Margarita Tortajada Quiroz*
subalterna en la cultura occidental; la recu=
peracién de sus creadoras permite un acer-
camiento a esa préctica y al significado que le
hhan dado en sus vidas. Al conocer la historia de
bailarinas y coredgrafas, otras mujeres pueden
reconocerse en ellas y sus luchas, y contribuir a
Ja construceiGn de una “cultura femenina”
diferente para alejarla de su condicién “silen:
ciosa o enmudecida al margen de la cultura
dominante.
1. Hacia La
PROFESIONALIZACION
En los primeros afios del siglo XX la danza
escénica en México, como en el resto del
mundo, vivia la Belle Epoque, caracterizada
por la comercializacidn dé las artes escénicas y
la creacién de nuevas formas que, junto con el
ballet, se refugiaron en el teatro musical y el de
variedades. Esas nuevas formas tenfan una
esttecha relacién con el proceso de liberali-
zacién del cuerpo que experimentaba el mundo
occidental y con la influeneia de los deportes
el jazz, las danzas negras y el “exotismo"”
La danza escénica producia novedades
continuamente, dej6 a un lado la exigencia de
rigor téenico, los bailarines varones fueron
objeto de burl; las bailarinas se convirtieron
en centro del especticulo, presentandose bellas
mujeres, lujosa y brevemente vestidas, para
lucir sus “encantos femeninos” (muchas ejeeu
tando las partes masculinas en travesti con
‘ajustados pantaloncitos y rellenos en las ma
lias) y cumpliendo con la condicién de ser
82“accesibles” al piblico masculino
En la primera década del siglo XX,
México conocié las nuevas tendencias dancisti
cas del mundo, que se “adaptaban” en el pais
por los y las bailarinas locales. El ballet, forma
disciplinaria por excelencia, se vio reducido a
“relleno” en los espectaculos, pero cont6 con la
presencia de dos importantes compaiiias ita-
Tianas en 1904 y 1905, cuyo mayor aporte
fueron las hermanas Adela, Linda y Amelia
Costa, quienes permanecieron en el pais y,
junto con Amalia Lepri, fueron las maestras
més importantes de la época,
Las demds formas dancisticas también
estuvieron presentes. La danza espafiola con
Pastora Imperio (1908); las danzas serpentinas
con su creadora Loie Fuller (1897) y sus imita-
doras; intérpretes nacionales y extranjeras de
danzas “modernas 0 internacionales”, danzas
‘excéntricas”, de Salomé y “exdticas’, éstas
Sltimas tuvieron én la rusa Lydia Rostow a su
in 1910 se inicié el movimiento armade
acompafiado de un nacionalismo febril; las
as se lanzaron a la recuperaciGn de
danza, musica, indumentaria y temas populares:
de revista fue uno de los espectaculos
tro
populares por sus didlogos agresivos
politicamente y su fuerza “sicaliptica”, produc:
to de las tiples-bailarinas. Las bailarinas més
destacadas de estos espectéculos “tanderiles
fueron las hermanas Pérez Caro, las hermanas
Arozamena, las hermanas Murillo y Eva Beliri,
ademas de las famosfsimas tiples, como Maria
Conesa y Celia Montalvan,
En las décadas de los afios diez y veinte
‘México fue visitado por un reducido numero de
solistas y compafifas; entre ellas estuvieron
Antonia Mereé “La Argentina” (1917 y 1920) y
Encarnacién Lépez “La Argentinita” (1921 y
1922), representantes de la danza espafiola; la
bailarina y violinista rusa Nora
Rouskaya (1918) y la espafiola
‘Tortola Valencia (1918), quienes
presentaron ballet, danzas de
Salome, prehispanicas, espafiolas
Para la danza académica el
acontecimiento mas importante
en esos afios fue la legada de la
