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HERMINIO ALMENDROS RECUERDA ALMANSA Amparo Blat Gimeno Universidad de Valencia © HERMINIO ALMENDROS RECUERDA ALMANSA Por Amparo Blat Gimeno Ya todo ha pasado; todo es sombra de recuerdo, En fin, de recuerdos también se vive. Cuando se cclebré el centenario del nacimiento de Herminio Almen- dros, a principios de octubre de 1998, uve ocasién de conocer a algunos de sus familiares de Almansa con los que siempre estuvo en contacto y mantuvo una estrecha telacién de afecto y carifio, Dos de estos familiares, Berta y Anita me invitaron a sus respectivas casas donde, ademas de acogerme extraordina- riamente, me mostraron las cartas que Herminio les habia ido enviando a lo largo de los afios Berua Car, prima de Herminio junio al tad ambos, Piedad tse, a fondo ol net de Piedad, Francie cx. Néstor Almendeos tome ft em una wien a Almansa en 1962, ‘Taos los cextos en cursva son de Herminio Almencios Ibe, esis en las cartas que envi asus familiares y a AlejandroTaraps, Esta frase pertenece al eatta que le envi as primo Paco, l dla 26 de abil de 1951, 197 Anita, viuda de su primo Paco, posee las cartas que Almendros le es bid a su marido entre 1950 y 1957. Berta, hija de la prima Remedios, guarda la correspondencia que le ditigié a ella y a su madre desde 1962 hasta 1974 -afio de fallecimiento de Herminio-. Ambas han conservado las cartas con mucho cuidado y con especial carifio hacia su autor: Yo les ageadezco muy sinceramente que me hayan dejado consultarlas, pues sin ellas no habsfa podi do recoger estos entrafiables recuerdos sobre Almansa. Durante esa semana de homenaje a Almendros cl catedratico de Histo- ria de la Educacién de la Universidad de Barcelona, Don Claudio Lozano, tuvo la generosidad de ofiecerme una copia de las cartas que Almendros le habia escrito a Alejandro Tarragé, un maestro con quien habia trabajado estre- chamenteen el colectivo «Batecs”, Entre ambos hubo una profunda amistad, que conservaron a lo largo de toda su vida, a pesar de las circunstancias tan adversas que vivieron y de la distancia geogréfica que siempre les separd — ‘Tarragé seexilié en Chile, mientras Herminio se refugié en Cuba-, Muestra de «sta amistad son las cartas, que se extienden por un largo perfodo, desde 1948 hasta 1972, y en las que se abordan con confianza mutua y perspectivas com- partidas diferentes temas: desde la situacidn de los miembros de la familia, el desempeno de las tareas profesionales, la preocupacién por Espafia y, tam- bién... la aftoranza de Almansa, su tierra y su gente. Almendros dediea En todas y cada una de sus numerosos parrafos _cartas va rememorando el Casti- a Almansa, sus Ilo, el paisaje de los altededores, familiares y amigos. as fiestas de la Virgen, la casa familiar, sus tos, sus padres... pesar de la distancia y el tiempo que le separa, siempre querrd te~ nerlos presentes y saber de ellos, para sentirlos préximos. «Me recuerdas mau chas cosas con elcuen- to de tu viaje de Valencia a Madrd. jCudntas veces lo he hecho desde Almansa, en los terribles vago- nes de tercera, dormi- Yelén Ther, madre de Hermine Mimendas, 1948 2 Almendrospomovié este grupo de meats mientracexavo como Inspector de Educaién en Leia, con a propéat de experiment y indir sess pedagogies de Clea Fein 168 tando sobre una maleta, esperando los churras del amanecer de Villa- robledo y la estampa del alba de Criptana! Almansa, mi pobre Alman- ss, escenario de mis primeros afios, calcinada tierra de secos espivitus calientes y amodorrados. Tengo en mis ojos aguellas Nanuras salpica- das de majuelos y pobres trigales,y la estampa del soberbio y ruinoso castillo, una de las més raras y bella sluetas de castillos de Espana. Alléextd mi madre, vigiecita, a quien no sé si volveré a vers La trayectoria académica y profesional de Almendros le levé lejos de su tierra a diferentes lugares. Estudié en Madrid, fue Dixector del Centro Sierra Pambley en Villablino (Leén), Inspector de Educacién en Lleida, Huesca y Barcelona, donde también fue profesor en la Universidad. As{ que tuvo oca- sidn de conocer y hacer amistades con numerosas personas, pero no olvids a sus compafieros de estudios nia sus maestros. 