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8 HACIA UNA CONCEPCION INTERCULTURAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Lintroduecién Durante los thimos quince afos, me ha sorprendido el grado en el que lo derechos huranot fe han convertido en el lengua de la polities peogresie- ta. En efecto, y como referi en el capitulo 6, durante muchos aos, despuss de la Segunda Guerra Mundial, los derechos humanos constituysron una parte y pprcela muy importante de Ia politica de Ia Guerra Fria, y as lor consideraba la fnquierda. Lot dobles criterlos, la complacencia haca los dlctadores allados, 1a {efensa de conceriones mutuas entre los derechos humanos y el desarollo: todo ‘esto provocé que los derechos humanos despertaran sospechas en cuanto guiéa ‘emancipatorio. Tanto en los paises del centro como en el mundo en desarrollo, las Fucreas progresistas prefrieroa el lenguaje de la revoluci6n y del socialismo ‘la hora de formular una politica emancipatori. No obstante, con Is crisis apa rentemente irreversible de estos proyectos para la emancipaciéa, aquellas mismas fuerzas progresisas ee encuentvan en la actualidad tenlendo que recurir a los ‘derechos bumanos afin de reconstitur el lenguaje de la emancipacién, Es come si se acudiera alos derechos humanos en busca de apoyo para llenat el vaeio djado ‘pr ls politcassocalistas. (Puede en realidad el concepto de derechos humanos Tenar semejante vacio? Solamente podrd si se adopta una politica de derechos dnumanos radicalmentedistnta de I hegeméanica liberal y olameste si tal politica 2 concibe como parte de una mis amplia constelacién de luchas y discursos de resistencia y emancipacin en ver de como la inlea polities de risstencia contra 1a opresién. Por consiguiente, mi objetivo analitco consiste en concretar aqui las condiciones bajo las cuales los derechos humanos pueden ponerse al servicio de tuna politics progresst, emancipatoria 1a conerecién de tales condiciones nos conduce a desenmarafar algunas ‘delastensiones dialécticas que se encuentran en el nicleo dela modernidad occi- dental! La crisis que actualmente afecta tales tensionestranamite major que nada los problemas a los que se enfrenta la modernidad occidental de hoy dia. En mai coplatén, la politica de los derechos humanos de comlenzos de siglo es un factor clave para entender tal crisis, Ientifico tres de estas tensiones. La primera sucede ente la regulacién social y la emancipacién social He estado defendiendo que el paradigma de la smodernidad se basa en la dea de una tension dialéeica ereativa entre regulacién ots parte Wato con deal ls tensiones daca smodernided occidental (Sents, 1995 y Sete, 200} aa 1m Derecho v emanetpacin socal yy emancipacién social. A principios del siglo XXI, esta tensién parece haber de- ‘aparecido, Latensidn entre regulacién y emancipacién socal se basabaen la dis- crepancia entre las experiencas sociale (el presente) y ls expectatvas sociales el futuro), entre una vida social y personal en curso injusta, dificil y precaria y un futuro mejor, mis justo, yen suma, més positivo. Sin embargo, desde que, amitad {de los aos ochenta, el neoliberalismo comenzara a imponerse globalmente como lanueva versién del capitalismo lisses-fr, se invir la relacidn entre las expe- sencas y la expectativas en grupos cada ver mis grandes de poblacién mundial [No importa lo dificil que el present parezca, el futuro parece todavia mis dificil, En un contexto socal y politico de expectativas negativas, la emancipacién ha ‘esado de ser lo contrario dela regulacin para convertrse en el doble dela regu laciéa. Aqui dentro se encuentran las profundas races dela crisis de ls moder nae politcar de aquierds, stat siempre se han basado en una eftca del stata {quo en nombre de un futuro mejor, es desir, en nombre de expectativas pestivas {as divergenctas dentro de laizquierda se habian derivado, en consecuencia, de la medida dea discrepancia entre experiencas y expectativas: una diferencla mis amplia que custenta ina politica revolucionarfay una mas etrecha, una politica ‘reformista, Hoy, en un contexto de expectativa soclalesnegativas, Is izquierds ce ‘encuentra con frecuencia en la posiién de tener que defender el stats quo una tarea politica para la que no habla estado istricamente adaptada. Mientras que hasta mitad de los alos setenta cualquier crisis de regulacign socal susclaba el fortalecmlento de la politica emancipatori, hoy dia somos testigos de una doble ctisi social, La crisis de regulacion socinl~simbolisada por Is eiss del Estado reguladory la risis de a emanclpacién social simbolizada por la doble criss de la revelucién y del reformismo socal, La politica de derechos humanos, que se habia utilzado predominantemente para gestionar y mantener la tensin entre regulacién y emancipacién social bajo control, estéatrapada en esta doble criss mientras que procura, al mismo tiempo, superala, La segunda tensin dialéctica se produce entre el Estado y Ia sociedad civil, Como Dicey noté perspicazmente en el siglo XIX (1948: 306), el Estado moderna, aunque iniialmente fuera un Estado minimalist, es potencalmente tun Bstado maximalisa, en la medida en que la sociedad civil, como el exo del Extado, se autoreproduce a trvés de eyes yregulaciones que emanan del Estado ¥y paca lis euales no parece existr un limite, slempre y cuando se respeten las reglas democriticas del proceso legislativo, Los derechos humanos se encuentran nel nicleo de esta tensién; mientras la primera generacién de derechos humans se diseBé como una lucha de la sociedad civil contra el Estado coma el Unico ‘lolador de las derechos humanos, las generaciones segunda y tecera de dece- hos humanos recurren al Estado como el garante de los derechos hurmanos. Como resultado de este proceso histérico, se peribié al Estado como la solucién alos problemas que confront la sociedad civil. Ea realidad, se considers a la sociedad civil como inherentemente problemitics y necesitada de un Estado mucho mis intervencionista. Por consiguiente, una sociedad civil fuerte solamente podia teller un Exado democriticamente fuerte, Por razones que no puedo explicar acta