Compaiiia de Bailes Clasicos de
Anna Pavlova (1919 y 1925),
idad
gran aceptacién; la "eximia baila:
rina’ cautiv6 a pUblico y prensa
por su belleza, téenica y expre-
sividad. Su mayor éxito fue La
fantasia mexicana (1919), diver
timiento en cuyo climax Pavlova
bailaba el Jarabe rapario, to que
cuyo repertorio y
exalt6 los
4nimos nacionalistas y el interés
caus6 gran conmoci
en la creaci6n de una danza
nacional “culta”, e impuls6 la
profesionalizacién de la danza,
Ademas de las hermanas
Costa habfa otras maestras y
maestros de ballet en el pais,
‘como los extranjeros madame
Stanislava Moll Potapovich
Carol Ad sky y Vitti
Rossi, adi las mexicanas
Carmen leonor Wallace
Estrella Mo a norteameri-
ana Lettie Carroll (1888-1964:
83 —— ~—
formada con Alexander Kotcherovsky y Martha
Graham, y establecida en México desde 1923
funds su compafiia (1927) con “damitas de la
mejor sociedad y de las colonias extranjeras” y
cre6 un repertorio comercial aunque no profe-
sional. De ahi surgirfan figuras de la danza
‘mexicana, como Rebeca Viamonte (1904-
1992), quien se convirtié en Yol Itzma, “la
danzarina de las leyendas”; fue maestra y
solista que creé estilizaciones de danzas prehis-
panicas en los treinta. También estilizaciones,
aunque orientales, fueron presentadas por solis-
tas extranjeras como Ta persa Armen Ohanian y
la usa Xenia Zarina
En 1930 la Opera Privé de Paris visits
México con brillantes intérpretes, algunos de
los cuales permanecieron en el pats; los més
importantes fueron los rusos Hipdlito Zybin y
Nina Shestakiva, Esta funds su Escuela de
Baile Clasico (1934) y desde 1936 se traslad6 a
Mérida, donde ha promovido una tradicién ba-
etistica. Zybin impuls6 la creacién de la
Escuela de Plastica Dinamica (1931) del
Departamento de Bellas Artes de la SEP,
primer intento oficial para constituir una
escuela profesional
MODERNIDAD Y TRADICION:
DANZA DE NELLIE Y GLORIA
CAMPOBELLO
En los afios treinta, cuarenta y cincuenta la
danza escénica mexicana irrumpié con gran
84
fuerza en el
panorama
cultural
dar el campo
daneistico, lo
mentalmente
fue fesultado
del trabajo de
Jas mujeres
En
1932, al calor
de las refor-
mas vascon.
celistas y del
apoyo de va-
rios artistas
burdcratas
culturales, se cre6 la Escuela de Danza
(después Escuela Nacional de Danza, END)
jetivo de consolidar una danza
nacional y original. El pintor Carlos Mérida fue
nombrado director y entre las maestras princi-
pales estuvieron las hermanas Nellie (Marfa
Francisca Luna 1900-2) y Gloria (Marfa
Soledad Luna 1911-1968) Campobello
Ambas se habfan iniciado en la danza
después de ver a la compafiia de Pavlova en
1925; formaron parte del Ballet Carroll
1929 iniciaron su trabajo de reelaboraciGn e
interpretacién de danzas mexicanas. Se inte-
graron a la SEP como maestras y participaron
en las Misiones y Brigadas Culturales siguien-
do el “llamado de la Revolucién”. Crearon
obras como el Ballet simbélico 30-30 (1931).
ballet de masas que expresaba “el dolor del
pueblo” y que utilizaba a la mujer como
vebiculo de transformacién social (la “virgen
roja" interpretada por Nellie Campobello). y
que en el cardenismo fue presentada en esta-
dios de todo el pafs. Seguirian otros ballets de
masas, como el Baller simbélico Simiente
Clarin y Barricada, asi como numerosas
recreaciones de danzas y leyendas tradi-
cionales, con los que conjuntaron la moder-
nidad y la tradicién en su danza.
