OTOLOGÍA

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Neko DEL O{DO EXTERNO Elpropésto de este libro ne permite trata todo 1° efrente al odo externo de manera Taunt, porle wermigmos al lector que precise formas 5 een Oba lod extero de reciente apni 5 MALFORMACIONES Enel ofdo externo, las malformaciones congrats o acquires. En este apartads coe dels maformaciones eongenieas coment Speren de lo ave relatarenos#! hablar de traumatismos de la 208 Tie andes maformaciones commen suelen 3 warcat Sinramence al pabellon yal condusts auditivo ta con CAE), Estoe8 aco 5 Pensa clorigen tmbrikegice de ambos proxumo; e cide medio Ye) Frecuenterente Sstas malformacio- seat encuentra una caU52 COP ‘aunque PU den influ fa herenci. na Catedades vrcas (rubeole Y se nnonicaciones de madre (jalidomida. dros" cia, etcéter). pcre ente, no producen, Mae sintomas ave 10S peoparmente debidos 3a aterach orfoogica que co Tevan, aunque a veces Taridades ciricas COTO referfernos brevement® 2 ‘continuacion. remot ormaciones mas FECES son | Alteraciones del taman, Llamamos macro fia al desarrollo 228%" Sel pabelion. Suee se tia pig, 1. Dero 3 rormalidad. existe dzmplos mites. ud considera arog lformada cu2neo fan serprado pore paiente YP Iilrdad en el observador. La microti es. Hal Eres Torta entidad la oreja —ademas de pequetia-~e5 SEforme, mostréndose como un adosamiento de Cros mamelones oon fema de cucuucho. “Agenesia del odo externa. La aplasia com Aah el pabelloa es muy infecuente. YO Qe aperalmente, existen restos CULsNEDS © Caras aosos, A los raros casas de ausencin cmp epee no aparece ni vest dea ori es on sce anotia, La aplasia del CAE 70 Gener perforacion puede afectar exclisy2: fara pnycia carlagres, le 08 27 {fap 2), Produce una hiponcusia transmision (8 50 as. La ausencia del CAE suet siti con microti (Fig, 3) y ambos malformaciones fon habituaimente cnatzales. En es tos casos, 8 505° pechard un tayo fo anémalo del pervio facial, OY posible existencls Berd. tenida-€ cuenta a labore de rammar el 73 Frento airirve> 1. Macrotia de Taroreja derochs on 19 aoe de asimetr® facial 144 Figura 2. TC en el que se observa aplasia del CAE carla. sinoso y dseo. 3. Orejas decoladas, separadas 0 en asa. La creja normalmente implantada forma con el plano del erdneo un dngulo de unos 25°(éngulo auricu- locefalico). Cuando este angulo es mucho mas abierto de lo normal (hasta 90>), las orejas sobre salen inestéticamente y dan al sujeto un aspec- to risible, Estas orejasen asa, relativamente fre~ ccuentes, se forman por un crecimiento excesivo de la zona de cartilago que censtituye la concha (Fig. 4). 4, Fistulas. La fistula auris es recuente y ued eps recer en miembros de una familia durante genera- cones, Se trata de un pequefio trayectofistuloso ‘que comienza en una boca situada inrmediatemen- te por delante de la raiz del hélixy por encima del trago. Cantina con una formacién tubular alarsa- dade la2.em de longitud que terrrina en un fondo de saco (Fig 5). Muchas veces es tan pequeia que pasa desapercibida; en ocasiones, emite una secre- {én que ita el contoxna dela boca fitulos. Si se ‘bstruye, puede retener la secrecin formando un uiste que, cuando se infecta, da lugar a un absce so. Las fistulas del CAE, bien estudiadas por Figura 4. (Ay 8) Caso muy expresivo de orejas en ase. Oroi06ia Figura 3. Microtia con ‘imperforacion dol CAE. Work’, ocu- rren por de~ fectos de fur sin entre el primer y se- gundo arco branguial_y pueden de- sembocar en el exterior, end CAE formar quis~ tes sin com alguna, 5, Poliotia, Apéndices auriculares. La apariciin cde mas de un pabellén auricular es excepcional Nosotros no conocemas ninguin caso. En cam- bio. es frecuente la existencia de uno o varios ‘marnelones inforrnes, apéndices auriculares mas ‘omenos voluminosos que se insertan por delan- ie de un pabelén normal ode une orga makor- 6. Tubéreulo de Darwin. Es una deformacién menor que aparece por elongamiento superior del perf del helix y que da ala oreja un aspecto pun- tiagudo. Se considera un paso atras en el desarro- To logenético. Se le ha concedido una fala impor- tancia en medicine legal La resolucisn de las alteraciones descritas se logra mediante cirugia reparadora. Para cada cuadro se han escrito técnicas coneresas. Algunas simples, como la reseccion dela fistula o mediana