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“VENGO POR TODA LA

HUMANIDAD” Nuestra Señora la


Virgen Pura y Dolorosa en Umbe,
Vizcaya, España 1941 - 1990
UMBE: MENSAJES COMPLETOS
Revisados y ordenados
MENSAJES DE ESPERANZA DE MARÍA:

Los mensajes apocalípticos de María están sujetos a nuestra respuesta a sus


deseos de oración y penitencia, quedando aplazados si esta respuesta es
buena. La Virgen dice:

16/12/1970: “Si hacen lo que yo os digo…”

24/12/1979: “Si no se cumple esto…”

23/05/1971: “Si no se nos hace más caso…”

04/06/1971: “Si no se escuchan mis palabras…”

25/07/1971: “El último esfuerzo del Cielo será el MILAGRO”

25/09/1971: “Si no se nos hace más caso habrá una obra


directa de Dios”

15/11/1972: “Si no cambian como Dios espera… Si no dejan de


ofender a Dios”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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1941
25 de marzo de 1941, martes (1ª parte) Solemnidad de la anunciación de
Nuestra Señora:

Yo estaba en casa sola (tenía tres criaturas acostadas: Marian de 6


años, Inés de 4 y José Luis de 7 meses) esperando la llegada de mi
marido. Eran sobre las doce de la noche. Hice todos los trabajos.
Me senté sobre una silla y como hacía frío metí los pies en el
interior del horno de la cocina económica. Recostada sobre la
cocina quedé pensativa, mirando por la ventana hacia el oscuro
exterior. De pronto, vi un gran resplandor que descendía y se posó
al par de la misma. Yo, terriblemente asustada, no sabía lo que
hacer ni lo que pensar. Me preguntaba toda aterrada de qué o de
dónde provenía aquella inmensa luz. Inclinada sobre el colgador de
la chapa, no me atrevía ni siquiera a mirarla. Me fijé que descendía
un bulto oscuro envuelto en una nube clara. No vi ninguna silueta.
Desapareció la luminosidad. Al instante oí unos golpecitos sobre la
puerta de la entrada. Corrí a abrir pensando que llegaría ya mi
marido, pero no vi a nadie. Cerré la puerta y volví a sentarme. De
nuevo por segunda vez tocaron a la puerta. Volví a abrir, pero
tampoco vi a nadie. Pensé que a lo mejor él vendría bebido, cosa
que no lo hacía nunca. No viendo a nadie, creció aún más mi
sobresalto. Esta vez no cerré la puerta. Yo volví a sentarme frente a
la cocina.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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25 de marzo de 1941, martes (2ª parte) Solemnidad de la anunciación de


Nuestra Señora:

Al instante vi en un rincón de la casa (que carecía de


departamentos) a la Virgen, vestida de Dolorosa, sobre una silla
nuestra. De rodillas, y acompañada en ambos lados, de
candelabros con sus velas. Traía un libro que lo leía. Vestía de
negro con una toca que llegaba los hombros, caía hacia media
espalda. Llevaba una tira frontal blanca que impedía verle el pelo.
Su cara muy fina, un poco alargada, de facciones perfectas. Tez
morena clara, ojos oscuros, no muy grandes, abiertos, de mirada
brillante, fija, muy expresiva, y sonriente. Nariz recta, muy fina, así
como sus labios muy finos y bien moldeados. Manos finas de unos
18 a 20 años. Llevaba pechera discreta redonda blanca, y cuelga
dos tiras dorada adosada al vestido que llega hasta los pies.
Mangas anchas sin dibujo en los rebordes. Por debajo de ellas unas
mangas blancas muy ajustadas a las muñecas. No muy alta. Sus
pies desnudos. Yo lloraba y le pedía que me llevase con ella. No
habló y se fue.

Al poco rato llegó mi marido y llorando le dije que no me quedaría


más sola. Le conté lo sucedido. Días después oímos unos ruidos
muy extraños que se asemejaban a personas revolcándose en la
casa. Mientras había luz cesaban, pero en cuento se apagaba esta
eran muy espantosos. Estuvimos así un mes aproximadamente.
Hasta que avisamos al cura para que bendijese la casa, entonces
ya cesaron y nunca más volvimos a oírlos. No contamos a nadie de
la aparición. La Virgen llevaba en la muñeca además del Rosario de
color marrón y la corona de estrellas sobre la cabeza de las cuales
4 de enfrente eran mayores e iguales, y las otras ocho menores e
iguales, todas muy resplandecientes, inclinada hacia la nunca sobre
la toca, y es muy reluciente. Las yemas de sus ojos son de un
intenso azul celeste. El rosario marrón de 15 misterios.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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Años después de la 1ª aparición (25 marzo 1941) vi un ángel junto a


la casa, sobre la rama de un manzano. Vestía túnica blanca, alas
azules. Cordón en la cintura azul. Pelo corto rizado hacia atrás,
color castaño. Ojos castaños, pies desnudos con un punto luminoso
en ambos.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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1968
16 junio 1968 domingo

Mientras cocinaba, a las 10 hs. oí de pronto sonar campana. Y acto


seguido, celebrar una misa. Oía lo que se decía, el rezo de la gente,
aunque no muy claramente. Percibía también el sonido del roce de
las hojas de un libro. No vi nada.

El sonido de campanas se oyó después de la primera aparición,


repetidas veces, incluso lo oyeron los obreros que trabajaban en la
finca. Sonido como el de una iglesia, y fueron tres campanadas
perfectamente destacadas, y nada más, con una intensidad regular.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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29 junio 1968 sábado

Eran las dos de la madrugada, estaba despierta. En un instante se


iluminó toda la habitación, san Pedro se hallaba en el centro de la
luminosidad. Me dijo en castellano: “tú has estado en la puerta de
mi casa, pero sin llave”.

Y ofreciéndome la llave me dijo:


“Aquí tienes la llave para cuando vengas”

Alargó la mano y me ofreció su llave. Yo le dije:


Yo en tu casa no he estado, pero él me dijo que sí, y ofreciéndome
de nuevo la llave se fue. Medía 1,85 mts. Era de complexión fuerte,
cara alargada, barba no larga de color castaño oscuro, lo mismo
que el cabello que era también de ese color y no muy largo. Su
edad representaba unos 27 años. La túnica marrón oscuro, en la
mano portaba una llave de unos 30 centímetros, era negra brillante
y también llevaba un báculo largo.
En curso de una operación quirúrgica muy grave, estuvo dos veces
a punto de morir, operación que se me practicó en la doctrina del
doctor Roque Aranguren en el año de 1936. Entiendo que sería a lo
que san Pedro se refería.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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1969
28 de marzo de 1969, viernes de dolores

Fui de paseo con la nieta y en un recodo del camino cerca de la


casa vi a la Virgen. Yo le dije a la niña (Angelita Artaza y Arrieta, de
6 años):
¿No ves a la Señora vestida de negro?
Y me dijo que no veía.
Le pregunté a la Señora en vascuence:
¿Ser guru su? A ver lo que deseaba, por dos veces, y no me
contestó y se fue.

Tres semanas más tarde volvió a aparecerse enfrente del caserío.


Mi ama le preguntó lo mismo, pero la Virgen no respondió y se
marchó.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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19 abril de 1969, sábado

Eran las 21,30 hs. Vi que desde el cielo descendía una nubecita
blanca y cuando la nube llegó al suelo, divisé la figura de la Virgen
en ella, perfectamente clara. Descendió sobre el perejil que
tenemos frente a la casa. Yole pregunté dos veces en vascuence:
¿qué deseaba? No me contestó. Dio unos pasos y se fue. Al día
siguiente fuimos al lugar y el perejil se hallaba prácticamente seco.
El perejil poseía un polvillo blanco penetrado.

Inés se fue al día siguiente hacia las 10.30 hs. a por perejil
encontrándolo seco, volvió a la casa a buscar a la familia, y entre
todos comprobaron el hecho. El perejil cubría un metro cuadrado en
medio de otras verduras, y solo el perejil presentaba dicha anomalía
del polvillo blanco adherido al perejil.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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23 de mayo de 1969, viernes – 19,00 hs. La 1ª vez que habló la Virgen

Volvía andando del hospital de visitar a mi hija ciega Feli. Teniendo


ya el pozo a la vista, vi pasar de una parte a otra del camino, monte
abajo, un extraño animal de unos 40 centímetros de largo, de
cuerpo muy grueso. De pelo color marrón. Cara ni de perro ni de
gato, boca grande, mucho más ancha que larga. Ojos grandes,
redondos, que se paró mirándome unos instantes antes de
desaparecer en la maleza. Seguí mi camino y al acercarme más al
pozo vi a la Virgen.
Junto al pozo vi a la Virgen y le dije en vascuence: ¿qué es lo que
quería? Ella me contestó en castellano:
“Sabes en qué mes estamos”
Y le dije que sí, en mayo, en el mes de la Virgen, y dime si quieres
que yo haga algo, y me dijo:
“Yo os he ayudado mucho, pero estáis en mi casa y quiero que
me la dejéis”.
Yo le dije: pronto saldremos y la casa será tuya. Dio unos pasos y
se fue.
Al dar los pasos fue a ascender sobre un mimbre, quedándose
penetrado de un polvillo blanco, se secó. Esta es la primera vez que
la Virgen me habló. A partir de este día siempre me ha hablado en
castellano.
Mi hija Feli está ciega desde marzo de 1972 con ocasión de su
primer parto en 1964. Desde la edad de 5 años tuvo un reuma
articular, le sacaban mucho pus de las articulaciones. También a
esta edad perdió la vista del ojo derecho.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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8 de junio de 1969, domingo – Tiempos del Papa Pablo VI