una concepsin Inert Slos derechos hema qu, todo esto cambi6 2 partir de los aos ochenta en adelinte on el crecimiento del neoliberalismo, E] Estado cambié de ser una fuente de soluciones Infinit a una fuente de problemas infinitos Ia sociedad civil dej de ser el reflejo del Estado y se transforms en lo opuesto al Estado y, en consetuenela, una sociedad civil fuerte acabé exigiendo un Estado débil. Laz politica de derechos hurmanos, tanto en sus versiones hegeménicas como contrahegeménicss, quedaron atrapa~ as en esta ripida transformacién de conceptos y hasta akora todavia no se han recuperado de elo, almente, la tercera tensida se produce entve el Fstado-nacién y lo que ‘designamos globalizacién que analicéen dealle ene capitulo 6, E1 modelo politi- co de la modernidad oceidental es el de Esados-naciin sozeranos que coexisten en un sistema internacional de Estados soberanos iguales: lsstema interestatal, [La unidad y escala privilegiada tanto de la regulacion socal coma de la emanci- acid sociales el Estado-nacién. Bl sistema iterestatal sempre se ha concebigo ‘como una sociedad mis 0 menos andrquics, regulada por una legelidad muy flex- Ile, del mismo modo que el internacionaismo dela clase trabajadora siempre ha constituido més una aspiraci6n que una realidad, Hoy dia, la erosion seletiva de Estado-nacién debida ale intensfcacién dela globallzacin neoliberal planta la dduda des tanto la regulacién social como la emancipacién social van a desplazarce al nivel global. Hemes comenzado a hablar de sociedad civil global, gobernanzs slobal, equidad global El reconocimiento mundial de la pelitia de derechos hu- ‘manos se encuentra en la vanguardia de este proceso. En este momento, sin em- Dargo, este desplazamiento plantea muchos mis problemas que soluciones. Para ‘empezar la mayoria de los derechos humancs exigibles todivia se bacen cumplir (y se intringen) a nivel estataly, por lo tant, el debilitamienta del Estado puede Ivar consigo la erosién de su exigtbilidad. En segundo higat, cuando a partir de la década de los noventa en adelante l globaizaciin necliberal comenzé a ser ‘enfeatada por los movimientos sociales y las ONG progrsstas, conduciendo a ‘una globalizcion contrahegeménica, una globalizacion desde abajo, emergieron rmuevas concepeiones de derechos humanos que oftecin aternativasradicaes @ las concepciones iberales norte-céntrieas que basta entonces habian dominado con una supremacia incuestionable. Segin estas dlimas concepciones, el Sur Global era en general problemitico en cuanto a su respeto por los derechos huma- nos, mientras que el Norte Global, considerado inmensamente mis respetuoso con los derechos humanos, oftecia su ejemplo y su ayuda internacional para mejorar Ja situacién de los derechos humanos en el Sur Global, Con la emergencia de la slobalizaciin contrahegeménica, el Sur Global comenaé a dudar de estas ideas ddemostrando, de formas sorprendentes, que el Norte Global y su dominacinim- peril sobre el Sur ahora intensificada por el eapitalismo global neoliberal era en efecto la fuente primaria de las més violentasviolacones de derechos huma- os: millones y millones de personas condenadas al hambre y la malnutriciéo, la pandemia y la degradscién ecoligica de sus vidas, Con cancepciones ta 42) Sobre natraless del lobalizacign, vase dl cpiulo 6 1 Derecho yemanipacn socal contradictorias de derechos humanos y con ls violaciones de derechos humanos evadas a su fina escala global, la totalidad del campo dela politica de derechos ‘numanos se ha vuelto mis bien comtrovertida, Fl tercer problema que atermenta la politica de derechos humanos también est relacionado con la emergencia de slobalizaciones contradictorias. Reside en el hecho de que en muchos azpectos relevantes, la politica de derechos humanes es una politiea cultural. Tanto que {incluso podemos pensar que los derechos humanos simbolizan el rtorne de lo cultural e incluso de Jo religioso a finales de siglo XX y a comienzos del siglo XXI. Pero hablar de cultura y religion es hablar de diferencias, especialmente de limites. ;Cémo pueden los derechos humanos ser al mismo tiempo una politica cultural y global? ‘Mi propésito en este capitulo es desarrollar un marco analitico que sirva ‘para resaltar y apoyar el potencial emancipatorio de la politica de los derechos Jhumanos en el doble contexto de as globaliraciones que compiten entre si, por un lado, y de fragmentacién cultural y de las politicas de identidad, por el oro, 1G objetivo ex establecer tanto un Ambito global como una legitimidad local para ‘una politica progrsista de derechos humsnos. TL La reconstruccién intercultural de los derechos humanos 1a complejidad de los derechos humanos consste en que pueden cance. birseo bien como una modalidad de localism globalizado o como wna modalidad bumanos. Algunos de les ejemplos mis signlfcaivos los proponen por Abdullahi ‘Abmed An-na‘im (2990 y 1992), Tariq Ramadan (2000 y 2003) y Ebrahim Moosa (2004). condicign Exist un viejo debate acerea de ls relaclones entre islamiemo y derechos ‘bumanos y la posibilidad de que haya una concepeimislimiea de ls derechos Ibumance!, Este debate implica una amplia gama de posiciones y su impacto se fextiende mucha ms allé del mundo slimico. Cormiendo el rlesgo de establecer tuna simplifeacidn excesiva, en dste debate se pueden identifear dos posicio- res extremas. Una, absolutista 0 fundamentalists, que mantienen aquellos para {quienes el sistema juridico relighso del islam, la sharia, debe aplicaseintegral- rmente como el derecho de un Fstado islimlco, Segin esta postura.existen in- consistenciasirreconciliables entre la sharia y la concepcién occidental de los derechos humanos, y la sharia debe prevalecer. Por elemplo,respectoaestatus de los no musulrsanes, la sharia impone la creaciéa de un Estado para musulmanes ‘en el que éstos sean ls tnieos ciudadanos y los no musulmanes no tengan ningiin derecho politico la par entre lot musulmanes y los no musulmanes siempre es ‘problemiticay los enfrentamlentos puede que sean inevitables. Con respecto a las mujeres, no existe Iugar para la igualdad; la sharia ordena la segregacién de las mujeres y, de acuerdo com algunseinterpretaciones més estricas, las excluye ‘completamente de la vida publics. En el oo extvemo estin los secularists © modernistas que opinan que los musulmanes deberian organizarse en Estados seculates El islam es un mov- Iniento religioso y espritual, no politic, y como tal, las sociedades musulmanas rmoderaas tienen libertad para organizar su goblermo de cualguler manera que stimen adecuada y apropiada asus circunstancias. La aceptacion de lor derechos bbumanos internacionales es un avunto de decisi poliiea que no debe mezclarse con consideraciones rligiosas. Solamente un ejemplo entre muchos: wna ley de 1 Aparte de Anal (igg0y 993) ef. Doge, 99H Maye, 193; Late 3998 7 ‘Afkhams (ed). 