Professional Documents
Culture Documents
Proteccion Contra Incendios
Proteccion Contra Incendios
• Introducción:
Tramitaciones administrativas:
Las mismas no son taxativas, y siempre dependen del proyecto como tal, y suponen
genéricamente:
1. Municipalidad y/o Comuna (Ordenanza vigente si hubiere).
1
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Protección Pasiva:
Protección Preventiva:
1. Análisis de los servicios de agua, electricidad, gas, cloacas, desagües pluviales, etc..
2. Recomendaciones para su instalación, distribución, etc..
Programa de mantenimiento:
a. Rutina de chequeos.
b. Recambio de material vencido.
c. Alarmas y prácticas de evacuación.
2
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Detección:
a. Sistemas automáticos.
b. Mixtos (automáticos y manuales).
c. Manuales (que suponen personal de vigilancia).
d. Recorridas de punto fijo (personal de seguridad).
e. Sistemas combinados (avisadores y extintores).
Protección Activa:
Por todo lo expuesto, se impone destacar que “el mejor proyecto contra incendios es el
que nace con el edificio”.
En este caso se debe analizar la relación que exista entre el riesgo del objeto u objetivo
y los medios que utilizaremos para protegerlo, es decir, se establecerá la proporcionalidad de la
rama pasiva o estructural y la preventiva o prevención, en relación con la rama activa o
extinción. En especial se tendrá en cuenta:
3
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
! Utilizar datos estadísticos de inspecciones. Esto resulta siempre útil tanto sea por los
datos que uno consiga de inspecciones o auditorias, como así también lo que nos pueda
aportar Bomberos de la zona.
! Del Dcto. 351/79, ver los artículos 183, 184, 185, 186 y 187.
! La Cámara Aseguradora, en 1977 fijó para el mantenimiento y control lo siguiente: Pto.
6: “aprobación del cuerpo y mantenimiento del mismo, quedando anulada la aprobación
si se verifica la ineficiencia del servicio”. En el capítulo 7 de generalidades fija para
matafuegos hasta el año 1973 certificación IRAM, y después del ´73 sello IRAM o
certificación LEMIT de la Provincia de Bs. As..
! En el ámbito municipal santafesino no hay nada al respecto, como por ejemplo lo
observado en la ordenanza 40.473 de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, de fecha
11/01/85, en donde se exige registro de fabricante, separadores y cargas de equipos
contra incendio. La Ordenanza 36.973/81 (Código de Edificación de la Ciudad Autónoma
de Bs. As.) en el apartado de Protección contra incendios reglamenta la distribución
adecuada de matafuegos con la reglamentación respectiva de multas por el
incumplimiento del mismo.
! Responsabilidades Penales. (Art. 84 CPN) – homicidio – “será reprimido con prisión de 6
meses a 3 años, o por inhabilitación especial de 5 a 10 años al que por imprudencia,
4
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
5
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Llamaremos conexión directa a aquel sistema de agua contra incendio que proteja un
edificio, cuando dicho sistema sea alimentado directamente a la red general de agua corriente.
Este sistema de alimentación tiene la ventaja de que prácticamente no tendrá limitación
de uso, pero por el contrario posee la ventaja de que debido a la mala calidad de las cañerías
de la ciudad y el alto consumo que la población realiza, no nos permite contar con la presión
suficiente para combatir un incendio que se ubique por encima de una planta baja.
Para diseñar una instalación con este tipo de alimentación, primero se deberá
establecer la presión que normalmente exista en la zona. Dicha presión se podrá determinar
estática o dinámicamente.
Estáticamente se realiza colocando un manómetro directamente sobre la red, y a la
cifra leída se le deberá restar el 50%. La medición dinámica se realiza mediante una provista
de tubo “pitot” y manómetro que permite leer la presión de la red mientras se arroja agua con
la citada lanza (ésta se acopla a la red con una manga de 5 m).
6
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Este sistema tiene la ventaja de que además de conocer la presión práctica de trabajo
nos permite a la vez verificar la misma con la prueba de alcance de chorro de la misma lanza.
En cualquiera de estas dos mediciones se deberá tener en cuenta las horas pico y la época
estacional del año, por lo que es conveniente hacer mediciones y luego hacer el promedio. En
función de estas pruebas podemos saber si podremos alimentar un sistema con servicio de
protección por conexión directa o debemos recurrir a otro sistema que nos garantice el
suministro de agua necesario. Este sistema es por lo general más conveniente cuando se trate
de proteger desde el primer subsuelo hacia abajo.
La instalación de un sistema alimentado por conexión directa está conformado por los
siguientes elementos:
Vista en corte
Llave N° 1
Llave de paso
Cañería de Hierro Galvanizado Planta Baja Cota 0
Conexión a Red de
Agua Corriente ∅ 0,076 m
Llave N° 2
∅ 0,064 m
1° Subsuelo
Llave N° 3
2° Subsuelo
1. podrá ser exclusivo para incendio o mixto, para incendio y consumo familiar.
2. su ubicación y altura serán determinadas por los reglamentos a fin de que tenga una
presión de trabajo suficiente.
3. cuando su altura, por cualquier circunstancia, no sea suficiente, y para proveer presión
adecuada a los hidrantes más cercanos, se agregará un Equipo HidroNeumático
(E.H.N.).
4. será alimentado a través de un tanque de bombeo desde planta baja.
5. en edificios de más de 50 metros de altura, se agregará un tanque ruptor de presión en
la parte media del mismo.
6. la instalación se complementará con las cañerías de bajado de distribución con las
llaves exclusas y las válvulas de retención correspondientes juntamente con los
establecimientos fijos en los lugares que correspondan.
Cálculo de Volumen.
Para calcular el volumen “V” para el tanque de reserva para incendio, se puede utilizar
las siguientes reglamentaciones:
1. Reglamento Municipal.
2. Reglamento de Cámara de Aseguradores.
3. Reglamento interno de la Superintendencia de Bomberos.
La Ordenanza Municipal prevé que el cálculo será a razón de 10 litros de agua por
metro cuadrado de superficie de piso con un mínimo de 10.000 litros (10 metros cúbicos) y un
máximo de 40.000 litros (40 m3 ) por cada 1.000 m2. Cuando exceda esta superficie se deberá
aumentar la reserva en 4 litros/m2, incrementado hasta un máximo de 80.000 litros (80 m3). Es
decir:
Aclaración: por voluntad del propietario, se pueden superar estas cantidades. Las mismas no
incluyen la reserva de sanitarios ni rociadores y pueden estar contenidas en distintos tanques
no inferiores a 20 metros cúbicos cada uno.
8
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Para más de 38 metros de altura, le corresponden 10.000 litros como mínimo. Si tiene
garage se le suman 5000 litros más. Si tiene oficinas se le agregan 5000 litros. Si la superficie
de piso es superior a los 600 metros cuadrados, se le agregan 5000 litros más. Si supera los 50
metros y hasta 70 metros de altura, 5000 litros más. Si supera los 70 metros de altura se le
suman 5000 litros. En la mayor parte de los casos, la reserva de incendios exclusiva no
superará los 40.000 litros, pero en función de la cantidad de metros cuadrados de esta torre, le
hubiera correspondido el máximo de 80.000 litros. Quiere decir, que la reserva exclusiva de
incendios será de 40.000 litros, y el tanque estará colocado a una altura de 6,20 metros
medidos desde el piso del último nivel a la base del tanque propiamente dicho. Se exige un
diámetro de boca de salida 45 mm en todos los casos.
En algunos casos, como la cantidad de agua de acuerdo al reglamento municipal se
hace muy grande para el riesgo del edificio, se aplica la forma de la reserva exclusiva, es decir,
que dentro de la reserva de incendio se toma una reserva exclusiva, que no puede ser
empleada en otro fin mientras que el resto puede ser compartido con la reserva de rociadores
y sanitarios. Por ejemplo: en un edificio en torre cuyo cálculo de reserva de agua arroje un
valor de 80.000 litros, se utilizan 40.000 litros de reserva exclusiva de incendio, los otros
40.000 restantes se comparten con rociadores y sanitarios.
9
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Tanque elevado
Reserva sanitarios
Reserva I.R.A.
Reserva incendio
V.L. V.L.
LL.P. LL.P.
V.R.
