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¿Cómo podemos cuidar nuestra identidad digital y nuestro equipo cuando nos

conectamos a Internet?

1. Constata la política de privacidad: lleva a cabo la configuración de todas las


opciones de privacidad de tus perfiles, tanto en redes sociales como en herramientas
empresariales.

De este modo, el individuo puede decidir quién tiene acceso a su información y en qué
nivel, lo que reduce las posibilidades de que alguien no autorizado tenga acceso a su
información privada.

Como consejo, es recomendable que antes de inscribirte en un sitio, revises de forma


exhaustiva cuáles son sus políticas de seguridad, ya que, en algunas ocasiones, aunque
elimines el contenido, la información no desaparece de los servidores.

2. Navega por sitios web que sean seguros: Como usuario debes estar atento de las
políticas de privacidad y del nivel de seguridad que brinda un sitio, especialmente cuando
solicita datos personales.

Como dato importante, debes saber que la indicación "https" es una muestra de que se
trata de una conexión segura, la cual está protegida por una tecnología encriptada.

Esta característica significa que los ciberdelincuentes tendrán más dificultad para acceder
a tu información personal, en caso de que lo intenten.

3. Utiliza contraseñas seguras: La contraseña es el primer eslabón que cómo proteger


la identidad digital, por lo que es indispensable que siempre coloques dispositivos de
seguridad seguros, para evitar ser víctima de ciberataques.

La recomendación es que siempre tenga un número mayor a seis caracteres y que, en la


medida de lo posible, esté compuesta por algún carácter especial, por ejemplo, un guion,
letra mayúscula o símbolo.

Asimismo, se recomienda tener una contraseña diferente en cada cuenta de red social o
correo electrónico. Muchas empresas recomiendan a sus colaboradores actualizar sus
contraseñas cada periodo de tiempo, que va desde dos meses hasta medio año.

4. Actualiza el software de forma regular: Uno de los métodos infalibles de cómo


puedes proteger la identidad digital es la actualización del software de seguridad de forma
regular.

Y, es que los virus aparecen todos los días de forma imparable, por lo que, si no
actualizas constantemente el software de protección, corres mayor riesgo de un
ciberataque. En todo caso, muchos programas tienen la opción de hacer una
actualización automática.

También puedes instalar nuevas versiones del programa, que normalmente incluyen
rectificaciones con el fin de incrementar los niveles de seguridad y proteger contra nuevas
amenazas.
5. Usa conexiones inalámbricas protegidas: Entre las opciones más efectivas de cómo
puedes proteger tu identidad digital está el uso de redes inalámbricas protegidas.

Normalmente, las personas suelen usar redes inalámbricas de sitios públicos, ya que
ofrecen este servicio de manera gratuita. Sin embargo, esto suele ser un error, que
equivale a dejar tus datos al aire, expuestos a terceros que tienen la posibilidad de
infectar tus dispositivos o robar tu información confidencial.

Frente a ello, es recomendable que te conectes únicamente a redes que sean seguras, es
decir, aquellas con cifrado WPA o WEP. ¡Esto es especialmente importante si estás
trabajando desde tu correo electrónico empresarial!

Ahora bien, si tomas la decisión de establecer conexión con una red pública, es
importante que te asegures de que navegarás solo en sitios seguros, así como de
emplear aplicaciones verificadas.

Si visitas un sitio inseguro, corres el riesgo de que un sniffer —un programa que registra
toda la información que mandan los dispositivos móviles—, detecte ese tráfico y se haga
de la propiedad de tus contraseñas.

Un ejemplo de delito informático es la suplantación de identidad.

La suplantación de identidad digital ocurre cuando alguna persona se apropia de tu


nombre en la web y utiliza tu información para cometer actos en tu nombre, los cuales
pueden implicar delitos como extorsiones y chantajes. El phishing es como un anzuelo en
el que la carnada es el mensaje en el que se piden datos. Si lo haces, supuestamente vas
a recibir un beneficio. Imagínate entonces si las contraseñas de tus redes sociales son
robadas o la de tu correo electrónico, cuenta bancaria u otras aplicaciones en las que
tienes documentos, fotos o dinero. Esto te quita por completo la tranquilidad y vulnera tu
bienestar.