Fui a la cuadra a coger carbón. Habíamos quitado el ganado por la


enfermedad de mi marido y que no podía hacer nada. Pensé con
tristeza en la soledad en que estaba. Enseguida oí una voz que
decía: “este lugar no está solo”

En aquel instante vi a la Virgen sobre el suelo y me dijo entre otras


cosas:
“Este Papa, hombre violento, pagará por su pena, irá a
bendecir islas, pero muchos hijos míos morirán a
consecuencias de enfermedades y catástrofes. Me da mucha
pena. Tengo que decirte para bien vuestro y gloria de Dios, os
quiero mucho y deseo vuestra salvación para reuniros en torno
a Dios. Vengo por mis hijos”.
La enfermedad de mi marido (primer curado con el agua bendecida
por la Virgen) empezó como una desviación de la columna, luego
reuma, luego empezó de cáncer de huesos (confirmado con los
certificados que se poseen). Por esto andaba con mucha dificultad,
teniendo que desvestirle y calzarle, usando corsé ortopédico.
Lo que se dijo del Papa coincidió con su viaje a Filipinas al año
siguiente. El 27 de noviembre de 1970, Benjamín Mendoza, pintor
boliviano, vestido de clérigo, intentó atentar contra la vida del Papa
en Manila (Filipinas), llegando a herirle en un brazo con arma
blanca, luego de la desviación de la agresión por el Presidente de la
República Filipina, que evitó el atentado proyectado. El agresor
cumplió condena de cuatro años y regresó a Bolivia según noticias
aparecidas en la prensa.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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10 de junio de 1969, martes 17,30 hs.

En el interior de la casa donde se posó por primera vez la Señora,


oímos rezar y percibimos un fuerte olor de velas consumiéndose.
Este olor duró unas 24 horas.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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12 de julio de 1969, sábado a las 12,00 hs.

Salí a colgar más ropas, cuando vi que de la ventana de la cuadra


salía humo. Avisé a los de la casa para ver de dónde provenía.
Abrimos la puerta y no se podía ver nada. El humo era especial, no
irritaba a los ojos, y olía a un fuerte olor de paja. Penetramos y
vimos que de un rincón, un pequeño puñado de paja desprendía la
humera sin consumirse. Así estuvo unas 12 hs., no llegando a
consumirse. La paja quedó negra. Me percaté que allí se
encontraba la Virgen. Subimos todos al piso y volví a bajar sola. Me
arrodillé junto a la humera, dije Ave María Purísima, y se presentó la
Virgen con grandes resplandores que me daban la impresión de
que el lugar estaba lleno de brillantes. Le hablé a la Viren y le dije
que ya se lo comuniqué a todos los hechos al párroco, y que éste
me aconsejó que estuviera tranquila. Me dijo la Señora:
“Dile a ese cura, él será quien celebrará aquí la primera Misa”.

Y salió andando por la puerta y, como siempre, se fue por el cielo


abierto.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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20 de julio de 1969, domingo a las 10,00 hs. (1ª parte) Bendición del agua

Salí al corral que está junto a la casa a dar de comer a las aves.
Con gran sorpresa vi que la Señora se hallaba presente en la
cuadra muy resplandeciente. Me arrodillé junto a Ella, le dije: Ave
María Purísima, y el Dios te Salve entero. Después le pedí la salud
de mi hija, lo que tantas veces le había suplicado. Le dije: si tú
quisieras podrías curarla. Ella me dijo:

“Tú no llores más por ella, que ella es mi escogida. El primer


día que yo vine a salvarte bajé primeramente al pozo, y esta
agua desde hoy queda bendecida para siempre, y curará a los
enfermos, y a los sanos que se laven la cara y los pies”. Luego
me dijo:
“Coge tres mudas interiores de tu hija y llévalos al pozo”.
Y me indicó el camino por donde Ella vino donde mí, que lo
recorriéramos me dijo. Lo conocí por la hierba que se hallaba
aplastada toda en la misma dirección, hacia la casa. Me dijo: “Que
se lave la cara y los pies”.
Que mojara las tres mudas en el agua y pusiera a secar donde no
recibiera la luz del sol, que las usase hasta terminar, advirtiéndome
que fuese la última ropa que se lavara en el pozo. Pues teníamos la
costumbre de aclarar allí. A continuación me dijo: “Quiero que aquí
se levante una capilla. Tu hijo ya irá a misa”.
Este día volvió a humear la misma paja, me dijo que: “Al volver con
mi hija del pozo me arrodillara donde Ella se apareció la primera
vez. Que hiciera tres cruces en el suelo dándoles tres besos. Por
último le dije cuando nos veríamos la próxima vez. Me contestó que:
“hasta que nos viésemos allí arriba”. Hice todo lo que me indicó.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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20 de julio de 1969, domingo a las 10,00 hs (2ª parte) Primera curación


milagrosa - Bendición del agua

Su mujer fue donde él y le dijo:


¿Qué haces hombres?
Yo estoy bien, yo estoy bien. A los pocos días se recuperó
totalmente. Padecía una enfermedad incurable que se inició hace
doce años y le tenía al borde de la muerte. Precisamente aquella
noche anterior la pasó muy malamente.
Cuando le conté la bendición del agua a mi marido, me dijo:
“Voy al pozo a ver si tiene voluntad para mí”.

Nada más tocar el agua (se santiguó en el nombre del Padre, y del
Hijo y del Espíritu Santo). Sintió como si algo cambiara en su
cuerpo, encontrándose mejor, bien. Bajó a su habitación, se
despojó del corsé ortopédico, cogió una azada, fue al patatal y se
puso a sacar patatas.
A partir de ese momento utilizamos aquel sendero de la hierba
aplastada, y teníamos como norma los de la casa el recorrerlo con
los pies descalzos.
La profecía “tu hijo ya irá a misa” se ha cumplido.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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27 de julio de 1969, domingo a las 10,00 hs.

Desde la casa aprecié la figura de un ángel que descendía al pozo.


Cogí a mi hija Feli la ciega, y nos acercamos. Era el mismo ángel
que se apareció años antes sobre una frágil rama de manzano. No
sabiendo lo que hacer ni qué decirle, besé su túnica blanca.
Nos miraba con las manos unidas en actitud de oración. Sin más,
pensé que mi hija ciega le diese la mano. Cogí su mano y la
acerqué a la del ángel. Este alargó un poco la suya y le agarró. La
hija no sabía lo que sucedía y al tocar la mano fría dijo: “¿de quién
es esta mano? Le dije: es un ángel que ha venido a ayudarnos. El
ángel le tiraba con fuerza hacia él, temiendo esta caerse al pozo.
Cuando la soltó le dijimos las dos: ahora vete a tu casa y ayúdanos
desde allí. Al poco se elevó y con tremenda nostalgia decía
lamentándome: ¡hija se va, se va, ya se va! Una vez ido,
experimenté una honda pena de no haberle cogido en brazos,
dárselo a la hija y llevarlo a casa.
Feli dijo que era una mano fría y pequeña, que me llegó al alma, a
todo mi cuerpo, sintiéndome fervorosa e indigna de haber tocada
una cosa así.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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31 de julio de 1969 a las 10,00 hs.

Vi al mismo ángel ascender del pozo hacia el cielo.


Era día festivo en Vizcaya, por ser la solemnidad de san Ignacio de
Loyola, patrón de Guipúzcoa y Vizcaya.
El 25/8/1971 cuando la Virgen le mostró el Cielo, le vio a san
Ignacio avanzar por el medio de un gran templo.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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7 de agosto de 1969, jueves a las 7,30 hs.

Salí fuera a por leña para encender el fuego. Vi al ángel que estaba
en el pozo. Fui corriendo sin tiempo de llamar a nadie. Posó donde
estuvo la primera vez, me santigüé con el agua del pozo, y le dije:
¡bendito el que viene en el nombre del Señor! Le dije: ya he hecho
todo lo que me ha mandado la Virgen Dolorosa y dile si quiere algo
más de mi parte que le prometo hacer todo lo que me mande.
“Vendré con todo lo que Ella quiere a las 10 de la noche del día
9”.
¿Vendré yo sola?
“Sí, aquí tu sola, los demás que se pongan en medio de esos
árboles de rodillas, que ya verán la luz”
Señaló que se pusieran entre el primero y el segundo tilo contando
desde el pozo.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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9 Agosto 1969, sábado a las 22,00 hs. (1ª parte)

A la hora señalada, 10 de la noche, fui hacia el pozo. Estaba ya el


ángel cuando llegué. Mi marido e hijos se quedaron bajo los tilos,
como indicó el ángel el pasado día 7. Me santigüé. Le dije: ¡bendito
el que viene en nombre del Señor!
- “¿Estás conforme para hacer todo lo que te manda y
quiere la Virgen?”
Sí, haré todo lo que ella quiera.
“La Virgen quiere que su manto sea como este”
Me mostró y me dio un pedazo de tela negra aterciopelada.
“Y este otro pedazo lo pondrás en la cruz. Estas velas quiere
que se pongan a quemar donde Ella se presentó la primera
vez”. Todo esto lo sacó de una bolsa roja de terciopelo que llevaba
puesta en el cuello.
“Haréis una cruz blanca, y avisarás al párroco que venga a
ponerla aquí, donde yo estoy, que todo lo que he traído lo
recoja, y ponga en la cruz el pedazo de manto, y será
respetada”.
Al sacar las velas de la bolsa quedaron encendidas ellas solas. Me
dijo también que de aquella agua no la usaríamos más. Y aseguró
que aunque nos quitasen el agua no pasaríamos sed. Que seguirá
curando a los enfermos.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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9 agosto de 1969, sábado a las 22,00 hs (2ª parte)

Al despedirse me agarró de las manos que las tenía muy frías, y así
estuvimos unos minutos. Me hizo repetir con él varias veces:
“Por la pura gracia que te concede Dios Espíritu Santo. Amén”

Me estiraba hacia arriba. Mi familia me dice que me vieron


extraordinariamente alargada. Por último me dijo:
“Que estas velas las apague ese ángel”.

