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Capitulo ‘I Posturas éticas a lo largo de Ia historia La experiencia moral, como se ha visto, es el punto de partida para la refle- xign ética, Los heclios morales han sido los mismos para todas, pero su interpre tacign ha diferido porque fuerdn diversas las concepciones del hombre y de? mundo. La pregunta sobre #! bien —qué es Lo bueno para e} hombre— he teni- do, ¢ 10 letgo dela historia, ianiimerables respuestas. Se han sucedido Glésofos y cscuclas de perisamiento que han pretendido encontrar un fundamento a la mo- S. talidad de fas neeiéaes hemenas @ Apenas uno se asoma a esecoajunto de prepuestas, la primera impresién pue- ge de llevar a pensar que se estd én presenciu de un caos: las teorfas sc suceden y se m oponen, hay cientos de definieiones de bien, no existen acuerdos en los princi. pis ni en eb contenido de Ins palabras. Pareciern que ia verded se encuentra di = seminada en cada nade las postures y que cada antot se ha aferado nella park g? teatar de imponerla a los demés . En este capitulo s¢ pretende cepasar muy someramente.lus principales posw- = ras éticas que han tenido lugar a Jo largo de Ia historia de la filosoffa y, a la luz @ de los printipios le caca una, acercase a esa verdad que expitea el fundamento de la moratidad. Indudablememte, cada doctrina étien esté basuda en una cont ida del hombre, y toda anicopologfa, a su vez, se apoyu en una metafisica, Postrace lo longo de la historia / 47 er oe ‘hj hora de estudiar Ins distntas daceinas ete se puede seguir one ANE sa ctonologin istiea bien un arden [egico que agp las principales SOUS tes por su contenido, ya que las rismnas posturas se vin repitieado a lo*largo de qos siglos. Se ha optado por este camino, propuesto por Todos Lecieg en su lis sofia moral, porque pete eget a destino r65- boro Las grancles loueas de ta fi rema y proporciona material para Ta reflexi6n. petando fos aportes de cada sis 1, ba nega’ aunts de abort as dictintas doetsinas Gas, es preciso analzar {6 posicidn dntesceptcismo que. a fargo de la historia, ha negation exiscene) Jeune or Ged absolute qve fundaments Ia movalicad Bajo uaa capes 7 ‘Una vez anatizadas las cosines que niegan Ta existecia Je tica y caen nconsistente, en esc apartado se estudiar las doctr- va verdad sobre el hombre. En primer lager, hay que fticas que no admiten un principio supe= en ona postura relativista ‘as Sticas que se apoyan en GSatingnir enere dos grandes grupos: Star aia persona, Tamadas éticas empinas y Tas que sf sonvieeran realidades: Gos lw eaecienden, denoninadas cas rasionales, caehces eimpiieas consideran que no exist nad superior al homens YA ama ene no pueds buscar mis que en misino at fn y [a morsl de 2 secién, Posuives grees ale tory deta historia f 53 vonage ules £9 un hecho de experiencia, un principio que el sujeto ene de al rag Si Ber a experiencia de fa vida. Por otro do, si una ediidad tain, Gr al espftitu, el problema por cesolver serdel de lus relaciones eave hombre, perience Peron y surgen lus fricas racionales que se apoyan no 3510 er le on Peviencia. sino también en ios datos captados por Is inteligencia: Dentro de este primer grupo se pueden incluir res corrientey filoséticas: ef edonisio, el udlittismo y las morules altrustas EI anise ve ence, una de cllas ocupa el siguiente apartado, 2-44, Ost hedonismo al utiitarismo yi rece Fy bedonlsmo part de un priccipio presente en tadas las comientes eas a Fore do sania Sr Fela y ste es el fn de su vida. La eifcutad se plans ce hora de definir qué significa ese “ser feliz". El hombre buses espontineamente Es satfaccign, y la