1995.C€ tambien Hassan, 1982 y Al Far, 1983 Sabre el me ‘exten tema dela eaciin ent a moderoida y el resurginent del iam cf. poreempl, Shara, 192; Shara, 1985; Ramadan, 2000 y Moos, 2004, 1m Dereshoy emancipace seat ‘Ténes de 1956 prohibia completamente la poligamia basindose en que ya no era ceptable y en que el principio corinico de jusica para toda la coesposa era fen la préctica imposible de realizar para cualquier hombre, con la excepeién del Protea ‘An-na‘im critica ambas posiciones extremas. La via per mezzo que pro- pone trata de fundamentar los derechos humanes transculturalmente, identifica las reas de conficto entre la sharia y los westindares de derechos humanoss y busca una reconciliacia y relacidn positiva entre los dos sistemas. Por ejemplo, l peeblema con la sharia hstriea es que exeluye a las mujeres y alos no musl- rmanes, Asi que es necesaria una reform o reconstruccidn de a sharia. EI método proputesto para semejante «Reforma Islimica» se basa en un enfogue evolucionista 4e los rigenesislémioos, que examina el contexto histério conereto dentro del. {que se ered la sharia 2 partir de las primeras fuentes del islam por los jurists fundadores de los siglos VIILy IX. Ala us de tal contexto, estaba probablemente Jjustfcada una construcci6n retringida del otro. Pero esto ya no ¢5 asi, Por el ‘contrario, en contexto diferente del presente, exste dentro del islam una plena Justificacidn de un punto de vista més ilustrado, Siguiendo las ensefanzas del Ustad Mahmoud, An-na'im muestra que tuna revisién detllada dl contenido del Corin y de los Sunna revela dos nveles 0 tapas en el mensaje del islam, uno correspondiente al primer periodo de La Meca yelotraa la etapa subsiguiente de Medina. Hl primer mensaje de la Meca es el ‘mensaje eterno y fundamental del islam y enfaiza a dignidad Inberente de los teres humance, independientemente de su sexo, religion o raza. Bajo ls circun- stanclashistricas del siglo VIE (la época de Medina) este mensaje fue considerado demasiado avanzado, se suspendiéy se aplaz5 su implementacin hasta que en el futuro se produjeran ls circunstancias adecuadas. Sega An-na'im, ha legado el ‘momento y el contexto aportuno para ello. [No puedo evalua la vaidea especfia de esta propuesta dentro de la cul- turaislimice. Esto es precisamente lo que distingue la hermentutica diatpica el orientalismo, Lo que deseo enfstizar del enfoque de An-na'im ese incento de ‘uansformar la concepelén oceidental deo derechos humanas en una concepcién ‘wanscultural que reivindica la lepitimidad iskimica en lugar de renuncar a ella En abstract y desde fuera, es diffel juzgar sun enfoque eligiosoo secularist es amis proclive a dar resultado en un contexto de un dislogo transcultura istiico sobre derechos bumance. Sin embargo, teniendo en cuenta qué los derechos hu- ‘manos occidentales soa la expresién de un profundo, aunque incompleto, pro- ‘eso de secularizacin que no tiene comparacién con nada semejante dentro de It cultura ilimca, uno estaria incinado a pensar que en el contexto musulmén, la energin movilizadora necesaria para un proyecto cosmopolita de derechos hums- os seré mis ficilmente creada en un marco de una religiosidad llusteada. Si esto cesaai, la propuesta de An-na'im es muy prometedora. Peto no e encuentra solo y, en realidad, lee académicos y activistasislimi- cos han estado en los recientes aflos contribuyendo a la traduccién intercultural yy a las hermentuticas diatpleas en formas nuevas ¢ importantes. Esto es muy ais una concpeis intercultural elo derechos humane notable en el caso de Tarig Ramadan. Al dirgisse a los mugulmanes que viven en occidente y al tener en cuenta sus condiciones socioeconémicas (la mayoria de ellos son tnmigrantes), les anima a unir fuerzas con todos los otros grupos soclales oprimides, independientemente de su contexto cultural o religiso, con las sigulentes rezone! ‘Alguien que aya trabajo en el terreno cor las comunidades de base, desarrllando a nivel local estrategias sociales y econémicas, so se puede sorprender por sus smilitudes con la experiencia de Jas fuerzas musulmanas. Los puntos de referencia son ceramente (1993: 3)! Los monumentos tienen, en efecto, origenesturbios. Al observa las Dirks, AK Shariati una ver coment |Senti mucho odio hacia loe grandes monumentos dela vllzacn que se han glerificado alo largo de a historia por acima dels buesos de mis antecesorest Mis antepasados también ‘eonsruyeron la Gran Murilla de China, Aquellos que no pudieron soporar las cargas fueron apastades bajo as pesados peas y sus ‘hues fueron enterrsdos ex lat propias murals. As fue como se constrayeron los grandes monumentos dela clvllzacién ~a costa de la ‘ame yla sangre de mis precedesores(r982:29) ‘nmi opinisn lo mismo se podria decir de los derechos humanos como uso de tos més grandes mocumentos de la elvilizaciin occidental, Las formulaciones sépticas claasy abistéreas ala que se han prestado ocultan sus turbiosorigenes, cextenditndove desde le genacidios de a expansion europea hasta el Thermidor y el Holocatsto, Pero este enrareelmiento de culturas también sucede en ls eulturas ssubordinadas, tal como hz mostrado Said: ‘los jvenes drabes y musulmanes de hey en dase les enseBia 1 Glo hace una critica de das concepclonesecbrectegradora de as eulturas pure y homens, fo que signifea que as uchaspolitin de los nepros feinerpreten de slgin modo como algo