camplei- dad, como la radccisn de a macrotia 0 de las orejas en ‘ata, y otras extremadamente dfeuitosss, como es el aso de la microsia grave con aplasia del CAE PAIOLOSIA Det O00 exTERNO F) Figura 5s avis cada, sata fondo de sac, = TRAUMATISMOs Los traumatismos ais- lados del oido extemo afectan normalmente al pabellén auricular, que estd muy expuesto alas agresiones debido a su posicin externa a ambos lados del craneo. Es ‘menos frecuente que se lesione el CAE (Fig, 6) dentro de su rareza, un as tipico es el del suje- toque se esta rascando el ‘ido con un objeto metilico y que, accidentalmente, es ‘empujado en el codo por otra persona y quedan heridas las paredes del CAE o la membrana timpénica, En este apartado vamos a considerar: heridas del pabellén, otchematoma, pericondiitis, congelaciones y quemaduras. Heridas del pabellén auricular Purden aparecer aisladas 0 asociadas a otras lesio- nes en accidentes de trafico o laborales (Fig, 7), depor- tes de contacto, agresiones con arma blanca o de fuego. mordeduras, robo de pendientes, etc. La herida puede afectar mds 0 menos extensamente al pabellin, tanto en superficie como en profuundidad, con lesicn de piel, par- tes blandas y esqueleto cartilaginoso: no es infrecuente al arrancamiento de la totalidad o de una porcién de la oreja (Fig. 8). Figura 6. En el lado izquierdo (L) de la TC se observa frac- ture de la pared anterior del CAE, producida por un golpe ten la mandibula que proyecto ef condilo dentro del con- ducto, 145, ‘Arrancamiento parcial de la oreja por mordisco de vacs. El tratamiento es como el de cualquier herida:lava- 4o con un antiséptico, impieza quirdrgica con una buena ‘cura de Friedrich que elimine los teidos mortificados que no tengan viabilidad y reconstruccidn con una sutura exacts y delicada, Deben administrarse siempre antibio- -08 para prevenir la infeccién y, sobre todo, para evitar la aparicién de la temible pericondritis. En los arranca- imientos, se debe recuperar la oreja, que se transporta en hielo, e intentar cuanto antes la reimplantacign. Si se fra- casa, debe efectuarse una reparacién con técnicas qui- rirgicas o con métodos protésicos. Otchematoma Denominamos otchematoma al actémulo de san- are entre el esqueleto cartilaginaso de la ore y su peri condrio; ceurre por ruptura de una arteria perforante del pabellén, Estos hematomas se originan por traumatis- ‘mos sobre la oreja y es muy tipicoel que aparezcan tras golpes discretos pero continuados. Hemos tratado oto- hematomas en distribuidores de butano y otros trabaia- dores que llevan la carga a hombros, en deportistas tras forrmar la melé en la practica del rugby, en bexeadores. | a 146 Figura 9. Recidiva de otohematoma on un ‘repartidor do butano. ‘en un paciente que permanecié dortni- do largo tiempo en tun autebtis con ta coreja apretada con- tra el asiento, en personas que tienen como tic nervioso presionar sobre el pabellén, ete. Cuan- do un pabelisn ha padecido alguna vez un otohemato- ‘ma es relativamente fila recidiva (Fig. 9), ‘La acumulaciin de sangre se localiza habituaimente centre el hélxy el anthélx, Se muestra como una tume faccisn blanda, poco dolerosa y més © menos fluctuan= te, de color rojo amorado (Fig 10) El tratamiento depende de la entidad del otohe- matoma. Sies solo incipiente, de pequefio tamaiio, mantiene al paciente en observacion. Sila acurnulaciSn de sangre es ya considerable, se extrae mediante pun- cién-agpiracidn con instrumental bien estéri Si existe tun gran otohematoma, deben efectuarse una o varias, inisiones arqueadas en su zona més caudal. Cuando se ha evacuado su contenido, e dispone un vendaje moderademente compresivo que se adapte a la forma de la superficie del pabelkin (Fig, WA y 8). La antibio terapia de proteccisn (ciprofioxacino, por ejemplo) es imprescindible. Debe verse con prudencia la vtlizacin de antinflamatcros. El dcido ace- tiksalicico, en los mementos iniciales de la hhemorragia, puede originar un incremento del hematoma, Encasos desafortunados 0 cuando el tra= tamiento ha sido incorrecto, el otchematoma puede nféctarse confermando un absceso que puede originar una pericondritis. Las recci- ‘as nuerosas picas de los baxeadores, pue- den orignar una grave deformidad del pabe- iin (orgjasen colifo). Pericondritis Es la infeccign del cartlago del odo exter- no. Aunque