Descarga a Rociadores
Llave N° 1
A servicio sanitarios
Llave N° 2
Sube bombeo
Llave N° 3
Características y Funcionamiento:
En todo sistema donde no se puede contar con presión suficiente de agua para un
correcto accionar del chorro, se debe recurrir a equipos complementarios que corrijan esa
deficiencia. Dicho rol puede ser cumplido por bombas que según sus diferentes concepciones
presuricen la vena líquida de acuerdo a las exigencias requeridas. Este es el caso del E.H.N.,
donde una bomba impulsora del tipo centrífuga cumple ese rol. El sistema se complementa con
un recipiente donde se aloja agua comprimida neumáticamente por la misma bomba. Dicha
particularidad tiene la ventaja que el hidrante alimentado por el E.H.N. siempre contará con
agua, aún si existiese un corte de energía eléctrica, es decir, que cuando se abre un hidrante
alimentado por un E.H.N. de inmediato saldrá el agua contenida en el recipiente cuya
capacidad no podrá ser nunca inferior a los 1500 litros. El agua estará impulsada por acción del
aire comprimido en la parte superior del recipiente; así, al establecerse un flujo de consumo
que disminuya la presión del sistema, un presostato conveniente ubicado pondrá en marcha la
bomba que impulsará toda el agua que sea necesaria desde el tanque de reserva.
10
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Nivel
Tanque elevado
Entrada hombre
Reserva sanitarios
Reserva incendio Válvula de limpieza
V.L. V.L. Bomba
LL.P. LL.P.
Válvula de seguridad
Filtro V.R.
h mín. base del tanque 6,20 m
Esclusa
V.R.
Descarga sanitario
Llave N° 1
A servicio sanitarios
Llave N° 2
Llave N° 3
Vista en corte
Sistema de utilización:
Este sistema es utilizado en algunos edificios ya existentes, cuando por razones de
cálculo estructural no permiten sostener en su parte superior una gran cantidad de peso que
supone la construcción de un estanque al que debe sumársele el peso de un mínimo de 10.000
litros (equivalen a kilos por ser su densidad 1).
trabajo en régimen de incendio por gravedad, y con un volumen tal, que hasta resultaría
absurdo desde la óptica del sentido común. Por las mismas razones de presión y caudal,
resultaría imposible la colocación de un E.H.N.; y es por ello que se debe recalar en este
sistema, que es novedoso desde el punto de vista de los reglamentos ya que ninguno lo
menciona en forma explícita, sólo el punto E-1 de las condiciones de Extinción de la Ordenanza
Municipal, como en el Decreto Reglamentario 351/79; se deja “in fine” lo siguiente: “o
cualquier otro dispositivo que a juicio de la autoridad competente (Bomberos Zapadores en la
Ordenanza) permitan cumplir lo estipulado en la presente”.
• Boca de impulsión.
12
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
impulsar el líquido elemento hacia el piso de que se trate, donde otro bombero habrá
desplegado el kit del establecimiento fijo y atacará el incendio sin tanto despliegue de
mangueras, y podrá hacerlo abastecido de esta forma una vez que haya agotado la reserva del
tanque. (ver diagrama mixto).
13
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Telemanómetro
Manómetro Presostato
Nivel
Tanque elevado
Entrada hombre
Reserva sanitarios
Reserva incendio Válvula de limpieza
V.L. V.L. Bomba
LL.P. LL.P.
Válvula de seguridad
Filtro V.R.
h mín. base del tanque 6,20 m
Esclusa
V.R.
Descarga sanitario
Llave N° 1
A servicio sanitarios
Llave N° 2
Llave N° 3
Sube bombeo
Tanque ruptor
Llave N° 4 de presión.
Cap. 1000 lts.
V.R. V.L. LL.P.
h mín. 6,20 m
Llave N° 5
Llave N° 6
Boca de impulsión
Llave N° 8
LL.P
V.L. Bombas elevadoras Subsuelo
Tanque de bombeo
14
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
ROCIADORES AUTOMÁTICOS.
Tienen su génesis desde mediados del siglo XIX. Son sistemas de Protección contra
incendios que tienen la particularidad de: detectar el incendio; dar la alarma y extinguirlo.
Tienen por ventaja sobre otros métodos de Protección contra Incendios, que solo
actúan sobre la zona donde se inicia y detecta el incendio. La rapidez de descarga de agua que
se produce cuando se activa el sistema, protege con efectividad contra los efectos del fuego,
tanto a los elementos constructivos como a los materiales existentes en un sector de incendio.
Para conseguir el mismo efecto, el agua que consume un sistema de rociadores es
menor que la cantidad de agua consumida por las llaves de incendio instaladas.
Por otro lado, cada vez con mayor frecuencia se construyen edificios de grandes
dimensiones y de gran altura en los que, en caso de producirse un incendio, es imposible
acceder en toda su extensión con el agua lanzada desde llaves de incendios instaladas o Bocas
de Incendio Equipadas (BIE), mientras que es posible obtener ese resultado a través de una
instalación de rociadores automáticos. Por otro lado el calor y las espesas formaciones de
humo producidas por un incendio suelen impedir el normal desenvolvimiento de los cuarteles
de bomberos o las brigadas de incendio internas, en tanto los rociadores siempre actúan bajo
esas condiciones adversas.
Las instalaciones de rociadores automáticos permiten la utilización de materiales
constructivos de menor resistencia al fuego, posibilitando además, la existencia de mayores
sectores de incendio y una menor distancia entre edificaciones próximas. Además, las
estadísticas de siniestros demuestran una disminución constante del valor medio de los daños
producidos en siniestros de incendio a medida que aumentan las instalaciones de rociadores
automáticos. Estas instalaciones no solo permiten la reducción de los daños materiales que se
pueden producir en un sector de incendio incendiado, sino que fundamentalmente evitan
prolongados tiempos de paralización de los procesos productivos, al controlar el incendio en el
local protegido, circunscribiéndolo a superficies reducidas. Ambos hechos han llevado a que
numerosas empresas hayan optado por este tipo de protección, no solo por una cuestión
netamente reglamentaria, sino porque han evidenciado la relación costo-beneficio que su
instalación conlleva de cara al riesgo existente.
Pero los sistema de rociadores automáticos también son importantes en la protección
de las vidas humanas durante los incendios de locales públicos y viviendas, al solaparse en un
mismo sistema la detección y el control de un incendio. Se ha demostrado que un rociador
actúa con efectividad antes que se almacenen niveles peligrosos de humos, gases tóxicos y
calor, y en todo caso, el agua proyectada desde estos sistemas, disminuye su efecto nocivo.
También se ha comprobado, en contra de lo que se pensaba, que un buen
funcionamiento del sistema de rociadores es compatible con un efectivo sistema de evacuación
de humos.
Para obtener todas las ventajas de las instalaciones de rociadores automáticos de
agua, antes indicadas, es necesario que todos los componentes de éstas, así como el sistema
en su conjunto, sean sometidos a todas las pruebas necesarias para su aprobación u
homologación, así como a un permanente y correcto mantenimiento y constante verificación.
Por todo ello decimos que es el sistema más completo en lo que refiere a la protección
activa, sumado a lo cual la gran mayoría de estos sistemas funcionan con agua, con lo que le
confiere a su funcionamiento un bajo costo.
15
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Funcionamiento:
Cuando el calor del aire que circunda al rociador alcance la temperatura a la que fue
graduado el elemento fusible, se producirá la fusión o rotura de éste, según lo fuere metálico o
de ampolla, lo que permitirá liberar automáticamente los elementos de cierre, haciendo que el
agua fluya por el orificio de descarga sin obstrucción alguna.
La apertura del orificio de descarga del rociador permitirá la salida del agua, la que al
golpear contra el deflector, se dispersará en forma de lluvia sobre el foco del fuego.
Al correr el agua dentro de las cañerías, por acción de uno o más rociadores en caso
de declararse un incendio o haber sufrido la rotura alguna pieza integrante de la instalación,
automáticamente sonará la alarma, dando inmediato aviso de lo que está ocurriendo.
Una válvula de cierre principal, colocada a la entrada de la cañería de la IRA, que
empalma con la red general, permite cortar el agua, luego de haberse comprobado que el
fuego ha sido extinguido, o que la alarma fue accionada por rotura producida en la instalación.
16
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Conservación:
El propietario del inmueble donde se halla instalada una IRA será el responsable de su
conservación y mantenimiento, independientemente de tener una Empresa contratada para
ello.
Las cañerías integrantes de la instalación no deberán ser usadas en ninguna forma
para colgar de ellas adminículo alguno.
Cuando se instales cañerías con hierro sin protección anticorrosiva, deberán ser
protegidos con dos manos de pintura anticorrosiva, poniendo especial atención en no tocar con
la misma los fusibles del rociador, pues al hacerlo puede en su momento retardar la apertura
del mismo.
Todas las válvulas deberán tener su prensa estopa bien apretada, a fin de evitar
goteos, y sus vástagos engrasados convenientemente.
Deberá cuidarse de que ningún rociador sea bloqueado por cualquier artefacto de luz o
nueva pared o tabique, puesto que puede ser afectada su buena distribución de agua en caso
de incendio.
Características:
Pruebas:
admitiéndose una tolerancia en más o menos de 3°C. Para ello, bastará que el rociador
esté montado en una cañería bajo un techo y se adicione un pirómetro que indique la
temperatura junto al rociador.