Mandé a mi nieta Angelita que las apagara. Cuando comenzaron a


cantar se unieron como grandísimos coros celestiales que daban
maravillosas tonalidades. La letra del canto fue: Tomad virgen pura
nuestros corazones, no nos abandones, jamás, jamás. Mil
querubines bellos orlan tu dosel, quiero estar con ellos, Madre
llévame. Contigo en el cielo colmado mi anhelo, qué feliz seré.

Me contó un secreto que no se sabrá hasta después de mi muerte.

Cuando el ángel se fue me quedó un fuerte perfume en las manos


que me duró unos cinco días. Del perfume dejado en las manos de
Felisa fuimos testigos todos los de la casa. Ese día mi familia vio
unos resplandores vivísimos y algunas partes del ángel.

Felisa se fue sola hacia el pozo, sin velas, vestida únicamente con
una bata. Sólo ella fue testigo de cómo las velas quedaron
encendidas ellas solas. Los presentes bajo los árboles fuimos:
Bonifacio, Inés, Feli, y Angelita.

Hubo tres iluminaciones. Primeramente sobre el pozo, luego todo el


bosque, y la tercera cuando se hizo la luz grande. Nos alcanzó a
todos una especie de soplo cálido suave muy agradable.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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11 de agosto de 1969, lunes a las 21,00 hs.

Vino el cura a recoger lo que el ángel había traído, tal y como lo


mandó. Y se colocó la cruz. También ese día vi al ángel.
Justamente cuando el párroco arrancaba para irse, le llamamos y
corrimos tras él, pero no nos oyó (interpreto: no nos quiso oír). Se
colocó el ángel con un fuerte resplandor junto a la cruz que había
puesto momentos antes el cura.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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21 de agosto de 1969 – jueves a las 8,00 hs.

Yendo hacia el corral a dar comida a las aves, vi al otro lado, en la


cuadra, a la Virgen. Como siempre muy resplandeciente. Avancé y
me puse de rodillas. Ella me dijo:
“Yo me despedí de ti, pero vuelvo a venir porque he sido
ofendida por el tercer cura que ha venido aquí. Él ha venido a
contradecirme, pero yo SOY LA VIRGEN PURA DOLOROSA. Y
el ángel ha sido enviado por mí. Yo he sido siempre quien ha
venido aquí. Lo que el ángel ha traído es propio mío. El agua ya
se ha comprobado. Ha sido tu marido el primero que se ha
curado. Lo mismo haré con otros enfermos”.
Y me dijo: “Que fuese mi marido el que trajera toda el agua a
casa”.
Así lo hacía. El manantial se encuentra a unos 500 mts. Por último
me dijo:
“Confiésate con el párroco y dile lo que nunca le has
confesado a nadie”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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11 de septiembre de 1969, jueves

Vino el párroco a confesarme. Lo mismo hizo con mi marido. Erigió


un altar en la habitación de la Virgen, y nos dio la comunión.
Al momento de marcharse el cura, vi al ángel en el pozo. Se fue
antes de acercarnos.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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13 de diciembre de 1969

Eran las 13.30 hs. Vi al ángel en el pozo con gran resplandor a su


alrededor. Me acerqué y le dije: bendito el que viene en el nombre
del Señor. Después le dije: estoy conforme en obedecer en todo,
¿quieres algo más? Él dijo:
- “No olvides todo lo que has prometido”.
Este día dejó la huella de los pies descalzos sobre la tierra.

Las huellas duraron un mes y se vieron claramente durante 5 días a


pesar de la lluvia. Durante estos 5 días se mantuvo un perfume muy
bueno en el ambiente.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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1970
3 de enero de 1970 (Día en que salimos definitivamente de la casa)

Eran las 4.20 de la tarde cuando el párroco encendió las velas


traídas del Cielo, como ordenó el ángel. Rezamos un rosario, y casi
al final apareció la Virgen que no dijo nada.
Nosotros nos quedamos toda la noche adorando las velas y
rezando. A la 1 de la madrugada vino de nuevo la Virgen. Al pasar
apagó una vela. Veinte minutos después la encendimos de nuevo y
empezaron a consumirse muy rápidamente. Una vela se consumió
más rápida. Y parece que esperó a la otra, pues estuvo en agonía
unas 3 horas, mientras que la otra se apagó nada más llegar al
suelo.

Desde las 3 de la madrugada hasta las 7, se oyeron 3 campanadas


y en este intervalo vimos además, como 15 veces, una luminosidad
que se movía junto con voces y pasos, que cesaron a las 7, cuando
de nuevo vi a la Virgen pasar con el ángel de la mano que salía por
la cocina. Estuvimos hasta la 1.
Mi marido vio la sombra de la Virgen en su primera aparición, antes
de finalizar el primer rosario.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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12 de febrero de 1970 (A las 16,30 hs. jueves)

Vi desde fuera que en la habitación había un resplandor. Entré


dentro y vi a la Virgen con una vela encendida a sus pies. Esta vela
la trajo Ella. Me puse de rodillas junto a Ella, y le dije: ¡Ave María
Purísima! A mí no me creen todo esto, ¿quieres algo más?
“Ya se cumplirá todo lo que te he dicho, y tú cuéntaselo todo a
quien quieras”.

Esta vela tenía unos 40 centímetros, y se consumió en unos


instantes, quedando un poco de cera. La cera que quedó se
conserva.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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17 de marzo de 1970 (martes)

Iba por la carretera donde mi marido había salido por la mañana,


cuando pasé por el pozo. Un ángel bajó del cielo. Le dije: bendito
el que viene en nombre del Señor. Di si la Virgen quiere algo de mí.
“Ahora estamos en los días en el que la Virgen se ofreció a que
la crucificasen antes que a su Hijo. Y tú también ofrécete por
Ella. Di todo a todo el mundo. De un momento a otro tendréis
un disgusto de sorpresa”.

Dicho esto se fue derecho al cielo. Sus pies quedaron nuevamente


marcados en la tierra. El disgusto de sorpresa llegó a los dos días:
Las huellas que dejó el ángel en esta ocasión tenían el talón
estrecho en comparación con el empeine y el puente muy
pronunciado. Es de notar que en la base del talón había unas
rayitas muy finas.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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27 de marzo de 1970, viernes Santo, 18,30 hs.

En la habitación rezamos un rosario. Se apareció la Virgen. Le


saludé de rodillas diciendo: “Ave María Purísima”. Di dos besos en
el manto, diciéndole si quería que hiciera algo más, y me dijo:
“Vengo con el mensaje para la paz del mundo”
Los demás cantaban y rezaban. La Virgen nos estuvo mirando unos
10 minutos. Este día estuvieron dos reporteros de la Gaceta del
Norte de Bilbao, que fueron para contemplar algún éxtasis. Durante
su estancia no se produjeron ninguno, pero ellos confesaron que en
las fotos que sacaron a Felisa, en sus gafas negras aparecen dos
cruces blancas inexplicables.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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23 de mayo de 1970, sábado


A las 8 y cuarto de la tarde, se apareció la Virgen en la habitación,
le dije: “Ave María Purísima”. Nosotros queremos que se cumplan
nuestros deseos. Ella dijo: “Como vosotros habéis cumplido mis
deseos, Yo cumpliré los vuestros. La próxima vez que vengas,
entra con el que posea la llave”.
Nota: una vez abandonada la casa tuvimos que entrar por la
ventana porque la Caja de Ahorros no nos dio la llave.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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27 de junio de 1970, sábado

Este día entramos por primera vez con la llave que guardaba el
inquilino Paco. Vinieron además el vecino Beni y mi marido.
Antes de llegar vi que la Señora venía con cosas blancas en las
manos. Ellos no la vieron. Pasamos dentro y estaba allí en el sitio
donde la vi por primera vez. A sus pies estaban tres palomas que la
miraban muy quietas, que no se movían ni se asustaban. Después
de 20 minutos, la Virgen se fue. Las palomas dos horas después
aun continuaban en la misma postura. La Señora también les miró
muy atenta. Mi marido en un instante vio la cara de la Virgen.
El domingo siguiente, al entrar la familia en la casa bajaron las
palomas del tejado y fueron al mismo lugar dentro de la casa donde
rezaron dos o tres rosarios. Quedaron allí las palomas sin apenas
moverse, con la misma actitud de respeto y mirando hacia donde
estuvo la aparición del 27 de junio.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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14 de julio de 1970, martes:

Mientras rezábamos el rosario se me presentó la Virgen, le dije:


Dios te salve María. Me contestó:
“Cumplid mi deseo en la tierra, que haré el vuestro en el Cielo.
Yo os quitaré las lágrimas”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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31 de julio de 1970, viernes – 19,30 hs.

Le dije a la Virgen: ¡Dios te salve María! Dime qué mas debo hacer.
“Yo cumplo lo que digo (prometo), tres ya se han curado, y el
agua seguirá curando. Decid esto, que yo os libraré de todo”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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9 de agosto de 1970, domingo a las 22,00 hs.

Este día es muy significativo, pues se conmemora la visión


prometida a mi familia, y que la vimos efectivamente. Consistió en
grandes resplandores que iluminaron toda la zona del pozo, y hasta
los más altos árboles, y en la audición de un sublime coro angélico
que entonaban maravillosas canciones. Este año estuvimos a la
misma hora concertada el anterior año, a las 10 de la noche. Vino el
ángel. Esta vez no vieron los resplandores, pero divisaron un punto
blanco, una pequeña luz y el acompañamiento de voces angélicas.

Me acerqué y le dije: ¡bendito el que viene en nombre del Señor!