el agente causal es bacteriano —pusiendo inciir diversos gérmenes y, fre ccuentemente, Pseudomonas aeruginosa habitualmente existe un determinante trau- ‘matico previo. Contusiones, otchematomas, quemaduras © abordajes quirtigicos pueden Orx06I4 ee meetin anthélix, at heh yay condritis. Ps Enka pericon tada de tamain say caliente al tae. to (Fig. 12). Esta twando el Idbulo, que queda libre al carecer de esqueleta cartilaginoso. El dolor es pulsatl y se hace cada vez mis orien See aa mule purulento; en la 20na abscesificada, el cartiago se mene ran eee Sten a ees mente un muién deforme como resto del pabellén. sean oem ticos (ciprofloxacino). Si se comprucba la existencia de acumulacién hematica, serosa o purulenta, es necesa- so el drengje seguido de lavados 1 bisticos. iculosos con anti- | Figura 11. Tratamiento dol orohe- |, matoma. (A) Puncion-aspiraciéa. (52 Ghinctsiones do arena. — Vv PAIOLOGIA DEL obo exrEeNo 412, Pabeilin Seer engrosado, ear are coares, era eda ore de oe | Congelaciones Lasoreas junto con la nariz y los. esos de manos y son ls partes gris expuestas & congelacin. El proceso co- rrienza con una va seconstriccién del teriteio como mecanisme preventivo de a pérdda de calor. Se reconoce porque las orejas muestran una pal- dez extrema, Despuss se instaura una fase de vasoula- tani y pardss vascular: a anoxia producida por a vaso- constriceiSn inicial libera histamine y sustancias taminoides y aparece pardlsis de los capilares,tras- tomos de su permeabilidad con extravasacisn de plas- ima, formacién de trombos en las arteriolas, anoxia tisu- lary necrosis. Clinicamente deben considerarse tres grads que se caractrizan por ~ Primer grado: palidez, insensibilidad, molestias. locales en forma de prurito o pinchazos = Segundo grado: aparicion de ecerna, vesie Ficcenas. ~ Tercer grado: destrucesin tse» tica Eltratamiento, con calenta tistcos y ocasionalmente, vaso las congelaciones de primer y segunsis or tercer gado, ssl es posble la res ladeformidad resutante Las quemaduras del pabellén auricular estén gene- raknenteincluidas en pacientes con lesiones mas exte s2s, que afectan a zonas més o menos amplias de cabe~ zay cuello. Pueden ser producidas por el fuego, por ligadosinarados oon cul, por sses gan tm- ura 0 por sélidos incandescentes. Enel primer grado ode etea, lindo se auc de rr enla zoe, acre que ex ence calente. El segundo grado se caracteriza por la apari- tir enia zone aestada de un seamulo de Kuido que forma grandes vesiculas. En el tercer grado aparece necrosis por carbonizacin que puede afectar a la pel también al cartlago 0 ala totalided de la es 7 El primer grado se trata fécilmente con aplicacién de temas grasas. En el segundo grado puede evacuarse, en ‘un medo aséptico, el contenido de as vesicuas. Es por. ‘ante conservar en lo posible la epidermis, pues esta med fo, junto.con la administracicn de antbisticos, evtar la temida penconcis. En las uemaduras de tercer grado €l teido necrosado, inviable, debe resecarse; larecons- cid lista sere mis necesaia cuanto mayor sea la zona perdida. © CUERPOS EXTRAMIOS EN EL CAE Etiologia y clasificacién, Los cuerpos extratios en el CAE se ven habitual- ‘mente en nifios; en sus juegos o para llamar la atenciSn fen caso de necesidad de estimacién, se introducen los més diversos objetos en los CAE, Pueden presentarse ‘también en adultos como hecho accidental. Es corrien- ‘te encontrar trozos de un instrurmento empleado al ras- ‘arse, fragmentos de cualquier sustancia tras una explo- sin, trozos de cristal de parabrisas, arena o piedrecitas en buceadores, etc. Puede ocurrir como enfermedad labora (serillas en ls agricultores, pequetes troz0s de carb en miners, ete.) 0 camo sino de enfermedad Los cuerpos extrafios que se encuentran en el CAE som nommalmente sélidos, inanimados e inertes. tro- zos de gama de borrar, de mina de lépiz, de papel, bol- 5s de juguetes... (Fig, 13). Menos frecuente es sy cuerpos extravios sélidos, inanimados y no rividad bio}Sgica (semillas), quimica (por= clo un producto quimico) fsica (fragmento de una 1 radiactiva). Los cuerpos extrafios animados ios inertes: Figura 13. Cuerpo extrafio meta en el CAE. ) 148 ‘que penetran en el CAE en habitaciones falas de hige- ne, durante sistas en el campo en otras circunstan- Gis Lata delaras osc) endl CAE fesrara Puede