felicidad —emendide come meroplacer—se e enn soa de en que poseeri todo toque pueda saciarl, La cies hedowenn cr rer, nds 1a moral w este dao. “En la ustoria de fa flosofia van unidee akan trans ZEt. tene que contar sélo consigo mismo y en este caso la primern ipé- tesip gue se presenta a su espicitu es que ha de buscar sélo su felidad, 2-2 ceu Ge que el hombre peisigue la felicidad esta resente en en Sitesotia os actuales, domina el comportamiento éico de muchas perseran Bpicuro (341-270 a.C.) sienta lus bases de estufilosofi, Considera ue el pla Ser es el valor supremo —entengide como al bien primitive innate. y cons- "MELE. ong, La rane Incas de lola worl eed, Ma. 156, 54 / G cesatio oe la éti0e tituye €] prneiplo y et Fin de in vida feliz. Por eso. e! hambre tiene que aleanzar (a feicided, que consiste en lograr la mayor cantidad posible de places, que ess Ginico bien, y evitar el dolo: que es el Gnico mal. Come todo hedanismio, se ha de enffentar con un dilema: cualquier fica, para serlo, ha de pretender dae now. imas con cater generale imperativo: pero el placer e¢ un hecho subjetivo, que se realiza en la intimidad del sujeto sin que caca hombre pueda tener expevion. cia més que del propio. De ahi que toda etica hedonisea se entence con et pro. blema de objetivar el placer, es decir de hacer de él algo objeive que pueda e sirse en fin concreto y norma para todos los hombres." Epfcuro divide los placeses en corporates y espicituales y determina que son ‘ésios los superiores y deseables oorque se pueden tiaes a voluntad Ys Por tanto, sujetan al hombre a las cosas exteiiores. Peto los placeres espirituaien consisten en recordar, imaginar © proyectar acciones gozosas y esto no ¢s posible, natural, mente, si 90 existen previarente unas auténticas y originales sitaciones placen. tras. Estas no pueden consisir sino en [os deleites del cuen po. De aqui surge la listincion que hace de placeres en reposo y en movimiionus. Les primercs son aquellos que, como sefiata Refuel Gambra, “advienen at alma como algo natueal ast actividad, como ia satistacci¢n de una necesidad,e! facil y grato ejercicio de Sus operaciones, Son en movimiento aquellos otros que experimenta ef alma co. smo slgo Sobreafiadide a su naturaleza,aigo que se ha de buscar en el extesior por- 4que'no resulta de su normal axtivided. El placer de ceposur wes la fatiga. el'be. ber agua con sed son tipicos placeres en reposo. Las drogas, el beber bebidas al. cobslicas son ejemplos de placeres en movimiento. Epicuro opta decididamente or los placeces en reposo porque los en movimiento producen, a la large, dolor ¥ convertidos en hidbitos, esclavizan al alma sometigndola a las cosas exteriores aqui el vitae y Ia sorprendente conclusin del hedonismo epicdceo: silos pla- Cores espivituales vienen a reducisse a los corporales y si de éstos solo deber ade tnititse por tales placeres ios en reposo, resultacd que ei Gnico fin de la vida es e) Placer derivado de satistacer las més elementales necesiciades de la naturaleza, ‘Lo ouul exige del hombre un abstencionismo ascético, una estrieta austeridad."