Entre otras cosas me dijo que barriese la casa todos los sábados, y
entrara en ella descalza. Me confirmó que había más curados, que
seguirá curando el agua y que lo divulgara.
Testigos: Bonifacio, Felisa, Inés, Tomás, y Angelita. Tomás Artaza
al salir de la casa presenció el primero de los fenómenos que los
demás vieron y oyeron también.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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22 de agosto de 1970, sábado.

Llegamos a las 7 de la tarde, y me puse a barrer la casa, como me


ordenó el ángel el domingo anterior. Vi a la Virgen en la habitación,
le dije: ¡Ave María Purísima! ¿Qué más deseas de mí? Me dijo:
“Ven a barrer todos los sábados hasta que Yo te diga, que las
estrellas han llegado a tus manos”.
Entré por la ventana este día porque no quisieron cederme la llave.
Mi marido mientras yo barría la casa, mirando hacia el interior a
través de la persiana, vio oscurecerse tres veces el interior.
Nota: después de esta aparición, vino dos veces más: el 29/8/70, y
el 5/9/70, en las que afirmó la Virgen que: “pronto entrarán por la
puerta”.
Comentario: el significado exacto de la expresión “que las estrellas
han llegado a tus manos” es porque las gracias concedidas a los
enfermos dan mayor fundamento a sus afirmaciones.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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12 de septiembre de 1970, Santísimo Nombre de María, sábado

Eran las cinco de la tarde. Nuevamente vino la Virgen a la


habitación, le dije: ¡Ave María Purísima! ¿Quieres algo de mí? Me
dijo:
“Hoy no barras la casa, ven a barrerla hoy en quince. Los que
hoy os contradicen se convertirán. Mi deseo es traer la paz al
Mundo”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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26 de septiembre de 1970, sábado a las 17,30 hs. (1ª parte)

Mientras barría la casa, mi marido se quedó afuera. Se me apareció


la Virgen en la sala de entrada. De la impresión dejé caer la escoba,
le dije: ¡Ave María Purísima! ¿Quieres algo de mí? Me dijo:
“¿Estás conforme para tomar la sangre de mi Hijo?

Yo le dije sí, con mucha fe, añadí. Ella tenía un cáliz dorado con
una cruz en medio, muy pequeña, y me lo dio de beber. Luego me
dijo:
“Vete fuera, trae el libro y el rosario que tienes”.

Fuera dejamos siempre los bolsos sobre un banco de piedra, y


añadió:
“Y que entren contigo todos los demás”. Cuando entraron me
dijo:
“Yo bajo del cielo porque deseo la paz del mundo. ¿Estáis
conformes en sufrir por la Paz del Mundo?”
Yo le dije que sí, que haríamos todo lo que nos mandase. Me dijo:
“Tenéis que cumplir lo que yo os digo, tú y tu marido, Inés, y tu
hijo político, Tomás. No os desaniméis por nada. Sufriréis, pero
la vida no os será angustiosa, ya tendréis alegría. El agua
seguirá curando. Aquí quiero mi capilla”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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26 de septiembre de 1970, sábado a las 17,30 hs. (2ª parte)

Me dijo: “Dame el libro”. Se lo acerqué, y se abrió al momento, de


manera que todas las hojas quedaron sueltas, abriéndose del todo
sobre la página donde habla Jesús lo siguiente:
“Ya sabes que yo bajé del Cielo, nací en Belén, y morí en el
Calvario, pero resucité a los tres días, y ahora estoy vivo en el
Cielo, donde subí y en donde te espero. ¿Vendrás conmigo?
Hay muchos hombres malos que no me aman y me insultan,
que cometen otros muchos pecados, por lo menos tú procura
ser bueno. No te juntes con malas compañías y sé devoto de la
Eucaristía y de mi Madre”.
Después me dijo la Virgen:
“Dame el rosario que te lo voy a convertir”.

Se lo ofrecía al principio ofreciéndoselo de cualquier forma, pero


Ella me indicó que se lo presentara cogido por la Cruz. En ese
momento lo cogió y lo encerró en la mano (en ese momento mi
familia no vio el rosario) que descendió lentamente sobre el papel
de mi mano izquierda en el que lo guardaba. Se iluminó muchísimo,
tanto que parecía de oro.
“Así era mi primer rosario”.
Se quedó en su color natural de madera, desapareciendo el color
negro, y el brillo de sus eslabones, que eran de color oro, quedó
completamente mate, color rojizo. Desde aquel momento quedó
impregnado de un maravilloso olor muy seco, y fuerte, que en días
se puso más fuerte e intenso. Después la Virgen me dijo:
“Reza el rosario, pero no con este, ni utilices el libro”.

Acto seguido salí a la calle a coger diez piedras para poder rezarlo.
Fue la primera vez que me hizo rezar a mí, siempre lo rezaba mi
hija Inés. Después de terminado, salió por la puerta y se fue. Al salir
da unos pasos muy pequeños. Una vez fuera toma un impulso y se
eleva suavemente, hasta llegar al círculo abierto en el Cielo, y una
vez allí, todo desaparece.

La visión de hoy ha durado aproximadamente una hora. En esta


ocasión oyeron como nunca casi todo lo que hablé con Ella.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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3 de octubre de 1970, 17,30 hs. sábado:

Después de barrer la casa entraron todos. Mi hija me dijo: Ama


vete, que ya ha venido. Le dije: ¿Cómo sabes? Por el perfume, y
algo especial que siento, respondió. Y así era. Ella estaba allí donde
siempre. Le dije: ¡Ave María Purísima! ¿Quieres algo más de mi?
Haré todo lo que me mandes.

Ella me dijo:
“¿Quieres tomar la Eucaristía por la paz del mundo?”

Yo le dije que sí, con mucha fe. La cogió del cáliz y me la puso
sobre la lengua. Se la mostré a todos, que la vieron muy blanca y
reluciente. Se derritió en pocos instantes. El cáliz el mismo del
anterior sábado. Me dijo: “Sufriréis por la paz del Mundo, pero
recibiréis la gracia de Dios. Ven el día 15”.

Le dije: ¿Harás este día algo para que vean los demás? Ella me
dijo: “El agua seguirá curando. Vosotros decid esto. Rezad
mucho para que se conviertan, dando gracias a Dios se
alumbrarán muchos corazones de enfermos”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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15 de octubre de 1970, 19,00 hs. Jueves.

Este día, nada más atravesar la puerta de la finca, se colocaron dos


focos a la izquierda de la furgoneta que no llevaba. Nos siguieron
hasta llegar al pozo. Una vez allí desaparecieron. En ese momento
(a esa hora) se presentó la Virgen, le dije: ¡Ave María Purísima! Por
Dios, Virgen Dolorosa, dime: ¿qué más puedo hacer? Me dijo:
“Ven el día 30”.
Le pedí: haz algo para que vean los demás. Me dijo:
“Que vengan los enfermos. Se seguirán curando”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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30 de octubre de 1970, viernes

Eran las 4 de la tarde. Se me presentó la Virgen, yo le dije: ¡Virgen


Santa! ¿Por qué no haces algo para que vean los demás?
Contestó: “Hoy verán la luz”.
Los que estuvieron conmigo, familiares y algunos vecinos, la vieron.
Después rezamos el rosario, junto a Ella. Rezaba con nosotros, no
pasaba las cuentas, las pasaba de 10 en 10. Nos miraba atenta y
sonriente. Cuando lo terminamos nos dijo: “Diles si quieren repetir
las palabras que vamos a decir tú y Yo”.

Se los dije, y contestaron que sí. Las palabras fueron estas:


“Yo nací en la tierra y estoy en el Cielo, donde os espero. Para
la Paz del mundo y tranquilidad de los pueblos, siempre reinará
el Señor. El agua seguirá curando”.

Una vez dichas estas palabras, los presentes pidieron su bendición.


Ella me dijo: “Ya están bendecidos. Ven cuando quieras que yo
te espero. No dejéis de venir por nada. El agua seguirá
curando”. Yo le di las gracias y se fue.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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8 de noviembre de 1970, domingo

Eran las cinco de la tarde. Se me apareció la Virgen, le dije: ¡Ave


María Purísima! ¿Quieres algo de mí? Me dijo:

“De los cuatro enfermos que vienen contigo, uno va curado.


Cada vez acudirán más. Y acompáñame, que los cañones se
retirarán y se hará la Paz del Mundo.
Los que están contradiciendo todavía rezarán junto a Mí. Ven
cuando quieras que te espero.”

Yo le di las gracias.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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19 de noviembre de 1970, 16.30 hs. Jueves

Vino otro ángel. Le dije: ¿Quieres que yo haga algo más? Me


contestó:
“Yo soy el ángel de la guarda. Quien me envía Dios. Dile al
párroco que ya posee pruebas claras y que resuelva, que él es
quien tiene recibido presente el hecho de Dios”.

Este ángel viste túnica blanca, cordón azul por la cintura. El calzado
es dorado y da luz a todo el cuerpo. Lleva los talones descubiertos.
La corona dorada y llena de estrellas. El pelo rubio le llega hasta la
espalda. Las alas son blancas.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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28 de noviembre de 1970, 16,30 hs., sábado.

Bajó la Virgen, y me dijo:

“Dile al párroco de mi parte que él ya sabe quién está curada,


que lo diga. Vosotros después que lo divulguéis, decid quienes
son los otros curados. El agua seguirá curando como hasta
ahora. Dios quiere que vengas aquí, que yo te espero”.

Yo le di las gracias y se fue.


Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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8 de diciembre de 1970, martes

Festividad de la Inmaculada Concepción, patrona de España

A las 12,30 hs. se me presentó la Virgen. Le dije: “Señora, estamos


conforme para sufrir si es para bien suyo”. Ella contestó:

“Donde Yo piso es firme. No perdáis la firmeza. Estad alegres,


que Dios os acompaña en vuestros pasos”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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16 de diciembre de 1970, domingo

“Para salvar almas el Señor quiere que haya más fe en el


mundo. Si hacen lo que Yo os digo, se salvarán y tendrán paz.
Quiero aquí una capilla. Las guerras terminarán. Pero si no
dejan de ofender a Dios, comenzarán, a no tardar mucho, otras
peores. Vosotros rezad el rosario todos los días por la
conversión de los pecadores. El agua seguirá curando”.

Eran las 5 de la tarde. Reprendió al párroco. Ella rezó con nosotros.


Las cuentas se deslizan en sus manos de 10 en 10. Al finalizar el
rosario, por mandato suyo besé su rosario, y Ella se fue.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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24 de diciembre de 1970 (1ª parte). A las 16,00 hs, jueves.

La Virgen rezó con nosotros el Rosario. Al final me indicó con su


mano derecha su izquierda. Me enseñó el Infierno, que es
terriblemente horroroso. Yo fuera de mí le dije: ¡Eso no! Que
hacemos todo lo que podemos. Al pronunciar estas palabras, dicen
que agarré mi cabeza con ambas manos, y me clavé de rodillas
frente a la Virgen, toda espantada. Ella me dijo:
“No es para vosotros”.
Y gritando yo pregunté: ¿entonces, para quién?
“Para sacerdotes que dan la espalda al Señor, que se pongan
suplicantes de misericordia al Reino de Dios. Si no, el Señor no
bajará a su cáliz. ¡Qué catástrofes conmueven! Si no se cumple
esto, serán condenados al infierno”.
Señora, qué es catástrofe:
“Derrumbamiento”, respondió.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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24 de diciembre de 1970, jueves (2ª parte)

Tras la visión del infierno, la Virgen me dijo:


“Los enfermos curados hagan justicia al favor que han
recibido. Si no, tendrán el castigo merecido”. Me dijo después:
“Vosotros seguid como hasta ahora. Ven cuando quieras”. Y se
fue.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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MENSAJES SUELTOS:

17 de Marzo de 1970:
El ángel me dijo: “De un momento a otro tendréis un disgusto de
sorpresa”. La sorpresa llegó a los dos días.

28 de marzo de 1970:
Al preguntarle a la Virgen por el infortunado Agustín Bilbao
Hormaza (novio de Inés), dijo: “No ha sido por su voluntad”.

4 de abril de 1970:
“Dile que no llore, que no quiero que llore” (Por Inés la novia)

11 abril de 1970:
“Ya tendréis felicidad”

20 abril de 1970:
“Ha sido por malos consejos, que no llore, que ya tendrá felicidad”

1 de mayo de 1970:
“Lo que yo te he prometido se cumplirá y ayudadme”

El 5 ó 12 de mayo de 1970:
“Ha sido una mano negra. No estéis tristes. Ya tendréis felicidad”.
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1971
16 de enero de 1971 (eran las 16,30 hs.)

La Señora dijo:
“Os maldicen, os persiguen, todo está en contra vuestra, pero
será grande vuestra recompensa en el cielo. El que pretende
salvar su propia vida, la perderá, el que dé la vida por mi
evangelio, le salvará el Señor, lo mismo al que sigue el camino
de la verdad”.

Yo le dije: Señora, usted que lo puede hágame el favor y póngame


un día, y haga algo para que vea el párroco. Me dijo:
“Que se ponga suplicante, en su alma a Dios. No sigue el
camino de la verdad. Dios no se hace responsable, no verá la
luz celestial”.
“El ángel enviado por Dios, con aquel celestial resplandor, las
velas y el trozo de manto, es para unir el Reino de Dios”

La Virgen rezó con nosotros el rosario y me dijo que en la letanía “El


Señor reinará” en vez de “ruega por nosotros”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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27 de enero de 1971, a las 16,30 hs, miércoles.

Se me apareció la Virgen, y me dijo:


“Yo contigo”.
Respondí: Yo también contigo.
“Donde siembro la semilla y la doctrina del Cielo, anuncio la
palabra del Señor”. “Que nadie piense que solo se vive de las
comidas, sino de toda palabra que brota de la boca de Dios”.
“Vuestra misión consiste en ayudar a que me conozcan. Las
penas que el Señor os envía es porque quiere que haya más
devoción en el mundo, y os ofrece la paz”.
“El agua seguirá curando”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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27 de febrero de 1971, sábado

Se me apareció la Virgen. Le dije: Señora, ¿qué más quieres de


mí?
“Descenderá el Señor, que es mi Hijo. Pues no existe para Él
cosa imposible. Id anunciando acerca del Reino de los Cielos”.
Más de lo que hacemos no podemos.
“Di al párroco que enderece el camino del Señor. Que haga lo
posible para agradar a mi Hijo, que ofrece la Paz. El que tenga
fe en mí se curará en el agua. Vosotros rezad por los
pecadores. Dios sabe por qué os elige”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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8 de marzo de 1971 (lunes)

Se me apareció la Virgen y le dije: tú que eres la Madre de todo el


mundo, tú que todo lo puedes, di, ¿qué debo hacer?
“Todos los que tienen fe en Mí serán grandes a los ojos del
Señor que es mi Hijo. Por los que piensan en Mí, se convertirán
muchos pecadores y mi amor hacia ellos será cada vez más
grande. El agua curará. No dejéis de rezar todos los días”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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25 de marzo de 1971 (eran las 17,00 hs. Jueves)

Se me apareció la Virgen y le dije: ¿qué más debo hacer?


“Hoy se cumplen los años en que yo descendí por primera vez
aquí ante ti (treinta años). Quiero que reconozcan los
sufrimientos de mi Hijo. Pedid para que la gente tenga fe en mí.
El agua curará.”

Este día vio Felisa por primera vez a nuestro Señor, postrado en
tierra para ser crucificado en el madero, y a la Santísima Virgen
vestida de Dolorosa, pero con traje morado, sin el corazón y los
siete puñales bordados en oro, afligidísima y llorosa, tanto que
empapaba su vestido, y a sus pies en el suelo se formó un
charquito de lágrimas. En esta ocasión la edad de la Virgen se me
representó mayor, de unos 50 años.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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23 de mayo de 1971, domingo – 11.30 hs. (1ªparte)

Se me apareció la Virgen, le dije: Señora, estamos haciendo todo lo


que podemos. ¿Quieres algo más? Dijo:
“Por todos mis hijos, mis ansias y mis dolores no tienen fin.
Grandes faltas de fe en la tierra acarrearán su miseria. Si no se
nos hace más caso señaladamente de jueves a viernes santo,
dentro de 30 años, a principios de siglo, se formará una niebla
que no os veréis los unos a los otros. No os servirá ninguna
luz. Durará todo el tiempo que haga falta.
Los justos y los dignos no sufrirán. Todos mis hijos tendréis
que pedir perdón a Dios. Esto es un aviso de castigo. En el
período de tiempo que queda, cambiarán dos Papas más. El
siguiente a éste será bueno, pero morirá pronto, y el próximo
será injusto”.

Yo he visto en visión dice Felisa. La niebla sale del interior de la


tierra como a través de una gigantesca chimenea, que en breve
tiempo cubrirá todo. Las almas dignas tienen una luz especial.
Según parece, la Virgen está dando un tiempo de Gracia.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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4 de junio de 1971, viernes – 11,00 hs. Tiempos del Papa Pablo VI

Se me apareció la Virgen, le dije: ¿qué más debo hacer? Me


contestó:
“Los que me harán caso serán los seglares, que los curas y el
Papa no quieren hacerme. Ya vienen dos seglares a ayudar”.
“El Papa no recibe el poder de bendecir en nombre de Dios a
los fieles, pero a los fieles creyentes los bendecirá el Señor”.
“La bendición del Papa no detendrá la catástrofe”.
“Este Papa dio la libertad para quitar de la Iglesia a los
apóstoles de Dios”.
“Los apóstoles humanos van donde el Papa, pero a él esto le
molesta. Pero los apóstoles humanos seguirán a Dios, y
salvarán el Mundo”.
“Mi Hijo, el Señor Altísimo, tiene el poder para la salvación de
los apóstoles”.
“De los fieles que reciben la Eucaristía, no todos reciben al
Señor”.
“Este Papa, después de muerto, no se le aparecerá a nadie”

Se transcriben los párrafos LITERALMENTE sin hacer juicio de


valor, desconocemos su valor histórico, pero la Virgen así lo reveló.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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22 de junio de 1971, domingo

Se me apareció la Virgen y le dije: ¿qué más quieres de mí?


“Me he aparecido en varios lugares, pero son muy pocos los
que me creen. Salvaré de las guerras a España, pero habrá
muchas catástrofes y enfermedades. Morirán muchos.
Antes del aviso de castigo se iluminará el cielo con una cruz
que al descomponerse producirá una inmensa luz blanca, que
incluso impedirá ver el sol. Durará 4 horas. Seguidamente
azotará un viento ardiente, toda la tierra. De impresión muchos
morirán. Los que tengan fe en Dios no sufrirán”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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6 de julio de 1971, martes – 21,00 hs.

La Señora me dijo:
“A todos mis hijos los quiero mucho, pero son pocos los que
me escuchan. Donde yo bajo los videntes y yo estamos solos.
Hacen poco caso de los milagros. Los enfermos curados
pronto se van, cada uno por un camino. Estoy dando los
últimos avisos al Mundo. Las iglesias, algunas, se quedarán
solas. A otras acudirán pocos fieles, pero como AVISO,
ocurrirán catástrofes. Los que no aman a Dios sufrirán mucho.
Los que tengan fe no sufrirán. Los que sufran juntamente
conmigo tendrán alegría. Sufrir no es llorar”.
La Señora me enseñó todo esto. Vi casas con ropa colgada y de
pronto convertirse en polvo. Entre otras catástrofes, vi una zona de
España que se inundaba por el mar. La Virgen puso a su
izquierda a los que la aman. A pesar del gran viento que vendrá
(las pasiones), no sufrirán y ni siquiera se les mueve un cabello.
Son bien parecidos, pero será un grupo muy pequeño.