autordticament expresiv de Inséifrenciasnaionles o alas con las ques asocian» (199: 30) as poor & qfoor sows way D sans p uoa 2opuoiden ap opr etatieep wren eBoy ano uf cea 1661 ‘adipg ‘e008 A H6r Cyr “fpuorsnon > euRDE a299p [2 20S serene 9p ouz21qo8 ap aol op omstremnynoq tna e seu PUoU aise ETECHONS fun ap ojmps onan o uo asxszasuce apond omsreaarmon [9 “OH>>M uokid » opemniese® pita ou vaqdevep eanguaWoy ¥ 2p ouoIedouRS > FL emma ofoqep yop onwap eijodoutsoo pe sa erauojeuen 9p eg oe feed opx2nu09 > wo sou SOF>IIIP ang j9 wo> s9punade aqop fext9p/990 eamna snyno seno 9p souopendse 20 2p sed zep xed sojqerounowdaay ueBeq 25 fxu9p 00 earn ®[ 9p eamgyno #f opesed fz "9pnesy un ‘zoad fo uo f onb ud prnb un sose> sot 2p corpse 9 ssiofet 9p oyawour[p uD ustzedwos onb atuoszad > ‘se opesed tan waszedaoo sezmao se{ opueno cen e] 9p aiquiou uo sepenadind ‘sonra, sowpsnap 2p K sepeBuojoid souojepors tod epesoaenie eas me OPEE 1 sontaeaid semana se] 2p etn open searayn> sop anuo oforrp um xed sepep -snqisod sey dos song? sajendisap £ sopezeaniua soyquresaist 9p opesed on uouedmos oforpip fo u9 eepesonjoany sean sayuaryp se[ opwENd ayqeqaud pum ore fp s9 aug eam eydoud as 9p oq. woIDIpEN ef © 01294532 Uo> ‘coupsodunyuco seuode aguas 9s ste ap oun epe> pepyea: > ‘soouprodsews0 _ayauenSisap ves ofopyp j ua soxredionsed so “seansip sopepiouezodessyu09 ‘pmo sop 2p teioduzm pepraursjras vf ep as anbod o(9s ayqisod so o¥oqerp (et anb pepafo smamyogyyeamamnaroar o8o[1p Pp esieept upIadaodco ean “oBseg “sno ug faTayn9 UproeAoU BK euSTEUOBpEN [9 “ESS UOPDeULO}SHEN ef ap ‘oasieszonun [9 oso» s2pes9028 seu 3p -ugursSoqesnoo sourang soqzaiap 2p wolsdao4c> ean 9p et sondsap { equie epessoes soueumy sowpozop 9p [emayronmat uojado210> sourems sorpaia stp usmyoie| nppdsoun9 woe Pe souopprpuoa set sepuoge sod prezuowog ‘oqe> © reaoqt spond as eruows¥oqesiu0> ‘eon ap peprigised et sareno sey ofeg seyousunast se reaiou09 9p ores UOIDE “nuo> ¥ ‘soojupufayenuos sopeagrutis op pepigiod ef exed seBay etarpor ‘hes, soragmotny sopeayrulis ap sous] ues upIs9 soueny soy>a:9p sot 2p wPINE Je 0 oureinqesos yo onb 9p aeeod » ‘staged sto wg ‘apnsan ws9 © 8 ‘sandear num opanio ‘o]gesodasut sep seauseg se 2p stu2p>su09 at “ge tas enbuny “zouneane soqza:9p Sof 9p feuadwysod wo!ndosue wan smsisu09 in wg spuayap 98 yabe anb exjod so a onsandwios susmpeuiBao z339709 ns nf xan eun ab eopspiop & tesadax uppoeuracop wt piso eanyyeo F| 3p ewouMuoW un wo? 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Puede defenderse que, al contraro, sélo las culturas completas pueden acceder a un dislogo inerculsy. ral sin arresgarse a ser aplasadas por, ¥ en lima instanca disueltat en, otras culturae més poderosa. Una varlseién de este argumento mantiene que sélo una cultura poderosae histéricamente victariosa, como la cultura occidental, puede ‘otorgarse el privilegio de proclamar su propia incompletud sin arresgar la diso- lucién. Bn efecto, la incompletud cultural puede en este caso sere instrument perfecto dels hegemonia cultural Hoy en da no se permite semefante privilegio 4 ninguna de las culturas no ocsidentaes. sta linea de argumsentaciines especialmente convincente cuando se aplica 1 aquellas culcuras no occidentales que en el pasado soportaron los wencuentros» més destructives con la cultura accidental, En efecto, fueron tan destructivos {que en muchas cazos condujeroa als més completa extincion culturl, Este es el ‘aco de los pueblos indigenas y ls eulturasen las Américas, en Australia, Nueva 2elanda, India, ete. Estas culturas han sido hechas icompletas de una forman ten agresiva por parte de la cultura oceldental que reclamar la incompletud como ‘una precondicin para una hermentuticadiatpicaes, cuanto menos, un elercicia absurdo! a dos resultados alternativos, resultando los des bastante inquictantes: la lausura cultural 0 Is conquista como la nica alternative realists alos dislogos intercul- turales. En un periodo intensificado de pricticas transnacionales sociales y cul- turales, In clausura cultural es, como mucho, una aspiracié pfadosa que oculta «© implicitamente condona procesos eafticos ¢ incontrolables de destrucci, contaminacién e hibridizacion. Tales procesos radican en relaciones desiguales de poder y en intercambios eultursles desiguales, tanto que la elausura cultural se convierteen el to lado de la conquista cultural. Entonces, la pregunta es st Ja congulsta cultural puede remplazarse por dislogorinterculturales hasados en condiciones mutuamente aconladasy de ser asi, en qué condiciones, El dilema de la completud cultural, como lo denomino, ee puede forms- Jar de la siguiente manera: si una determinada cultura se considera a af misma completa, no encuentra ningin interés en considera didlogesinteculturales; por el contrario,entabla semejante didlogo por razén de su propia incompletud, s2 ‘vuelve en vulnerable y, en iltima instanela, se ofrece la conguista cultural. No hay una salida fil de este dilema, Teniendo en cuenta que la elausura cultural cs autodestructiva, no veo singuna salids salvo Ia de clevar Jos extindares para +l problema con est linea de argumentacién ee que lleva, légicamente 18 Bite cpitlo se concentra ens hermendatca dlatpica entre la cata cccdently Ine grandes cultura orientale (hindu e lai). Soy consciene de gue una hermencutiaditdpiea que inveere a cultura de indigena plantes otros anuntosanalitics y enge coneretas recondiciones. Centrnoms en lo indigenas de America Latina, sbordo fsce tema en Santo 1997ay en Santos y Viegas (eds) 200 aca una concopin ntneltral dees derohos buanes 4 didlogo intercultural aun umbral lo suicientemente alto como para minimiar 1a posibilidad de la conquista cultural, sungue no tan alto como para descartar ‘completamente la posibilidad de didloges (en cuyo e2so se transformariaen claue sura culeural y, pore tanto, en la conquista cultural). 