Otro medio de prueba sería sumergir la cabeza rociadora en el interior de un recipiente
con agua juntamente con un termómetro, sin que estos apoyen en el fondo. Mediante un
mechero se producirá la elevación de temperatura del líquido hasta alcanzar los valores
previstos para el tipo de fusible.
Dentro de los 60 segundos posteriores al límite de las pruebas de temperaturas
prefijadas, deberá producirse la apertura del rociador.
Sprinkler.
Elemento termosensible
Obturador
Figura 1
Tipos de rociadores.
1.1. Elemento fusible: cuya parte termosensible está constituida por una
aleación eutéctica de metales de bajo punto de fusión (Bs, Pb, Sn, Cd, Ag,
Sb).
1.2. Ampolla de vidrio: cuyo interior contiene un líquido de alto coeficiente de
dilatación (alcohol, cetona, etc.) y una pequeña burbuja de aire.
18
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Debido a las diferentes necesidades de agua para la protección de las distintas clases
de riesgos, existen cabezas rociadoras de diferentes diámetros, siendo los únicos admitidos los
expuestos en el siguiente cuadro:
Diámetro nominal
Tipo de Rociador Factor K
Pulgadas mm
Pequeño orificio 3/8 9,5 40
Standard ½ 12,7 81
Gran orificio 17/32 13,5 115
Gota gorda 0,64 16,3 161
4. Según la posición.
19
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
7. Otros tipos.
Principio de funcionamiento.
21
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
sólido. Al chocar éste contra el deflector 2, se convierte en una ducha o lluvia de diferentes
formas, según el tipo de deflector usado.
Rociadores de Ampolla.
22
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Los rociadores automáticos, tardan en actuar entre 1 ó 2 minutos y este plazo puede
ser más largo cuando se trata de incendios de desarrollo lento. Pero los importante es que
estén calculados para que entren en acción con suficiente rapidez para dominar el fuego antes
de que este alcance grandes proporciones. En realidad, una cierta demora en la actuación de
los rociadores puede ser una ventaja porque da tiempo para actuar con extintores manuales,
cuando los fuegos se descubren en estado incipiente. En muchos casos los fuegos que se
declaran en lugares provistos de rociadores, se apagan mediante extintores portátiles antes
que los rociadores entren en acción. Sin embargo, en todos los casos, debe avisarse en forma
inmediata al Cuartel de Bomberos antes que se intente atacar el fuego con medios propios.
23
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
actuación pues el agua pasa directamente al sistema como resultado del funcionamiento de
aparatos de detección de acción rápida.
Máxima
Temperatura de temperatura
Clasificación Color
actuación en °C (°F) del techo en °C
(°F)
57-66-71-88 37,8
ordinaria Sin color
(135)-(150)-(160)-(165) (100)
79,5-100 65,6
intermedia blanco
(175)-(212) (150)
121-138-141 107
alta Azul
(250)-(280)-(286) (225)
163-171-177-182 149
Extra alta rojo
(325)-(340)-(350)-(360) (300)
204-213 190
Muy extra alta verde
(400)-(415) (375)
232 218,3
Muy extra alta naranja
(450) (425)
260 246
Muy extra alta naranja
(500) (475)
TIPOS DE SISTEMAS
Estos sistemas tienen los rociadores acoplados a tuberías en cuyo interior tienen
alojado aire o nitrógeno a presión. Cuando el calor del fuego abre un rociador, se reduce la
presión en el interior de la cañería, lo que permite que se libere una válvula de la tubería por la
presión del agua y esta fluya a través de toda la cañería que se encontraba seca y se libere por
las cabezas rociadoras que estén abiertas.
24
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
agua que está del otro lado de dicha válvula. La caída de presión en el lado del aire o nitrógeno
permite que se genere un gradiente que permita la apertura de la válvula y el paso de todo el
caudal hacia el sistema que se encontraba seco.
Son sistemas de tubería seca en los que el aire puede estar o no a presión. Cuando
se declara un incendio, un dispositivo detector suplementario situado en la zona protegida
entra en acción, abriendo la válvula que permite el paso de agua hacia el sistema de tuberías y
su descarga a través de los rociadores automáticos que se hallan abiertos por el calor del
fuego.
Este sistema tiene varias ventajas por sobre los anteriores (cañería seca). La válvula
se abre antes porque los detectores de incendio tienen menor tarado térmico que los
rociadores. La detección también hace sonar automáticamente la alarma. Disminuye los daños
causados por el fuego y el agua, por lo que esta llega al fuego antes y se da la alarma en el
momento en que se abre la válvula. Como la tubería de los rociadores está normalmente seca,
los sistemas de acción previa no se congelan, son aconsejables en zonas de bajas
temperaturas.
Estos sistemas combinan las características esenciales de los dos tipos mencionados
anteriormente; el sistema de tuberías contiene aire a presión. Un detector de incendio
suplementario abre la llave de paso del agua y un expulsor de aire situado al extremo de la
conducción principal de alimentación. Inmediatamente el sistema se llena de agua y funciona
como sistema de tubería húmeda. Si fallase el detector, el sistema funciona como si fuera de
cañería seca. Presenta como inconveniente que si el tarado de temperatura del detector
presenta un ‘salto’ muy grande respecto del elemento fusible de la cabeza rociadora, el agua
podría salir de la cañería por el sitio donde se encuentra el expulsor de aire, hasta que se abra
la cabeza rociadora.
5. Sistema de diluvio.
25
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Estos sistemas son similares a los de acción previa, excepto que todos los rociadores
están constantemente abiertos. Cuando el calor del fuego activa un detector, el agua fluye
hacia los rociadores y se descarga a través de ellos, produciendo un diluvio o inundación en la
zona protegida.
Los sistemas de inundación son aptos para actividades que plantean riesgos
extraordinarios, como por ejemplo la manipulación y almacenaje de líquidos inflamables y
cuando existe la posibilidad que el fuego se propague a mayor velocidad que la de sensibilidad
de las cabezas rociadoras normales. También se emplean a menudo en los hangares de
aviones o en las plantas de montaje en que los techos son demasiado altos y donde exista la
posibilidad de que haya fuertes corrientes de aire, que desviarían las corrientes térmicas
ascendentes de los fuegos incipientes, de forma tal que un rociador convencional con elemento
fusible no podría o demoraría mucho en detectarlos, y en donde también podría suceder que
se realice la apertura de rociadores muy distantes por el corrimiento de la masa de aire caliente
por parte de las aludidas corrientes eólicas.
Todo sistema de rociadores debe tener una alarma que avise de la circulación de
agua. Los distintos tipos de alarma de rociadores incluyen:
a) Las que funcionan mediante la circulación real del agua.
b) Las que activan una alarma hidráulica o eléctrica cuando uno de los
dispositivos de control de caudal como la válvula en la cañería seca, se
activa al permitir el paso del agua por el dispositivo de alarma, o
mecánicamente actúa un interruptor eléctrico esté o no circulando el agua
a través de los rociadores.
c) Las que no solamente avisan de la activación de la válvula de paso, sino
que también dan señales suplementarias en caso de averías que pudieran
inutilizar el sistema o ciertos sectores de la instalación requieran
mantenimiento.
Desde que se comenzaron a utilizar los rociadores automáticos se han venido usando
con cierta aceptación aparatos de alarma de flujo de agua. Se sitúan generalmente en la base
de las líneas ascendentes o muy cerca de ellas, pero también pueden emplearse en forma de
alarmas por ramales o por planta. Están calculados y graduados para producir una señal de
26
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
alarma si se produce una corriente de agua igual a la descarga de uno o más rociadores. La
señal de alarma puede darse eléctricamente o por medio de timbres de motor de agua o
ambas formas. Los más comunes son la válvula de alarma de flujo de agua y el indicador de
flujo de agua.
Los indicadores deflujo de agua pueden ser de pala o de lengüeta opaca, flexible,
móvil, de metal delgado o de plástico que se inserta por medio de una abertura circular de la
pared de la tubería de alimentación de los rociadores y que penetra lo suficiente por el caudal
de paso de agua para que se flexione por cualquier movimiento producido por el agua al
discurrir hacia los rociadores. El movimiento de la lengüeta activa un interruptor eléctrico que
dispara la alarma. Un elemento de retardo mecánico, neumático o eléctrico, impide que se den
falsas señales a causa de movimientos ocasionales del agua por la fluctuación de la presión.
Es importante que la lengüeta de los indicadores de flujo de agua sean de una
conformación y material que no estén expuestos a sufrir daños mecánicos o corrosión de modo
que no puedan desprenderse y obstruir la cañería de la instalación de los rociadores
automáticos.
27
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
2. Depósitos de gravedad.
3. Bombas de incendio.
Las bombas de incendio constituyen una buena fuente de energía y a la vez una
buena fuente de suministro de agua bombeo por aspiración; puede constituir una buena fuente
de alimentación secundaria y en algunos casos puede considerarse una fuente de
abastecimiento principal.