1G Qué lejos estamos y cudnto tiempo separadas! Aparte vosotros, tengo ya wna imagen borrosa de todo eso, inclusive de Almansa y de sus ‘personas. Tengo en mi habitacién en un marguito una foto a color del castillo, que salié en la revista LIFE, ¥ de los amnigos.,.jtantos desapa- recidosl, tengo presente a Martin, el bueno, Dime algo de él cuando me escribas, y cuando lo veas dale un abrazo de mi parte. A veces me acuerdo de otros, sin poder ni imaginar su localizacién, ni si viven. {Qué fue de aguel amigo maestro de pdrvulos ~macstro particular- aque tenia la escuela con su hermana en los bajas de la Costerica, y que salié de maestro creo que para Asturias antes de la guerra? Se Wamaba Navarro, sobrino de un maestro de mis tiempos, Don Francisco Navarro, ; Dios mio, cuanto tiempo!» Recuerda Los amigos siempre fueron especialmente muy importantes para Herminio, 4 Don Eleazar especialmente por las dutas citcuns- Huerta, tancias que attaves6 en su vida y pusieron a prueba la amistad si cera y la soledad compartida, Su compromiso con la Repiblica y la victoria de Franco después de la Guerra, le oblig6 a exiliarse, alntento imaginaros, con gran complacencia, enamistadesselecciona- El matrimonio formado por Francisco Ibex Marin y eee do a Mengod, en aguel vids: ente ambos, ss hijo Paco al que alude en a earn desdichado viaje que se del de agai de 1955 as ocurrié hacer-;Oh, deber!-a Barcelona bajo las bombas, Recuerdo a Salvador en el deli- cioso Arén. No be visto nunca a Romera, de quien he leido alguna vez trabajos de critica excelentes. Admiro tambidn de lejos al profesor Pleazar Huerta. Desde hace mucho tiempo sabta yo de su salento, ald en nuestra Wana tierra tan sencilla y austera. Su padre, Don Eleazar Huerta, me examind a mi como alumno libre, almanseria, en la Nor mat de Albacete. Luego supe del hijo, destacado estudioso y eseritor {Felices ustedes, juntos y unidos! Yo les mando desde aqui mi abrazo fraterno™», A pesar del tiempo y Al recibir buenas noticias de amigos de la infancia y compaficros de la distancia, revive cstudios, Herminio Almendros escribe sobve vivencias compartidas durante vivencias juveniles, aquellos afios, ya tan lejanos. “Recibt hace algin tiempo una carta de José Megias, Agente Comer- cial, General Moscardd. Supongo que lo conaces, Hace tiempo que no sabia nada de él, cosa bien natural, y he recordado com su carta tiem pos ya bien lejanos en gue nos afindbaros juntos en estudiar francés {© Cartaa Paco, 12 de noviembre de 1953. © Cara a Taeagé, 13 de septembre de 1963. Le interesa lo que sucede en Almansa y procura mantenerse informado, También le interesa Expatia. en noches invernales. Hazel favor de darlea leer estas lineas. Le agradezco ‘mucho su recuerdo, alcual correspon do, También me complace mucho saber gue se desenvuelve bien en el comercio, ast como comprobar su op- timismo expresado en su esperanza de verme legar un dia por nuestro pue blo, Es un real optimismo, En el so- bre de su carta venta una nota de Pedro Mutioz.en la que me informa- ba que su suegro Antonio Esteban estd delicado del conazén. Haz el favor de dar un abrazo a estos buenos ami- * ves deseos para todo lo gue a ellos, qn su vida y a su trabajo, se refiera, como para el buen Antonio Esteban, gue fue tan buen amigo de mi padre®. Su interés por los suyos se torna en preocupacién cuando se entera de la womba de agua caida en otofio de 1955 y répidamente escribe una carta pata interesarse por lo sucedido. Esta carta es breve, pues acababa de aceptar st reincorporacién a la Universidad de Santiago de Cuba y dlebia partit hacia all al dia siguiente. «Un amigo gue ha estado en Expata y ha regresado hace tres dias, me ‘ba traido un recorte de periédico en el que se informa de una terrible tromba de agua que ha hecho graves destrozos y ha causado vitimnas en Almansa. Segiin informaba el periddico parece que fue casi una catdstrofe, Ya me dinds si han sufrido algunos de los nuestros o alguna de nuestras cosas La situacibn de Espafia bajo el Franquismo, la vida de los espafioles, ast ‘como las relaciones internacionales de la Dictadura son comentadas con ex- traordinaria