En 1937 Nellie fue nombrada directora
de la END y permanecis en ese puesto casi cin-
cuenta afos, participando con su hermana
Gloria en la formacién de numerosas genera
ciones de bailarines y bailarinas, quienes se
enffentaron a problemas familiares y sociales
Por defender su vocacién. Aunada a esa labor
——Nellie Campobello se desarrollé en la literatu-
+a; publicé el libro de versos Yo! (1929), Ocho
poemas de mujer (1930), Cartucho (1931), Las
‘manos de Mamé (1937), Apuntes sobre la vida
militar de Francisco Villa (1940) y en coauto:
ria con su hermana Gloria, Ritmos indfgenas de
México (1940),
La propuesta estética de las Campobello
se transformé hasta inclinarse en definitiva
hacia el ballet clésico, como resultado de sus
intereses y las influencias recibidas. Con apoyo
oficial y de Martin Luis Guzmén y José
Clemente Orozco, fundaron el Ballet de la
Ciudad de México, que realizs tres importantes
temporadas en 1943, 1945 y 1947. Las
‘Campobello mantuvieron una propuesta
nacionalista, y sus obras retomaron elementos
de la cultura popular, pero sin los tintes revolu-
cionarios que habfan tenido sus ballets de
‘masas, Esttenaron obras como Umbral,
Alameda 1900, Fuensanta, Obertura republi-
cana, Pausa, Circo Orrin, Vespertina, Ixtepec
y Feria, y tepusieron otras como La siesta de
tun fauno, El espectro de ta rosa, Las silfides y
Giselle.
Muchas bailarinas participaron en esa
compaiifa, como Armida Herrera, Estela
Trueba, Carolina del Valle, Gloria Albet,
Socorro Bastida, Bertha Hidalgo, Gloria
Mestre, Marfa Roldan, Sonia Castefieda, Lupe
Serrano y Laura Urdapilleta, s6lo por citar a
algunas de las bailarinas que ahi participaron y
gue siguen activas dentro de la danza.
Después de la temporada de 1947 el
Ballet de la Ciudad de México casi desapare-
i6, las Campobello se refugiaron en la END y
4quedaron aisladas del resto del campo dancisti
£0 y los proyectos culturales oficiales. Después
de la muerte de Gloria, Nellie sostuvo varios
cenfrentamientos para continuar a la cabeza de
la escuela, hasta que en 1983 empezs su histo-
ria de terror al ser secuestrada; luego de
umerosos trémites legales fue presentada ante
tun juzgado en enero de 1985 y ésa fue la tilti-
mma vez que aparecié en publico; era una Nellie
avejentada que hablaba incoherentemente y
‘euyo paradero nadie conoce.
NUEVAS FORMAS Y LENGUAJES DE
WALDEEN Y ANNA SOKOLOW
Las otras pioneras de la danza mexicana son
dos coreégrafas norteamericanas, Waldeen
(1913-1993) y Anna Sokolow (1910), que tra-
jeron al pais ia danza moderna en 1939. En el
‘momento del florecimiento cultural y combati-
vidad politica del cardenismo, bajo su influen-
cia decisiva, se gest6 ese nuevo movimiento
dancistico que utiliz6 un discurso que revolu-
cionaba a la danza misma en su forma, técnica
y concepcidn creativa, Ambas, como sucedi6
con las Campobello, contaron con el apoyo de
un equipo de artistas consolidados que impul-
saron la nueva corriente que, en tanto proyecto
alterno, artistico y politico, significé un
enfrentamiento con la corriente que encabeza-
ban las Campobello.
Waldeen (de la tradicién alemana de la
danza moderna) y Sokolow (de la norteameri-
cana) ensefiaron a sus alumnas a conocer y
reconocerse en su pais, en sus artistas y en Su
arte popular, La generacién que ellas formaron
hizo de la danza su razén de vida y tuyo el
valor de plantear una nueva propuesta estética
yy social de la danza, y de enfrentarse al rechazo
familiar y social. Las “waldeenas” y “sokolo-
vas" mostraron gran fiermeza en su vocacién y
la defendieron, manteniéndose en la danza a
través de décadas como una generacion de
aguerridas bailarinas que descubrié la danza
‘moderna y la hizo suya, Con su danza, ayu-
dacon a establecer una nueva imagen de las.
mujeres y sus movimientos corporales; era un
intento (quizé no consciente) de romper con los.