ocurirras una puesta de huevos delinsec- toatrada por el calor y la humedad de un cide afecto de supuracion (Fig. 14) Sintomatologia Los cuerpos extrafios habituales son inertese inani- rados y no producen molestias. For ell, frecuentemente, pasan desapercbidos y se descubren en una otoscopia rutinaria, Cuando son voluminosos y ocupan f totadad el CAE. pueden ocasionar sensacin de plritud ehipo- acusia de transmisiSn Los no inertes oanimadios pueden praducir grandes rmolestias y hasta dolor intenso por la actividad especii- ca de cada cuerpo extrafo: causticacién de un produc- to quimico, resin al dlatarse una semila humidfcads, picaduras del insecto atrapado en el CAE, etcétera ‘Tratamiento La extraccin se logra con facilidad proyectando un chorro de agua templada hacia el interior del CAE con el sistema que describiremos al tratar de los tapones de ‘cerumen. Los insectos se agarran a la pel de las paredes de! CAE clavando en ella los espolones de sus patas, por 50 es necesario matarlos antes de intentar su extrac= icin; se debe llenar el conducto de alcohol e intentar la cextraccidn pasado un lapso de tiempo. En casos difcles (troz0s de goma de borrar que se han expandido dentro del CAE. semillas ue se han dlatado,fragmentos mets licos clavados, etc), la resolucidn del problema estara a Figura 14. Larves de mosca (miasis) en ol CAE de un ‘pacionte ttraplégico con otis media crénica. 10106 cargo del especialista que, en ocasiones, deberé recurrir incluso ala anestesia general = TAPONES DE CERUMEN Son conglomerados de cerumen y sustancias en él englobadas que constituyen un magma mas 0 menos ss- do, de color oscuro y que ocluye el CAE produciendo ‘molestias por obstruccisn, Patogenia La secrecién de unas glindulas especiaizadas (glin- dulas cerurinosas) consttuye el cerumen, sustancia pas- tosa de color marrén que protege la piel del CAE de las. diferentes noxas que pueden inidir sobre ella. Cuando se acumdla en el CAE, leg a oclirlo por completo for- ‘mando un taps de cerumen. En ls tapones, se suman al cerumen detritus de la descamacin dela piel y pelos ¥ productos de la polucién ambiental (pohvo, partculs, eteétera) El.cerumen, que ha englobado los materiales deseri- tos, se expulsa continuamente porque la elminacién de la capa superficial de la epidermis del CAE se realiza de para la tin= cacién del cuadro a ser un hecho no imprescindible Adkuieren, en cambio, carta de naturalezala condi ddebiltada del paciente y los estados de hipcinmunida. De todos modes, la iabetes sigue siendo un factor fun- damental, tratindose generalmente de pacientes toda- via no dagnosticados ni tratados ode enfermos descu dados y sin contra La otitis externa maligna debuta con los mismos ‘earacteres que indicdbarnos como tipias para la otis PAtoLoGIA De odo exeeNo ma dfusa, pero enseguida se diferencia porqu cg mn erin aru Sorento habitual se muestra ineficaz Eldagnéstico no es dificil si se recuerda el proceso. poclaanamnesis conocemos la edad del paciente —un poan0—Y que es Un sujeto que padece diabetes. La toscopia nos muestra un CAE edematizado, doloro- gal t2210 leno de una secrecién espesa ocre o ver- chen después de una impieza meticulosa del conduct tbeenamos, sabre todo en el suelo 0 pared infer, abun. antes granulaciones y —en algunos lugares— areas ukeradas. Es también tipica la aparicién de zonas abs- cosficadas a veces amplias, Eldagnéstico de seguridad lo proporciona la gam= sagrafia con Te 99m que, de manera constante y pre- canmente, muestra signos de afectacisn dsea La tabla 3 expone los sintomas tipicos,dvidiéndolos excriterios mayores, que son sintomas necesarios para etiquetar a un paciente como portador de la enferme- thd, ycriterios menores, hechos clinicos de apariciSn fabitual pero no absolutamente imprescindibles para caracterizar esta otitis. El pronéstico de este proceso se ha meodficadh sus- tancialmente desde la aparicisn de las nuevas quinolo- ts Chandlery cols. en 1986" publican una mortalded de153% para sus primeros casos y Jo! 25% para los més recientes, todo ello antes de lo ientos con cipro- floxacina, Actualmente, el exis lo inciden- tal, Sobreviene en razén de la cca! el estado general © las complcaciones colaterales Tratamiento Eltratamiento quirdrgico racicel, con extirpacisn

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