™ El epicurcismo representa una zetitud ante in vida que centra [a actin en el edlculo de los placeres. En Ix préctica, ha Uevado siempre a esta sencilla conclue sign: es leito todo lo que peoduzca placer. Sin duda, encontré uns acogida favo. fable pero I mayotia de los portidarios de Bpiciiro no sigue a su aaestro en su ascctismo, sino en el principio de su acciGn: elegir las sensaciories placenteras, Elhombre debe hacer lo que le proporciona plicer. Sse seria el fin de la ética, La St Gawana. Rall, Mitr sence dee foe, Ral. Madd, 1979, p 4 Gans, Rath op ip 85 Postwrns ices a to longa deta historia / 5 t MA OD EH OD A & OO & uw € @ @ @ € & e: é € @ @ 8 89GOG2SSCOESSSOSSS Sinica advertencia es que esa btisqueda de lo placentero ha d= hacerse sin intran- 3uilidad, con dominio de sf mismo, sin turbacién. En realidad, la concepeién epi- rea conduce a fa desesperacién y a lo nada, No puede fuvidarse una moral so- are el placer, que es s6lo una reacci6a, un lone aféctive que acompafia a los ac- (95, pero nunea uaa realidad en sf misama que pueda buscarse como abjetivo d- imo. Otro hecho de experiencia Iogonfirma: el placer aparece muchas veces en f 1a vida cusado nu se lo busca, pero rara vez si se mercha amas él Después de sutiir en la Edad Media una decadencia, el hedocismo ceaparece emel siglo XVI y sienta las bases del utilitarisme cue domina gran parte de Ja fi- losofta moral hasta el siglo XIX. La euns del usiltarismo moderno fue Inglate- ra, Jeremy Bentham (1748-1832) es considerado el fundador de esta escuela y sw sistema ofrece Ia muestra mas vepresentariva de Ia concepcisa utilitacista de fa ética, La obra de Bentham fue continaada an ‘nglaterss por otros filésofos: John Stuart Mill (1806-1873) y Henry Sidgwick (1838-1900), Tomando el con- cepto de itil de ln ciencia econdmica de su ciempo segiin ef cu! se lama asi a todo lo que puede satistacer uns necesidad, estos fésofos sastienen que el bien es la uilidad, enterciida, ep yeueral, como plecer sensible y material El hombre, por maursteza, es un ser animal que esta acuciado por un conjun- 2 de necesidades cuya satisfaccién origina placer y euya insatisfuccién produce color, Ambos, placer y dolor, son para Jos utilitaristas los dos polos afectivos al- rededor de los cuales gica tod ls actividad humans, En conseeuencia, codes lo que ermita saciar una necesidad, Io que sea deil, tendria razéu de bundad, ya que eracins 2 elie se yuede efiminiar un dolor y alesitear un places Bentham considera la utilidad como principio de felicidad. La naturaleza bu- ‘mana ba volocade al hombre bajo el imperio del placer y del dolor, a éstos se de bben todas las ideas; a ellos se refieven todos fos jo.cios, todas las determinscio- hes de la vida. BI que pretend sustraerse a esta sujecidn no sabe lo que dice: 10- Uo lo que hace el hombre tiene por nico objero basear el placer y evitar el do- lox. El principio de la utitidad subordina taco a estos dos méviles. Lo stil es lo que aumenta el picer y disminuye el dolor, Puesto que no hay mayor satisfac- ci6n que el placer, 2s instil invocar cualquier otro principio superior. La dnica re- ale mora es la det interés. Por 10 tanto, code el problema moral consiste en cal- cularlo bien. Es preciso pesar placeres y dolores, avmnentar el placer y disminuir ©; dolor. Le vida es un negocio, la moral consiste en hacer ganancias y queda re~ dacida a una cuestin aritméticu: el bien es el ingreso: el mal, al gasto, écilmente se ve la incisna conexién que. en un principio, guarda el utilitaris- ro conel hedonisma, Ahora bien, el piscer puede extenderse 1 dividuos de Ia sociedad. Br esie pune radica Ia diferencia fund 56 / 8 desa‘io ae i ice no © sedoniamo yal wir, ste one un intenspreeupavin sock! fete a aa indvidulstayeposa del primero. Alesublecer una excala en Jo ar que conigeratvensiad de placer produeido y Ta extenién a vn st ior menor de idividyos, De exo se detva la preoeupscion por los aa iivona no ec vedaderanent fea 6 90 veer consortance con Sos sie ga més lejos ad el hombre no 8 Vefaderarnentedchowe sino waa Paraeri, el mujto se coups de os dems, se uelveBenévoloy be ae eid serezient pore! hecho de estar odeado de gene