Habiendo suficiente agua, la bomba de incendio es capaz de mantener una presión
elevada durante largos períodos de tiempo y puede ser parte fundamental de instalaciones que
requieran mayores presiones de agua de las que podrían obtenerse por otros medios.
Pueden emplearse bombas de controles manuales si el suministro principal de agua
es suficiente para permitir el arranque seguro de la bomba y si existe una señal automática de
flujo de agua que avise la necesidad de puesta en marcha de la bomba.
Se necesita generalmente un mando automático de las bombas de incendio en los
casos de alta o inmediata demanda de agua como sucede en los sistemas de diluvio, o cuando
no está continuamente un operador presente para encenderla. Las bombas automáticas deben
tener la aspiración a presión positiva para impedir los retrasos y las inseguridades del cebado.
En circunstancias favorables con valores de riesgo moderados de fiabilidad del
suministro de agua, puede aceptarse como fuente de suministro principal para rociadores una
bomba de incendio de motor eléctrico de mandos automáticos y supervisada por medio de una
estación central.
El control automático de las bombas centrífugas de motor eléctrico debe disponerse
de forma se impidan los arranques y detenciones frecuentes del motor por cualquiera de estos
dos medios: puesta en marcha automática y continuación de movimiento hasta interrupción
manual; ó por dispositivo temporizador que detenga el motor automáticamente solo después
de haber funcionado un período de tiempo previamente establecido.
29
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Cabe destacar que aún en sistemas electrónicos pueden no encontrarse la totalidad de los
bloques constitutivos enumerados, dependiendo ello de las necesidades propias de la
protección de cada riesgo en particular o bien, de los diferentes fabricantes.
1. Detectores Fotoeléctricos:
31
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Al ingresar partículas de humo al interior de la cámara se unen a los iones con lo que
disminuye la movilidad y por lo tanto, aumenta el tiempo de tránsito, lo cual se traduce en una
disminución neta de la corriente entre electrodos.
Esta reducción en la corriente es analizada por un circuito electrónico, el cual produce la
activación del detector.
Dado que la corriente es muy pequeña (típicamente decenas de microamperios) y que por
lo tanto también lo es su disminución. Desarrollos posteriores introdujeron la doble cámara de
comparación, disposición en la cual aparecen dos cámaras conectadas en serie, una de las
cuales es cerrada y la otra está comunicada al exterior. Esta inclusión de doble cámara
juntamente con la aparición del transistor por efecto de campo, dotaron al detector de
ionización de una gran estabilidad.
El elemento radioactivo es normalmente “Americio 241” con una vida media estimada en
500 años. Su concentración varía de acuerdo al fabricante entre 0,8 y 4,5 microcurie.
Existen también detectores que funcionan con radiación “Beta” utilizando como
radioisótopo al “Níquel 63” con una concentración de 10 microcurie.
También este tipo de detectores posee normalmente indicación luminosa de su activación
sobre su zócalo.
La utilización de estos detectores es aconsejable donde se esperan fuegos con llamas o
cuando existen productos de combustión no visible.
Este tipo detecta la existencia de llamas o más propiamente la radiación U.V. [entre
1900 y 2450 Armgstrong (A) de longitud de onda] de las mismas.
Su principio de funcionamiento emplea un tubo detector tipo “Geiger-Müller”. Cuando un
fotón de radiación de longitud de onda menor a los 2600 Armstrong es absorbido por el cátodo
del tubo detector, la energía del fotón es pasada a un electrón dentro del metal motivando que
este deje la superficie del mismo y sea atraído por el ánodo.
El tubo detector está lleno de un gas ionizante de forma que cuando el electrón liberado
golpea a una molécula de gas, se liberan otros electrones, haciendo que el número total de
electrones liberados sea típicamente muchos millones de veces mayor que los liberados en el
cátodo. Los impulsos eléctricos producidos son analizados por el circuito electrónico del
detector y producen la activación del mismo.
Mientras que el cátodo emitirá electrones si se expone a una radiación U.V. menor a los
2500 A, la cubierta de cuarzo del detector no permitirá el paso de una radiación U.V. con
longitud de onda menor a los 1900 A, con lo que queda determinada la respuesta espectral del
detector, siendo insensible a la luz artificial, a la solar o a la luz fluorescente. Por esta
característica, este tipo de detector puede ser usado al aire libre bajo luz solar directa o en
áreas de intensa iluminación.
Se los utiliza en la prevención de incendios que involucran combustibles líquidos como
naftas, petróleo, alcoholes, etc., o donde es necesaria una instantánea respuesta del sistema
de detección como en depósitos de municiones.
32
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Son también sensores de llamas: un filtro óptico permite pasar sólo la radiación I.R. de
esta, la cual se enfoca sobre una célula fotoeléctrica. Un filtro electrónico permite operar el
detector solo ante el ritmo característico del centelleo propio de las llamas y además la célula
fotoeléctrica posee un doble elemento fotosensitivo tal que responde entre los 6500 y 8500 A,
y entre 4000 y 5500 A.
Esta doble detección permite seleccionar la radiación que corresponde a las llamas de otro
tipo de radiación ambiente.
Se lo utiliza para fuegos en hidrocarburos o algunos clase “A”. Su sensibilidad depende de
factores tales como: distancia del foco del incendio, tipo de fuego, nivel de luz ambiental,
grado de propagación, etc..
6. Detectores Bimetálicos.
$ Detectores Termovelocimétricos.
Se trata de una cámara de aire con una pared metálica fija y otra pared formada por un
diafragma.
Cuando un anormal incremento de la temperatura calienta el ambiente que rodea el
detector, el aire existente dentro de la cámara se expande presionando al diafragma y
conectando el circuito eléctrico asociado.
A fin de compensar la expansión de la cámara ante lentos y normales cambios de la
temperatura ambiental, la cámara posee una válvula de venteo calibrada que permite la salida
de aire manteniendo el contacto abierto.
Normalmente este detector esta combinado con algún tipo de detector por temperatura
fija.
Estos dispositivos están formados por una cubierta metálica exterior cilíndrica que aloja
en su interior dos varillas comprimidas en las cuales se encuentran montados los contactos
eléctricos.
La cubierta exterior posee un coeficiente de dilatación más alto que el de las varillas
interiores. En el fuego de lento crecimiento, tanto la cubierta exterior como las varillas
interiores dilatan, pero dado el menor coeficiente de dilatación de estas últimas, se llega a un
punto prefijado de máxima temperatura en el cual se produce el cierre de los contactos.
En un fuego de crecimiento rápido, solo llega a calentarse la cubierta exterior, por lo que
el punto de accionamiento se alcanza más rápidamente.
En caso de elevaciones transitorias de temperatura, la cubierta exterior no llega a dilatarse
suficientemente y no existe condición de alarma.
Otros tipos de detectores térmicos con termocúpla, con fusible de ampolla, electrónico con
transistor, electrónico con circuito integrado, por dilatación metálica; son de uso poco
difundido, por lo que solo se los menciona.
En oposición a los detectores analizados hasta el momento, que poseen una detección
localizada, existe par algunas utilizaciones especiales, detectores distribuidos
longitudinalmente.
Estos detectores constan: o bien de un detector bifilar de alambres de acero tensionados
aislados entre sí por una cobertura termosensible que se funde a una dada temperatura; o bien
de dos conductores coaxiales aislados con un compuesto eutécnico sensible a la temperatura.
En ambos casos, en el punto donde se registra el anormal aumento de la temperatura, la
resistencia entre los conductores decrece notoriamente llevando al sistema a la condición de
alarma.
aquel contenido en diversas cámaras cerradas (detección localizada) vinculadas entre sí por un
capilar de caño de cobre.
En ambos casos, la expansión actúa sobre un diafragma que, o bien libera un mecanismo
de disparo del elemento extintor, el cual en su descarga da indicación de alarma, o bien cierra
un contacto eléctrico.
Poseen una pequeña bomba de aspiración, la cual toma muestras del aire ambiental del
espacio protegido, las cuales son conducidas por medio de pequeños conductos a la central de
alarma.
En la misma, estas muestras son analizadas en una cámara de niebla de Wilson, en la cual
el vapor de agua presente se condensa en forma de pequeñas gotas visibles cuando partículas
sólidas están presentes para servirles de núcleo.
La densidad de la nube o niebla formada es analizada por medio de sensores
fotoeléctricos.
Su utilización se prevé para la protección de grandes espacios haciendo que el rayo láser
pase cerca del techo y por encima de los riesgos a proteger.
Luego de una o varias reflexiones, el haz incide sobre una célula fotoeléctrica, la cual
acusa cualquier disminución en la intensidad dada por la presencia de humo (principio de
oscurecimiento) o por la variación del índice de refracción del aire debido a la acción de una
sobreelevación de temperatura (principio de desviación).