A los que no aman a Dios, los vi a su frente. Estos se escapan


y los arrastra el viento. Sufrirán muchísimo. Este grupo es muy
grande, es un gran número de millones de hombres que
padecerán tormentos horrorosos y parecen monstruosos”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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25 de julio de 1971, domingo – tiempos del Papa Pablo VI

La Señora me dijo:
“El Papa, los obispos y sacerdotes, han perdido la luz del
Evangelio. Buscan a ciegas. Sufren caídas y con ellos los
pueblos. Quieren buscar la salvación sin Dios”.
“El último esfuerzo será EL MILAGRO para la conversión de los
pecadores. Orad a Mí, y recibiréis muchas curaciones. Vengo
por toda la Humanidad”.
“La llamada que tuviste el día 2, este enfermo se curó, pero
como otros muchos, no quieren hacer justicia del milagro”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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13 de agosto de 1971, a las 5.00 hs. en Getxo

Oí que la Señora me llamaba suavemente por mi nombre. Le dije:


¿qué quieres de mí? Dijo: “Levántate, te hablaré”.
Le dije: Señora, ¿te he ofendido porque me he confiado a Luis y al
Padre José Nemry? Ella me dijo:
“No desconfíes de los dignos, porque siguen el camino de la
gloria. Los libraré de todo castigo. Se acerca y quiero la ayuda
de los dignos. Confiad en mis discípulos. Discípulos míos, orad
por los pecadores, orad por las ánimas del purgatorio. Estoy
dando la señal en varios lugares”.

Señora, le pregunté: las luces que había en aquel lugar donde viene
donde mí, ¿qué eran que ahora no las vemos?
(Se debe referir a las aparecidas en la casa forestal en Monte de
Umbe, el día de la despedida de la misma, el 04/01/1970, de 3 a 7
de la mañana, con acompañamiento de pasos voces y el tañer de
tres campanas de la iglesia, a las 3, 5, y 7 de la misma).

Ella me dijo: “Eran almas purificándose y purificando el lugar,


que ahora están en la gloria de Dios. Algunas eran familiares
vuestras y de pueblos cercanos. Estuvieron durante 400 años.
Confiad en Mí vuestra Madre, y en el Señor. Orad por los
pecadores y por las almas del purgatorio. Orad para que nadie
tenga que hacer lo mismo que hicieron estas almas. Orad
hijitos míos”
Nota: muchísimas personas, entre ellas muchos hombres de toda la
comarca, confirman la existencia de estas luces, hasta hace unos
14 años que dejaron de manifestarse.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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22 de agosto de 1971 – domingo a las 19.50 hs.

En el 6º rosario, 2º misterio, y tercer Avemaría, hizo su aparición la


Santísima Virgen y me dijo:
“¿Por qué no has ido hoy a comulgar?”

Le dije suplicante: ya me perdonarás por lo de hoy, no lo haré más,


cumpliré, será la última vez. Me dijo:
“Vete hacerlo siempre que puedas. Reza ahora un
Padrenuestro, tres Avemarías, y dos Salves. Mi Hijo y yo
estamos esperando si la Humanidad hace caso. Mi Hijo y yo no
os dejaremos de la mano. Confiad con los que os sigue. ¡Orad
mucho, orad, orad! Que mi Hijo os espera sonriente en las
puertas del Cielo”.
Ella me dijo también:
“Apaga la vela, que mi resplandor te iluminará”

Salió por la puerta y se fue por el Cielo abierto.

Ese mismo día por la mañana, Felisa asistió en Barrica, Vizcaya,


junto a la villa de Plencia, al funeral por el alma de su tío Antonio
Orozco, hermano de su difunta madre, donde estuvieron algunos
familiares, etc. En dicha misa funeral, no comulgó. No es que no
ofrecieran la Eucaristía, la dieron, y tan solo se acercó una persona
(amonestación). Lo cierto es que le vino a reconvención y
penitencia de la Virgen Pura Dolorosa.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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25 de agosto de 1971, miércoles a las 22,00 hs (1ª parte)

Se me apareció la Virgen y le dije: Señora, le pido haga algo para


que vean los demás. Me contestó:
“El agua seguirá curando, como hasta ahora”

“Tengo un gran dolor duro y tristeza por la falta de fe en la


Humanidad. Quiero mucho a mis hijos. Orad por los pecadores.
En los lugares donde me aparezco, se me queda el mensaje en
los labios. Hay quien conoce a Dios y confía y quien conoce y
desconfía. Dios dio libertad. Dios no quiere esclavos. Hijos
míos, respetad la libertad y tendréis la salvación. Dios os
premiará. Tened fe en Mí. Mira hacia aquí”.

Yo le dije: Señora, ¿Qué es esto? Ella me dijo:


“El Cielo, aquí están los justos que son dignos. Dios aquí no
quiere injustos. Hijos míos, orad por los pecadores”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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25 de agosto de 1971, miércoles a las 22,00 hs. (2ª parte)

En el Cielo vi a san Ignacio en un templo muy grande que caminaba


hacia un gran altar. El templo estaba lleno de gente de todas las
razas por ambos lados. Él iba por el centro. En el altar solo había
dos grandes velas encendidas, una a cada lado.
Las mujeres vestían vestidura azul hasta la media pierna, por
encima del tobillo. Por la cintura llevaban una cinta blanca y también
en las mangas y el cuello. Los hombres llevaban vestidura blanca y
cinto azul colgante a su izquierda. Todos estaban descalzos. Todos
ellos bien parecidos.
San Ignacio vestía de blanco y tenía también un capuchón blanco
caído por la espalda. La barba le llegaba hasta el pecho. Tenía los
ojos muy abiertos y la mirada dulce. Una vez en el altar y de frente
a todos, dijo:
“Yo soy Ignacio de Loyola”.

Y levantando en la mano una Sagrada Forma, dijo:


“reuníos los dignos en torno a este Pan”.
Vi también a Santa Teresa con la misma vestidura que las demás,
teniendo un velo por la cabeza del mismo color. Me dijo:
“Sufrí mucho en la Tierra, ahora estoy en la Gloria eterna”.
También me habló una de las niñas y me dijo muy sonriente: “¿Te
acuerdas de mí?” Yo le dije: sí, eres mi hermana Micaela. Ésta
murió a los cinco años, y me dijo: “Desde que nací sufrí en la
Tierra. Desde que me despedí de vosotros, no he sufrido más.
Soy feliz”.
En el tiempo que estuve presenciando esta visión, me pareció estar
elevada y encontrarme entre ellos.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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19 de Septiembre de 1971, domingo a las 19,00 hs.

Se me apareció la Virgen y le dije: Señora, qué feliz soy contigo.


Ella me dijo:
“Dime Madre, que digna soy”. Así se lo dije, y me respondió:
“Yo que te hablo soy la Madre de Dios. El que me sigue, no
caminará en la oscuridad. Vuestros pasos y vuestro camino lo
iluminará Dios. Vengo por toda la Humanidad. Concedemos la
Salvación. Orad, penitencia. Estoy dando los últimos AVISOS”.
“Pasarán muchas catástrofes. Orad y pedid a mi Hijo. Que
vuestro cuerpo es casa de Dios. Que está lleno de luces. Los
que te siguen son mis hijos que te aman. En la Casa de Mi Hijo
hay muchas estancias. Voy a preparar sitio. Algún día volveré y
te llevaré, para que donde esté Yo, estéis también vosotros. Si
me amáis como hasta hoy os alegraréis. Tú no dejes de venir a
este lugar”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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25 de Septiembre de 1971, domingo a las 19,00 hs. (1ª parte)

Se me apareció la Virgen y le dije: ¡Ave María Purísima! Ella dijo:


“¿Te acuerdas que hoy hace un año te convertí el Rosario y te
di la Sangre de mi Hijo?”
Sí, no lo olvidaré nunca. Llévame contigo.
“No vengo solo por ti, vengo por toda la Humanidad, y te
necesito”
Pero llévame contigo…

“Os quiero mucho, y os quiero acercar a nuestros corazones”


¿Por qué nos queréis tanto, si aquí en la Tierra estamos muchos
que somos malos?
“Si no se hace más caso habrá una obra directa de Dios”
Sí, aquí estamos muchos malos. Si me dices el día que ocurrirá
guardaré el secreto.
“Ya te avisaré antes de que suceda, pero antes sucederán
grandes catástrofes”
Lo que continuó diciéndome creo que debo callarlo, y ponerlo en
sobre cerrado relativo a lo que ha de suceder. ¿Es tu voluntad que
algún enfermo aquí presente se cure?
“Una va curada”

La curada ese día fue Doña Cecilia Santiago, de Deusto.


Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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25 de Septiembre de 1971, domingo a las 19,00 hs (2ª parte)

En la aparición, la Virgen continuó diciendo:


“Dame los objetos que te den los presentes para que los bese”

Después de besar todos los objetos que le di, Ella dijo:


“Los objetos que Yo he besado les salvará del enemigo” y “tú
tienes que llevar esta cruz con la ayuda de Dios”.
Le dije: “esta cruz es pequeña, puedo llevar más grande”.
“Es bastante”
Bendijo a los presentes y se fue. La Virgen mandó que hagamos
mucha oración. También mandó que rezáramos un rosario en su
presencia. La Virgen también rezó.