Incider. «Qué van a hacer con la Espara franguista los EE.UU, obligados a bailar el agua o el petréleo al mundo arabe? Ya se ve; hincardin el pico tos fantoches de la ‘voluntad del imperio’ Imbéciles, que han hecho de Expaita un solar de avates >, (© Careaa Paco, 8 de agosto de 1955, "Carer Paco, 3 de oexubre de 1955, " Cara aTrsagé, 20 de abil de 1956. ‘Almendros siempre creyé y defendié la Reptblica no sélo durante la Guerra Civil, sino también durante toda su vida. Para él, al igual que para muchos republicanos, se simbolizaba en la figura de Don Manuel Azafia «Te sigo en tu recuerdo entusiasta dela Reptiblica Expatiola asesinada 4 mansalva, y por su lucha descomunal. -Ya has visto el abajo que hizo Vingili en México? EU haber dado esas Obras Completas de Azaria sonra una vida, Las memorias me las he letdo dos veces, como muchos iscursos,e ita por la tercera vee si tuviera tiempo, que no encuentro en mi ocupacién en cosas menores. Es el noble genio de Espaiia que vive en sus razontes y en su vos: sabidurla y severa bermosura™>, Herminio tardé Almendros cruzé los Pitineos en 1939, estuvo unos meses en el sur de dies afios Francia y consiguié legar a Cuba gracias a la ayuda de su compatiero de estu- en reunirse con dios Alejandro Casona, quien por aquel entonces ya se habia convertido en un su familia. famoso escritor de teatro. Herminio se fue solo, sin su mujer y sin sus tres hijos, con quienes tardarfa en reunirse casi diez aos. «Sh, ya tengo agui a mi Néstor. Raro muchacho. En su adolexencia, stampa viva de la formacién andrquica y del desequilibrio de aquella juventud gue sea empachado de individualism y de inauditas monser- ‘ges. Menos mal que no se ha dejado ni siquiers manchar por el ideario imperial y azul. Menos mal que tiene un fondo bondadeso, Te envidio cuando te vea al lado de tu Lan, 7 de tus bijs, peguetios, en el mo- ‘mento en que se échan los cimien- tos slides y para siempre del edif- cio, En determinadas Desde La Habana rememora las fies- | fechas recuerda tas de La Virgen. El gozo vivido con los : 1a celebracién de amigos en un ambiente de luminosidad, | algunas fiestas, dubaura y alegefa durante la nifiez la ju: ventud, Se entremezcla con la amargura del fatal transcurrir de los afios. «Ya pronto serdn las fiestas de la Virgen. Tengo bien grabados esos |__ _ recuerdos de las calles Henas dle Noy Almond en 198, om fo vl umbres,y de las dues maiianas, bso paral vad deena em FELIU. © Carta a aerags | de jlo de 1972. (8 Carta a Tarps, 27 de junio de 1948, im siempre eran ast, en gue el pueblo salta con la imagen andando hasta elsantuario. Estoy seguro que ya no habrd tanta alegria como aquella | (que yo pude gozar en mi nifiez.y en mi juventud. Aquello se acabs, i Hay que ver lo que el mundo cambia abora en sélo diez aos, cudnto més en todo lo que yo falto. Aquel ponerse majo y salir a buscar a los amigos, al pobre Ferrer que ya no existe, al pobre Luis Albertos, que tambien se fue y a tantos otros a los que adivino agotades y deshe- chos.. No sési me gustaria ver eso otra vex. Sentirta una gran amar- gura de seguro, ‘Tambien aftora la celebracién de la Navidad, de las comidas, de las «torticas con manteca»,.. que él ya no puede disfrutar, «Como aqui no se celebra la Navidad, estos dias son como otras cua Lesquiera, y nos dcordamos ebmo se celebraba abi, con tanta comilona -y cosas ricas, como aguellas torticas con manteca que se doblaban al | calentarlas y que yo distingula sobre todas las pastas», AA pesar del transcurso de los afios, los paisajes, pueblos y alrededores de ‘Almansa siguen estando presentes, aunque apenas hubieta tenido oportuni- dad de conocerlos y disfrutarlos. «Meda envidia cuando me dice [su sobrino Pepiro) que ha estado en Ridpar. Eramos tan pobres en mi juventud y tan poltrones, que no Paco, 26 de abril de 1951. Remedios, 21 de diciembre de 1972, | us Una relacién estrecha entre Herminio y su familia define esta correspondencia. wm puede conocer nada de nuestra tierra fuera de Almansa ¥ la verdad es «que desde lejos he empezado a cobrar interés por esa regién de la sierra 1y los campos hasta Ruidera, olvidada y abandonada, pero que tiene sin duda