Cualquiera de los efectos, analizados cuantitativamente en forma electrónica, producirá la
activación del sistema de detección.
35
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Emisor Receptor
r Re c
iso ept
Em or
36
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
PROTECCIÓN ESTRUCTURAL.
. Caja de escalera.
. Escaleras auxiliares.
Las escaleras auxiliares no son otra cosa que escaleras ejecutadas en material
incombustibles. Se utilizan como auxiliares de la evacuación. Pueden ser interiores o exteriores,
conforme a un estudio de factibilidad. Para su instalación se deben considerar, si son interiores,
la ubicación de las escaleras principales para favorecer varios frentes de evacuación; y si son
exteriores, se considerarán los vientos predominantes para que en una eventual evacuación
frente a un incendio, las llamas, los humos y el calor no la obstaculicen.
37
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Básicamente trabajan por gravedad, con un sistema de pesas que se accionan con un
elemento fusible. Frente a un caso concreto de incendio, el calor trabaja sobre el fusible que se
vence, dejando liberada la puerta que corre sobre un riel guía (facilitado por la gravedad),
produciendo en forma automática el cierre. Para evitar el ingreso de humos, la puerta se
encaja en el vano, pero del lado de la pared en que se encuentra la puerta, sobresale unos 5 a
10 cm, generando un efecto laberinto para dificultar el paso de humos y aire contaminado por
el incendio.
La puerta estará colocada siempre dentro del sector de incendio más importante
(cuando separe dos sectores), o en el interior (cuando se conecte al exterior).
Elemento fusible
Riel de conducción Puertac/ incendio
Vano de puerta
Riel de emplazamiento Rodillos Pesa
Para ello, se prevé que en las divisorias de los sectores de incendio, se coloquen cierres
denominados “dumper”, cuyo funcionamiento es similar al de las puertas de incendio, es decir,
permanecen en stand by (abiertos) en posición suspendida de la parte superior del ducto,
sujetada por un elemento fusible tarado a una temperatura determinada (teniendo en cuenta
cuando se trate de ductos de calefacción), de manera que se accione cuando registre una
variación de temperatura. También el elemento fusible puede ser accionado por disparo
eléctrico desde una Central de detección y alarma inteligente o no, que cierre los necesarios o
todos respectivamente.
38
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Cierre damper
Elemento fusible en Stand by Rodillo
Ducto
Cierre damper
accionado
Para el estudio de una estructura contra incendio que delimite un sector de incendio
propiamente dicho es necesario contemplar la construcción o adecuación de muros que
contengan el incendio en ese sector.
Para ello es menester considerar si estos muros van a ser solamente separadores o van
a ser portantes (van a soportar cargas o específicamente sobre ellos se va a apoyar una loza).
39
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Esta otra tabla refleja los valores de resistencia al fuego para muros considerando la
carga de fuego en un sector de incendio ventilado mecánicamente.
En todos los supuestos, cuando se traten de muros cortafuego, en el último piso deberá
rebasar en 0,50 m, y en las tablas se consideran como portantes.
Para los fines de recordar la clasificación de los riesgos según la ley de higiene y
seguridad en el trabajo 19.587, a continuación se detallan:
40
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Riesgo 4 Combustible
Riesgo 5 Poco combustible
Riesgo 6 Incombustible
Riesgo 7 Refractario
Para el riesgo 1 de las tablas (explosivo), no se consideran porque supone que los muros no
siempre podrán soportar, por más ancho que se construyan, la explosión súbita de toda la
masa del explosivo almacenado; en cuyo caso se deberían colocar supresores de explosión en
el sector de incendio.
La prevención, protección y lucha contra los incendios comprende tres aspectos básicos,
como ya se ha dicho:
1. Prevención, que tiene como fin impedir que se produzca un incendio,
utilizando los medios y técnicas adecuadas.
2. Pasivo o también llamado estructural, consiste en dar a las estructuras de
un edificio las características necesarias de estabilidad para permitir la evacuación
de las personas, luchar contra el fuego y dar continuidad a las actividades en
forma inmediata y mediata.
3. Lucha Activa, que significa recurrir al uso de todos los medios con que se
dispone para extinguir un incendio.
Donde:
41
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Al ensayar según normas europeas debemos evitar los choques térmicos por llama
directa, pues cambia fundamentalmente la clasificación de cada elemento. Según las normas
americanas se proyectan chorros de agua sobre el elemento al finalizar el ensayo.
una viga cargada con el 100% de su carga nominal y apoyada sobre dos puntos,
tiene una temperatura crítica de aproximadamente 450°C; la misma viga, sobre
tres puntos resiste hasta 500°C. Con el 50% de su carga admisible y sobre dos
apoyos tiene una temperatura crítica de 635°C; en tanto que sustentada sobre
tres puntos resiste hasta los 710°C.
Para este último caso de protección, la estabilidad de una estructura con un factor
de masividad 100 m-1 y una temperatura crítica de 500 °C, protegida con un aislante mediocre
de 20 mm de espesor será de aproximadamente 63 minutos. Si tenemos en cuenta que la
misma estructura sin protección presenta una resistencia al fuego normalizada de 13 minutos,
el logro es bastante importante (casi 5 veces más). Si se emplea como protección un material
muy aislante, con un espesor de 20 mm para la misma estructura, la resistencia al fuego
aumenta unos 100 minutos (ya estamos en 8 veces más).
En los casos en donde la carga de fuego equivalente de los locales es muy baja, y
cuando la relación de masividad es reducida, no es necesario colocar protección contra
incendios a las estructuras. Cada caso debe ser estudiado en particular para verificar que se
cumplan las dos condiciones anteriores y no se sobrepase la temperatura crítica del acero.
Para un caso dado en que se requiera un tiempo de una hora para la evacuación de las
personas y la lucha contra el incendio, sabiendo que la madera que se usa en ese local es de
una especie conocida, bastará con agregar a cada dimensión de la sección útil de cálculo, un
valor igual o mayor al de la velocidad de combustión de la madera. Ej.: para una columna de
madera cuya sección útil de cálculo es de 20 x 45 cm, la velocidad de combustión de la especie
considerada es de 2,5 cm/hora. Se debe colocar una columna con una sección de 25 x 50 cm
para que tenga una resistencia al fuego de una hora. Si se necesita una resistencia al fuego
mayor se debe aumentar proporcionalmente la sección inicial de la pieza.
Cuando sea necesario emplear elementos metálico de unión (bulones) será obligatorio
el uso de un revestimiento aislante de las partes metálicas expuestas al calor.
la resistencia de la cola frente al fuego, las resinas fenólicas cumplen bastante bien con este
cometido. La lenta degradación de la madera en un incendio se debe principalmente a su baja
conductividad térmica , y a otros factores tales como: La humedad siempre presente en la
madera retarda la elevación de temperatura no pasando los 100°C mientras haya humedad, en
esas condiciones el agua calentada y vaporizada en parte sale al exterior diluyendo los vapores
combustibles de pirogenación y el resto migra hacia el interior enriqueciendo provisoriamente
de humedad al núcleo central. Las zonas secas de madera aumentan su resistencia mecánica
(efecto conocido como “templado de la madera”). La capa de carbón que se va formando en la
periferia como consecuencia de la descomposición de la madera por el calor, cumple una
función protectora. La combustión es lenta en la periferia mientras que las partes interiores
emiten gases de destilación. El humo de la combustión y la falta de oxígeno retardan aún más
la combustión.
Por otra parte, la incandescencia del carbón provoca una gran pérdida de calor por
radiación. Si la combustión no es capaz de compensarla, el carbón tiende a apagarse.
Bajo la acción del calor el yeso se seca, pierde el agua de cristalización (150 a 170°C) y
luego se transforma en semi-hidratado (215°C), y luego en sulfato anhidro soluble (220°C). A
los 380°C el sulfato anhidro toma la forma alotrópica semejante a la del sulfato natural
(anhidrita). Hacia los 960°C se descompone en cal, agua y anhídrido sulfuroso.
45
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Desde el punto de vista de la protección contra incendio interesan las dos primeras
reacciones por ser endotérmicas, y absorber el calor necesario para evaporar el agua contenida
en el material, el cual es tomado del incendio.
Si el yeso se aplica sobre malla metálica u otro medio que lo mantenga en su lugar, se
comporta integramente como protector de incendio.
El cemento portland encierra dos de las cuatro variedades alotrópicas del silicato
bicálcico (la alfa y la beta); esta última es la más estable térmicamente.
Cuando se mezcla con agua aparecen modificaciones importantes. Los silicatos pierden
una parte de la cal formando la tobermosita (Si2O7Ca3.3H2O). El aluminato pasa a la forma
tetracálcica (Al2O7Ca4.13H2O). Cuando se seca, el cemento pierde el exceso de agua de
mezclado y durante su envejecimiento 7 de las 13 moléculas de agua del aluminato
tetracálcico; mientras que la cal liberada se va carbonatando lentamente.