Durante el éxtasis de Felisa hubo uno del grupo de los de Zaragoza


(un maño) que conociendo la insensibilidad de la persona en dicho
estado, cometió la brutalidad de meterle una aguja larga y gruesa
de coser sacos por el costado izquierdo de la cadera, hasta los
intestinos. Otro, con un alicate o aparato parecido de hierro la hirió
profundamente el tobillo por detrás del pie. Al regresar a su casa la
vidente se sintió mal y pudo ver con sorpresa su ropa interior, del
lado de la cintura. La tenía ensangrentada.
A juicio de una monja que la examinó, la herida pudo ser mortal.
Más adelante llegó a saberse quien fue el autor de tal acto. Los
presentes fueron gente de Zaragoza, algunos de Santander
(conocidos) y muchos de Vizcaya.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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2 de octubre de 1971, sábado a las 7.30 hs.

Esto le dije yo a la Señora: dime Madre, quieres algo y ella me


contestó:
“Orad hijos míos, penitencia. Pedid que soy vuestra Madre.
Dios da a toda la Humanidad un don que no se vende ni se
puede comprar. Orad que quiero salvar a mis hijos”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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2 de noviembre de 1971, martes a las 20.00 hs. (1ª parte)

En particular de Maidagan, 1 – 1 C, de Santa María de Guecho


(Vizcaya)
Estaba recogiendo ropa en el balcón de la casa y vi que del cielo
bajaba algo luminoso. En un instante llegó hasta mí. Estaba muy
cerca, pero elevado, sin apoyarse en el suelo. Le dije, ¿quién eres
tú? ¿qué quieres de mí? Y me dijo:
“Soy el arcángel San Miguel, que me envía Dios”
Viene vestido con túnica blanca, ojos azules y pies descalzos. Está
muy luminoso y es rubio. Tiene melena no larga. En la mano
derecha lleva un puñal y representa 14 años. San Miguel me dijo:
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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2 de noviembre de 1971, martes a las 20,00 hs. (2ª parte)

“Estos son los que olvidaron a Dios, los sucesores de los


apóstoles, y cometieron muchos pecados y Dios les castigó”

Después de decir esto hizo que yo viera el purgatorio. No vi fuego,


sino una estancia espaciosa, color verde oscuro con unas figuras
tristes, alargadas y aburridas, y me dijo:
“Pedid al Padre Pío (de Pietrelcina). Pedid y orad por ellos para
que él los lleve a la gloria. El Padre Pío iluminará a los que
tienen fe. El próximo Papa estará iluminado por el Padre Pío
(será carismático). Pedid y orad para que puedan aprobar las
apariciones de la Madre de Dios y LOS MENSAJES. Dios tiene
dividido su reino y yo conduciré las almas al sitio que les
corresponde”.
Luego añadió:
“Reza también tú por las almas del purgatorio, que hoy es el
día de ellas y necesitan luz”.
Así lo hice, y al día siguiente recé también en la iglesia. Y dejé unas
velas encendidas ante el Santísimo. Por último, el ángel me dijo:
“Orad mucho para que así como está contaminado todo,
también la fe se está contaminando”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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7 diciembre de 1971, martes

En esta fecha Felisa recibió un mensaje de la Virgen que le


comunicaba que estaba prisionera, que se ocultase no supiesen
donde se hallaba, pues un espía que se hospedó dos noches en su
casa y que se apoderó de un informe del diario, en que se decía
algo referente a un personaje muy conocido en todo el mundo, le
quería matar. Por dicho motivo estuvo encerrada hasta el
11/febrero/1972 en su casa particular de Maidagan, 1, 1º C, cuando
fueron numerosísimas las llamadas telefónicas durante ese período
de tiempo, preguntando insistentemente por ella.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1972
1 enero de 1972, 10.30 hs. Sábado

Se me apareció la Virgen y le dije: Madre, soy pecadora.


“Esto que te sirvo es el cuerpo de mi Hijo amado. Es porque no
puedes ir donde está el Santísimo”.
Gracias Madre mía. Y se fue.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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9 enero 1972, 2.00 hs. Domingo

Oí que la Virgen me llamaba por mi nombre. Se me apareció la


Virgen y me dijo: “con esto que te sirvo quedan perdonados tus
errores”
Me acarició la cabeza y recibí la comunión.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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17 enero 1972, 5.00 hs. Lunes

Se me apareció un ángel, y le dije: ¿quién eres tú?


“Soy Gabriel de la Dolorosa, que me envía Dios”. ¿Qué quieres
de mí?
“¿Estás conforme para tomar la Eucaristía?” Le dije que sí y me
dio la comunión.
Este ángel tiene melena bastante larga. La raya del pelo por en
medio y el pelo liso, color castaño oscuro. La túnica amplia, las
mangas muy amplias, lleva un cordón grueso por la cintura blanco.
Las alas son blancas, los pies descalzos. Está envuelto en luz. Su
altura aproximada es de 1.60 y su edad de 20 a 24 años.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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21 enero 1972, 19.00 hs. Viernes

Vi al animal aquel del 23 de mayo del 69, en que la Virgen me habló


por primera vez frente al pozo. Hoy lo he vuelto a ver. Dije: Dios
mío, y repetí varias veces y rezaba. A los pocos momentos
desapareció y apareció la Virgen. Le dije: Ave María Purísima.

“Te defenderé de Satanás” Cuando te veas ante él no te


arrodilles y di: “Madre Dolorosa, sin ti nada puedo” y rezarás la
Salve.
El castigo que dará mi Hijo a la Humanidad ya está preparado
para tantísimos pobres pecadores. Yo, vuestra Madre, mi
voluntad es generosa, pero ya no puedo aguantar más”.
Qué pena me das Madre mía, te daré mis fuerzas y llévame contigo.
“Te necesito en la Tierra. Te llevaré un día. No dejaré de verte a
ti toda tu vida”.
Ayúdame Madre.
“Gracias por tus lágrimas y por esos buenos sentimientos,
pero tengo que añadirte que mi corazón se encuentra siempre
triste. Casi siempre me veo solitaria en los templos,
convertidos en teatros de diversiones. Veo a muchos que
traicionan con miradas extrañas”.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)
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28 enero 1972, 12.00 hs. Viernes

Se me apareció la Virgen y le dije: Virgen Madre mía, ¿qué quieres


de mí?
“¿Estás conforme para rezar durante 9 días 9 Padrenuestros,
Avemarías y glorias y 3 Avemarías en mi honor?”
Madre estoy conforme, Madre soy pecadora.
“Tus pecados están perdonados en nombre de mi Hijo, reza
con fervor la novena”.
Madre, deseo padecer cada vez más por ti y por tu Hijo.
“Serás salvada del enemigo. Cuando termines la novena,
pronto tendrás visita”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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11 febrero 1972, 6.00 hs. Viernes, Festividad de Ntra Sra de Lourdes

Se me apareció el Arcángel San Gabriel, le dije: ¿qué quieres de


mí?
“Ya estás libre del enemigo, acaba de fallecer”
Qué pena, ha sido por mí. Por fiarme.
“Pobre pecador, pobre los que piensan que no existe Dios”.

Dios mío, Madre mía, Ángeles y Santos del Cielo, gracias por
vuestra ayuda.
Vi en visión todo lo que le ocurrió al que acababa de fallecer.
También me habló el ángel de otras cosas, y me dijo que volverá
otra vez a mí.
Las puertas de las entradas que estaban cerradas con llave y
pestillo se abrieron solas para pasar el ángel. Le acompañamos mi
marido y yo hasta la puerta, y se fue por el cielo abierto. Estuvo
unos quince minutos. Mi marido durante todo este tiempo vio una
luz en el aire.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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13 marzo 1972. Lunes

Se me apareció la Virgen y le dije: ¿qué quieres Madre? Sin ti no


soy nadie y ayúdame.

“Te ayudaré, te encadena Satanás. Te hace confundir hasta con


mi rostro y te tira de la lengua”.
Me hizo ver a Satanás en aparición y con una mirada de la Virgen
desapareció.
“Tienes que hacer más penitencia”.

Me mandó hacer unas oraciones compuestas de 9 Padrenuestros,


Avesmaría y glorias, y 3 Ave Marías en su honor TODOS LOS
DÍAS. Más todo lo de costumbre pedido por ella. Me dijo
refiriéndose a la mala aparición:
“No le verás más, y por haber conseguido esto dale gracias a
Jesús y no dejes de visitar al Santísimo que te espera. Ahora
mírame bien, yo siempre vengo vestida igual”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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15 abril 1972, miércoles

Iba a ir a misa, pero ya era tarde. Salí muy deprisa y tropecé en la


escalera. En aquel momento vi a mi ángel, y me dijo:
“Hoy ya llegarás, pero otro día no te entretengas con los
trabajos”.

A las 9,20 salí de casa, y para las 9,25 estaba en la iglesia. El ángel
me acompañó hasta muy cerca de los Trinitarios. No me recuerdo
casi nada. No sé cómo fui. Sí que el ángel me habló por el camino.
Mi marido fue a otra misa anterior, y todavía estaba en la iglesia. Me
puse de rodillas junto a él, y entonces me di cuenta de lo que había
sucedido. Este ángel mío de la guarda viste todo de blanco, está
envuelto en una luz clara. A este ángel ya lo he visto antes de
ahora.
Bonifacio, que tenía que ir a Algorta a cobrar su pensión, le
invitó a Felisa a que lo acompañara. Ésta se disculpó diciendo
que no se encontraba bien. Estando aun en la iglesia de los
padres Trinitarios, luego de oír la misa de las 9,00 hs. sintió
que Felisa le tocaba en el codo para que la viera. A Felisa la
dejó en la iglesia, y se fue a la Caja de Ahorros Vizcaína a
cobrar su pensión de jubilado. De vuelta a casa le preguntó a
su hija Feli, la ciega a qué hora ha salido ama de casa. Le dije
que a las 9.30 y media, la hora en que le llamaba la atención en
la iglesia. Además tengo entendido que Felisa cayó en las
escaleras de su casa ese día.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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4 junio 1972, domingo 21.30 hs.