2. Las condiciones para una reconstruceiéa {intercultural de derechos humanoe 1s condiciones para un multiculturalisno progresstavarian ampliamen- tea través del tiempo y del espacio y, ante todo, segin las especficas euluras Implicadasy las relaciones de poder entre ella. No obstante, me strevo a seBalar ue las siguientes orientaciones contextusles de procedimiento e imperativos transculturales se deben aceptar por todes los grupos sociales interesados en dié- logos intercultarales, Desde la completud a la incompletud. Como he mencionado arriba, la com- pletud cultural ese! punto de partida, no el punto de leads. En efecto, la com- pletud cultural s la condicién predominante previa al comienzo de un diilogo Intercultural El verdadero punto de partida de este diilogo es un momento de esencanto con la cultura propia, un sentimiento difuso de que la cultura propi ro proporciona respuestassaisfitorias a algunas de las preguntas, perplejidades ‘expectativas que uno tlene. Esta sensbilidad difusa est4 vineulada a un conoci- mento impreciso de y a una curlosidad inarticulada sobre otras culturas posibles {¥ sus respuestas. Hl momento de desencanto implica un entendimiento previo de la existencia y posible relevancia de otras cultura y e traduce en una conciencia no reflexiva de la falta de completud cultural. El Impulso individual o colectivo ppara el dislogo intercultural y, de esta manera, para la hermenéutica diatpica ‘comienza desde aqui, Lejos de convertir la incompletud cultural en una completud cultural, a hhermenéutica diatépica profundiza, al progrestr, en la incompletud cultural y transforma la imprecisa y en gran parce no meditada conciencia de ella en una conciencia auroreflexiva. El objetivo de Ia hermenéutica datopica es, por tanto, ‘rear una conclencia autoreflexiva de la incompletud cultural. En este e320, la toreflexividad significa el reconocimiento dela incompletad cultural de la cultura propia tal como se percibe en elespejo de incompletud cultural del otra culeura en didlogo. Es este exacumente el eapirtu que Makau Mutua, tras defender que ‘dos esfuerzos implacables para universalizar un corpus esencakmente europeco de derechos humanos 2 través de cruzadas accidentales no pueden tener Exiton, afrma lo sigulente: as erties a es corpus por parte de os abeanos asiticos, smusulianes, hnddes y una multrud de pensadore erices de todo el mundo son la nica via a ravés dea culls derechos hhumanas se pueden redimir y vedaderamente univeralisr. Ets rmulticulturalizacién del corpus podria intentarse en vris dress ‘equilibrando les derechos indlvidualesy colecivs, otorgando mis sustancalldad als derechos scislesy econémieos,eacionando los ae 1m Dense yenanetpacn socal derechos con los deberes y shordando la relacién entre ese corpus y los sistemas econémlces (200%: 243), De versions culturlesestechas a versiones ampli. Como menciono ar ba, lejos de ser entidades monoliticas,lasculturas comprenden una rica variedad interna, La conciencia de dicha variedad aumenta a medida que la hermenéutica diatopiea progresa. De las diferentes versiones de una determinada cultura, una debe escoger la que representa el mis amplio circulo de reeiprocidad dentro de lla, la versn que va mi allden el reconocimiento del tre. Como st ha visto, ‘entre dosinterpretacones dstinas el Corin, An-na’im escoge aquellacon el mis amplio circu de reciprocidad, aqulla que involucra tanto a musulmanes como a ro musulmanes, tanto a hombres como a mujeres. Desde una perspectva diferente, ‘Tariq Ramadan ature una concepeién contextual de las diferencias culurales y religiosas con el objetivo de posicionaras al servicio de calicionestransculturals nla lucha contra el capitalism global. Enel mismo sentido y por razones simi lares, ls reformist sociales wntocables» enfatizan el edharma comin», en deti- smenta del «dharma espeializadon. Opino que esto también debe hacerse dentro de Ja cultura octidental, De Iss dos versiones de derechos humanos que existen ena cultura occidental -la iberal y la socildemcrata 0 marxista— se debe adopt la socildemécratao la marxsta, porque extiende al dominio econémico y socal Ia Jgualdad que el iberalismo sélo considers legit en al dominio politico, ‘De tiempos unlaterales a tiempos compartides. El momento para el didlo- ‘0 intercultural no se puede establecer unilateralmente, Cada cultura y, por lo tanto, la comunidad o comunidades que la sostienen deben decidir si y cudndo ‘estén preparadas para el dislogo intercultural. Debido ala falacia dela completua, ‘cuando una deteriinada cultura comienza a sentir la necesidad del dislog inter- cultural tiende a pensar que las otras culturassienten esta misma necesidad y es- tin igualmente ansiosas de entablar un didlog. Este es probablemente el caso mis caracteritico de la cultura occidental, que durante sighs no sinti6 la necesidad dde mantener diilogos intercuturales muituamoente aceptados. Hey en dis, como In conciencia no meditada de Ia incompletud se ubiea en occidente, la cultura oceldentaltiende a especular que todas las otras eulturas deberian realmente re- ‘conocer su propia incompletud y estar preparadas y deseosas de entabla dilogos Jntercalturales con ella, ‘Sie! momento de entablar un dislogo intercultural debe consensuarse entre las euturas y grupos sociales involuerados, el momento de fnalizarl provisional ‘ permanentemente debe dejase ala decision unilateral de eada grupo socal y ‘cultural implicado, No debe haber nada ireversibleen la hermentutica ditop- ‘2. Una determinada cultura puede necesitar una pauss previamente a entablar tuna nueva etapa en el diloge, o sentir que el didlogo le ha taldo mis perjuicio. que benefici,y por consiguiente, que deberia Gnalizase indefinidamente. La reversibilidad del dislogo es de hecho crucial para evitar que se pervierta hacia tuna clausura cultural reciproca no meditada o hacla una conguista cultural uni- lateral. La posibilidad de la reversidn es lo que hace que el didlogo intercultural aca una concepel intercultural dels derechos harsanos sea un proceso politico abicrto y explicto. El signiicado politico de una decisiéa ‘unilateral de acabar con el didlogo intercultural es diferente cuando le decisin se toma por una cultura dominante que cuando se toma por una cultura dominada ‘Mientras el segundo caro puede ser un acto en defensa propia, el peimero proba- blemente seré un acto de chovinismo agresivo. Depende