46
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Un aspecto importante desde el punto de vista del incendio es que el cemento portland
sometido a temperaturas, presente un coeficiente de dilatación negativo a medida que se
calienta, luego al enfriarse sigue contrayéndose debido a la deshidratación y a los cambios de
su estructura. Esto explica porque las estructuras después de un incendio o las probetas de
laboratorio presentan una apariencia normal mientras están calientes, pero luego al enfriarse
se rajan, perdiendo totalmente su cohesión.
47
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
c. El Hormigón Celular: se usa como elemento aislante del calor, no obstante su resistencia
mecánica no despreciable para formar piezas portantes cuando están armadas. Cuando
este material es calentado, la temperatura en las proximidades de la cara expuesta se eleva
más rápido que en el caso del hormigón denso.
Teniendo en cuanta estos conceptos es fácil deducir que estructuras de H°A° cuya
estabilidad está asegurada por la armadura de acero, la resistencia al fuego será directamente
proporcional al espesor de hormigón que recubre los hierros de las mismas.
Si se aumentase esa separación se corre el riesgo de que el hormigón caiga por placas
dejando expuesto al hierro. Para que esto no suceda se coloca metal desplegado en las capas
externas para tenerlo en su posición y asegurar una aislación térmica adecuada. Esta solución
no es práctica y a la vez es costosa.
Cuando se usa acero endurecido mecánicamente las cosas se complican aún más,
puesto que al calentarse pasa a ser un acero común que no resiste los esfuerzos normales a
los que fuera sometido inicialmente.
e. Hormigones pretensados: Desde el punto de vista del incendio estos hormigones crean
problemas graves ligados al tipo de acero empleado. Utilizados cerca de su límite elástico y
en pequeñas secciones es fácil llegar a la ruptura en cadena y al derrumbe total.
. Conclusiones:
No cabe duda que con el incremento de la actividad del hombre en todos los órdenes,
corre paralelo un aumento de los riesgos a los que se encuentra expuesto. El incendio es uno
48
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
de ellos, el que provoca mayor cantidad de accidentes. Por lo tanto, los edificios donde suele
habitar el hombre, o en aquellos en donde realiza todas sus actividades, no son una excepción.
En lo referente a la protección pasiva o estructural que nos ocupa, exige cumplir con
etapas básicas del proceso normal que podemos resumir en las siguientes etapas:
1. Analizar los riesgos, en base a las condiciones de los locales (sectorización), al contenido de
materiales combustibles (carga de fuego), causas probables de origen y actividad que se
desarrolla en ellos.
2. Diseñar edificios resistentes al fuego, pasando por todos los aspectos que van desde la
planificación del emplazamiento, la integridad estructural frente al fuego, las características
constructivas para el confinamiento del fuego y los humos, las vías de evacuación de las
personas y el cálculo estructural desde el punto de vista del incendio hasta las
consideraciones de los revestimientos, acabados interiores, amoblamientos y
ornamentación.
3. Construir edificios seguros, desde el diseño mismo, con la aplicación de reglas y técnicas
especiales en la elaboración de estructuras y sus protecciones, así como también tener en
cuenta los detalles constructivos, que no favorezcan el origen del fuego y su propagación.
4. Conocer el comportamiento frente al fuego de los materiales empleados en estructuras, en
revestimientos y en decoración. El criterio más aceptado para juzgar la resistencia al fuego
de los materiales se basa únicamente en los resultados que se obtienen de los ensayos.
Estos son la única vía que nos da la información real de cada caso.
5. Establecer un plan de mantenimiento de las condiciones iniciales e instrucción de los
habitantes.
6. Respetar las leyes, decretos, ordenanzas y reglamentaciones vigentes en materia de
prevención y protección contra incendio, las que sirven, a la vez, como guía técnica.
Como último, diremos que siempre debemos tener en cuenta que un buen diseño y
construcción significa la sujeción a los códigos y normas para estas instalaciones y la
inspección regular para garantizar que se cumplen los códigos citados anteriormente.
Por ello, es menester que se establezca un flujo de aire constante, lo que hace suponer
que nunca estarán cerradas (se las suele proteger con rejas y malla metálica); y debe existir
una abertura similar en el lado encontrado para favorecer esa corriente.
Esta dependencia es una de las causales más importantes por la cual se lo coloca, en
términos de fiabilidad, por debajo de la ventilación natural.
50
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
SALIDAS DE EMERGENCIA.
. La importancia de la conducta.
Debe tenerse en cuenta una importante limitación sobre los métodos cuantitativos
disponibles actualmente para el cálculo del movimiento de personas dentro de un edificio.
Algunos de los postulados tradicionales sobre la conducta de las personas durante un incendio
han demostrado ser erróneos. Algunos modelos de evacuación de personas, tales como el así
llamado modelo hidráulico, aunque aplicable a ciertas situaciones, no puede aplicarse
indiscriminadamente a toda situación.
La primera asume que la gente, al oír la alarma, deja inmediatamente lo que está
haciendo y comienza una ordenada evacuación sin interactuar entre ellos. En realidad, las
personas investigan las condiciones, las comparan con su experiencia y, recién entonces,
deciden actuar de maneras que pueden tener muy poco que ver con lo que asume en las
normas sobre medios de egreso. Estas actitudes insumen tiempo.
En escaleras las velocidades registradas son algo más bajas, personas relativamente
entrenadas pueden lograr un promedio de 1,1 m/seg a lo largo del plano inclinado, con una
componente horizontal de 0,8 m/seg.
V (m/seg)
2,00
Relación entre velocidad
y densidad en escaleras
para evacuaciones
1,00 Fruin (1971)
totales no controladas
Fruin (1971)
1 2 3 4 5 6 densidad
(Pers/m2)
52
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
1,0
0,5
1 2 3 4 5 6 densidad
(Pers/m2)
De acuerdo con lo expuesto hasta aquí pareciera que obtenido el valor del flujo y
conociendo la geometría de la vía de escape se contaría con todos los datos necesarios para
calcular el tiempo total de evacuación, dado que la relación entre población (cantidad de
evacuantes), flujo y tiempo es:
53
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Estos dos últimos subcomponentes están más influidos por los aspectos sociales del
edificio que por los aspectos constructivos y son generalmente ignorados en los análisis simples
de la evacuación, algunas veces con serias consecuencias en la exactitud de la predicción del
tiempo de la evacuación. Si no se toman en cuanta en el cálculo, la predicción sólo debe
interpretarse como el mínimo (pero improbable) tiempo de evacuación posible.
. Ecuaciones de Togawa.
Las primeras dos ecuaciones fueron deducidas por Kikuji Togawa en 1955. La primera
de estas ecuaciones es una ecuación general que describe el tiempo requerido para el escape.
La segunda es una ecuación simplificada.
Te = N + Ks
B.N V
Donde:
Nótese que la expresión de Togawa sólo utiliza las dos primeras subcomponentes del
tiempo de evacuación. El resultado de aplicar estas ecuaciones puede servir, por lo tanto, para
cálculos de tiempo de evacuación mínimos.
Este método fue desarrollado por Jake Pauls en Canadá en 1982 y años subsiguientes
observando veintinueve evacuaciones de edificios de entre ocho y veintiún pisos, y se
54
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
denomina modelo del ancho efectivo (el ancho remanente una vez que se han reducido los
efectos de borde asumidos como 150 mm desde cada pared y 90 mm desde cada pasamanos.
Centros de pasamanos
90 mm
Ancho efectivo
Área útil de paso
150 mm
Otra consideración que subyace en el modelo del ancho efectivo es que el flujo medio
de la evacuación por metro de ancho efectivo de salida (f) varía en forma no lineal con la
cantidad de personas a evacuar (p), siguiendo la ecuación:
f = 0,206 p(0,27)
W = (8040/t1,37) x P
Este concepto, más tradicional que comprobable, fue seguido por numerosas
legislaciones, incluídas el Life Safety Code de la N.F.P.A. (hasta su edición de 1985), la
reglamentación de la Ley Nacional N° 19587 de nuestro país y las normas españolas. Se basa
en la suposición que la relación entre el flujo evacuante y el ancho de la vía de escape es una
función discontínua en la que hasta tanto no supere valores enteros de unidad de ancho de
salida, el flujo evacuante no varía.
Estos supuestos han sido demostrados erróneos por las investigaciones de Pauls pero
aún siguen vigentes, por ejemplo en nuestro país.
n = N/100
El valor de la unidad de ancho de salida varía según se trate de las primeras unidades o
de la tercera inclusive en adelante y según se analicen edificios existentes al momento de la
promulgación de la Reglamentación (1979) o posteriores a la misma. Estas condiciones se
resumen en la siguiente tabla:
56
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Una condición adicional es que el ancho mínimo permitido es de dos unidades de ancho
de salida y que la cantidad de medios de escape está dada por:
M = (n/4) + 1
Esta expresión vale para n > o igual a 4, es decir que cuando el cálculo de unidades de
ancho de salida arroja valor de tres o menor, alcanza con un medio de escape.