Esto me dijo la Santísima Virgen:


“Cumplid bien vuestros deberes, orad, orad siempre que soy la
Madre del Salvador, la Madre de Dios”.
“Quiero una capilla y que se acuda a ella en procesión. Mi Hijo
está tan cargado de penas, le pediré que se descargue si no se
escuchan mis palabras”.
“Esta nación provoca muchos errores contra la Iglesia” (Que
es solo una, santa, católica, apostólica).
“Orad que mi Hijo escucha vuestras oraciones. Los curados
que no dicen les vendrán males mayores. Los que dicen son
mis lámparas encendidas, y serán siempre refugiados bajo mi
manto”.
Le dije: haz algo para que vean los demás. Me dijo:
“El agua seguirá curando”. Y diciendo: “Hasta la próxima que te
visite”, se fue, y como otras muchas veces le vi ir por el cielo
abierto.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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15 noviembre 1972, Miércoles, 12.00 hs. (1ª parte)

En particular de Uri, 6, 1º Santa María de Guecho, Vizcaya.


Estando en la cocina, echando cebolla a las patatas, se me
apareció la Virgen y le dije: ¿qué quieres, Madre? Y me dijo:
“Hija mía, escucha bien, sé fuerte en la fe, como si fueras una
niña. Velaré, y siempre estaré a tu lado. Me has pedido una
señal para que crean todas tus palabras: el agua seguirá
curando”.

“Han visto creyentes e incrédulos”. “Hoy en tu presencia me


dirijo a la Humanidad entera, soy vuestra Madre y mi Hijo
Altísimo Jesucristo”.
“Si no cambian como Dios espera, ocurrirán en un instante, y
estarán en terror”. “¡Verdaderos cristianos de mi Hijo
Jesucristo, ORACIÓN Y PENITENCIA!”
“Se está acercando el CASTIGO, no te digo ni hoy ni mañana,
pero se está terminando el siglo”.
Según parece, la Virgen nos está dando un tiempo de GRACIA.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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15 noviembre 1972, Miércoles, 12.00 hs. (2ª parte)

La Virgen continuó diciendo:


“Los más altos cargos provocan la ira de Dios. No se hace
caso de los MENSAJES, pero ocurrirán cosas que no podrán
estudiar los científicos ni la Humanidad entera”.
“Los que lleven un poco de agua o un objeto pasado por esta
agua, serán protegidos del Enemigo e iluminados”.
“Dile al hermano Uribarri que los rosarios los lleve al pozo de la
casa forestal de Monte de Umbe, y los sumerja en el agua. Los
doy por besados”.

Nota del hermano Uribarri: le regalé a Felisa 23 rosarios, allá por


octubre, para que en el próximo éxtasis o visión se los diera y me
reservara alguno.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1973
24 diciembre 1973, Lunes

En la entrada de la casa se colocó este día un altar u oratorio,


regalo de una peregrina de Zaragoza. En esta ocasión, Felisa tuvo
la visión de una Sagrada Forma, de tamaño normal, en el centro del
altar.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1974
9 marzo 1974, Sábado

Día de entrada y colocación en la Casa Forestal del cuadro de la


Virgen Pura Dolorosa, pintado y regalado por María José Altuna.
Entró acompañado de grandes oleadas aromáticas de agradable
perfume.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1975
9 agosto 1975, Sábado a las 22,00 hs. (el cambio de hora se produjo en
1974)

Felisa presenció en el pozo la visión de 9 ángeles que estaban junto


a la cruz. Le hicieron una reverencia y se fueron al Cielo.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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11 diciembre 1975

“Cuando con vuestras oraciones y sacrificios ME AYUDÁIS a


salvar un alma y convertís un pecador, me cerráis una herida.
Estoy muy contenta con Umbe. Yo os tengo a todos bajo mi
manto”.
Al decir esto, la Virgen estrechaba sobre su corazón a los fieles que
se reúnen en Umbe, y se mostraba muy sonriente. En varias de sus
apariciones la Virgen ha repetido: “El agua SEGUIRÁ CURANDO”.
Esto ha sido comprobado por cientos de peregrinos curados de las
más diversas enfermedades, algunos de ellos desahuciados por los
médicos. Las conversiones han sido también numerosas. Estas
curaciones de cuerpos y almas constituyen un testimonio a favor de
estas apariciones y sus mensajes.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1976
28 febrero 1976, 3.00 hs. Sábado. Año bisiesto

En particular de Uri, 4 de Santa María de Guecho, Vizcaya.

Estando profundamente dormida, me llamó nuevamente la Virgen,


diciéndome que quería hablarme. Me felicitó mi 68 cumpleaños,
diciéndome que no sería el último:
“Estoy contenta, muy contenta con vosotros. Con el rosario
venceréis, no lo dejéis de la mano. Los que lo abandonan
perecerán. Vienen días de purificación para España: disturbios
sangrientos y malas cosechas, crisis, hambre, enfermedades y
muertes. La Iglesia parecerá que desaparece, y quedará como
destruida. Yo seré vuestra fortaleza y vuestro consuelo en esos
días”.
La vio salir de casa marchando como otras muchas veces por el
cielo abierto.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1978
2 septiembre 1978 Sábado

Entronización de la Virgen Pura y Dolorosa, y primera


procesión
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1979
1 septiembre 1979 Sábado

Antes de la procesión, un niño maravilloso se le apareció a Felisa.


Le dijo: ¿Quién eres tú? Contestó: “El Niño Jesús”.
¿Qué quieres de mí? Le contestó: “Que cuides bien de Mi
Madre”. “Hoy con tantas flores estará contenta, sonreirá”.

Dijo Felisa: “los hombres no creen”. Respondió:


“Para cuando crean será tarde”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1988
8 diciembre 1988, Jueves. Festividad de la Inmaculada Concepción,
Patrona de España

(Último mensaje a las 5.00 de la madrugada)


“Hoy en tu presencia me dirijo a la Humanidad. Los demonios
están sueltos en la Tierra. Con el Rosario venceréis. Os espero
a todos aquí. Deseo mi capilla, no desfallezcáis. Estáis
protegidos”.
El 19 de septiembre de 1987 murió nuestro padre. Desde el primer
día ocupé su sitio en la cama por no dejar a Ama sola. El día 8 de
diciembre, día de la última aparición de la Virgen en Umbe, yo dejé
de oír a Ama. No pensé en nada, y al volver ella me pidió de rodillas
que escribiera el mensaje. Yo le pregunté: ¿Ama, cómo has ido? Y
dijo:
“La Virgen me ha dicho: ponte el abrigo y el pañuelo en el
cuello, y me ha llevado”.
Felisa vio a la Virgen acompañada de dos peregrinos de Umbe ya
fallecidos: un sacerdote que había sido su confesor, y que le dijo:
“Dios y la Virgen no tienen tanta prisa como se tiene en la
Tierra”.
La vidente le besó la mano, y él le dio la bendición. El seglar habló
también a Felisa: “Donde estoy no hay sufrimiento. Sin
merecerlo, con vuestras oraciones, estoy en el Cielo”. Oraron
intensamente para que se iluminen los ojos que tenga que sacar
esta causa adelante.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1989
2 mayo 1989, Marte. 4,00 hs. 1ª parte

Tuve la siguiente visión: vi a Cristo a la derecha del sol, cuyo fondo


era de azul intenso. Con su mano derecha indicaba todo lo que
había costado nuestra Redención. Vestía una túnica blanca larga.
Era alto, de facciones perfectas. Tenía el pelo hasta la espalda. A
su derecha, vi sacerdotes que estaban en el purgatorio. Sufrían una
gran angustia.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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2 mayo 1989, Marte. 4,00 hs. 2ª parte

Junto a Cristo estaba la Virgen, que me dijo:


“Reza por los sacerdotes, porque son muchos los que escupen
el Rostro de mi divino Hijo”.
Lo importante del mensaje es: “Reza por los sacerdotes”.
Supongo que para María más de uno ya son muchos.
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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1990
9 marzo 1990

APERTURA DEL SOBRE EN LA NOTARÍA CON EL MENSAJE GUARDADO

Tras su muerte, nosotros sus hijos, cumpliendo el mandato que


nuestra Ama nos dio en vida, procedimos el 9 de marzo del mismo
año de su fallecimiento, ante notario, a la apertura de un sobre
cerrado en el que ella había guardado celosamente un mensaje
y un objeto por encargo de la Virgen para que fuera abierto
después de su muerte.

El mensaje fue escrito el 15 de agosto de 1969, tras la aparición de


la Virgen, y dice lo siguiente:
“Vengo a hacer la paz de mis hijos que no me hacen caso”

La Virgen me ha dicho muchas veces que viene para toda la


Humanidad, para todos sus hijos, y que a todos nos tiene bajo su
intercesión. A todos nos quiere mucho y desea nuestra Salvación,
de tal manera que ANTES DEL CASTIGO enviará Dios UN AVISO,
y para que nadie dude de este Aviso, habrá UN MILAGRO.

La Virgen me dijo también:

“Su Espíritu estará eternamente en ti”. Y continuó: “Te doy una


medalla mía, de inspirada belleza. Si le pedís perdón con
vuestras almas sinceras, Cristo os perdonará. Yo, vuestra
Madre, como intercesora de Él, os quiero decir que os
enmendéis, pues ya estáis en los últimos avisos. Os quiero
mucho y no quiero vuestra condenación”
Inés Arrieta Sistiaga (hija de la vidente)

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