de las fuercaspoliticas progresistas dentro de una determinada cultura y a tavés de ls eulturas lo que hhe denominado arriba como «cosmopolitismo insurgenter- defender la politica femancipatoria dels hermenéutiea dlatopiea de las desviaciones reaécionarias. De soiosy temas unilateralmente impuesos a solos y temas elegidos ru twamente, Probablemente ninguna cultura entzbara un ditlogo con otra pesible cultura sobre cualquier tema, El dislogo intercultural es siempre selectivo tanto cen cuestion de socios como de temas. El requisito de que tanto ls socios como los temas no se pueden imponerunilateralmente y deben més ben estar mutuamente acordados es probablemente la condiciéa mis exigente de la bermenéutia diat6- pica. El expeciico proceso histérico, culeural y politico per el que la akeridad de ‘una determinada cultura se convierte en un tema important para otra cultura en ‘un momento determinado varia ampliamente. Pero, en general el colonalismo, las Juchas de lberacién, el postcolonialismo y el anticapitalismo han sido los procesos mis decisivor en la emergencia de la alteridadsignifcativa. En esta linea, Trig Remsdan aniima a los murulmanes de occidente, «a mantener la conclencla del sur y dels desposeldos, incluso en el corzz6n de las sociedades industrializadao» (2003: 10). Acerca de los teas, el acuerdo es inherentemente problemitico no slo porque los temas en una determinada cultura no on Giclmentetradibles a otra ‘cultura sino también porque en cada cultura siempre existen temas no negociables ‘incluso temas no hablados, de le que ls abies son un ejemplo paradigiitic. ‘Come he comentado arriba, la hermenéuticadiatopica ha de centrarse en preocu- _pacionesisomérica en lugar deen los wmismoo temas, en perpleidades commnes ‘yen incomodidades de las que emerge el sentido de la incompletud. Desde la igualdad 0 diferencia a la igualdad y diferencia. Probablementeto- das las culturaetienden a dstrbule a las personas y grupos segin dos principics de pertenencia jerdrquica que compiten entre s{~intercambies desiguales entre iguales, como ala explotaién (por parte de los captalistas sobre los twabsjadores) {yl reconocimiento desigual de la diferencia, como e racism o el sexismo-y por tanto, gin concepeiones rivals de igualdad y diferencia. Bajo tales circuns- tancias, ni el reconacimiento de la igualdad nl el reconocimlento de la diferencia serin suficientes para fundamentar una politica emaneipatoeta multicultural. As que el siguiente imperativo tanscultural que debe aceptarse por todos los soics fen el dislogo para que la hermenutica datépica loge tener éxito: tenemos el erecho de ser iguales cuando la diferencia nos inferioriza y el derecho de ser diferentes cuando la igualdad pone en peligro nuestra identi. 1V, Derechos humanos interculturales posimperiales ‘Se necesita una nueva politica de derechos, un enfoque actual ala tarea e otorgar poder a ls clases y alas coaliciones populares en sus Iuchas baci a 46a 1m Derecho vemancipacin soc consecucida de soluciones emancipatorias mis alli dela modernidad occidental y el capitalism global, Se necesita una nueva arquitectara de derechos humans basada en un nuevo fundamento y Son una nueva justicacién. Come el objetivo de este capitulo no et ir mis alld de proponer un nuevo programa de invesiga- aNeP 1 ‘seiogep op sorafns on £0 sazjmp aos anb so] 3p soysoxep upsavoooas as eno fap oxuap peproosdiao: -opuow onde oppuas ua peprnqesuodsasp ofdiouud py seyeniqae souorsnpx> seo 2p opennsas coipn fo seaennau tad exo seprep opeteeaap opis ue ps sown sop sof 2p s2jenprs8 souopreunoysue sey sonny & soonpuoas somagr9& sowsagmeuozes soy uo seco ome nyse 5] 98 “pepisoxdoes ap emma #2 vo1onj 294 ap seaman souoysesaaad sey &exaqemaee | 'seu05spUr 0 sour soy ‘szafnam se exon ofop anb unos ei ap pepyvoxdoo ap oxdiutad [PP euquip 9 qypanso eons eg soqporop ap somfns 395 oysar2p uau3p £5134 “ap ap sons 258 9p 5 ugrdaauos miso undos ‘soysap so 2p «muepis0 uopedsoue> wap oszu> {9 wef 3 anb sa:9q9p 9p soplne 501 &soqoamp soj ano euoens vj usurpury puro oxpasap ‘urea op ups Fy sean souoeueaS 0] Coeqounioy of anouraseeD ‘EageP 2p sega asap seondoo sopopynev soxpaip 2p oua}usout>2 OY>20p ‘peroue aswouepos & eed mse pepardaad ap soya so] 2p pepLpros [= rpeuzH uppeunojsueD wun w aypaiep j9 an PU [ROE ORIN HM Om [P oprwuaji0 ou orad ‘openad ‘onupsores9 ou ‘eands[o> [EOS CROP Un EOE ‘ofunop seam un zemoaura2 999p 33 ‘opeaioaf9p A opeasg Pp ete sew -pepordoud [9 renga worodaouoo ef 2p oasesod ewasenpraput [e IUSKEEDaNT 210335 12984 ‘2qpp soueumng soypavep 2p arusfinsur ayodousao eaxfod wun Teue}eEIaIE OF spp (20d outoo soqeuoyseu soqzaippsoq sod ome es oxo een s9,35 { soqpassp 2p sofas “uasqo ou “ueprsto 2 3p seseur syarsodany 2p epunajaio puso seongnd somrases ap uot ond w wejonuo> & yepumu jaar: © uewopuny anb op “uoIDeN-sopeisE sina op ‘sor uopaoxa anb sosmaas uavsod anb op ‘soanmaap & sestuopoe 2p sopeprarDoqa> sapaei8zod seprransuo> uyise mb ap serad y yerpanut eoqupacoa epuourwoud eum nen souossesodioo se "wpprgod © seqruojeusuen souopesodioo se 2p osuaose[p doo ssquazar sepEIgp 9 aR uno onan un opezceaqe wy eonsoteyp mieg “ea29f0> & srenptagpaysouoHOnOd 9p seouanoasuoa sry anus eon>9(ep e 9 ‘pepe uo> piqisod neassnoy oWzo> ‘eqeomper euoqgord jp cezoemieu ef & pepiumaoo wf 3p somonasop e ow ‘ouramy oxormuys j9 oper ap & exon x ap seas Sey “enplatpay og2arap ‘un ot22 optgaouo>‘pepadoxd ex oypaiap 42 gaago neassnow uorsednae ‘aoa ues eum wep “zzupIodsou0D wis9 9p 1opeams UE [p59 [6g] (€S6r) 37201 ‘pepardoud owen exoh e| 59 oo “susyur eso fw umaHoa afenSu jo uo eioye soucuy Se:9P So ep amM:a3E UppKesees ea MEHL 10S $66 sores weguie yp g6x se00¢ suftsop pepordoxd 9p ordsovoo ovdond jp & rexron a axsoueatsy 59 “pepatdoud | fp rice | 9a29 a8 an o uo oyunexor p89 “e609 wis “wsoa won axqos pepatdoud Sp oxpatep 9 rode anb e>ys uossaod op ernnau endaouco um apons 2] "Uo? sdnoo ap ordaouco sopod ssuo}s0uuo> 9p apuodap anb ordaou0> yeswoo osndns pepoidaad sowunse sozsuad sop so ua anb senuory (uzax peated popaidord ap of go un 'so> eum oto> exson ep Ezeamie nsona e] ‘oasamn sod £ (HAX ofS) sofenptarpur copesy tod exon