Patrones que el patriarcado y sus cénones de
belleza habian determinado: por eso, al igual
que en la primera etapa de las Campobello, su
danza fue seflalada como “viril”
En 1940 Sokolow cre6 varias obras con
su grupo mexicano, como Don Lindo de
Almeria, Los pies de pluma, Entre sombras
anda el fuego, La madrugada del panadero,
Antfgona, Lluvia de toros y El renacuajo
paseador. Algunas de las sokolovas originales
Y que tuvieron gran peso en la danza fueron
‘Ana Mérida, Rosa Reyna, Martha Bracho,
Raquel Gutiérrez y Carmen Gutiérrez.
A pesar de los intentos anteriores, como
los de las Campobello y las estilizaciones del
grupo Interpretaciones Aztecas y Mayas (1935)
y el Ballet Mexicano de Sergio Franco y
‘Magda Montoya (1938 y 1939), fue con
Waldeen que se inicié la danza modema
nacionalista. Su repertorio estrenado en 1940
incluy6 la obra La Coronela (ademas de Seis
danzas cldsicas, Danza de las fuerzas nuevas y
Procesionall) que se considera un parteaguas en
Ja danza mexicana, y ademds plante6 la recu-
85.peracién de la mujer como centro de la historia
y princi social de la lucha armada. Las
waldeenas que participaron de ese movimiento
fueron Guillermina Bravo, Josefina Lavalle,
Lourdes Campos, Dina Torregrosa y otras més.
En el siguiente sexenio (1940-1946) la
danza moderna fue marginada y el apoyo o!
cial lo recibis la corriente del ballet clisico; sin
embargo, waldeenas y sokolovas continuaron
trabajando, a pesar de que sus maestras regre-
saron a Estados Unidos.
LA PRIMERA GENERACION:
POR UNA BUSQUEDA PROPIA
La primera generaciGn de bailarinas mexicanas
de danza moderna aprendié la leccién de sus
rmaestras y tom6 su propio camino para consti-
tuirse como sujetos creativos y desarrollar sus
propuestas artisticas. Waldeenas y sokolovas,
formadas inicialmente dentro de la END,
optaron por la danza moderna y. a partir de
ésta, se hicieron del capital dancistico y de las
instituciones para expresarse y desarrollar su
‘campo profesional. Realizaron su labor en fun:
cciGn de sus intereses y necesidades expresivas
ye al mismo tiempo, permitieron que la danza
eseénica
avanzara
hhacia el
recono-
cimiento
social
Con
Ja partida de
Waldeen en
1946,
Guillermina
Bravo (1920)
tom6 el lide-
razgoe
invit6 a Ana
Mérida
(1924-1991)
a conformar
el Ballet
Waldeen,
que ese afio
se presenté
con las
primeras
de Bravo (Sonata No. 7 y Danza de amor) y
Mérida (Negro heaven o El paraiso de los
negros). Ello les valié la invitacién de Carlos
Chavez a incorporarse al flamante Instituto
Nacional de Bellas Artes (INBA) que dirigia, y
fundar la Academia de la Danza Mexicana
(ADM febrero de 1947). Esta se constituy6
‘como una compaffa profesional cuyo fin era la
creaciGn y experimentacién de una danza origi-
nal; Bravo fue nombrada directora, Mérida sub
directora y sus integrantes fueron Evelia
Beristain, Josefina Lavalle, Beatriz Flores, Lin
Duriin, Grishka Holguin, Gabriel Houbard,
Abel Almazin y Miguel Corcega.
En diciembre de 1947 se dieron los
primeros frutos de esa compaiia: El zanate y
Preludios y fugas de Bravo; Balada del pdjaro
y' las donceitas 0 Danza del amor y la muerte y
Dia de difuntos 0 El triunfo del bien sobre el
‘mal de Mérida; Sonatas de Amalia Hernandez
(recién incorporada a la ADM); y Suite proven-
zal de Lavalle. Nuevas bailarinas se habran
integrado, como Gloria Mestre, Dina
Torregrosa, Helena Jordan, Elena Noriega, Eva
Robledo y Aurea Vargas.