su cardcter y sus encantos, No conozco nada, y jme habria ‘gustado tanso conocer esa parte este de nuestra provincial Bien, que se aproveche Pepito”, La estrecha vinculacién que Almendros sentfa hacia su familia, hacia sus padres, hacia sus primos, hacia sus sobrinos caracteriza toda esta correspon- dencia. A propésito de una iniciativa de su prima Remedios, rememora la casa de los abuelos, la casa familiar en la que el sonido del martilleo sobre el yunque se entremezcla con la lectura de sus primeras novelas. «g Aquella casiva en la Plaza de San Rogue me recuerda a mi también tantas cosas...! FLabuelo Tito, consu martilleo intermina- ble en el unque; el to Emilio, que me hizo a mi, a mano, arri- ba, en las cdmaras, unas botas preciosas de presumir en mis afios ‘mozas; una de las piezas de las cdmaras, donde me subia yo aleer bien a solas las primera novelas de mi juventud... St, Remedios, tienes que conservarla, y gracias que estds bi para hacerlo!» ito Poveda Iex (1874-1951) enwvo plea en la Flbriva de Coloma, De dee Herma Amends s.commige fe E] carifio que siente por su tio Es 4 por su tio sip moyen y gana Caine lio, el recuerdo de las botas que le hizo, lo oem ise mene len’ bata dane cexpresa al enterarse de su fallecimiento. > primoresamentebechat..s «Gran pena me causé la noticia de su carta. Podvia tener el genio como fuese, pero yo he querido siempre al io Emilio. ELera un hom bre bueno; tenia muchas virtudes, Conmigo fue siempre muy aféctuo- soy generoso. Cuando aun era yo un nifio nunca levé botas tan cui- dadosa y casi primorosamente hechas como algunas que él me hizo con una paciencia y una maestria admirables, Sus invitaciones a ca cortas, a comer gazpachos en su casa, eran siempre una fiesta de ale- ‘ria sana y de bondad. Nunca cret que podria morir. Siempre lo he "9 Carta a Remedios, 21 de diciembre de 1972. ‘© Carta a Remedios, 25 de abril de 1972. Su casa y sus padres aparecen en varias ocasiones. Siempre que pudo ayudé a la familia, imaginado joven y animoso, Pobre tho Emilio! En estos tltimos afis aun lo imaginaba con la escopeta cargada' 15), Anita me ensefié un ejemplar del Arlas Hlemencal de Geografta'®, cuyos ‘mapas dibujé Herminio Almendros, y que contiene una dedicatoria ditigida a sus padres: «Sin vosotros, este encar- 0 de atlas elemental no se hubiera realizado, El enorme trabajo que yo desplegué dibujdndolo, casi todo en tan corto tiempo, no se habria dado sin vuestro sacrifi- cio, y yo considera mds importante y valiosa auestra colaboracién que smi trabajo>. Porsada del wAtlas chmental de Gengrfian. Gris Alcald. Milaga-Cérdoba, 1924, Ese ese primer libro ‘ques le conoe: el Gemplar que te conserva contene tuna dedicatora rs padve “Almendtos siempre fue consciente del enorme esfuerz que habfan reali zado sus padres para que él pudiera estudiar. Cuando tuvo oportunidad y ne cesidad de vender la casa que ellos hicieron y donde vivieron juntos, le pess Ievarlo a cabo, pues de alguna manera supontfa la pérdida del hogar familiar al aque siempre se puede tegresar 1a vineulacién con la familia se plasmé también en ayuda en codas las ocasiones que tuvo como por ejemplo, enviando medicacién y libros, dinero y Animo en los estudios, Eran afios de escasez, de dificultades econémicas pata los que se habian quedado en Espafia y pata los que se habjan tenide que exiliar, «Si que estoy seguro de que a mi padre le complaceriael que yo ayuda- nisi pudiera a las personas de su familia que viven mal, y mi madre Jo mismo con respecto a las suyas. Puedes estar seguro de que si yo viviera en la abundancia en lugar de desenvolverme con jsteza corso me desenvuelvo, harta todo lo posible por remediar a unos y a otros Pero no puedo; lo que yo pueda hacer ahora no es una ayuda sustan- cial y silo puede ser una muestra de buena voluntad, que Uega basta donde puede, Ese es mi dnimo y ese mi punto de vista, Si pudiena 1 Carta a Paco, 16 de febrero de 1951, (9 Grlfcas Alea. Malaga-Cisedobs, 1924 ws También orienta en los estudios de los més pequeiios. Siempre tuo deseos de volver a su tierra y nunca desistid de hacerlo. Wwe arta lo posible; ast con lo posible, tendré que conformarme, ya que no