op ‘oageuea seoppinf ssuonson9 2p 2m: 95 Tea0t0 an5/TEGOID ON [>P EBOEAIP e2UH wap onLD9 -dosd t 9p ogpezep fo ‘sousang sxsasep sy 9p trapf920 ueradoouod a unos enpragpur oxparop tn owen oprgeno. “ELIDA ef ap TeUCJOD weIeNoO ANSI any anb ey pepaneBox 9 ‘onan ac fepuofo> uppedasn x 9p SHE Fr owOD lonspe oc nied ayuaumespoid pepardoad ex oyparp um as anb 59 ou oxpazsp-mn ‘top ermpreoe prprsapou 2p feyUo|eo ayuauIBnHANG ISPD P MHUOETSD syamarocoasry onus 26 ea ogsorap 29% pan se] u> sea} SET POPL.OP “ioe oy» epenusto poperdoud 9p opap pp upveusefsuen Bun v ODR.P 1 peporsos un ap 012240. loprunee eanzayo9 wpe ap od pp orpur od aygenoofe p35 srs 9p soy { saxopezramots sof 2p sq ‘seuorefos souopteo9 sel ap sowie of ap zopepasye o sopere sns op & seamota se 9p so] 2p ‘seoved pueuo sLOPPOD Sr, 9p sommmumiie sot 9p sopapaste uatqtetdto 9p eter womseTMEIND® Uf 2p OPEHTS op upas soqqpszaas & soqeuoysqacad auduys Souosspop SeT ezaeaaeu e[ u2 & _pepaisos [uo upstonpaud ae ab ‘oun ofie 2p ‘sojeuoperousBia ‘no apn] eye pmenoiep 9 pepygestods ap u ‘uopessumdse rf 3p onu2> PS uo #2Es9 pred pet ‘sstopeenmgons oma svaota over upsnssoued seqprar onb exon OPEERERIAA ‘xa0> yu waxoga otoo a “exany ape ¥ opcelsp ox ‘corn oatooqo9 cwxueD UR moa opuna rasa fp Fgeouoo feengn-m 219 ‘SOPHANTep wa}g seDTENDVSIOD A ugpae 2p sosms & soueaye cus 2p sapeprtqesuodses axqos seprayap aiuaarey> sansa sendsyp 20509 2p ren ‘eoxcinn eu egord 3B.os 9p FP TFaopronsu onaiuao ns “epuranunqin oxo "vuRpousHER copT=TAN Fu ‘eed sorsondotp upioe “seuopour seating = oo nor uorq 1 ‘opynl ja ceeNgE ace 1 Derecho y omancipaciin social (wallesteia, gprs 5) el pariodo de posguers, a recamacion de este were. tho ba estado presene en el proceso de descolonizaciny hoy en dia f cwocn por pate dels pusblsindignss en su lich porn dentidad soci politia y Elta. Aunque el foralecimiento dees tradi es indudblements un hecho istrcoprogressa, también se pusde conver en un sera barera la poste tir seclamacin del ur-derecho ala atodeterminacion dmocrticsexgia por tna pritcncosmopotia insurgents de derechos bumanos. ‘a uajectoria del Gerecho a la autodeterminacin durant las tins ix wens anor demuestra ult queda por hacer todavia en eta es La formalin tmoderaday reativamenteambigua de ete derecho en fs Carta dels Naciones Uaidas fac pronte suplatada por la fuera del movimiento acoloniais Qa Conferencia Bandung se celeré en 1955) ye predoinio de la docrina socaia de ta autodetesimein por ensina de I él mand occidental (Cases, 159 159) Minas que el conepto dela autodeterminacin se expand para Impliar te Uberacign del ecloniasmo, de a dominacin acs (por ejemplo, Sutin y odes del sur) y de a ocupacén exraner somo osertoros eabesccupados por Tals pases sociainas, junta lo paises Srabesyafcann, restringieron uso a hs atodeerminaion exterior: prs lo Estados de eberans independ nes i autedeterminacién era equivlente al dreco Ia no Intervene. For fl eoutari, los pases occidentale dfendan que la avtodcerminslén también Se debra ectender como la sutedetermnacéo itera, dec, como el derecho de les pueblos contra le Estados soberanas que vilaban masvamente ls dere hos haranosrefviéndose alos rgimenesttltario del Bogue comanit, Lot Gesarollos norbatves en el stra de Nacioncs Unidas, expeilnente tas los aces Intermaciones de 1966, estan que Is ONU ha estado uniateraimente Concentradaen la aucodeterminacion eexeran, en detimento de a winters Tn mi aniiss sobre le lucas de lor pueblo indigenas (sents. 2002: 237-57). he ntenado djr al deseuberto ls bareras cas insupersbesprovocsda pr rincpio de sobeania contr el reconociniento de a utodstrminacién vier tan. Aungue a prioridadocrpada an autodterminaionwexternan pd haber {tao jusiinda durante el procs ascolonalins, desde entonees ea piri ba pedi toda justiseaion™ ‘Desde la perspective de tn concept no imperial de atodetrminacin, ha de hacer uma expec refirenca un documento no guberramental que a 6g ‘pa autocad moral mundial yen cual el derecho ala auadsterminacin de los urbe rece su mis completo recoocinient, Me eer als Declrcin de os Derechos de los Pusblo de gel e 1978 y oneretamente, aus antelos 5.67 ‘ARTICULO 5 Tos les pubs tienen un derecho impresipible¢ Fo _Comeseala Gaserc, ae estin dearollandoy despegando nuevas frmas te opeesin el neocons, a opresin begerénlc, la dominacion por corporaconstmultiacionalesyorpaniacionestransnacionales Fpesivas)y leminoria extn desperando de a opresin secular aun Sentido mis vital deiberad eindcpendencia Cassese, 1979: 38). ‘aca una concpein intrcttra doe derechos turmsnot inslinable ss autodeterminacié. Detrminarin su estate politico Lbremente y sn interZerenci etrajera ARTICULO 6 “Todos los pueblos tienen el derecho a Uberarse de cualguler ominacién colonial oextranjera, sea directa indirect y de culguler glenn rai ‘ARTICULO 7 “Todos ls pueblo tienen el derecho a tener un gobierno democritico que represente a todos los ciudadanos Independientemente de a raza, sexo, creenca o color. y que sez ‘apaz de asegurar un respecto elective per les derechos humana y Is bertadesfundamentales de todos. ‘La Declaracién de Argel es la mis cercana ala completa reivindicacia de surderecho a la autodeterminacién demecritica.Proporciona, amt julclo, un fun- {damento adecuado para una mis amplia y profunda concepcién del derecho a Is sutodeterminacién, en Is medida que acta como un principio conductor para las Juchas por una globalizacibn contrahegeménica, Shiv ha propuesto el derecho de Jos pucblos a l autodeterminacibn como uno de los derechos centrale en el con texto aficano, un derecho colectivo aque encarna lz principal entradiccién entre el impersalismo y sus alados frente a los pueblo, por un lado y las maciones opre- sora frente alas naciones oprimidas, por otro» (398 So) Segin €or titlares 4e este derecho son puedlos dominadosjexplotsdos y naciones, naclonalidades, {grupos nacionales y minorias oprimidas, mientras que los sujetor de les deberes son Estados, naciones y nacionalidades opresorss y paises imperislistas. Aunque ‘estébisicamente de acuerdo con Shivj, me gustaria recalcar que, segin mi con- cepelén, el derecho a la autodeterminacién