* Todo local o conjunto de locales que constituyen una unidad de uso en piso bajo, con
comunicación directa a la vía pública, que tenga una ocupación mayor de 300 personas y algún
punto del local diste más de 40 m de la salida medidos a través de la libre trayectoria, tendrá
por lo menos dos medios de escape. Para el segundo medio de escape puede usarse la salida
general o pública que sirve a pisos altos, siempre que el acceso a esta salida se haga por el
vestíbulo principal del edificio.
* Los locales interiores en piso bajo, que tengan una ocupación mayor de 200 personas
contarán por lo menos con dos puertas lo más alejadas posible una de otra, que conduzcan a
un lugar seguro. La distancia máxima desde un punto dentro del local a una puerta o a la
abertura exigida sobre un medio de escape que conduzca a la vía pública, será de 40 m
medidos a través de la línea de libre recorrido.
El valor de los 40 m de que habla la reglamentación en los puntos 3.2.1. y 3.2.2. del
Anexo VII Ley 19.587 Dcto. 351; hace referencia a una velocidad estimada en 16 m/min y un
tiempo de evacuación aceptado como seguro de 2,5 minutos. Ambos conceptos son
absolutamente discutibles en su origen.
57
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
En este método se utiliza el concepto que una vez alcanzado el medio de escape por el
evacuante, éste se encuentra seguro y, por lo tanto, puede realizar una evacuación más lenta.
El cálculo se basa entonces en la capacidad del medio de escape para albergar a los
evacuantes de la superficie del sector de incendio servido por aquel.
• La planta de la escalera se calcula sobre la base de una persona por cada 0,25 m2 de área
neta de escalones, rellanos y descansos incluidos dentro de la caja de escalera,
computándose los rellanos situados en el nivel de los pisos solo en un ancho igual al de la
escalera.
• Cuando el número de ocupantes de un piso sea mayor que 80 y hasta 160, el excedente
sobre 80 se puede acomodar en los rellanos situados en el nivel de los pisos a razón de
una persona por cada 0,25 m2.
58
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
. Señalización de emergencias.
59
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Las señales constituidas por leyendas y pictografías, deberán ser adecuadamente visibles
e inteligibles. Estas condiciones dependerán de: las dimensiones de la señal, distancia de
visualización, contraste, luminancia y posición respecto del observador.
La altura “h” requerida de la pictografía y/o leyendas para que sea nítidamente
reconocida, se calculará en base a la distancia de reconocimiento “l" “ y el factor de distancia
“z” de acuerdo a la siguiente relación:
h= l
z
h = L1 = 5 hasta 15
L2
La regularidad dentro de la propia señal, deberá ser tal que permita un adecuado
reconocimiento del mensaje cuando se halle alumbrada con o sin presencia del alumbrado
normal y no deberá ser menor que:
A los fines de lograr una adecuada visualización de la señal, se recomienda que éstas se
ubiquen perpendicularmente a la línea de visión de las personas que circulan por la ruta de
escape.
60
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
1. Iluminancia.
Altura h sobre
2 2,5 3 3,5 4 4,5 5
el piso (m)
Intensidad
luminosa 100 400 900 1600 2500 3500 5000
máxima (cd)
NOTA: para la iluminación definida en el punto a), se entiende que el plano de trabajo es de
80 cm del solado.
61
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
3. Uniformidad de la iluminancia.
Una buena uniformidad de la iluminancia se obtiene más fácilmente usando una mayor
cantidad de luminarias con menor flujo luminoso de salida que empleando un menor número
de unidades más espaciadas con mayor flujo luminoso de salida. Para una adecuada circulación
a través de las rutas de escape, la relación de uniformidad Emáx/Emín no deberá ser mayor de
40:1 a lo largo de la línea central de dichas rutas. En todos los casos, se evitará la variación
brusca de zonas claras a oscuras y viceversa sobre el piso.
62
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Esta información deberá representar los valores mínimos asegurados durante todo el
tiempo en que la fuente de emergencia alimenta a la luminaria de escape, según el tiempo
mínimo de servicio (autonomía) especificado.
Para luminarias de distribución asimétrica, se proveerán los valores tanto para el plano
longitudinal como transversal.
Para permitir que la salida final sea atravesada con seguridad, el nivel de iluminancia en
el área exterior inmediata a la misma no deberá ser inferior al existente en el interior
inmediato. A tal fin, se instalarán luminarias adecuadamente ubicadas en el exterior de la
salida vinculadas al sistema de alumbrado de escape.
9. Ascensores y montacargas.
63
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Las escaleras mecánicas deben ser alumbradas como si fuesen parte de la ruta de
escape.
Todo local del establecimiento destinado a usos sanitarios (baños, toiletes, etc.) y
vestuarios cuya superficie sea mayor a 8 metros cuadrados, deberán ser alumbrados según lo
descripto en el punto 1.
64
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
. Alumbrado de reserva.
establecimiento se previera el uso de este alumbrado, la falla del mismo deberá poner
automáticamente en servicio el alumbrado de señalización de escape.
. Alumbrado de seguridad.
66
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
68
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
69
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
tiempo de servicio (autonomía) hace que estas luminarias no se utilicen, salvo raras
excepciones, en el alumbrado de reserva.
El conjunto que suministre la energía de las luminarias deberán garantizar una
autonomía de 24 horas.
Las luminarias y/o señalizadores autónomos utilizados tanto en el alumbrado de escape
como en el de seguridad, poseerán como fuente de energía de emergencia, baterías
recargables, herméticas y libres de mantenimiento. En dichas baterías, el electrolito no podrá
ser de estado líquido y permitirá de este modo transportar, instalar y ubicar las luminarias y/o
señalizadores en cualquier posición independientemente de la forma de montaje de la fuente
de emergencia (batería) alojada dentro de las mismas. Se recomienda que las baterías
utilizadas en las luminarias y/o señalizadores autónomos posean una expectativa de vida útil de
flote y a una temperatura ambiente de 20°C de por lo menos 4 años. Se prohíbe asimismo el
uso de todo tipo de pilas secas en todas sus versiones para ser utilizadas como fuente de
energía de emergencia en las luminarias y/o señalizadores autónomos.
Es aquel tipo de alumbrado que enciende cuando falla la fuente normal de alumbrado.
Este tipo de alumbrado puede obtenerse a través de grupos electrógenos, banco de baterías y
luminarias y/o señalizadores autónomos. En general, no se utilizan los sistemas centrales
alimentados por sistemas de energía ininterrumpibles para este tipo de alumbrado.
70
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
P erm an en te
a). F lo tan te.
La lámpara está conectada a través de la batería, la cual a su vez está alimentada por la fuente de alimentación
b ). C o n co n m u tació n
Cuando disponemos de corriente normal el conmutador conecta la lámpara a la red. Cuando ésta se interrumpe, conecta la lámpara
de la batería.
(*) a usarse unicamente con tubos fluorescentes.
71
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Entre los factores que potencian el inicio se puede incluir la “peligrosidad del
combustible” (dada por su inflamabilidad y facilidad de reacción en cadena), y el riesgo de
activación”, motivado por la forma de manejar y transportar el combustible y las posibles
causas de focos de ignición (agresividad de las instalaciones o acciones humanas).
Entre los factores que potencian la propagación y las consecuencias materiales se
incluyen la “carga térmica”, tanto del inmueble como del contenido, las “dificultades de lucha
contra incendios” (necesidad de equipos especiales de extinción, dificultad de acceso a los
bomberos, generación de humos, etc.), incluyendo además, en el caso de las “consecuencias
materiales”, la corrosión de los humos, el económico y la vulnerabilidad de los productos
contenidos en el inmueble.
Entre los factores que limitan la propagación y las consecuencias materiales se
pueden citar los “sectores cortafuegos” para impedir que el incendio se propague a sectores
72
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
próximos, los “exutorios de humos o ventanas”, que facilitan la evacuación de humos y avivan
el fuego, por lo que solo deben ser utilizados cuando se inicie la extinción por métodos
adecuados, y el “plan de lucha contra incendios”, en el que la compartimentación y/o
separación por distancia resultan de vital importancia.
Otros factores a considerar podrían ser: medios de alarma, de materiales de lucha,
preparación y dotación de medios humanos de lucha contra incendios, dotación y tiempos de
intervención de bomberos, empleo de medios de detención, etc..