Las diferencias politicas y artisticas se
agudizaron al interior de la ADM. Mientras
Bravo pugnaba por una danza con compromiso
social y fines politicos, Mérida creia en una
danza formalista, Ademds, Bravo rechazaba la
injerencia de Chavez y artistas colaboradores,
quienes imponfan sus criterios artisticas. En
1948 Bravo se separé y fund6 su propia com-
pafifa, el Ballet Nacional de México (BNM), lo
cual le ha permitido desarrollarse como artista
y ha impulsado la profesionalizacion de la
danza, Desde el primer momento la compaiia
enfrents serias dificultades, principalmente
econdmicas, que ha sabido sortear a lo largo de
cinco décadas de trabajo. Consider su trabajo
como una misién social, de solidaridad y servi
cio al pueblo, por lo que durante tos aos cin-
cuenta recorrieron numerosos poblados del
pais, incluyendo comunidades indigenas.
En 1950 Bravo estrené su ballet de
masas Fuerza motriz; en 1951 Recuerdo a
Zapata; en 1952 La conguista del agua
Alturas de Machu Pichu y Guernica; a la que
seguirfan muchas mas, mostrando su constante
{ransformacién como creadora hasta la actuali-
dad.
Al quedarse a la cabeza de la ADM
‘Ana Mérida invité a Anna Sokolow, quien for-
talecié a la compafiia y auspicié la entrada de
las sokolovas. En 1949 se estrenaron nuevas
86obras, como Sinfonia india rente y adecuado a las necesidades de la época,
Hernandez; La bal la que acabé siendo considerado como arte of
Norte de Mérida; Suite de Rosa Reyna al. De nueva cuenta la promotora era una
Martha Bracho; Danza fiinebre de Beatriz rnujer, Amalia Herndndez, quien tambié
Flores; y Fecundidad y Don Juan de Guillermo abi nculado del medio oficial y de ma.
Keys. Poco después, Mérida funds su propio 1 independiente y con Je la televisora
grupo al interior de la ADM, el Grupo mexicana haba formado su propia compaiia
Experimental, también en busqueda de ue después tomarfa el nombre de Balle
autonomfa. Folklérico de Mexi
E] punto culminante de la danza moder A lo largo de la primera mitad del sigh
na nacionalista mexicana coincidié con la f XX, cuando se consolidé el campo dan
sencia de Miguel Covarrubias en la jefatura del mexicano las mujeres fueron duefias de su
Departamento de Danza del INBA (1950: danza y sus agentes impulsores y ereadore:
1952). Logr6 conjuntar esfuerzos de los y la Las figuras clave por su fuerza y alcances, su
artistas de la danza, olvidndose de las rival trabajo y propuestas artisticas innovadora
dades y contando con el apoyo de maestros y porque crearon el trabajo artistico mas repre
coréografos como José Limén y Xa entativo, sustentaron mayor poder y
Francis. Producto del trabajo fueron I encabezaron las corrientes antagGnicas fueron
nos La manda, La mufieca Pastillita y La Nellie y Gloria Campobello, Anna Sokolow
del Yori de Rosa Reyna; Tierra y El invisible Waldeen, Guillermina Bravo, Ana Mérida y
de Elena Noriega; Huapango de Beatriz Flore Amalia Hernéndez. Junto con sus contem:
y La valse de Raquel Gutiérrez, entre otros. pordineas expresaron con sus vidas y su danza
Por otro lado, dentro de la danza escéni la experiencia, lucha y contradicciones dk
ca mexicana se gestaba otra propuesta, la danza muchas mujeres, escaparon de la marginalidad
foleldrica, que también se defini como y elaboraron sus propios discursos que siguen
nacionalista pero acorde con un concepto dife vos en cada cuerpo que baila en este pais. by
Orden de Suscripcion
Deen CU eure ae em
Amsterdam # 223-2, Col. Hipédromo, C.P. 06100 M
Tel.: 564°99¢51 Fax: 564°60°50
Nombre:
(Name) ea ree
Direccion:
(Address) ene
Colonia: _ sof atale he
Cédigo Postal:___
(Zip Code)
Adjunto Giro Postal No. por la cantidad de N$ 100.00 por un afio de
suscripcién a la revista fem. : § 60 USD para suscripciones en el Continente Americano
$72 USD Europa
$ 84 USD Resto del mundo