se puede ejercitar como un derecho colecivo y como ua derecho individual: en el centro de cualquier derecho colec- tivo se encuentra el derecho a decidir abandonat la coletividad. Ademis, pongo el mismo éafisis en el resultado politico dela autodeterminacién que en los procesos de demnocracta participativa hacia la autodeterminacién, Los pueblos son entidades politicas y no abstraccionesidealizadas: no se expresan com tna sola vo2 y cuando fe expresan, es imperativo establecer la democraca participaiva como el eiterio para a legitimidad de las posiciones manifetadas EE derecho a organizar y participar en la ereacién de los derechos. La sux presin del sexto derecho original ha constituido el fandamento del gobierno y de Ia dominacién capitalista. Sin semejante supresién, las minorias nunca hab- Fan tido eapaces de gobernar sobre las mayoriae en un campo politico que exté formado por eiudadanos libres e iguales. Al bassrse en concepciones radiales de Is democraca, las luchas emancipatorias que convergen ela globalieidn contrahegembnica de lz actualidad reivindican este urderecho como si fuera su principio politico bisico, El conilicto entre la glabalizacion neoliberal y 1a slobalizacin contrahegeménica antcapitalisa representa un campo socal relz- tivamente poco cartografindo que se caracteriza por tener riesgos de opresin, aa 1m Dereene yemanelpncin socal sufsimiento humano y destruccién,difciles o hasta imposibles de sortear, asi como por tener postbilidades y oportunidades nuevas y no imaginadas para una politica emancipatoria, Lo espe s€alimentan de a atomizacion, despolitzaciéa ) eportheidicacén de las personas que derivan de laespral descendente de ls Viejas formas de resistencia y organisaciéa: al cireulo vieioso entre energlas rmovilizadoras en decive y orgaalzaciones sin sentido. Lejos de ser un proceso ‘eorginicon, semejanteespiral descendent es activamente provocada con medidas represivasy coa manipulacién ideolgica™, Por otra parte, las oportunidades para ‘una politica emaneipatoria dependen, seg la circunstancias, bien dela inven~ cidn de nuevas formas de orgenizacién expresamentedirjgidasaenfrentarse alos ‘nuevos resgos o bien a la defensa de viejas formas de organizaciGn, que después se reinventan para estar ala altura de los nuevos retos, nuevas agendas y nuevas coaliciones potencales. 1 derecho a la organizacién en un derecho primordial, sin el cual no se ‘pueden aleanzar siquiera minimamente ninguno de los otros derechos. Es un w+ derecho en el mis estrito sentido, puesto que su supresin esti en el centro de a concepciin moderna segin la eual los derechos mis fundamentales no tienen que crease: yaestin presentes como derechos naturales, como cdados», Sin demunciar ‘sta supresin abisalresultaré imposible organaar todas las solidaridadesnecesrias frente a todos los colonalismos exstentes. Sobre este derecho original los pueblos Indigenasestin fundsmentando su lchas para ganar el derecho a seguir sus propios derechos. El derecho a la organizacign y el derecho a crear derechos son por tanto dos dimensiones inseparables del mismo derecho", Segin las vulnerabilidades {de determinados grupos sociales, la reprsién de los derechos humanos se dirge fo bien contra la creacin de derechos o bien contra la organizaclén para defender fo crear derechos, La inca divisoea moralmente repagnante entre el Norte Global Jy el Sur Global y, en relaen a elo, a reciente interiorizacion del Tercer Mundo tn el Norte Global los pobre, los parados de larga duracin, los sin techo, los teabsjedores migrantes sin papees, los soliciantes de asilo, los press, ast como las mujeres, las minoriasétncas lot nitos los gays y lesbianas) demuestran cara~ smeote la extensin com la que tuna politica emancipatoria de derechos se encuentra profundamente entrelazada con lae polities de la democracia paricipativa, al ‘empo que exige una reconstrucciin teérica de la teoria demoeritica. Fy Por cemplo, ew les ples del contr, espelament en Estados Unidos (pero también en Europa y dapér) el derecho de os wabsjdores rpatzase co indistos se ha sczvado mediante el toque les sindlcaos, mientras que Smultiacanente sus interne se han miniatrizadoieolicamente como incessespecinleb»y como tls, e han equiprada con cualesquiera cvs Interses especies (por ejemplo los ela Asocacin Nacional del Rie), ss Ei derecho s organiza, concebido come ua urdetech,e5 una formulacioa poliicament fandamentada del mie abetractowderecho 2 tener derechos» Dropteit per Hanna Arende (95) Is denuncla de coneretassupresiones {ffs resstencia rganiada generadhs por Injusticias-originales. ‘¥V. Conclusion Tal como se entiende convencionalmente, la politica de derechos bumanos se basa en una supresion masiva de los derechos consttutives, © u-derechos, tal como los he denominado y que en las socledades capltalistas existen sola- mente en euanto uriegalidades 0 ur-injusticias. Semejante politica se deriva del colonialismo y no se imagina wn futuro mas a4 del captalismo. Bs también una suerte de esperanto con difcultades para convertirse en el enguajecotidisno de Ja dignidad humana en todo el globo, Ba este capitulo he sentado las bases para tuna concepcfn intereultural de una politica emancipatoria de derechos humanos, Tal polities debe basaree en dos reconstrucciones radicales. Por una parte, una reconstruccién intercultural mediante latraduccién dela hermentuticadiatopica, a través de la cual una red de lengusjes natives de emancipacién mutuamente inteligiblesy traductbles encuentra su camino en una politica eosmopolita insur- gente. Por otra parte, debe haber una reconstruccién posimperial de los derechos Jnumanos centrada en deshacer los actos masivos de supresién constitutiva “los urderechos~ sobre oe cuales la modernidad occidental fue capaz de transformar los derechos de los vencedores en dereches universales. Este proyecto puede sonar mis bien utépico. Pero, como en una ocasi6a punts Sartre, las ideas, antes de materaliarse, poseen una extraa semejanca con la utopia. Sea com fuere lo importante es no reduci el relismo a To que existe am

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