dchora re toca de eonjnte ce fos Hombres eaee pore esto de ser eli ao acam pens debe boscar ala ve a propia Fic y 1 de todos. BI ree cvided humana y de ena hombre eh peices In mayor aided vo por mimeo de indveos Un at sed bueno no ast oxando st ti aay eanee Te mina dad posible poral mayor nimero ce indi ‘duos, Esta seri su norma suprema de moralidad: (a maximizacion de Ia felicidad. Se leg aun aru asada ex el ego'm0 ints nenrislicade To himano, se puede decir que no vosidera os sentimien- a vwationes més nobles de a personas educeos todos a utili. Es a el intedsy To Bdsguedo de Ta felicidad son méviles Foncamentales de eee ca humana eto no bande ser enindisos oh orm rater y bots aracevrerenets inden, muchas veces, atin moral ye! ceberoblizan a cada ease ub avrifcio de ineeses conungenis y mterltes en ombre de bienes recat eairtues mists, que valen por sf cuya poses6a da al Pom pare rrano valor No el efcacia yf uid de a aceién Io qu a Race mo- vino eu esl Boadad moral la que obigh a hombre a una 3e- yo murano, Benes en ralmente buena, ccién que sea instrumento de verdadero perfeccionamier Cuenta o buscar tammbiés el bien y utilidad de los dems no es Jo esencia de la mo- ral, sino wna consecuencia de ella. ‘EI utiticarismo, al considerar que el criterio moral clebe ser ta mayor felicidad ara el mayor ndmero de personas. reduce la moralidad a une evestiGn numért ta, Se ja mis en fa cantidud que en la calidad. “La moral utilitacista es, em sin clocuente, fell de comprender y ope- tesis, una moril de todos lus dias, coneretay rante sobre nuestras conductas, sta moral es suficiente en Ia vida corriente para de moralitlad que haga tn vida soportable pero no es una mantener un nivel medio sin espiritu de Giica muy elevada, no da ningiin empuje moral. no desarvolla ning scrificio, Se trata de mantener un aivel minimo. A pesar de los esfuerzos de los cuilitristas, jamés se convenceri a nadie de que debe dejarse matar por la patria Posuras gear ate targa deta historic / 87 nicamente por interés. Por mucho que se haga, el stlitrismo es una moral sin amor. porque el wmnor es fo conirario dei egatsmia y supone que uno no busea wy interés, Ei utiltarisme puede Mevarnos a prestar servicios a nuestros semejanteés 6s Ia medida en que encontiemos en esi accin nuestro provecho perscnal, pero li estimacié comin juzga sobre todo admirable e! amor que no busca su inte x65. E] utlitirista hard, sin dudus, algunos pequetios sacrificios euundo éstos pue- on granjearle una simpatia cuyes vertajas sobrepassn los inconvenientes en que consiente; pero el utilitarista no se ertrega, centiado en sf mismo, se reserva.™ Quocia patente que el principio de utilidud no aleanza para justificur el secrificro, De aqui arrancarin las corvientes éticus que se centran en el altrvismo, 2.1.2. Las étieas sltruistes: ef poder de la simpatia Corbell, A partic de Bentham. otros pensadores ge esfuerzsn en el siglo Xvit en jus fear el altruismo y hacer de él el principio fundamental de la ética. David Hume (1711-1776) sostiene que es preciso admitir como base ds ia morol no el amar de Sf Sin Ia simppatta ¢ Ia benevoiencia: los actes son morales en la medida en que sou Wesinteresacios, Lamoral de Is simpatia tiene en Adam Smith (1723-1790) su principal vepre- sentante: Pretende reducir toca la vida moral a un elemento simple, presente a Ia Gonciéacia y considerado como el elemento dominante. Esta pasicion es propia de una mentalidud difundida en el sigio xvii y que reupareceré con Kant. Comes. onde a ti idea de considerar que el hombre. contandacon la tuer2a de ia razén, Puede encontrar el principio de explicacién de