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Desculturizar la cultura La gestion cultural como forma de accién politica >») Este foR Cece) editores grupo editorial siglo veintiuno 10 xxi editores, méxico siglo xxi editores, argentina GFW DEL AOUA 248, ROMERO Oe TeHeEROS — GUATEMALA 4824, c1425R.0 (04310 wixc0, oF, [BUENOS ARES, ARGENTINA www sigooiedtores,com mx. wwwsiglaoveditores.com.ar salto de pagina biblioteca nueva anthropos. ‘xmwar0 38 | ‘nnvGPO 38 ner 241 28010 wor, esPnn 28010 mone, espa (08019 exnca.onn, ese wwwwsaltodepagina.com _www.biblotecanueva.es _ www.anthropos-editrial com OO ———E—r ———— Vich, Victor Desculturizar la cultura; La gestidn cultural como forma de accién politica.~ 1* ed. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2014. 136 p.; 21x14 cm- (Antropoldgicas // dirigida por Alejandro Grimson) ISBN 978-987-629-444-7 1. Sociologia de la Cultura. I. Titulo. CDD 306 see eae SE © 2014, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A. Disefio de cubierta: Peter Tjebbes ISBN: 978-987-629-444-7 Impreso en Artes Gréficas Delsur // Alte. Solier 2450, Avellaneda en el mes de septiembre de 2014 Hecho el depésito que marca la Ley 11.723 Impreso en Argentina // Made in Argentina 4. Desculturizar la cultura: hacia una nueva generacion de gestores culturales* * Publicado en Latin American Research Review, vol. 48, 2013. Agradezco los permisos de reproduccién. -Yo traigo a los hombres un presente. No les traigas nada —dijo el santo-, antes bien, jqui- tales algo! FRIEDRICH NIETZSCHE, Asi hablé Zaratustra gEs deber de las politicas culturales fomentar la produccién cultural, organizar eventos y ofrecer una mayor circulacion de los objetos culturales? ¢O son, antes bien, las encargadas dle quitar algo de las poblaciones? Si es asi, equé es aquello que las politicas culturales deberian quitar? O mejor dicho, ¢cémo quitar algo de la cultura con los propios elementos de la cultura? Este ensayo, heredero de una tradi- cién latinoamericana de propuestas al respecto, insiste en la necesidad de posicionar a la cultura lejos de los debates es- trictamente culturales 0 culturalistas para involucrarla como uf agent dive en el cambio socal Se wats de prover articulacion entre cultura, democracia y ciudadania, a fin de que las politicas culturales puedan convertirse en dispositi- vos centrales para la transformacién de las relaciones sociales existentes. Tal proyecto pasa por cuestionar todas aquellas teorfas que contintian definiendo la cultura como un campo indepen- liente y auténomo en el devenir social. Desde Weber, sabe- mos bien que fue el discurso de la modernidad el que desligé al ambito cultural de su insercion en todas las dimensiones de la vida, el que segments el conocimiento y el que construyé el 84 DESCULTURIZAR LA CULTURA espacio del arte como un lugar autonomo. Fue, en efecto, la modernidad la que inventé las esferas sociales (la politica, la economia, la cultura) como lugares cerrados y autosuficien- tes, y fue ella la que restringié la entrada a ellas sélo a los especialistas (Grimson, 2011: 39-40). Por eso hay que insistir en que una definicin més certera de la cultura es aquella que proviene de la antropologia con- tempordnea y que afirma que se trata del dispositivo sociali- zador a partir del cual los seres humanos nos constituimos como tales; es decir, la cultura es aquel agente que establece y regula la forma en que se practican las relaciones sociales. Es, por ejemplo, aquello que ha codificado nuestras ideas so. bre la diferencia sexual, racial 0 nuestras relaciones con la naturaleza, por sdlo citar sélo algunos ejemplos. La cultura Preexiste a los sujetos y estos se constituyen, en el interior de ella, a partir de sus regulaciones y discursos. La cultura pro- duce deseos, leyes y practicas desde los cuales se generan las “estructuras del sentir” y del pensar en las subjetividades que las habitan (Williams, 2009). Por tanto, lejos de entenderla como una instancia encar- gada solamente de simbolizar lo existente, la cultura debe concebirse como un dispositive que contribuye a producir la realidad y que funciona como un soporte de ella. En ese sentido, cualquier proyecto de politica cultural debe enten- derla no tanto por las imagenes que representa sino por lo que hace, y lo que buena parte de la cultura hace es producir suje- tos y producir (y reproducir) relaciones sociales, Desde esta perspectiva, las politicas culturales deben Proponer su accién publica optando por posicionarse en debates mucho mas am- Plios que aquellos estrictamente definidos por el desarrollo profesional (y académico) del campo en cuestion. En principio, las politicas culturales deben observar aque- lo que se ha afianzado en el mundo social como un habitus y una practica cotidiana (Bourdieu, 1988). Es decir, trabajar en politicas culturales supone localizar aquellos significados asentados en el sentido comtin que sostienen el orden social. oc poms DESCULTURIZAR LA CULTURA: HACIA UNA NUEVA GENERACION... 85 Lo sostienen mediante diferentes practicas que generan es- tructuras de goce que crosionan el vinculo social. En mi opi- nién, uno de los objetivos mas importantes de las politicas culturales debe consistir en intentar deconstruir esos signi- ficados (esos fantasmas) para proponer nuevas identificacio- nes politicas. Entonces, con “desculturizar la cultura” hago referencia a una larga estrategia de pensamiento y accion que se pro- mueve en América Latina desde hace décadas y que deberia consistir al menos en dos proposiciones: posicionar a la cul tura como un agente de transformacion social y revelar las dimensiones culturales de fenémenos aparentemente no cul- turales.’ Este ensayo intentara fundamentar algunas ideas de ambas proposiciones. De mas esta decir que esta propuesta asume que la cultura es algo que sirvey que podemos utilizar como un recurso con diferentes propésitos de intervencién social (Ytidice, 2003; Sommer, 2006). Por eso mismo, insisto en la necesidad de incluir a las politicas culturales en pro- yectos politicos de mayor alcance y de optar por gestionarla en los espacios locales que son, justamente, aquellos donde puede proponerse una verdadera agenda de participacion 2 Me refiero a la tradicin que comienza con los esfuerzos de Paulo Freire, Orlando Fals Borda y Augusto Boal, y que fue puesta en practica en gobiernos municipales como el de Antanas Mockus en Bogota. Desde la academia, me refiero a los aportes producidos en campos como el de las politicas culturales (Néstor Garefa Canclini, Jesis Martin Barbero, George Yiidice, Doris Sommer, Diana Taylor) y los Estudios Decoloniales en América Latina (Catherinne Walsh, Santiago Castro Gémez, Walter Mignolo, Anibal Quijano) Respecto de las actuales iniciativas en curso, me refiero al proyecto de agentes culturales que promueve la Universidad de Harvard (disponible en Stww.culturalagents.org/icb/icb.do>), al Instituto Hemisférico de Performance y Politica (), al proyecto Puntos de cultura en Brasil, a la Red Latinoamericana de Arte para la Transformacién Social () y, ahora, a la denominada Plataforma Puente (). Una evaluacién de iniciativas muy valiosas puede encontrarse en Yiidice (2012). 86 DESCULTURIZAR LA CULTURA ciudadana. Se trata, en Ultima instancia, de desafiar a todas aquellas politicas culturales que, bajo el supuesto de que la cultura es algo puro y aut6nomo, continvan entendiendo su labor como una simple gestion de espectaculos con muy po- cos riesgos politicos. éPARA QUE SIRVEN?

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