puedo hacer mds", ‘Unos meses mas tarde escribe: En esta situaciin nada seria para mi de mayor complacencia que poderles aliviar siquiera fuera en tan escasa medida de vez en cuando, (pero la vida agud para mi no es tampoco holgada hasta el punto de que pueda sustracr cantidades de nuestro gasto necesario'®y A propésito de la peticién de consejo que su primo Paco le realiza sobre Jos escudios de su hijo, a quien Herminio Almendros le iba enviando un ejem- plar de los libros de lectuza que publicaba, escribe estas interesantes y actuales reflexiones. «:Qué tal los exdmenes de tu hijo? En la foto que me mandastese le ve una cara viva y gesto inteligente. Yo no sabria qué aconsejarte en cuanto a estudios, Cada dia veo mas gentes que fracacan en la vida cargados de esudios y titulos oficiales, lo cual indica que eso, en mu- chisimos eases, wale bien poco para las condiciones de vida actual Depende ademds de las aptitudes y aficiones que tenga: de quicto y cestudioso y solitario, 0 de futuro hombre de accién, Es dificil exe pro- ‘blema del porvenir de los jévenes de hoy. Cambian de tal manera las condiciones de vida en nuestro tiempo, que uno no sabe si el camino que emprende abora, considerdndolo bueno y seguro, no va a dar ‘mattana en el vacio y lo intl», Herminio Almendros proyecté en varias ocasiones realizar algsin viaje a Espafia para volver a Almansa. Pero no siempre pudo llevarlo a cabo porque las dificultades econémicas y politicas resultaban insalvables en casi todas las oca- siones. «Tenemos el proyecto de viajar a Europa Maria y yo, a ver a Néstor en Parls y a los que nos quedan en Barcelona y en Almansa, ;Podremos? No es nada facil arreglarlo todo en estas circunstancias™ » Unos afios mis tarde expresa una profunda afioranza, «Malo; me ha entrado cierta nostalgia por mi pobre pucblo manche- 1 Carea a Paco, 6 de absit de 1950. 1 Carta a Pico, 19 de noviembre de 1950, Caria Paco, 8 de agosto de 1955, © Canta Tarragé, 23 de diciembre de 1965, go, por el que no sentt nunca afioranza, Abora mse gustarta iva él, ver fo que queda, y hasta guizds me gustarta quedarme para siempre en sun de aquellos pequerios oasis de pinas en la anwra. Tenemos pro- yectado un viaje, Nos tendrén que dar facilidades para pagar los dos viajes largos en moneda cubana, de curso tan solo agi. Creo que lo conseguiré con alguna comisiin oficial que se me encargue... Si no surge algiin inconveniente saldremos para fines de abril, como te digo, Fitarkamos un mes en Francia, y pasariamos luego a Espaiia para otro mes, sies que no me ponen algiin inconveniente en el visado, pues atin en cosas ast, semiofciales, ponen obstdculos definitivos para visar a cubanos. Parece que somos peligrasos. ¥ eso que Cuba y Expatia andan abora a partir up pinén en intercambios comerciales, ; Me gustaria tanto hacer ese viaje!» Después de recibir una carta en la que Berta le cuenta que su hija Merche habia salido a coger gufzcanos con su padre Faustino, esctibe lo siguiente, «Mina, Querida Berta, no es cil que hagamas ningiin otra viaje por sthora, pero de todos modos, a una latica de gutecanos ponle un letre 10: Para los primos, y gudrdala, jQuién sabe!™», Herminio Almendrs, en su carta de 26 de abril de 1951, rewerda la romera. En esta imagen tomada ey Belén en agosto de 1968 vemosa parte der fmilaem Mana, de derecha jequierda:su prima Remedion, Bria la hija de ta, Pept, Fasting -marido de Berta, Mercedes y Rene en el cachet. Carca a Tatrags, 20 de febrero de 1966 area a Berta, 25 de abril de 1972 ww a Cuando su hijo Néstor estuvo unos dias en Almansa, le envidié por «la suerte de veros y de poder abrazaros», Siempre sinti6, y asi lo expresé, un profun- do carifio y afecto hacia sus familiares de Almansa. En una de sus tleimas cartas, escrita unos meses antes de su fallecimiento, y ditigida a su sobrino José “Tamarit, ademas de alabar la redaccién que le habla enviado y de animarle para que continue escribiendo, reitera este carifio. «En fim, querido Pepito, agua estamos haciéndonos viejeitos y pen- sando en vosotres, nuestros familiares queridos >, ® Careaa Pepito, 15 de abril de 1974,

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