sus actos y teaastormac sus impre- siones en certezus sin gran necesidad de comprobactér. La simpaiie es, para Adam Smith, ta condicign necesacia y suficiente para fun- ar ia moral. Considera que el‘hombre necesita para ser feliz de la udmiracin de los demés. Asi el principio de la simpatia es Ia constatacién de que la persona es capaz, por natursleza, de colocarse en e! lugar de los dends, comprender sus mo- livaciones y ¢valuar la moralidad de sus acciones. Todo uicio consiste en aprobar © desaprobar y eso no es mds que una demostracién de iz presencia o ausencia de Ja simpatia, Esta es la tendencia nstural e instinciva que inctina a entzegarse a los sentimientos de los demis. Surge como una necesicad ptimaria porque el hombre ss esenciaimente sociable, Nada pesa més que la soledad y las personas necesitan sxperimentae simpatia déndola y recibiéndola. El'bien cespiesta la simpacfa y el ‘mal provoca la antipatia, La regia moral que rige e] comgortamienco seria: “Obra * Lacuna. eauer, op sits p10 58. / i dosatio de ts sca de manera caf que provogue la mayor simpatfa en el mayor ndmero de personas”, La simpatin pasa a ser la reglz del bien y, por tanto, la motal serfa impostbie si no hobiera nis que un hombre e7 el mundo. Si estuviera solo le moral no tendria sene tide para él, pues no se preguntarfa nunca qué impresiém pueden producir sus ac- clones: se quedacia en [a igneruncia del bien y det mal Si bien es cierto que la simpatfa desempefia un gran papel en la vida del hom bre, también Lo hucen otras tendencias fundalinentales y, como todas estén pre- sentes en las acciones, se puede repsesentar toda la vide come dapendiente esen- clalmente de alguna de ellus. No es posiole carmpoco teciueir todas las aceiones ia simpatia que provocan —éita no es mis que un mero sentiiniento—; ni mucho ‘menos hacer depender de ella toda virtud y do vicio, Si fuera asi, el hombre tendria que adecuar su conducta a la verdad gue le presenta wn "sentimisnic mo- ral", y no su pensemiento rasiondl, rerunciando a su digaidad propi. De estas postuus se puede retenet come valido que la persana no se encuentra sola, que deBénUe de lu sociedad a ta que pertenece y que el ideal moral no puede, por tan- (0, expresarse por una formula de aislamienco, sino contanda cox la celaboraeién de otros. Este es el sports que dejaron las éticas altruiscas. 2.2, Etleas raclonales Como se ha analizado husta aqui, tanta e} istilitarismo conto el hédonismo y 4a moral de la sinapatfa busun la moralidad en un hecho de experiencia, Las é:i- cas racionales que ahora se ésludiardsr busean ese fundamento en on piincipio rae ccional que leve a afirmar la existencia de una realidad que trasciende al hombre, Por tanto, ha de ser necesaciumente aid, de una manera u dtca, exterior a él. De {co de este upartado se analizardn las posturas de Kant, Seheler, Hegel, los estoi- cos, Platsn, Arist6ieles y Toms de Aquino. para concluir con algunas reflexio- zhes que signtan las bases de uaa ética personalista 2.2.4. La ética kantiana de deber “Buyco Ningn o16 filésofo ha iavuice taneo en el pensamiento moderno éomo In- ‘manuel Kant (1724-1804), Su postwra puede centrarse en dos aspectos: I deter rminsci6n del carieter propio de Ia moralidad y cl fundamen ce la moratida. Estas dos euestiones estén tan elacionadas que dependea uns de ot y se resuel ven una por la otra. in owt de Kan se desea dos moments Cte reed pe ra(1782) y le Critica de a razdn preca (1788). Despuds ce la eitica de Ia rae Posiuras étieas 6 to large de fa historia / 89 S @ € & e g € 4 € ¢ a ORAL WALGASASADEAGASE&

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