Qc = Qp x Ra
73
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Coeficiente Ra 3 1,5 1
Almacenes en general,
Fabricación de aceites y
fabricación de bebidas sin
Industrias químicas grasas, destilerías,
alcohol, fabricación de
peligrosas, fabricación de laboratorios químicos,
Tipos de cervezas, talleres de
pinturas, talleres de carpintería y ebanistería,
actividades pintura, fabricación fabricación de cajas de
confección, fabricación de
conservas, talleres de
pirotécnica, etc. cartón, objetos de caucho,
mecanización, tintorerías,
tapicería, etc.
etc.
Riesgo de
Alto Medio Bajo
activación
D = a x C + 1,5 ó D = b x C + 1,5
D = b x C + 1,5 D = a x C + 1,5
a
a
b D
b
D
Los valores obtenidos para la distancia D, pueden disminuirse dependiendo del tipo de
protección de la pared exterior.
Si no existen bomberos profesionales en la empresa o en la localidad, los valores de D
deberán aumentarse hasta tres veces los obtenidos por el método descrito.
RF (minutos) = Qt x K / 4
Método de Gretener.
76
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
vías de evacuación suficientes y peligrosidad para el entorno del riesgo evaluado, que debe ser
solucionado de forma prioritaria e inexcusable.
(1) (2)
P=q.c.r.k.i.e.g
dónde cada uno de los factores se encuentra tabulado en función de datos técnicos,
estadísticas de incendios, experiencias y reglas de la técnica de prevención:
M=N.S.F
Siendo:
N = medidas normales de protección.
S = medidas especiales de prevención.
F = medidas de protección estructural.
77
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Siendo:
γ = Ru/R
Este método presenta el mismo campo de aplicación que el método Gretener, siendo
utilizado para la obtención de soluciones rápidas de orientación.
Este método tiene en cuenta que el fuego se produce en el contenido y en los edificios.
El riesgo específico (GR) se centra en la posibilidad de la destrucción del inmueble,
motivada por dos factores fundamentales: intensidad y duración del incendio y resistencia de la
construcción.
Para su cálculo se utiliza la expresión:
GR = (Qm . c + Qi) . B . L
W . Ri
78
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
El “riesgo del contenido” (IR) está constituido por los daños personales y materiales
ocasionados a personas y cosas que se encuentran en el interior del edificio.
Para su cálculo se utiliza la expresión:
IR = H . D . F
Dónde:
H: coeficiente de daño a personas.
D: coeficiente de peligro para los bienes
F: coeficiente de influencia de los humos.
X = IR; Y = GR.
Coeficiente de Combustibilidad
Escala Clase de riesgo material c
1 Fe VI (peligro mínimo) 1
1 Fe V 1
1 Fe IV 1
2 Fe III 1,2
3 Fe II 1,4
4 Fe I (peligro máximo) 1,6
81
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
82
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
83
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
GR
5
4
2
5
3
4a
4
2 4b
1
3
1a
1
1 2 3 4 5 6 IR
84
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Hay que considerar, en primer lugar, que la opinión sobre la bondad del riesgo es
subjetiva, dependiendo, naturalmente, de la experiencia del que tiene que darla. En muchos
casos esto obliga a utilizar con profusión la colaboración de los expertos, que son pocos,
dejando a los que comienzan en un período de aprendizaje que resulta demasiado largo y
costoso. La solución es clara: el técnico experto debe dirigir la labor de otros con menos
experiencia, para lo cual necesita que las opiniones particulares de cada uno se subjetiven lo
más posible, de tal forma, que el estudio del mismo riesgo siempre lleve a la misma conclusión.
En un segundo paso, a la hora de tomar decisiones para mejorar las deficiencias que
se han observado, el responsable se encuentra con un amplio abanico de posibilidades, entre
las cuales tiene que elegir atendiendo a la efectividad de los resultados en cuanto a protección
y al costo de las instalaciones. Es necesario enfrentar todas esas posibilidades de forma que de
un golpe de vista se pueda ver la influencia de cada una en la mejora del riesgo, observando
con facilidad cómo influye cada medida en el resto de las posibles a adoptar. Es decir, es
preciso una clasificación y estructuración de los datos recabados en la inspección.
Además, la existencia de una evaluación objetiva, bien estructurada, permite la
colaboración de expertos distintos, pudiéndose delegar funciones y facilitar el trabajo en
equipo.
En resumen, existen suficientes argumentos para utilizar un método de evaluación del
riesgo de incendio, que partiendo de la información suficiente consiga una Calificación del
riesgo.
Los métodos utilizados, en general, presentan algunas complicaciones y en algunos
casos son de aplicación lenta. Se ha pretendido aquí facilitar al profesional de la evaluación del
riesgo un sistema reducido, de fácil aplicación, ágil, que permita en algunos minutos calificar el
riesgo.
Es obvio que un método simplificado debe aglutinar mucha información en poco
espacio, habiendo sido preciso seleccionar únicamente los aspectos más importantes y no
considerar otros de menor relevancia. Contempla dos bloques diferenciados de factores:
2. Factores de Protección:
2.1. Extintores.
2.2. Bocas de Incendio.
2.3. Columnas hidrantes exteriores.
2.4. Detectores automáticos de incendios.
2.5. Rociadores automáticos.
2.6. Instalaciones Fijas especiales.
85
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Cada uno de los factores del riesgo se subdivide a su vez, teniendo en cuenta los
aspectos más importantes a considerar, como se verá a continuación. A cada uno de ellos se la
aplica un coeficiente dependiendo de que propicien el riesgo de incendio o no lo hagan, desde
cero en el caso más desfavorable, hasta diez en el caso más favorable.
Si el edificio tiene distintas alturas y la parte más alta ocupa más del 25% de la
superficie en planta de todo el conjunto se tomará el coeficiente a esta altura. Si es inferior al
25% se tomará el del resto del edificio.
Se entiende por sector de incendio la zona del edificio limitada por elementos
resistentes al fuego 120 minutos. En el caso que sea un edificio aislado se tomará su superficie
total, aunque los cerramientos tengan resistencia inferior:
1.2 Situación.
Se clasificarán de acuerdo con la anchura de la vía de acceso, siempre que cumpla una
de las otras dos condiciones de la misma fila o superior. Si no, se rebajará al coeficiente
inmediato inferior.
87
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
algunos productos. Otros factores se relacionan con las fuentes de energía presentes en el
riesgo analizado.
1.3.3. Combustibilidad:
Combustibilidad Coeficiente
Baja 5
Media 3
Alta 0
88
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
1.5. Propagabilidad.
Se entenderá como tal, la facilidad para propagarse el fuego, dentro del sector de
incendio. Es necesario tener en cuenta la disposición de los productos y existencias, la forma
de almacenamiento y los espacios libres de productos combustibles.
1.5.1. Vertical:
Reflejará la posible transmisión del fuego entre pisos, atendiendo a una adecuada
separación y distribución.
1.5.2. Horizontal:
1.6. Destructibilidad.
1.6.1. Calor:
1.6.2. Humo:
Se estudiarán los daños por humo a las maquinas y materiales o elementos existentes.
% Baja: cuando el humo afecta poco a los productos, bien porque no se prevé su
producción, bien porque la recuperación posterior será fácil.
% Media: cuando el humo afecta parcialmente a los productos o se prevé escasa
formación de humo.
% Alta: cuando el humo destruye totalmente los productos.
1.6.3. Corrosión:
90
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
1.6.4. Agua:
% Alta: cuando los productos y maquinarias se destruyan totalmente por efecto del agua.
% Media: cuando algunos de los productos o existencias sufran daños irreparables y otros
no.
% Baja: cuando el agua no afecte los productos.
2. Factores de Protección.
2.1. Instalaciones.
91
Protección Contra Incendios – Docente: Lic. Walter R. Albornoz
Las bocas de incendio para riesgos industriales y edificios de altura deben ser de 45
mm de diámetro como mínimo.
Los hidrantes exteriores se refieren a una instalación perimetral al edificio o industria,
generalmente correspondiendo con la red pública de agua.
En el caso de los detectores de incendio, se considerará también como vigilancia a los
sistemas de transmisión directa de alarma a bomberos o policía, aunque no exista ningún
vigilante en las instalaciones.
Las instalaciones fijas a considerar como tales serán aquellas distintas de las
anteriores que protejan las partes más peligrosas del proceso de fabricación, depósitos o la
totalidad del sector o edificio analizado. Fundamentalmente son sistemas fijos de agentes
gaseosos (dióxido de carbono, heptafluorpropano, halotróm, etc).
Método de cálculo:
P=5X + 5Y + B
129 26
92
Ministerio de Cultura y Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas
Esc. Superior de Sanidad “Dr.Ramon Carrillo”
Ciudad Universitaria (Paraje “El Pozo”). Te: 4575222
3000 Santa Fe (Rep. Argentina)
Categoría Valor de P
Riesgo Grave 0a3
Riesgo Medio 3a6
Riesgo Leve 6 a 10
Aceptabilidad Valor de P
Riesgo aceptable P>5
Riesgo No aceptable P≤5
93