Para evitarlo debes hacer lo siguiente:

a) No respondas correos electrónicos en los que te soliciten datos personales.

b) No abras archivos adjuntos de correos electrónicos maliciosos, ya que los mismos


son virus.

c) No compartas tus contraseñas y busca que las que tienes sean complejas, no
predecibles y que mezclen distintos caracteres.

d) No des información por teléfono ni de manera presencial sin tener precaución.

e) Verifica que el enlace de cualquier sitio web sea el correcto (el oficial) antes de
navegar en él o dejar tus datos. Los ciberdelincuentes pueden crear URL muy
parecidas a las reales confiando en que las personas no verán el nombre en
detalle. Por ejemplo: www.banco.com puede ser el sitio real, pero el
ciberdelincuentes creó www.banco1.com. Lo que quiere es robar la información de
las personas por medio de la suplantación, es decir, el phishing.
f) Actualiza el navegador y haz una limpieza del historial, las cookies y el caché con
frecuencia.

g) No abras tu correo electrónico o ingreses al portal de tu cuenta bancaria en


celulares o computadores que no te pertenezcan. Podría haber programas
instalados que guarden los datos para que alguien después los use de forma
maliciosa.

h) No dejes sesiones abiertas en el computador o celular. Te los podrían robar y los


ciberdelincuentes entrar a tus cuentas con facilidad.

i) Denuncia por medio del sitio web de la Policía Nacional cualquier delito informático
del que seas víctima y alerta a tus seres queridos sobre cualquier intento de
phishing del que seas víctima para que ellos ni nadie más “caiga”.

¿Qué es la identidad digital? La identidad digital es un término equivalente a la


identidad física pero en internet. Se compone de un conjunto avanzado de datos
que incluyen direcciones de correo electrónico, teléfonos, fotografías, información
bancaria, preferencias de compra, entre muchos más.

Toda la información que proporcionas en la web deja atrás estos datos sensibles
que pueden originar la suplantación de tu identidad.

¿Cuándo se produce la suplantación de identidad digital?

Empleados y ejecutivos de grandes compañías han sido víctimas de este


fenómeno a raíz de brechas de seguridad en las que los ciberdelincuentes
acceden a sus servidores para robar información confidencial de la empresa.

Para proteger tu identidad en línea, muchos servicios y páginas web tienen


avanzadas formas de autenticación, es decir, de demostrar tu identidad.

Las contraseñas son las formas más conocidas, sin embargo, debido al aumento
en el número de ciberataques y robo de identidades digitales, estos sistemas se
han vuelto más complejos; especialmente cuando se trata de procesos
administrativos y empresariales.

¿Cómo puedes proteger la identidad digital? Ahora te preguntarás, ¿qué se puede


hacer para prevenir estos casos?

A continuación te damos 5 recomendaciones que puedes emplear con la finalidad


de proteger tu identidad desde el punto de vista digital y asegurar tanto tu
información personal como la de tu organización.
Herramientas electrónicas que garantizan la protección de identidad En las
empresas, cobra especial relevancia la autenticación de identidad en procesos
que conllevan la formalización de acuerdos. Para esto, la la firma electrónica es
una solución que agrega capas de seguridad cuando se firma documentos.

Aunque la solución de firma electrónica no es una solución de seguridad, este tipo


de herramienta agrega múltiples niveles de protección para hacer que las
transacciones sean siempre muy seguras. 

Para garantizar un alto nivel de protección, las firmas electrónicas  brindan


características como: 

están vinculadas al firmante de manera exclusiva y permiten su identificación; son


creadas a partir de los datos que el firmante puede usar bajo su único control;
están vinculadas con el documento firmado de modo que pueda detectarse
cualquier modificación posterior. Además, estas soluciones requieren que los
firmantes autentifiquen y verifiquen su identidad previo a la firma del documento.
Después se genera un certificado digital que atestigua la identidad del firmante y lo
vincula al documento firmado.

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